EJEMPLARES RAROS

Después de la Exposición Si los llegan á premiar, Debe el país adquirirlos ara el Museo Insular.

El cuento quincenal

Manuel Burillo, porque esto no puede ser cosa de otro, anuncia la publicación de El cuento quincenal que será algo así como El cuento semanal que se publica en Madrid.

Se trata de una cosa nueva dentro de la literatura regional, que debe tener el aplauso de todo el país.

Así lo esperamos.

Las ocho horas

Decrétese por la Asamblea Legislativa de Puerto Rico:

Sección la. Será ilegal el exigir Ó permitir á los dependientes y demás empleados de cualquier empresa comercial, industrial ó agricola que trabajen más de ocho horas al día.

Sección 2a. Toda infracción á lo prescrito en la sección precedente se castigará con una multa mínima de 25 dollars, y máxima de 500 dollars.

Sección 3a. Queda derogada toda ley que se oponga á la presente y esta comenzará Á regir desde su aprohbación.

Se trata de una ley justa y equitativa.

Pero no creemos que pase.

Los dependientes, como el Director de VIDA ALEGRE están condenados 4 trabajar de día y de noche.

Quizás nos indemnicen en otro planeta.

Erédito y Ahorro Ponceño

Esta acreditada institución bancaria, la mejor aliada del pueblo trabajador, acaba de abrir una sucursal en Yauco, al frente de la cual está el prestigioso caballero

Don J. E. Totti.

Le deseamos los mayores éxitos.

Idea plausible

Don Olimpio Otero y don Arístides Chavier, dos puertorriqueños que haceu verdadero honorá su tierra, acarician la idea de abrir una suscripción en favor de la viuda hijos del malogrado violinista y músico puertorriqueño Aberano Colón.

Y á esa generosa iniciativa de los señores Otero y Chaasier, responderá Ponce, la ciudad entusirsta por todas las ideas altruistas, con la liberalidad y espleddidez acostumbradas.

Comercio Sporting Club

Varios jóvenes del comercio de San Juan han formado una sociedad deportiva» cuyo título encabeza estas lfneas.

Pertenecen a ella jóvenes entusiastas, partidarios del foot-ball y base ball, y se proponen traer al país juegos que contribuyanal desarrollo fisico de la juventud puertorriqueña condición esencial de toda raza fuerte.

Así, jugando, jugando, es como debemos de prepararnos para la lucha.

Por si acaso.

Lo de la lejitimidad

Los hombres serios de la Cámara no quieren que pase el bill que favorece á los hijos naturales.

Cualquiera que no conociera á los hombres serios de la cámara, diría al ver los incidentes de la discusión, que habían mentado la soga en casa del ahorcado.

Pero nosotros que conocemos á los delegados, sabemos que no hay ningfin chico detrás de esa oposición.

Aunque un señor delegado díjo con muy buena sombra, que los hermanos Quintero no se prodigan y son los únicos que tienen *hijos artificiales , no le falta razón al amigo Carbonell para ariscarse.

Y si es pesado cargar con los de uno, es más pesado todavía tener que cargar con los de otro.

El proyecto en cuestión es tan humano como peligroso.

Y no me pregunte el amigo Col! la razón filosófica de esta afirmación.

Broma pesada

Los haitianos no se andan con chiquitas.

Millionard y otros cinco generales complicados en el último movimiento revolucionario, han sido fusilados en -Trou.

Porlo visto, en ese país no se puede O -... ni revolucionario.

Bien hizo Fermín en permanecer 4 respetuosa distancia.

¿Qué otro nombre se le podría dar á la Sultana del Oeste? El único posible: Encantadora. Las ciudades tienen un alma como la tienen las personas. Ya había afirmado el gran mitólogo Luis Menard que existe el alma de las cosas, porque la gran Alma Universal que todo lo invade y lo penetra, se maniflesta lo mismo en un pájaro que en una fior, Paul Loevengard, que es una de las columnas de esa tribuna de los jóvenes que se llama El Mercurio de Francia, bautizó uno de sus mejores libros de versos con el hermoso título de Las piedras sonoras: y Remy de Gourmont, que es el Brunetiére de la generación nueva en la gran capital del mundo donde se compendia el lujo intelectual de la civilización contem. poránea, ha puesto por nombre á una de sus másintensas elucubraciones literarias, El camino de terciopelo (Le Chemin de velours.

La Playa, el Yagiez, la calle de Mendez Vigo, el Cine de Maimón, las cenas pantagruélicas del café de Bujosa, lo mismo que las tertulias de la Plaza de Colón, constituyen verdaderas instituciones mayaguezanas.

Como viajero, mejor dicho, como tourista, esos detalles, y otros muchos que omito para evitar indiscreciones, han hablado á mi curiosidad tanto como la poderosa seducción del adorable mujerío que anima la Ciudad.

El bill de los abogados

Se alborotó el cotarro y los aspirantes al ejercici9 de la abogacia zumban más que un avisper...

Y seguramente fracasará el proyecto.

Nosotros creemos esta es mi opinión particular que no hay peligro alguno en que las cosas sigan como hasta aquí.

¿Qué el námero de los abnagados aumenta?

¿Y qué?

Aquí donde hasta el uso del revólver está prohibido lo menos que debe llevar un ciudadano para defenderee, es un título de abogado.

Lo que abunda no daña, dice el refrán.

Además, la calentura no está en la sábana. Es decir, el mal no está en el programa y sí en los examinadores.

Dejemos las cosaes como están.

¡Qué importa que no sean frecuentes los espectáculos cuando se derrocha el puen humor y se rínde culto á la alegría?

Yo no digo que la vida deba de convertirse en un baile, pero sí creo que debemos amenizarla y hacerla lo más grata posible.

La tristeza, según afirma, Eliphás Levy: Es el octavo pecado capital. Entrelas muchas cosas que nos alivian del mal de vivir, están la belleza femenina y la risa; sin embargo, la mujer en muchos casos noes una medicina para el desencanto.

Se desposa uno con una ciudad como se desposa con una mujer. Por esta razón sin duda Mayagiez la encantadora tiene para mí tantos prestigios y permanecerá inolvidable en mis recuerdos.

Tal vezen cumplimiento de la misión errática que ke traido á este mundo, nunca me domicilio en parte alguna, y resulto un cindadano de Cosmópolis, que experi-menta siemprela nostalgia de lo que no conoce, como la experimentaré por Mavagiiez y sus simpáticos habitantes, cuando transcurriendo el tiempo recuerde los gratos momentos aquí pasados, en el seno de las amistades delicadas.

Los bomberos

La cusa parece que va de veras. En verdad que ya era tiempo de que San Juan tuviera un cuerpo de bomberos con el cual se pueda contar en un caso de ap"ro.

Aunque creemos que se ha empezado por la cola, pues la bhanda debiera, en nuestro coneepto ,ser lo último, la cuestión es haber empezado por algún lado.

Quizás el señor Alcalde haya pensado, y en esto tiene razón, que sin música no hay entusiasmo posible, y dió á la banda la preferencia.

No es cosa pues de reparar en pelillos. Lo que se necesita es que el cuerpo de bomberos sea una verdad, como lo es ya la banda.

Y vamos p'alante.