Lucha obrera

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LIBROS PARA EL PUEBLO N


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DEPARTAMENTO DE INSTRUCCiÓN PÚBLICA DIVISiÓN DE EDUCACiÓN DE LA COMUN I DAD -, SAN JUAN, PUERTO RICO .....

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Este libro contiene 10 siguiente:

rJl ---::.. EL TRABAJADOR EN DISTINTAS EPOCAS (A1·t{CU/O)

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LA

ESCLAVITUD

(A1·t·ícnlo)

LOS GREMIOS DE LA EDAD MEDIA (A1·tiCU/O) ....•.................. 6 , LA REVOLUCION INDUSTRIAL (Art·iculo)

10

EL FIN DEL MUNDO (Cuento de Ped1'o Juan Soto)

" .. 12

LAS MA'QUINAS y EL PROGRESO (A1·tíc'U/o)

20

LA "POBRE" VIEJECITA (Poema fe.qtivo d" Rafael Pombo)

22

COMIENZOS DEL MOVIMIENTO OBRERO (A1·tículo)

25

I

¿QUE ES EL SOCIALISMO? (A1·Uculo)

.,26

CARLOS MARX, FUNDA DOR DEL COMUNISMO (Artículo)

27

EL SOCIALISMO MODERADO

29

(ATtícn/o)

EL MOVIMIENTO OBRERO EN PUERTO

mco

(A1·tícnlo)

40

, EL JIBARO (F1'agmento dI' un poema de Vh'giI1:o Dúvila)

38

EL MOVIMIENTO OBRERO EN PUERTO RICO (A?·ticulo)

40

CAFÉ AMARGO (C-uento de Domingo Silas O?·tiz) . ..................•..... 48 OVA AL LIBRO (Fmgmentos de un poema de Pablo Neruda)

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58

¿QUÉ DEBEMOS EXIGIRNOS COMO OBREROS UNIONADOS? (A?·tículo) .60 CACHARROS (Poema ere Fe1'1uín Silva Valdés)

68

¿QUÉ ES

70

? (Defú7.'iciones)

C'~_~.. 1O. ro &i JAN 1973

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EL TRABAJADOR EN DISTINTAS ÉPOCAS La historia del movimiento obrero moderno es bastante reciente. Se inició con la industrialización de Inglaterra en el Siglo Dieciocho, hace alrededor de doscientos años. Sin embargo, los problemas del trabajo son casi tan antiguos como la historia de la humanidad. Cada época ha tenido su propia idea de la función del trabajador dentro de la sociedad. Esa idea ha ido variando desde la esclavitud primitiva hasta los derechos del obrerismo actual. Para darnos cuenta exacta de lo que hoy tenemos, es conveniente echar un vistazo al pasado. Examinando las fallas y los logros del pasado podremos saber mejor cómo conservar los derechos obreros que hoy tenemos. y nos daremos cuenta más claramente de qué otros derechos podemos obtener en el futuro. Porque el movimiento obrero es algo que no se estanca. Cambia y desarrolla sus métodos de acción siempre para mejorarse y perfeccionarse, para adaptarse mejor a cada época.

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LOS GREMIOS DE LA EDAD MEDIA GREMIOS DE MERCADERES

En la Europa de la Edad Media no existía ya la esclavitud. La sociedad se dividía en tres clases: nobles, sacerdotes y labriegos. Los nobles se ocupaban de la guerra, los sacerdotes de la Iglesia y los labriegos labraban la tierra. Aquella era una sociedad agrícola, unida políticamente por la monarquía, y espiritualmente por el catolicismo. Pero en el Siglo Diez empezó a prosperar una nueva actividad: el comercio. Los que se dedicaron al comercio se llamaron mercaderes. No eran nobles, ni sacerdotes, ni labriegos. Eran una nueva clase en aquella sociedad. Y para protegerse, se unieron. Así surgieron los gremios de mercaderes en Europa. Eran asociaciones para proteger y promover los intereses económicos de esa nueva clase. Los gremios de-mercaderes incluían en su matrícula a los artesanos. Los artesanos eran los que hacían, manualmente, loS productos o mercaderías que vendían los mercaderes. Los gremios dominaban los mercados, evitaban que los precios subieran demasiado, negociaban directamente evitando así los abusos de los intermediarios, y velaban por la calidad de la materia prima y del producto terminado. Los gremios protegieron las industrias nacionales poniendo trabas a la competencia de productos extranjeros. Estas asociaciones funcionaban, hasta cierto punto, sobre principios de cooperativismo. Y sus miembros disfrutaban de ayuda especial en caso de accidente o enfermedad. 6

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GREMIOS DE ARTESANOS

Como surgieron tantos oficios o artesanías, los artesanos se fueron convirtiendo en un grupo grande con intereses propios. y decidieron separarse de los mercaderes. Así fue cómo los artesanos fundaron sus propios gremios. Al agremiarse los artesanos, cada oficio o artesanía tomó mayor categoría e importancia. Dentro de cada oficio había tres niveles de artesanoS: el aprendiz, el oficial y el maestro. El maestro era el jefe del taller. El oficial era su ayudante. Este podía convertirse en maestro y montar luego su propio taller. El aprendiz o principiante podía ascender a oficial y luego a maestro cuando dominara su oficio. Estaba prohibido cambiar de un oficio a otro. De modo que cada oficio se convirtió en condición hereditaria. Los oficios pasaban, pues, de padres a hijos. El hijo del zapatero era también zapatero. El hijo del tejedor era también tejedor. Cada uno era especialista en su oficio y no conocía la técnica ni la práctica de otro oficio. De esa época es que viene la frase de "zapatero, a tus zapatos". Porque se suponía que el zapatero sólo tenía plenos conocimientos en una materia: la zapatería. Los gremios de artesanos fueron muy influyentes y poderosos. No sólo influían en el mercado y en los precios, sino que velaban estrictamente por la buena calidad de los productos. Los gremios no toleraban defectos ni chapucerías en la mano de obra. Los artesanos participaban en actividades religiosas, artísticas y culturales. Cada gremio tenía un santo patrón y en las celebraciones montaban obras de teatro de carácter moral O religioso. 8

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NO SE PRESTA .

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M uchos gremios construyeron Y donaron. a sus ciudades hospitales, iglesias, sistemas de alcantarillado, escuelas públicas y calles pavimentadas. Los gremios compraban los materiales de sus propios fondos y ponían la mano de obra para estos proyectos que beneficiaban a la comunidad. El egoísmo de algunos maestros artesanos que no permitían el progreso de aprendices y oficiales fue una de las causas de la decadencia de los gremios. Pero la causa principal de esa decadencia fue, sin duda, la nueva economía industrial que, bajo el capitalismo, empezaba a desar:rollarse en el Viejo Mundo. Ya para el Siglo Dieciséis, época de la colonización de América, los gremios de artesanos habían perdido su verdadera importancia en Europa. 9


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LA REVOLUCION INDUSTRIAL Llamamos "revolución" industrial al cambio que hubo en la sociedad cuando el trabajo manual empezó a sustituirse por el trabajo de las máquinas. "Revolución" en este caso quiere decir un gran cambio social y no un movimiento armado. Este cambio se debió, desde luego, a la invención de varias maquinarias capaces de realizar tareas que antes realizaban seres humanos o animales domésticos. Pasamos así a analizar la causa principal de la decadencia de aquella economía que había estado basada en la producción de los artesanos. El capitalismo Y la industrialización habrían de echar por tierra las artesanías. El movimiento llamado "revolución" industrial empezó en Inglaterra en el Siglo Dieciocho. Pero tomó mayor importancia en el siglo pasado, cuando la energía del vapor se utilizó en locomotoras y barcos. Por sus ricas minas de carbón, sus instituciones políticas, su posición geográfica y su mercado libre, Inglaterra era país ideal para darle impulso a la industrialización. La industrialización trajo a Inglaterra nuevas fuentes de riqueza. Pero trajo también desajustes sociales, miseria e injusticia. Por lo menos, en lo que la sociedad aprendió a asimilar el cambio. 10

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Las máquinas sacaron al artesano de su hogar o de su taller Íntimo y familiar. Lo llevaron a la fábrica, que servía de hogar a las máquinas. y lo cqnvirtieron, de especialista de un oficio que era, en especialista de sólo una parte pequeñísima de un complicado proceso de producción. Al principio, el cambio fue penoso para el artesano. Perdía su libertad de artesano y perdía la ventaja de regular el precio de producción. Ahora el patrono le imponía una labor y un salario. Su empleo o despido quedaba a discreción del patrono. Debido a la escasez de hombres en algunos sitios donde se instalaron fábricas, empezaron a utiEzarse mujeres y niños como obreros. A las mujeres y niños los patronos les pagaban salarios mucho más bajos que a los hombres. El1 otras zonas hubo hombres desempleados, desplazados por las máquinas. Las malas condiciones sanitarias de aquellas primeras fábricas y las largas y extenuantes jornadas de trabajo, afectaron la salud de los trabajadores industriales. No había tampoco garantías ni compensaciones. Muchos obreros morían en accidentes o quedaban inválidos. Y sus famibas caían en la miseria y el desamparo. Por otro lado, los salarios eran demasiado bajos en comparación con las grandes ganancias de los industriales. Este nuevo tipo de trabajador que surgía en la sociedad el obrero industrial se encontró sin protección adecuada y casi sin derechos que r.eclamar. Ante el desarrollo de la industrialización capitalista el obrero sólo tendría un camino abierto para defender sus derechos: unirse y reclamar mejoras para los de su clase. Ya veremos en otras partes de este libro cuánto le costó al obrero triunfar como clase productora con derechos propios en la nueva sociedad.

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EL FIN DEL MUNDO (cuento)

por Pedro Juan Soto Julio Trent llegó al granero demasiado temprano. Todavía no habían abierto sus puertas. Y Julio Trent, el hilandero inglés, sabía que no las abrirían hasta dentro de una hora o más, porque aún la semioscuridad del amanecer no se había disipado. Lo que sucedía era que Julio Trent no podía dormir. Las máquinas eran la causa de su desvelo. Las malditas máquinas que estaban en el granero. En la "fábrica", como le decían ahora a aquello. A aquel granero que antes no servía más que para alojar ganado. Todavía alojaba ganado, sí, pero de otra clase. Recuas de hombres aglomerados sobre las máquinas de hilar, pensaba Julio. Amontonados allí desde las primeras siete campanadas del día hasta las últimas seis. Hasta que no había más luz para seguir trabajando. Hasta que el cuerpo de cada hilandero había sido exprimido de todo su sudor. Julio Trent se ñangotó junto a la entrada y comenzó a llenar su pipa. Cualquiera diría que él estaba deseoso de comenzar a trabajar y por eso llegaba tan temprano. Pero si él estaba allí ahora, no era por el deseo de trabajar. Era porque alejado de las máquinas sentía miedo. No confiaba en esos inventos traídos hace poco al pueblo. Era como tener monstruos en el pueblo. Monstruos capaces de salir de noche a asesinar gente. La vida en esta Inglaterra del 1800, ya no era la misma de antes. La vida era un asco. Gracias a la fábrica. Gracias a las máquinas. Porque ya un hilandero inglés, como él, no podía ganarse . la vida honradamente. Ya el hilandero no hilaba. Eso lo hacía ahora una máquina. El hilandero se había convertido en un esclavo de la máquina, forcejeando con tornillos y rodillos Y martillos. Con las manos ocupadas en otras cosas que no eran el hilar de antes. Cuando volvía a su casa, se sentía más cansado 12

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que antes de la labor y menos orgulloso. La mujer y los hijos lo incomodaban. Vivía con un odio acérrimo dentro de él. Por las máquinas. Por el mundo que se trastornaba. Por la gente que io dejaba trastornar. Julio raspó el fósforo en la pared del granero y encendió su pipa. No, la vida ya no era la misma. El hilandero ya no tenía su taller en su propio hogar. Ahora había fábricas como este granero. Verdaderas pocilgas. Y el hilandero no era ya su propio amo. Estaba a las órdenes de un patrono. A las órdenes de un hombre que no sabía lo que era hilar. Que no hacía más que dar órdenes y cuidar de las máquinas. Un vago. Un ser inútil. Y el hilandero tenía que seguir trabajando en aquello que ya no era oficio, porque necesitaba comer. Necesitaba vestir y alimentar a los suyos. Aunque para hacer eso tuviera diariamente que romperse la cabeza con aquellas máquinas que no entendía. Oyendo los pasos que se acercaban, entornó los ojos para distinguir quién era. Ah. Carlos Smith. Otro hilandero que muy pronto no tendría oficio. -Buenos días -dijo Julio.

Carlos Smith alzó la cabeza. --Buenos días -dijo. Se paró frente a Julio, con las manos en los bolsillos, miró la fachada del granero y añadió-: ¿Tampoco puedes dormir? Julio hizo un ademán de fastidio. 13


-¿Quién diablos va a dormir, si el mundo se está acabando? Carlos se sentó en la tierra, junto a él, diciendo: -Yo tampoco pude cerrar los ojos, pensando en los inventos que siguen apareciendo. Según dice el periódico, las máquinas han venido al mundo para quedarse. -Sí -dijo Julio-, dentro de poco inventarán algo que hable y camine y piense como nosotros. Algo así como una máquina Carlos Smith o Julio Trent. De manera que cuando nos muramos, ellas ocuparán nuestro lugar y nadie notará la diferencia. Ya la semioscuridad del amanecer se convertía en una claridad plomiza. La claridad de un nuevo día en el cual seguramente no brillaría el sol. De las casas cercanas llegaban voces y ruidos de gente preparando su desayuno. -Yo creo que lo mejor es resignarnos a la realidad -dijo Carlos-o Lo mejor es aprender a usar esas máquinas. Es decir, no odiarlas. Dice el periódico que las máquinas son señal de nuestro progreso. Que ellas están aquí para ayudarnos. Eso me puso a pensar. Para que veas, el desvelo de anoche fue distinto a los otros. Dejé de tenerme pena a mí mismo. -No me digas que te han convencido con una sarta de mentiras -dijo Julio, asombrado-o Lo que hacen las máquinas, y tú bien lo sabes, es podrir nuestro oficio. Rendir un producto defectuoso. -Bueno, es verdad que el producto está saliendo defectuoso -dijo Carlos-o Pero con el tiempo lo harán mejor. Dice el periódico que hay hiladoras nuevas. -¡Deja de repetirme lo que dice el periódico! -dijo Julio-. El periódico no sabe lo que dice. Los periodistas no son los que están manejando estas hiladoras. Somos nosotros. -Eso también tiene que ver con lo malo del producto -dijo Carlos-o Por lo mismo que somos nosotros, los viejos hilanderos, los que estamos manejando las máquinas, no estamos trabajando a gusto. Estamos resentidos porque las máquinas están haciendo ahora gran parte de nuestra labor. Nuestro deber es entender cómo trabajan las máquinas ... 14


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-¡Yo no quiero entender cómo es que trabajan! -gritó Julio-. Ninguna de ellas puede rendir la labor que yo rindo. Aunque me tome más tiempo, yo hago el trabajo perfecto. Con cuidado. Cuando lo termino, me siento orgulloso. -Pero Julio, es que hay que adaptarse al progreso. -¿Progreso? ¡Ja! Ya el hilandero no hila y tú lo llamas progreso. -El hilandero sigue hilando -dijo Carlos-o Lo único que ha cambiado es el método. Y no puedes negar que el producto se vende más barato que antes, cuando nosotros lo hacíamos a mano.

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-¿Cómo no se va a vender más barato, s¡" sale tan malo? -dijo Julio, manoteando a diestra y siniestra, ensoberbecido-o Un día de éstos la gente se va a quedar en cueros en medio de la calle. Esa ropa hecha con máquinas se le va a deshilar encima. Sacudió la pipa y la guardó. El tema lo desesperaba. Hasta Carlos Smith se estaba dejando engañar por los periódicos y las habladurías de otra gente. N o había duda que el mundo se estaba acabando. -Yo no veo las cosas tan negras como tú -dijo Carlos después de un corto silencio-o Hay que adaptarse. Acuérdate que estamos ya viejos para aprender otro oficio. -¿Qué otro oficio? -dijo Julio-. Si ya donde quiera que uno mete las narices, hay máquinas. Máquinas para hilar, para tejer ... Para hacer todo lo que el hombre antes hacía a mano y con mucho sudor y orgullo. Las máquinas se están convirtiendo en los nuevos amos del mundo. Y este apogeo de máquinas va a acabar con el país y con el planeta entero. Para 1805, dentro de cinco años más, no quedará un ser humano sobre la Tierra. No habrá más que máquinas caminando por esas calles y viviendo en nuestras casas y aprovechándose de todo lo que nosotros tardamos años y años en lograr. Carlos no hacía caso al sermón. Ya le había oído decir lo mismo día tras día y semana tras semana, desde que habían comenzado a trabajar juntos en la fábrica. Quizás un mes de 15


trabajo con máquinas no había sido suficiente para convencer a Julio de lo inútil de su odio y de su ira contra las hiladoras. El mismo había pensado como Julio hasta anoche. Pero se había dado cuenta, a tiempo, de que no podía seguir viviendo con el veneno del resentimiento por dentro. -Allá viene el patrón -dijo Julio-. Ojala se caiga en medio del camino y le pase una carreta por encima. -No es mal hombre -dijo Carlos. -Es un traidor de la humanidad -dijo Julio a regañadientes-o Si no fuera por él, no habría máquinas en este pueblo. -Buenos días -dijo el hombre delgado, color de maíz, que se acercaba con unas llaves en la mano. -Buenos días -dijo Carlos. Julio no saludó. Miró a lo lejos. Forcejeando con el candado del granero, el patrón dijo: -Parece que hoy va a ser otro día nublado. -El sol no brillará aquÍ por mucho tiempo -dijo Julio, sm mirarle-o Mientras los oficios sigan desvalorizándose, no brillará el sol. El patrón soltó una carcajada y abrió las puertas de par en par. -Aunque usted no lo crea, Julio, este raquítico pueblo de Nottingham será pronto una gran ciudad. -De máquinas -dijo Julio. 16


-De máquinas también -sonrió el patrón-o Y aunque usted diga lo contrario, esta es una época gloriosa no sólo para este pueblo, sino para toda Inglaterra. Julio hizo un ruidito burlón con la boca :sr se levantó. -Las máquinas van a destruir el mundo, acuérdese bien. -No lo creo-dijo el patrón. - N o lo cree por la parte que le toca. Por eso tiene que defenderlas -dijo Julio. El patrón no contestó. Le dijo a Carlos:

-¿Me puede ayudar a abrir las ventanas? y cuando Carlos se levantó para seguirle, entró al granero. Julio permaneció recostado contra la puerta, mirando las máquinas que se alineaban a ambos lados del local. Cuando los otros dos hombres abrieron las ventanas, pudo ver las máquinas en detalles. No eran más que bastidores que, con ayuda de rodillos y martillos pequeños, hilaban a vapor. Pero Julio odiaba la peste a vapor. y el ruido de los martillos sobre los rodillos. Y aquella apariencia frágil que tenían. Una apariencia inocente. Si se descuidaba, un día de éstos podía fácilmente perder un dedo entre los rodillos. O podía recibir un machucón de los martillos. Porque la máquina, pensaba él, era enemiga del hombre. Y no vacilaría en hacerle daño cada vez que pudiera. A él no lo engañaban éstas. Parecían dormir, pero debían de estar muy despiertas. Esperando por él. Odiándolo como él las odiaba. Acechándolo. Una noche de éstas saldrían a buscarlo. Acabarían con él y con toda su familia. Luego acabarían con la humanidad entera. Miró el hacha que colgaba de la pared del granero. Miró de nuevo, rápidamente, las máquinas. No quería que ellas se enteraran de lo que él pensaba. Había distinguido un brillo repentino en una de las armazones. Quizás un ojo abierto hacia él. Corrió hacia donde colgaba el hacha. La descolgó saltando a un lado, por miedo de qué las máquinas comenzaran a gruñir. Tiró un hachazo al azar, hendiendo una de ellas. Luego corrió de un lado a otro, hendiendo, abGllando las armazones. Sin acercarse mucho. Viendo volar rodillos y planchas de metal. Huyendo 17


para que no le cayeran encima. Asestando golpes a diestra y siniestra antes de que los martillos le golpearan. Carlos y el patrรณn gritaban:

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- ¡Julio, no! Pero él no hacía caso. Seguía batiéndose con las máquinas. Resignado a perder la vida en aquella lucha. Alguna lo atraparía. Mientras tanto, Carlos y el patrón pedían socorro en la calle. Cuando acudieron los vecinos, ya Julio estaba agotado y fue fácil dominarle. Había destruído todas las máquinas y ninguna de ellas lo había herido. Las piezas yacían diseminadas a uno y otro lado del granero. Vino el alguacil y el patrón entabló denuncia contra Julio, que se dejó empujar hacia la salida. Los vecinos se arremolinaban en la puerta. Cuchicheaban. Lo veían ahora como un enemigo. El había destruido su fuente, buena o mala, de trabajo. Pasando por entre los escombros de las máquinas, Julio comprendió que no había ganado esta batalla. No había salvado a la humanidad. Estas máquinas serían sustituídas por otras. Dentro de una semana habría máquinas nuevas en esta fábrica. y los inventores seguirían inventando más. - Esto es cosa de locos -dijo el alguacil, estudiando el desastre-o ¿Está seguro que usted no bebió demás anoche? Julio no contestó. La batalla la habían ganado las máquinas. Va a tener que vivir en la cárcel unos cuantos años -dijo el alguacil. Julio sacudió la cabeza. -No importa -dijo-o Dentro de poco se acaba el mundo. Ya nadie nos salva de las máquinas.

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Cada nuevo invento, cada descubrimiento, trae progreso a la humanidad. Pero, de primera intención, un descubrimiento o invento puede traer un cambio tan radical y tremendo que la sociedad no está en condiciones de asimilarlo. La sociedad no está en condiciones de utilizar ese invento o ese descubrimiento sabiamente. Pensemos en la energía nuclear o atómica. ¡Qué de progreso no traerá ese descubrimiento en el futuro! Ya mismo se está tratando de ponerlo al buen servicio de la humanidad. Pero de primera intención, a la sociedad de nuestro tiempo sólo se le ocurrió, estúpidamente, usar el descubrimiento de la energía nuclear para fabricar bombas de destrucción y muerte. Nuestros nietos y los hijos de nuestros nietos pensarán que nosotros, los adultos de hoy, vivíamos en una sociedad poco menos que salvaje. Nuestros descendientes, gozando ya de todas las ventajas de utilizar la energía nuclear para la paz y el progreso, no podrán entender cómo a alguien en nuestra época se le podía ocurrir la salvaje acción de lanzar una bomba atómica en medio de una ciudad habitada. Casi eso mismo pensamos nosotros de los que en el siglo pasado no supieron utilizar sabiamente las máquinas que servían para la industrialización. Hoy no podemos concebir cómo aquellos industriales de la época de nuestros abuelos, utilizaron el invento de las máquinas industriales para hacerse inmensamente ricos a costa de la explotación denigrante de los obreros. 20


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Aquel egoísmo desmedido de los primeros industriales, aquel individualismo que parecía decir: "no me importa que se revienten los demás con tal de yo hacerme rico", aquel sistema capitalista tan cerrado y asfixiante que dio lugar a la industrialización, había de traer una enérgica reacción en cqntra. Tanto de parte de los obreros como de parte de pensadores y filósofos, empezaron a surgir movimientos para atacar un sistema que tan mal uso estaba haciendo de las máquinas recién inventadas.

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LA "POBRE" VIEJECITA (poema festivo)

Erase una viejecita sin nadita que comer sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez. Bebía caldo, chocolate, leche, vino, té y café, y la pobre no encontraba qué comer ni qué beber. y esta vieja no tenía ni un ranchito en qué vivir, fuera de una casa grande con su huerta y su jardín. Nadie, nadie la cuidaba sino Andrés y Juan y Gil y ocho criados y dos pajes de librea y corbatín. Nunca tuvo en qué sentarse sino sillas y sofás con banquitos y cojines y resorte al espaldar. Ni otra cama que una grande más dorada que un altar, un colchón de blanda pluma, mucha seda y mucho holán. y esta pobre viejecita cada año, hasta su fin, tuvo un año más de vieja y uno mEmos que vivir.

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• y al mirarse en el espejo la espantaba siempre allí otra vieja de antiparras, papalina y peluquín. y esta pobre viejecita no tenía qué vestir sino trajes de mil cortes y de telas mil y mil. y a no ser por sus zapatos, chanclas, botas y escarpín, descalcita por el suelo anduviera la infeliz. Apetito nunca tuvo acabando de comer, ni gozó salud completa cuando no se hallaba bien. Se murió de mal de arrugas ya encorvada como un 3, y jamás volvió a quejarse ni de hambre ni de sed. y esta pobre viejecita al morir no dejó más que onzas, joyas, tierras, casa, ocho gatos y un turpial. Duerma en paz, y Dios pe:crnita que logremos disfrutar las "pobrezas" de esa pobre y morir del mismo mal.

Rafael Pamba (colombiano)

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. COMIENZOS DEL MOVIMIENTO OBRERO

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Por lo que leímos en el artículo sobre la "revolución" industrial, nos parecería lógico que el obrerismo organizado surgiera en Inglaterra. Y así fue. El obrero industrial inglés sufrió más intensamente los cambios traídos por la industria mecanizada y el capitalismo. Por eso fue el primero en organizarse para la defensa de sus derechos. Las primeras organizaciones obreras fueron clandestinas. Es decir, eran asociaciones secretas. Esto se debió a que las leyes de esa época no autorizaban la creación de organizaciones obreras. Todo miembro de un comité obrero era considerado "instigador peligroso" y era perseguido por las autoridades. Los obreros no podían, en estas condiciones, obtener mejoras por medios pacíficos. y apelaron a la violencia. Hubo motines sangrientos y muchos murieron en los choques con la policía. Pero con el tiempo las autoridades inglesas reconocieron el derecho de los obreros a organizarse para velar por su bienestar y sus derechos. Y surgieron los sindicatos. Esto ocurrió en 1824 cuando, bajo el liderato del sastre Francis Place, se logró que fuesen derogadas en Inglaterra las leyes que prohibían las sociedades obreras. El sastre Place, junto a Joseph Hume (miembro del Parlamento y líder del Partido Radical), obtuvo en 1825 que se reconociera el derecho de los obreros a obtener salarios más altos y mejores condiciones de vida. Mientras el obrero estaba bregando con su situación para obtener mejoras reales en su trabajo, varios pensadores y filósofos se dedicaban a exponer teorías para una nueva organización de la sociedad. Una de esas teorías fue la del socialismo. 25


, ¿QUE ES EL SOCIALISMO? El socialismo se originó en Francia. Fueron filósofos y pensadores franceses de los siglos Dieciocho y Diecinueve los que moldearon la doctrina socialista. El socialismo surgió como reacción en contra del capitalismo individualista que con tan poca sensatez había manejado el fenómeno social de la industrialización. La doctrina socialista fue, pues, una crítica rigurosa al sistema imperante en la sociedad del siglo pasado. Como muchas doctrinas que intentan combatir los males de un sistema, el socialismo se fue a veces a los extremos tratando de destruir tanto lo negativo como lo positivo y válido de la sociedad existente. Como el individualismo exagerado de los capitalistas había traído tan malos resultados, el socialismo se opuso al individualismo. Es decir, negó el derecho absoluto del individuo y proclamó el derecho de la masa, del grupo, de la colectividad. El socialismo se opuso, por lo tanto también, al capitalismo. Es decir, se opuso a la propiedad privada, a la libre empresa. Se opuso a que individuos o grupos pequeños de individuos poseyeran y explotaran los medios de producción. El socialismo abogó entonces por una sociedad cuya base económica fuese la propiedad en común de los medios de producción. Ello habría de lograrse haciendo que el Estado (el Gobierno) fuese el único dueño de la propiedad y el único administrador de la producción. Esto es, en términos generales, la teoría del socialismo. Pero en la práctica, hay varias clases de socialismo. Hay distintas variaciones de esta doctrina: desde el socialismo cristiano (Catolicismo Social, tal como se conoce en Francia) hasta el comunismo ateo (tal como se conoce en Rusia). 26


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CARLOS MARX, FUNDADOR DEL COMUNISMO • •

Lo que hoy llamamos comUnIsmo está basado en teorías expuestas originalmente por Carlos Marx. A menudo oímos llamar marxismo a esas teorías. El nombre, desde luego, VIene del apellido de Marx. 27


Carlos Marx fue un economista alemán que nació en Treves en el 1818. Estudió Leyes y Filosofía en las universidades de Bonn y de Berlín. Se estableció en la ciudad de Bonn como profesor privado, en 1841. Luego emigró a Francia, Bélgica e Inglaterra. En la capital inglesa escribió, con el filósofo Engels, en 1847, el Manifiesto Comunista, el cual contenía las bases de su doctrina. Su obra más importante es el libro El capital. Carlos Marx murió en Londres en 1884. La doctrina comunista o marxista es la expresión más extrema y exagerada del socialismo. Surgió como una crítica radical al individualismo y al capitalismo según estos se reflejaron en los males sociales que trajo la Revolución Industrial inglesa, males que Marx pudo observar muy de cerca. Muchos de los problemas económicos y sociales que el marxismo quiso solucionar drásticamente en el siglo pasado, se han ido solucionando en países democráticos sin necesidad de llegar a implantar doctrinas radicales. Un socialismo moderado ha venido a encajar sin violencia en los sistemas democráticos. Con ello se ha demostrado que el socialismo bien entendido puede adaptarse a una sociedad que cree en Dios y en la libertad del individuo. La justicia económica y la reforma social han seguido su progreso en las democracias sin que se hayan tenido que utilizar las fórmulas extremas propuestas por Carlos Marx. Sin embargo, Marx fue un gran teórico de la economía y los logros de esta ciencia en la actualidad no podrían concebirse si no se tomasen en consideración las doctrinas marxistas. La obra del economista alemán Carlos Marx, junto a la del naturalista inglés Carlos Darwin y a la del sicólogo austriaco Sigmund Freud, es una de quizás las tres más grandes contribuciones del siglo pasado al pensamiento de nuestro Siglo Veinte.

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EL SOCIALISMO MODERADO

Como dijimos antes, algunos principios socialistas, en forma más moderada, se han ido incorporando a las leyes de casi todos los países capitalistas y democráticos del mundo actual. En Inglaterra hay dos partidos de tendencias socialistas: el Laborista y el Liberal. Y aun el partido Conservador inglés tiene en su plataforma medidas socialistas. En Francia existe un movimiento católico de reforma social con principios socialistas. En Suiza, Noruega, Suecia y Dinamarca, que son los países socialmente más adelantados y progresistas de la Europa actual, hay muchas leyes y medidas genuinamente socialistas. Y en la república de Uruguay, donde existe la democracia de mayor adelanto político en América, también se han adoptado sabias medidas socialistas en su gobierno. En Estados Unidos, durante la época de Franklin D. Roosevelt, se introdujeron en el gobierno medidas socialistas, algunas de las cuales aún están en vigor. y en Puerto Rico, las empresas de servicio público (Autoridad de Fuentes Fluviales, Autoridad de Hogares, Autoridad de Transporte, y otras) son organismos creados con una filosofía de socialismo modetado. El socialismo, pues, descontando sus exageraciones, ha sido útil a la reforma del mundo democrático actual. Las teorías socialistas bien entendidas han ayudado a lograr, pacíficamente, la reforma social. Y han dado nuevo impulso al movimiento obrero en los países democráticos.

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EL MOVIMIENTO OBRERO EN ESTADOS UNIDOS DESARROLLO DE LAS UNIONES AMERICANAS

Las teorías sociales y los acontecimientos obreros de Europa habrían de reflejarse también en Estados Unidos. Ya desde fines del Siglo Dieciocho existían en Estados Unidos grupos de artesanos organizados para defender sus derechos. N o eran uniones en el sentido moderno, pero llenaban las necesidades de su época. Los carpinteros y los zapateros de Filadelfia, los impresores de Nueva York y los sastres de Baltimore, tuvieron organizaciones de este tipo. Luchaban por mejores salarios, por horarios más convenientes y justos. Y usaron en su lucha la huelga y el boicot. En el Siglo Diecinueve estas organizaciones obreras se extendieron tanto en Estados Unidos que los patronos y el gobierno empezaron a alarmarse. El gobierno americano creyó que este movimiento amenazaba la expansión industrial de la nación. Y calificó el movimiento obrero organizado de "conspiración criminal" . Es decir, lo declaró movimiento ilegal. Afortunadamente, en el 1842, el Tribunal Supremo del estado de Massachussets declaró que los sindicatos obreros eran organismos legales. 30


En el 1866 se organizó la Unión Nacional del Trabajo (National Labor Union) que agrupó en una asociación todos los organismos locales y nacionales. La Unión Nacional del Trabajo luchó porque se implantara una jornada de sólo ocho horas de trabajo. Esto se logró, en teoría, en el 1868, pero no se puso en efecto hasta el 1892, veinticuatro años después. La lucha por las ocho horas de trabajo fue la causa de un hecho desgraciado: el sangriento motín obrero de Chicago en el 1886. Los obreros, desesperados por no poder conseguir legalmente la jornada de ocho horas, y enardecidos por los métodos violentos de la Policía que no permitía protestas públicas, recurrieron a la violencia. Una bomba mató a siete policías e hirió a sesentiséis ciudadanos. La Policía hirió y apresó a varios obreros. Aquel motín de Chicago es un recuerdo trágico en la lucha obrera americana por la jornada de ocho horas de trabajo. Otros hechos de sangre y violencia pueden encontrarse en la historia del obrerismo norteamericano. Pero antes del Motín de Chicago se había organizado la 31


Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (que en inglés se llamó Noble Order of the Knights of Labor). Al principio era una unión de sastres. Pero luego incluyó a otros tipos de artesanos y obreros: zapateros, carpinteros, mineros y trabajadores del ferrocarril. Esta unión se dividió porque a la larga se compuso de obreros diestros y no-diestros. Los obreros diestros decían que tenían problemas e intereses distintos a los de los obreros no-diestros. Por eso se separaron, y fundaron una unión aparte que luego, en el 1886, se convirtió en la Federación Americana del Trabajo (American Federation of Labor). La Federación Americana del Trabajo, como su nombre indica, era una federación de uniones. Era, en otras palabras, una gran asociación de uniones locales y nacionales. Cada obrero pertenecía a una unión, y cada unión estaba afiliada o asociada a la Federación. La Federación Americana del Trabajo tuvo por norma no mezclarse en política partidista. En 1935 la Federación Americana del Trabajo creó un Comité de Organización Industrial para atraer a muchos obreros industriales que aún, en pleno Siglo Veinte, no estaban organizados. Este Comité de Organización Industrial se hizo tan poderoso que se puso en conflicto con la Federación. Y en 1938 se separó de la Federación y formó al Congreso de Organizaciones Industriales (erO). El CIO, en vez de dividir obreros por categorías E:n diversas uniones, formó una sola unión. Esta organización opinaba que los obreros sindicalizados deben participar en la política ya que así pueden influir en las leyes que se pasan, mejorando sus condiciones económicas y sociales. El Congreso de Organizaciones Industriales o CIO deseaba, además, establecer y mantener contacto con el movimiento obrero internacional. Recientemente el obrerismo de Estados Unidos se ha fundido en una sola organización que incluye a la antigua Federación Americana del Trabajo y al Congreso de Organizaciones IndusLriales (CIO). Existe, además, la Hermandad de Ferrocarriles 32

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y la Unión de Mineros. Pero queda un porciento alto de obreros norteamericanos que aún no está~ unionados. LA LUCHA OBRERA AMERICANA

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Ya hemos visto que en sus comienzos el movimiento obrero organizado de Estados Unidos no tuvo el apoyo del gobierno. Durante una época del siglo pasado, la organización obrera se consideró "conspiración criminal", es decir, se consideró actividad ilegal. A fines del Siglo Diecinueve, la lucha por la jornada de ocho horas fue larga y penosa: duró más de veinticuatro años, y causó el sangriento motín de Chicago. Aún en este siglo, después de la Primera Guerra Mundial, que terminó en el 1918, hubo en Estados Unidos una intensa campaña anti-sindical. Los patronos, para debilitar el movimiento obrero, crearon uniones patronales, manejadas y administradas por las empresas. Otro modo de crear desunión entre los obreros fue fomentando preJUICIOS y odio contra los obreros inmigrantes. Había entonces, como los hay hoy, muchos obreros americanos que habían nacido en el extranjero o que eran hijos de extranjeros. Los patronos metieron cizaña en el movimiento obrero diciéndole a los trabajadores americanos que sus compañeros inmigrantes

eran "antiamericanos". Así fue cómo lograron destruir una gran huelga en la industria del acero. 33


El gobierno había ido _poco a poco aprobando leyes que favorecían al obrero. Pero fue cuando el presidente Franklin D. Roosevelt subió al poder que verdaderamente empezó el gobierno a apoyar el movimiento obrero organizado. Mediante la Ley Wagner, el gobierno de Estados Unidos creó, en 1935, la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo. En este organismo oficial tuvo al fin el movimiento obrero un juez justo en sus conflictos con los patronos. Sin embargo, más tarde, el funcionamiento de la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo se vio afectado por una nueva ley. La Ley Taft-Hartley. Esta ley limitó algunos de los derechos de que gozaban los obreros, como por ejemplo, el taller cerrado y el piquete irrompible. Limitó, además, la actuación beneficiosa de la Junta de Relaciones del Trabajo. El movimiento obrero norteamericano lucha actualmente por lograr que el Congreso derogue o enmiende la Ley Taft-Hartley. Esta lucha es también parte de la lucha del obrerismo puertorriqueño. ¿Por qué? Porque la ley federal Taft-Hartley se aplica a Puerto Rico en ciertas industrias. A pesar de las limitaciones y los obstáculos, hay ya una realidad innegable. En cuestión de salarios y de condiciones de trabajo, el obrero industrial norteamericano ha conseguido progresos notables. No ha sido así, sin embargo, en lo que concierne al obrero agrícola. En muchos estados el obrero agrícola nortea34

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mencano tiene tan poca protección como SI VIVIera en el siglo pasado. Pero aun dentro de los logros del obrero industrial hay otra verdad innegable. El obrerismo norteamericano ha tenido graves problemas dentro de sus propias organizaciones. Y uno de esos problemas ha sido el liderato. Aunque ha habido algunos líderes honrados, que han luchado de buena fe por los obreros, ha habido también muchos líderes sin escrúpulos que se han convertido en dictadores de uniones y que han explotado a los trabajadores. Algunos de estos líderes se han hecho millonarios imponiendo a los obreros cuotas ilegales. Otros han introducido en el obrerismo métodos de "gang-

sters" y procedimientos sucios y violentos. Otros se han vendido a los patronos y a las grandes empresas. 36


El obrerismo norteamericano tiene, pues, que limpiar de sus organizaciones esas manchas que tanto perjudican al movimiento obrero y que lo retrasan en su lógico desarrollo. El obrerismo en Estados Unidos, como en todas partes, tiene que estar alerta en la selección de sus líderes y debe velar porque se respeten en sus organizaciones los procedimientos democráticos.

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EL JIBARO (Fragmento) Si entre las hojas de esmeralda de la riquísima guirnalda en que el cafeto enreda al monte desde su base hasta su fin, lucen cual pálidas estrellas las olorosas flores bellas que son más tarde granos verdes y luego granos de carmín; si por diciembre cubre el llano el terciopelo soberano con que en Borinquen da prestigio el ondulante tabacal; si espigas dan los arrozales, y dan mazorcas los maizales, y brinda glóbulos de fuego el rumoroso naranjal; si de la caña los flautines llevan a todos los confines el nombre augusto de la patria como el de un nuevo Potosí, esta magnífica riqueza, esta aureola de grandeza con que se nombra mi terruño, ¿a quién la debe, sino a mí?

Virgilio Dávila (puertorriqueño) 38


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EL MOVIMIENTO OBRERO EN PUERTO RICO ASOCIACIONES OBRERAS Del SIGLO PASADO

Durante el siglo pasado no existió en Puerto Rico un movimiento obrero organizado, tal como lo conocemos hoy. Al igual que en otros países, en Puerto Rico se consideraban ilegales las uniones obreras. Sin embargo, para fines de ese mismo siglo funcionaban ya en la Isla tres tipos de asociaciones obreras autorizadas por el gobierno español. No eran, desde luego, uniones o sindicatos. Pero de esas asociaciones surgieron las ideas e inquietudes que dieron impulso más tarde a la organización obrera. Los tres tipos de asociaciones de obreros puertorriqueños durante el siglo pasado fueron: los casinos de artesanos, las cofradías o hermandades y las asociaciones de beneficiencia o socorro mutuo. Los casinos de artesanos se dedicaban a realizar labor cultural y de recreación. Su principal actividad eran veladas artísticas en las cuales se presentaban obras cortas de teatro, se recitaban poemas, se daban conferencias o se tocaba música. Otra actividad frecuente de los casinos de artesanos eran los bailes. Las cofradías o hermandades eran asociaciones obreras de carácter religioso. Se dedicaban a organizar actividades para celebrar fiestas religiosas como, por ejemplo, las fiestas patronales del pueblo o las fiestas del patrón de cada hermandad. Las actividades consistían en procesiones, retretas o grandes verbenas al aire libre. Las asociaciones de beneficiencia o socorro mutuo tenían un fin lógico: mantener un fondo común para prestar auxilio monetario a los socios y a sus familiares en casos de accidentes, enfermedad o muerte. Era natural que en las reuniones y actividades de estos casinos, hermandades y asociaciones de socorro mutuo, los obre40


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• ros discutieran calladame~1te lus problemas de su clase. Y opinaran sobre la situación política del país. ORIGEN DEL DESARROLLO DE UNIONES PUERTORRIQUEÑAS

En el 1896 se comentaba con gran interés entre los obreros boricuas la revolución cubana. Creían que lo que ocurriera en Cuba podría cambiar también la situación política y obrera de Puerto Rico. Precisamente en esos días llegó a nuestro país un español que había sido expulsado de Cuba por las autoridades españolas. Este español, de nombre Santiago Iglesias Pantín, tenía ideas socialistas radicales. Habiendo revolución en la isla vecina, el gobernador de Cuba juzgó a Santiago Iglesias un hombre demasiado peligroso para el gobierno español de aquel país. Por eso lo desterró de su territorio. El recién llegado empezó a asistir en Puerto Rico a tertulias y reuniones de obreros puertorriqueños. Oyó los planes que aquí tenían varios grupos de fundar gremios y de publicar un 41


periódico obrero. Santiago Iglesias se metió de lleno en los planes ayudando con su experiencia de agitador y con sus conocimientos de las teorías socialistas. Se acordó entonces organizar la Federación riel Trabajo y crear un Partido Socialista Puertorriqueño. Y ya en el 1897 empezaron a circular por la isla varios periódicos obreros. Estos periódicos, socialistas y anarquistas, estaban escritos en un lenguaje violento y revolucionario. El más importante de ellos fue el semanario Ensayo Obrero. Las autoridades se alarmaron y ordenaron la confiscación de los periódicos y la persecución de algunos líderes obreros. Santiago Iglesias fue encarcelado. En 1898 finalizó la guerra entre Estados Unidos y España. Los norteamericanos habían invadido a Puerto Rico por Guánica

y al venir la paz nuestro país pasó él ser posesión de Estados Unidos bajo un gobierno militar. Habiendo el gobierno reconocido el r1eredlO ;1 las ulliolles, Santiago Iglesias fue puesto en libertad. Y ese mismo ml0 bu ho una huelga de tipógrafos en San Juan. Las huelgas y manifest.aciones fueron luego tan frecuentes y enérgicas que el gohierno norteamericano en la isla prestó atención a las demandas obreras. 42


Con ello se logró, al año siguiente (2 de mayo de 1899) que se implantara aquí la jornada de ocho horas. En el 1901 la Federación Americana del Trabajo acoglOcomo afiliada a la Federación Libre de Trabajadores de Puerto Rico, fundada por Santiago Iglesias. Santiago Iglesias fue nombrado organizador general para nuestra isla y para Cuba. En lo que va de este siglo ha habido motines y algunas huelgas sangrientas en el movimiento obrero puertorriqueño. Pero en términos generales el desarrollo del obrerismo en nuestra isla no ha costado vida1'! ni tanta sangre como en otros países. Uno de los primeros triunfos de la Federación Libre, bajo el liderato de Santiago Iglesias, fue lograr que se restituyera el lector en la industria tabacalera. El lector era un obrero que leía en voz al ta mientras los demás obreros trabajaban en la fábrica de tabaco. Es decir, leía para beneficio de los demás obreros durante la jornada de trabajo. Este obrero lector llenaba dos fines: combatía el tedio y el aburrimiento durante la faena diaria. Y brindaba orientación y educación mediante la lectura de libros y periódicos. En una época en que muy pocos de los obreros sabían leer y escribir, el lector de la fábrica llenaba una función de suma importancia en el obrerismo insular. Sin duda la aportación más importante de Santiago Iglesias Pantín al obrerismo puertorriqueño fue precisamente ese afán suyo de orientar y educar a la masa obrera. Como buen conoce43


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dar de las tácticas del socialismo él sabía que una masa obrera sin instrucción, sin orientación, sin conciencia de sus derechos y deberes, no podía luchar victoriosamente contra las fuerzas de la opresión y la explotación. Junto a su tarea de organizador estaba su misión de orientador, de educador. Utilizó para ello la tribuna, el periódico, la hoja suelta, el obrero lector de la fábrica, sus entrevistas personales con individuos O con grupos. Un discípulo suyo habría de utilizar sus mismas tácticas al emprender otra campaña de orientación política muchos años después. Ese discípulo de Santiago Iglesias fue Luis M uñoz Marín. En el 1917 surgió otra federación obrera, rival de la de Santiago Iglesias. Se llamó la Federación Puertorriqueña del Traba_ jo. Pero no duró mucho. En 1940 surge la Confederación General de Trabajadores de Puerto Rico (CGT). Su Sindicato de los Trabajadores del Azúcar organizó por vez primera a obreros agrícolas en nuestro país. En 1945 esta nueva organización se divide en dos: la CGT y la CGT Auténtica. La primera tiene como norma no hacer política en relación al status. La segunda favorece la independen_ cia para Puerto Rico. Existe además otra organización obrera: la Unión General de Trabajadores o UGT, fundada en el 1947.

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LA POLlTICA PUERTORRIQUEÑA y EL MOVIMIENtO OBRERO

En el 1924 el Partido Socialista, presidido por Santiago Iglesias, se alió a otro grupo que venía del Partido Republicano Puertorriqueño, partido de tendencias antisocialistas. Esta alianza se conocería luego con el nombre de Coalición. Ya antes el Partido Unionista, secundando la labor legislativa del patriota José de Diego, había aprobado leyes obreras de gran importancia socio económica. Antes del 1940 el Partido Socialista se dividió en dos: el Partido Laborista, presidido por Prudencia Rivera Martínez, y el Partido Socialista, dirigido por Bolívar Pagán y Lino Padrón Rivera. Ambos partidos han desaparecido ya de la vida política puertorriqueña. 44


En el 1940 triunfa un nuevo partido: el Partido Popular Democrático. El Partido Popular acogió en su plataforma ideas socialistas y medidas avanzadas de reforma social. Su presidente, Luis Muñoz Maríú, había luchado junto a Santiago Iglesias en el Partido Socialista. Al subir al poder, el Partido Popular aprobó leyes que habían sido ideales obreros del viejo Partido Socialista, pero que nunca se habían podido llevar a la práctica. El más joven de los partidos políticos puertorriqueños es el Partido Independentista, presidido por Gilberto Concepción de Gracia. Este partido desapareció en las elecciones de 1960. El Partido Independentista tuvo también en su plataforma ideas avanzadas de reforma social y apoyó, como minoría legislativa, leyes que benefician al obrero.

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El Partido Estadista, descendiente del viejo Partido Republicano, está dirigido por Luis Ferré y Miguel Angel García Méndez. Este partido, como minoría legislativa, da también su respaldo a leyes que favorecen al obrero puertorriqueño. En la vida política puertorriqueña de hoy no existe, pues, ningún partido que sea abiertamente anti obrero. Aunque unos partidos pueden tener interés más genuino en la clase trabajadora que otros, ninguno· se opone abiertamente al desarrollo lógico del movimiento obrero. Y esto es un gran crédito para el pueblo puertorriqueño .

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EL FUTURO

Aunque se ha logrado bastante en relativamente poco tiempo, el movimiento obrero puertorriqueño tiene por delante mucho por hacer, mucho por realizar. El obrerismo puertorriqueño debe por lo tanto, aprovechar las circunstancias favorables para ser más activo, más vigoroso. Debe luchar por tener buenos líderes y por mejores y más eficaces convenios colectivos. Es decir, el obrerismo no debe depender exclusivamente del apoyo oficial del gobierno para mejorar sus condiciones. El convenio colectivo es quizás un arma obrera más eficaz que cualquier ley aprobada por la Legislatura. Un movimiento obrero decidido y vigoroso puede y debe utilizar el Convenio colectivo como arma poderosa de lucha cívica. Lo ha demostrado así el movimiento obrero norteamericano, el cual recientemente ha obtenido para los obreros de la industria automovilística, además del fondo de ahorro y del seguro por enfermedad , el salario anual garantizado por medio de convenios con las empresas. Por otro lado, sabemos que la ley garantiza un salario mínimo. Pero eso no quiere decir que el obrerismo se cruce de brazos y no demande aumento de salarios. Por medio del convenio colectivo el movimiento obrero puede y debe lograr de las empresas salarios por encima del mínimo. Es decir, la ley garantiza al obrero un salario mínimo. Pero la ley no le prohibe al obrero ganar un salario más alto que el mínimo. Es siempre la unión la responsable de obtener salarios más altos. Con verdadero sentido de unión, con voluntad y empeíl.o, con planes inteligentes y buenos líderes, el movimiento obrero de Puerto Rico debe alcanzar mayores logros en beneficio de su propia clase y de la patria puertorriqueña. Es importante para el obrerismo y para Puerto Rico que nuestro movimiento obrero no se estanque. Es esencial que no nos sintamos demasiados satisfechos de nosotros mismos. Es preciso que examinemos constantemente nuestras organizaciones, nuestro liderato, nuestros procedimientos. 46


El .obrero como individuo y la umon obrera como grupo, debemos estar alertas para encontrar nuestras fallas y para buscar nuevas mejoras. Un movimiento obrero que no es capaz de examinarse a sí mismo y de criticarse cuando sea necesario, pierde vitalidad. La fuerza de un individuo o de una organización será mayor mientras más pronto esté dispuesto a reconocer sus propias fallas o debilidades; y mientras con mayor energía se disponga a corregir esas fallas o debilidades para acelerar su progreso y mejoramiento. 47


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I

CAFE AMARGO (cuento)

por Domingo Silás Ortiz El fotuto de la hacienda dejó oir su lamento entre la humaza que cubría la "joya". La pieza de La Ortiga quedaba bastante retirada de los cuarteles de La Envidiada y Donato pensó que si no apuraba el tranco llegaría de noche a que le midieran su café. Había mandado alante a su mujer y a los muchachos, cuando rompió a llover, con una mochila de dos almudes y él se había quedado atrás terminando el corte, a ver si completaba de emboquillar su saco. Estaba entripado: ensopado hasta 48


la rabadilla, con la boca del esLómago pegada del espinazo, pero caliente. Caliente con los "abayardes" que le picaban en los encuentros y con las ortigas bravas que le formaban un ampollera en las manos. Un par de zorullos de harina de maíz y un trago de "puya" le estaba sosteniendo en pie desde las once. y ya iba a oscurecer. Cuando sonó el fotuto, Donato terminó de emboquillar su saquilla con unas hojas de moras y unos bejucos pegapalo, y se la echó al hombro. -Dos almudes que se llevó Maruca y ... tres que yo llevo ... son cinco... que a razón de dos reales el almú ... Son ... son. .. ~ Un resbalón le hizo caer tan largo como era sobre el angosto trillo. Una pájara boba que se espulgaba en los espinos voló azorada ~ hasta los camaseyes y soltó su cau cau llamando lluvia. Donato ~ se enderezó, se echó a cuestas el pesado fardo y siguió su camino t3 sin decir una sola palabra. Al cruzar la quebrada, falseó en la ~ calzada y cayó de rodillas sobre una laja. Tampoco dijo ni una sola palabra. I~ Cuando llegó a la hacienda el mayordomo lo estaba esperando en la puerta de la casa de máquina. -Vamos, dese prisa, hombre, que ya está casi oscuro y ~ no se ve a medir. - y con un fósforo prendió la linterna que colgaba del seto-o Dos con tres cuartillas-dijo- y uno con tres que trajo su mujer son...cuatro almudes y medio que son... nueve reales. Tenga este vale y vaya a despacharse a la cantina antes que cierren. Y por la mañana venga temprano pa que trille ese café. Tiene mucho grano verde.

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Donato no dijo nada. Cogió el vale y siguió caminando. No necesitaba ni comer. Con aquello tenía. El sabía que su saquilla "emboquillá" hacía tres almudes y que la mochila de su mujer hacía dos. Le habían robado dos cuartillas en la medida. Medio almud. Un real. Doce centavos y medio que daban para unas cuantas cosas: para un par de libras de arroz, o para libra y media de bacalao, o de manteca. Pero no valía la pena discutir, el mayordomo tenía siempre la razón. Y que viniera mañana a trillar el café ... aquel café que con tanto cuidado él había cogido. Eso del trillado era una maj adería. Y el vale. Y la cantina. En vez de pagarle a uno con dinero , contante y sonante, le daban aquel papel mojado para que 10 cambiara por harina, bacalao y manteca, en aquella ratonera de cantazo que era la cantina de la hacienda. Allí, a la cantina -¿por qué la llamarían así?- tenían que ir él y todos los arrimados a morir como el piojo a la uña. Todas las tardes de todos los días iban a cambiar su sudor por cuatro míseros encargos.

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y su mujer, sin ropa. Sus muchachos, desnudos. El, con dos mudas de quita y pon. Aquello no tenía nombre. Con el vale en las manos Donato siguió caminando como un sonámbulo. Al pasar frente a la cantina el dependiente lo llamó, pero aquel cliente no iba a caer más en aquella ratonera. Aquel hombre llevaba otras ideas. Cuando llegó a su casa su mujer le presentó una dita de guineos con pique. -Los nenes se acostaron pimpitos, como mguas. -Dame un trago de café. -No hay azúcar. -Sírvemelo amargo. Sí, amargo. Así me sabrá mejor. -¿Te midieron el café? -Sí, como siempre. El mayordomo jalando siempre pa él. Mira el vale que me dieron... -Esos contrallaos vales. Es como si uno estuviera trabajando gratis. Sin ver nunca el fruto de la labor. -Así mismo. Por eso lo tengo aquí. Mañana voy a hablar con don Oscar y a decirle lo que pienso.

Temprano en la mañana Donato fue a ver al dueño de la hacienda. Después del saludo de costumbre, le alegó: -Don Oscar, yo no soy hombre de letra, pero no hay quien le duela más la espina que aquel que la lleva espetá. Nosotros hemos estao trabajando pa usté por muchos años y siempre nos han pagao con vales pa la cantina. Allí se queda nuestro sudor y cuando vamos a arreglar la cuenta resulta que siempre le estamos quedando a deber a la casa. 51


-¿Y qué se propone usLed, DonaLo? - Pues que nos paguen con dinero pa nosotros poder así manejar nuestros chavos. -La idea no está mala, pero ¿y quién responde entonces de la cuenta que ustedes tienen con la casa? -Pues, nosotros; nuestra honradez. La vamos pagando poco a poco. -Suena bonito, pero no encajo. Después que ustedes cojan los chavos se van a comprar pa el pueblo... y el diablo que los achique. -Bueno, don Osear, pero es nuestro dinero el que vamos a gastar. -El de ustedes y el mío, porque ustedes bien saben que yo les doy crédito en tiempo muerto, les doy su racimo de guineo cuando el corte, la leña del año, la casa pa vivirla. -Sí, pero to eso nos lo saca de las costillas. -Bien, Donato, vamos a cortar este asunto. Si usted no quiere trabajar por vales, está en libertad de hacerlo, pero los vales han dado siempre buen resultado en La Envidiada y los seguiremos usando... - y yo me juré a no trabajar más por vales aunque mi mujer, mis hijos y yo comamos tierra como las culebras. Mientras Donato se retiró, rompiendo el vale, don Oscar se quedó pensativo. Siempre conoció a Donato como hombre manso, humilde y callado. El nunca esperó que soplaran vientos de ese lado, sin embargo, por allí ... por allí, humeaba. -Del agua mansa me libre Dios -pensó.

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• 52


Los arrimados que aquella mañana oyeron la conversación de Donato con el dueño de la hacienda estuvieron de parte de su campañero de todo corazón y esa noche se reunieron en el batey de los cuarteles -un largo caserón de media agua en que vivían los cogedores de café con sus familias - y se pusieron a conversar sobre el asunto a la luz de las estrellas.

Pucho, un muchacho fuerte y listo que pasab? el tiempo muerto de la altura a la bajura y que regresaba a la montaña en septiembre para aptovechar la cosecha, dijo: -Eso de los vales está prohibido allá abajo en la costa. En las colonias de caña donde yo trabajo siempre pagan en metálico. j Y lo bueno que es sonar la plata en los bolsillos el día de pago! ¿Qué dice usted, Siño Cica? -A mí no me digas na, mijito, que ya hasta se me ha 01vidao el valor de las monedas de tanto negociar con papeles en las cantinas - contestó el más viejo cogedor de aquella altura. Otro añadió: -Pero hay que acabar con eso. Los tiempos están cambiando y los trabajadores tenemos que dar a respetar nuestros derechos. 53



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-Buenos días, hoy han madrugado ustedes más que de costumbre. Parece que sabían que hay mucho café por trillar y pa romper en la máquina. -Más todavía es el que queda en los palos -le respondió Donato- . Veníamos a decirle que no vamos a trabajar más por vales y que no ayudamos más en la cosecha hasta que empiecen a pagarnos con dinero. -Ya sabía yo que algo se traían ustedes -refunfuñó el mayordomo--. Desde que esta madrugada sentí el traqueteo en los cuarteles me dije: Sinforoso, ya está el café y está cargao. Pero don Oscar no está aquí y él es el que manda.

Cuando llegó don Oscar y el mayordomo le enteró de la situación, él no se sorprendió de lo sucedido. Lo esperaba; era el curso natural de las cosas. Cuando Donato fue a protestar donde él en la mañana aquella, ya se lo imaginaba. Sinforoso se quejó: -Estos jíbaros son muy bien hermanaos. Son como los chivos, por donde se tira uno se tiran tos. 55




ODA AL LIBRO (Fragmentos) Nosotros, los poetas caminantes, exploramos el mundo. En cada puerta nos recibió la vida. Participamos en la lucha terrestre. ¿Cuál fue nuestra victoria? Un libro, un libro lleno de contactos humanos, de camisas; un libro sin soledad, con hombres y herramientas; un libro es la victoria.

Libro de poesía de mañana, otra vez vuelve a tener nieve o musgo en tus páginas para que las pisadas

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o los ojos vayan grabando huellas. De nuevo descrĂ­beno s el mundo, los manantiales entre la espesura, las altas arboledas, los planetas polares, y el hombre en los caminos, en los nuevos caminos, avanzando en la selva, en el agua, en el cielo, en la desnuda soledad marina. El hombre d escubriendo los Ăşltimos secretos.

El hombre regresando con un libro. El cazador de vuelta con un libro. El can'1pesino arando con un libro.

Pablo Neruda (chileno)

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, ¿QUE DEBEMOS EXIGIRNOS COMO OBREROS UNIONADOS? CONSERVAR NUESTRAS CARACTERISTICAS DE ORGANIZACIONES PUERTORRIQUEÑAS

Hemos visto que el trabajo ha tenido problemas casi desde principios de la historia. Pero cada época ha ido eliminando algunos problemas. Y creando otros. Los problemas obreros en el Puerto Rico del siglo pasado no son iguales a los problemas obreros del Puerto Rico de hoy. Así también varían los problemas y las necesidades obreras de un país a otro dentro de una misma época. En el mundo actual, las necesidades del obrero ruso no son las mismas del obrero español. Las del obrero español no son las mismas del obrero americano. Los problemas del obrero inglés no son los mismos del obrero puertorriqueño. Hay sí un ideal común entre los obreros de todo el mundo: nuestro mejoramiento económico, social y espiritual. Pero las condiciones de cada país son las que determinan los problemas y las soluciones para el obrerismo de ese país. Puerto Rico se mueve dentro de condiciones propias. N uestra estructura política, social, cultural y económica no es igual a la de España, ni a la de China, ni a la de Inglaterra. Las realidades de Puerto Rico son nuestras y tenemos que bregar con ellas dentro de nuestros propios medios, limitaciones y posibilidades. Podemos sentirnos unidos en ideales de mejoramiento obrero con todos los obreros del mundo. Podemos aprender de la experiencia de otros obreros en otros países, estudiando sus fallas y sus logros. Pero no podemos resolver nuestros problemas al modo de Chicago, de Moscú o de Madrid. El movimiento obrero puertorriqueño debe estar siempre consciente de que sirve a nosotros, obreros puertorriqueños dentro de una realidad puertorriqueña. 60


I

CAMPAÑA DE EDUCACION SINDICAL

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Como obreros unionados debemos intensificar nuestras campañas educativas. Aún existen en Puerto Rico muchos obreros que no ven la necesidad de unionarse. Tenemos que convencerlos. Quizás algunas de nuestras uniones no sean perfectas. Pero es mejor una imperfecta qUe un trabajador solo y sin defensa. Siempre habrá tiempo de ir mejorando y perfeccionando nuestras uniones .

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Hay otros muchos o.breros que, aunque unionados, no tienen idea de lo que es una unión. Estos compañeros unionados no entienden bien sus derechos ni sus deberes. Tenemos que educarlos. Y es responsabilidad de cada unión esa campaña educativa que debe ser permanente. El Comité de Educación de una unión obrera es uno de los organismos más importantes en el movimiento obrero moderno. El progreso de nuestra unión depende en gran parte de cómo funcione su Comité de Educación. Y el éxito del Comité de Educación depende de las pet'sonas que lo compongan. (,!


DERECHOS Y DEBERES

En una democracia, el goce de derechos conlleva la responsabilidad de deberes. Exigir sólo derechos de la sociedad sin asumir la responsabilidad de deberes es una actitud antisocial, negativa, absurda. La campaña educativa de nuestra unión debe sei1alar con igual énfasis los derechos y los deberes del obrero unionado. Debemos conocer muy claramente nuestros deberes de obreros en relación a nuestra unión, a nuestro trabajo, al patrono y a la sociedad en que vivimos. , CONCIENCIA DE LA ACTIVIDAD POLlTICA

El que nuestra unión tuviera como norma no hacer política partidista no querría decir que cerrara sus ojos a la realidad política que nos rodea. Cada partido tiene una plataforma o programa. Las medidas que hay en ese programa nos afectan como obreros y como puertorriqueños. Todos los años los partidos políticos con representación en la Legislatura presentan cientos y cientos de proyectos. Una buena parte de esos proyectos se aprueban, los firma el Gobernador y se convierten en leyes. ¿Son buenas o malas esas nuevas leyes para el movimiento obrero? ¿Son buenas o malas para el pueblo de Puerto Rico? Nuestras uniones deben estar alertas sobre los proyectos de ley que se presentan en la Legislatura. Deben estar alertas sobre los proyectos antes de que se conviertan en leyes. Nuestro movimiento obrero es una voz de peso en nuestra democracia. Y hay que hacer buen uso de esa voz en el momento oportuno. Está muy bien que no dejemos que los políticos manejen nuestras uniones. Así debe ser. Pero eso no quiere decir que cerremos nuestros ojos a lo que los políticos digan o hagan en la tribuna o en la Legislatura. Como ciudadanos y como obreros unionados debemos estar siempre alertas a la realidad política que nos rodea. 62

¡.


LIDERATO Y FUNCIONAMIENTO DEMOCRÁTICO Es lógico que en una democracia todas las instituciones funcionen democráticamente.

Sin embargo, una unión puede estar organizada al modo democrático y luego no funcionar democráticamente. Es preciso que evitemos que grupitos de presión dominen nuestras asambleas. Es necesario que velemos por la limpieza y honradez del voto. Es importante que evitemos que líderes elegidos democráticamente se nos conviertan después en líderes antidemocráticos, en pequeños o grandes dictadores. El poder soberano de nuestra unión está en el conjunto de todos nosotros, los miembros de la unión. Ese poder no está en un solo individuo ni en un grupito de individuos. Los líderes o dirigentes de la unión tienen una misión que cumplir. Pero ellos son responsables a nosotros, a la asamblea en pleno, a toda la unión. N o pueden tomar decisiones ni actuar por su cuenta sin consultar a la asamblea general de unionados. 63


Debemos, claro está, tener fe en los líderes que elegimos. Pero esa fe no debe ser ciega. El líder es humano y puede cometer errores. Los errores pueden ser de buena o mala fe. De un modo u otro, el líder está sujeto a crítica. Sus acciones y su conducta son problemas que afectan a toda la unión.

Un líder puede y debe ser cambiado por otro si la umon lo juzga conveniente a sus intereses. Ese es principio fundamental de la democracia. En política, lo mismo que en obrerismo. CULTURA, ARTE Y RECREACION

"No sólo de pan vive el hombre". La frase bíblica es tan válida en el movimiento obrero como en cualquier otra actividad humana. En Puerto Rico, durante los últimos veinte años, ha sido 64


preciso darle mucha importancia al problema económico. Era el problema más urgente de resolver. Por eso, proyectos culturales y de fomento de las artes fueron quedándose atrás, sin que pudieran realizarse. Así sucedió en el programa de gobierno. Y así ha sido también en el movimiento obrero. Ya el problema económico no es tan urgente como hace veinte años. Nadie va a olvidarse de ese problema, desde luego. Nadie va a descuidarlo. Pero ya es hora de que empecemos a darle paso a proyectos que son importantes para la mente y el espíritu del obrero. El gobierno ha empezado a interesarse -en el asunto. Hay ya funcionando varios proyectos de gobierno para fomentar el arte y la cultura del pueblo.

Pero nosotros, los obreros, no debemos depender exclusivamente del gobierno para resolver ciertos problemas. El mejoramiento espiritual e intelectual del obrero es responsabilidad directa de nosotros y de nuestra unión. Esta iniciativa debe 65


estar principalmente en nuestras manos y en las manos de nuestros líderes. Hay uniones en varios paises de Europa y América que

mantienen con sus propIOS fondos teatros, orquestas sinfónicas y escuelas de pintura para beneficio de los unionados. Nuestros medios, claro está, no nos permiten ir tan lejos por ahora.

Pero algo podemos ir haciendo en un pian mas modesto. Podemos estimular las habilidades artísticas de nuestros compañeros. Podemos organizar pequeñas orquestas, talleres de artes gráficas, representaciones teatrales, concursos literarios. Podemos pedir la cooperación y ayuda de centros artísticos y cul turnles, de escritores, músicos y pintores profesionales.

Gl¡


Podemos organizar conferencias, conciertos, representaciones de teatro. Podemos establecer bibliotecas pequeñas, círculos de discusión, comités de lecturas.

Recreación no es sólo bailar y darse unos "palos". Recreación y educación pueden ir juntos enriqueciendo nuestro espíritu y nuestra mente. Para eso están los libros, el teatro, la música, la pintura.

Ganar buenos salarios y tener buenas condiciones en el trabajo es algo que todos deseamos. Pero "no sólo de pan vive el hombre". Hay que untarle a ese pan la "mantequilla" que enriquece la mente y el espíritu.

Porque el arte y la cultura no son privilegios de unos pocos. El arte y la cultura pertenecen a todo el pueblo. Nosotros, obreros, como parte del pueblo, tenemos derecho a ellos. Y nuestras uniones deben preocuparse porque ese derecho sea una realidad entre todos los unionados. 67


CACHARROS (Poema del indio alfarero) Me levanté con noche a preparar el barro para mis cacharros. Yo soy un poco indio guaraní por mi cara, y soy indio del todo al hacer mis cacharros. Va a amanecer. El alba es como un friso pálido chispeado de estrellas. Va a amanecer. El alba es como un friso rosa chispeado de pájaros. Me levanté con noche a preparar el barro para mis cacharros. Está aclarando el día. Los pájaros del alba entre trinos y vuelos se han comido toditas las estrellas del cielo. Esta aclarando el día. Yo trabajo cantando, tengo la voz mojada y la tonada fácil. (Me levanté esta mañana con la garganta tan fresca como si hubiera dormido con una estrella en la boca.) y asÍ, mientras trabajo cantando a media voz, lejos, en el paisaje, se oye salir el sol.

Fernán Silva Valdés (uruguayo) 68

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¿QUE ES. una unión

un gremio

un sindicato -

una federación -

. .?.

Una umon es una asociaClOn por medio de la cual las personas que ejercen una misma profesión u oficio se proponen la protección y el desarrollo de sus intereses. Un gremio es una asociación de trabajadores o artesanos que tienen igual oficio y que se sujetan a determinados reglamentos para lograr beneficios comunes a su clase. Un gremio se preocupa no sólo de lograr beneficios económicos para sus asociados, sino también de perfeccionar el oficio que practican los agremiados y de perfeccionar la calidad del producto que elaboran. Un sindicato es una asociación formada para la defensa de intereses económicos o políticos comunes a todos los asociados. Se refiere la palabra sindicato, especialmente, a las asociaciones obreras o profesionales organizadas bajo estrecha obediencia y compromisos rigurosos. Las personas unidas en un sindicato pueden hacerse representar por uno o más de ellos mismos para la acción o los contratos. Una federación es una alianza de muchas asociaciones o uniones que tienen un fin común, bien sea político, moral o económico. Cuando se funden o se alían diversas uniones obreras, para alcanzar su fin con mayor eficacia, decimos que se han federado, o sea, que se han unionado en 70


huelga -

boicot -

taller cerrado -

federación. Los estados o las naCIOnes pueden también federarse. La huelga es la cesación o paro en el trabajo de personas empleadas en un mismo oficio, hecho de común acuerdo, con el fin de imponer ciertas condiciones a los patronos. El boicot es el acuerdo de un gremio, umon o clase contra una persona o empresa, mediante el cual se comprometen todos a una acción conjunta que puede ser: 1 - No trabajar para esa persona o empresa. 2 - N o comprarle a esa persona o empresa. 3 - N o venderle a esa persona o empresa. El taller cerrado es un taller o establecimiento en el cual, obligatoriamente, todos los empleados tienen que ser miembros de una lllisllla unión.


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CREDITOS

Editor y Redactor René Marqués

Investigadores de Materia I René Marqués Pedro Juan Soto

Diseñador Carlos RaquE'l Rivera

Dibujantes Isabel Bernal José Manuel Figueroa Antonio Maldonado José Meléndez Contreras Carlos Osario Carlos Raquel Rivera Rafael Tufiño Eduardo Vera Cortés



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