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MÓDULO N° 1

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CULTURAL

CULTURAL

doméstico bajo el comal transformando el maíz en tortillas, pupusas, riguas, tamales hace de las cipotas y cipotes salvadoreños tierra fértil para la pintura.

“Mezclando colores se mezclan las emociones y el pincel danza en puntillas…” La forma de hablar de los salvadoreños tiene un ritmo infantil. Por eso nos llaman “pipiles” (en que hablan como niños), Con el ritmo y la musicalidad del infante abordamos la música y sumergimos a los niños en ella, en su aprendizaje y ejecución. Aceptamos el reto y la aventura de crear con el Mined el Bachillerato Musical y una Orquesta Sinfónica y un Coro de niñas y niños en riesgo de exclusión social. Porque la Música es el lenguaje universal de la Humanidad, la historia de nuestra orquesta comienza con la frase: “Erase una orquesta que contaba historias”.

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“Notas y sensaciones sueña recién nacida. La música a borbollones alegre y sin medida a cortejan el corazón…”

El Teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana en la diversidad de regiones, culturas y caracteres del alma salvadoreña:

“En la escena están el que enreda y el que remedia, llanto o risa en el mensaje, la lucha entre el mar y el bien, historias y mundos lazarillos y quijotes…”

Ser salvadoreño, ser uno con la vida, significa ser uno con el ahora. Entonces nos damos cuenta de que no vivimos la vida, sino que es ella la que nos vive. La vida es bailarina y nosotros somos la danza.

“A ritmos de todo el mundo el espacio se llena de espirales y caracoles suaves, agiles, iracundos…”

Inmersos, así en la belleza de la Pintura, la Música, el Teatro y la Danza queremos aprender a ser más nosotros mismos, mejores salvadoreños comprometidos con el Desarrollo integral de toda la persona y de todas las personas.

Su amigo P. Pepe Moratalla, Salesiano de Don Bosco

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