Comunicarnos Nº 159 Marzo/Abril 2017

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REVISTA BIMESTRAL AÑO 17 - Nº 159 - MARZO/ABRIL 2017 - COSTO $35

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

Apasionarnos con la

vida

Segunda entrega de la Colección “La Patria al hombro – Iglesia y emergencia” documentos sobre el tema de la edad de imputabilidad elaborados por la CEA y por la Com. Nac. de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia.


pastoral

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Editorial

Sumario .1.

Defender la Vida.

.2.

Caminar la PASCUA.

.4.

Una pelota clave.

.8.

El arte te puede salvar.

. 10 .

Los pibes y su música en los barrios.

. 12 .

Amanecer bajo los puentes: Teatro por la integración.

. 17 .

Peregrinando al Santuario de Lourdes.

. 19 .

Visita a la “Curuzú Gil”.

. 21 .

CASABIERTA A LA VIDA: Un espacio para animar la vida (desde adentro).

. 24.

Jugar en el barrio.

. 26 .

En lo cotidiano se juega la verdadera integración.

. 28 .

Los pibes le dicen NO A LA BAJA.

Esta edición va acompañada de la segunda entrega de la Colección “La Patria al hombro – Iglesia y emergencia”, y contiene los documentos sobre el tema de la edad de imputabilidad elaborados por Conferencia Episcopal Argentina (11/02717) y la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia (06/01/17).

Defender la VIDA

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes… (Mt 5, 14-15) Hace unos días, estaba acompañando a uno de nuestros pibes, uno de esos chicos cuyos padres migraron a Buenos Aires para buscar una oportunidad. Él nació en nuestro barrio, tiene varios hermanos, apenas terminó el primer año del secundario y le resulta difícil encontrar una changa (ni hablar de un trabajo estable). Él lucha día a día con todas sus fuerzas, con todo su corazón y con todo su espíritu contra la droga. Me contaba que cuando era chico había pasado por dos institutos de menores. Y me decía: “…te hacen más maldito ahí, padre”, “aprendés todo…” ”Dios no existe ahí”. La contundencia de la realidad sintetiza la razón por la cual bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14, es decir, encerrar a los pibes y pibas que tienen conflicto con la ley, no es la solución. Sólo es construir un muro, no muy distinto al de Trump, una seguridad ficticia. Como dicen nuestros obispos: “En lugar de bajar la edad (solución inmediatista y de cortoplacismo) hay que crecer en la corresponsabilidad en todos los sectores de la sociedad”. Hacernos cargo, generar oportunidad, construir una sociedad donde ningún pibe sea descartable. Luchar por un Estado con una presencia inteligente, por una profundización de la protección integral de los derechos de los niños y niñas. Si entendemos la libertad como la posibilidad de elegir y llevar una vida digna, la pregunta es: ¿estos chicos, son libres? El Obispo Pedro Casaldáliga dice que “la libertad sin pan es una flor

sobre un cadáver”, es decir, si no tenemos lo elemental para que la vida sea digna, es muy difícil construir el resto. Nuestro servicio en la búsqueda del bien común, debe explorar la forma en que nuestros chicos tengan el afecto de una familia que se gana el pan con trabajo. El pan que los alimenta y les da fuerzas para crecer y soñar, y para ser libres. Libres para elegir el camino y no ser empujados a los bordes del camino. Bajar la edad de imputabilidad es como matar al mensajero. Estos chicos son el resultado de un sistema perverso. Son la punta de un iceberg. Si no trabajamos en modificar las raíces del sistema, cada día habrá más chicos imputables. La misión es continuar el camino abierto por Jesús, ser apasionados de la vida. “La vida y la muerte están permanentemente en lucha. Nosotros estamos en este combate como defensores de la vida a todos los niveles. Defender la vida exige no sólo combatir las muertes que nos rodean, sino ser creadores de la vida, profetas de la vida, testigos de otra vida mejor”. La utopía evangélica del Reino de Dios y su justicia, aquí y ahora. Y rebelándose contra toda estigmatización, entre los pasillos angostos, las paredes altas, los cables que cuelgan, el olor de las aguas servidas, aparece la vida, aparece la belleza que nuestro pueblo sencillo crea. Artistas que sacan de las piedras una belleza sin igual, murales en cada pared del barrio que desnudan el corazón. Músicos jóvenes que siembran alegría y dicen lo que pocos se animan a decir; clubes de barrio que son fuente de esperanza y sentido… El arte, la música, la murga… la belleza al fin y al cabo, vence. “La belleza salvará al mundo… la belleza del amor que llega ‘hasta el final’ y que se revela más fuerte que la mentira y la violencia”. Padre Adrián Bennardis

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Mons. Eduardo García, obispo de San justo,

Caminar la

PASCUA Entrenamiento para la VIDA.

La carrera de la vida El día a día de la vida se nos presenta con un vértigo tan grande que da la sensación de que no nos queda resto para detenernos y pensar por un momento hacia dónde vamos. El mundo parece una carrera de fórmula uno... Nos da miedo parar porque tenemos la sensación de que todo nos va a pasar por encima y nos vamos a quedar fuera de camino. Al terminar cada día, la noche nos envuelve en la angustia de lo que no hicimos y de todo lo que nos queda por hacer. No tenemos tiempo para descubrir lo que queremos y priorizar lo verdaderamente importante. Lo urgente se impone y dejamos de tener un tiempo para nosotros, para nuestra familia, para los que amamos, para lo que nos hace verdaderamente felices. Ni pensar en hacer algo por el barrio, por el país, por los otros: no hay tiempo. Sin embargo, muchas veces aparecen hechos que con desgarradora elocuencia nos obligan a frenar, situaciones que no podemos controlar, que no podemos comprar ni vender. Una enfermedad, un fracaso grande, la muerte de un ser querido, siempre están agazapados en la historia de cualquier hombre. Estos hechos nos obligan a salir de la rutina o de la carrera. En ese momento es cuando constatamos lo absurdo de la carrera y experimentamos el vacío y la desilusión de las cosas; como si la música que nos mo-

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vía se silenciara. Entonces podemos conformarnos con quedarnos así, reducidos al mínimo o decidirnos a crecer y apostar por la vida de verdad.

Un camino hacia la vida En esta experiencia vital podemos pensar la Cuaresma. Somos invitados a reconocer que, en medio de tanta carrera, se nos puede estar escapando la vida; somos invitados a dar un viraje, convertirnos. Nos equivocamos si pensamos que la Cuaresma son algunas cosas para cumplir durante cuarenta días, es algo más profundo, más serio, más necesario; es un tiempo para animarnos a cambiar de mirada, a cambiar de mentalidad. Hoy, Dios nos invita a reconocer nuestra debilidad y la distancia que hay entre nosotros y el Evangelio de la Vida, entre nuestro muchas veces triste caminar y la alegría de una vida entregada a Dios y a los hermanos en el amor. Se habla también de que es un entrenamiento… pero… ¿entrenamiento para qué?

La meta de la Cuaresma es la Pascua, que es la fiesta de la Vida por excelencia, de la vida autentica y verdadera. La pascua no es un recuerdo de lo que le pasó a Jesús y que quedó en el pasado. La Pascua es la fiesta de lo inédito que Jesús inauguró en su paso por la vida y que quedó sellado para siempre con su muerte y resurrección. Jesús fue un apasionado por la vida y la defendió de cualquier degradación a la que los hombres la sometían. Pasó y tocó la vida con la chispa de Dios, y donde había pecado aparecía la posibilidad de la vida nueva, donde había marginación aparecía la dignidad, donde había enfermedad aparecía la salud, donde había desolación y tristeza aparecía la alegría y la esperanza. No fue un romántico soñador sino un luchador que entregó hasta la última gota de su sangre para que nuestra vida sea de verdad Vida La Cuaresma es entrenarnos con Jesús para la Vida y como El ayudar a Vivir. Porque creer en Jesús significa aceptar su forma de vida como único criterio para nuestra propia vida. Creer que Jesús es “la resurrección y la vida” es estar convencidos de que Él puede resucitar en nosotros todo lo que está dormido o muerto: la ilusión en el trabajo por la justicia y la libertad, por la fe y el amor, por la fraternidad universal.


Apasionarnos por la vida Los de Cristo tenemos que continuar su misión de dar vida. La vida y la muerte están permanentemente en lucha. Nosotros estamos en este combate como defensores de la vida a todos los niveles. Defender la vida exige no sólo combatir las muertes que nos rodean, sino ser creadores de la vida, profetas de la vida, testigos de otra vida mejor. Y esto no es una ilusión. Muchas veces, sin que nos demos cuenta, tenemos luchadores de la vida que

sin profesarlo están animando al mundo a vivir la Vida que Jesús nos trajo con su resurrección. “Sí a la vida, no al paco”, decía una de las pancartas que las Madres contra el paco alzaron en una de las primeras marchas. Así empezaron, apostando a un futuro distinto: eso es meterse en la apuesta de Jesús. “La opción que se me presenta es clara: vivir o morir. Cueste lo que cueste, duela lo que duela, y con todo lo que implica asumirla, me quedo con la vida”, afirmaba una chica que luchó y ayuda a luchar contra la anorexia. Y la lista es muy larga; maestros de frontera, educadores de chicos con capacidades diferentes, enfermeras, paramédicos, etc. etc. Cuaresma es preguntarnos:

La vida tiene sentido y nos encuentra con las manos y el corazón ocupados trabajando por la justicia y la verdad en el gran proyecto del reino.

¿Por qué vida me estoy apasionando? El papa Francisco dijo a los jóvenes en Polonia: “La verdad es otra: queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a vegetar, a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a dejar una huella”, aseguró. “El tiempo que hoy estamos viviendo no necesita jóvenessofá, sino jóvenes con zapatos; mejor aún, con los botines puestos. Sólo acepta jugadores titulares en la cancha, no hay espacio para suplentes”. Es cuestión de ponernos los botines y entrar decididos a la cancha entrenados en esta cuaresma en la escuela de Jesús para el gran partido de la VIDA verdadera y que vale la pena.

Caminar hacia la Pascua La Pascua nos espera, no para que encendamos una velita sino para encender la vida. Porque Pascua es tener los

ojos y el corazón del que hace nuevas todas las cosas. Porque es Pascua y es resurrección cada vez que una mujer da a luz y se sigue apostando a la vida, cuando los chicos crecen pueden vivir con esperanza. Es Pascua el trabajo digno, la abnegación del que vuelve una y otra vez a empezar sin aflojarle al destino. Es Pascua la silenciosa espera después de la siembra, el fruto recogido y toda obra buena salida de nuestras manos. Es Pascua la libertad, la democracia y la convivencia. Es Pascua cada vez que perdonamos y arrancamos una sonrisa, que ayudamos al que necesita y sostenemos las rodillas vacilantes, cada vez que cuidamos a un chico y acariciamos un anciano la Pascua se hace vida entre nosotros. Desde aquella Pascua, un chico sano no vale más que un discapacitado, una raza no vale más que otra raza, un corazón limpio vale más que uno sucio, un asesino puede llegar a ser santo. Desde aquella Pascua todos los caminos son rutas de Dios, no tienen ciudadanía los que matan, los que odian, los que oprimen, los vengativos, los egoístas. Desde aquella Pascua el amor manda, el amor llama, el amor exige, el amor redime. Todo es Pascua cuando la vida tiene sentido y nos encuentra con las manos y el corazón ocupados, trabajando por la justicia y la verdad en el gran proyecto del reino. Porque todo paso que damos de la muerte a la vida es el mismo paso de Cristo entre nosotros. Paso de Cristo que hace Pascua, es su resurrección latiendo en el corazón del hombre y haciendo nueva la historia.

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Padre Damián Reynoso – Club Atlético Virgen del Carmen – Parroquia Nuestra Señora del Carmen – Ciudad Oculta – Villa 15, Lugano.

“UNA PELOTA CLAVE”

Cuando el fútbol se hace expresión del “amor preventivo de Dios que quiere que todos sus hijos estén sanos”

En varias oportunidades, nuestras páginas reflejaron las experiencias que la Vicaría para la Pastoral de la Villas está llevando adelante a través de los clubes parroquiales, como dicen los pibes: “El club de mi barrio”. Una experiencia nueva que surgió de una necesidad nos invita a mirar nuevamente este camino, donde cada día miles de pibes, pibas y profes transpiran la camiseta. Sin lugar a dudas, el fútbol (femenino y masculino) es el deporte más importante en los clubes de las parroquias. Y nuestros clubes pudieron integrarse a los campeonatos de fútbol existentes, donde la competencia no anula los valores más profundos, como el respeto por el otro, el trabajo en equipo, el juego limpio, el que jueguen todos… Sin embargo, había una

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deuda pendiente, los pibes mayores de 13 no tenían ese espacio donde combinar el esfuerzo y sacrificio que supone un torneo y el respeto de valores. Y fue así que surgió la “Liga del Potrero”. El área social del Club Atlético Boca Juniors, se animó a organizar este primer torneo que reunió a los clubes de las villas. Tuvieron sus equipos la Villa 31 de Retiro, la Villa 1-11-14 del bajo Flores, la Villa 15 - Ciudad Oculta de Mataderos, el Barrio Ramón Carrillo - Villa 3 de Soldati, el barrio Fátima los Piletones de Soldati, la villa Rodrigo Buenos de Puerto Madero, la villa La Cárcova de José León Suárez - Partido de San Martín. Se jugó una sola categoría, juveniles, con chicos de 13 a 17 años. Un torneo sencillo de dos zonas, azul y amarilla. Sin lugar a dudas, fue una experiencia inigualable, para cada uno de los pibes y para los clubes parroquiales. El potrero se transformó en torneo, y eso obligó a los pibes a adquirir nuevas responsabilidades, los empujó por propia decisión a sacrificar algunas cosas para poder entrenar, respetar horarios, disciplina por un compromiso adquirido de manera colectiva. Los padres y los amigos del barrio se comenzaron a involucrar e ir a ver a esos pibes que estaban jugando en cancha de 11. Fue una experiencia increíble, observar la cara de los pibes cuando vieron que la copa del torneo era una réplica de la Libertado-

res. Un torneo que, a través de Boca Social, cuidó todos los detalles, desde los árbitros, hasta la bebida fresca para los pibes que jugaban, pasando por una ambulancia siempre dispuesta ante cualquier eventualidad. Sin bien hubo un ganador, y bienvenido sea, todos los clubes de la villas pueden decir que salieron ganando de este primer torneo de la LIGA DEL POTRERO. Damián Reynoso es uno de los sacerdotes de la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Ciudad Oculta, y uno de los equipos que presentó el Club Atlético Virgen del Carmen fue el que ganó la Liga. Nos encontramos con el Padre Damián en una de las puntas del barrio, allí donde otro sueño, como lo fue alguna vez el Club Atlético, hoy se está concretando, la primera escuela primaria de la parroquia, que este año abre su primer grado, pero eso será otro relato de estas páginas, en esta oportunidad nos centramos en el deporte, en el Club y en los sueños de los pibes. “En septiembre de 2016 empezó el torneo”, comienza a contarnos Damián, “y nosotros presentamos un equipo en cada zona. Eran cinco partidos que se jugaron en los predios de Deportivo Español (y de la Policía Metropolitana) que está acá cerquita. Teníamos dos equipos, buenos profes, un club que está creciendo mucho y los pibes se prepararon muy bien. Antes de cada partido con-


centrábamos la noche anterior en alguna capilla del barrio, y al otro día íbamos todos juntos a jugar el partido. Eso ayudó mucho porque se fue consolidando la parte más humana con los pibes. De los dos equipos que presentamos con uno perdimos todos los partidos, con el otro ganamos cuatro y empatamos uno, ganamos la zona y pasamos a la final donde nos teníamos que enfrentar con el equipo del Centro Deportivo San Juan Bosco de la Cárcova, de la parroquia donde está el padre Pepe (Di Paola) en José león Suárez.” Se nota, que el padre Damián es un apasionado del fútbol, le cambia el tono de voz y la pos-

ponente.” Pero eso no era todo, como nos cuenta el padre Damián, había más: “Ya era un sueño estar ahí, jugando en la Bombonera, más allá del resultado final; y a eso se sumó que dos semanas antes nos enteramos que el ganador, además de la copa, iba a viajar a Roma con todo pago y tener una audiencia con el Papa Francisco. Cuando se avisa, yo pensaba que no había chance en tan poco tiempo de hacer los papeles, son todos menores, ninguno tiene pasaporte… pero Boca Social facilitó todos los trámites y en diez días se hicieron todos los documentos necesarios… De los dos equipos, porque se jugaba un lunes y el viernes se viajaba, así que todos hicimos los papeles más allá de quien ganara.” Nuevamente, el padre Damián se transforma cuando relata la final: “ El partido fue muy emocionante, los primeros

veinte minutos fueron de ellos y provocaron varias situaciones de gol, nuestro arquero sacó una pelota clave.” A medida que hablaba quedaba claro que su pasión es el fútbol… y los pibes… nos sigue contando: “Para mí, el primero que hacía un gol, ganaba, por los nervios. Tenemos buenos jugadores, el 10 nuestro, que es el capitán, agarró la pelota y empezó a hacer magia; y a raíz de eso el equipo levanto un montón. El partido fue 4 a 1”. Después del triunfo llegamos como a las once de la noche al barrio, habíamos comprado bengalas verdes y blancas, los colores del club, y entramos tocando bocina y despertando a todos hasta llegar a dar la vuelta a la cancha donde entrenamos siempre”. ¿Y cómo vivieron los chicos el viaje a Roma para ver al Papa? Damián: Lo más importante que yo rescato es que muchas cosas se dieron por primera vez. Por primera vez accedieron a un pasaporte, algunos hasta el nuevo DNI, conocieron Ezeiza, ni hablar de que por primera vez se subieron a un avión y

tura del cuerpo cuando nos cuenta aquel partido: “La final fue impresionante. Estaba pautada para el 12 de diciembre, que es el día del hincha de Boca, y todos los años se hace una gran fiesta, ese día en la Bombonera donde van 30.000 hinchas. La final –del torneo de la LIGA DEL POTRERO- se jugó en el marco de esa fiesta. Los pibes jugaron un partido en la bombonera a cancha llena. Im-

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viajaron a Europa. Fue para ellos la primera vez de algo que en la sociedad puede parecer común, viajar, tomarse un avión, tener un pasaporte… Y viajamos. Salimos ese viernes para Ezeiza con 18 chicos; no sabían ni donde quedaba Ezeiza. En el avión era impresionante verles las caras de alegría, de asombro. El piloto anunció que estaba el equipo ganador y

“Los chicos en los barrios crecen cada vez con menos posibilidades y más inseguridad… Hay que generarles estructuras seguras, preventivas, positivas”. todo el avión los aplaudió. Allá nos esperaba la organización de Boca que nos llevó a un hotel de lujo, a una cuadra del Vaticano. Los chicos aprovecharon cada detalle. Llegamos el sábado y el encuentro con el Papa era el domingo. Ya en el Vaticano todo era imponente, y todos imaginamos que iba a haber un protocolo de seguridad y guardias por to-

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La pala

dos lados, pero no, de repente apareció Francisco, solo… Le cantamos el feliz cumpleaños que había sido el día anterior y después nos quedamos todos mudos. Nos presentamos y le hicimos algunas preguntas en base a la familia, al fútbol, el

ibes

a los p o c is c n a r F e bra d

s alentó. El Papa no l ejemplo a o m o c so u e Nos p important lo e u q , a t alpinis rse, sino no e a c o n a r os no e o, caerse n íd a c r e c e n lo perma mpre, pero e si r e a c a en el vamos ermanecer p o n s e l esencia frase nos sa e Y . se r nta s suelo, leva orque todo impactó p a. s en la vid a íd a c s o sufrim

deporte y él nos fue contestando todo. Estuvo como una hora con nosotros. Firmó camisetas, botines, nos regaló rosarios, estampas. Lo que más me impactó fue la sencillez de él, no pasó nada extraordinario, y sin embargo salís de ahí con ganas de ser más bueno, de ser más cristiano, no pasó nada, pero pasó todo. Cuando volvimos en el barrio me decían: “Padre, gracias por llevar a nuestro barrio allá, a ver al Papa, es la primera vez que pasa algo así… Y este año se anotaron muchísimos chicos más, como que el Club cobró seriedad y lo empezaron a mirar de otra manera. Y los chicos entendieron que tenés que sacrificarte para lograr cosas, y con

esta experiencia lo sintieron, que concentrando, no saliendo a la noche, siendo amigos, logramos mucho”. A pesar de tanta emoción, nuevamente el padre Damián, recordando cuál es el eje de los clubes parroquiales de las villas, cuál es la propuesta pastoral: “El objetivo más fuerte que tenemos es la prevención. Es lo que nos mueve. Que brota del amor preventivo de Dios que quiere que todos sus hijos estén sanos. Y desde esa perspectiva es desde donde trabajamos. Yo estoy convencido de que Dios viene a salvarnos y a liberarnos pero a través de estructuras fuertes, sólidas, sanas, positivas, y esas son las escuelas, los clubes, la familia, la iglesia.” Los clubes parroquiales de las villas, se levantan con voz profética que desenmascara la hipocresía y allana el camino. La pasión del padre Damian por el fútbol se transforma en mansa certidumbre del camino que se está recorriendo: “Los chicos en los barrios crecen cada vez con menos posibilidades y más inseguridad… Hay que generarles estructuras seguras, preventivas, positivas, por ahí va la cosa”. Y


GANARON Federico Pintos Publicado en Villas, publicación periódica de la Parroquia San Juan Bosco de villa La Cárcova - villasweb.org

El equipo de la Parroquia San Juan Bosco logró llegar a la final del torneo “La Liga del Potrero”, organizada por el Club Atlético Boca Juniors. Nunca nos olvidaremos del esfuerzo y entusiasmo de los chicos (los “nuestros”, los “otros”), quienes durante varias semanas sostuvieron un compromiso, un esfuerzo, y lograron armar un equipo, integrado por quienes jugaban en la cancha y quienes acompañaron desde afuera, amigos, familiares, vecinos; sencillamente fueron parte de un proceso de construcción de identidad barrial y comunitaria, tomando como una de las bases el ejercicio del deporte. Una aspiración colectiva, un mismo sueño y un motivo de unión, a pesar de las diferencias, los conflictos, las historias complejas de cada quien. Nunca nos olvidaremos que acaso, quién te dice,

eso es lo que hacen los clubes parroquiales de las villas, los Clubes Virgen del Carmen (oculta), Virgen Inmaculada (Soldati), Madre del Pueblo (bajo Flores). Y nos agrega el padre Damián: “Se viene algo lindo, y también se va replicando en las otras villas. Este año se conformó el Club Padre Mugica de la Villa 31 que ya tiene sus papeles como

aquellos que se abrazaron para gritar un gol, hacía poco que se habían puteado en la esquina. Menos nos olvidaremos que tal vez otro pibe del barrio, de cualquier barrio, se entusiasme con el deporte, con el día, con la vida, y se la haga más difícil a los hijos de puta que los meten en las sombras de la noche para hacer una moneda, envenenándoles las ganas, el alma. Lo que te aseguro que nos vamos a olvidar, demasiado pronto, es el resultado del partido:

Ganaron No hay partido tan difícil como perseguir un sueño; ni rival más habilidoso que quien, al verlos, temeroso, cruza la frontera de la vil indiferencia. Partiendo de la nada dejaron jugar sus almas; nunca solos, en equipo, en baldíos y esperanza. Ganaron por goleada a quienes arruinan sus vidas, en las sombras sin salida de miserias asesinas. Son espejo para otros, luz, guía y futuro para derribar los muros que esquivan su mirada.

club oficial y es el 4to. club, la parroquia de Caacupé en la Villa 21 de Barracas está en ese proceso, y en la Villa 20 de Lugano también. Estamos contentos con

los clubes y con lo que genera y despierta. Lo que más se ve es que lo sostenido en el tiempo perdura. Creo que es una pegada grande que surge de Dios.”

Facebook: Club Atlético Virgen del Carmen Para mirar la final: en www.youtube.com- buscá: “Virgen del Carmen Campeón Liga del Potrero”. Para mirar la audiencia con Francisco: en www.youtube.com buscá: “El Papa Francisco bendijo a los campeones de La Liga del Potrero”.

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Entrevista a Alberto Romero – Artista plástico - Profesor de artes visuales en la escuela de Oficios Daniel de la Sierra – Villa 21-24.

El arte te puede salvar

Alberto Romero, Beto, como lo conocen todos, es un vecino de la Villa 21-24, en Barracas al sur de la ciudad. Sus padres llegaron al barrio desde Paraguay como todos los inmigrantes, buscando una mejor situación social o de trabajo para sus familias. Beto nació acá, en el Hospital Penna, en 1970 y, como muchos chicos en esos años, su infancia fue en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé. “De chico fui monaguillo del padre Daniel de la Sierra y fui uno de los tantos que hicieron travesuras… y hoy trabajo en la Escuela de Oficios que lleva su nombre”, nos cuenta sentado en uno de los bancos de la parroquia de Caacupé donde nos encontramos para conocernos. Beto es profesor de artes visuales en la Escuela de Oficios Daniel de la Sierra y, como muchos otros, enseña a los jóvenes en pos de una salida laboral, pero para él la escuela es mucho más que eso, “...gran parte de los chicos y chicas que viven en las villas se preguntan qué pueden hacer, y yo soy un convencido de

que la Escuela de Oficios es un brazo de Dios que los guía y apoya para que descubran lo que les gusta. Yo estoy en el taller de arte en piedra donde tallamos mármol, granito, madera y restauramos imágenes; pero

mi historia se fue dando de una manera muy especial”. Cuando sus papás no estaban, Beto, junto con otros chicos, iban a cazar pajaritos a “la quema”, un terreno baldío Todavía trabajaba en la fábrica que se utilizaba como enorcuando un día discutí muy mal con el me basurero, y un día, entre patrón, y cuando le cuento a Héctor lo la basura, encontró un libro enojado que yo estaba, él me da la ima- de arte: “Los maestros de gen de una santa para que restaure. La Italia”, con imágenes de las imagen era de Santa Teresita. Y todos obras de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y otros grandes los días que yo la limpiaba se me iba artistas… el enojo y pensaba qué lindo sería tra“Una imagen de mi infanbajar cada día en esto, y me di cuenta cia es cuando los chicos más que eso era lo que quería y que fue Ella grandes me agarraban de los quien me guió para descubrirlo. tobillos y me metían aden-

Santa Teresita

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Beto es fiel testimonio de cómo, con talento, humildad, pero sobre todo con perseverancia y trabajo duro, los sueños pueden hacerse realidad. tro de un tacho grande donde la empresa Pelikan, que estaba cerca de la escuela adonde iba, tiraba las témperas reventadas para que yo las sacara, y después nos las repartíamos porque no teníamos para comprarlas”, recuerda con una sonrisa. “Esas cosas te van despertando esa semillita que tenés adentro. Pero siempre la gente te dice que el arte es un hobby, que te vas a morir de hambre. Después en el secundario fracasé como todo el mundo rebuscándosela en el trabajo. Cuando salgo de la colimba me convenzo que tengo que estudiar y termino el secundario en una escuela técnica mientras que trabajaba en una fábrica de plásticos. Trabajé veinte años en la fábrica. Un día, colaborando con el padre Charly, me cruzo con un profesor que enseña tallado de mármol. Él me propuso ir una vez por semana fuera de horario para aprender a tallar, y entonces, cuando me enseñaba, sentí


El arte No descarta Alejandro Marmo artista plástico argentino es creador del proyecto “Arte en las Fábricas” con el que llevó el arte a espacios productivos de trabajo, donde las obras fueron realizadas con desechos industriales y la participación de obreros y sectores con dificultades de integración social. Con la anuencia del Papa Francisco, impulsó el proyecto “La simbología de la Iglesia que mira al Sur”, obras realizadas con participación colectiva y material de descarte, que representan advocaciones populares de la fe. Y es el autor de los dos murales de Evita del edificio del ministerio de Desarrollo Social. El Papa Francisco sobre el artista Marmo expresa: “Es un audaz que cree en la inspiración, en la posibilidad de cuidar y curar una sociedad herida, anestesiada por la indiferencia que no nos permite ver el sufrimiento de los descartados ni escuchar su grito de dolor. Yo también aprendí de él”.

una fuerza muy fuerte que hacía ruido en mi interior, porque de chico nunca tuve esta oportunidad. ‘Una vez en la vida quiero hacer lo que siento’, pensé. Tenía 37 años. El que me enseñó todo es Héctor Saraví, escultor con más de 35 años de trayectoria y profesor de la Escuela de Oficios. Dejé el trabajo en la fábrica y me puse estudiar de lleno lo que tanto me gustaba. Me capacité como maestro, conseguí algunos trabajitos, y como ya estaba trabajando de lo que me gustaba, aposté a más y estudié el profesorado de Bellas Artes en la escuela Manuel Belgrano. Beto, junto con Saraví, se ocuparon de restaurar algunas obras importantes y también colaboró en un trabajo para el Salón de los Bustos de la Casa Rosada. Ha hecho trabajos en piedra para algunas iglesias de la ciudad y para Caacupé, la parroquia de su barrio. “Los dos aguamaniles en la entrada los hice cuando todavía estaba el padre Pepe, están hechos de pequeñas piedras que estuvieron tiradas en los pasillos y en la escuela de oficios descubro que es mármol de Carrara y se convirtieron en los aguamaniles”.

También la pila bautismal es obra de sus manos. “La piedra del centro estaba en el barrio desde que era chico, allí jugábamos a los pistoleros, y con el profesor la vimos y la trajimos a la escuela, la cortamos y le dimos otra función”. Hace un par de años se dieron un montón de cosas que hicieron posible que Beto viajara a Italia y viera con sus propios ojos aquellas imágenes que había conocido a través de un libro en su infancia. “Estaba ahí y me venía la imagen de cuando era chico y estaba en la quema. Y entendí que con trabajo, esfuerzo y mucha ilusión, todo se puede cumplir. Viajamos a Italia con mi señora, estuvimos con el papa Francisco y esa noche me enteré que iba a ser papá. Eso es una bendición de Dios”, asegura. “Hoy soy profesor en la escuela secundaria de Caacupé y en la escuela de oficios, y trato, si hay algún chico con algún talento artístico, de reforzarlo y que no se frustre. Porque en el barrio cuando un chico se frustra manotea cualquier cosa, un mal horario, un mal amigo, en un momento equivocado nunca

salen cosas buenas…” Y me señala un altarcito que hay en la parroquia con fotos, “tenemos muchos chicos que se equivocaron y pagaron mal… en la villa, cuando te equivocás, se paga de una sola forma: vas preso o te matan… Yo descubrí que el arte te puede salvar la vida a vos y puede salvar la vida a un montón de chicos. Los chicos en la villa son como un montón de piedras que tenemos guardadas en algún rincón del taller que a simple vista son todas iguales, tienen forma parecida, las recubre la misma tierra; pero cada piedra, cuando la cortás, descubrís que por dentro es distinta a todas las otras, una es verde, otra blanca, otra gris, algunas tienen vetas de colores… Si vos a un pibe lo agarrás, y como a la piedra, que la cortás, la trabajás, le das forma y la pulís, termina siendo algo distinto a lo que era, lo mismo un pibe termina siendo alguien con una función social e importante y en su vida dejaste un rastro. Dios nos da un don a cada uno, seguramente después nos va a preguntar qué hicimos con eso…

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Los PIBES y su música en los barrios CLAN OCULTO - Rap Emiliano y Zacarías conforman el Grupo de Rap Clan Oculto. Emi tiene 32 y Zak 28 años. Rapean juntos hace más de catorce años, y once como banda. Siempre vivieron en Ciudad Oculta. “Nos conocimos en Nuestra Sra. del Carmen cuando todavía era una capilla, era la única que había en el barrio”, recuerda Zak, “ya estaba el padre Sebas y éramos un grupo de chicos que primero nos coordinaban y después crecimos y nosotros coordinamos a los pibes. Antes, el grupo se llamaba Ciudad Oculta La Familia, pero nos dimos cuenta de que era como llamarse River, nunca íbamos a tocar en la cancha de Boca, ese nombre era una traba. Emi agrega: “...porque hay gente que lo asocia a algo malo y te puede general problemas, entonces lo cambiamos por Clan Oculto que tiene la esencia de Ciudad Oculta”. “En todos estos años nos pasaron mil cosas”, recuerda Emi, “me acuerdo de una presentación en la época que íbamos con gorrita, ropa grande, cuando teníamos que aparentar ser raperos, y un chabón nos mira y nos pregunta ¿ustedes, qué cantan? Y después de escucharnos nos dijo: ‘les tengo que pedir disculpas, yo

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los subestimé’, esas cosas te acarician el alma”. Están contentos con la idea de hacerles una nota. Emi comenta: “Me encanta esto de poder mostrar a la villa desde otra perspectiva, donde hay música, cumbia, rap, rock, folclore; me importa decírselos a los pibes de la villa. Decirles que no es ser piola salir a robar, que hay otras maneras de ser piola, hay otra salida; o decir te podés comprar unas buenas zapatillas trabajando y no matando a alguien”. También critican a los raperos “que hablan de guetos y de pistolas y no las vieron más que en una película, no me siento ni más ni menos que nadie pero nosotros si tuvimos situaciones donde había que pelear por la vida, y había que pelear por el plato de comida”, dice con firmeza Emi. “Y si bien nuestra realidad es de un mundo precario donde faltan cosas y donde muchos encuentran la salida por el lado malo, no es nuestro mensaje. Mientras que hay grupos que alientan a los pibes a hacer cosas malas nuestras letras son fuertes

pero son de denuncia, cantamos lo que nos pasa: el hambre, la bronca de que mueran amigos. Zak comparte lo que dice su amigo y Emi continúa: “Nosotros podríamos haber sido cualquier cosa en la vida, y nos mandamos macanas; y sin embargo gracias a la música, a nuestro amor propio y al apoyo entre nosotros vivimos de lo que hacemos y no le limpio el baño a nadie. Vos te parás a la seis de la mañana en la Avenida Eva Perón y ves salir a todos los pibes de Oculta con el uniforme de limpieza”. “Hay que cambiar eso”, dice Zak, “no lo vamos a cambiar de un día para el otro, pero sí empezar a cambiarlo”. Emi y Zak siempre hicieron las cosas a pulmón para darse a conocer; hoy además enseñan Rap en el barrio, tienen un taller en Ciudad Oculta y otro en Bajo Flores. Están grabando el segundo disco por su cuenta, todo autogestionado con los talleres, porque lo quieren laburar bien y con calidad de sonido. Y sumado a eso tienen como proyecto conseguir fondos para poder armar un espacio cultural en el barrio porque saben qué difícil es para los pibes del barrio acceder a estos espacios. Van detrás de sus sueños. Facebook: Clan Oculto Para escuchar los temas: en www.youtube.com- buscá: “Clan Oculto”


AGITALA - Cumbia En Villa Soldati desde hace muchos años existe un grupo de cumbia de nombre Agitala. Sus fundadores hoy ya no están y los actuales integrantes fueron dándole su propia impronta. Los conocimos en el barrio una tarde cuando volvían del trabajo. Fernando, de 22 años, nos cuenta que tuvo su primer guitarra a los seis años. En la iglesia, el padre Pedro me enseñó y tocaba en las misas. Tenía unos doce años. Al tiempo empecé a tocar el bombo y a engancharme con la percusión. Después descubrí el bajo, y a los 15 compro mi primer bajo. Hoy con la música soy el que más laburo del grupo porque aparte de integrar Agitala tengo otras bandas que me llaman para tocar con el bajo o la batería”. De los otro integrantes el más conversador es Wilfredo (Wil), de 32 años es el tecladista y el que hace más tiempo que está, después Rocío, de 17 y Fabián de 27, son las voces pero son más tímidos y apenas hablan, y Diego, Ema y Uru, que son parte del grupo y no pudieron venir. “Agitala tiene como 20 años”, nos cuenta Wil, “empezamos tocando nuestros propios temas pero después para hacernos más conocidos empezamos a hacer covers de otras bandas, y también nos abrimos a otros géneros para conseguir laburo y que nos llamen a tocar, si nos hubié-

ramos encerrado en la cumbia capaz que no tocábamos en ningún lado”. De cara al futuro en la charla surgen los sueños y todos están convencidos en que les gustaría ir a tocar en el interior del país y entonces hablan de costos, transporte, estadía, sonido para que realmente les fuera rentable la movida y Fabián aclara: “Porque en la provincia y en el interior, la cumbia gusta mucho más que en capital y le prestan más atención, se te abren más puertas para tocar, te facilitan las cosas”. Y Wil agrega convencido: “Mi sueño es tener una sala de ensayo propia, alquilarla y grabar, porque eso te da un buen ingreso y ahí podes grabar tus propias cosas”. Rocío llegó a Agitala por su tío que también fue parte del grupo en sus inicios. “Nosotros éramos un poco machistas en eso, pero nos ayudó a tocar en otros lugares, se te abren más puertas.”

Horario: Lu a Vi de 9 a 12.30hs y de 15 a 20hs Sábado de 9 a 13hs Avellaneda 1499 Tel:4431-4312

Aparte del nombre, otra cosa los identifica, y es uno de los primeros temas que tuvo el grupo, que siempre tocaron y que es el nombre que le van a poner al álbum: “La música empezó”. Y en sus vidas la música es vital y ninguno se imagina poder vivir sin ella. Facebook: Grupo Agitala Para escuchar los temas: en www.youtube.com- buscá: “Grupo Agitala”

Familia - Adicciones - Parejas - Crisis Vitales Orientación del Desarrollo Personal

dtantucci@hotmail.com

Tel. 2057-6738 Cel.15-61332412

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Entrevista a Francisco Ghiglino Director de la Asociación Civil Amanecer.

Amanecer bajo los puentes: Teatro por la integración

uro de Lo más osc s antes e e h c o n la cer. del amane

La Asociación Civil Amanecer nace como resultado de un trabajo con niños y jóvenes en situación de calle donde, a través del teatro y sus herramientas, trabajan la inclusión y la integración social. Nos encontramos con Francisco Ghiglino, al que todos conocen como Franco, para charlar sobre la propuesta de Amanecer, organización que ya tiene muchos años acompañando a los pibes a partir del arte, y conocer como se empezó a gestar este trabajo. ¿Cómo nace Amanecer? Amanecer surge de un sueño. Algo que me marcó en la adolescencia, fue el trabajo pastoral del grupo de curas del colegio Guadalupe donde yo iba, que tenían una mirada muy de avanzada en lo social y trabajábamos en barrios precarizados y en ámbitos rurales. Además, desde muy temprana edad, el arte me marcó y era algo presente en mi vida. Me sentía muy atraído por el teatro y empezando a escribir mis primeras obras me di cuenta de que tenían un marcado trazo social. Años más tarde, mientras trabajaba en el teatro Cervantes, Paula, la hija de Armando Tejada Gómez, me da Amanecer bajo los puentes, que es una autobiografía de su padre, para que yo escriba una obra. Y no hice una obra, saqué todo un proyecto social, me enamoré de Armando, de Amanecer bajo los puentes y de este

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proyecto, que ya es un proyecto de vida. Se dieron muchos hechos mágicos. En esos días, mientras recreaba el texto conectándolo con mi propia infancia en un pueblo, donde me juntaba a jugar con los chicos de las barriadas, que ya eran vistos por muchos como “esos cabecitas peligrosos”, conocí a un pibe de unos once años que ayudaba en un puestito de comida a la orilla del río donde paré a almorzar, y charlando con él de su historia, al volver al trabajo, pensé: “Éste es Toto”, uno de los protagonistas de la obra que estaba escribiendo… Yo tengo que hacer esta obra con estos chicos. Y a partir de ahí empecé a dar talleres de teatro como voluntario en el CAINA (Centro de Atención Integral para Niños y Adolescentes), adonde iban, durante el día, chicos y chicas que estaban viviendo en la calle. Yo aprendí mucho de ellos y

aposté a más, y así nace Amanecer bajo los puentes, el primer grupo de teatro, de integración o inclusión entre chicos viviendo en calle y actores, cuyo elenco eran 14 chicos y 14 actores, un único espectáculo que estuvo tres años y medio en cartel. Todo lo que se consolidó en Amanecer nació por saber escuchar a los pibes, creo que es nuestro mayor mérito, saber escucharlos. Y ellos nos decían: “Cuando estoy en la calle no tengo quien me cuide”, y la policía los reprimía por “portación de rostro”, por estar en la calle. Yo soy abogado pero no había ejercido hasta ese momento, entonces me fui especializando en los derechos de infancia y adolescencia, y empezamos el programa Abogados por los Pibes. ¿Cómo sigue después de esa primera obra? Si bien la experiencia era muy rica en lo humano y, generacionalmente, había una base problemática que era la calle, terminaban los ensayos, las primeras funciones y los chicos volvían a la calle. Fue muy loco lo que pasó. En una de las improvisaciones ellos dicen: “Che, ¿te imaginás qué lindo sería que en vez de estar acá, debajo del puente, vivir en una casa, con la cocina, la ropa limpia,


un colchón, poder estar siempre en el mismo lugar y que no te corra nadie”. Y ese mismo día les ofrecimos un espacio que ni sabíamos donde iba a ser. Hicimos una colecta, conseguimos apoyo de Miguel Rottemberg y armamos la Colonia de vacaciones Amanecer en una casa en Del Viso que me había ofrecido tiempo atrás un actor amigo. No sabíamos cómo nos iba a ir. Hoy ya tenemos 18 años. Luego de Ama-

necer bajo los puentes siguieron otras obras y la colonia de vacaciones se transformó en la Casa Convivencial de Arte Amanecer. Después encontramos articuladores como el Estado, y el Estado encontró en Amanecer ese brazo capaz de llegar a los pibes desde una mirada de acompañamiento y no desde una mirada de contención, represión o abandono, pero no olvidamos que el Estado es el principal deudor de la infancia y quien tiene que generar las políticas públicas que territorialmente le sirvan a la gente, sobre todo a los desfavorecidos socialmente

¿Hoy sigue siendo el teatro lo troncal? Si, porque es el ADN, genéticamente, lo constitutivo; hacemos obras que tienen que ver funda-

mentalmente con los contenidos. Son chicos que tienen una cabeza increíble y no terminan de sorprendernos todo el tiempo. Nuestros espectáculos abordan temas como las distintas formas de violencias con adolescentes, Malvinas, el tema de memoria, verdad y justicia, la noche de los lápices, Luciano Arruga, Derechos, Sexualidad responsable. Todo el trabajo de Amanecer sale de un ida y vuelta con los pibes, de lo que ellos piden. Todo lo que nosotros sabemos lo sabemos por ellos. Cómo construir un vínculo con los chicos que están en calle lo sabemos por ellos. De

hecho ellos, nuestros primeros pibes, hoy forman parte de nuestra comisión directiva y son nuestros compañeros de trabajo en calle, son líderes y son multiplicadores metodólogicos de nuestro laburo. Y los chicos además de seguir actuando con nosotros han actuado en películas, largometrajes, en series televisivas. Alguno participó en producciones internacionales, otro trabaja en Polka con alguna regularidad. Ellos enseñan teatro, tienen grupos a cargo, han formado organizaciones sociales con otros, son miembros de otras instituciones, han trabajado con otros directores, tanto frente a la cámara como en teatro. El mundo no se agota en Amanecer. Después del camino recorrido ¿Cuál es tu sueño? Máximo, mi hijo mayor es discapacitado neurológico y siento una deuda con el mundo de la discapacidad porque siento que durante mucho tiempo aposté mucho a la niñez y adolescencia en calle y lo postergué. Él es fanático de Amanecer, tiene la bandera, la camiseta, habla de eso todo el tiempo, Máximo en los chicos de Amanecer encontró a sus amigos reales, pero siento una deuda y la quiero saldar. Ahora estoy en un proceso de trabajo con adultos discapacitados y actores en una obra de teatro titulada Un mundo posible y, en realidad, mi un sueño es integrar las tres áreas, actores, discapacidad y calle.

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Construyendo la

esperanza

“Hoy en muchas pa Pero hasta que no s de una sociedad y e erradicar la violenci Comunicarnos Revista Bimestral - SuscripciĂłn anual $200 - 4982-4611 - comunicarnos@pastoralfamiliar.org.ar


Hacernos Cargo, generar oportunidad, construir una sociedad donde ningún pibe sea descartable.

artes se reclama mayor seguridad. se reviertan la exclusión y la inequidad dentro entre los distintos pueblos será imposible ia”. Papa Francisco.

NO A LA BAJA de edad de punibilidad


FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237

Escuelita CategorĂ­a 2004 a 2010

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Virginia Dib -una peregrina Santuario de Nuestra Señora de Lourdes - Santos Lugares

i pueblo

La fe de m

Peregrinando al

Santuario de Lourdes

Mi abuela era una persona de fe que nos transmitió su confianza infinita en el Dios de la Vida. Yo le debo mi fe y mi esperanza. Ella tenía sus preferencias: cada año visitábamos Luján; todos los 16 de agosto, a San Roque en la Basílica de Guadalupe; y, cuando íbamos a Mar del Plata, al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes. Pero Lourdes tenía una connotación especial. Era tal su certeza en el cuidado que la Virgen tenía por los enfermos que, cuando yo tenía algún problema de salud, no dudaba un instante, me llevaba al Santuario y me sumergía en

el agua de la Gruta. De allí que visitar a Nuestra Señora en su día, 11 de febrero, es para mí natural. Forma parte de mi vida. Este último 11 de febrero tenía una carga especial. Caminé con un grupo de personas que están transitando un proceso de recuperación de adicciones. Esta vez, todos teníamos

nuestros dolores, nuestras “enfermedades”, pero también una herida común. Hacía 7 días que uno de ellos nos había dejado. Había decidido encontrarse con Dios cara a cara antes del tiempo que todos pensábamos. Entonces caminamos también con la “presencia-ausencia” de Néstor. Teníamos más “peso”. Nos dolía más el cansancio. Teníamos más sed y nos molestaba más el sol

caliente en la cara. Pero caminamos y alcanzamos el Santuario de Lourdes en Santos Lugares. Cuando llegamos, decidimos que cada uno hiciera lo que prefiriese, con el compromiso de encontrarnos en un punto específico a las 18 hs. para volver. Los padres fueron a celebrar misa, algunos participamos de

ella y otros, la mayoría, recorrió el templo superior, tan luminoso y con la historia de los encuentros de la Virgen con Bernardette (o Bernardita), el inferior con todos los vitraux y las imágenes, el descanso del peregrino, el agua fresca y sanadora, la librería y la santería, porque eso es lo bueno del santuario. Llegamos y, aunque era la primera vez, no necesitamos preguntar ni pedir permiso, es nuestra casa; entonces vamos paseando “de habitación en habitación”, buscando aquella donde nos sentimos más cómodos para sacarnos los zapatos, descansar y contarle a la Virgen porqué llegamos hasta su casa. Sentir físicamente que nos recibe, que nos consuela, que nos abraza y que, como buena Madre, nos deja partir en libertad grabando en su pupila la cara de cada uno de sus hijos y, en su corazón, las heridas de todos. Lo bueno de peregrinar es que tiene una parte física: el caminar, pero también una parte espiritual que es el “camino interior” que uno va haciendo mientras avanza cuadra a cuadra. El esfuerzo, el cansancio, el encuentro, la risa, el llanto, la reflexión, el silencio de las horas de marcha… todo ello favorece que uno piense en su vida y en otras vidas. Entonces, ese camino interior diluye nuestro egoísmo y nos hace más nobles, más humanos, más hermanos. En nuestro caso éramos 15, pero en realidad éramos una multitud porque cada uno tenía en su mochila a todos sus amigos y familiares.

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“El peregrino es alguien que busca. Se pone en camino detrás de una esperanza. Cree que hay para él un lugar en el mundo. Y lo busca, aún sin saber bien qué es lo que lo empuja o lo atrae. Es un hombre que ama la vida y quiere vivirla con un para qué. Al ponerse en camino, se expone a que el Dios de la vida le cambie el para qué de su existencia”. (Mamerto Menapache, Peregrinos del Espíritu) La otra cosa buena es que abrimos el corazón y nos llenamos de gracia porque como Dios ve el esfuerzo que hacemos para ir a su encuentro, nos cobija entre sus brazos y nos bendice con

abundancia. Recibimos muchas bendiciones y la más importante es la conciencia de la presencia de Dios en medio nuestro. Multitudes que llegan al San-

Construyendo la

tuario a pedir, a agradecer, a tomar gracia y a llevarla a los demás, hablan de un lugar de generosidad, de solidaridad, de igualdad. Aquí llegamos todos: ricos y pobres. El que sabe leer y el que no conoce las letras pero sí sabe de la humildad, del compartir, de la solidaridad. El Santuario es un lugar que nos une y nos pone en pie de igualdad. Porque aquí todos, todos, somos mendigos del amor de Dios.

Lugar: Colegio Pio IX

esperanza– Hacernos Cargo No más chicos descartables

(por marginación, exclusión, pobreza, migrantes o por conflicto con la Ley)

Pobreza y niñez en la Zona Metropolitana de Buenos Aires

19 y 20 de

mayo

“La globalización de la esperanza, que nace de los Pueblos y crece entre los pobres, debe sustituir esta globalización de la exclusión y la indiferencia” Papa Francisco a los movimientos populares. Julio 2015 Organiza:

Equipo de Sacerdotes para la Pastoral en las Villas de Emergencia - Caritas Buenos Aires Comisión Arquidioscesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo - UCA – Observatorio social

arzbaires.c21tv.com.ar - canalorbe21.com - info@c21tv.com.ar Tel-fax : (011) 4342 4955/4395 - Av. Rivadavia 413 Piso 10° - Ciudad de Buenos Aires

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Un peregrino Santuario de la Cruz Gil

i pueblo

La fe de m

Visita a la“Curuzú Gil”

Aldo fue mi compañero peregrino al Santuario de la Cruz Gil. El camino se inició con el micro que nos llevó, el martes 7 de enero pasado, ambos íbamos a Mercedes, en Corrientes, y yo no tenía precisiones sobre el lugar. Él me fue contando que estaba a una legua y media de la ciudad, sobre la ruta y que ésta era su peregrinación número quince. Había pasado antes de subir al micro por San Cayetano, como suele hacer cuando viaja y ahí estábamos empezando la peregrinación para celebrar la Fiesta del Gaucho.

Llegamos un poco antes de las 5 de la mañana, había corte de luz y la lluvia había apurado el retorno de algunos peregrinos que se refugiaban en la terminal. Después de un desayuno mirando las imágenes de la Cruz por todas partes, con gauchos vestidos de gala y de rojo, con ese clima muy de terminal que recibe y ve partir a peregrinos, los micros arriban llenos y todos bajan para hacer su visita, pagar su promesa, cumplirle al Gaucho por la intercesión que

tuvo antes Dios. Estas son las frases ahí escuchadas y que tantas veces resuenan en los santuarios. La confianza puesta en Dios y con una persona que hizo algo en la vida que genera ese vinculo, para que le cuente al Padre del cielo qué se está necesitando o cómo suelen ser las fiestas religiosas, ese día solo es de festejo y agradecimiento. Y había festejo en los lugares que rodean al santuario con un gran festival de chamamé, con familias compartiendo, con los peregrinos haciendo fila para hacer su oración. Y el chamamé hace vibrar la tierra porque de ella surge el canto, el baile y la oración. Yo observaba a los que en gran cantidad bailaban y la concentración que había en los rostros me hacia

sentir fuertemente que ese baile era religioso y correntino. Que como alguien me dijo: “Esta fiesta y esta devoción la entienden los correntinos”; es verdad. Si

bien yo fui como peregrino, mi corazón estaba allí con todos los que estaban en esa parte de la fiesta, y pasó una pareja que me reconoció y me hizo una reverencia. Esa pareja me puso junto a ellos, me incorporó a la fiesta, así lo viví. Por eso cuando me invitaron a bailar, yo, que jamás bailo, obviamente nunca un chamamé, no dudé, sólo advertí que no sabía, pero ahí estaban pasando otras cosas. La fe del Pueblo se estaba expresando ante el espinillo pintado de rojo, delante del cual esta la Cruz Gil. La veneración de los peregrinos a la Cruz es Fe. Fe para acompañar, para contemplar, como todas las expresiones de fe en los santuarios, porque hay que tener esa actitud: mirar con ojos de hermano, cómo se reza, y ahí, estar en silencio y rezar también. Cosa que hice en el trayecto del pasillo para pasar al costado del sector del santuario donde se venera la Cruz: “Gracias Gaucho, hasta el año que viene”, escuché de una peregrina, mientras iba pasando y recibía una cinta roja ofrendada por otro peregrino. Como solemos estar acostumbrados en los santuarios, la fila que espera para pasar ante el lugar sagrado, tiene horas de espera. Y en la espera se comparte en familia, se reza, se toma algo para mitigar tanto calor. Mi peregrino amigo me contó que recién a las 15 hs pudo entrar.

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Muchas familias venidas de muchas provincias, también del Paraguay, de Brasil y de Uruguay. Y mucho correntino del gran Buenos Aires. Muchos, que van preparando a lo largo del año esta peregrinación. La fe del Pueblo correntino es Itatí y es el Gaucho Gil. Hay que leer la historia para encontrar las razones por las que el Gaucho fue desertor de una guerra fratricida en la vecindad con Paraguay, que no es un hecho menor. Hay distancia del paraguayo con el argentino, pero no con el correntino, escuché. El rojo federal marca también otra razón que la historia

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recoge y aporta a lo ocurrido a esa altura del siglo 19, allá por 1870 y algo. Tanta gente, tanto Pueblo que en familia visita ese santuario y lo hace con mucha fe, es admirable. Es admirable también la fiesta que se manifiesta en muchos detalles, incluyendo vendedores. Y están los que regalan una comida que distribuyen desde una marmita en una camioneta: es para los peregrinos. La oración esta ahí, en esa fila de peregrinos que sin molestarse ni adelantarse, van preparando la oración ante la Cruz. Admiré ese amor de los peregrinos abrazando la Cruz Gil. Que por lo que vi en una escultura de hierro, fue estaqueado en el espinillo boca abajo y allí degolla-

do. No sin antes decir Antonio Gil a su matador: “Esta sangre inocente intercede por la salud de tu hijo”. Los testimonios cuentan que se sanó el hijo del milico. Como en todas las peregrinaciones suelen quedar rostros, momentos varios por donde la gente pasa y se instala como puede en un descampado. No hay infraestructura alguna. Pero el pueblo suple todo eso con simpleza al llevar agua, mate, tortilla. La ofrenda que se le deja al Gaucho –mi amigo peregrino la compró en la terminal– con la confianza de que ahí se pagó la promesa. Sólo eso basta, no hay lugar para pensar qué se hace con esa ofrenda. Como suele suceder en muchos santuarios: ¿Adónde van las velas? ¿Qué se hace con las cosas que se entregan? Mi compañero peregrino me fue poniendo en clima de peregrinación al iniciar el viaje, como dije, yo no sabia de los lugares ni de las distancias. Sólo el deseo de ir a compartir la fe del pueblo en el santuario. Fui a la parroquia para hablar con los curas, sumarme a lo que hacen y como están avanzando en esta tarea pastoral. Está la Novena que editó la Diócesis de Goya y que en la oración por el difunto Gil y la bendición de la cruz, hay un gran gesto de comunión. Yo retorné esa misma noche del 8 y el 10 a la mañana, Aldo apareció por San Cayetano, fiel a sus costumbres fue a saludar al Santo y a mí en esta ocasión tan especial. El detalle final de cómo Dios nos va armando los caminos, con Aldo nos conocimos en ese viaje de ida. Me tenía presente por sus visitas a San Cayetano, yo agradezco a quien me fue guiando a este santuario correntino.


Padre Miguel Dedyn Casabierta a la Vida - Pquia Nuestra Sra del Carmen, localidad de Benavídez, partido de Tigre.

CASABIERTA a la VIDA: Un espacio para animar la vida El padre Miguel nos espera en la puerta de la Parroquia Nuestra Sra. del Carmen, en la localidad de Benavídez, partido de Tigre. La parroquia, junto con sus nueve capillas pertenece a la Diócesis de San Isidro. “La geografía de Benavídez cambió en estos últimos años, y hoy hay una realidad de mucho contraste”, dice Miguel a modo de presentación, “…por un lado están los condominios y barrios cerrados y por el otro existen lugares de mucha pobreza donde la gente en los barrios vive de manera muy precaria” Miguel vive inserto en la comunidad en uno de los espacios de Casabierta a la Vida, en el barrio El Claro. Y allá nos fuimos con él a conocer el Centro Misional y capilla San Agustín. “Cada barrio ocupa unas pocas manzanas”, nos comenta el padre Miguel mientras vamos en la camioneta por las calles de tierra; y durante el recorrido entre las casitas pequeñas y humildes todo el mundo lo saluda y con algunos se detiene y conversa unas palabras. Un rato después llegamos al centro, donde todo invita a quedarse. La construcción es sencilla pero alegre y en las paredes hay frases de vida con un profundo sentido que invitan a la reflexión. Miguel nos muestra los salones, la panadería y la capillita construida junto con los vecinos. Al fondo un horno de pan y la huerta de la comunidad; un espacio reservado para el fogón… la canchita de fútbol y por úl-

(desde adentro)

timo su casa donde nos quedamos conversando al ritmo del mate. “Casabierta a la Vida es el espíritu de lo que queremos vivir” nos comparte Miguel. “El punto de partida es generar las condiciones para que la vida pueda mostrarse, la bellota, semilla del roble, puede permanecer entre 40 y 60 años adormecida, pero si yo la planto y genero las condiciones se abre, y aquel sueño que está latente que es ser un árbol fuerte, con identidad, empieza a transcurrir. Esa es la clave. Arrancamos con la murga y desde la murga se fueron abrien-

do otros espacios, porque para nosotros la murga sirvió para detectar y poner sobre la mesa situaciones de la vida que necesitaban ser acompañadas. De ahí surge el espacio “Sosteniendo la vida” y “Unidos podemos” con pibes que están en consumo, o no, pero que están con las mismas problemáticas; para empezar a verbalizar lo que les está ocurriendo, para que pue-

dan levantar la mirada y nombrarse de una manera distinta a como se los nombra o como se nombran ellos. Son espacios desde donde ellos también surgieron. La panadería por ejemplo surge para que los que empiezan un tratamiento puedan laburar y pagarlo. Tenemos una ludoteca, que es bien familiar, con sesenta chicos

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y sus familias, hay deporte, colonia en verano. Y acá en San Agustín arrancamos con un viejo grupo que hace 15 años se reunía, que eran pibes que estaban en consumo. Estos pibes crecieron, tienen familia, laburo, pero muchos siguen consumiendo. Vienen los viernes con sus hijos y hay un espacio de ludotecas y de arte para los chicos mientras está el grupo. Después se cocina, se arma la gran mesa, somos entre 40 y 60 que comemos juntos todos. Es un espacio de contención para familias, para jóvenes y de arte donde hacen un poquito de todo. Hay otro grupo para adolescentes “El rincón de la vida” donde vemos que estos pibes además del arte necesitan un espacio para poder hablar. Y de los mismos chicos que venían surge que muchos no sabían ni leer ni escribir entonces se arma el espacio de alfabetización con Juli, una de las animadoras, y con otras cuatro personas.” Mientras hablamos, entre mate y mate, llega Juli y se suma a la charla. “Nosotros no hablamos de voluntarios sino de animadores”, aclara Miguel, “porque entendemos que la propuesta es ir animando la vida desde adentro”. El voluntario viene a prestar parte de su tiempo en esta actividad. Y nosotros buscamos otra cosa, partimos de la fraternidad, y los grupos van surgiendo de cara a una necesidad del barrio y a lo que vamos viviendo. Y lo que tiene de particular es que todos los espacios están sostenidos por gente de la comunidad. Juli lo explica desde su vivencia: “acá la vida se va filtrando, la vida que traemos, la vida que

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se va enredando en esta trama, y vamos siguiendo el curso de la vida que se va formando acá, de dar lo que podemos dar desde nuestra historia, es por eso que yo permanezco acá y me sigo nutriendo, me hace ver el pasado

me nutre el presente y me hace ver el futuro con otra perspectiva. Y en el espacio de alfabetización nuestra pretensión es decirles a ellos que pueden estudiar, que puedan posicionarse desde otro lugar en el que puedan decir esto es para mí, soy capaz, es mi capital. Ese es nuestro sueño, aunque a veces cuesta”, dice Juli, “porque muchos dicen ‘yo no entiendo, soy bruto’, y ahí empezamos nuestra batalla para moverlos de ese lugar. En Casabierta también hay un espacio de fútbol donde se labura muchas veces el formato de fútbol callejero. ¿Qué diferencias tiene el fútbol callejero con el tradicional? Miguel: Es muy interesante la propuesta. Son 3

tiempos 1 donde se consensúan las reglas, y esas tienen valor, no se gana por goles sino que hay 3 o 4 ejes, solidaridad, respeto, compañerismo, y cada uno suma puntos como los goles. Los partidos son mixtos y si el gol lo mete una mujer vale doble, no por inferioridad sino por hacerla parte del equipo. No hay árbitro, hay un mediador frente a una situación fuerte y, si no, ellos tienen que cobrar el tanto. En el segundo tiempo se juega y en el tercero se consensúa quién se gana los puntos según los valores que hay cumplir en el juego. Entonces yo puedo

Me llamo Alberto, tengo 53 años, nueve hijos, casado con Mónica. Estoy en tratamiento ambulatorio por un problema de alcoholismo y la idea es poder sostenerlo, no es fácil. No es lo mismo a los 20 años que a los 50. Tuve un montón de recaídas pero acá nadie juzga a nadie. Tenemos que saber que cuando no podemos tenemos que pedir ayuda. Acá siempre va a haber alguien que te va a escuchar. Los operadores que vienen no laburan sobre la adicción, sobre la droga y el alcohol sino sobre qué es la persona. El alcohol hizo que en muchos lados me cerraran las puertas pero en Casabierta a la Vida siempre tuve una palabra de aliento, apoyo. Venir acá es como una terapia, me hace sentir que soy útil. A Mati la primera vez que lo vi en el grupo “saliendo de la calle” pensé ‘éste es el peor de todos’, pero él me está demostrando que si se puede y todos los días me pongo el objetivo de no tomar.


Todos estamos llamados a vivir y a salir a caminar.

ganar en goles pero perder en lo otro. Y eso empieza a regular la conducta del juego. ¿Qué pasa con el consumo? Miguel: Acá estamos para hablar de la vida, la sustancia puede ser la droga, como puede ser las zapatillas, el celular, todo aquello que diluye el poder pensar con mayor claridad qué me está pasando y por qué estoy siendo atravesado. Lo fundamental es tocar en cada persona la fibra de la vocación por la vida; todos estamos llamados a vivir y a salir a caminar; y a la hora de integrar esta vida comunitaria todos nos hermanamos en las riquezas pero también en las pobrezas y ahí estalla la vida. La vida en comunidad es recontra desafiante porque también el otro me pone de cara a mis propias pobrezas, y ahí lo que te rescata es el vínculo, lo que nos posiciona en un lugar distinto. Hay dos claves para trabajar en estos espacios como animadores, quererlos por ellos mismos y hacer reverencia a los procesos que son capaces de lanzar, independientemente de los resultados, admirar, lo que son capaces de hacer, de nombrar, de compartir porque hay que tener una valentía enorme. Los lunes a la noche al espa-

cio “Saliendo de la calle” vienen más de 25 pibes. Y son los pibes que están en las esquinas y todavía no se plantean una recuperación o salir del consumo. Jugamos al ping pong, metegol, truco. Cocinamos, comemos, y después pasamos a la capilla y hacemos como una ronda de la vida, cantamos, yo toco la guitarra agarramos alguna canción que por ahí les dice algo y desde ahí empezamos a ponerle nombre a lo que nos va pasando. En el fondo es hacerle lugar a la vida para encontrarnos, la actividad es la excusa para poder hablar de la vida.

Me llamo Matías tengo 21 años, y hace cuatro meses más o menos que estoy en tratamiento para poder cambiar un poco mi persona. Acá encontré muchas cosas que no tuve nunca en mi vida, gente que te acompañe y entiende que tenés un problema y no te juzga. Empecé en el grupo “saliendo de la calle, venía a boludear, a comer, y después entendí el mensaje que nos trataba de transmitir Miguel y se me despertó en la cabeza la pregunta de si podré vivir de otra manera, sin ninguna estimulación. Y ahí empecé a venir a los grupos. Y después lo conocí a Alberto y me ayudó mucho a cambiar mi forma de ser, de pensar, de actuar, de decidir. Me dio otra mirada de la vida que pensé que nunca la iba a tener. Estoy en la panadería con Noemí y a cargo del grupo de fútbol, eso me sirve porque de haber hecho tantas cosas mal en mi vida, hago algo bueno para otra persona. Llegué a un punto en que ni mi familia confiaba en mí y ahora, de a poco, fui recuperando el trato con ellos y podemos sentarnos a tomar unos mates juntos. Este lugar me sirvió mucho; a veces tengo discusiones con Miguel pero antes no podía hablar con nadie y yo no lo veo como un cura lo veo como un amigo. Todos los días decido estar así como estoy hoy y no arruinarme la vida como hice antes.

Facebook: Casabierta a la Vida - casabierta.alavida@gmail.com (03327) 481-280, (03327) 472-222

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Entrevista a – Leandro Dellatorre Programa Barrios en Juego - Subsecretaria de Deportes del GCBA.

Jugar en el

BARRIO

En el parque Chacabuco, sobre la calle Asamblea, se encuentra una de las piletas municipales de la ciudad, y fue allí donde una tarde de enero nos encontramos con un grupo de jóvenes del barrio de Soldati, y uno de los profes, Leandro, de Barrios en Juego, que juntos iban aprovechar la tregua al calor que la pileta les ofrecía. Los chicos eran un grupito de unos quince, pero se animaron poco a hablar, algunos contaron que están en exploradores en la parroquia, que se iban de campamento en febrero… que estudian, que trabajan. Leandro es profe y hace once años que trabaja en Barrios en Juego, un programa de la Subsecretaria de Deportes del GCBA que funciona hace doce años desplegando una propuesta deportiva, lúdica y recreativa para niños, niñas, jóvenes, mujeres y adultos mayores. Se trabaja territorialmente en algunos de los barrios y asentamientos de la ciudad más postergados, hoy está presente en Lugano, en Ciudad Oculta, Villa Pirelli y Villa 20; en Bajo Flores y, en Soldati, en el Barrio Ramón Carrillo y Fátima. Leandro trabaja en Soldati, donde el programa articula con los espacios presentes en el barrio porque no cuentan con espacio propio, y es así como la parroquia Virgen Inmaculada les presta la canchita y un salón de usos múltiples para llevar adelante las actividades.

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¿Cómo se desarrolla Barrios en Juego? Leandro: Con la excusa del deporte y la recreación nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida y transformar un poco la

realidad de las personas que se acercan generando un grupo de pertenencia entre ellos. Y hacemos mucho hincapié en que sea un espacio para ellos. Por ejemplo, el grupo de mujeres, cuando ellas vienen, dejan a los hijos al cuidado de otra persona y éste es “su espacio” y lo respetan mucho. Ahora el grupo está compuesto por cincuenta, sesenta mujeres de los cuatro barrios de Soldati. Y los adolescentes también vienen de distintos barrios y no se conocen entre sí y se empiezan a conocer a través de la actividad. Y es algo muy positivo porque hay mucha pica dentro de los mismos barrios.

A los pibes les decís que vengan a jugar, a la pileta, a divertirse y vienen. Y se recontra enganchan. La mirada es desde el deporte social, no buscamos ni elite ni competencia, sino participación, pertenencia, inclusión. Para nosotros, esa es la clave. Por eso también tenemos encuentros de juego con otros barrios, donde la competencia, si la hay, queda en un segundo lugar. En cada barrio, cada equipo de trabajo hace un diagnóstico y en base al mismo se planifican los objetivos. El programa tiene un lineamiento general que es trabajar con la inclusión, con la apropiación de los espacios y con todas las edades. ¿Cómo es para vos trabajar en el barrio? Leandro: Al principio era más difícil, sentía que me miraban como pensando: “¿Y éste que viene de afuera, qué viene a traer?…” Vos entrás al barrio y se dan cuenta de que no sos del barrio, te miran distinto. Pero después ya conocés a la gente y entrás en confianza, entrás saludando. Siempre me sentí muy cómodo trabajando, y la pro-


“El deporte es imagen de la vida y de la sociedad, porque la vida es un juego en equipo donde hay que sacrificarse por otros”. Papa Francisco 23-02-2017 (a los jugadores del Villarreal)

Diego

puesta de deportes es muy bien recibida. Con el deporte vienen solos. En el barrio Los Pinos, hacemos actividades para chicos de cuatro a doce años y vienen muchísimos chicos. Y eso te hace conocer muchísimas familias y también las familias tienen confianza en nosotros y nos dejan a sus hijos. Y el grupo de adultos mayores es uno de los más lindos porque a la gente le gusta mucho participar, son muy fieles al grupo y se sienten muy acompañados. Te abren la puerta de sus casas, te invitan a comer, conocés a la familia, se genera algo más allá del trabajo y eso gratifica mucho. También pasa, en todos estos años de laburo, que chicos que por ahí estuvieron a los 4 o 5 años, hoy tienen 15 o 16, y por ahí vuelven por un tiempo, después los dejás de ver, después vuelven con las actividades del vera-

no cuando no están yendo al cole. Y que ellos vuelvan porque el espacio es significativo para ellos y te reconozcan, es muy movilizante. La permanencia es algo que la gente valora mucho porque es común que haya programas que vengan, pasen y se vayan sin avisar. Yo tengo la suerte de poder haber sostenido el trabajo en estos años y estar siempre en el mismo lugar. Para las organizaciones es Barrios en Juego, pero nosotros en los barrios, para la gente y para los pibes, somos los profes, así nos conocen; somos el profe del barrio, más allá de Barrios en Juego, el club o la parroquia, lo importante es que tengan una actividad, y ahí es donde ponemos el eje, en laburar para los pibes.

Diego es del barrio Fátima y tiene 18 años. Está en el último año de secundaria. “Leandro me enseñó un par de cosas”, nos cuenta, “yo le contaba de la situación del barrio y me decía que no me enganche como los demás, porque yo tengo mis amigos que también andan en lo malo, y a mí, cuando me invitan, les digo que no. Yo tuve una educación, y mi papá, mi mamá y mi abuela me supieron educar, y por eso no estoy en lo mismo que andan muchos. Traté de sacar a algunos amigos de eso, pero es como que les gusta, viven de eso, no los podés cambiar, piensan que están haciendo bien. Yo una vez andaba también en la calle, no andaba en esa, pero tenía mis amigos que sí y un día apareció Andrea, que es una referente de exploradores y hoy también es profe del CAVI. Ella estaba con mi tía y me dijo que el padre Tonga recién había llegado y había armado el grupo de Luján, y me invitó a que fuera al grupo de exploradores. Yo le decía que iba a ir, como cuatro veces se lo dije, hasta que un día me mandé, me copó, me llevé bien con el padre Tonga y ahora estoy acá, y en la parroquia estoy a cargo del grupo de exploradores”.

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Hermana Verónica Pérez y Omar Alzugaray, psicólogo Centro de día y Hogar Sagrada Familia - Obra Don Uva.

En lo cotidiano se juega la verdadera integración

La congregación Siervas de la Divina Providencia fue fundada por el sacerdote italiano Pasquale Uva, en el Sur de Italia y tiene como carisma según el Espíritu de Uva, reconocer el rostro de Cristo en el que sufre, por eso su misión es salir al encuentro a través de la asistencia, la rehabilitación, la defensa y el acompañamiento de las personas afectadas de algún modo, en sus facultades intelectuales: personas con discapacidad, con enfermedades mentales, etc. En Argentina las hermanas hacen la primera fundación en Entre Ríos, Paraná en 1988, y en el año 2000 llegan a Buenos Aires, y hoy están llevando adelante el Centro de día y Hogar Sagrada Familia para personas con discapacidad mental. La hermana Verónica y Omar son quienes nos reciben para charlar de este Centro con el carisma de Don Uva, que originariamente fue creado en los años`80 por la Asociación Civil

pro Ayuda al Discapacitado Mental (APRO), cuyos integrantes eran padres de hijos con algún tipo de discapacidad intelectual

y como respuesta a una necesidad emergente de ese momento que era que sus hijos terminaban el ciclo escolar y había muy pocas propuestas para jóvenes con discapacidad. La congregación asume en el año 2000, cuando la asociación las contacta pensando en una

Los valores de la obra Don Uva Don Uva fue un visionario. No veía a las personas discapacitadas como seres limitados que nada podían hacer. Él sostenía que “la caridad debe asociarse con la ciencia y deben caminar de la mano”, pensando en el bienestar de las personas con discapacidad, él sostenía que la persona que sufre, el enfermo es Cristo que está en la cruz, no puede extender su mano, entonces las siervas y quienes trabajan junto a ellas, deben ser como aquellas mujeres que estuvieron junto a la cruz para darle de beber.

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comunidad religiosa que pueda dar continuidad a la obra en el tiempo. ¿Qué características tiene este Centro de día y Hogar? Hna. Verónica: La obra esta compuesta por un Centro de Día y un Hogar. Algunos van y vienen y otros viven acá. Son adultos y tienen alguna discapacidad mental en algunos es más moderada, en algunos un poquito más profunda algo que también es propio de la edad. Omar: Ahora son 52 personas en el Centro de Día, abre de 8.30 a 16.30 y son 15 entre varones y mujeres, que viven acá, por la realidad de la familia, porque sus papás ya fallecieron y, si bien, a veces hay hermanos, no siempre se pueden hacer cargo. Hna. Verónica: Sí, de hecho muchas de las personas que están en el hogar tienen muy buen vínculo con los hermanos, y para ellos ésta es su casa, así como los hermanos tienen su casa, y


sar. El tema de la autodeterminación es muy importante, que ellos puedan decidir. Ellos no pueden decidir un montón de cosas en sus vidas, no tienen esa posibilidad. Bueno, en las cosas que tienen la posibilidad de decidir, que lo hagan, respetarlos en esas pequeñas cosas que sí pueden. los visitan los fines de semana, se juntan para los cumpleaños, para las fiestas. Conservan ese vínculo de hermanos con una vida independiente. Y les hace bien a ellos sentirse miembros de una familia un poquito más amplia que es la institución… ¿Cómo es el día a día? Hna. Verónica: Nuestra función no es sólo de asistirlos, cuidarlos; para nosotros cuidarlos significa acompañar los procesos vitales que ellos viven, desde sus posibilidades, y también desde su imposibilidad, desde ahí asistimos, pero desde sus posibilidades potenciamos y acompañamos. En función de eso es que tienen muchas actividades dentro y fuera de la institución, muchas actividades ocupacionales, recreativas y deportivas, que es algo que les gusta y lo disfrutan; y hay un peso importante de lo artístico. Omar: Hace muchos años cuando los muchachos eran más jóvenes había un peso importante de lo ocupacional y ahora a partir de su edad donde ha habido un cierto retroceso en lo congnitivo en algunos casos, en lo motriz en otros, esas actividades fueron dando paso a otras y hoy tiene mucho peso la actividad artística: plástica, teatro, expresión corporal, música. Acá no hay edad de egreso, no hay ciclos como en lo escolar. Van creciendo acá, hoy el más

joven tiene 28 años y 73 el más grande. ¿Por qué esta decisión de que lo artístico tenga tanto peso? Omar: Porque el arte es un medio de expresión y una herramienta terapéutica también, y está al alcance de todos, cada uno se va a expresar como puede con sus posibilidades y sus limitaciones, pero todos pueden abordar o insertarse en un taller de arte, mientras que una actividad de producción exige otras exigencias y responsabilidades. La idea es crear estímulos y posibilidades de trabajo donde la mayoría puedan incorporarse. El arte es un gran vehículo para eso. Ellos trabajan en talleres en grupos de no más de diez, y este año incorporamos una de las hermanas que es profesional, va a trabajar en forma más individual el arte como herramienta terapéutica, arte terapia. Tratamos de presentarles todos los estímulos a todos, sea de arte, ocupacionales, de actividad física; y después ellos mismos tienen sus preferencias y nos van marcando qué es lo que quieren, más allá de que tratamos de que hagan todo, porque la diversidad de estímulos les permite mantenerse activos en distintas áreas y no involucionar, pero tienen posibilidad de elección, de autodeterminación. Hna. Verónica: Elegir los hace sentirse vivos, y pueden progre-

Ustedes, que abrazan esta realidad y la conocen tan bien, ¿qué le dirían a otros? Hna. Verónica: Es en lo cotidiano donde se juega la verdadera integración, cuando salen al super a hacer las compras, cuando van a la plaza e interactúan con otras personas, en cómo son mirados, en cómo son tratados. Ahí ellos viven la integración realmente. Las hermanas que vivimos acá, hoy somos cinco, más allá de que tenemos un rol laboral compartimos la vida con ellos. Funcionamos como una familia. Hay un vínculo de fraternidad, nos buscan para compartir la vida. Hay que correrse del lugar en que el otro me da lástima para entrar en un vínculo de comunión en donde salgo al encuentro del otro porque puedo hacer algo por él, y el otro también puede hacer algo inclusive por mí. En el vínculo con las personas, no solo con las personas con discapacidad, sino entre todas las personas, se da este intercambio desde la caridad, y en la caridad y en el amor, porque la caridad es amor, hay un rescate. El otro me rescata de la soledad, de pasar desapercibido, de sentirme un extraño para sentirme alguien importante. Facebook: Hogar y Centro de Día Sagrada Familia sagradafamiliaodu@gmail.com 011 4554-0109

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Los pibes le dicen

NO A LA BAJA

Los primeros días de enero del 2017 fueron agitados para la niñez y adolescencia, debido a una propuesta del Ministro de Justicia y Derechos Humanos y la Ministra de Seguridad de una reforma al sistema penal juvenil, que incluía como uno de sus ejes, la baja de la edad de imputabilidad de los 16 a 14 años. La Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia acompañó al conjunto de organizaciones que expresaron su opinión, tanto de manera escrita con un documento presentado ante las autoridades pertinentes, como de manera activa con una jornada de juegos y manifestación callejera ante el Ministerio de Justicia cuyo eje fueron los propios pibes. “La jornada del jueves 23 de febrero expresando el rechazo a la iniciativa gubernamental de bajar la edad en un anteproyecto de ley de Responsabilidad Penal Juvenil, ha sido una contundente respuesta que tuvo en los jóvenes y adolescentes la potente voz de hacerse escuchar ‘haciendo lío’. Allí estaban niños y adolescentes con sus referentes, educadores, sacerdotes, organismos de derechos humanos, representantes sindicales, del ámbito académico y otros sectores, diciendo NO a esta propuesta.

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En forma de murga, batucada o acariciando una pelota de fútbol o voley, haciendo flamear sus banderas, es decir con sus propias identidades y sus firmes convicciones, transmitieron a los que quisieran escuchar, que bajar la edad es más injusticia social, mayor represión y querer presentarlos ante la sociedad con un rostro demonizado. En su reclamo con alegría, también se leía el grito de esperanza, de solidaridad y compromiso de todos y cada uno en reafirmar su dignidad y sus derechos. Fue posible demostrar

que aun en la diversidad de matices y enfoques políticos, caminar juntos es posible, cuando nos une la causa de los pibes”. Dr. Norberto Liwski – Defensa de Niños Internacional (DNI) Sección Argentina “Yo sentí alegría, orgullo, que éramos un equipo, que estábamos todos con el mismo pensamiento. Que apoyamos a los demás compañeros y que pudimos todos juntos enfrentar esta situación. Que no nos metan presos y nos brinden más apoyo. Estábamos todos por lo mismo.” Kiara – 13 años - SEDE Casanova Programa Podes Envión – La Matanza (Barrio Puerta de Hierro)

Staff . director . Adrián Pablo Bennardis . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Julio Bello Virginia Oliveira Marisa Echarte Olga Ovejero . agradecemos la colaboración de . Mons. Eduardo García Damián Reynoso Miguel Dedyn Hna Verónica Pérez Omar Alzugaray Alberto Romero Leandro Dellatorre Zacarías Fraga Emiliano Quipildor Rocío Zelalla Fernando González Wilfredo Carrizo Diego Arias Fabián González Francisco Ghiglino Virginia Dib Leandro Dellatorre

. propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy Provincia de Bs. As.



Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.


segunda entrega - revista

La

Patriaal

hombro

Iglesia y emergencia Imputabilidad ¿BAJAR la edad o subir la Corresponsabilidad?

Una mirada desde el Magisterio del Papa Francisco

Se viene dando, desde diversas perspectivas, el debate sobre la edad para la imputabilidad de hechos delictivos. Un tema que toca la vida de nuestros niños y adolescentes, de un modo especial para los que están en estado de vulnerabilidad. La pregunta inicial abarca a todo el abanico de la sociedad, ya que todos somos constructores del presente y del futuro de nuestro país. Decimos que un hecho es irresponsable cuando no hay conciencia o discernimiento previo y de las consecuencias que conllevan las acciones cometidas. ¿Hay edad para la irresponsabilidad? Una persona “adulta” que vende alcohol y cigarrillos (drogas legales) a los menores de edad ¿es responsable? Una familia que utiliza a sus hijos menores para delinquir, sabiendo que si tienen menos de 16 años son inimputables y saldrán a las pocas horas de la comisaría ¿son esos adolescentes los únicos culpables? El narcomenudeo realizado por menores de edad, en su mayoría adictos y el trabajo esclavo de muchos niños y niñas ¿son ellos los últimos responsables? Los celulares robados por muchos pibes, ¿adónde van a parar? Estos

hechos lamentables, que nos hacen llorar de impotencia o provocan reacciones violentas de justicia a “mano propia”, deberían hacernos pensar a la hora de bajar la edad, ya que tendríamos pichones de asaltantes y asesinos a los 14 años, y dentro de unos años vendrán los de 12 o menos aún. Un adolescente no es un ser autónomo, maduro y responsable. Tampoco lo somos los adultos, al menos en muchas acciones cotidianas (no respeto a la ley, ni a las normas, ni a la vida). Y son los niños y los adolescentes, los más indefensos, quienes pagan el precio de la condena social que merecería gran parte de nuestra sociedad. “Hoy, en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres, pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión.

Cuando la sociedad -local, nacional o mundial- abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de disolución y de muerte. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor” (Papa Francisco, Evangelii gaudium, 59). Un estigma a despejar: la pobreza y la


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La pobreza y la miseria no son sinónimos de delincuencia. miseria no son sinónimos de delincuencia, pero sí “un caldo de cultivo”, como nos dice Francisco. Estigmatizar la pobreza es una manera de lavarse las manos y de ignorar a los “sobrantes”, y de no reconocer los esfuerzos inmensos que hacen millones de personas en el mundo para vivir con 2 dólares al día. Algunos datos, tomados del informe sobre “Infancia con derechos postergados”, Observatorio de la Deuda Social, UCA (2015): 1 - Un 42% de la infancia y adolescencia reside en viviendas con problemas de saneamiento (no accede en su vivienda a cloacas, o a la red de agua corriente, y/o no tiene inodoro con descarga de agua). 2 - El 48% de los chicos/as en la Argentina urbana tienen como única opción para la atención de su salud el sistema público. 3 - El 23% de los adolescentes se encuentra en situación de déficit educativo (no asiste o lo hace con sobreedad). El déficit es del 40% en el estrato social muy bajo y del 35% en villas o asentamientos urbanos 4 - En 2015 el 49,9% de la infancia y adolescencia urbana en la Argentina vivía en un medio de vida insalubre, tanto por problemas de contaminación ambiental como a consecuencia de la cercanía de fábricas y/o basurales, proximidad a lugares de quema de basura o existencia de plagas. 5 - La situación de inseguridad alimentaria afectaba en 2015 al 19,5% de la infancia y adolescencia urbana y al 7,7% en niveles graves. 6 - En 2015, la calidad de la construcción de la vivienda resulta deficitaria para el 18,9% de la población de niños/as y adolescentes. La situación de hacinamiento afectaba al 18,5%. 7 - El 12,8% de los chicos/as no festejaron su último cumpleaños, en el estrato social más bajo no lo hizo el 23% y en el medio alto, el 4,8%.

8 - Se estima que el 25% de los estudiantes secundarios no tiene enseñanza de computación, y que el 12% carece de enseñanza de idioma extranjero. 9 - El 12% de los chicos/ as de 5 a 17 años trabajaba en actividades domésticas intensivas (4.3 %) y/o en el mercado (9,5%). 10 - Se estima que, en 2015, el 18,7% de los chicos/ as compartía cama o colchón para dormir, y si bien dicha incidencia trepa al 30,5% en los hogares de estratos más bajos, también se presenta en el 10% de los chicos/as del estrato medio profesional o medio alto. En Argentina la pobreza y la marginalidad es una deuda social y una injusticia y somos responsables todos, en mayor o en menor medida (en 1974 había un 4 % de pobres, hoy hay un 32 % de pobreza y un 6 % de indigencia). No nos quedemos sólo con los porcentajes, pensemos en los millones de rostros que están viviendo esta situación. Decía el Cardenal Bergoglio, en la Peregrinación Juvenil a Luján, en 2005: “Esta realidad nos habla de una degradación moral cada vez más extendida y profunda que nos lleva a preguntarnos cómo recuperar el respeto por la vida y por la dignidad de nuestros niños. A tantos de ellos les estamos robando su niñez y les estamos hipotecando su futuro y el nuestro: una responsabilidad que, como sociedad, compartimos y que pesa más sobre los de mayor poder, educación y riqueza. Frente a esta realidad de nuestros niños y adolescentes aparecen reacciones diversas que se orientan a un acostumbramiento progresivo de creciente pasividad e indiferencia, una suerte de normalidad de la injusticia; o, por otra parte, una actitud falsamente normativa y

de supuesto bien común que reclama represión y creciente control que va, desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en ocasiones sometiendo injustamente al sistema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización” (Carta por la Niñez, 1-10-2005). Si hay inclusión social (tierra, techo y trabajo, las tres T de Francisco) no sólo bajará el delito, sino que habrá iguales oportunidades para todos, de acuerdo a las capacidades y talentos de cada uno. Oigamos los gritos: ¡Ni una menos! ¡Ni un pibe menos por la droga! ¡No a la trata y al abuso! Agregaríamos, lo que pedía el Cardenal Bergoglio: * Nunca la niñez abandonada en nuestra ciudad; * nunca la adolescencia y la juventud marginada en nuestra ciudad; * ningún cristiano, ninguna parroquia, ninguna autoridad indolente o indiferente frente al vía crucis de nuestras familias y de nuestros niños; * ningún egoísmo o interés personal o sectorial menguando el esfuerzo y el compromiso que dilate la necesaria unidad y coordinación para el esfuerzo impostergable e inmediato (Carta por la Niñez, 1- 10- 2005).


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El no y el nunca se deben transformar en el ¡sí a la vida en todas sus formas! Es el sueño de millones de argentinos, ricos y pobres, niños y ancianos, sanos y enfermos. Es la capacidad de discutir y realizar políticas de fondo, a través de un diálogo largamente esperado y de un convenio social que incluya las distintas culturas y etnias de nuestra rica nación. En lugar de bajar la edad (solución inmediatista y

de cortoplacismo) hay que crecer en la corresponsabilidad en todos los sectores de la sociedad. Acompañemos a nuestros niños y adolescentes a vivir sus etapas de crecimiento, en un contexto familiar sano y seguro. Y si hay delitos perpetrados por menores, y los seguirá habiendo lamentablemente, es tiempo de mejorar los Institutos de Menores, que no sean escuelas del delito, sino espacios de contención, educación y de

reinserción social. Los argentinos somos buenos e ingeniosos en muchas materias, ¿lo seremos en nuestra corresponsabilidad? Es nuestro deseo, nuestra esperanza y nuestro futuro como nación. Buenos Aires, 11 de febrero de 2017, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Comisión Episcopal de Laicos y Familia Área de Niñez y Adolescencia Conferencia Episcopal Argentina

de centrarse solamente en la persecución estatal -a través del derecho penal- de los adolescentes en conflicto con la ley penal, sino en cómo cumplir con toda la normativa internacional, nacional y provincial, que garantizan derechos a todas las niñas, niños y adolescentes, sean infractores o no a la ley penal. No pareciera razonable que en un año electoral, y que para dar respuesta estatal a hechos delictivos de trascendencia mediática, baste reducir la edad de punibilidad de los chicos y aumentar las penas para determinados delitos, sin garantizar el cumplimiento por parte del Estado Nacional, de las Provincias, de la Ciudad de Buenos Aires

y de los Municipios, del sistema de protección integral de derechos de la niñez, sobre todo en materia de derechos económicos, sociales y culturales (alimentación, salud, educación, vivienda, familia, entre otros). La Corte Interamericana de Derechos Humanos, mediante la Opinión Consultiva OC-17/2002 “Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño” del 28 de agosto de 2002, sostuvo en el punto 8 de su parte dispositiva que “La verdadera y plena protección de los niños significa que estos puedan disfrutar ampliamente de todos sus derechos, entre ellos los económicos, sociales y culturales, que les asignan diversos instrumentos internacionales. Los

Consideraciones sobre la BAJA de

la edad de

PUNIBILIDAD El día 4 de enero de 2017, hemos tomado conocimiento, por los medios masivos de comunicación, de la intención del Poder Ejecutivo de la Nación de impulsar una reforma legislativa tendiente a la baja de edad de punibilidad de 16 a 14 años, conformando previamente una comisión especializada. Desde la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, queremos expresar que esta intención no se corresponde con el pedido de Emergencia Nacional en Adicciones “Ni un pibe menos por la droga” que hiciéramos el pasado 6 de noviembre de 2016 y que fue asumido como tal por el Gobierno Nacional a través del Decreto presidencial 1249/2016 con fecha 12 de diciembre de 2016. Se reaviva así un debate sobre el límite establecido legalmente, por debajo del cual el Estado no puede aplicar una pena. Dicho debate no debe rechazarse a los fines de adecuar la legislación penal juvenil, pero necesariamente debe incluir otras perspectivas sociales y jurídicas. No pue-


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Estados Partes en los tratados internacionales de derechos humanos tienen la obligación de adoptar medidas positivas para asegurar la protección de todos los derechos del niño”. Por ello la actividad estatal no puede reducirse solamente a lograr una reforma de legislación penal para bajar la edad de punibilidad, sin advertir que estudios estadísticos dan cuenta que un importante porcentaje de adolescentes infractores a la ley penal son pobres, varones en su mayoría, que el mayor porcentaje ha cometido delitos contra la propiedad, que cuentan con fuerte déficit en la escolarización, y que provienen de familias desintegradas y de baja calificación laboral. Es evidente que la justa distribución de la renta y el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas impacta en la infancia y en lo que le sucede a cada familia, que representa el sostén psicosocial y cultural en el crecimiento de cualquier niño. Su Santidad, el Papa Francisco, siendo Cardenal Primado y Arzobispo de Buenos Aires, ya lo advertía en la Carta leída a los jóvenes en la 31ª Peregrinación Juvenil a Luján (2 de octubre de 2005): “…los datos de la realidad nos señalan que la mayoría de nuestros niños son pobres y que alrededor del 50% de los pobres son niños. Los niveles de indigencia se expresan dramáticamente en la actualidad y en nuestro futuro próximo, con consecuencias ciertas a partir de carencias nutritivas, ambientales, insalubridad, violencia y promiscuidad naturalizadas, que condicionan su crecimiento, problematizan su relación personal y tornan dificultosa su inserción social y comunitaria…” (…) “Frente a esta realidad de nuestros niños y adolescentes aparecen reacciones diversas que se orientan a un acostumbramiento progresivo de creciente pasividad e indiferencia, una suerte de normalidad de la injusticia; o, por otra parte, una actitud falsamente normativa y de supuesto bien común que reclama represión y creciente control que va, desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en ocasiones sometiendo injustamente al sis-

tema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización.” En el Anexo de dicha Carta agrega que “Si bien existe una demanda social muy fuerte a favor de la institucionalización, los tratamientos con larga privación de libertad no han logrado buenos resultados. Esto queda demostrado ya que ocho de cada diez presos adultos pasaron por Institutos de Menores. Es preocupante además que mientras cuatro de cada diez chicos ingresan por causas penales, el resto ingresa por causas asistenciales, porque su familia no puede hacerse cargo de ellos o porque son víctimas de violencia”. Cada chico marginado, abandonado o en situación de calle, con deficiente acceso a los beneficios de la educación y de la salud, y que puede encontrarse involucrado también en una cuestión penal, es la expresión cabal no sólo de una injusticia sino de un fracaso institucional que incluye tanto a la familia como a sus vecinos, a las instituciones barriales, a su parroquia y a los distintos estamentos del Estado en sus diversas expresiones. Estas situaciones reclaman una respuesta inmediata, pero no solamente

de la mano del derecho penal. Finalmente, no podemos dejar de recordar que la baja de punibilidad ya ha sido tratada por el Estado Nacional en el informe SENAF-UNICEF 2015, como también por el Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia, el cual firmó el Acta Compromiso “Acta Declaración contenidos mínimos de una nueva ley penal juvenil” (sesión plenaria 22 del 16 y 17 julio de 2015), donde se afirmó que una nueva ley penal juvenil “… debería establecer, como mínimo, las siguientes normas: 1. La edad de punibilidad no podrá establecerse por debajo de los 16 años, en respeto al principio de no regresividad y de progresividad en la garantía de los derechos. Sin perjuicio de las medidas especiales que en protección de los derechos del niño puedan adoptarse”. No podemos caminar hacia una nueva ley penal juvenil, convirtiendo a los chicos infractores a la ley penal en casi “enemigos sociales”. No podemos mirar solamente la “fotografía” del hecho que han cometido, sino que debemos mirar la “película de su vida” para atrás, y así seguramente advertiremos la vulneración de los estándares mínimos de derechos sociales e intrafamiliares vulnerados, que también habrá que considerar y hacer cumplir. Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia Conferencia Episcopal Argentina 6 de enero de 2017+


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