MIGRACIÓN Y DESARROLLO Migración y desarrollo, volumen 14, número 27, julio-diciembre 2016, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas», a través de la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, Jardín Juárez 147, colonia Centro, Zacatecas, C.P. 98000, Tel. (01492) 922 91 09, www.uaz.edu.mx, www.estudiosdeldesarrollo.
net, revistamyd@estudiosdeldesarrollo.net. Editor responsable: Humberto Márquez Covarrubias. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo Vía Red Cómputo No. 04 -2015 - 060212200400 – 203. issn: 2448 -7783, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de última actualización: Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, Maximino Gerardo Luna Estrada, Campus Universitario ii, avenida Preparatoria s/n, fraccionamiento Progreso, Zacatecas, 98065. Fecha de la última modificación, diciembre de 2016. Migración y desarrollo es una publicación orientada a la investigación, la reflexión y el análisis sobre temas de migración y desarrollo desde la perspectiva de las ciencias sociales y las humanidades, mediante la colaboración de integrantes de la Red Internacional de Migración y Desarrollo y de investigadores adscritos a otras instituciones internacionales. Los artículos contenidos son responsabilidad de sus respectivos autores y no comprometen la posición oficial de la revista. Migración y desarrollo forma parte del Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y está indexada en la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (Redalyc), el Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal (Latindex), Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (Clase) y Scientific Electronic Library Online (Scielo-México).
Contenido Artículos
Refugiados y otros inmigrantes en Italia: ¿Por qué algunos nos aterrorizan y los demás se instalan sin mayores problemas?
Maurizio Ambrosini
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Una investigación sobre la migración en el marco de la seguridad humana Des Gasper Giulia Sinatti
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Fin del colapso y nuevo escenario migratorio México-Estados Unidos Alejandro I. Canales Sofía Meza
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Migración rural, remesas y su relación con la diversificación sustentable y los patrones de consumo. Un estudio de caso en la zona costera de Oaxaca
Ana María Aragonés Sophie Ávila Uberto Salgado
Familias transnacionales y política social en las comunidades de origen: una visión cualitativa de la relación entre migración y desarrollo
Mariana Gabarrot
Coyuntura y Debate Reflexiones sobre la cuestión migratoria México-Estados Unidos ante el triunfo electoral de Donald Trump Raúl Delgado Wise
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La voz de los actores
Declaración del Foro Social Mundial de las Migraciones
fsmm
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Refugiados y otros inmigrantes en Italia: ¿Por qué algunos nos aterrorizan y los demás se instalan sin mayores problemas? Refugees and immigrants in Italy: Why some of them terrify us and the others settle without problems? MAURIZIO AMBROSINI*
R esumen: La llegada de refugiados en gran cantidad es percibida y representada en Italia, al igual que en el resto de Europa, como un peligro grave y una invasión que es preciso afrontar. Incluso, ha surgido la idea de los fenómenos migratorios gigantescos, que deben ser contenidos a toda costa. El objetivo principal del artículo es desbaratar ese escenario al mostrar la poca incidencia estadística de los solicitantes de asilo en contraste con la inmigración en su conjunto, que durante años ha sido básicamente estable. Examina también en modo crítico las políticas europeas referentes al reciente acuerdo con Turquía y la denominada «Migration Compact». El análisis de la distancia entre la representación y la realidad se traduce en una reflexión más teórica: las sociedades receptoras seleccionan los migrantes que reciben, acogen una parte sin demasiados problemas e intentan rechazar otras. Al entrelazar las dos dimensiones de la autorización formal y el reconocimiento social, el artículo identifica cuatro casos: la exclusión, la estigmatización, la tolerancia y la integración. Palabras clave: refugiados, inmigrantes, «Migration Compact», exclusión, estigmatización, tolerancia, integración. A bstract: The arrival of a significant number of refugees is perceived and depicted in Italy as identical to that which occurred in the rest of Europe, as a grave danger and an invasion that is must be addressed. The perception of massive migratory phenomenon are also thought of as something that must be contained at all cost. The key aim of this article is to counter that scenario, showing the very small statistical incidence of asylum-seekers in contrast to immigration in its entirety, which for years has been essentially stable. The paper also examines, from a critical perspective, European policies surrounding the recent agreement with Turkey and the so-called «Migration Compact» The analysis of the distance between appearances and reality becomes a more theoretical reflection: receiving societies select the migrants that they receive, taking in a portion with few problems and seeking to reject others. Interweaving the two dimensions of formal authorization and social recognition, the article examines four cases: exclusion, stigmatization, tolerance and integration. K ey words: refugees, immigrants, «Migration Compact», exclusion, stigmatization, tolerance, integration.
* Profesor investigador de la facultad de Ciencias Políticas del Departamento de Estudios sociales y políticos en la Universidad de Milán, Italia. Traducido del inglés por Sigifredo Pérez. 7
REFUGIADOS Y OTROS INMIGRANTES EN ITALIA
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n el actual debate sobre la inmigración y el asilo en Italia, y en general en Europa, resalta la discordancia entre la opinión pública y los términos de la cuestión, desde las dimensiones estadísticas de dichos fenómenos. En este artículo se pretende descomponer el marco de la situación de emergencia, al reinterpretarlo como una crisis de la política europea de inmigración y asilo. Además, se enfatiza en el fenómeno de la migración irregular, que revela la relación con el mercado laboral y las necesidades del sistema socioeconómico italiano. La comparación de diferentes tipos de inmigración no autorizada evidencia el vínculo entre aprobación formal y reconocimiento social, poniendo de relieve los efectos de la formación de las actitudes que prevalecen en la opinión pública en cuanto a condiciones y perspectivas de los migrantes.
Alerta refugiados
A consecuencia de la guerra en Siria e Irak millones de refugiados han sido obligados a huir. Sólo una pequeña minoría, según los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (acnur, 2016), en especial los más preparados y seleccionados, llega a Europa, pero esto es suficiente para desencadenar miedos y rechazos (para una visión global de la migración y el asilo, véase Wihtol de Wenden, 2010). En realidad, 86 por ciento de las personas que buscan asilo es bien recibido en los países del tercer mundo. Menos de 10 por ciento llega a Europa. Líbano ha admitido a más refugiados sirios (1,1 millones) que los 28 países de la Unión Europea (ue) juntos, alrededor de 183 por cada mil habitantes, mientras que Turquía acepta a 32 (2,6 millones). A fin de proporcionar términos de confrontación, cabe recordar que Suecia acoge a 17 e Italia a 2, con aproximadamente 120 mil refugiados aceptados. Sin embargo, en Europa prevalece la idea de invasión de una multitud incalculable que solicita asilo. Consideraciones similares se aplican a la inmigración en general: el discurso público repite todos los días que se trata de un fenómeno de amplias proporciones en escandaloso aumento con inmigrantes provenientes primor2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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dialmente de África y Oriente Medio, gran parte de ellos se compone de hombres musulmanes. No obstante, los datos disponibles denotan que la inmigración en Italia, después de años de crecimiento, es en esencia estacionaria: alrededor de 5,5 millones de personas llegaron a trabajar en un primer momento y tras las reunificaciones familiares se sumó cerca de un millón de menores de edad (idos, 2015), aparte de 2,3 millones de empleados regulares (Ministerio de Trabajo, 2015). Aún más, las estadísticas indican que la inmigración es predominantemente europea, femenina y originaria de los países de tradición cristiana (cuadro 1). Un fenómeno sociológico significativo es la divergencia entre realidad y representación, atención selectiva a un solo componente de los procesos migratorios, la confusión entre asilo e inmigración. Llegadas muy evidentes, dramáticas o desmesuradas, han ocupado el centro de atención, soslayando otros componentes más relevantes de un fenómeno complejo y multifacético como la migración. Por otra parte, los desembarques se convierten sólo de modo parcial en solicitudes de asilo en Italia. El gobierno central es muy activo en lo referente a los rescates en el mar y la marina italiana posee el mérito indudable de haber salvado miles de vidas. Pero este compromiso no se traduce en automático en el amparo de los refugiados luego del rescate: en 2014 aproximadamente 170 mil personas desembarcaron y menos de 70 mil solicitaron protección internacional al gobierno italiano (idos, 2015). La mayoría de los que llegan por mar está destinada a atravesar los Alpes y pedir asilo en Europa central y septentrional. Sus aspiraciones se entrelazan con la política tradicional italiana: fomentar el tránsito hacia el norte a la vez que se evita en lo posible comprometerse a garantizar la seguridad en el territorio nacional (Ambrosini, 2014). Hoy el tránsito se ha vuelto más difícil y los países del centro y norte de Europa ejercen presión para que los refugiados sean identificados y recibidos en los países de arribo. Los acuerdos de redistribución conseguidos laboriosamente en el otoño de 2015, sin contar con todos los países miembros de la ue, no han sido cumplidos hasta ahora. En Italia, la gestión del Parlamento oscila entre la idea de una «emergencia», «para hacer frente a las medidas extraordinarias», y la de un fenómeno que debe ser abordado mediante el establecimiento de un sistema «orgánico» de acogida (Marchetti, 2014). A pesar de tales 10
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aclaraciones, el énfasis en la necesidad de contener los flujos no deriva del análisis objetivo de los datos sino del impacto televisivo en la opinión pública relativo a rescates, naufragios y desembarques en las costas del sur. Algunos actores políticos han abordado el tema con frecuencia, por lo que es objeto de controversia y propaganda. En adición, el desembarque de personas que buscan asilo tiene las características requeridas para desencadenar ansiedad y preocupación en las sociedades receptoras (Fassin, 2005): se trata de extranjeros que ingresan sin pedir permiso y sin ser invitados, que carecen de los documentos apropiados, y una vez desembarcados piden ayuda y no pueden ser rechazados. El punto débil de la soberanía nacional, el control de las fronteras y la seguridad contra la intrusión ajena, no podría ser más sorprendente. CUADRO 1
Representación y realidad de la inmigración Representación actual
Constatación estadística
Trágico aumento de la inmigración
Inmigración estable (casi 5 millones de personas)
Asilo como causa frecuente
Trabajo (antes) y familia (después) como causas frecuentes. Asilo causa secundaria (120 mil personas actualmente acogidas en el sistema de protección)
Originarios de África y Medio Oriente
Principalmente europea
En gran mayoría de sexo masculino
Principalmente femenina
En la mayor parte de casos musulmana
Originarios en su mayoría de países de tradición cristiana
También es errónea la noción generalizada de una relación directa entre la pobreza y la migración. Por supuesto que las desigualdades entre las regiones del mundo, inclusive aquellas cercanas, explican algunas de las razones para emigrar. Pero la pobreza en un sentido absoluto detenta una asociación negativa con la migración internacional, en específico cuando se trata de largas distancias: las migraciones son procesos selectivos, que requieren recursos económicos, culturales y sociales. Los migrantes no provienen de los
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países más pobres del mundo (Massey et al., 2005). Para Italia, la clasificación comprende a Rumania, Albania, Marruecos, China, Ucrania, Filipinas. Ninguno se halla entre los países más pobres. Por razones similares se afirma que los migrantes no son los más pobres de sus países: en promedio, son menos pobres que los que se quedan. En su mayoría vienen de lejos y son seleccionados socialmente. Lo mismo se aplica a los refugiados: los que acuden a Europa cuentan con educación y formación profesional, como advirtió Merkel con los sirios que llegaron a Alemania. Por desgracia, sucede a menudo que el debate público desconoce estos datos cognitivos; más bien busca la información que constata las visiones preconcebidas: por ejemplo, hace hincapié en el aumento relativo a las solicitudes de asilo en Europa, al mismo tiempo que guarda silencio sobre Líbano y Turquía y sobre los datos globales de la migración ya descritos.
El terror de los europeos ante los refugiados
La controversia en Italia es parte de una discusión sin fin concerniente al asilo. Los países de la ue, incapaces de encontrar un acuerdo en la gestión compartida de la ley de asilo, dispusieron el principio de regresar a Turquía a los que desembarcan desde el mar sin autorización; en otras palabras, han externalizado la gestión al encomendarla a las naciones meridionales de la Unión y han aceptado la participación de un nuevo socio tan polémico como Turquía. Con el propósito de entender cómo dicho arreglo es un efecto del afán europeo en el tema, es pertinente recordar que hasta antes del acuerdo Turquía aplicaba el principio de reserva geográfica, sin conceder el título de refugiados a los sirios; ha tenido que cambiar sus reglas para acogerlos de manera formal, aunque no queda claro con cuáles derechos y medidas de protección. Complementariamente, Grecia no reconoce a Turquía la situación como tercer país seguro: también efectuó modificaciones en su legislación para poner en funcionamiento el controvertido acuerdo. Cabe mencionar que Turquía impuso condiciones muy onerosas a fin de asumir el papel de supervisor de las fronteras europeas: la duplicación de la 12
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ayuda financiera prometida en un inicio por la ue (3,2 a 6 millones de euros), la supresión de los requisitos de visado para los ciudadanos turcos que se dirigen hacia el área de Schengen y la aceleración de las negociaciones que permitirían el ingreso de Ankara en la ue. Si una de las causas de no querer aceptar refugiados fue el miedo a la islamización de Europa, la solución no parece disipar el temor. No hace falta decir entonces que la legitimidad de Turquía como un socio fiable y necesario significó un reconocimiento internacional al gobierno de Erdogan, a pesar de la creciente represión interna de periodistas, intelectuales, opositores políticos y minoría kurda. Mientras tanto, varias organizaciones humanitarias han cuestionado el pacto, pues lo consideran una violación al derecho de asilo y de las convenciones internacionales en esa materia. Asimismo, retiraron sus operadores de la isla de Lesbos, debido a que el endurecimiento de las políticas europeas, la toma forzada de huellas dactilares, la detención de personas, las malas condiciones de recibimiento, les impiden llevar a cabo las actividades de protección por las que se habían movilizado. Por lo tanto, es factible aludir a una situación de terror europeo ante los refugiados y a un intento cada vez más explícito por evadir las obligaciones de salvaguardia de los derechos humanos que siempre ha sido un estandarte de la civilización europea. Dos conceptos erróneos son a la vez causa y efecto de pánico. El primero es el enlace entre los refugiados y el terrorismo: los autores de los ataques nacieron y crecieron principalmente en Europa, pero ante los ataques los gobiernos anuncian de inmediato el cierre de las fronteras, circunstancia que da a entender que las amenazas vienen desde afuera. El segundo malentendido es la confusión entre los inmigrantes y los refugiados, con efectos acentuados y distorsionados. El gobierno italiano asumió con seriedad el tema al presentar el proyecto «Migration Compact», pero sus ambiciosas intenciones todavía son muy vagas en los detalles. El propósito es claro y va en dirección del sentido común: externalizar los controles, dar cabida a aquellos que tienen el derecho fuera de Europa, preservar la unión por las obligaciones humanitarias incómodas y evitar los deplorables rechazos de refugiados en la ue. El acuerdo con Turquía constituye el modelo de referencia del proyecto, cuyo texto comienza hablando de una Europa de cara a la migración «en crecimiento» y «sin pre2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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cedentes». Sin embargo, la migración de la ue se ha mantenido constante con alrededor de 51 millones de personas, que incluyen a 17 millones de migrantes intraeuropeos, respecto a 500 millones de habitantes (idos, 2015). Pese a que ha aumentado poco la cifra de solicitantes de asilo (628 mil aplicaciones en 2014) ha resultado incómoda; y la cantidad es modesta si se compara con Turquía, Líbano y Jordania. En ese sentido, 86 por ciento de los refugiados en el planeta es recibido en los países del llamado Tercer Mundo. Más allá de su presentación, «Migration Compact» asume una posición más abierta en torno a la Agenda Europea de 2015 en un punto importante: la nueva entrada legal a Europa con fines comerciales, para ofrecer una alternativa creíble a las entradas ilegales. No obstante, se continúan utilizando términos como control de fronteras, seguridad, gestión de los flujos, devoluciones; en tanto que expresiones como derechos humanos o protección de refugiados están casi ausentes. El texto propone la gestión del asilo en el lugar de origen (es decir, en algún país africano) según los estándares internacionales, pero evita serias interrogantes: ¿Cómo pueden brindar una protección humanitaria adecuada a los refugiados si no logran ofrecerla a sus propios ciudadanos? Si lo hacen, gracias a la financiación de la ue, ¿de qué manera se controla el resentimiento de los ciudadanos, a quienes se otorgarán menos servicios que los previstos para los refugiados? ¿Cómo lidiar con los solicitantes a los que se les ha negado el asilo, que sin duda tratarán de evadir la expulsión? Otras dudas aluden a las promesas de ayuda al desarrollo. El vínculo entre migración y desarrollo es complejo y no será abordado aquí (véase a De Haas, 2010). Me gustaría volver a mencionar al menos dos problemas básicos. El primero es el riesgo de la financiación a los gobiernos autoritarios y militares que son la fuente de los flujos de refugiados porque la población es afectada de modo severo por la corrupción y la ineficacia. Habría que preguntarse si la intención es financiar la represión de la migración y el asilo, más que el desarrollo: una represión fácil de implementar a profundidad lejos de los medios de comunicación europeos, del control de las organizaciones humanitarias y de las voces que claman respeto a la humanidad dentro de la opinión pública en Occidente. 14
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El segundo radica en la creencia equivocada de que los migrantes provienen de los países más pobres y que el desarrollo puede detenerlos. Años de estudios demuestran lo opuesto: las migraciones son procesos selectivos, emigran aquellos que tienen recursos (Massey et al., 2005). Con el desarrollo aumenta el número de personas que accede al capital económico, cultural y social indispensable para irse. En una primera fase no definitiva, aunque haya un desarrollo creciente, no disminuye la cantidad de migrantes. Sólo a largo plazo se reducen las nuevas emigraciones. La promoción del desarrollo es un objetivo noble, pero al mezclarlo con el control de la migración termina en un corto circuito. Otra cuestión es el compromiso financiero necesario. Hoy, las remesas de los migrantes proporcionan mucho más que las promesas sustanciales y tangibles de ayuda de los gobiernos occidentales: las previsiones del Banco Mundial para 2016 estiman en 610 millones de dólares el volumen de los envíos de dinero a los países en desarrollo. Esos recursos llegan directamente a las familias, lo que produce efectos alterados al financiar el consumo y las actividades no productivas y permitir que los beneficiarios mejoren en alimentación, vivienda, salud y educación de los niños. Reemplazar estas ventajas tangibles y generalizadas de la migración por políticas de desarrollo será una larga y difícil empresa, sobre todo muy costosa.
Reacciones indiscriminadas en torno a la inmigración: la aprobación oficial y el reconocimiento social
Se enmarcarán ahora, en una perspectiva teórica, las reacciones hacia los solicitantes de asilo, en contraposición con otras categorías de migrantes, incluidos los irregulares (véase Triandafyllidou, 2010; Van der Leun, 2012). Según una propuesta de Saskia Sassen (2008) es posible distinguir dos dimensiones en la relación entre sociedad receptora, instituciones públicas y extranjeros o minorías percibidos como extraños. Una comprende la autorización de entrada y residencia y cubre los aspectos formales, regulados por acuerdos institucionales. La otra se refiere al reconocimiento y a vastos fenómenos de aceptación social, de resistencia o rechazo a las personas extranjeras o grupos 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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considerados como tales. Sin duda, entre ambas hay vínculos e influencias mutuas: cuando un grupo ha sido severamente estigmatizado por la opinión pública, no faltan órganos de información dispuestos a dar voz a los prejuicios y actores políticos que traducen los sentimientos negativos en argumentos y quizá en normas. Incluso las instituciones y los agentes responsables del orden público son perjudicados, lo que agrava la vigilancia y el tratamiento restrictivo contra ese grupo. Al contrario, los mensajes de alerta de ciertos líderes políticos, además de otorgar mayor rigidez a las reglas, influyen en los medios de comunicación que recogen y difunden sus declaraciones, las cuales son divulgadas entre la opinión pública. Muestra de ello es la definición de «clandestinos», vocablo que se aplicó a los desembarcados en las costas italianas hasta los hechos dramáticos ocurridos en octubre de 2013, instante en que la intervención de voces influyentes como el papa contribuyeron a mitigar el lenguaje y a redefinir los dispositivos de ayuda y rescate. En la actualidad el término «clandestino» usado en público se traduce de inmediato en hostilidad explícita hacia los inmigrantes. Entre autorización y reconocimiento existen distancias significativas. El caso típico es el de miles de mujeres inmigrantes que se dedican a tareas de atención de familias italianas, tópico explicado ampliamente en otro estudio (Ambrosini, 2013a). Resulta relevante advertir que muchas de ellas han pasado por una fase prolongada de irregularidades, puesto que en el discurso político, los medios y la opinión pública raramente la figura del «clandestino» (siempre de género masculino) se asocia con niñeras, empleadas domésticas o asistentes familiares para ancianos. Como máximo, de manera eufemística se declara: «no tienen los documentos en orden». Por lo general, se descubre su situación ilegal en el momento en el que es oportuno introducir una amnistía para dejarlos transitar entre la población legalmente residente. En el diagrama siguiente, se cruzan las dimensiones de autorización y reconocimiento, en forma típica ideal se identifican los cuatro casos que resultan de su intersección: exclusión, estigma, tolerancia e integración (que serán examinados por separado).
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CUADRO 2
Autorización y reconocimiento de los inmigrantes Autorización
– Reconocimiento +
–
+
Exclusión («clandestinos», invasores amenazantes)
Estigma (refugiados, minorías socialmente no gratas)
Tolerancia («dignos trabajadores irregulares»)
Integración («regulares» aceptados, pero en forma de integración subordinada)
Exclusión. Cuando la falta de autoridad legal se une con la falta de reconocimiento social se produce una situación de hostilidad hacia los extranjeros. En esta situación se hallan aquellos que comúnmente son considerados «clandestinos»: invasores amenazantes debido a su ingreso no deseado, son percibidos como un peligro para la seguridad y el orden público, y cada vez más como una carga indebida para el sistema de asistencia social. Contra ellos se aplica en especial la superposición entre inmigración y delincuencia, expresada por el concepto de crimmigration (Stumpf, 2013). Entonces, la expulsión es la medida solicitada por la sociedad y prometida por la política, a pesar de que su aplicación práctica es un asunto complicado y costoso. La exclusión social se convierte en su proyección interna en las relaciones sociales. Un ejemplo de gran impacto simbólico es el de los grupos de voluntarios involucrados de modo activo en la vigilancia a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Dichos grupos informan a la policía los cruces no autorizados, en una especie de competencia con las asociaciones que trabajan para ayudarlos (Eastman, 2012). Estigma. En esta categoría se encuentran los componentes de la población inmigrante o de minorías étnicas que tienen permiso de residencia legal y a veces incluso los derechos de la ciudadanía, pero se enfrentan a un rechazo notable de la población. Es el caso de muchos países de llegada de los refugiados y solicitantes de asilo, a pesar de la ambivalencia expuesta por Ellerman (2006): los prejuicios y los cierres son muy difíciles a niveles general y abstracto; 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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cuando en realidad se tienen que enfrentar situaciones específicas de personas con un rostro y un nombre, conocidas e instaladas en una comunidad local, tal vez acompañadas de hijos menores de edad que asisten a las escuelas locales. Rara vez grupos de ciudadanos defienden a los solicitantes de asilo no autorizados oponiéndose a su expulsión. En Italia hay una creciente intolerancia hacia los refugiados, alimentada por ciertas fuerzas políticas y retóricamente justificada por la crisis económica y el desempleo. Otro ejemplo sorprendente y paradójico de la divergencia entre la aprobación formal y el reconocimiento social son las minorías rom y sinti, que pertenecen a un país de la ue o son ciudadanos italianos, pero por lo habitual son valorados como extraños y peligrosos. Tolerancia. En este dominio se compensa la falta de una autorización formal y en varios aspectos es sustituido por el reconocimiento social generalizado. La muestra más sorprendente es la de mujeres inmigrantes y algunos hombres empleados en el ámbito doméstico, como respuesta a la carga funcional de las familias, que se caracterizan por ser agencias de prestación de servicios primarios a las personas (Boccagni y Ambrosini, 2012; Casula, 2011). Un fenómeno que repercute en el sur de Europa, con el fin de crear una especie de «bienestar invisible» en paralelo al oficial (Ambrosini, 2013b; Degiuli, 2016); sin embargo, no perdona a los países con estructuras públicas más desarrolladas y políticas más rigurosas en apariencia al adquirir otras formas: uso incorrecto de las mujeres instituido en el Reino Unido y en otros lugares (Anderson, 2011), encargadas de la limpieza con contratos en Suecia (Gavanas, 2010),1 niñeras sin contrato regular que de vez en cuando causan problemas a figuras públicas en Estados Unidos, el fenómeno de «turistas» procedentes en particular de Europa del Este que en Alemania se turnan en la limpieza de la casa o en el cuidado de ancianos (Lutz y Palenga-Möllenbeck, 2010). El rasgo más interesante es el hecho de que, sobre todo en Italia, estos inmigrantes circulan con tranquilidad en compañía de los ancianos y los niños en los espacios públicos, desde los parques a los supermercados, sin Con cierta ironía, el autor titula su investigación: «¿Quién limpia el ‹Estado de Bienestar›?», flagelando la autopercepción de la sociedad sueca a estar exenta de la inmigración irregular y el empleo ilegal.
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temor a la verificación desagradable de su situación legal. En términos más extensos se plantea la posición de los inmigrantes irregulares «dignos» (Chauvin y Garcés, 2014); su presencia se legitima con el trabajo al servicio de los ciudadanos nacionales y el abstenerse de cualquier modo de conflicto social o rebelión. En el sur de Italia y otras regiones agrícolas el uso de mano de obra inmigrante sin contrato regular es una práctica normal, tolerada e institucionalizada a tal punto que varios municipios equipan refugios y servicios higiénicos para los trabajadores.2 Lo anterior no quiere decir que los inmigrantes «tolerados» no tienen problemas. En nuestra investigación han surgido principalmente dos: aquel que De Genova (2002) define deportabilità, es decir, la espada de Damocles de una posible interceptación y expulsión; y el sufrimiento que resulta de encontrarse «prisioneros» en el país receptor, privados de la alternativa de retornar a casa para visitar a sus seres queridos por temor a revelar su situación y con la probabilidad de que les prohiban el reingreso (Ambrosini, 2013b). No obstante, la tolerancia asociada con el trabajo no es tangible con facilidad fuera del ámbito laboral. Si no viven con los empleadores, como en el caso de los trabajadores domésticos con «trabajo fijo», o no son bien acogidos por los compatriotas, los inmigrantes sin documentos legales son percibidos como un problema al salir de sus lugares de trabajo, al compartir con los demás los espacios urbanos. La tolerancia y el reconocimiento pueden ser contingentes y representar un lugar en el espacio. Integración. Cuando la autorización formal va de la mano con un suficiente reconocimiento social, se crean las premisas para la inclusión de los inmigrantes en la sociedad receptora. Sin embargo, no se trata de un proceso lineal ni obvio: de hecho, es una integración subordinada sustentada en un acuerdo tácito entre los migrantes, quienes efectúan trabajos poco gratos para los trabajadores nacionales, sin pretensiones de mejorías laborales o reivindica2 En 2011 en todas las regiones del sur se efectuó una auditoría en la que se descubrió el empleo de 361 trabajadores inmigrantes sin permiso de residencia (el informe del Ministerio habla sumariamente de «trabajadores inmigrantes ilegales», Ministerio de Trabajo, 2012: 30), por lo menos uno al día. Ello implica que, o no hay inmigrantes ilegales trabajando en el sur, o las instituciones públicas no se apresuran a rastrearlos y a penalizar a los empleadores.
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ción de sus derechos (confróntese Calavita, 2005; Ambrosini, 2013a). En tiempos de crisis prolongada se atenúan las bases de integración económica, es probable que se pierda el permiso formal y la aceptación social puede volverse problemática.
Conclusión: seria crisis de la política y los valores europeos
La cuestión de los refugiados ocupa las portadas de los periódicos italianos y europeos. Afecta los resultados de las elecciones y el destino de los gobiernos. Ha suscitado, después de varios intentos y contradicciones, reconsiderar el sistema europeo de asilo, la negociación de un acuerdo con Turquía, que sirve de forma efectiva para externalizar el amparo de refugiados fuera de las fronteras de la ue y lejos del corazón de Europa. Como he tratado de mostrar en este artículo, es una crisis de la política europea, más que una crisis debido al alto número de desembarques. Los refugiados representan para la migración internacional la imagen más problemática, ya que infringen la inviolabilidad de las fronteras simbólicas por su trágica y visible llegada (confróntese Opeskin, 2012; Schain, 2009). El discurso público enfatiza el fenómeno, bajo la creciente alerta social: los refugiados no son vistos como personas en situación de riesgo, sino como una amenaza para los países receptores. La política europea continúa con dichas representaciones y se mantiene incapaz de enfrentarlas o transformarlas. La atención se desplaza de los refugiados a las reacciones de los países receptores. Los refugiados son parte de un panorama más amplio: la distinción entre respuestas de los países receptores y el tratamiento de las diferentes categorías de migrantes legales (con autorización formal para entrar y residir en el territorio) y en términos de reconocimiento social, aceptación y tolerancia hacia ellos. Hemos observado que mientras la atención de la opinión pública se concentra en las costas y en los desembarques, otros migrantes se insertan de modo silencioso en las familias y el mercado laboral, incluso sin poseer documentos adecuados para la residencia y el trabajo regular. 20
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En efecto: los países receptores seleccionan los inmigrantes y les aplican diferentes tratamientos. Concerniente a los refugiados, la autorización formal para residir, al menos provisionalmente, no se acompaña de un reconocimiento social por su presencia. Relativo a las mujeres que se dedican a trabajar con las familias, al cuidado de ancianos o niños, la amplia aceptación social se antepone a la autorización formal creando una tolerancia generalizada, lo que favorece la posibilidad de adoptar medidas de legalización. Esto puede ser válido hasta cierto punto para otras categorías de trabajadores inmigrantes no autorizados, capaces de presentarse con el propósito de complacer a los habitantes de las sociedades receptoras (Chauvin y Garcés, 2014). Analizar la migración siempre implica el estudio de la conexión entre la movilidad geográfica de las personas de acuerdo con la sociedad receptora y la normativa implementada por los Estados. La rigidez del plan regulador establecido durante años y la creciente demanda de reafirmación de límites estrictos ha producido una serie de consecuencias. El aumento de la inmigración ilegal y su persistencia es una de las más evidentes. El recurso de asilo como una puerta trasera para ingresar a Europa es ahora la más inquietante. No obstante, no refleja lo suficiente el hecho de que nuestras sociedades reconocen y toleran muchos inmigrantes en situación irregular, desde el momento que la percepción de su utilidad, dignidad y falta de peligrosidad supera prejuicios y temores.
Bibliografía acnur (2015),
World at War. Global trends 2014, Geneva, acnur.
(2016), Global trends. Forced Displacement in 2015, Geneva, acnur. A mbrosini, Maurizio (2013a), Irregular Migration and Invisible Welfare, Basingstoke, Palgrave-McMillan. (2013b), «Immigration in Italy: Between Economic Acceptance and Political Rejection», Journal of International Migration and Integration, vol. 14, no. 1, pp. 175 -194.
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MAURIZIO AMBROSINI
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Una investigación sobre migración en el marco de la seguridad humana Investigating migration within a human security framework DES GASPER* GIULIA SINATTI**
R esumen: La migración es una búsqueda de seguridad y a la vez un acto que expone a una persona a nuevos tipos de inseguridad, en especial a los migrantes internacionales. Se argumenta, entonces, que el enfoque de la seguridad humana en la investigación de los temas migratorios puede brindar percepciones adicionales, pues se centra en los migrantes y en las personas, al investigar sistemáticamente oportunidades y vulnerabilidades de personas complejas. La seguridad humana añade una ontología que justifica de mejor manera la explicación, la evaluación y el análisis de diversas políticas. La revisión de la literatura de las dos áreas (la seguridad humana y los estudios de migración) permite revelar los problemas. El documento aborda lagunas y debilidades en cuanto a la perspectiva de género en los estudios sobre migración. Si bien un marco de seguridad humana no es considerado esencial en la investigación, puede abordar elementos relevantes, valiosos o distintivos, relacionados con el tópico de la seguridad común. Palabras clave: migración internacional, seguridad humana, capacidad, vulnerabilidad. A bstract: Migration is both a quest for security, and an act that exposes one to new kinds of insecurity, especially for international migrants. We argue that a human security approach to researching migration issues can provide additional insights. It is migrant-centered and person-centered, systematically investigating the opportunities and vulnerabilities of complex persons. Human security adds an ontology that better grounds the work of explanation, evaluation and policy analysis. A literature review of the two areas (human security and migration studies) aids in revealing the issues at hand. The paper addresses gaps and weaknesses in the gender component of migration studies. A human security framework is not viewed as essential to the research, but may broach relevant, valuable and distinctive elements relating to theme of common security. K ey words: international migration, human security, capability, vulnerability.
* International Institute of Social Studies (iss) of Erasmus University Rotterdam. ** Department of Social & Cultural Anthropology, Free University of Amsterdam. Traducido del inglés por Jorge Miguel Veizaga Rosales. 25
UNA INVESTIGACIÓN SOBRE MIGRACIÓN EN EL MARCO DE LA SEGURIDAD HUMANA
Introducción: un enfoque centrado en los migrantes —y en las personas— desde una perspectiva global «La voz del migrante se oye rara vez» (Benton, 2013: ix).
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a migración se genera en parte debido a una búsqueda de seguridad e implica nuevos tipos y riesgos de inseguridad. Inseguridad para los migrantes y para los migrantes internacionales en particular, quienes son extranjeros en muchos sentidos, incluyendo el caso de la identidad frente a los sistemas administrativos, la familiaridad cultural y la aceptación política y cultural. En años recientes un número importante de trabajos han usado la perspectiva de la seguridad humana para explorar la migración interna y especialmente la migración internacional.1 Este artículo se concentra en la esencia de esos trabajos y en sus posibles resultados, límites y relaciones con las corrientes asociadas.2 Tradicionalmente, el enfoque en el estudio de la migración ha sido dominado por intereses políticos y preocupaciones de los países que reciben a los migrantes. En su estructura los estudios migratorios a menudo estaban dominados por la búsqueda de modelos universales convencionales basados en regularidades de comportamiento y por una cierta ausencia de interés en las diversas complejidades de las vidas de los migrantes, sin mencionar siquiera sus pensamientos y sentimientos; era un tipo de estudio que reflejaba los formatos convencionales de la economía y la macrosociología (Arango, 2000). En las últimas décadas, en dichos estudios se han realizado diversos esfuerzos para trascender los aspectos mencionados. La investigación desde el transnacionalismo, por ejemplo, ha puesto en un primer plano una profunda comprensión
Véase la Comisión sobre la Seguridad Humana (2003), Mushakoji y Pasha (2008), Edwards y Ferstman (2010), Eriksen et al. (2010), Truong y Gasper (2008, 2011), Truong et al. (2014) y Journal on Migration and Human Security (http://jmhs.cmsny.org/index.php/jmhs/about), entre otros. 2 Quisiéramos agradecer a nuestro colega ya retirado Thanh-Dam Truong por sus valiosos comentarios a este artículo y por habernos inspirado durante muchos años. 1
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de los migrantes, así como de las redes y las comunidades en las que se insertan y que se extienden más allá de las fronteras de los países de destino (u origen), lo que ha ayudado a descubrir aquello que no se reconocía en el pensamiento convencional acerca de la migración. Algunos intentos recientes orientados a integrar la teoría sobre migración con elementos de la corriente de pensamiento en torno de capacidades en los estudios del desarrollo (De Haas, 2010, 2014) buscan reconocer tanto a la «estructura» como a la «agencia», al mismo tiempo que confrontan las limitaciones de esas categorías. En este artículo planteamos que el enfoque de seguridad humana puede contribuir a lo expuesto con la finalidad de proponer comprensiones adicionales. Este enfoque plantea la centralidad del migrante y, de manera más general, la centralidad de la persona, además de ofrecer un tipo de análisis más holístico y antropológico. Se combina la centralidad de la persona con una forma sistémica de investigar las oportunidades y las vulnerabilidades de personas complejas, junto con un marco global para la explicación y la evaluación. A diferencia de la afirmación de los juicios de valor acerca de la importancia de las personas, el enfoque de la seguridad humana añade el elemento ontológico al considerar la totalidad de las interconexiones entre las personas, sus necesidades físicas y psicológicas y sus motivaciones. Todo ello consolida el trabajo de explicación, evaluación y análisis político. La siguiente sección sintetiza algunas variantes de la teoría de la seguridad humana. A partir de una revisión bibliográfica se exponen las contribuciones de análisis de la seguridad humana en los estudios migratorios. Entre ellos se incluye valorar las intersecciones entre desposesión y vulnerabilidad; el estudio de las interrelaciones entre campos usualmente separados y el modo en que varios aspectos de la inseguridad humana interaccionan; una descripción psicológica más compleja de los actores humanos que ayuda a reflexionar sobre categorías centrales, en especial aquellas relacionadas con las «comunidades», identidades y naciones, cuya evolución ha sido influida por la migración. Una sección paralela se concentra en cómo la perspectiva de la seguridad humana puede contribuir al análisis de la política y a la gobernanza de la migración. Así como el artículo destaca las contribuciones del análisis de la seguridad humana en los estudios migratorios, el artículo también discute sus 28
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vacíos, debilidades y las áreas para el trabajo futuro o la necesidad de asociación con otros enfoques relativos a las condiciones de vida, bienestar, análisis de capacidades y derechos humanos. Asimismo, el análisis de la seguridad humana en la migración debería abordar lo «humano» desde una perspectiva de género. Cabe mencionar que gran parte de la teoría migratoria ha sido incapaz de aproximarse a las cuestiones de género (Pessar y Mahler, 2003). Los aspectos primordiales de un enfoque de seguridad humana tienen que ver con la amplia atención a la intersección entre factores estructurales y contingentes que generan vulnerabilidades y oportunidades en la vida de la gente común, por lo que tales aspectos permiten una asociación con el feminismo. En general, el artículo no afirma que el enfoque de seguridad humana sea esencial en las principales aportaciones identificadas, cada una de las cuales puede encontrarse en uno o más enfoques; pero sí sugiere que la perspectiva de la seguridad humana ofrece una integración valiosa y motivadora. Complementariamente, brinda varios elementos distintivos, incluyendo el importante tema de la seguridad común.
La perspectiva de la seguridad humana Una consideración inicial La perspectiva analítica de la seguridad humana es más bien un marco de trabajo general para orientar la atención, pues no se trata de un modelo teórico preciso. Este marco analítico contiene elementos esenciales y otros totalmente opcionales. En ocasiones, en la última categoría se encuentran disponibles opciones que se oponen entre sí y esto también podría suceder en el caso de ciertos elementos típicos pero no-esenciales. Por lo tanto, existen muchas versiones.3 3 La resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas 66/290 de 2012 presenta una formulación básica que enfatiza los valores de los derechos humanos, un enfoque de política «centrado en la gente, comprehensivo, orientado a contextos específicos y a la prevención» y una preocupación en las interconexiones entre la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
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Dos elementos esenciales corresponden al tema de lo «humano»: un interés evaluativo respecto de la vida de todas las personas y uno explicativo que implica la observación de las personas como individuos. El marco analítico se enfoca en las personas en ambos sentidos. Concerniente a la evaluación incluye un compromiso con la dignidad humana y con los derechos humanos, y una concentración en la seguridad de la gente, objetiva y subjetiva, antes que en la seguridad del Estado, la seguridad nacional o la seguridad de la economía. No obstante, una característica del enfoque es que dicho compromiso no es exclusivo ni absoluto con las convenciones internacionales de derechos humanos, ya que los valores de los derechos humanos no son los únicos que existen y pueden entrar en conflicto unos con otros. En lo relativo a la descripción y la explicación, el marco analítico comprende el rechazo al nacionalismo metodológico, el cual contempla a los países como las principales unidades de análisis (y a veces como a los actores principales) (Gore, 1996; Glick y Schiller, 2010). El nacionalismo refleja el sistema westphaliano de poder y valor y también supone poblaciones sedentarias (Bakewell, 2008). El análisis de la seguridad humana contiene el individualismo metodológico (o mejor dicho, personalismo, centrado en la persona) y un globalismo metodológico, una marcada atención a las influencias que cruzan las fronteras.4 El centro de atención se halla en las vidas genuinas y no en actores abstractos: no simplemente «gente» o «el migrante», sino personas de una edad específica, sexo, familia, etnicidad, contexto, patrimonio, que llevan consigo experiencias y cultura. Una parte del debate en torno a la migración utiliza lenguaje impersonal deshumanizado (como «flujos»5) y nunca trata a las personas en específico ni a las historias de vida, o incluso localidades específicas y tipos de personas. Por ejemplo, la investigación sobre cambio climático y migración tal vez no ha considerado de modo suficiente las diferentes situaciones de hombres, mujeres y niños, cada uno con miles 4 En este caso, la seguridad humana trasciende el término usado por Haas (2014) para definir la teoría transnacional: «Interaccionista simbólico». Además, el término fue el histórico nombre para una línea particular en un enfoque de trabajo más amplio que él quería describir. 5 Véase lenguaje y argumentación en el Informe Mundial de Migración (iom, 2008), analizado en Campillo, Carrete y Gasper (2011).
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de tipos. El debate de la seguridad humana, en contraste, se caracteriza por tener una orientación antropológica holística que explora la especificidad, la diversidad y la complejidad. El término «seguridad» en el discurso de la seguridad humana fue adoptado porque desde hace mucho tiempo ha sido usado por grupos que controlan el Estado nación para definir y asegurar la prioridad de algunos grupos y valores y no otros; normalmente se priorizan los intereses del Estado y los de los grupos de grandes propietarios. En cambio, la terminología de la «seguridad humana» asigna ese estatus prioritario a los derechos humanos básicos y a las necesidades de todos, sin perder de vista las funciones fundamentales del poder, incluyendo la manera en que éste circula a través del Estado. Un elemento adicional es la preocupación por la provisión estable de los elementos básicos ya mencionados. Así, la preocupación por la estabilidad es en realidad la preocupación por lo básico y no la estabilidad per se, menos aún la estabilidad de una situación injusta. En la intersección de los temas de lo «humano» y de la «seguridad» existe un componente importante que alude a las dimensiones de sentido y de la seguridad emocional y existencial de las personas. Esto se aprecia en el discurso de «libertad para vivir con dignidad». Otro aspecto característico se encuentra en la atención a las interacciones entre violencia y desarrollo económico, junto con las relacionadas con cuestiones de dignidad e indignidad. También se ha prestado atención de modo más general a los nexos intersectoriales e interdisciplinares, tal como en realidad se experimentan en la vida de la gente. Metodológicamente, esto lleva a un enfoque situacional: se observa caso por caso para ver qué vínculos son más «vívidos» y qué prioridades se consideran más amenazadas. Este tipo de abordaje y agenda no son nuevos. Es posible encontrarlos en la tradición de la antropología sociocultural, en el ámbito de la ecología humana y los estudios contemporáneos de cambio socioecológico, además de algunos estudios sobre la paz y el conflicto y en los estudios críticos de seguridad. Dicho enfoque adquirió un nuevo espacio e impulso al asociarse al trabajo del Desarrollo Humano propuesto por Mahbub ul Haq y otros en la
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era posterior a la Guerra Fría (Haq, 1999).6 Las grandes ambiciones del enfoque de la seguridad humana lo convirtieron en una incómoda y sospechosa presencia dentro de las burocracias gubernamentales y la academia. Empero, atrajo a quienes fueron marginados por esas estructuras de poder.
Cuatro escalas
La reflexión acerca de la seguridad humana ha sido planteada en varias escalas: 1. Como un conjunto de valores/criterios/objetivos. 2. Como un abordaje especial para analizar problemas/realidades humanas/sociales. 3. Como un abordaje especial para el análisis de la política. 4. Como una posición política particular o una perspectiva sobre la gobernanza. Las cuatro escalas se hallan en orden creciente de ambición. La primera es la fundamental. Las demás resultan menos claras progresivamente, en especial 3 y 4; es posible encontrar mayor diversidad de pensamiento aquí y tanto mayor cuando se pasa de la escala 2 a la 4. La idea de la seguridad humana se enfoca y origina en la escala 1 y mientras esa idea/valor tiende a reflejar o conduce a ciertos tipos de concepción de las personas, sociedad humana y Estados, inclusive acerca de la política y la gobernanza, no está totalmente atada a ninguno de los otros tipos de concepciones, ya sea histórica o lógicamente. Por ende, no se puede elegir una sola concepción, la idea de la seguridad humana contiene diferentes versiones. Todas las escalas se observan en los estudios migratorios, en concreto las primeras dos, las cuales son tratadas en esta sección y en la siguiente, respectivamente. Véase Oberleitner (2012) y Vietti y Scribner (2013) a propósito de la emergencia histórica de esos temas, sobre todo en los años 1940, 1980 (en los informes de la Comisión Brandt y de la Comisión Palme) y 1990.
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Por lo general, los migrantes han sido demasiado débiles y marginales de manera que su seguridad o inseguridad depende en gran medida de la política existente, del diseño de políticas o de los sistemas de gobierno. A pesar de que las implicaciones de un enfoque de seguridad humana en la política y la gobernanza ya han sido comentados, se presentarán en la cuarta sección. El nivel relevante es el concepto de seguridad humana como un conjunto de valores, criterios y objetivos. En este punto son importantes tres cuestiones convencionales, a partir de lo que O’Brien y Leichenko (2007) denominan la dimensión de equidad en la perspectiva de la seguridad humana. Primera: ¿la seguridad de quién? La respuesta es: la de cada persona. Segunda: ¿seguridad de qué? Respuesta: necesidades, derechos básicos y dignidad. Tercera: ¿seguridad de acuerdo con el criterio de quién? La respuesta a la tercera pregunta afecta a todas las que competen el análisis de la seguridad humana. Los criterios significativos provienen de los propios agentes y de los «expertos». Existen numerosos estudios del (déficit de) acceso a las necesidades y los derechos básicos de los migrantes, así como la dignidad; diversos estudios también dan cuenta de otras personas afectadas por la migración. Aquellos enmarcados en la teoría del desarrollo humano, al igual que el enfoque de seguridad humana, desarrollan evaluaciones multidimensionales interpersonalmente desagregadas (por ejemplo León-Ross et al., 2013 y las fuentes mencionadas en la nota a pie 1). La concentración en las personas antes que el énfasis nacional o regional para la descripción y la explicación es un rasgo compartido con los estudios migratorios transnacionales. Por lo habitual, los estudios de seguridad humana implican algo adicional y exponen un elemento clave que originalmente corresponde a la teoría transnacional y que en ocasiones ha sido relegado. De modo semejante a los enfoques de desarrollo humano y de derechos humanos, se distingue por el respeto normativo y la atención a todas las personas, en cualquier lugar.7
Esta característica se ha hecho menos evidente en los informes de desarrollo humano realizados a nivel nacional y mediante el auspicio del Estado nación.
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La combinación de la centralidad de la persona y la perspectiva global La centralidad de la persona en la ética de la seguridad humana no es solamente para el interior de una nación, sino que es global y se combina en la descripción y la explicación. Tal combinación es más que una simple coincidencia. El compromiso ético global conlleva al interés y la atención de todas las personas, entre fronteras nacionales. Dicha atención promueve el aprendizaje acerca de la gente y de las interconexiones entre fronteras que son fuentes de cambio, oportunidad y vulnerabilidad. A su vez, este aprendizaje fortalece y mejora el compromiso de inclusión normativa. En cambio, la falta de conocimiento, interés y atención con respecto de la gente en cualquier otro lugar se refuerza de forma mutua. Los países de la Unión Europea han agotado las zonas pesqueras de las costas de África, han hecho que sea más difícil para los campesinos africanos competir en los mercados de ambos continentes, han contribuido sustancialmente al cambio climático que afecta a África y han vendido activamente armas a compradores africanos para luego mostrar consternación e incomprensión cuando aparecen los migrantes africanos en las fronteras europeas (Kaye, 2010; Gasper y Truong, 2014). Ellos buscan limitar la inmigración a la gente con altas capacidades o a las contrataciones temporales cuidadosamente controladas que dejan la reproducción de los migrantes en la niñez o en edades avanzadas en los países de origen. La agenda analítica del enfoque de seguridad humana para la migración incluye la exploración de la inseguridad percibida por las poblaciones europeas y aquellas en otros países ricos. Aunque los empleadores y los políticos de los países ricos sigan explotando y culpando a los inmigrantes, ellos no dejarán de llegar, dadas las condiciones tan difíciles en sus países de origen y las enormes disparidades globales. Los ricos adoptan la explicación nacionalista, que explica las situaciones en los países de origen sólo en términos de las fallas al interior de las fronteras de cada país, del mismo modo que el preeminente y moderno filósofo social americano John Rawls en su notable obra The Law of Peoples. Mientras que el capitalismo no respeta intrínsecamente las fronteras, establece una alianza 34
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con las políticas nacionalistas para otorgar derechos diferenciados que permiten a las empresas conseguir trabajo migrante muy barato. La exclusión legal de los migrantes no perjudica la oferta esperada de trabajo barato; migrantes clandestinos sin derechos o «irregulares» se hacen más baratos aún. El trabajo de la mujer es muchas veces más explotable, considerando que debido a que las mujeres muestran mayor apego a sus familias son capaces de soportar aún más por su propio bien. A nivel internacional, las naciones orientadas a favorecer a sus empresas logran acuerdos financieros ventajosos al lidiar con gobiernos e individuos. Un rasgo característico no-esencial pero importante de la teoría de la seguridad humana se refiere a una advertencia. El principio de la seguridad común (compartida) plantea que la seguridad sostenida de una parte no puede ser posible sobre la base de la inseguridad sostenida de las partes con las que interacciona (Lester, 2010; Mushakoji, 2011). Por ejemplo, Harada (2011) sostiene que el fracaso de Japón para asegurar la inclusión educativa de los hijos de los migrantes ha generado una clase socialmente marginada y pobremente educada destinada a trabajar en la «economía negra» y a activar numerosas consecuencias no deseadas y no previstas para toda la sociedad. Este tipo de inseguridades y sus efectos son evaluados en la investigación sobre seguridad humana, pero por lo común se mantienen fuera del ámbito de interés de las perspectivas del nacionalismo y del capitalismo. La sociedad japonesa no ha internalizado el principio de la seguridad común que sus líderes han querido articular en el ámbito internacional.
Integración de un conjunto de temas en los estudios migratorios relevantes para una mejor descripción y explicación
Esta sección presenta algunas contribuciones en los estudios migratorios ya sugeridas del uso de un enfoque de seguridad humana, tal como se anunció en la introducción. Cada una de las contribuciones también se encuentra en otras líneas de análisis. Argumentaremos que el análisis de la seguridad hu2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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mana genera todas las contribuciones de manera conjunta de un modo útil y coherente, y a veces añade comprensiones especiales.
Observación holística de vidas reales El análisis de la seguridad humana observa las intersecciones entre desposesión y vulnerabilidad. Va más allá de la concentración no sólo en la creación y expansión de las capacidades para contrarrestar la desposesión, lo cual es típico de algunos análisis de desarrollo humano. El enfoque de la seguridad humana añade el énfasis en vulnerabilidades, riesgos y fuerzas disruptivas y de destrucción (Gasper y Gómez, 2014). Adicionalmente, el estudio de las amenazas se vincula a la segunda dimensión destacada por O’Brien y Leichenko. Además de la dimensión de equidad en el discurso de la seguridad humana, existe una dimensión de conectividad y un importante énfasis en sistemas interconectados que pueden generar amenazas y fragilidad y también oportunidades que a veces se manifiestan de maneras sorprendentes. El valor agregado del análisis de la seguridad humana proviene en particular de la observación de las intersecciones de diferentes factores y de su significancia conjunta, en vez de mirar solamente de arriba hacia abajo en términos de las divisiones disciplinarias8 convencionales y burocráticas. De forma similar, «el sistema de codificación [legal] de razones únicas para el movimiento (negocios, turismo, empleo, educación, solicitud de asilo o reunificación familiar) [subestima] las realidades sociológicas que involucran motivos mixtos y relaciones humanas que evolucionan dentro y entre las fronteras» (Truong y Gasper, 2011: 3). Las vidas de los migrantes evolucionan de maneras imprevistas en tanto se suceden crisis económicas globales, nacionales, familiares o personales y que los problemas de Es mejor que usar únicamente los términos de la exageradamente simple lista de cotejo del Informe de Desarrollo Humano de 1994 que difundió el enfoque de la seguridad humana: «seguridad económica», «seguridad personal», «seguridad de la salud», «seguridad alimentaria», «seguridad política», «seguridad comunitaria», «seguridad medioambiental» (véase Gasper y Gómez, 2015). 8
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salud y las relaciones emocionales vienen y van, los niños nacen y los mayores mueren. Para ilustrar esas intersecciones de eventos y la fluidez de los motivos y de las categorizaciones, muchas de las mujeres migrantes implicadas en el trabajo sexual ilegal lo han tomado cuando, luego de un periodo de situación legal, ellas no pueden encontrar un trabajo y todavía tienen deudas y deben encontrar una nueva forma de vida (se pueden ver casos en Truong y Gasper, 2011; especialmente en Kojima, 2011). Las vidas de los migrantes —incluyendo sus identidades, roles, conciencia y oportunidades— cobran sentido al igual que las vidas de todos, en la intersección de múltiples fuerzas: económicas, «culturales», psicológicas, biológicas, legales y burocráticas. Cuando León-Ross et al. (2013) evaluaron el impacto que sobre los migrantes latinos tuvo la crisis económica que comenzó en 2008 en los Estados Unidos de América, examinaron la integralidad de la vida de los migrantes e inesperadamente encontraron que las mujeres migrantes en el ámbito de su estudio, por suerte, pudieron sobrevivir (en muchos sentidos) mejor que los hombres. Los tipos de autoempleo a los cuales ellas podían optar, dadas las restricciones de género, eran menos intensivos en capital y por tanto fue más fácil acceder a éstos que a aquéllos prescritos para los hombres. Asimismo, para las mujeres «era menos probable tener un cónyuge dependiente [en el país de origen] y normalmente compartían con otros hermanos la responsabilidad de atender a sus padres. Por tanto, la presión social para enviar remesas era menor en el caso de las mujeres que en el caso de los hombres» (León-Ross et al., 2013: 209). Para analizar la realidad de la vida humana en ese contexto, el estudio de las historias de vida de las personas es una manera lógica de explorar la complejidad y las interconexiones. El pedir a la gente que hable acerca de sus historias de vida es un método de investigación usual que se aplica ampliamente en la investigación en el área de la seguridad humana. El libro de Hsiao-Hung Pai Scattered Sand 9 usa dicho método y reporta las múltiples dimensiones de pobreza en lo que probablemente sea la más grande migraNota del traductor: se mantiene el título del libro en su versión original, el cual podría traducirse como «Arena dispersa».
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ción al interior y exterior de China desde los años de 1980. Cada una de las historias de los migrantes muestra la búsqueda de mejoramiento, la lucha contra la adversidad, pero se hallan sujetas a fuerzas mucho mayores de poder económico, estatal y de clase. Los migrantes con escasas capacidades en China tienen pocos o ningún derecho. Sus historias de vida a veces podrían ser vistas como un experimento de Zimbardo que no tiene fin.10 Carecen de contratos, a menudo se les paga con meses de retraso y algunas veces no se les paga nada, están sujetos a descuentos unilaterales, son obligados a trabajar horas extras de modo ilimitado y es habitual que no se les pague por ello, pueden ser despedidos o se les puede reducir sus horas de trabajo en cualquier momento, tal como ha sucedido decenas de millones de veces luego de la crisis de 2008. Uno de los migrantes menciona que al estar sometidos al irrestricto y concertado poder de las empresas, de los partidos políticos, del Estado y de las fuerzas del crimen, ellos son como los millares de granos de arena en la playa. En efecto: el libro de Pai concluye en una playa, los pantanos de la bahía de Morecambe en el noroeste de Inglaterra, en el evento que despertó la atención de una asombrada audiencia británica hacia la actual emigración global china: 23 trabajadores ilegales chinos se ahogaron mientras trabajaban durante la noche en febrero de 2004, vencidos por la llegada de la marea. Dispuestos a dejar las dificultades de la China rural y de sus pequeños pueblos y a lograr algo para sus familias, endeudados enormemente después de pagar a los traficantes, ansiaban tomar cualquier trabajo. Sus jefes británicos y chinos no les advirtieron al respecto ni los equiparon para evitar los peligros. Sabiendo poco o nada de inglés no pudieron llamar por teléfono para pedir ayuda, solamente pudieron comunicarse con sus familias en China para despedirse. Pai habló por muchos años con los sobrevivientes y con las familias de quienes murieron, incluso ayudó a organizar una campaña de recolección de fondos a fin de pagar las deudas de las familias (véase también Pai, 2008; Gasper y Truong, 2010b).
10 La simulación de una prisión en la Universidad de Stanford realizada por Philip Zimbardo en 1971 tuvo que ser cancelada después de tan sólo seis días debido a la creciente crueldad y el sufrimiento entre los «actores», que eran los estudiantes participantes.
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Identificación de discriminación estructural y exclusión Los ejemplos de investigaciones que hemos mencionado combinan el análisis estructural con la observación de los detalles de las situaciones individuales de las personas, incluyendo la manera en que ellos las perciben. Este tipo de trabajo brinda mayores aportes a los estudios sobre derechos humanos, lo que permite identificar el daño causado a los individuos por diversos agentes; no obstante, lo anterior puede no ser útil en la identificción de las barreras estructurales que enfrentan los migrantes, lo que comprende las estructuras de poder político y económico y las limitaciones culturales que básicamente influyen su seguridad humana. Por ejemplo, las prácticas discriminatorias para la contratación, el despido y la caracterización étnica que hace la policía, dañan a los migrantes de modo desproporcionado. En general, los migrantes se mueven en contextos sociales estructurados por fuerzas económicas, por la autoridad del sistema de Estados nación, por las identidades adscritas administrativamente, identidades étnicas, culturales y de género y otras relaciones de poder. Los sistemas capitalistas de mercado —en sus formas legal, ilegal y casi legal— inducen, conducen y restringen la movilidad de diversas maneras; los sistemas de Estados nación establecen derechos de jure o de facto y derechos para los migrantes; y las relaciones de poder de género y las jerarquías étnicas también afectan grandes grupos de migrantes. En conjunto, estos diversos sistemas de poder crean regímenes migratorios híbridos que usan y explotan trabajo migrante (Gasper y Truong, 2014: 22). Pogge (2005) y Bagchi (2008, 2011) advierten que uno de los elementos centrales en las estructuras de poder económico son los cuantiosos flujos de capital —legales, cuasilegales y a menudo descaradamente ilegales— que van desde países de ingresos bajos y medios hacia los países ricos y que exceden con mucho cualquier ayuda internacional (véase también Ajayi y Ndikumana, 2014). El sexto reporte anual de Global Financial Integrity, Illicit Financial Flows from the Developing World: 2003-2012,11 estimó que el flujo ilícito que salió de las economías 11 Nota del traductor: se mantienen en su versión original tanto el título del documento como el nombre de la institución referida. En cualquier caso, la traducción sugerida es: Integridad Financiera Global, Flujos financieros ilícitos del mundo en desarrollo: 2003 -2012.
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en desarrollo y emergentes fue de 6.6 trillones12 de dólares americanos desde el 2003 hasta el 2012.13 El flujo del capital se suma a las necesidades y deseos de emigrar, pero estas remesas en reversa logran muy poca atención en los estudios migratorios. Los principales países que reciben fondos ilegales como Estados Unidos de América, a pesar de sus propias historias de emigración a gran escala o inmigración en contra de la voluntad de los habitantes originarios, han estado más involucrados en la prevención de la inmigración de gente de países pobres que en la prevención de flujos financieros ilícitos.14 El análisis de la seguridad humana considera que las vulnerabilidades se configuran al interior de esos contextos estructurales y examina si «la violación de los derechos tiene lugar como parte de un patrón sistemático […] de discriminación y vulnerabilidad estructural» (Rubio-Marin y Estrada-Tanck, 2013: 253; aplicado al caso de los migrantes, véase Oberoi, 2010; Estrada-Tanck, 2013, 2015). Tales estudios, ya que prestan bastante atención a las subjetividades, nos ayudan a tratar totalmente en serio los derechos humanos y las violaciones a los derechos humanos, a entenderlos mejor y a identificar las reformas estructurales que se requieren. Cuando el análisis de los derechos humanos ha sido o puede ser ampliado para hacer lo mismo, entonces las dos corrientes se fusionan.
Una representación psicológica más completa de la gente: sobre las esperanzas y los miedos, pertenencia y el llegar a ser Sabemos que el cálculo económico convencional no basta para explicar los movimientos migratorios. Numerosas personas, incluyendo todas las clases sociales y todas las latitudes, tratarían de migrar si el cálculo del beneficio económico fuera el único o el criterio de decisión predominante. De la misma Nota del traductor: se conserva la denominación original «trillones», pero es necesario advertir que dicha denominación corresponde en español con el término «billones» (millones de millones). 13 http://www.gfintegrity.org/report/ 2014 -global-report-illicit-financial-flows-fromdeveloping-countries-2003 -2012/ (revisado el 22 de agosto de 2015). 14 El estado de Florida es el principal destino de la fuga de capitales de América Latina (Barry, 2014). 12
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manera, los países ricos que no tuvieran poblaciones que envejecieran con rapidez o se hallasen en declive tal vez recibirían cálidamente los flujos de inmigrantes. El análisis económico excluye mucho de lo que a la gente le importa: familiaridad con el lugar y tradición, cercanía con las personas queridas, sentimientos de pertenencia y más; así como sus miedos, sospechas e incertidumbres, sus representaciones idealizadas con frecuencia y sus antagonismos con respecto de otros grupos. Al respecto, los modelos de «aspiraciones» para migrar, y más generalmente de ambiciones, tienen que considerar una pluralidad de posibles motivos que de modo reiterativo incluyen el intento de satisfacer expectativas sociales cambiantes y la percepción de obligaciones para con la familia, o la búsqueda de seguridad física, nuevos desafíos o afiliación o libertad religiosa, política, cultural o sexual.15 Sharma (2008) reporta que los jóvenes nepaleses eligen la migración internacional no solamente con la expectativa de mayores ingresos y seguridad sino como un medio para la madurez, el aprendizaje y la posición social. Huijsmans (2014) considera un comportamiento similar entre jóvenes migrantes de Laos a Tailandia. La teoría de las capacidades aporta algún refinamiento al modelo de elección de la teoría económica del consumidor, pero aún no ha llegado tan lejos. En comparación con la perspectiva convencional de la economía del bienestar, ésta aporta una evaluación multidimensional, desagregada interpersonalmente y reflexiva. No obstante, cuando se discute si la migración y la movilidad son deseables como fines o sólo como medios (por ejemplo De Haas, 2014), permanece dentro de las categorías de la teoría del consumo. No siempre hará justicia a etapas cruciales en la vida que determinan el tipo de persona que alguien llegará a ser. De Haas retoma el asunto al final de su artículo: «¿En qué medida podemos ciertamente separar aspiraciones migratorias intrínsecas de las instrumentales ya que a menudo parecen fusionadas en la práctica?» (2014: 34). También enfatiza que «a menudo existe un conflicto entre el deseo de ser miembro de un grupo social por razones psicolóPor ejemplo, la investigación imi -Oxford sobre los determinantes de la migración internacional: http://www.imi.ox.ac.uk/projects/3
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gicas y sociales de seguridad y la motivación personal hacia la autonomía. Esto muestra la importancia de desarrollar herramientas conceptuales que nos puedan ayudar a desarrollar comprensiones más específicas de la interacción entre estructura y agencia en la acción social» (2014: 34). El enfoque de la seguridad humana para el estudio de la migración posee herramientas y aproximaciones que ofrecer relativas a las «razones psicológicas y de seguridad social», desde diversas fuentes, incluyendo consideración de la identidad, cuidados, miedos, reconocimiento y dignidad y no únicamente el riesgo compartido (Balsera, 2014; Gasper y Truong, 2010; Grønseth, 2013; Tripp et al., 2013). Una visión del ser humano que de forma impresionante enfatiza la elección y la capacidad de autonomía desconoce muchas otras cosas de relevancia capital, tanto para una explicación adecuada como para la orientación ética; es decir «relaciones de cuidado y reciprocidad en mutuo reconocimiento y respeto. De esto [el desconocimiento] no puede esperarse la seguridad humana como resultado» (Truong y Gasper, 2011: 11) ni tampoco que se la explique adecuadamente. Así, el enfoque de la seguridad humana enriquece la investigación acerca del desarrollo humano. Por otro lado, el tema de la vulnerabilidad forma parte de un contexto más amplio de personas que enfatiza más que en capacidad y elección racional y más que en el estatus de poseedores de derechos. Las cuestiones de seguridad, inseguridad y amenaza se conectan a emociones y miedos y a percepciones de los peligros; sus conexiones son en parte inevitablemente subjetivas y tienden a sesgarse. El enfoque de la seguridad humana ha llegado a considerar y evaluar como elementos centrales tales percepciones de seguridad e inseguridad y sus determinantes, y cómo la seguridad y la agencia interactúan. La psicología de la seguridad e inseguridad humana es crucial e incluye el plano de oportunidades percibidas, peligros e identidad (Gasper y Truong, 2010a). Al concentrarse en cómo piensan diferentes actores acerca de la migración y la integración, el enfoque de la seguridad humana ofrece considerables aportes en los procesos de toma de decisión que involucran y equilibran la seguridad material y emocional.
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Promoción de la reflexión sobre planos y categorías: identidad, comunidad, integración La reflexión a partir de un enfoque en las personas concerniente a las características y las causas de la vulnerabilidad permite reflejar el asunto en el ámbito, el enfoque y las categorías en las discusiones convencionales y en los contextos de diseño de políticas. Ayuda a reconocer puntos ciegos y a identificar quien se halla categóricamente excluido y ha quedado vulnerable. Por tanto, la vulnerabilidad surge a través de un sistema institucionalizado de percepción que refleja y contribuye a los sistemas de poder. Por ejemplo, el trabajo doméstico y los trabajadores domésticos están en su mayoría excluidos de las categorizaciones laborales usadas por los estados: el trabajo doméstico no es visto como «trabajo de verdad». Esos trabajadores son en su gran mayoría mujeres, usualmente de otros países. La reproducción social de los países ricos y de los ricos en los países de ingreso medio y bajo —además de la balanza de pagos de países muy grandes, inclusive como Indonesia y Filipinas— depende de esas mujeres trabajadoras cuya propia seguridad humana y su reproducción personal y familiar con frecuencia se encuentra bajo una enorme presión (Truong, Gasper y Handmaker, 2014; varios capítulos en Truong et al., 2014). Es posible mencionar como un segundo ejemplo que mientras los estudios migratorios se han orientado tradicionalmente hacia la migración permanente, han surgido en una escala sin precedentes formas de migración temporal, circular y transitoria que por lo usual involucran mujeres y niños con patrones particulares de inseguridad. Los lenguajes de política existentes para mujeres y niños (tal como el enfoque de derechos de grupo) se ajustan mejor a las cuestiones de integración de migrantes ya establecidos que a las situaciones de las comunidades de migrantes circulares, temporales y transitorios (Gasper y Truong, 2014). Comenzar con las historias de vida de la gente real antes que con categorías supuestas generalizadas puede revelar sus puntos ciegos. Eriksen et al. (2010) advierten que no se debería analizar solamente a la población vulnerable, a los migrantes o a las inseguridades materiales. El enfoque centrado en la persona debe ser usado con amplitud, para considerar a 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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todos los que están involucrados y son afectados. El enfoque de seguridad humana puede llamar la atención respecto del impacto de la migración transfronteriza sobre la naturaleza de la comunidad y las identidades políticas y la evolución del «yo» y del «nosotros», lo que en la teoría de las capacidades «tienen (o buscan) una razón para valer» supuestos bienes o derechos y cuyas necesidades básicas deberían asegurarse. Esto permite considerar las (in)seguridades materiales y emocionales y las cambiantes identidades de los residentes y de las nuevas generaciones (Eriksen et al., 2010; Gasper y Truong, 2010a; Mushakoji, 2011; Burgess et al., 2007). La confusa mezcla de respuestas a la actual crisis migratoria de Europa —desde el cierre de la frontera hasta los esfuerzos de categorizar e identificar a los migrantes sobre la base de un supuesto merecimiento hasta la asistencia humanitaria en favor de los migrantes cuyas vidas se consideran en riesgo— ilustra la conflictiva evolución de la identidad europea y las diferentes elecciones acerca de cuáles (in)seguridades se deben atender y a quiénes pertenecen. Pueden existir profundas tensiones. Por un lado están las necesidades de reproducción social de los países de inmigración (en particular, relacionadas al trabajo en la atención de la salud, trabajo doméstico y otras áreas) y la seguridad de las condiciones de vida y las necesidades culturales percibidas de los inmigrantes; todo eso frente a la «seguridad comunitaria» percibida de los residentes ya establecidos. Shani recuerda que debemos ver «la importancia de la cultura no como vínculos primordiales pero como marcos de sentido a través de los cuales las personas pueden lograr dignidad» (2015: 16). Desafortunadamente, las culturas nacionales y las culturas de grupo y subculturas a veces se apoyan en marcos de sentido que denigran a los foráneos no menos que los migrantes. Una gran parte de la literatura relativa a integración y transnacionalismo ha tratado ambos conceptos como opuestos y ligados a tradiciones en competencia. Supuestamente, los migrantes migran de una «comunidad» a otra. La integración equivale a una adaptación a las estructuras de la sociedad receptora y a la adopción de normas y valores existentes; en tanto que las conexiones transnacionales son vistas como una señal de no-adaptación y nointegración. Por el contrario, el análisis enfocado en las personas hace posible 44
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evaluar los significados que han sido construidos en cuanto a esas estructuras y esas conexiones, tanto para migrantes como para no-migrantes, para los que diseñan las políticas y para los académicos y sus interpretaciones y re-interpretaciones. Una vez que se reconoce que las categorías del Estado son simplistas se comienza a explorar acerca de cómo están construidas y cómo condicionan la vida de la gente. Se aprecian las categorías que usan los migrantes y varios grupos en la sociedad de destino y en la sociedad de origen, de manera que se puede reflexionar sobre cómo, en tanto investigadores, también adoptamos, construimos y usamos categorías. Un punto de partida para dicho análisis requiere considerar la forma en que las personas que se mueven construyen sus sentidos de identidad y pertenencia de modo tal que eluden las categorías del Estado, pues no se ven a sí mismos como únicamente a o únicamente b, o un poco de a y un poco de b, pero tal vez se ven como algo nuevo, lo cual podría comprender diversos aspectos. Este enfoque nos conduce más allá de la noción de la «integración» del migrante que significa que los migrantes se acomodan a estructuras sociales preexistentes. La exploración de cómo la gente se involucra en la integración y el transnacionalismo muestra que la gente participa en múltiples sistemas sociales; asimismo, revela cómo la integración y el transnacionalismo coexisten e interactúan como resultado de procesos deliberadamente realizados que toman en cuenta la seguridad material y la seguridad emocional (Sinatti y Gasper, 2015). En este caso el enfoque de la seguridad humana utiliza el trabajo disponible en los estudios de migración transnacional por medio de las preguntas que se plantean, aporta quizá a la comprensión de la problemática.
Vinculación de la reflexión acerca del nacionalismo La evaluación del nacionalismo metodológico permite reflexionar sobre el nacionalismo político y cultural. Al considerar las complejidades y vulnerabilidades en la vida real de las personas uno se hace más consciente de la construcción social en cada país acerca de una comunidad imaginada, el universo mental de ons land (para tomar el ejemplo holandés «nuestra tierra», 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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una expresión de uso cotidiano) y de su correspondiente devoción. El nacionalismo es en parte una respuesta al hecho de vivir en sociedades modernas con sus tensiones y presiones. Ofrece a individuos desarraigados y desarraigables un hogar, la base de la identidad y cierta percepción de seguridad y familiaridad. Por tanto, aunque el capitalismo y el nacionalismo son principios diferentes en lo fundamental, por lo general se acomodan juntos. Usualmente, la identidad nacional en una «comunidad imaginaria» se construye en contraste a los «otros imaginarios»: imágenes estereotipadas y homogeneizadas que se construyen respecto de los otros. La búsqueda de seguridad a través de la formación de una comunidad imaginaria excluyente genera de ese modo inseguridad, puesto que amenaza a otros y provoca reacciones. Además, el nacionalismo erige un orden moral con estándares completamente distintos para el interior y el exterior. Al interior de la comunidad nacional se debn aceptar algunos elementos de igualdad y fraternidad; en el exterior, se considera que es viable aprovecharse de otros de múltiples maneras. Por ejemplo, uno podría estar obligado a pagar un salario decente internamente, pero no sólo se le permite sino que se le alienta a explotar a aquellos que están fuera; antes, esto se hacía abiertamente mientras que ahora tiene lugar detrás del velo de los mercados. Cuanto más numerosos y exigentes son los principios de las obligaciones internas, es mayor la tensión ética que surge por el contraste en las orientaciones relacionadas con los otros no-nacionales. Dichas tensiones éticas se vuelven en particular intensas y pueden derivar en tensiones políticas vinculadas a los migrantes residentes, sobre cuyo trabajo depende un país y a quienes no se otorga la membresía legal total o el respeto igualitario. El sentimiento de seguridad de los ciudadanos se ve comprometido por el sistema paralelo en el cual los países toleran de facto grandes volúmenes de migrantes irregulares quienes ofrecen trabajo barato en sectores abandonados por los ciudadanos. Al mismo tiempo la migración crea un sistema global en el que la gente forma parte, de forma simultánea y creciente, de numerosas comunidades moralmente constituidas, no territoriales y que se traslapan (Erskine, 2000; Gasper, 2005). Una pregunta importante sería: ¿En qué medida esta tendencia contrarresta las respuestas nacionalistas a (y la creación de) tensiones y presiones? (Gasper, 2011). 46
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Sugerencias para el análisis de la política migratoria y para la gobernanza [El impacto de] la falta de comprensión de la gente simple y la escasez de luces que daría el conocimiento de ellos, puede ser rastreado no solamente en el desajuste social y político de los inmigrantes en los centros municipales, también se percibe en los denominados «asuntos prácticos» de escala nacional. Addams, 1907: 65, citado por Malavisi, 2015.
Hemos destacado el hecho de que el enfoque de la seguridad humana concentra la evaluación en las vidas de todas las personas y que esto incluye la preocupación por las dimensiones de sentido y por la seguridad emocional y existencial de la gente que se refleja en el discurso de la «libertad para vivir con dignidad». En términos generales, el enfoque debería ayudar a reorientar el análisis de política hacia la atención en los impactos y significados en las vidas de tipos específicos de personas. ¿Qué y cómo es que se aporta al análisis de política? En la literatura respectiva se han sugerido algunos principios generales para el análisis político orientado por el enfoque de la seguridad humana y también existen varios con referencia específica a la migración internacional. Tales principios se sujetan a las advertencias contra la securitización y sobregeneralización. Consecuentemente, un principio general clave que es necesario destacar es el de la provisión de espacio para la participación de los migrantes y la vivencia de sus experiencias.
Cuestiones de política orientadas por el enfoque de la seguridad humana La Comisión de Seguridad Humana (2003) desarrolló un conjunto de diversos elementos característicos de una perspectiva de seguridad humana en el análisis de política, los cuales mostraban un enfoque no solamente orientado a las personas sino centrado en ellas, destacando el empoderamiento y no sólo la protección. Se basó en el trabajo del corresponsable de la comisión Amartya Sen, en libros sobre la teoría de las titularidades y estudios del hambre, 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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muchos de los cuales fueron escritos por Jean Drèze (véase en especial Drèze y Sen, 1989). Argumentaciones equivalentes existen a partir de la Unidad de Seguridad Humana de las Naciones Unidas y del pnud (por ejemplo, Gómez y Gasper, 2013). Entre esos elementos se mencionan los siguientes: • Análisis de las condiciones de vida, de las titularidades y las vulnerabilidades de las personas, el cual puede identificar los riesgos que enfrentan y las opciones para empoderarles. Se logra una mejor identificación del riesgo por medio de una apertura a unas fuentes más amplias de información y a múltiples perspectivas, y a través de la desagregación social y espacial en la investigación y en las estadísticas. • El seguro vía el empoderamiento y la prevención en numerosas ocasiones es mucho menos costoso y más efectivo que mediante la reparación después del desastre. • Usualmente, el empoderamiento requiere la institucionalización de una lógica basada en los derechos. • Debido a las interconexiones intersectoriales —tales como los nexos entre migración, economía, clima, conflicto, etcétera— y a causa de las implicaciones en las prioridades intersectoriales y al costo efectivo de las opciones, se requiere extraer el diseño de política fuera de los ámbitos sectoriales, al menos con cierta periodicidad. Deberíamos alternar entre concentrarnos en áreas prioritarias y reconsiderar periódicamente cuáles son las áreas prioritarias (Gómez y Gasper, 2013). • Tomar en cuenta las interconexiones e interrelaciones también sirve de apoyo al principio de la seguridad humana común. Una de las implicaciones fundamentales de política con relación a la migración es la prioridad de esquemas portables de protección social. Los migrantes se desplazan, pero a menudo sus derechos —de pensiones, seguridad en el trabajo y otros derechos sociales acumulados— no pueden trasladarse y esto sucede en específico en el caso de los migrantes temporales, circulares y transitorios. Comúnmente la migración no es un proceso de 48
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transferencia único y definitivo, más bien es un proceso fluctuante, riesgoso, parcial y experimental en el largo plazo. Un régimen de protección social debe tener el mismo alcance que el sistema económico contra y dentro del cual pretende proteger (Gasper y Truong, 2014). Por ejemplo, en ese sentido, China, tendría que cambiar su sistema de protección social basado en la localización y convertirse en un sistema de escala nacional, de acuerdo con Zhu y Lin (2014). Principios similares aplican globalmente (Taha et al., 2015).
Cuestiones de seguridad humana común, dignidad y respeto mutuo El principio de la seguridad común —que la seguridad para uno a largo plazo requiere seguridad para todos— ha sido promovido bajo esta denominación por lo menos desde la Comisión Palme en 1982. Aunque originalmente fue formulado con respecto a las relaciones entre Estados, también ha sido articulado al nivel de personas; así, Kinhide Mushakoji (2011) escribe acerca de la «seguridad humana común». Mushakoji, además, ha aplicado el tema en particular a la seguridad y la reproducción de la identidad. La noción Westphaliana de una sola identidad en un Estado nación homogéneo ya es obsoleta, y los Estados deben respetar la reproducción de la identidad y garantizar la seguridad de cada comunidad de identidad en su interior. La marginalización de cualquiera de esas comunidades resultaría en última instancia en el perjuicio de todas, argumenta Mushakoji, mientras que las comunidades de identidad dual pueden llegar a ser activos nacionales, puentes hacia un mundo más amplio. Una perspectiva global no debe utilizar la clasificación dentro/fuera como postura ética aplicada por el nacionalismo; al contrario, debe usar el principio de todos-afectados, articulado por Nancy Fraser (2008) y antes de ella por Onora O’Neill (1996) y otros. Uno es responsable por todos los que son afectados por sus acciones, incluyendo aquellos que provienen de otros países. De manera similar, el principio de todos-dependientes requiere que todos los que dependen de una estructura de gobierno, incluidos los migran2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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tes externos dentro de un país, deben ser tratados como dependientes de la justicia en esa estructura (Gasper y Truong, 2014). La seguridad percibida de los ciudadanos es discutiblemente promovida por la construcción del compromiso del inmigrante a través de la provisión de medios legales para el ingreso y la legalización. Todo ello es mejor que si se usan barreras complejas para el ingreso combinadas con una cierta tolerancia de facto al trabajo requerido; dicho ingreso ocurre a gran escala pero se mantiene en situación irregular. Diversos paralelismos existen entre el apartheid sudafricano en el siglo xx y los sistemas que muchos países ricos han establecido en el siglo xxi (véase, para el caso de Japón, Mine, 2011). Grupos de poder en Sudáfrica intentaron sin éxito fortalecer su propia seguridad dejando a otros sin ella. Para trascender el apartheid fue necesario comprender empáticamente las lesiones y los miedos de todos, incluyendo sus inseguridades psicológicas y económicas, y el mismo principio se aplica en todos los casos. Así, la base para la adopción de los principios de seguridad común, todosafectados y todos-dependientes, es el reconocimiento respetuoso de otras personas. La idea de la seguridad humana, siguiendo la retórica fundacional de las Naciones Unidas, destaca la idea de la dignidad humana —el principio del valor humano que deriva en el derecho a vivir una vida con dignidad. Se trata de ideas cada vez más importantes en la jurisprudencia (McCrudden, 2003; Düvell et al., 2013; Murphy, 2015). El enfoque de la seguridad humana considera que el respeto activo hacia otras personas se estimula al tener una comprensión informada acerca de los contenidos de su vidas (Gasper, 2011). A diferencia de una gran parte de la literatura en relaciones internacionales, es necesario observar en detalle la vida de los migrantes. El trabajo de Grønseth Being human, being migrant16 (2013) no enfatiza en la manera en que los migrantes son diferentes sino en la forma en que son arquetípicamente humanos, humanos modernos, agentes que se mueven buscando expresarse a cabalidad y buscando un reconocimiento total, que viven vidas de cambio en las interfaces de diferentes Nota del traductor: se conserva el título de la referida obra tal como aparece en la versión original. Su versión en español podría ser Ser humano, ser migrante. 16
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mundos de vida; son quienes deben innovar frente a tensiones y barreras. La comprensión informada indispensable comprende el registro histórico global de desposesión, dominación y discriminación durante los últimos cinco siglos. Bagchi (2008, 2011) y otros cuestionan a las naciones que por la fuerza colonizaron su actual territorio u otros países y que ahora aplican estrictos estándares de exclusión.
Peligros: securitización y sobregeneralización Los peligros de sobregeneralización existen tanto en la prescripción como en la explicación. El enfoque de seguridad humana antes descrito intenta evitar la sobregeneralización concentrarse en las particularidades en cada caso: en el nivel de las ideas (incluyendo las ideas acerca de las naciones, el género, la raza, el bienestar y otras), el nivel de las estructuras de poder políticas y económicas, las instituciones específicas y las redes involucradas en los procesos de migración y en la compleja interacción de todos los factores en la vida de las personas (Truong y Gasper, 2011; Gasper y Truong, 2014). La retórica de la seguridad humana normalmente es acusada de problemas de securitización, contribuyen a ello poderosos actores que manipulan el lenguaje de la «seguridad» para sus propios objetivos, lo que genera un corto-circuito en la discusión democrática y científica. En realidad, el sentido alrededor del cual se produce la confusión ha existido por milenios y no es provocado ni exacerbado por la perspectiva de la seguridad humana. Más bien es una perspectiva de la vida y los derechos de gente pobre y ordinaria, incluyendo cientos de miles de «personas en movimiento». La securitización es un intento de callar a otros, mientras que el enfoque de la seguridad humana es lo opuesto.
Presentación de voces y experiencias vividas de los migrantes Las perspectivas de seguridad humana han sido marginales en el análisis de política dominante vinculada con la migración, tal como lo han documenta2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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do Edwards y Ferstman (2010). Los migrantes son marginales respecto de los centros de poder que manejan el diseño de políticas y el análisis legal a nivel del gobierno, intergubernamentalmente o por comisión. Por tanto, la Organización Internacional para la Migración mantiene a los migrantes al margen en sus deliberaciones; sus clientes son Estados nación, en especial los Estados que la financian y sus poblaciones domésticas y corporaciones. Oberoi (2010) destaca cómo tienen lugar las reuniones de migración internacional ante la ausencia de una representación migrante oficial. En consecuencia, décadas de reuniones y reportes sobre los derechos de los migrantes han derivado en algo más bien pequeño. Además, si las convenciones generales en torno a derechos humanos fueran tomadas en cuenta con seriedad en lo concerniente a los migrantes, entonces las discusiones de una convención especial para migrantes hubieran sido totalmente innecesarias (Oberoi, 2010; Lester, 2010). Los valores y el pensamiento de la seguridad humana son intentos de humanizar y enmendar los avances del sistema del Estado nación y del capitalismo global a través de una reorientación de la perspectiva, del análisis y de la política y no sólo de la ley (chs, 2003; Gasper y Truong, 2010). El trabajo que está orientado por una perspectiva de seguridad humana ayuda a exponer lo que se mantiene invisible de la migración y fortalece las bases para el reconocimiento ético y político y para la acción informada y efectiva. La invisibilidad cognitiva de los migrantes es fundamental: su exclusión del campo de visión y de la mesa de diálogo pública, como lo es en el caso de los trabajadores domésticos y muchos migrantes temporales, circulares e irregulares. Ello implica exclusión de la cobertura estadística, exclusión del estatus legal, exclusión de la atención de la política pública y exclusión de la consideración humana. La investigación de la seguridad humana sobre la migración intenta contrarrestar esta exclusión mental, de modo que se logra congregar a investigadores, operadores políticos y activistas de la migración. Sandoval-García (2014) presenta ejemplos de Costa Rica del trabajo cooperativo con el propósito de preparar una sentencia de inconstitucionalidad de la ley de migración presentada a la corte constitucional, para analizar y deconstruir las formas en que los nicaragüenses son descritos en ese país y se discute sobre ellos y para apoyar a las comunidades inmigrantes en sus propias auto-representaciones. La 52
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investigación etnográfica y el uso de testimonios directos y las historias de vida son métodos importantes que otorgan voz a los migrantes (véase Pearson y Kusakabe, 2012) y contrarrestan la inadecuada representación de otros o la invisibilidad, que reportan las redes de inseguridad y difunden las luchas de los migrantes. Los países de inmigración podrían no sentir la necesidad de estudiar las perspectivas de la gente en movimiento, pero la inseguridad que periódicamente se siente relacionada con los inmigrantes podría derivar en medidas desinformadas y de pánico que no podrían identificar ni tomar oportunidades con beneficios multilaterales. Tandian y Bergh (2014) exponen un esquema desastroso dirigido a la promoción de la migración estacional regulada de Senegal a España para trabajo de campo agrícola; empero, este esquema propició exactamente lo opuesto: inmigración «irregular» de largo plazo en los sectores de servicios de cuidado personal y trabajo doméstico. Luego, España y Senegal dialogaron sobre las maneras mediante las cuales se podrían lograr acuerdos mutuamente beneficiosos, con la idea de escuchar y aprender. España necesita varios tipos de trabajadores, en concreto en el trabajo doméstico y el cuidado de los ancianos; mientras que muchos migrantes senegaleses están interesados en dividir su tiempo entre los dos países (y eventualmente, volver a Senegal de forma permanente). Sin embargo, el acuerdo requiere que dichos migrantes tengan la confianza de no ser excluidos de España cuando visiten Senegal. Comparaciones y necesidad de asociaciones El enfoque de la seguridad humana es un amplio abordaje y perspectiva, a veces se le llama un leitmotiv o un repertorio de leitmotivs conectados (Werthes y Deniel, 2006; Gasper, 2010; Oberleitner, 2012). Es más que un título evocativo aunque no es un modelo detallado o una teoría; tampoco un conjunto relativamente preciso de normas como las de los derechos humanos internacionales. Otras opciones y otros marcos analíticos pueden asumir en conjunto sus roles, pero su amplia adopción y difusión en la generación pasada indica que el enfoque se constituye en una útil síntesis para varios efectos y que provee 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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más que otras perspectivas más estrechas (Gasper y Gómez, 2014, 2015). En vista del grado de vaguedad en un contexto más amplio, el enfoque de la seguridad humana debe ser aplicado en conjunción con varios enfoques, muchos de ellos más estrechos y más detallados, y no solamente desde un amplio punto de vista antropológico/fenomenológico (Grønseth, 2013). Ya se han mencionado con anterioridad como socios a los enfoques de derechos humanos, capacidades humanas y el estudio del nacionalismo. Ahora se verán con mayor precisión los primeros dos y adicionalmente se abordarán los trabajos que comprenden las condiciones de vida de los migrantes y su bienestar y en especial el estudio de la migración que es sensible al género. En cada caso se sugiere que el enfoque relativamente más estrecho y detallado puede al mismo tiempo aportar y beneficiarse del enfoque de seguridad humana.
Investigación sobre las condiciones de vida y el bienestar de los migrantes Al igual que la investigación en seguridad humana, la investigación sobre las condiciones de vida es holística, transversal, se concentra en explicaciones sistémicas y en el individuo (en la práctica se enfoca en familia/hogar) para la descripción y la evaluación (De Haas, 2010). Ofrece una dimensión esencial para la investigación en seguridad humana. De varias maneras, sin embargo, la investigación de la seguridad humana logra más de lo que se requiere para comprender la vida de los migrantes y los procesos migratorios y sus impactos. Es más amplia en sus alcances y se refiere a la integralidad de la vida de las personas —por ejemplo, con las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres migrantes y no únicamente con cuestiones económicas (Truong, Marin y Quesada-Bondad, 2014). Asimismo, presta más atención a la subjetividad y por tanto nos ayuda a comprender mejor las especificidades de los individuos y el cambio social. Cabe resaltar que por la combinación de su enfoque en eventos con el análisis estructural, al estilo de un historiador, el enfoque de la seguridad humana quizá es más dinámico y más abierto a la complejidad y a las divergencias introducidas por contingencias y crisis. 54
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Muchas de las cosas que se logran a través de dicho enfoque se consiguen de igual forma por la investigación sobre el bienestar de los migrantes (véase Wright, 2010, 2011, 2012; Grønseth, 2013). «El concepto de bienestar humano […] sirve como un paraguas o marco analítico integrador que reúne ideas a través de una serie de disciplinas (economía, psicología, sociología) en un espacio común o marco conceptual, destacando las complejas interacciones que existen entre las dimensiones material, perceptual y relacional» (Wright, 2011: 1459). La mayor parte de lo que Gasper (2011) presenta como un marco analítico influido por la seguridad humana para evaluar el bienestar del migrante podría presentarse como investigación sobre el bienestar: [Nosotros] hemos estudiado aspectos característicos de la vida de los migrantes, incluyendo la confrontación de riesgos, migración existencial y migración en la identidad. La migración existencial que produce la migración espacial afecta no solamente a los migrantes espaciales, sino también a las personas que dejan atrás y aquello en el lugar de destino, en ese sentido, todos son migrantes. [También hemos discutido] el patrón común de aparentes incrementos en el bienestar objetivo acompañado por la disminución en el bienestar subjetivo (Gasper, 2011: 270).
Las dos corrientes de investigación son complementarias y compatibles: atienden a la vez a las dimensiones material y subjetiva y a sus interacciones; se observa la manera en que piensan los migrantes; y no ven a los migrantes solamente desde arriba como unidades de trabajo supuestamente controlables. Ni el enfoque del bienestar ni el de la seguridad humana se sorprenden, por ejemplo, por el fracaso en la reducción del número de migrantes a través de políticas de comando y control, las cuales en numerosas ocasiones han llevado a reducir la predisposición del migrante para volver o visitar su país de origen. Destaca que la investigación del bienestar tiene más detalle en los elementos y las causas del bienestar o de su ausencia, por ejemplo, sobre cómo las aspiraciones no realizadas afectan o menoscaban el bienestar percibido. La migración emerge a menudo de aspiraciones relativamente elevadas pero 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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por lo general deja a muchos migrantes con calificaciones y experiencias devaluadas y se convierte en una vía de movilidad social descendente (Wright, 2010). En cambio, la investigación de la seguridad humana es más dinámica y explora los eventos que distraen, irrumpen y destruyen el bienestar y también los procesos que lo producen, por lo que es esencial para comprender trayectorias de vida y no solamente tomar instantáneas. Tal como se ha sugerido en la sección previa, el enfoque de la seguridad humana también abre un espacio para pensar categorías y estructuras. Cuando un académico del bienestar y uno de la migración evaluaron en conjunto los impactos de la crisis económica global posterior a 2007 en torno a los migrantes y el bienestar (Wright y Black, 2011) analizaron material diverso sobre impactos materiales, psicológicos y relacionales, pero no exploraron los impactos de categorías socioeconómicas estructurales. Al realizar la comparación con el enfoque del bienestar, los estudios de seguridad humana de la migración muestran una mayor atención a los detalles de las condiciones de vida y aprovisionamiento y hay mayor orientación de género con el entendido de que las mujeres mantienen unidas a las familias (Mushakoji y Pasha, 2008; Truong y Gasper, 2008, 2011; Truong et al., 2014).17
Mujeres, género y migración Diversos trabajos de seguridad humana investigan las implicaciones de los sistemas de roles e ideas de género. No obstante, otros no contemplan el género. Aquellos trabajos —incluso el reporte de la Comisión de Seguridad Humana (chs, 2003) según Tripp (2013)— usan una noción abstracta de las personas que pasa por alto las cuestiones de género. Los estudios de migración internacional estuvieron concentrados primordial e implícitamente en hombres en edad laboral, excepto en los aislados subcampos de los estudios de refugiados y en los estudios de tráfico de personas. De modo similar, la excelente colección Seguridad Humana y No-Ciudadanos, editada por Alice Edwards y Carla Ferstman, 17 Sin embargo, alguna investigación sobre bienestar tal como la del programa de investigación del bienestar en los países en desarrollo de la Universidad de Bath, ha incorporado todos esos elementos.
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argumenta dentro de los marcos de la legislación de los derechos humanos internacionales y tiene muy poco que decir sobre las mujeres en específico. El enfoque de la seguridad humana y la teoría de la migración han necesitado enriquecerse con el análisis de género y la teoría feminista a fin de hacer justicia a las vulnerabilidades y la explotación particulares de las mujeres migrantes y sobre todo para considerar en serio la reproducción social: biológica, familiar, emocional y cultural (Gasper y Truong, 2014). Tal como vimos antes, las mujeres migrantes no siempre son las que tienen mayores desventajas, pero al estar sujetas a las normas hegemónicas de género las mujeres que se desplazan tienden a desafiar con frecuencia esas normas y corren el riesgo de ser tratadas como anormales y de haber renunciado a sus derechos (Kapur, 2010). Hemos mencionado la nueva clase global de mujeres trabajadoras domésticas, un enorme grupo cuyo trabajo no es reconocido como trabajo «de verdad» y quienes tienen, por tanto, poca protección. También hemos notado el vacío en lo que concierne a las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres; la política migratoria y las prácticas de empleo a menudo se llevan a cabo como si las trabajadoras mujeres fuesen insumos productivos asexuados equivalentes a una lavadora o una plancha. Necesitamos una concepción de las personas reales con necesidades corporales y afectivas fundamentales (Gasper y Truong, 2014). Los roles característicos de las mujeres y sus responsabilidades en sus familias significan que mayores presiones recaen sobre ellas en las familias migrantes. Ellas son los «amortiguadores» de la sociedad (Gasper y Truong, 2010b), tal como se ha visto en varios de los proyectos de investigación presentados en Truong et al. (2014). Pearson y Kusakabe (2012) describen a las mujeres trabajadoras de Birmania en Tailandia —simultáneamente como «trabajadoras, esposas, madres, administradoras del hogar, hijas y apoyo económico para sus familias que permanecen en (o salieron de) su país en crisis»— quienes luchan por «mantenerse ellas mismas cotidianamente y ayudar a los recién nacidos, los jóvenes, los viejos y los enfermos o discapacitados» (Truong, Gasper y Handmaker, 2014: 14). El estudio de Mazumdar y Agnihotri de las millones de trabajadoras rurales informales en la India que son ignoradas por las medidas y las políticas del Estado, «muestra las desesperantes 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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presiones sobre muchas mujeres pobres en tanto la economía rural marginaliza crecientemente algunos grupos, grupos que además tienen el mínimo acceso a los trabajos formales relativamente escasos generados en la economía urbana» (Truong, Gasper y Handmaker, 2014: 16). Serrano Oswald describe cómo en Oaxaca, México, a las mujeres de familias cuyas parejas masculinas han migrado se les exige «mantener la comunidad, los hijos, la cultura, los ancianos, los hogares, la valiosa base agrícola y la infraestructura física y organizativa, así como ayudar a las llegadas y partidas de los migrantes y las demandas adicionales de nuevas actividades económicas [a partir de los ahorros de los migrantes], y a menudo, a esperar un nuevo hijo después de la visita que hace al hogar el esposo» (Truong, Gasper y Handmaker, 2014: 17). Mientras que el trabajo del enfoque de la seguridad humana en migración requiere una sólida asociación con los estudios de género, la asociación es de mutuo beneficio. Al observar la vida de una persona como un todo, el enfoque de la seguridad humana toma en cuenta las posibles amenazas y los riesgos que las mujeres y las chicas podrían enfrentar simultáneamente (Rubio-Marin y Estrada-Tanck, 2013). Por tanto, el concepto de seguridad humana «ha sido bueno para las académicas feministas en particular, les ha dado un lenguaje para plantear problemáticas acerca de los tipos de violencia interpersonal y estructural que experimentan las mujeres» (Heideman, 2013: 217) en las discusiones que se han realizado sin el enfoque de género y con conceptos orientados de modo implícito hacia lo masculino.
Enfoque de las capacidades Con anterioridad comentamos que el enfoque de la seguridad humana aporta a los estudios migratorios algo útil a partir de la idea de las capacidades, por medio de una representación psicológica más profunda de las personas. Además, incorpora algo esencial en el análisis de la situación de la gente: el tema de la interseccionalidad. Balsera ha abogado por una combinación del análisis de capacidades y de interseccionalidad en el estudio de las vidas de los migrantes y es lo que el enfoque de la seguridad humana justamente 58
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pretende hacer. Su estudio investiga las trayectorias de vida y las percepciones de jóvenes ecuatoriano-españoles, hijos de inmigrantes en España. Concluye que el análisis de capacidades debería ampliarse no sólo para investigar individuos, familias o escuelas, sino a «sistemas integrados de opresión» (2014: 60) como un todo, lo que incluye el prestar atención a los procesos de socialización y a las maneras institucionalizadas de pensar y actuar (habitus). Balsera observa la particular importancia de cuestiones relacionadas con la percepción del respeto y el reconocimiento. La falta institucionalizada de respeto y reconocimiento permite explicar cómo en ocasiones los hijos de los inmigrantes —contrariamente a lo esperado— pueden llegar a estar más alienados y excluidos que sus padres, «a pesar de» la escuela y la socialización en el país de destino. De forma consistente con nuestra argumentación previa, vemos el valor de investigar la interacción de diversas fuerzas a través de métodos interpretativos biográfico-narrativos holísticos.
Derechos humanos A lo largo de su historia el enfoque de la seguridad humana se ha asociado al trabajo de derechos humanos. Incorpora y depende de valores humanos. Su perspectiva holística ayuda a complementar de distintas maneras la aplicación de esos valores que tradicionalmente se intenta realizar mediante instrumentos legales fijos. De acuerdo con Mushakoji, «la seguridad humana es un concepto clave que busca completar el universalismo europeo de los derechos humanos con la investigación existencial de la inseguridad humana, junto con todos sus aspectos particulares y teniendo en cuenta la diversidad de condiciones locales culturales e históricas» (Mushakoji, 2012: 1). El enfoque que particulariza casos y contextos específicos, aunado a la preocupación por las subjetividades, puede resultar una herramienta flexible y sutil para explorar diferentes situaciones. Esto es muy útil en los casos en que la legislación sobre derechos humanos no se ha establecido o no tiene amplia aceptación, como en numerosas situaciones vinculadas con los migrantes y en muchos contextos nacionales. Las normas existentes de derechos humanos contemplan a 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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trabajadores migrantes pero no a otros migrantes como tales, «el marco legal internacional de los derechos de los migrantes no está total ni coherentemente desarrollado» (Estrada-Tanck, 2013: 155). En los ámbitos en los que la normativa de derechos humanos no se ha desarrollado ni se ha consolidado en términos de un consenso nacional, el carácter exploratorio del enfoque de seguridad humana tiene ventajas, pues la discusión y la negociación de las prioridades se encuentran explícitamente abiertas. Cuando la normativa de derechos humanos ha sido elaborada y consolidada, «el mismo marco analítico de los derechos humanos, con su énfasis en las violaciones individuales, ofrece a menudo un panorama fragmentado de fenómenos que en realidad están interconectados» (Estrada-Tanck, 2013: 153). El análisis de seguridad humana toma en cuenta todo el espectro de amenazas a los derechos humanos de los migrantes, ya sea que provengan de los actores estatales o de otros factores, incluso factores extranacionales; también considera la manera en que las amenazas se interconectan y son en parte estructurales, por ejemplo, en el caso del racismo, la xenofobia y una cultura de violencia contra la mujer. Este enfoque puede «desempeñar un papel integrador como un concepto orientador en la interpretación jurídica […] actuando como un puente que conecta elementos contenidos en el núcleo de los derechos humanos» (p. 157). En adición, el enfoque nos lleva a preocuparnos por una reforma estructural con el interés de prevenir las violaciones y no simplemente para actuar ex post. Autores como Mushakoji y Truong indican también que el análisis de seguridad humana ayuda a la perspectiva de los derechos humanos, a evitar ver a las personas como unidades legales autónomas. Se vincula con la ética de cuidado, con la sensibilidad a las subjetividades y con la conciencia del potencial de compañerismo con otras personas, así como del potencial de conflicto emocional (Truong y Gasper, 2011). Conclusión
El enfoque de seguridad humana ofrece un valioso marco analítico integrador en los estudios migratorios. A su vez, los estudios migratorios aportan mucho a las perspectivas de seguridad humana y de las capacidades (Grøn60
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seth, 2013; Gasper y Truong, 2010), aunque aquí no nos hemos concentrado en ello. El artículo ha sido escrito desde una perspectiva general referida a las ideas de seguridad humana; y el panorama de sus contribuciones reales y potenciales en los estudios migratorios se sujeta a mayor refinamiento y mejoramiento. Además, no hemos afirmado que el enfoque de la seguridad humana sea indispensable en cada uno de los varios aportes, más bien hemos sugerido que ofrece una síntesis valiosa de temas relevantes y conexos. Las contribuciones del enfoque son: 1. En primer lugar, ofrece una perspectiva descriptiva y explicativa centrada en la persona, incrustada en un enfoque sistémico, lo que comprende una evaluación sistemática de las amenazas y de las oportunidades para las personas, y una atención especial a las intersecciones de diversos factores y eventos, en particular en situaciones en las que la desposesión se conjuga con la vulnerabilidad. 2. La preocupación en cuanto a la interseccionalidad corresponde a la observación holística de las vidas reales (y muertes). Ello permite una actitud crítica frente a las categorizaciones convencionales de la identidad, de la condición migrante, etcétera, y de las nociones de comunidad y nación, sus simplificaciones y su excesiva mutua exclusión, fluidez/evolución y puntos ciegos —incluyendo a la gente que se excluye y quizá, por tanto, la más vulnerable (tal como sucede a menudo con los migrantes temporales, circulares y en tránsito y con las trabajadoras domésticas). 3. Promueve un análisis de las estructuras de discriminación y exclusión, que implica a las estructuras de poder y de género, y presta atención a medidas preventivas y de reforma. El análisis de política que se deriva tiene la característica de ser transversal. 4. El análisis de seguridad humana podría aportar al análisis de las condiciones de vida una perspectiva más amplia, una concentración en los eventos para complementar el análisis estructural y una atención a las subjetividades. Del mismo modo, se complementa con una gran parte de la investigación sobre bienestar por medio de su concentración en intersecciones, eventos y trayectorias, a la vez que se beneficia y se complementa con el análisis de género. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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5. A partir de una evaluación holística de personas de carne y hueso surge una imagen más compleja de la persona y no únicamente como un agente maximizador de ingresos, titular de derechos o aspirante a ellos. El repertorio de comprensiones engloba necesidades corporales y psicológicas, motivaciones y sentimientos: imperativos de reproducción social, corporal y psicológica, y muerte; miedos, sentimientos de dignidad y respeto, reconocimiento, asociación y cuidado, necesidades percibidas de pertenencia (y de desafiliación; De Haas, 2014); seguridad e inseguridad emocional, esquemas mentales e intuiciones; y el compromiso percibido con la nación o la comunidad. El repertorio es bastante compatible con la perspectiva de género. Busca atender a la totalidad de un individuo, de una edad particular, género, etnicidad, cultura y trayectoria de vida y no a una imagen convencional del migrante. El centrarse en las personas requiere y conduce a una atención comparable respecto del residente nativo (véase unesco, 2007). 6. La comprensión más enriquecida del individuo y el tratamiento de la interseccionalidad y del «sistema integrado de opresión» muestra la forma en que el análisis de seguridad humana puede enriquecer las aplicaciones del enfoque de las capacidades en los estudios migratorios. 7. Se abre una perspectiva global para la explicación que hace factible ver cómo el movimiento de capitales contribuye al movimiento de las personas. Dicha perspectiva global se refleja en la cuestión de la seguridad común —que no es posible producir seguridad de modo sostenido para uno a través de la creación de inseguridad para otros. Por tanto, se requiere una comprensión sobre la base de mayor información acerca de uno mismo. Cada una de esas ideas refleja a su vez la cuestión de la interconexión completa: la «dimensión de la conectividad» en el discurso de la seguridad humana. 8. El esquema de la seguridad humana también adopta una perspectiva global referente a la evaluación, que implica al mismo tiempo una concentración en la persona a escala mundial, lo que es una parte de su «dimensión de equidad». Asume con seriedad los valores de los derechos humanos y este compromiso conlleva la descripción a partir de un enfoque en las personas. Los estudios de seguridad humana se sustentan en un compromiso con valores más claro que el de otros estudios migratorios: con el valor que tiene 62
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cada persona en todo el mundo, con sus necesidades y derechos básicos, incluyendo los de dignidad y expresión. Al combinarse con la perspectiva global para la explicación se llega a los principios de «todos son afectados» y «todos dependen» con relación a la gobernanza migratoria y a las cuestiones de fortalecimiento del empoderamiento de los migrantes de su representación y expresión: de modo que los migrantes estén en la agenda y en la mesa de discusión. 9. Un esquema de seguridad humana aporta algo a los enfoques de derechos humanos en la migración al enfatizar múltiples influencias que se interconectan, como factores estructurales, y al incluir el interés por las subjetividades y por las particularidades de cada caso, no sólo las reconocidas en instrumentos legales preestablecidos al ser más flexible, al no absolutizar los derechos, y por medio de una apertura a la ética del cuidado. En suma, un enfoque de seguridad humana puede ayudarnos en la exploración de las relaciones entre migración, nuevas precariedades y nacionalismos que resurgen en un mundo cada vez más interconectado.
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UNA INVESTIGACIÓN SOBRE MIGRACIÓN EN EL MARCO DE LA SEGURIDAD HUMANA
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DES GASPER Y GIULIA SINATTI
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Fin del colapso y nuevo escenario migratorio México-Estados Unidos Aim of the collapse and new migratory scene Mexico-United States ALEJANDRO I. CANALES* SOFÍA MEZA**
Resumen: El inusual freno del crecimiento de la migración mexicana en los últimos años llevó a algunos autores a hablar de un posible colapso del sistema migratorio México-Estados Unidos. Sin embargo, desde nuestra perspectiva consideramos que no habría suficiente evidencia empírica ni argumentación teórica para sustentar una tesis de ese tipo. Por de pronto, datos recientes tomados de fuentes estadísticas tanto mexicanas como estadounidenses, informan de un repunte de la emigración a los Estados Unidos, así como de un freno del retorno desde ese país, dando inicio así, a una nueva fase dentro de este largo ciclo migratorio, y en donde los factores estructurales retoman su incidencia e influencia en su dinámica. En este sentido, todo nos indica que el freno de la migración configuró más bien, una fase coyuntural dentro de un ya largo ciclo de la migración de México a Estados Unidos, y cuya dinámica estuvo determinada por la crisis económica de fines de la década pasada. Palabras clave: Colapso migratorio, retorno, emigración, crisis económica, ciclo migratorio. Abstract: The unusual pause in the growth of Mexican migration in recent years led some authors to talk of a possible collapse in the Mexico-United States migratory system. However, from our perspective, we do not see that there exists sufficient empirical evidence nor theoretical argument to sustain a thesis of this kind. Notably, recent data drawn from statistical sources —both Mexican and from the United States— as well as a halt to migrant returns from the USA, indicate a new phase within this large migratory cycle, where structural factors showed their impact and influence in that dynamic. In this sense, everything indicates that the pause in migration constituted, instead, a temporary phase within the larger Mexico-United States migration cycle, whose dynamic was determined by the economic crisis at the end of the previous decade. Key words: migratory collapse, return, emigration, economic crisis, migratory cycle.
* Demógrafo y doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México. Desde 1998 es profesor investigador en la Universidad de Guadalajara. ** Maestra en Relaciones Económicas Internacionales y Cooperación ue-alc por la Universidad de Guadalajara.
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FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
Introducción
E
l inusual freno del crecimiento de la migración mexicana a Estados Unidos en los últimos años tomó a todos por sorpresa. A partir del 2008 la población mexicana residente en Estados Unidos detuvo abruptamente su continuo y prolongado ritmo de crecimiento; se estabilizó en un monto inferior a 12 millones de personas, cifra que incluso descendió a partir de 2011. En este marco, Galindo (2015) tras analizar diversas fuentes de información tanto de México como de Estados Unidos, estima los saldos migratorios entre ambos países. Concluye que las nuevas dinámicas de la emigración junto al incremento inusitado del retorno, conllevan a que por primera vez en muchas décadas se alcance en un periodo relativamente prolongado un saldo migratorio nulo, donde las salidas de migrantes de México se compensan con las entradas derivadas del retorno de migrantes desde Estados Unidos. Algunos autores consideran un posible colapso del sistema migratorio México-Estados Unidos (Durand, 2013); ello propicia un amplio debate en cuanto a sus causas y consecuencias a nivel político y académico (Alarcón, 2012) que abarca las nuevas condiciones de la situación de inmigrantes en los Estados Unidos, afectados por los efectos de la crisis económica de fines de la década pasada así como de las condiciones de la economía y sociedad mexicana para recibir y absorber productivamente a los cientos de miles de migrantes que retornan cada año (García Zamora, 2012). Datos más recientes sobre la dinámica migratoria parecen contradecir la tesis del colapso. Múltiples fuentes informan tanto un repunte de la emigración como un freno del retorno, dinámicas que combinadas derivan en un regreso del crecimiento de la población mexicana residente en los Estados Unidos. Asimismo, una vez pasada la etapa de crisis económica las condiciones estructurales prevalecientes tanto en México como en Estados Unidos vuelven a ser propicias para el reinicio de un flujo migratorio, lo que inaugura un nuevo ciclo en la historia reciente del sistema migratorio entre ambos países. En este sentido, nuestra tesis es que más que un «colapso» de la migración México-Estados Unidos, lo que hemos experimentado es una compleja fase 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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de interrupción temporal del flujo migratorio, misma que habría durado no más de un lustro. Si bien la dinámica del flujo experimentó por momentos un freno y descenso absoluto, ello ocurrió por un «lapso» determinado y en ningún caso pareció configurar una tendencia definitiva que indicara el fin de un proceso social que ha prevalecido por más de un siglo. Incluso cuando los datos pudieran sustentarlo en un inicio, lo cierto es que no resulta ni teórica ni metodológicamente consistente sustentar el colapso de procesos sociales de larga data a partir de situaciones coyunturales, más aún cuando en esas mismas coyunturas se mantendrían vigentes todas las condiciones que desde las más diversas y hasta opuestas visiones teóricas y políticas se han esgrimido para explicar el origen y sostenimiento de las migraciones. Con base en lo anterior se presentan en este artículo datos empíricos sobre la dinámica reciente del sistema migratorio México-Estados Unidos, se incluyen los volúmenes de los flujos y los indicadores de las condiciones estructurales que los sustentan. Se inicia con un análisis acerca del actual contexto de la migración México-Estados Unidos, donde se destaca el papel de la nueva política antinmigrante de ese país así como los efectos de la crisis económica de los últimos años. En la siguiente sección se lleva a cabo una revisión y reseña de los principales textos y autores que han argumentado a favor de la tesis del colapso migratorio. Finalmente, se exponen datos que permiten relativizar y circunscribir dicha tesis a un lapso muy específico, y que documentan el reimpulso de la migración. Además, se muestran datos que documentan la persistencia de las condiciones estructurales, demográficas, económicas y laborales que dan sustento a este repunte de la migración mexicana a los Estados Unidos.
Nuevo contexto de la migración México-Estados Unidos
En los últimos 15 años se ha configurado un nuevo contexto político y económico en el cual es posible enmarcar las nuevas tendencias de la migración México-Estados Unidos. Pueden señalarse al menos dos grandes fenómenos 74
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FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
que han irrumpido en estos años y que han modificado de diverso modo la dinámica migratoria. ) Por un lado, el nuevo carácter de la política migratoria de los Estados a Unidos, que basado en los principios de la seguridad interna ha terminado fortaleciendo las posiciones más radicales contra la inmigración. b) Por otro lado, cabe destacar la crisis económica de 2008 -2010 y sus impactos en materia de empleo, salarios y condiciones de vida, así como la lenta recuperación económica entre 2010 -2015. Todo ello se conjuga para conformar un nuevo marco estructural en el cual se desenvuelve la dinámica migratoria, y que sin duda permite entender el freno de la emigración y el incremento del retorno, lo que deriva en una coyuntura de saldo migratorio nulo.
a) Criminalización de la migración indocumentada Desde fines de los 1990 se gesta un cambio radical en la orientación de la política migratoria de los Estados Unidos, que se consolida a partir de los atentados del 11/9. La base ideológica es la doctrina de la seguridad interna que pone en un primer orden de prioridad la lucha contra el terrorismo, lo que relega a un segundo y tercer orden el enfoque de derechos humanos en la definición de la política migratoria. Con el objetivo de reforzar la seguridad en las fronteras se promueven políticas y programas antinmigrantes como el de Comunidades Seguras, que implicaron la implementación de diversos mecanismos de control de la migración no sólo en las zonas fronterizas sino también en los lugares de vivienda y trabajo de los migrantes en las ciudades al interior del país. Junto a ello, se reformaron las leyes y actas que regulan tanto la situación de los migrantes indocumentados como las atribuciones de los distintos agentes vinculados al control migratorio y de la población en general. Los márgenes de acción de policías, agentes fronterizos y otros funcionarios no sólo se expandieron, sino que dejaron de operar con base en un 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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enfoque de derechos para hacerlo con el enfoque de seguridad interna, donde es más importante y prioritario el control y la seguridad del Estado y las instituciones que el respeto a los derechos fundamentales de la población, especialmente en el caso de los inmigrantes. Esta clase de políticas gubernamentales fortalecieron actitudes de discriminación y xenofobia por parte de distintos sectores estadounidenses en contra de los inmigrantes latinos. Massey, Durand y Pren (2009) así como Ramírez y Aguado (2013) señalan cómo la promulgación de la llamada Ley Patriota (usa Patriot Act) junto a numerosas políticas discriminatorias elaboradas años antes a nivel nacional y local, han abonado a esta construcción social del migrante como un potencial peligro criminal. Luego de los atentados en suelo norteamericano el 11 de septiembre de 2001, se amplió la capacidad de vigilancia y control del gobierno con la finalidad de atrapar posibles terroristas. Entre estas políticas, la Ley Patriota posibilitó la implementación de radicales medidas de control social y político de la población: redadas masivas tanto en zonas fronterizas como al interior del país, las que si bien eran diseñadas para perseguir y atrapar terroristas, en la práctica remitieron principalmente contra los migrantes latinos e indocumentados. Uno de los principales instrumentos en los que se fundamenta esta estrategia de endurecimiento de la política antinmigrantes es la nueva política de deportaciones, que junto con criminalizar la inmigración indocumentada ha derivado en una masiva deportación de extranjeros, de manera preferente inmigrantes mexicanos. Con base en una compleja y vasta maquinaria legislativa y judicial construida desde la década de 1990, la deportación ha sido el instrumento más efectivo para expulsar de ese país a los extranjeros mediante pretextos legales donde adquiere un rol preponderante la criminalización de la migración indocumentada. Como sustenta Alarcón (2016), hoy en día prácticamente la mitad de los deportados mexicanos son categorizados como criminales por la justicia de Estados Unidos, cuando en la mayoría de los casos su crimen no pasa de ser una falta administrativa, como infracciones de tránsito o similares, pero que en el actual esquema legal constituye lo que se denomina «felonía agravada».
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b) Impactos de la crisis económica Sin duda, la actual situación de la migración mexicana responde directamente a la dinámica del ciclo económico recesivo por el que atravesó la economía estadounidense y cuya profundidad, efectos y consecuencias sólo son comparables con la crisis de la década de 1930. Considerando las características de esta crisis económica, Castles y Miller (2010) advierten que la evolución de la crisis adoptó varias formas, con lo que afectó el empleo de distintos tipos de migrantes de manera diferenciada. En una primera etapa, como crisis financiera, tuvo grandes impactos en los trabajadores migrantes altamente capacitados, mientras que los de baja calificación laboral fueron afectados de modo indirecto por la disminución de la demanda de vivienda, bienes y servicios. Aunque la crisis económica golpeó directamente a la dinámica productiva de los Estados Unidos, el principal impacto se manifestó en la gran pérdida de empleos, especialmente entre 2008 y 2010. Mientras el pib se redujo en un 3 por ciento entre 2007 y 2009, a partir de entonces inició una fase de recuperación alcanzó en 2010 el nivel que tenía en 2007, y continuó una senda de lento pero sostenido crecimiento (gráfica 1). Es diferente la situación respecto a la generación de empleos. La pérdida de puestos de trabajo se extiende hasta 2010 para sólo en 2011 iniciar una lenta recuperación, misma que en 2014 permitió retomar el nivel de empleo que la economía norteamericana generaba en 2007. Cabe resaltar que entre 2007 y 2010 la economía de Estados Unidos perdió 5.1 por ciento de los puestos de trabajo, que corresponde a casi 7.5 millones de empleos, y se tardó casi cinco años en recuperarlos.
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GRÁFICA 1
Estados Unidos, 2000-2015. Producto Interno Bruto y volumen de empleo Producto Interno Bruto (billones de dólares a precios de 2009)
14.2
14.6
14.9 14.8
14.4
14.8 15.0
15.4
15.6
16.0
16.3
13.8 12.6 12.7
12.9
13.3
2015
2014
2013
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2011
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2009
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2003
2002
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Población ocupada (millones de personas)
148 145 145
145
142
141
140 135
136 135
137
137
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138
143
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2005
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2003
2002
2001
2000
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Esta crisis económica y financiera en Estados Unidos generó una importante contracción de los mercados de trabajo, lo que afectó los sectores donde típicamente tienden a concentrarse los migrantes mexicanos: construcción, manufactura y servicios. Entre 2007 y 2010 los mexicanos habrían perdido 470 mil empleos netos, que equivalen a 6.5 por ciento del total de ocupados (Canales, 2014). Lo anterior implicó que ya hacia 2009 la tasa de desempleo de los mexicanos alcanzara un máximo histórico de 13.3 por ciento de la fuerza de trabajo, que aunque se ha reducido en los últimos años aún se mantiene por encima del promedio nacional y del promedio histórico para este grupo étnico (Delgado y Gaspar, 2012; Canales, 2012). De esta forma, la migración mexicana ha tenido que lidiar tanto con la disminución absoluta del empleo disponible, como con la precarización del que aún mantiene. Al respecto, Ramírez y Aguado (2013) utilizan la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte (emif); encuentran que quienes regresan por no haber hallado un empleo o no alcanzar los ingresos esperados pasan de 10.1 por ciento en 2006 a 23.2 por ciento en 2009. En ese contexto de crisis de empleo los más afectados son los trabajadores de baja calificación, quienes se han enfrentado a una reducción de sus horas de trabajo, salarios, y en general, a una mayor precarización de sus condiciones laborales y contractuales. Sin embargo, no se ha reducido en igual medida el volumen de empleos. Esto se explica por el hecho de que en Estados Unidos la crisis económica se inserta en un proceso de más largo aliento de cambio en la estructura de las ocupaciones; mismo que lleva a una polarización manifestada en un incremento de los empleos en servicios de baja calificación, pero orientados a diversas actividades que sustentan la reproducción social y cotidiana de la población de altos ingresos (Canales, 2014). Se trata de los llamados servicios de proximidad, tales como servicio doméstico, industria del cuidado, mantenimiento y limpieza, preparación de alimentos, entre muchos otros. La crisis no habría alterado esta tendencia estructural, sino por el contrario, la habría profundizado, incrementando los niveles de precarización de estos empleos pero sin reducir su volumen cuantitativo. De esta forma, en contextos de adversidad económica el costo de la reproducción social de los sectores medios y altos de la sociedad sería subsidiado por la precarización 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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laboral impuesta a la población migrante, en un entorno donde la vulnerabilidad social a la que este grupo se ve sujeto le impide negociar mejores términos en las condiciones laborales de su actividad.
Debate sobre el nuevo ciclo en la migración México-USA
Podemos identificar al menos tres grandes perspectivas desde las cuales se ha abordado la dinámica de la migración mexicana de la última década. Por un lado, quienes plantean la tesis del colapso del sistema migratorio MéxicoEstados Unidos. Por otro lado, los que sugieren que este freno es fruto del proceso de integración económica entre ambos países. Por último, quienes han puesto énfasis en el auge de la migración de retorno.
a) Tesis del colapso del sistema migratorio México-Estados Unidos Es la visión preponderante en el debate y en la cual la tendencia de un saldo nulo migratorio entre México y Estados Unidos es una nueva fase o escenario en la dinámica del sistema migratorio (Massey, Durand y Pren, 2009; Durand y Arias, 2014; Passel, Cohn y González-Blanco, 2012). Con base en el flujo indocumentado y la migración de tipo circular que desde siempre caracterizó al sistema migratorio México-Estados Unidos, Durand (2013) plantea no sólo la tesis del colapso del sistema migratorio, sino también la imposibilidad de repararlo. Se fundamenta en evidencia empírica recopilada en localidades con arraigada tradición migratoria en el Occidente mexicano. Al analizar el caso de Epenche Chico, localidad del municipio de Mazamitla, Jalisco, encuentra que en años anteriores a 2011 (fecha de inicio del análisis) nadie había cruzado la frontera de manera indocumentada, situación inusual considerando la larga tradición migratoria de estas comunidades. No obstante, sí halla migrantes que cruzaron de manera documentada gracias a una mayor disponibilidad de las visas para trabajadores temporales. 80
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Similar situación se repite en comunidades y localidades de Guanajuato y San Luis Potosí incluidas en las encuestas del Mexican Migration Project. En ambos casos se verifica que por primera vez en 25 años (2009) ninguna persona había realizado un primer viaje a Estados Unidos en forma indocumentada, indicativa de que este tipo de flujo migratorio de salida se habría detenido. Por el contrario, los que sí migraron lo hicieron usando visas agrícolas y de servicios. Durand (2013) atribuye el estancamiento a un complejo engranaje compuesto de varias piezas que involucran factores de carácter económico, político y de control fronterizo. Esta combinación de circunstancias tuvo como resultado desalentar el cruce indocumentado ante el incremento de los costos y los riesgos del cruce fronterizo así como de la inserción y asentamiento en los Estados Unidos. Asimismo, argumenta que la reducción de los envíos de remesas producto del impacto de la crisis económica, afectó también a la llamada «remesa sistémica», esto es, el dinero que se envía a las comunidades de origen para hacer los preparativos del viaje migratorio de sucesivos migrantes, y de ese modo sustentar la reproducción del patrón migratorio. De esta forma, el efecto de la crisis habría sido doble: directamente al reducir de manera drástica las opciones de empleo e inserción laboral, e indirectamente al afectar la sustentación económica del sistema migratorio en sí mismo. Durand y Arias (2014) presentan otro caso empírico en la localidad de Pegueros en Tepatitlán, Jalisco, que también abona a la tesis del colapso de la migración indocumentada. Allí detectaron un notable incremento del número de migrantes de retorno además de una disminución de los flujos de salida. Según los autores, una combinación de factores sociales, demográficos, culturales y migratorios ha llevado a los migrantes de esta localidad a establecer una permanencia indefinida en suelo estadunidense, junto a un desincentivo de nuevos desplazamientos indocumentados. Esta situación ya se observaba en 2005, aunque en menor intensidad: a diferencia de sus padres, la generación nacida después de 1990 ya no percibía la migración indocumentada a Estados Unidos como una opción atractiva de desarrollo económico o personal, optó por incorporarse en los mercados de trabajo dentro de sus regiones. La migración interna aparece ya como una opción válida para ellos, pues 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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aunque el salario ofrecido siga siendo menor al que ofrecen los trabajos en Estados Unidos, esta diferencia sería en parte compensada por las prestaciones sociales que se ofrecen en México. El creciente clima antinmigrante, el encarecimiento de los costos del desplazamiento, los mayores riesgos y peligros que implica la migración y cruce indocumentado, junto a los efectos de la crisis económica, desencadenaron nuevas percepciones y valoraciones sociales y subjetivas frente a la migración, lo que llevó a muchos jóvenes a quedarse en sus localidades o bien optar por desplazamientos internos. Esta nueva situación migratoria daría pie a la conformación de un inesperado pero oportuno «bono laboral» que favorecería a los empresarios mexicanos. Distinto al pasado, las empresas ya no enfrentarían un escenario de escasez de mano de obra derivado de la emigración internacional (Durand y Arias, 2014). Por medio de modelos logísticos se determina que la probabilidad de hacer un primer viaje de manera indocumentada se redujo drásticamente, incluso fue menor que la registrada al inicio del Programa Bracero. De esta forma, el saldo migratorio nulo sería la evidencia de que el tradicional patrón migratorio mexicano habría dejado de existir, pues pasó de ser un flujo circular, continuo y recurrente a un «fenómeno de establecimiento familiar, laboral, a largo plazo, indefinido y de retorno incierto» (Durand y Arias, 2014: 173). Por el contrario, para quienes cuentan con algún tipo de visado (turista, sobre todo) que les posibilite no exponerse a los costos y riesgos que implica la migración indocumentada en la actualidad, la migración continúa siendo una opción altamente atractiva que los lleva a permanecer en Estados Unidos el máximo tiempo que les permite su estancia legal; de esa manera evitan ser fichados por las autoridades migratorias, lo cual según las nuevas leyes migratorias les impediría posteriores desplazamientos documentados. En la misma línea argumentativa, Massey, Pren y Durand (2009) encuentran que los patrones migratorios mexicanos se han transformado y evolucionado como respuesta a los cambios en la política migratoria de Estados Unidos; destaca el virtual cese de la migración indocumentada frente a los nuevos contextos políticos y legales. De acuerdo con estos autores la nueva era migratoria comenzó a dibujarse a partir de 1998, con la militarización de 82
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la frontera y las subsecuentes leyes de control fronterizo y redadas al interior del país. Para 2007 elementos multifactoriales operaron de manera simultánea a fin de disminuir el flujo de migración mexicana indocumentada. Conforme a sus estimaciones las probabilidades de migrar sin documentos por primera vez y de intentarlo por segunda o tercera vez han disminuido considerablemente, lo que interpretan como un nuevo patrón migratorio. Passel, Cohn y González-Barrera (2012), también bajo esta visión, reconocen que a pesar de que existen mejores oportunidades laborales en Estados Unidos los mexicanos prefieren no inmigrar debido al aumento de riesgos y de costos económicos de cruzar una frontera más vigilada y con mayores peligros. Todo ello habría llevado a la prevalencia y persistencia en los últimos años de un saldo nulo migratorio, mismo que contrasta con la dinámica de crecimiento del stock de inmigrantes mexicanos residentes en Estados Unidos experimentada en décadas anteriores.
b) Tesis de la burbuja migratoria y la integración de mercados De acuerdo con la propuesta de Martin (2003), más que un colapso la coyuntura migratoria de la última década puede interpretarse como un fenómeno completamente normal y esperable, derivado del impacto a largo plazo de la integración económica y comercial impulsada por el Tratado de Libre Comercio (tlc) entre México y Estados Unidos. Según este autor en un inicio el tlc habría generado un crecimiento acelerado de la migración como consecuencia directa de la integración de mercados entre ambas naciones, fenómeno que se habría observado a partir de mediados de los años noventa; lo denominó migration hump, o «joroba» migratoria, y corresponde a un crecimiento muy acelerado pero circunstancial y transitorio, que se explicaría por las profundas asimetrías económicas y productivas que se dan al inicio de operaciones del tlc. No obstante, se trataría de un fenómeno transitorio que tendería a reducirse en la medida que el mayor intercambio comercial y económico comenzara a tener efectos positivos en el desarrollo y transformación de la economía mexicana, al reducir las asimetrías y distancias con la economía 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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norteamericana. Esta es la situación migratoria que habría comenzado a experimentarse a partir de mediados de la década pasada, y que tendría como basamento estructural una combinación de factores económicos y demográficos en territorio mexicano. Demográficos: la reducción de la tasa de fecundidad en México en las décadas de 1980 y 1990 reduciría las presiones para migrar, debido a que los hogares con un menor número de hijos tienden a mantenerlos en la escuela por más tiempo, lo que reduciría la necesidad de que los más pequeños ingresaran al mercado laboral y en el largo plazo provocaría un aumento en el nivel educativo de los mexicanos, que son menos propensos a migrar a medida que su educación aumenta. Económicos: a mediano plazo, el crecimiento de la economía mexicana se traduciría en mejores empleos y salarios más competitivos. En este marco, el freno de la migración no sería consecuencia de las políticas de control y restricción migratoria estadounidenses, sino una consecuencia natural de la integración económica. Si la demanda de mano de obra migrante desde Estados Unidos persistía, serían los migrantes centroamericanos o chinos quienes ocuparían el vacío dejado por los mexicanos. Es una lectura propia de enfoques neoliberales que, sin embargo, no se corresponden con los datos de la dinámica económica y demográfica de la sociedad mexicana. Al respecto, García Zamora (2012) refuta la tesis de que hayan mejorado las condiciones de la economía mexicana; se basa en datos oficiales que ponen en evidencia el aumento de la pobreza y la disminución del ingreso en prácticamente la totalidad de los hogares. Reconoce que ha habido mejoras en las condiciones de vida, mismas que han permitido una mayor posesión de bienes y mejores oportunidades, pero éstas no han sido suficientes como para reducir la brecha salarial con respecto a Estados Unidos, la cual ha seguido consolidando las asimetrías productivas y económicas entre ambos países. Esta situación lo conduce a apoyar la hipótesis de que es el estado de la economía estadounidense la principal determinante para la migración mexicana. En este predicado, la migración mexicana crecería en momentos de expansión de la economía estadounidense y se reduciría en las contracciones 84
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económicas, como ha ocurrido en los últimos años. Los datos corroboran esa tesis y muestran que históricamente los migrantes no responden con el ciclo de empleo en México. Así por ejemplo, en la primera mitad de los años noventa la migración se reduce a pesar de que se incrementó el desempleo en México. Por el contrario, en la segunda mitad de esa década se da la relación inversa, aumentó el desempleo mientras la migración se redujo. Con base en estos datos, se afirma que la migración guarda mayor relación con la disposición de empleo en territorio estadounidense, por encima de la falta de oportunidades en México y de los diferenciales salariales que prevalecen entre ambas naciones.
c) Retorno y su impacto en la nueva dinámica migratoria Aunque el tema del retorno no es nuevo, lo cierto es que durante la histórica relación migratoria entre México y Estados Unidos nunca ocupó el centro de atención ni de la academia ni de la política, entre otras cosas porque el porcentaje de las personas retornadas era opacado por los altos incrementos anuales en las emigraciones. Fue sólo a partir de la crisis económica de 2008 que el tema del retorno adquiere una importancia mediática inusitada cuando diversos políticos y funcionarios públicos de alto nivel aluden a un «inminente» retorno masivo de mexicanos, que tendría graves efectos en los mercados laborales del país (Alarcón et al., 2009). En este marco surge un legítimo interés académico por el tema, el cual se ve confirmado por las tendencias observadas en los primeros años de la crisis, cuando desde diversas fuentes se registra un inusitado incremento del retorno de mexicanos. Aunque las cifras estuvieron lejos de indicar un regreso masivo desde los Estados Unidos, lo cierto es que las estadísticas de ese periodo indican que las tasas de retorno se duplicaron respecto a las registradas históricamente (Gandini, Lozano y Gaspar, 2015). Distintos factores, tanto a nivel macro-estructural como microsocial, se conjugan y entrecruzan para dar lugar a una compleja y multidimensional dinámica del retorno (Lozano y Martínez, 2015). La revisión de la literatura 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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apunta a distintos elementos que influyeron sobre el retorno de los mexicanos, de entre los que sobresalen dos. Por un lado, la ya mencionada crisis económica de 2008 que derivó en una severa contracción de los mercados de trabajo en territorio estadounidense y que implicó una reducción significativa de las opciones laborales para los migrantes mexicanos. Particular importancia adquiere la contracción del sector inmobiliario y de la construcción, actividad donde se concentraba gran parte de los trabajadores masculinos (Canales, 2014). Por otro, destaca la «criminalización» de la migración indocumentada, derivada del endurecimiento de la política migratoria estadounidense que en la última década realizó un histórico número de deportaciones mediante programas Comunidades Seguras; mismo que no sólo se enfocó en el reforzamiento de las fronteras, sino que también implementó medidas de control de la movilidad en los lugares de vivienda y trabajo de los migrantes, lo que en la práctica se tradujo en un dramático aumento de las deportaciones y devoluciones «voluntarias» de migrantes mexicanos (Rivera, 2015). En los últimos años, a partir del incremento del retorno, se ha profundizado en el estudio de las características y posibles consecuencias del retorno de los mexicanos. Sin querer ser exhaustivos, podemos sintetizar estos estudios señalando que a través de ellos se ha establecido que el retorno es un fenómeno esencialmente masculino, de migrantes de baja escolaridad (Lozano y Galindo, 2014; Gandini, Lozano y Gaspar, 2015; Ramírez y Aguado, 2013), que en muchos casos optan por reinsertarse en ámbitos urbanos y no necesariamente en sus localidades de origen (Masferrer, 2014; García y Zamora, 2014; Terán, Giorguli y Sánchez, 2015), sin los impactos esperados en materia económica y de capital humano (Cobo, Giorguli y Alba, 2010; Jardón, 2015), y que suelen enfrentar diversos problemas para su reinserción social y laboral (Anguiano, Cruz y Garbey, 2013; Ramírez y Lozano, 2015).
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Tendencias recientes: del colapso a la recuperación migratoria
El principal dato que nos permite refutar la tesis del colapso es el repunte de la migración de mexicanos a ese país, que se registra a partir de 2014. Al analizar la dinámica del stock de mexicanos residentes en Estados Unidos en los últimos 15 años es posible identificar las diferentes coyunturas y fases temporales que ha experimentado en este tiempo y que en conjunto conforman un ciclo migratorio de más largo aliento. En el marco de este ciclo migratorio se advierte la fase específica de freno y estancamiento que se refiere la tesis del colapso migratorio, a la vez que puede circunscribirse a un lapso muy determinado; según indican los datos más recientes, este último ya habría sido superado dando paso a una nueva fase de expansión y crecimiento de la migración y del volumen de la población mexicana en Estados Unidos. a) Con base en los datos que reporta Current Population Survey, se perciben al menos cinco fases coyunturales en la dinámica migratoria medida a partir del stock de mexicanos residentes en Estados Unidos (véase gráfica 2). b) Primera fase expansiva que va de enero de 2000 a diciembre de 2003, y que se caracteriza por un alto crecimiento cercano a 8 por ciento anual. c) Segunda fase que abarca de enero de 2004 a noviembre de 2008, donde el ritmo de crecimiento se modera bajando a una tasa de 3 por ciento anual. d) Tercera fase de estancamiento que comprende de diciembre de 2008 a enero de 2011. En estos años la población mexicana residente en Estados Unidos se mantiene estable en un nivel que fluctúa alrededor de 12 millones de personas, cifra que corresponde al máximo alcanzado hasta ese momento. e) Cuarta fase donde se da un descenso importante del stock de mexicanos residentes en Estados Unidos, el cual pasa de los casi 12 millones en febrero de 2011 a 11 millones en abril de 2014. Se trata de una caída nada despreciable que en promedio representó una tasa de decrecimiento de 2.4 por ciento anual. Corresponde a lo que algunos autores han denominado «colapso» o «desplome» de la migración. f) Quinta fase que inicia en mayo 2014 y se prolonga hasta nuestros días. Es una fase de reimpulso de la migración que en sólo dos años se recupere el 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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volumen de la población mexicana residente en Estados Unidos que prevalecía en 2011, muy próximo a su máximo nivel histórico de 12 millones de mexicanos. GRÁFICA 2
Fases y coyunturas del actual ciclo migratorio México-Estados Unidos Población nacida en México residente en Estados Unidos (dato mensual basado en promedios anuales móviles) Recuperación May 2014-Jul 2016 (3.5%)
13.0
Millones de personas
11.0 10.0 9.0
Crecimiento expansivo Ene-Dic 2003 (7.8%)
Estancamiento Dic 2008-Ene 2011 (-3.0%)
12.0
Crecimiento moderado Ene 2004-Nov 2008 (3.0%)
8.0 7.0 6.0
Colapso Feb 2011Abr 2014 (-2.4%)
5.0 4.0 3.0 2016
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
Fuentes: Current Population Survey, Basic, enero 1999 a julio 2016.
Los datos indican que efectivamente el nuevo contexto estructural (crisis económica + política antinmigrante) tuvo un efecto negativo sobre la migración, el cual se restringe sólo a un lapso específico. La crisis económica junto a la nueva política antiinmigrante, lograron por algunos años frenar e incluso revertir la dinámica de crecimiento de la población mexicana residente en Estados Unidos. Entre febrero de 2008 y abril de 2014 la población se estancó, luego descendió a una tasa de 2.4 por ciento anual promedio en esos seis años.
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Sin embargo, a partir de mayo de 2014 retoma su tradicional senda de crecimiento de tal forma que en tan sólo estos dos últimos años ya había recuperado el nivel que tenía a fines de 2008, justo antes de que se iniciara el estancamiento y posterior descenso. Este nuevo ciclo de expansión y crecimiento de la migración mexicana es un dato irrefutable de que el llamado «colapso» migratorio en realidad fue un fenómeno coyuntural que se restringió a un periodo de años. La recuperación económica de Estados Unidos ha generado nuevamente condiciones contextuales favorables para la inmigración laboral mexicana que se expresa, entre otras cosas, en la recuperación e incluso superación de los niveles de ocupación y empleo prevalecientes antes de la crisis. Asimismo, aunque el clima antinmigrante se ha mantenido, lo cierto es que el volumen de deportaciones en 2015 fue sustancialmente menor al prevaleciente en años anteriores. Así como el ciclo de saldo nulo migratorio se explica por el incremento del retorno de mexicanos y la reducción de la emigración, este ciclo de recuperación se sustenta en la combinación de esas mismas dinámicas pero en sentido inverso, un descenso del retorno migratorio además de la recuperación del flujo de salida de mexicanos hacia Estados Unidos.
a) Auge y descenso del retorno migratorio En el caso de la migración mexicana el retorno nunca fue un tema relevante. Hasta la década de 1980 el retorno era relativamente marginal e involucraba en promedio a menos de 20 mil migrantes al año (100 mil quinquenales). Es recién en la década de 1990, con el sustancial incremento de la emigración, que el retorno comienza a adquirir un volumen relativamente importante, aunque en ningún caso superó a los 60 mil migrantes al año.
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GRÁFICA 3
Tendencia histórica de la migración de retorno (flujos quincenales) 825,609 714,416
710,587
710,587 288,663 267,150 247,156 257,808
20,563 19551960
68,289 19651970
117,760
180,124
195,570
92,670 19751980
1985- 1987- 1990- 1992- 1995- 2000- 2001- 2004- 2005- 2009- 20101990 1992 1995 1997 2000 2005 2006 2009 2010 2014 2015
Fuente: elaboración propia con base en Censos y Conteos de Población de 1960, 1970, 1980, 1990, 2000 y 2010; Conteos de Población de 1995 y 2005, enadid.
En la segunda mitad de la década pasada y los primeros de la actual la situación se modificó sustancialmente. Entre 2004 y 2009 el retorno involucró a 714 mil personas; llegó a un nivel máximo entre 2005 y 2010 cuando en esos cinco años retornaron 825 mil personas. Es sin duda un crecimiento explosivo, resultado directo de los efectos combinados de la crisis económica y la política antinmigrante que implicó la deportación (remoción) de casi 2.5 millones de mexicanos entre 2005 y 2014. Al igual que lo ya señalado para el caso del stock de mexicanos residentes en Estados Unidos, esta explosión del retorno parece haber sido una situación coyuntural circunscrita a un periodo específico de años, misma que ya estaría siendo superada. Los datos más recientes indican que en el quinquenio 2010 2015 el retorno se habría reducido a menos de 450 mil migrantes, esto es menos de 90 mil migrantes por año; cifra que si bien es superior al promedio histórico, es igualmente menor a la que prevaleciera entre 2004 y 2014. Esta situación de auge y descenso del retorno queda aún más clara al comparar las tasas de retorno en cada quinquenio para el periodo más reciente. 90
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En el periodo de mayor auge del retorno (2005 -2010) la tasa alcanzó un nivel de 7.5 por ciento acumulado, cifra que duplica el nivel prevaleciente desde la segunda mitad de los noventa. No obstante, ya en el quinquenio 2009 -2014 se redujo a 6 por ciento, para caer definitivamente a sólo 3.7 por ciento en el periodo más reciente (2010 -2015), porcentaje que es prácticamente igual al que prevalecía a fines de los noventa e inferior al de la década de 1980 y primera mitad de 1990. GRÁFICA 4
Tasa quincenal de retorno en México 6.9%
7.5% 6.0%
3.8%
3.7% 3.1%
1995-2000 2000-2005 2004-2009 2005-2010 2009-2014 2010-2015 Fuente: elaboración propia con base en Censos y Conteos de Población de 2000 y 2010; Conteos de Población de 1995 y 2005, enadid de 2009 y 2014; Encuesta Intercensal 2015.
b) Del desplome a la recuperación de la emigración La dinámica del flujo de salida de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos presenta prácticamente la misma tendencia pero en sentido inverso. De 2005 a 2013 se da un virtual desplome del flujo de emigrantes; en 2014 inicia su recuperación, tendencia que se mantiene y acentúa en 2015. Lo relevante es que esta tendencia de desplome y recuperación se registra tanto en las fuentes de información mexicanas como en las norteamericanas.
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En el caso de las fuentes mexicanas, la enoe permite captar desde 2005 el volumen total de mexicanos que en cada trimestre abandonan el hogar de residencia en México para trasladarse al extranjero, emigración que casi en su totalidad corresponde a Estados Unidos. Con base en este indicador, y usando los datos para el cuarto trimestre de cada año se observa un virtual colapso de la emigración, el cual parece seguir dos grandes etapas. Una primera entre 2005 y 2007, cuando el flujo trimestral se desploma de casi 210 mil emigrantes a sólo 110 mil. Curiosamente, entre 2007 y 2009 el flujo se mantuvo estable en esta cifra, aun cuando corresponde a los peores momentos de la crisis económica y de empleo en Estados Unidos. A partir de 2009 se acentúa el desplome de la emigración, alcanza su punto más bajo en 2013 con menos de 60 mil emigrantes; desde ese momento inicia una fase de recuperación que en dos años ha permitido que el volumen de emigrantes se aproxime a 100 mil personas trimestralmente, cifra prevaleciente en 2009. Current Population Survey (cps) capta de dos formas la emigración reciente. Por un lado, pregunta directamente por quienes han arribado a Estados Unidos el año anterior a la fecha de la entrevista. Por otro, indaga el año del último arribo a ese país. Al combinar la información de ambos indicadores se reconstruyó el flujo de inmigrantes recientes para cada año de la encuesta en el lapso de 2005 a 2015. La tendencia que reporta esta medición es similar a la ya descrita por la enoe, aunque los volúmenes discrepan significativamente. Se registra un desplome del volumen de la inmigración de mexicanos a Estados Unidos, el cual se desarrolla también en dos etapas. Primero, entre 2005 y 2009, cuando se pasa de un flujo de casi 480 mil inmigrantes mexicanos al año en 2005 y 2006, a sólo 330 mil en 2008 y 311 mil en 2009. A partir de entonces vuelve a acentuarse el desplome de la inmigración; registra su punto más bajo en 2012, cuando habrían ingresado sólo 135 mil migrantes mexicanos. Desde se año el flujo anual se estabiliza en el mismo nivel; retoma una senda de recuperación en 2015, pues alcanza una cifra de 200 mil migrantes mexicanos.
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GRÁFICA 5
México, 2005-2015. Tendencia de la emigración a Estados Unidos según distintas fuentes Emigrantes recientes, enoe (mex) 250,000
200,000
150,000
100,000
50,000
2014
2015
2014
2015
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
0
Emigrantes recientes, cps (usa) 600,000 500,000 400,000 300,000 200,000 100,000
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
0
Fuente: elaboración propia con base en Current Population Survey, 2005 a 2015; Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2005 a 2015.
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c) Regreso de un saldo neto migratorio negativo La conjunción de las tendencias del retorno y la emigración configuran una nueva fase dentro del ciclo migratorio: el regreso de un escenario de saldo neto migratorio negativo, donde si bien aún no se alcanzan los niveles absolutos prevalecientes antes de la crisis, sí implican un cambio en cuanto a la tendencia observada durante la crisis. Al respecto, los datos que proporciona la enoe permiten sustentar esta tesis. En la segunda mitad de la década pasada el saldo migratorio muestra una clara tendencia a reducirse, pasa de un volumen de más de 500 mil emigrantes netos en 2006 a menos de 100 mil en 2010. Desde entonces y hasta 2012 se mantiene en un nivel ligeramente superior a 100 mil emigrantes netos; inicia su recuperación a partir de ese año al pasar de 125 mil emigrantes netos a más de 220 mil en 2015, consigue así los niveles del 2008 cuando comienza la crisis económica. Si bien aún no se alcanza el nivel de emigración neta que prevalecía antes de 2008, lo cierto es que de continuar esta tendencia ascendente de la emigración neta es esperable que hacia 2017 se obtenga el mismo nivel que en 2007. GRÁFICA 6
México, saldo neto migratorio 0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016* 2017*
-100,000 -200,000 -300,000 -400,000 -500,000 -600,000 Fuente: estimaciones con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, enoe. *Proyecciones propias según la tendencia en años recientes.
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Los datos presentados indican que el colapso existió, pero que corresponde sólo a una de las fases que componen y dan forma a un ciclo de más largo aliento de la migración entre México y Estados Unidos el cual abarca las últimas dos décadas. En este contexto, la fase del colapso migratorio fue precedida por fases de expansión y estancamiento, a la vez que es actualmente sustituida por una nueva fase de recuperación y auge de la migración mexicana. Tanto la dinámica del stock migratorio, esto es, el volumen de la población mexicana residente en Estados Unidos, como de los flujos de salida (emigración) y regreso (retorno migratorio) son consistentes con las distintas fases o ciclos de la migración mexicana de las últimas dos décadas. Asimismo, es relevante constatar el peso de las condiciones económicas y estructurales. Los ciclos de estancamiento y descenso (mal llamado «colapso») de la migración coinciden grosso modo con los momentos más álgidos de la crisis económica, a la vez que la fase de recuperación del flujo migratorio también coincide con las fases de recuperación del crecimiento económico y del empleo en Estados Unidos. García Zamora (2012) advierte que la dinámica de la migración mexicana muestra una importante sensibilidad a los ciclos económicos en Estados Unidos, y que aunque las condiciones políticas y el ambiente antinmigrante tienen un impacto nada despreciable, en el fondo son los factores vinculados a la estructura económico-productiva y de los mercados de trabajo quienes más directamente inciden en los ciclos migratorios. Esto permite explicar por qué el estancamiento y virtual colapso migratorio correspondió a una fase migratoria acotada a los tiempos de la crisis económica y de empleo en Estados Unidos, pero que en ningún caso implicó o comprometió de manera seria la dinámica estructural de la migración. Es de suponer y esperar que en la medida que se mantengan las condiciones que promueven el actual ciclo de crecimiento de la economía norteamericana, la migración mexicana tenderá a mantener su dinámica de recuperación y auge; se incrementará la emigración y se reducirá el retorno, lo cual implicará regresar a un ciclo de saldo migratorio negativo para México o positivo desde la perspectiva de Estados Unidos. A continuación se expone un análisis sobre las tendencias recientes de las condiciones y causas estructurales que determinan la dinámica del sistema 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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migratorio México-Estados Unidos. La tesis es que mientras permanezcan esas condiciones estructurales, se espera que el sistema migratorio mantenga su vitalidad y se aleje de los fantasmas de un virtual colapso y desplome del flujo migratorio.
Condiciones estructurales del actual ciclo migratorio
En párrafos anteriores se mostró que los datos más recientes no confirman la hipótesis del colapso del sistema migratorio México-Estados Unidos. En esta sección se analizan las causas estructurales de la migración, se aportan datos empíricos que permiten sustentar dicho repunte y enmarcarlo en un contexto más general de las condiciones estructurales que han impulsado el largo ciclo migratorio de las últimas dos décadas y que continúan y se acentúan en la actualidad. Esa visión estructural y de más largo aliento posibilita situar y acotar el horizonte temporal del llamado desplome migratorio, circunscribiéndolo a una fase coyuntural dentro del ciclo estructural.
a) Integración comercial y divergencia económica y salarial Tanto los enfoques neoclásicos como los estructuralistas y marxistas coinciden en señalar que las diferencias salariales y productivas son uno de los factores estructurales que explican y causan el inicio de las migraciones internacionales. La desemejanza entre ambos enfoques radica en que mientras los primeros postulan que con la integración comercial y económica esas brechas tienden a reducirse, y así disminuyen las presiones migratorias (Martin, 2003), los enfoques estructuralistas sostienen lo contrario: que las brechas productivas se incrementan, y por tanto, se mantienen y acentúan las causas estructurales de la migración (Canales, 2015). Los datos favorecen las tesis estructuralistas, pues todo indica que las asimetrías económicas y productivas no sólo se han mantenido, sino que se 96
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han acentuado en las últimas dos décadas. Con relación a los niveles de productividad la brecha entre ambos países, que ya era elevada en la década de 1990, se ha incrementado sistemáticamente en las últimas dos décadas, aun a pesar de los efectos de la crisis económica que afectó a la economía estadounidense. En la segunda mitad de aquella década la productividad por hora trabajada era casi tres veces superior en Estados Unidos respecto a México; 10 años después y ya en plena crisis económica esta diferencia se incrementó a 3.2 veces, y alcanzó una brecha de 3.5 veces entre 2010 -2015. Esa sistemática pérdida de posición competitiva de la economía mexicana frente a la estadounidense se debe a que mientras en este país la productividad no ha dejado de crecer sistemáticamente en los últimos 20 años (con un nivel de 47 dólares por hora trabajada en el quinquenio 1995 -2000 a más de 62 en 2010 -2014) en México apenas se incrementó dos dólares en todo ese periodo (16 dólares por hora en el quinquenio 1995 -2000 a sólo 18 en 2010 -2014). Respecto a la brecha salarial la tendencia es aún más acentuada a favor de Estados Unidos. Si en 1995 -2000 el salario anual promedio era 3.4 veces superior al de México, para 2010 -2014 la diferencia aumentó de tal modo que el salario promedio era 4.4 veces superior. En este caso el incremento de la brecha salarial se origina en dos dinámicas contrapuestas. Mientras en Estados Unidos el salario promedio anual aumentó (de 47 mil dólares anuales en 1995 -2000 a 56 mil dólares en 2010 -2014), en México tuvo un descenso superior a 7 por ciento (de 13.7 a 12.7 mil dólares en el mismo periodo).
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CUADRO 1
Productividad y salarios de México y Estados Unidos, además de brecha salarial y de produtividad pib por hora trabajada
Periodo
(dólares, 2010 ppps)
Salarios por trabajador (dólares, 2014 ppps)
Brecha de productividad (usa /mex)
Brecha salarial (usa /mex)
México
Estados Unidos
México
Estados Unidos
16.22
47.41
13,765
47,316
2.92
3.44
2000-2005
17.57
53.74
13,625
52,273
3.06
3.84
2005-2010
18.17
58.91
13,097
55,080
3.24
4.21
2010-2014
18.02
62.16
12,771
56,606
3.45
4.43
1995-2000
Fuente: oecd. Stat, http://stats.oecd.org/
Junto a estas asimetrías en el ámbito productivo y salarial se producen tendencias igualmente contrapuestas, pero complementarias en los mercados laborales de uno y otro país. En México se aprecia un superávit en la oferta laboral, esto es, un volumen de trabajadores significativamente superior al volumen de empleos que genera la economía. Estados Unidos manifiesta una situación inversa, es decir, un déficit de fuerza de trabajo determinado por un volumen de trabajadores sustancialmente menor al volumen de puestos de trabajo que produce la dinámica económica. En México el superávit corresponde a la diferencia entre el volumen de empleos y puestos de trabajo formales que produce la economía y la fuerza de trabajo ocupada que origina la dinámica demográfica. El volumen de empleos corresponde al total de trabajadores permanentes y temporales que reporta el Instituto Mexicano del Seguro Social (imss). Los ocupados por su parte se obtienen de las encuestas de empleo, incluyen a los asegurados al imss y a los ocupados en la economía informal. A éstos se agrega el total de mexicanos ocupados residentes en Estados Unidos, lo que proporciona el total de trabajadores mexicanos ocupados; ello se asume como la oferta total de trabajadores. Con base en esta definición se estima que el superávit de fuerza de trabajo ocupada en México no sólo es de gran magnitud, sino que además ha ido creciendo en la última década: de 32 millones en 2003 a 40 millones en la 98
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actualidad. Asimismo, se percibe que la migración a Estados Unidos representa cerca de 18 por ciento de este superávit de fuerza de trabajo, lo cual evidencia el nivel y la dimensión que asume la emigración como válvula de escape y de reducción de la presión sobre el mercado de trabajo doméstico. CUADRO 2
México, 2003-2015. Ocupados según condición formal, migrante y superávit laboral pib por hora trabajada
Año
(dólares, 2010 ppps)
Salarios por trabajador (dólares, 2014 ppps)
Total
imss
Informal
Ocupados en usa
Superávit
% de Superávit que migra a usa
2003
44,713
12,316
26,562
5,836
32,398
18.0
2004
46,436
12,559
27,657
6,220
33,877
18.4
2005
46,997
12,966
27,505
6,526
34,031
19.2
2006
48,663
13,574
28,293
6,796
35,090
19.4
2007
49,809
14,145
28,423
7,241
35,664
20.3
2008
50,547
14,436
29,102
7,009
36,111
19.4
2009
49,719
13,994
29,069
6,656
35,725
18.6
2010
53,367
14,524
32,073
6,769
38,842
17.4
2011
53,557
15,154
31,738
6,666
38,404
17.4
2012
56,017
15,856
33,147
7,013
40,161
17.5
2013
56,263
16,409
32,887
6,967
39,854
17.5
2014
56,262
16,991
32,311
6,961
39,272
17.7
2015
58,204
17,724
32,887
7,592
40,480
18.8
Fuente: Banco de Información Económica (bie), inegi, http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie
En Estados Unidos se experimenta la situación inversa con un continuo y sistemático déficit de mano de obra incluso en contextos de crisis y estancamiento económico. Este déficit se estima como la diferencia entre el volumen de puestos de trabajo que genera anualmente la economía y el volumen de la población económicamente activa nativa que produce la dinámica demográfica; es decir, los ocupados y desocupados nativos de ese país, sin incluir los inmigrantes. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
Con base en esta definición se considera que el déficit de mano de obra experimenta tres fases en los últimos años. Por un lado, antes de la crisis económica el déficit muestra un sostenido crecimiento, pasa de menos de 13 millones de trabajadores en 2003 a casi 18 millones en 2007. Por otro lado, como efecto de la crisis económica el déficit se reduce a 9.6 millones en 2010. No obstante, se evidencia que aun en contextos de crisis el déficit de mano de obra sigue siendo un factor estructural, incluso en el peor momento representó más de 7 por ciento de la población ocupada. Finalmente, a partir de 2010 la recuperación económica reimpulsa el crecimiento del empleo, con lo cual el déficit estructural de fuerza de trabajo retoma su tendencia ascendente: de 9.6 millones de trabajadores en 2010 a 18.9 millones en 2015, cifra que representa en la actualidad casi 13 por ciento de los puestos de trabajo. El déficit estructural de mano de obra es una condición que favorece y promueve la inmigración, donde los mexicanos asumen un rol de importancia que se acrecienta en los momentos de crisis económica. Ya antes de la crisis la inmigración mexicana cubría 45 por ciento del déficit estructural en el mercado de trabajo. Tal proporción se eleva 70 por ciento en los peores momentos de la crisis (2010), para mantenerse sobre 40 por ciento en años recientes. Los datos revelan el gran peso que tiene la inmigración mexicana en la dinámica de los mercados laborales en Estados Unidos, en términos de contribuir a suplir el déficit estructural de mano de obra generado por el desajuste entre la dinámica económica y la dinámica demográfica de ese país. La importancia que esta situación tiene para el reimpulso de la inmigración de origen mexicano en Estados Unidos forma la tesis central del presente artículo.
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SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
CUADRO 3
Estados Unidos, 2003-2015. Déficit de fuerza de trabajo (millones de trabajadores)
Año
Población económicamente activa
Total puestos de trabajo
Ocupados mexicanos en usa
Déficit de fuerza de trabajo
Déficit como proporción de la ocupación (%)
Cobertura del déficit por inmigración mexicana (%)
2003
123.8
136.6
5.8
12.8
9.3
45.7
2004
123.8
137.4
6.2
13.7
10.0
45.5
2005
124.8
139.6
6.5
14.8
10.6
44.0
2006
126.1
142.4
6.8
16.3
11.5
41.6
2007
127.5
145.3
7.2
17.9
12.3
40.5
2008
128.3
145.0
7.0
16.7
11.5
41.9
2009
128.6
139.1
6.7
10.6
7.6
62.9
2010
128.3
137.9
6.8
9.6
7.0
70.4
2011
127.4
138.5
6.7
11.1
8.0
59.9
2012
127.8
141.1
7.0
13.3
9.4
52.7
2013
128.0
142.6
7.0
14.6
10.2
47.8
2014
128.7
144.8
7.0
16.1
11.1
43.1
2015
129.0
147.8
7.6
18.9
12.8
40.3
Fuente: estimaciones propias con base en Current Population Survey, March Supplement, varios años.
En síntesis, los datos muestran no sólo las asimetrías económicas, productivas y laborales de ambos países, o cómo ellas se acentúan con el tiempo, sino que además plantean un contexto de complementariedad entre ellas, mismo que se evidencia en el caso de la complementación entre el superávit de fuerza de trabajo en México con el déficit de Estados Unidos en ese mismo rubro.
b) Dinámica del empleo y la migración en Estados Unidos El déficit de fuerza de trabajo es consecuencia directa del proceso de envejecimiento de la población norteamericana. Tiene dos formas de impactar en la configuración de la oferta de mano de obra en ese país: en cuanto a la 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
composición por grupos étnicos y migratorios del crecimiento total de la fuerza de trabajo; en la composición etárea de ese crecimiento para cada grupo étnico. En el primer caso son los grupos inmigrantes los que generan un mayor aporte al crecimiento total de la fuerza de trabajo. Entre 2000 y 2015 los inmigrantes, aun cuando representan sólo 18 por ciento de la fuerza de trabajo, contribuyeron con 58 por ciento del crecimiento de la Población Económicamente Activa (pea); cifra superior a 42 por ciento que aportaron los grupos nativos, los cuales representan más de 80 por ciento de la fuerza de trabajo. Asimismo, dentro de la población nativa es la de origen latino la que genera el mayor aporte pues contribuye con 29 por ciento del crecimiento de la pea contra sólo 13 por ciento de los demás grupos nativos. En el segundo caso los datos son aún más elocuentes e ilustran cómo el proceso de envejecimiento afecta directamente a la composición etárea de la población nativa. Entre los inmigrantes mexicanos casi 60 por ciento del crecimiento de la pea corresponde a trabajadores menores de 50 años, proporción que se reduce 50 por ciento en el caso de los inmigrantes de otros países latinoamericanos y 35 por ciento en los provenientes de otras regiones del mundo. Para los nativos se observa una circunstancia diferente. En los blancos no latinos se advierte una situación extrema del proceso de envejecimiento, donde disminuye el volumen absoluto de los trabajadores jóvenes en favor del incremento de los mayores. Mientras los primeros se reducen en más de 14 millones de personas, los mayores de 50 años se incrementan en 12 millones. La fuerza de trabajo de origen negro no latino experimenta un fenómeno similar, pero de magnitudes menores. De igual manera experimenta un proceso de envejecimiento, que si bien no implica una reducción tan drástica de la fuerza de trabajo menor de 50 años, sí conlleva un gran crecimiento de la de mayor de esa edad. Los mexicano-americanos y otros latinos, en cambio, muestran un proceso distante del envejecimiento demográfico; los menores de 50 años aportan más de 80 por ciento del crecimiento de la pea de ese grupo étnico, ello evidencia que se trata de una población eminentemente joven.
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SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
CUADRO 4
Estados Unidos, 2000-2015. Crecimiento de la fuerza de trabajo según origen étnico-migratorio y grandes grupos de edad Total
15-49 años
50 años o más
15,817,394
-4,432,985
20,250,379
Mexicanos
3,042,429
1,740,357
1,302,072
Otros latinos
2,114,687
1,076,240
1,038,447
Otras regiones
4,103,339
1,450,969
2,652,370
Mexicanos y latinos
4,557,532
3,826,548
730,984
Total Inmigrantes
Nativos
Negros no latinos
1,692,391
-172,961
1,865,352
Blancos no latinos
-2,232,645
-14,318,965
12,086,320
2,539,661
1,964,827
574,834
Otros no latinos
Fuente: Current Population Survey, March Supplement, 2000 y 2015.
Estos datos ilustran la dinámica del envejecimiento de la pea de Estados Unidos y manifiestan un proceso de reemplazo demográfico de un grupo étnico (blancos no latinos) por otro emergente (inmigrantes latinos y nativos de origen mexicano y latino). Todo indica que a mediano plazo (de dos a tres décadas) la composición étnica de la fuerza de trabajo de Estados Unidos se irá «latinizando»; se reducirá el peso que actualmente tiene la población blanca no latina, tal como se prevé que ocurra a nivel de la población en general (Canales, 2015).
c) Crisis económica, inserción laboral y polarización de las ocupaciones El reemplazo étnico-demográfico no es un proceso lineal ni homogéneo, sino diferenciado en cuanto a las ocupaciones en las que se emplea e inserta cada grupo étnico y demográfico, así como en los impactos y consecuencias que sobre este proceso ha tenido la crisis económica. Tales cambios se incluyen en un proceso más amplio y global de transformaciones en la estructura ocupacional de Estados Unidos, mismo que adquiere formas diferenciadas según los 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
principales grupos étnicos y migratorios; ello constata la forma en que la matriz ocupacional adquiere ropajes de una matriz «racializada», donde los puestos de trabajo en la cima de la estructura ocupacional tienden a ser desempeñados por trabajadores blancos no hispanos, mientras los ubicados en la base de la pirámide son ocupados por inmigrantes latinos (Canales, 2007). La crisis económica de años recientes si bien implicó una reducción del nivel de empleo, no alteró en lo fundamental esta base estructural de diferenciación étnica de las ocupaciones. Por el contrario, los datos indican que la crisis ha profundizado esa diferenciación y desigualdad étnico-migratoria frente al trabajo y las ocupaciones mediante el reforzamiento de la polarización del empleo junto a la diferenciación étnica de la estructura ocupacional. Para ilustrar esta tesis se presenta un análisis estadístico que refleja el cambio en la inserción laboral de los inmigrantes mexicanos, tanto en lo que se refiere a su participación en la estructura ocupacional como a sus condiciones laborales. Se reclasifica la estructura de ocupaciones con base en las siguientes grandes categorías de análisis. Actividades de dirección del proceso de trabajo. Incluye gerentes, ejecutivos, ingenieros, administradores, servicios profesionales, y otras actividades de alto nivel que se dedican principalmente a la organización, planificación, dirección y control de las actividades que desarrollan los trabajadores, así como la gestión de las empresas. Actividades de administración y distribución. Se refiere a actividades de apoyo a la dirección, además de la distribución y comercialización de bienes y servicios producidos. Corresponde a empleados y trabajadores de cuello blanco en general. Actividades de producción. Trabajos vinculados al procesamiento y transformación de bienes y mercancías. Son los que ejecutan directamente el proceso de trabajo. Construcción. Aunque suele incluirse como una actividad productiva, la diferencia es que en ella se da una alta concentración de mano de obra inmigrante y mexicana en particular. Actividades de reproducción social. Corresponde a trabajos y servicios que se vinculan directamente con la reproducción de la población: servicio doméstico, 104
SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
industria del cuidado y atención de personas (de adultos mayores, enfermos y niños), preparación de alimentos, limpieza y mantenimiento, entre otras. Esta clasificación permite visualizar y dimensionar la profundidad del proceso de polarización de la matriz laboral en la economía norteamericana, y advertir cómo se vincula con los patrones de inserción laboral de los trabajadores según su origen étnico-migratorio. Como se observa en la siguiente tabla, entre 2000 y 2015 el empleo en Estados Unidos se incrementó en 13.1 millones de puestos de trabajo, cifra que representa 10 por ciento acumulado en ese periodo. Sin embargo, este crecimiento no se reprodujo por igual en todas las ocupaciones. Mientras los puestos de dirección del proceso productivo así como los de la reproducción social se incrementaron en 12.8 y 5.5 millones, respectivamente, las ocupaciones directamente productivas se redujeron en 6.1 millones, a la vez que las de apoyo administrativo, ventas y construcción se mantuvieron relativamente en el mismo nivel. Esta dinámica diferenciada expresa la polarización de las ocupaciones, donde las más dinámicas son las que se ubican en los extremos de la pirámide ocupacional. Es relevante el incremento de los puestos de trabajo en el sector denominado como trabajos de la reproducción social. Aunque se trata de ocupaciones de baja calificación y de alta precariedad laboral son la contrapartida necesaria y que se complementa con el crecimiento de los puestos de trabajo en el vértice opuesto de la estructura ocupacional. El incremento de la población ocupada con altos niveles de ingreso, recursos y poder adquisitivo ha derivado en una promoción de la demanda de servicios personales tanto altamente evaluados (diseñadores de interior, psicoanalistas, boutiques de exclusividad) como de baja calificación (servicio doméstico, servicios de limpieza y mantenimiento, preparación de alimentos, servicios del hogar y la vivienda, industria del cuidado) (Canales, 2015). Al diferenciar esta dinámica del empleo por origen étnico-migratorio de la fuerza de trabajo se observa cómo la polarización no es sólo en cuanto a los puestos de trabajo sino también respecto a la condición étnico-migratoria de los trabajadores, con lo cual la polarización ocupacional adquiere una forma de «racialización» de la desigualdad social y laboral. En el caso de los blancos no latinos el mayor crecimiento se da en los puestos de dirección, que 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
crecen en casi 6 millones de trabajadores ocupados; se mantiene el descenso absoluto en actividades de apoyo administrativo y ventas, así como de producción y construcción. Por el contrario, dentro de los inmigrantes mexicanos lo que más crece son los puestos de servicios personales que contribuyen a la reproducción social de otros grupos. Los mexicanos insertos en estas ocupaciones se incrementan en 1.2 millones, lo que concentra 41 por ciento del crecimiento del empleo. Asimismo, aunque aumenta también la ocupación en puestos de dirección, éstos representan sólo 15 por ciento del total del incremento del empleo en ese grupo demográfico. CUADRO 5
Estados Unidos. Crecimiento de la población ocupada en ciclo de largo plazo y en fase de crisis económica, según grupos étnico-migratorio principales y grandes grupos de ocupación Ciclo de largo de plazo 2000-2015 Total
Blancos no latinos
Inmigrantes mexicanos
Otros
Total
13,118,567
-3,165,573
2,947,392
13,336,748
Dirección
12,812,377
5,979,321
458,509
6,374,547
189,509
-3,513,272
418,389
3,284,389
-6,084,894
-5,865,946
180,336
-399,284
652,163
-665,984
668,142
650,005
5,549,415
900,308
1,222,016
3,427,091
Empleados admininstrativos Producción Construcción Reproducción social
Fase de crisis económica 2008-2010 Total
Blancos no latinos
Inmigrantes mexicanos
Otros
-7,115,055
-4,956,928
-239,938
-1,918,189
-230,891
-392,409
48,287
113,231
Empleados admininstrativos
-2,314,629
-1,535,418
42,476
-821,687
Producción
-2,850,576
-1,987,154
-147,898
-715,524
Construcción
-1,685,187
-716,041
-435,261
-533,885
-33,772
-325,906
252,458
39,676
Total Dirección
Reproducción social
Fuente: Current Population Survey, March Supplement, 2000, 2008, 2010 y 2015.
106
SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
Estos datos ilustran el doble proceso de polarización. Mientras los trabajadores blancos no latinos se concentran en los puestos más altos de la pirámide ocupacional, los inmigrantes mexicanos y latinoamericanos lo hacen en las ocupaciones de la reproducción social y de la construcción. Desempeñan aquellas actividades orientadas a satisfacer y mejorar la calidad de vida de otros grupos sociales más beneficiados, particularmente de los ubicados en puestos de dirección del proceso de trabajo; les asisten en distintas actividades que permiten no sólo su reproducción material y cotidiana, sino también la reproducción de su patrón de consumo y los estándares de su estilo de vida. Sobre este doble proceso de polarización actúa la crisis económica impactando de modo diferenciado no sólo a las ocupaciones, sino también a los grupos étnicos y migratorios. A nivel nacional, entre 2008 y 2010 se perdieron 7.1 millones de puestos de trabajo, que representaron una caída de 5 por ciento del empleo. Sin embargo, esa crisis no arrastró tras de sí a todas las ocupaciones por igual. Mientras los trabajos productivos, administrativos y de la construcción se redujeron en 12.6 por ciento y 20 por ciento, respectivamente, los de alta dirección lo hicieron en sólo 0.4 por ciento y los de la reproducción social en 0.2 por ciento. Es decir, aunque la crisis afectó fuertemente a los puestos productivos y de apoyo administrativo, no tuvo mayor impacto en los empleos ubicados en los extremos de la pirámide ocupacional. Se trata de un impacto diferenciado no únicamente en cuanto a las categorías ocupacionales y su jerarquía social, sino también respecto a los grupos étnicos y migratorios que se emplean en esos puestos. Los trabajadores de origen blanco no latino reproducen esa tendencia general en la que la gran reducción se da en las ocupaciones de ejecución (productivas y administrativas), donde la caída del empleo superó 3.5 millones de puestos. Las ocupaciones de dirección sólo se redujeron en 400 mil puestos, a la vez que las de reproducción social en 325 mil. En los inmigrantes mexicanos la gran caída ocurre en los empleos de la construcción, de los cuales entre 2008 y 2010 se perdieron 435 mil. Asimismo, en los trabajos de producción la pérdida, aunque menor, es igualmente importante ya que abarca casi 150 mil empleos. Por el contrario, el empleo en trabajos de reproducción social se incrementó en más de 250 mil nuevos pues2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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tos, lo que supera con creces la dinámica en los empleos de dirección y de apoyo administrativo. Todo indica que en esa crisis económica los trabajos de la reproducción social (servicio doméstico, cuidado de personas, mantenimiento, preparación de alimentos y otros servicios personales) fungirían como un refugio laboral para muchos de los trabajadores que perdieron sus empleos como obreros, jornaleros de la construcción y otras actividades productivas. La combinación de este conjunto de tendencias confirma la tesis de que en esta crisis económica el impacto del empleo tuvo consecuencias diferenciadas no sólo en cuanto a la estructura del empleo y las ocupaciones, sino que a través de ello profundizó la diferenciación étnico-migratoria evidenciando el proceso de «racialización» de la estructura ocupacional, donde la desigualdad de los empleos y puestos de trabajo es también una forma de desigualdad étnica y migratoria. No consiste sólo en un déficit global de mano de obra, sino de cómo ese déficit adquiere la forma de una demanda y de una necesidad estructural de determinado tipo de mano de obra, que pueda insertarse en puestos de trabajo altamente precarios, flexibles y de bajos niveles de valoración social y económica, pero que resultan necesarios e indispensables para mantener los estilos de vida y patrones de consumo de la población de clases medias y altas, esto es, de quienes se ubican en los niveles altos de la pirámide ocupacional (directivos, gerentes, ingenieros, médicos, otros profesionales así como técnicos calificados). La reproducción social y cotidiana de dichos grupos demanda una continua y creciente mano de obra que la dinámica demográfica local no permite generar. Ante tal situación la inmigración surge como una respuesta eficaz y eficiente, en términos de que reduce los costos de la reproducción social además de que contribuye a mantener y reproducir los beneficios y privilegios de las clases acomodadas. Asimismo, en un contexto donde la reducción de los trabajos directamente productivos (agrícolas, manufactureros, apoyo administrativo, entre otros) pudiera significar una menor demanda de trabajo no calificado y por tanto de inmigrantes latinos y mexicanos, el auge de los trabajos de reproducción social emerge como un nuevo nicho del mercado laboral para aquéllos. La exportación de puestos de trabajo productivos, off shore, se compensa 108
SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
con el auge de puestos de trabajo no transables (construcción y servicios personales), donde los inmigrantes mexicanos y latinos tienden a concentrarse. De esta forma, la demanda de los trabajos y trabajadores es la contracara de la reconversión económica de la sociedad norteamericana, donde la nueva matriz laboral y la «racialización» de las ocupaciones refleja la polarización social y diferenciación étnico-migratoria de la sociedad estadounidense. No se trata de una situación coyuntural propia de momentos de crisis económica, sino de un proceso estructural que reconfigura la estructura de clases de la sociedad norteamericana, y donde la inmigración latinoamericana y mexicana participa de modo relevante y fundamental. Más allá de los factores coyunturales y circunstanciales que pudieran haber derivado en un freno de la inmigración mexicana, estas dinámicas de la estructura ocupacional y su «racialización» son factores estructurales y estructurantes del papel de la inmigración en la reproducción social y económica de la sociedad norteamericana.
Conclusiones
El reciente freno de la migración de México a Estados Unidos se interpretó inicialmente como el inicio del colapso del sistema migratorio entre ambos países. Por su parte, el descenso de la emigración junto al incremento del retorno significó no sólo un momento de saldo migratorio nulo, sino incluso de un saldo positivo para México por algunos años; situación que contrasta con la persistencia de un continuo y sostenido saldo negativo que predominó en México y se acrecentó a partir de la década de 1980, el cual llegó a niveles que superaban los 500 mil emigrantes netos anuales. Datos recientes indican que el colapso o desplome del sistema migratorio México-Estados Unidos está aún lejos de producirse. Todo denota que el freno de la migración con sus fases de saldo nulo y saldo negativo se estaría revirtiendo en los últimos dos años, y que esas situaciones constituirían sólo dos fases de un ciclo migratorio más amplio y de más largo aliento. Actualmente ya estaríamos en una nueva fase de recuperación del flujo migratorio hacia 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
Estados Unidos, lo que se traduce en un reimpulso del crecimiento del stock de población mexicana residente en ese país. El gran flujo de retorno experimentado en la segunda mitad de la década pasada habría sido sólo una situación coyuntural y circunstancial, volviéndose a experimentar en los años recientes (2010 -2015) niveles y tasas de retorno similares a los de años anteriores a la crisis económica. Asimismo, el flujo de emigrantes mexicanos que se redujo significativamente en la última década, habría iniciado una fase de reimpulso revirtiendo esa tendencia e incrementándose significativamente. La conjunción de ambas dinámicas se traduce en el fin de la fase de saldo nulo y positivo, y el inicio de una nueva fase de saldos migratorios negativos. Es probable que el llamado colapso migratorio habría sido tan sólo una fase dentro de un ciclo de largo plazo de la migración de México a Estados Unidos, cuya dinámica habría estado determinada por la conjunción de dos fenómenos particulares; por un lado, los efectos coyunturales de la crisis económica de fines de la década pasada; por el otro, los efectos del nuevo contexto político de la migración, caracterizado por la política de criminalización de la migración indocumentada y el clima antinmigrante que le ha acompañado. El reimpulso de la emigración junto al freno del retorno conforma una nueva fase dentro de este largo ciclo migratorio, donde los factores estructurales retoman su incidencia e influencia en la dinámica migratoria; el fin de la crisis económica a comienzos de esta década, junto al fin de la crisis de empleo que ella generó, sirven de base para el reimpulso del dinamismo del sistema migratorio entre ambos países; las condiciones estructurales prevalecientes antes de la crisis emergen en el escenario post-crisis con igual o más fuerza. Lo anterior alude a las asimetrías productivas y salariales, así como a la complementación entre el déficit de mano de obra predominante en Estados Unidos y el superávit de fuerza de trabajo preponderante en México. En ese marco de asimetrías económicas y complementariedades demográficas, el actual contexto de recuperación económica actúa nuevamente como factor estructural detonante de esta nueva fase de emigración de México a Estados Unidos. A tal contexto estructural cabe agregar otro agente de complementariedad que toma cuerpo a través de la migración: la dinámica de polarización y «racialización» de la estructura ocupacional. Tres dinámicas 110
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caracterizan los cambios en la estructura ocupacional y conforman las condiciones estructurales que impulsan esa nueva fase del ciclo migratorio. Primera. La pérdida continua y sistemática de puestos de trabajo directamente productivos como resultado del proceso de exportación de puestos de trabajo, off shore, en el marco de la globalización de los procesos productivos (Delgado, 2013). Segunda. La polarización del empleo, donde junto al crecimiento de los puestos de dirección del proceso de trabajo (gerentes, ingenieros, servicios profesionales, ejecutivos, managers, planificadores) ocurre un incremento similar en los puestos ubicados en los estratos inferiores de la pirámide ocupacional, los cuales corresponden a servicios personales orientados a sustentar la reproducción social y cotidiana de los estratos medios y altos de la población. Tercera. La «racialización» de la estructura ocupacional, donde los puestos ubicados en la cima de la pirámide laboral son ocupados por trabajadores de origen blanco, mientras que los que se encuentran en la base son ocupados por inmigrantes mexicanos y latinoamericanos. La diferenciación ocupacional adquiere cada vez más una forma de desigualdad social basada en la condición étnico-migratoria de la población, lo que refuerza las estructuras de desigualdad social entre los diferentes grupos étnicos y migratorios que constituyen la población de Estados Unidos.
Bibliografía A larcón, Rafael (2012), «El debate sobre la migración cero», Letras migratorias newsletter, diciembre. (2016), «El régimen de la deportación masiva desde Estados Unidos y los inmigrantes mexicanos», en Alejandro I. Canales (ed.), Debates contemporáneos sobre migración internacional. Una mirada desde América Latina, México, Miguel Ángel Porrúa y Universidad de Guadalajara. A larcón, Rafael, Rodolfo Cruz, Alejandro Díaz-Bautista et al. (2009), «La crisis financiera en Estados Unidos y su impacto en la migración mexicana», Migraciones internacionales, vol. 5, núm. 1, enero-junio. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ALEJANDRO I. CANALES Y SOFÍA MEZA
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FIN DEL COLAPSO Y NUEVO ESCENARIO MIGRATORIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
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Migración rural, remesas y su relación con la diversificación sustentable y los patrones de consumo. Un estudio de caso en la zona costera de Oaxaca1 Rural migration, remittances and their bond with the sustainable diversification and the consumption patterns. A case study in the coast of Oaxaca ANA MARÍA ARAGONÉS* SOPHIE ÁVILA* UBERTO SALGADO* resumen:
Gran parte de la discusión sobre el impacto que tienen las remesas en las comunidades de origen de los migrantes se centra en el debate de la migración y el desarrollo, sin considerar los efectos que dicha relación provoca sobre el medio ambiente. En ese sentido, este trabajo analiza el papel de las remesas en el desarrollo sustentable a través de la diversificación sustentable y los patrones de consumo entre los hogares receptores y no receptores de la costa oaxaqueña, zona que destaca por una importante actividad ecoturística. Los resultados muestran que las remesas tienen un impacto muy limitado en torno a la diversificación sustentable debido a que el principal uso del recurso es el gasto corriente del hogar; sin embargo, es posible observar un cambio en el patrón de consumo en los hogares receptores que sugiere un efecto positivo sobre el medio ambiente al permitirles reducir el uso de los recursos naturales locales. Palabras clave: desarrollo y diversificación sustentable, consumo conspicuo, patrones de consumo, enfoques funcionalista y estructuralista, costa de Oaxaca. A bstract: Much of the discussion about remittances impact have on the communities of origin focuses on the debate between migration and development, without considering the effects that this relationship causes on the environment. In that sense, this paper analyzes the purpose of remittances in sustainable development through sustainable diversification and consumption patterns between recipient households and non-recipient households of the coast of Oaxaca, an area that highligths for an important ecoturism activity. The results demonstrate that remittances have limited impact in the sustainable diversification due to the main use of the resource is the current expenditure of the household; however, there is a change in recipient households consumption pattern. This suggest a positive consequence on the environment with the reduction of use of local natural resources. K ey words: sustainable development and diversification, conspicuos consumption, consumption patterns, functionalist and structuralist approaches, coast of Oaxaca. 1
Agradecemos el apoyo de los proyectos Conacyt cb -2010 - 01-152298 y dgapa-unam papiit
in300716, los cuales permitieron desarrollar el presente estudio. Agradecemos también al Instituto
de Investigaciones Económicas por las facilidades prestadas para la buena realización del proyecto y a los becarios Dorian Ivvone Martínez de Lara, Luis Fernando González Martínez, Ulises Sánchez Guerrero y José Rafael Valencia González, cuya colaboración fue destacada. 115
MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
Introducción
U
no de los temas centrales desde hace algunos años entre los investigadores de la migración es el análisis y la explicación del vínculo que existe entre la migración y el medio ambiente, gran parte de la literatura se ha centrado en estudiar la manera en que las condiciones ambientales incentivan a la migración (Bilsborrow, 2015); sin embargo, recientemente se ha estudiado cómo la migración puede afectar al medio ambiente. Una de esas líneas de investigación analiza la forma en que la migración rural y las remesas podrían afectar al medio ambiente en sus comunidades de origen (Hecht et al., 2012). Este es un estudio que al adquirir complejidad con el paso del tiempo ha generado diversas perspectivas teóricas para su comprensión. Un elemento importante a destacar es que todos los conceptos mencionados —migración, remesas, medio ambiente— tienen sus propias determinaciones y se explican a partir de visiones teórico-metodológicas muy diversas, por momentos contradictorias entre sí, así como sus conclusiones. No obstante, los tres conceptos tienen una preocupación económico-social que los abarca y es el término de su relación con el fenómeno del desarrollo. Es decir, cuando se estudia la dupla migración-remesas uno de los ejes de discusión gira en torno a debatir si éstas favorecen o no el desarrollo de sus comunidades (Binford, 2002). Y en cuanto a la cuestión del medio ambiente, las principales corrientes del pensamiento ambientalista también se centran en el concepto de «desarrollo sustentable» (Gallegos, s.f.). Al respecto, las tres variables son fenómenos económico-sociales y parece necesario acudir a estudios multidisciplinarios para su profundización y evitar la simple yuxtaposición. Por lo tanto, es conveniente estudiar el desarrollo con esos tres grandes temas. En este artículo abordamos, en primer término, algunas de las perspectivas que estudian la relación migración-remesas y el papel que desempeñan con relación al desarrollo. En segundo término, presentamos ciertas visiones creadas * Profesores investigadores del Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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en el marco de los estudios ambientales para analizar las consecuencias que el fenómeno migratorio y las remesas pueden tener sobre el medio ambiente de las comunidades receptoras y si favorecen su desarrollo sustentable. El estudio se llevó a cabo en cuatro comunidades de la costa de Oaxaca ubicadas en dos municipios costeros, Santa María Tonameca y Santa María Colotepec, donde el sector turismo (con énfasis en el ecoturismo) y los servicios son fuentes importantes de empleo entre sus habitantes. Por tal motivo, es de gran interés estudiar la relación migración, remesas y desarrollo sustentable en dicha región.
Breve revisión de la relación migración, remesas y desarrollo
La migración es un fenómeno histórico, y por lo tanto cambiante, de ahí que resulte central analizar sus características en el marco de la globalización, periodo que se inauguró con la crisis de los años 1980 y que supuso la conformación de un nuevo patrón migratorio derivado del nuevo régimen de acumulación (Aragonés y Salgado, 2011a). Una primera característica es el intenso movimiento de personas que se desplazan a lo largo y ancho del planeta, flujos formados en esencia por trabajadores migrantes internacionales. Se trata de personas que se han visto forzadas a buscar nuevos horizontes de vida en la medida en que se ha aplicado el modelo económico neoliberal en la globalización. Proyecto de alcance mundial que ha perjudicado sobre todo a los países subdesarrollados al propiciar una situación de enorme vulnerabilidad para los trabajadores, en especial para los trabajadores rurales, lo que explica, en parte, los enormes flujos migratorios internacionales. Un rasgo distintivo de estos flujos ha sido el compromiso de los migrantes con sus familias y comunidades reflejado en cuantiosos envíos de dinero. Las crecientes remesas han generado flujos financieros de enorme significación cuyo incremento es directamente proporcional al del incremento de trabajadores migrantes internacionales. Esa dinámica mundial ha llamado la atención de investigadores, académicos, ong y organismos internacionales, interesados en comprender las consecuencias de las remesas en sus lugares de origen. 118
SEGUNDO SEMESTRE 2016 MIGRACIÓN Y DESARROLLO NÚM. 27
MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
Habría que preguntarse si estos ingresos crean nuevas condiciones económicas para las familias y las comunidades de los migrantes que les permitan iniciar procesos de desarrollo sustentable. Son dos las visiones esenciales en el estudio de la relación migración-remesas: la funcionalista y la histórico-estructuralista. La primera supone que las remesas tienen la posibilidad de reducir la pobreza y la desigualdad del ingreso y ayudan a estabilizar económicamente a las familias. Si bien se destinan a gastos básicos como alimentación, educación, salud, vivienda, entrañan una mejoría de las condiciones de vida con un efecto multiplicador para la economía de las comunidades. Los autores que la defienden plantean que hay elementos para sostener que las remesas ostentan la capacidad para generar desarrollo (Jones, 1995; Massey y Parrado, 1998; Adelman y Taylor, 1990). En contraste, para la perspectiva histórico-estructuralista las remesas crean una serie de distorsiones estructurales que se reflejan en la exacerbación del conflicto social, así como en diferencias económicas e inflación. Todo ello fomenta un círculo vicioso que distorsiona a la economía local y deteriora sus estructuras sociales. En la medida en que sólo gracias a las remesas las familias pueden mantener ciertas condiciones de vida porque no hay alternativas para acceder a empleos decentes,1 la emigración se convierte en una imperiosa necesidad. Es decir, las remesas familiares han sido insuficientes para iniciar procesos de desarrollo de la comunidad, pues se dedican a satisfacer el consumo básico y los escasísimos proyectos productivos que han intentado tienen resultados muy pobres, ya que los beneficios son casi nulos, lo que ocasiona que su duración sea limitada (Stefoni, 2011). De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, el concepto de trabajo decente abarca cuatro elementos: el empleo, la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social; el concepto incluye la existencia de empleos suficientes (posibilidades de trabajar), la remuneración, la seguridad en el trabajo, las condiciones laborales salubres, la seguridad social, la seguridad de ingresos, los derechos fundamentales del trabajo (libertad de sindicalización y erradicación de la discriminación laboral, del trabajo forzoso y del trabajo infantil), el derecho a exponer sus opiniones, defender sus intereses, entablar negociaciones con los empleadores y con las autoridades sobre los asuntos relacionados con la actividad laboral (Ghai, 2003).
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Aun cuando las dos visiones plantean divergencias referentes a la potencialidad de las remesas para propiciar desarrollo, no hay duda de que dadas las condiciones de pobreza y de falta de alternativas económicas que enfrentan las comunidades expulsoras, ambas propuestas están de acuerdo en el hecho de que recibir un ingreso extra permite a esas poblaciones permanecer en sus comunidades y enfrentar sus carencias con cierto alivio. Esto contituye un beneficio para las familias en esas comunidades, pero en lo que difieren tales visiones es con los proyectos productivos y su capacidad para transformar las condiciones de la comunidad. Un dato que nos permite sostener la incapacidad de las remesas como transformadoras de la realidad es que la intensidad migratoria se ha mantenido prácticamente sin cambios en las comunidades expulsoras; lo mismo sucede con los grados de marginación (Aragonés y Salgado, 2008: 45). En consecuencia, si quieren mitigar en alguna medida las condiciones de pobreza de sus familias, los flujos migratorios deben continuar. Nuestra posición es que las remesas no favorecen el desarrollo, como plantea la visión histórico-estructuralista. El efecto directo de las remesas es la de reproducir un reservorio de fuerza de trabajo lista para emigrar pues las familias dependen de esos ingresos a fin de enfrentar las condiciones de pobreza y desempleo (Aragonés, 2009; Aragonés y Salgado, 2011b). En investigaciones como la de Aragonés et al. (2008) se advierte que cuando las remesas permiten el consumo de ciertos bienes que no se producen en la región favorecen a comunidades lejanas, o bien, si son productos importados, repercuten de modo negativo porque se incrementa el déficit comercial. Sostenemos que el desarrollo debe ser generado a partir de políticas económicas deliberadas instrumentadas por el Estado, agenda que ha sido olvidada en los países subdesarrollados desde la adopción del modelo neoliberal. Desarrollo implica «a todos los aspectos de la sociedad, debe ser sostenible, equitativo, democrático y sus efectos positivos deben alcanzar a toda la población, sobre todo con relación a salud, educación, infraestructura y empleos formales y de calidad» (Stiglitz, 2006: 54).
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
Migración rural, remesas y el uso de los recursos naturales
Las consecuencias ambientales de la migración y de las remesas son complejas y las visiones que las explican son diversas, en particular cuando se trata de decidir su papel vinculado con el desarrollo sustentable, concepto que también presenta sus dificultades. Desde la década de 1960 se relacionó el deterioro ambiental con el desarrollo en el sentido de que «el desarrollo no tomaba en cuenta el equilibrio con el medio ambiente ni lograba el equilibrio al interior de la sociedad humana» (Foladori y Tommasino, 2000). En la medida en que el trabajo es la esencia de la naturaleza humana, a la vez que transforma la naturaleza modifica asimismo a la sociedad (Foladori, 1999). Por lo tanto, hubo desde entonces una mayor preocupación acerca del daño que este tipo de trabajo podía causar al medio ambiente (Simmons, 1993; Foster, 1994). En tanto que las transformaciones fueron cada vez más profundas a lo largo del siglo xx y se fueron adoptando al planeta en su conjunto, los problemas también fueron ya planetarios, como el calentamiento global, la disminución de la capa de ozono o la pérdida de la biodiversidad (Foladori y Tommasino, 2000). En el informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y Desarrollo (por sus siglas en inglés wced, 1987) se define el término desarrollo sustentable como «aquel que corresponde a las necesidades del presente de forma igualitaria pero sin comprometer las posibilidades de sobrevivencia y prosperidad de las generaciones futuras» y se establece que «la pobreza, la igualdad y la degradación ambiental no pueden ser analizados de manera aislada». El documento «coloca a la pobreza como una de las causas (y consecuencias) de los problemas ambientales» (Foladori y Tommasino, 2000). De esa manera, el desarrollo sustentable se refiere a tres dimensiones: social, económica y ambiental. En 2015, derivado de los objetivos del milenio, las Naciones Unidas establecieron 17 objetivos para el desarrollo sostenible en los próximos 15 años, en los que se observa una relación estrecha entre aspectos ambientales, de salud, económicos y sociales (onu, 2015). A una escala local, como son los hogares rurales, la manera de conjuntar objetivos socioe2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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conómicos y ambientales es a través de proyectos productivos sustentables, es decir de una diversificación sustentable. La diversificación en los hogares rurales es una tendencia mundial y México no es la excepción, con 49.2 por ciento de los ingresos de los hogares provenientes de actividades no agropecuarias (Cerón y Yúnez-Naude, 2015). Aunque no existe una medición nacional de la importancia de los ingresos provenientes de actividades sustentables, se conocen muchos casos de éxito (Carabias et al., 2010). Por ello, parece necesario profundizar en el concepto de desarrollo sustentable como posibilidad para superar el fenómeno social de la pobreza, de lo contrario el desarrollo no será tal, sino una simple quimera que sólo podrá amortiguar ciertas consecuencias de la degradación ambiental. Teniendo eso en cuenta, el papel que desempeñen las remesas en torno al desarrollo sustentable dependerá del uso que se le dé a dicho recurso. Como advierten Sherbinin et al. (2008) dicho recurso puede ser invertido en emprendimientos productivos amigables con el medio ambiente o en proyectos de conservación de los recursos naturales, como el ecoturismo. Prácticas que contribuyen con la generación de empleos e ingresos que propician un mayor nivel de bienestar social, pero de forma sustentable. Recientemente se ha desarrollado una línea de investigación, la cual sugiere que si bien los impactos de las remesas sobre el desarrollo económico son limitados, puesto que gran parte de los recursos se destina al consumo diario, este consumo podría impactar a los recursos naturales en forma indirecta. A tal efecto se le ha denominado «consumo conspicuo» (Davis y LopezCarr, 2010). Uno de los argumentos es que los migrantes internacionales están expuestos a una diversidad de normas, actitudes, deseos y conductas, y cuando retornan a sus lugares de origen pueden adoptar nuevas ideas y aspiraciones. Las nuevas conductas son las que dan forma al llamado «consumo conspicuo» (bienes como automóviles, ropa, electrónicos, etcétera) (Davis y Lopez-Carr, 2010). En la medida en que estas comunidades rurales se encuentran muy cerca de las áreas de alta biodiversidad, al «cambiar los estilos de vida, de salud, y el consumo de los hogares» las nuevas condiciones representan un potencial para el cambio ambiental (Qin y Flint, 2012). Es decir, si se acepta que las remesas cambian los patrones de consumo de sus familias en 122
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
las comunidades receptoras, ese consumo puede afectar a las actividades agrícolas en las tierras locales, así como en la construcción de nuevas casas, cambios en el uso de energía y adopción de tecnologías (teléfonos, computadoras, etcétera), lo cual tendría consecuencias ambientales (Zárate-Hoyos, 2004). Lo anterior resulta relevante considerando que el uso de recursos naturales es importante para la sobrevivencia de los hogares, en particular la leña (Fierros y Avila-Foucat, en revisión; Lopez-Feldman, 2014). Es cierto que también este consumo comprende una forma de exhibir cierto estatus social del individuo, por lo que puede ser percibido como un factor de desigualdad social; además, como indica Lipton (1980), el efecto del consumo de bienes importados no sólo eleva el costo de la vida, sino que reduce la fuerza de la productividad para incrementar el bienestar social. Aunque se argumenta que las remesas pueden ser benéficas cuando son sustituidas por bienes locales. Es interesante el ejemplo de los hogares receptores de remesas en Michoacán, las que se emplean para comprar gas propano importado como combustible, reduciendo así el consumo de los recursos forestales cercanos a la comunidad como fuente primaria de energía, lo que ha permitido llevar a cabo una conservación forestal en la región (Klooster, 2003). Por lo expuesto con anterioridad es claro que se requieren más estudios para seguir profundizando acerca de los diferentes cambios que permite el consumo atribuible a las remesas, en concreto cuando lo que se pretende es asociarlo con el medio ambiente, pues el vínculo es altamente complejo. En el presente trabajo desarrollamos un estudio de caso sobre la relación que existe entre las remesas y el medio ambiente en cuatro comunidades de la costa oaxaqueña. Estudiamos los efectos directos que pueden generar las remesas en el desarrollo económico y el desarrollo económico sustentable al analizar su posible contribución en la construcción de emprendimientos productivos sustentables, como el ecoturismo, actividad de gran trascendencia en la región; después analizamos si las remesas han provocado un cambio en el patrón de consumo en los hogares receptores y las posibles repercusiones sobre el uso de los recursos naturales en la región.
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Contexto de la migración en Oaxaca
El estado de Oaxaca abarca una superficie de 95 364 kilómetros cuadrados, que en términos porcentuales representa 4.8 por ciento de la superficie total del país de acuerdo con cifras de inegi. De los 570 municipios que lo integran, 50 pertenecen a la Región Costa, que a su vez se divide en tres distritos que comprenden a Jamiltepec, Juquila y Pochutla; en esta última se localizan los municipios de Santa María Colotepec y Santa María Tonameca, en los que se llevó a cabo el trabajo de campo (véase mapa 1). MAPA 1
Estado de Oaxaca
Fuente: imagen tomada del inegi (2016).
La migración de oaxaqueños hacia Estados Unidos es un fenómeno reciente que se ha presentado en las entidades del sur de la república mexicana, tal como indica Binford (2002: 149) «la migración se ha extendido como un fuego incontrolable» desde 1990 en dicha región. Es relevante destacar que el Índice Absoluto de Intensidad Migratoria (iaim) de mexicanos hacia Estados Unidos, desarrollado por Conapo, expone que Oaxaca es una de las entidades con mayores tasas de crecimiento entre 2000 y 2010 al ocupar el quinto lugar a nivel nacional, pasando de un grado de intensidad migratoria medio a uno alto para 2010 (véase cuadro 1). 124
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
CUADRO 1
Índice de Intensidad Migratoria, cambio relativo y cambio absoluto, primeras cinco entidades que experimentaron un incremento entre 2000 y 2010 Clave de la entidad federativa 7 27 29 23 20 4 26
Estado Chiapas Tabasco Tlaxcala Quintana Roo Oaxaca Campeche Sonora
Índice absoluto de intensidad migratoria 2000 0.44 0.35 1.44 0.51 2.56 0.53 1.50
Índice absoluto de intensidad migratoria 2010 0.91 0.53 2.02 0.70 3.23 0.64 1.78
Cambio relativo 106.82 51.43 40.28 37.25 26.17 20.75 18.67
Fuente: datos tomados de Conapo (2014).
Respecto al cambio en la recepción de remesas en México entre 2000 y 2010, siete entidades federativas registraron un incremento; resaltan Oaxaca, Puebla y Baja California con las mayores tasas (Conapo, 2014). Cabe mencionar que en el 2010 las remesas representaron 8.4 por ciento del producto interno bruto estatal oaxaqueño (ceieg, 2014). Como se mencionó con anterioridad el fenómeno migratorio en Oaxaca es nuevo y la mayor proporción de estos desplazamientos surgen en la región mixteca. A pesar de que la migración en la región costa es muy inferior (Alvarado, 2008), esta última ha comenzado a mostrar una creciente participación debido a que el índice de intensidad migratoria en Santa María Colotepec pasa de muy bajo a bajo entre 2000 y 2010, mientras que en Santa María Tonameca, pasa de bajo a medio en el mismo periodo.
Características socioeconómicas de Oaxaca y su costa En el cuadro 2 se observa que en Oaxaca y en los dos municipios costeros poco más de una tercera parte de su población total se constituye como población económicamente activa y que casi toda se encuentra ocupada. Debi2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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do a que dichas regiones presentan tasas de desocupación muy bajas, es necesario tomar con precaución dicho dato porque se considera como ocupada a una persona que realice cualquier actividad remunerada, sea en el sector formal o informal de la economía. En consecuencia, es viable considerar que existe una gran participación del trabajo informal que se refleja en el deterioro de su mercado laboral, que se evidencia en distintos indicadores: la población que percibe hasta dos salarios mínimos y la población no derechohabiente con una alta participación a nivel estatal y en ambos municipios. Aunado a lo anterior, la entidad tiene una tasa de crecimiento económico muy baja, pues en el 2014 fue de 1.96 por ciento, cuando el promedio nacional fue de 2.16 por ciento, en contraste con el primer lugar que ocupa el estado de Nuevo León con 3.86 por ciento. La participación por actividad económica es principalmente la vinculada con el sector terciario con 61 por ciento, la secundaria es de 34 por ciento y la actividad primaria sólo de 6 por ciento (inegi, 2016). Este débil crecimiento económico, junto con la falta de oportunidades laborales, permite comprender porqué esta población se enfrenta a severos niveles de marginación y pobreza; al respecto, Coneval reporta que Oaxaca es una de las entidades con mayor rezago social y carente de bienestar económico. Para el año 2010 la entidad ocupaba la tercera posición con mayor número de pobres, ya que cerca de 67.4 por ciento de su población total vive bajo esa condición y alrededor de 29.8 por ciento son pobres extremos; a estos datos es necesario añadir que en ambos municipios se observan elevados niveles de pobreza y pobreza extrema (cuadro 2).
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
CUADRO 2
Características del mercado laboral e indicadores de pobreza para Oaxaca y municipios seleccionados, 2010 Estado
2010
Oaxaca Población total pea
Desocupados Ocupados p ea ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos Población total según derechohabiencia a servicios de salud Derechohabiente No derechohabiente No especificó Población en pobreza Población en pobreza extrema Municipios Santa María Colotepec Población total pea
Desocupados Ocupados pea ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos Población total según derechohabiencia a servicios de salud Derechohabiente No derechohabiente No especificó Población en pobreza Población en pobreza extrema Santa María Tonameca Población total pea
Desocupados y tasa de desocupación Ocupados pea ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos Población total según derechohabiencia a servicios de salud Derechohabiente No derechohabiente No especificó Población en pobreza Población en pobreza extrema
Valor absoluto 3,801,962 1,343,189 44,873 1,298,316 750,037 3,801,962 2,129,000 1,637,908 35,054 2,566,157 1,135,230
% 100.00 3.34 100.00 57.77 100.00 56.00 43.08 0.92 67.40 29.80
2010
Valor absoluto 22,562 8,250 395 7,855 3,577
% 100.00 4.79 100.00
22,562
45.54 100.00
15,082
66.85
7,415 65
32.86
18,651
75.60
7,125 Valor absoluto 24,318 7,397 174 7,223 4,913
0.29 28.90
% 100.00 2.35 100.00
24,318
68.02 100.00
15,188
62.46
9,056 74
37.24
18,925
87.30
12,267
56.60
0.30
Fuente: elaboración con datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del inegi y del Coneval.
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Estos elevados niveles de marginación y pobreza se reflejan en los serios rezagos que presenta la infraestructura de los hogares tanto en Oaxaca como en los municipios considerados, pues se evidencian diferencias muy grandes que muestran las severas carencias que padecen los hogares oaxaqueños en relación con los datos nacionales (véase cuadro 3). CUADRO 3
Características de la vivienda para Oaxaca y municipios seleccionados, 2010 (porcentajes) Nacional/entidad/ municipio
Con algún nivel de hacinamiento
Sin agua entubada
Sin energía eléctrica
Sin drenaje ni servicio sanitario exclusivo
Nacional
36.53
8.63
1.77
3.57
Oaxaca
46.53
23.66
4.93
4.01
Santa María Colotepec
56.04
25.79
4.15
3.10
Santa María Tonameca
61.56
50.30
7.91
7.89
Fuente: elaboración propia con datos de Conapo.
Bajo este contexto socioeconómico se ha detonado el fenómeno de la migración y su crecimiento acelerado en Oaxaca, tal como lo advierte Alvarado (2008: 88): «La falta de desarrollo económico y la confluencia de otros fenómenos generan el escenario propicio para que se dé el flujo migratorio».
La migración y remesas en cuatro comunidades de la costa oaxaqueña En total se encuestaron 223 hogares en cuatro comunidades de la costa oaxaqueña, de las cuales dos pertenecen al municipio de Santa María Tonameca: Vainilla y Escobilla; y las restantes, Barra de Navidad y Ventanilla, pertenecen al municipio de Santa María Colotepec. En esas comunidades 43 por ciento de los hogares (95) cuenta con algún migrante; la comunidad donde existe una mayor participación de migrantes es Escobilla y la que presenta el menor nivel de hogares con familiares migrantes es Ventanilla (gráfica 1). 128
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
GRÁFICA 1
Proporción de los hogares con algún migrante en las comunidades consideradas (porcentajes) 60 47.7
50 40
31.5 30 20
16.2
10
4.6
0
Vainilla
Escobilla
Barra de Navidad
Ventanilla
Fuente: elaboración propia.
De los 95 hogares que tenían al menos un familiar migrante, en promedio habitan alrededor de cuatro personas por hogar, tienen una edad promedio de 34 años y los habitantes mayores de 15 años cuentan con cinco años de educación. De estos hogares se obtuvo información que indica la existencia de 130 migrantes, de los cuales 81 por ciento reside en Estados Unidos, mientras que 19 por ciento son migrantes internos. Los principales destinos en Estados Unidos fueron Ohio y Texas, este último es reconocido como un destino tradicional de las migraciones de mexicanos (Passel y Suro, 2005), mientras que el estado de Ohio se ha convertido en un nuevo lugar de recepción de acuerdo con la investigación presentada por Cohen y Chávez (2013). Concerniente a la migración interna, los destinos primordiales fueron Pochutla, Oaxaca, Puerto Escondido y Distrito Federal, regiones que revelan una considerable dinámica económica y que son importante polos de atracción de la migración interna, debido a que las fuerzas de aglomeración tienen un impacto geográfico sobre la migración por la concentración de la actividad económica en unas pocas regiones (Crozet, 2004). Las migraciones hacia Estados Unidos se caracterizan por ser de reciente incorporación al flujo de migración internacional, ya que partieron principal2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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mente en el periodo precrisis (2000 -2006) y han mantenido un flujo de migración relevante incluso después de la crisis inmobiliaria de 2007 (gráfica 2). GRÁFICA 2
Periodo en el cual se marchó por primera vez su familiar migrante (porcentajes) 50 43.1
45 40
36.9
35 30 25 20
17.7
15 10 2.3
5 0
Antes del 2000
De 2000 a 2006 Después de 2006 No contestó
Fuente: elaboración propia.
Se detectó que 73 por ciento de esos hogares que contaban con algún familiar migrante declararon recibir remesas durante 2013, el monto que señalaron percibir en promedio fue cercano a los 22 mil pesos anuales (alrededor de mil 800 pesos mensuales) y el uso principal que hicieron de este recurso fue para el gasto corriente del hogar (54.6 por ciento) (gráfica 3).
130
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
GRÁFICA 3
Uso de las remesas (porcentajes) 0.8
35.4
54.6
9.2 Actividad agropecuaria
Hogar
Otros usos
No contestó
Fuente: Elaboración propia.
Comparativo infraestructura del hogar Para llevar a cabo un análisis sobre el posible impacto que las remesas pueden tener sobre la infraestructura de los hogares receptores, tal como lo sugiere la visión funcionalista de las remesas; consideramos llevar a cabo un ejercicio estadístico para validar dicha teoría, con tal finalidad tomamos a los hogares que cuentan con un familiar migrante y los comparamos con los que no tenían un familiar migrante. Consideramos que manejar esta división entre los hogares nos permitirá obtener una mayor información respecto al impacto que tienen las remesas sobre la infraestructura y actividades productivas del hogar. Al realizar un análisis comparativo sobre la infraestructura y acceso a servicios por parte de los dos tipos de hogares considerados, encontramos que no existían diferencias importantes, situación que es respaldada con una prueba de hipótesis sobre la comparación proporcional entre categorías de grupos (en este caso hogares con migrantes y sin migrantes) por medio del estadístico
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ANA MARÍA ARAGONÉS, SOPHIE ÁVILA Y UBERTO SALGADO
ji-cuadrado de Pearson.2 Los resultados obtenidos con relación a los materiales empleados en los techos de ambos grupos de hogares, el estadístico señaló que no existían diferencias significativas entre ambos grupos (a un nivel de significación estadística del 5 por ciento); situación que se refleja en el gráfico 4, pues los datos de los tipos de hogar tienen un comportamiento muy similar. GRÁFICA 4
Materiales empleados en el techo del hogar (porcentajes) Lámina 60 50 40 Otro
Asbesto
30 20 10
No migrante
0
Migrante
Madera
Concreto
Palma
ji-cuadrado de Pearson 2.459 (5), p-valor .783
Fuente: elaboración propia.
En el caso de las viviendas, cerca de 92 por ciento de los hogares con un familiar migrante tenían paredes de concreto, respecto a 88 por ciento de los hogares que no contaban con migrantes (gráfica 5), diferencia que no fue significativa según estadístico ji-cuadrada de Pearson. Referente al material empleado en los pisos, cerca de 90 por ciento de los hogares con un familiar migrante tenían pisos elaborados con materiales durables como el concreto, en comparación con 83 por ciento de los otros El estadístico de ji-cuadrada para tablas de contingencia es una prueba no paramétrica para determinar si dos grupos distintos e independientes difieren en la frecuencia de una variable dependiente categórica (Landau y Everitt, 2004).
2
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
hogares (gráfica 6), diferencia que no fue significativa entre ambos grupos de hogares de acuerdo con el estadístico ji-cuadrado de Pearson. GRÁFICA 5
Materiales empleados en las paredes del hogar (porcentajes) Lámina 100 80 60 40 20 0
Otro
Madera
Concreto
No migrante Migrante
Chi-cuadrado de Pearson 1.200 (3), p-valor .753
Fuente: elaboración propia. GRÁFICA 6
Materiales empleados en los pisos del hogar (porcentajes) Tierra 100 80 60 40
Otro
Concreto
20
No migrante
0
Loseta
Migrante
Madera
Chi-cuadrado de Pearson 3.798 (4), p-valor .434
Fuente: elaboración propia. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ANA MARÍA ARAGONÉS, SOPHIE ÁVILA Y UBERTO SALGADO
En cuanto al acceso a los servicios de drenaje en ambos tipos de hogares, la mayoría contaba con una fosa séptica, hoyo negro y letrina, con proporciones muy similares (gráfica 7), situación que se corrobora con el estadístico ji-cuadrada. GRÁFICA 7
Acceso a los servicios de drenaje (porcentajes) 70
Fosa séptica
60 50 40 30 Otro
Letrina
20 10
No migrante
0
Migrante
Drenaje Entubado
Hoyo negro
Chi-cuadrado de Pearson 4.933 (4), p-valor .294
Fuente: elaboración propia.
En torno a la infraestructura es posible comentar que no existen diferencias significativas entre ambos grupos de hogares; ahora bien, la visión funcionalista de las remesas indica que además de contribuir con la infraestructura de los hogares, dichos recursos pueden invertirse en forma productiva; sin embargo, en este trabajo nos interesa ampliar dicho concepto más allá de los límites de la visión funcionalista. En ese sentido, queremos analizar si dichos emprendimientos productivos son sustentables, de confirmarse esto, las remesas tendrían un impacto positivo sobre el desarrollo sustentable de las comunidades. Al analizar las actividades productivas que se realizan en ambos tipos de hogares se consideraron dos categorías fundamentales: 1) hogar diversificado 134
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
productivamente, es decir si el hogar realiza más de una actividad que le genere ingresos (se consideraron actividades agrícolas, ganaderas, comercio, pesca, etcétera; 2) hogar no diversificado productivamente, que comprende una sola actividad económica. A estas dos categorías se agregan las etiquetas de sustentable, si dentro de esas actividades reportaron llevar a cabo la práctica del ecoturismo o bien no sustentable. Así que la combinación de esas categorías brinda cuatro posibles categorías para ambos tipos de hogares (gráfica 8). Cabe resaltar que de acuerdo con el estadístico ji-cuadrado de Pearson no se encontró evidencia de una diferencia significativa a 5 por ciento en torno al tipo de actividades productivas entre ambos tipos de hogares; en otras palabras, los hogares que reciben remesas no tienden a mostrar una mayor diversificación productiva hacia prácticas sustentables como el ecoturismo con relación a los hogares no receptores, por tal motivo la contribución de las remesas sobre el desarrollo sustentable es prácticamente nula, pero tampoco es una limitante. En efecto: el ser un hogar con migrantes no limita la posibilidad de hacer ecoturismo. Aunado a lo anterior, todos los hogares están diversificados, lo cual quiere decir que la migración tampoco determina el tener mayor o menor diversidad de actividades productivas. Esto es diferente a otros estudios que han indicado la importancia de la migración en los medios de vida de los hogares rurales (Berhaus et al., 2007; Mushongah y Scoones, 2012). Las estrategias esenciales de los hogares rurales señaladas en la literatura son la migración, la diversificación y la intensificación (Ellis, 2000, citado en Mushongah y Scoones, 2012), y es interesante notar en los resultados que tales estrategias no son excluyentes unas de otras.
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GRÁFICA 8
Diversificación productiva de las remesas en ambos tipos de hogares (porcentajes) No diversificado, no sustentable 80
No migrante Migrante
60 40 20 Diversificado, sustentable
No diversificado, sustentable
0
Diversificado, no sustentable
Chi-cuadrado de Pearson 3.212 (3), p-valor .360
Fuente: elaboración propia.
Los datos muestran que el impacto de las remesas sobre el desarrollo, sustentable o no, es prácticamente nulo, lo que podría explicarse por el hecho de que la mayor parte de los recursos se destina al consumo de los hogares, tal como lo advierte la visión estructuralista (Binford 2003; Aragonés y Salgado, 2011b). Sin embargo, la literatura reciente acerca de las remesas expone que si bien los flujos monetarios no han logrado detonar mayores niveles de calidad de vida en las regiones receptoras, pueden tener impactos a nivel de cambios en los patrones de consumo entre los dos tipos de hogares (Davis y LópezCarr, 2010). Dicha situación genera efectos posteriores en forma indirecta, con el uso de los recursos naturales en las comunidades receptoras (Qin y Flint, 2012). Esta nueva perspectiva nos permitió efectuar un análisis para averiguar si existen evidencias significativas en torno a los patrones de consumo en ambos hogares.
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
Patrones de consumo entre los hogares Se informa que el ingreso que perciben los hogares receptores de remesas tiende a provocar modificaciones en los patrones de consumo de los hogares por medio de lo que se conoce como «remesas sociales», las cuales se relacionan con ideas, comportamientos, identidades y capital social que fluye desde los lugares receptores de migrantes hacia las regiones expulsoras (Levitt, 1998). Este tipo de recurso puede influir y dar forma al consumo conspicuo, que se define como la compra de bienes y servicios con el propósito específico de mostrar la riqueza personal o el estatus social, en especial cuando los bienes y servicios adquiridos son demasiado caros para los otros miembros de las diversas clases sociales (Veblen, 2007). Ahora bien, esos cambios en el patrón de consumo podrían repercutir en el uso de los recursos naturales en el entorno de la comunidad. Por un lado, el incremento en el nivel de ingresos en los hogares receptores puede tener un impacto positivo sobre el medio ambiente, debido a que permitirá sustituir los bienes locales por otro tipo de bienes o recursos fuera de su ecosistema (fuentes de energía distintas a las maderas como combustibles) contribuyendo de manera positiva en su biodiversidad (Qin y Flint, 2012). Sin embargo, las remesas también pueden tener impactos ambientales negativos, cuando se estimula el consumo de recursos naturales, lo que provoca mayores tasas de depredación. O bien se invierte en prácticas no sustentables con el medio ambiente, tal como el uso de fertilizantes químicos y la conversión de bosques al pastoreo u otras actividades comerciales no sustentables (Adger et al., 2002). En ese sentido, existen pocos estudios que aborden esta línea de investigación para el caso mexicano, uno de ellos es el presentado por Klooster (2003), quien expresa que los hogares receptores de remesas en Michoacán las emplean para comprar gas propano importado como combustible, reduciendo así el consumo de los recursos forestales cercanos a la comunidad como fuente primaria de energía, ello ha permitido llevar a cabo una conservación forestal en la región. En gran parte de la literatura relativa al estudio de las remesas y sus posibles usos se aprecia que el consumo corriente del hogar es el principal des2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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tino de los gastos, desde los trabajos de Jorge Durand (1996) que explicaban que en diversas comunidades del país alrededor de 76 por ciento de los dólares recibidos se destinaban a ese rubro; un resultado similar aparece en el trabajo de Zarate-Hoyos (2004), en el que se exhibe que los hogares rurales de diversas regiones de México invertían casi 76 por ciento de las remesas en el gasto diario de los hogares receptores; para el caso de Oaxaca, el trabajo de Cohen y Rodriguez (2005) refiere que aproximadamente 92 por ciento de los hogares receptores de remesas empleaban ese recurso para cubrir los costos de la vida diaria. En nuestro trabajo encontramos resultados similares para el caso de las comunidades ubicadas en la costa oaxaqueña. Por tanto, en esta sección extendimos el análisis hacia la diferenciación de los patrones de consumo entre los dos tipos de hogares considerados en el estudio y encontramos algunas diferencias significativas que se sustentan con las pruebas de hipótesis construidas a partir del estadístico ji-cuadrado de Pearson. En el siguiente gráfico se observa que el consumo de bienes y servicios considerados como conspicuos se presentan varias diferencias interesantes, correspondientes a los servicios de luz eléctrica, adquirida por 99 por ciento de los hogares con un familiar migrante, respecto a 93 por ciento de los que no tienen familiar migrante; la prueba de hipótesis indica que existe una diferencia relevante entre los dos grupos de hogares (véase anexo estadístico a). De igual modo, la adquisición de telefonía fija tiene una mayor participación en los hogares que cuentan con un familiar migrante, cerca de 38 por ciento tenía ese servicio, con referencia a 14 por ciento de los hogares sin familiar migrante, que se valida según el estadístico ji-cuadrado de Pearson (anexo estadístico a). El tercero y último rubro comprende el uso de gas para cocinar: 71 por ciento de los hogares que cuentan con un familiar migrante lo utilizan, en contraste con 57 por ciento de los hogares sin familiar migrante que lo ocupan; la prueba de hipótesis revela que la diferencia es significativa (anexo estadístico a).
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
GRÁFICA 9
Acceso a aparatos electrodomésticos y servicios de telecomunicaciones (porcentajes) Vehículo
100 80
Luz Gas
60
Lavadora
TV
cable
40 20
Televisión
Teléfono
0
Horno microondas
No migrante Migrante
T. móvil
Refrigerador Licuadora
Internet Estufa
Fuente: elaboración propia.
Es posible esperar que este tipo de consumo cause impactos en el uso de los recursos naturales, pues la mayor participación de los hogares con un familiar migrante en cuanto al uso de gas como combustible para cocinar podría contribuir con la biodiversidad de los bosques en las regiones estudiadas. Esto lo resaltamos como una propuesta de investigación a futuro en la región costera de Oaxaca porque el alcance de nuestra investigación no permite corroborar si en efecto se ha evidenciado recuperación de bosque, como en el estudio de caso en Michoacán presentado por Klooster (2003) o el de San José La Arada en Guatemala, desarrollado por Holder y Chase (2011).
Conclusiones
Gran parte de la literatura que se centra en examinar los impactos de las remesas en las comunidades de origen se han enfocado en estudiar exclusivamente la relación migración y desarrollo, dejando fuera del análisis las probables implicaciones que dicho recurso puede tener sobre el medio ambiente. Debido a esa situación, de modo reciente han surgido investigaciones que amplían la discusión hacia el uso de los recursos naturales en las 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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comunidades de origen, de ahí la trascendencia de estudiar el papel que desempeñan en el contexto del desarrollo sustentable. Los resultados del análisis comparativo por tipo de hogar muestran que la capacidad de las remesas para influir en los niveles de desarrollo, sea sustentable o no, son muy limitadas; la mayor proporción del recurso se gasta en el consumo corriente del hogar y es muy poca la proporción invertida en emprendimientos productivos. Adicionalmente, cabe destacar que no se observan diferencias significativas entre los mismos grupos de hogares en torno a la diversificación sustentable, lo que indica que no se promueve, pero tampoco la limita. Incluso la migración y la diversificación son estrategias de vida complementarias de los hogares rurales, por lo que el desplazamiento de población se considera una estrategia de diversificación de los ingresos en el hogar. A su vez, los resultados del estudio de caso para la costa oaxaqueña indican que las remesas han provocado un cambio en el patrón de consumo en los hogares receptores, cuyas consecuencias son directas sobre el uso de los recursos naturales cercanos a la comunidad, ello sugiere que puede existir un efecto positivo en el medio ambiente de dichas comunidades receptoras; no obstante, esto poco o nada tiene que ver con el desarrollo sustentable: mientras el dinero fluya hacia esos hogares podrán sustituir el uso de los recursos naturales locales por el de otras regiones, pero si el flujo disminuye o se interrumpe volverán a recurrir a los recursos locales.
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MIGRACIÓN RURAL, REMESAS Y SU RELACIÓN CON LA DIVERSIFICACIÓN SUSTENTABLE
Anexo estadístico A CUADRO 4
Tipos de bienes
Chi-cuadrado de Pearson
gl
p-valor
Vehículo
1.16
1
0.282
Lavadora
0.079
1
0.778
Televisión
0.252
1
0.616
Horno microondas
1.200
1
0.273
Refrigerador
1.024
1
0.312
Licuadora
0.006
1
0.939
Estufa
2.087
1
0.149
gl
p-valor
Tipos de servicios
Chi-cuadrado de Pearson
Luz
4.474
1
0.034
Gas
3.965
1
0.046
TV de cable
0.376
1
0.540
Telefóno
15.783
1
0.000
Teléfono móvil
0.012
1
0.914
Internet
0.212
1
0.645
Fuente: elaboración propia.
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Familias transnacionales y política social en las comunidades de origen: una visión cualitativa de la relación entre migración y desarrollo1 MARIANA GABARROT*
R esumen: Uno de los principales retos para entender la relación entre migración y desarrollo es abordar las realidades específicas de los migrantes y vincularlas con mecanismos más amplios del capitalismo a escala global. Este artículo busca contribuir a esos esfuerzos al proponer como punto de partida el análisis de la experiencia de las familias transnacionales en el marco de la política social, tal y como se concibe dentro del esquema neoliberal, e implementada en el caso mexicano. Se utiliza evidencia de trabajo de campo etnográfico en un municipio rural del estado de Nuevo León, junto con entrevistas detalladas con miembros de familias migrantes y no migrantes para argumentar que comparten elementos comunes, los cuales resaltan las carencias estructurales en materia de trabajo, educación y salud. Lo anterior plantea cuestionamientos importantes hacia la concepción predominante de la política migratoria y la política social en el modelo actual de desarrollo. Palabras clave: comunidad de origen, familias transnacionales, política social, capacidades básicas, métodos cualitativos. A bstract: One of the key challenges in understanding the relationship between migration and development is in addressing the specific realities of migrants and connect them with the broader processes of capitalism at the global level. This article seeks to contribute to those efforts, proposing as a point of departure the analysis of experiences of transnational families within social policy, as it is conceived within the neoliberal framework, and implemented in the Mexican context. The study makes use of data drawn from ethnographic fieldwork in a rural municipality in the state of Nuevo León, as well as in-depth interviews with members of migrant and nonmigrant families, to identify common, shared elements, which highlight the structural deficiencies in working conditions, education and health care. This leads to significant questions regarding the predominant conception of migratory policy and social policy found within the current development model. K ey words: community of origin, transnational families, social policy, basic capabilities, qualitative methods.
* Profesora titular en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en la División de Humanidades y Ciencias Sociales. 1 Las reflexiones aquí presentadas son parte del proyecto de Ciencia Básica Conacyt sobre «Migración y estrategias de vida en municipios rurales de Nuevo León: el rol de las comunidades de origen en la articulación de los flujos migratorios».
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e acuerdo a lo demostrado por los estudios concernientes a migración y desarrollo, ambos procesos ocurren en el marco de una nueva concepción de este último, asociada a la ampliación de libertades individuales.2 De tal forma se plantea el fortalecimiento de las capacidades de las personas para «vivir aquella vida que consideran valiosa» (Sen, 1999: 18) y se identifican tres dimensiones clave: vivir una vida larga y sana, tener el conocimiento necesario y un estilo de vida decente. Lo anterior se traduce específicamente en una agenda global de política social, enfocada a la salud, la educación y el ingreso.3 Además, se piensa como una cruzada de ayuda a quienes viven en contextos de privación o pobreza. Dicha concepción neoliberal del desarrollo tiene varias limitantes. Por ejemplo, reduce a una cuestión dicotómica (pobre/no pobre) el complejo debate sobre el bienestar y no contempla libertades como la de tránsito, en cuanto a la migración. Sin embargo, permite adoptar un punto de vista crítico con respecto al modelo predominante, al evidenciar que no ha podido cumplir sus promesas. En términos de capacidades básicas, una proporción importante de la población mundial sigue sin acceso óptimo al ingreso, la educación y la salud. Referente a la mano de obra migrante, lo anterior es cierto a pesar de su movilidad territorial. La agenda relativa a los derechos humanos ha resaltado en numerosas ocasiones este tema en los países receptores. No ha sucedido lo mismo en los lugares de expulsión, donde los migrantes son parte de los temas invisibles (Delgado, 2013). Ello se debe primordialmente a que los migrantes se han vuelto una fuente de ingresos para sus gobiernos. Muestra de lo anterior, en el caso mexicano, es la preeminencia de los programas 3x1, los cuales privilegian la inversión de migradólares en proyectos productivos, por sobre otros de educación y salud (Fernández, García y Vila, 2006).
Mahbub ul Haq, fundador del Reporte de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, en http://hdr.undp.org/en/humandev 3 Estas tres dimensiones comprenden el punto de partida porque han sido incluidas en todas las operaciones de la idea de capacidades. Sin embargo, hay intensos debates en economía y otras ciencias sociales, véase por ejemplo Boltvinik (2003), De Haas (2009), Desai (2003), Pritchett (1997), Sen (1999, 2003a) y Townsend (2003). 2
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A la par de dichas políticas, la mayor parte de los análisis en torno a los impactos de la migración en las comunidades de origen privilegian también sus efectos económicos (Massey, 1988; Nyberg-Sorensen, Van Hear y Engberg-Pedersen, 2002a, 2002b; Portes, 2009).4 Al momento, se ha reconocido la naturaleza celebratoria de esos estudios, al plantear que las remesas en general pueden ser una solución a los dilemas del bienestar, así como la importancia de ir más allá con el objeto de diversificar nuestros enfoques analíticos. En ese sentido, este trabajo propone un objetivo general: el análisis cualitativo del vínculo entre la migración y el desarrollo (considerado como la ampliación de capacidades básicas), contrastando los impactos de la actual política social con los de la migración a Estados Unidos en las comunidades de origen en México. Para ello, se comparará la lógica de los programas de transferencias condicionadas de dinero con la de las remesas, las estrategias de familias migrantes y no migrantes, beneficiarias de Oportunidades, para asegurar el ingreso, la educación y la salud. La primera sección del texto desarrolla la metodología utilizada y sus aportes generales, a la vez que resalta la relevancia de la familia y la comunidad de origen dentro de un nivel de análisis para entender la migración y el desarrollo. La segunda presenta una analogía entre el programa Oportunidades y las remesas. La tercera muestra evidencia empírica de esta similitud lógica, basada en entrevistas a profundidad y trabajo etnográfico. Finalmente, se expone una reflexión de las implicaciones del enfoque para desarrollar un punto de vista crítico sobre temas más amplios de la relación entre la migración y el desarrollo.
4 Para los programas de educación y salud véase http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/ interior1/programas/vete_sano.html y http://www.sep.gob.mx/es/sep1/sep1_Programa_ Binacional_de_Educacion_Migrante#.VOdSdbCG_Xo
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Los métodos cualitativos y la familia En la comunidad de origen como punto de partida
De manera habitual la literatura económica aborda el análisis del hogar como una unidad de corresidencia de personas emparentadas, las cuales comparten un presupuesto común. Sin embargo, los límites de la unidad familiar se definen por los lazos establecidos entre sus miembros, rara vez son los límites de la casa (Esteinou, 2008; Hareven, 2000; Leeder, 2004). Por tal motivo, las relaciones familiares se pueden entender como parte de la vida cotidiana, pues son construidas y reconstruidas a través de prácticas sociales (Bourdieu, 1977; Giddens, 1986). La definición del objeto de estudio se vuelve entonces una pregunta empírica e inductiva. El problema de esclarecer estas microrrutinas de la interacción es un reto, en especial cuando las familias incluyen miembros que viven en territorios distantes (Boehm, 2012; Dreby, 2010; Hondagenu-Sotelo, 1992; Zentgraf y Stoltz, 2012). Para lograrlo se propone abordar esas relaciones mediante una noción amplia de estrategias de vida, la cual comprende el manejo de «ingresos, tanto en efectivo y otros activos económicos, así como las instituciones (parentesco, familia, barrio, ciudad), género, las relaciones y los derechos de propiedad que se requieren para mantener un determinado nivel de vida […] también incluyen activos derivados de lo público y de los servicios sociales proporcionados por el Estado, tales como educación, salud, caminos, agua, etcétera» (Ellis, 1998: 4). De tal forma que resulta útil distinguir la familia nuclear (padres e hijos) de la extensa (otros parientes), pero siempre recordando que sus límites se establecen de modo dinámico, conforme las estrategias de vida cambian y las relaciones entre sus miembros se rearticulan. Así, en el presente trabajo, la familia transnacional no se limita a aquella cuya residencia se halla dividida por la frontera (Ojeda, 2005), también engloba las que cuentan con prácticas transnacionales (Moctezuma, 2011), que pueden implicar, por ejemplo, el uso de remesas o bienes traídos de Estados Unidos o la movilización de sus integrantes (como una hija que acude desde el norte para cuidar a su padre enfermo). Bajo dicha premisa se llevaron a cabo entrevistas en profundidad con 11 familias que han vivido un proceso 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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migratorio —es decir, en las que por lo menos uno de sus integrantes ha vivido en Estados Unidos (Moctezuma, 2011)—, y las que ostentan una visión transnacional de su reproducción social (planes de regresar, familia extensa o amigos en el norte que forman parte del diseño de las estrategias de supervivencia). Se incluyeron además ocho familias usuarias de Oportunidades con un perfil similar: cuatro de jefatura femenina e hijos en primaria y secundaria, cuatro familias nucleares con hijos en el mismo nivel de estudios. Todas fueron visitadas dos veces con intervalos de un año, lo que permitió entender longitudinalmente sus experiencias. Es pertinente aclarar que las familias migrantes encontradas en el municipio Doctor Arroyo no son usuarias del programa Oportunidades y viceversa, las familias de Oportunidades no poseen estrategias de vida transnacionales.5 Para el análisis interpretativo, se seleccionaron fragmentos de tres entrevistas en familias distintas (dos migrantes y una no migrante) que muestran percepciones coincidentes sobre su realidad inmediata. En ese sentido, se ilustran las generalidades halladas en el material empírico, sin ignorar la heterogeneidad de las experiencias; ello con el fin de resaltar el sentido común, construido alrededor de las capacidades básicas.6 Cabe aclarar que el filtro impuesto por la investigación no sólo es producto de la experiencia etnográfica del proyecto, sino de un conocimiento compartido entre investigadores y migrantes a lo largo de los años (Schutz, 1954).7 Por tanto, cada sección expone un análisis de los discursos de los entrevistados, los cuales se contextualizan y triangulan con evidencia proveniente de literatura previa y con el material etnográfico. Lo anterior puede indicar que en términos de ingreso, las primeras estén fuera de la línea de pobreza determinada por el cuestionario del programa. Sin embargo, tal como se resaltará en la discusión, no implica que se perciban a sí mismos como distintos. 6 Con el propósito de construir el argumento de este artículo, se pretendió utilizar material de familias que pertenecieran a la cabecera municipal porque es ahí donde las familias migrantes y no migrantes comparten escuelas y clínicas. No obstante, en toda la muestra se encontraron experiencias similares en el resto de las localidades, con el adicional reto de los traslados hacia la cabecera para ciertas actividades. 7 Para quien escribe, la experiencia data desde los primeros trabajos de campo realizados en 1994. 5
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En cuanto al análisis a nivel local, en términos del porcentaje de población que vive en pobreza de capacidades, la mitad de los municipios del país se encuentra en un rango de 20 a 40 por ciento y también tienen un grado bajo o medio de intensidad migratoria a Estados Unidos (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2008; Consejo Nacional de Población, 2010).8 En términos muy generales, el perfil de Doctor Arroyo invita a la comparación con cualquiera de ellos, porque 35 por ciento de su población vive en pobreza de capacidades y ostenta un índice medio de intensidad migratoria. Si bien no existe información cuantitativa, el trabajo de campo etnográfico y la literatura correspondiente sugieren que la migración data principalmente desde la época Bracero. En consecuencia, puede compararse con otros municipios donde la tradición migratoria inició en un momento similar (Massey, 1994). Así, se busca construir un argumento basado en las posibilidades de generalización lógica, partiendo de lo local. Es factible que los fenómenos hallados en este contexto sean semejantes a otros que comparten las mismas circunstancias (Bourdieu, Chamboredon y Passeron, 2008). Por supuesto se reconocen límites, de los cuales se destacan dos: la tradición migratoria de este municipio tiene como destino histórico el valle de Texas; la cercanía territorial facilita la circularidad, tanto documentada como no documentada, principalmente porque puede hacerse vía terrestre (en jornadas que van de 8 a 10 horas), con un costo relativamente bajo. Lo anterior permite la visita frecuente de los migrantes a su lugar de origen y de familiares hacia el destino, así como el envío de regalos. De hecho, existe un servicio de transporte en camionetas desde la cabecera municipal hasta San Antonio y Houston, un fenómeno común en el noreste (Sandoval, 2012). Asimismo, a pesar de ser un municipio con alta cantidad de localidades rurales, éstas tienen características distintas a las que se sitúan en el centro y sur del país (Appendini y Torres-Mazuera, 2008; Clarke, 2000). Si bien predomina la agricultura de temporal y el cultivo del maíz, hay un grado imporAunque las definiciones de pobreza del Coneval han evolucionado hacia la idea de carencias sociales, los datos a nivel municipal todavía se presentan en esa forma.
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tante de tecnificación, principalmente el uso del tractor y los pozos para riego. Además, la noción de comunidad no se construye tal cual la encontramos en otras regiones, como Jalisco y Oaxaca (Hirai, 2009; Kearney, 1996). Esto remite a un tema complejo, pero cabe mencionar que Doctor Arroyo, al igual que otros municipios en el norte del país, tiene una notable dispersión poblacional, ya que posee 35 mil 445 habitantes y una densidad de 7 por kilómetro cuadrado (Secretaría de Desarrollo Social, 2010). Es probable que ese fenómeno haya sido relevante para articular las costumbres locales alrededor de fiestas relacionadas con la familia, tales como bodas y quince años, o con reuniones relativas a costumbres regionales organizadas en distintas localidades, como jaripeos y cabalgatas (Zúñiga y Reyes, 1988, 2006). Si bien se alude a la comunidad de origen, es indispensable distinguirla como una referencia hacia la localidad, dado que la identidad no se articula necesariamente de esa forma. A pesar de ello, tal como se apreciará durante el texto, las experiencias familiares parecen hacer eco con otras en territorios distintos (Appendini y Torres-Mazuera, 2008). Dicho municipio también muestra signos de procesos recientes de transformación en el campo mexicano hacia una economía no rural (De Grammont, 2004; Delgado Campos, 1999; Kay, 2007), y la política social tiene características comunes a otras localidades a lo largo del país (Cordera y Ziccardi, 2000). El trabajo de campo aquí presentado incluye observación y recorridos en un municipio rural del estado de Nuevo León en el mes de junio de 2012, 2013 y 2014. Asimismo, se realizaron entrevistas con informantes clave como campesinos, empleadores y empleados en el comercio, la construcción y la maquila, maestros, doctores, directores de escuela y hospitales, además del presidente municipal. Se asistió a cinco talleres para beneficiarias del programa Oportunidades y se entrevistaron promotoras de salud, vocales y administradores. Lo anterior sirvió para reconstruir las alternativas de ingreso así como la operación cotidiana de la política social, donde se incluye el estado de las escuelas y las clínicas.
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Política social en las comunidades de origen. Transferencias condicionadas y remesas
Como la mayoría de los países del mundo, México ha sostenido un proceso de crecientes recortes al antiguo Estado de Bienestar (Babb, 2005; Huber, 2003). Los discursos sobre derechos de la ciudadanía social fueron cambiados por los de alivio a la pobreza y por un giro desde las políticas universales a las focalizadas (Gabarrot, 2013; Ordóñez, 2002). Actualmente, se privilegian los programas concentrados en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). La mayor parte consiste en transferencias condicionadas de dinero, de las cuales la insignia ha sido Oportunidades;9 programa enfocado en la reducción de la pobreza alimentaria y de capacidades a través de las madres de familia. Por ejemplo, un hogar puede recibir becas para los niños desde tercer año hasta preparatoria; éstas se encuentran en un rango de 140 a 895 pesos bimestrales, la cantidad aumenta con el grado escolar. A cambio, las beneficiarias deben asegurar la asistencia de los niños a la escuela y la clínica. Oportunidades tiene cobertura territorial amplia, ya que abarca prácticamente todo el México rural y algunos sectores urbanos significativos. Por lo general las evaluaciones han resultado positivas para las familias, pues han mejorado la nutrición y la permanencia en la escuela (Campos, 2010); sin embargo, hay aspectos pendientes: se genera una dependencia del dinero gubernamental, dado que la mayoría de las familias permanece en el programa sin superar las condiciones de pobreza (Cordera, 2007; Martínez y Ziccardi, 2000; Palacios, 2007; Rodríguez, 2007). En ese sentido, se ha resaltado la falta de empleo para los graduados de Oportunidades debido a las condiciones del mercado laboral en las regiones donde opera. Aún hay cuestionamientos específicos sobre la influencia que pueda tener el programa en la permanencia de los estudiantes hacia niveles superiores. También se ha señalado cómo se promueve el uso de escuelas y clínicas sin contemplar su calidad (Campos, 2010; Levy, 2010). Posterior a la preparación de este artículo el programa se amplió y cambió de nombre a Prospera, no obstante se sostiene el nombre antiguo dado que los principales lineamientos siguen igual. Otros programas dentro de Sedesol incluyen apoyos alimentarios para niños menores de cinco años, subsidios para mejoramiento de la vivienda y microcréditos.
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Desde 1992 Durand y Massey mostraron que, además de ser invertida en negocios, una parte importante de las remesas se usa en vivienda, educación y salud.10 Resaltaron cómo éstas, ya sea en forma de envíos o de ahorros traídos a México, constituyen una manera de hacer llegar dinero directamente a quienes lo necesitan. Lo anterior ha sido reiterado por estudios subsecuentes (Conway y Cohen, 1998; Durand, Parrado y Massey, 1996; Kanaiapuni y Donnato, 1999). Así, tanto el dinero de Oportunidades como las remesas o migradólares son transferencias focalizadas de efectivo. Las discusiones sobre los efectos negativos de las remesas en el desarrollo resuenan con las críticas al programa Oportunidades. Desde hace mucho tiempo ha preocupado el hecho de que las comunidades pueden volverse dependientes de las mismas, lo que ocasionaría un síndrome migrante (D. Alarcón, 2003; R. Alarcón, 1992; Reichert, 1981, 1982). De igual modo, se han destacado las limitantes estructurales en los estudios migratorios. Particularmente ha sido señalada la falta de un ambiente propicio para que las remesas generen inversión productiva y empleo (Delgado Wise, García y Márquez, 2006; Taylor, 1999). Más allá de la similitud en la lógica de operación y las consecuencias, las comunidades de origen sin lugar a duda son territorio de Oportunidades (Prospera, 2014).11 La siguiente sección evidencia trabajo de campo etnográfico que muestra otros lugares comunes; ilustra las estrategias de las familias migrantes y las de usuarias de Oportunidades en términos de su percepción acerca de las necesidades de ingreso, educación y salud.
10 Si bien la vivienda no se encuentra entre las discusiones de las capacidades básicas, queda claro que es el entorno en el cual éstas se desarrollan y por lo tanto tienen influencia en la calidad de vida. Sin embargo, para efectos de la discusión con la literatura, se ha decidido seguir la consistencia de los debates en el tema, enfocándonos exclusivamente a la educación y la salud. También se muestra cómo esta coincidencia se relaciona con el contexto compartido a nivel municipal. 11 De hecho, se ha argumentado que el programa puede servir como ancla de potenciales migrantes, al pedir a las familias estar presentes para los chequeos y pláticas de salud (Stecklov et al., 2005).
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Más allá del dinero: el discurso de la escasez
En su mayoría, los estudios microeconómicos sobre las remesas han demostrado que las mismas aumentan el ingreso de los hogares, diversificando su gasto (Stark y Lucas, 1988; Taylor, 1999). Por su parte, la literatura sobre política social busca principalmente calcular los ingresos necesarios para que la familia, como unidad económica, pueda salir de la pobreza (Boltvinik, 2003; Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2008; Cornia y Stewart, 2003; Desai, 2003). Así, tanto las remesas como las transferencias condicionadas son vistas como un insumo, el cual tiene impactos positivos en la calidad de vida presente o futura de los hogares. Sin embargo, la diferencia en términos de la percepción de insuficiencia o de dificultad económica no es tan obvia. Consideremos la experiencia de tres familias ilustradas por los siguientes fragmentos de entrevista: Dos mil pesos por quincena ¿qué haces? En las vacaciones que vienen en julio y agosto… no hay entrada de dinero; mi esposo tenía herramienta que nos trajimos de allá, la ha estado vendiendo pero como es herramienta cara, pues le dan de doscientos pesos, de quinientos, así, cualquier cosa. Dices bueno, doscientos ya paga el agua, que trescientos que paga el teléfono, que paga la luz, que paga esto, pero para comer, nada más lo mío (Ana, familia nuclear migrante de retorno reciente con familia extensa en Estados Unidos). Yo traigo [ollas] las que valen 17 y las vendo aquí en Doctor Arroyo, las doy en 9 mil 500 y en pagos. Entonces pues yo con que venda una la hago. Mi señora está aquí trabajando por la presidencia, le dan 900 pesos a la quincena; a mí me puede ver que estoy muy fresco y lo que sea, no ando haciendo nada, debería andar trabajando allá [en Estados Unidos] pero yo le busco la manera, ya acomodo una batería y me dura para varios meses. (Jesús, migrante circular de familia nuclear en México y familia extensa en Estados Unidos). No, yo no, yo me lo quedo [el dinero de Oportunidades], yo lo guardo y eso no es para alimentación, no es para eso. Sí agarro un poquito, pero la mayor parte es para ellas: para sus uniformes, para su colegiatura, para lo que les piden,
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para zapatos, para que vayan bien presentables. Para eso es para lo que lo utilizo (Lupita, beneficiaria del programa Oportunidades).
Tal como se argumentará a lo largo de esta sección los perfiles son diferentes, pero todos apuntan a dinámicas sociales más generales. Podemos entonces triangularlos con distintos cuerpos de literatura. El primero lo constituyen los estudios de género: ambas mujeres son más específicas en su descripción del gasto doméstico, porque de alguna manera son ellas las directamente responsables de ejercerlo, al ser las encargadas de lo privado (Hondagenu-Sotelo, 1992; Moller, 1998; Pessar, 1999, 2001; Pessar y Mahler, 2003). El segundo elemento es la desemejanza entre familias migrantes y no migrantes, las primeras tienen un recurso específico proveniente de Estados Unidos: la herramienta del esposo de Ana y las ollas que trae Jesús desde Houston para vender (Durand, Parrado y Massey, 1996; Gabarrot, 2009; Portes, 2009; Sørensen y Olwig, 2002). Por último, las tres entrevistas hacen clara referencia a elementos de la estrategia familiar donde se manejan activos para la reproducción social de todos los miembros (Taylor, 1999). La escasez es un aspecto que surge constantemente en la comunidad de origen. Los patrimonios son estrechos y se gastan con cuidado, los cálculos son minuciosos, con cantidades y rubros específicos, siempre hay necesidad de más. El escenario en el cual esta situación pudiera cambiar es también tema de muchos debates, pero claramente es un asunto de largo plazo, donde la inmediata falta de esos recursos implicaría un desbalance importante para la estructura de ingreso/gasto, más allá de la cantidad concreta que se recibe. En ese sentido, las familias perciben dependencia tanto de las remesas como de los programas sociales. Es indispensable resaltar que la referencia a la escasez se encuentra a pesar de que las familias migrantes no son beneficiarias del programa. Ana y Jesús, al preguntarles por qué no han sido seleccionados, contestan de manera ilustrativa a todos los demás entrevistados para el proyecto:
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Es lo que te digo, mira aquí en la escuela no sé dónde se dan esas, hay mucha información que yo todavía no sé; ahora, creo que estaba un programa pero te ven aquí, por ejemplo el apellido de nosotros es Banda Ortiz, te ven el apellido y dicen «ah, éste no lo necesita» (Ana). No, pues vienen aquí y miran la casa y dicen «no, éste no necesita», lo que necesitan es ver una casa que esté… no sé, con lámina y así pues sí, yo ni me quejo, digo para que me voy a quejar, pero si nos ayudan bueno (Jesús).
La idea de no recibir un apoyo gubernamental es atribuida a una arbitrariedad, o a una injusticia, más que a una sensación de bienestar o de no necesitarlo. Esta noción de requerir —en sus propias palabras— «ayuda», se refleja también en el discurso de Lupita, aunque en tal caso ella se refiera a por qué sí le dan Oportunidades: «Oportunidades… nos dan ese beneficio por decir, como… ellos andan haciendo un estudio socioeconómico casa por casa, entonces es cuando ahí ellos te detectan que si necesitas ayuda, que si tienes hijos para estudiar». Estas oraciones muestran la importancia de la percepción —la cual va mucho más allá de los cálculos específicos acerca de su situación económica— derivada de un contexto común, donde las opciones son limitadas. Tal como se mencionó, Doctor Arroyo es un municipio agrícola; es una región históricamente productora de lechuguilla (fibra similar al henequén), la cual se vende en 12 o 13 pesos el kilo. La productividad del campo es en general baja, debido a la falta de agua común en la región (Contreras, 2007). Diagnósticos recientes cuestionan la clasificación de dicha zona como predominantemente agraria (Instituto Nacional de Geografía e Informática, 2011), dado que esa actividad pareciera pasar a un segundo plano en comparación con el sector servicios (Consejo de Desarrollo Social de Nuevo León, 2009). Además, durante el trabajo de campo no se halló a nadie que se dedicara al cien por ciento a aquella actividad, por lo que funge como complemento de los ingresos. Otras fuentes de empleos locales incluyen: primero, una maquiladora instalada en la cabecera municipal, donde se ensamblan partes de arneses automotrices para exportación; segundo, jornales o pequeñas propiedades en 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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viveros para la producción y venta de tomate, instalados con subsidios del gobierno estatal; tercero, empleos en el sector comercial o de servicios tales como trabajo doméstico, peluquerías y talleres mecánicos. Los sueldos tienen un rango de 90 a 160 pesos diarios y la mayoría no ofrece seguridad social. En el caso específico de los entrevistados, Ana utiliza su conocimiento del inglés aprendido en Estados Unidos para dar clases particulares, mientras su esposo trabaja esporádicamente como jornalero en la construcción. Jesús vende ollas y alterna esta actividad con la migración circular, en tanto su esposa tiene un empleo temporal como secretaria en un proyecto de la Secretaría de Medio Ambiente. Lupita es dueña de una papelería y su esposo labora en la construcción. Las historias revelan un contexto compartido donde las pocas opciones son de trabajo precario, tal como lo demuestran las evidencias relativas a la educación y la salud. A grandes rasgos los estudios sobre educación y migración han sido enfocados a la integración/adaptación de los niños al sistema escolar de las comunidades de destino (Valdés, 1996). Sin embargo, existe literatura más reciente sobre las implicaciones que tiene la circularidad migrante para los niños que deben estudiar en escuelas de ambos países. Así, se han mostrado problemáticas específicas de aprendizaje, las cuales plantean retos importantes de integración y desempeño escolar (Hamann, Zúñiga y Sánchez, 2008; Zúñiga y Sánchez, 2010). Por su parte, la salud de los migrantes ha sido principalmente analizada desde el punto de vista del acceso a la atención médica, ya sea en general o con respecto a temas específicos tales como la salud reproductiva o la salud mental (Brown, 2008; Calvo, 2008; Infante, 1990; Ochoa-Marín, CristanchoMarulanda y González-López, 2011; Ramos, 2010). Algunos estudios se han enfocado en el estado de salud de los migrantes que retornan a México (González-Block y De la Sierra-De la Vega, 2011; Ullmann, Goldman y Massey, 2011) o específicamente en el impacto de la migración en la salud infantil de los niños en la comunidad de origen (Hilderbrandt y McKenzie, 2005; Kanaiapuni y Donnato, 1999). En la literatura sobre política social y desarrollo es imposible sintetizar los trabajos acerca de estos temas porque constituyen la parte medular de la 160
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definición del concepto. Expresado de otra forma, no hay desarrollo sin educación y sin salud. Así, hay trabajos especializados en cada área y aquellos que abordan en conjunto, desde la discusión de las capacidades básicas (Moser, 1998; Sen, 1999, 2003b; Toye, 2003). Hay una narrativa clara en todas las familias entrevistadas. Por un lado, hay referencias generales al uso del dinero para sostener la familia, lo cual comprende entre otros elementos, asegurar la educación primaria de los hijos. Por otro, existe una evidente preocupación con respecto a la continuidad de los estudios, que se refleja en un discurso donde los padres se comprometen en ese sentido. Ana, Jesús y Lupita lo manifiestan de la siguiente forma: Él está en enfermería. Y ahorita anda mal porque es no sé, no sé, le digo, a veces me pongo a platicar con él, le digo ¿en qué estoy fallando yo, mijo? No sé. Porque nada más es con él. No sé si sea la edad, no sé. Mira, pasó primer año, segundo año y este semestre me lo reprobó. Entonces se tuvo que quedar otra vez, otro año. ¿Qué está pasando contigo? Si no hubieras entendido el español luego luego, me hubieras reprobado el primer año. Pero me estás reprobando lo último (Ana). Le digo «échele ganas hijo», nomás que sí se me había puesto rebelde. Lo llevé a trabajar a la construcción, «vente a pintar» le dije, como quiera te pago bien, más que a los trabajadores y pues iba tarde y una vez de las que vino, se vino a comer y ya no salió… regresó [a la escuela] (Jesús). Pues ojalá y que ellas quieran seguir adelante, yo las agarro a consejos, porque les digo: «hijas, ¿qué más les puedo dar? más que un estudio; uno no sabe qué suerte les vaya a tocar, pero ustedes ya van a tener un respaldo con su estudio» (Lupita).
Estas tres familias (como muchas otras en Doctor Arroyo) tienen un hijo o hija en los primeros años de educación técnica. En el caso de Ana, además de un hijo estudiando enfermería en el Conalep, tiene un niño en primaria y una hija en secundaria. Por su parte, el hijo de Jesús (mayor de tres, una hermana en secundaria y otro hermano en primaria) se encuentra en los primeros años de la escuela normal. La hija de Lupita se hallaba en proceso de entrar a la carrera de enfermería durante la entrevista, e ingresó durante nuestra segunda visita (su hermano y hermana menor están en primaria). A 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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lo largo de nuestras conversaciones los padres hablaron sobre el reto que esto representa en términos de la economía familiar, así, se considera el gasto como un sacrificio, el cual vale la pena. Es interesante que en el caso de Ana, como migración de retorno reciente, su hijo pareciera presentar los problemas de aprendizaje derivados de la readaptación, ya documentados en la literatura. Sin embargo, a pesar de este diferenciador obvio, la preocupación y la construcción subjetiva del valor de la educación siguen siendo las mismas. Además, todos los niños comparten escuelas primarias y secundarias en la cabecera municipal, lo cual implica que de entrar en una discusión sobre la calidad educativa, el contexto sería el mismo para familias migrantes y no migrantes (Hamann, Zúñiga y Sánchez, 2006). El Conalep es la opción en ambos casos discutidos, pero también la Universidad Tecnológica de Linares ofrece carreras técnicas en la cabecera. En contraste, de querer continuar a la universidad, las familias tendrían que optar por enviar a sus hijos a una de las dos ciudades más cercanas: San Luis Potosí o Monterrey. Por lo general, quienes deciden y pueden seguir estudiando son migrantes potenciales hacia zonas urbanas; una vez graduados es probable que permanezcan en ellas, debido a las pocas opciones de empleo mencionadas en la sección anterior. Esto refuerza la idea de que el desarrollo genera en primera instancia migración (De Haas, 2005); al mismo tiempo, apunta nuevamente hacia la limitante de la migración para generar desarrollo a nivel local, si no existen las condiciones para ello. Con respecto al tema de salud, una necesidad de atención médica es responsabilidad de toda la red familiar, incluyendo la red de familia extensa, tal como lo muestra el caso de los entrevistados: Llegó esa prima de mi esposo ahí, se embarazó ahí llegando y tú le tomabas el pulso y no tenía pulso. La enfermedad… me dice… le digo «te voy a llevar a checar después de los seis meses, para que no te cobren tanto en el hospital, pero si quieres de una vez empezamos, si tú te sientes mal o tienes algún síntoma tú me vas a decir y yo te llevo inmediatamente al hospital». Bueno, dice «no, sí me aguanto, nomás los ascos, los ascos». A los seis meses la llevé y las doctoras empezaron a moverse, dije «¿qué le pasa?», dice «es que está como muerta» (Ana) 162
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[…] pues ya… en la tarde como a las 3 les dije «no, ¿sabes qué?, me siento bien mal, tengo que ir a la clínica», le dije, «voy a quedarme haciendo el fuerte y me va a salir peor». No pues ya ahí… estaban los hermanos que tengo allá en Dallas… no en Dallas, es en medio de Dallas y Forthworth, que es Real Pearl y Arlington. Allí tengo unos hermanos. Y ya fue uno de ellos a levantarme… llegamos a la casa y ya me recosté un rato. Al siguiente día me llevaron en la mañana… mi hermana, ya le tocó a mi hermana, ella me llevó a buscarme una clínica, porque va uno a cualquier clínica de allá y es un dineral, hasta por una pastilla es mucho dinero lo que cobran (Jesús). Estuve obligada a ir [a Monterrey] dos años, dos años seguidos de aquí para atrás, porque mi niña chiquita tuvo un problemita: le salieron muchas manchitas en su cuerpo, como moretones, entonces yo me asusté porque aquí me dijeron «puede ser leucemia, puede ser una enfermedad grave». Me dieron el pase al [Hospital] Universitario de Monterrey, entonces yo estuve yendo allá por dos años cada mes, cada mes, cada mes. Entonces, era cuando ya la veía yo [a mi hermana], nos veíamos más seguido porque iba yo y a los quince días venía ella y así iba yo y así (Lupita).
Los extractos de estas entrevistas refieren situaciones diversas. En el caso de Ana, su cuñada tuvo problemas con el embarazo; Jesús mostraba señales de prostatitis y la hija menor de Lupita tenía anemia severa. Asimismo, en ambas experiencias migratorias, las citas aluden a una situación acontecida en Estados Unidos. La primera enfrenta una barrera de idioma y Ana decide acompañarla porque ella habla inglés (Chávez, 1984). El segundo buscó una clínica de beneficencia para que le saliera más barato el servicio (Portes, Fernandez-Kelly y Light, 2012). Para los tres entrevistados el tema obvio es el rol solidario de los hermanos. En ese sentido, ilustran perfectamente cómo la familia extensa juega un rol importante en las estrategias de vida cuando se trata de enfrentar situaciones extraordinarias. Esto nos remite a la idea de la familia como una construcción dinámica, es decir, puede ser que durante la enfermedad se fortalezcan lazos entre los miembros. En el caso de Jesús, uno de los motivos para su retorno fue la detección de una hernia, ante lo cual decidió operarse en Doctor Arroyo. Como se ob2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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serva, la experiencia con los servicios de salud varía conforme a elementos coyunturales: tipo de enfermedad o relación con el personal de la clínica. Por ejemplo, mientras Jesús considera su operación como un éxito, gracias a que le tocó un muy buen doctor y Lupita comparte esa opinión positiva, Ana prefiere ir a un médico particular. Sin embargo, los servicios de salud de Doctor Arroyo comparten las características comunes de zonas rurales: escasez de medicamentos y hospitales de primer nivel; motivo por el que hay que trasladarse fuera del municipio en caso de requerir otro tipo de atención (Frenk y Gómez, 2008; Linares-Pérez y López-Arellano, 2012). Lo anterior engloba otro tema relativo a la salud y la política social. Dado que las alternativas de trabajo son limitadas, la población con acceso a seguridad social es mínima (11 por ciento). De todas formas, las cifras advierten una cobertura amplia en el municipio, gracias a la protección básica ofrecida por el Seguro Popular (más de 76 por ciento) (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 2011). No obstante, esto de ninguna manera asegura el acceso a los hospitales, puesto que la ubicación y las posibilidades de transporte se vuelven tan importantes como el hecho de estar o no cubierto. Vale la pena resaltar que todos los entrevistados tienen el mismo tipo de seguro (popular). De acuerdo con las particularidades de cada historia, hay elementos compartidos no sólo por el resto de las familias en Doctor Arroyo, sino también por otras en distintos contextos. Lo anterior ha sido señalado al vincular estos casos ilustrativos de una realidad local, a otros documentados en la literatura. Ello arroja luz sobre aspectos importantes de la relación entre migración y desarrollo desde la experiencia subjetiva y en su dimensión de capacidades, lo cual puede sugerir algunas avenidas de análisis a futuro. Asimismo, es posible llevar a cabo una reflexión crítica del modelo neoliberal predominante. La siguiente sección ofrece reflexiones en términos de cómo los resultados muestran una realidad y un sentido común que pueden servir de punto de partida.
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A manera de conclusión: ¿qué nos dice la política social Sobre la migración y viceversa?
Las similitudes en la lógica y los impactos de las transferencias tanto de remesas como de Oportunidades, discutidas en la primera sección, pueden entenderse dentro del marco de la agencia en contextos estructuralmente restringidos. Tal como se muestra en las historias de familia, existe una preocupación que guía las estrategias familiares y la construcción de una visión de futuro, donde la educación es un tema fundamental. Por su parte, la salud refleja una resolución de problemas donde la red nuclear se amplía para involucrar a distintos familiares según las circunstancias. Para entender el impacto que tienen las transferencias de dinero es necesario prestar atención de manera diacrónica e integral a los activos movilizados a lo largo del tiempo, no sólo económicos sino también sociales. Lo anterior expone la utilidad de la noción de estrategias de vida, al permitir el análisis de la relación que tienen las unidades familiares con el entorno institucional al cual acuden: fuentes de trabajo, escuelas y clínicas. De tal forma se puede entender la especificidad de los migrantes y sus redes en el marco de las problemáticas que comparten con sus vecinos en la comunidad de origen. Entonces, parece posible estudiar los impactos de la migración en el desarrollo, más allá de las remesas; e incluso sin enfocarse necesariamente en ellas. Se refuerza la idea de que los migrantes son objeto de exclusión y que sus derechos sociales tampoco están cubiertos en la comunidad de origen. La precariedad de las condiciones de vida mostradas en el material empírico se suma a la precariedad de las condiciones laborales ofrecidas para los trabajadores migrantes a nivel global. Esto corrobora la idea de que los flujos son producto de la desigualdad producida y reproducida por el modelo capitalista actual (Canales, 2013; Castles y Delgado Wise, 2007; Delgado Wise y Covarrubias, 2008). Parece imposible pensar en una agenda exclusivamente migratoria, a la vez que se refuerza la noción de retomar una visión amplia de reivindicación de derechos humanos y dignificación del trabajo en general. Las experiencias analizadas manifiestan la necesidad de una mejora en la política social en México. En cuanto al funcionamiento mismo del progra2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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ma Oportunidades, los fragmentos donde Ana y Jesús indican su extrañeza ante la lógica de la asignación de recursos, hacen eco no sólo a nivel local, sino a nivel nacional (Vizcarra y Guadarrama, 2008). Más allá de las debilidades propias del programa, es evidente que las transferencias se encuentran lejos de resolver las inquietudes percibidas por los beneficiados. Una explicación plausible, al considerar en términos de la literatura revisada, es que esas inquietudes reflejan problemas de fondo a los cuales se enfrentan las poblaciones marginadas, tanto en México como a nivel global. Es indispensable considerar que representan la experiencia a nivel microsocial, a la vez que reflejan realidades macrosociales, y que ambas son parte de un mismo proceso de estructuración de la realidad (Giddens, 1986; Bourdieu, 1977). Se fortalece la noción de que es un error ver al programa Oportunidades y a las remeses como la panacea del desarrollo, sin analizar las condiciones relacionadas a la generación de empleo, la calidad de los sistemas de educación y de salud. Una política migratoria enfocada a la atracción de remesas y su inversión, así como una política social focalizada, están limitadas severamente, sin un acompañamiento de inversión en materia social, con una participación sustancial de dinero público. Para que eso suceda, el desarrollo tiene que ser discutido de manera más integral y no sólo como un conjunto de libertades individuales. Finalmente, los paralelos encontrados entre las familias de Doctor Arroyo y otros temas generales en la literatura, entrañan que la dinámica del capitalismo moderno acerca, en términos de exclusión y carencias, a territorios antes distantes, por lo menos en el caso mexicano. Si bien el análisis específico de la ruralidad va más allá de los objetivos de este trabajo, da la impresión de que los procesos aquí señalados son similares a otros fuera de la región norte. El municipio muestra signos de lo que se ha discutido en el marco de la nueva ruralidad. Las actividades agropecuarias han pasado a segundo plano ante la penetración de actividades que generan trabajo precario y lo vinculan con procesos económicos a nivel nacional y global (por ejemplo la penetración de la maquila y los viveros de exportación) (De Grammont, 2001; Delgado Campos, 1999; Kay, 2009). Sin embargo, es esencial recordar que esos fenómenos tienen implicaciones muy concretas para quienes construyen el 166
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día con día frente a tales cambios. En ese sentido, este trabajo resalta la importancia de identificar elementos desde lo cotidiano y desde la experiencia subjetiva, los cuales pueden ayudar a dar cuenta de la complejidad de las distintas realidades de la migración y el desarrollo, al mismo tiempo que se vinculan con discursos más amplios, tanto en los ámbitos académicos como en las agendas de derechos humanos.
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COYUNTURA Y DEBATE / JUNCTURE AND DEBATE
Reflexiones sobre la cuestión migratoria México-Estados Unidos ante el triunfo electoral de Donald Trump Reflections about the migratory issue Mexico-United States in light of Donald Trump electoral triumph RAÚL DELGADO WISE* R esumen: Este trabajo aporta un marco analítico para explicar y desmitificar causas e implicaciones de la migración mexicana a Estados Unidos en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan). Se argumenta que la escalada migratoria iniciada en 1982 y que relativamente en corto tiempo convirtió a México en el principal país de emigrantes del mundo guarda una estrecha relación con la estrategia de reestructuración de las grandes corporaciones multinacionales bajo la égida neoliberal. Las dos promesas de campaña de Donald Trump en relación con la inmigración mexicana y el tlcan son analizadas desde este mirador, a través del cual se desvelan las contradicciones y los desafíos que ambas promesas plantean para la economía mexicana y la de Estados Unidos. Ello a su vez resalta la decadencia y la crisis por la que atraviesa el imperialismo estadounidense. Palabras clave: migración, tlcan, imperialismo, relaciones México-Estados Unidos, Donald Trump. A bstract: This paper provides an analytical framework to explain and demystify the causes and implications of Mexican migration to the United States under the North American Free Trade Agreement (nafta). It is argued that the migratory escalation that began in 1982 and which in a relatively short period made Mexico the leading emigrant country in the world is closely associated to the restructuring strategy followed by the large multinational corporations under the aegis of neoliberalism. Donald Trump’s two campaign promises in relation to Mexican immigration and nafta are analyzed from this vantage point, which reveals the contradictions and challenges that both promises pose for both the Mexican economy and the United States. This in turn highlights the decline and crisis faced by us imperialism. K ey words: migration, nafta, imperialism, Mexico-us relations, Donald Trump.
* Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. Profesor investigador del programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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REFLEXIONES SOBRE LA CUESTIÓN MIGRATORIA MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
Introducción
L
a llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos es producto y resultado de la profunda crisis política y económica por la que atraviesa el capitalismo contemporáneo y en particular el imperialismo estadounidense. Más allá de la incertidumbre que el triunfo electoral de Trump plantea concernientes al escenario económico y geopolítico internacional, resulta esencial reflexionar, aunque sea brevemente, acerca del significado para Estados Unidos y México de dos de sus principales promesas de campaña: a) la deportación masiva de inmigrantes mexicanos indocumentados, acompañada de la construcción de un muro fronterizo entre ambos países, el cual además, s― egún ha afirmado de modo reiterado,― será pagado por México (Trump, 2016a); y b) la cancelación o drástica renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan) (Trump, 2016b). El propósito de este trabajo es ofrecer una explicación desmitificadora del significado e importancia estratégica que la migración, y en concreto la migración mexicana, tienen para la economía y sociedad estadounidense. Asimismo, se discierne la manera en que la trama migratoria y el tlcan se inscriben en un proceso de integración asimétrica y subordinada de la economía mexicana con la estadounidense. Desde esa operación desmitificadora se plantean las potenciales consecuencias que las dos promesas de campaña del magnate neoyorkino tendrían y los desafíos que, en términos generales, suponen para la clase trabajadora y sus organizaciones.
La migración en el contexto del imperialismo estadounidense
Bajo la égida de la globalización neoliberal comandada por Estados Unidos la migración figura como un elemento consustancial a la crisis civilizatoria en curso por la que transita la humanidad entera. Si bien la migración opera como un elemento contrarrestante de la caída tendencial de la tasa de ganancia (al abaratar los costos de la fuerza de trabajo), se inserta también en la 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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trama impulsada por el capital monopolista estadounidense en mancuerna con el Estado imperial para afianzar su poder económico, político, social, cultural y militar. A fin de comprender este fenómeno resulta fundamental tener presente la profunda reestructuración emprendida por el capital monopolista dentro del andamiaje neoliberal: a) el predominio del capital monopolista financiero, que por medio del control, la emisión y la circulación de capital ficticio y al operar en condiciones de financiarización logra apropiarse de una enorme y desproporcionada porción de la riqueza social bajo la hegemonía del dólar (Bello, 2006); b) la reestructuración de los sistemas de innovación a través de la cual las grandes corporaciones con epicentro en Silicon Valley logran poner a su servicio fuerza de trabajo altamente calificada proveniente de la periferia, reduciendo costos laborales, transfiriendo riesgos y responsabilidades y capitalizando los beneficios mediante la apropiación y la concentración de patentes (Delgado, Chávez y Rodríguez, 2016); y c) la configuración de redes globales de capital monopolista con las que las grandes corporaciones multinacionales expanden sus tentáculos hacia zonas periféricas en busca de fuerza de trabajo barata y recursos naturales, mientras aprovechan los diferenciales salariales imperantes en el horizonte Norte-Sur, con operaciones de subcontratación (outsourcing) y comercio intrafirma (maquilización) (Delgado y Martin, 2015). La migración, y en específico la migración mexicana, hacia los Estados Unidos se inscribe en dicha trama, cuyo detonante ha sido la aplicación, a rajatabla, de los programas de ajuste estructural (fincados en la tríada: apertura, privatización y desregulación) con un impacto devastador en nuestras economías. Por un lado, tales programas se proponen desmantelar el aparato productivo «nacional» y generar una desbordante masa de población redundante o desempleada (en el caso mexicano 60 por ciento de la pea ha sido arrojada a las filas de la informalidad). Por el otro, han hecho factible la maquilización de la economía (80 por ciento de las exportaciones del país provienen de las plantas de ensamble bajo el disfraz de exportaciones manufactureras) y, en contraparte, han provocado una desbordante migración laboral que, en esencia, adquiere el estatuto de migración forzada. De esa manera, como se aprecia con claridad en el siguiente gráfico, a raíz de la implantación 178
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de las políticas neoliberales en el país y la suscripción del tlcan, la migración mexicana hacia Estados Unidos se ha incrementado de forma exponencial hasta convertir al país en el principal exportador de migrantes del mundo. GRÁFICA 1
Desbordamiento de la migración mexicana a Estados Unidos Millones
12.4 (2010 CPS-Ajustada)
12.2 CPS:2015
11
.8
12
9.
5
10
6.
7
8
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2 2.
76
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77
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22 .4 86
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.1
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24
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13
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Fuente: compilación de Censos decenales, 1850 -1990; Pew Hispanic Center, 1994 -2010 (Passel & Cohn, 2011); simde-uaz, de 2011 a 2015 con base en la Current Population Survey (cps), suplemento de marzo.
El panorama descrito quedaría incompleto si no se considera que a los 12 millones de mexicanos que radican en Estados Unidos hay que sumar una comunidad de origen mexicano de poco más de 30 millones. No puede ni debe omitirse tampoco, en tanto reflejo de las condiciones en las que se despliega la migración mexicana, que el país cuenta también con el mayor número de migrantes indocumentados del planeta y que se ha convertido en el principal corredor de migración de tránsito del mundo, con todos los costos que ello implica en materia de inseguridad humana, desapariciones forzosas y muerte. A lo anterior habría que agregar los profundos cambios cualitativos experimentados por la migración mexicana. Entre otros, de un patrón circular se ha transitado a uno de carácter más permanente; la participación femeni2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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na e indígena han crecido significativamente; el espectro de actividades laborales en el que se insertan los mexicanos se ha diversificado hacia el sector industrial y una variada constelación de servicios, no obstante que la agricultura estadounidense continúa «mexicanizada» y crecientemente «indigenizada»; el fenómeno se ha extendido a casi toda la geografía de los dos países, a lo que se suma la progresiva selectividad que acusa el fenómeno: los niveles de calificación laboral de los emigrantes mexicanos se elevaron ostensiblemente y con ello su participación en las esferas de ciencia, tecnología e innovación de Estados Unidos. Cabe subrayar que a raíz de la crisis en Estados Unidos, desencadenada en 2007, se ha producido una desaceleración de la migración mexicana, acompañada de deportaciones masivas a lo largo de la administración del presidente Barack Obama, las cuales ascienden a poco más de 2 millones, junto con un endurecimiento sin precedentes de las políticas migratorias y de control y militarización fronterizos. Con seguridad, esta situación adquirirá matices aún más dramáticos en la administración del presidente Donald Trump. A los datos referidos habría que añadir algunos indicadores, ―por lo general invisibilizados y distorsionados,― que revelan la importancia estratégica que la migración mexicana ha tenido y aún tiene para la economía y la sociedad estadounidenses debido al envejecimiento de la población nativa y el aumento de la demanda laboral en ese país. Independientemente del traslado de partes del proceso productivo de las grandes corporaciones hacia el extranjero, referido y criticado innumerables veces por Trump, lo cierto es que una parte significativa de la demanda laboral en Estados Unidos ha debido ser cubierta por población inmigrante: 45.2 por ciento entre 2000 y 2015, de acuerdo con cifras oficiales de ese país, como se aprecia en la gráfica 2. Es pertinente acotar que la fabulosa demanda de fuerza de trabajo inmigrante por la economía estadounidense no se corresponde ni por asomo con el número de visas efectivamente otorgadas por su gobierno, lo que revela que la criminalización de vastos sectores de la población inmigrante, tildados de «ilegales», son el fruto de una política de Estado encubierta que no sólo Trump y sus seguidores, sino la mayoría de analistas y ciudadanos estadounidenses, pasa por alto. 180
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GRAFICA 2
Crecimiento de la demanda laboral en Estados Unidos 2000-2015 Mexicoamericanos 18.6% Latinos nativos 5.7% Inmigrantes []
Nativos otras razas 16.3%
Negros no LA 2.8%
Otros migrantes 18.1%
Blancos no LA 11.4%
Inmigrante latinoamericano 12.3% Inmigrantes Mexicanos 14.8%
Fuente: simde-uaz, de 2000 y 2015 con base en cps-asec, suplemento de marzo.
El aporte de los inmigrantes al desarrollo de la economía más grande del mundo constituye otro dato ignorado y obnubilado por gran parte de los analistas del fenómeno migratorio. Con base en la estimación del valor del pib generado por la fuerza de trabajo según su grupo étnico y origen migratorio, es posible calcular, con un alto grado de precisión, el inapreciable aporte que los inmigrantes, primordialmente de origen mexicano, han hecho al crecimiento de la economía estadounidense. En efecto: de 2000 a 2015, 40.8 por ciento del crecimiento de su pib obedeció a la contribución de los migrantes. Si a ello se agrega a los mexicanos de segunda y tercera generación, el aporte total ascendería a 57.8 por ciento (véase gráfica 3). Salvo por la ignorancia del magnate estadounidense y de la mayoría de sus seguidores, resulta incomprensible la embestida que pretende llevar a cabo en contra de quienes han sido en las últimas décadas uno de los motores fundamentales de la economía estadounidense.
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GRÁFICA 3
Aporte de los inmigrantes al crecimiento del pib de Estados Unidos Latinoamericanos de 2 y 3 generación 3.9%
Mexicanos de 2 y 3 generación 17.0%
Otros nativos 14.4%
Nativos negros 8.2%
Otros países 16.4%
Inmigrantes 40.8%
Sudamérica 6.1%
Centroamérica 4.0%
México 14.3% Nativos blancos 15.7%
Fuente: simde-uaz, 2000 y 2015 con base en U.S. Bureau of Economic Analysis, Gross Domestic Product by Industry Accounts, y U.S. Census Bureau, cps-asec, suplemento de marzo.
Más aún, al analizar la problemática inmigratoria por lo general se deja de lado un hecho central: Estados Unidos concentra, según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, 30 por ciento de las patentes registradas en el mundo. De allí estriba su fortaleza en los acuerdos de «libre comercio» que ha suscrito con la mayoría de los países del mundo y que le han abierto la puerta a sus grandes corporaciones multinacionales. Lo importante a destacar es que más de la mitad de las patentes son generadas por inmigrantes; de éstos, los provenientes de países del sur o periféricos cumplen un papel cada vez significativo. De hecho, los primeros cinco países de inmigración calificada a Estados Unidos son India, México, Filipinas, China y Corea del Sur (en ese orden). En adición, resulta más impresionante todavía el crecimiento de los posgraduados mexicanos en el vecino país del norte, los cuales ascendieron en los últimos 25 años del noveno al tercer lugar (gráfica 4).
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GRÁFICA 4
Incremento de la población con posgrado nacida en México y que reside en Estados Unidos 1990 noveno lugar 2010 sexto lugar 2013 quinto lugar 2015 tercer lugar
Miles
249
TASA DE CRECIMIENTO ANUAL
112
128
1990-2000 2000-2015
145
Maestría 10.3 5.4*
Doctorado 7.2 5.9*
78 43
1990
1995
2000
2005
2010
2015
*Cabe advertir que la caída en el crecimiento durante el último periodo obedece a la crisis de 2007-2008 en Estados Unidos. Entre 2010 y 2015 las tasas de crecimiento de los maestros y doctorados fueron de 11.6 y 10.8, respectivamente.
Fuente: simde-uaz, de 1990 y 2000 con base en U.S. Bureau of Census y American Community Survey (acs), 2010; (*) cps, suplemento de marzo 2015.
Finalmente, es pertinente cuestionar la visión dominante sobre la relación entre migración y desarrollo que prevalece en los principales foros multilaterales y agencias internacionales encabezadas por el Banco Mundial, esto es, el famoso mantra de las remesas (Castles y Delgado, 2008). Al respecto, cabe subrayar que los recursos que los migrantes envían a sus familias, lejos de representar un subsidio Norte-Sur y un poderoso impulso para el desarrollo del país de origen, entrañan exactamente lo opuesto: una modalidad de intercambio desigual que implica un subsidio Sur-Norte. En efecto, al efectuar una estimación conservadora del costo de la migración para México y se considera el costo de reproducción social del migrante con la edad y el nivel educativo al momento de su arribo por vez primera a Estados Unidos (tomando en cuenta sólo la canasta de alimentación básica y el costo de la educación pública), es posible aseverar que el costo para México a lo largo del periodo del tlcan duplica al menos el total acumulado de remesas recibidas en el mismo lapso (Delgado, Márquez y Gaspar, 2015). Además, si esos migrantes hubieran nacido y sido educados en Estados Unidos su costo hubiese sido cinco veces superior. Ello demuestra de modo fehaciente que la migración, en las condiciones actuales, a contra sensu de lo que esgrime Trump, representa 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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una modalidad de intercambio desigual que no rinde únicamente cuantiosos beneficios a la economía y la sociedad estadounidenses, sino que resulta indispensable para su crecimiento y dominación planetaria.
Los desafíos para Estados Unidos y México que plantean las promesas de campaña de Donald Trump
Por lo expuesto en el punto anterior, la victoria de Trump, de seguir fiel a sus promesas de campaña, implicaría un duro golpe al imperialismo estadounidense. Su demagogia, ignorancia, racismo, xenofobia, misoneísmo e inexperiencia política, en su afán de encontrar culpables de la crisis por la que atraviesa Estados Unidos, amenaza no solamente con la deportación a millones de migrantes mexicanos que cargan con el estigma de la «ilegalidad», sino que conlleva una intimidación hacia el poder corporativo y financiero de la primera potencia del orbe. De cumplir Trump sus promesas de campaña erosionaría las bases sobre las que se finca el poder monopólico e imperialista del coloso del norte y arrastraría con ello lo que aún queda de la alicaída y desdibujada american way of life. Es evidente en ese sentido que, en el fondo, Trump carece de un proyecto económico y geopolítico para superar la crisis global del capitalismo estadounidense y occidental. Asimismo, el triunfo electoral de Trump da cuenta de un cuestionamiento profundo a la clase política estadounidense. En la contienda electoral, los dos partidos dominantes, demócratas y republicanos, evidenciaron la profunda crisis en la que se hallan, ante el hartazgo y la desconfianza de la población con el establishment político. Más allá de la ignorancia de Trump y de los segmentos de la población que respaldaron su candidatura, lo cierto es que uno de los saldos notables de la elección fue haber desmitificado la fortaleza y la transparencia de la supuestamente paradigmática e infalible democracia estadounidense. La elección de Trump afecta y deja huérfana a la clase política mexicana, profundamente subordinada frente a los intereses del país vecino del norte y que hoy enfrenta una crisis interna de graves dimensiones. El tlcan ha sido un verdadero desastre para el país: en vez de reducir brechas con Estados 184
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Unidos y Canadá, nos ha distanciado todavía más en casi todos los indicadores sociales y económicos; y, en cambio, nos ha acercado a Guatemala, nos ha «guatemalizado». La situación del pueblo mexicano no podía ser peor en términos de precarización laboral, explotación, pobreza, exclusión y discriminación social, despojo y violencias sistémicas. Bajo tal perspectiva, el modelo neoliberal que se implanta en México, en particular en el contexto del tlcan, representa una negación categórica del precepto neoclásico-neoliberal que afirma que una apertura indiscriminada entre naciones en el «libre comercio» generará importantes beneficios mutuos, independientemente de sus disímiles fuerzas relativas, historias, aparatos productivos y niveles de desarrollo. En el caso mexicano se instaura lo que en otros lugares se ha caracterizado como un modelo exportador de fuerza de trabajo barata y de saqueo de recursos naturales. Dicho modelo, profundamente excluyente y expoliador, se distingue por la articulación y combinación de cuatro mecanismos, a saber: la industria maquiladora, el sector de la maquila encubierta, la emigración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos y un extractivismo altamente predatorio. Lejos de encarnar un caso exitoso de industrialización orientada al exterior, el modelo configura una forma regresiva, básica de «subprimarización» y primarización de las exportaciones (Delgado y Cypher, 2007; Cypher y Delgado, 2010). La población migrante, forzada a salir de manera masiva del país, se enfrenta a una situación de doble migración forzada ante la amenaza de Donald Trump de llevar a cabo deportaciones multitudinarias desde el primer día de su mandato. No cabe duda que este panorama resulta extremadamente crítico y a la vez desafiante. Por un lado, se vislumbra una profundización de la crisis sistémica por la que atraviesan México y Estados Unidos, que hace resonar como nunca antes un verso del himno nacional mexicano: «Y retiemble en su centro la tierra…». Por otro lado, la elección de Trump destapó la caja de pandora y colocó con firmeza en el tablero político la urgente necesidad de emprender procesos de transformación de gran calado en Estados Unidos, e incluso con mayor urgencia en México. No se puede negar la realidad y la ruta trazada hasta ahora por la desprestigiada y caduca clase política mexicana es insostenible. 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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El panorama para la clase trabajadora y su organización: ¿Quo Vadis?
La incertidumbre provocada por la llegada de Trump a la Casa Blanca pone en tela de juicio al imperialismo estadounidense y acentúa, aún más, la crisis del sistema capitalista (Amin, 2013). En ese contexto, la embestida neoliberal sobre la clase trabajadora ha sido brutal. Los migrantes constituyen, sin lugar a dudas, uno de sus segmentos más vulnerables. El desafío para ellos, y en específico para los que son agobiados con el estigma de «ilegales», es encontrar formas activas de resistencia y rebeldía que los vinculen con la lucha anticapitalista que se despliega desde abajo a lo largo y ancho del planeta. No se trata de una ruta fácil ni se halla a la vuelta de la esquina. Los movimientos indígenas y campesinos en América Latina han abierto nuevas y creativas avenidas para avanzar en esa dirección (Zibechi, 2016). Y aunque coincido con varios colegas en que el sistema capitalista vive una crisis terminal (Wallerstein, 1999) y que la llegada de Trump al poder no es más que un síntoma de la profundidad de dicha crisis, lo cierto es que el sistema no se derrumbará por sí solo. La hidra capitalista (utilizando la extraordinaria metáfora zapatista) tiende a regenerar sus cabezas y seguirá sembrando caminos de destrucción y muerte mientras no seamos capaces de unificar y organizar a la clase trabajadora: obreros, campesinos, indígenas, migrantes y en general a los miles de millones de damnificados por el sistema capitalista en torno a un proyecto o a una multiplicidad de proyectos (un mundo en el que quepan muchos mundos) capaces de trascender el orden o desorden imperialista y capitalista imperante. Bibliografía A min, Samir (2013), Implosion of Capitalism, London, Pluto Press. Bello, Walden (2006), «The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the Threat from Globalisation», Third Word Quarterly 8(27 ), pp. 1345 -1368.
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Castles, Stephen y Raúl Delgado Wise (2008), Migration and Development: Perspectives from the South, Ginebra, oim. Cypher, James y Raúl Delgado Wise (2010), México's economic dilemma: The developmental failure of neoliberalism, Rowman & Littlefield Publishers. Delgado Wise, Raúl, Mónica Chávez y Héctor Rodríguez (2016), «La innovación y la migración calificada en la encrucijada: reflexiones a partir de la experiencia mexicana», Revista Interdisciplinar da Mobilidade Humana, 3(47), pp. 153 -174. Delgado Wise, Raúl y David Martin (2015), «The political economy of global labour arbitrage» in Kees van der Pijl (editor), The International Political Economy of Production, Cheltenham, Edward Elgar, pp. 59 -75. Delgado Wise , Raúl, Humberto Márquez y Selene Gaspar (2015), «Ten Myths about Migration and Development: Revelations involving the México-United States Experience», en Diego Acosta and Anja Wiesbrock (eds.), Global Migration: Myths and Realities, New York, Praeger, pp. 103 -138. Delgado Wise, Raúl and James Cypher (2007), «The Strategic Role of Mexican Labor under nafta: Critical Perspectives on Current Economic Integration», Annals of the American Academy of Political and Social Sciencie, 610(1), pp. 119 -142. Trump, Donald (2016a), «Immigration reform that will make America great again», consultado en https://assets.donaldjtrump.com/Immigration-Reform-Trump. pdf. (2016b), «Donald Trump’s Contract with the American Voter» conultado en https://assets.donaldjtrump.com/_landings/contract/o -tru- 102316 -Contractv02.pdf. Zibechi, Raúl (2016), Latiendo resistencia: Mundos nuevos y guerras de despojo, Málaga,
Zambra/Baladre. Wallerstein, Immanuel (1999), The end of the world as we know it: social science for the twenty-first century, Minneapolis and London, University of Minnesota Press.
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LA VOZ DE LOS ACTORES / ACTOR'S VOICE
Declaración de la Asamblea de Movimientos Sociales vii Foro Social Mundial de las Migraciones São Paulo 2016 Declaration of the Assembly of Social Movements VII World Social Forum of Migrations São Paulo 2016
En el vii Foro Social Mundial de las Migraciones, los participantes, 3 mil 600 militantes y activistas provenientes de 57 países de todos los continentes, reunidos en la Universidad Zumbi dos Palmares en São Paulo, Brasil, del 7 al 10 de julio de 2016, al término de este importante encuentro manifestamos lo siguiente: 1. Bajo el lema «Los migrantes construyen alternativas frente al desorden y la crisis global del capital», remarcamos que la causa estructural del carácter forzado que ha asumido la migración, el desplazamiento y el refugio de millones de seres humanos en esta era, es la naturaleza brutal que ha asumido el capitalismo contemporáneo. 2 . La humanidad atraviesa momentos dramáticos. El imperialismo estadounidense y sus aliados en el capitalismo central y periférico han resuelto enfrentar las tendencias de cambio que amenazan su hegemonía en el mundo con una escalada de agresiones a nivel planetario; con el despliegue de una verdadera envestida contra la humanidad y la madre naturaleza que nos alberga. 3. Esta ofensiva es orquestada por el Estado imperial y el poder corporativo al que sirve: un puñado de empresas multinacionales concentra alrededor de 50 por ciento de la riqueza mundial, 93 por ciento de las patentes globales y transacciones financieras que triplican el producto mundial. Lo anterior lleva a la recolonización imperialista del capitalismo periférico, en un proceso de acumulación por despojo, con sobreexplotación del trabajo y
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depredación de la naturaleza. Ello conduce al planeta a una crisis civilizatoria, que amenaza la sobrevivencia del género humano. 4 . Los pueblos del Sur Global, Asia, África, América Latina y el Caribe están siendo cercados nuevamente por la violencia y la guerra, la desestabilización económica y política, el saqueo de nuestros bienes comunes —tangibles e intangibles— por el extractivismo, el sometimiento de la soberanía de los pueblos a nuevos tratados con pretensión geopolítica, la criminalización de la protesta social, así como innumerables muertes de migrantes en el mediterráneo y fronteras del mundo; en suma, un cerco a los procesos que pueden dar lugar a un cambio sistémico y multidimensional. 5. Esta ofensiva imperialista del siglo xxi representa una doble agresión en contra de los trabajadores, incluyendo a migrantes, desplazados, refugiados, a escala nacional e internacional. Sólo 30 por ciento de los trabajadores del mundo tienen acceso a un trabajo formal, pero cada vez más amenazado por la precariedad. Asimismo, los migrantes y desplazados internos, que en la actualidad ascienden a mil millones de personas y representan alrededor de 30 por ciento de la fuerza laboral del planeta, siguen siendo el segmento más vulnerable; los que se ven hoy enfrentados a las barreras y los muros más duros que nos haya tocado jamás enfrentar. 6. Las resistencias de los pueblos al capitalismo neoliberal abrieron paso en las últimas dos décadas a procesos de cambio y a un nuevo ciclo de movilizaciones, particularmente en América Latina. En ese marco, se lograron imponer avances en la democracia y se concretaron prácticas y debates en la construcción de un nuevo paradigma civilizatorio. 7. Por otra parte, en los últimos años la nueva contraofensiva imperialista, en alianza con las oligarquías locales y el poder que conservan en los medios de comunicación, en los parlamentos y el poder judicial, busca poner freno a dichos procesos y a los logros alcanzados en las democracias y la integración regional que se habían desarrollado, con el objetivo de desestabilizar a los gobiernos progresistas que surgieron como fruto de los procesos de cambio abiertos por la movilización popular. 8. En particular, con la realización del vii Foro Social Mundial de las Migraciones, en la ciudad de São Paulo en Brasil, queremos expresar nuestro 190
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más enérgico rechazo al golpe de Estado con que la ultraderecha y las fuerzas conservadoras intentan desplazar al gobierno democráticamente electo en este país, para intentar revertir los avances en las políticas públicas con enfoque de derechos humanos y en el proceso de integración regional. 9. Tal vez podrán desestabilizar temporalmente a esos gobiernos, pero no lograrán detener las resistencias y rebeldías de nuestros pueblos, quienes persistirán en la construcción, como sujetos históricos de transformación, de un mundo en el que quepan muchos mundos. 10. Es en tal contexto que hemos debatido a través de seis ejes temáticos, en siete plenarias y más de 165 talleres y conversatorios realizados como actividades autogestionadas. En todas ellas ha destacado la voz de las mujeres y de los jóvenes como protagonistas centrales de esta edición. Los seis ejes temáticos en torno a los que se organizó el intercambio y debate de experiencias fueron: Eje 1: La crisis sistémica del capitalismo y sus consecuencias para la migración. Los migrantes y refugiados reunidos en el Foro denunciamos que continúan la xenofobia, la homofobia, el racismo y el sexismo, muchas veces provocados por distintas formas de violencia y opresión imperantes en las sociedades de destino, así como por la precariedad en la que ocurre regularmente la movilidad humana. Asimismo, el mito extendido que asocia a la migración con la delincuencia, alimentado por la manipulación de los medios de comunicación hegemónicos y reforzado por leyes de securitización de los gobiernos neoliberales, permite justificar la necesidad de intensificar la militarización de las fronteras. Reiteramos la importancia de reconocer a los migrantes como sujetos de derechos y de políticas públicas inclusivas, entre otros, para niños y adolescentes, combatir la precarización de los derechos laborales de los migrantes y buscar una mejoría de sus condiciones socioeconómicas. Es fundamental también fortalecer la formación política de los migrantes y garantizar su derecho al voto y a ser elegidos, para su inclusión plena como ciudadanos en los países de residencia. Eje 2: Resistencias y alternativas desde los sujetos migrantes. Apoyamos la reivindicación del derecho del pueblo palestino a retornar a su territorio, sus lares y 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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propiedades, consagrado en la resolución 194 de la Organización de las Naciones Unidas; la supresión de las actuales políticas públicas locales, estatales y federales que criminalizan a migrantes y refugiados; y la necesidad de modificación del marco jurídico actual. Al mismo tiempo rechazamos la estigmatización y criminalización de los flujos migratorios, al igual que la denegación de sus derechos humanos. Insistimos en la necesidad de promover la integración de las diferencias culturales desde la sensibilización, la modificación del marco legal actual de migrantes y refugiados y la elaboración de una declaración pública contra las políticas de Estado de Israel y en apoyo a la reivindicación de los derechos palestinos mediante boicot económico, desinversión y sanciones (bds) y otras formas de resistencia. Hacemos un llamado a la solidaridad con el pueblo palestino, a la unión internacional de las luchas y las reivindicaciones de migrantes y refugiados, y a consagrar el derecho a la libre circulación. Eje 3: Migración, género y cuerpo. El combate contra el silenciamiento de la situación que afecta a las mujeres migrantes y la ausencia de políticas públicas que garanticen sus derechos marcaron los debates. Si la población migrante ya tiene sus derechos reducidos, las mujeres migrantes son todavía más invisibilizadas, dada la naturalización de las opresiones sistémicas a las cuales se hallan expuestas. Exigimos, por tanto, el fin a la colonización de nuestros cuerpos, que se expresa por medio de múltiples opresiones, como la desvalorización del trabajo femenino, los feminicidios, la violencia doméstica, obstétrica y psicológica, tráfico de migrantes, trata con fines de explotación sexual y laboral, la imposición de la heteronormatividad, entre otras, que configuran una industria de explotación de las migraciones. Es fundamental el reconocimiento del protagonismo y el empoderamiento de las mujeres, la formulación de políticas públicas que reconozcan la especificidad de las relaciones de género asociadas a los flujos migratorios contemporáneos, desde una perspectiva de género amplia que incluya también a la población lgbtti, considerando los Principios de Yogyakarta. Se establece este eje de forma permanente en todos los Foros subsecuentes. Del mismo modo, en cada uno se garantizará un mínimo de 50 por ciento de participación de las mujeres (in)migrantes y refugiadas, respetando la diversidad de etnia, nacionalidad, di192
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sidencia sexual y de género; a fin de garantizar la visibilidad y la implementación de espacios de protagonismos para ellas, tanto en Comité de Organización, Comité Internacional, Comité Local y Conferencias como en todos los cuerpos deliberativos para contribuir en las decisiones y en la construcción del Foro. Eje 4: Migración, los derechos de la madre naturaleza, el cambio climático y las disputas Norte-Sur. El capitalismo extractivista, como sistema de producción y de consumo, impacta en forma directa al medio ambiente e intensifica los efectos del cambio climático, condenándonos a un futuro en el que cada vez más personas tendrán que migrar para garantizar su sobrevivencia fuera de sus lugares de origen, principalmente las poblaciones más vulnerables y pobres alrededor del mundo. Aunque invisibilizados, hoy ya existen 50 millones de desplazados ambientales producto del calentamiento global y se estima que la cifra podría alcanzar las 250 millones de personas en las próximas décadas. Proponemos, frente a la crisis ambiental y migratoria sin precedentes, una transformación radical del sistema de producción y de los modelos extractivos, y el fin del agronegocio. Adicionalmente, exigimos proteger los conocimientos tradicionales de las comunidades campesinas e indígenas y detener la apropiación de los recursos existentes en los territorios ancestrales de los pueblos originarios, sin su consentimiento previo, libre e informado, como obliga el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Exigimos que se reconozca la condición de desplazado ambiental forzado y se garantice un instrumento internacional específico para la protección de sus derechos humanos; que se establezcan políticas públicas que consideren una agenda y un planeamiento estratégico vinculado a los cambios climáticos, con la participación activa de migrantes, afrodescendientes, indígenas y campesinos en su formulación. Eje 5: Derechos humanos, trabajo digno, educación, vivienda, participación política y movimientos sociales. Los debates durante el Foro abordaron este eje de una manera multidimensional; se privilegió la crítica a todas las formas de violencia, discriminación y exclusión que impiden a la población migrante el pleno disfrute de sus derechos humanos, el acceso a condiciones de trabajo dignas y a derechos humanos básicos como salud, educación, vivienda, seguridad social, acceso a la justicia; al igual que la consagración de sus derechos para la participación 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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política, expresada en su derecho al voto y a ser elegido, así como el derecho a la libre circulación con igualdad de condiciones, como uno de los derechos fundamentales de los migrantes. Exigimos que se garantice el acceso a la educación y al conocimiento universal, y el reconocimiento de la equivalencia de títulos, diplomas y certificaciones, desde la enseñanza básica a la superior. Además exigimos que la educación adopte modelos no hegemónicos, descolonizados y multiculturales como herramientas de combate a la xenofobia y al trabajo no digno. Exigimos también campañas de combate al trabajo esclavo y tráfico de personas para la implementación del derecho al trabajo digno y sin discriminación de migrantes y refugiados, fortaleciendo su promoción por las más diversas vías. Complementariamente, exigimos que los Estados ratifiquen el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, en reconocimiento a la labor que desempeñan las trabajadoras de casas particulares migrantes. Alentamos el fortalecimiento de las redes de organización de migrantes, de centros de investigación y de cultura, la creación de espacios interculturales, la oficialización de unidades multiculturales de salud, entre otras medidas tendientes a cerrar la brecha entre los migrantes y la población local. Eje 6: Derecho a la ciudad, inclusión social y ciudadanía de los migrantes. Exigimos el pleno e irrestricto acceso de migrantes y refugiados a la educación, la cultura, la comunicación, la documentación, la expresión, la salud, el transporte y la movilidad, la vivienda y el acceso a la justicia y la seguridad. Asimismo, el desarrollo de políticas interculturales en distintos sectores: salud, educación, esparcimiento, vivienda, la seguridad y la cultura, así como de respeto a la diversidad religiosa de las poblaciones migrantes. 11. Las propuestas emanadas de este Foro servirán para nutrir y enrique-
cer nuestra lucha anticapitalista, antimperialista, anticolonial y antipatriarcal, que tienen en los migrantes, en los trabajadores, en los pueblos indígenas, en los afrodescendientes, en los pobres de la ciudad y el campo, en las mujeres y los movimientos por la diversidad sexual, en otros grupos discriminados, explotados y oprimidos, a los forjadores de otro mundo posible y necesario para la preservación de la humanidad y de la madre Tierra. 194
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12 . Otro mundo está naciendo de la mano de nuestras iniciativas y construcciones sociales, económicas, políticas y culturales, que son semilla de esperanza y vitalidad, basadas en la solidaridad, la celebración de la fraternidad, la complementariedad y la diversidad como riqueza de nuestros pueblos, en armonía con la naturaleza. Desde São Paulo, ciudad declarada en este Foro capital mundial de los migrantes, hacemos un llamado a la construcción de una alianza entre movimientos sociales y autoridades locales que hagan posible avanzar hacia una ciudadanía universal y formas alternativas para abordar las migraciones internacionales. En unidad con todos los pueblos explotados y oprimidos del mundo, caminando juntos hacia la erradicación definitiva del capitalismo y la promoción de una cultura de vida plena. Apoyamos plenamente la decisión del Comité Internacional de celebrar el viii Foro Social Mundial de las Migraciones en la Ciudad de México en 2018, bajo la coordinación de miredes Internacional y la Red Internacional de Migración y Desarrollo.
Foro Social Mundial de las Migraciones São Paulo (2016), «Declaración de la Asamblea de Movimientos Sociales. vii Foro Social de las Migraciones São Paulo 2016 », en http://mesadearticulacion.org/declaraciones/declaracion-de -la-asamblea-de-movimientos-sociales-vii-foro-social-social-mundial-de-lasmigraciones-sao-paulo-2016/
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Colaboradores
Maurizio Ambrosini es profesor de Sociología de las migraciones, Facultad de Ciencias Políticas del Departamento de Estudios sociales y políticos en la Universidad de Milán, Italia. Es director de la revista Mondi Migranti y el investigador principal del Centro de Estudios sobre Migración (Genoa). Sus intereses de investigación incluyen migración y mercado laboral, emprendedores étnicos, segunda generación de migrantes, migraciones transnacionales y mujeres migrantes y cuidados. Entre sus publicaciones más recientes se hallan Religiones, inmigración y secularización de los Estados: equilibrio y transformación (con Eva Garau), Rescatando primero a la gente. El gobierno de Renzi y la inmigración y Europa: ¿tierra de no migrantes? Ana María Aragonés es profesora titular en el Instituto de Investigaciones Económicas, en el área de Economía del Trabajo y Tecnología, y docente en el posgrado en Estudios México-Estados Unidos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la unam. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (nivel iii). Sus principales líneas de investigación se relacionan con el análisis teórico de los flujos migratorios, los estudios de los cambios en los mercados de trabajo en el marco de la globalización y sus efectos sobre los flujos migratorios, la importancia y las consecuencias de la inversión extranjera directa como factor estructural del dinamismo migratorio, así como los problemas demográficos en los países receptores de migrantes. Cuenta con gran cantidad de publicaciones en revistas y libros nacionales y extranjeros, además de una larga trayectoria como colaboradora del diario La Jornada. 197
COLABORADORES
Sophie Ávila estudió Biología en la Facultad de Ciencias de la unam, Manejo integral de zonas costeras tropicales en la Universidad de Newcastle Upon Tyne, Reino Unido, y Economía ambiental y manejo de ecosistemas. Es doctora por la Universidad de York, Reino Unido. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (nivel ii) y es profesora en el Instituto de Investigaciones Económicas de la unam. Entre sus líneas de investigación sobresalen economía y medio ambiente, economía ecológica, diversificación sustentable del sector rural, sistemas socioecológicos y resiliencia. Alejandro Canales es demógrafo y doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México. Desde 1998 es profesor investigador en la Universidad de Guadalajara. Ha sido consultor de organismos internacionales, como Celade, Cepal, unfpa, unesco y Segib. Sus libros más recientes son Debates contemporáneos en Migración Internacional, E Pur Si Muove. Elementos para una teoría de las migraciones en el capitalismo global, Vidas vulnerables. Migración, derechos humanos y políticas públicas en cinco zonas fronterizas de América Latina. Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y del Sistema Nacional de Investigadores (nivel iii) del Conacyt. Fue fundador y presidente de la Asociación Latinoamericana de Población, así como fundador y director de Revista Latinoamericana de Población. En la actualidad forma parte de los comités editoriales de diversas revistas académicas de México, Europa, América Latina y Estados Unidos. Correo-e: acanales60@gmail.com Raúl Delgado Wise es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. A lo largo de treinta y cinco años como investigador ha sido autor o editor de 25 libros y ha escrito más de 150 ensayos, entre capítulos de libros y artículos en revistas especializadas. Ha sido conferencista invitado en más de 30 países de los cinco continentes. Es presidente de la Red Internacional de Migración y Desarrollo (rimd), codirector de la Red de Estudios Críticos del Desarrollo, director de la revista Migración y Desarrollo y profesor investigador del programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, del que fue director de 2002 a 2012. Actualmente funge como 198
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COLABORADORES
coordinador general de la Cátedra unesco sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos. Mariana Gabarrot realizó su doctorado en Geografía humana en la Escuela de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford. Es profesora titular en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en la División de Humanidades y Ciencias Sociales y miembro del grupo de la Cátedra de investigación «Desarrollo social y globalización», así como del proyecto «us National Survey of the Social Climate of Immigration». Ha publicado varios artículos en revistas indexadas. Además, forma parte de la rimd. Des Gasper trabaja en el Instituto de Estudios Sociales en La Haya, Países Bajos. Estudió economía, desarrollo y análisis político en las universidades de Cambridge y East Anglia, y trabajó en África meridional durante los años 1980. Sus líneas de investigación se orientan a la teoría y ética del desarrollo; análisis de políticas públicas, que incluyen argumentación política, evaluación, «análisis del marco lógico»; metodologías de análisis político; y África meridional. Sofía Meza es licenciada en Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, máster en Cooperación Internacional y Desarrollo en América Latina por la Universidad Rey Juan Carlos y maestra en Relaciones Económicas Internacionales y Cooperación ue-alc por la Universidad de Guadalajara. Cursa el doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad de Guadalajara. Sus líneas de investigación comprenden procesos migratorios y cooperación internacional. Ha sido consultora para gobiernos estatales y municipales, empresas privadas y organismos no gubernamentales. Correo-e: desoff@hotmail. com Uberto Salgado estudió economía en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. Es profesor del Programa Único de Especializaciones en Economía de la Facultad de Economía de la unam. Se ha especializado en econometría. Asimismo, ha publicado en coautoría distintos artículos en revistas internacionales. Pertenece al proyecto de investigación «Nuevo patrón migratorio después de la crisis y la competencia global por los 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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COLABORADORES
talentos» en el Instituto de Investigaciones Económicas de la misma universidad. Giulia Sinatti es etnógrafa con experiencia en sociología, geografía humana y antropología. Su investigación más reciente se centra en las iniciativas populares de acogida de los migrantes como expresiones de una ciudadanía activa. Cabe resaltar que la migración y la movilidad siempre han estado en el centro de sus intereses de investigación. Ha colaborado como experta en asuntos de migración en varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas, dependencias intergubernamentales, ong y asociaciones de migrantes. Es miembro de imi (directorio de investigadores de las migraciones africanas), imiscoe (base de datos de expertos en migración) y el Centro de Estudios Africanos de la Universidad Leiden.
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Normas para la recepción de originales
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M igración y Desarrollo es una revista semestral de investigación científica arbitrada y publicada por la Red Internacional de Migración y Desarrollo. Los trabajos deberán ser inéditos y sus autores se comprometen a no someterlos simultáneamente a la consideración de otras publicaciones. Deberán ser resultado o avance de investigaciones originales de alto nivel, enmarcados en las Ciencias Sociales y enfocados en el problema de la migración internacional y el desarrollo. Pueden enviarse trabajos en español y en inglés; serán publicados en esos idiomas. Los autores conceden su permiso para que sus artículos sean difundidos por medios impresos y electrónicos por la Red Internacional de Migración y Desarrollo. Los autores deberán remitir los originales en formato compatible con los programas estándares de procesamiento de textos (Word) en plataforma Windows tamaño carta, a doble espacio y por una sola cara, con tamaño de letra de 12 puntos en fuente Times New Roman. Considerando que una cuartilla tiene 27 renglones y entre 60 y 64 caracteres con espacios e interlineado doble, los trabajos tendrán una extensión de entre 20 y 25 cuartillas; los textos destinados a las secciones «La voz de los actores», entre 12 y 15, y a «Coyuntura y debate», entre 15 y 20. Los trabajos deberán acompañarse de los siguientes datos, con una extensión no mayor de diez líneas: nombre completo del autor o los autores, nacionalidad, máximo nivel de estudios alcanzado, institución, centro de adscripción y línea de investigación, cargo que desempeña, número telefónico, dirección postal, dirección electrónica, dos o tres referencias 201
NORMAS PARA LA RECEPCIÓN DE ORIGINALES
bibliográficas de las publicaciones recientes o relevantes, información que considere relevante. 6. A nexo al artículo, deberá enviarse un resumen de 150 palabras (o diez renglones) en el idioma en que esté escrito y cinco palabras clave, que faciliten su inclusión en los índices y bases de datos bibliográficos. Migración y Desarrollo traducirá, en su caso, el resumen al inglés y utilizará esa síntesis para su difusión en el portal de Internet de la propia Red. 7. Los cuadros, mapas y gráficas deberán presentarse de forma clara y precisa; invariablemente deberán incluir la fuente o el origen de procedencia, y en el texto deberá indicarse su colocación exacta. Es importante considerar que la revista se imprime en negro y que, por lo mismo, la información referida a los gráficos deberá ajustarse a estas condiciones; en ningún caso se podrá incluir en la publicación un elemento gráfico en color (es necesario prescindir de recursos tales como «códigos de color»). Para la mejor presentación de estos elementos, se requiere el envío de los archivos en los que se elaboró el gráfico (Excel, Illustrator, Photoshop, InDesign). 8. L as notas se presentarán a pie de página y deberán estar escritas a renglón corrido (a un espacio) y numeración corrida (progresiva), e incluirse al pie de la página correspondiente. Las llamadas deberán ser numéricas. 9. L as citas deberán insertarse en el texto abriendo un paréntesis con el apellido del autor, el año de la publicación y la página. Ejemplo: (Durand, 2003: 14). Las referencias bibliográficas completas se desplegarán al final del texto, en orden alfabético y de acuerdo con el siguiente formato:
Libro
Apellido del autor, nombre [en caso de haber otro u otros autores, nombre y apellido] (año), título del libro, ciudad de publicación, editorial.
Ejemplo Petras, James y Henry Veltmeyer (2003), La globalización desenmascarada. El imperialismo en el siglo xxi, México, Miguel Ángel Porrúa. 202
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NORMAS PARA LA RECEPCIÓN DE ORIGINALES
Capítulo de libro
Apellido del autor, nombre [en caso de haber otro u otros autores, nombre y apellido] (año), «título del capítulo» en autor (es) del libro, título del libro, ciudad de publicación, editorial.
Ejemplo Orozco, Manuel y Steven Wilson (2005), «Para que las remesas produzcan resultados», en Donald Terry y Steven Wilson, Remesas de inmigrantes. Moneda de cambio económico y social, Washington, bid.
Artículo de revista
Apellido del autor, nombre [en caso de haber otro u otros autores, nombre y apellido] (año), «título del artículo», título de la revista, ciudad de publicación, año, volumen, número.
Ejemplo Kandel, William y Douglas Massey (2002), «The Culture of Mexican Migration: A Theoretical and Empirical Analysis», Social Forces, vol. 80, no. 3.
Consulta en línea
Apellido del autor, nombre [en caso de haber otro u otros autores, nombre y apellido] (año), «título del artículo», en url (fecha de consulta dd/mm/ aaaa).
Ejemplo Banco Mundial (bm) (2002), «Empowerment and poverty reduction: A sourcebook», en http://siteresources.worldbank.org/intempowerment/Resources/4863121095094954594/draft.pdf (12/11/2009). 2016 SEGUNDO SEMESTRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO VOL. 14
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NORMAS PARA LA RECEPCIÓN DE ORIGINALES
10. Para siglas, acrónimos o abreviaturas, la primera vez que se usen deberá
escribirse el nombre completo; luego, entre paréntesis, la forma que se utilizará con posterioridad.
Ejemplo Banco Mundial ( bm), Consejo Nacional de Población (Conapo), producto interno bruto (pib). 11. Los originales serán dictaminados por evaluadores anónimos selecciona-
dos entre expertos del tema tratado por el artículo. En razón de lo cual, los nombres de los autores u otra forma de identificación solamente deberá figurar en la página inicial. Los dictámenes serán comunicados a los autores en un plazo no mayor a 60 días después de la recepción del artículo. El principio de confidencialidad será la guía. 12. L as colaboraciones aceptadas serán sometidas a un proceso de corrección de estilo y su publicación estará sujeta a la disponibilidad de espacio en cada número. En ningún caso se devolverán originales. 13. M igración y Desarrollo se reserva el derecho de realizar los cambios editoriales que considere pertinentes. 14. Los textos originales podrán enviarse por correo electrónico a las direcciones: revistamyd@estudiosdeldesarrollo.net, mrushton@mac.com
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Artículos Refugiados y otros inmigrantes en Italia: ¿Por qué algunos nos aterrorizan y los demás se instalan sin mayores problemas? Maurizio Ambrosini
Una investigación sobre la migración en el marco de la seguridad humana Des Gasper y Giulia Sinatti
Fin del colapso y nuevo escenario migratorio México-Estados Unidos Alejandro I. Canales y Sofía Meza
Migración rural, remesas y su relación con la diversificación sustentable y los patrones de consumo. Un estudio de caso en la zona costera de Oaxaca Ana María Aragonés, Sophie Ávila y Uberto Salgado
Familias transnacionales y política social en las comunidades de origen: una visión cualitativa de la relación entre migración y desarrollo Mariana Gabarrot
Coyuntura y Debate Reflexiones sobre la cuestión migratoria México-Estados Unidos ante el triunfo electoral de Donald Trump Raúl Delgado Wise
La voz de los actores Declaración del Foro Social Mundial de las Migraciones fsmm