REVISTA BIMESTRAL - AÑO 19 - Nº 170 - ENERO /FEBRERO 2019 - COSTO $60
N N Ú Ú M M O O C C A RR PPAARRAA LLAA CCAASSLLUA AA A UUNN UGG Z N A R ESPE
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SUPLptima E E EL CLMENTO NTREG A UB D DEPO R E MI BARRTIVO IO
Décima entrega de la Colección “La Patria al hombro - Iglesia y Emergencia”. Mensaje de Francisco a una Delegación de la Comisión inter. contra la pena de muerte
Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.
Editorial
Sumario .1.
Experiencias de salvación comunitaria…
.2.
El cuidado de la casa común: la ecología integral cristiana.
.5.
Quiero ser pan de mi pueblo y construir el escándalo de compartir.
.9.
Construir sobre roca firme para recuperarse.
. 12 .
Tierra y Comida: cuando el cuidado del medio ambiente y la alimentación del pueblo van de la mano.
16 .
Taller de líderes deportivos: el arte de multiplicar los talentos.
. 18 .
Laudato ‘Si y la XXI Jornada de Pastoral Social.
. 21 .
¿La sociedad es “casa común” para las personas con discapacidad?
. 23 .
50 años caminando con los pobres abrazando la vida.
. 27 .
Jazmines para una santa.
Esta edición va acompañada de la SÉPTIMA entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO. y la DECIMA entrega de La Patria al hombro
N Ó I C A V L A S e d s Experiencia
comunitaria...…
La carta encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco es una invitación a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres. En ella hay un párrafo que me llamó la atención: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?... Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores… ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?... Es un drama para nosotros mismos, porque esto pone en crisis el sentido del propio paso por esta tierra”.(LS 160) Estas preguntas nos quedan resonando. Pero a su vez abren la posibilidad de iniciar una conversación con otros creyentes y con otros hombres y mujeres de buena voluntad, a los que les duelen los gritos de nuestra Casa Común y de los más pequeños y pobres. Conversación que tiene presente que “son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.”(LS 10) Se da entonces una posibilidad muy concreta de hacer un camino juntos, pasando del diálogo a acciones en la búsqueda del bien común. Vivimos en un mundo que elige quien es prójimo y quien no lo es, se levantan muros. Vivimos como anestesiados ante el dolor de los demás. Como bien señala Francisco: “Dejamos de advertir que algunos se arrastran en una degradante miseria, sin posibilidades reales de superación, mientras otros ni siquiera saben qué hacer con lo que poseen, ostentan vanidosamente una supuesta superioridad y dejan tras de sí un nivel de desperdicio que sería imposible generalizar sin destrozar el planeta. Seguimos admitiendo en la práctica que unos se sientan más humanos que otros, como si hubieran nacido con mayores derechos.”(LS 90) Ahora bien, Francisco siempre nos invita a redescubrir a los pobres como
sujetos de su desarrollo humano integral. Es así que luego de referirse a situaciones muy duras que se dan en barrios precarios, afirma: “quiero insistir en que el amor puede más. Muchas personas en estas condiciones son capaces de tejer lazos de pertenencia y de convivencia que convierten el hacinamiento en una experiencia comunitaria donde se rompen las paredes del yo y se superan las barreras del egoísmo. Esta experiencia de salvación comunitaria es lo que suele provocar reacciones creativas para mejorar un edificio o un barrio”. (LS 149) Es muy significativo este concepto de experiencias o espacios de salvación comunitaria, nos dice que “a problemas sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes individuales”.(LS 219) Y nos invita a preguntarnos: ¿Dónde hay experiencias de salvación comunitaria? ¿Quiénes a contracorriente llevan adelante proyectos con los descartables de la sociedad? ¿Dónde hay espacios que buscan cuidar a los más frágiles, frente al modelo “exitista”, que no le encuentra sentido al invertir para que los lentos, los menos dotados, los más débiles se abran camino en la vida (Cf. EG 209)? Querido lector, esta revista viene buscando en sus distintos números, acercarte este tipo de experiencias de salvación comunitaria, en ellas el amor social es la clave del desarrollo humano. Es que la caridad no es sólo el principio de “las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macrorelaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”.(EG 205) Donde hay amor hay lugar para la esperanza. Estos espacios de salvación comunitaria encienden la esperanza de que otro mundo es posible. Mons. Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de Buenos Aires.
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Pbro Fabián Báez Párroco de María Reina - Miembro del Equipo de Cáritas Bs As.
: n ú m o c a s a c la e d o d a El cuid tiana la ecología integral cris
Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el Señor hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas. …por la hermana luna, por el hermano viento… por el hermano fuego Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas… San Francisco de Asís Cántico a las criaturas
En estas líneas comentaremos la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si, que significa “Alabado seas” y es tomado del Cántico a las criaturas de San Francisco de Asís. El subtítulo del documento papal parece aún más significativo que el título mismo: “sobre el cuidado de la Casa Común”. Con esta encíclica el Papa se pone en la vanguardia absoluta de la discusión sobre el destino de la tierra en la circunstancia actual de emergencia planetaria que vivimos. Así es. No exageramos al decir que pesan amenazas profundas sobre la vida y la calidad de vida de los seres vivos en nuestro planeta como así también del planeta mismo. Por eso el tema de fon-
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do que se nos propone en LS es pensar el futuro de la tierra y de la civilización. La Encíclica LS fue publicada por el Papa el día 24 de mayo de 2015, ese año Fiesta de Pentecostés. Creo que aquí, en la fecha de publicación, está la primera enseñanza implícita de este documento: la acción del Espíritu Santo. En el antiguo himno latino “Veni Creator” se invoca
al Espíritu Santo como “Creador”, categoría que generalmente se usa para hablar de Dios Padre. Es que en la primera página del Génesis dice la Escritura que el Espíritu de Dios (ruah) daba vueltas sobre el caos inicial siendo así ese Espíritu el que crea el cosmos (orden) donde antes había caos. La fecha de publicación de este documento parece recordarnos que la creación es obra del Espíritu Santo y también lo es el cuidado de su armonía integral. Y como veremos más abajo, de esa armonía integral se trata en definitiva todo el documento. Para entrar a este brevísimo análisis de LS creemos necesario partir de la noción de ecología integral introducida en el texto mismo del documento como una suerte de clave hermenéutica para su recepción. En el número 137 de LS el Papa dice: “dado que todo está íntimamente relacionado, y que los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial, propongo que nos
detengamos ahora a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales.” Esta es la clave para entender y reflexionar sobre este documento. Se trata de una ecología que asuma plenamente todas las realidades humanas. Ecología integral, que desarrolle una dimensión ambiental, social, cultural y espiritual. LS es un documento “en salida”. En Evangelio Gaudium dice el Papa: “sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual”. En LS concretiza en un acto de magisterio eclesial esa opción misionera. Con este documento el Papa “sale” al encuentro del mundo para dialogar desde el magisterio sobre un tema de candente actualidad para todos los habitantes de la tierra, no sólo para la comunidad eclesial. En el número 3 de LS dice el Papa: “ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta. (…) En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común.” En este camino del diálogo magisterial, y como ejemplo de ejercicio del mismo, el Papa asume el aporte del “querido Pa-
triarca Ecuménico Bartolomé” (n 7) a quien cita largamente en los números 8 y 9. Dialoga críticamente con la ciencia, con las formas de producción, de consumo. Dedica largos números a analizar la relación de la ciencia con la ecología y propone una mirada ética de las conclusiones científicas. La necesidad de una ciencia que no amenace la vida sino que sea garante de su crecimiento y plenitud. Dialoga con las culturas. En el número 146, por ejemplo, rescata incluso la vieja tradición de los pueblos originarios para quienes la tierra es un don
pueda ayudarte a tener una visión de conjunto del documento, detectar las líneas de fondo, y sobre todo que te den ganas de leerlo o releerlo en profundidad.
de Dios y propone prestar especial atención a esas tradiciones culturales.
En el capítulo primero, con el título “lo que le está pasando a nuestra casa”, propone un análisis de la situación ecológica actual partiendo de la escucha de los mejores conocimientos científicos disponibles hoy. En el capítulo segundo, que el Papa llama “el evangelio de la creación”, desarrolla la enseñanza de la Sagrada Escritura y la tradición judeo-cristiana. Propone a la fe cristiana con un modelo capaz de ayudar a “construir una ecología que nos
¿De qué trata el documento? ¿Qué dice?…
En el número 15 el Papa hace un primer recorrido de los temas que tocará en la Encíclica y que desarrollará en seis capítulos. A modo de paneo general trataré de mencionar ese camino temático como apoyo para una primera lectura de la Encíclica, un recorrido que
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permita sanar todo lo que hemos destruido” (n. 63). En el tercer capítulo denuncia clara y abiertamente la raíz humana del problema ecológico: el paradigma tecnocrático que se impone por sobre la vida de los seres humanos y el cuidado de la creación y la excesiva autorreferencialidad del ser humano que el Papa llama “antropocentrismo moderno”. En el capítulo cuarto propone la reflexión sobre la necesidad de la ecología integral, como clave hermenéutica válida para mirar el problema como un todo. Una verdadera novedad en el tratamiento del tema. En el capítulo quinto el Papa propone la necesidad de un cambio de rumbo a partir de grandes caminos de diálogo que “ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo” (n 163). El diálogo sincero y profundo es la clave para iniciar un camino de cambio y solución. El capítulo sexto recuerda que ningún proyecto puede ser eficaz si no está animado por una conciencia formada y responsable. En este capítulo reflexiona sobre la Trinidad como modelo a partir del cual madurar una espiritualidad de la solidaridad global (nn 238-240). Y presenta
a la Virgen María y a San José como modelos que ayudarán en el camino de reflexión para cuidado eficaz de la casa común, según nos enseña en los números 241-242. El texto termina con dos oraciones, una que se ofrece para ser compartida con todos los que creen en «un Dios creador omnipotente» (246), y la otra propuesta a quienes profesan la fe en Jesucristo. Un cierre que invita a abrir el corazón primero a Dios y luego a todos los hermanos más allá de nuestras creencias. Un documento a leer y profundizar
Laudato Si es un documento fundamental en el magisterio del Papa Francisco y de la Iglesia en general. Es un texto que nos invita a reflexionar con fe y esperanza sobre ese gran regalo de Dios que es la creación. Nos
alienta a creer que es posible un mundo mejor y nos invita a ser protagonistas de ese cambio por medio del amor y de la fe. Profundo y esencial este texto magisterial. Estamos convencidos que LS es un llamado de Dios a ser protagonistas del cambio que Él quiere para el mundo en esta crisis ecológica que vivimos, ya que “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (n. 14) Para terminar quisiera que con el Papa todos elevemos el corazón a Dios y recemos juntos: “Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas.” Twitter: @paterfabian
arzbaires.c21tv.com.ar - canalorbe21.com - info@c21tv.com.ar Tel-fax : (011) 4342 4955/4395 - Av. Rivadavia 413 Piso 10° - Ciudad de Buenos Aires
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Quiero ser pan de mi pueb
y construir el escánd
lo
alo de compartir
La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. Probablemente es como una gota de agua en el desierto de la pobreza; y sin embargo puede ser un signo de cercanía para cuantos pasan necesidad, para que sientan la presencia activa de un hermano o una hermana. …La solicitud de los creyentes no puede limitarse a una forma de asistencia… sino que exige esa «atención amante”, que honra al otro como persona y busca su bien. Papa Francisco
del mundo. La historia tiene su punto de partida en la Basílica de Santa María en Trastevere, donde la tradición comenzó en el año 1982 recibiendo a un grupo de ancianos que el día de la Navidad habían quedado solos. La Comunidad a lo largo de los años ha logrado reunir muchos amigos diversos en la misma Comunidad de San Egidio mesa, amigos Navidad con San Egidio: de la calle, nirecibir a los pobres con amor ños, ancianos, necesitados de las periferias Más de 240.000 personas en más grandes del mundo. En Ar77 países del mundo, participa- gentina, esta gran fiesta comenron el pasado día festivo en los zó en el año 1996 en el barrio almuerzos de Navidad con los porteño de La Boca recibiendo pobres de la Comunidad San a las familias de la Escuela de Egidio. la Paz. San Egidio es una comuniEl sentido del Almuerzo de dad cristiana que nació en 1968, Navidad es poder recibir a cada a la luz del Concilio Vaticano amigo olvidado en esta gran II, por iniciativa de Andrea Ric- mesa de Navidad. Muchos amicardi, en un instituto del cen- gos que compartimos durante tro de Roma. Con los años se todo el año y la Navidad es un ha convertido en una red de gran motivo de reencuentro comunidades que se ha exten- para transmitir la magia de vidido por más de 70 países y que virlo todos juntos, ya que ha dedica una especial atención a nacido el niño Jesús. El niño Jelas periferias y a los olvidados sús, cuando estaba a punto de
nacer, no fue recibido por nadie más que María y José, nació en un pesebre, siendo pobre e indefenso. Muchos de los amigos que recibimos ese día son olvidados y nosotros, que compartimos una gran amistad, los acogemos y compartimos la Navidad con alegría, como una gran familia. En Argentina hicimos 12 almuerzos y meriendas, comenzamos en la Villa 21 el sábado 22 de diciembre en la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé; el domingo 23 se realizó una merienda en Lanús con los nenes de la escuela de la paz y los ancianos de un hogar que los jóvenes por la paz visitan semanalmente. Otras dos en el Hogar de ancianos Botaro de la Matanza y en el Barrio Almafuerte. En estas meriendas festejaron juntos los jóvenes por la paz con los ancianos, a los que visitan regularmente durante todo el año. Finalmente, y en simultáneo, se realizaron 8 almuerzos el 25 de diciembre: En las capillas Nuestra Señora de Fátima y Santa Lucía de la ciudad de Coronel Pringles; en la Parroquia Virgen de las Gracias en Villa Martelli, en la Catedral de San Justo, en la Parroquia Nuestra Señora de Luján, en Laferrere, y en las Parroquias: San Ildefonso, María Madre de la Iglesia, Santísimo Sacramento y San Pedro, en la ciudad de Buenos Aires. Más de
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Santuario de San Cayetano de Liniers Compartimos la vida, compartimos la fe, compartimos la mesa
1000 comensales y 200 servidores vivieron una fiesta en familia alrededor del Señor que vino al mundo para traernos su paz y su esperanza. Nayla Passos, 18 años, miembro del Movimiento de los Jóvenes por la paz de la Comunidad de San Egidio nos cuenta su experiencia, compartió la mesa del 25 de diciembre en la Parroquia Virgen de las Gracias (Villa Martelli). Para mí, esta Navidad ha sido un día lleno de alegría, en dónde toda esta gran familia compartió un momento de fraternidad y de amor puro. Un momento lleno de charlas, de escucha, de cariño, de risas, abrazos y en dónde realmente se confunde quien sirve y quien es servido. En sus rostros y en sus miradas se ve el amor que se transmite, para nosotros es nuestro mayor regalo. Ese día, en la casa de Dios, se vivió intensamente el Evangelio, en cada hermano está el rostro de Jesús y todos nos llevamos un hermosísimo recuerdo de todos los amigos que compartieron con nosotros ese día. Más Información: www.santegidio.org sanegidiobue@gmail.com María Eugenia Acevedo 15-6553-6278
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El padre Alejandro Vignale, todos los conocen por Toto, es el párroco del Santuario de San Cayetano en el barrio de Liniers desde hace cuatro años. El Santuario tiene su ritmo y su vida propia con los sacramentos, celebrando varias misas todos los días y, especialmente los días siete de cada mes. Eso sin contar los distintos grupos del santuario, el servicio social, el Hogar de Cristo, entre las muchas actividades santuariales. Pero esta vez, quisimos acercarnos por la MESA DE NAVIDAD. Llegamos al Santuario una mañana de diciembre, con un cielo gris que amenazaba una lluvia de verano, habitual en este tiempo. Encontramos al padre Toto en el templo, donde estaba celebrando misa y compartimos la infaltable bendición a
la que invitó a todos una vez finalizada la misma: “Acérquense hay lugar acá adelante, decía a las personas que estábamos allí”. Luego de esperarlo, la gente se acerca, le habla, le pide la bendición, abraza y saluda a todos con una sonrisa, finalmente nos recibe en uno de los cuartos que dan al atrio donde la lluvia inminente se huele por la ventana abierta, el motivo de la charla era saber un poco más de la comida navideña que el Santuario organiza desde hace ya muchos años. “La comida de Navidad y el compartir es un gesto en esta época pero es la expresión de lo que se vive todo el año”, comienza diciendo Toto, “el otro día me preguntaban por el año, este 2018 fue muy difícil, es muy difícil, es muy hermoso también, se dan las dos cosas, los apretes económicos, las dificultades propias de la gente, a uno le duele el dolor propio y le duele también el dolor de los demás. Y acá que es como una ventana abierta donde pasa mucha gente se ven como distintos dolores. Un signo de este año es que siempre al santuario de San Cayetano le piden ayuda para el interior o cuando hay algún desastre como las inundaciones, y nosotros también recibimos ayuda, de la ciudad, de la Nación. Pero se pide por todos lados. Y este año pasó que parroquias de clase media de la ciudad nos dijeron ‘tenemos las caritas vacías, nos pueden mandar algo’, parroquias y comunidades que siempre tienen
Asociación Civil Jesús Amigo Hogares Nochebuena y Madre de la Esperanza Navidad: familia, mesa compartida
cosas propias para dar a la gente; eso es como un signo del año que llama la atención… como que de la estantería te caíste un estante para abajo”, reflexiona. “Y a la vez es hermoso por todo el laburo, cada gestito, cada bendición. El lugar es cansador porque hay mucho trabajo, pero es privilegiado. El santuario es lindo pero desgasta. Acá hay gente todo el tiempo, en el día más frío del invierno estas confesando a las dos de la tarde y ves que hay gente que sigue rezando, que sigue pasando por los santos… todo el tiempo, que es constante, como una canilla que gotea. Es una gracia. Y la comida de Navidad es como un signo de muchas cosas. Es un “ir al corazón”, de la caridad de la fe. Es decir, compartimos la vida, compartimos la fe, compartimos la mesa. Y especialmente es un signo. Mucha gente puede decir “bueno es una vez en el año”, pero nosotros tenemos comedor todo el año. Es como un signo de dar el primer paso, alguno que me decía “es una vez”, pero si no das el primer paso, el paso número cuarenta no lo podés dar. Es un paso de compartir, de llamar a la dignidad. A veces no es compartir la fe del todo porque hay gente que culturalmente tiene la Navidad, y viene de otra fe. Pero acá, sobre todo eso, el signo es compartir, el signo de estar con todos, todos juntos. Tener un rato de poder celebrar como fa-
milia. Tratar de entre todos compartir el corazón, la charla, una canción. El año es difícil y es lindo a la vez. Uno en realidad hay miles de cosas que no sabe, no sabe la cantidad de gente que ayuda, a algunos los conocés, pero muchos son anónimos que ponen donaciones. Hay donaciones que conmueven, el año pasado una jubilada dejó una cartita que decía “les mando medio paquete de azúcar y medio paquete de fideos porque el otro me lo comí yo, soy pobre pero quise compartir”, son los cobres de la viuda que dice el Evangelio, dio de lo que le hacía falta para ella y compartió casi su mesa ahí. Uno va viendo gestos de mucha gente que da, que comparte sus cosas, su tiempo, el esfuerzo, la presencia, el pensar. Hace poquito fue la Jornada Mundial de los Pobres… y acá durante todo el día fueron 1000 personas. En estos días de Navidad, le pedimos a Dios, que es el más grande de todos y se hace chiquito y viene a vivir con nosotros, que nos llene con su luz, con su ternura. Y que como son cosas de Dios que no las podemos contener, que compartamos esa luz del Niño Dios con mucha gente”. Más Información: San Cayetano - Cuzco 150 +54 11 4641-0583 // 4641-1572 santuario@sancayetano.org.ar
María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. (Lc 2,7) Si nos tomamos un rato para parar la aceleración de este tiempo y contemplamos al niño Jesús, cuyo nacimiento celebramos en Navidad, podemos preguntarnos ¿dónde ponemos la mirada en este tiempo? ¿qué cosas son esenciales en la fiesta de Navidad? Sin duda, cada uno de nosotros coincide en que el centro lo ocupa el encuentro familiar, la mesa compartida, la alegría y la fiesta… ¿Y qué pasa con aquellos que no tienen familia cerca o cuya familia está herida? Es el caso de los niños que viven en los Hogares Nochebuena y Madre de la Esperanza, que llevan adelante los miembros de la Asociación Jesús Amigo. Niños que han sufrido situaciones dolorosas y, apartados de su núcleo familiar, conviven hoy en el hogar. Miramos a Jesús en el pesebre y vemos a alguien indefenso, necesitado de otros, frágil, vulnerable. Él necesitaba, como todo bebé, el abrazo de sus padres, el calor, abrazo que le hiciera sentir cariño y seguridad. Nació en un pesebre porque “no había lugar para ellos”… ¿no son así estos niños? Para pensar en lo que significa, para ellos, este tiempo de “mesas compartidas”, nos hacemos dos preguntas: - ¿Cómo hacemos para que los niños vivan esta experiencia tan esencial de una Navidad compartida en familia?
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que nos permite ser libres y experimentar en su plenitud el Amor. Hugo, Psicólogo, nos dice que urge pensar nuestra posibilidad de lograr una sanación de sus heridas y que los niños vivan una experiencia de Navidad compartida en familia. Ericka, trabajadora social, nos dice: se trata de trasmitirles el sentido de la Navidad, para que en sus corazones nazca la Esperanza en este nacimiento, que es lo que nos permitirá aceptar nuestra historia y renovar la alegría en el Señor. Dios se hace presente en las necesidades de cada ser humano, en este caso, en la de estos inocentes vulnerables. Es importante que ellos puedan ser acogidos como la Sagrada Familia de Nazaret. Ellos son para nosotros, imagen viva de esa familia. ¡Cuántas gracias nos regala el Señor al poder recibir en nuestras familias a esos niños, imagen del Niño Jesús! - ¿Dónde nos parece que tenemos que poner el acento para ayudarlos a sanar las heridas de sus familias? El acento -nos sigue diciendo Ericka- debe estar puesto en poder anunciarles el Amor de Dios para con ellos; que no nacieron, como ninguno de nosotros, sin un propósito en la vida. Trasmitirles la certeza de que Dios tiene un sueño para cada uno. Que Dios es su Padre y los ama con fidelidad y tiene el poder para transformar nuestras vidas. El Señor es el único que puede curar las grandes heridas que los errores de los adultos les han provocado a los niños. Es importante también que ellos puedan vivenciar el don del perdón, que es lo
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Durante el transcurso del año con los niños del Hogar, debemos tener la creatividad para encontrar el punto de equilibrio entre lo que uno puede brindarles y todas aquellas potencialidades que los propios niños nos dan a diario. Como si nuestra función como adultos acompañantes fuera simplemente la de allanar el camino para que las experiencias compartidas sean el fruto del conocernos, del querernos, del acompañarnos. Es importante, en la tarea con nuestros niños vulnerados, maltratados o destratados (con todas las consecuencias que podemos imaginar), para que no sean solo sujetos pasivos al recibir cariño, como abrumados por
su entorno y su contexto. Nos proponemos que también logren ser sujetos del dar, sujetos con posibilidad de brindarse, con todas las características de un Ser de Luz, bendecido y con la mayor de las fuerzas y energías que puede tener un ser humano: la denominada Resiliencia. Sin duda, quienes trabajamos o quienes, de manera voluntaria y generosa, se acercan a nuestros hogares, tenemos un nuevo desafío: conquistar el proyecto del otro, del niño, para darle forma, pensándolo juntos. Que poco a poco, tiempo al tiempo, también podamos dejarnos abrazar, permitirnos recibir de los niños, los dones que tienen para ofrecer. Esa es la experiencia que tendrán las familias que reciben a cada niño, en la cena familiar de Navidad, en sus casas. Cecilia, coordinadora pedagógica, nos aporta que Navidad es mucho más que una fiesta o una reunión familiar. La Navidad es un estado del corazón, donde vuelven a nacer los sentimientos más puros y más profundos. Tal vez es la fiesta en la que todos somos pequeños nuevamente. Por eso es tan importante que quede impreso en el corazón de cada niño del Hogar la sensación de que siempre hay una esperanza, siempre podemos volver a nacer. Y como en el pesebre de Belén, lo importante no es el lugar, sino el amor que esa familia se tuvo aún en las dificultades. En esta Navidad… brindemos con los niños, y que ellos también puedan “brindarnos” a nosotros. Amén. Asoc. Civil Jesús Amigo Pasaje la facultad 1628 CABA www.jesusamigo.org.ar www.facebook.com/jesusamigoasoc
Hogar de Cristo Negro Manuel Centro Barrial y Carpa Solidaria
e r b o s r i “Coroncasfitrmru e para recuperarse”
(Jorge Bergoglio, 30- 03-2011)
“Sabemos que tenía lugar el banquete en el templo de Jerusalén después del rito del sacrificio. Esta ha sido una experiencia que ha enriquecido en muchas Diócesis la celebración de la primera Jornada Mundial de los Pobres del año pasado. Muchos encontraron el calor de una casa, la alegría de una comida festiva y la solidaridad de cuantos quisieron compartir la mesa de manera sencilla y fraterna. Quisiera que también este año, y en el futuro, esta Jornada se celebrara bajo el signo de la alegría de redescubrir el valor de estar juntos. Orar juntos en comunidad y compartir la comida en el domingo”. Francisco en su mensaje para II Jornada Mundial de los Pobres. El centro Barrial Negro Manuel, del Hogar de Cristo está a la vuelta de la parroquia Santa Elisa y a unas pocas cuadras de la Plaza de Constitución, donde también está la carpa Negro Manuel. En esta oportunidad nos acercamos a conocer este lugar que se hace familia y está presente durante todo el año para tantos pibes y pibas, pero especialmente en este tiempo de Navidad. Llegamos cerca del mediodía y nos recibió Víctor, que es parte del equipo que coordina, y con él fuimos descubriendo cuanta vida se pone en juego todos los días en el centro Negro Manuel. Víctor hace ocho años que está en el Hogar de Cristo, sus papás Valerio y Rufila están en una de las granjas y él empezó en el Hurtado, en Barracas, y luego el padre Charly le propuso estar acompañando a la Carpa en Plaza Constitución primero y, cuando se abrió
el Centro Barrial, siguió acá. Víctor nos cuenta de los inicios de la Carpa: “Empezó con Gustavo Borelli, un cura que era de Santa Elisa, un chico de Río Gallegos y una mujer que trabajaba en el Hurtado. En la parroquia hacían la Noche de la Caridad, y cuando salían a la plaza a repartir sopa o un jugo a los chicos, vie-
ron que necesitaban estar de día, que les pedían para hacer los documentos, problemas con la justicia, cuestiones de salud u otros trámites. Entonces empezaron dos veces por semana, daban desayuno y la gente se acercaba. Y de a poco se empezó a armar el vínculo porque los chicos son desconfiados, les cuesta contar sus cosas. Cuando Héctor se fue para el Sur, Charly me dice que necesitaban una fi-
gura masculina en la Carpa y ahí empecé”, recuerda. “Dentro de todo, este centro barrial es muy tranquilo”, continúa Víctor. “Como nosotros somos nuevos y yo vine del Hurtado, como que tomamos las cosas buenas y dejamos lo que no funcionaba. Un punto importante es que se respeten dos reglas, cero consumo y cero violencia; y los chicos lo saben cuando les hacemos la entrevista. Si consumieron no entran. Es verdad que a veces viene uno todo roto, que venimos acompañando hace rato y viene mal, y entonces no le cerramos la puerta, vemos cómo seguimos, cómo lo acompañamos. A veces busca para internarse, le decimos que venga al otro día mejor y vemos…
Los mismos chicos lo marcan, y con respecto a la violencia solamente tuvimos dos episodios en todo este año. Acá estamos muy pendientes de los pibes y les estamos muy
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Loli – El Hogar de Cristo en primera persona Víctor conocía a Jessica, to-
equivoque, porque en la vida te
mos una foto y nos decía ‘no es
tado, “al principio era linda, des-
poder levantarte y no de esa
su hija pasó por muchos proce-
dos la conocen por Loli, del Hurpués desapareció por un tiempo, la
encontramos
de
vuelta
en
Constitución, ella no se acordaba de mí y vimos en ella el proceso de destrucción de la droga”.
Un día Loli estaba llorando
con mucho dolor y la acompañaron al hospital y se quedaron
con ella todo ese día. “Ella pedía salir, la mandamos al San-
vas a equivocar pero la cosa es
caída arrastrarte al consumo. Yo hice el proceso de casita 4
meses, el proceso de granja 4 meses, el proceso de medio camino 4 meses, y ahora estoy en
casita amigable, también casi 4 meses. Y me fortaleció mu-
cho poder hablar las cosas que me pasaban. Tuve una recaída
ta María en Bajo Flores,
También le habían dicho que su
hija estaba en Tucumán en ese momento. ‘Si querés te acerca adonde estamos’ le propusimos.
Vino al otro día”. Y ahora están
mucho mejor con la vinculación, Loli pasó con ella las fiestas y quiere ir a vivir con la mamá.
Nosotros respetamos sus tar
ja y ahora vive en una de casitas.
sos’, tratábamos de explicarle.
decisiones y vamos a es-
hizo su proceso de grannuestras
mi hija, mi hija es joven’, ‘pero
ahí
acompañándola.
Igual ella no quiere des-
Desde
vincularse de acá. Y ahora
ese día empezó a darse
está muy centrada en lo
un cambio en ella y a em-
que ella quiere y sabe que
pezar a componerse”.
no quiere volver a la calle.
La misma Loli que está
No quiere más el consu-
en el Centro Barrial el día
mo”, nos comenta Víctor.
que fuimos a conocer nos
“Soy una de las pibas
cuenta de su vida: “La vida
que más se está mante-
banda y yo recién toqué
más”, nos dice Loli con una
de consumo te golpea una
niendo y quiero seguir por
fondo un día que no po-
sonrisa, “estas fiestas las
día caminar, no sentía mis
pasé relindo, tengo la vin-
piernas, y ese día tiré la
pipa, la droga, tiré todo…
culación con mi mamá y estuve con ella en Navi-
lo único que quería hacer era
de tres días y ellos anduvieron
dad y disfruté mucho compartir
la Carpa Negro Manuel que está
que
verla y no estar con ella. Y el
acostarme, y me acosté cerca de
en Constitución, y para mí fue
algo muy de milagro, porque sentí que estuvo Dios conmigo y estuvo el centro barrial negro Manuel,
porque ellos me encontraron, me acompañaron, me llevaron al hos-
pital y yo necesitaba ayuda, les
dije que no me dejen, porque si no yo salía del hospital y otra vez volvía a la calle y a consumir.
Les pedí la oportunidad de
como locos buscándome hasta me
encontraron.
Y
ellos
fueron a buscarme. Todos fue-
ron. Y de ahí les dije que iba a venir y me pegué un baño, me fui al Hogar y de ahí a la Granja.
Y hoy, gracias a Dios, no pienso en una recaída, pienso que logré muchas cosas. Y ya en febrero, si Dios quiere, voy a poder
iniciar los papeles para saber donde están mis hijos.”
Loli hacía ocho años que no
poder internarme, estar en un
veía a su mamá y quería verla,
rada. Y acá descubrí una familia
fueron a conocerla primero y le
hogar, yo estaba muy deterio-
nueva que me apoyó una rebanda y me apoya hasta el día de hoy,
y están pendientes de mí para
que cada paso que haga no me
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así que desde el Hogar de Cristo contaron de su hija: “Fuimos y
nos recibieron más o menos. Es-
tuvimos un buen rato, la mamá estaba reticente. Le mostra-
una comida, tantos años de no
31 también lo voy a pasar con ella. Compartí con mi familia, tengo un poquito de familia acá
y allá, y me siento acompaña-
da, cosa que no valoraba antes.
Y acá en el centro pasamos el lunes, tuvimos un almuerzo, nos dieron regalos y cosas así. Hoy
me siento con los pies sobre la tierra y para mí es algo importante, y la casa de mi mamá
es rehumilde pero la paz que siento cuando estoy con ella y
saber que está viva y que hoy la tengo y que puedo recapacitar y valorarla, eso para mí es mu-
cho. Creo que antes no sabía el valor del otro.”
encima. Son unos treinta, treinta y cinco, y muchos pasan primero por la carpa, donde hacen un primer vínculo, y después los invitamos a que vengan, a bañarse, a comer, y ver como se los puede acompañar… también vienen de otros dispositivos, Centros Barriales o de Casa Libertad. Y como no estamos en la villa, como pasa en otros Centros Barriales nuestra idea es mostrar también al barrio que no estamos solamente para esto, que estamos para la comunidad. Mostrar lo otro que podemos hacer, ya lo hicimos, pintar, juntar la basura. Con los chicos preparamos el comedor en la parroquia los días viernes, y en el Centro Barrial en sí tenemos un montón de actividades, educación física, fútbol (en un espacio debajo de la autopista), zumba para las chicas, música, micro emprendimientos y charlas, y grupos que preparamos entre el equipo todas las semanas. Esta Navidad en el Negro Manuel fue especial, “pensamos antes que nada, para cierre del año
y antes de la Navidad, hacer un viaje de unos 3, 4 días, en total éramos 35 con todo el equipo. Los chicos que fueron son de los que vienen habitualmente y ya tienen un caminito hecho. Fue una experiencia muy buena porque con este grupo que está bien unido, se sintió esto de ser familia. Ellos mismos estaban re contentos, agradecidos Y antes del viaje con todo el equipo también planeamos qué regalarles a los chicos para el árbol, y les regalamos mochilas a las mujeres y remeras a los hombres, más o menos sabemos los gustos. Y para los chicos juguetes. Y preparamos la fiesta el 24 al mediodía con un
almuerzo. También les regalamos a los chicos unos pesebres hechos con palitos de helado pintados y algunos detalles y ellos estaban muy contentos. Ese día el Centro se llenó, porque vinieron con la familia, por ahí la mamá de alguno, también vino gente que colaboró con las dos casitas que abrimos hace dos meses en provincia de Buenos Aires. ‘Casitas de contención’ las llamamos, una para mujeres y otra de varones. Fue una hermosa fiesta en familia”.
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TIERRA y COMIDA:
cuando el cuidado del medio ambiente
y la alimentación del pueblo van de la mano Digámoslo sin miedo: que-
remos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este
sistema ya no se aguanta, no lo
aguantan los campesinos, no lo
aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades,
no lo aguantan los Pueblos… Y
tampoco lo aguanta la Tierra,
la hermana Madre Tierra como
decía San Francisco. Discurso del Papa Francisco a los Movimientos Populares en Santa Cruz
La casa común y la luchas invisibilizadas: Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI)
Eleonora Pedot forma parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), que nuclea a miles de familias de agricultores, campesinos e indígenas de Argentina. El Movimiento nace de la mano del MOCASE - Movimiento Campesino de Santiago del Estero en los años ‘90 para defender la tierra frente al avance de la soja, siendo una referencia para decenas de organizaciones populares que fueron surgiendo en las distintas provincias a lo largo de los años, vinculados a sectores de Iglesia y ámbitos universitarios. El Movimiento Nacional se conforma en el 2005 y los ejes que nuclean a todas las organizaciones que lo conforman son: la defensa del territorio, la Reforma
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Agraria Integral y Popular y la Soberanía Alimentaria. El Movimiento Nacional es parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y en el mundo integra la llamada Vía Campesina (Movimiento Campesino Internacional) ¿Y cómo definirías la Soberanía Alimentaria? Eleonora: Los pueblos tienen que decidir qué producen, cómo lo producen y es una relación con lo que el pueblo consume, no lo que impone el mercado. La producción de alimentos es para
alimentar al pueblo y no a los commodities o los exportadores. Argentina ya no produce alimentos, lo que produce son commodities de granos que después van a ser utilizados para la alimentación de animales en China. Hoy en nuestra tierra el monocultivo de soja junto con el Feedlot (engordar a los animales en lo que se llama hoy el ciclo o
la resistencia en el territorio es por la tierra, por tu cultura por la vida… entonces cuestiona al sistema capitalista que produce para el descarte y cada vez más, donde las cosas son descartadas permanentemente… y eso con todo, con los alimentos, con las cosas, la gente misma se vuelve descartable en este modelo.
engorde a corral) han avanzado atrozmente. Lo que planteamos como Soberanía Alimentaria es la autonomía del pueblo en producir sus alimentos. No se logra solo por enunciarlo. Si no hay políticas de Estado en ese sentido no va a suceder. Y Argentina tiene un modelo agroexportador desde hace más de 200 años quitándole la tierra a los campesinos y a los pueblos originarios y concentrándola en pocas manos y en una producción que tiene que ver más con el mercado que con la alimentación del pueblo. ¿Hubo avances de organización popular? Eleonora: Si, desde las organizaciones. En los últimos años ha crecido mucho lo que tiene que ver con las organizaciones de los cordones hortícolas del Conurbano, que se están planteando una producción agroecológica, es un proceso de transición, no es de un día para el otro. Y aparte vos podés producir agro ecológicamente pero si a tu alrededor te fumigan eso termina afectando tu producción. El modelo que tiene Argentina y América Latina en gran parte no tiene nada que ver con lo que el pueblo consume y necesita, y además es una producción de alimentos sin gente. No necesitan la gente en el campo, no la quieren porque es un modo de resistencia que molesta, porque
¿Cuáles son los desafíos para lograr la Soberanía Alimentaria? Eleonora: Tiene que haber un cambio de modelo. Los dos modelos no pueden convivir. Y sin tierra es imposible que esto suceda. La única forma tiene que ver con la Reforma Agraria Integral y Popular. Porque no es solo para los campesinos y los pueblos originarios que hoy están en la tierra, sino también con los que se han ido y quieren volver. Hay muchísimo exilio, las barriadas del Conurbano están repletas de campesinos que han venido a la ciudad buscando laburo. En el Conurbano Bonaerense, todas las verduras de hoja que van al mercado central y que comemos la hacen en su gran mayoría inmigrantes bolivianos que no tienen tierra, que alquilan. Cómo puede ser que un país como el nuestro, que tiene una extensión territorial enorme y una capacidad de producción increíble, la gente que hoy produce el alimento que el pueblo argentino come esté alquilando la tierra. Cuando hablamos de Reforma Agraria tiene que ver primero con que en la ciudad ya no hay más capacidad de gente en función de la necesidad o demanda de trabajo que hay. Y esto de Integral y Popular tiene que ver también con pensarlo en términos de la gente que vive en la ciudad y su relación con el campo y la relación con la producción de alimentos. Porque en la ciudad incluso podés tener pequeñas producciones de ali-
mentos y eso se perdió también. Las familias que van al comedor comunitario en todos nuestros barrios terminan comiendo la comida que conseguimos a través de la lucha y que el Estado nos da; y lo que el Estado entrega en los distintos planes son todos a base de hidratos de carbono o todo enlatado lleno de conservantes. En general en Argentina nuestro Movimiento pelea por la propiedad comunitaria de la tierra. En otros países hubo proyectos de reforma, de recuperación o de relocalización, tuvieron distintos nombres, pero hubo una idea donde aquel que quisiera vivir en la tierra y en el campo pudiera tener la posibilidad de hacerlo. Nosotros lo planteamos no desde un bien de propiedad la tierra sino de una cuestión de uso. Un Bien de uso que tiene que ver con que uno esté en ese territorio en la medida que produzcas algo para el desarrollo del pueblo. No que produzcas sólo para vos o para relacionarte con el mercado. Muchas de las cosas que traemos tienen que ver con los pueblos originarios, pero no nos reconocemos en eso. La cuestión de la propiedad comunal de la tierra, como el lugar donde nacemos, vivimos, se crían nuestros hijos. Es un lugar de vida, de comunidad, de cómo vivís y te relacionas con el otro. Es otra forma ver el mundo, otra forma de vivirlo y otra la relación con el mundo. Reforma agraria integral y popular, producción diversificada de alimentos sanos, comercialización justa, y soberanía alimentaria. En definitiva, que nuestra querida tierra tenga su propio proyecto alimentario y podamos elegir colectivamente nuestro propio destino. Más información http://mnci.org.ar/
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Soberanía Alimentaria: relación entre Estado, economía y alimentación Lucas Pedró y Martín Navarro Misioneros de Francisco La economía no debería ser un mecanismo de acumulación sino la adecuada administración de la casa común. Eso implica cuidar celosamente la casa y distribuir adecuadamente los bienes entre todos. Una economía verdaderamente comunitaria, podría decir, una economía de inspiración cristiana, debe garantizar a los pueblos dignidad «prosperidad sin exceptuar bien alguno». Francisco Cuando el desarrollo y la economía de los países son dirigidas por los poderes económicos son los pueblos y sus políticas las que van perdiendo soberanía. La pérdida de soberanía a manos de
las empresas multinacionales son una de las causas por la cual los Estados de todo el mundo cada vez tienen menos capacidades para definir políticas soberanas. El mundo se encuentra sumergido en pueblos pobres e individuos ricos, en records de producción de alimento y mi-
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llones de personas que pasan hambre. Es evidente que las cosas no están funcionando bien. Sin políticas de Estado que busquen ganar independencia, el hambre, la pobreza, el trabajo y la soberanía alimentaria son muy difíciles de lograr. El concepto de soberanía alimentaria es distinto al de seguridad alimentaria. Según Vía Campesina sería: “el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, laborales, pesqueras, alimentarias y de tierra de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una alimentación inocua, nutritiva y culturalmente apropiada, y a los recursos para la producción de alimentos y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades”. (1996) La crisis de desigualdad es cada vez más grave. Según expertos de la ONU, el 82% de la riqueza mundial generada durante 2017 fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial, mientras el 50% más pobre (3.700 millones de personas) no se beneficiaron lo más mínimo de dicho crecimiento. Cuando la riqueza se concentra en pocas manos, la tierra para producir también se concentra. OXFAM (comité para la mitigación del hambre de Oxford) realizo un estudio que muestra a América Latina como la región más desigual del mundo en el reparto de la tierra donde más de la mitad de la tierra productiva de la región está concentrada en el 1% de las explotaciones agro-
pecuarias de mayor tamaño. Sin gobiernos independientes, sin tierra para producir es muy difícil implementar políticas que impulsen la soberanía alimentaria. Y Argentina no es ajena a esta realidad que vive América Latina. Se nos ocurren algunas preguntas: ¿Tenemos como pueblo capacidad para decidir qué alimentos producimos? ¿Cómo está distribuida la tierra en nuestra querida patria? El Papa Francisco nos dice en la carta encíclica Laudato Si (93): “Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para todos. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados. El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es una «regla de oro» del comportamiento social y el «primer principio de todo el ordenamiento ético-social». La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. San Juan Pablo II recordó con mucho énfasis esta doctrina, diciendo que «Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno»”.
Según la Bolsa de Comercio para el periodo 2018-2019, se estima que el área destinada a cultivos extensivos cubrirá aproximadamente 32.7 millones de hectáreas. Nos surgen entonces más preguntas: Los frutos de la tierra, ¿Realmente nos benefician a todos?; ¿Somos capaces de dar sustento sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno? Siguiendo con los datos de la Bolsa de Comercio, casi el 50% de lo sembrado en el suelo argentino corresponde a soja. Exportamos el fruto de nuestro suelo mientras muchos hermanos y hermanas sufren la problemática del hambre o malnutrición (alimentación basada en La semilla no puede ser un bien - Ley de semillas carbohidratos carente de carne, frutas y verduras). Lo que hoy se conoce como la Agricultura Familiar (RENAF) Esta triste realidad nos da la pauta que las decisioLey Monsanto de Semillas es una que no está funcionando. nes sobre qué sembrar o propuesta de modificación de la Mosanto influyó en muchos producir las toma el meractual Ley de Semillas y Creacio- países para que existan estas leyes cado, relegando nuestra soberanía alimentaria al interés del dios dinero. Tenemos grandes desafíos como pueblo en esta perspectiva: desde fomentar políticas públicas de agricultura familiar con acceso a tierra, hasta establecer las bases para una reforma agraria distributiva. Ojala estas reformas surjan desde los principios del evangelio, donde la propiedad privada queda subordinada al destino universal de los bienes y la humanidad logra sustentarse sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. ¡AMÉN! misioneros.francisco@ gmail.com lucas-pedro@bue.edu.ar martinfernandonavarro@ gmail.com
nes. El principal propósito de la
de semillas. Es tremendo porque
modificación de la ley es legalizar
además se está perdiendo una di-
la privatización de las semillas. Si
versidad terrible y el monocultivo
una empresa presenta una semi-
rompe los equilibrios en la natura-
lla que es distinta a otras puede
leza, degrada los suelos y trae se-
tener el monopolio de explota-
quías. No es solamente la defensa
ción sobre ella, es decir, el dere-
del territorio sino también la de-
cho de ostentor. Elimina el “dere-
fensa de las semillas criollas, nativas
cho de uso propio” de las semillas
y la recuperación de la semilla.
por parte de los agricultores y
Esta ley profundiza el modelo
cada vez que alguien utiliza esta
y ataca directamente la forma
variedad de semilla debe pagar
de producir o hacer agricultura
una regalía.
de formas distintas a las hege-
En la ley que se propone está
mónicas del agronegocio. Lo que
prohibido el intercambio excep-
está en juego no es un problema
tuando a los pueblos originarios
técnico sino político, sobre qué
y la agricultora familiar que está
modelo agrario queremos y para
en el Registro Nacional de la
qué proyecto de país.
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Leandro Dellatorre – Coordinador del Proyecto “Promotores del Deporte Social”
Taller de líderes dep
el arte de m
ultiplicar lo
El curso de líderes deportivos da la posibilidad de brindar a los jóvenes las herramientas necesarias para que se puedan desarrollar con mayor conocimiento en el terreno lúdico. Una tarde a mediados de diciembre en el centro cultural Malvinas Argentinas, ubicado en el barrio de Parque Chacabuco, se hizo el cierre del curso de Líderes deportivos con su primera camada de jóvenes de distintos barrios que participaron de esta hermosa experiencia formativa. Este proyecto empujado por la Comisión de Niñez y Adolescencia del Arzobispado fue posible gracias al aporte del área de Fortalecimiento del GCBA y, principalmente, a la voluntad y compromiso tanto de
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los profes que lo llevaron adelante como de los jóvenes que participaron. La idea del curso era aportar a jóvenes del barrio que ya estén trabajando con chicos y chicas a su formación como líderes de grupo y, en este
ortivos:
s talentos
caso, como líderes deportivos. Se realizó en tres sedes: con el grupo de dirigentes de exploradores de las parroquias Virgen de lo Milagros de Caacupé en la Villa 21 de Barracas, Virgen Inmaculada en Villa Soldati y con un grupo de profesores del Club Carlos Mugica de la parroquia Cristo Obrero en la villa 31 del barrio de Retiro. Hernán de Barracas Virgen de lo Milagros de Caacupé “El curso de líderes fue como una experiencia más de lo que es el trabajo con los chicos y todo eso, lo que me dejó fue mucho cómo manejarme, en ciertas instancias, el grupo, tipos importantes para manejar el grupo y juegos diferentes y distintos a los que ya sabía”.
En muchas ocasiones los jóvenes tienen la predisposición y las buenas intenciones de llevar a cabo actividades recreativas, pero les falta el conocimiento necesario para animarse. Es por eso que se pensó un curso con continuidad en el tiempo donde se pueda trabajar no sólo lo práctico sino también lo teórico, como planificar una actividad, cuáles son los materiales necesarios, quién se hace cargo de cada momento, qué actividad es propicia para cada edad, etc. Para Alejandro, Robert y Ángel, de Virgen Inmaculada de Soldati, el curso les permitió “aprender juegos, ser pacientes, charlar cuando hay que charlar, no solo pensar en la diversión. Ver cómo armar juegos, más allá de los materiales, no importa si los tenemos o no, las charlas estuvieron buenas y por ejemplo adaptábamos los juegos si alguien tenía mal una pierna o alguna discapacidad eso también se tenía en cuenta”
formación e intercambio sumen a su rol de dirigentes, y puedan ser promotores del deporte social tanto para los niños como para sus pares. Lorena Jazmín de Cristo Obrero, de Retiro: “Aunque fueron momentos cortos juntos, fue lindo poder hablar, que alguien pueda escuchar nuestras ideas y nuestros proyectos que muchas veces tenemos muy guardados porque no sabemos con quien compartirlos. Fue lindo cada lunes saber que nos íbamos a encontrar con ustedes, que todo lo que pensamos en los días que no nos veíamos, podíamos compartirlo y lo mismo ustedes con nosotros, siempre venían con buena energía que nos pasaban a nosotros. Esa idea de que cada vez que queramos hacer algo
podamos y siempre vamos a poder con ganas y fe en uno mismo.. La verdad fue tan lindo saber que había alguien más con cada uno de nosotros, y nos hacían bien con tan poco, con solo escucharnos y apoyarnos en cada idea que teníamos. Empecé feliz el primer lunes y terminé más feliz todavía aprendiendo cosas nuevas que te quedan sin pensarlo, la energía de querer seguir te queda. Es lo más lindo, te dan ganas de seguir y no parar nunca. ¡Muchísimas gracias!
Estos jóvenes ya poseen un conocimiento previo, sobre todo por las actividades que llevan a cabo todos los fines de semana en sus respectivas parroquias, esperamos que este tipo de espacios de
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Pbro. Carlos A. Accaputo - Comisión de Pastoral Social.
Laudato Si’ y la XXI Jornada de Pastoral Social: “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de
realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo” (LS
cial de 2018, nuevamente inspirada en Laudato Si’, mercado divinizado, convertidos en regla continúa con esta línea de reflexión, que invita a cuidar nuestra Casa Común Universal, tomando como tarea, responsabilidad y búsqueeje del encuentro la forma en que da del Bien Común. A lo largo de estos años, las cuidamos nuestra propia Casa Jornadas han abordado diver- particular, que es la Argentina, nuestra Patria. La Jornada se desarrolló bajo el lema Cuidemos la Casa Común. Construir un nuevo pacto social para el siglo XXI, desde una ecología integral: Humana y Ambiental, Económica y Sustentable, Social y Cultural.
23) …“Hoy cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del absoluta”. (LS 56)
Dentro de las principales actividades que lleva a cabo la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social, se realiza anualmente la Jornada de Pastoral Social. Las
jornadas comenzaron a desarrollarse en 1998 y desde entonces se han llevado a cabo en forma ininterrumpida con participación masiva. Estas jornadas son un espacio privilegiado de encuentro, formación, diálogo y reflexión, tanto para los agentes pastorales y movimientos eclesiales como para numerosos dirigentes del sector político, funcionarios del Estado y de diversas organizaciones sociales, empresariales y sindicales, que hallaron siempre en este ámbito la posibilidad de conocerse y reconocerse en su
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sas temáticas y convocado a importantes pensadores y actores sociales, permitiendo un rico intercambio que, sin duda, ha fructificado en numerosas realizaciones de trabajo común para nuestra Ciudad y nuestro País, lo que se verifica en sus lemas de convocatoria. En el año 2015, a partir de la publicación de la Encíclica Laudato Si’, el tema de la Jornada fue El pensamiento social de Francisco sobre el cuidado de la casa común y, en 2017, Hacia un desarrollo humano integral, solidario y sostenible. La XXI Jornada de Pastoral So-
El papa Francisco, en su encíclica social Laudato Si’, ante la crisis ecológica ambiental que atraviesa el mundo, nos llama a responder al “desafío urgente de proteger nuestra Casa Común, que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”, porque “sabemos que las cosas pueden cambiar”, afirmando que “es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental.” Propone una ecología integral
que, entre sus distintas dimensiones, “incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo”, pues más allá de los síntomas que describe como causa de la crisis socio-ambiental, su raíz más profunda es de orden antropológico. “Hay un modo -nos dice- de entender la vida y la acción humana que se ha desviado, y que contradice la realidad hasta dañarla”, porque “el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social”. Así como el Papa San Pablo VI amplió en su época el concepto de desarrollo afirmando que para que sea verdadero debe ser integral, llegar a cada hombre, todo el hombre y a todos los hombres y pueblos. Hoy el Papa Francisco toma el concepto de ecología ambiental y lo profundiza proponiendo el desarrollo de una ecología integral, que incorpore claramente “las dimensiones humanas y sociales”. Es decir, nos propone una ecología integral, humana y ambiental, económica y sostenible, social y cultural, que cuide la creación y al hombre como parte de ella. Esta ecología integral es “inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social; es «el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección»”. Francisco nos invita a ampliar la mirada porque “la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral”. En síntesis, más libre del paradigma tecnocrático y del relativismo práctico. Comparto con Uds. algunos textos orientativos de una ecolo-
gía económica, Social, Cultural y de la vida cotidiana propuestas por Francisco para que iluminen nuestro pensamiento y nuestra acción en la construcción de la casa común. • “Es necesaria una ecología económica, capaz de obligar a considerar la realidad de manera más amplia (...) se vuelve actual la necesidad imperiosa del humanismo, que de por sí convoca a los distintos saberes, también al económico, hacia una mirada más integral e integradora”. • “Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana: «Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales» [116]. En ese sentido, la ecología social es necesariamente institucional, y alcanza progresivamente las distintas dimensiones que van desde el grupo social primario, la familia, pasando por la comunidad local y la nación, hasta la vida internacional”. • Es necesaria también una ecología cultural: “Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado (...) Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original”. • “La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad (...) Los
nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la misma cultura local (...) Hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura”. • Hace falta una ecología de la vida cotidiana: “Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une”. • “Además, nuestra incapacidad para pensar seriamente en las futuras generaciones está ligada a nuestra incapacidad para ampliar los intereses actuales y pensar en quienes quedan excluidos del desarrollo. No imaginemos solamente a los pobres del futuro, basta que recordemos a los pobres de hoy, que tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando. Por eso, «además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional»”. Para el cuidado de la Casa Común que permita la construc-
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Esto implica “volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena
ción de una sociedad más justa y plena desde una ecología integral, se propuso como instrumento un nuevo Pacto Social para el siglo XXI. Necesitamos, como ciudadanos y como pueblo, construir un sentido del ‘nosotros’ compartido con perspectiva de futuro. Trabajar en un Nuevo Pacto Social sustantivo supone diseñar un proyecto compartido de nación y concertarlo entre las principales fuerzas políticas, sociales y con la comunidad. Donde la dignidad de cada persona humana y el Bien Común sean cuestiones que estructuren toda política económica y no apéndices agregados para completar un discurso político sin perspectivas y programas de verdadero desarrollo integral.
de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del cuidado del ambiente”. Para finalizar, quiero recordar que Francisco, al hablarnos del desafío urgente de proteger nuestra Casa Común, dice que “los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”. PASTORAL SOCIAL Av. Rivadavia 1391, CABA Tel: (+54 11) 4383-1107 5168 /4806 www.pastoralsocialbue.org.ar secretaria@pastoralsocialbue. org.ar
ser buenos y honestos. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses, provoca el surgimiento
FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237
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Pbro. Pablo Molero - Responsable de la Comisión para las personas con discapacidad del Arzobispado de Bs. As.
¿La sociedad es “casa Común
” para
las personas con d
iscapacidad?
“Se trata de hacer crecer una mentalidad y un estilo que elimine los prejuicios, las exclusiones y marginaciones, favoreciendo una efectiva fraternidad en el respeto de la diversidad apreciada como un valor”, 11-06-2016 Francisco
El Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si, nos ofrece el término de Casa Común para hablar del mundo como lugar que tenemos que cuidar entre todos. Me pregunto si nuestra sociedad es “Casa” para las personas con discapacidad. Uno experimenta que un lugar, un ambiente o una comunidad son amigables si se siente contenido en él o por ella. Si alguien experimenta que no hay lugar para ella, entonces se siente excluida, echada fuera, no tenida en cuenta, no es parte. Las dificultades de movilidad que experimenta una persona con discapacidad en la ciudad o en una casa, las restricciones
para movilizarse, no son en primer lugar una cuestión de diseño, sino el no tener en cuenta al otro, que él merece un espacio a su medida y no algo que lo oprime, que se le vuelve en contra. La exclusión es, en primer lugar, el no reconocimiento del otro como un igual en quien me encuentro a mí mismo. No pienso en él como un alguien que tiene que ser reconocido, respetado como a mí me gusta que lo hagan conmigo. Para mí sí ciertas cosas, para los otros no necesariamente. Cuando llego a un lugar o a una comunidad que sale a mi encuentro, experimento que soy esperado, querido, deseado, y por eso el espacio, el ambiente,
el corazón están listos para recibirme. La accesibilidad es la afirmación clara que la sociedad está pensada, dispuesta para todos. Es decirle a otro: Te estábamos esperando. Estabas antes de llegar. Es afirmar que vos con tus necesidades soy yo. El otro es hueso de mis huesos, carne de mi carne. La respuesta de Caín a Dios que le ha preguntado sobre su hermano: “¿Acaso soy yo custodio de mi hermano?” Es la expresión de los hombres que no se sienten responsables de sus semejantes, involucrados con su suerte. Expresa el no compromiso para evitar las restricciones a la participación o las barreras que encuentran las personas con discapacidad para transitar por todos los ambientes donde los demás sujetos están y poder ser parte de la casa común que se construye. El mundo y la sociedad son una tarea que Dios quiere construir con los hombres, que no siempre así lo entienden y se apropian de todo porque entienden que lo que no les pertenece lo pierden. Es tarea nuestra que las cosas sean para todos. Es lo que responde Jesús a aquel hombre que le pide que intervenga ante su hermano para que comparta los bienes comunes, la herencia: “¿Quién me ha constituido juez entre ustedes?”. Y le habló acerca de
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la avaricia. Dios quiere que cada uno sea para el otro un lugar donde poder crecer, desarrollarse. Desea que los hombres seamos amigos y sintamos la necesidad del otro como propia, no como un problema del otro. El descuido del otro se concretiza de muchas mane-
ras, siendo la más brutal la muerte en las propias manos, pero hay otras maneras: el olvido, la exclusión, la pobreza, la soledad, la desvalorización, el ocultamiento, la indiferencia, etc. Las diversas vivencias de exclusión que enfrentan tantas personas con discapacidad son expresión de ese no reconocimiento del otro como miembro
de la fraternidad humana, como destinatario de la casa común, como a quien se le han entregado los bienes de este mundo, como un invitado a la construcción de un ambiente donde experimenten que también ellos han sido llamados por su nombre, son hijos del mismo padre, hermanos con un mismo origen, constructores de la Casa Común. El camino de la construcción de la Casa Común donde todos los hombres se experimenten habitantes, dueños, no fuera de la mesa de la vida, es lo que vamos construyendo diariamente en el respeto y reconocimiento que nos ofrecemos. Las relaciones destructoras y excluyentes que aceptamos vivir como algo común hacen de nuestro día un
momento de destrucción, de olvido, de desprecio, de exclusión de los otros hombres, no hay proximidad, amistad. La inclusión de toda persona es la forma de triunfar sobre el pensamiento que permite que exista rechazo entre los hombres, que se derrumben los muros visibles e invisibles que hace que no estemos juntos aunque compartamos los mismos espacios. Toda persona tiene derecho a contar con los recursos que le permitan desarrollarse plenamente desde su particular modo de funcionar, de comunicarse, de trasladarse, de pensar, de captar la realidad, etc. Respetar la dignidad de cada individuo implica que juntos encontremos las respuestas a las necesidades que todos experimentamos para que desde el propio modo de ser todos, participemos activamente en la construcción de este mundo, relacionándonos y transmitiéndonos la vida que hemos recibido desde la bondad de Dios.
Escuelita Categoría 2005 a 2012
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Comisión de Niñez y Adolescencia
50 con
do n a n i m a c años
a r b a s e r los pob
zando la
vida
(5ta entrega)
ra a p s te o rd ce a S e d o ip u q E el d 50 Años la Pastoral de las Villas
“El trabajo que hacen los curas barrios, también enen las villas en Buenos Aires no es trevistamos a Mons. ideológico, es apostólico, y por lo Jorge Ignacio Cuerva, tanto forman parte de una misma sacerdote de la villa la Iglesia. Los Padres Rodolfo Ricciar- Cava de San Isidro y delli, Jorge Vernazza y Carlos Mu- que hoy es obispo, y al gica eran grandes sacerdotes que sacerdote Fabián Belay luchaban por la justicia”. (Francis- de Rosario. En este núco, reportaje de la radio FM Bajo mero queremos compartir las palabras del Flores - 14-03-2014) Durante los últimos 50 años padre Sebastián Sury, la Iglesia ha tenido una presencia quien ha sido uno de ininterrumpida en las villas de la los sacerdotes que más ciudad de Buenos Aires, encarnada años ha formado parte en sacerdotes que han elegido vivir del Equipo de Sacerdosu ministerio junto a los más hu- tes para la Pastoral en mildes. Ellos lo viven como un pri- las Villas. vilegio, y el equipo de curas villeros, en sus distintas Padre Sebastián Sury – Nuestra Señora del Carmen – Villa 15 – Lugano. etapas, fue cambiando de Un modo de vivir el ministerio y expresar la fe nombres, fue cambiando su composición, pero se ha mantenido como algo imCiudad Oculta, la villa 15, forma villas durante el Mundial 78, el por portante y clave para llevar adelante una pastoral de la villas. Los parte del cordón sur de la Ciudad entonces intendente de facto porsacerdotes de las villas saben que de Buenos Aires, donde se encuen- teño, Osvaldo Cacciatore, dispuso necesitan estar juntos y compar- tran la mayoría de las villas de la levantar un muro para rodear la tir, justamente porque viven una Capital Federal, que comienzan en villa 15. Sin embargo también está vida un poco distinta, y necesitan el barrio de Barracas, con la villa la versión que dice que el nombre de alguien que esté en la misma 21-26, y finalizan en Mataderos, surge de la dificultad para ver la realidad para comprenderse, apo- con la Oculta. Originalmente lla- villa desde la Avenida del Trabajo yarse mutuamente y para encon- mada “Barrio General Belgrano”, (hoy avenida Eva Perón), ya que las trar caminos ante cada nuevo de- fue creada en la década del ‘30 primeras casas fueron levantadas safío de la realidad. El equipo ha como un barrio de obreros, por su detrás del muro de una fábrica sido y es una verdadera riqueza de cercanía al Mercado de Hacienda. abandonada. El 2018 fue un año particular reflexión, de acompañamiento, de Pero décadas más tarde comienza a llegar la migración de las provin- para la Oculta, en ella se enconfraternidad. cias del norte argentino, y el barrio traba el famoso Elefante Blanco, En las entregas anteriores fui- se va agrandando y cambiando la era un edificio de doce pisos semi mos haciendo un recorrido por al- fisonomía. Oculta es su nombre, abandonado. Había sido el sueño gunos de los sacerdotes fundadores algunos sostienen que el nombre le de una argentina distinta, el edifiy de aquellos que han vivido parte viene de la decisión de la dictadura cio estaba destinado a ser el hospiimportante de su ministerio en los militar de ocultar y “erradicar” las tal más grande de Latinoamérica,
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con especialidad en tratamiento de tuberculosis, pero luego del golpe militar de 1955, que derrocó al gobierno peronista, acabó incompleto y abandonado. De marzo a octubre se llevó a cabo su demolición manual. Sebastián Sury tiene 57 años y 26 como sacerdote. Ha sido párroco de Nuestra Señora del Carmen en la Villa 15 desde 1999. Esta parroquia y el barrio han sido su hogar por casi 20 años, y está pronto a dejar la villa y el equipo de sacerdotes para las villas. El padre Sebastián estuvo antes en Virgen de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21 de Barracas, durante cuatro años, siendo de los curas villeros actuales quien más años ha sido parte del Equipo. Su inquietud por las villas empezó en el seminario, a mediados de los años ´80 cuando misionaba en Santiago del Estero, donde experimentaba la inquietud del corazón de acercarse al mundo de los pobres: “En aquel momento ni sabía que
A lo largo de las
diferentes etapas el
Equipo de sacerdotes
para las villas intentó ser voz de aquellos que no
la tienen o, mejor dicho,
ayudar a que se escuche la voz de aquellos a
quienes no se escucha.
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existía un equipo de curas de las villas”, nos comenta. “Recuerdo que me llegó a las manos un libro de Carlos Mugica y después, en los últimos años del seminario, hablé con mis formadores para ir como seminarista a trabajar en una villa y fui a Caacupé, en Barracas. Por supuesto que con miedo, con inquietud, era como un desafío. Siempre en nuestra sociedad el imaginario de la villa es el de un lugar inquietante y con bastantes connotaciones malas”. En esos años, cuando aún era seminarista, Sebastián se relaciona con los curas del equipo de sacerdotes para las villas: “Comencé mi experiencia pastoral junto a un sacerdote, Juan Gutiérrez, y fui conociendo a otros miembros del equipo, Ricciardelli, Narcisi, Tomé, Evangelista, Raúl Nan. Así fui, por un lado, conociendo la villa, y por el otro, a los sacerdotes que estaban en las villas. Y las dos experiencias fueron positivas para mí, por lo cual cuando me ordené de diácono pedí seguir quedándome en la villa. Pero mi destino fue San Cayetano de Liniers y recién cuando Juan Gutiérrez dejó el ministerio, el obispo me pidió
que fuera a Caacupé junto con otro sacerdote, Jorge Díaz”. Cuando Sebastián entra al Equipo de sacerdotes recuerda que se hablaba de los históricos, los fundadores: “Ya era otra generación de curas salvo Ricciardelli, pero de aquellos sacerdotes que estuvieron junto a Carlos Mugica: Botan, Vernazza, Ricciardelli, Miguel Valle, Carbone, siempre en encuentros informales salían sus nombres y cosas que habían pasado… Ellos habían hecho un camino de compromiso social y político en la época del Proceso, cuando fueron curas obreros, y luego, con el tiempo, dejaron de trabajar para dedicarse más a la pastoral, porque eso era lo que la gente les pedía. En esa época era todo más chico. Hoy esta villa tiene tres o cuatro veces más habitantes de lo que tenía antes. Era más pueblito, había calles de barro, casas más chicas… Todas las villas crecieron descomunalmente. Esta época se caracteriza mucho por escritos y acciones que realzan el valor de la Fe del Pueblo. Por eso se habla hasta ahora de la Teología del Pueblo, donde la fe de los pobres inspira la pastoral, distinta a la Teología de la Liberación que se inspiraba más en un mo-
delo marxista de lucha de clases y desde ahí miraba la realidad y abordaban la pastoral”, comenta Sebastián. “El acento fue ese. La tarea pastoral era descubrir, valorar, acentuar y enriquecerse con todos los gestos de religiosidad popular, los bailes, las novenas, las distintas devociones. Todo eso se valoraba mucho y se trataba de incorporar a la catequesis y de vivir profundamente. Y el compromiso social estaba ahí y desde ahí salía la fuerza para encarar, ya sea hacer un barrio nuevo o luchar por el agua o la luz”. Sebastián continúa con la charla mientras hace memoria: “Luego hubo una época muy dura donde los curas de las villas estaban muy aislados y marginados del resto de la iglesia, no tenían
El Equipo de curas estuvo inspirado, entre otros, por el padre Tello en la valoración de la piedad popular y la pastoral popular. Tal vez el núcleo central sea el abierto reconocimiento del pueblo como sujeto que evangeliza y lo hace creativamente. En palabras del propio Tello: “La pastoral popular, como primer paso, debe conocer bien cómo es y por qué veredas anda la religiosidad y la evangelización popular, adaptar el mensaje y adaptarse a la cultura popular, y reconocer que el pueblo evangeliza al pueblo, lo que en definitiva depende de la Madre Iglesia… Ella debe preparar los cuadros del mismo pueblo para animar y fortalecer la evangelización activa del pueblo.” Rafael Tello, La Nueva Evangelización, Buenos Aires 2008.
sueldo ni obra social y estaban muy solos en sus barrios. Con la llegada de Bergoglio, cuando era vicario de Quarrachino, él nos empezó a acompañar más y a conseguir que los sacerdotes de las villas tuviéramos el sueldo de la curia, la obra social y que estuviéramos de a dos. Y luego entró al equipo Pepe di Paola que fue muy emblemático, y con él la propuesta, además de valorar la fe popular y las acciones de fe populares, fue pensar en acciones estructurales de la Iglesia, podríamos decir más en la línea de Don Bosco, que hizo muchísimas obras para los pobres, donde los pobres podían crecer, aprender. Hasta
ese momento la corriente fuerte era acompañar la fe popular como una gran masa que había que alimentar y enriquecer y en la que había que estar; a partir de esa nueva etapa se incorporó que la Iglesia hiciera obras, se empezaron a valorar las instituciones que estuvieran insertas en el medio popular y lo enriquecieran. Entonces empezaron a aparecer escuelas, escuelas de oficios, más comedores, jardines… y también grupos de Iglesia. De hombres, de mujeres, de retiros, instituciones para jóvenes, exploradores. Y nace también el Hogar de Cristo para ayudar y contener a los consumidores del paco que estaba haciendo estragos en las villas. Antes había habido una experiencia muy fuerte durante muchos años que se llamaba ‘Galpones’, donde se invitaba a los jóvenes a un encuentro grande toda la noche, y se hablaban temas importantes tendientes a encontrarse con Dios y dejar las drogas; se organizaban peregrinaciones por todo el país,
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con 50, 60 jóvenes. Pero el paco destruyó todo eso, los jóvenes eran más violentos, las peregrinaciones se empezaron a hacer cada vez con menos jóvenes, y eran más difíciles de manejar. Y fue así como todo fue derivando hacia este otro esquema, más en la línea de Don Bosco”. En la nueva etapa del Equipo, que continúa hasta la actualidad, se empezaron a generar más estructuras, donde ahora se habla de la “Triple C”: Capilla, Colegio, Club, donde nacen espacios para que los jóvenes y las familias se encuentren contenidas y se enriquezcan y también se transmita y se viva la fe. Este año que comienza, el padre Sebastián deja su querida parroquia en el barrio para asumir como párroco en el Santuario de Santa Rosa de Lima, en el barrio de Balvanera: “Es otro desafío, estoy en blanco, dispuesto a lo que sea. Es lindo que haya un padre en el barrio, pero también el personalismo extremo y eterno puede volver rígidos muchos procesos. Entonces un cambio es po-
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los demás, y el mismo ambiente y la gente nos lo re alimenta. Ciertamente que en un momento histórico dimos un paso especial en decir donde están los pobres tiene que estar Jesús, y tenemos que ir. Pero somos privilegiados, así lo siento yo, como una gran riqueza”. A lo largo de estos años la gente que habita las villas fue
sitivo. Y lo que queda es la Iglesia, Jesús. Es un equilibrio que hay que buscar. En todos estos años la mayor alegría es el cariño de la gente, porque a muchos los conozco desde chicos, les di la comunión y la parroquia es una referencia, y lo digo humildemente, porque esto le pasa a todo el que está muchos años en cualquier parroquia, pero más en estas parroquias, donde el barrio y la parroquia se confunden. Acá caminamos por el barrio y somos un personaje público, los sacerdotes somos muy valorados, y a su vez, uno puede entregarse muy fácilmente porque está todo muy a la mano. El sacerdocio en las villas ayuda a que la vocación se mantenga fresca, el deseo de servir, de ser para
modelando el corazón sacerdotal de hombres como Sebastián, que viven su ministerio caminado y acompañando la esperanza de nuestro pueblo más humilde, porque son los pobres quienes nos enseñan un modo de vida más humano y, por eso mismo, más cristiano.
Entrevista al Pbro. Horacio Domingo Della Barca Párroco de Santa Lucía Barracas
a t n a s a n u a r a es p
La Fe de mi Pueblo
Jazmin El padre Horacio Della Barca tiene 78 años y hace 34 que es párroco de Santa Lucía Virgen y Mártir, en el barrio de Barracas, sobre la Av. Montes de Oca al 500. El templo dedicado a esta Santa fue erigido en 1889, antes existía una capillita en donde se encontraba la imagen de la Virgen, que es de principio de 1800, y es la que hoy sale en la procesión cada 13 de diciembre cuando cientos de devotos acuden a este Santuario, donde desde muy temprano se abren las puertas del templo para los peregrinos. Considerada la protectora de la vista, se la representa con un plato en la mano donde hay unos ojos para indicar cuál es su patrocinio. Al padre Horacio lo conocen por Titín, “así me decía mi madre” nos cuenta cuando vinimos a conocerlo para conversar con él de cómo se vive la fiesta de Santa Lucía y su experiencia de estar tantos años en esta comunidad. “Fui feligrés de esta parroquia, acá me bautizaron, tomé la primera comunión, me confirmé y aquí celebré mi primera misa”, recuerda “es un santuario de zona sur y mucha gente lo tomaba como su iglesia local, se casaban acá, bautizaban a los chicos”.
De la fiesta propiamente dicha, Titín expresa: “Santa Lucía en esta parroquia tuvo esta característica de ser una fiesta anual y la gente se convocaba sola, todo el mundo venía a Santa Lucía el 13 de diciembre. Había una tradición de participación que se fue perdiendo un poco con el tiempo y el desafío es cómo renovarla
pensando en el presente”. Y en este sentido Titín comenta como en el año 2003 se restauró la imagen que sale anualmente en la procesión: “Se le hizo un vestido nuevo y con el que tenía lo cortamos en pedacitos e hicimos unas estampas con una reliquia del traje de la Santa y para el plato con los ojos, que lo habían robado, le pedimos a la gente de la comunidad que quisiera donar cadenitas o cosas que tuviera hechas en plata, y con lo se juntó de ese metal el artista Juan Carlos Pallarols hizo el plato que tiene ahora la imagen donde los ojos están repujados desde atrás”. La fiesta está muy ligada a las flores, en especial el jazmín del cabo con su aroma tan característico. “Acá siempre fue una cosa muy particular, debía haber jazmineros en flor antes sobre la calle”, piensa en voz alta Titín, “y durante todo el trayecto de la procesión, por donde pasa el carrito que lleva la imagen, la gente va tirando jazmines a los pies de la Santa, desde cerca o incluso a veces desde los balcones. Esa forma de expresión de la fe, ese gesto de devoción, de agradecimiento, recuerdo que existió
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Staff . director . Adrián Pablo Bennardis
siempre. Y así la Santa se llena de flores durante su camino”. Titín nos cuenta de la procesión que sale todos los años a las seis de la tarde, por la Av. Montes de Oca: “Nos dedicamos al santuario, es la fiesta patronal pero el eje es el santuario, hay que atender al peregrino y la comunidad está al servicio de eso… la gente hace cola para tocar el manto de la imagen y parte de los jazmines que traen luego los jóvenes de los grupos los deshojan y en la misa central, que se celebra en la calle después de la procesión, cuando la imagen entra y se la
Un Milagro Nacional El febrero de 1871 tuvo lugar la que fue llamada “Procesión de la sequía”. En esa época habían comenzado en San Telmo y Monserrat las primeras muertes por la fiebre amarilla, por tal motivo se organizó un oficio religioso con procesión para poner fin a la epidemia y aprovecharon la ocasión para implorar por lluvias ya que la sequía hacia meses castigaba al país. Comenzó la procesión bajo un cielo azul y despejado pero al terminar cayó una lluvia torrencial en la parroquia al igual que en el resto del país, que hizo unir en una misma plegaria la petición y la acción de gracias.
pone en andas mirando a la gente desde el campanario se arrojan los pétalos de jazmines y el sol del atardecer ilumina todo de una manera muy particular, es muy lindo. Y este año incluso con la lluvia que hubo vino mucha gente, acá en Barracas Santa Lucía está ligada al agua, no es directo pero siempre llueve desde que estoy yo, cuando no llueve en la procesión, llueve antes, y este año hubo una tormenta terrible, yo creo que el devoto sabe que está ligada a la lluvia, es parte de la devoción. Siempre llueve”. Para Titín Santa Lucía “es modelo y una firme intersección para el pueblo peregrino. Pedirle a la santa la
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fortaleza que ella tuvo, en su martirio. La fortaleza y la esperanza. Y así como en cada casa celebran la Navidad con sus gestos y costumbres, propios de cada familia, donde no solo se recuerda la Navidad sino que se revive, al modo celebratorio de cada hogar, aquí Santa Lucía se hace presente en el modo en que la celebramos: la procesión, la lluvia, los jazmines que son los gestos propios de esta fiesta y eso no debe perderse…”
. secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Cynthia López Gustavo García Olga Ovejero Dalma Villalba Virginia Oliveira Marisa Echarte . agradecemos la colaboración de . Gustavo Carrara Fabián Báez Pablo Molero Sebastián Sury Carlos Accaputo Horacio Domingo Della Barca Martín Navarro Víctor Resquin Jessica Bazan María Eugenia Acevedo Lucas Pedro Alejandro Vignale . propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.
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décima entrega - revista
La
Patriaal
hombro
Iglesia y emergencia Discurso del Santo Padre Francisco A UNA DELEGACIÓN DE LA COMISIÓN INTERNACIONAL CONTRA LA PENA DE MUERTE 17 de diciembre de 2018
Ilustres señores y señoras: Los saludo a todos cordialmente y deseo expresarles mi agradecimiento personal por el trabajo que la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte realiza a favor de la abolición universal de esta cruel forma de castigo. Agradezco también el compromiso que cada
uno de ustedes ha tenido con esta causa en sus respectivos países. He dirigido una carta a quien fuera vuestro Presidente el 20 de marzo de 2015 y he expresado el compromiso de la Iglesia con la causa de la abolición en mi discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, el 24 de septiembre de 2015. He compartido algunas ideas sobre este tema en mi carta a la Asociación Internacional de Derecho Penal y a la Asociación Latinoamericana de Derecho
Penal y Criminología, del 30 de mayo de 2014. He profundizado en ellas en mi alocución ante las cinco grandes asociaciones mundiales dedicadas al estudio del derecho penal, la criminología, la victimología y las cuestiones penitenciarias, del 23 de octubre de 2014. La certeza de que cada vida es sagrada y que la dignidad humana debe ser custodiada sin excepciones, me ha llevado, desde el principio de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles por la abolición universal de la pena de muerte. Ello se ha visto reflejado recientemente en la nueva redacción del n. 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica, que expresa ahora el progreso de la doctrina de los últimos Pontífices así como también el cambio en la conciencia del pueblo cristiano, que rechaza una pena que lesiona gravemente la dignidad humana (cfr. Discurso con motivo del XXV aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica, 11 de octubre de 2017). Una
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pena contraria al Evangelio porque implica suprimir una vida que es siempre sagrada a los ojos del Creador y de la cual solo Dios es verdadero juez y garante (cfr. Carta al Presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, 20 de marzo de 2015). En siglos pasados, cuando se carecía de los instrumentos de que hoy disponemos para la tutela de la sociedad y aún no se había alcanzado el grado actual de desarrollo de los derechos humanos, el recurso a la pena de muerte se presentaba en algunas ocasiones como una consecuencia lógica y justa. Incluso en el Estado Pontificio se ha recurrido a esta forma inhumana de castigo, ignorando la primacía de la misericordia sobre la justicia.
Es por ello que la nueva redacción del Catecismo implica asumir también nuestra responsabilidad sobre el pasado y reconocer que la aceptación de esa forma de castigo fue consecuencia de una mentalidad de la época, más legalista que cristiana, que sacralizó el valor de leyes carentes de humanidad y misericordia. La Iglesia no podía permanecer en una posición neutral frente a las exigencias actuales de reafirmación de la dignidad personal. La reforma del texto del Catecismo en el punto dedicado a la pena de muerte no implica contradicción alguna con la enseñanza del pasado, pues la Iglesia siempre ha defendido la dignidad de la vida humana. Sin embargo, el desarrollo armónico de la doctrina impone la necesidad de reflejar en el Catecismo que, sin perjuicio de la gravedad del delito cometido, la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es siempre inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona. Del mismo modo, el Magisterio de la Iglesia entiende que las penas perpetuas, que quitan la posibilidad de una redención moral y existencial, a favor del condenado y en el de la comunidad, son una forma de pena de muerte encubierta (cfr. Discurso ante una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal, 23 de octubre de 2014). Dios es un Padre que siempre espera el regreso del hijo que, sabiendo que se ha equivocado, pide perdón e inicia una nueva vida. A nadie, entonces,
puede quitársele la vida ni la esperanza de su redención y reconciliación con la comunidad. Así como ha ocurrido en el seno de la Iglesia, es necesario que en el concierto de las naciones se asuma un compromiso semejante. El derecho soberano de todos los países a definir su ordenamiento jurídico no puede ser ejercido en contradicción con las obligaciones que les corresponden en virtud del derecho internacional ni puede representar un obstáculo al reconocimiento universal de la dignidad humana. Las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre moratoria del uso de la pena de muerte, que tienen por fin suspender la aplicación de la pena capital en los países miembros, son un camino que es necesario transitar sin que ello implique cejar en la iniciativa de la abolición universal. En esta ocasión, desearía invitar a todos los Estados que no han abolido la pena de muerte pero que no la aplican, a que continúen cumpliendo con este compromiso internacional y que la moratoria no se aplique solo a la ejecución de la pena sino también a la imposición de las sentencias a muerte. La moratoria no puede ser vivida por el condenado como una mera prolongación de la espera de su ejecución. A los Estados que continúan aplicando la pena de muerte, les ruego que adopten una moratoria con miras a la abolición de esta forma cruel de castigo. Comprendo que para llegar a
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“Quiero volver a llamar la atención sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, que son un fenómeno lamentablemente recurrente en países con o sin pena de muerte legal. Se trata de homicidios deliberados cometidos por agentes estatales, que a menudo se los hace pasar como resultado de enfrentamientos con presuntos delincuentes o son presentados como consecuencias no deseadas del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza para proteger a los ciudadanos”. la abolición, que es el objetivo de esta causa, en ciertos contextos puede ser necesario atravesar por complejos procesos políticos. La suspensión de las ejecuciones y la reducción de los delitos conminados con la pena capital, así como la prohibición de esta forma de castigo para menores, embarazadas o personas con discapacidad mental o intelectual, son objetivos mínimos con los que los líderes de todo el mundo deben comprometerse. Como he hecho en ocasiones anteriores, quiero volver a llamar la atención sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, que son un fenómeno lamentablemente recurrente en países con o sin pena de muerte legal. Se trata de homicidios deliberados cometidos por agentes estatales, que a menudo se los hace pasar como resultado de enfrentamientos con presuntos delincuentes o son presentados como consecuencias no deseadas del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza para proteger a los ciudadanos. El amor a sí mismo constituye un principio fundamental de la moralidad. Es, por tanto, legítimo hacer respetar el propio derecho a la vida, incluso cuando
a todo ser conservar su existencia todo cuanto pueda. Sin embargo, un acto que proviene de buena intención puede convertirse en ilícito si no es proporcionado al fin. Por consiguiente, si uno, para defender su propia vida, usa de ma-
para ello sea necesario asestar al agresor un golpe mortal (cfr. CEC, n. 2264). La legítima defensa no es un derecho sino un deber para el que es responsable de la vida de otro (cfr. ibid., n. 2265). La defensa del bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar perjuicio. Por este motivo, los que tienen autoridad legítima deben rechazar toda agresión, incluso con el uso de las armas, siempre que ello sea necesario para la conservación de la propia vida o la de las personas a su cuidado. Como consecuencia, todo uso de fuerza letal que no sea estrictamente necesario para este fin solo puede ser reputado como una ejecución ilegal, un crimen de estado. Toda acción defensiva, para ser legítima, debe ser necesaria y mesurada. Como enseñaba Santo Tomás de Aquino, «tal acto, en lo que se refiere a la conservación de la propia vida, nada tiene de ilícito, puesto que es natural
yor violencia que la precisa, este acto será ilícito. Pero si rechaza la agresión moderadamente, será lícita la defensa, pues, con arreglo al derecho, es lícito repeler la fuerza con la fuerza, moderando la defensa según las necesidades de la seguridad amenazada» (Summa theologiae, 2-2, q. 64, a. 7). Por último, quiero compartirles una reflexión que se vincula al trabajo que
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ustedes realizan, a su lucha por una justicia realmente humana. Las reflexiones en el campo jurídico y de la filosofía del derecho se han ocupado tradicionalmente de quienes lesionan o interfieren en los derechos de los demás. Menor atención ha suscitado la omisión de ayudar a otros cuando podemos hacerlo. Es una reflexión que ya no puede esperar más.
bién sea madre. Los gestos de cuidado mutuo, propios del amor que es también civil y político, se manifiestan en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor (cfr. Carta Enc. Laudato si’, n. 231). El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de la caridad, que no solo afecta a las relaciones entre los individuos, sino a «las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económiLos principios tradicionales de la cas y políticas» (Benedicto XVI, Carta justicia, caracterizados por la idea del Enc. Caritas in veritate, 29 de junio de respeto a los derechos individuales y 2009, 2: AAS 101 [2009], 642). su protección de toda interferencia en ellos por parte de los demás, deben El amor social es la clave de un aucomplementarse con una ética del cui- téntico desarrollo: «Para plasmar una dado. En el campo de la justicia penal, sociedad más humana, más digna de la ello implica una mayor comprensión de las causas de las conductas, de su contexto social, de la situación de vulnerabilidad de los infractores a la ley y del padecimiento de las víctimas. Este modo de razonar, inspirado por la misericordia divina, nos debe llevar a contemplar cada caso concreto en su especificidad, y no a manejarnos con números abstractos de víctimas y victimarios. De este modo, es posible abordar los problemas éticos y morales que se derivan de la conflictividad y de la injusticia social, comprender el sufrimiento de las personas concretas involucradas y llegar a otro tipo de soluciones que no profundicen esos padecimientos. Podríamos decirlo con esta imagen: necesitamos una justicia que además de padre tam-
persona, es necesario revalorizar el amor en la vida social –a nivel político, zeconómico, cultural–, haciéndolo la norma constante y suprema de la acción» (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 582). En este marco, el amor social nos mueve a pensar en grandes estrategias que alienten una cultura del cuidado en los distintos ámbitos de la vida en común. El trabajo que ustedes hacen es parte de ese esfuerzo al que estamos llamados. Queridos amigos, les doy nuevamente las gracias por este encuentro, y les aseguro que seguiré trabajando junto a ustedes por la abolición de la pena de muerte. A esto se ha comprometido la Iglesia y deseo que la Santa Sede colabore con la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte en la construcción de los consensos necesarios para la erradicación de la pena capital y de toda forma de castigo cruel. Es una causa a la que están llamados todos los hombres y mujeres de buena voluntad y un deber para quienes compartimos la vocación cristiana del Bautismo. Todos, en cualquier caso, necesitamos de la ayuda de Dios, que es fuente de toda razón y justicia. Invoco, por lo tanto, para cada uno de vosotros, con la intercesión de la Virgen Madre, la luz y la fuerza del Espíritu Santo. Los bendigo de corazón y, por favor, les pido que recen por mí. Francisco