La única lucha que se pierde es la que se abandona
¡DEMOCRATIZACIÓN YA! (Apuntes para entender el problema de la democratización en la UBA)
comisiones CEFyL
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Según el Título V del Estatuto universitario, «Del gobierno», el gobierno de la UBA tiene una estructura piramidal de «poder descendente». Esta estructuración jerárquica de las relaciones de poder existe entre los distintos órganos de gobierno y entre los claustros que los integran. Para entender por qué decimos que el “co-gobierno” es antidemocrático analicemos los distintos órganos con los que cuenta: las Juntas de carrera, el Consejo Directivo, el Consejo Superior y la Asamblea Universitaria (de la base hacia la cúpula). Estas son su conformación y atribuciones:
¿Cómo vamos a dar la pelea por la democratización? ¿Qué balances hacemos de las experiencias previas? ¿Cómo articular con docentes y no docentes? Esas son algunas de las preguntas centrales que apostamos a discutir entre todos en la Comisión por la Democratización, que se reune todos los jueves a las 17HS EN el aulita “Mariano Ferreyra” del patio. ¡No te la pierdas!
Juntas departamentales (En Filosofía y Letras): están com-
puestas por 11 miembros: 1 Director, 4 representantes de Profesores, 3 representantes de Graduados, 3 representantes de Estudiantes. Las juntas tienen atribuciones para asignar funciones a los docentes, programar el calendario académico (oferta de materias y de horarios), proponer jurados para concursos, socializar la información y atender sugerencias y requerimientos de cualquier miembro de los tres claustros. Sin embargo, el carácter de estos órganos es meramente consultivo y dependen, por lo tanto, de la aprobación del Consejo Directivo o del propio decano de la facultad.
Consejo Directivo: tiene 17 miembros: 1 Decano, 8 represen-
tantes de Profesores, 4 representantes de Graduados, 4 representantes de Estudiantes. Entre sus atribuciones se encuentra designar un decano y un vicedecano, “ejercer, en última instancia, jurisdicción policial y disciplinaria dentro del ámbito de la Facultad.”, “dictar las disposiciones según las cuales deberán efectuarse los concursos para la designación de docentes”, “aprobar los programas de enseñanza proyectados por los profesores”, “prestar aprobación a la designación de docentes interino”, entre otras.
1 “La Piramide UBA (Por que decimos que la forma de representacion es antidemocratica)”,
documento publicado en 2010 por Revocables... http://revocablesfilo.blogspot.com.ar/
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mestre en Filo. Tras haberse aprobado, sin los votos de los consejeros estudiantiles, la nueva Beca Jauretche, se evidenció cómo nosotros no tomamos ningún tipo de decisión en esos espacios. Nos hemos movilizado una y otra vez y jamás hemos tenido respuestas por parte de quienes gobiernan la facultad. Es la estructura actual de cogobierno de la universidad la que permitió que se vote sin el acuerdo de los estudiantes un sistema de becas para los mismos estudiantes. Pero no nos contentamos con este sistema viciado y atravesado por negociados y connivencias, frente a este co-gobierno de las camarillas planteamos la necesidad de generar otras instancias de desicion que logren anular las naturalizadas jerarquías entre claustro y nos permitan mayores y mejores posibilidades de intervencion, a la par que vemos fundamental dar la pelea por la democratización de los espacios “tradicionales” de gobierno. Desde la comisión venimos trabajando todas estas cuestiones planteando la necesidad de difundir estas problemáticas, organizarnos y salir a luchar por la democratización de la universidad. El año que viene una vez más tendremos una antidemocrática Asamblea Universitaria que va a elegir rector.Las últimas dos elecciones (en 2006 y 2009) se realizaron violando el propio estatuto universitario al ser realizadas en el Congreso Nacional y no en un establecimiento universitario como dispone dicho estatuto. Éstas se llevaron a cabo en medio de una represión a los estudiantes y docentes movilizados por la reforma del estatuto en pos de la democratización de la UBA. Y la mayoría de los consejeros estudiantiles no pudo siquiera entrar a la Asamblea Universitaria, así como tampoco algunos consejeros de graduados. No nos olvidamos y advertimos que quien prestó el Congreso para sesionar y mandó a la policía para reprimir a los que luchaban por la democratización de la universidad contra el “cogobierno” de una minoría, ¡no fue ni más ni menos que el Gobierno Nacional kirchnerista! ¿Dónde está el “cogobierno” democrático de la UBA entonces? Al parecer murió en los pasillos del rectorado (o mejor dicho en el Congreso) y en la letra muerta del estatuto.
2 Durante la toma de Filo del 2010, los estudiantes generamos nuevas instancias de decisión tal
como fue la mesa de negociación entre las gremiales y la gestión en la cual pudimos dar solución al conflicto en un espacio donde las jerarquías de claustro estuvieron anuladas. Es decir, para lograr que el edificio responda a los intereses del conjunto, debimos generar una instancia donde todos tuviéramos el mismo grado de decisión.
Consejo Superior:
está conformado por 29 miembros: 1 Rector, 13 Decanos, 5 representantes de Profesores, 5 representantes de Graduados, 5 representantes de Estudiantes. Este órgano ejerce “la jurisdicción superior universitaria”, puede crear, modificar o suprimir carreras, designa al vicerrector y los secretarios, aprueba “el presupuesto anual para la Universidad, las cuentas presentadas por el Rector y la inversión de los fondos asignados al Consejo, a las Facultades y a los demás establecimientos”, entre tantas otras atribuciones.
Asamblea Universitaria: está formada por los miembros del
Consejo Superior y de los Consejos Directivos de las Facultades. Básicamente sus atribuciones giran en torno a la elección o suspensión del Rector y la modificación del estatuto universitario.
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A simple vista pareciera que todos somos representados y todos tenemos la posibilidad de tomar las decisiones en las distintas instancias de “cogobierno”... pero esto ¡no es así! Si analizamos cada claustro en particular podemos observar como un grupo minoritario es quien, en realidad, gobierna la universidad:
Profesores:
Graduados:
Solo votan en calidad de profesores aquellos docentes que son Titulares, Adjuntos o Asociados. Con lo que nos encontramos entonces es con 2.000 docentes de 40.000 (un 5%) que vota y tiene la mayoría en todas los órganos de “cogobierno”.
En este claustro votan no sólo los “graduados puros” sino que frente a la inexistencia de un claustro único docente, los JTP o Ayudantes poseen representación en calidad de graduados.
Estudiantes:
No Docentes:
A pesar de ser alrededor de 300.000 mil estudiantes los que componemos la UBA, la representación con la que contamos en las instancias de “cogobierno” es minoritaria en relación a los claustros de Profesores y Graduados. Lo que hace imposible incidir en las decisiones que allí se toman.
Poseen sólo voz en los órganos de “cogobierno” y se les niega el voto. Están excluidos de todo tipo de decisión en la universidad.
Esta evidente concentración de poder tiene su correlato en el día a día en nuestras facultades, son estas mismas jerarquías las que reproducimos en espacios tan cotidianos como las aulas en las que cursamos. Es importante entender esto enmarcado dentro de una estructura que responde a un modelo de universidad, sin entrar en un falso debate cual “lucha de claustros”, y tener como perspectiva que la forma de cambiarlo es dando una lucha de conjunto por la democratización.
¿Y en las cátedras qué pasa? A su vez creemos que la concentración vertical del poder político que va desplegándose hacia abajo en las instancias ya descritas se repite en la estructura de cátedra. Esta es un tipo de organización doblemente jerarquizada, respecto al cargo: Titular, Asociado, Adjunto, Jefe de Trabajos Prácticos, Ayudante de primera y Ayudante de segunda; y según las llamadas “dedicaciones”: exclusiva, semi-exclusiva, simple. “Dedicación” refiere a la cantidad de horas por semanas que se debe trabajar: 40 hs. semanales si se tiene dedicación exclusiva, 20 hs si la dedicación es semi y 10 hs. si es simple o “parcial”. 2 En la combinación de estas dos series jerárquicas se obtiene la remuneración salarial de cada docente. ¡Pero no todos gozan de un salario! Los docentes designados «ad honorem» trabajan «por el honor», esto es: gratis. Esta situación, naturalizada como ritual de iniciación en la docencia universitaria, que se traduce en largos años sin la percepción de una renta, ni porcentaje de ella siquiera, es muestra de la precarización laboral que sufren los docentes de la UBA. La precariedad laboral forma parte de la existencia de redes clientelares que se crean en el interior de la universidad.
¿Cómo nos afecta esto en el día a día? Sabemos que quienes gobiernan nuestra universidad conforman una camarilla y actúan en pos de sus propios intereses y no los de la comunidad educativa. Esto posibilita y es la base a partir de la cual las políticas privatistas pueden llevarse a cabo. La escasa representación estudiantil, la precariedad laboral de la mayoría de los docentes que implica una carencia de derechos políticos en su propio claustro (los cuales terminan votando en calidad de graduados), así como también la no representación de los no docentes, son algunas de las principales cuestiones que posibilitan a quienes gobiernan la universidad decidir a espaldas de la mayoría y perpetuarse en el poder llevando adelante sus propias políticas privatizadoras. Grandes ejemplos de estas últimas son aquellas por las cuales estamos organizándonos y luchando desde el CEFyL: el intento de la acreditación de las carreras a la CONEAU, el establecimiento de “seguridad” privada (los tan conocidos patovas), el proyecto de un edificio en el estacionamiento destinado a actividades aranceladas y el nuevo sistema de becas. Estos últimos dos fueron los principales conflictos que atravesaron el cuatri-