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EN LA TRISTEZA DE LA HORA
La hora del crepúsculo. La hora Del intenso soñar....Enel paisaje, La tarde que se muere de tristeza Con el soplo doliente de las almas.
Me miras. Y el azul de tu pupila Tiene el alma del lago reflejada. Insensible a los besos del ensueño Eres flor por la nieve amortajada.
Almas como la tuya que no sienten El soplo del amor como alborada Que emprimavera de ilusión la vida Con música de besor y de alas.... ¿Por qué vivís sin la piedad de un beso, Sin el calor vital de una mirada?
Fué ayer. ¡Y cuan lejana 'aquella hora Beñadd en el perfume de tu alma,
En el suave lirismo de los besos Y en la ebriedad sutil de tu mirada!
¡Cuanto tiempo, mujer, sin ver el cielo Temblando en el azul de tu mirada! ¡Y encontrarte feliz, indiferente Y fría cual los vientos de la helada!
Todo es mortal, mujer....Tu amor se ha (muerto Como muere esta tarde perfumada Con el recuerdo de lejanas horas Y en música de besos arrullada.
Tú también morirás ¡pobre alma mia! Nostálgica de azul de una mirada Como esta tarde pálida y enferma Que parece un suspiro que se acaba, pechaba que estabaa punto de perder la partida.
Después de algún rato, tocaron a la puerta, la abrió el Cajero y entró el dependiente. quien le entregó un telegrama. Rompió el sobre el Cajero y leyó:
<Gilbert murió hace cinco semanas. Enterrado». Juana Duval.
Lilame usted a un policía, Raimundo, ordenó Drummoad dirigiéndose al dependiente,
A poco rato se presentó el policia.
Arreste usted a este hombre inmediatamente, dijo Drummond. Se ha presentado fraudulentamente en lugar de otra persona con el objeto de robar al banco,
Ch =vrón sonrió y dijo con gran calma:
Me entrego, pero con una condición; la de que me diga usted cómo ha descubierto que no soy Gilbert.
Con mucho gusto. . Fíjese usted en este recibo que firmó hace apenas media hora.
Chevrón eehó una ojeada al recibo y se pegó una palmada en la frente.
¡Qué bruto soy! exclamó.
El recibo estaba firmado <Enrique Chevrón.»
E. CRESEORTH.
Una prostesta lógica
Dicen de Mayaguez que un crecido número de detallistas se propone protestar ante el Gobierno, contra el hecho ue que se concien ta a los establecimientos de provisiones que e:tán en el mercado, permanecer abiertos los domingos hasta las doce del dia, mientras las demás tiendas de la población permanecen cerradas de acuerdo con la reciente ley votada en ese sentido, ¿No pasará en San Juan tres cuartos lo mismo de lo que ocurre en Mayagiiez?
Una iglesia clausurada
El jefe de la policia de Mayaguez. señor Silen ha mandado clausurar la iglesía católtca de la Aldea Saenz, en virtud de los desórdenes que cometían unos cuantos vagabun dos en el mencionado templo,
¿Pero ha sido ese solo el motivo de la clausura? ¿No hay otro?
Porque no n sexplicamos cómo una autoridad, que tiene el deber de reprimir toda clase de abusos, en vez de corregir estos, ordena cerrar una iglesia, que es un templo de oración y de fervor para los creyentes.
Que pensará de esto el señor Obispo,
El Ruise Or Y El Poeta
El ruiseñor es el poeta de la selva.
»Apenas los fugaces y tímidos fulgores del sol maciente alumbran la virgen selva umbría, despiertan los sencillos y pardes ruiseñores y al aire dan sus eantos de amor w de alegría.
Ta tierna maripesa que vuela entre las flores, la fuente que musita su triste melodía y el céfire suave que teje sus amores inundan la campiña de luz y de poesía.
Ial pasa en esta vidl euands el amor despierta y alumbra con sus rayos nuestra esperanza muerta; las pobres ilusiones, dejan el dulce nido del alma, como el ave que vé la jaula abierta y queda solo el bardo, cual ruiseñor herido, que canta acongojado su dulee bien perdido.
9. Arnaldo Sevilla.
GASA DE LUZ Presagios _c_li Huracán
A una golendrina. La policromia del celeste encage (A una estrella)
El límen de la tarde secolora se ennegrece de súbita tristeza, como una víigen que se ruboriza, y un aire azul en los espacios reza y el mar, sobre su linfa, cristaliza como un Pegaso en la extensión, salvaje. las rosas de la luz auricolora. En el caleidoscopio del ramaje
En lossinuosos montes la luz dora _enseria s verdor Naturaleza, ígnea bandera que la cumbre iza, yhay una melancólica pereza y el sol, próximo al Orto, hiperboliza en las aves que animan el boscaje. la magnitud de lumbre que atesora. Todo anuncia elturbión quese aproxima .. Mudamente el crisólito se esfuma.... ydel cóncavo gris en laaltacima
¿lsoñido del Augelas 'me abragia nube de golondrinas pica el cielo, de fervor religioso. El alma reza.. ... cual desatando en las brumosas salas. el azul en tanto que en el plácído celaje - d de an e a una plácida estrella despereza una funérea tempestací ée alas. de la luna el priner celestinaje. er PEDRO ANGEL CEBOLLERO.