A la Sombra de una
medalla paralímpica
Julio César Ávila Sarria Presidente Comité Paralímpico Colombiano
E
n los últimos años, el deporte colombiano viene en una curva ascendente, en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, en los que Colombia obtuvo 10 medallas en total, el deporte paralímpico dijo ‘presente’ con dos de plata. Igualmente, en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016, Colombia le dio continuidad a su crecimiento en resultados, posicionándose como una de las potencias deportivas del continente, al obtener 25 medallas, de las cuales 17, dos de ellas de oro, llegaron gracias al deporte paralímpico. Esto marcó un hito en la historia deportiva de nuestro país, ya que se izó otra vez la bandera colombiana en unos Juegos Paralímpicos y nuestro himno sonó nuevamente en una premiación después de 36 años. El primer triunfo en un evento de esta magnitud, se dio en 1980.
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Hubo reportajes en las primeras páginas de los periódicos colombianos, los noticieros abrieron sus espacios televisivos con la gran hazaña que Colombia logró en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, en el trasporte público los colombianos de a pie hablaban de los atletas paralímpicos. Y es que la huella que se dejó en suelo carioca fue inmensa; nuestros atletas fueron los protagonistas durante aquel histórico y recordado 2016. Sin embargo, esta es solo una parte de la historia del deporte paralímpico. Detrás de las medallas y los resultados deportivos se encuentran, bajo la sombra, la esencia y el sentir de tantas vidas que el deporte paralímpico ha trasformado para bien, de cómo se construye país gracias al legado que dejan unos Juegos Paralímpicos en la sociedad.
