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COMPAÑIA FABREGAS de
DRÓXIMA 4 arribar á nuestras playas está - ya la genial y hermosa actriz mejicana Virginia Fábregas, de quien han dicho tanto y tan bueno todos los periódicos y revistas de la Hibana y demás poblaciones de la hermana Antilla por donde está dando í conocer su arte y su belleza la esbelta y sugestiva artista. Aun no sabemos con qué obra obra debutará: pero, con cualquiera que sea, por lo que de ella hemos leido, tenemos el convencimiento que, al verla en escena en unión de su _ bien reputada conpañía, interpr=tando todas esas comedias modernas de los Quintero, Benavente, Martinez Sierra, Linares Rivas> etc, y las traducidas y adaptadas del francés, verdaderas reproducciones naturales todas de la vila real, hemos de experimentar las mismas sensaciones y los mismos deleites que hemos experimentado con compañías de igual género tan reputadas como la de la Pino- Thuillier, Borrás, Fuentes y Balaguer-Catalá
No hay duda alguna, la reputación y fama de Virginia Fábregas y su Compañí:., podemos afirmar..sin aun haberla visto, no es hija, como tenemos conciencia de otras, de la simpatía y benevolencia de la prensa y el público: y en todas las crónicas, juicios y revistas que acer. a de ella hemos leido, no hamos podido vis- lumbrar en los elogios y encomios que en los mismos se le hacen, ni el menor asomo de
Virginia Fabregas
RASGOS BIOGRAFICOS.
Triunfante en Madrid volvió á Méjico, don de fué reina de Arte.
Ella creó el Teatro Mejicano. y abrió las puertas á toda Europa. Para ella no hubo tronteras: trajo á los autores extranjeros, alen- tó á los nacionales, hizo artistas... Tuvo un Teatro suyo. que lo era del mundo ¿Qué más pudo hacer?
Nadie la aventajó en buen gusto ni en pro- piedad para la mise en scene. Y de triunfo en triunfo recorrio las republicas centro-ame- ricanas, cosechando lanreles y oro... El Go- bierno frantés la otorgó las Palmas Académi- cas, honor envidiable que sólo ella ha recibi- do entre las artistas de toda la América.
El camino de la gloria fué facil para Vir- gsinia.. Pero junto á aquel camino había falsedad y de anuncio, como aquí solemos decir-, se vislumbra á la simple vista en muchas crónicas teatrales.
Y como prueba de lo dicno, existe el si guiente dato, expresiva manifestación de su mérito y de su importancia; la Compañía Virginia Fábregas, á más de su crecido personal ya conocido de todos por haberse publicado su elenco), viaja cun SETECIENTOS BULTOS DE EQUIPAJE, lo que nos demuestra que, esos elogios y esos encomios en lo que los mismos se refieren ásu rico attrezzo y completo y magnífico decorado, son también la verdad y nada más que la verdad, sin ninguna clase de exageraciones.
Nuestra afición decidida por la comedia moderna, -que es lo que en el teatro más nos deleita, porque es la copia más fiel de la vida natural en cuanto lo que de hermosa y atrac- tiva tiene la vida., alentada por todas esas buenas noticias que acerca de la Compañía de Virginia Fábregas tenemos, nos hacen es- perar que la próxima temporada teatral ha de ser verdaderamente notable: una de esas tem- poradas en que cada representación graba en el espíritu una sensación á cual más honda. á cual más agradable, á cual más deliciosa.. . Esperemos.
Conrado Asenjo
otro: el calvario. Y si como artista gozó de las más halagadoras satisfacciones, como mu- jer, como esposa, como madre, fué una víc- tima.
Mas, ¿á que recordar lo que todos sabéis?
Sólo he de deciros que, apenas hace seis me ses, Virginia perdió su hogar, su dicha, su for tuna....
Tuvo que empezar otra vez ávivir.
Y vivió. Y luchó. Y triunfó.
Con_ su trabajo honrado, con su amor á su arte, Virginia ha comenzado por rehacer su fortuna: en estos seis meses ha recobrado más de cien mil pesos.
Nos espera, pues, una muy interesante tem- porada.
Virginia Fábregas, ante la que <| tiempo se detuvo, viene más hermosa y más elegante, y, sobre todo, más artista, que cuando en Ma- drid se la aclamó.
Hoy lo verán los espectadores.
CRISTÓBAL DE La Hañana
¡Desgraciada época actual febril, escéptica, inquieta! en medio de ella un poeta s un ser insustancial que pasa continuamente ésto es tener buena vista, que lo demás es perder el tiempo, sin comprender que el siglo es positivista.... una brillante corona sujeta cobre la sien como sentar. sienta bien; más la dicha no eslabona, porque bajo del laurel á veces aguda espina punza el alma y la asesina ¡la fama es néctar con hiel'....
Esas inspiradas crísis del poeta son antojos vistos con aquellos ojos de la esfinje, amante de Isis, la vida soñando, escribe que entre la sombra que arredra £ cuanto su mente concibe, tenaz buscaba, incansable ¿habrá ser más inocente? la ilusión irrealizable E con sus pupilas de piedra ;
Hoy que en el mundo dispersos están los miles impulsos ¡Ah! desgraciado el poeta del trabajo, los convulsos moderno! el positivismo " que ván componiendo versos ha matado al idealismo: ; y, á la dura ley sujeta, entre temblores nerviosos y mentidos devanéos la humanidad ccrre en pos i
N (del siglo nuevos orféos de un ensueñe, qué es primero que con ritmos armoniosos que etro alguno, el dios dinero : es hoy el único dios .; pretenden domar la fiera i de la pública opinión) son muy necios, sinó son algo más ... por donde quiera derraman galas. primores de su ingenio soberano, y, mientras con noble mano ván regando hermosas flores, el afanoso industrial v el activo comerciante ván, sa camino adelante, amasando un capital: y entre el prosaico sonido y el dulce són de la lira hov la turba multa admira del vil oro el vil ruido.....
Nocantes.... la edad inquieta yá tiene dios: ¡el dinero! que vence al dios verdadero del ideal: ¡el poeta!'