9 minute read
Dortor Coll y Toste
£5 uno de los más ilustres hijos de Arecibo, ó para hablar con más propiedad, es uno de los hijos más ilustres de Puerto Rico.
Pocos son los puertorriqueños que pueden ostentar ejecutoria tan brillante.
Médico, político, historiador, poeta, puede decirse y debe decirse, que es una de las más grandes capacidades del país.
Mucho ha hecho el Dr. Coll y Toste por su pueblo al que profesa cariño entrañable: pero mucho más ha hecho por su país, con su labor persistente de hcmbre si.
Meritoria ha sido su lator donde quiera que ha encaminado su gran actividad y su gran talento; pero ninguna labor suya tan meritoria como la que está realizando al frente del Ateneo puertorriqueño, de que es digno presidente. A su constancia, rayana en temeridad, se debe el gran milagro de que nuestro primer centro de cultura, que agonizaba víctima de la criminal indiferencia de -todo los puertorriqueños, tenga vida propia y vaya de progreso en progreso; de las clases de inglés y teneduría de libros á las de taquigrafia de las de taquigrafíía á las de dibujo y de las de dibujo á las de derecho, y llegará en día no lejano á la verdadera Universidad puertorriqueña, para gloria suya y de sus compatriotas.
Cuan distinta sería la suerte de Puerto Rico si todos los puertorriqueños fueran de temple, arrogancia y empuje del doctor don Cayetano Coll y Toste.
Hombres de esas condiciones tienen que triunfar y triunfan siempre.
La obra del doctor Coll al frente del Ateneo, no es solamente una obra de civilización y de progreso, que ya sería mucho, sino también una labor profundamente patriotica que consiste en hacer del Ateneo algo así como un tabernáculo donde se pueda guardar, libre de contagio el alma puertorriqueña.
Por eso decíamos que ninguna labor del doctor Coll y Toste es tan meritoria como la que está realizando actualmente.
Arecibo puede estar y debe estar orgullosa de tener hijos como D. Cayetano Col! y Toste
Mely Boig (AZUREA)
Yacen para siempre en el cementerio de aquel pueblo generoso,los restos de esta brillante escritora puertorriqueña, alma soñadora, nacida para cantar los grandes entusiasmos de la vida al calor de su gran inspiración.
Fué su corta vida, una ascensión peremne hacía las regiones fantásticas del ensueño, idealizada por un encantador romanticismo
Vivió en el palacio de cristal forjado por su fantasía de poeta y murió al primer choque con la realidad.
No hbabía nacido para esta lucha de odios y rencores
No era mujer: era un ángel y voló con el último acorde de su lira, á la región de la luz donde no hay injusticias ni desengaños ni penas
STA. MAKIA BAUSA
Distinguida señorita arecibefña, encar. gada de la central telefónica con aplauso de todos.
Administración de justicia
Está al frente de la Corte de Distrito el prestigioso puertorriqueño don Enrique Lloreda, cuya rectitud y honorabilidad son una garantía en el difícilcargo que desempeña:;- y es fiscal, don Angel Acosta Quintero, de quien no tenemos que hacer elogios, por ser bien conocido de todo-el país. Auxilian la administración de justicia abogados tan competentes cumo los señores Santiago B. Palmer, Santoni, Suliveres, Paz Urdaz, Largé Aquilué, A. Lene, y Agrait Aldea, todos dignos representantes, de la toga puertorriqueña
La corte municipal está desempeñada por el Lcdo. Amado Rivera, otro nativo que hace honor á su país y el juzgado de paz, por don Fernando Caballero Zeno, tan recto ilustrado como
Sanidad en Arecibo
Dejando al amigo Adorno con su caño de Santiago que dicho sea de paso, bien pudieron achacarselo á otro santo, queremos traer aquí los nombres de dos médicos distinguidos, los doctores Ruiz Soler y Ramos Casellas, en cuyas manos puso,con buen acierto el doctor Lippitt, el negociadode la Sanidad en Arecibo, dara felicitarles por su gestion.
Delegados á la Cámara
El Distrito de Arecibo ha enviado á la cá mara en las pasadas elecciones á los señores Félix Santoni, Jesé Ruiz Soler, Antonio Sulive es, Francisco Coira y Jo:é G. Torres quienes hicieron por su distrito todo lo que es posible hacer, dertro del actual estado de cosas
A los señores Suliveres y José G. Torres debe la juventud puertorriquera la brillante campaña en favor de los que aspiraban al ejercicio de la ábogacia
El Capitan Correa
Defe adió la plaza del ataque de los ingleses y defendió su nombre que pasó á la posteridad entre fuigores de gloria
Hablar del capitán Correa sería repetir lo que no olvidará nunca todo el país.
¿Quién no sabe quién fué el capitán Correa?
Lorenzo Roses
Natural de Las Baleares, vino joven á Puerto Rico; se consagró al comercio é hizo una regular fortuna: se unió luego á una joven areciteia; al poco tiempo le nombraron alca'de de Arecibo é hijo adoptivo de la misma ciudad
Murió: pero no en la memoria de los arecibeños
José G: Padilla !'
Esr.x fué la nota de la lira del Caribe, al desaparecer de entre nosotros Jesé Y Gautir -Benitez y esto repetimos algunos V¡ años después los que conocimos á Manuel Marín Fernández y nos deleitamos leyendo sus primeros ensaycs poéticos, sus primeras producciones.
Manuel Marin Fernández, al nacer, recibió sobre su frente, como un ósculo, el beso de luz de la naturaleza; y el camino del arte, oscuro todavía para otros ya viejos, para él, desde los quince años, fué ilun.inado por un séquito de luz esplendorosa
La gloria se enamoró del artista y se lo ' arrebat5- á Puerto Rico, cuando aún no r contaba 18 años, En aquel cuerpo peque- | ño, existía un espíritu que volaba muy alto y un corazón que sentía muy hondo.
En literatura, emprendió el camino es| cabroso y dificil de la crítica....
¡Pobre ruiseñor canoro malogrado al primer trino'
¡'A naturaleza es generalmente avára en Á sus concesiones, las facultades intelectuales no las prodiga por igual y conjuntamente á todos los cerebros. Sobresalen unas perma neciendo las otras inactivas y n> es raro ve que el desarrollo de actitudes en una persona se verifica con detrimento de otras importantes. Individuos dotados de un oido musi cal extraordinario, son sinembargo sordoS para las cadencias y para el ritmo de la poe- su infancia grandes actitudes para la música y de haber continuado en suestudio hubiera podido llegar á ser verdadero -émulo de Pa- sía. Victor Hugo, el himalaya de las grandes elevaciones intelectuales del siglo XIX, era relativamente sordo para los arpegios fascinant :s de Chopin. El descubridor de la gravitación universal y el formulado del binomio algebráico, el gran Newton, poco impresionable por los atractivos del amor.
Hay sinembargo talentos múltiples: indivíduos que sienten y formulan composiciones poéticas, que extasían y sugestionan á los demás con sus producciones musicales, que resuelven una ecuación de tercer grado, cuando acaban de enviar al teatro una obra dramática de primer orden.
Pachin Marin era de esos privilegiados de la fortuna. La llamarada del genio, había dejado caer la lengua de fuego evangélica sobre su frente de elegido. Demestró desde ganini. Aletear en todos los labios de los labios de los amantes de la bella literatura sus vibrantes estrofas empapadas siempre en el anhelo de la libertad y de la gloria, como aquellos caballeros medioevales para quienes era estrecho el círculo de sus evoluciones cuotidianas y se hacía asfixiante la atmósfera de tiranía en que se hallaba envuelto el ho- gar netivo, y marchaban con el contingente poderoso de sus ideales y las energías de su voluntad irreductible á brindar su esfuerzo y su brazo al triunfo de la libertad y la justicia. Pachin, dejó su isla y marchó silencio samente al ostracismo.
De a e PA esclava, revolviéndos: en lucha formidable y atrayendo en su torno, simpatías tanto más grandes cuanto más. hondas eran sus tristezas, arrojó á lo lejos la lira y empuñó la espada para afiliarse á aquella coorte de decididos combatientes, para quienes el riesgo era un estímulo y los obstáculos un nuevo y vigorcso impulso en la contienda.
Si el genio había hecho del joven Marin uu elegido para el arte, el destino en sus hondu misterios había hecho de él un elecido pzra la inmortalidad. La unción, tan terrible cuanto redentora del martirio, se preparaba en el seno de lo despiadadamente trágico, para poner término á sus ensueños de libertad y de gloria.
Cuba se agitaba en ese tiempo con el estigma de los esclavos en la frente, pero con el pensamiento levantado de los grandes héroes, dispuestos á no retroceder ante su único dilema: la independencia ó la muerte. Pachin, como el aristócrata. inspirado Child Herald, vislnmbró á lo lejos á otra Grecia
Sólo, abandonado, fébril, sediento, sin otro lecho que la; hojarasca cenagosa del pantano, sin otra perspectiva que un horizonte desierto y brumoso y sin otra visión que las aves vultúridas revoloteando en -u torno, en espectativa del último suspiro del cuerpo inánimado, Pachín, el inolvidable Pachín, ter minó los buencs años de su azarosa vida, dejando en pos una estela minosa, que no habrá de borrarse nunca de la mente de los bueros patriotas.
R, DEL VALLE
Residencia Particular
Casa construida bajo la dirección del contratista José Urbis:ondo.
Dr. Buiz Arnau
Otro arecibeño ilustre que viene á esta página por derecho propio, ccmo un hemenaje á sus grandes é indiscutibles méritos.
rué el doctor Ruiz Arnau. hasta hace poco, el médico de la Sociedad española de Auxilio Mútuo y Beneficencia y aún está latente la protesta de muchos y muy valiosos elementos españoles, por habérsele aceptado la renuncia al ilustrado médico puertorriqueño.
Y era muy natural aquella protesta hija del caríñoso afecto que la juventud peninsula profesa al Dr. Ruiz Arnau, quien, dicho sea de paso, hace verdadero honor á las universidades españolas.
Asociaciones
Al ocuparnos en esta edición de la gran: ciudad de Arecibo, no debemos ni queremos olvidar la Logia Masócica Tanamá, -el cen tro espiritista Amor y Caridad, y el Circu lo de Amigos. De la primera es veneralle don José Clivillés; del segundo el Lecdo. don José López y del tercero no lo hemos podido averiguar: sí podemos decir que hace más de 30 años que lo fundaron los dígnos »breros de Arecibo, sosteniéndose todavía, gracias á la protección y el amor de aquellos hijos del pueb loque viven en la Villa del Nerte.
Melquiades Ginorio
Este elemento intelectual, que por muchos años fué Secretario del Ayuntamiento de Are cibo, probando una capacidad nada común en materias administrativas, solicitó y obtuvo su renuncia, porque le falta la salud y la nieve de los años, aunque le da mayor honorabili. dad á tan buen nativo, también es cierto que le vá restando fuerza material para poder seguir en la brega oficinesca.
Al separarse el señor Ginorio de la- casa Consistorial de Arecibo, lleva consigo la egecutoria de hombre honrado y -de empleado activo é inteligente,
Doctor Susoni
No es de Arecibo y merecía serlo por su grañ talento y brillante historia profesional Lamentamos- profundamente que un accidente de última hora, nos prive de la satisfacción de traer á esta página el retrato de tan tlustrado galeno.
Dr. Roses A_rtau
Este joven doctor arecibeño, es uno de lo médicos puertorriqueños que mas cariño pros fesa al ejercicio de la profesión.
No hay, entre todos los descubrimientos modernos uno solo que no tenga sitio preferente en su clínica, famosa ya en todo el país.
Entusiasma ver que haya en Puerto Rico quien siga tan de cerca el pro :eso de los mo dernos descubrimientos, sin reparar en ninguclase de sacrificios.
Don Tomás Boñ,eta
Nació en Arecibo el año de 1850. El mismo se ha formado, hasta llegar á ser Presidente del Ayuntamiento y capitalista de respetabilidad En politica siempre ha sido liberal y amigo del pueblo: cuyas fueros ha defendido con tesón en todo tiempo, por lo cual es muy querido de sus compueblanos
No te vayas; acércate; que quiero Estremecerme en conmoción erótica, Cual de amor se estremece el éter fluido Al sentir el contacto de tus formas.
No te vayas;: ¡Embriágame de dicha! ¡Hoy si que estás magnífica y hermosa!
Con ese traje azul, que Dios formara Con los záfiros de la eterea zona,
Bernardo Huicy
Fué un buen liberal y un gran demócrata; amaba á su patria con idolatría, y con sus amigos, era leal y generoso y sincero. Bernardo se dedicó al trabajo desde muy temprana edad, comenzando por ser tenedor de libros del noble boricua don Obdulio Padilla, hacendado, muerto ya;: pasó después á ser administrador de una finca, cuya principal riqueza era la graminea: luego llegó á ser poseedor de una central magnífica, fué mayor de la ciudad de Arecibo, donde nació, v en Santurce, sitio elegido por él para el descanso de su materia lesionada por cruel enfermedad, exhaló su postrer suspiro, en medio de parientes y amigos de su particidar predilección
Sean estas líneas un tributo consagrado al buen amigo y gran henefactor.
Te me presentas cual vestal del aire Que anuncia la llegada de la aurora, Con fragmentos dei cielo por vestido que brillan un instante. y se evaporan, Dejándome tu imagen en el alma Y tu grato recuerdo en la memoria.
No te vayas; acércate que quiero Mirar ese color que me enamora,
De mi dicha es emblema; s el asombro De la mirada que se queda atónita: Es el iris después de la tormenta, Y, tras noches de ruidos y de sombras, El es el rayo azul de la esperanza Que disipa del alma las congojes: Dulce sonrisa del amor que sueña Y dulce paz en sus borrascas hórridas.
Tu traje azul.. oceano de zafiros Que refleja miradas de la aurora; Guirnalda desprendida de los cielos Que los tintes Ce1 iris aprisiona.
Tu traje azul...el manto de la virgen, Expresión de purezas amorosas, El santuario ideal de mis en-antos, El arpa azul do duermen mis estrofas.
No te vayas; ¡Embriágame de dicha! ¡Hoy si que estás magnífica y hermosa! JOSE MACHIAVELO.
Primero era todo de zinc hasta los setos fabricado por Ochoteco. Después, adquirido en 1885 por don Fernándo Fernández, lo reedificó. Actualmente es del señor ¡Oliver, socio de la casa comercial Roses y Co.