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Un sueño cumplido Andrea Albaladejo López

Un sueño Cumplido

Andrea Albaladejo López

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Vocal de Juventud de la Agrupación del Santo Cáliz

Desde que era pequeña he ido a ver las procesiones con mi abuela porque de mi familia, es la persona a la que más le gusta las procesiones.; Al fin y al cabo, mi inquietud y mi vena cofrade tenía que venir de algún sitio.

Un año le dije: ”quiero salir de capirote” y ella me comentó que un buen amigo suyo pertenecía a la agrupación del Santo Cáliz a la que podía apuntarme. Todo fue muy rápido ya que me inscribí solo un mes antes de la Semana Santa de 2017.

Llegó mi primer ensayo e iba sin conocer a nadie. Sin embargo, me encontré con una antigua compañera de catequesis y actual de clase, pero yo no sabía que ella salía. Fue entonces cuando entre redobles, giros oblicuos, palos de plástico que sustituyeron a los hachotes y banderines, los ensayos se me pasaron en un abrir y cerrar de ojos… ¡Qué nervios! Ya iba quedando menos para la gran semana que con muchas ganas e ilusión esperaba.

Unas semanas más tarde, por fin llegó, mi primera Semana Santa como marraja. Estaba inquieta porque era algo con lo que siempre había soñado, pero con lo que nunca tuve iniciativa. El lunes santo llegó, fui un manojo de nervios pero con muchas ganas; a la vez tenía miedo por si me mareaba o me agobiaba.

Al compás del redoble y del movimiento de mi capa, bajé la rampa de Santa María; tras unas horas la volví a subir y la procesión había salido como esperaba. Según iban pasando los días, mis nervios eran menores y cada vez que acababa una procesión, me sentía plenamente feliz.

¡¡Había cumplido mi sueño!!;

porque como algún día dijo Benedetti:

“No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños…”

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Al año siguiente, mi amiga me habló de la existencia del grupo de los Jóvenes Marrajos, me explicó cuál era su función en la Cofradía y me propuso apuntarme. Obviamente, desde el momento en el que empecé a hablar con ella supe que mi respuesta iba a ser un SÍ rotundo. Nuestra amistad se forjó así, gracias a la Semana Santa. Nos hemos visto crecer la una a la otra en muchos aspectos de nuestra vida, a la vez que hemos tenido vivencias y anécdotas que nos marcaron para siempre.

Unos años más tarde, nos plantearon ser vocales de juventud de la agrupación. Es una responsabilidad que conlleva trabajo, constancia y corazón pero a lo que con pavor e incertidumbre, dimos el sÍ, ¿por qué no?

Una vez más, remando juntas en el mismo barco, nada puede salir mal si caminamos en una misma dirección.

Durante el tiempo que tengo este puesto dentro de mi Agrupación, he empezado a ver la Semana Santa desde otro punto de mi vista. Este año, al igual que el pasado ‘libraremos’ de nuevo en nuestros desfiles muy a nuestro pesar, aunque esperaremos juntas, mi amiga y yo, al deseado 2022 esperando que toda esta ‘pesadilla’ que estamos viviendo a nivel mundial pase lo antes y mejor posible y podamos de nuevo vestirnos con nuestros trajes, coger nuestros hachotes y disfrutar de una procesión con toda la Agrupación del Santo Cáliz, mi Agrupación.

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