En una sentencia notificada hoy, el tribunal también le condena por grabar los abusos cometidos sobre la menor y por estar en posesión de 3.755 archivos de pornografía infantil que guardaba en su teléfono móvil, hechos todos que fueron conocidos a raíz de una denuncia presentada por una ONG estadounidense alertada por Twitter de que el acusado compartía archivos pedófilos en su perfil.
La Audiencia le considera autor de un delito continuado de abusos sexuales sobre una menor de menos de dieciséis años y, además, le aplica el subtipo agravado puesto que la niña ni siquiera había cumplido los cuatro años de edad en el momento de los hechos.
También, le condena por un delito de corrupción de menores con aplicación del subtipo agravado de elaboración de pornografía infantil, y finalmente le considera autor de otro delito de corrupción de menores por distribuir pornografía infantil o poseerla con la finalidad de ser distribuida.