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ROSENDO RIVERA COLCN I IZ s
OBRE amigo! Internso d 1 rme predujo la noticia de su muerte, en porque los tiempos que corremos; la rérdida verdadero amigo desgracia irreparable de un es una Y Rosendo era de los pocos á quienes pude dar ese calincativo, sin temor á equivocarme, sin que una decepción amarga viniese á llevar la-duda á mi espíritu respecto á ese sentimiento tan hermoso que se llama amistad.
Fué un desgraciado que convencido de la infinita vanidad de todo, despreció esos convencionalismos sociales sin los cuales no se puede ser feliz en una época como la actual. que ha hecho de la mentira una verdad convencional. Empezó por no dar importancia á su - talento, que era superior, ni á su obra literaria, que era eficaz; y concluyó por morir como Leopardi, con la frente erguida, armoto é renitente ulfato Su breve vida se deslizó dulzur.s v pasión, el est el poeta itali- sin sin amores, y solo tuvo una », al que pudo llamar, como llamaba á sú Nerina, eterno suspiro mio.
Corazón generoso. amigo leal, patriota sincero. sin ambiciones y sin odios, su pluma y su inteligencia estuvo siempre al servicio de la libertad de su país, desde que empezó á e-cribir en Za República con el poeta José de Diego, hasta que terminó su vida trazando sus últimas cuartillas para Za Democracia, que tuvo la triste suerte de recoger sus últimos pensamientos y los ú:timos destellos de aquella luz poderosa que se apagaba por minutos
Rivera Colón murió con la inmensa tristeza de no haber sido siquiera adivinado en la serena laboriosidad de su vida. porla mayor Muchos de sus artículos eran atribuídos á otros -escritores, porque el vulgo no le creía capaz de escribir artículos magistrales; porque su labor, inédita parte de sus contemporaneos. siempre, como la de todo periodis:a, no arro jaba luz sobre su nombre.
Pero se internó demasiado en la ostura selra de las luchas políticas, siempre tan apasionadas y violentas en nuestro país, y el re sentimiento, la animosidad y el insulto se ir gieron despechades y coléricos contra él Desdeñó la literatura para la que tenía gran des condiciones, por el periodismo político como hemos hecho unos cuantos que empeza mos haciendo versos y Cuentos y terminamos escribiendo artículces terribles contra este ó aquel partido y contra tal ó cual funcionario público
Por eso pasará pronto al olvido: por eso su nombre sólo quedará grabado en el corazón de los que le amábamos, de los que vefamos en sus manifestaciones intelectuales, algo asi como libramientos de gloria girados sobre su e lad madura
Sise- hubisra dedicado á otra profesión cualquiera, otro hubiese sido su destino. Pero se dedicóal periodismo, y la desilución mató en él todas las ambiciónes, y se entregó á una bohemia suicida, que detuvo su carrera, en lo mejor de la vida, en plena juventud. ¿Qué horizontes ofrece aquí el periodismo? ¿Qué prestigios proporciona? ¿Qué lauros conquis ta? ¿A qué posiciones conduce) El olvido y la indiferencia son sus misér-imos atributos IQuién se acuerda ya en Puerto Rico de Félix Padial, de José Ramón Freire, de Pablo Rodríguez, de Andrés Ferreris, de Mario Braschi, de Arturo Córdova ni de Salvador Brau Zuzuárregui: ¡Qué más; si hasta los nombres de manuel Corchado, de Monge, de Baldorioty y de Acosta, se van hundiendo en las sombras del olvido!
Pronto el nombre de Rivera Colón desa parecerá de la memoria de todos: pero sus ideas flotarán en el espacio, vivirán en nuestio ambiente, encarnarán en la conciencia reru. lar. Porque la obra del periodista, por lo mismo que es una obra impersonal, se abre paso en las conciencias, como la locomotora se abre paso por entre enmarañadas selvas, sin dejar trás de sí tn nombre; pero esparciendo entre los atónitos campesinos, sus espesas columnas de humo que van proclamando la civilización yel progreso.
MARIANO ABRIL
Parque De Bomberos
Después del de Ponce, es el cuerpo de bomberos de Arecilo el que tiene mas entusiasmo y mejor organización en toda la isla.
El nuevo parque, construido bajo la dirección del ilustrado ingeniero puertorriqueño Sr Ramos, es prueba más que elocuente del entusiasmo que reina en el benemérito cuerpo. del que es prestigioso jefe don Angel Matey al cual pertenecen los elementos mas distinguidos de la sociedad arecibeña.
El material de incendios del cuerpo de bomberos de Arecibo es el mejor que hay en la isla.
Hospital de la Monserrate | - ==
Se empezó en 1887 y se terminó en 1890. Una Junta de Damas le dió impulso desde sus comienz»s. .Fueron las columnas de esta gran obra D. Pedro Alonso y el Dr. Coll y Toste, el uno como alcalde y el otro como médico director. Y entre las Damas la Presidenta doña Elvira Artau de Roses y doña Josefa Gil de Lamadrid. Todo el pueblo cooperó entusiasta Se empezó la obra con 45 pesos. Hoy está al frente de este Centro el sabio doctor Manuel Figueroa que honra su país.
A la torre de la ermita
Logré subir receloso
Para contemplar ansioso
Los detalles de la -acción.... Alla abajo, junto al río
Que providente recrea
Las márgenes de la aldea, Récio combate estalló.
Era el crepúsculo: el cielo golfus de nacar forjaba
Y la noche se llegaba
Tras sereno atardecer, En tanto que en la llanrra Resueltos y jadeantes, Luchaban los militantes Con airada intrepidez.
Cabe la fresca fontana
Donde el manantial borbolla
Y el riachuelo desarrolla Su curso murmurador; En la verdecida sesma
De poeticos umbrales; Sobre lechos de rosales Que luz fecunda besó;
Junto á la tribu delirios
Que rizan con suave halago
La superficie del lago, Flotando sobre el cristal; Junto aquel valle sereno, Biando hogar de mansedum(bre.
La guerra encendiósu lumbre, Belona asentó el vivac!
La desolada llanura, El incendiado boscage, El rudo encuentro salvaje De la homicida legión, La terquedad de la brega, La fulgurante ardentia De tenaz fusilería, Y el detonante fragor.
Todo lo vi. Reclinado En el baranda: musgoso Del campanario, curioso El desastre contempié; Mientras tímidas ll«gaban Emigrantes goiondrinas, En las grietas de las ruinas A refugiarse tambien
Fuí de la rota testigo: Oi con dolor profundo Lamentos de moribundo, Blasfemias de vencedor Y vi, revolando crueles Con apetitos protervos, Una bandada de cuervos Sobre el sangriento montón
Después, lo horrible Troítcado Lo palpitante en lo inerte; Lo que antes vida, fuz muerte; Lo movedizo, quietud Y como testigo, un cielo Con vespertino ropaje, Enviándole al paisaje Postrera y lánguida luz.
por M. Zeno Gandía. INEDITA.
Sobre la vencida hueste
P.isaron los vencedor: s: De clarines y at mbores
Oyose el marcial rumor: Y la turba triunfadora
Que el fanatismo encamina, Repechando la colina, En la aldea penetró.
Alli llega....Un cortesano
En brazos á un niño ostenta: Lo levanta, lo presenta
Al aguerrido tropel, Dorada corona ciñe
En la frente del infante
Y grita con voz tonante
Y entusiasta: ¡viva el rey!
Entonces, mirando al llano. Desfallecí de amargura
Ante tanta desventura, Ante tanta iniquidad, ¡Cómo tanto por tan poco! Aun el recuerdo me aterra De lo que cuesta en latierra Erigir un pedestal
Y desde la vieja torre De la abandonada ermita. De la bóveda infinita
Bajo el ténue resplandor. Mire arriba, y de la sombra Ahondé en el piélago adusto, Como esperando el augusto
Severo juicio de Dios!
Se dissingue el casino español de Arecibo por la espiéndidez de los festivales que en el se celebran y por la generosa cooperación que presta siempre á toda noble idea mo
Es su presidente donJulian Muro, uno de los españoles que más honran á España en Puerto Rico, tanto por su*gran talento cuanto por su acrisolado patriotis-