De cómo llegaron a Puerto Rico la caña, el café, el tabaco y muchas otras cosas (1950)

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Puerto Rico lá~ caña; el café, el tabaco y muchas otras cosas.

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Syracuie, N. Y. Slockton, CoUf.

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ESTE LIBRO PERTENECE A:

FIRMA DEL DUEÑO

- DEPARTAMENTO DE INSTRUCCION

DIVISION DE EDUCACION DE LA COMUNIDAD PUERTO RICO — 1950


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Iste íibro ha sido hecho en Puert o Rico pe

ra los puertorriqueños. De ahora en adelante usted recibirá con reguloridad otros libros ¡guales a éste pero sobre otros cosas. En su comunidad también se exhibirán películas.

Los libros y las películas serán sobre muchas cosas de gran importancia para todos. No bosta saber lo que somos y lo .que te nemos hoy día. También es necesario com prender cónio lo que somos y lo que tenemos

viene del pasado. De otra manerO/ nos sería difícil saber lo que debemos hacer para re solver los problemas del mañana.

Este libro cuenta más que nada lo que tucedíó en el pasado. Nos dice la forma en que hemos obtenido muchas de las cosas que

tenemos en Puerto Rico—cosos o los cuales estamos tan acostumbrados que creemos que siempre han existido aquí.

Esperamos que a usted ¡e guste este libro y que le sea de utilidad su contenido. Le agra

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deceremos que cuando el hombre que se lo

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entregó vuelva a verle, usted le diga lo que

U gusté y lo que no le gustó del libro. w^' .."l^

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Cómo los indios nos enseñaron a construir bohíos s-

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Hoy muchos bohíos como este en nuestros campos.

Los primeros en hacer bohíos en Puerto Rico fueron los in dios, que se llamaban boriquenses, porque a Puerto Rico le llama ban entonces Boriquén, que quiere decir tierra del altivo señor. No se sabe bien de donde vinieron los, indios a Puerto Rico, pero fií se sabe que vivían en la isla desde mucho antes que llegaran los españoles, hace más de 450 años. Antes de que llegaran los primeros españoles, en Puerto Rico sólo vivían indios. Pero no había muchos indios; hoy hay cien ve ces más habitantes en Puerto Rico que los que había entonces. BibJjo:

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Un bohío, una hamaca y un pescador en la época de los indios

Puerto Rico era en aquella época una cosa muy distinta de lo que es hoy. Aunque había las mismas montañasV los mismos va

lles, la misma costa y los mismos ríos, el paisaje era muy distinto. La mayor parte de la tierra estaba cubierta de espesos bosques. No había caiTeteras. No había caña ni café.

No había palmas de coco, ni panapén, ni plátanos, ni mangos. No había ciudades ni pueblos; solamente poblados de bohíos donde vivían los indios.

Los indios hacían sus bohíos de paja y hojas porque no tenían serruchos ni martillos ni clavos para hacer casas de madera. Tampoco tenían cemento, ni herramientas para cortar piedra. Acostumbraban encender un fuego alrededor de un árbol grande y le dejaban quemar la parte de abajo del tronco hasta carboni-


zarlo. Entonces lo tumbaban cortándolo con piedras afiladas o pedazos de caracol. Luego poco a poco y en la misma forma, cor

taban el árbol'en pedazos. Estos pedazos del tronco eran la única madei'a que los indios tenían para hacer sus bohíos. Los indios hacían sus bohíos así porque era la mejor casa que

podían hacer sin herramientas. Los indios dormían en hamacas igual que muchas personas lo hacen hby. Algunas veces colgaban sus hamacas dentro del

bohío y otras veces afuera enti'e dos árboles. Las mujeres ti^abajaban' en las, talas, cultivando yuca, pina, maní, maíz y tabaco. Llevaban la semilla en un saquito de tela, y

con un palo largo y puntiagudo hacían los hoyos para sembrarla. Los hombres pescaban y cazaban. También hacían nasas, flechas, canoas y bohíos. Los indios no tenían ollas de metal para el agua, ni para co

cinar. Hacían ollas, jarros y tazas de barro. La forma y los ador nos de estos utensilios eran'muy bonitos.

Una Indta haciendo ollas de barre


tas indios sembraban pifias, tabaco y yuca.

Los indios eran tranquilos y hospitalarios. Cuando los espa

ñoles llegaron por primera vez a Puerto Rico, los indios los reci bieron como amigos. Pero los españoles eran soldados. Habían venido a establecer una nueva colonia para España, y a buscar' oro. Sin pérdida de tiempo, pusieron a los indios a trabajar busido oro orí los lr»a cauces de los ^ cando oro en ríos.

Los españoles obligaron a los indios a hacer otros trabajos

también. Tenían que hacer casas para los españoles. Natiiralmente, hacían bohíos que eran las casas que ellos sabían hacer. Los conquistadores nunca habían visto un bohío. No habían probado nunca la comida de los indios. Pero como no había otras 6

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Un esp^"^'

indios mientras sacan oro del río

casas y no había otra comida,los españoles tuvieron que vivir en los bohíos y con^er la comida india. Por primera vez, comieron maíz y yuca y aguacates. Los indios trabajaban en las primeras fincas de los españoles.

También trabajaban buscando oro y haciendo bohíos. Algunos

trabajaban en condiciones tan malas que se morían. Otros morían de enfermedades que los españoles trajeron de su país. Muchas de las indias tuvieron hijos de los españoles. Entre los abuelos de algunos puertorriqueños están los hijos de esas in

dias. Hoy día de vez en cuando podemos ver gente cuyas caras tie nen un parecido a las caras de los indios.


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Lo que heredqmos del Indio: la hamaca, «I bohío, el tabaco y el maíz Ya no hay indios en Puerto Rico. Pero aún nos quedan varias cosas que los indios han contribuido a nuestro modo de vivir. Al

gunas de estas cosas son el maíz y el tabaco que nos enseñaron a sembrar y las hamacas que nos enseñaron a tejsr y los bohíos q^© nos enseñaron a construir.


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En esta página vemos varios ejemplares de ollas de borro que hacían nuestros indios. Im .•yí-n-;r.Tí_ TrH^

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Historia sobre la

caña, los piratas, el oro y las viejas fortificaciones Hoy día se nos hace difícil creei que hubo un tiempo en Puei'tC Rico en que no había caña.

Pero hace 450 años, antes d| .

venir los primeros españoles, Ij caña no se conocía en Pueri

Rico. Y ahora,¡cuánta caña ha] aquí y cuántos padres de famili) viven de ella!

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¿Cómo llegó la caña a Puerr to Rico?


La caña la trajeron los eápa-. fióles con muchas otras cosas que ellos ya conocían antes de venir a América. Los españoles traje ron ganado y lo soltaron a pas' tar para tener carne y leche. Tra jeron caballos y muías para po■der ir de un sitio á otro, y tam bién muchas frutas para sem brarlas en Puerto Rico. Traje Vocst y coballoa

ron granadas y peras, chinas y

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.manzanas, melocotones y limopes. Sembraron las semillas de estas frutas con la. esperanza de que crecieran y se dieran bien en

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. los terrenos de la Isla.

Los árboles de pera'y los de manzana y de melocotón se mu rieron. No podían crecer en esta

tierra y en este clima. Pero los árboles de granada y de china y

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y Chinas y (¡monei

t de limón crecieron bien. Así tam

bién creció y se extendió la caña de azúcar. Hoy día nosotros én Puerto Rico comemos cíiinas y limones y producimos caña por que los españoles hace cientos de años se ocuparon en traer las se millas para sembrarlas por pri mera vez en nuestros campos. .

Caña de azúcor

11

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Arecibo

San Germán

COAMO

200 años después del descubrimiento. Puerto Rico sólo tenía 4 pueblos

Cuando los españoles llegaron a Puerto Rico el azúcar era m producto escaso y costoso en Europa. Los países europeos quería] azúcar, pero la caña no se daba en los climas fríos de estos países

Tener azúcar era entonces casi lo mismo que tener oro. Por es^ los españoles empezaron a sembrar mucha caña en Puerto Rice

Pero pronto se dieron cuenta que para sembrar mucha caña necesitaba mucha gente que trabajara en los cañaverales. En aquella época, había muy pocos españoles en Puerto Rice Doscientos años después de Colón descubrir a Puerto Rico, sola mente había cuatro pueblos; San Juan, San Germán, Coamo ;

Arecibo. Toda la población de la isla era menos que la del muni cipio más pequeño que existp hoy en Puerto Rico. No había suficientes brazos para sembrar, cultivar, cortar ; moler la caña. 12

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Entonces sucedió que, para conseguir trabajadores, hombrea sin conciencia viajaban por las costas del Africa y a la fuerza

cai)turaban pueblos enteros. Luego, como si fuera ganado, me tían a sus víctimas en las bodegas de los barcos y las traían a las

islas del Caribe, donde las vendían como esclavos. Los hacendados de Puerto Rico que querían sembrar caña compraron muchos-de estos esclavos a los traficantes que los traían del Africa.

Loi t*elavos fueron traídos desde Africo paro trabajar en la caña 18

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Trapiche que se usaba para moler la caña

La caña se sembraba cerca de las costas y a lo largo de las orillas de los ríos. Los españoles montaron ti-apiches para molerla pero aquellos trapiches eran unas máquinas muy sencillas que en nada se parecían a las grandes centrales que hoy vemos en Puerto Rico. Las mazas del trapiche no eran movidas por vapor, como las de las modernas centrales, sino por bueyes o caballos.

A pesar de que no se podía moler mucha caña en los trapiches, los españoles hubieran seguido cultivando la caña de azúcar en todas las costas de Puerto Rico y comprando esclavos para tra

bajar Ja tierra. Pero algo sucedió entonces que obligó a los espa ñoles a construir fuertes y murallas alrededor de San Juan y a F';

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descuidar las plantaciones de caña. K1 dinero que los espaiioles 14


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hubieran gastado en trapiches y esclavos lo tuvieron que gastar en estos fuertes que todavía vemos en San Juan. ¿Por qué? La

respuesta a esta pregunta contiene una de las grandes lecciones que nos da la historia.

Todo lo que sucede está en alguna forma relacionado con las otras cosas que suceden. Ninguna cosa sucede por sí sola, igual que ningún hombre vive por sí solo. Tarde o temprano, la conduc ta de un hombre afecta a los demás hombres, no importa cuán le

jos esos hombres se encuentren de él. Eso mismo le pasa a los pueblos. Ning,ún pueblo vive separado de los demás. Lo que un pue blo hace influye en lo que otros pueblos hacen o quieren hacer. Ese es el caso de los españoles en Puerto Rico, Veamos, por

qué lo que los 'españoles hicieron en Puerto Rico y en otras tie rras de América afectó a otros pueblos y obligó más tarde a los

españoles a construir murallas y fuertes para protegerse de esos otros pueblos, en vez de dedicar todo su tiempo y dinero a sembrar caña y levantar trapiches. Esta es la historia ;

Hace más de 450, años Cristóbal Colón y sus hombres salie ron de la tierra de España, dejando que el viento impulsara sus

pequeños barcos de vela por el desconocido océano. Nadie sabía lo que iban a hallar.

15


Y hallaron las islas de las Antillas y más tarde, en otros via-J jes, descubrieron a Puerto Rico y al continente americano. Ellos "

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fueron los descubridores. I

Después de los descubridores vinieron los colonizadores. Los colonizadores querían el oro de América porque en España y en

Europa había gran necesidad de oro. Querían también cultivar ¡ las tierras y sembrar los frutos que ellos conocían. Ya hemos vis-

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to como trajeron la caña y lo bien que se dió la caña en Puerto. Rico.

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Como en Puerto Rico y en las oti-as islas los colonizadores no hallaron mucho oro, muchos se fueron al continente y allí conquis taron a los indios de México y el Perú y los pusieron a trabajar en las minas de oro y plata de esos países.

El oro y la plata, naturalmente, lo enviaban a España, y de.

España recibían muchas cosas que ellos necesitaban para seguir

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conquistando pueblos y fundando ciudades. Los viajes de España'

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a América y de América a España se tomaban mucho tiempo.'

Veamos cómo se viajaba en aquella época. Aquél era un mundo donde no se conocía el uso de la gasoli-, na, ni del vapor, ni de la electricidad.

Por lo tanto, era un mundo sin aeroplanos, sin vapores, sin radio, sin teléfonos ni telégrafos, ni autoinóviles — en fin, era un' mundo sin máquinas.

Para viajar por tierra era necesario ir a pie o a caballo o en carros tirados por caballos. Los caminos eran pocos y malos.

Para viajar por mar había que arriesgar la vida eü frágiles j barcos impulsados solamente por el viento. 16


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Para cryzar los mares había que viajar en barcos pequeños y frógiles 17

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Los flechas en este mapa indican los rutas que los barcos seguían para viajar entre México^ el Perú y E^año

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En aquella época era peligroso cruzar el mar. Los hombres encomendaban su alma a Dios antes de poner pie en los barcos,

que parecían cascarones de nueces. Se despedían de sus familias como si fueran a morir. Y si no tenían suerte, muchos morían.

Una tormenta podía hacerlos naufragar. Los enemigos o los pi ratas podían capturarlos y matarlos. Y en ese viaje tan largo, que duraba varios meses, corrían además el riesgo de morir de bido a los alimentos podridos, al agua infestada y a las enferme dades.

' Sin embargo, a pesar de todos estos obstáculos, los españoles que estaban en México y en el Perú enviaban a España en barcos de vela el oro que sacaban de América. Si ese oro no llegaba a España, dé nada le servía a los reyes de España. Porque, ¿para qué queremos riquezas si no podemos tenerlas a mano para gas tarlas?

Para saber lo que había que hacer a fin de llevar ese oro des de el Perú hasta España,tenemos que mirar el mapa que aparece

en la página 18. Cada viaje era una aventura heroica. Primero, el oro — y los hombres que lo llevaban — tenían

que hacer un viaje por mar desde el Perú hasta Panamá. Ese viaje tomaba varias semanas.

Después, había que continuar el viaje por tierra a través de las selvas de Panamá, infestadas de fiebres y culebras.

Luego los barcos que llevaban el oro podían escoger uño de dos caminos. Podían navegar hasta Cuba para reunirse con los

barcos que traían el oro de México y, desde allí, todos juntos em prender el largo y terrible viaje hacia España; o podían dirigirse directamente hacia España, haciendo escala algunas veces en la

pequeña isla de Marigalante. El viaje por cualquiera de estas dos rutas podía durar hasta dos o tres meses. 19


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Pero otros pueblos, además de España, querían también el oro y las riquezas de América. Estos pueblosTio se conformaban con que fueran sólo los españoles los que se enriqueciesen con todo lo que hallaban en estas tierras. Por eso' comenzaron a enviar barcos a las islas para comerciar con los españoles o para atacar los si estaban en guerra o si no querían comerciar con ellos. A San Germán, por ejemplo, lo atacaron tantas veces que los colo nizadores se vieron obligados a mudar la población de sitio en dos ocasiones.

Tantos fueron los ataques, que los españoles decidieron cons truir fuertes para proteger sus dominios. Así fué que construyeVon La Fortaleza y El Morro y San Cristóbal, y rodearon a San Juan de muchas murallas.

He oquí cómo se veía la Fortaleza, en San Juan, hace 350 años


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ESpafia construyó fuertes y trajo soldados para defender la Isla

Los españoles no querían que ningún extranjero se adueñase de Puerto Rico. Mienti'as San Juan fuese de España, se podían

refugiar aquí los barcos españoles si se veían atacados por ene migos y piratas. Era tan importante páralos españoles que Puer to Rico no se perdiese, que gastaron miles y miles de pesos duran te más de cien años en la construcción de los fuertes y murallas

que vemos hoy día en San Juan. Como preferían gastar ese dinero en fortificaciones y en man tener los soldados que las defendían, no hubo dinero para levan

tar más trapiches ni comprar esclavos, ni ayudar a la agricultura. Por eso, en vez de mucha caña y muchos trapiches y muchos es-

^clavos, en Puerto Rico había poca gente y grandes fortificaciones donde vivían tropas traídas desde España. SI


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Algunos colonos se fueron a vivir a los campos

Pero a pesar de que todo el dinero se gastaba en San Juan, algunos colonos se fueron con sus esclavos á vivir a los campos. Sembraban allí, además de un poco de caña, jengibre y cacao. Tenían mucho ganado del cual vendían los cueros. Poco a poco algunos se fueron a las montañas. Con sus machetes talaban los

bosques y sembraban yautía y plátanos y maíz para comer. Des

pués, cuando se trajo el café a Puerto Rico, vieron que se. daba bien,, y comenzaron a sembrar y sembrar mucho café. Muchos más se fueron a las montañas a cultivar el café.

Como eran muy pobres, vivían lo mismo que los indios de

antes en bohíos de paja, y dormían en hamacas. Eran muy alegres y Ies gustaba correr a caballo y celebrar bailes. Estos fueron los primeros jíbaros que hubo en las montañas de Puerto Rico. 12


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En ei campo ios colonos sembraban yautías y plátanos

i Más tarde, cuando ya los pueblos extranjeros no atacaban a

San Juan, los habitantes de la isla empezaron a sembrar mucha caña én las costas y a producir ron y mieles. Llegaban entonces más barcos a buscar azúcar y traían cosas que Puerto Rico ne

cesitaba y no producía, como telas, herramientas y máquinas. El azúcar ocupaba a muchos trabajadores y se construyeron trapi

ches y carreteras para producir más y más azúcar. Entre tanto, los jíbaros que estaban en la montaña seguían

cultivando, además de yautías y plátanos y maíz, la planta del café. El café de Puerto Rico se hizo, andando el tiempo, muy fa

moso en España y Europa. La historia de cómo vino el café a Puerto Rico y de cómo se sembró en la altura es muy interesante, y empieza en la página siguiente. 23

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El arbolito que llevó a la aeiite a vivir

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en. las montañas

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A una distancia de 400 millas de Puerto Rico hay una isla que se llama Martinica y que es una posesión francesa. Martinica

es más pequeña que nuestra isla, pero en todo lo demás se parece mucho a Puerto Rico. Allí hace el mismo calor que en Puerto Rico

'y crecen las mismas matas, árboles y productos agrícolas que ■ crecen aquí.

La mayor parte de la gente de esa isla son hijos de los escla vos traídos del Africa. Desde hace mucho tiempo la gente de Mar

tinica — al igual que nuestra gente — se gana el pan trabajando en la agricultura. Hace más de 200 años que la isla de Martinica fué arrasada

por una horrible tormenta. Casi todas las casas se quedaron sin techo después del huracán. Muchas personas murieron. Casi to, do el ganado se ahogó. Se perdieron las cosechas. De la noche a la mañana, un país pequeño y rico,quedó en ruinas, con sus árbo les arrancados de raíz y sus pueblos destruidos por los vientos. 25

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Tan pronto como fué jDOsible los franceses enviaron- carga mentos de comida y otros artículos para socorrer a la gente ne cesitada de la isla Je Martinica. Quizás el cargamento más rarofué uno de tiestos llenos de tierra. En cada tiesto había un arbo-

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lito de café.

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¡Estos arbolitos se babían cultivado en la ciudad de París, la

capital de Francia. Como all.í hacía frío, se cultivaban en un sitio encerrado y caliente.. Y ahora "los enviaban a Martinica, pero no como un cargamento cualquiera. Loa arbolitos iban al cuidado especial de un hombre que se ocupaba de atenderlos yecharles agua.

¿Por qué trataban los franceses a esos arbolitos de café con tanto cuidado? ¿Por qué los enviaban en ese viaie., mimándolos como se mima a los hijos de los ricos? Para entender esto tenemos

que s'ábér de dónde vino el café y como fué que se seinbró por primera vez.

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El café fué descubierto por primera vez en Abisinia, un país t : ;l ■ l y

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lejano en el Africa. Nadie sabe exactamente cómo sucedió. Pero !

hay una leyenda sobre un muchacho que cuidaba cabras. Un día ! se alejó de su casa mientras pastaba a los animales De pronto se j clió cuenta que las cabras comían algo de unos arbolitos que él ¡ nunca había visto antes. Notó también que después de comer | \

aquello, las cabras brincaban y saltaban y parecían muy excita- ' das. Al examinar los arbolitos el muchacho vió que éstos tenían unos granos muy raros.

Entonces decidió probar él mismo los granos. Le arrancó va rios al árbol y se los echó a la boca. Y al poco rato se sintió lleno de vida. Oogió un puñado de los granos y corrió a su casa para decirle a su gente lo que había encontrado. Así se descubinó el /

café, según nos cuenta la leyenda. 26

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Cuenta la leyenda que un pastorcillo fué la primera persona qué probé el café 27

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Muchos siglos entes de que llegara d Europa el café, ya los árabes lo tomaban. 28

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¿Quién descubrió la manera de cultivar el café, de ponerlo al sol a secar, de tostarlo, de molerlo y colarlo? Nadie lo sabe.

Pei-o todo esto tuvo que. ser descubierto antes de que nadie pu diera tomar una taza de café en el desayuno.

Lo que sí sabemos es que hace muchos-siglos el café se daba en una parte montañosa del lejano país de'Arabia. Los árabes se ^acostumbraron a beber café. Pero pasaron muchos siglos antes

de que España y los otros países de Europa conocieran el café. El café gustó a las gentes de Europa tan pronto lo proba1*00. Y querían más y más. Pero el café era difícil de conseguir, Y había que traerlo desde muy lejos para que una persona pu diera beberse una taza de café en París, la ciudad capital de Fran cia; o en Londres, la capital de Inglaterra; o en Madrid, la capital de España. Esto hacía que costara muy caro. Era necesario tracHo en camellos, a través del desierto. Después, se hacía otro

largo viaje por mar, pues Arabia queda muy lejos de Europa. Y cl.café se conseguía solamente en Arabia, un país que no pertene cía ni a los franceses, ni a los españoles. Por lo tanto es natural que esas naciones quisieran cultivar propio café. Pero el café es una planta que necesita condicioJ^es como las de Puerto Rico. Por eso no puede darse en Europa. Entonces las diferentes naciones decidieron tratar de cultivar su propio café en las tierras tropicales que habían conquistado ante-

tormente y que ahora poseían. De esto hace poco más de 200 años. Para esa época ya Espa ña no era la única nación que tenía tierras en América y en los trópicos, donde se encuentra Puerto Rico. Ya los franceses, y los

ingleses, y los holandeses habían conquistado tierras y las habían poblado con pequeños grupos de su gente y muchos esclavos. 29


Ya no trataban de-extraer solamente oro ele estas tierras. Se habían dado cuenta de que tarde o temprano se agotaba el oro aún en las minas más ricas del mundo.Pero las fértiles tierras ti o-

picales eran una mina de otra clase de oro, cuya riqueza no se acababa. Las tieras tropicales les rendían caña, cacao y algodón. Estos productos valían mucho dinero pues en el mundo de aque lla época no había suficiente cantidad de ellos. Por eso, los países que podían cultivar estos productos para* venderlos se volvían ricos — tan ricos como si estuvieran extiayendo oro de una mina que no se agotaba nunca.

Así, cuando la génte de Europa se empeñó en beber café, esos

países trataron de cultivarlo en las posesiones que, tenían en el Caribe.

Por esta razón fué que los franceses lucharon tanto para cultivar unos arbolitos de café en París, la capital de su país. Has ta el día de hoy nadie sabe todos los trabajos que se pasaron para llevar los arbolitos desde países lejanos hasta Francia. Lo que sí se sabe es lo que sucedió en la embarcación que trajo los arbo litos desde Francia hasta la isla de Martinica.

El viaje duró mucho más de lo que se esperaba. Una fuerte tormenta azotó a la nave por largo tiempo.

La comida empezó a escasear, y lo que fué peor, el agua tam bién. Fué necesario racionar el agua entre los pasajeros y los ma rineros. A cada uno le tocaba diariamente una pequeña cantidad

de agua que tenía que durarle tpdo el día.

Mientras los otros pasajeros se quejaban de la sed, el hom bre que tenía a su cargo los arbolitos de café los cuidaba sin que jarse. Velaba por los arbolitos para evitar que se estropearan cuando las inmensas olas hamaqueaban la embarcación. Y com partía su pequeña ración diaria de agua con los sedientos arbolitos. 30


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*11 hombre compartía su pequeña ración de agua con los sedientos orbolitos.' 31

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Al fin, cuando el barco llegó a la isla de Martinica, los arbolitos estaban verdes y saludables. Y todo porque durante el largo

y terrible viaje aquel hombre había compartido su agua con los arbolitos para que no murieran. Poco después de llegar a Marti nica, los arbolitos fueron sembrados en las montañas'y allí cre cieron.

Algunos años más tarde llevaron el café de Martinica a Hai tí y a Santo Domingo, y finalmente fué traído a Puerto Rico. En el año de 1775 — hace Í75 años ™ el café crecía en la altura y en la montaña de nuestra isla.

El café se daba bien en Puerto Rico. En poco tiempo llegó a

ser un producto importante. En poco tiempo su alta calidad fué reconocida, y el café de Puerto Rico llegó a venderse en todos los países de Europa. ,

El café fué algo más que un producto nuevo y algo más"que una nueva fuente de riqueza. Fué también un nuevo modo de vi vir. Hasta entonces la gente de Puerto Rico había vivido princi

palmente en las costas. Pero como el café crece mejor en el frío de la altura, por primera vez la gente se fué a vivir a las altas montañas que hay en el centro de Puerto Rico, para cultivar allí el café. En aquella época no vivía casi-nadie en las montañas. No había caminos que llegaran hasta ellas. Aun la autoridad de los

reyes españoles no siempre llegaba hasta allá. Por eso cada finca de café en la montaña era como un país

pequeñito. El dueño también era como un rey pequeñito. Y todos los que vivían en su finca tenían que obedecer sus órdenes como si fueran leyes. Los agregados dependían del dueño para todo cuanto necesitaban: para la ropa, las medicinas y hasta para la comida. 32


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El café fué el arbolito que llevó a la gente a vivir en las montoñat


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En (as viejas haciendas el café se molía en pilones como éstos 84

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La mayor parte de la gente que vivía en las haciendas de ca fé nunca salía de ellas. Nunca iba a los pueblos de la costa. Ni si quiera iba al pueblo más cercano. Estas haciendas estaban tan ais ladas y tan lejos de todo, que algunas de ellas hasta hacían su pro pio dinero. A continuación pueden verse algunas de las monedas de esas haciendas.

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Monedas que se hacían y se usaban en las haciendas de café

Las haciendas de café trajeron a Puerto Rico mucha riqueza. Más y más gente en el mundo quería beber café, pero en el mundo

no había muchos lugares donde el café pudiera darse. Por eso, el café de Puerto Rico se vendía a buen precio en los mercados de} mundo.

La llegada de los americanos a Puerto Rico, hace 50 años, convirtió el cultivo de la caña en la industria más grande de la isla. Se construyeron grandes centrales. Se comenzó a cultivar

la caña científicamente y con mayor eficiencia. La producción de azúcar aumentaba pero la industria del café decayó mucho. Vea mos por qué. 35


ij.

■ E] café,que más gustaba en los Estados Unidos era distinto, al de Puerto Rico. Tenía un sabor diferente. Esa clase de café se

daba fuera de Puerto Rico, en otros países donde frecuentemente la tierra era mejor. Allí crecía en grandes llanos abiertos donde los trabajadores podían recogerlo con facilidad, y por lo tanto esos trabajadores ganaban menos que los trabajadores de Puer to Rico. Por estas razones ese café podía venderse más barato que el de Puerto Rico. Los Estados,Unidos compraban el café que más le gustaba a los países que podían venderlo más barato. Los hura canes también han perjudicado a la industria del café en Puerto Rico. •

Aquí en Puerto Rico muchos de los hacendados de café se

desalentaron al ver que perdían dinero y no se ocuparon de man tener sus fincas en buenas condiciones. Poco a poco la producción de café fué disminuyendo, hasta que hoy día en Puerto Rico se

cosecha mucho menos café que antes. No se produce ni siquiera

el café que necesitamos para nosoU'os mismos, y tenemos que traer café de otros países.

Nuestra población ha crecido mucho y sigue creciendo. Ac tualmente el gobierno de Puerto Rico está tratando de ayudar a los agricultores de café para que mejoren sus métodos de cultivo, de manera que obtengan más quintales de café de la misma tierra que cultivan. Esto puede hacerse hoy al igual que se hacía antes. Puerto Rico puede producir por lo menos la cantidad de café que necesitamos para nosotros mismos. Así no tendríamos que traerlo de fuera de Puerto Rico.

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Puerto Rico es t-r

nuestro huerto El que no sabe de huei'tos, no puede cultivarlos. Si no sabe sembrar yautías y maíz, no podrá cosecharlos. Es necesari'o que sepa sembrar las hortalizas, la distancia que debe haber entre las plantas, la clase de tierra en que deben sembrarse y la semilla que debe usar. También es necesario que sepa apli carles abono.

Tiene que saber cómo evitar que los pollos se enfermen, y pro tegerlos de los ratones, y el alimento que debe darles para que, se críen grandes,y saludables y se puedan vender a buen precio. Si no sabe todo esto, no podrá tener un huerto, ni criar pollos, .¿Cómo Degan las personas a saber de estas cosas? 89


Pues sencillamente porque

otras personas han hecho todas estas cosas antes. Porque duran

te cientos de años, millones de

personas aprendieron a hacerlas cada vez mejor. No las hicieron siempre igual. De tiempo en tiempo encontraron mejores ma neras de hacerlas.

Todo lo que el hombre hace tiene su historia, pues ha apren-^ dido de las lecciones y los erro

res del pasado. Así pues, nuestro huerto es Puerto Rico, y nosotros somos los que cultivamos ese huerto. En los primeros capítulos de es

te libro hemos aprendido la hi^-* toria de algunas de las cosas qué nos rodean.

Aprendimos cómo se constru yeron los primeros bohíos, y có mo la caña y el café llegaron a

Puerto Rico, También aprendi

mos cómo nuestra pnte llegó a la Isla.

Ahora vamos a ver lo que nos. ha sucedido a nosotros y a nuestras siembras, durante loa últimos 50 años, 4»


Dos cosas de inayoi* impor tancia han sucedido.,

La primera fué que se esta blecieron en Puerto Rico las

grandes centrales azucareras,

que producían mucho más en mucho menos tiempo que los vie jos ingenios. Sus mazas gigantes molían la caña con un apetito enorme. Para mantenerlas ocu

padas fué necesario sembrar de caña todas las tierras bajas de la costa y hasta las laderas de las

ip

montañas. La caña de azúcar

era la siembra que proporciona ba trabajo a más gente y más ganancias producía por cuerda. La segunda cosa que sucedió fué que el número de habitantes de Puerto Rico aumentó tanto

que hoy hay más de dos veces la

cantidad de personas que había hace 50 años. Hace dos siglos en Puerto Rico no había suficiente

gente para trabajar la tierra. , Hoy día, no hay suficiente tierra para darle trabajo a toda la

¿ente que hay en Puerto Rico. ¿Cómo ocurrieron estos dos

•wnbios tan importantes?.

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^oeo tiempo después de Puertb Rico convertirse en parte de los Estados Unidos en el 1898, se desarrollaron en la isla las gran-

des centrales azucareraái Para esa época los Estados Unidos era

un país grande con mucha gente. Esa gente deseaba usar y podía comprar muchos miles de toneladas de azúcar. Por eso^i'^e for maron grandes compañías para cultivar caña en Puerto Rico,' '/Las compañías tenían mucho dinero, mucho más del que te t

nían los hacendados que sembraban caña y la molían en sus pe

queños ingenios. Las compañías tenían dinero suficiente para

comprar la maquinaria costosa que sus nuevas centrales necesi taban. También tenían dinero suficiente para comprar los miles de cuerdas de tierra necesarios para producir la caña que la ma

quinaria molía. Invirtierommuchos millones de pesos en la indus tria azucarera que crecía rápidamente en Puerto Rico. A muchos colonos Ies compraron sus tierras y de ellas hicieron enormes fincas.

Miles de cuerdas' de tierra se dedicaron al cultivo de la caña 42

X.

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y

Miasi

Interior de una central con su mqquinaria moderna

Las compañías azucareras trajeron a Puerto Pvico nuevos y

más eficientes métodos de producción de azúcar y la nueva níaquinaria, naturalmente, suplantó a los viejos molinos. Estas com pañías estaban organizadas en forma de corporaciones, o'sea que mucha gente juntaba su dinero para montar un gran negocio.

Si el negocio iba bien, las ganancias se repartían entre la gente que había adelantado su dinero para montar el negocio. Sucedió que algunas grandes centrales azucareras se montaron en Puer to Rico con dinero de personas que vivían en los Estados Unidos

continentales, España y Francia. Por eso, cuando se repartían las ganancias, gran parte de éstas salía de Puerto Rico, Mientras tanto la población de Puerto Rico iba aumentan

do casi tan ligero como la caña. En los primeros años de este si glo. hace 40. años, en Puerto Rico había alrededor de 1 millón de

personas. Hace 10 años, había casi 2 millones. Hoy día hay esos 2 millones más un cuarto de millón más. 4S

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Hahía que hacer alg'o, y había que hacerlo pronto. No s€ podía esperar. Si' se dejaba pasar el tiempo, aumentaría el ham bre y la necesidad. Teníamos que remediar la situación. Pusimos manos a la obra.

Gran parte de las tierras que antes pertenecían a las com

pañías azucareras ahora están en manos del. pueblo de Puerto Rico. De esta manera las ganancias de esas fincas se quedan en Puerto Rico para beneficiar a nuestro pueblo. Ayudamos a independizarse a miles de agregados y sus fami I

lias. Distribuimos entre ellos pequeñas .parcelas de tierra pai^a que vivieran en ellas.

Para aumentar la parte que le toca al trabajador en lo que produce, aprobamos nuevas leyes de contribución sobre ingresos, I

leyes de salario mínimo, y leyes de seguro contra el desempleo. Pero esto no fué todo lo que hicimos. No hubiera sido sufi

ciente. Aún cuando hubiéramos distribuido por igual todo lo que en aquella época se producía en Puerto Rico, no hubiera habido suficiente para todo el pueblo.

Y por eso nos esforzamos para hacer que.Puerto Rico pi^odujera más, mucho más, de lo que había producido hasta entonces- ^ Se trajeron siembras nuevas, y nuevas industrias. Se hicieron

planes para hacer que cada cuerda de tierra en Puerto Rico pro duzca todo lo más que puede producir, y planes para desarrollar muchas fábricas e industrias a fin de hacer que Puerto Rico pro duzca más riqueza de la que la tierra sola puede producir, Y es tos planes se están llevando a cabo.

Esto lo empezamos a hacer hace 10 años. Todavía estamos

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y.

haciéndolo. Tendremos que continuar haciéndolo. Es una tarea

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fe

difícil pero vamos teniendo éxito -un éxito lento pero seguro» W

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Pero aun esto que hemos hecho no es suficiente. Lo que podem'os hacer por medio de nuestro gobierno es solamente una par te de la tarea. En cada pueblo y en cada barrio hay mucho que hacer. No hay en todo Puerto Rico una sola comunidad donde la

gente, trabajando toda junta, no pueda solucionar ella misma mu chos de sus problemas.

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¿Qué es lo que yo

sé?

En las páginas siguientes, encontrarán ustedes una serie de preguntas Que pueden contestar como si.se tratara de un juego de adivinanzas. Veamos cómo se juega;

Bajo cada pregunta, figuran tres contestaciones. Solamente una de estos contestaciones es la acertada; las otras dos no lo son. Al lado de cada

contestación aparece un cuadrito ([ ]). Para jugar este juego, haga una

cruz (X) dentro del cuadrito ([ ]) que según usted corresponda a la contes tación acertada.

'

Después que usted haya contestado todas las preguntas y todas tengan su cruz en el cuadrito, busque la página 48 de este libro. Allí verá las con testaciones que están bien. Fíjese a ver cuántas acertó. Por cada contesta ción que esté bien, anótese un punto.

Si se anota usted 15 ó más puntos, es excelente.

Si se anota usted de 10 a 15 puntos, es bueno.

Y si se anota usted de 7 a 10 puntos, es regular.

Si sólo saca usted menos de 7 puntos, sería bueno que volviera a leer esti libro, para que aprenda las contestaciones correctas. '• 1—Boñquén quiere decir, [ ] el palacio del Goberna dor en San Juan,

i 1 la tierra del altivo señor.

[] una clase de pájaro.

3—Antes de que los éspañoles vinieran a Puerto Rico, los in dios comían

2—Los Indios puertorriqueños dormían en

[ ] camas. [ ] catres. [] hamacas.

4—En Puerto Rico el oro se en contraba en

[] mimas debajo de la

[] maís.

[ ] plátanos. [ ] panapén. 5—Los españoles aprendieron a construir bohíos con

[]los indios. .

v

46

y.

tierra,

í ] las calles de Ponc'e. C ] los cauces de los ríos. 6—Los indios nos enseñaron a sembrar

[] mangós.

[] los esclavos negros.

C ] arroz.

[]los piratas.

C ]tabaco.


:■

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■ -7—Los españoles extraían oro de [ 3 Es'pafíci

t ] México y el Perú. []Ztt isla úe MarigalanU.

8—En la época ep que los espa

[ 3 barcos de vela. [] aeroplanos. [ 3 automóviles.

9—De los árboles que los espa ñoles trajeron a Puerto Rice crecieron los de [ ] mansana.

[] pera.

■»!

10—Cuando los españoles vinie ron a Puerto Rico, aquí había

[ 3 mucha' gente. [ ] nadie. [ 3 poca gente

[ 3 limón. 11—Parte de la gente que vino a vivir a Puerto Rico se dedicó a

[ ] dormir la siesta. [ 3 cultivar melocotones. [] criar ganado.

13—Hace 200 años el café era di

12—Doscientos años después dé descubrir a Puerto Rico, ya exis tia el pueblo de [ } San Germán. [ 3 Mayagüez [ 3 Ponce. 14—Antes de comenzarse a culti

fícil de conseguir porque sola

var el café en Puerto Rico, la gen

mente se daba en

te vivía principalmente en [ ] Morovis.

[ 3 Francia

[ ]Inglaterra

[ 3 las costas.

[ 3 Araóia.

[ 3 las montañas.

15—Después que los americanos

16—Hoy uía en Puerto Rico la

vinieron a Puerto Rico, el culti

producción del café es

vo más grande llegó a ser el

[ ] del cajé. [ 3 tíe la 'piña.

I "] de la caña.

[ 3 menor que antes.

[ 3 mayor que antes.

[ 3 igual que antes.

17^Hace 40 años,la población de

18 —Hace 300 años las vidas de

Puerto Rico era de alrededor de

las personas que viajaban entre España y Puerto Rico eran ame

[ ] mil personas. [ 3 tíTi millón de personas. [ 3 dos millones de personas.

nazadas por [ 3 explosiones. [ ] peces. I 3 piratas.

19—Puerto Rico tenia importan cia para España porque era [ 1 un país para turistas,

i 1 un refugio para los barcos.

t 3

centró universitario.

X,

ñoles vinieron a Puerto Rico se viajaba en

20—Los españoles trajeron es clavos a Fuerte Rico para trabaJar principalmente en

t 3 las industrias. [ 3 el café. [ 3 la caña.

41

X-


Este libro es el primero de otros como éste^ pero que trotarán sobre otros cuestiones f

que llegarán o ustedes con reguloridod. En estos libros ustedes encontrarán historias qué

pueden oyudorles o decidir lo que ustedes pue den hacer en codo uno de sus comunidades*

f

Las contestaciones a las preguntas que aparecen en las páginas 46 y 47 son los siguientes: 1—la tierra del altivo señor.

11—criar ganado.

2—^hamacas.

12—San Germán.

3—maíz.

13—Arabia.

4—los cauces de los ríos.

14—las costas. 15—de la caña.

5—los indios. 6—tabaco.

16—menor que antes.

7—México y el Peni. 8—barcos de vela.

17—un millón de personas. 18—piratas.

9—limón.

19—un refugio para los barcos.

10—poca gent®.

20—^la caña.

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