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MAYAGUEZ POR DENTRO
tro de la clíuica de los Doctores Vadi y Perea y nos impresiouó de la manera mús agradable ver el trato y las atenciones de que allí son objeto nuestros compatriotas.
Una nota sobresale en todo el establecimient » la cual habla muy alt en favor de los direetores: la intransigencia con todo aquello que pueda perjudicar á los enfermos.
«No escupa en el suelo, ni fume, en bien del enfermó á quien Vd. visita.»
Y este no es un simple anuncio como los muchos «speting on the floor» que vemos por ahí como diciéndonos» escupa Vd. sin cuidado, que todos estos son anuncios de Mr. Charles.
En la clínica de los Doctores Perea y Vadi no se escipe ni se-fuma cerca de los enfermos.
Y que ha hecho esta clínica? preguntará el lector?
Y esta pregunta no la contestamos nosotros.
Esta preguntajla contesta un mayagUezano distánciado de los Doctores Perea y Vadi
«Yo no sé lo que pasa en esa clínica son palabras textuales pero es lo cierto que no han tenido un caso desgrasciado y han hecho operaciones dificilísimas.»
Y es que hay allí dos hombres que han hecho de aquella ifistitución un culto al cual le rinden todo su talento y todo su eutusiasmo, ese es el miagro.