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MINERALIA - CROMITA
CROMITA: MINERAL ANTICORROSIVO… Y TOLERANTE A LA GLUCOSA
Por Elizabeth Araux
La cromita es un mineral relativamente común en la naturaleza siendo muy utilizado en diferentes industrias. Pertenece a la clase de los óxidos (según la clasificación de Strunz), siendo su fórmula química FeCr2O4. El nombre del mineral se debe a que contiene aproximadamente un 46% del elemento cromo. El nombre del elemento se deriva del griego “chroma” que significa color y se debe a que este elemento, aún en cantidades menores, produce colores variados en distintos compuestos y minerales; por ejemplo, es responsable del color rojo del rubí y el verde de la esmeralda.
La cromita cristaliza en el sistema cúbico en cristales principalmente octaédricos y hexaoctaédricos. También se encuentra de forma granular de grano grueso a fino hasta ser masiva. Posee brillo metálico a submetálico, su color varía de gris medio a negro pero su raya o polvo es de color café. Es opaco, es decir, no deja pasar la luz a través de él, sin embargo, existen algunas variedades semitranslúcidas. Tiene una densidad de 4.8 gr/cm3 , una dureza de 5.5 en la escala de Mohs. Al quebrarla no presenta separación en planos sino más bien genera una fractura concoidea (similar a la de los vidrios al quebrarse); su tenacidad es frágil quebrándose con facilidad.
Los yacimientos con grandes cristales que pueden alcanzar 2 cm de talla se encuentran en la región de Rusia. Sin embargo, los yacimientos más grandes por las reservas encontradas se encuentran en Sudáfrica.
Los depósitos principales de este mineral se forman a partir del magma que es roca fundida a gran temperatura, por lo que son llamados ortomagmáticos. Dentro de ciertos magmas puede cristalizar la cromita y entonces, por su densidad más alta que el magma que la rodea, se hunde hacia el fondo formando capas o mantos. Puede acompañarse de otros minerales como la magnetita y silicatos ricos en fierro y magnesio como los olivinos y piroxenos. Al cristalizar el resto del magma por enfriamiento se producen rocas máficas y ultramáficas. También se puede encontrar la cromita en depósitos de placer provenientes de la erosión de los depósitos magmáticos.
Los depósitos mayores de cromita se formaron hace más de 2,500 millones de años en la era denominada Arqueana, que es cuando se formaron los núcleos principales de los continentes actuales.
El cromo, extraído principalmente de la cromita, se utiliza en diversas industrias, por ejemplo, para producir aleaciones resistentes a la oxidación como el acero inoxidable. También se usa para el proceso de cromado que es un depósito del elemento de color brillante. Otro uso común es en colorantes y pinturas (amarillo de cromo, rojo de cromo o verde de cromo) a las que también confiere una propiedad antioxidante. La cromita se utiliza en su forma de mineral para fabricar ladrillos refractarios muy resistentes a las altas temperaturas.
En el año 2012, los países productores de cromo en orden de importancia fueron: África del Sur, Kazajistán, India, Turquía y Rusia. En México no hay minas en operación pero se ha reportado la explotación de este mineral en la península de Vizcaíno, Baja California Sur, cuyas reservas se consideran agotadas; también se ha reportado su presencia en el Complejo Acatlán en Puebla.
El cromo se considera un elemento esencial en nuestro organismo pues participa en el metabolismo de las grasas y carbohidratos y parece potenciar la acción de la insulina permitiendo una mayor tolerancia a la glucosa.
Elizabeth Araux Sánchez es Geóloga de profesión con Maestría en Ciencias y especialidad en Yacimientos Minerales. Actualmente es Docente de la Universidad de Sonora con más de 30 años de experiencia. Líder del proyecto FAMA. Fundadora del Pabellón Minero Infantil. Vicepresidenta de Mujeres WIM, Sonora; Vicepresidenta de la Comisión de Formación de Capital Humano del Clúster; y Secretaria de la AIMMGM Distrito Sonora.