Comunicarnos Nº 166 - MAYO/JUNIO 2018

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Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

Cuidar y la r e d n e f de

a d i v

A NTORRETG E IVO a r e P terc NTO DE OQUIA RR ME SUPLE B DE MI PA U L C EL

Sexta entrega de la Colección “La Patria al hombro Iglesia y Emergencia”. Mensaje de la CEA “Toda Vida vale” y de los Curas Villeros “Con los pobres abrazamos la vida” REVISTA BIMESTRAL - AÑO 18 - Nº 166 - MAYO/JUNIO 2018 - COSTO $55



Sumario

A D I V A L R A D I U C fl

.1. Cuidar la vida

.2. Hasta qué punto hay derechos para todos. Aborto y democracia.

.5. ...Dos vidas que claman en el corazón de las villas...

.7. Cuidar la vida.

.9. 19 de Marzo - Fiesta de San José.

. 12 . San José para todos y empezar a crecer como una gran familia

. 16 . Los derechos del niño ante todo.

. 18 . Sembrar con Esperanza.

. 20 . Mesa BICE Latino América.

. 22 . 50 años caminando con los pobres abrazando la vida.

. 26 . Cambiar la mirada para una verdadera inclusión.

Esta edición va acompañada de la TERCERA entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO. y la SEXTA entrega de La Patria al hombro

Ella muy joven, menos de 20 años, peticita, una panza inmensa, de familia de origen boliviano, el papá del bebé con problemas de consumo, su familia de origen santiagueño, ya no lo quieren en su casa, así que viven en la casa de ella. No hay posibilidad del techo propio, así que hicieron una loza arriba y van construyendo. Trabajo, es lo que falta, y más difícil aún cuando está de por medio esa “porquería” como dicen las mujeres grandes del barrio. Pero ella viene, ayuda, sonríe, no baja los brazos. Que bien nos hace verla entrar con sus botas de lluvia embarradas, con su panza, verla rebuscársela para seguir adelante. Que hermoso ver a sus compañeras de camino, igual o más jóvenes que ella, caminando juntas. A veces como dice el padre Juan es necesario “tomar real conciencia de que los embarazos tiernos, fecundos y esperanzadores en medio de situaciones dramáticas de pobreza y exclusión están completamente invisibilizados y clandestinizados”. CUIDAR LA VIDA, es abrir el corazón, es deshilvanarse en la ternura y la calidez hacia los otros, es preocupar y ocupar el propio corazón por los otros. Y eso implica toda vida y toda la vida, desde los jóvenes que mueren por las balas de delicuentes o del “gatillo fácil”, hasta la lucha para que nadie muera de una enfermedad que podría curarse como por ser la tuberculosis. Cuidar la vida, es desenmascarar las propuestas, los modelos que toman al ser humano como una mercancía que se descarta, como se descarta la caja de presentación, el envoltorio del teléfono celular. El Papa Francisco, en su última Exhortación Apostólica, “Gaudete et Exultate”, nos dice que Jesús nos hace ver dos rostros, o mejor uno solo, el de Dios que se refleja en muchos. Porque en cada hermano, especialmente en el más pequeño, frágil, indefenso y necesitado, está presente la imagen

Editorial

misma de Dios. Y al final de los tiempos lo único que quedará en pie, serán el Señor y el prójimo. (61) En cada uno de nosotros está Jesús. En el niño que juega, en el anciano que sonríe, en el que está enfermo. Está Jesús en el que conduce un colectivo y en el chico solo y sin afecto que se esconde en la droga. Jesús está en la ama de casa, en el empleado de la farmacia, en el que busca su identidad, en el jugador de fútbol, en la maestra y en el chico que va en una moto y recibe un disparo por la espalda. Jesús está en los niños maltratados, en los solos, en los que tienen quien los cuide y en los que no. En los que por algún motivo son diferentes. Jesús está en el joven privado de su libertad, en la mujer trans que busca un lugar. Jesús está en los que viven en la calle, en los más pobres, en los más ricos, en los que más necesitan y en los que no necesitan nada material pero no encuentran el camino y la tranquilidad interior. Jesús está en la embarazada. La que ama al bebé que se gesta en su interior y en la que lo rechaza. Jesús está en el bebé en gestación, en el esperado y en el que no. Jesús está presente en cada hombre y en cada mujer. Él se hizo uno de nosotros para mostrarnos el camino para llegar a su Padre, para devolver humanidad a la humanidad. Toda viva vale, porque toda vida humana tiene la dignidad de los hijos e hijas de Dios, desde la concepción hasta la muerte y porque “el amor por los otros no puede ser reservado a momentos excepcionales, sino que debe volverse la constante de nuestra existencia” (Francisco, 06-05-18). Por eso, ningún problema humano se puede resolver eliminando a uno de ellos. La salvación es con todos y para todos. La única palabra que no podemos dejar de pronunciar ante cada vida es misericordia. Padre Adrián Bennardis

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Mons. Víctor Manuel Fernández Arzobispo - Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) (diciembre 2009- abril 2018).

s o h c e r e d y a h o t n u p é u q ta

Has

Cuando se niega el derecho más elemental –el derecho a vivir– todos los derechos humanos quedan colgados de un hilo. Porque cualquier opción por la dignidad humana necesita fundamentos que no caigan bajo discusión, más allá de cualquier circunstancia. De otra manera esa opción se vuelve muy frágil. Porque si aparece alguna excusa

para eliminar una vida humana inocente, siempre aparecerán razones para excluir de este mundo a algunos seres humanos que molesten. Mandarán las circunstancias. Veamos: ¿quién puede decir que no es legítimo quitarle la vida a un ser humano cuando tiene más de tres meses, pero que sí se lo puede matar cuando tiene unas horas menos? ¿Qué solidez puede tener entonces la defensa de una vida humana? Si una ley puede definir en qué momento una vida humana puede ser eliminada, entonces todo queda sometido a las necesidades circuns-

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PARA TODOS

Aborto y democracia tanciales, a las conveniencias de los que tengan más poder o a las modas culturales del momento. El justificativo para la muerte será hoy que tiene alguna discapacidad, mañana será que es demente o deforme, pasado mañana será que es improductivo o peligroso. Y las razones seguirán multiplicándose. ¿Por qué no? ¿Qué razón de fondo nos queda para defender una vida humana, más allá de las conveniencias pragmáticas? Pero este razonamiento se vuelve inútil cuando no se quiere ir al fondo de las cosas, cuando no interesa si detrás de una decisión hay una verdad, cuando la política y la ley se quedan sin un trasfondo de valores y convicciones. Más allá del tamaño

El embrión es muy pequeño, no se lo ve, no habla, no produce, no tiene poder alguno. Por eso no suele entrar en nuestros registros mentales y corremos el riesgo de ignorar su valor. Entonces ya no tiene vigencia aquello de que “lo esencial es invisible a los ojos”. Con mucha facilidad uno se inclina a creer que el em-

brión es un pedazo de la mujer, un órgano más, una especie de víscera prescindible. Sin embargo, hay una diferencia inmensa: porque es otro ser, distinto de un óvulo, distinto del padre y de la madre. Su ADN ya tiene todas las características que tendrá ese humano adulto nuevo y original. Sólo le falta desarrollarse. Ahora, si pretendemos definir o valorar a la persona humana por el desarrollo que tiene, entonces entramos en esa lógica que sostiene que hay seres humanos de primera o de segunda, que un gran empresario vale más que un discapacitado, que los más productivos valen más, que los más limitados valen menos. Esa lógica es profundamente perversa, aunque se la quiera edulcorar. Mujeres

Si nos referimos a las dificultades que vive una mujer con un embarazo no deseado, ¿no cabe recordar que ese ser indefenso que está tratando de nacer también puede ser una mujer? Es pequeña, todavía no habla, todavía no se defiende, pero tiene todos los derechos humanos, porque es una vida humana nueva. Una madre que no niegue su instinto sabe que no puede superar su dolor asesinando a ese ser humano que engendró. Las respuestas siempre tendrán que buscarse


en otra parte, no en la muerte. Por eso cuando va al médico no dice: “Vengo a ver cómo está mi embrión, este montón de células o este pedúnculo”. Ya desde el primer mes dice: “Vengo a ver cómo está mi hijo”. La mujer violada es una víctima que enfrenta una angustia atroz, pero el hecho de abortar no resuelve su peor drama, sino que en el fondo lo acrecienta. Porque ella sabe que ese pequeño, tan humano como ella, no debe pagar los errores ajenos. Él es un ser único, llamado a la vida, más allá de la forma como haya sido engendrado. También hay lugar para él o para ella. Si una mujer no se siente en condiciones de criar al niño que ha engendrado, en nuestra patria hay muchas familias dispuestas a brindarle apoyo y deseosas de hacerse cargo de esa nueva vida. Los procedimientos para la adopción, en estos casos, deberían ser más ágiles. ¿Por qué optar en Argentina por la muerte cuando tenemos todo para apostar por la vida? Abrir la puerta del aborto es inocular en el corazón de la sociedad, en su entraña más profunda, una opción macabra y facilista. Aparentemente se presentará como la solución de algunos problemas, pero no es más que resolver algo creando un problema más grave y más delicado todavía. Una madre que dio a luz a un hijo discapacitado podrá sufrir mucho, pero sabe que no puede superar su dolor asesinando a ese ser humano que dio a luz. Las respuestas siempre tendrán que buscarse en otra parte, no en la muerte. ¿Vamos a eliminar su dolor convirtiendo en víctima a esa vida nueva que crece dentro de ella? Esa angustia no se sana convirtiendo al más frá-

gil en la variable de ajuste, y no hay argumentos para que ese pequeño, tan humano como su madre, deba pagar los errores ajenos. No es humano favorecer a un débil en contra de otro.

y no son algo más entre muchas posibilidades mundanas. Eso explica que tantas mujeres pobres se desvivan trabajando por todas partes para poder criar a sus hijos. Para la sensibilidad de ellas es particularmente trágico

Mujeres pobres

Suelo escuchar con respeto un argumento que quizás sea el más atendible de quienes apoyan una despenalización del aborto: se dice que, mientras las mujeres ricas pueden encontrar y pagar lugares donde abortar sin riesgos, no sucede lo mismo con las pobres, que así se ven expuestas a grandes riesgos sanitarios, y por ello algunas mueren. En este, y en cualquier otro contexto, necesariamente uno vuelve a preguntar si eso se resuelve autorizando legalmente que ese niño pobre que crece en el seno de su madre, y es tan humano como ella, sea destrozado. Es razonable y humano que nos preocupe si cuarenta mujeres al año mueren por aborto, pero también es razonable tratar de impedir que mueran miles de niños abortados. Por otra parte, hay que agregar que esta argumentación suele provenir de sectores acomodados que desconocen la cultura de la mayoría de las mujeres pobres. Para ellas los hijos son el mayor o el único tesoro,

abortar, y generalmente lo viven como una profunda humillación, como una negación de sus inclinaciones más íntimas. Proponerles un aborto “público”, “oficial”, “socialmente reconocido”, “aséptico” no es solución, y probablemente muchas de ellas preferirán hacerlo de modo “clandestino”. Lo que la mayoría de ellas necesita es más bien que se las ayude y acompañe para no tener que llegar al aborto, que se las auxilie para que se vuelva innecesario eliminar un hijo. En este sentido, la asignación universal para embarazadas es sin duda un aporte importante. Pero es claramente insuficiente, ya que el apoyo que ellas necesitan muchas veces es más que

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Somos capaces de apuntar más alto

y de sostener un

profundo respeto

por lo más débiles

económico. Por otra parte, sólo el 17% de las muertes maternas son por aborto (incluyendo los espontáneos). Hay más de doscientas muertes maternas que tienen que ver con la pobreza y las enfermedades no atendidas (diabetes, polio, etc.). Esas mujeres no abortan, mueren antes de poder dar a luz por desnutrición y enfermedad. Y esto ocurre sobre todo en lugares abandonados del interior. Entonces lo que hay que preguntarse es si, dado que nuestro Estado no puede evitar esas más de doscientas muertes maternas, cuando ya tiene toda la legislación y todos los recursos para hacerlo, ¿por qué ahora suponemos que el Estado, en esos

mismos lugares, llegará a tiempo con un aborto seguro y gratuito? ¿No tendrá que asegurar primero que esas mujeres lleguen al parto en mejores condiciones de alimentación y de salud? De otro modo seguirán muriendo, por más aborto seguro y gratuito que se pregone. Mea culpa

Cabe reconocer que en este punto hemos avanzado muy poco, tanto en el ámbito público como en el privado. Algunos grupos cristianos han aportado algo, pero es todavía insignificante si se quiere enfrentar este problema con toda su gravedad. En ese sentido, cuando algunos abortistas agresivos nos tratan de hipócritas, yo no dejo de sentir que tienen algo de razón. Mi deber no es sólo oponerme a la despenalización del aborto y dormir tranquilo. El Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia

me exigen un compromiso más amplio y creativo, si de verdad me interesa aportar una solución a este drama. Mientras eso no suceda, el aborto seguirá siendo una daga clavada en el corazón de la sociedad y de la Iglesia. Por otra parte, es verdad que hay otras faltas de respeto a la vida. Por ejemplo, que los pobres no puedan acceder a una atención médica adecuada, o el estado de algunos hospitales, la violencia y la inseguridad, la mala alimentación de los niños indigentes, la trata de personas y tantas otras formas de desprecio a la vida humana. Pero si en lugar de enfrentar esos graves problemas sociales optamos por atentar contra la vida por nacer, no hacemos más que agregarle muerte a ese panorama sombrío. Nosotros somos capaces de apuntar más alto y de sostener un profundo respeto por la dignidad de los más débiles. Aunque no parezca la salida más pragmática, los argentinos podemos resolver los problemas sin arrancarle la vida a un inocente antes de que pueda defenderse. Podríamos hacer la diferencia. No es inofensivo abrir la puerta del aborto. Algunos lo festejan alegremente, pero una lógica de muerte sólo provocará más muerte y tristeza.

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Padre Juan Isasmendi Párroco de Santa María Madre del Pueblo - Villa 1,11,14 -Bajo Flores

N A M A S QUE CL

A D I V S ...DO

N Ó Z A R O EN EL C

En nuestros barrios nos encontramos día a día con una durísima lucha entre la vida y la muerte, el bien y el mal. Y esto no lo digo como apreciación intelectual sino una experiencia de vida. En nuestros barrios parece no verse en estas cuestiones los armónicos y matizados grises que muchas veces nos gustaría ver a nosotros. Nuestra gente vive en carne viva y resuelve la vida con una dinámica vital, concreta, comunitaria y profundamente religiosa. La gente de nuestros barrios no tiene tiempo de “debatir”. La casa que se inunda, buscar vacantes para los chicos en la escuela, caminando cuadras y cuadras sin poder conseguir y, cuando consiguen, trasladarlas hasta barrios mucho más lejanos porque separaron los hermanos de una misma escuela; las calles con las cloacas desbordadas, el cuidado mínimo de la dignidad de sus hij@s, no llegar a fin de mes, la falta de trabajo y la lucha por llevar el pan dignamente a la mesa hacen muy difícil debatir estas cuestiones. La vida sucede más rápido, no tiene vueltas. Así se vive y se siente cada día en el barro de la pobreza. En este contexto las chicas y mujeres de nuestros barrios parecieran ver detrás de cada embarazo el misterio de una vida que llega, que se gesta, que crece y quiere darse a “luz”. Una

. . . S A L L I DE LAS V

vida nueva, distinta a la de ellas, en algún sentido son como portadoras del misterio de la vida; sin duda una vida nueva y diferente que las compromete y que pone en juego su propia vida de mujer y de madre. Dos vidas que tiernamente entrelazadas en ese vínculo de amor indisoluble donde una se abraza a la otra para siempre. En esa relación tan entrañable, tierna y tan profundamente humana cada una de ellas va hilvanando delicada y artesanalmente el sentido de su propia vida y planeando despacito en comunión y solidaridad con otr@s su mayor combate, su verdadera pelea: cómo ser madre en los pliegues profundos de la marginalidad y la pobreza. Es allí donde la vida brilla y sonríe con tierna esperanza. Es lindo ver esas mujeres que deciden tener sus hij@s y viven con santa pasividad su embarazo en medio de una cultura “fóbica” a la vida; nos hace mucho bien ver como ellas van creando estrategias de supervivencia para poder conseguir tener un embarazo y un parto digno. La exclusión, la marginalidad que arrastra vidas enteras, la indiferencia de una sociedad cerrada, dura y severa con los más pobres pareciera ser la marea más difícil de atravesar; por ejemplo esa mujer joven que

trabaja en el servicio doméstico en una casa de familia, en un barrio común de la ciudad que no es “villa” y queda embarazada; cuando va a plantearle a su “patrona” su embarazo, la despide porque aquí “no te podemos tener embarazada”. O aquella otra adolescente que queda embarazada de su novio y desesperada va con una dirigenta de la Parroquia a la salita y al hablar con la doctora se encuentra con todo un dispositivo perfectamente armado y que funciona muy aceitadamente para facilitarle en el día la “interrupción del embarazo”. Ojalá fueran tan atentos en el sistema de salud cuando llega un chico destruido con el paco para atenderlo en una camilla, cuidarlo y contenerlo. En este sentido tenemos que abandonar la hipocresía y ser más genuinos, más valientes. En este sentido las mujeres de nuestro barrio luchan y lu-

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sino porque la crueldad de la pobreza les hace imposible vivir su embarazo como merecen sus vidas y las de sus hij@s. Creo en este sentido que la marginalidad es justamente esa ausencia permanente de derechos también para las mujeres cuando deciden tener sus hij@s o no. chan incansablemente por su embarazo. En muchos casos uno siente esa lucha titánica por un embarazo en paz, una agónica búsqueda para ver cómo hacer para que ese hijit@ crezca en la panza sano y salvo. Y el caso nuestro nos encontramos con el revés de la cuestión, con mujeres muy pobres, golpeadas y dolidas que habiendo acortado a sus hij@s aún los extrañan, los sueñan y los quieren tener en sus brazos. Pareciera que en sus corazones ha quedado siempre el hueco de su ausencia regado por la ternura maternal. Hay que decirlo sin vueltas, el embarazo de nuestras mujeres en los barrios está en riesgo, no porque decidan no tener sus hij@s,

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El problema no es sólo la cantidad de abortos clandestinos sino también los embarazos vividos en situaciones inhumanas de pobreza; me parece una real falacia pensar que podremos acompañar los derechos de un aborto legal y gratuito para

las mujeres más humildes si teniendo que garantizar los derechos de un embarazo legal y gratuito no lo podemos garantizar. Es importante en este sentido tomar real conciencia de que los embarazos tiernos, fecundos y esperanzadores en medio de situaciones dramáticas de pobreza y exclusión están completamente invisibilizados y clandestinizados, y este detalle no es menor ni tampoco ingenuo. Y estas mujeres que se animan a soñar y a creer en ese hijo que darán a luz necesitan que hablemos de ellas, éste es uno de los puntos de apoyo más real y concreto de esta discusión. Dios quiera podamos seguir luchando por un Estado presente que haga valer todos los derechos más básicos de los más pobres, mientras tantos son y serán nuestras comunidades cristianas, organizaciones sociales y civiles, ONGs, las únicas mediaciones institucionales que velan por aquellos derechos mínimos que reclama nuestra más profunda dignidad.


Cuidar la vida Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nobel de la Paz Defender y proteger la vida en cada instancia y circunstancia es sin duda el primer compromiso que debemos asumir con nuestros niños, niñas y adolescentes, particularmente cuando ellos atraviesan situaciones en las cuales sus derechos y su dignidad son vulnerados. El papa Francisco ha hecho suyo el mensaje surgido de nues-

tros hermanos y hermanas de los barrios populares que sostienen “Ningún chico es descartable” y bajo esta visión debemos ocuparnos y comprometernos a cuidar la vida de quienes deben vivir y crecer sometidos a diferentes formas de violencia; especial preocupación por los niños que sin otras alternativas deben convivir con los riesgos de la calle. Los chicos que mueren de hambre y enfermedades evitables y aquellos que mueren bajo las balas de delincuentes y del gatillo fácil policial revelan la continui-

dad de las políticas de exclusión y control social para mantener el actual modelo de concentración económica y saqueo. Existe una responsabilidad legal y ética del Estado en actuar como garante del derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir libres de violencia. En tal sentido adquiere la dimensión de violación de derechos cuando las propias fuerzas de seguridad del Estado son las que producen la violencia contra los niños por acción u omisión.

La Comisión Provincial por la Memoria registra, analiza y denuncia, judicial y socialmente, los hechos que han ido sucediendo crecientemente de violencia institucional. No solo la violencia física o psicológica daña la vida de los chicos, son muchas veces las condiciones de extrema pobreza y desigualad las que lo generan y exponen a nuestros jóvenes a convertirse en rehenes del crimen organizado como el tráfico de drogas, de armas o la trata de personas.

No debemos dejarnos caer en la desesperanza, por el contrario, necesitamos en los tiempos que corren redoblar el esfuerzo para construir un nuevo contrato social basado en el respeto irrestricto y universal de los derechos de los niños, niñas y adolescentes comenzando por la protección de sus propias vidas. DNI (Defensa de los Niños Internacional)

y la lucha por desenmascarar la violencia institucional.

Defensa de los niños Internacional (DNI) es un movimiento internacional a favor de los derechos del niño y es una organización no gubernamental sin fines de lucro que nació en Julio de 1979, en el marco del año internacional del niño propuesto por naciones Unidas. Hoy en dìa trabaja en más de 45 países defendiendo los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes. En el año 1984 comienza el camino de la constitución de las Secciones Nacionales de DNI en América Latina. Durante los 30 años de vida de la Sección Argentina, se multiplicaron las actividades en despliegue de una activa agenda en la cual los derechos de los niños, niñas y adolescentes. La Justicia Penal, representó una temática de permanente preocupación, particularmente en la promoción de medidas no privativas de la libertad, en la supresión de toda forma de violencia institucional y oposición a bajar la edad mínima penal u otras medidas destinadas a acentuar los mecanismos de penalización.

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Una vez más Defensa de los Niños Internacional (DNI) sección Argentina se pronuncia con preocupación y alarma por hechos de violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes por parte de las fuerzas de seguridad, en situaciones en las cuales se compromete la integridad y la propia vida de los jóvenes. Detenciones arbitrarias, sometimiento a torturas y apremios ilegales, amenazas (que incluyen la exigencia de silencio por posibles represalias), se están sumando continuamente en la vida cotidiana de nuestros niños y adolescentes empobrecidos de zonas vulneradas. Recientemente ante un hecho calificado como “gatillo fácil” la comunidad educativa de la EMEM 3 y organizaciones del Barrio del Bajo Flores, nos ha hecho llegar un comunicado que transmitimos en algunos de sus fragmentos: “...El miércoles 25 de abril, Matías Rodríguez, un pibe de 16 años y ex alumno de la escuela 3 del 19 del Bajo Flores, fue asesinado por un efectivo policial que se encontraba fuera de servicio en Virreyes, en

el barrio de Flores. Matías no se encontraba armado y no disparó como intenta instalar la versión policial, fue asesinado por la espalda por un policía que justificó su asesinato por un presunto robo. Se trata de un nuevo capítulo de la doctrina Chocobar. Esto ya pasó en los 90, los “dejan hacer” y cuando se están yendo los matan por la espalda... pibes que son la carne de cañón entre el comercio de drogas y el peligroso oficio de robar “turistas” que caen a comprar... entre las zonas liberadas y las zonas apropiadas... los cuerpos de lxs pibxs funcionan como hitos que marcan con su sangre las fronteras invisibles… Se dice que ahí no llega el estado, como si se tratara de un territorio librado a sus propias fuerzas, habitado por “malos salvajes” que se matan entre ellos. Que idea tan hipócrita. El estado ahí es la gendarmería, los comisarios fuera de servicio, los negocios intocables de la droga y la circulación de

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pibas, el pan que se quita, la vacante que se niega, las ambulancias que no llegan, las armas accesibles y los cuerpos matables y desaparecibles de lxs adolescentes… A todo eso respondemos con la poderosa certeza de que otro mundo es posible para nuestrxs pibxs, que sabemos y comprendemos las eternas carencias que atraviesan. Respondemos exigiendo políticas públicas que los saquen de la pobreza, exigiendo más escuelas, exigiendo viviendas dignas, exigiendo el pan de cada día, exigiendo trabajo para sus padres y para ellos, exigiendo teatros, cines. Exigiendo justicia y que dejen de fusilarlos (que acto mas cobarde) .” DNI sección Argentina junto a múltiples organizaciones defensoras de los derechos de niñas, niños y adolescentes seguiremos exigiendo la finalización de estos procedimientos, el respeto a la vida en toda circunstancia y lugar, y la sanción que la justicia establezca a los perpetradores de estas violaciones extremas a los Derechos Humanos. COMISIÓN DIRECTIVA DNI ARGENTINA DIRECCIÓN DE PROGRAMAS


La fe de mi PUEBLO

esposo de la Virgen y Obrero Basílica San José de Flores Acariciados por su paternidad Luis Avellaneda. En San José de Flores, la celebración anual del patrono conlleva una vivencia para la comunidad, para el barrio y para los devotos de este gran Santo, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Y podemos decir que se le suma la historia, la emoción y la fe de quienes asisten, tanto a la novena como a la fiesta propiamente dicha. De hecho, todo el mes de marzo es una preparación, pero se vive intensamente la novena preparatoria con las distintas celebraciones que nos van disponiendo, pero es el 19 de marzo cuando la fiesta llega y nos envuelve a todos. Peregrinos venidos de distintos puntos de la ciudad, de la provincia de Buenos Aires y del interior del país. Solos, en familia o en grupos, los que nacieron aquí en Flores y los que lo son por adopción. Y todo está dispuesto para vivir esta fiesta como el día grande para Flores. Es su día, todos venimos a verlo, a saludarlo, a estar un rato con Él, a confiarle peticiones, a darle gracias por su intercesión, a ser acariciados por su paternidad. Y es que para acercarse a este Santo no hace falta saber mucho, ni pedirle expresamente tal o cual cosa. San José es el santo sencillo, confiable, esposo y padre, abogado y amigo de todos los que se le acercan. Pero creo que hay una característica, y es la de comprender el miste-

rio obrado por Dios para nuestra salvación. Éste es el hombre que Dios eligió como su representante y su administrador en la tierra; a José le fueron confiados dos tesoros: Jesús hecho hombre y María, la Virgen Madre. Para muchos es la imagen misma de la paternidad de Dios, para otros es el intercesor de la familia, para algunos el consejero en su vocación sacerdotal o religiosa. Hay quien lo invoca para el don de tener hijos, y está también quien pide la gracia de la buena muerte para un familiar o un amigo que sufre. Los sacerdotes lo hablan para conservar ese entusiasmo ministerial, y los seminaristas se acercan a José para aprender cómo caminar en la propia consagración. Es que como dice Santa Teresa, este Santo es el maestro para quienes buscan el camino de la oración. Durante el día se suceden las misas y las confesiones de forma continua, pero los fieles van en aumento a medida que se acerca la hora de la procesión vespertina. Cada grupo de la comunidad tiene su tarea y su rol en la manifestación que se va a iniciar. Pudiendo estar, nadie falta. Es que sale el Santo a bendecir al barrio, a la gente, a las familias, a los comercios. Es el momento del encuentro sin distinciones entre

el Santo y su pueblo, y es la imagen venerada en la vieja iglesia de Flores, aquella de 1831 que cediera su sitio a la Basílica actual, y que ha visto esta imagen salir a lo largo de las décadas en cada procesión, siempre acompañada por una masa compacta. Muchos caminan detrás con la oración en los labios, y está quien lo espera en una esquina para verlo pasar y con manos juntas eleva su plegaria. De muchos brota en voz alta… por mi hijo, por mi esposo, por mi madre, ruega por ellos! Y otros en silencio se confían. Y mientras el Santo pasa, se reza y se canta con alegría porque es fiesta. Pienso que hay procesiones que llevan dentro de sí mismas el contagio y la vivencia de la fe sencilla y viva. La procesión en San José de Flores continúa siendo un rito envolvente para la comunidad y para los devotos que veneran al varón justo que fue elegido por el Padre Eterno.

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Instituto Vocacional San José 50 años de camino por las vocaciones Pbro. Juan Pablo Ballesteros Este año se cumplen 50 años de la apertura del año introductorio al Seminario Metropolitano de la Inmaculada Concepción de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Tiene su sede en el Instituto Vocacional San José, de la localidad de San Isidro. Es el ámbito donde más de la mitad del clero de Buenos Aires, en ejercicio, ha puesto las raíces de su vida espiritual e iniciado el camino de su formación sacerdotal. Desde el año 1968, es el paso obligado para todos aquellos que quieren comenzar su formación para la vida sacerdotal y constituye un momento de suma importancia dentro del proyecto formativo de los candidatos al sacerdocio. Corría el año 1867 cuando la familia Elortondo Anchorena, que poseía un extenso terreno sobre las barrancas de San Isidro, decidió edificar una casa de vacaciones en estas pintorescas tierras. Era una construcción de una planta organizada alrededor de un patio central, con la galería mirando al río, con todas las

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remembranzas de la casa criollacolonial. El Cardenal Santiago Luis Copello, sexto Arzobispo de Buenos Aires, vio la necesidad de crear en Buenos Aires un instituto educativo gratuito, donde formar niños de nueve a doce años, pertenecientes a familias cristianas y que mostraran inclinación por el sacerdocio. La quinta, llamada “El Eliseo”, de la localidad de San Isidro, perteneciente por ese entonces al matrimonio de Otto Bemberg y Josefina

Elortondo, fue el lugar donde Monseñor Copello pudo concretar su idea del Preseminario gracias a la donación generosa de sus dueños. Esta casa formativa fue pensada como un camino previo al seminario, desde donde se intuía una potencial vocación al sacerdocio. El 5 de mayo de 1938 se hizo la bendición del Instituto Vocacional San José. La preparación hacia el sacerdocio comenzaba en este hogar y escuela bajo la mirada protectora de San José, a quien los niños aprendían a querer por ser el patrono del instituto, pero sobre todo por ser el que custodió celosamente a Jesús en su niñez y juventud. El Concilio Vaticano II, replanteó la formación de los futuros sacerdotes. La vida de los seminarios formó parte de los temas tratados en las aulas conciliares. En octubre de 1965, el Decreto Optatam totius, abrió las puertas para que la formación sacerdotal


se adaptara a las necesidades pastorales de cada región. Entre 1966 y 1967 los superiores del Seminario fueron buscando las respuestas que esos tiempos exigían. La llegada de Monseñor Aramburu en el año 1967 como coadjutor a la Arquidiócesis de Buenos Aires implicó el inicio de una reforma integral de la diócesis, aplicando el espíritu del Concilio. Junto con los superiores del Seminario,

fueron madurando un nuevo esquema formativo para los futuros sacerdotes. La idea del año introductorio comenzó a tomar forma y la casa de San Isidro brindaba el marco ideal. El Arzobispado agradeció a las hermanas de la Virgen Niña por la fecunda tarea prestada a lo largo de veintinueve años de generosa siembra y reubicó a los chicos que vivían y estudiaban en ella. En marzo de 1968 abría sus puertas el Curso Introductorio en

el Instituto Vocacional San José para vocaciones mayores de dieciocho años. El objetivo principal del año era la maduración de la vocación y la profundización del discernimiento vocacional en un contexto de una mayor vida de oración. Hoy damos gracias a Dios por los obispos y sacerdotes formadores visionarios que atendieron solícitos la voz de Dios y de la Iglesia hace 50 años, dando a la Iglesia de Buenos Aires y de otras regiones esta casa por donde pasaron tantos actuales sacerdotes, ex alumnos, profesores y empleados que, compartiendo en comunidad una misma fe, aprendieron el supremo valor de este particular llamado de Dios.

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Parroquia San José – La Matanza – Diócesis de San Justo.

s o d o t a r a p é os

San Jar a crecer como una y empez

La Matanza, Gran Buenos Aires, Argentina. Allí confluyen las distintas clases sociales de manera ejemplar. Los pobres entre los pobres y lo que tiene para sobrevivir hasta tres generaciones completas. El conurbano profundo, donde la vida pareciera más intensa. Para llegar hay distintas opciones, en Caballito el 155 o el 180, el “común” o el “semi rápido”. Largas filas en ambas paradas. Rostros cansados, gente que duerme hasta parada, gente que ofrece el asiento a las madres, se escucha cumbia, rock, alguien “bendice a todos en el nombre de Dios”, el viaje hasta el Barrio 17 Marzo, la segunda parada, después de Villegas, frente a la escuela, es una fiesta. Y menos mal, porque aunque el pasaje cueste casi $20 tardamos alrededor de 50 minutos en llegar. Al bajar encontramos calle de

A I L I M A F GRAN

tierra, casas con patio, grandes árboles, vecinos que se saludan, y al final de esa calle se llega al “territorio Parroquial”. Y digo “Parroquial”, porque hace unos meses, después de muchos años, de muchos curas, de muchas luchas, por fin son Parroquia, el Barrio 17 de Marzo, La San Petersburgo, Puerta de Hierro y otros barrios más, tienen Parroquia, tienen una casa que los une, la Parroquia San José. Pero, ¿cómo era esto años atrás? ¿Desde cuándo y cómo las comunidades acompañaron este proceso de transformación y expansión de la Iglesia? ¿Quiénes son los que hacen posible que la Iglesia realmente sea pobre para los pobres? ¿Es el cura? ¿Es la gente? ¿Es un trabajo en equipo? Es importante conocer la historia para comprender el presente e intentar cambiar el futuro. María Petrona, los primeros pasos

María Petrona Garay es una testigo y protagonista de esta historia. Vive en Puerta de Hierro, desde hace más de 70 años. Ella siempre estuvo con la Iglesia, acompañando al Padre Raúl, al Padre Español, al Padre Gavilán, al Padre Chiquito, “a todos los curas habidos y por haber”. Ella, como muchos jóvenes, empezó ense-

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ñando catequesis. Actualmente es la encarga del Comedor “Madre Teresa de Calcuta”. Todos los días se levanta a las siete y después de su mate cocido con leche, va a barrer todo el comedor, “porque a nadie le gusta barrer”, comenta entre risas. Y después va llegando la gente que trabaja allí todos los días. Recuerda que gracias al Padre Raúl, los “políticos” no pudieron sacarla de su casa, pero también recuerda la lucha de todos los vecinos para que eso ocurra, el viaje constante a “la capital” para hacer los pedidos, la alegría de saber que se iban a quedar en sus casas. De esto, hace más de 40 años. Petrona sabe que hay gente que no quiere al padre Tano, los que no lo quieren son los “oscuros”, porque él trabaja por los chicos que andan en la droga y les saca a sus “soldaditos”. Pero también sabe que el Padre no tiene miedo, que a veces llega a dormir pasadas las doce, porque siempre está ocupado. Sabe que el cura tiene mucha gente que lo acompaña y que pelea por los pobres, como lo hace el Papa Francisco. Ella dice que cuando el Padre va a Puerta, nunca lo dejan solo, sabe que en su barrio sus “pastabaseritos”, palabra que inventó para hablar de los chicos a quienes ya nadie quiere, a quienes ella alimenta en el comedor, desde hace mucho tiempo atrás, sus “pastabaseritos” le dicen abuela, la respetan, la cuidan. Ella aprecia mucho al Padre Tano. Una vez le dijo: “Cómo me


gustaría ver una Iglesia acá en mi barrio”. “No te preocupes, Petrona, vas a tener una Iglesia”, le contestó el cura. “Después me hizo una Iglesia”, comenta con alegría. “¿Usted cree que todo esto es un milagro?”, le preguntó a Petrona, que a esta altura de la charla, hasta a mí me dan ganas de decirle abuela. Con una sonrisa, me dice que sí. Que ver su Iglesia es un milagro, que de a poco se va completando todo lo que ella le había pedido a Dios. Mirta y Miguel, y la comunión de un hijo se hace comunidad

Mirta y Miguel, son un matrimonio que día a día ayudan a que todas las “casitas”, los jardines, los comedores, las casas del Padre de las distintas villas, que se alimenten con los nutrientes básicos para vivir, también con la palabra, con esperanza, con el ejemplo, con la alegría de ser hijos de Dios. Mirta recuerda que hace 20 años su hijo tenía que tomar la comunión y, preguntando, se enteró que vivía a dos cuadras de la Capilla, en seis años de vivir en el barrio, nunca supo de su existencia. Se acercó como cualquier

madre. Pero no se pudo ir más. En 2002, el Padre Bachi la convocó para inaugurar el Comedor San Francisco de Asís y ser una de las responsables. Sin saber cómo lo iba a hacer, aceptó. Recuerda que la capillita era como una casilla. Después de muchos traspiés, de las tormentas que se llevaban las paredes o los techos, de a poco se fueron consiguiendo los materiales para una construcción más sólida, porque las familias colaboraban mucho y se juntaban para trabajar. “Acá siempre tuvimos muchos chicos, y el trabajo fue siempre para ellos. Acá los vimos crecer. Pasamos momentos lindos y tristes, pero juntos. Nos robaron varias veces, pero siempre nos levantamos y nunca bajamos los brazos, siempre trabajamos para la gloria de Dios, porque una vez que te llama, no te podés despe-

gar de él. Porque eso es lo que nos dice Jesús, que siempre prevalezca el amor en todo, y es por eso por lo que nosotros trabajamos. Tuvimos un crecimiento muy grande. El Padre Bachi, fue a pedir un ladrillo a otra comunidad que tenía un poco más de recursos, para que nuestra capilla crezca un poco más y el Padre Pablo y su comunidad nos ayudaron a agrandar el templo. Cuando el obispo vio como íbamos creciendo, pensó que debíamos ser Parroquia, algo que ocurrió después de más de 35 años, íbamos a ser la Parroquia San José. Y ahora lo somos. Hace un año, llegó el Padre Tano con su juventud, su impronta y toda su espiritualidad. El deporte, los jardines, las casitas, las actividades, la construcción, es un crecimiento muy grande y muy lindo, porque nuestra Iglesia se agranda y es para todos; y además, la unificación de las comunidades genera que seamos una Parroquia y un solo barrio. La Parroquia es la casa de todos”. Después de agradecerle el trabajo y compartirme su ejemplo desde la humildad de saberse instrumento, me animo a preguntarle a Miguel ¿cómo es acompañar todo esto?, refiriéndome no sólo a la Parroquia y a los cambios que vivieron, sino también a su esposa, a sus hijos y a toda la gente que es parte de la comunidad. Él sonríe y dice, “ahora ya está”, confirmando que ya no hay vuelta atrás. Que “esto” es imposible de dejar. “Cuando empezamos éramos jovencitos, teníamos toda la voluntad y las ganas. Yo empecé dando clases de guitarra y ca-

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tequesis para adultos y me fui enganchando. Llegué por casualidad, decepcionado de otras iglesias. Después vino el comedor, ayudar a los abuelos y, en 2006, cuando ya no podía trabajar en la fábrica, el Padre Bachi nos consiguió una cooperativa para trabajar, ya que veníamos haciéndolo desde hacía muchísimos años, pero ahora necesitábamos también sostener nuestra casa. Y en este tipo de trabajo, lo que importa no es lo que te llevás al bolsillo, sino en todos los gestos de los niños que te saludan, te abrazan, las personas grandes que se preocupan por como estás… Por eso, día a día, tratamos de dar lo mejor, porque la recompensa es sentir que hicimos algo por los demás, que el corazón está contento. Jesús nos enseñó a amar a la gente por lo que es y no por lo que tiene. Y hoy tengo personas que me aman por lo que tengo, y no tengo nada -risas y emoción-, sólo manos para abrazar, para consolar, oídos para escuchar y una boca para dar consejos, porque yo soy el tío del barrio y eso me hace feliz. Ahora hay que aguantar lo que venga porque todo está difícil, conseguir los alimentos está difícil, y a los pibes que están en recuperación hay que mirarlos con cariño, por más que muchos con los que nos cruzamos, alguna vez nos apuntaron con un arma, pero si Jesús

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pudo perdonar que lo estuvieran matando, ¿quién soy yo, para no perdonar? Por eso tenemos que tener constancia y no bajar los brazos, sabemos que con la gracia de Dios todo va a salir bien. Creo que la comunidad se va a armar, así como queremos ser, cuatro Barrios, una sola Parroquia, porque ya no hay Puerta de Hierro, ni 17 Bis, ni San Pete, ni 17 de marzo, que sea San José para todos, y empezar a crecer como una gran familia. Y agradecerle a

la Parroquia, habla, y habla mucho. Cuando llegó, hace poco, la imagen de San José, el varón que supo cuidar al niño Jesús y a nuestra madre, el Padre Tano compartía ese momento con alegría, “Hoy recibimos la sagrada imagen de San José enviada por nuestro querido Papa Francisco desde Roma y la trajimos en caravana desde la Catedral de San Justo a nuestros barrios. Hoy recordamos y agradecemos que hace tiempo muchas familias llegaron a estas tierras dejando mucho atrás. Y después de mucho trabajo y sacrificio lograron cumplir el sueño que buscaban de tener su propio techo. Agradecemos y recordamos también a tantos vecinos nuestros de

nuestra madre la Virgen que nos cubre con su manto y que José nos cuide, como lo hizo con el hijo de Dios. Y con la voz quebrándose dice, nada más.

Puerta de Hierro y San Petersburgo que un día lo subieron a unos camiones sin saber adonde iban y hoy siguen bancando la vida y luchando por salir adelante en medio de la droga y la violencia. Agradecemos a muchos catequistas, rezadores, religiosas, sacerdotes que supieron acompañar la vida y la fe de nuestros barrios. Especialmente a nuestro querido Padre Bachi. Mientras el Estado eligió correrse y soltarle la mano a la vida en nuestro barrio, la Iglesia, en la persona del obispo Eduardo, funda una

Familia Grande de San José, que calla y trabaja

El Padre Tano, es un cura joven, perfil bajo, y parece que con vergüenza para las “entrevistas”, pero como suele decirse: una imagen vale más que mil palabras, y la imagen de cada día del crecimiento de la comunidad de


Parroquia para quedarse clavada entre los más pobres. Ya no somos cuatro barrios, hoy somos una Familia. La Familia Grande de San José que Calla, Reza y Trabaja”. Eliana, y un lugar para los chicos

Eliana Flores tiene 30 años y es del Barrio 17 de Marzo. Empezó a dar catequesis desde que “era chica”, aclara, aunque aún es joven. Al principio está muy nerviosa pero cuando empieza a contar todos los cambios que fueron viviendo como comunidad, lentamente se va relajando y metiéndose en la historia, porque ella también es un personaje principal. Actualmente trabaja en La Casita Mi Esperanza, desde el CEC (Casa de Encuentros Comunitarios), un lugar de prevención y contención para chicos, donde hoy hay alrededor de 80-90. Algunos conviven con realidades muy duras, sin adultos presentes, no van a la escuela, viven en la calle. Otros tantos, tienen una vida más “normal” con la violencia más disfrazada… En la Casita, que está de lunes a viernes, tienen actividades como juegoteca, narración, recreación, bailes y apoyo escolar. Son un gran equipo que día a día apuestan

con compromiso a ese momento compartido donde los niños pueden “bajar la guardia” y ser niños en esas horas que pasan en la Casita Mi Esperanza. Eliana arrancó trabajando la prevención en el barrio San Pete, hace 3 años, cuando todavía estaba el Padre Bachi, con talleres de manualidades, con un comedor muy precario, donde el techo goteaba, sin sillas ni garrafas, donde no había espacio suficiente ni tampoco muy marcado, donde gracias a los roperitos que hacían, con las donaciones de ropa, juntaban la plata para darle la merienda a los niños. La remaron contra viento y marea, pero el trabajo duró menos de un año. “Nos tuvimos que retirar a causa de la violencia; los chicos venían cada vez más alterados, ver armas y escuchar tiros era algo ‘normal’ y el enfrentamiento entre banditas ya era cosa de todos los días”, comenta Eliana, con la voz quebrada. Después de un tiempo de volver a empezar a venir los chicos, no solo los de 17 de marzo, sino también los de San Pete, fue muy satisfactorio ver como se iba unificando la comunidad desde los propios chicos, y después de in-

Bautismos - Comuniones 15 años – Bodas - Cumpleaños

sistir tanto en que debían de cuidar su espacio y también cuidar su vida… Ellos tienen una vida muy golpeada, observan el dolor desde primera fila, lo viven desde otra forma, separación de los padres, droga, padres presos; me costó muchísimo entender que ellos necesitaban más de nosotros… Y ahora los barrios se están unificando a través del Club. Creo que lo importante es seguir a Jesús que está con nosotros siempre, porque los curas cambian, viene uno nuevo, otro se va, pero la gente no se tiene que ir, y aunque es difícil, tenemos que hacer las cosas por nosotros mismos. Tres historias que hablan por tres generaciones, de lucha, fe y esperanza, con una Iglesia y sus pastores que acompañan la vida, revolucionado y unificando a los barrios formando la Familia Grande San José.

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n o s o ñ i n l e d s o h c e r e d s o L s o n a m u h derechos Entrevista a Alessandra Aula Secretaria General de la Oficina Internacional Católica de la Infancia - BICE

“Me viene a la mente el logotipo que la comisión de protección de la niñez y la adolescencia tiene en Buenos Aires, la Sagrada Familia arriba de un burrito escapando a Egipto, defendiendo ese niño. A veces para defender hay que escapar. A veces hay que quedarse y proteger. A veces hay que pelear. Pero siempre hay que tener ternura” (Palabras de Francisco a la Delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE)- Abril de 2014). De origen italiano, Alessandra Aula es diplomada en Ciencias Políticas de la Universidad de Ginebra. Inició sus labores en el BICE en 2008 y desde julio de 2012 es Secretaria General de la Oficina Internacional Católica de la Infancia. Viajó a Buenos Aires para acompañarnos en el seminario para educadores “Sembrar con Esperanza” organizado por la Mesa BICE – Argentina gracias a la recaudación de Navidad del BICE. Compartió con nosotros un poco de la historia de esta organización internacional que está cumpliendo 70 años. ¿Cómo nace el BICE? El BICE (Bureau International catholique de l’Enfance) fue fundado en 1948 por un llamamiento del Papa Pío XII después de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a la niñez víctima de la guerra, llamamiento que fue recogido por cuatro instituciones de iglesia: los salesianos, los jesuitas, los herma-

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nos de las escuelas cristianas y la obra pontificia de la santa infancia. Nace ya como una red que se fue desarrollando y hoy 80 organizaciones en los diferentes continentes son miembros del BICE, congregaciones religiosas, universidades católicas hasta organizaciones locales muy pequeñas. Empieza con dos enfoques, la incidencia para que el niño sea reconocido como sujeto de derechos y la investigación reflexión y capitalizaciones de buenas práctiEl BICE trabaja al servicio de todos los niños y niñas,

sin discriminación ni

proselitismo, sea cual sea su origen, su cultura, su

nacionalidad o su religión.

cas. En 1951 el BICE tiene el estatuto con Naciones Unidas, con el Consejo de Europa, con la Unesco para estar presente en estas instituciones internacionales que se iban creando. En 1959 el BICE participa en la elaboración de la Declaración de los Derechos del Niño que es el

primer texto internacional donde los Estados reconocen al niño como sujeto de derechos. Luego en el año 1979, que fue el Año Internacional del Niño, en el mundo se hicieron propuestas, talleres y congresos para reafirmar al niño como titular de derechos. Esta iniciativa del BICE se llevó a cabo con las Naciones Unidas; y de ahí salió todo el proceso político que 20 años después llegaría a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989; donde nuevamente el BICE juega un papel muy fuerte, porque junto con DNI (Defensa de Niños Internacional) constituyen un primer grupo de ONG´s para hacer incidencia con los gobiernos y también traen a Unicef a la mesa de negociación para el texto de la Convención. ¿Cuándo llega a América Latina? Los proyectos de terreno en América Latina llegan en los años ’80, y es sin duda el continente donde el BICE ha venido haciendo más trabajo y proyectos y la red es más fuerte y presente en más países. En América latina se ha hecho mucho trabajo sobre educación y las congregaciones que


tienen escuelas han acompañado este proceso. Hoy las organizaciones socias del BICE están establecidas en diez países de la región. Hoy en día hay algunas temáticas que son enfoque principal del BICE, no sólo en América sino también en África, Europa Oriental y Asia son la violencia, en especial la violencia sexual y el abuso, tanto con acciones de prevención como de protección, la justicia juvenil, la educacióny la discapacidad. Y en este marco es también cuando en los años ’90 empieza a haber un trabajo sistemático sobre resiliencia. ¿Qué significa para el BICE la resiliencia? La Resiliencia es la capacidad que cada ser humano de reinventarse, de reconstruirse, cuando está frente a situaciones de dificultad. Y cuando hablamos de niños y niñas, hay situaciones graves, un conflicto armado, desplazamientos forzosos, un abuso sexual, donde es muy difícil que un niño salga adelante solo. Por eso hay también factores externos, la comunidad, la familia, un educador, que ayuda en este proceso de cicatrizar y sanar. El BICE ha hecho muchas publicaciones para ver qué lazo tiene la resiliencia con

la espiritualidad, con los derechos del niño y ver cómo aplicar lo que son las metodologías, talleres, instrumentos en el terreno concretamente y en los distintos contextos. Y cómo se puede ayudar a los educadores, y a los operadores sociales a utilizar estos instrumentos, adaptándolos al contexto para acompañar y suscitar una resiliencia en los niños que viven situaciones traumáticas. Y esto es un proceso que claramente, interpela mucho a los socios, y hay una aceptación global de este enfoque de resiliencia. Llamamiento 2009 Cuando se cumplieron los veinte años de la Convención de los Derechos del Niño hubo un llamamiento para una nueva movilización a favor de la niñez. El Llamamiento fue el fruto de un trabajo de 2 años sobre la situación de la infancia, 20 años después de la adopción de la Convención. El Llamamiento Mundial por una Nueva Movilización por la Infancia, abordó de una manera efectiva y urgente la necesidad y la exigencia que tienen los gobiernos de respetar y hacer efectivos los tratados internacionales de derechos humanos y muy en

especial la Convención sobre los Derechos del Niño. Se constató la diversidad de derechos vulnerados en muchos países por las violaciones a la vida y la dignidad de los niños, al ser utilizados en los conflictos armados, la explotación sexual, económica y en el trabajo o mediante la esclavitud a las drogas, la trata de personas y venta de niños como mercancías. Siendo asimismo, víctimas de la violencia social y estructural a la que son sometidos por el hambre, la pobreza y la falta de recursos para garantizar derechos fundamentales en la salud y la educación, entre otras. Y hoy, casi 10 años después, vemos que sigue siendo urgente y necesario asumir el compromiso y decisión de preservar la vida y derecho de los niños. Es urgente reforzar la cooperación internacional y el enfoque basado en los derechos humanos en su integridad, en los derechos económicos, sociales y culturales. Las autoridades de los países que han ratificado la Convención tienen la responsabilidad jurídica y ética de preservar, proteger y dar condiciones de vida digna a nuestros niños, ellos son signos de esperanza que hacen posible un nuevo amanecer.

Álvaro Sepúlveda Hermano Marista – Fundación Marista para la Solidaridad Internacional.

a n i t a L a c i r é m A ICE

Mesa B

Entre los días 18 y 20 de abril se llevó a cabo el primer encuentro de las Mesas nacionales de la Oficina Internacional Católica de Infancia (BICE) en América Latina. En la Casa Provincial de los

Hermanos Maristas, en la Cdad. de Bs As. se reunieron representantes de Guatemala, Brasil, Argentina y Chile. El año 2009 marcó un hito en cuanto a la presencia del BICE en la región. Con motivo de los veinte años de la Convención de Derechos del Niño, se realizó un

“Llamamiento Mundial” en torno a los grandes desafíos que en ese entonces enfrentaba la niñez. Ese año Maristas, La Salle, la Vicaría del Pastoral Social del Arzobispado de Santiago y el Hogar de Cristo llevaron a cabo en Chile una campaña que incluyó el lanzamiento oficial con las autoridades de dichas instituciones, la

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aplicación de cartillas para la reflexión entre niños y adolescentes y la realización de un Congreso Infanto – Juvenil. En los años siguientes se incorporaron Caritas, la Conferencia de Religiosos (CONFERRE), Salesianos, la red educacional Jesuita y la Vicaría para la Educación. Ésta fue una forma de darle continuidad al histórico compromiso de la Iglesia con los Derechos Humanos. Si en otro momento mostró un testimonio profético en favor de las víctimas de las dictaduras, hoy en día lo hace en favor de colectivos que son especialmente vulnerables como la niñez. Con una mirada renovada se empezó a trabajar mancomunadamente no sólo para proveerles de los mínimos derechos para su subsistencia o para protegerles de lo que les amenaza, sino también para garantizarles sus derechos civiles y políticos. Su derecho a la participación protagónica, a estar informados, a opinar, organizarse y actuar. En base a esta buena experiencia, en 2016 se CREA la Mesa BICE Brasil congregando a La Rede La Salle, União Marista do Brasil (UMBRASIL), Rede Salesiana do Brasil, Associação Nacional de Educação Católica (ANEC), Cáritas Brasileira, Conferência nacional dos Bispos do Brasil (CNBB), Conferência Religiosos do Brasil (CRB), Fé e Alegria do Brasil (Jesuítas), Pastoral da Criança, Pastoral do Menor y Rede Marista de Solidariedade. Más tarde, en 2017, se constituye la Mesa BICE Argentina

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formada por los Hermanos Maristas, Fundación La Salle, la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo, Suma Qamaña, DNI Internacional, FAERA, Fundación Emmanuel, Fundación Nueva América.

La reunión de Buenos Aires permitió avanzar en la definición de la Mesa BICE América Latina, reconociendo que a través de la presencia de la Iglesia tenemos la posibilidad de llegar hasta los rincones más apartados del continente. Si bien cada país tiene sus propios desafíos, hay tres focos prioritarios que nos interesa enfatizar con una perspectiva común:

cho en cuanto a la cobertura de la educación primaria, todavía hay grandes vacíos en la etapa secundaria. En varios países la deserción (o expulsión) escolar alcanza niveles preocupantes. Por otra parte, es necesario potenciar una educación humanista que supere las perspectivas tecnocráticas o neoliberales. • MIGRACIÓN: el desplazamiento de seres humanos dentro o fuera de sus países está aumentando exponencialmente a causa de los conflictos internos, la pobreza, los desastres provocados por el cambio climático. Es necesario velar por la garantía de los derechos humanos de las personas migrantes desde sus países de origen, en el tránsito, al llegar al destino y cuando son retornados. El plan operativo de la Mesa BICE América Latina para el período 2018 – 2019 contiene cuatro grandes líneas de acción y una serie de actividades para hacer sinergias entre las mesas nacionales:

• VIOLENCIAS: entendidas de una manera integral, comprendemos que abarca una serie de aspectos que van desde el castigo físico y humillante en el hogar o en la escuela, hasta la represión policial o los asesinatos que ocurren en los barrios más vulnerados. Entendemos, asimismo, que la pobreza y la desigualdad son manifestaciones estructurales de violencia.

INCIDENCIA: desarrollo de posicionamientos breves sobre los 3 focos prioritarios que servirán como una base para la incidencia, formación, investigación, socialización… Esto incluye la recopilación de insumos clave, elaboración de borradores, recibir aportes de las otras mesas, de expertos y de organismos regionales.

• EDUCACIÓN: aun cuando América Latina ha avanzado mu-

ARTICULACIÓN REGIONAL: elaboración de una base de datos,


vinculación de las redes sociales, videoconferencias trimestrales para compartir y monitorear el plan, participación en los eventos organizados por las mesas, como el Seminario con jóvenes sobre el Examen Periódico Universal (Brasil), el Festival juvenil de artes (Argentina), el Congreso de participación (Chile) y el evento regional de Guatemala.

COMUNICACIÓN: elaboración y difusión de boletines temáticos acerca de violencia, educación y migración. Para facilitar la distribución se realizará solamente en formato digital. CAMPAÑAS: Desarrollo en paralelo de la Campaña “Un trato por el Buen Trato”. Esta se inició años atrás en Uruguay y ha seguido replicándose en distintos

países con mucho éxito. Es importante considerar que además de estas cuatro mesas nacionales, BICE tiene una red de miembros en América Latina en República Dominicana, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Una amplia red que actuando en conjunto pretende inaugurar un nuevo modo de ser Iglesia al servicio de la niñez.

Sembrar con ESPERANZA

La escuela es el principal mecanismo de inclusión. Quienes se van de la escuela pierden toda esperanza ya que la escuela es el lugar donde los chicos pueden elaborar un proyecto de vida y empezar a formar su identidad. (Carta por la Niñez Cardenal Jorge Mario Bergoglio – 2005).

A fines del mes de abril, los días 20 y 21, hemos vivido unas jornadas intensas en el seminario para educadores “Sembrar con Esperanza” organizado por la MESA BICE Argentina. Dicho seminario es la segunda instancia del Proyecto que comenzó en el mes de febrero con el taller “A vista de Pájaro”, cuya propuesta fue compartir nuestras inquietudes más profundas y las respuestas creativas que vamos dando desde las propias escuelas y los barrios que recorremos y vivimos como educadores. Nos recibió la Casa Nazaret de la iglesia de la Santa Cruz de los Padres Pasionistas. Un lugar lleno de lucha, de resistencia, de convic-

ciones. Abrió la jornada Alessandra Aula, secretaria general del BICE, quien viajó para acompañar este seminario junto con el trabajo que toda la semana se desarrolló en la Casa de los hermanos Maristas junto con integrantes de otras MESAS de América Latina, nos acompañaron nuestros hermanos de Chile, Brasil y Guatemala. Ambos días contamos con la presencia del obispo auxiliar de Bs. As. Gustavo Carrara, quien el viernes por la tarde ponía énfasis en lo primordial de las acciones concretas porque: “Donde hay

amor, hay lugar para la esperanza, y el amor siempre busca caminos concretos”. Sembrar Esperanza desde la educación es tener la convicción de que no hay ningún niño descartable. El sábado temprano, los casi cien participantes trabajamos intensamente en tres talleres cuyas temáticas habían surgido de nuestro primer encuentro en febrero. El taller de “Derechos y participación protagónica de niños, niñas, adolescentes y jóvenes” estuvo a cargo de Alejandra Darré y Virginia Rodríguez, ambas, educadoras populares vinculadas al trabajo territorial en barrios empobrecidos, junto con la Fundación Lasalle. En el taller se abordó el rol del educador como co-responsable de la protección y promoción de los derechos. ¿Con quiénes articulan los educadores en esta tarea? ¿Cómo y por qué es necesario fortalecer

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a los jóvenes y a los niños y su participación? Fueron algunas de las preguntas disparadoras. Andrés Tocalini, sacerdote marianista y Gilda Acosta Marín, abogada, fueron los que estuvieron a cargo del taller de “Formación y conformación de equipos y redes”. En el mismo se hizo hincapié en el pensamiento de Paulo Freire y su “Pedagogía de la esperanza”, y los enfoques de la planificación social: el normativo, el estratégico y el comunicacional, siendo este último, a diferencia de los anteriores, el que propone la idea de la diversidad según la cual los actores sociales tienen diferencias pero también puntos en común que hacen que se sientan identificados en un proyecto común y avancen colectivamente a la transformación de la realidad social. Y el taller de “Abordaje de las violencias que atraviesan a niños, niñas, adolescentes y jóvenes dentro y fuera de los espacios edu-

cativos” fue llevado adelante por la Lic. Lourdes Molina, psicóloga y parte del Equipo de Nuestras Manos, asociación civil que se dedica al tratamiento y prevención de la violencia. Partiendo de la premisa ¿qué entendemos por violencia? las experiencias que trajeron los educadores de sus propias prácticas se enriquecieron con la mirada de los otros y la reflexión compartida. ¿Quién se tiene que adaptar a quién? Fue una de las preguntas de la mañana, y surgió con claridad que —especialmente en nuestras barrios y barriadas más sencillos— el camino es que las comunidades y las escuelas son las que se tienen que adaptar a los niños y niñas y no a la inversa. Nos decía Lourdes Molina: “Eso va a definir la riqueza de una escuela. Su flexibilidad neuronal, cuanto más flexibilidad neuronal tengamos, si nuestro sistema de creencia lo permite, más vamos a poder acompañar la vida de los chicos y chicas”. “Hay realidades que a uno lo llevan a una frontera más, y más lejos… tenemos que tener la ambición de correr las fronteras”, nos alentó el Padre Gustavo. El sentido más hondo de este tiempo de reflexión sobre nues-

tras prácticas, reflexión encarnada en nuestras tierras y en nuestros territorios más sufrientes nos encontró por la tarde trabajando sobre los desafíos que se nos presentan, las pistas por donde ir caminando y empujando… para ampliar el campo de lo posible. Sabemos que la vida de nuestros pibes es sagrada. NO queremos que nadie se pierda. Soñamos y emprendemos cada día la tarea de renovar un mundo donde los niños y jóvenes de nuestros barrios y escuelas puedan crecer en espacios sanos y dichosos. La fuente de la esperanza está en el amor concreto que vamos realizando cada día. Y como dijo nuestro Cardenal Mario Poli al finalizar el encuentro: “La esperanza es la mejor semilla. No por nada viene de Dios, que la puso en nuestro corazón para esperar contra toda desesperanza. No podemos claudicar. Siempre hay que esperar que surja algo nuevo. La esperanza es un acicate a nuestra convocatoria, no podemos bajar los brazos”. Tal vez como educadores no vamos a ver los frutos pero tenemos que iniciar los procesos. Hay que sembrar y sembrar con esperanza.

Escuelita Categoría 2005 a 2012

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Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo

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do n a n i m a c años

zando la

a r b a s e r b o con los p “El trabajo que hacen los curas en las villas en Buenos Aires no es ideológico, es apostólico, y por lo tanto forman parte de una misma Iglesia. Los Padres Rodolfo Ricciardelli, Jorge Vernazza y Carlos Mugica eran grandes sacerdotes que luchaban por la justicia”. (Francisco, reportaje de la radio FM Bajo Flores - 14-03-2014).

vida

apoyada más en grupos de reflexión evangélica que en los métodos tradicionales de difusión de la fe, pero la realidad de la gente de las villas con la que nos comprometíamos generosamente y sin prejuicios terminó por abrirnos los ojos a la riqueza propia de la devoción popular”. Intentaremos hacer memoria de alguno de ellos, acompañar el sentir, abrir el corazón a lo que develan.

Se los conoce popularmente como “los curas villeros” lo cierto es que este equipo de sacerdotes, tiene sus raíces hundidas en lo profundo del coraPadre Rodolfo Ricciardelli - 1939 – 2008 zón del pueblo sencillo y de la historia; Allá donde haya un pobre, este año el equipo siempre estará Rodolfo. de sacerdotes para la pastoral de las villas cumple 50 años de camino, de lucha, de ternura, de ¿Así se cuenta una vida? Navida y Vida en abundancia. Fueron ció un 29 de Mayo de 1939, creció cambiando los momentos históri- en una familia trabajadora que cos, fueron cambiando los nom- aceptó que casi siendo un niño, bres del equipo, pero no cambió la con un amor a la Virgen María opción pastoral, el compromiso, el que se manifestó casi desde que corazón abierto a los pobres para tuvo uso de la razón, eligiera sedescubrir el tesoro escondido en guir el llamado de Dios. A los 23 sus corazones. Ese manantial de años fue ordenado sacerdote y vida, que brota del Cristo Crucifi- muy pronto tomó la decisión de cado de nuestra villa. vivir para, por y con los más poCuando los curas llegaron a bres. Desde el día que llegó a la las villas rápidamente surgían las Villa 1-11-14 del Bajo Flores nunca preguntas, “Hola, padre, tengo más se fue. Allí vivió junto a los dos chicos para bautizar”; “¿Cuán- vecinos y vecinas. Día a día, codo empieza el catecismo?”; “¿Hay razón a corazón. Allí, fue parte misa el domingo próximo?”. Es- de la fundación del Movimiento cribió el padre Vernaza “La sor- de Sacerdotes del Tercer Mundo; presa era sólo comparable a ahí mismo participó de la funnuestra ignorancia con respecto dación de la primera parroquia al sentir real de la gente. A veces nacida en suelo villero: Madre hablábamos entre nosotros sobre del Pueblo; en ese lugar resisla búsqueda de una fe auténtica, tió junto a un puñado de almas

la erradicación que intentaron pero no pudieron los militares; en esa tierra se hizo cada día más peronista y más hincha de su querido Club Atlético Boca Juniors; en esas manzanas predicó y aprendió el amor inconmensurable a la Virgen de Luján. Ese sitio fue el que eligió para vivir hasta el último día de su vida. Amó y no abandonó. Nunca. 40 años sin claudicar un segundo. De ese material están hechos los héroes. En los últimos años de su vida arrastró una enfermedad dolorosa y agotadora. Eso no le impidió estar junto a la vecindad del Bajo Flores y en el sur de la ciudad cuatro días antes de su muerte, donde sentado y con sus últimas fuerzas, dio su última misa en una casa de familia. Contó su hermano que ese día “estaba agotado, pero seguía transmitiendo fuerza”. Cada vez que le preguntaban

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por los límites de su parroquia decía: allá donde haya un pobre. La verdad, una vida puede contarse así. Pero ante la inmensidad de este gigante, no alcanza. Rodolfo es mucho más que todas las palabras que se puedan decir. Richard es un sentimiento que quedó alojado para siempre en la humanidad de los vecinos y vecinas del Bajo Flores. Sería justicia que ese barrio llevara su nombre, tal como lo solicita un proyecto presentado en la legislatura de la ciudad. Hombre de bajísimo perfil, nunca quiso ser el centro de nada, ni siquiera los días de su cumpleaños (salvo el último, en el que se reunió con unos pocos familiares y amigos más cercanos a modo de una feliz despedida). Asi como Carlos Mugica murió por los pobres, Richard dio hasta la última gota de vida por ellos. Sin querer trascender se hizo inolvidable. ¿Qué decir si con sus silencios superó el mundo de las palabras? No habrá ninguno igual, no habrá ninguno. 40 años de oración, de recorrer el barrio y amar a su gente

El padre Juan, quien es el nuevo párroco de Madre del Pueblo en el Bajo Flores también tiene un recuerdo entrañable de Riciardelli “con el paso de los años, después de su partida ante todo Ricciardelli representa una

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época de la Iglesia entre los pobres; y desde ese lugar él pudo ir haciendo un camino, desde el

principio hasta el final. Ricciardelli es una figura sacerdotal que a los curas que hoy estamos en las villas nos ilumina mucho, muchos lo escuchamos siendo muy jóvenes y creo que en el final de su vida él pasó la posta a un nuevo equipo de curas de las villas que se fue dando medio espontáneamente. Y él, junto con el Padre Pepe, también de alguna manera con el padre Gustavo Carrara, Guilermo Torres ¿el padre Toto, el padre Willy? y el padre Sebastián Sury son los que representan ese cambio epocal, esa transición entre lo que fue el equipo de curas de las villas y lo

que fue siendo en el tiempo. Y es un proceso, un equipo de curas de las villas que fueron caminando con su pueblo; y procesando un modo de acompañar al pueblo y estar en medio del pueblo. Que antes quizás estaba más puesto en una dimensión profética de denuncia; y en nosotros está puesto más en una acción pastoral positiva, conjunta de instituciones y de obras, que fue dando a luz la Virgen y el Espíritu Santo. Siento que él nos trajo hasta acá. Toda esta vida que tiene Madre del Pueblo, que se dio en un proceso de unos ocho años, tiene sus raíces en el cielo, en Ricciardelli, que tuvo 40 años de oración, de lucha oculta de silencio, de trabajo con la gente, de recorrer el barrio y amar a la gente; y de quedar en ese tiempo en lo oculto. Él camina con nosotros. Contemplo su figura desde ese lugar, y siento su presencia desde ese lugar, y desde ese lugar él va a seguir abriendo caminos para que este barrio siga creciendo en comunidad y en una justicia social más profunda, que era uno de los anhelos de él en su corazón. En el barrio también ese día nos encontramos con Verónica y Ticha, dos mujeres que han compartido con Rodolfo parte de su vida. Ticha es trabajadora social


y conoció a Ricciardelli como hombre público acompañando a un montón de familias que reclamaban, porque era así, venían con un camión, los subían y los largaban por cualquier lado. “me interesa trabajar con usted”, nos cuenta Ticha que le dijo; “y cuando llegué en el barrio cada vez había menos casas y más descampado, de la parroquia quedaba la Capilla y la guardería donde empecé a trabajar. Siempre me dijo “quiero que sea para los más pobres de los pobres”… y qué entendemos como los más pobres, porque no era sólo el más pobre desde lo económico, muchas veces son pobrezas que tienen que ver con familias atrapadas por el consumo, con la venta de droga y amenazadas por vida”. Verónica es Boliviana y vino a Bajo Flores hace 26 años. “Yo con él hablé tres veces, sabía lo que hacía por terceros, lo tenía ahí arriba pero no por temor, sino por el respeto que generaba. Una vez trajo de Bolivia la Virgen de Copacabana, pero aclara que era para “los alcohólicos” para el boliviano más chiquito, ese es el que se tiene que sentar ahí adelante… y también se agarraba con mis paisanos que tenían un poquito más. Y la gente después entendió eso. Y cuando fue la fiesta de la Virgen de Copacabana, dos años que yo bailé, pude verlo, era alto, tenía una presencia imponente, claramente era un hombre de Dios. Y recuerdo que esperaba a los bailarines en la puerta de la Iglesia mientras llegábamos.

A cada uno le agradecía y bendecía. Y uno llega con toda esa emoción, depositando sus dolores y todo… y que le espere el cura con tanta presencia espiritual… cuando lo vi, me abrazó y me bendijo, para mí fue tocar el cielo en ese instante. Porque para mí venir a bailar para la

decía. ‘El último tiene que estar adelante’. Sentimos que se fue un hombre que nos defendió, más que defender, nos dio dignidad. Al boliviano, al paraguayo, al extranjero. Se la jugaba, no tenía miedo, hasta el último día.

Padre Carlos Mugica - 1930 – 1974 Un pastor que vive en el alma del pueblo.

Virgen y que el cura nos reciba así… Y no me pasó solo a mí, les pasó a todos… y eso es lo que extrañamos. Y esos son los gestos de él que lo hacen grande. “Yo lo quise muchísimo, me enseñó todo lo que sé. Para mí fue un maestro”, recuerda Ticha y se emociona. “Era un enamorado de la Virgen, su pasión. Cuando podía se escapaba para ir a misionar por algún lado, se iba a Bolivia, una vez creo que se fue hasta Nicaragua y cuando volvía contaba cómo lo recibían en cada pueblo. Y en lo diario, era un hombre que sabía escuchar mucho, que confiaba, te decía “vos te encargás de esto” y confiaba ciegamente en cómo seguías trabajando. Para él lo primero era el barrio, los vecinos, lo que los vecinos necesitaban. Se sentía parte del barrio. Era un cura villero, villero. “Hacía de su vida lo que él

El padre Carlos Mugica nació en 1930 en Bs As, y en contraste con los rumbos que tomaría su vida nació en una familia adinerada. A los 28 años se consagró sacerdote y fue secretario del cardenal Caggiano. Su primer acercamiento a los pobres fue en la ciudad de reconquista con Mons. Iriarte. Luego comenzaría su trabajo en la villa 31 de Retiro, donde su vida sería un gran signo para los hermanos villeros. En 1967 viajó a Francia y adhirió desde allí un año después al Movimiento de los Sacerdotes para el Tercer Mundo. Participó del regreso de Perón en 1972, con quien se había entrevistado en Madrid durante su viaje. También fue cercano en algunos momentos con quienes fueron fundadores de los montoneros pero sus diferencias en torno a la violencia los separaron “antes que matar, prefiero que me maten” expresó para marcar su desacuerdo. “Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su Liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición”, dijo en tono firme y sereno después de que

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una bomba estallara en 1971 en el domicilio de sus padres. En 1974 luego de celebrar misa cuando se retiraba un hombre le pregunta ‘¿usted es el padre Carlos?’ La respuesta afirmativa hizo que cayera herido de muerte. Murió víctima del amor. Sus restos fueron velados en la Capilla Cristo Obrero que él había construido. Hubo un desfile interminable de gente, sobre todo vecinos de las villas, que pasaba tocando sus restos. Tomaban gracia de Carlos, como lo realiza la piedad popular ante un muerto que se venera. Allí estaban todos los que los conocieron y compartieron su vida. “La imagen del Padre Carlos Mugica aparece en nuestra memoria como la de un sacerdote que quiso seguir en verdad a Cristo, sirviendo al hombre real, de carne y espíritu, de aquí y ahora; ello le trajo inevitablemente incomprensión, amenazas y una cruenta muerte. Gozó el enorme privilegio de permanecer fiel a las opciones fundamentales de su vida, Cristo y los pobres, reafirmándolas con el derramamiento de su sangre”. Padre Jorge Vernazza Teófilo Tapia nació en Jujuy y de joven trabajaba en las cosechas en San Rafael, Mendoza, cuando uno de sus compañeros le dijo de venir a Bs. As. “Claudio se llamaba, éramos cuatro que siempre andábamos juntos en

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la cosecha y él tenía a su mamá acá en la villa 31. Me impactó ese movimiento de gente en la estación de tren, eso no se veía en el interior; era el año ’63 y yo tenía unos veinte años”, recuerda. Y llegamos a un barrio de casitas, bastante lindo, había casitas prefabricadas que eran de los inmigrantes, le decían el barrio de los tanos. Y al lado casitas de madera, de los portuarios

porque como había mucho trabajo traían a sus familias… y la calle era asfaltada y llegaba hasta la punta. Me dieron un lugar para vivir en lo de Claudio y empecé a trabajar y a integrarme en el barrio. Y en el año 64, 65 es cuando aparece Mugica en la villa. Me acuerdo que Lo primero que hace es empezar a convocar a los pibes y hacían actividades. Acá atrás era un campo, y ahí empiezan con los chicos, arma la cancha, empiezan a jugar al futbol, había muchas actividades acá. Y lo que le interesó a Mugica fue conocer el barrio. Lo que primero hizo fue participar de las reuniones vecinales, en las comisiones; era una época muy combativa. Cuando lo veían en las reuniones, rubio, de vaquero, campera, cuando los curas usaban siempre la sotana, preguntaban quien es “el cura” y se sorprendían. La gente peleaba por mejorar el barrio: no había agua corriente, las canillas estaban sobre la calle 9 cada 20 metros, los baños eran pozos ciegos, las casas tenían faroles a kerosene. Ese era el barrio. Y ahí es donde Mugica empezó a hacer su trabajo pastoral. Y lo que recordamos es que era una persona bastante humilde, porque tenía estudio y conocimiento pero no quería sobrepasar a la gente, al contrario, cuando opinaba, proponía, acompañaba, pero nunca era más superior que el otro. No quería sobresalir, y eso que para ser cura hay que estudiar mucho. Y es así como empieza a traba-


jar en el barrio y de a poco lo van conociendo. Después se va Europa y cuando vuelve se entera que el obispo había puesto a otro cura que era capellán del ejercito, y Mugica entonces, se va al barrio Comunicaciones donde había una cancha y espacio y ahí arma la capilla. Era alrededor de los 70… y ahí es donde se integra más y empieza a conocer toda la villa, y ahí es donde lo llevan a las otras villas. Mugica no paraba acá, siempre

caminaba por todos lados, siempre recorriendo. Y es muy querido por la gente. Cuando se peleaban entre vecinos lo buscaban al cura, era como un juez de paz… Un pibe caía preso y él iba a la comisaría, hablaba y lo sacaba pero después le tiraba la oreja: “que seas la última vez que haces esto”. Y después que participara en la iglesia, le conseguía cosas, como venía mucha gente,

siempre tenía cosas para dar. Y eso es lo que hizo Mugica, defender al más pobre, hasta que pudo, hasta que lo mataron. Hizo muchas cosas por el barrio. Era especial. Y por eso la gente lo quería tanto. Por su sensibilidad, por su humildad.

CARTA al padre Vernazza

Cinco días después del martirio del padre Carlos Mugica el padre Vernazza recibió una carta de una mujer que pertenecía a la parroquia de San Agustín. En la carta decía que cuando se enteró de la muerte de Mugica pensó: “Era partidario de la violencia, cayó en su ley... El se lo buscó... Bastante mal ha hecho a la Iglesia con su politiquería”... Pero esta misma mujer al día siguiente se cruzó a la altura de Libertador y Bustamante con el cortejo fúnebre… y Dios se le reveló en ese pueblo sencillo que lloraba a su pastor. “Al ver a los ‘villeros’ me surgió automáticamente el consabido juicio sobre ellos: ‘Estos haraganes, borrachos, peronistas, desagradecidos, etc. van a aprovechar la ocasión para hacer un regio carnaval, matizado con política”. Sólo un momento duró este pensamiento, porque tuve la respuesta que jamás esperé. Como a Pablo en el camino a Damasco, también a mi una luz me derribó interiormente y pregunté casi a ciegas: “Señor, ¿quién eres?”. Sí -Sentí la presencia del Señor entre ese grupo apretado y silencioso, que reflejaba en las ca-

ras de sus componentes, una profunda tristeza; caras con rastros de lágrimas recientes; de noche pasada sin dormir; caras de frío. Pero no advertí ni una mirada de rencor, ni de envidia, ni de resentimiento hacia los que los mirábamos, casi con indiferencia, desde las veredas. Ellos cantaban y rezaban, mientras habían hecho un cordón a los lados de la columna, con sus manos entrelazadas: vi manos de niños, de hombres viejos y jóvenes, de mujeres de edad indefinida, algunas con una maternidad inminente...” “Fue entonces”, le escribe al Padre Vernazza, “cuando me sentí fuera de ese cerco; y supe con certeza que… el Cristo del Evangelio no era el que yo creía tener. Cayó, dentro de mí, hecho añicos, un ídolo que durante años, mi ambiente social, mi educación religiosa y familiar, mis prejuicios, habían fabricado.- Si el alma puede doler, creo que experimenté agudamente el dolor. Cuando volví en mí, había caminado al lado de la columna hasta Pueyrredón sin darme cuenta. Quería hacer llegar a usted y a los que han sentido la

muerte del P. Mugica como algo propio, este testimonio. Necesitaba darles las gracias de alguna manera. Tal vez yo pueda encontrar al Señor en una dimensión distinta, gracias a esta pena que hoy viven ustedes. De lo que estoy segura es que mi juicio sobre los ‘cabecitas negras’ será otro, porque desde entonces tienen rostro, expresión de dolor, miradas que no podré olvidar. (…) ¡Quién sabe si algún día pueda yo llamarlos en lo más profundo del corazón, “¡hermanos!”. Para ello, tendré que volver a replantearme mi cristianismo muy profundamente, y aunque siga sin compartir los ideales político-partidistas del P. Mugica, hoy que he visto su siembra, creo que los político-evangélicos son huellas que pueden llegar a ser camino”.

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Entrevista a Victoria Estraviz, Silvina Benito y Héctor Freire - Instituto parroquial Ambrosio A. Tognoni

a r a p a d a r i m la R A I B M CA n ió s u l c in a r e d a d r e una v

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Sobre la Avenida Santa Fe, en el barrio de Palermo se encuentra la parroquia Sagrada Eucaristía con su escuela primaria, el Instituto Ambrosio A. Tognoni. En su frente, un mosaico lleva la leyenda “Una escuela para todos”, una frase que la define con fuerza y ternura ya que en sus aulas, con un inmenso compromiso y amor por la vida, se hacen carne estas palabras grabadas en sus muros. Esta escuela, desde hace más de 25 años, comienza un camino de respeto y cuidado de la vida, siendo la primera escuela primaria que abre sus puertas a niños con Síndrome de Down en un proyecto de integración parcial.

mañana de otoño Silvina y Victoria para conocer un poco más en profundidad esta hermosa experiencia que lleva adelante el colegio Tognoni.

En 1998 egresa la primera promoción de alumnos integrados y la escuela se encuentra con un nuevo desafío por delante, cómo seguir acompañando a estos chicos y chicas junto a sus familias en este camino que habían comenzado. En el Centro Arquidiocesano Espíritu Santo nos reciben una

una vacante para su hija con Síndrome de Down no era algo que contemplamos pero quedó en el aire la pregunta ‘¿y por qué no?’ No teníamos experiencia en nada, se fue haciendo un camino donde Elsa Bianchi, la directora, siempre llevaba el motor, las ideas y el entusiasmo. Se convocó a gente de la escuela especial que nos dieron

Nadie puede ser

descartado, porque todos somos vulnerables. Cada uno de nosotros es un tesoro que Dios hace crecer a su manera.

(Francisco 21-mar. 2018)

“Este proyecto hace 20 años era impensable”, comenta Silvina, “cuando una familia fue a pedir

un aporte fundamental de las características de los chicos con Síndrome de Down y en qué podía contribuir la escuela común, atendiendo no sólo a lo pedagógico sino también a lo social. En ese momento se sabía mucho menos el alcance que podían tener los chicos desde lo pedagógico, se centraba todo más en lo social. Y no tenían la estimulación que tienen hoy. “Tampoco había apertura de la sociedad y la aceptación de la persona con discapacidad, ni se hablaba de integración”, agrega Victoria. “Y así empezamos. En el colegio la integración es parcial, porque los chicos con síndrome de down están juntos en un grupo con las profesoras de educación especial en su aula, ya que favorecemos el grupo de pares y sus formas de aprender; y en las áreas especiales: plástica, música y educación física, se integran con el grupo paralelo en edad de los otros chicos del colegio. Y recién cuando ese grupo egresa se abre otro grupo. Y con algunos contenidos de matemática, lengua, sociales y naturales, también se ponen de acuerdo la maestra común con la especial y trabajan en conjunto. Una o dos veces por semana hacen también integración pedagógica. ¿Y el nivel post-primario? “Cuando el primer grupo terminaba séptimo grado no tenían adonde ir y los mismos papás nos pedían ‘piensen algo’. Los chicos seguían en el Tognoni, pero seguían creciendo y no tenían chicos pares con los cuales integrar-


se. Y fue Estela D’Amico, la nueva directora, y José Luis, el apoderado del colegio, los que trajeron la idea de trabajar en conjunto con el Centro Arquidiocesano Espíritu Santo, que junto con el Tognoni pertenecen a Vicaría de Educación, y así surgió el Post-primario”, recuerda Victoria, y Estela y Silvina son las que arman todo el plan del Post-primario para poder incluirnos acá, que es un plan de inclusión de escuela media parcial con talleres de formación laboral por la tarde, en auxiliar de oficina y auxiliar de cocina, donde los dos últimos años los chicos hacen pasantías laborales asistidas con un

tutor y el último año pasantías laborales autónomas. Y se acompaña con un grupo paralelo de escuela media. Los chicos se integran con los otros alumnos en catequesis, educación estética que se divide en plástica, música, teatro y comparten toda la vida escolar de escuela media. Participan de los actos, los campamentos, las salidas didácticas. Este año egresa la quinta promoción. Y si bien el proyecto del

Héctor Freire, Tato, como lo conoce la mayoría, es docente en arte y hacía poco que había empezado con el grupo de teatro en la Parroquia Sagrada Eucaristía cuando se da la posibilidad de crear el Post-primario, y la directora lo convoca para que les dé teatro a los chicos. El plan tiene teatro y expresión corporal como materia curricular, y a fin de año preparan una obra que presentan a sus familias. “Yo no tenía experiencia en esto y Estela me dijo ‘vas a ver que te vas a enamorar’ y tuvo razón. Porque ya desde la primera clase, que eran unos seis, siete jóvenes de unos 17 años hicimos un click impresionante. La propuesta del colegio de la integración fue exigirles, como a cualquier persona, y empezaron a hacer cosas muy buenas. Nos sorprendieron a nosotros, se sorprendieron ellos y sorprendieron a la gente. Como que todos aprendíamos. Yo sigo aprendiendo de ellos todo el tiempo. Y siempre apunté a que sea lo más profesional posible, dentro del contexto de un colegio parro-

quial, y con las características de los chicos. Ellos se arreglan solos en escena, obviamente detrás de escena hay un montón de profes que estamos atentos a lo que les pasa y asistirlos, pero en escena resuelven solos como cualquier actor, que es como debe ser. Creo que lo que más sorprende es eso, ver como ellos se desplazan, manejan la situación. Como sucede en cualquier obra surgen problemas en escena y hay que salir adelante, y en ellos resulta increíble ver como salen de cualquier situación. Ha pasado que se cortó la luz en escena en todo el teatro y se quedaron petrificados, fueron dos segundos pero pareció una eternidad, y cuando volvió siguieron en el momento exacto que estaban. Fue glorioso. El teatro es una excusa, es una materia más que aporta para la autonomía, para resolver situaciones inesperadas, saber manejarse solos, la postura, cómo le hablo al otro, cómo lo miro. Muchas veces hacemos Roll play con situaciones cotidianas. Va más allá de la obra. Ellos en esas situaciones tie-

nen que aprender cómo manejarlas”. Teatro es una materia que tienen a lo largo de todo el Postprimario y sólo la trabajan integrándose con los otros chicos en segundo año que es el año que comparten la materia; y ahora también se sumó teatro en la primaria. A esta última camada Tato los conoce desde los siete años. Él siempre busca destacar que lo que mejor manejan que es el cuerpo y la expresión, por eso eligen hacer musicales. “Algunos tienen un oído musical increíble, y nunca hay que ponerles un límite”, expresa con entusiasmo, “porque si no, no pueden avanzar, lo genial es eso, que vos no sabés hasta dónde van a llegar y cómo te van a sorprender día a día. A mí me cambió la cabeza, me cambió la pedagogía, cuando tuve en mis manos este proyecto y estuve con ellos fue increíble, y aún es increíble. Porque ellos son concretos, no tienen barreras para el cariño, expresan lo que sienten, donde vos entablás una relación pura, no hay filtros ni intereses de por medio…

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Staff . director . Adrián Pablo Bennardis

El peor sentimiento que se puede tener es la pena, porque la pena es un

sentimiento muy difícil de

revertir. La pena paraliza.

Post-primario pertenece al Tognoni, hay que destacar y agradecer la apertura que tuvo esta escuela, el Espíritu Santo, que nos abrió las puertas y donde compartimos la vida escolar todos los días, y nuestros alumnos pueden tener pares con los que integrarse aparte de su propio grupo. “Y los otros chicos que no tienen Síndrome de Down y que no han tenido experiencia con nadie cercano con algún tipo de discapacidad se nutren un montón con esta experiencia”, nos dice Victoria con convicción. “Es un enriquecimiento enorme y no deja de asombrarme el nivel de apertura de los adolescente que no tienen Síndrome de Down, lo viven más naturalmente y la integración o la inclusión se da mucho más fácil;

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porque son más al pan, pan, y al vino, vino. Es todo un trabajo, porque si uno quiere que estén verdaderamente incluidos, somos nosotros los primeros que tenemos que tratar de que realmente tengan el lugar en la sociedad con derechos y obligaciones, y no sentir pena o pensar que no son capaces de antemano de algo. Siempre está quien dice ‘dejá, yo lo hago por vos’, entonces es enseñarle también a la sociedad que ocupan un lugar importante y que pueden. En qué trabajo llegás y quince personas te reciben con la mejor sonrisa y todas las ganas de que te sientes a trabajar con ellos. Te están esperando. Eso le da un combustible distinto al trabajo todos los días, yo no me imagino trabajando de otra cosa”, expresa Victoria. Y Silvina resume: “Lo que tratamos de hacer es equiparar las oportunidades, que todos tengan la posibilidad de participar de una escuela común, porque eso los va a ayudar a estar en la sociedad con un rol activo; pueden ser autónomos, eligen sus amigos, sus parejas; por eso es tan importante que se conozca esta hermosa experiencia para que la gente lo vea y lo tome con la seriedad que tiene. En definitiva que se comprendan todas las posibilidades que tienen de una vida digna y feliz”.

. secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Dalma Villalba - Marisa Echarte Julio Bello -Virginia Oliveira Virginia Dib - Olga Ovejero . agradecemos la colaboración de . Víctor Manuel Fernández Adolfo Peréz Esquivel Juan Isasmendi Luis Avellaneda Juan Pablo Ballesteros Gustavo García Victoria Estraviz Silvina Benito Héctor Freire María Petrona Garay Miguel - Mirta - Ticha Verónica Palcios Teófilo Tapia Alessandra Aula Álvaro Sepúlveda Eliana Flores . propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . imagen de tapa . Gustavo Daguerre . diseño gráfico . Florencia Laje . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.



transformar la mirada y el

corazón

Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.

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sexta entrega - revista

La

Patriaal

hombro Iglesia y emergencia Mensaje de laConferencia Episcopal Argentina

PROPONEMOS UNA MIRADA AMPLIA

Vale toda Vida

19 abril 2018

1. Los Obispos reunidos en la 115 Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino, hacemos nuestra la Declaración de la Comisión Ejecutiva “Respetuosos de la Vida”, del 23 de febrero pasado.

sin necesidad de matar o “interrumPienso que todos aquellos que pir” vidas de seres humanos.

decimos defendemos la vida tenemos que revisar nuestro compromiso con los hermanos más necesitados, pensar qué hacemos con aquellas mujeres que están con un embarazo con muchísimo riesgo social, ya que queremos la vida del más débil, pero también la vida de la madre débil, y digo débil porque en muchos de nuestros barrios las madres que quedan embarazadas están solas o son menores, o tienen enormes dificultades para continuar el embarazo.

2. En esta preocupación nos unimos a todos los argentinos, sean o no creyentes, que defienden la vida humana desde la concepción. Agradecemos de corazón a tantas ciudadanas y ciudadanos que con sus testimonios, argumentos y acciones se han destacado en estas últimas semanas como apasionados defensores de toda vida humana. Ellos son los grandes protagonistas.

4. ¡Ojalá podamos defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables! Vale toda vida. Aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones (desnutrición, diabetes, otras dificultades obstétricas no controladas debidamente, situaciones de violencia, etc.). Muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta.

3. Una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas,

5. Esperamos que este debate nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situacio- Mons. Oscar Ojea nes que no deberíamos separar: la (Obispo de San isidro, Presidente de la CEA).


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Cuando decimos “TODA VIDA VALE” no solo pensamos en los chicos que están en la panza de su mamá, sino en todos los chicos que por distintos motivos, como no enseña el Papa están sufriendo alguna especie de marginación. A ellos tenemos que cuidar. Ellos son los argentinos que nos van a suceder, entonces estamos pensando en las generaciones futuras, y en eso queremos convocar a todos. Cardenal Mario Poli Arzobispo de Buesno Aires, Vicepresidente de la 1ºCEA

defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria. Tanto la Iglesia como la sociedad no hemos hecho lo suficiente

al respecto. Tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión. 6. Es indispensable recordar la síntesis

es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte. No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente.” (Gaudete et Exsultate 101) 7. Alentamos a nuestros legisladores

Somos obispos de todo el país, de grandes ciudades y lugares alejados, pero en todos vibra el interés y el amor por nuestra gente y hemos querido asumir estos temas con la mirada de pastores preocupados por el bien de nuestros jóvenes y de nuestros pobres. Rezamos por ustedes están en nuestro corazón y queremos acompañarlos allí donde estamos. Mons. Marcelo Colombo Obispo de la Rioja , Vicepresidente de la 2ºCEA

que nos propone el Papa Francisco, quien nos invita a mirar a todos desde los más pequeños: “La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada

a que se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo. Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina. Pilar, a los pies de la Virgen de Luján. 1. El Poder Ejecutivo ha propuesto


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Mensaje de los curas villeros

Con los pobres

16 marzo 2018

abrazamos la vida

el debate acerca de la despenalización del aborto. Este tema no estaba en su plataforma electoral. El Ejecutivo anterior no solo no propició este debate, sino que incluyó a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal por Hijo. Eso es un gesto concreto de una política pública a favor de la vida.

2. Nuestras opciones por “lavidacomo viene”, sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas. Por eso hemos hablado a favor de los inmigrantes, de la lucha por la justicia, de que nadie a raíz de la desnutrición tenga su futuro hipotecado, que nadie muera por enfermedades que podrían curarse, como por ejemplo la tuberculosis. Por eso estamos en contra del gatillo fácil. Por eso hemos apoyado las manifestaciones de “Ni una menos” contra los femicidios. Y a esta opción la confirmamos con acciones comunitarias concretas, que realizamos en nuestros barrios para que se viva bien, se viva con dignidad. 3. Como curas y religiosas desde la villa y barrios populares, nuestra experiencia de vecinos, fruto de una consagración, es la de haber aprendido de los villeros a amar y cuidar la vida. La cultura popular de estos barrios nos ha mostrado una manera real de optar por la vida. Muchas veces donde el Estado no llega, donde la sociedad mira para otro lado, la mujer sola o atravesada por la marginalidad encuentra en las redes de amor que se generan

en nuestros barrios su ayuda y su esperanza, para ella y sus hijos.

4. En esta línea hay muchos ejemplos de mujeres que saben cuidar a los niños como si fueran sus propios hijos. Creemos que debería ser más sencillo el camino para adoptar un niño. Somos testigos de que muchos matrimonios de la villa fueron marginados de la posibilidad de adopción porque no tenían, por ejemplo, título de su vivienda. 5. Algunos planteos de otros sectores sociales —creemos que este es uno de ellos— toman a los pobres como justificativo para sus argumentos. Se habla de la tasa de mortalidad por abortode las mujeres de los barrios más pobres. Lo primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con firme determinación y en esto el Estado tiene las mejores herramientas. Con casi un 30% de pobres —detrás de los cuales hay rostros e historias— hay discusiones que debieran priorizarse.

6. Muchas veces miramos a los países poderosos y “desarrollados” de nuestro mundo. En muchos de ellos está legislado el aborto. Y en muchos casos se descarta así a los niños que van a nacer con Síndrome de Down. ¡Cuánto nos enseñan estos niños a los que tenemos atrofiada la capacidad de amar! La lógica de


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El papa Francisco nos llama a cuidar toda vida, a no descartar ninguna, y al mismo tiempo a cuidar particularmente al más débil, sin excluir a nadie. los poderosos, de los fuertes, que deciden sobre los que menos posibilidades tienen, es la lógica dominante. Y esto también, de alguna manera, se traslada al tema de la niña o niño por nacer. 7. A lo largo de cincuenta años este equipo de sacerdotes de las villas, que se fue ramificando en otros lugares como la provincia de Buenos Aires, ha sido testigo de muchas propuestas de muerte. Han muerto catequistas, religiosos y sacerdotes por la Dictadura. Por el tráfico de armas y de drogas continúan las muertes de adolescentes y jóvenes. No necesitamos agregar más muertes. Nuestros barrios necesitan propuestas de vida digna. Y una sociedad que proteja al más débil.

Que la Virgen de Luján, Madre del Pueblo, nos enseñe a cuidar de nuestra Patria, comenzando por los más frágiles.

P. José María Di Paola. Villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín. Mons. Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral en Villas de CABA P. Juan Isasmendi, P. Eduardo Casabal, P. Ignacio Bagattini. Villa 1-11-14. Arquidiócesis deBuenos Aires. P. Lorenzo de Vedia, P. Carlos Olivero, P. Gastón Colombres. Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesisde Buenos Aires. P. Guillermo Torre, P. José Luis Lozzia, P. Marco Espínola. Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Domingo Rehin: Villa Lanzone. Villa Costa Esperanza. Diócesis de San Martín. Mons. Jorge García Cuerva.Obispo auxiliar de la Diócesis de Lomas de Zamora. P. BasilicioBritez. Villa Palito. Diócesis de San Justo. P. Nicolás Angellotti. Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo. P. Sebastián Sury, P. Damián Reynoso. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Rodrigo Valdez. Villa Playón de Chacarita. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Martín Carroza y P. Sebastián Risso. Villa Cildañez. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Pedro Baya Casal, P. Adrián Bennardis. Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis deBuenos Aires. P. JoaquínGiangreco. Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno. P. Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martin. Carlos Morena, Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín, Salesianos,Don Bosco. Cecilia Lee, misionera franciscana. Bea GmiItrowicz, misionera franciscana, Villa Itatí. P. Antonio Mario Ghisaura. Villa Tranquila. Diócesis Avellaneda- Lanús. P. Alejandro Seijo: Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. AndrésTocalini. Villa los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Dante Delia.Barrio la Loma de Roca. Diócesis de San Isidro. P. Franco Punturo. Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires. P. Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.


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