Comunicarnos Nº153 Marzo/Abril 2016

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pastoral

REVISTA BIMESTRAL

AÑO 16 - Nº 153 - MARZO/ABRIL 2016 - COSTO $20

Educarpara transformar “No vamos a cambiar el mundo sino cambiamos la educación”. Francisco.

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.


pastoral

La

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editorial

Sumario .1.

No hay educación sin esperanza.

.2.

Pascua y Misericordia.

.3.

Sobre la espiritualidad del desierto, un ámbito de contradicción.

No hay educación sin

esperanza

.5.

Política y educación.

.8.

La educación transforma vidas.

. 11 .

La ética cuenta.

. 17 .

¿Cómo educar para un futuro sustentable?

. 20 .

Violencias en la escuela.

. 23 .

Maestro de humanismo y humildad.

. 24 .

¿Educamos en igualdad?b . 26 . Escuelas abiertas: participar, aprender, divertirse .

. 28.

Con ojos de Niño.

Nuestra Misión La promoción humana de niños, niñas, adolescentes y familias en situación de vulnerabilidad, para que, en un marco social y comunitario descubran sus fortalezas y potencialidades.

En los comienzos del año lectivo dedicamos este número de Comunicarnos a la educación. Los ejes que consideramos significativos abarcan desde su relación con la política, su aporte esencial para un futuro sustentable, la transformación educativa desde el aula, las violencias que se presentan en el contexto escolar, la educación en igualdad para prevenir la violencia de género y la experiencia de escuelas abiertas y valores que la sustentan. En el Congreso Mundial “Educar hoy y mañana: una pasión que se renueva”, convocado por la Congregación para la Educación Católica en noviembre de 2015, el Santo Padre advirtió que la educación siempre debe tener un sentido de transcendencia. “Educar conlleva una responsabilidad social, sobre todo con quienes sufren en las periferias”, aseveró. La educación no puede ser cerrada, no podemos educar ‘dentro de muros’. Por eso, no basta el conocimiento, ya que podemos informarnos la vida entera sin educarnos nunca. Hoy tenemos que reeducarnos, trascendernos a nosotros mismos. Necesitamos conciencia social, una nueva mente y un nuevo corazón. En el congreso, Francisco pidió que la integralidad sea pieza central de todo proceso educativo. Para ello, junto con el sentido de trascendencia, se deben enseñar tres lenguajes:

el lenguaje de la cabeza, el arte de pensar, fortalecer su capacidad de raciocinio; el lenguaje de las manos, saber hacer por sí solos para que la educación les sea útil y tengan capacidad de impactar positivamente en la sociedad de forma tangible; y el lenguaje del corazón, aprender a sentir, a encontrar dentro de sí mismos la motivación que los impulse con alegría y amor a emprender sus empresas.

Todo tiempo educativo es tiempo de pregunta y de respuesta, cada uno es un proceso y un proyecto, y no un destino. El mundo de la vida es un mundo permanentemente inacabado, en movimiento, y la tarea de los educadores está directamente relacionada con la utopía, con la búsqueda de una sociedad mejor. De este tipo de educación se deriva la dimensión ética de responsabilidad y de cuidado por el futuro común de la Tierra y de la humanidad. Hace que el ser humano se descubra como cuidador de nuestra Casa Común y guardián de todos los seres. No hay educación sin esperanza. Lo que nos mueve es la esperanza, que nos marca una dirección, mientras que la desesperanza nos anula. No hay búsqueda sin esperanza, y no la hay porque la condición del buscar humano es hacerlo con esperanza. Y es precisamente ahí que reside la posibilidad de la educación. No vamos a cambiar el mundo si no cambiamos la educación, nos dice Francisco, y nos enseña a enseñar con su propio ejemplo.

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tiempo pascual Texto: S.E.R. Mons. Ernesto Giobando, sj – Obispo Auxiliar de Buenos Aires Vicario Episcopal, Vicaría de Niños.

PASCUA y

Misericordia

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Esta Pascua del 2016 es especial. Estamos celebrando el Año de la Misericordia y la Iglesia nos invita a vivir un año de perdón, un año de gracia, un Año Santo. Y es en la Pascua donde Jesús manifestó la gran misericordia de nuestro Padre Dios.

esa Vida perdurable, la vida de Dios. No debemos nunca dejar de lado la Pascua del Señor ni suplantarlas por merecidas vacaciones. Si tenemos la oportunidad de salir a descansar, no dejemos de acudir a la Iglesia, de rezar un poco más, de ayudar a quien lo necesita.

Cada día de la Semana Santa recordamos y hacemos presente esas grandes obras de amor, porque “obras son amores y no sólo buenas razones”, como dice el refrán. Jesús en la Pasión nos amó hasta dar la vida. Y en su Resurrección recibimos

El Papa Francisco nos está dando el ejemplo a seguir. Hay muchos desafíos en el mundo y en nuestro país, de un modo particular. Son muchos los problemas que debemos enfrentar y empezar a darles una solución. Y este esfuerzo no se

realiza con “manotazos de ahogados”, sino aprendiendo a convivir en paz, buscando juntos el bien común, dando lugar a la honestidad y dejando de lado el enfrentamiento y el rencor que nos impiden ser hermanos. Si Jesús nos invita a ser misericordiosos como el Padre del Cielo, esa misericordia pasa por hacernos cargo de nuestro prójimo, en especial de los más pobres e indefensos de nuestra sociedad.

Les deseo a los lectores de la Revista una ¡Feliz Pascua de Resurrección!


tiempo pascual Texto: Lic. Arturo Brochard - Ex disertante de los Cursos de Cultura Católica, Miembro del CIES. Fundación Aletheia - Secretario Académico del CONSUDEC.

Sobre la espiritualidad del

desierto, un ámbito de

CONTRADICIÓN

El desierto aparece como un ámbito privilegiado para el encuentro con Dios. La paz, el silencio, la soledad y el sosiego que resulta de la falta de solicitaciones que estimulen los sentidos, predisponen al alma a un encuentro íntimo consigo misma, reflexivamente, y con su Creador. Pero el desierto es también un ámbito de aridez extrema, de sequía, de muerte, de desolación, de cruel soledad y de tentación donde se pone de manifiesto el poder de los demonios. Lugar paradójico, el desierto.

grados sino también el mismo Jesucristo, el Maestro, experimentó este abandono y desamparo en los últimos trances de su Pasión. En este sentido, aparece como un estadio, inicial o final, del que nadie que haya progresado en la vida interior está exceptuado. Es una circunstancia que favorece al despojo del propio yo para que Jesucristo llegue a ser objeto de un amor no mezclado con el pro-

¿qué es el desierto? El desierto es a la vez un lugar y un estado. El término “desierto”, en general, designa en la Biblia lugares desolados y resecos (Os. 13:5), solitarios (Dt. 32:10), oscuros (Jer. 2:6,31) e inseguros (Lam. 5:9). Así, por ejemplo, lo describe el Deuteronomio como lugar “inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes, un sequedal sin una gota de agua” (8, 15). Es lo contrario del “agua viva” que ofrece Jesús a la samaritana, capaz de convertir el páramo más árido y reseco en un vergel rebosante de vida (Jn.: 4,5-42). El desierto en sentido espiritual es ese estado interior de aridez, de sequedad, de ausencia de gratificaciones, que han experimentado todos aquellos que se han iniciado en la vida espiritual. No sólo los místicos y los consa-

pio. “No se puede participar en la misión de Jesús, en la misión del Evangelio, si no se participa en la experiencia del desierto”1. “Es necesario pasar por el desierto y vivir en él para recibir la gracia de Dios. Allí es donde nos vaciamos, donde arrojamos de nosotros todo cuanto no es Dios (…) Es un período por el cual necesariamente ha de pasar el alma que quiere producir frutos”2.

el desierto como ámbito privilegiado para el encuentro con dios El desierto es lugar de soledad, “de retiro de las ocupacio-

nes cotidianas, del ruido y de la superficialidad (…), es lugar de la libertad que sitúa al hombre ante las cuestiones fundamentales de su vida”3. No porque sí es el lugar donde históricamente surgió el monoteísmo. La espiritualidad del desierto fue en un comienzo de carácter eremítico, desarrollada por los Padres del desierto y ha quedado testimoniada en las Sentencias y, particularmente, en los Apotegmas recopilados. Aún antes del cristianismo, este estilo de vida anacoreta era practicado y considerado un estado de perfección. Cuentan algunos que en tiempos de los primeros monjes cristianos de Tebaida, la vida monástica llegó a contar con tantos entusiastas en Egipto que el emperador Valente tuvo que restringir el número de hombres que abrazaban el monacato. El ideal de vida de estos hombres era la “jesüjía”, traducida del griego como la tranquilidad o paz del alma. No se equiparaba a la “ataraxía” o imperturbabilidad de los estoicos ni tampoco a la “apázeia” (apatía) de los epicúreos, que era algo práctico y no contemplativo, y considerado como un fin en sí mismo. Se trataba más bien de comunicarse, en medio de una vida y consagración contemplativa, de una escucha atenta y pre-

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dispuesta a las divinas mociones, con lo trascendente. Esto es occidental. Apunta Ratzinger, “las grandes cosas comienzan siempre en el desierto”. Aristóteles en su Física estableció los principios que hacen posible el movimiento y que son: forma, materia y privación. Pues bien, en el desierto, todo es privación, de manera que toda perfección tendría lugar en él. Es, por otro lado, el ámbito donde todas las necesidades se hacen sentir con mayor fuerza. El desierto es, principal y significativamente, el lugar donde habla Dios. Tal el caso de los profetas. Dice Jeremías: “recuerdo a tu favor el afecto de tus mocedades, el amor de la época de tus desposorios, cómo me seguiste por el desierto, por países donde no se siembra” (2,2). Y Oseas: “Por tanto, he aquí que yo la seduciré y la conduciré al desierto, y le hablaré al corazón, y le daré desde allí mismo sus viñas y el propio valle de Akor como puerta de esperanza. Y cantará allí como en los días de su juventud y como el día en que salió del país de Egipto” (2,1617). En el desierto fue anunciada la venida del Mesías: “una voz grita: en el desierto preparad un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo esca-

broso se nivele” (Is.: 40,3-5). “Y el desierto se engalanará y la estepa extenderá una alfombra tupida de flores bajo los pies del cortejo triunfal, y exultará de júbilo al contemplar la gloria de nuestro Dios” (Is.: 35,1-2). “Recordarás todo el camino que Yahvé, tu Dios, te ha hecho andar estos cuarenta años por el desierto a fin de humillarte, probarte y saber lo que encierra tu corazón...” (Dt.: 8,2). Finalmente, el desierto es el camino elegido por Dios para llevar a su pueblo a la salvación aun cuando no era el camino más corto entre Egipto y Canaá (Ex.: 13,17ss). Cuántas veces habló Dios con Moisés en el desierto.

el desierto, lugar de tentación Todo conspira en el mundo contra el recogimiento y la vida interior. El hambre, la sed, las epidemias, los motines, los saqueadores y todo lo que vino con el desierto fueron capaces de quebrar más de una vez la fe del pueblo de Israel. El éxodo a través del desierto durante cuarenta años tiene un sentido “típico”4, tanto en el numeral como en la metáfora. Aun el mismo Cristo fue tentado en el desierto. El desierto ha sido considerado como la morada de Satanás y de su séquito. Expulsado del Paraíso, el Demonio fue arrojado al mundo (Is: 14:12-15; Ez. 28: 12-19)

del cual se lo considera Príncipe (II Cor.: 4,4) y particularmente, al desierto (Lv. 16,10; Le 8,29; 11,24). Los demonios expulsados van a van a vagar por el desierto (Mateo 12:43-45). Y es allí donde arremeten con todas sus fuerzas. En el mundo, cada uno es tentado por su propia concupiscencia (Sant.: 1,14) y los demonios pueden sentarse a mirar el espectáculo sin necesidad de intervenir demasiado. En el desierto, en cambio, fustigan sin clemencia a las almas que quieren vivir esa espiritualidad. “Así, un padre del desierto vio al diablo sentado tranquilamente sobre la puerta de la ciudad de Alejandría, mientras que las legiones infernales acometían impetuosamente a los santos de la soledad”5. No es buena idea adentrarse en el desierto a menos que sea el Espíritu el que conduce: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto” (Lc.: 4, 1-13).

el desierto, un lugar de tránsito El desierto, cualquiera sea el modo de concebirlo, es siempre un lugar de tránsito y de preparación. Un tiempo y un espacio y por sobre todo, un estado de interioridad que son ocasión de perfeccionamiento y sobre el cual resulta oportuno meditar en este tiempo cuaresmal.-

NOTAS 1- Ratzinger, Joseph: “El camino pascual”. Ejercicios espirituales dados en el Vaticano en presencia de S.S. Juan Pablo II, Trad.: Bartolomé Parera Galmés, pp.13 ss., Madrid, BAC Popular, 1990. 2- De Foucault, Charles, “Lettre au Père Jérôme du 19 mai 1898”. 3- Ratzinger, J., Op. cit. 4- El sentido típico es la prefiguración de un acontecimiento que tendrá lugar luego de la venida de Jesucristo, acontecimiento que está significado y como anunciado por una metáfora. Por ejemplo, la tipología de los hijos de Abraham con Gálatas 4, los hijos de la promesa y los hijos de la naturaleza. Así también, el Éxodo de Abraham con la cuaresma de Jesús. 5- Lehodey, Dom Vital: “El Santo Abandono”, 2a edición Colección Patmos, p. 234, Madrid, Rialp, 1981.

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el espacio escolar Texto: Entrevista a Oscar Graizer – Doctor en Sociología – Investigador en Sociología de la Educación. Secretario Académico de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

Política y EDUCACIÓN

Los procesos educativos nunca son neutros, encarnan en todo momento un proyecto de sociedad específico. ¿Puede la educación separarse de la política? ¿Cuál es la relación que existe entre ambas? Hay dos planos desde donde podemos responder esta pregunta que nos sirva para entender esta relación. Un plano es el de la educación como política pública, y en este sentido es importante entender que la educación se constituye en un espacio donde el Estado, y los actores que intervienen en el gobierno general de una sociedad, participan en el debate de los lineamientos de política que se definen. Esto incluye desde el financiamiento hasta el curriculum; y establecen el espacio de debate y de realización pública de la actividad educativa

como una actividad social general, vinculada especialmente a dos grandes áreas que son: la escolarización obligatoria por un lado y la educación no obligatoria (la educación superior, universitaria o no). El espacio de la política pública en educación también incorpora la educación no formal, donde la educación vinculada al arte, al deporte, a la participación ciudadana, a la salud, al trabajo, participan también de un espacio de política pública. Y existe otro plano que es el componente político que tiene cualquier práctica pedagógica, porque allí se da una forma de relación de poder. En ese sentido, hay política en la acción

pedagógica, porque lo que se pone en juego es una forma de transmisión de cultura, y en toda transmisión de cultura hay una lógica de orden de las relaciones de poder en la sociedad, por eso decimos que hay una relación con la política. Por que no se transmite cualquier cultura: hay culturas que no se transmiten, que se niegan, hay segmentos de la cultura que se privilegian, hay formas de conocimiento que quedan silenciadas en la práctica pedagógica; y al mismo tiempo, la misma práctica pedagógica es en sí misma una relación de poder. Por ejemplo, para nosotros es normal que nuestra enseñanza sea en castellano, pero el hecho de que la lengua oficial sea el castellano es el resultado de una historia y de unas prácticas

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el espacio escolar

políticas que nos llevan a más de cuatrocientos años atrás; y que esa sea la lengua dominante es un buen ejemplo de cómo ha operado ese orden cultural y político históricamente y así cómo es el lenguaje se lo puede llevar a otros elementos más puntuales, como qué lugar ocupa en el curriculum oficial el cuerpo, o los conflictos étnicos, o la música. Y eso es del orden de una trama social compleja y ahí hay una relación entre educación y política cuando el conocimiento, la cultura o cualquier relación social se ponen en juego. ¿Cuál es el rol del docente, del director, del investigador en el proceso de elaboración de una práctica educativa crítica? Bien, creo que hay que diferenciar dos cosas: en primer lugar aclarar que las definiciones curriculares y cómo se procesan en un aula y en una escuela concreta son producto de negociaciones y procesamientos muy complejos El curriculum llega a una escuela por la vía oficial, pero después las editoriales cumplen su rol, la formación propia de los docentes, y los requerimientos y la lógica propia del estudiantado, de sus comunidades, que también participan en alguna forma. Ahí hay como una operación de regulación y de contra regulación permanente. Este proceso es muy complejo, y si bien uno puede decir que

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hay un curriculum oficial y unas formas dominantes que aparecen en las escuelas, estas no tienen toda la eficacia pretendida por quienes la participaron. Si hay algo que no ha sido eficaz probablemente se deba a que lo que piensa un equipo técnico de un ministerio no siempre se puede realizar inmediatamente en una escuela. Pero esto no es porque haya un problema en la implementación, sino porque el sistema educativo y la forma en

El espacio escolar es un espacio de crítica. la que la sociedad opera sobre esta cuestión hacen imposible, en algún punto, que haya una eficacia del cien por ciento. Al mismo tiempo hay que considerar el otro plano, que es el rol de los educadores como intelectuales críticos.

Aquí planteo cosas que ya fueron dichas por otros y mucho mejor. El espacio escolar es un espacio de crítica, aunque no haya un acto consciente de crítica, porque siempre que hay proceso de trasmisión y ejercicio de poder, hay alguna forma de resistencia, es decir, alguna forma de evitar la imposición, de correrse de lo impuesto. No siempre esa resistencia genera contrapoder, puede ser una resistencia inocua que no cambia

las relaciones básicas. Pero yo creo que los docentes como intelectuales, y la tarea educativa como una tarea crítica, requiere de un trabajo colectivo, creo que tenemos que entender que el trabajo de crítica y el procesamiento del discurso oficial dentro de las escuelas no puede ser entendido como una actividad individual, porque la tarea docente no es una actividad individual sino


el espacio escolar

una tarea colectiva aunque estemos de a uno en el aula, porque lo que reciben los estudiantes y las familias es el resultado de la operación y el procesamiento del trabajo de un colectivo, no de un individuo. Allí hay un rol fundamental los educadores: hacer público el carácter colectivo de nuestra tarea, aunque las condiciones laborales e institucionales no siempre son sencillas, y aunque muchas veces las condiciones de los sectores subalternos o populares hacen difícil también esa crítica. ¿Por qué la dificultan? Por que nos ponen en situaciones límites, por ejemplo cuando estamos frente a una familia donde se ha ejercido violencia institucional, o cuando un niño que está en una situación

de privación de derechos básicos vinculados a la vivienda a la alimentación o a la salud. Cuando alguien está enfermo, el proceso educativo queda en un segundo plano y uno enfrenta como educador la necesidad del reclamo público a otras instituciones, porque no se pueden resolver dentro de la escuela el conjunto de los derechos vulnerados de un grupo. Sin embargo, aun siendo parte de los “intelectuales orgánicos” (A. Gramsci), podemos amplificar algunas voces que están silenciadas. Y creo que ahí tenemos un rol muy relevante para identificar cuando un niño o niña ha sufrido algún tipo de violencia o de abuso, y si bien la escuela no resuelve ese problema no puede desconocerlo dentro del propio tratamiento escolar y tampoco

debe desconocer la situación de vulnerabilidad frente a otras instituciones del Estado. Hay que aprovechar las redes que se arman y las mesas de trabajo colectivo que pueda haber en los municipios tratando el problema de infancia y ahí tenemos un gran desafío, sobre todo en los sectores que sufren mayor vulneración de sus derechos más básicos, dado que si hay un problema serio de salud o problemas vinculados a la violencia institucional es muy difícil la operación educativa. Creo que, si bien hay experiencias, todavía no hemos encontrado la mejor manera, y el Estado tiene un rol fundamental; volvemos al primer nivel que mencioné el lugar que tiene el Estado en relación con la infancia, tanto en la política educativa como su conexión con otras políticas públicas.

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calidad educativa Texto: Entrevista a Oscar Ghillione – Lic. en Administración de Empresas, se especializó en Políticas Educativas. Director ejecutivo de Enseñá por Argentina.

La EDUCACIÓN transforma vidas

Enseñá por Argentina es una organización sin fines de lucro que trabaja para que chicos y chicas de contextos desfavorecidos aprendan y desarrollen sus habilidades en una trayectoria educativa superadora. ¿Qué significa para vos educar? Asocio mucho la palabra educar con los chicos, con el aula, con la realidad educativa cotidiana, entonces educar es empoderar, es dar los conocimientos, herramientas, los desarrollos de competencias y de saberes tal que les permitan a esos chicos alcanzar su máximo potencial, ser su mejor versión, alcanzar sus sueños. Uno podría decir esos son lindos deseos, pero es una gran responsabilidad que tenemos los que estamos trabajando en este ecosistema educativo y además cuando les ponés rostros, personas, comunidades y contextos dejan de ser palabras y empiezan a ser vidas. Educar tiene que tener un objetivo, un sentido, entonces encontrar ese sentido, también tiene que ver con lo que para mí es educar. ¿Qué te motivó para dedicar tu vida a transformar la vida de otros a través de la educación? Creo que todos los que recibimos oportunidades en la vida, en algún momento tenemos que hacernos cargo de eso y poner

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nuestras potenciali- La educación transforma, hace la dades en juego para diferencia. Un día, todos los chicos que otros también de Argentina van a tener una tengan esas oportunidades. La alternativa educación de calidad que les permita a eso es “yo vivo bien ser protagonistas de sus vidas. en mi metro cuadrado, atrás de cuatro paredes donPor ahí al principio tenía un de nada sucede”; cuando afuera sentido heroico, pero si bien fue de esas paredes están sucedien- una motivación inicial rápidado muchas cosas y a veces muy mente, fue una chispa que encentristes. En mi caso creo que ha- dió algo más grande, la gente no ber convivido en algún momen- necesita a alguien que los rescate to de mi vida con situaciones de o los salve, y para mí es un camimarginalidad y pobreza me hizo no de aprendizaje enorme. plantearme cosas y darme cuenta que yo podía ayudar, y, con mis ¿Por dónde pensás que pasa limitaciones, contribuir a que la calidad cuando se habla de haya otras personas que a través educación? de la educación puedan entrar Uno puede volver a la primeen una trayectoria muy positiva ra pregunta, la calidad educativa para ellos. pasa porque todos los chicos tenEs así que con un grupo de gan la oportunidad de ser su meamigos, en 2004, empezamos una jor versión, alcanzar sus futuros, ONG que se llama Grupo San Fe- sus sueños, llevar al máximo su lipe y trabaja en Añatuya y en la potencialidad, y no es ni más ni villa de 31 de Retiro dando becas menos que lo que yo quiero para universitarias y terciarias. mí y para mis hijos.


calidad educativa

¿Cómo se da eso en un sistema educativo? Algunas cosas que fui aprendiendo es que es tremendamente complejo, son temas con muchas variables, con muchas tensiones, intereses de todo tipo y color. Entonces por ejemplo ponés computadoras en todas las escuelas porque eso va a mejorar la calidad de la educación y no sucede, ¿por qué?, porque hay otros factores que también influyen. Definitivamente la calidad en educación necesita primero contar con un muy buen diagnóstico, contar con mucha información, y no creo que sea el caso de Argentina; y después, sin entrar en una receta a lo que hace la política educativa, creo que eso tiene que tener sentido en el contexto, entonces cuanto más acerquemos grandes políticas educativas a la realidad de la escuela, va a ser más atinada. Rápidamente vamos al cómo y en general con una visión de corto plazo, ¿cómo lo hacemos?, y creo que es mucho más interesante la discusión del quién, porque si vos tenés gente con talento, con liderazgo, que se comprometa con la educación, después si esa gente sabe lo que tiene que hacer, los “cómo” los vas a encontrar, si no, vamos a tener resueltos una enorme lista de cómos pero no va a haber quién los pueda implementar. Entonces, para mí, la calidad

educativa pasa por el quién, quiénes van a ser los líderes educativos en el país en los próximos 20 años, porque la educación se juega en el largo plazo; entonces tenemos que tener conciencia de que, si queremos calidad educativa, debemos armar equipos e instituciones que tengan una visión de acá a 20 años. ¿Cómo surge “Enseñá por Argentina”? Enseñá por Argentina nace con la propuesta de trabajar por la calidad de la educación en línea que mencionaba antes, nos parece muy importante trabajar en aquellos contextos que están en zonas más vulnerables o que están en desventaja educativa y poder potencializar, no sólo los aprendizajes y las trayectorias personales de esos chicos, sino al mismo tiempo desarrollar liderazgos sociales y educativos que sean protagonistas en la conversación de la Argentina en los próximos veinte años. Para eso les proponemos a jóvenes graduados universitarios de distintas carreras y universidades que hagan un programa de dos trabajando en escuelas junto a otros docentes en espacios de codocencia, acompañando las trayectorias de los chicos, desde lo académico y también en el desarrollo de habilidades

socio-emocionales. Queremos tener una mirada de toda la comunidad educativa, que nuestro trabajo tenga una visión y que esa visión esté contextualizada. Estamos trabajando desde hace casi siete años, somos parte de una red internacional Teach for all, que está en otros 39 países, muchos en Latinoamérica y muy diversos. ¿Cuál es la recepción de los jóvenes profesionales? Muy buena, porque de alguna manera Enseñá por Argentina viene a ofrecer una oportunidad que no hay. En general si uno tiene alguna vocación social lo canaliza a través del voluntariado o similar y nosotros tratamos de juntar eso con la profesión. En esos dos años no sólo colaboran en el desarrollo y transformación de quienes son sus alumnos sino que también es una experiencia muy transformadora para ellos. Y si bien Enseñá por Argentina es un paso de dos años, lógicamente queremos que los que hacen el programa sigan conectados, porque creemos que el liderazgo colectivo es más potente que los liderazgos individuales porque es el que genera los cam-

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calidad educativa

bios reales en las comunidades. Todos los años postulan un montón de jóvenes profesionales universitarios y nosotros tenemos un proceso de selección muy riguroso, y quedan entre el 5 y el 10% de los postulantes. Después empieza un proceso formativo y pedagógico. ¿Por qué es tan pequeño el porcentaje de los profesionales que quedan? Porque en definitiva queremos que hagan esta experiencia aquellos que tienen todo el potencial de ser esos profesores transformadores, entonces tratamos de hacerlo lo mejor posible porque lo que está en juego del otro lado es muy importante. No pasa sólo por lo académico, que lo contemplamos puntualmente, pero sobre todo vemos otras competencias: liderazgos, perseverancia, respeto por la diversidad, la capacidad de comunicación; entonces pudiendo juntar las dos cosas, la formación más el acompañamiento que les damos tratamos de asegurar que el profesional que se suma a una comunidad educativa y trabaja con chicos y chicas en contextos

de mucha vulnerabilidad tenga las herramientas suficientes para empezar un trabajo muy fuerte en esa comunidad. ¿Cómo articulan con las escuelas? En las escuelas públicas articulamos con el Ministerio de Educación y hacemos una convocatoria para que las escuelas postulen a trabajar con este programa y lo mismo con los docentes que se postulan a trabajar con otros codocentes. Cuando trabajamos con escuelas privadas con subsidio el diálogo es con los directivos. La recepción en las escuelas es buenísima y en más del 80% de los docentes y directivos recomiendan a otros trabajar con Enseñá por Argentina. En las escuelas se continúa y se trata de abrir a otras nuevas. En 2015 el programa se amplió a las provincias de Salta y Córdoba. La experiencia es muy positiva, es tremendamente potente que un profesional joven con un gran desempeño profesional y con altas competencias se sume a trabajar con ganas y vocación con otros docentes y traiga una mirada distinta que se complemente con la del docente que hace años que trabaja ahí; ese trabajo como colectivo es espectacular. ¿Qué logros han visto en estos años? Los logros pasan, te lo digo hoy después de casi siete años en un rol de articulación, para que una ONG se sume a colaborar con el sistema educativo habla de una mirada más abierta e innovadora donde nosotros podemos aportar en ser puentes entre ese ecosistema educativo y

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otras aristas de la sociedad, eso en sí es muy bueno. Y no es nada sencillo. Lo segundo relacionado a eso es también acercar otros mundos a la escuela, el mundo universitario por ejemplo, sobre todo en los contextos en los que trabajamos porque por ahí no tienen esas experiencias cerca. Y lo tercero que es más complejo es poder medir si los chicos que están en las escuelas donde Enseñá por Argentina está presente aprenden más o desarrollan más habilidades. Hoy tenemos registros cualitativos de algunos casos, seguimiento de trayectorias que son muchas pero estaría bueno contar con mucha más información para poder hacer mejores seguimientos del impacto de este tipo de programas. ¿Cuál es la apuesta a futuro? A mí me gustaría que Enseñá por Argentina siga aprendiendo de lo que pasa en el contexto, en el aula, de lo que pasa al docente, a la familia, al chico, y llevar eso a renovar las prácticas educativas y el trabajo con ellos. No renunciaría nunca a esa apuesta de aprendizaje constante. Y también me gustarían que crezcan las oportunidades, porque cuando los proyectos están en una etapa de consolidación tienen la obligación de crecer. Me gustaría la posibilidad de trabajar en más lugares del país y articular más con los Ministerios de Educación que es ejemplo de articulación pública y social, que todos estuviéramos mirando la educación con una mirada de colaboración para disminuir las desigualdades educativas, no sólo en Argentina, sino en todo el mundo.


recuperar los valores Texto: Bernardo Klisberg, del libro “Más Ética, Más Desarrollo”.

La ética CUENTA Hay una sed de ética en América Latina. La opinión pública reclama en las encuestas, y por todos los canales posibles, comportamientos éticos en los líderes de todas las áreas, y también qué temas cruciales como el diseño de las políticas económicas y sociales, y la asignación de recursos sean orientados por criterios éticos. Contrariamente a ese sentir, las visiones económicas predominantes en la región tienden a desvincular ética y economía. Sugieren que son dos mundos diferentes con sus propias leyes, y que la ética es un tema para el reino del espíritu. Este tipo de concepción, que margina los valores morales, parece haber sido una de las causas centrales del “vacío ético” en el que se han precipitado diversas sociedades latinoamericanas. La idea de que los valores no importan mayormente en la vía económica práctica ha facilitado la instalación de prácticas corruptas que han causado enormes daños. (…) Esta discusión está lejos de ser teórica. Tiene sustanciales efectos prácticos. La ética incide todos los días en la economía. Lo que una sociedad hace respecto de los valores éticos puede tener importancia decisiva en su

economía. (…) Noruega, por ejemplo, es el número uno entre 180 países del mundo en la tabla de Desarrollo Humano de la ONU. Una economía potente, con altísimo desarrollo social y sin corrupción. Esa sociedad trata por todos los medios de mantener muy altos estándares éticos. Así está analizando continuamente y con autocrítica sus responsabilidades como país desarrollado hacia el mundo en pobreza, y su gobierno impulsa una discusión ética permanente sobre los desafíos éticos de la sociedad en las escuelas. Los valores éticos anticorrupción y pro igualdad, solidaridad y cooperación que ha puesto en marcha son esenciales en sus logros económico-sociales. Esos valores son cultivados cuidadosamente en el sistema educativo en todos sus niveles y a través de ejemplos de los líderes. Es imprescindible, en una América Latina agobiada por grados

agudos de pobreza y desigualdad recuperar, la estrecha relación que debería existir entre valores éticos y comportamientos económicos. Ello significa poner en el centro de la agenda pública temas como la coherencia de las políticas económicas con los valores éticos, la responsabilidad social de la empresa privada, la eticidad en la función pública, el fortalecimiento de las organizaciones voluntarias y el desarrollo de la solidaridad en general. Todos los actores sociales deberían colaborar para que la ética volviera, tanto para erradicar la corrupción como para motivar actitudes positivas. Es fundamental al respecto el papel que puede jugar la educación en todos sus ámbitos y particularmente en las universidades. Las nuevas generaciones de profesionales deben ser preparadas a fondo en sus responsabilidades éticas. Ello es crucial en áreas decisivas para el desarrollo, como las de gerentes, contadores, economistas y otras profesiones afines. Así, entre otros aspectos, los especialistas en ciencias gerenciales deberían ser formados para impulsar un avance en las prácticas de responsabilidad social empresarial, muy limitadas en la realidad latinoamericana. Los contadores deberían velar por la protección de los intereses de la comunidad garantizando confiabilidad y transparencia total en la información tanto en el área pública como privada. Los

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recuperar los valores

economistas deberían contribuir en la generación de una economía que enfrente las tremendas exclusiones actuales, como la pauperización de los niños, la destrucción de familias por la pobreza y el desempleo, la marginación de los jóvenes, las que derivan de las discriminaciones de género, del maltrato a las edades mayores, a las minorías indígenas, a los discapacitados, y otras. El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz (2003) formula agudas sugerencias respecto de la necesidad de una ética para economistas. Dice que es imprescindible que una profesión tan influyente tenga definitivamente regulaciones éticas, y que un código de ética razonable debería incluir inicialmente por lo menos tres principios. Primero, no recomendar a los líderes públicos de los países en desarrollo teorías no probadas por la realidad; segundo, no decirles que hay una sola alternativa; y tercero, ser sensibles a los efectos de sus recomendaciones sobre los sectores desfavorecidos y transparentar los costos que van a pagar dichos sectores por ellas. (…) ¿Cómo llevar a la práctica la educación ética en estos campos donde está siendo reclamada por las sociedades latinoamericanas? El contexto es favorable por el avance de la democratización. (…) No se trata simplemente de agregar a las carreras una materia que habla sobre ética, sino de ir mucho más allá. Transversalizar la enseñanza de la ética, hacer discutir en cada una de las asignaturas los dilemas éticos concretos vinculados con sus contenidos, que surgen de la realidad. Al mismo tiempo, generar cátedras es-

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pecializadas en temas como ética y economía, capital social y las nuevas ideas sobre responsabilidad social de la empresa privada (tema en el que la universidad latinoamericana está altamente atrasada). Por otra parte, sería importante acompañar la enseñanza con experiencias de campo. Una posibilidad importante al respecto es la voluntarización. Los estudiantes avanzados de administración, contaduría, economía y otras áreas afines podrían hacer grandes aportes como voluntarios a los programas con poblaciones pobres orientados al desarrollo de sus capacidades productivas. Podrían apoyarlas técnicamente, entre otros aspectos, en elaborar proyectos, generar microempresas y pequeñas empresas, obtener acceso al crédito, armar modalidades cooperativas de acción, recuperar empresas y otros campos similares. Esas acciones voluntarias les permitirían hacer un útil aporte y fortalecerían su potencial ético. Esas experiencias podrían vincularse estrechamente con diversas materias y formar parte de ellas, guiadas y tutoradas por su personal docente. La ética importa. Los valores éticos predominantes en una sociedad influyen a diario en aspectos vitales del funcionamiento de su economía. Eludir esa relación significa crear el terreno propicio para que ese vacío de discusión ética favorezca que se desplieguen sin sanción social los valores antiéticos que encabeza la corrupción y continúan el egoísmo exacerbado, la insolidaridad y la insensibilidad frente al sufrimiento de tantos. El corrupto no sólo daña por lo que roba a

la sociedad, sino por el mensaje que transmite: todo para mí, no me interesan los demás, no tengo problemas de conciencia, lo único importante es enriquecerse. Es hora de contestar definitivamente a ese mensaje, reivindicando los valores raigales de nuestra cultura que vienen de los textos bíblicos y de las civilizaciones originarias de América Latina. Ellos proclaman que el destino del ser humano es el amor, la solidaridad, la paz, la superación de todo orden de discriminaciones, el abrir a todos oportunidades para desarrollar su potencial. (…) Los valores morales fueron degradados, marginados, excluidos. Es hora de recuperarlos para la toma de decisiones cotidiana; son los únicos que pueden garantizar la América Latina soñada. La educación en general y la universidad en particular pueden jugar un papel esencial en este proceso a través de todos sus integrantes. La urgencia es máxima. Hay demasiado agobio y exclusión en esta región y la sed de ética aumenta a diario.


¿QUÉ NOS PASA CUANDO LEEMOS?

10 BUENAS RAZONES PARA APOSTAR A LA LECTURA

1. enriquecemos

nuestro vocabulario.

2. aumentamos

nuestra capacidad de comprensión.

3. estimulamos

al cerebro que produce mayor interconexión neuronal.

4. prevenimos o retrasamos la pérdida de la memoria.

6. Diversificamos los temas de

5. desarrollamos

nuestras habilidades de retención y concentración.

nuestra conversación.

8. fomentamos nuestra capacidad de imaginar.

9. mejoramos

nuestros patrones de sueño.

7. reducimos los niveles de estrés porque salimos de la rutina.

10. nos entretenemos de manera accesible.

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otra mirada

«Misericordia quiero y no sacrificio. Las obras de misericordia en el camino jubilar».

“La resurrección de Jesús no es el final feliz de un cuento de hadas, sino que es la intervención de Dios Padre, allí donde está desecha la esperanza humana”.

Comunicarnos Revista Bimestral - Suscripción anual $150 - 4982-4611 - comunicarnos@pastoralfamiliar.org.ar



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educación ambiental Texto: Entrevista a Carlos Fernández Balboa - Lic. en Museología con una Maestría en Educación Ambiental en España. Es miembro de la Fundación Vida Silvestre Argentina.

EDUCAR ¿Cómo para un FUTURO

Metas para la Educación Ambiental: “Formar una población consciente de la existencia e importancia del medio ambiente global y de su problemática, que posea los conocimientos, actitudes, motivaciones y competencias necesarias para contribuir de forma individual y colectiva a la resolución de los problemas actuales y a la prevención de otros que podrían sobrevenir.” Primer Conferencia Internacional sobre Educación Ambiental -1977.

sustentable?

¿A qué nos referimos cuando hablamos de educación ambiental? La educación ambiental, y esta definición es personal, es un proceso educativo que trabaja en cuestiones actitudinales (primero) y conceptuales (después) sobre el individuo y que tiene como objetivo que los ciudadanos, no sólo los niños y niñas, tengan una relación armónica con el ambiente. Se han creado programas internacionales, reuniones de las Naciones Unidas, maestrías y muchas cátedras en distintos países del mundo vinculadas a la educación ambiental. Pero lo cierto es que la mejor educación ambiental es simplemente una buena educación para los ciudadanos. ¿Hay dimensión de la importancia de trabajar los temas medioambientales en educación? No existe aún esa dimensión. Creo que el tema se ha minimizado o se ha popularizado hasta un ni-

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educación ambiental

vel que cualquiera habla de educación y medio ambiente, y por lo tanto se vuelve una banalidad o “notas de color”. Que una especie este “amenazada de extinción” pasa a ser una característica biológica... lo cual es terrible y no permite comprender la gravedad de un proceso como el exterminio (no la extinción porque esta es natural), el exterminio que ocasiona el hombre es único en la historia del planeta. Por otro lado no hay “vinculación de los temas”. Poco a poco se empieza a comprender que la vida está vinculada a todo lo que hacemos y que si desaparecen especies viviremos en un mundo infinitamente más pobre, ya que ellas no sólo son importantes desde lo ecológico sino también desde lo estético, cultural, económico, etc. El objetivo final de la educación ambiental es que el hombre comprenda que no puede vivir aislado de la naturaleza y QUE TODO LO QUE CONSTITUYE SU SOCIEDAD DE CONSUMO proviene de ella (si alcanzamos estos objetivos habremos sido exitosos en nuestro esfuerzo de conseguir un mundo más armónico). ¿En Argentina la educación ambiental está incorporada a los programas de enseñanza? En forma muy aleatoria e irregular. Como nuestro sistema es federal, sólo hay educación ambiental como materia en algunas provincias como Misiones, Entre Ríos, Córdoba y en la Ciudad de Buenos Aires.

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¿Cómo es que se aborda en las escuelas? ¿Se ve de manera integral o parcializada? Generalmente parcializada, vinculada con biología o geografía (muy escasamente con materias vinculadas con ciencias sociales). En realidad los problemas ambientales son temas sociales y habría que enfocarlos con una mirada integral. Los mejores programas de educación ambiental son los que abordan todas las materias dentro de un PEI (Programa Educativo Integral) y no las que se dedican sólo a dar la “materia” educación ambiental. Esto a veces, resulta pedagógicamente contraproducente. ¿Se ha avanzado? Hace treinta años que me dedico a estos temas. Se ha avanzado mucho pero este avance es directamente proporcional a los

problemas, que hoy son más tangibles. Veinte años atrás nadie imaginaba que los efectos del cambio climático iban a ser notables, nadie suponía que podía presenciar lo que algunos biólogos consideran la tercera extinción, no se podía prever que la pobreza iba a estar tan vinculada a los temas ambientales como podemos constatarlo en las provincias del norte argentino. Hoy la temática ambiental es -peligrosamente- cotidiana en jóvenes y adolescentes cuando se supone que reciclar, reparar o dar una clase especial modifica las situaciones de deterioro global. Lo que hace falta es crear ciudadanos que promuevan que los dirigentes tomen acciones que no afecten al ambiente. Ese es el gran desafío de la educación ambiental y que en futuras elecciones la temática ambiental sea tan gravitacional como la seguridad o la economía. Ahí podremos decir que hemos tenido un avance significativo. ¿Cuáles son los desafíos más urgentes para educar en sustentabilidad en nuestro país? Trabajar fuertemente en temas transversales en el nivel formal de educación. En el nivel informal, medios masivos, programas de televisión que traten con la misma importancia a la economía que a la ecología, que los temas ambientales no sean temas de “color” o de relleno. Y que se advierta que si los economistas, políticos, funcionarios y empresarios del futuro comprenden la importancia ambiental, la supervivencia de


educación ambiental

la especie humana y de la Tierra, tienen alguna oportunidad en el futuro. ¿Cuáles los riesgos? Los riesgos están en banalizar la educación ambiental, limitarla a temas que se sientan alejados de la realidad de la gente. La salvación de la selva misionera la darán las políticas de desarrollo de la agricultura, forestación y ganadería argentina, no que un grupo de chicos se dediquen a plantar árboles. Hay temas para los que no hay tiempo de educar. Es necesaria una combinación de esfuerzos desde las decisiones políticas, leyes -que se cumplan con dureza- y aplicar esas estrategias para que la gente entienda que la destrucción de la selva misionera ocasiona -también- la proliferación del dengue incluso en Buenos Aires. En la medida que se vean afectados sus intereses los ciudadanos comenzarán a realizar acciones ambientales que lleven a una conciencia activa y positiva hacia el ambiente. ¿Los niños, niñas y adolescentes están más comprometidos con el medio ambiente? Si bien están interiorizados, me parece que es todavía una “capa superficial” o políticamente correcta saber o hablar de ecología y medio ambiente. Es necesario que junto con la educación formal, la educación ambiental sea totalmente pertinente a la vida de las personas. ¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO? podría preguntarse un estudiante al tratar cualquier temática del ambiente, e inme-

Un cambio importante desde lo educativo sería enseñarle a la población que “Ser no es tener”. diatamente encontrar la respuesta. Así se conseguirá efectividad. Ese es el desafío. ¿Cree que la última encíclica de Francisco colaboró en este sentido? Sí, por supuesto. Además de estar excelentemente escrita, apela a algo que no es común que son los valores, además de la tecnología. Por otro lado, ha dado motivos para que nuestro Ministro de Medio Ambiente sea un religioso (más allá de que se trata de otra religión). Los temas ambientales son temas morales y de supervivencia y eso lo establece claramente la encíclica. Ernesto Sábato dijo que a la humanidad no la salvará la ciencia sino el arte (estoy de acuerdo, y agregó que la salvarán los valores y un cambio de paradigma de cultura). Si me preguntaran cuál es el mayor problema ambiental que afecta al planeta mencionaría dos: El

desconocimiento (no en el sentido científico, sino en el sentido de falta de interés sobre los problemas ambientales) ya que en ese caso la educación ambiental puede hacer una gran diferencia, y el otro problema sería el sobre consumo de los recursos naturales. Lógicamente el planeta no soporta que todos vivamos como un ciudadano medio de nueva York consumiendo todos los recursos todos los días. Por lo tanto, un cambio importante desde lo educativo sería enseñarle a la población que “Ser no es tener”. Todo a nuestro alrededor nos está diciendo lo contrario (los modelos de éxito, la televisión, etc.), por lo tanto la batalla en defensa y sustentabilidad de los recursos es dura, pero no imposible. Entender que podemos ser felices sin volver a la época de las cavernas, pero consumiendo sólo lo necesario... sería, a lo mejor, la opción más interesante.

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la escuela y sus contextos Texto: Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo - Del Libro “Violencias en la escuela: nuevos problemas, diferentes intervenciones” – EDITORIAL PAIDÓS.

Violencias

en la ESCUELA

Los continuos cambios que ocurren en nuestros contextos enfrentan a las escuelas con nuevos problemas que, muchas veces, obstaculizan la tarea educativa, generando situaciones ante las cuales se presenta la necesidad de actualización por parte de la formación docente tradicional, a fin de comprenderlas y poder responder adecuadamente. Hoy en día, ser maestro o profesor puede ser una profesión de riesgo que muchas veces no es contemplada en su alcance real, y cuesta pensar en la tarea diaria frente a situaciones conflictivas que exceden lo pedagógico. La escuela en su función de “educadora” de niños, niñas y adolescentes resulta siempre un espacio cambiante, y desde que se consolidó la función educativa a través de instituciones separadas de la familia, los contextos macro y microsociales que rodeaban a dichas instituciones se fueron modificando. En algunos casos, los cambios se dieron de manera abrupta ante irrupciones externas sorpresivas y, en otros, fueron la consecuencia de largos procesos de cuestionamientos, registro y aceptación de los cambios individuales, familiares e institucionales, lógicos en todo devenir de las sociedades y las culturas. Los problemas que llegaban a la escuela años atrás eran, en su mayoría, reducidos a lo económico y/o a la salud física y psíquica de los alumnos, que requerían estrategias especiales para el aprendizaje. Incluso se llegó a

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establecer una caracterización de las escuelas en alto, medio y bajo riesgo -según los barrios, las familias y los recursos-, a fin de mejorar el desempeño educativo y el cumplimiento de sus objetivos. En estos momentos, la escuela está atravesada por lo que ocurre en los contextos que la rodean y que influyen sobre las familias, los alumnos y los propios docentes (profesores, personal de conducción, supervisores), es decir, en la comunidad educativa en su conjunto. Por este motivo, se debe apelar a nuevas estrategias de enseñanza, de establecimiento de disciplina, de relación y comunicación con las familias, para buscar y desarrollar recursos y abordajes diferentes, novedosos, creativos y así poder responder a las nuevas demandas, en la realidad educativa cotidiana. Desde planteos meramente pedagógicos, que discuten contenidos, didácticas, normas de convivencia, se va instalando el análisis de situaciones que si bien no son nuevas o desconocidas, fueron mayormente invisibilizadas o naturalizadas. Realidades diferentes y problemáticas

novedosas han sido abordadas con una mayor capacitación para poder dar una respuesta eficaz, dichas capacitaciones resultaban imprescindibles para la actualización en la formación docente. Frente a dicha demanda, a las actividades compartidas y a las reflexiones conjuntas, fue posible registrar situaciones específicas que movilizan y preocupan a los docentes. Reconocer la presencia de cambios contextuales -que trascienden nuestro país y nuestra educación-, frente a los cuales las respuestas y los recursos cotidianos suelen ser insuficientes llevó a la gestación del libro “Violencias en la escuela”, en el que se busca reflexionar y construir estrategias nuevas para problemas no tan nuevos pero visibilizados, expuestos de manera frontal en el quehacer diario dentro de la escuela. Los autores son profesionales que desde hace varios años abordan estas problemáticas en diferentes espacios, en especial en el educativo, mediante capacitaciones, su¬pervisiones, el desarrollo de programas de intervención y orientación legal. Este libro colabora en la visibilización de situaciones instaladas o que comienzan a instalarse, aportando elementos teóricos para conceptualizar estos problemas y también recursos para actuar, junto con una actualización de análisis y autores para fortalecer el trabajo cotidiano en el contexto cambiante y comple-


la escuela y sus contextos

jo de la escuela. En el primer capítulo, “Otras familias llegan a la escuela”, María Inés Bringiotti analiza a qué llamamos “familia”, ya que lejos está de ser un concepto unívoco y detrás de él aparecen estereotipos, prejuicios, valoraciones acerca de qué es o cómo debe ser una familia. Si bien han cambiado las formas que adopta la familia, existen funciones que se deben cumplir y eso no ha cambiado. En el capítulo “La violencia en la familia”, se aborda una de las problemáticas que aparece con mayor frecuencia en las escue-

las. Se presentan modalidades habituales que pueden observarse en las escuelas dentro de lo que denominamos “violencia intrafamiliar”, incluida la violencia en el noviazgo y la violencia de hijos hacia sus progenitores, observadas en los últimos años. Las formas de maltrato hacia los niños se tipifican en función de las modalidades habituales que son observadas y en las cuales es necesario intervenir, registrando especialmente la vulnerabilidad de aquellos que concurren a escuelas especiales, donde sus problemas específicos los colocan en una situación de mayor riesgo.

Detrás de cada alumno que no aprende, que desafía, que abandona, que violenta, hay un problema familiar, institucional, social...

En el capítulo “Violencia institucional: las buenas y malas prácticas”, desarrollado por Patricia Paggi, se analiza el fenómeno de la violencia en la escuela entendida como múltiples prácticas que llegan a esta institución -como la mencionada intrafamiliar o violencias que son producto del contexto social- y violencias que se pueden generar o reproducir en el ámbito escolar. En “Las violencias en el contexto educativo:

el maltrato entre pares”, nuevamente Patricia Paggi se detiene en uno de los tipos de violencias en el ámbito escolar que aparece posicionado en primer lugar en los registros de docentes y directivos. Para eso, analiza varios de los conceptos que suelen definir el problema a veces de manera inadecuada, confundiendo términos como “bullying”, “acoso”, “violencia entre pares”, “ciberbullying” y peleas lógicas en la convivencia escolar. Reconocer cuándo estamos en presencia de uno u otro tipo facilita su abordaje y las medidas a tomar. Paggi también aporta estrategias posibles para abordar los casos detectados, y lineamientos para el desarrollo de acciones de prevención primaria y detección temprana de las violencias entre pares con la intervención y el compromiso de la comunidad educativa en su conjunto. Otro texto que integra el libro es “El abuso sexual entre pares: niños y/o adolescentes varones implicados en abusos sexuales de otros niños y/o adolescentes”, desarrollado por María Lourdes Molina. Allí se analiza una temática frecuente en las escuelas los juegos sexuales que exceden la lógica curiosidad en determinados estadios del desarrollo infantil, a veces bajo la forma de abuso sexual, acoso y cyberbullying. En “Las nuevas tecnologías y los peligros para la infancia”, Juan Pablo María Viar expone el desarrollo de diferentes tecnologías de la información y la comunicación (TIC), destacando los avances positivos en ese campo y las posibilidades que ofrecen, y asimismo se detiene en los ries-

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la escuela y sus contextos

gos que implica su uso indebido o sin la adecuada supervisión de los adultos responsables. La dimensión cultural es analizada en “Lo cultural y sus trampas: los derechos de los niños y los adolescentes como límite”, desarrollado por María Inés Bringiotti y Patricia Paggi, capítulo en el que se analiza el desafío que implica para la escuela la inclusión y la integración de la diversidad cultural de sus alumnos. En “Instrumentos y procedimientos escolares: una revisión crítica”, Paggi propone un análisis de los instrumentos que proponen las normas de procedimiento establecidas para las intervenciones de la escuela frente a diferentes problemas que ocurren en su ámbito. Si bien los protocolos y las herramientas son recursos fundamentales para guiar las acciones y facilitar una normatividad en los registros, su uso adecuado implica su reconocimiento como mediadores para obtener, registrar y evaluar información pertinente sin transformarse en un fin en sí mismos.

taciones permiten a la escuela fijar pautas de acción y de asunción de las responsabilidades que le competen, sin caer en acciones mesiánicas muchas veces perdidas de antemano o “mirar para otro lado” por miedo, amenazas o desconocimiento. La elección de los temas estuvo orientada por las inquietudes planteadas por los docentes, directivos, supervisores e incluso capacitadores, en función de situaciones nuevas -o visibles, pero no tan nuevas-, con un denominador común: la confusión, el no saber, el temor, el agotamiento. Si bien esta obra no agota los diversos y complejos problemas que hoy recibe la escuela y a los que debe dar respuestas a diario, aspira ser una herramienta necesaria para pensar nuevas maneras de actuar frente a desafíos urgentes que permitan un mejor transcurrir en el lugar donde nuestra infancia y adolescencia pasa tantas horas.

Los autores

Por último, el capítulo “El encuadre jurídico-proteccional ante las violencias en la escuela”, por Juan Pablo María Viar, cierra el libro con información pertinente sobre las responsabilidades de la escuela como espacio de protección y como ésta debe actuar en las diferentes situaciones que se presentan. Sin duda, conocer adecuadamente estas orien-

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María Inés Bringiotti, doctora en Filosofía y Letras, especializada en Maltrato Infantil en la UBA y socióloga, fundadora de ASAPMI (Asoc. Argentina de Prevención del Maltrato Infanto-Juvenil) coordina en esta obra el trabajo de un equipo interdisciplinario integrado por Patricia Paggi, médica especialista en políticas públicas y violencia familiar, autora

de varias publicaciones; Juan Pablo Viar, abogado especialista en violencia familiar, vicepresidente de ASAPMI y María Lourdes Molina, Doctora en Ciencias Penales y licenciada en psicología. Fundadora y presidenta de la asociación civil Nuestras Manos dedicada a prevención y tratamiento de las violencias. Todos ellos especializados en Maltrato infantil y violencia.


vidas ejemplares Texto: Dr Julio Bello – Responsable del área de Capacitación estratégica y relaciones institucionales Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo.

Maestro de humanismo y Fernando Cardenal falleció en Managua el pasado 20 de febrero a los 82 años, informó el movimiento educativo Fe y Alegría, del que era director nacional. El principal legado que Cardenal dejó en Nicaragua fue la educación. En 1980 coordinó a 95,582 estudiantes, maestros, técnicos, profesionales y amas de casa para

ejecutar la Cruzada Nacional de Alfabetización, que redujo del 50.35% al 12.96% el analfabetismo en Nicaragua, lo que mereció un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) al país centroamericano en 1981. El sacerdote jesuita nicaragüense fue ministro de Educación entre 1984 y 1990, durante el primer gobierno sandinista, y como ministro impulsó profundas reformas en Nicaragua, logrando una mejora sustancial en la educación. Compartieron esa gestión los sacerdotes Miguel D ‘Escoto, como canciller y Edgar Parrales como representante ante la OEA. Su protagonismo en el Movimiento Popular Sandinista, en los 80, le valió su separación de la orden Jesuita, En una “carta a sus amigos” explicaba su situación afirmando a modo de objeción de

HUMILDAD

“Somos el país más pobre del Continente, la mitad de la población de Nicaragua vive en pobreza y además, mientras se invierta tan poco dinero en la educación nacional, no saldremos nunca de esa pobreza”. Fernando Cardenal 2010

conciencia: “Estaría cayendo en grave pecado si abandonara mi sacerdocio para los más pobres y mis trabajos en la Revolución Popular Sandinista”. Posteriormente se distanció del gobierno de Daniel Ortega y del sandinismo y desde la organización Fe y Alegría que él dirigía, continuó impulsando una educación de calidad siendo muy querido y reconocido en Nicaragua. El año pasado apoyó al Sínodo de la Familia, que convocara el Papa Francisco señalándolo como un espacio de reflexión, idóneo para renovar la Iglesia, mantenía una relación fluida con los círculos cercanos a Francisco. Fue un hombre hecho de sí mismo, de la palabra que pesa, construido de convicciones y búsquedas. Sabía de la posibilidad de ser únicos y sin embargo, iguales a cualquier otro ser humano. Sembrador de ideales, su esencia, era la humildad con el conocimiento y con la coherencia entre el hacer y el decir. Pintó paisajes del alma, alimentó en sus alum-

nos cartografías de la imaginación para establecer diálogo entre iguales, para meternos hondo en la aventura de la comprensión del mundo. Sabía que nadie enseña a nadie, que la gente ayuda a las personas a aprender, que el conocimiento no pertenece a las personas, sino a la humanidad. Con él se va una de las figuras de la “Teología de la Liberación” más solventes por su profundo compromiso con los más pobres y marginados, la denuncia de las injusticias y la lucha por la igualdad y la democracia. Su vida fue un regalo pues con su paso, fue esparciendo humanidad y ternura en la lucha para transformar las injusticias en estas tierras. De este gran maestro, miles de jóvenes centroamericanos aprendieron que se puede hacer un mundo menos injusto y más bello.

“Soy un hombre de esperanza. (…) Para mí lo fundamental de ella es que creo profundamente en los jóvenes. Ellos son mi esperanza. Sólo hace falta que la sociedad les ofrezca una causa grande, noble, bella, si es difícil, mejor, y que al frente de ella haya personas con autoridad moral. Yo espero que los jóvenes regresen a las calles a hacer historia”. Fernando Cardenal 2010 23


día internacional de la mujer Texto: Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo.

¿Educamos

Desde que nacemos nos socializamos y somos educados de forma diferente dependiendo de nuestro sexo. Esto tiene consecuencias en todos los aspectos de nuestra vida: en la familia, en los estudios, en el trabajo, en las relaciones sociales... Con frecuencia, esto resulta en una desigualdad social donde se mantiene la relación de poder/ dominación del hombre sobre la mujer. El camino para erradicar la violencia de género comienza con educar a niños y niñas desde pequeños en el respeto hacia los demás, mostrándoles el gran problema de la desigualdad presente en las distintas sociedades y culturas entre varones y mujeres y promoviendo valores que trasmitan que todas las personas tienen los mismos derechos. En este proceso, el principal papel lo desempeña la familia y se continúa en la escuela. La familia es el primer lugar donde pueden perpetuarse los roles que la sociedad ha establecido para hombres y mujeres, y en la escuela porque a veces educadores y educadoras no se comportan igual con chicos y chicas. Esto se debe a que tenemos muy arraigados algunos prejuicios y actitudes que seguimos reproduciendo, seguramente porque es lo que hemos observado e interiorizado desde que éramos pequeñitos. Es necesario romper nuestros “mapas mentales”, de lo contrario si bien se avanza en las políticas de igualdad en nuestras prácticas habituales los estereotipos siguen persistiendo.

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en igualdad?

El rol que juegan los medios

¿Cómo podemos empezar?

Los medios de comunicación a menudo también reproducen el sexismo y los estereotipos de género y construyen nuestra percepción sobre el mundo que nos rodea. A través del lenguaje que utilizan, tanto en imágenes como en texto, dañan a mujeres y hombres. En muchas ocasiones se observa violencia simbólica encubierta en gestos, posturas corporales, palabras con doble mensaje, tonos de voz que ridiculizan, humillan, menosprecian, subestiman, ignoran y distorsionan la imagen de las mujeres, lo cual es el paso para justificar la violencia fuera de la pantalla. Por el contrario, un tratamiento igualitario en el discurso mediático puede contribuir a acelerar el avance hacia la igualdad en muchos otros ámbitos. Es necesario que el lenguaje periodístico asuma su función social y de servicio público favoreciendo una mirada crítica y el respeto por la diversidad.

* Desmontando las “etiquetas” sexistas como “los chicos no lloran“, “pateas como nena“, “las nenas no juegan con autitos”. * Cuestionando afirmaciones categóricas del tipo “lavar los platos es de mujeres”, ¿por qué es de mujeres? ¿Los niños no tienen manos, por qué no van a saber lavar? Al tratar de razonar el prejuicio, acaba autodestruyéndose. * Enseñar a las niñas y niños a utilizar los juguetes indistintamente, sin pensar en el género. * Nadie puede educar si no se acepta y estima a sí mismo, porque mal puede valorar y aceptar a los demás quien no se quiere y valora a sí mismo. Estando atentos a reforzar y alentar todo aquello positivo de nuestros hijos. * Tratando a cada hijo o hija como persona distinta, diferente, independiente y libre. Hay que aceptar su individualidad, que es sagrada y permitirle ser él o ella mismo/a, dejarle seguir


día internacional de la mujer

su camino y su vocación. * Implicar a los niños y niñas en las tareas del hogar. Asignarles responsabilidades o actividades cotidianas que tradicionalmente han sido consideradas ‘cosas de mujeres’ o ‘cosas de hombres’. * Dar el ejemplo. Ellos nos observan e imitan nuestros comportamientos. Ven cómo nos relacionamos con ellos, con nuestra pareja, con nosotros mismos, con el entorno familiar, con la sociedad, con la Tierra, nuestra Casa Común. Los patrones de comportamiento se heredan, y no es sencillo desligarse de esta influencia familiar. Evitemos roles, tópicos, lugares comunes respecto al género, y dejemos que vayan creando sus propias opiniones desde el respeto y la empatía por lo diferente. * No permitir actitudes discriminatorias y ofensivas que cuestionen la igualdad de las chicas con respecto a los chicos. * Educar en la resolución de conflictos, dando alternativas a

los comportamientos agresivos a través del diálogo. * Hacerles comprender que las generalizaciones conducen a error. Cada persona es única e irrepetible, y tiene virtudes, defectos y capacidades propias, independientemente de que sea hombre o mujer. * Hablar con ellos/as de la información que reciben en la escuela, en la televisión, de sus amigos… así generamos el hábito de conversar y discutir ideas en casa y fomentamos en niños y niñas un espíritu crítico. Además, nos ayuda a entender cómo son, qué ven, qué piensan y cómo se sienten. Estimular a nuestros hijos * e hijas para que elijan los estudios y profesiones que les gusten, más allá de que tradicionalmente la sociedad ha asignado profesiones diferentes según el género. Cada persona debe elegir de acuerdo con sus gustos y aptitudes personales. La educación es amor, respeto, espontaneidad, empatía,

tolerancia, creatividad, ternura, paciencia… Educar es actuar siempre desde la madurez, desde la coherencia interna, desde la propia verdad y realidad de que somos humanos y estamos en constante aprendizaje -tú aprendes de mí, yo aprendo de ti- ofreciendo lo mejor de nosotros sin prepotencias ni alardeos, desde el respeto y la humildad. Si nos dirigimos a nuestros hijos e hijas de manera respetuosa, pidiendo por favor y dando las gracias, sin gritar, pegar, ni castigar, si ponemos límites estrictos a las conductas agresivas y valoramos y respetamos sus propuestas y pensamientos, tenemos muchas posibilidades de que crezcan pacíficos, valorando la paz y ayudando en este difícil camino que es la construcción de la no-violencia.

El sexismo se aprende desde la infancia, la igualdad también. Educar en la igualdad y el respeto es educar contra la violencia. .

Escuelita Categoría 2002 a 2009

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escuela y comunidad Texto: Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo.

ESCUELAS ABIERTAS participar, aprender, divertirse.

Muchas de nuestras escuelas mantienen, a veces, vínculos débiles con la comunidad de la que forman parte y son percibidas como instituciones aisladas que sólo cumplen con la función de escolaridad. Sin embargo, la escuela no debe ser concebida sólo en su sentido formativo tradicional, sino que debe ser vista como una institución que permite relacionar diversas realidades que atraviesa una comunidad. La relación escuela-comunidad puede ser repensada como una relación de encuentro e interacción entre ambos donde la escuela sea un actor comunitario con una presencia fuerte. Esta es la manera en que se conciben las “Escuelas Abiertas”, donde la institución escolar no puede desconocer el medio en el que ejerce su influencia, e incorpora las condiciones cul-

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El fenómeno “Escuelas Abiertas” que se da en varios establecimientos educativos de nuestro país amplía la manera en que tradicionalmente se concibe la escuela teniendo en cada lugar características propias.

turales que ofrece la comunidad. La escuela no debería solamente ayudar a los niños y jóvenes a comprender y explicar los procesos de la comunidad, sino que su función abarca la formación de personas capaces de responsabilizarse de la misma, participando en sus problemas, convirtiéndose así en un agente de cambio. Escuelas Abiertas permite a los chicos tener un lugar donde puedan actuar, no solo desde el ámbito educativo, sino en un espacio donde puedan distenderse y compartir con otros jóvenes. Algunas funcionan todo el año como centros de educación no formal destinados a niños y adolescentes promoviendo la inclusión y el crecimiento personal, especialmente en zonas con menos ofertas culturales,

recreativas y deportivas. Muchas abren sus puertas durante el receso escolar como colonias de verano donde realizan actividades y talleres artísticos junto con deporte; y a las escuelas se suman predios municipales y clubes de barrio, constituyéndose en espacios que generan el encuentro y la integración entre niños, niñas y jóvenes que comparten tareas y saberes, aprenden a disfrutar con los otros y asumen hábitos de vida saludable. Algunos de los objetivos de Escuelas Abiertas son: Ofrecer un lugar que favo* rezca la inclusión educativa y la integración- social de todos los chicos y chicas que participen.• Brindar un espacio educativo de calidad donde los participantes sean protagonistas. * Prevenir, promocionar y promover el cuidado de la salud. * Fomentar el desarrollo y conocimiento de distintas disciplinas artísticas, expresivas, culturales y deportivas a través de estrategias recreativas. * Colaborar en la construcción y respeto de las normas y reglas como elementos funda-


escuela y comunidad

mentales de la vida en comunidad. * Promover el trabajo grupal fortaleciendo la capacidad de autogestión y los vínculos de solidaridad y confianza. * Contribuir al ejercicio de la capacidad de reflexión crítica y de la autonomía. * Propiciar un vínculo colaborativo entre la escuela y la familia. La conexión entre las familias y la escuela es fundamental, no sólo en la colonia, sino también durante el año. La idea es tener las puertas abiertas para la familia, para que se involucren con las actividades y tareas de los chicos. Los responsables de los centros se encuentran con diversas problemáticas, sobre todo vinculadas a la violencia, el consumo de drogas y la deserción escolar, ya que en

Este verano, en unos 90 colegios primarios y secundarios de la ciudad de Buenos Aires funciona el programa de Escuela Abierta, del que participan estudiantes de entre 4 y 18 años. Muchos de los profesores fueron adolescentes que pasaron por las colonias, muchos de los chicos son vecinos de sus propios docentes y se conocen desde que son chicos. Así, la relación entre alumno y profesor se vuelve aún más cercana y familiar.

época de vacaciones y en el verano algunos de los chicos que llegan están “desescolarizados”; hay muchos repitentes y otros que abandonan en la última

etapa del año; y ahí también hay una apuesta a este tipo de iniciativas para abordar estas problemáticas y poder trabajarlas. Pertenecer al barrio de la escuela no es un requisito excluyente, las puertas están abiertas para todos los que quieren participar. Esto también es la escuela y les permite a niños, niñas y adolescentes vivenciar en estos

espacios una visión más amplia que también tiene que ver con los valores y la convivencia esenciales para crecer como personas de bien, algo tan necesario en la sociedad de hoy.

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reflexiones

Con ojos

de NIÑO

Staff . director . Gustavo Mascó . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Julio Bello Elena Giorgi Virginia Oliveira Liliana Bertoli . agradecemos la colaboración de . Ernesto Giobando, sj Oscar Graizer Carlos Fernández Balboa Oscar Ghillione Arturo Brochard

. propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5006508 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy Provincia de Bs. As.

La editorial Santa María colabora con la distribución de la revista Comunicarnos en el interior del país. 28




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