Comunicarnos Nº 161 Julio/Agosto 2017

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REVISTA BIMESTRAL AÑO 17 - Nº 161 - JULIO/AGOSTO 2017 - COSTO $45

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esperanza

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.


pastoral

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Editorial

Sumario .1.

Aprender a mirar: La comunidad se pone de pie

.2.

Escuchar a Jesús, ver a los más pequeños.

.3.

¿Qué hacer con el delito juvenil?

.6.

Construir pensando en el otro.

.8.

Pasión por correr las fronteras: CAPILLA – COLEGIO Y CLUB, las 3 C..

. 12 .

Empoderar a los jóvenes.

. 17 .

La voz de los jóvenes.

. 19 .

La mirada de los jóvenes desde su propia realidad.

. 21 .

Cambiar la mirada.

. 22 .

La ESPERANZA es el motor que nos permite construir.

. 23 .

Una casa de puertas abiertas

. 24 .

La Blanca Señora de los pobres.

. 26 .

Mesa Interinstitucional BICE-Argentina.

. 27 .

Los más pobres entre los pobres.

. 28 .

La fuerza de ser testigos.

: r a r i m a r e d

Aprmeunnidad se pone de PIE La co

“Nosotros los jóvenes de las villas y de barrios de la ciudad y del conurbano: Somos jóvenes que, a pesar de las dificultades, luchamos por un barrio mejor, tenemos objetivos, nos comprometemos con el otro y la comunidad, tuvimos la gracia de Dios de que confiaran en nosotros. Nos sentimos acompañados, y sentimos el compromiso y la alegría de devolver lo aprendido. Pasamos por experiencias que nos hacen entender el dolor… por eso nos hermanamos. Estamos en los clubes o actividades deportivas, en los movimientos infantiles y juveniles, en las escuelas, en las murgas, Hogares de Cristo, talleres culturales, visitamos cárceles, damos catequesis ... Creemos que hay Vida donde estamos nosotros, y si bien pasan cosas malas también hay muchas cosas buenas y mucha gente y jóvenes trabajando. Los invitamos a que vengan y participen de las actividades de los barrios, que vean lo que hacemos... “(Foro de Jóvenes de las Barriadas y Villas). Como empezar esta editorial sino recurriendo a la voz de los propios jóvenes, a su mirada, a su fuerza, a su lucha cotidiana. Los datos estadísticos revelados hace pocos días muestran que de cada dos adolescentes entre 13 y 17 años, uno es pobre (UNICEF 2017). Y frente a esa realidad nuestros jóvenes de los barrios se revelan construyendo nuevas realidades. Aunque los medios dominantes sólo los reconozcan cuando hay hechos delictivos, aunque la televisión se acerque únicamente cuando hacen operativos mediáticos. La vida siempre empuja. El encuentro NO MÁS CHICOS DESCARTABLES CONSTRUYENDO ESPERANZA, fue un espacio para celebrar la vida, un espacio para hacer visible el trabajo pastoral cotidiano con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, recogiendo realidades y testimonios

de las barriadas. Abrirnos, escuchar, aprender, ver qué podemos aportar. Porque sólo conociendo es posible transformar la mirada y el corazón. Una pastoral encarnada y concreta que le hace frente a la lógica dominante del individualismo, el consumismo y la competencia, que excluye y discrimina. Frente a esto, la solidaridad como modelo de hacer historia, de construir el Reino de Dios aquí y ahora. Una pastoral que es voz profética en medio del desierto. La lógica de la colaboración de todos aquellos que desean y quieren trabajar por el bien de los más pequeños. Nos decía el padre Di Paola “…frente a este individualismo necesitamos recuperar una propuesta comunitaria, una comunidad organizada, en donde realmente las personas estén mirando al otro como un hermano, y mirando a los chicos como a los únicos privilegiados … este ejercicio de lo que debe ser la vida comunitaria, de llegar antes”. Los datos estadísticos dicen que 5,6 millones de los chicos y chicas menores de 17 años, (el 47%) viven en la pobreza en Argentina (UNICEF). El cardenal Poli en la ceremonia de la Revolución de Mayo nos decía “Las estadísticas son buenas porque nos advierten dónde estamos parados y nos animan a encarar soluciones. No obstante, invisibilizan el dolor de las familias que sufren la postergación y el desánimo, eso sólo se supera con la cercanía fraterna y cordial de otro argentino”. La clave de la pastoral es, nos decía el padre Carrara, “la pasión de correr las fronteras, de salir a buscar, de decir quiero ir más allá de lo que a mí, estrictamente, me corresponde como institución, porque la realidad se presenta dramática y no le puedo contestar simplemente con lo que hago…” Padre Adrián Bennardis

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Palabras del Cardenal Mario Poli en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza”.

Como cierre del primer día del encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza”, contamos con la presencia del Arzobispo de Bs As el Cardenal Mario Poli, quien hizo una breve reflexión en un auditorio colmado con más de 500 personas donde compartió su mirada luego del panel de Adolescentes y jóvenes en conflicto con la Ley. “Escuchando este panel, tengo que decirles que aprendí mucho sobre la situación de los chicos, esta desgracia que tenemos los argentinos de haber puesto la mirada sobre ellos, pero desde una cuestión tan reducida, siendo ellos el centro de nuestra mayor preocupación. De cada uno de los panelistas me llevo una enseñanza, pero voy a tomar el desafío del Dr. Terragni de abrir el reduccionismo. Reduccionismo significa ver el tema de la imputabilidad de los chicos desde la abogacía o desde la legislación o desde… cuando escuché eso, dije: bueno, Jesús quiere hablar, y el corazón de Jesús surge de los evangelios y de su delicada personalidad divina, su aprecio por los niños y los jóvenes, y bastaría recordar algunos ejemplo nada más, quiero prestarle la voz a Él. Cuando le preguntan a Jesús, quien es el más grande en el Reino de los Cielos, una pulseada entre los discípulos, Jesús, que enseña con gestos y palabras, invitó a un niño y lo puso ahí en el medio, y les dijo, miren grandulones ‘si no se hacen como un niño, no van a entrar en el Reino de los Cielos.

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, s ú s e J a r a h c u c s E ver a los más pequeños

Y el otro ejemplo es un joven, en la enseñanza de Jesús, un joven va a tener un protagonismo importante, es el cap. 6 de San Juan, que narra precisamente la multiplicación de los panes: Jesús atravesaba el mar de Galilea, llamado Tiberiades, lo siguió una gran multitud al ver los signos que hacía curando a los enfermos, lo seguía mucha gente a Jesús, Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos, se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos, al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe, ¿dónde compraremos pan para darles de comer? Él decía todo esto para ponerlo a prueba porque sabía bien lo que iba a hacer, Felipe uno de los apóstoles le respondió: ‘Maestro, doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un cachito de pan’. Uno de los discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero además lo ninguneó diciendo: ‘¿Qué esto para tanta gente?’ Jesús respondió: ‘Hagan sentar a la gente’. Había mucho pasto en ese lugar, todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres, Jesús tomó los panes, dio gracias y después los distribuyó entre los que estaban sentados. Cuando les hace la invitación, ‘denles ustedes de comer’, los discípulos empiezan a pensar, no saben qué hacer, hacen cálculos y un niño pone la solución. Jesús tomó lo que le ofreció un niño y con tan poco hizo mucho. Y el otro ejemplo es el de un joven también, el

hijo pródigo, cuando Jesús quiere enseñar cómo nos quiere nuestro Padre Dios, utiliza esta actitud del joven, que en la legislación judía parece ser que tenía derechos a pedir la herencia de su padre por adelantado, no era impertinente pero se mareó, llevó una vida escandalosa, terminó cuidando chanchos, pero lo que le interesa a Jesús es enseñar esto, pegó la vuelta y entonces el Padre Dios, lo abrazó, lo besó, lo dignificó poniéndole las sandalias, el vestido e hizo fiesta. Estos ejemplos de Jesús nos hablan porqué la Iglesia tiene tanto cuidado con los niños y los jóvenes. Recién, escuchando a los panelistas, estaba sentado con un maestro de grado de Ciudad Oculta, y también habría que escuchar a los maestros de grado, a las abuelas, que van a los institutos de menores a visitar a sus nietos y nietas, porque no aparece ningún otro familiar, a los pedagogos, antropólogos, a todos de verdad, yo quería que escuchen a Jesús también, porque amo tanto a los niños y a los jóvenes, que todo lo que podamos hacer es poco para imitarlo. Les doy gracias por este cariño especial que muestran por los más pequeños. Este tema interesa y esperemos que se levante la puntería, porque hablar sobre la edad de punibilidad puede ser circunstancial, pero si hay 33% de pobres, eso quiere decir que hay muchos niños y jóvenes que están sufriendo, que tienen dolor, y eso no lo transparentan las estadísticas, los invisibilizan. Preocuparnos por ellos es una actitud humana, Jesús nos invita a eso, muchas gracias”.


Entrevista a Mary Beloff – Abogada UBA- Derecho internacional de los derechos humanos, derechos del niño y derecho penal.

¿Qué hacer con el delito juvenil? Para la Dra. Mary Beloff, Catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Buenos Aires y especialista en Derecho penal juvenil, el punto de partida para reflexionar acerca de los temas vinculados con el delito y los jóvenes, es una cuestión más general, relacionada con la forma en la que la sociedad procesa la violencia y, en particular, la violencia en la que se ven involucrados los niños. Sostiene la prof. Beloff que “La pregunta de por qué nos genera tanta perturbación el hecho de que a un niño se le impute un delito grave, y no así el enorme número de niños y niñas que sufren violencia, nos tiene que interpelar muy profundamente desde lo ético. Más allá de que el país todavía no cuenta con un sistema de información estadístico preciso que refleje las dimensiones del problema de la violencia de y contra los adolescentes, a partir de relevamientos puntuales es posible señalar que es sustancialmente menor el número de adolescentes que cometen hechos violentos en relación con aquellos que son víctimas de violencia en cualquiera de sus formas. Además, en su mayoría, los adolescentes que participan en hechos graves han sido a su vez víctimas de abusos y de delitos por

por los que cometen hechos de violencia.”

parte de quienes debían cuidarlos, sea su núcleo familiar o comunitario. Por ello, si lo que queremos es reducir los niveles de violencia —y me parece que esa debería ser la aspiración de una sociedad que quiere vivir más segura y que requiere de respuestas más justas—, deberíamos empezar a preocuparnos tanto por los niños que sufren violencia como

¿Cómo se aborda entonces el problema de la delincuencia juvenil? En general, las respuestas a los delitos graves cometidos por adolescentes son espasmódicas y coyunturales. Está comprobado que este tipo de “soluciones” no resuelve ningún problema en términos de reducción de la violencia, y, por lo contrario, los agrava. La delincuencia juvenil es un problema serio para la sociedad y para los jóvenes, porque cada hecho es una tragedia para todos los involucrados. ¿Qué es lo que queremos?

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¿Qué es lo que busca la sociedad cuando reclama un cambio en la forma de reaccionar al delito de los jóvenes? ¿Busca castigar más? Porque si castigar más significa castigar más en términos penales, tenemos un problema; porque se trata de niños, y los niños no están en condiciones cognitivas ni volitivas de elegir cometer delitos y de asumir las consecuencias de su elección como si fueran adultos.

seguridad y de los derechos de los niños. La sociedad tiene el derecho fundamental a vivir segura, y una sociedad es más segura si se respetan los derechos de todos sus habitantes. Esta es justamente la conversación que no tenemos. ¿Queremos vivir más seguros o queremos generar ilusiones de seguridad?

“Si apelamos

a reprimir a los más

vulnerables, no vamos a ser una sociedad

más justa sino más violenta”.

Aquí tenemos el primer problema jurídico y ético, ya que nos encontraríamos frente a una mera retribución que sería injusta. Además, desde el punto de vista más utilitario, resulta evidente que la utilización de un enfoque meramente represivo de castigo respecto del delito juvenil, lo único que hace es aumentar la violencia y profundizar las causas que llevaron a ese niño a cometer el hecho. De modo que, ya no desde un punto de vista absoluto de justicia sino también

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desde un punto de vista instrumental, la solución abiertamente represiva es ineficaz en términos de reducción de la violencia. Finalmente, desde el punto de vista jurídico, la posibilidad de reducir la edad penal de imputabilidad se encuentra proscripta por el Derecho internacional de los derechos humanos, parte integrante del sistema normativo argentino. Está prohibida porque la experiencia en el mundo ha demostrado que reducir la edad penal no sirve para ningún fin social deseable. Por estas razones, las propuestas de más derecho penal para los niños (expresadas en los reclamos por reducir la edad penal y/o por aumentar la duración de la pena privativa de libertad) este no es el camino para abordar seriamente el problema de la

¿Y cuál es el camino para tener una sociedad más segura? Hay una cuestión más estructural que tiene que ver con las condiciones en las que se desarrolla la vida de los niños que carecen de lo más elemental. No me refiero necesariamente (y la Iglesia esto lo entiende muy bien) a la carencia de recursos materiales, sino a lo primero que necesita un niño desde que nace, que es tener un grupo, una familia, una comunidad que lo cuide. Ese es el problema central, en términos de derechos del niño, asegurarles el primer derecho: su derecho a la protección especial. Salvo situaciones excepcionales o patológicas, los niños que tienen una red de contención familiar o comunitaria, que van a la escuela, que hacen deportes, que están protegidos de los abusos, que juegan, que están alejados del consumo de drogas, en resumen, que son cuidados por adultos responsables, no se involucran en conductas delictivas. Cuando ese grupo familiar o comunitario está ausente o bien no puede cumplir con su rol principal de cuidado, se vuelve urgente intensificar los mecanismos de protección especial hacia el niño con el fin de garantizarle sus derechos (derecho a la educación, al cuidado, a la vivienda,


a la salud, al esparcimiento, entre otros). En cuanto a las causas del delito juvenil, los estudios aluden al ingreso sistemático del crimen organizado en las comunidades más vulnerables, lo que explica que el acceso a las armas sea hoy mucho más fácil que hace diez o veinte años y, sobre todo, a la problemática de las adicciones; sin embargo, esos son factores externos, en algún sentido, coyunturales. Para abordar eficazmente la prevención del delito de los más jóvenes en la sociedad, el Estado debe, además de recuperar decididamente el terreno perdido contra el crimen organizado, orientar sus esfuerzos concretos en lo permanente: la reconstrucción de las comunidades y de sus mecanismos informales y democráticos de control social que permitan al niño cuidarse, querer a quienes lo rodean y relacionarse de un modo no conflictivo con la sociedad. Esto no es un problema jurídico; es un problema ético y político. Se trata de que empecemos a redefinir cuáles son los valores que nos definen como sociedad y dónde están las prioridades. Por esa razón llama la atención que en las discusiones sobre qué hacer con el delito juvenil se haya desvanecido el tema de la prevención. Lo único que discutimos hace veinte años o más es qué hacemos una vez que el niño cometió un delito y cómo los sistemas de protección de derechos que legalmente existen en todo el país funcionan con muchas dificultades, se le vuelve a pedir al sistema penal que intervenga, en definitiva, para resolver problemas sociales. El desafío central consiste en robustecer los sistemas de protección de modo que cuen-

“El delito juvenil no se

previene con la reducción de edad penal, sino

generando condiciones para que los niños y niñas vivan en condiciones dignas”.

ten con los recursos que aseguren que los niños tengan lo que necesitan. Una política efectiva de prevención del delito juvenil requiere necesariamente el aseguramiento de los derechos básicos de los niños. En otras palabras, que el Estado cumpla con sus deberes de prestación positiva hacia la infancia. Asegurar su derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, a acceder a lugares donde vivir y a un núcleo de contención emocional, si no tienen familia. En su reflexión final, la Dra. Beloff expresó que “no hay que perderse en los fuegos artificiales de cambiar una legislación o una institución. Lo que hay que hacer, hoy y de una vez por todas, es empezar a cambiar la realidad. La experiencia latinoamericana demuestra que en materia de justicia juvenil la realidad se cambia reconstruyendo la ingeniería institu-

cional, contando con todos los recursos técnicos y humanos necesarios para que se garanticen los derechos de protección especial de los niños y las niñas. Esto es, asegurarles una familia o núcleo de contención que los cuide, vivienda, salud, prevención del maltrato y del abuso en cualquiera de sus formas, educación, inclusión, esparcimiento, valores, entre otros. Un eficaz abordaje del tema requiere de la intervención y coordinación de diferentes disciplinas, tales como el trabajo social, la psicología, la pedagogía, la antropología, el deporte, la medicina, el derecho, entre otras. En definitiva, lo que se requiere es impactar en la realidad para que los niños crezcan y se desarrollen en condiciones dignas, para que tengan ganas de vivir, para que tengan proyectos, en definitiva, para que disfruten vidas dignas de ser vividas, tal como sostiene la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si aseguramos estas condiciones, las probabilidades de que los niños se involucren en problemas penales graves va a reducirse sensiblemente.”

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Palabras del Padre Pepe Di Paola en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza.

r i u r t s n co En las villas aún late

la vida del pueblo. Del

pensando en el

mismo modo en que los ojos deben

acostumbrarse

para

ver en la noche, es necesario

darse tiempo para conocer a la villa. Pepe Di Paola, Revista Criterio - octubre de 2009.

En la mesa “Adolescentes y jóvenes en conflicto con la Ley Penal (Reforma Penal juvenil. Edad punible)” del encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza”, contamos con la invaluable presencia del padre “Pepe” Di Paola, quien hoy está en la Parroquia San Juan Bosco ubicada en Villa La Cárcova, localidad de José León

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Suárez, uno de los asentamientos más pobres del conurbano bonaerense donde ningún cura se había instalado nunca antes de que él llegara para quedarse en el 2013. El padre Pepe tiene a su cargo un área pastoral que abarca villa La Cárcova, cercana a la cual se ubica la capilla Nuestra Señora del Milagro, y los barrios 13 de Julio (también conocido como Ciudad de Dios) e Independencia. En éste último hay dos capillas, San Francisco Solano y Virgen de Itatí. Las villas se encuentran ubicadas a orillas del río Reconquista, uno de los dos más contaminados del país, y se estima que entre las tres viven aproximadamente unas veinte mil personas. La parroquia tiene el Centro barrial del Hogar de Cristo Gauchito Gil, el Club Deportivo San Juan Bosco, la secundaria de la escuela parroquial que combina el Centro

OTRO

Educativo (CENS) “San Juan Bosco” y el Centro de Formación Profesional “San Romero de América” (inaugurada en abril) y la radio Cristo de los Villeros (a partir de julio). Durante su charla en el primer panel, afirmó que hoy, que en la Argentina “se ha apoderado una especie de virus, que es el individualismo, donde sólo nos preocuparnos en nuestro placer y bienestar sin pensar en el otro, y por eso el gran desafío es destruir esa lógica, y construir pensando en el otro, en el que es más débil, en el niño y en el anciano”. Su vocación siempre fue el trabajo con los niños y jóvenes de los barrios marginales. “Van a cumplirse 50 años desde que Carlos Mugica y sus compañeros decidieron ir a vivir a las vi-


llas, y hoy, 50 años después, en vez de progresar, en vez de que los chicos y jóvenes pudieran ir aumentando en sus derechos alcanzando una mayor calidad de vida, son el centro y la preocupación de los curas villeros, porque podemos ver la inequidad que existe entre la oferta para un chico o un joven en un barrio común de clase media en capital o en el Gran Bs. As. en relación a los barrios en los que vivimos y donde trabajamos y tratamos junto a los vecinos de hacer la iglesia. Y es verdad que la palabra podría ser invisible porque solamente se habla de ellos cuando un chico Necesitamos recuperar

en un mundo diferente, en una sociedad diferente, el rol del adulto y el

rol protagónico de las instituciones.

llegó a un ilícito, cuando llegó a matar o a robar en una edad temprana, ahora no es noticia en los portales y en los grandes programas de televisión que los chicos de todos estos barrios no tienen los derechos que debieran tener. En el año 2009, el equipo de curas villeros hicimos el documento: “La droga en las villas despenalizada de hecho”, y allí nos preguntábamos ¿por qué a la vida de un chico llegó primero la droga y un arma… por qué? ¿La sociedad, a qué lado estaba mirando? El Estado que debe garantizar la vida de las familias, ¿qué es lo que estaba haciendo? Porque todos los días veíamos que si estos chicos realmente tuvieran posibilidades podrían llegar a desarrollar las capacidades que Dios les regaló, y que no lo pudieron hacer porque la sociedad mira para otro lado. Lo que fuimos viendo los curas de las villas era que nuestro

desafío es la niñez y la juventud, y nosotros asumimos que nuestra tarea pasa por aquí, y no comprendemos cómo, en vez de buscar soluciones que tengan que ver con dar a la infancia, a la adolescencia, a la juventud un desarrollo de sus capacidades, solamente nos estemos fijando en si hay que bajar la edad de punibilidad. Por eso expresamos nuestro NO. Vemos en los barrios a chicos de nueve, diez años, fumando paco y entonces, ¿estamos preocupados de bajar la edad? Qué sociedad somos que no nos preocupamos en agarrar a ese pibe y decirle: “Vos sos un nene y yo te tengo que ayudar a crecer y el problema no sos vos, soy yo que no estoy haciendo nada”. Por eso, frente a este individualismo necesitamos recuperar una propuesta comunitaria, una comunidad organizada, en donde realmente las personas estén mirando al otro como un hermano y mirando a los chicos como a los únicos privilegiados. Aquí no hemos olvidado, en este ejercicio de lo que debe ser la vida comunitaria, de llegar antes. Justamente en el documento, los curas de las villas planteábamos por qué no llegamos antes, ¿quién puso el revólver, quién puso la droga en las manos de ese chico? Un adulto, no lo puso un chico. ¿Quién fue el culpable de que existan armas y drogas en los nuestros barrios? Ahí es donde explota la marginalidad que son nuestros barrios,

sean las villas en donde estén ubicadas, es donde hace falta una presencia sólida. Vemos un Estado que muchas veces tiene presencia poco inteligente a los largo de las décadas, y vemos una sociedad que fue disminuyendo su presencia organizada, instituciones que sean fuertes y adultos que sean referentes positivos que le puedan dar a esos chicos la posibilidad de crecer sanamente. Antes nadie pensaba en que el chico tenía que estar en la cárcel. Nos alegramos, y éste es un trabajo que hemos realizado, de que las parroquias en las villas paulatinamente se van constituyendo en el lugar en donde se va organizando la vida del niño y del joven, que uno va a una villa, sobre todo en la Capital, y los chicos pueden tener un lugar donde crecer sanamente. El poder trabajar como nos enseñó también San Juan Bosco. Estamos en la casa de un Maestro de la fe y del trabajo, creo que nos tiene que inspirar a todos, porque hablar este tema significa que como sociedad tenemos que repensar lo que estamos haciendo. ¡Le decimos NO a la baja de edad!, porque nos damos cuenta que todavía no hicimos nada por los más indefensos, que son los niños”. Facebook: Parroquia San Juan Bosco Tel./Fax. +5411.4843.5210 Calle 57 (25 de Mayo) 8171 José León Suárez. CP 1655 Prov Buenos Aires

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Palabras del padre Gustavo Carrara - Vicario de Pastoral de Villas - Párroco de María Madre del Pueblo Villa 1-11-14, bajo Flores en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza”.

r e r r o c r n po

Pasilóas fronteras CAPILLA – COLEGIO y CLUB

, las “3C”

Así como el Papa Francisco plantea las tres `T´, Tierra-Techo-Trabajo, como camino para que un pueblo pueda vivir bien, análogamente podríamos plantearnos las tres `C´, CapillaColegio-Club,

como

espacios

sanos y dichosos que ayuden

a los adolescentes y jóvenes a no quedar expuestos a la

droga, las armas y la violen-

cia, en los llamados territorios

calientes. Pedagógicamente digo Capilla, Colegio y Club. Hay otras instituciones que también pueden hacer esto y de hecho lo hacen, pero bueno, para que quede, de alguna manera, marcada

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la idea. El Papa diferencia claramente entre el pasarla bien y el vivir bien. El que en la vida busca ‘pasarla bien’ se aprovecha de los demás, los que quieren ‘vivir bien’ construyen la cultura del encuentro y apuntan a lo esencial. ¿Cuáles son los pilares para vivir bien? Francisco los describe así: - Tierra: Es nuestra casa común. Por eso toda familia tiene derecho a un pedazo de tierra. - Techo: Familia y vivienda van de la mano. Pero, además, un techo, para que sea hogar, tiene una dimensión comunitaria, y es el barrio.

- Trabajo: No existe peor pobreza que la que no permite ganarse el pan, priva de la dignidad del trabajo. Este vivir bien tiene como fruto la paz social. Y esto tiene sabor a Evangelio, recordemos la bienaventuranza: “Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5, 10). Vamos ahora, entonces, a esto de Colegio, Capilla y Club en un barrio. Lo importante, en un primer momento, es leer el territorio en el que esas instituciones están paradas o crear esas instituciones en estos territorios más vulnerables o vulnerados. El colegio, la capilla y el club de barrio, tienen un territorio inmediato de referencia. No podemos quedarnos encerrados sede adentro. El desafío es saber leer ese territorio en el que viven cientos y hasta tal vez, miles de niños/as, adolescentes y jóvenes, expuestos a distintas formas de violencia, de explotación y de descarte. En las villas de la ciudad, el 43% de sus habitantes tienen menos de 17 años. Es necesaria la mirada de un mundo adulto que no quiere dejarlos en orfandad y busca los modos los más concretos posibles de hacerse cargo.


Capilla, Colegio y Club: un círculo virtuoso

¿Qué puedo hacer yo? ¿Qué podemos hacer nosotros en una institución que está en un territorio llamado caliente? Tal vez lo primero sería tomar conciencia de que es muy probable que seamos, de algún modo, una última frontera. Tomemos por ejemplo la escuela, el colegio. El Cardenal Bergoglio en una carta sobre niñez y adolescencia en riesgo, que ya tiene más de diez años, pero sigue muy vigente, expresaba: “La escuela es el principal mecanismo de inclusión. Quienes se van de la escuela pierden toda esperanza, ya que la escuela es el lugar donde los chicos pueden elaborar un proyecto de vida y empezar a formar su identidad. (…) la misma parece constituir la última frontera en que el Estado, las familias y los adultos se hacen cargo de los jóvenes, en el que funcionan, a veces a duras penas, valores y normas vinculados a la humanidad y la ciudadanía y en el que el futuro todavía no ha muerto.” Una clave, entonces, es el deseo, la pasión de correr las fronteras, de salir a buscar, de decir quiero ir más allá de lo que a mí, estrictamente, me corresponde como institución, porque la realidad se presenta dramática y no le puedo contestar simplemente con lo que hago, tal vez bastante bien o más o menos bien. Hay que, por lo menos, comenzar con el deseo de correr la frontera para que no quede nadie afuera… Hay que salir a proponer el colegio, la capilla y el club de barrio… Trabajar con el anhelo de correr fronteras.

Hay que visualizar, en primer lugar, que no son instituciones que compiten entre sí. Muchas veces sucede que hay competencia entre aquellos que tienen el deseo de hacer el bien a tantos niños y adolescentes y se pierde el tiempo, y la exclusión crece, y la orfandad crece. Todo lo contrario, toda institución potencia el trabajo de las otras y se potencia con el trabajo de las demás. Se produce así un círculo virtuoso que ayuda a las familias en la crianza de los niños y adolescentes… En estos espacios es decisivo trabajar los liderazgos positivos. Los adolescentes y los jóvenes verdaderamente van madurando cuando se confía en ellos y se le van delegando responsabilidades de animación, de conducción. Proponiéndoles el camino de la solidaridad como un modo concreto de hacer historia. La comunidad de la escuela, de la capilla, del club, se organiza para recibir la vida como la vida viene. Toda institución plantea una estructura, pero esa estructura tiene que estar en diálogo con la vida concreta, porque si la estructura que plantea la institución, colegio, club, capilla, no está dispuesta a transformarse porque la realidad de la vida que recibe le pide otra

cosa, esa estructura termina siendo obsoleta y no sirve. Ese es un principio también del Cardenal Bergoglio, del Papa Francisco: Recibir la vida como la vida viene y acompañarla cuerpo a cuerpo. Como dice Francisco: “La realidad nos conmueve, nos mueve y buscamos al otro para movernos juntos.” Es imperioso ser creativos y tener arraigo a lo cercano, a lo concreto…

Es así que las dimensiones de los problemas se toman metiéndose en medio, teniendo iniciativas, tomando decisiones, no se pueden resolver si no es andando. Nos paramos frente a la realidad que nos interpela y reclamamos, claro que reclamamos, pero invertimos el doble del esfuerzo en crear, en buscar caminos y en confiar en la potencialidad de los nuestros. Porque las respuestas vienen más de abajo para arriba que de arriba para abajo.

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Capilla como familia grande… como familia ampliada. La

Iglesia como familia grande

Muchas veces nos encontramos un chico, una chica, consumiendo paco en un pasillo, tirado en la calle. En primer lugar es un problema de consumo. Mirando un poco más en profundidad, vemos que hay un problema de exclusión social grave: tuberculosis, falta de escuela, estudios no terminados, nula capacitación laboral, viviendo en la calle. Pero mirando a mayor profundidad, y hay algo que el INDEC no mide, pero es mucho más doloroso tal vez, descubrimos

una orfandad de vínculos, una orfandad de amor y un profundo deseo de tener hogar, de tener familia, de tener casa. Entonces, nos planteamos la capilla o a las instituciones como familia extendida, donde los chicos que vamos acompañando puedan decir realmente: ésta es mi familia, ésta es mi casa, éste es mi hogar. Esto nos tiene que urgir en el tiempo y tenemos que salir ya. La respuesta tiene que ser dar calor de hogar, dar familia, sentir la capilla como familia grande que busca que nadie se pierda. Pedagogía del vínculo, eso es lo primero, sin ello no hay acompañamiento posible… En esto es también muy linda y muy decidora la imagen del Papa hablando de la Iglesia como un hospital de campaña: “Veo la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene alto el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar por lo más elemental… ser misericordiosos, hacerse cargo

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de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro”. Un colegio que no pierde el patio…

Estamos en la casa de un gran santo que tenía muy claro todo lo que estamos hablando. Y si hay algo que Don Bosco les pedía a sus colaboradores es “no pierdan el patio”. Aquí hablamos de pedagogía de la presencia… No perder el patio es un tema salesiano. Buscar compartir con los adolescentes lo gratuito de un encuentro, el dedicar tiempo a escuchar. Algo tan elemental como que un adolescente pueda y se sienta escuchado realmente. Eso baja notablemente los niveles de violencia que a veces vemos

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En los territorios busquemos que la globalización de la esperanza sustituya la

globalización de la orfandad y de la indiferencia

entre los adolescentes y jóvenes. Si los escucháramos más, si los escucháramos en serio, encontraríamos una llave para muchas cosas. Y a veces hay que poner límites entre los adolescentes y jóvenes. Por momentos, hay que poner límites, pero como decía el mismo Don Bosco, cuando pongas un límite no descargues bronca por otras cosas y cuando pongas un límite siempre andá pensando antes qué puerta le vas a abrir, qué propuesta positiva le vas a hacer a ese adolescente o a ese joven. Un

club

que

busca

pertenencia e identidad…

dar

En nuestro reconocer los barrios, muchas veces nos encontramos con los pibes de la esquina. Esa esquina les da identidad, pertenencia. Pero muchas veces el mundo adulto que se acerca no les trae propuestas buenas.

Entonces, es importante visualizar que es necesario generar “programas” para abordar a estas chicas y chicos que están muchas horas, todos los días de la semana allí. Pero esto nos hace pensar que es necesaria la creación de espacios sanos y dichosos que den pertenencia e identidad. En determinados contextos es importante visualizar que no alcanza sólo con una propuesta para el fin de semana. Es necesario iniciar procesos de acompañamiento que se den a lo largo de la semana y que se sostengan en el tiempo. Es necesario de alguna manera institucionalizarlos, sobre todo en contextos donde el narcotráfico es una “institución” que todos los días y a toda hora pone el riesgo la vida de los chicos y las chicas. Nosotros también tenemos que, todos los días y a toda hora, ensayar nuestra propuesta positiva. Esta la experiencia de los clubes de barrio que se van gene-

rando en las villas, donde ya hay cientos y tal vez miles de chicos en actividades deportivas, educativas culturales, de manera sistemática, siendo acompañados. En los territorios busquemos que la globalización de la esperanza sustituya la globalización de la orfandad y de la indiferencia, iniciando procesos de cambio. Tal vez no vamos a ver los frutos nosotros pero tenemos que iniciar esos procesos. Hay que sembrar y sembrar con esperanza. El amor fraterno se tiene que revelar frente a la injusticia social. Me gustaría terminar con una frase de Francisco: “Necesitamos instaurar

la cultura del encuentro,

porque ni los conceptos, ni

las ideas se aman, se aman las personas…”

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Palabras de Adriana Bordarampe, Educadora y Psicopedagoga en el marco de trabajo del Equipo Suma Qamaña y Programa - “Podés Envión” Municipio de La Matanza en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza.

r a r e d o Emp

a los JÓVENES

En el marco del sistema integral de promoción y protección de derechos, funciona la sede “Casanova en Movimiento” del Programa Envión-Podés en la Matanza, Isidro Casanova. Es un territorio que abarca los barrios de Puerta de Hierro, 17 de Marzo, San Petersburgo y San Alberto. El Programa tiene como objetivos aumentar la permanencia y finalización de la escuela secundaria por parte de los jóvenes, estimular el acceso a la cultura, la recreación, el deporte y la vida saludable, desde un abordaje territorial para la restitución de derechos. Creo que el lema de este encuentro “No más chicos descartables” es el motor que impulsa todo el programa, con la particularidad propia del territorio.

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Tenemos la firme convicción de que el protagonismo juvenil posibilita la transformación de la realidad y del entorno; y allí, construimos cotidianamente, codo a codo, los educadores y los jóvenes, espacios donde los jóvenes de los distintos barrios tengan un lugar para expresarse, ser escuchados, soñar y proyectar juntos un modo de superar las barreras simbólicas y materiales de la exclusión. Ahí donde hay un niño siempre hay familia, de una forma o de otra, con una configuración o con otra, pero hay adultos a los cuales también hay que acompañar en este trabajo de promoción y protección de derechos. Nuestra modalidad de trabajo se basa en los derechos humanos, en que el derecho es esa

persona encarnada, con la cual nos encontramos y trabajamos todos los días, un enfoque de resiliencia, en que todos somos sujetos y que en la construcción colectiva podemos hacer frente a las adversidades, y salir fortalecidos y transformados por la misma adversidad. Y a su vez en el marco de la educación popular, en pensar que cada uno tenemos una construcción de saber propia, que ponemos en amalgama junto con los jóvenes, y ellos tienen sus propios saberes que van construyendo con nosotros. Son tres los ejes que atraviesan todo el proyecto pedagógico de la sede: la construcción del vínculo, el grupo de referencia y la participación y protagonismo juvenil.


BORDARAMPE “Nos vinculamos entre

nosotros con los operadores y hasta con los padres. Cuando hacemos la asamblea general

entre todos somos como 200

y siempre hacemos actividades

entre todos.” Kevin, 16 años.

Los sueños colectivos Salir de vacaciones era un anhelo para la mayoría de los jóvenes de la sede y, en esto de poder soñar aun en contexto de adversidad y poder pensar qué hacemos cada uno con ese sueño, es muy significativo. Las vacaciones era una meta gigante y se cumplió. Para algunos fue la primera vez que salían del barrio. Un equipo de referentes territoriales, barriales, educadores, equipo técnico, acompañamos los sueños de 280 y pico de jóvenes que tenemos en sede Casanova entre 12 y 21. Asimismo, muchos de ellos hoy ya son promotores dentro de la misma sede. “Nos identifica una bandera, una

canción, cómo nos apoyamos unos a

los otros, como nos esforzamos para cambiar las cosas, la realidad del barrio.” Kiara 14 años.

Protagonismo juvenil Los chicos y chicas no son sólo sujetos de derecho sino que son actores sociales y políticos, capaces de transformar, no sólo su propia realidad, sino también la realidad del otro; primero en el pequeño grupo para luego trascender esas barreras. La participación y protagonismo juvenil nos exige incidencia, exigencia, construcción colectiva para poder mostrar lo que queremos y demandar aquellas cuestiones que son de derecho y que, a veces, quedan en la letra muerta de una ley o reglamentación. Los educadores intentamos acompañar en la problematización de todo lo que va aconteciendo, en un proceso de empoderamiento que les permite conocer y pensar la realidad en pos de transformarla y poder resignificar sus propias vidas.

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Primer

y o r t n e Encu s e n e v ó j Foro de La vida llama a mi puerta, me está llamando.

La vida empuja mis pasos, me está empujando.

“No dejen de sonreírle a la vida, incluso en los momentos más difíciles porque siempre hay una esperanza y siempre hay un nuevo amanecer”. Adolfo Pérez Esquivel


Dios no conoce la cultura del descarte. Él no descarta a ninguna persona, busca y ama a todos. Francisco

s o c i h c á m s no

descartables CCo onnssttru ruyyeennddoo

esperanza

Cambiar la mirada para construir con esperanza y que estos niños que hoy decimos son descartables puedan crecer con dignidad y derechos. Martha Pelloni


FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237

Escuelita CategorĂ­a 2004 a 2010

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Entrevista a Micaela, María Auxiliadora, Agustín (Villa Tranquila) - Dalma (Villa 31) - Camila y Alejandro (Villa 3 y Barrio Ramón Carrillo).

LA VOZ DE LOS

S E N E JÓV Durante el Encuentro “No más chicos descartables” también se desarrolló el Foro de Jóvenes. Conformado por unos treinta adolescentes y jóvenes entre 17 y 24 años de seis barrios de la Zona Metropolitana: Villa Tranquila - Avellaneda, Villa 1-1114 - Bajo Flores, Villa 20 - Lugano, Merlo Moreno, Villa 31 - Retiro y Barrio Ramón Carrillo, Villa 3 - Soldati. Los jóvenes que participaron son líderes positivos con experiencia de trabajo comunitario en sus barrios. Reflexionando sobre la pertenencia al barrio/villa y sobre la mirada que ellos mismos y los otros sectores sociales tienen sobre los jóvenes de los barrios, el Foro de Jóvenes después de dos días de trabajo e intercambio escribió un Documento que se leyó en el Plenario del Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo Esperanza”; pero quisimos, además, poder juntarnos y charlar con algunos sobre lo vivido en esos días y qué significó para ellos. Nos encontramos en junio, un viernes a casi un mes después del Encuentro. De Villa Tranquila, en Avellaneda vinieron Micaela, María Auxiliadora y Agustín, Camila y Alejandro del Barrio Ramón Carrillo y Villa 3, y Dalma de la Villa 31. No hubo

que romper el hielo, ellos ya se conocían y todos los jóvenes que participaron siguieron en contacto entre ellos después. Los chicos de Avellaneda estaban felices con la noticia que traían de la que ya nos habían contado previamente “¡Empezamos con el club!”. Mica tiene 16 años, está estudiando en el secundario y vive con su familia: “nos encontramos el viernes siguiente y empezamos a hablarlo y ahí salió”. “Se llama Club Don Bosco porque fue ahí donde nació todo”, aclara María Auxiliadora a quien todos la conocen por “Auxi”. Ella tiene 18 años, vive con sus abuelos, está terminando el colegio y el día de mañana quiere ser trabajadora social. “En la Iglesia empecé a los 10 años, después pasé por el PCC (el proceso para la confirmación)

y ahí me integre más”. Mica retoma la idea: “Después que nos confirmamos, el padre Mario nos dio el nombre de “Grupo San Francisco”, que somos los que vinimos al encuentro y donde nació la idea de empezar con el club. El padre Mario Ghisaura junto con Ana, la dirigente del grupo, fueron quienes los invitaron a participar del Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo Esperanza”; “todos dijimos que sí; después, algunos terminaron no viniendo”, recuerda Auxi. Agustín tiene 16 años, estudia y trabaja como coordinador del taller de murga del colegio en el marco del proyecto “aprendiendo trabajando”; “quiero terminar el secundario y empezar a vivir otro tipo de vida, poder conseguirme un laburo, hacerme mi casa. Y seguir en la Iglesia”. Del club

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actividad. Yo estoy con fútbol y fue la primera vez que hice de entrenador, les hice hacer lo mismo que me hacían nos cuenta: “Quince días después del Encuentro, arrancamos con el club, nunca pensamos que íbamos a tener la cantidad de chicos que tuvimos. Recién nos estamos conociendo con los chicos, yo antes los veía nomás, pero no sabía quiénes eran. Y ahora, en estas dos semanas, te los cruzás en el barrio y te dicen: “¿El sábado a qué hora?”. El primer día había más de 100 y se van sumando porque se lo van contando entre ellos. Arrancamos de un día para el otro. Buscamos donaciones para arrancar: una pelota, pintura, lápices. Y una señora que tiene una panadería nos está donando la merienda para después de la

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hacer a mí cuando entrenaba al fútbol, y eso les llamó la atención a los chicos y los remotivó”. Auxi: “Empezamos con fútbol, comisión de arte, juegos recreativos y fútbol femenino. A los chicos, cuando terminan, les damos un papel para que escriban qué les gustó del día, qué no les gustó, para pensar las actividades en base a eso. También el objetivo del club es que se integre más gente de la villa, jóvenes como nosotros, y no gente de afuera. Capaz que si necesitamos entrenadores o profes de educación física para que los ayuden a los chicos, pero la idea es que participe más la gente del

barrio que de afuera”. Camila tiene 17 años y es de Soldati donde, como en otras de las villas de Capital, ya hace un par de años existe el club, “Yo no estoy en el CAVI, que es el club de la parroquia, estoy en el grupo de exploradores, un grupo de jóvenes donde nos dividimos por etapas. El Encuentro tuvo impacto en nosotros, más que nada, ver que realmente aporta mucho lo que hacemos, que parece que no hacés nada, pero en realidad es tu semillita y hace muy bien al barrio. Exploradores hace tiempo que está, pero también fue algo que empezó de a poco, igual que nuestro club, y fue creciendo acompañado por los curas. También empezó a haber exploradores en alguna de las capillas porque antes solo se hacía en la parroquia Virgen Inmaculada. Todos pertenecemos al mismo grupo”. Volviendo a la experiencia del Encuentro en el Pío, Dalma, de 21 años, que habló poco, opina: “Fue muy esperanzador escuchar tantos testimonios de chicos que están metidos en el barrio, pensando en el otro, pensando cómo hacerlo, eso fue muy emocionante”. “Creo que el Encuentro fue el empujón que nos faltaba”, concluye Auxi, “porque nosotros hacíamos la mirada gorda, nos dábamos cuenta de que los chicos necesitaban esto pero no accionábamos, y cuando hicimos el club, empezaron a venir. En el momento no pensás nada, fluye y te llenás de alegría, y después, cuando caés, te das cuenta que ese nene necesitaba eso. Vos le diste el espacio y el nene hizo todo. Y también ahí está el compromiso”.


Documento Foro de Jóvenes

La mirada de los jóvenes

Documento elaborado de

manera comunitaria por el

FORO DE JÓVENES durante la jornada del 19 y 20 de mayo en

DESDE SU PROPIA

REALIDAD

Nosotros los jóvenes de las villas y de barrios de la ciudad y del conurbano: Somos jóvenes que, a pesar de las dificultades, luchamos por un barrio mejor, tenemos objetivos, nos comprometemos con el otro y la comunidad, tuvimos la gracia de Dios de que

estamos nosotros, y si bien pasan cosas malas también hay muchas cosas buenas y mucha gente y jóvenes trabajando. Los invitamos a que vengan y participen de las actividades de los barrios, que vean lo que hacemos, así no se quedan con la mirada negativa que muestran los de afuera.

de la salud (promotores comunitarios de salud). • Queremos que en educación se asignen más recursos a las escuelas que menos tienen, que están más alejadas y más desfavorecidas, que se supervise la calidad de la educación, y que

confiaran en nosotros. Nos sentimos acompañados, y sentimos el compromiso y la alegría de devolver lo aprendido. Pasamos por experiencias que nos hacen entender el dolor de ellos y las faltas de ellos, por eso nos hermanamos. Estamos en los clubes o actividades deportivas, en los movimientos infantiles y juveniles, en las escuelas, en las murgas, Hogares de Cristo, talleres culturales, visitamos cárceles, damos catequesis y demás actividades parroquiales y sociales. Creemos que hay Vida donde

En educación, deporte y arte proponemos: • Que los jóvenes tengan capacitación y oficios a través de Centros sociales con espacios recreativos, de contención y alimentación, así como también bachilleratos populares. Cada espacio tiene que contar con un referente del barrio. • Talleres de concientización para adultos para capacitarlos en la niñez y crianza. • Asegurar el acceso de las ambulancias a los barrios, y que se capacite a los vecinos para que trabajen en la prevención

se promueva la participación de los estudiantes en la escuela a través de los centros de estudiantes para que aprendan a participar y tener voz. • Crear talleres de arte y recreación, ampliar recursos para estos talleres, dar becas de estudio y proporcionar cursos gratuitos. • Ayudar a los jóvenes a descubrir sus talentos, sin discriminación alguna. • Que haya un Club en cada barrio, con un equipo interdisciplinario, y que cuente con financiamiento integral (uni-

el Colegio Pio IX C.A.B.A.

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Los jóvenes del Foro charlaron con Adolfo Peréz Esquivel y le

entregaron en el Encuentro “No más chicos descartables” un

presente en reconocimiento por

todo su trabajo en defensa de los Derechos Humanos.

forme, sueldos, viandas, infraestructura) y sea sostenido en el tiempo. En trabajo proponemos: • No pedir antecedentes penales para conseguir trabajo. • Plazas de trabajo para personas de barrios vulnerables. • Control de las cooperativas de trabajo en los barrios. • Control de la discriminación por nacionalidad en los trabajos. • Trabajos con sueldos dignos. • Trabajos para jóvenes que además puedan seguir estudiando. En seguridad proponemos: • En seguridad pedimos trabajar la prevención a través de la educación abierta y diversa, con herramientas de inclusión, microemprendimientos y que el Estado articule todos sus actores. • En seguridad decimos NO A LA BAJA, conocer los derechos,

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no perder la identidad, ampliar los centros para personas de alta vulnerabilidad, espacios para tratar la violencia de género, seguridad igualitaria, que los representantes de la seguridad no sean corruptos, y cumplir los derechos básicos de vivienda digna, trabajo y educación. • En el sistema penitenciario proponemos fomentar actividades culturales, acompañamiento personalizado, cumplir los derechos de los internos, trabajar la verdadera inclusión de los que están privados de libertad, articular todas las partes del Estado a favor de ellos, trabajar la problemática del consumo desde adentro de los penales, ofrecer un trabajo desde el Estado y

no discriminarlos, acompañar a sus familias, cumplir la condena dignamente. Desde nuestra experiencia aprendimos que es posible un trabajo desde los jóvenes y para los jóvenes, de transformación e integración. Por eso, desde nuestro compromiso barrial decimos NO MÁS CHICOS DESCARTABLES. CONSTRUYAMOS ESPERANZA. José Rojas, Luis Arrambarre, Abril Amarilla, Jennifer Robledo, Micaela Ojeda, Evelyn Leiva, Micaela Leiva, María Auxiliadora Lezcano, Agustín Bogado - Parroquia San Pablo Apóstol – Villa Tranquila - Avellaneda. Richard Almanza, Brian Saavedra, Luis Ordoñes, Viviana Serrano, Rodolfo Gandulia - Parroquia Santa María Madre del Pueblo - Villa 1,11,14, Bajo Flores. Claudia Cabrera, Douglas Patzy, Dalma Villalba - Parroquia Cristo Obrero Villa 31. Leonela González, Gastón Zarza, Maximiliano Miño, Joel Rivero, Camila Franco, Alejandro Franco, Valeria Muños, Camila Del Valle - Parroquia Virgen Inmaculada - Barrio Ramón Carrillo, Villa 3, Villa Soldati. Parroquia María Madre de la Esperanza - Villa 20, Lugano. Javier Aguirre, Fiorella Nuñez, Fabiana Sarabia, Melanie Roldan, Tomás Brisuela - Capilla Medalla Milagrosa, Merlo - Moreno.


Mons. José María Baliña - Vicario Episcopal de la Zona Centro.

Bosco con su inmensa generosidad nos abrieron todas las puertas. Antes de comenzar con los paneles, que se dieron ambos días, y las comisiones de trabajo del sábado por la tarde, la primer “palabra” no la dieron los adultos, sino los chicos y las chicas de los

Dios no conoce la cultura del descarte. Él no descarta a ninguna persona, busca y ama a todos, nos recuerda nuestro Papa Francisco, y esa es la propuesta que tuvo este encuentro: Visibilizar el trabajo pastoral cotidiano con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, recogiendo realidades y testimonios de las barriadas, porque solo conociendo es posible transformar la mirada y el corazón. Fue un encuentro de Iglesia, una invitación a sumarnos, desde los distintos carismas intentando dar respuesta a la necesidad de tantos chicos. Ya desde la organización del Encuentro ámbitos tan diferentes como el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia, Cáritas, y el equipo de sacerdotes para la Pastoral en la Villas de Emergencia nos muestran una manera de ser Iglesia. Y los salesianos del Colegio Pío IX, fieles al carisma de Don

de las experiencias compartidas, sólo mencionar la sensación que nos quedó, que esto no terminó, sino que fue un impulso para hacer mucho más; para fortalecer el encontrarnos y el trabajo en red. Queda claro que no hay una solución rápida y sencilla; como es tan urgente y necesario no podemos quedar aislados, desalentados o mirando para otro lado. Jesús nos dice a través de cada chico: ¡Confío en ustedes! El hacer visibles tantas experiencias

alentadoras nos hizo comprobar las montañas de amor que se vuelcan cada día en situaciones tan duras. ¡Construimos esperanza! La belleza y la alegría de las expresiones de los chicos en ese contexto nos dejó grabado muy patente: ¡No existe ningún chico descartable!

barrios con lo que ellos hacen, con lo que ellos son y con lo que ellos pueden, y pueden mucho más. Bailes, música, improvisaciones… ¡Qué cosas lindas se pueden hacer y se hacen en los barrios! También ellos fueron con sus tambores y su alegría, los protagonistas del cierre de este Encuentro. No pretendemos en estas pocas líneas resumir la riqueza

La suma de todo esto nos afectó profundamente: al tocarnos el corazón nos hace cambiar como personas; y eso nos cambia la mirada.

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Mónica Caropresi - Cáritas Buenos Aires.

S E A Z N A R E LA ESP

el motor que nos

PERMITE CONSTRUIR

Hace alrededor de tres meses, me avisaron que habría una reunión a la que proponían sumarme. Todos andábamos con mil cosas en la cabeza, pero el título “me pudo”: NO MÁS CHICOS DESCARTABLES… Inmediatamente tomé conciencia de que eso no era un título, ES una realidad. Siempre decimos muy convencidos desde Cáritas (hermosa Institución a la que pertenezco) que la persona no sólo necesita ropa y comida, necesita y merece DIGNIDAD. Fue así que me sumé inmediatamente a un equipo de trabajo en el que, de verdad, trabajamos duro para gestar este

Encuentro por los chicos y con los chicos. Empecé tímidamente a escuchar, a opinar, a ofrecer el servicio que estaba a nuestro alcance. Poco tiempo después nos fuimos dando cuenta de que esta realidad de nuestros pibes, nos movilizaba a muchos. No es para menos, si no nos ocupáramos de nuestros “cachorros”, seríamos la única especie que no cuida la vida de sus crías. Se pelea por ellos para protegerlos y para que crezcan hasta que puedan solos. Es lo mínimo que podemos hacer por los más pequeños… después de todo son los preferidos de Dios. Cuando vimos cómo crecía la convocatoria y la cantidad de gente que se inscribía, nos entusiasmamos y empezamos a soñar. ¡Se podía! Podíamos encontrarnos para escuchar experiencias de quienes ya vienen cuidando y acompañando a los chicos. Y también podíamos sentarnos a trabajar pensando juntos cómo seguir. ¡Qué bueno tantas voluntades, tantas ganas de caminar juntos! Claro, eso es el Sínodo, tiempo hacia el cual vamos acercándonos para andar por la misma huella y sumar nuestro paso a los que ya vienen caminando.

Del Encuentro, podríamos decir que fue todo un éxito (¡que lo fue!), pero lo que de verdad fue, es ENCUENTRO. Nos encontramos con mucha gente conocida, comprometida y hacedora de cambios. Creo que esto fue el germen que nos animó a conocernos con otros, a comprometernos y a pensar en hacer nosotros también. Promediando la segunda jornada (la del sábado), cuando “empezaba a acabarse” muchos nos quedamos con ganas de más… Ésta fue una de las razones por las cuales nos dimos cuenta que éste no había sido un encuentro más, podíamos llamarlo el “Primer Encuentro”, ya que nos dejó con deseos de seguir, de pensar, de palpitar en una misma sintonía; de soñar y hacer, de pensar juntos, pero no en teorías… sí caminando con ESPERANZA, que es el motor que nos permite CONSTRUIR… ¡Y CONSTRUIR con ESPERANZA por NUESTROS CHICOS!


Palabras de Patricio Fierens, Director General de la Obra Salesiana Pío IX y Facundo Arriola, Delegado de la Pastoral Inspectorial - Comunidad Salesiana.

e d a s a c a n U s a t r e i b a puertas que hacen es muy válido”. Según palabras de Facundo: “Lo vivimos como una renovación y valoramos mucho también cómo desde los curas vi-

Don Bosco orientó su obra hacia la juventud, y de ella escogió a los jóvenes más pobres. El carisma salesiano tuvo una fuerte presencia durante todo el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo Esperanza”, ya que se realizó en el colegio Pío IX, que abrió sus puertas a esta propuesta con generosidad. “Como congregación, como casa, tenemos el desafío de siempre: intentar ver qué quiere Dios de nosotros”, nos dice Patricio Fierens, director general de la Obra Salesiana Pío IX, “y ante la propuesta del Obispo a nuestro párroco de prestar el espacio para este Encuentro, quisimos sumarnos. Abrirnos, escuchar, aprender, que esto sensibilice los corazones para ver qué podemos aportar para poner en práctica. La intención fue esa”. Facundo, delegado de la pastoral inspectorial expresó: “La

propuesta del Encuentro trajo un aire nuevo que ayuda a renovar parte del carisma salesiano, fue un ícono muy importante porque estamos inmersos en un proceso de revisión de todos los proyectos de nuestras obras, que tienen que ver con volver a los jóvenes, especialmente a los más pobres. Poner en el centro a los más pobres, a los que tienen la vida más amenazada”. Patricio agrega: “Fue una oportunidad de abrir la casa. Para nosotros, una obra salesiana tiene que ser una casa, y eso es lo que intentamos que sintiera la gente que viniera, un clima familiar, y una gran oportunidad de conocer, de aprender, de poder mover o conmover un poco el corazón. Los paneles fueron muy significativos, como salesiano me encantó el foro de jóvenes, fue muy interesante lo que ellos escribieron, y el reclamo

lleros y Hogares de Cristo nos tienen tan presente y tan en el centro. Ver cómo el espíritu salesiano se propaga más allá de nuestros muros, de nuestras casas y va dando respuesta a las realidades más marginales. Así que para nosotros tuvo toda esa impronta. Fue interesante que a Don Bosco lo nombraran tanto, creo que como Don Bosco, como Don Orione, hoy hay un desafío de ir hacia aquellos que no tienen las mismas oportunidades y así intentar llegar a todos”. “Es un paso grande y lindo, y estamos atentos y disponibles a sumarnos si surgen más propuestas como ésta”, concluye Facundo; “Esperemos que no quede en un episodio”, comparte Patricio, “Hay que generar caminos. Están buenos los episodios, pero como una parada en el camino, un momento de cargar energía y renovar fuerzas para seguir avanzando”.

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P. Andrés D. Tocalini SM Párroco del Santuario de Fátima - Villa Soldati – CABA

i pueblo

La fe de m

La BLANCA SE

ÑORA

DE LOS POBRES

El 13 de mayo de este año, nuestra Fiesta Patronal tuvo un color muy especial, porque nos unimos con alegría al Jubileo por el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima a los pastorcitos en Cova de Iria. Desde aquella manifestación de nuestra Madre en 1917, su Blanca presencia ha recorrido el mundo. Nosotros aquí, en Villa Soldati, podemos afirmar que cien años después el mensaje de la Virgen de Fátima sigue vivo entre nosotros. Y esto recién empieza porque seguiremos celebrando el centenario hasta el 13 octubre, aniversario de su última aparición. En este tiempo queremos hacer memoria agradecida del origen “providencial” de nuestra Parroquia Santuario. El Padre Celso, Fundador de la Obra de Fátima de Villa Soldati, al poco tiempo de haber comenzado

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aquí su misión, no dudaba en afirmar que nuestra Madre había elegido este lugar para quedarse. Nosotros hoy también podemos decir que no tenemos duda que la Blanca Señora de los pobres no llegó a Soldati por casualidad. Ella ha querido estar aquí y su mensaje centenario sigue estando vivo entre nosotros. El mensaje de Fátima sigue estando vivo entre nosotros porque en su Casa nuestra Madre nos sigue recibiendo y nos abraza con ternura. En su Santuario, su presencia maternal sigue tocando muchos corazones para llevarlos a Jesús. Muchos hermanos y hermanas no dejan de venir los días 13 de cada mes para agradecerle su protección y para confiarle sus necesidades. Y muchos también, día a día se acercan y en su presencia se animan a dejar que el Espíritu transforme su interior. El mensaje de Fátima sigue vivo entre nosotros porque en nuestro Santuario de Villa Soldati, Ella sigue siendo “salud de los enfermos, consuelo de los afligidos y refugio de los pecadores”. El mensaje de Fátima sigue vivo entre nosotros porque en la Escuela de Fátima, todos los días el mandato de la Virgen a los pastorcitos en su segunda aparición: “Aprendan a leer”, es una realidad que desde hace casi 60 años sigue creciendo y acompañando la formación integral de

2600 niños y niñas, adolescentes, jóvenes y adultos de nuestros Barrios. El mensaje de Fátima sigue estando vivo entre nosotros porque a través de nuestra obra educativa seguimos formando cada día hombres y mujeres, que siguiendo el ideal propuesto por el querido Padre Leoncio, su fundador, se animan a vivir y a construir una nueva sociedad siendo “agradecidos, pacíficos y solidarios”. El mensaje de Fátima sigue vivo entre nosotros porque la realidad nos interpela diariamente y nos sentimos llamados a colaborar con nuestra Madre, la Reina de la Paz, en su misión. En su nombre y de su mano queremos consagrarnos a Ella y renovar nuestro compromiso como mensajeros y constructores de la Paz. El mensaje de Fátima sigue vivo entre nosotros porque desde la periferia de la Ciudad de Buenos Aires nuestra Madre nos invita a seguir anunciando con alegría y esperanza la Buena Noticia del Reino de Jesús. El 13 de mayo muy temprano se abrieron las puertas del Santuario para recibir a vecinos y peregrinos. Durante todas las misas, el templo estuvo repleto de hermanos y hermanas que querían saludar a la Virgen de Fátima en su día. El Cardenal Mario Poli nos acompañó presidiendo la Eucaristía de las 9 y contamos durante todas las Misas del día con varios sacerdotes peregrinos que vinieron de diversas Parro-


quias de la Arquidiócesis de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires con sus comunidades a celebrar el Jubileo de Fátima. Este año bajamos la imagen principal del Santuario y estuvo todo el día en el presbiterio, y los peregrinos pudieron acercarse y tomar gracia de ella. Su mirada maternal y su presencia luminosa nos conmovieron a todos. Hace casi setenta años llegó a Buenos Aires esta imagen traída por el Embajador de Portugal como regalo al pueblo argentino para el primer santuario de Fátima en nuestro país. Y aquí está, en Villa Soldati, en el primer santuario de Fátima en Argentina, y desde la periferia con su humilde y sencilla presencia, sigue ofreciéndonos su manto de luz para que la Paz sea también una realidad en nuestra Patria. A la tarde la procesión recorrió durante dos horas las calles de nuestro Barrio. En diversos lugares significativos la Blanca Señora recibió el saludo de las diferentes colectividades que habitan hoy mayoritariamente nuestra Parroquia: boliviana, paraguaya y peruana, y también aquellas que dieron origen al Barrio y siguen presentes entre nosotros: portuguesa, española e italiana. La comunidad Virgencita de Luján del Barrio Fátima, hasta hace pocos años partía de nuestra Parroquia, también salió a ofrecerle su homenaje. A las 17 la Eucaristía en la calle, presidida por Mons. Ernesto Giobando, Vicario de Flores, fue una verdadera fiesta. Los vecinos dijeron que hacía mu-

chísimos años que no se veía una fiesta de tal magnitud. Al finalizar la Misa se realizó una representación de las Apariciones con la suelta de un rosario de globos y fuegos artificiales. Y seguimos celebrando con alegría hasta la medianoche con un Festival musical donde todos nos sentimos parte de la Familia de Fátima, ya que se presentaron diversas expresiones musicales de diferentes colectividades y diferentes estilos para todas las edades. En esos días, el Papa Francisco estuvo en Portugal, cele-

brado el Centenario y canonizando a Francisco y a Jacinta. Pero también el Papa Francis-

co estuvo en Villa Soldati, a través de una hermosa muestra de fotos de Victor Bugge, fotógrafo presidencial, y en el afectuoso saludo a nuestra comunidad que recibí el día anterior: “Querido hermano: Gracias por tu cercanía. A vos y a la Comunidad los tendré muy presentes delante de la Virgen. Pediré por cada uno para que Ella les dé lo que más necesitan. No me olvido del Santuario. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Fraternalmente. Francisco”

El 13 de mayo iniciamos la celebración del Jubileo de Fátima. Será un tiempo muy especial para renovar nuestro amor a la Reina de la Paz. Las puertas de nuestro Santuario están abiertas para quienes quieran acercarse a celebrarlo y a recibir las gracias de este Jubileo.

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Romina Alejandra Díaz - Hermanos Maristas Miembros de la Mesa BICE-Argentina.

l a n o i c u t i t s n i r e t n I a s

Me

BICE-ARGENTINA

En el año del Bicentenario Marista y conmemorando el aniversario número 228 de Marcelino Champagnat, los Maristas de Argentina damos un salto cualitativo en la promoción y protección de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes al sumarmos como Congregación a la Mesa Interinstitucional BICE-Argentina. Esta mesa agrupa y articula a distintas Instituciones de nuestro país de inspiración católica y otras organizaciones de la sociedad civil que comparten los objetivos y principios de BICE (Oficina Internacional Católica para la Infancia). El propósito es generar una red de trabajo que proponga la coordinación, comunicación y una dinámica de funcionamiento de la misma aportando nuestra identidad, mirada y cosmovisión para avanzar hacia una sociedad Ar-

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gentina y Latinoamericana donde se respete la vida, la dignidad y todos los derechos de cada niño, niña, adolescente y joven. Las organizaciones que en nuestro país forman parte del BICE vienen trabajando hace muchos años en temáticas de infancia y adolescencia, pero nunca se había formado la Mesa Argentina formalmente. La presentación oficial y la firma del acta constitutiva de esta mesa de trabajo se llevó a cabo el sábado 20 de Mayo en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza,” en el Colegio Pio IX, organizada por el equipo de sacerdotes para la Pastoral en las Villas de Emergencia, Caritas Buenos Aires, Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en riesgo, y el Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA). “Queríamos firmar este convenio en un espacio que es vital, como es este Encuentro. Y también lo que queremos es mostrar nuestra mirada, la mirada desde el sur, desde nuestra querida tierra”, afirmaba el Padre Adrián ese día. Tuvimos la alegría de contar para este acontecimiento con la presencia del

presidente del BICE, Oliver Duval quien vino a nuestro país, participó del Encuentro y juntos recorrimos nuestros barrios donde Oliver pudo ver y palpar la realidad de nuestros niños y jóvenes. “Es impresionante ver el trabajo que se hace aquí en Argentina, que es un modelo para el mundo entero. Quiero agradecer a todos los que están trabajando por la dignidad de los niños en condiciones difíciles y muestran lo que se puede lograr: cuando se comparten esfuerzos entre todos y cuando son ellos los que nos enseñan lo que hay que hacer. Y esto es válido para la Argentina y para el mundo entero”, expresó Oliver Duval durante la firma del acta. Durante el Encuentro, organizado por la Comisión de Niñez y Adolescencia, estuvimos como congregación junto al Hno. Jorge Walder participando en la Comisión de Educación, moderando las distintas experiencias y propuestas que se presentaron. La visita de Oliver a la Argentina concluyó el día lunes 22 de Mayo con un desayuno de trabajo en la sede de DNI (Defensa de los niños Internacional) Sección Argentina, en el que participamos junto a otras organizaciones que conforman la Mesa. Antes de irse Olivier nos alentó al diálogo y a la cooperación entre las instituciones para que “la sociedad no le siga teniendo miedo a nuestros niños” y podamos transformar “la energía de ellos en algo positivo, haciendo algo extraordinario”.


Palabras de Ianina Tuñón - Socióloga - Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA) en el Encuentro “No más chicos descartables. Construyendo esperanza”.

El Observatorio de la Deuda Social, en su línea de investigación sobre infancia, trata de definir y medir qué es la pobreza y particularmente qué es la pobreza en la infancia. Durante los últimos años, el Observatorio tuvo sin duda un rol muy importante en los términos de

Los más pobres entre los pobres Hay muy poca investigación que

incorpore la palabra de los niños y de los adolescentes, mucho menos

cuando hablamos de la construcción de

estadística que siempre son construidas desde la mirada de los adultos.

seguir instalando en la agenda pública la temática de la pobreza, probablemente desde un lugar que es muy limitado, que es la pobreza por ingresos, porque para pensar los mundos de vida de las distintas infancias que conviven en la Argentina, la estructura de ingresos que tienen los hogares, es importante, pero poco nos cuenta sobre el desarrollo humano y social que los niños pueden desarrollar en el interior de los hogares. Las estadísticas oficiales más recientes, indican que el 47% de los niños entre 0 y 14 años en la Argentina son pobres en términos de ingresos, claramente son las más pobres entre los pobres, si pensamos que el 31% de la población en Argentina adulta vive en condiciones de pobreza por ingresos. Sin embargo tenemos la obligación empezar a insta-

lar también en la agenda pública, otra forma de medir la pobreza que dé cuenta de aspectos que son esenciales a la vida de los niños y que quedan invisibilizados en este tipo de mediciones. Los tres principales problemas de las infancias más pobres en la Argentina siguen siendo saneamiento, una vivienda digna, el clima educativo de los hogares, los hogares de los niños más pequeños, sin embargo hay otras dimensiones que son esenciales a la vida de un niño y que también tenemos que medir, y que tienen que ver con los procesos de cuidado, de crianza en los primeros años de vida entre los 0 y los 3 años. Lo cierto es que tenemos un desafío enorme, porque hoy el 56% de los niños está privado en ejercicio de algún derecho esencial y 2 de cada 10 en situaciones muy severas, muy graves, esto quiere decir que son niños que

no tienen condiciones mínimas de saneamiento, como es acceso a un inodoro con descarga o el acceso al agua de red en su propia casa, son niños que viven en climas educativos muy bajos, muchas veces son vulnerables a situaciones de maltrato infantil, niños entre 0 y 3 años, con padres con muy bajo nivel educativo, donde se piensa que la forma de criar y de disciplinar es a través del maltrato, de la violencia física o de la violencia verbal, donde hay poca formación en términos de cuidado de crianza, ahí hay un mundo para trabajar, esos primeros años de vida, que en general están circunscriptos al mundo privado de los hogares, sin embargo todos, el Estado, la sociedad, tenemos corresponsabilidades respecto de garantizar también en esos primeros años de vida el ejercicio de derechos que van a ser fundamentales para el sostenimiento, para el desarrollo y el florecimiento de esas vidas.

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P. Toto de Vedia - Párroco de la Villa 21/24 Zavaleta y Capellán de los Cartoneros.

Staff

La fuerza de ser testigos En memoria del cura Mauricio Silva

hermanos cartoneros, compañeros de militancia de Mauricio Silva. Terminamos con una Olla popular organizada por los amigos de la Cete. Hubo bendición, especialmente para los barrenderos, cartoneros, recicladores y demás trabajadores de la basura. Fue uno de esos encuentros que nos renuevan en el compromiso, por la inclusión, ya que corresponde a los que estamos, decirle a los que vienen cómo fueron los que pasaron. Yo sé que Tú estás,

en la espera gozosa de un niño que viene,

El miércoles 14 de junio se cumplieron 40 años de la desaparición del cura barrendero, el hermano Mauricio Silva. En el marco de la opción por los pobres, Mauricio Silva había optado, como muchos compañeros suyos, por ser cura obrero. Eligió ser barrendero. Se comprometió por la sindicalización de sus compañeros y fue detenido, torturado y desaparecido. La Iglesia y la sociedad le haríamos un homenaje y reconocimiento a él, así como a los 30.000 desaparecidos que se jugaron por un mundo mejor. Así celebramos la Misa en el hall central de la Estación de trenes Constitución, unidos a grupos de barrenderos, cartoneros, militantes, misioneros y vecinos que todos los miércoles compartan la Misa en ese lugar donde el pueblo viene y va de su casa al trabajo, a los hospitales y a diferentes lugares. Fue un emotivo encuentro. En la Misa hemos compartido testimonios de

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de una carta que llega,

. director . Adrián Pablo Bennardis . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Julio Bello Virginia Oliveira Marisa Echarte Olga Ovejero . agradecemos la colaboración de . Cardenal Mario Poli Mons. José María Baliña Gustavo Carrara Pepe Di Paola Andrés Tocalini Toto de Vedia Patricio Fierens Facundo Arriola Mary Beloff Romina Díaz Mónica Caropresi Ianina Tuñón Micaela Ojeda María Auxiliadora Lezcano Agustín Bogado Dalma Villalba Camila Franco Alejandro Franco

de un amigo que vuelve. Tú estás.

Yo sé que Tú estás,

cuando la esperanza es cuesta empinada,

la cumbre es incierta y las fuerzas muy pocas. Tú estás.

Fragmentos de la poesía “Morir en Soledad” de Mauiricio Silva

Mauricio Silva nació en Montevideo en 1925, en el seno de una familia humilde y se ordenó sacerdote en 1951 en Córdoba. Tuvo siempre un fuerte compromiso con los pobres tal como lo dejó plasmado en un testimonio “participar a nivel del pueblo, conociendo proyectos. Apoyando, concientizando desde la postura en que quede de manifiesto nuestra opción primera y fundamental: nuestra vida religiosa... y sin pertenecer a una organización revolucionaria”.

. propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy Provincia de Bs. As. . imagen de tapa . Gustavo Daguerre



Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.


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