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POR CALLES Y PLAZAS

Después de cuatro dias de grippe, que no quisiera para el más entrañable enemigo, estoy en la plaza de Baldorioty. gracias á los asíduos cnidados del doctor Quevedo Baez, que se hx empeñado en que siga mi pobre humanid:-1 dando candela en este valle de lágrimas.

paso, están llevando á cabo reformas importantísimas en su popular establecimiento, con un adversario pacífico.

¿E=s verdad le pregunté qnue piensan ustedes copar otra vez los siete Distritos?

Y si se descuidan me contestó sonriendo copamos á VPuerto Arturo.

Caracóles, le contesté verdaderamente medio achongado entonces, ¿qué pito tocamos nosotros en la política del país?

Pues en mi opinión., no tocan ustedes pito ni flanta.

los irreprocha-

Sale del correo el jefe y me saluda conel afecto de siempre. Eso bueno tiíene don Pepe, entre otras muchas cosas buenas que tiene: puede estar llevándoselo el diablo por dentro, pero las formas de la más exquisita corrección no se nlteran nunca. Pertenece al número de bles.

Me dirigí á El Fígaro para dejar esta barba de capuchino que saqué de la enfermedad; y limpio ya de polvo y paja, me fuí al Colonial. En el trayecto se incorporó mi tocayo Barnés, uno de los excelentes amigos de Ponce, cambiamos impresiones, cambiamos después algunas monedas y nos fuímos: él, á Tesorería, y éste humilde servidor á dar vueltas por la ciudad, por aquello de dar algo.

Y dando vueltas, dí en la esquina de González Padín £ Ca., quien dicho sea de

Ah, vamos, esa ee la opinión de usted, muy respetable y demás; pero una opinión, nada más que una opinión.

* En cambio yo puedo asegurarle. y ho apuesto, porque la grippe, me dejó medio arrancado, que dos Distritos están en la olla. Y de los mejores.

El amigo me miró y después de una pequeña pausa exclamó, como quien no dice nada: la verdad es que en este mundo, el que no «e consuela, es porque no quiere.

Con qué finura me ha llamado cándido, dije para mis adentros, acordándome del señor Servando de La Gatita Blanca .

Y fuíme camino de la oficina.

Amorosa

Háblame de tu amor. Pon en tus frases la ternura infinita donde flota esa dilatación del alma al cielo que es luz y rima; pincelada y nota

Escuche yo tu acento armonizado por los efluvios de tu alma-niña, y que su ritmo vagaroso y dulce como un fris de amor mi frente ciña

Tradúceme el poema luminoso de tu mirada arrulladora y bianca donde trémala irradiía la onda vírgen que de tu núbil corazón arranca.

Háblame de tu amor. Qune tulenguaje bese mi alma al penetrar mi ofdo..... No tiembles de pudor. ¡Ne como el ave que el himno entona mientras hace el nido!

No calles. Por piedad dí que me amas..... dí que eres mía como yo soy tuyo

¡Como se rompe la raíz en flores

Su máúsica feliz será más dulce que el canto maternal de la Natura enel instaute en que se apaga el día, las aves duermen y la mar murmura

Más dulce que los rítmicos gorgeos del ave-novia en la estación fiorida

¡Más dulce que el misterio palpitante que vibra en todo al germinar la vida!

Dime que eres feliz cuando estás cerca de mí, de mi pasión, de mi ternura ¡Tu lengunje de amor será á mi alma el bello amanecer de mi ventura!

No tiemble la emoción infinita donde flota esa dilatación del alma al cielu que es luz y rima, pincelada y nota.....

JosÉ DE J. ESTEVES

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