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SEMBRANDO ESPERANZA EN EL VRAEM: BRINDANDO ASISTENCIA REMOTA A AGRICULTORES DURANTE LA PANDEMIA
En el contexto de las restricciones por la pandemia de Covid-19 en el valle del Vraem, el Área de Comunicaciones de la Comisión para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) logró reinventarse de manera exitosa con Sembrando Esperanza, un programa de radio con el objetivo de brindar asistencia técnica remota a agricultores de la zona.
“NUESTRA LABOR
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COMUNICACIONAL
LOGRÓ REINVENTAR
EL TRABAJO DE UNA INSTITUCIÓN
ABOCADA AL DESARROLLO
PRODUCTIVO, INCORPORANDO
A LAS TICS PARA COMPLEMENTAR
EL ALCANCE DE LA ASISTENCIA
TÉCNICA QUE
SOLÍA REALIZARSE DE MANERA PRESENCIAL”.
En el 2021, un año después del inicio de la pandemia de COVID-19, la población en la selva peruana continuaba adaptándose a la nueva normalidad en medio de una ya prolongada cuarentena. La mascarilla, el uso de alcohol y el distanciamiento social eran parte de la vida cotidiana. Las zonas tropicales de Ayacucho, Cusco y Junín, que conforman el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) no fueron la excepción. Ante el avance de los contagios y muertes a nivel nacional muchos agricultores permanecían aún en la seguridad de sus hogares, que también eran sus espacios de subsistencia: sus chacras.
Los programas del Estado tuvieron que adaptarse a vivir en medio de la incertidumbre por el incremento de casos Covid y las restricciones de movilización. Una de ellas fue la Comisión para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y encargada del desarrollo productivo en la zona a través del proyecto Estrategia Vraem 2021.
Durante enero de 2021 me encontraba trabajando en el Área de Comunicaciones de Devida, específicamente en la Unidad de Coordinación de Ayna - San Francisco (Ayacucho), una de las 3 unidades de coordinación descentralizadas que abarcan el centro, norte y sur del Vraem. Nuestra área estaba conformada por 5 personas y se encargaba de implementar campañas comunicacionales para promover las actividades productivas en torno al cultivo del cacao, café y otras semillas no vinculadas al narcotráfico.
Nuestra área de trabajo no fue ajena a las limitaciones propias de la pandemia. Las medidas restrictivas implementadas sin consulta y el impedimento de acceso a comunidades nativas fueron los principales obstáculos en el camino, como lo fueron también para cientos de productores que ya no contaban con el acompañamiento necesario para mantener adecuadamente sus parcelas. Teníamos que reinventarnos.
Aprovechando las TICs para llenar un vacío
Es en este contexto que nace el programa radial “Sembrando Esperanza”, un espacio co-creado entre comunicadores y especialistas productivos en temas agrícolas con la finalidad de brindar asistencia técnica remota a agricultores del centro, norte y sur del Vraem con transmisiones que aborden temas relacionados a la siembra, cosecha, y mejora de la producción agrícola.
Sembrando Esperanza significó una oportunidad para implementar Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) que nos sirvieron para comunicarnos con aquellos productores que por la pandemia, la distancia e inaccesibilidad eran difíciles de contactar. El formato del programa tuvo una duración de 20 minutos y estaba dividido en 4 partes: la bienvenida, la introducción al tema, la entrevista y la sección de preguntas del público oyente.
Un punto importante en el trabajo de la institución fue la articulación productiva con los gobiernos locales. A través de transferencias económicas directas brindadas por Devida las municipalidades ejecutaban proyectos o actividades complementarias como la mejora de la producción de la palta, la naranja, la piña, la guanábana, etcétera. Esto permitió ampliar la variedad de temas para el programa radial, articulando esfuerzos con funcionarios de los gobiernos locales que se sumaron a nuestra iniciativa y abarcando la mayor cantidad de público posible.
Como comunicador para el desarrollo articular, reinventar y proponer mecanismos que permitan continuar con la asistencia técnica en diversas líneas de trabajo fue todo un reto. Sin embargo, con un equipo multidisciplinario nos enfocamos en esta- blecer un guión sencillo y amigable con el público, usando incluso las lenguas originarias del público al que iba dirigido, como el quechua, el asháninka y el aymara. Es por ello que en la decimoséptima edición del Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública, Sembrando Esperanza resultó ganador del Premio Especial de Combate y Reducción de Efectos del COVID-19, un logro que recibimos y celebramos con la satisfacción de saber que nuestra labor comunicacional logró reinventar el trabajo de una institución abocada al desarrollo productivo, incorporando a las TICs para complementar el alcance de la asistencia técnica que solía realizarse de manera presencial.