NUESTROS POETAS

D..] progreso enamcrado, deficndo la libertad, auuque trinen contra mí los frailes de La Verdad .

El mejor modo de lisonjear con segurided y finura á una mujer es hablarle mal de sus rivales. Estanislao

La renta más segura es la economía; la economía es la hija del orden y de la asiduidad. Cicerón * K X

Las grandes idas sólo nacen en el seno de un pueblo bastante grande parax defenderlas. Art-loe

Desde que hay hombres, el hombre se ha regocijado Cuando aprendemos mejor á regocijarnos, entonces nos olvidamos mejor de hacer malálos demás y de inventar dolores. Nietszeh denasiado poco. + » <

El dolor es el compañero necesario de todo exceso. Helvecio « K *

CONSEJOS DE CARLOS I.

Doce reglas encontradas en el gabinete de despacho del rey Carlos I, devapitado por los insurrectos de Cromwell.

NO profanéis los divinos mandatos.

No 08 ocupéis de asuntos del Estado.

No cultivéis la adulación.

No tengáis querellas entre vosotros.

NO MUrmMUrÉéis.

No protejáis el vicio.

Arrepentíos de las ofensas.

Aprended á guardar un secreto.

No comparéis nunca.

Huid de las malas compañías.

Apartaos de la gula.

Evitad las apuestas.

La observancia de estas doce máximas os traera la felicidad.

Aquí vengo á ver si me sierras una miaja este palo, porque me viene grande. El carpintero se dispone á serrarlo por el extremo inferior, pero Malasganas le detiene la acción muy asustado:

¿Qué vas á hacer? ¿Serrarlo por abajo? No hombre, no, siérralo por arriba que es por donde sobrar.

* « X

NO Íbamos á medias en esta especulación?

SNi no aportaste nadar y yo puse el capital!

Y yo mi inteligencia. Por eso te digo que no n1portastenada.

> * *

Xí, confieso que hablo mal de tí. Pues yo, por el contrario, te elogio en todas partes. Pero ¡oh dolor! me consta que nadic da crédito Á nuestras palabras.

X X *

MUJERES, FLORES Y ESTRELLAS

Para alumbrar la inmensidad del cielo Hizo el Señor de vívidos fulgores, Clarísimas y bellas, Aparecer brillantes las estrelliis; Para alfombrar la inmensidad del suelo De mágicos colores, Riquísimas de esencia, a Mandó á la tierra que brotase flores: Para que fuese dulce la existencia Y á los crueles dolores Sucediesen vlegres los placeres, De sus ángeles hizo las mujeres.

Así juntas nacieron Y puras por doqnier aparecieron Innúmeras y bellas, Las mujeres, las flores, las estrellas, Pedro Santacilia * * * siete sonidos

El tío Malasganas, andarín afamado y peatón de un pueblo del Somotano, recibió-un hermoso palasán, obsequio de un hijo que tenfa en Manila, y como el bastón era demasiado alto se fué con él á casa del carpintero.

Según díce quien lo sabe, todas las mujeres son amigas de los tomates , más de los dátiles no.

¡Cuántas acciones, celebradas por la Historia, irritan al hombre justo, sensible y virtuoso!

Mile. Lespinasse.

La máúsica del suspiro vino á resolver el problema del lenguaje universal de las almas.

Con suspiros se expresan todos los sentimientos y todas las pasiones.

El deseo, el doior, la svimpaciencia, la satisfacción, el odio, el amor, y la venganza, constituyen las siete hotas de esta máúsica misteriosa, prisionera del pecho, que se escapa al menor descuido de los labios.

Con ser tan ligero,el suspiro nos alivia de un peso enornie, transformando en aire las penas.

Los suspiros del amor son dulces como el aura suave que se mece entre las fiores.

Los suepiros del odio son roncos como el bramido de la tormenta.

Los suspiros del deseo son cortos y rápidos como el tic-tac del reloj que desmenuza las horas en minutos y los minutos en segundos.

Estos tienen sus notas intermedias, Ó lo que es igual hay suspiros sostenidos y bemoles; pero el alma, que es el más inspirado mauestro del sentimiento, en una sola hota encierra la más sublime melodía.

Sin hilos conductores, dos corazones que se aman están siempre en comunicación.

Ll amor tiene suspiros mensajeros, que vuelan de un pecho á otro, llevando noticias y volviendo cun la contestación.

¡Palomas invisibles que cruzan á todas horas los átumos del aire, llenando el mundo de amor de armonías y de perfumes:

El alma se Í1v.<ul ;:u en un suspiro.

Siel pobre prisionero que llora en =u obscuro calabozo, ho diera libertad á sus suspiros por entre los hierros de la reja, y ho besara con el pensamicento la frente de sus hijos Ó la tumba de su madre, se moriría de pena en poco tiempo.

La Honra

Pensa miento de Sehiller.

Iban el /Agua y el Fuego Caminahdo por la tierra, Y en su jornada, la honra Fué su gentil compañera. Al marchar, se preguntaron, Con previsora prudencia, Cómo encontrarse podrían Si pur error ó por fuerza, El Agua, el Fuego y la Honra Se apartaran de la senda.

Y el fuego dijo al instante: Pronto daréis con mis huellas;

Si la inspiración es la vida, suspirar es vivir también, porque no se comprende la vida sin suspiros.

Cnandoel labio no encuentra palabras que articular, el alma condensa el pensamiento en un suspiro, y así hay plegarias mudas y declaracinnes sin palabras.

El suspiro es la concisión por excelencia.

Dirigid á una mujer innumerables frases deamor, repetidle juramentos, hacedle promesas, pedidle cariño, que ella, con un suspiro contestará á todas vuestras preguntas y satisfará todos vueestros deseos.

Un suspiro lo cncierra todo: la novela del placer, la historia del dolor, el poema de la esperanza, la elegía de la duda.

Al borde de la tumba, cuando más tiene que decir, el hombre «e despide del mundo con un suspiro.

Allí lo condensa todo: la tierra que pierde, el cielo que goza, el doulor que muere, la esperanza que hace, el alma que se va, el corazón que se queda!

JosE JACKSON VEYAN

Allí donde miréis haumo, ¡Allí me tendréis en vela!

Y habló el Agua: Si me pierdo, Buscadme por las riberas; Donde halléis aves que canten, Flores y frondas espesas, Allí me tendréis copiando Soles, luceros y estrellas.

Y la Honra exclamó pausada, Con infinita tristeza: dJamás corráis en mi busca, Pues por voluntad suprema, Aquel que una vez me pierde ¡Nunca en la vida me encuentra!

R, de Córdoba.