Guirnalda Puertorriqueña (10 mar. 1856)

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G1IIR1VALDA

PERIOQICO DE AHEM LITERATVRl T HODAS.

ASO 1.0

MARZO 10 DE 1856.

Cuando la Igleaia CqtOlica cubre de Into la belleza dc sus (iltarea para recordar al mundo criatiana por medio de imponentea ceremonias e\ graiidioao aniveraario del aangriento drama que conmoviendo la naturaleza tuvo por deaenlace la redencion de loa hombrea, juato ea que la Guirnalda, Organo de la privilegiada claae cuya religioaidad no ea la menor de ana hermoaaa cualidadea, enlace tambien jen laa riancflaa florea de qne ae compone, un triate ramo de ciprCa oual melancOlico emblema del penaamiento que debe ocuparnoa en eaoa diaa aoleranea de aemana aanta, aemanapenal, aemanadeinduljencia. Nada maa juato, repetimoa, por que pi eaoa dioa vienen a recordamoa la paaion y muerte de todo un Dioa que por aalvarqpa ao hizo hombre para aufrir co- ^ mo tal el horrible martirio de la crucific.)\ aion. jNo deberemoa noaotroa 5 fuer de agradecidoa, apartarnoa por un memento del bullicio mundanal, ^jar la engafloaa aenda de loa placerea y encaminamoa al I Temple Santo para orar ante eae Dioa, .uai como 61 abandonando ndo au glorioaa manaion, dirijiO aua paaoa al Golgota, donde le eaperaba la maa afrentoaa muerte de aqnella Cpoca do pecadoa? Si, por que todavia no hacemoa oat|entacion de eae frio indifercntiaino que pecando laa conaoladoraa fuentea de la f6 criatiana, mina la aociedad y la corrompe. E1 horrible eceptiaiamo no ha lacerado todavia nueatroa corazonca, y al impetuoao

N.o 4.

torrente de impiaa incredulidadea que amenaza deatruirio todo, aabemoa ope­ ner nueatraa venerandaa tradicionea y eae c6digo aublime que aolo un Dioa pudo eacribir; laBiblia, “libro maravilloao y hello como la primera briaa que refreaco d loa mundoa; como la primera aurora que ae levanto en el cielo; como la primera flor que broth en loa campoa; como la primera palabra amoroaa que pronunciaron loa hombrea; como el primer aol que apareci6 en el Oriente.” Buaquemoa puca en eae teaoro de verdadea y de aabi(’ aabiduria, cuanto pueda fortificar nueatra fh; cada una de aua aagradaa fraaea noa revelara un miatcrio y en cada miaterio aolo veremoa d Dioa. Leamoa en eae libro eterno la poderoaa contradiccion de cuanto ha podido inventar la maldad de loa hombrea, y en eaoa diaa de aanto recojimiento en que calla haata el bronce de las igleaiaa, co­ mo enmudeci6 la creacion entera al eapirar el Divino Redentor de la humanidad, contemplemoa aua amarguraa y pagudmoale con una Idgrima de arrepentimiento la aangre precioaiaima que derramd en la Cruz para trazarnoa el camino de la bienaventuranza. Ohuderaos por un memento la mentida algazara con que noa aeduce el mnndo, y elevemoa nueatra alma hdcia la eterna morada que noa abrieron aquelloa padecimientoa principiadoa en Jethaemani para terminar en el Calvario.


OUIRNALDA PUERTO-KIQUEM..

Li TERTULIA ¥ EL ¥ELADOR. CARTA I. Db ISAl'BA A JULITA.

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A propiSsito, querida mia: acepto con pla­ cer el nuevo plan do correspondencia que me propone?, y te felicito con reconocimiento y eon einceridad, por esta inspiracion do tu carino y dc tu ingenio. Dices bicn, aniiga mia, nunca es tarde para aprender; ias ideas maduran ia reiiecsion, y la reilccsion ilustray regula los sentimlentos, de cuya direcoion depende^ principalmcnte nuestra bucna d mala ventura, supiiesto quo nuestro corazon se muovo al soplo de ellos, como se miievo una flor de tallo del)il, al soplo mas ligero de los vientos. Cambieinos pues, y aumentcmos, cuanto nos sea posiblc, el escaso caudal do nuestras ideas, _ Justamente, el memento no puede sermas ^jortuno; nuestra tcrtulia, que indudablemeute me ensenamuchas cosas, robandome en cambio algunas boras, va perdiendo de dia en dia su iuteres, con laausenoia de 10BtertuIianoa..En-,’ rique; el elegante Enrique, ba promovido vm partida de caza, y ba salido con varies andgos al campo, entre los cuales se ballan Antoro, el reflecsivo, Gustavo el galan insulso do todas las damas, Leoncio quo so aprocia en mucbo mas do lo que vale, y Rnperto el despreocupado. Veremos luego los trofeos de esta campana. Como es natural, una buena parte de nuesIras concurrentes (arnigns dcsinteresadas de la casa) sehan encontradorepentinaniente impedidas de asistir; Lorenza y Jacmta, por ejemplo, estdn en estremo ocupadas en hacer una labor sorprendente que, segun ollas, darS goipe en la prdxima esposicion: Claudina sientp la ncccsidad de consagrar la prima noobe al paseo, porquo padece mucbo de los nervios, y asi de mucbas otras. Tanto mejor, ouanto mas sola mas libre y con mayor placer respb-o. Sin embargo, no oreas que todas son pa­ ra mi lo mismo: oabalmente anocbe he pasado un rato delicioso, aunqne sin buUicio; Gabriela estnvo aquf, te rccordamos mucbo, y despues do saciamos con to pasado, le ensefid tu carta y se lleno de entusiasmo. ^|Que ISstima, le “deoia yo, que no haya regresado D. Odrlos de ‘‘su viaje! Desde que el se ausentd, abundan “las necedades en la lertu/ia, y lo que es mas “iriste ann, falta el alma en nuestro vdador: “nada cuasi apreademos de nuevo, y si no'vl“niera tan pronto como lo esperamos, olvida“riauios lo poco que hemos aprendido. Ahora, “mas que nunca, necesitamos do su bondad, “de su metodo y de sus luces; dl nos corregi“ria, nos inspirarfa nuevas ideas, y cncainina“r(a la correspondencia que nos propone Juli“ta por una senda tal que las tree sacariamos

“de ella gran partido.... Pero nosotras solas “iqud podemos hacer? Esta subita reflecsion, que parecid evocar delanto dc nosotras la imagen de nuestra ignorancia, nos irapuso silenoio dUrante algunos minutos.—Por fin tomd Graoiela la palabra.—“Poco en verdad, me dijo suspirando, muy poco; „pero 6, lo mcnos, no olvidaremos “lo que ya bemos aprendido; nos veremos ep “la necesidad do leer y releer nuestros oua“dernos [no esta en ellos el mdtodo, el espiri“tudoD Odrlos? Cuandodudemos,busoaremos “quicn nos saquo de las dudas; empenadas in“directamento cn ensefiar, nos veremos en la “obligacion indeclinable de aprender; el eger“cicio mismo do nuestras faoultades, serii por “si solo uu elemeuto poderoso do nuestros pro“gresos. Ademas, D. Carlos, nuestro mejor “amigo, nuestro padre mteleotual regresarfi al “oabo, y icuanta no serd su satisfaccion, cuan“do sepa que hemos cultivado con esmero las “semillas quo sembrd en nuestra inteligencia! “Por ultimo, Julita tiene razon en lo que dice: “oyo sus palabras. Nuestras cartas serdn siem“pre para nosotras, antes que todo, la repre“sentacion de nuestro pm-o afecto; las vordades, “que ollas onoierren servjrdn para nuestra re“ciproca instrucoion, y loserrores que se dos“licen do nuestra pluma, quedardn sepultados “en el sono do una amistad verdadera. jPorque “nos habiamos do negar por nuestra parte?”' —“Negamos! nunca lo hopensado; antes “al contrario, ayer estnve registrando mia pa“peles, y meditando sobre ellos creo recordar “los puntos mas importantes de la aritmdtioa; “tu eres la mas apta para.la gramdtloa, y Ju“lita que oomprendia con tanta faoilidad la “goografia, puede esoribiruos sobre esta oien“cia iTo pareco bien el plan? —“Indudablemento; mas como Julita no “nos ha dicho la parte que quiere para sf, tu “se lo oonsultards y luego pondremos manos “d la obra,” Tal fud nuestra conversacion acerca de tu proyeoto. Ya ves quo estamos oonfohnes, y slno te inolnyo en esta mi primer ensayo, es porque no quioro demorar hasta el prdxiino eorrao esta contestaoion. Tenme siempre al corrlente do los sucesos quo mas bleran tu coraztm dtu inteligencia, que por nuestra parte haremos lo mismo contigo, Saluda respetuosamente d tus padres de parte de los mios, y en mi nombre; mil earinos d Gabriela y d Juanito, y cuenta siempre oon el afeoto invariable de tu sincera amiga. Itaura.

_______ Artistas ttlebrcs._______ Como tamblen nos hemos propuesto ocupar las columnas de este peridaico en


GUIRNALDA PUERTO-RlQUESA. (lar ft conocer ft las artistas cftlcbres, cuyos nonibres pertenecen ya ft.lahistoria; empezamos boy ft coraplir nuestro prop6sito. Nucstras lectoras habrftn sin duda oido hablar de la cftlebre Maria Martinez, hija de la Habana, y que durante mucho tiempo biz« furor en los aristocraticoscirculosde Paris, ocupandoal misino tiempo la atencion del mundo filarmftnico y por consiguiente ft la prensa de Europa, que al saber la admiracion producida por esa artista y al ensalzar el poder de su habilidud, esclamaba: jQue talento es ese tan Bspecial? jde dftnde precede esa negra que tiene brazos de Juno, menos el color, ' que con su gracia, su dignidad ysu des•ejo encanta ft cuantos la oyen? jQuien a ha educado? jComo ha adquirido esa oz, esos modules hechiceros, esa soltura, !sa mezcla estraordinaria de candor y de 'nalicia, de salvajez primitiva y de civiliicion refinada? He aqui lo que vamos ft decir ft las ectoras de la Quirnalda, dandoles algu30S apuntes biogrftficos de esa cftlebre cantatriz ft quien justamente se llama U BIAUBRAn NEOBA. Hace veinte afios estaba de intendente le ejftrcito en la Habana, el seflor de Agui­ ar y Conde. La mujer de este cayft graveaente enferma, y tras una sftrie de crisis lerviosas se sepultft enun proftmdo letar[0, y llegft al horde de la tumba. Desauiiftronla los mftdicos, y ya no se aguardala sino que exhalase su postrer aliento. Ahora bien, en el piso bajo de la casa de a moribunda vivia una familia de negros ibres que ejercian el oficio de ebanistas. ^a nifia pequefia de esos infelices tenia )or padrinos de bautismo al intendente y ft su mujer, y asi, luego que supo que su madrina no daba ya sefiales de vida, rogO le le concediese la gracia de ir ft rezar al ado de su cabecera. EutrO pues la pobre criatura en el cuarto de la enferma, la beso la mano bafiftndosela en Iftgrimas, y se arrodillft al pift de la cama, ante una imftgen de la Santisima Virgen. La negidta te­ nia una memoria precoz, un ingenio portentoso y una voz que hechizaba ft todo el barrio. Todas las casas poi-fiaban entre si por poseerla y hacerla cantar coplas y

baladas... Pero volvamos al cuarto de la enferma: la nina dirigiO naturalmente ft la Madre de Dios las oraciones que sabia de memoria, y como su canto agradaba ft su madrina mas que ft nadie, salmodift sus plegarias con su mas dulce y melodioso metal de voz. Ya hacia un cuarto de bora que estaba realizftndose aquella tierna escena cuando el mftdico que observaba ft la enferma lanzft un grito... La nifia torcift entftnees la cabeza y se parO aterrada; pero el doctor le dijo en seguida: —Continua, hija mia, continue. Y la ne­ gra que gustaba de cantar, como los pftjaros, prodigd todas las perlas de su garganta... Canticos, plegarias, baladas, roraanzas, todo su tesoro musical se derramft ft traves de su almay de sus labios.__ Basta, le dijo por fin el facultativo, al cabo de cierto tiempo; bien puedes abrazar ahora ft tu madrina, pues le has devuelto la vida. Efectivamente, el nuevo Saul habia hallado ft otro David. El canto de la nifia habia penetrado hasta el corazon de la moribunda y reanimado sus pulsaoiones, aflojando los nervios y desvaneciendo el . letargo como porensalmo. La enferma se sonreia y tendia la mano ft su ahijada, y esta abrazaba con sumo trasporte ft la resucitada. En toda la iutendencia y en seguida en toda la ciudad estallu una alegria inaudita. El intendente manifesto ft los eba­ nistas que educaria en su propia casa ft su hija..., y, en efecto, desde aquel dia no volvio ya la negra ft dejar ft su querida madrina. Cuando esta esperimentaba recaidas, se recurria ft la voz de la ahijada, y con una 6 dos baladas se restablecia la enferma. El intendente pas6 ft Espafia, llamado por el gobiemo, y se llevO consigo ft la negrita, adoptftndola por hija. En cuanto llegaron ft Malaga principio la educacioii de la Maria Martinez,-ya habrftn adivinado nuestras lectoras quo hablamos de ella. La ahijada del intendente aprendio la miisica con sumo ardor y facilidad asombrosa. Por desgracia no pudo hacer eterna la vida de sus bienhechores; murieron estos, si bien recomendando la ne­ grita ft sus amigos. Por su parte, los pa­ dres de esta habian fallecido, y la jOven


QUIRNALDA PUERTO-RIQUEJIA.

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iba & quedarse desamparada en cstc mundo, cjiando un capitan del regimiento de San Fernando pidiO pidi( y obtuvo casarse con ella------Empero las revoluciones llegaron pronto & tnrbar aquella vida tranquila y feliz. Comprometidse el capitan en nnas jaranas politicas, y se vi6 precisado a estrafiarse de su patna. De este modo la negra se quedd sin recursos en Madrid. Pero jqud decimos! jsin recursos? ;Ah, no! Su voz iba & salvarla. Oydia cierto dia una mujer y quedd prendada de su talento. jMas quidn era esa mujer? A1 dia siguiente lo supo la Maria Martinez al recibir un despacho del Conservatorio real, rubricado por Makia Cristina. La viuda de Fernando VII queria en efecto, con tanto gusto como generosidad, agregar esta canlolriz 4 sumusica de c4mara. Hd ahi por qud camino la Malibran negra llegd a obtener semejante papel en el palacio de la reina Isabel. Su maestro, en el Conseryatorio de Madrid, fud Don Francisco Valdemosa, uno de los mas habiles profesores de canto de la Peninsula.

POE SIAS, ESTANCIAS. Si clomo & tf, Soilor, lao has de esenoharmo Tfi, de quien es la inmonsidad Met |TS qoo la hirriente mar has contenido No has de poder cl corozon cnlmarme? ^Un dtomo de luz no podrd damie Esc que tantos soles ha encendido! iPues odmo has de dejar, Senor, mi vida iAy! ciega, y sin oonsuelo y desoido! Yo me aoerco hoy £ tl; yo estoy contigo: Sumiso el corazon tengo £ tu iado, Pasion y orgullo y penas han callado, No hay mas quo fd por tl, no haymas conmign. Ordename----una voz, y yo to sigo___ iQudmequicres deeir, qud mo has hnblado, Poiqud mi ruda y tarda inteligcncia No basta d percibir tu duloe eseneia? Yo quo to adoro dti desdo la infancia, Yo que to busco en incansable anhelo, Yo que mas quo a la tierra miro al ciclo, Yo quo £ tu gloria aspiro cn mi oonstancia, jHe de perdor, Sefior, por la ignorancia lie no entender tu voz tu gran consuolo;

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Ho do ofciidcrto, he de labrar mis penas Porno esenehar bien claro qud mo ordcuas? Mas td no hablas jamds; no por acentos Tu voluntad al universo osplicas; Tiones en tu saber notas mas rioas Para espresar tus altos pe Hablan por tf, ScHor, los sontimientos Con quo alegras el alma d mortificas Y yo cn ese lenguogo he oomprendido Quo mo pidosquorory te heqnorido jTd mo pides amor, amorconstante. Do ogradecido pecho Justo pogo, Tu quo una vida das porun holago Td de la humnnidad otomo amonte! iY antes quieros, Sefior, quo el alma errante So fatigue do error on error vago. Quo tenor por oonsuelo en este mundo Carino tan dulofsimo y feoundo? AquI abqjo del mundo habitadora Dicen, SeHor, quo hay una doota gonto Quo no to reconooo, no to siente. Quo no te admire, quo jamds te adora. Quo no te rindo greoias ni te implore En el placer, en el dolor vehemente; Mas fdbula del mundo es torpo y vana, Porque no puodo habor talraza humana. Puos al darnos la luz belleza tanta Como £ so inmenao rayo peroibimos, iignoramos, SoBor, quo ladebimos A un Sor quo desdo el polvo nos levants? Tu grande magostad suproma y sonta Nuostros ojos no ven, mas la eentimost El gonio puode error ouando to nioga Pero no el corazon ouando to ruega. Eziates, y las gontes lo entondemos, Desdo la misma onna to adoramos jMas sabos porqud luego te olvidamos? Pormalioia, .“enor, porque tememos. No nos place toner Jueoes supremos Porque mojor sin leyes nos hallamoa, Y antes quo resignarnos £ lapena Nogaremos al Dios que nos eondena. Pero yo que to amd desde to infancia, Yo que te busco en incansable aniiolo, Yo quo mas quo d to tierra miro al ciolo, Yo quo d tu gloria aspiro en mi oonstancia, Acudo d tu saber en mi ignorenoia, Acudo en mi afliooion d tu oonsuelo, Y es tal 1a fe oon que to ruoga ol alma Que cn esta misma fd logra 1a oalma Cabouna Coronado.


GUIRNALDA PUERTO-RIQUESA. EL JUNCO 7 LA CEIBA. ALEGORU.

(A BELISA.) A1 mdrgon do una fucnto Quo entre plantas floridiio por el prado Dcsata su corrientc, Por las linfas bosado Un junoo so olevaba, doblogando Su tallo do la brisa al soplo blando. No lojos do dl akaba Su anoha oopa una ceiba, monumento Quo el bacha respotaba, Y quo si el rudo viento Sus hojas arranoar quizd solia, Ni una rama doblar jamds le hacia. Al ver cuan fdoUmento El junoo d todo inipulso so inolinaba. La ceiba triunfalmonte Dol pobro so burinba; Mas este con su suorte satisfoobo “Asi,” lerespondia, “Diosmebaheohod' Cubridse el oiolo un dia, Do tomibles y fdnobres orespones Quo ol rayo dlvidla: Y recios aquilonos Las solvas y los vallos visitando Espanto y dostruooion Iran sembrando. Al Impotupotento Dol hdirido huracnn la ceiba nfana Rosistid tenaamente: Poro su furia insana El viento redobld, y al 6n rondida La tiona ostremecid oon su oaida. El junoo mientros tanto Doblando la corviz sin reeistencia No padeold quobranto; Calmdse la riolenoia Del huracnn, y ol junoo al otro dia A los myos del sol el tallo erguia. ;Ob, tu, Belisa amada! • Si aoaso para ti rugo inolcmento De la desgi'acin airada El cierzo, ton prcsonte La leccion de moral quo ol junoo diera Al coloso gontil de la pradcra.

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Plo-Riro Octubre de 1855. Salaxtis.

Desfle la revista de Febrero, mis queridas amigas, la moda ha heoho on Paris grandcs variaciones, no obstante la semojanza que muchos protonden encontrar siempre entre todos los tragos quo do algun tiempo d aod presentan los figurines; alogando para olio que ya no es posiblo ofreoer nada nuovo. jComo si la fantasia francosa habiora muerto! jComo si no existiera siempre esa imajinacion voluble y por cousiguionte niiova cada dia. que ha heoho que se conozcan los francesos bajo ol ti'tulo do gonto d’eaprit'. Pobres oabezas, las quo pionsan quo Paris, la elegante Paris, laco(iueta Paris, no pnede inventar diariamonto nuevos trajes con quo adomar d sus cultas lionat. ^Pero no es solo Paris la quo sigue paso d paso la caprichosa hada quo gobiema las voluntades femoninas; tambien la corte de nuestra Espana le brinda hoy una cohorte do lindas damas que se apresuran d complaoorla; tambien Madrid acepta y obsorva gustosa las novedades que la Moda le prescribe, mis amablos companeras; y no es de las que peer oumplen sus fantdsticos decretos; ved sind, con que presicion y oportunidad se e.spresael Album de Senoritaa en su rovista do Febrero prdximo pasado, en el florido pdrrafo que d continuscion 08 copio. “Eltrajodobailo, oarisimas lectoras, es la ^ piedra do toque de la miijer: de su buena d ^ mala eleccion dependen sus trunfos d su desprestigio on los circulos de buon tone, Para su confecoion y adherentes deben consultarse, como hemos dioho mas de una vez, la estatura, el color dol oabello, la edad y demds disposlciones do la persona. Hasta los veinte y cuatro anos nos es pormitldo un trago que nosenviielva en una nube de gasas y do tules; has­ ta esa edad nos es llcito trasformafnos en hadasdninfas; pero en llegandod los veinte y cinco, es ya indispensable vestirse como mujer. La belleza y proporcion do las personas estd entonces en todo su apogeo. No es ya la aurora, ni la primavera de la vida, tampoco el crepusoulo de la tarde; es ol sol en mitad de su carrera; es la rosa abierta ya, y en toda su plenitud, & la que los cufiros mecen todavia lisonJeandola oon mentidas esperauzas. No convienen ya tanto las telas ligeras, y es monester por lo mismo irlas sustituyondo con otras de mas riqueza y consistcncia, que dando & la toi­ lette mas dignidad, la constituyau mas sdria y distinguida.y K Volviendo & las alteraciones quo la moda ha sufrido en ol mos prd.ximo pasado, os dire, queridas amiguitas, que los corpinos son enteramente distintos d los que se llevaban en E"'"''.cbanuetillas han vuelto d presen-


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GTJTRNALDA PUERTO-RIQUE?tA. tarso cn todo su furor, pero vienen adomadas elegantomento. ^ Aunque cl invieruo no ha pasado y por oonsiguiente on Europa las Sras. sc presontan aun abrigadas convenicntcmenfce, la Guirnalda ha procurado escoger todo lo quo pudiera convenirnos mas, para el cliina en que vivimos. [Y de que otro modo hacerlo? Si la moda sale de Earis, alli es necesario ir & buscarla y tomar do ella lo unico convoniente para nuestro pais, ya que este no se halla aun en estado de producirlo. Bajo este supuesto, la Guirnalda os ofrece hoy cl figuiin que acompana d este numero y que reproscnta dos jovenes en trage de calle; se ha escogido este trage porque el do baile serfa inoportuno en la cpoca en que nos hallamos. La primora do dichas figuras, que se halla de pid, viste un trage do grd color do tdrtola, corpino de chaqueta redonda por abajo y cerrada hasta el cuello, con botonadura del mismo color y adomos de cintas rizadas que bajan sobre la falda del trage formando lazos sin puntas; mangas ligeramente ajustadas hasta el codo, recogidas por la parte de adentro con un lazo y adomadas con el mis­ mo nzado del corpino concluycndo 6. media manga; cuello y manguillos de tul, abuchados los lUthnos, sin ajustar y acahando cn un tolante de encaje. Sombrero de raso bianco adornado do cintas color de rosa y ncgras y enoajes: las cintas formail lazos & ambos lados. La segunda figma tiene traje de terciopelo verde con corpino tambien de chaqueta adomada de una berta de blonda negra y cintarerde rizada, abrocbadabastaesta, quedando al descubierto parte del camisolin por ser algo rebajada; en la orilla inferior lleva otra blon­ da negra y encima dos rizados de cinta tam­ bien verde; mangas ajustadas hasta el codo con tree rizados de cinta verde quorematanen un iazo con puntas; tres cintas rectas rizadas ba­ jan desde elhombro al codo terminando igualmeqte en lazos: el terciopelo puede suplirse con gros 6 moard antique. Camisolin con cue­ llo vuelto sobre la chaqueta y manguillos de tul, con dos volantes de encage. Sombrero de raso bianco guamecido todo de encage y con grupos de flores. En el prdximo numero os dire algo mas su]>re la moda, porque hoyya se haestendido deinasiado este articulo. Hasta entonccs se repite vuestra amiga

Luz T__

FULANA DE TAL. Estudios sobre mi veoina. Ya UU. sabcn, mis quoridfsimas loctoms; y si no lo sabon UC. so los digo yo ahora; lo dado que ho sido siempre & haccr cstudioa sobre cuantos sores oncuontro on cl camino de poregrinacion quo ho omprondido en este vallc de lugrimas, como accia ___ _en otro tiempo cn que hacia tambien otros estudios. Por osta razou os que no debonUU. cstrnnar quo siga on mi mania do cstudiar, quo por cierto cs mdnos mala que la do onomorar, fastidior, jugar, vegar y otros lindezas por cl ostilo, aunquo no acaben en ar. Vamos puos d cuentas. Fulana de tal era una mugcr bastante gran­ de y bastante fea, pOr consiguiente, yo quo sioinpre he sido aficionado d las mugorcs pequofias y bonitas, no podia suftirla y siempre anduba jugaiido con clla al oscoiidcr, os docir, quo cuando ella entraba por una puerta yo solia por la otra; lo cual proveiiia tambien de que, desde que aprondf d pononno los pantalones siempre me babia atormentado la di(mosa Fulana de tal, mczoldndoso en todos mis pequcHos asuntos, rclandome siempre. lo quo d la verdad mo disgnstnba y regaHandome ouantas veoos podia, lo que mo disgustaba muqbo mas. '^jQuion era pues Fulana de tal y con qud ^echo me gobomaba tan bien 6 ton mal? Ay! ora.... una veoina que vivia una parte do la ca­ se en quo habitaba mi familia. iNoconocenUds. todos los encantos de un vecindorio quo no tienc nada do oncantador? ;Adios la indepeudencia do la vida! jadios todos los poquefios scorotos del hogar domdstico! la veoina lo sabe todo, lo quo sc dice ___ . i especies ^ cuya ciencia olcanza hasta & lo imposible. Juzffuese con esto cual soria nuestra situacion tonicndo d tftulo de veoina d Fulana de tal. Bastontes motiros tuvimos paraconolnir connuestros oxistoncias, pero no concluimos, porque esto hubiera sido ingrato, impolidco. Me esplicard. y Fulana de tal ora ouHada de FxUano de 'tal, viudo que gozaba muy buena posicion en una oficina en que mi padre, si mal no recuerdo, no hacia gran papel. Convenia por lo tanto no indisponerso con la vecina; pero no indispoz^rso con oiertas personas cs una cosa muy diffotl. La' Sra. do que se trata no so contentoba con hacemos una visita diaria, ni con celebrar dos 6 tres concilidbulos on la escalera y bacernoB tres 6 cuatro rovoroncias cuando nos voia de lejos, sino quo aun pretendia mas intimidad; por consiguiente, todo el cuidado do mi familia se cifraba en no indisponerse con esta buena Sra: mi madre, angel de abnegacion y do bonded, sacrificaba voluntariamonte sus gustos d los do la Tccina; mi jdveu tia tambien sc ncomodoba dcllos por que ora buena como mi madre; solo yo, ei diablMlo do la casa, no podia soportar ol vecindn-

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GUIRNALDA PUERTO-RIQUESA. rio, ni loB sermonos, ni las visitas, ui los saluni nada do lo quo, directa 6 indircctainento, mo hacia pensar on Fulana tal. ^ Esta rira. tonia la costumbro do oouparso, en 2>rimer lns;ar, do loa iiogocios agonos; si lo qucdnba tiempo atendia outoncos a los suyos, pero creo quo nunoti lo alcanzaba. For el inucho tiempo quo hacia habltaba la casa so croia ya duona absolj^ no solo do los aposentos quo vivia sino ttujwn do los quo iiosotrosooupabamos: decia mi ^Kera, mi puerta &c. Nosotros, acabadosdb llePr dolcampo, llonos do buona fd, empozamos por llamar buona voluntad la solicitud curiosado la senora de enfrente; era cl duioo uombro quo ontoncos le conociamos. El dia quo nos mudumos a la casa, la vcciua so presontd ooho 6 diez voces & proguntur si necositdbamos clavos, martillos, cuorda o alguna otra oosa; mainulerospoudia quo cm domasiuda bondad, quo estaba agradecidfsima y otms frasesconveuieiites. Pobro mamdii^Nunca so atrevid a sospechar quo la veoinaqueriadnioamonto contar nuestras almoadas, ver si nuostra ropa ora fina y si toniamos todos Ibsmueblos neoesario^do cooiua. Y sin embargo esta era la vordad. / Cuando ostdbamos ya aoomodados, y cmpezd i serme, a mi, familiar toda la casa, la vecina comonzd 6. creer quodrumos gontes algun tanto de^ cenles\ Cilgo algun Zaato, porquo, se^un olla, nos faltaban mil poquefleces quo mi famiiia, sin embar­ go, no cchaba do mdnos. El dia siguiehto al do nuostra mudanza, poco despucs do salir ol sol, so prosontd d la puo^ de nuestra sola la criada de Fulana de tal, oopia ecsocta do suama, siescoptuamos las buenas maneras, para informarse do nuostra salud: todayin recuordo el candor con quo mi soucilla tia lo informd minuciosamonto do todos nosotros. Pobro tia! ignoraba completamonto quo la ftrase, Como ©stdn UU? signifioa realmonto, como ostdaUU,? esdeoir, d quo bom so lovantan UU? d quo hom almuorzan? &c. &o; y por oonsiguiente patrocinabaostos sutilezas de vecindario. Bosdo aquol momento quodd entablado un, didlogo no intorrumpido ontre la vecina y mi tia, osta preguntando y aquoUa respondiondo cdndidamonto; ^alogo quo por lo visto dobid sornos muy favorable, pues la vecina so doshizo tanto en saludos y cumplidos para nosotros, quo mis padres so croyoron obligadoB d haoerle una visita. Arregl^onso mi madre y mi tia con mas ouidado del acostumbrado, y neoosario era puesto. que so trataba do visitor d Fulana de tal,y tomandome do la mono, en atencion d mi oorta edad, ^timos todos d oosa do la vecina. Nos recibid con ^andes cumplidos, fraaes muy pomposQs y atonciones do todo gdnero, pero no babfa pasodo un cuarto de bora desdo nuostra Ue^da cuando la Fulana posoia una resefia exoota do nosotros. Nuestm interlocutara perteneoiad esa claso do pcr|ouas quo para enterarso de los seoretos agenos, proguntan continuamente; |Por•qud ha beebo IT. ©so? jQuion ha dicho eso d U.? Eraunasucesion no intorrump*’ A GSto fuogo graneado i quizas persistiamos por on i en la contestaoion, poro ontoncos nuostra vecina centupUoaba bus preguntos y con una sola resj1o3,

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puosta que obtuviora sabiatodo lo quo quoria saber. jQuo prcscucia do dnimo so ncccsita tenor con ostus pers«mas indiscrotos quo lo haccu d uno docir lamitnd do lo quo so dcsca ocnltar! Cuando ealimos de la viaita, Fulana de tal sabia todoa los y los comos portoucoientea a mi famiiia. Mi madro y ml tia oonocieron debdoluogo lo onojoso del proceder do nuostra vecina y so irritarou con suansia dQjJorquSs y comos; poro cUacontiuud importurbublo favorcciundonos del mismo modo. A la semana de vivlr en la misma casa quo ©11a, Fulana de tal estaba ligada ya d nosotros? ligada con vinculoa quo, on mi opinion, ui los ba tenido ni toiidrd otra persona. ^ En reolidad, Fulana de tal era una pobro mujfit, buouu, BOrvicial y curinoaa, pero lo faltaba dlaoreoion, cualidad muy nocosaria on la vida. Eato dofoeto ora tail romarcable en ella, quo oaoureoia las domas cualidades bueiios quo poaciu^ y ora do vor como ae ontoraba de las mas poquef}as circun^tancioa. y''' Por fas mafSanas ontraba on casa d los aiete, con olfin do saludard mamdydooirlo unasolapalabra, poro morcaba el reld laa dlez y todavia eataba on casa la vooina, airellanada en un oolumpio, pronunoiando la otoma y mortificant© &aae de ««toy aqui como en mi casa. Tostigo do vista Inijiorturbable, presidia todai iiuostroa operacioncB, aaiatia d todas nuestras con-^ vorsacioncB y oxamiimba todas nuostros visitas; nos habia robado la libortad domdstioo, ose bien inapreciable quo forma la ospansion de los corozonos unidoa por vluoulos sl^odos. UIJ- creovantal^z quo los personas incUscretas comprendoii las medios palabras: es un error; ol dnioo sistoma adaptable eon csta ospecio do mosconos os doclrles “No vengan UIJ.,” sino ban vonido; 6 “mdrobona© UU” si ya estan en la casa. Esto os lo quo nunoa oomprendid mi madro y se cansd en vano do perilruseBr d mi vecina mil pensamiontos distintos quo olla nnnea entendid. / Las personas indiscrotns, cuando son buenas y tratablos, oman d uno mas do lo quo so dcaea sor omado. No lo confion UU. <obre todo las pciias quo toiigau, por insigiiificantoa nuo soau; sou UU. desgraciada^y quioron ooultarlo; laamiga indisorcta por piodad, por afoooion os lo primoro quo dioe a todoolmundq>antcponiendo la palabra favorite. fPobrecita! ▼ Nosotros OBtabamos agoviados oon los bondades, lo9/egalos y las confidencias de fulana'^de tal: nos oontaBa todo cuonto lo poaaba y nosotros en pago no lo dociairios maa que la cuarta parto do W quo nos ocontccia. Juzgucu UU. ol ofooto quccato producirio. Muohas vecoj estuvicron mi madro y mi tia d punto do incomodarsc con olla, pero pron­ to pasaba ol nublado y ae rostebleciu la colma: yo ora ol unico quo lo manifestaba cun la frauquoza de ninu miH furorea infaiitilcs; y francamento mi conciencia no me reprocha la cara de pocoa ami­ gos quo ponia yo d mi vooina, ni ol haborlo respuot‘to siompro con mal humor, nl ol huber hccho continuamente todo lo que no le ngradaba; lo cuol, por otra parte, me valid en todo el barrio, gracias d ella> la reputooiondo cUiquillo imimortable. . Concluiru.


GUIRNALDA PUERTO-RIQUESA. CONVERSACION. Hablemos hoy r.n poco s6rio bi os parccc, mia queridisirana lectorus, tunto por quo cl ticmpo no ea apropoaito pnrn livinndadea y noticiaa, cuanto por qua tango qua hacor hincnpife cn una cosa qua no habrA paaado deaaparcibida regularmente. Os dijc eu mi ultima qua me gustaba mucho ronversnr, y on efecto ea asl, d peaar da quo oa pareaca el oficio algun tanto vagabundo:^ c n todo, la conversacion para ml es una cosa muy import:intc; y esta C3 la rason por quo busco siempre para ella fi los franccses, puesto que es indudablemcute la gi nte quo conversa major; bajo cstc punto da vista todas las nacicncs Ic rinden homenaje d Francia, aunquo consider.m su conversacion conio una frivolidad; esta frivolidad. sin embargo, cs una n^idad imperiopa para los franceses. ‘*La jialabra. dice la frudita Ma•‘dame da Stacl, as para los franceses un instruineuto “que usan con gusto y que rennima los e>piritus ••como la mtisica an olgunos pueblos y los bcorts “an otros ” , , H6 aqu£ el efecto que cn mi produce la ronversacion; mo hace revivir, me saca de la somnolencia on que me feumen la sole lad y el silencio; y siento como quo mi conwon ^ eneancha bajo el poderoso iman de la palafcra. . |Qu6 cosa mas grate qua pasarlas horas d vuestro lado on dulce coloquio, apreciando los bollos rasgos de vuestro c aro ingeoio y do vuostros puros sentimientos, sobre todo cuando estdn acompoBadoa de una iustruccion sclocte y variaf Y no vayius d creer que pretendo al ester junto d vosotrss bablaros solo de amor; ni soy ten egoista, ni tan Cupido, ni dejo tempoco de conocer que la" boras de 1m amantes son fugaces y pasan desapcrcibidas si realmante se aman; y Bind, son largas y pesades cual areno^o camino. Yo quioro unicamente coDvtroar} es decir, man'festar mis ideas, espresar mis sentimientos. omitir mia opiniemes, deearraigar mis dudas, fonnar nuevos juicios. amalgamar mi imaginscion con otra imaginacion; en fin, poner mi alma en mdtacto «Mi otra alma por solo el medio de la palabra. En esta seqtido es que yo amo la conversacion; y d la verdad, 'no comprendo como hay gente d quien no guste conversar. iQud se hacen sin conversar doe pasaantes que se pasan una 6 dos boras juntos? |Qu6 dos nageroa que siguen el mismo camino? iQud'.dos personas que se hallan cn una tertnlia al lado una de otra, si no conyeraan? Lo ignoro. , Figuraos la naturaleca on todo el apojeo de an bellesa, pero sin un rayo de sol qua arrancundole la paliddc U colorease y le dieso brillo y esplendqr. sm un soplo de viento que al darle movimienlo le infundiese animacion y vida; tel seria la sociedad sin elpoderow influjo de la conversacion. Y reparad aqui de pasola raaon que hay para que por muy hermosa que sea una muger, como no sepa conversar, se la cahfique de un pedazo de liielo, de una estetua. jConvenis ahora conmigo, mis quendas lectoraa, cu quo la conversacion cs iraportantef Conversemos pues. Yo 08 dird, como de costumbre, todo lo que voaotras miemas hayais becho en los dies dias que comprende mi crdnica; y vosotras en pago lo mscutweis ontre vosotras mismas; eato pareccra demaeiado frivtjlo i primeravisto, pero no lo aerd por aquollo de raden^ eorrigo mores, como decia yo en otro Uempo, no recuerdo con qua motive, y que traducido por ml quiorc decir que entre un trago y un tiffereiazo.mocente se entiende, se coloca nna Icccion de costumbrc". __Si no tuviemis dadas pruebaa suficientes del guitofilarmdnico que os distingue, el solo heebo de no

r a.asistir al paseo nms que cuando la mus’ea de a'gun re-

'^imiento deja oir sus gratr-s snniilos, lo dcmostniria isF' fioy; sin embargo, me atrevo d acon^ejHros que a^istais IPaunque no hayn muaics; eitrmpre encontrareis tin ambionte pure y fresco, nna osengida reunion donde ]>ode'8 lucir vuestras grucias conjunto de c//o# que a todas horas dcimaii veros. x —No obstante, pronto llogar m los diaa en qua w hista los paseos su suspenden; la semana entrnnto, de- X dicada esclu ivainente A la conteinplaciofl^dul maf su f blime hecho quo los hombres han vist^^te prescribo Bt>lcdad y rccogimiento, para que vue^K coramnes so vuelvan al cielo y vuestrns ornciones J^de.n aubir ligeros y perfumn<ias oon e. hurao do losp^toros sagrados. Yo que pasa mi vIda riendo de cuantos (esta 8 cs del cajtsta, yo puse cuanto) er.cuentro pur el mundo, depongo cn csos dias mi natural h>laridad y voy i contemplar eu lot mistcrios de la Tglesia el grnndiuso seiitimionto do abnegacion qu« la humanidad viu con a|ombro en el calvario. iCuanta falta hacc por cite pienro mnndo un itomo siquiera de era subi roe abnegacion! Una sola gota de e’te babamo incomparable produciria eu la sociedad el mismo efecto quo laguti de esenciu al caer en el ugua, disolverla uu ella su perfume y nuesli^ curazuues euriun mas puios y Me >oy_ volviendo "ifemasiado fi'dsofo p.o es ebrto?.... Ya os he dicho quo no os la dpoca de liyiandAdes y noticias...................................................... Triste mision la del cronista, cuando como yo Aiempre que toraa la pluma tiene que comigoar uu ' recuerdo A personas que nos fueron cstimadas en la vida. Tal roe ha acon’.ecido en la-i pocas voces que he teuido el gusto de conversar con vosotras: hny debo recordaroB el fallecimiento de la juven iJt.Qa Uolores Sabat y Martinos; apunas ontraba en el jardin de la vida cuando la muerte la arrebatd, quizas i ticmpo, porque aun no tenia ilnsicDcs que petder. 01vidand.j ccmpletameute el inundo, que por su fortunn no conocia, au dltimo sucho fu6 el ensuefio de la tumba. ;Con qu6 dulzura y tranquilidad rclntd & su dceconsolada famiiia aquel sueflo en que vi^ndose ya en el sepulcre lefa sin embargolos versos que & su muerte baoia compuesto su amigo poeta Alejandro Tapia.... poco despuea latiercaflor cerr6 para siempre su calii, marchito por el soplo helado de Ja muerte. £l poeta sin embargo, se encootrd con una deuda sagrada, que ha sabido pagar con todo el sentimiuntu de su iioble corason; h6 aqul el soneto con este motivo ha escrito / De un Buefio entre qnim^ricas v4siones* to hallast«, -cih nifla, cn la region mortuoria y con pesar mi canto & tu memoria recitestu & la lus de tus blandonea. Rdtas despues las tiernas afieiones, * vinculos de una vida transitoria, te das el parabicn por que tu historia termind sin llorur tus ilusionea. Quiz4 cuando sonaato adonnecida oy6 tu ser ol eternal eoncierto y auheld por volver & an otra vida; ^ Que asl la fragil nave en mar incierto esquivaodo la furia embravecida busca afanosa su tranquilo puerto. Termmo por hoy mi converaacien con el dwo de no tener quo cerrar las soceBivaa del mismo modo. Vuestro amigo y admirador YO. Estab. tipograjico de D. I. Gitasp, Director.


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