Sobre qué escribe América Latina

SOBRE QUÉ ESCRIBE AMÉRICA LATINA Antología de cuentos sobre fútbol, problemáticas sociales y amores no correspondidos

Sobre qué escribe América Latina: Problemáticas sociales, fútbol y amores no correspondidos

LAS FLORES DE MEDELLÍN Escrito por: Mora Ferraro Milagros Galfione Paloma Levy Santiago Pazos Candela Trusnky Las campanas suenan. Isabel llora. Todo está preparado para que sea el mejor día de su vida. El vestido color marfil resalta su esbelta figura, su cabello castaño y levemente ondulado cae sobre su hombro como una cascada y le da un aire de elegancia. En el altar está él, el amor de su vida, aguardándola. Pero a quien ella espera, no está allí.

Es la hora de entrar, su padre, vestido de gala, le tiende el brazo y juntos empiezan a caminar hacia el altar.

El recorrido no es muy largo, pero sí lo suficiente para recordar a Josefina, su hermana gemela, a quien tanto adora, que por una noble razón no está acompañándola.

Isabel entra al lugar, donde todos sus amigos y familia se encuentran, e intenta disimular sus nervios y tristeza, pero no puede evitar derramar una lágrima, al ver el ramo de flores que lleva entre sus manos. Aquel hermoso ramo de un rosa pastel, muy bello, aunque no tanto como el de sus recuerdos, le hace pensar en Josefina, en el viaje a Medellín, en su infancia.

Recuerda, entonces, la feria donde hacía ya muchos años, había visto un ramo de flores, de muchos colores, que combinaban a la perfección, que tanto le había gustado.

Hasta le había comentado a su hermana que cuando se casara quería llevarlo. Recuerda también, que en esa misma feria había un puesto donde se vendían armas, que a ella y a su hermana les había generado mucho miedo.

Inevitablemente, también se acuerda que su hermana está allí, en Medellín, según lo que le dijo, entre lágrimas, luego de que ella le diera la invitación a su casamiento. Dándole a entender que iría a comprar el ramo, que desde pequeña tanto deseaba.

Isabel continúa caminando mientras recuerda cómo fue que conoció al hombre al que de a poco y muy lentamente se acerca. Recuerda que fue en la secundaria, cuando ella y Josefina tenían 16 años. Fue amor a primera vista desde que lo vio, tan musculoso, con sus ojos celestes, que resaltaban su bronceado y su radiante sonrisa, cayó perdidamente enamorada.

Desde entonces comenzó entre los dos jóvenes una historia de amor, de la cual muchos estaban celosos, ya que ambos se amaban profundamente. Sin importar esto, ellos siguieron con su relación, al principio fueron novios en secreto, la única que sabía de

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esto era Josefina, ya que su hermana le contaba cada cosa que ocurría con su amante, sobre lo que ella no opinaba, simplemente asentía, sin siquiera esbozar una sonrisa. Luego, a los tres meses de comenzado su romance, lo oficializaron, fue en Septiembre, Isabel lo recuerda bien porque coincidió con la época en la que su hermana entró en una gran depresión, aparentemente sin razón alguna. Pasaron más de seis años, en los cuales los jóvenes cada vez se fueron enamorando más, hasta que Alexander le propuso matrimonio a su novia, que sin pensarlo respondió que sí.

Isabel está cerca, casi puede tocar al amor de su vida, pero aún le falta dar más pasos para llegar al lugar donde su vida cambiará. Y mientras camina, sigue recordando.

Recuerda que hace mucho tiempo no ve a su hermana, que ni siquiera se despidió de ella, simplemente, de un día para el otro se fue de la casa, sin decir nada. En realidad no es una actitud extraña, viniendo de Josefina, pero Isabel se niega a creer que su hermana está bien alejada de ella, que para su gemela su boda no tiene importancia. Piensa que en Medellín le ocurrió algo malo, que Josefina está sufriendo y eso hace que se sienta muy mal, ya que ella la dejo ir. Intentó llamarla en reiteradas ocasiones, pero no obtuvo respuesta alguna, también se le ocurrió que podría ir a buscarla, pero esa idea la aterrorizaba y además no tenía el dinero suficiente para viajar hasta Medellín.

Ya no es necesario dar más pasos, Isabel se encuentra en el altar, donde Alex la espera con una enorme sonrisa, esa que desde el primer día le da a su prometida tanta calma. El cura comienza a hablar, pero la novia no le presta demasiada atención, se siente muy confundida, mareada, lo que no le permite disfrutar del hermoso momento. El cura no habla más y todas las miradas están puestas en Isabel, que tarda unos segundos en darse cuenta que era su turno de decir sus votos, con la voz ronca, debido al nudo que desde hace tiempo tiene en la garganta, dice: -Sí, acepto-. Es el turno de su novio, que con una gran sonrisa y mirándola a los ojos, repite las mismas palabras. Ahora el cura vuelve a hablar, dice -Si alguien se opone, que hable ahora o calle para siempreEn ese momento, una mujer idéntica a Isabel irrumpe en la iglesia, con un arma en las manos, de la que sale una bala, que penetra en el corazón de su hermana.

Las campanas ya no suenan, Isabel ya no llora, está muerta.

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EL PUENTE CANDELARIA Escrito por: Franco Batyk Zoe Castino Luna Castresana Emma Fiszson Juan Manuel Medez Oliva Ya era Noviembre época de campamentos y le tocaba a séptimo ir a Zárate, Candelaria y Francisco estaban muy emocionados por su último campamento, y sobre todo porque una semana antes Francisco le había declarado su amor a Candelaria.

Llegaron al campamento y le dieron un mini tour por el camping, la parte que más les gustó fue un puente, que no tenía nombre, era tan solo un puente.

Llegó la noche y era la hora de la búsqueda del tesoro, había que dividirse en parejas, obviamente Francisco fue con Candelaria. Como ya era de esperar el beso entre ellos fue lo más lindo de la noche.

Ya eran las 3:00 am y tenían que volver a las carpas pero Candelaria nunca llegó.

Al día siguiente fueron al río y cuando estaban cruzando el puente vieron algo,se acercaron, ¿qué era?,¡era el cuerpo de Candelaria!.

Todos lloraron su muerte, sobre todo Francisco. Nadie sabía qué había ocurrido, pero Francisco vio algo que le sonó familiar, había una pulsera, pero no cualquier pulsera, era la pulsera que él le había regalado a su mamá por el día de la madre.

Francisco se fue a cambiar a su carpa con Tomás, su mejor amigo .Le contó sobre la pulsera. Su amigo reaccionó un poco extraño al escuchar la historia, y luego le dijo que lo ayudaría a investigar.

Tomás era un chico responsable y muy perfeccionista, no le gustaba equivocarse y a veces, tenía actitudes un poco raras, ese año había cambiado mucho.

Francisco se propuso investigar con su amigo sobre la muerte de su amada.

Eran las 4:00 pm y Tomás consiguió una pista. Había hablado con el conserje del camping y este le dijo que había visto a una mujer en el puente.

Ya habían llegado a una conclusión,

la mamá de Francisco había empujado a

Candelaria, además ella odiaba que su hijo tenga novias o amigas mujeres, porque estaba loca. Francisco dudaba de que su mamá fuera capaz de algo así, pero no quería decirle nada a Tomás porque él se había esforzado mucho en conseguir la información.

Estaban desarmando las carpas y Tomás pidió hablar a solas con Francisco. Fueron al puente. Tomás estaba nervioso, y Francisco confundido.

Tomás le declaró su amor, pero Francisco lo rechazó, le dijo:

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“Perdón Tomás, yo te quiero mucho pero como amigo.”

El enamorado se levantó con los ojos llenos de lágrimas y su corazón roto, se acercó a la cornisa del puente y suavemente susurró “si no tengo tu amor no vale la pena vivir, y tampoco valió la pena matar a Candelaria” y dejó caer su cuerpo al río.

Hoy en día hay un puente en el camping de Zarate llamado “El puente Candelaria”.

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LA GRIETA Escrito por: Macarena Barcala Camila Gagliardone Valentina Gorini Josefina Perez Viale Nazarena Silva -Bueno chicos, todos entren al micro- dijo la instructora.

Los chicos de segundo año, iban a ir al Cerro Catedral a esquiar, como todos los años. En su escuela, esquiar, era una materia.

Cuando llegaron, se fueron a una cabaña cerca de las aerosillas, donde ahí, se pusieron sus equipos de nieve , sus botas y cada uno llevaba sus esquíes en los hombros. Cuando salieron de la cabaña, hicieron la fila para la aerosilla séxtuple.

-Agh, ¡esto tarda mucho!- dijo Lina, la mejor amiga de Mabel, desesperada.

-Tranquila Lina, hay que ser positivas, cuando terminemos la fila y nos subamos, ¡vamos a ser libres!- dijo Mabel entusiasmada.

-En realidad, tenemos que seguir a los instructores- dijo la rubia con mala cara.

-Deja ese mal humor a un lado- dijo la otra mientras suavemente la golpeó en el hombro.

Ya en el principio, los primeros seis se sentaron en la silla, esperando ansiosos por llegar. Alex estaba muy nervioso por tener a su lado a Mabel, la chica que le gustaba. Él quería empezar una conversación pero no sabía cómo.

-¿Amigo, estas bien?-dijo Daniel, el mejor amigo de Alex.

-No, no estoy para nada bien- contestó Alex- solo tengo frio.

-Te hubieras abrigado más…

Después de unos minutos...

-Alex, ¿me tenes un segundo el guante?, me quiero sacar una foto con Linapreguntó Mabel.

-Si, claro- tartamudeó el chico.

Alex agarró el guante de Mabel con fuerza para que no se cayera mientras podía observar que este era de color turquesa. Después de un rato Mabel le pidió de vuelta su guante con un “gracias” mientras sonreía.

Cuando llegaron, los cuatro chicos se fueron con sus instructores.

-Bueno chicos, ya saben las reglas, no se separen de nosotros, no vayan por las pistas negras y menos ir por los senderos prohibidos, ¿está bien?- dijo un instructor.

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-Está bien- respondieron todos al unísono.

Entonces los chicos empezaron a esquiar detrás de los grandes.

En eso, Mabel escuchó un grito, como era muy curiosa, se separó del grupo para seguir aquella voz pidiendo ayuda, y Alex la siguió.

-Mabel!, ¿que haces?, no te tienes que separar del grupo- gritó Alex.

-Shhh- dijo Mabel mirando una pista negra. Y un grito recorrió los oídos de los dos, Un grito grave y áspero-¿lo escuchaste?- dijo yendo a la pista.

-Mabel!, espera!, ya sabes que las pistas negras son las más peligrosas!- pero Mabel no le hizo caso y Alex la siguió.

Los dos chicos, estaban al frente de una señal que les decía en qué pista estaban, pero no conocían la montaña de memoria y se habían perdido por el grito de aquel hombre.

Pero Alex siempre tenía una solución, así que sacó un mapa de su bolsillo y lo abrió mientras miraba la señal.

-Bien, según esto, estamos en la pista Cañadón- dijo Alex apuntando el mapa.

-Los instructores dijeron que si nos perdíamos, busquemos una pista que se dirija hacia la cabaña- dijo Mabel.

-Emm Mabel hay algo que, que quise decirte hace mucho tiempo- dijo Alex nervioso.

-Dime- dijo mirando el mapa.

-Me gus...- pero fue interrumpido por ese grito fuerte y áspero otra vez. ¡Hay que encontrar a ese hombre, hay que ayudarlo!- dijo Mabel asustada.

Entonces los dos estudiantes de segundo año se fueron esquiando a donde provenía ese grito. Y lo encontraron, un hombre tratando de salir del fondo de una grieta.

-¡AYUDA, POR FAVOR AYÚDENME!- gritaba aquel hombre. Este tenía cara de sufrimiento y las piernas separadas para no hundirse más, pero la nieve no ayudaba mucho.

Los dos adolescentes no sabían qué hacer, en realidad nunca les había pasado esto.

-Ok ok, quedate quieto, te vamos a ayudar, lo importante es que no te muevas!- dijo Mabel mientras sacaba su celular. En unos segundos ya estaba hablando con emergencias mientras que Alex agarraba la mano del hombre para que no se hundiera más.

Al final la ayuda vino en seguida, un helicóptero tiró una soga, que era agarrada por el que estaba atrapado, dejándolo al lado de los adolescentes.

-¡Gracias, muchisimas gracias! ¿como podría recompensarlos?- preguntó el que acababa de ser salvado.

-Emm, ¿podrías llevarnos a la cabaña de la escuela de esquí, por favor?- preguntó Mabel, mientras Alex asentía.

-¡Claro que sí, con gusto!- respondió.

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Después de un rato, Alex y Mabel ya estaban en la cabaña, los instructores los habían llenado de preguntas. Hasta dejarlos los dos solos, sacándose las botas, en un silencio incómodo.

-Y… Alex, ¿que me querías decir en la montaña?- preguntó Mabel curiosa.

-Emmm- Alex estaba nervioso, no sabía cómo decírselo. Suspiró.- Mabel, cada vez que me acerco a ti tartamudeo porque me pongo muy nervioso y a veces tengo miedo de incomodarte, de ser una molestia para vos. Yo te amo desde hace mucho tiempo y al fin tengo el valor para decírtelo y quiero que solo me respondas una pregunta… ¿son correspondidos mis sentimientos por vos?, con cualquier respuesta que digas, seguirá en pie nuestra amistad, pero mis sentimientos no se irán.- dijo Axel mirando el piso, esperando una respuesta de Mabel.

Mabel estaba sorprendida y sonrojada, no sabía qué decir.

-Perdón Alex, pero no puedo corresponder a tus sentimientos, no siento lo mismo por ti, pero seguiremos siendo amigos ¿verdad?- preguntó Mabel apenada.

-Si obvio. ¿Sabes que?, olvida todo lo que dije antes, hay que contarles a nuestros amigos sobre la aventura de hoy…-dijo Alex limpiándose una lágrima que se escapaba, sintiendo que había caído en una grieta oscura y fría.

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MI PAPÁ, EL ASESINO Escrito por: Catalina Alvarez Camilo Fiszson Tomás Freire Victoria Klein Renata Sabatino Bautista Uzquiza Yo estaba volviendo del jardín con mi hermano. Estábamos a unos metros de la puerta, cuando escuché unos gritos. Pensé que era Morena que estaba llorando, pero al entrar encontré a mi mamá llorando y a mi papá gritando. Ella estaba golpeada y mi papá tenía un palo. Mi hermano me llevó a mi cuarto, dijo que me quedara ahí hasta que él me avisara. Yo estaba asustado, solo escuchaba gritos, golpes y llantos, aunque no era la primera vez que pasaba esto. Lo que noté diferente fue que mi hermano estaba más preocupado de lo normal. Abrí un poco la puerta para asomarme y ver qué estaba pasando.

Vi a mi mamá tirada en el sillón y a mi papá discutiendo con mi hermano, que estaba tratando de calmarlo. Mi mamá le pidió que se fuera para que no le hiciera nada ya que como mi papá tomaba, a veces no se daba cuenta de lo que hacía. Mi hermano agarró el teléfono de mi hermana, Morena, y se fue al cuarto donde yo lo estaba esperando. Me dijo que sostuviera a Morena mientras él llamaba a mi tía, Marcela, porque esta vez mi papá estaba más violento que nunca.

Mi papá siempre le pegaba a mi mamá o le gritaba por cualquier cosa. Nunca estaba con nosotros. A la mañana trabajaba y a la noche se iba a tomar a algún bar cercano y no volvía hasta la madrugada. A veces ni siquiera iba trabajar por lo ebrio que quedaba.

Yo no entendía porque él le gritaba y le exigía tanto, ya que ella nos llevaba a la escuela, nos cocinaba, hacía las compras y se ocupaba de Morena.

Mi familia no fue siempre así, cuando yo era más chico y Morena todavía no había nacido, ellos pasaban tiempo con nosotros, cenábamos juntos, mi papá le ayudaba a mi hermano con las tareas y jugaba al fútbol con nosotros. Mi mamá nos preparaba nuestra comida favorita y me acuerdo que todos los Domingos íbamos a pasear. Extraño tanto eso…

Todo empezó cuando nació Morena, mi tía y mi abuela venían más seguido. Mi abuela es muy pesada a veces y eso lo hacía enojar a mi papá. Lo que más le molestaba era cuando mi mamá le daba la razón a mi abuela o ponía en ridículo a mi papá frente a la familia. Hasta que un dia cuando se fueron todos, le gritó a mi mamá y luego le pegó. Yo me quedé impactado, era la primera vez que mi papá hacía algo así. Con el tiempo papá lo tomó como una costumbre y así continuó hasta ese dia.

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Cuando mi hermano llamó a mi tía, quien ya sabía que mi papá le pegaba a mi mamá. Se abrió la puerta de golpe. Era mi papá que le sacó el teléfono a mi hermano para que no llamara a nadie, pero por suerte mi tía llegó a escuchar que algo no andaba bien y vino lo más rápido que pudo con mi abuela. A mi abuela, Norma, lo primero que se le ocurrió fue agarrar lo primero que encontró y pegarle en la espalda a mi papá ya que él estaba de espaldas a la puerta. Él la miró con odio y la empujó, ella cayó al suelo y ahí mi papá comenzó a patearla. Mi tía no iba a permitir que nadie le haga daño a mi abuela, así que, como ella era grandota, lo tiró contra una pared mientras ayudaba a Norma a levantarse.

Mi mamá ya casi no se podía mantenerse de pie, así que fue mi hermano, Lucas, quien agarró a mi mamá y la sentó en una silla del comedor. Mi papá se enojó tanto que tomó a mi hermano del brazo y le dio la cabeza contra la punta de la mesada de la cocina.

Mi hermano no se pudo levantar y mi papá le pegaba en el estómago tan fuerte que no le llegaba el aire, mi mamá se levantó de la silla como pudo. Lucas era su hijo y no iba a dejar que alguien le pegara así, al acercarse a mi papá, Alejandro, el le pego una cachetada y la dejó tirada en el piso, Marcela corrió al baño a buscar unas gasas para mi hermano que se estaba desangrando, ahí fue cuando mi papá la agarró de los pelos y le empezó a gritar, ella se resistía, pero Alejandro tomó un cuchillo y se lo clavó en la panza. Mi abuela había quedado con una costilla rota por las patadas que le había pegado mi papá. Pero sin embargo trató de estirarse para llamar a la policía. Él tomó su mano y comenzó a golpearla. Yo fui corriendo al cuarto para agarrar a Morena, cuando la puse entre mis brazos, comenzó a llorar, cosa que hacía que mi papá se pusiera de mal humor. Al escuchar su llanto Alejandro me la arrebató de las manos, yo no sabía qué hacer, vi como él le pegaba con toda su fuerza, aparte como hacía taekwondo era fuerte. Yo tomé el teléfono, corrí hasta el cuarto y llamé a la policía, quien vino de inmediato. Estaba tan asustado que no salí de allí hasta que me encontró un policía, quien me llevó a la comisaría para contar lo sucedido.

Ya pasaron 7 meses. Alejandro está en la cárcel. Mi hermana está muy grave, al igual que mi hermano, se van recuperando poco a poco. Lo peor es que son lo único que me queda.

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GOL EN CONTRA Escrito por: Yael Benadiba Agustín Casciero Tomás Castera Florencia Denk Julián Forez Uría Nicolás Serafini ¿Viste esas veces en que pensás que todo depende de vos, esas veces en las que sabés que si cometés un error todo se va a derrumbar y las consecuencias te perseguirán de por vida?

Eso pasó con Andrés Escobar, el central de Colombia en el Mundial de 1994 en EEUU. Estaban jugando en la primera fase, y el partido entre su selección y el anfitrión era su última oportunidad para clasificar a octavos.

Durante el partido, Andrés sentía esa misma sensación, ese sentimiento de saber que de alguna forma todo depende de vos, se notaba como sufría cada vez que un delantero rival se acercaba y se notaba un gran alivio en él cuando lograban sacarla y alejarla de la portería.

Yo estaba en la cancha y veía esa expresión.

Pero no todo siempre termina bien…

Minuto 35 del primer tiempo, Joe Carter avanzaba por la derecha, unos metros después tiró un centro y Escobar estaba preparado para bloquearlo con la pierna derecha en el centro de su área. Lamentablemente, las cosas no salieron como él quería, y la pelota fue a la punta de su pie. Por culpa de su puntinazo accidental, la pelota se deslizó hasta su propio arco.

Estados Unidos logró ganar el partido gracias al gol en contra que metió Andrés y logró sacar a Colombia del mundial. Él y sus compañeros se fueron al vestuario desilusionados mientras Estados Unidos estaba festejando en su propia cancha.

Esa noche, le costó dormirse. A mí también, no soporté ver todo ese dinero, yéndose de mis manos por un gol en contra. Él sentía una sensación terrible, pensaba que era todo su culpa. Y lo era. Aposté mi plata a que Colombia clasificaba y después del partido ya no tenía ni para comer.

Al día siguiente le daba miedo prender la televisión y ver ese gol en contra, esa terrible imagen de ver cómo el mismo eliminaba a su país.

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La culpa casi no le dejó jugar el último partido, pero lo jugó igual. Claro, con pocas ganas y sin hablar con nadie. Al final ganaron 2-0, pero no ayudó a que clasificaran, aunque pude recuperar un poco de plata.

Después de esa horrible experiencia, el central derecho pidió unas vacaciones.

Igualmente se sentía cada día más nervioso y su corazón casi reventaba cuando veía a gente que lo miraba con una cara de odio y sumándole a eso tener que soportar constantes insultos y empujones que no hacían más que enojarlo. De hecho, hubo un día en el que se agarró a trompadas con uno que se hizo el vivo con él, pero lo único que hizo fue hacerlo aún más odiado. Él ya estaba en una situación en la que le daba miedo salir de casa, y si lo hacía era para comprar comida, pero siempre procuraba hacerlo de noche, y tapado hasta el punto de olvidar quien era si le preguntaban su nombre.

Yo sabía que se sentía así, pero aún así no dejé de odiarlo…

Cuando fue a comer al restaurante, habíamos llegado en mi camión. Dos de mis amigos mafiosos bajaron y empezaron a insultarlo. Andrés empezó a pedir respeto, al parecer ya no tenía ese sentimiento de enojarse ante alguna provocación.

Yo bajé de mi camión con un revólver armado, y le disparé una vez, y otra vez, y otra vez, y por última vez.

A pesar de que terminé preso, no me arrepiento de nada.

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GANADOR A TODA COSTA Escrito por: Melanie Albornoz Carolina Gonzalez Micaela Nogueira Ema Trebino

-

Me contaron que ahora estás en Boca. ¿Qué pasó con el equipo de Lanús? - Le dijo

-

un periodista a Orion.

Problemas con el club que no quiero contar - Respondió

Yo como siempre estoy enterada: se peleó con el director técnico al decirle que estaba desconcertado, que en su equipo no podía haber perdedores y que él era uno de ellos.

-

BIENVENIDO AMIGO!! - Dijeron los directores técnicos de Boca, Guillermo y

-

Gustavo, que son mellizos.

Ahora sos uno de nosotros - Dijo Guillermo Vas a pensar como un ganador - Dijo Gustavo Ya lo pienso, desde hace mucho tiempo, solo que no tuve la oportunidad de demostrarlo.

Otra vez yo mirando desde la tribuna de la cancha . Espero que nadie me vea.

-

Otra vez vos nena te dije que no volvieras - gritó Guillermo Perdón es que me enteré de que hoy juega Boca vs Lanús y me quería asegurar que no le hagan nada a Orion ya que el tuvo problemas con el director técnico.

-

Además, él odia que Orion siga teniendo el tatuaje de su club.

Con el director técnico?? no tenía ni la menor idea, gracias ahora lo voy a tener en

-

cuenta No de nada, pero… ¿te molestaria que me quede a vigilar?

No, pero el problema,, nena es que las reglas lo prohíben. Hagamos algo, andate a

-

tu casa y yo te reservo un lugar en la primera fila para ver el partido.

Ok, dale espero que la puedas conseguir.

Si, si quedate tranquila. Ahora anda a tu casa.

Bueno chau.

-

Hola señoras y señores comenzó el partido Boca VS Lanús - dijo el relator del partido.

Gracias - Respondí cuando ya me había sentado.

Lo vigilé - Me dijo Perfecto - Suspiré - Le quisieron hacer algo?

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-

No, por ahora nada. ¿Ahora está solo?

Sí - Me respondió Nooo, no lo dejes solo.- Le grité

todo el mundo me miró, pero no me importó.

-

Anda fijate si esta bien - Le susurré Bueno chau - Me dijo Chau - Lo miré con cara de enojada Ya salen los jugadores - gritó el relator. Salté de la silla del susto que me pegue.

Ahí viene Orión, ahí viene Orión.

Sigamos con el himno- volvió a decir el relator y yo me volví a asustar.

Uuuy dios este porque no se calla.

Porque es su trabajo- me respondió un pibe, que por cierto no era nada

-

desagradable, todo lo contrario.

Sí, puede ser, ya no sé ni que responderte.

No me tenés que responder nada, ¿me puedo sentar acá?

Sí pero… ¿no es con entrada vip?

No, cualquiera ¿quien te dijo eso?

No nadie, no sé de dónde lo saqué- algo ahí no me cerraba, ¿por que Guillermo me había mentido así?

El silbato interrumpió mis pensamientos como detective y me di cuenta que había empezado el partido. Todo normal hasta el minuto 10 que un jugador se desmayó y a los diez segundos otro y a los diez otro, y así sucesivamente. Hasta que todos los jugadores de Boca estaban tumbados en el piso. Todo el público de la tribuna desconcertado por lo sucedido, todos inmóviles parecían muertos.

Volvió Guillermo, me asombré - ¿qué pasó? Puedo ir a ver si averiguo algo, soy detectivele dije -

Ah no sabía - me dijo ignorando mi pregunta Bueno permiso voy a ir a averiguar-y sin esperar respuesta entré a la cancha y de ahí al vestuario, donde los jugadores habían estado antes de salir al partido.

Nada que el criminal haya dejado por aquí y nada por allá. Debe ser inteligente pensé. ¿Qué habían hecho los jugadores antes de salir al partido?. Beber, tomar agua y... ¡sí! ahí estaba el veneno en el vaso, en todos los vasos, los jugadores estaban desmayados no muertos. ¿Cómo no lo habían visto? era de color naranja igual que la bebida. Eso habrá sido no se dieron cuenta por el color de la bebida. ¿Quién había entrado al vestuario? ¿Uno de Lanús? ¿Uno de boca?( esa idea la descarté enseguida) Después de recalcular, seguía en blanco.

-

Sí, las cámaras ¿Qué? - me dijo Guillermo No, nada - y salí corriendo a mirar las cámaras.

Ahí estaba el culpable , aunque aún el misterio no está completo, ahí estaba uno de los mellizos. Aunque no sé cuál, Guillermo o Gustavo...

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EL BOTELLAZO Escrito por: Santiago Fiorenza Matías Hernández Luciano Landín Luciano Perez Horn Ignacio Serra

-Ahí viene Pedro, esquivando todos los volantes, se la pasa a Rodriguez. -dijo el relator Carlos Battistoni.

Rodriguez corre rápidamente, le pega desde el área del portero y es… gol...continuó el relator amargado por el gol contra su paìs.

-Cómo puede ser… con Romero de portero y Mascherano de defensor.

En la cabina se escucha un fuerte golpe.

El detective, Gerardo, se pone a llorar por este suceso.

Cuando el 10 de Uruguay se pone a festejar, se ve una botella cayendo sobre la cabeza del mismo.

Un silencio rotundo dominó el estadio por un momento y de repente se vio al jugador tirado en el piso.

La policìa trató de parar un disturbio, provocado por los hinchas de Uruguay, que estaban haciendo justicia a mano propìa.

El relator se queda sin palabras al igual que Gerardo ante este suceso.

Cuando lograron calmar a los hinchas de Uruguay, los médicos fueron a ver al jugador. Se dieron cuenta que él había muerto. No tenía pulso.

Gerardo va velozmente a la cancha para ver el cuerpo. Al llegar, los policías, le dicen que no puede pasar ,y él muestra su placa de detective.

-Con eso es suficiente -le dijeron, dejándolo pasar.

-Gracias. Ahora, veamos al cadáver.

Por lo que había visto, el detective, eran pedazos de vidrio que la víctima tenía incrustados en el cráneo.

-¿Hay cámaras en la cancha? necesito ver algo -Preguntó Gerardo.

-Si, si quiere lo llevo.

-Gracias!.

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El detective y el Policía van a ver las cámaras de seguridad. Cuando llegan, ven al guardia de seguridad muerto, apuñalado por la espalda. El Oficial llama a sus compañeros.

Gerardo va a las cámaras de seguridad y ve que la cinta había sido robada por alguien.

Intentó buscar pistas, pero solo encontró un papel en blanco. Por las dudas, el detective se lo quedó.

Les preguntó a los Guardias que vigilaban el lugar si habían visto a alguien sospechoso ir a la sala de cámaras, pero nadie había visto nada.

Cuando les preguntó a los periodistas si grabaron cuando tiraron la botella, ellos dijeron que estaban grabando otra cosa.

Gerardo y sus colaboradores llegaron a la conclusión de que el asesinato al jugador había sido un desafortunado accidente porque era muy poco probable que desde las primeras filas se pudiera lanzar la botella dado que estaba el alambrado. Por lo tanto, tenía que ser alguien ubicado en las últimas filas. Y desde allí era muy difícil dar el golpe preciso para matar a alguien a propósito. También notaron por el ángulo, que debía ser alguien del palco.

Entonces decidieron buscar en los archivos de la computadora del estadio,todos los nombres de los hinchas sentados en el palco, para poder reducir el número de sospechosos e investigar a partir de esos nombres.

Después de tener la lista, comenzaron a buscar en la base de datos de la policía los que tenían antecedentes penales.

Así descartaron a más de la mitad y se quedaron con 11 nombres.

Antonio Fuentes, Roberto Gómez, Santiago Lopez, Tomas Rodriguez, Matías Gómez (Hermano de Roberto), Thiago Fernández, Joaquín Díaz, Sergio Velardez, Ricardo Grazzio, Axel Farini y Nicolás Pérez.

Los que más tiempo habían pasado en la cárcel eran: Los hermanos Gómez (8 años por robo y pelear en la cancha).

Díaz junto con Grazzio y Fernández(11 años por robo a un banco).

Gerardo se dirige hacía su supuesto paradero. Al llegar nota que hay un olor a balas hirviendo, como si armas muy pesadas hubieran sido disparadas hace poco. Al revisar una casa cercana ve que hay un montón de balas acaloradas en el piso, se fija en una casita pequeña que olía muy mal y nota que estaba la pared toda agujereada por los proyectiles lanzados de esas armas . Entra y ve el cuerpo de los Convictos brutalmente despedazados.

Ve la mano de uno de los muertos tirada en el piso junto con un maletín, el cual al revisarlo tenía la cinta de la cámara. Gerardo, al saber eso, sabe que avanzó bastante en la investigación, pero todavía falta por saber quién mató a los Convictos...

El detective se dirigió a la comisaría, les dijo a los muchachos que estuvieron en la cancha, que había encontrado la cinta y que supuestamente había encontrado a los

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asesinos que estaban grabados en la cinta. La cinta que él trajo funcionaba totalmente y notó que en una esquina había un sujeto muy llamativo. Este iba todo de gris y hablaba con los hinchas que estuvieron presos. Él les había dicho, como si tuviera un problema contra Rodríguez, y convenció a los fanáticos para que tiren una botella al jugador estrella del país contrario a cambio de 1000 pesos. También les había recomendado “una vez que estén dentro del cuarto de seguridad tengan cuidado con el guardia, si por alguna razón este se da cuenta de su presencia tratèn de asesinarlo”.

Gerardo investigó incansablemente hasta que encuentra una pista,un celular con una grabación la cual demostró que había venido un Ford Fiesta que abrió las ventanas y dispararon a quemarropa. En el coche se veía a un mafioso, buscado, que contrataba a gente ajena y luego acababa con ellas porque no les servía más tenerlas. Luego de un tiempo Gerardo logró localizar al mafioso y planea una operación para poder encarcelar a este sujeto. La operación milagrosamente salió bien y pudieron sacarle información para terminar de resolver este caso.

-Yo le dije a uno de mis hombres que contrate a un Ex convicto para asesinar a el jugador de Uruguay. -había dicho el Mafioso.

-¿Por qué?-preguntó el Detective.

-Yo lo llevé a la fama, donde él estaba, me debía un favor y él lo dejó pasar.

-Por eso lo mataste, porque el te debía un favor.

-Exactamente.

Luego de esta interrogación, al sospechoso se le declaró culpable por el asesinato.

Fueron 24 años de cárcel.

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GUERRA FRÍA Escrito por: Santino Antonio Theo Castino Tobías Castresana Tomás Gekdyszman Juan Cruz Lesbegueris Valentín Tomasone -¿Papá no hay nada más de comer?- Preguntó Matías.

- Lo siento hijo, para la próxima intentaré conseguir algo más- Contestó Pablo.

- Sabés por lo que está pasando la empresa, Fernando, mi jefe, está muy enojado ya que la empresa de semillas transgénicas que estimula el crecimiento de las plantas, nos está quitando todos los clientes.- Continuó Pablo.

- Veré si puedo conseguir algún trabajo extra para la semana que viene, te lo prometo.

Ya en la empresa S.E.G.U.R.O.S. Pablo fue a la oficina de su jefe y al entrar observó el viejo escritorio de mármol y la voz de Fernando interrumpió.

- ¿Pablo que necesitas?.

- Señor estoy un poco descontento con mi sueldo, necesitaría trabajar un tiempo extra, para alimentar a mi familia, ¿Podría conseguirme algún segundo trabajo para conseguir más dinero por el momento?

- Bueno sabés que estamos en complicaciones con la empresa P.F., planta fertilizante, necesitamos saber qué es lo que hace que tenga demasiado clientes.

- ¿Y que necesita que haga por usted?- Preguntó Pablo.

-Tengo algo pensado…

Luego de unos días Pablo dejó de asistir a la empresa.

Fernando, en busca de Pablo, intentó introducirse en la empresa P.F. pero vió lo que esperaba. Al entrar haciéndose pasar por un técnico lo vio a Pablo tirado en el piso con dos balas incrustadas en su pecho, lo primero que se le vino a la cabeza fue pensar en qué le diría a la familia de Pablo, él sabía que no había sido un suicidio. De inmediato Fernando contactó un detective llamado Hernán Might. Este era muy bueno en su profesión, pero al mismo tiempo era muy cara su contratación.

Como Fernando era muy adinerado lo

contrató.

Might estuvo revisando la escena del crimen pero no encontró nada. Inspeccionó las balas y se dio cuenta de que eran de una pistola Glock 22 mm.

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Pensó que Pablo se podría haber metido en algún tema relacionado con la mafia, o que habría escuchado algo que no debía y lo mataron. Pero Pablo no era de meterse en esos temas y era un hombre con familia, feliz, así que ni pensó en suicidio.

Además las mafias de hoy en día no tienen suficientes recursos para comprar este tipo de armas.

Might fue de inmediato con Fernando, al entrar vio el viejo escritorio de mármol hasta que la voz de Fernando interrumpió: -¿Qué quiere detective?- Dijo Fernando con una sonrisa escondida en su cara.

- Solo quería saber si Pablo tenía algún trabajo no oficial ofrecido por ustedMencionó el detective.

Luego de escuchar esto Fernando cerró todas las cortinas y la puerta con llave para lograr más discreción.

-Si, así es-. Silenciosamente le susurro al oído.

Después Might le pregunto al hombre tímido que tenía delante, -¿Qué tipo de trabajo?-No, no es nada importante- dijo Fernando demasiado nervioso.

-Señor si no me lo dice no podre resolver el caso.

-Está bien - dijo Fernando asustado.

-Pablo me pidió un trabajo extra para alimentar a su familia diciéndome que estaba descontento con su sueldo, así que lo mande a buscar un poco de informacion sobre como P.F. puede conseguir tantos clientesMight se paró pidió la llave y se fue a hablar con la familia de Pablo.

Llegó, pidió permiso y al entrar vio un muy humilde hogar, la pared sin pintar, el techo de chapa y el piso de tierra húmeda. Adentro estaban los dos hijos de Pablo y su mujer.

-Hola, buenos días.- Le dijo Might a la mujer de Pablo.

-Hola, usted debe ser el señor Hernán Might.¿no es cierto?- Le responde la señora -Si, le tengo una mala noticia, su esposo… bueno…

- Mi esposo qué señor, ¿Sabe algo de él?

- Su esposo está muerto, lo lamento Pablo, fue encontrado muerto dentro de la empresa transgénica, con dos disparos en el pecho. la señora estalló en llantos.

-Señor Fernando me puede decir por qué decidió enviar a Pablo a ese mismo trabajo. Preguntó Might.

- Bueno el quería un trabajo “Extra” y yo se lo di. - Contestó Fernando.

- Si pero porque ese mismo trabajo…

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- No importa, no me cuente, por favor lléveme al cuarto de seguridad, a ese donde tienen las cámaras y todo eso de la empresa.

- Por aquí detective.

Recorriendo un largo pasillo húmedo y vacío, con olor a podrido, llegaron al cuarto de seguridad, y allí Might solicitó ver las cintas de la hora en desapareció Pablo.

-

Lo siento señor, las cámaras se averiaron, se perdió la imágen, solo pudimos salvar

-

el audio.

Déjemelo escucharlo, solo por favor.

La habitación quedó completamente vacía, estaba solo Might. Reprodujo la cinta de

esa fecha y escucho.

“- Sin duda fue él, estoy seguro, se quería liberar de mí, lo sabia.

-

Solo tengo tengo que confirmarlo, la gente me creerá.

Se escuchan unos pasos que van y vienen, vienen y van, hasta que de repente los pasos se detienen… se escucha un profundo chillido y la voz de Pablo interrumpe.

- Ah, ese maldito lo ordenó.”

Se corta la cinta.

-¿Qué pasó con esta cosa?, se cortó.

- Lo siento es todo lo que se salvó.

- Fernando, acompañeme a la empresa P.F. LLegaron a la empresa y fueron a la sala de calderas, donde se encontró el cuerpo de Pablo.

-

Que raro. - Exclamó Might. ¿Por qué? ¿Qué ha encontrado?- Preguntó Fernando.

No se encuentra ninguna bala, el asesino tendría que tener un tino perfecto.

Pero podría ser posible. - Continuó Might.

Might solicitó ir al cuarto de seguridad de esa misma empresa y lo mismo, sin

imagen solo audio.

-

Otro misterio, no se escucha ningún disparo y eso que es de las cámaras con el mejor audio de todos.- Dijo Might.

Fernando y Hernán volvieron a la empresa de S.E.G.U.R.O.S., ya que Might no logró

descubrir nada de gran importancia en la empresa de fertilizantes.

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-

Debo anotar todo lo que hemos encontrado hasta ahora, Fernando ¿Por casualidad no tenés ninguna birome en ese escritorio?- Preguntó Might junto con una sonrisa de

-

oreja a oreja.

Como no Hernán, ahí se la doy.

Al abrir el primer cajón de ese mueble de mármol suena un profundo chillido.

-

Ah, un escritorio viejo eh.- Aclaró Might con sarcasmo.

Fernando, nunca le pregunté dónde estaba usted durante la desaparición de Pablo.-

-

Continuó Might Bueno me encontraba en aquí, en mi oficina a las nueve treinta. ¿Ah sí?- Preguntó Might Si así es- Contestó Fernando.

Qué raro, porque a esa misma hora, se encontraba Pablo aquí, solo, según el audio,

-

que después de eso se cortó, ¿Extraño no?

En la otra empresa no se escucharon disparos y tampoco había balas en el suelo, lo que me lleva a saber qué pasó luego de que se haya cortado la cinta. - Continuó

-

Might.

Usted estaba en esta misma empresa, pero no es su oficina, y al llegar aquí vio que

-

Pablo había descubierto que usted dio la orden para que lo maten. ¿Pero la orden no sirvió, no? Vio que lo había descubierto y lo mató en el mismo pasillo dejando olor a podrido, que por eso no se vio ni escuchó nada en la otra empresa, luego recortó las cintas, borró los videos y llevó el cadáver a la otra empresa, allí hizo lo mismo que aquí, recortó, borró, escapó para que no lo vean

-

llevando al muerto.

Lo que no entiendo es ¿Por qué me llamó si usted lo mató? y ¿Por qué lo mató?

Me sorprende detective, lo descubrió y merece respuestas.

Lo llame, porque la mujer de Pablo me lo pidió y lo maté ya que en un momento de crisis económica así, viene a quejarse sobre su suelo, no trabajaba, todo un

-

desagradecido.

Bueno Fernando acompáñeme...

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¡GRACIAS POR LEERNOS! 7° A y 7° B

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La Obra 2016