CINCO MINUTOS DE REVISIÓN DE Realizacones del Trabajo Diario de su Hijo Empezando hoy continuado cada día de la semana de la estancia del alumno en la escuela haga lo siguiente: Los DOS padres de familia (idealmente) deben pasarse por lo menos cinco minutos al día con su hijo y su tarea. La hora del día no es importante; pero deben de disponer de este tiempo exclusivamente para su hijo, concentrándose en sus problemas, sin interrupciones y sin sentirse apresurado. Durante estos pocos minutos diarios, nada importa en el mundo con excepción de su hijo y su tarea.Este es un periodo de exposición, de discusión y posiblemente hasta de ORIENTACIÓN. Se debe seguir el siguiente programa y usted debe revisarlo diariamente en el orden preciso.
1. Examine el trabajo que se va a entregar en la clase al día siguiente. Cuide que esté bien 2. 3. 4. 5. 6. 7.
hecho y limpio. Cuide que no haya palabras con faltas de ortografía. Hágale preguntas sobre lo que esté confuso, y haga que se lo explique hasta que esté seguro de que lo comprende. Escuchen su tarea de memorización. Revise el trabajo de aritmética, sólo en cuanto a que esté bien hecho y limpio. Revise el cuaderno de tareas para ver que ha hecho toda la tarea. Ahora revise que ha devuelto el trabajo al profesor. Si tiene errores volteé la hoja y pídale que vuelva a resolver los problemas en la parte de atrás o en el siguiente espacio hasta que llege a la respuesta correcta por si solo. Cada error debe corregirse el mismo día que se devolvió. (Lo mismo debe hacerse con los trabajos de clase).
Ahora ha completado la revisión de realizaciones. Al principio tendrá que dedicarle más de cinco minutos. Pero pronto su hijo comprenderá lo que se espera de él. Su trabajo mejorará. Estará preparado para la revisión. Y usted pasará volando por el trabajo, quizá con el mayor orgullo que haya sentido en muchos años. En todo caso, si el trabajo no llega a la perfección que usted quisiera, entonces el lo tendrá que volver a hacer. Repetir una y otra vez hasta que esté bien. Pero la crítica del trabajo debe ser objetiva, calmada y amistosa. No debe haber castigos, no debe levantar la voz, ni decir nada que lo haga sentirse deprimido. Usted está ahí para ayudarlo, no para humillarlo. En cada sesión debe hacer que quede perfectamente claro que sabe que él es capaz de hacer el trabajo, que éstas son solamente contrariedades pasajeras, que usted tiene la esperanza, con entera confianza de que llegará el día en que su única reacción hacia el trabajo será la alabanza sin ninguna restricción. Cuando llege ese día y cada vez que tenga, aunque sea una pequeña victoria en ese camino, asegúrese, por encima de todo, de que será pródigo de sus alabanzas. LA ALABANZA FORMA TRIUNFADORES El ánimo no la critica, es lo que hace que aquellos a quienes está usted tratando de ayudar alcancen el éxito.