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y arañazos
anillos ú otros adornos sinó el grot-sco y prosaict tabaco hilado.
En Isabela, en el pueblo de Corchado, un tal Antonio Vélez, negociante en ese artícuio tuvo la desgracia de que se le extraviaran tres rollos de tabaco.
Y más contrariado con esa pérdida que si le hubieran impuesto una gruesa patente por el negocio, decidió liárselas para el otro ba. rrio, tomándose varias pastillas de sub'imado.
Por suerte pudo atendérseles á tiemjo y logró salvarse R
Lo que no pudo salvarse fueron los tres ro. llos de tabaco, que alguien, que no esel Vélez, se los habrá mascado.
El s:ñor Gomez. Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, estuvo á punto de que lo escabecharan.
Se escapó por uña de buen presidente, y aun no se le quitó el susfc.
Morir á manos de un anarquis;a, habráse dicho el señor Gómez, no tiene nada de particular; pero que nos den el pasaporte para el otro barrio los miembros de la familia es cosa muy dolorosa, muy sensible y muy morrocotuda.
Pero qué bromas más pesadas tienen estos políticos venezolanos.
Matarun presilente ó comerse un plato de carantas. es para ellos la misma cosa.
El t.bo va sumando sus víctimas, pero i no el tabaco elaborado de vitolas. tcon
Manolito Funes
Ha visitado esta ciudad de paso para Venezuela este notable pianista español, quien nos ofrecerá dos ó tres concierto. antes de su partida.
Demasiado sabemos que no han. mataduá ninguno: pero cun la intención basta.
La prensa de Puerto Rico, haciéndoseeco de la de España, ha consignado ya justos elogios á este artista, que siendo como es un niño- ha merecido el calificativo de prodigioso.