Comunicarnos Nº 174 SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2019

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Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

REVISTA BIMESTRAL - AÑO 19 - Nº 174 - SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2019 - COSTO $60

a d i v a l r i r b descu

o d n a JUg

dDeEC IM SUPLO PRI ME RA EM

EN EL CL ENTO UB D DEPO T REGA R E MI BARRTIVO IO

Foto: Paula Conti - Festejo del Día del Niño - Barrio Ramón Carrillo - Villa Soldati



Editorial

Sumario .1.

Liderazgos positivos: Amar y servir.

.2.

Infancias y derecho al juego.

.4.

Cuando la parroquia se hace espacio de juego para los chicos y chicas.

.8.

Veo Veo, ¿qué ves?... a nuestra infancia.

. 10 .

Pensar la infancia desde el Hogar de Cristo.

12 .

La ternura es el lenguaje de Dios.

Liderazgos positivos::

Amar y servir

Esta revista contiene variadas y valiosas notas sobre distintos espacios sanos y dichosos, donde se acompaña a niños y a niñas, donde se fortalece a las familias, donde la parroquia es una familia grande para el barrio. En estos espacios de salvación comunitaria, se da entre los chicos y las chicas eso tan lindo de descubrir la vida jugando… Ahora bien, quisiera especialmente destacar a los adolescentes y jóvenes de los barrios que animan muchos de estos espacios. Ellos no son el futuro, son el ahora de Dios –como dice el Papa Francisco-. Ellos

. 15 .

Centro Madre Teresa, abarcar todas las realidades de nuestras infancias.

. 19 .

La sonrisa de un niño nos invita a caminar.

. 21 .

Juntarnos: siempre es el tiempo

. 23 .

Barrio de pescadores.

. 25 .

50 años caminando con los pobres abrazando la vida.

Esta edición va acompañada de la DECIMOPRIMERA entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO.

son líderes positivos, que van madurando porque se confía en ellos y se les van delegando responsabilidades de cuidado de los más pequeños. Se les propone así el camino del amor y del servicio como un modo concreto de hacer historia. Es así que los más chicos se identifican y quieren ser como sus referentes. Y si somos amigos del tiempo y alentamos pacientemente este proceso, tendremos la gracia de verlos dirigentes. Este trabajo pastoral busca ir formando y aportando liderazgos

positivos desde nuestros barrios para nuestra patria. Líderes populares que tengan la capacidad de incorporar a todos, privilegiando a los niños y a las niñas. ¡Qué lindo es ver a los nenes y nenas -con su pañuelo que representa el manto de la Virgen- en movimiento por el barrio! Donde había barreras invisibles se van tendiendo puentes entre los distintos sectores de los barrios. Es así que van con alegría a sus sedes para encontrarse, jugar, aprender, compartir, e ir creciendo en comunidad. Pero no menos gratificante es ver a los adolescentes y jóvenes que llegan antes y los reciben con cariño y dedicación. Esta es una escuela de vida en los barrios, que tiene en su corazón las palabras de Jesús: “Hay más alegría en dar que en recibir”(Hch. 20, 35). Y a nosotros como adultos, el testimonio de los

adolescentes y jóvenes comprometidos, nos desafía a redescubrir que: “las alegrías más intensas de la vida brotan cuando se puede provocar la felicidad de los demás, en un anticipo del cielo” (AL 129) Mons. Gustavo Carrara Obispo Auxiliar de Buenos Aires.

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Ianina Tuñon Investigadora responsable de los estudios del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia (ODSA-UCA).

s a i c n a f In y derecho al juego

Una aproximación a nuestra realidad urbana

La Convención sobre los Derechos del Niño, en el artículo 31, establece que “los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. Asimismo, se señala que “los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”. La Ley de Educación Nacional (26.206), en el artículo 27, inciso k, establece como objetivo para la educación primaria la necesidad de promover “el juego como actividad necesaria para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social”. La promoción del juego también está presente en la Ley de Protección Integral de los

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Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Ley 26.061), en el artículo 20, Derecho al deporte y juego recreativo, donde se establece: “Los Organismos del Estado con la activa participación de la sociedad, deben establecer programas que garanticen el derecho de todas las niñas, niños y adolescentes a la recreación, esparcimiento, juegos recreativos y deportes, debiendo asegurar programas específicos para aquellos con capacidades especiales”. En toda esta normativa vigente en el país, se reconoce el amplio consenso que existe en la comunidad científica sobre el impacto que tiene el juego en el desarrollo humano de los niños/ as. Efectivamente, durante el juego, los chicos/as realizan diversas

actividades de exploración en las que despliegan sus aptitudes físicas, emocionales, cognitivas y sociales. Existe consenso en torno a que el juego invita a poner en práctica la invención, la creatividad, la imaginación; a asumir desafíos motrices y a desarrollar habilidades sociales esenciales en la relación con los otros pares. A medida que los chicos/as crecen, el desarrollo de las destrezas sociales a través del juego adquiere un rol protagónico: el juego permite reconocerse a uno mismo, pero también reconocerse en relación con los otros con quienes se coproduce la actividad. Así es que se establecen reglas de juego, se asumen diferentes roles, y se aprende a esperar, compartir, y colaborar. En el marco de este amplio reconocimiento del derecho al juego en la infancia y su importancia como forma de desarrollar capacidades físicas, emocio-


nales, cognitivas y sociales, nos preguntamos sobre el estado de situación de las infancias en el ejercicio de este derecho en la Argentina urbana. A partir de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) del tercer trimestre de 2018, se

visitan. Ello le ocurre al 31% de los chicos/as entre 5 y 12 años más pobres y al 12,5% de los más ricos. Es decir, que entre los primeros existe más del doble de probabilidad de no tener amigos y en la adolescencia dicha disparidad se duplica respecto de los niños/as más pequeños. El juego al aire libre en la Existe consenso en torno a calle, en la vereda, sigue sienque el juego invita a poner do un espacio privilegiado de en práctica la invención, la las infancias más vulnerables. creatividad, la imaginación; En efecto, el 48% de los niños/ a asumir desafíos motrices as entre 5 y 12 años más pobres juega en el espacio público freny a desarrollar habilidades te a 15% en los niños/as más risociales esenciales en la cos, es decir que los primeros relación con los otros pares. tienen el triple de probabilidad de jugar en la calle, vereestima que una amplía mayo- da, y otros espacios públicos de ría de niños/as y adolescentes los barrios. no realizan actividad física ni Por último, es muy impordeportes extra-escolares y las tante advertir que el juego y las desigualdades sociales son signi- actividades físicas en la medida ficativas. En efecto, los chicos/as que son más intensas tienen entre 5 y 12 años en el estrato consecuencias positivas en la samuy bajo tienen el doble de pro- lud del niño/a. De modo crecienbabilidad de no hacer estas acti- te ciertas infancias se vuelcan a vidades que pares en el estrato juegos que son poco o nada actimedio alto (74,7% y 39,7%, res- vos como los que se desarrollan pectivamente). La situación es con computadoras, celulares y muy similar en los adolescentes. cónsolas. Según la EDSA, 2018, alLa situación es mucho más rededor de un 17,4% de los niños/ generalizada cuando se trata as entre 5 y 12 años más pobres de actividades artísticas o cul- nunca realiza juegos activos y turales. La gran mayoría de los 15% de los niños/as más ricos. chicos/as no hacen estas activi- Esta sin dudas es la situación dades lúdicas y formativas fuera más extrema y en la que las desdel espacio escolar. igualdades son menores porque También se advierte que una se trata de un fenómeno más exparte de las infancias no suele tendido y atraviesa a las diferenvisitar amigos ni sus amigos los tes infancias y adolescencias en

el país urbano. Las actividades formativas en el campo del deporte y las artes, en espacios extra-escolares, tal como se ha expuesto son desarrolladas por minorías y registran importantes disparidades sociales. Esto es relevante de registrar porque la gran mayoría de los niños/ as en el país asiste a escuelas de simple jornada y en el resto del día no tienen oportunidad de continuar formandose en estas áreas donde el juego es una herramienta muy importante. La calle, la vereda, el espacio público sigue siendo un espacio privilegiado de juego de los sectores sociales más vulnerables, pero no de todos, lo cual nos advierte sobre un espacio público cada vez más segmentado y en el que ya no interactúan niños/as de diferentes sectores sociales. Las desigualdades sociales son evidentes, sin embargo la situación de déficit en el ejercicio del derecho al juego en el espacio del deporte y las artes, condiciona el desarrollo de la creatividad, la expresión, los valores transmitidos en la cultura es muy extendido y afecta a diversas infancias y adolescencias, lo cual interpela al conjunto de la sociedad. Se entiende que el ejercicio de este derecho se encuentra propiciado y condicionado por los espacios temporales e institucionales que organizan y regulan los procesos de socialización de las diferentes infancias. Si bien las ofertas de formación no formal en el campo del arte, el deporte y la cultura también están sujetas al mercado e iniciativas comunitarias, los Estados tienen responsabilidad superior en la construcción de estructuras de oportunidades más extendidas, integrales y de calidad.

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Cuan

o i c a p s e e c a h e s a i u q o r r a p a l do chicas

de

y s o c i h c s o l juego para

Para que los derechos se hagan realidad, y superen la mera enunciación, tienen que encarnarse. Fieles al mensaje de Jesús, muchísimas de nuestras parroquias de Buenos Aires realizan un trabajo silencioso y permanente de generar espacios creativos y recreativos, espacios de juego para los niños y niñas de nuestra ciudad. En estos “patios”, como diría San Juan Bosco, el derecho al juego, al esparcimiento, al deporte son más que palabras, son realidades encarnadas. Y tal vez, el elemento que los hace más atractivo, es que estos “espacios de salvación comunitaria” como diría el Papa Francisco, están a cargo de jóvenes, que se comprometen y entregan su alegría, su vida. En esta nota, nos acercamos a sólo tres de las muchas experiencias parroquiales.

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En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: “¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?” Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: “Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Mateo 18:1-5

Parroquia Espíritu Santo – Infancia Misionera Promover el espíritu misionero en los niños En el barrio de Villa Urquiza desde hace 12 años está presente la IAM (Infancia y Adolescencia Misionera) con mucha potencia en la parroquia Espíritu San-

to. Las edades de los niños van desde los siete años hasta los catorce, y si bien siempre hubo una presencia de chicos y chicas mucho mayor del colegio parroquial se empezó a abrir a la comunidad, y fue mutando y creciendo con los años. Matías, empezó con 16 años en el 2012 como animador y hoy está coordinando a los animadores que son adolescentes de 4to y 5to año. “Siempre lo que se trata es de relevar los contenidos que Obras Misionales Pontificias saca para trabajar, manuales, temarios, los mensajes del Papa y acercarlos a la realidad de los chicos y chicas, porque a veces vemos como que van por caminos distintos. Este año el trabajo es sobre ser misionero, aprender a ser discípulo, y a través de esos contenidos nodales ver como lo bajamos a la cotidianeidad de los chicos y chicas. Para nosotros todo niño o niña tiene una necesidad, el tema es ver cual, quizás por el barrio villa Urquiza, clase media la necesidad pasa por una presencia, una presencia que te diga ‘che esto no se hace, che se com-


parte’, porque vemos por parte de las familias que cuesta que se involucren y se interesen en lo que están haciendo lo chicos en la IAM. Siempre hay un mes de la Infancia y Adolescencia Misionera IAM y se trabaja Qué somos acá dentro y Qué somos para el mundo, y a los chicos les vuela la cabeza ver que en países lejanos como Japón hay IAM, y se dan cuenta que son parte de algo mucho más grande aunque en lo cotidiano es como lo contrario porque tiene que ver con acciones y gestos muy cercanos y posibles. Y desde hace dos años que estoy en la coordinación veo también el laburo profundo de preparar a las y los adolescentes para que puedan misionar con los chicos y chicas, donde se genera un vínculo íntimo muy lindo que hace que se puedan relacionar de otra manera. Y en

esa misión se reencuentran ellos cuando fueron chicos y parte de la IAM desde otro lugar. Algunos vienen a Infancia desde sus inicios hace 12 años. Tenemos un cronograma armado bastante fijo. Llegan a las 15hs, la primer media hora es esparcimiento y juego general entre todos. Ahí juegan todos con todos. Después es el bloque de juegos ya por edades, luego se merienda y por último se hace una reflexión y dinámica, la idea es para todos

los mismo y después se baja acorde a cada edad y se termina con la Misa de niños, donde también se buscan herramientas diferentes, por ahí la homilía es una representación. Son espacios sanos y a mí me interesa trabajar los espacios de pertenencia, tanto para los chicos como para los animadores, hay un sentido de pertenencia construido que hay que abonar constantemente y que no hay que perder de vista que el objetivo son ellos. La pertenencia va de la mano de la inclusión, chicos y chicas con alguna discapacidad, o algún síndrome, y juntos vamos aprendiendo a caminar. Estamos muy contentos con la posibilidad de seguir laburando y es un orgullo enorme como fue creciendo y que los pibes y pibas vengan cada sábado con ganas y que las familias sigan apostando a nosotros también es confianza.

Santuario Jesús Sacramentado – Grupo Jesa Niños Un grupo joven que va creciendo Ubicado sobre la Avenida Corrientes, entre las calles Pringles y Yatay, se encuentra el Santuario de Jesús Sacramentado, en el barrio de Almagro, donde todos los sábados se reúne el Grupo Jesa Niños para jugar, tener catequesis y sobre todo pasar una tarde divertida jugando con otros. Conocimos allí a dos de los coordinadores de la actividad Pilar y Agustín que nos cuentan un poco la propuesta: “Los chicos y chicas van llegando sobre las 15hs y nos vamos encontrando en el enorme patio del colegio Casa de Jesús”, expresa Pilar, “comenzamos con unos quince minutos de danzas todos juntos

y luego de ello rezamos nuestra propia oración donde le pedimos a los santos representantes de cada grupo por el Jesa Niños. Del grupo de los más chiquitos es Santa Teresita del niño Jesús, Santa Teresa de los chicos y chicas de 8 y 9 años y San Francisco Javier para los más grandes, los de 10 a 12 años. Después divididos por edades tenemos un rato de juegos adaptados a cada edad, donde cada grupo está con sus animadores, se hace una catequesis cortita de unos 20 minutos, luego la merienda y finalizamos todos juntos con la Misa de ni-

ños”, nos cuenta Pilar mientras vamos al Oratorio para encontramos con Agustín. “La catequesis donde se preparan para tomar la comunión es en la semana, acá vienen a jugar, a divertirse, a pasar la tarde y también les damos una mini catequesis”. Agustín tiene 27 años y está desde el 2013 cuando recién

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arrancaba. “empecé viniendo a jugar a la pelota y terminé como animador”, Pilar llegó con 16 años un año después que Agustín. “Cada sábado vienen entre 40 y 50 chicos y chicas del barrio, muchos vienen de los colegios Casa de Jesús y del Benito Nazar, pero desde el 2016 hubo una buena movida de promoción de parte de los animadores y fuimos a todos los colegios cercanos y vinieron muchos chicos de colegios públicos. Desde ese año nos conectamos con otras realidades, y lo bueno es que se sostiene en el tiempo”, comenta Pilar. “Y si bien es un barrio tranquilo, de muchos edificios”, expresa Agustín “también hay mucha inmigración, hay muchas casas tomadas, y en estos

últimos años muchos chicos de Venezuela vienen al grupo, que se integran bárbaro y se hacen amigos. Para el festejo del Día del Niño que es abierto a toda la comunidad vienen más de 150 chicos y chicas”. Juan Cruz, el cura que vino a la parroquia en el 2017, se sumó en la coordinación del Jesa Niños,

lo acompaña y se involucra con los chicos. “Y sumar a los padres también es algo con lo que estamos empezando” comenta Pilar. Pilar y Agustín, con alegría sostienen “Haciendo memoria en cómo empezamos con cuatro o cinco animadores en un patio muy pequeño del colegio y casi sin estructura y ver lo que somos hoy y el grupo sólido que fuimos construyendo entre todos, con buen clima y donde todos venimos y tenemos ganas de estar nos motiva a seguir en este camino de crecimiento.”

Santuario San Pantaleón - Movimiento Infantil San Pantaleón – MISP La casa común de los chicos de Mataderos El Santuario San Pantaleón, patrono de la Salud, se sitúa en el barrio de Mataderos, en el oeste de la ciudad, desde hace más de 50 años. Allí todos los niños y niñas que participan del Movimiento Infantil se encuentran todos los sábados por la mañana, desayunan y tienen catequesis, y después a media mañana participan de los diferentes talleres que son parte del Movimiento: panadería, ma-

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nualidades, huerta y deporte. El sábado que nos acercamos al Santuario pudimos conocer a varios de los jóvenes colaboradores y las catequistas que cada semana comparten con los chicos. Matías, Juan, Alex, Ezequiel, los melli están con los varones en deporte, donde juegan principalmente fútbol pero el básquet también está presente. Jeny, Jesica, Angélica, Pilar están en la catequesis y con los otros talleres. “En el taller de deportes hace-


mos que los chicos se diviertan un rato jugando pero sin olvidar los valores de la Iglesia” comparte Alex que hoy tiene 17 años y venía al Movimiento de chiquito. “Me gusta que los chicos se diviertan y mientras a través del juego enseñarles lo que es el valor del compañerismo”, dice Juan

que hace poquito que viene a la parroquia Mayra, secretaria del Movimiento Infantil y quien recibe a las familias que se acercan, nos trajo un mate cocido y algo para compartir mientras comenta que “en total hay unos 70 chicos y chicas, en catequesis se dividen en cuatro grupos: los más chiquitos hacen precatequesis, primer año de comunión, segundo año de comunión y finalmente el grupo más grande que es de confirmación. Vienen hasta los 12 años y después pueden seguir viniendo como colaboradores y así tenemos el semillero. Mayra escucha a las familias “a veces se acercan los papás pero en algunos casos son las abuelas las que se hacen cargo de que los chicos vengan, porque los padres no están por diferentes motivos, por trabajo o haciendo las cosas de la casa, o por situaciones du-

ras, por situaciones de consumo o estar en la cárcel. Acá los escuchamos y saben que las puertas están abiertas y que los chicos y chicas la pasan bien.

En el MISP (Movimiento Infantil de San Pantaleón), que tiene más de 20 años también se organiza un campamento como cierre del año para que los chicos y chicas puedan salir del Santuario y del barrio que a veces es duro, y que puedan jugar y aprender a cuidar la naturaleza. Jesica y Jeny, de 26 y 24 años son dos de las catequistas y vienen desde que son pequeñas, Jesica desde los 11 y Jeny desde los 9 años. Angélica de 49, ha sido catequista toda la vida y está desde hace tres años con los nenes de confirmación. Pilar tiene 14 años y es colaboradora. “Iba a otra iglesia pero con la muerte de mis abuelos dejé de ir, y cuando cumplí los 14 quería terminar la comunión y como mis abuelos eran devotos de San Pantaleón yo decidí venir acá, no vivo cerca pero vale la pena venir cada sábado”.

Respecto a los talleres Jeny comenta “están como enmarcados, son parte del Movimiento Infantil, los chicos y chicas ya saben que vienen a catequesis pero también hacen los talleres” y Jesica agrega “y en los talleres siguen aprendiendo, aprenden valores”. “Y hace poco tuvimos el taller de murga para la procesión que se hizo en las fiestas del Santuario”, comparte Angélica, teníamos que convocar a los chicos en las vacaciones de invierno porque San Pantaleón cae justo en esa fecha. Todos participamos del taller de murga, el que no quería bailar estaba en la percusión, estaban los que hicieron las letras, los que hicieron los trajes. Le dimos como una vuelta y se engancharon un montón. La idea era convocarlos, y convocando a los chicos convocas a la familia. Matías agrega “lo lindo del Movimiento es que uno como colaborador ve al que está en precatequesis, que toma la comunión, que va creciendo y hace amigos, que toma la confirmación y después los tenés como compañeros colaboradores como vos, y el día de mañana habrá otros que van tomando la posta y el movimiento sigue”.

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Lic. Florencia Tejerina - Psicóloga, docente Nivel Inicial / Dra. María Lourdes Molina - Psicóloga. Equipo de Nuestras Manos Asociación Civil. .

. . . ? s e v é u q ¿ , eo

VEo V A NUESTRA INFANCIA período del desarrollo que transitamos los seres humanos y como tal fundacional y estructurante. Por ello, es que las bases del desarrollo se asientan en los recursos que podamos brindarles y acompañar a nuestros niños y niñas. Se hace referencia a la niñez, según marcos legales, al período comprendido desde el nacimiento hasta los 18 años (Conven-

En este apartado queremos introducir algunas herramientas en torno al juego y la crianza de niños y niñas. Como tal, tendremos primero que definir la etapa evolutiva conocida como infancia. La infancia es el primer

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ción de los Derechos del Niño), pero en realidad, tenemos que distinguir la infancia de la adolescencia, la cual se inicia -variando según las culturas- a partir de la pubertad, que no tiene una edad específica sino a raíz

de las modificaciones hormonales y el impacto en el cuerpo y en sus emociones (entre los 11 y 13 años). Desde esta perspectiva la adolescencia es el período de transición a la adultez. Un niño o una niña se diferencian de un adulto en la constitución del aparato psíquico que se realiza siguiendo el orden de maduración del cuerpo. A su vez un niño/a es un ser que necesita desarrollarse biopsicosocialmente en un ambiente estimulante para que despliegue sus potencialidades. La presencia de un otro u otros que lo reconozcan y nombren es lo que los estructura y sienta las bases para su desarrollo. Todos los seres humanos necesitamos de un otro que nos mire para espejarnos, identificarnos y conformarnos subjetivamente. ¿Cuáles son las necesidades prioritarias en función de las edades que transitan las y los niños? ¿Estas necesidades varían según el contexto en el cual crecen? Qué necesitan para crecer en plenitud? ¿Cuánto inciden las carencias materiales y las emocionales en el desarrollo de un niño/a? Como equipo terapeútico, Nuestras Manos, ha ido adaptando ciertas herramientas y modelos de acompañamiento, generando algunas intervenciónes terapéuticas que brinden algo de alivio al sufrimiento. De allí que integramos al juego y al arte, como recursos privilegiados para que las personas nos


expresemos, prioritariamente en las infancias. Un lugar de encuentro para construir algo diferente. Un espacio desde donde abordar las necesidades de los niños y se prioricen las mismas, integrando a sus vinculos sígnificativos -convivientes o no-. Generar espacios donde la niñez sea la protagonista y por otra parte, ámbito privilegiado para acompañar sus vínculos y transformarlos. A menudo, algunos niños crecen en un contexto de violencias social y/o familiares, consumo de sustancias, vulnerabilidades en un marco de pobreza, a la vez que también ricas experiencias de solidaridad y espacios de encuentro entre pares y con referentes adultos de cuidado. La realidad de los barrios populares en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos interpela a los equipos que hemos tenido el privilegio de caminar con algunos de estos “espacios de encuentro” que se dan en algunas parroquias, escuelas y clubes de barrios populares y dispositivos

del Hogar de Cristo. Y estos equipos / espacios se ven desafiados en su creatividad y flexibilidad frente a muchos niños y niñas que padecen situaciones de carencias y violencias de distinta índole. La transmisión de esas herramientas a referentes comunitarios y líderes es clave a la hora de una transformación social y generar espacios de sanidad y encuentros en nuestros barrios. La psicología comunitaria, junto a otras ciencias y conocimientos aporta a desnaturalizar lo disruptivo desde la compartida de juegos y pautas de crianza entre personas de distintas edades y espacios. El juego es una herramienta vinculante, socializadora que permite incorporar alternativas de elaboración, crear espacios vinculantes nuevos y facilitar el desarrollo cognitivo entre otras cuestiones. Y sobre ello nos detendremos en algunos

números hasta fin de este año: sobre las necesidades de la infancia y la crianza, sobre el juego y para qué sirve en un dispositivo pedagógico y terapéutico, el juego como recurso de afrontamiento a situaciones traumáticas, el juego en las familias.

Nuestras Manos Asociación Civil www.nuestrasmanos.org.ar nuestras manos@gmail.com

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Lucía Pardo Familia Grande del Hogar de Cristo

Pensar la infancia

desde el

Hogar de Cristo

“Al principio todo era caos” cuenta el padre Charly en una de sus charlas en las que recuerda un incendio en el barrio, donde gracias a Dios no hubo que lamentar víctimas. “Serían las 2 o 3 de la mañana cuando me llamaron. Recuerdo que una vez apagado el fuego, el perito de los bomberos me invitó a pasar a la zona de la catástrofe. Estaban las paredes negras, el piso era un gran charco y el humo subía desde todos los rincones. Con una linterna, porque la luz estaba cortada, señaló un interruptor. ‘Ve, padre, ahí se originó el problema; –me dijo– fue un corto’. Unos días más tarde, seguía impresionado por el resplandor de las llamas en la noche, pero también por la mirada de ese hombre que sin luz, podía leer en el caos el origen de la tragedia. Para él todo hablaba, para mí en cambio, solo había un gran desorden negro”. “En el Hogar de Cristo nos va pasando lo mismo”, dice Lucía Pardo, que está desde 2008, “al principio todo es caos y todo es dolor y abarcas todo, y después vas afinando y profundizando la mirada, y con los años, a fuerza de acompañar a personas con la vida absolutamente destruida, los ojos se van acostumbrando a la noche, y vamos generando respuestas que estén cada vez más a la altura de lo que las personas necesitan. Y nos llevó un

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Nuestra mirada integral de las personas que

acompañamos incluye considerar todos sus

vínculos, lo que nos lleva a involucrarnos también con sus hijas e hijos.

tiempo poder mirar a los niños y niñas que llegaban junto a los adultos y jóvenes que acompañamos y generar espacios específicos para ellos. Cuando abrimos la granja Madre Teresa en Gral. Rodríguez, para mujeres con hijos, lo hicimos pensando en estas mamás que no tenían donde internarse con sus niños. Y allí empezamos a ver la necesidad

de mirar a los pequeños y que tengan su propio acompañamiento. Comenzamos así la experiencia de una juegoteca, de manera muy artesanal al principio, pero buscando que haya personas que estén capacitadas y tengan el tiempo de escucharlos. Después fue tomando forma, se acercó gente con un saber más específico, se empezaron a incorporar diferentes hábitos y herramientas y también a detectar ciertas problemáticas. La mirada del Hogar de Cristo es siempre vincular, y los espacios para los niños no se separan del acompañamiento a su mamá y su papá, porque sino corremos el riesgo de estar repitiendo el modelo de respuesta fragmentado que separa a los niños y niñas de sus padres cuando ven los antecedentes de consumo o situación de calle. Habiendo acompañado varias de estas situaciones sabemos que son mujeres que necesitan mucho acompañamiento para poder maternar y llevar a cabo lo que implica el día a día. Y las respuestas que requieren los adultos y los niños son distintas, porque los tiempos de cada uno son distintos y las situaciones de riesgo en las que se encuentran también son diferentes. Los tiempos y las necesidades de un bebé de seis meses que atraviesa una situación de consumo por parte de sus papás no son los mismos que la del


Los niños necesitan la mirada de un adulto que pueda estar atento a lo que necesitan y

acompañarlos, incluso desde

que son bebés, para brindarles experiencias de infancia.

adulto, que a veces necesita más tiempo. Con los niños nos urge el tiempo. Entonces, nuestra impronta desde el Hogar de Cristo es acompañar este vínculo y que haya dos equipos que estén en diálogo permanente, uno al servicio de los niños y otro de los adultos. Pensamos en un espacio comunitario destinado a los niños y niñas para jugar, recrearse, hacer talleres y actividades adecuadas a su edad que estimulen su desarrollo pero, sobre todo, que puedan dar salida a sus emociones mediante la creatividad y reponer, mediante el juego compartido, sus lazos sociales. La otra impronta es la comunitaria, el Hogar de Cristo es familia grande que recibe y hace lugar, que abraza, y que acompaña de modo necesariamente comunitario. La tarea se comparte y se lleva adelante entre todos. La impronta comunitaria es también incorporar los diferentes saberes, esa mamá que se puso de pie, que recuperó a su hijito, trae un montón de saberes que merecen ser escuchados, ellas hacen lo mejor que pueden, y tampoco tuvieron una vida fácil. A veces las escuchamos decir “uno no puede dar lo que no recibió”. Y lo comunitario nos invita a pensar la autonomía de estas personas que se acercan a los espacios. Apostar a fortalecer el vínculo es apostar a que esas mamás puedan fortalecerse también en su maternar. Muchas veces las mamás que acompañamos están muy solitas,

son muy jóvenes y no tienen ninguna red familiar e institucional en la que sostenerse. Tejer una red comunitaria en la que haya un vínculo sostenido nos permite que, cuando las madres necesitan apoyarse en otros para la crianza y cuidado de los niños, o tienen una recaída, haya alguien que pueda sostener al niño. Pensamos en responsabilidades compartidas, crianzas compartidas. Alguna otra mamá que la recibe unos días en su casa o le tiene al niño unos días. Las diferentes personas que integramos el Hogar de Cristo (referentes barriales, equipo que acompaña, madres, padres, abuelas, tíos) cada uno desde su lugar, acompañamos la crianza de los hijos de las personas que transitan el Hogar. Esa es la propuesta de pensarnos comunitariamente. Nuestro acompañamiento no solamente es comunitario sino que también se caracteriza por ser un proceso artesanal; lo que quiere decir que no hay recetas ni cambios inmediatos. Para los estándares de esta sociedad las personas que acompañamos no llegan a ninguno, pero la experiencia nos mostró que en ese acompañamiento hay una transformación; si las madres y los padres experimentan un modo distinto de vincularse pueden comenzar a cambiar sus prácticas de crianza. Y lo que nos diferencia de cualquier entidad estatal y nos permite salir de la mirada fragmentada, es que en

lugar de ver “la foto: la madre le pega al hijo”, nosotros vemos “la película: el recorrido que hace la madre”, que nos permite tener una mirada más profunda y dimensionar el proceso de transformación que va haciendo esa madre o padre. Nuestra lógica es estar, y acompañar, y poner el cuerpo con las personas, con esos niños con esos papás que llegan desarmados y con las llagas a la vista, y en ese proceso de acompañar vamos reflexionando y van surgiendo cuestiones concretas como es el Documento “El Hogar de Cristo con la mirada en las niñas y los niños”, que es el resultado de un trabajo de relevamiento del Equipo de Niñez de las prácticas, concepciones y opiniones de los equipos de la Familia Grande Hogar de Cristo. En el mismo participaron los equipos de Negro Manuel (Constitución), Madre Teresa (General Rodríguez), Carlos Mujica (Villa 31), Alberto Hurtado (Villa 21/24) y Don Bosco (Villa 1-11-14). Tanto el documento como las jornadas y el taller virtual que se armaron o los dispositivos que se van creando son fruto de la experiencia, de la necesidad, en pos de que los Centros Barriales puedan acompañar mejor a estos niños y niñas. De eso se trata el Hogar, de compartir la experiencia, no sacada de un libro sino de un corazón que esta puesto ahí al servicio de ir sanando”.

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Casita de la Virgen - Hogar de Cristo - Parroquia Madre del Pueblo - Bajo Flores

A R U N R laes eTlElengua

je de Dios

La riqueza del Hogar de Cristo es que abraza, escucha, recibe e incluye a los más rotos de los rotos, aquellos hombres, mujeres y jóvenes en situaciones de consumo, y, muchas veces, con ellos y ellas llegan también sus hijos, niños, niñas, bebés, mujeres que llegan con sus panzas… y, con esa mirada de Familia Grande que tiene el Hogar, y de recibir y cuidar la vida como viene mira también a los más pequeños. En la parroquia Madre del Pueblo de la villa 1.11.14 , en Bajo Flores, ya hace siete años está el Hogar Santa María, del Hogar de Cristo, que se organiza en casas de “Primer umbral” y de “Medio Camino” donde cada persona que llega tiene una experiencia de pequeñas familias desde donde ponerse en pie y empezar a caminar. La Casita de la Virgen, inaugurada en la Pascua de este año es el lugar especialmente pensado para los niños y niñas dentro del Hogar de Cristo de Bajo Flores.

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El padre Juan Isasmendi, hoy párroco de Madre del Pueblo, nos cuenta del trabajo artesanal que venían haciendo de ir tejiendo y fortaleciendo ciertas vinculaciones entre las madres y sus chiquitos desde el Hogar Santa María, mujeres que venían con sus hijos, otras que transitaban sus embarazos, el parto, el primer tiempo de vida; situaciones donde los hijos están con otros familiares o chicas que han recuperado a sus hijos que estaban institucionalizados. “Era una suerte de gracia”, nos dice, “pero también había que institucionalizar algo que ya existía y poder mirar el Hogar Santa María desde los chicos y chicas, pensar que necesidades específicas tenían y que demandaban en su infancia misma. El padre Gustavo Carrara cuando era párroco ya había formado una suerte de tejido permanente comunitario que responde a esto: entonces tenemos el CPI (Centro de Primera Infancia), el jardín,

la primaria, tenemos varios espacios que acompañan ese proceso pero nos faltaba algo propio del Hogar, donde los niños se sientan importantes; y esa idea la empecé a ver en mi corazón y a construir en mi cabeza.” Después de hacer toda una experiencia profunda madurando el proyecto durante el año pasado, de asesorarse con Nuestras Manos, ONG que se especializa en infancia y adolescencia, y llegando la fecha de la Virgen de Guadalupe, de la que el padre Juan es muy devoto, por fin La Casita de la Virgen abrió sus puertas el Jueves Santo de este año, en una celebración donde los niños llevaron un montón de flores y ellos mismos se la pusieron a la Virgen como sucede en la historia de la Virgen de Guadalupe. “Hay una imagen sencilla pero profunda” cuenta Juan, “cuando la Virgen de Guadalupe le dice a Juan Diego ‘yo quiero una casita para mis hijos´… y esa idea es la que está en mi corazón, donde La Casita de la Virgen


sea un lugar especial para los chiquitos, y que en el espíritu de la Casa haya una experiencia de ternura en los chicos que pueda ir creciendo. Una suerte de pedagogía de la ternura; porque la experiencia capital de nuestra

una Casa de Medio Camino que se refaccionó, donde hay un lugar destinado a los bebés y los chiquitos que están empezando a deambular. Abre sus puertas después del horario escolar, a partir de las 17.30, y los chicos

Un chiquito, chiquita

que ha tenido una linda

experiencia de ternura

siendo pequeño, después le queda como una

reserva espiritual para

luchar distintos tipos de cosas en la vida.

vida pareciera ser la ternura y el cariño de chiquitos, y todo lo demás parece construirse sobre esa experiencia; entonces tratamos de que todos los talleres que tienen vayan como impregnados de esa ternura profunda, que quiere ser de alguna manera como la fuerza que va guiando y acompañando la vida de los chicos desde adentro, que vivan una experiencia de ternura tan sólida que tengan reserva para toda la vida. Y eso se encarna de distintos modos, en distintos rostros. Hay un equipo muy lindo de trabajo, que tiene una especial sensibilidad y capacidad de ternura con los chicos”, afirma Juan. La Casita de la Virgen funciona en un espacio donde antes había

meriendan y juegan un rato. Al principio era menos tiempo y después se fue extendiendo el horario. Todos los que están en la Casita ya trabajaron en otros ámbitos de la parroquia y quien coordina el espacio es Meche que estuvo antes en el Centro Barrial Hurtado, en Barracas. Ella es trabajadora social con formación en niñez y junto con el resto del equipo que trabaja

en la Casita están para los niños. Jesica y Jazmín están todos los días y cada día de la semana hay una actividad distinta guiada por la tallerista que viene. Músico terapia, expresión corporal y artes plásticas; y la última actividad que se incorporó junto con una maestra y una psicopedagoga de la escuela Madre del Pueblo es un trabajo más pedagógico pero por medio del juego. Agustina que está en la escuela parroquial desde que se inició la primaria hace tres años es quien lleva adelante este espacio más pedagógico. “Muchas veces estos niños tienen más dificultades que otros en sostener la escuela, la atención, incorporar conocimiento. Y los nenes aprenden por medio del juego, por eso con el padre Juan lo pensamos con una lógica distinta al apoyo escolar de la escuela; entonces a través del juego aprenden, y a través de lo lúdico vamos trabajando cuestiones pedagógicas. Todos los nenes que están en la Casita están en la escuela parroquial”, comenta Agustina, “ya el padre Gustavo Carrara cuando era párroco veía que muchos chicos del Hogar de Cristo que llegaban con los adultos no estaban escolarizados y la escuela también nace para dar respuesta a estos niños con la vida más amenazada y siempre fue como la prioridad. Actualmente en todos los grados hay chicos y chicas del Hogar Santa María”. Jesica es una mamá del Hogar a la que Juan le pidió que esté en el equipo representando a las mamás del Hogar. Ella está haciendo un proceso enorme, recuperó a su hija que estaba institucionalizada y para el resto de las mamás también es muy fuerte que ella pueda estar en la Casita

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e incluso preguntan ‘¿nosotras vamos a poder estar ahí?’. “Es algo que recién empezamos”, comenta el padre Juan, “buscando una experiencia desde esa ternura que la Iglesia y la parroquia pueden brindar, una suerte de crianza compartida que vaya retroalimentándose, porque también tenemos que sumergirnos y aprender de las mamás del Hogar, y a la vez poder brindarles más herramientas y recursos para que ellas puedan desplegar mejor su maternidad. Las dos cosas. Es fundamental que siempre haya alguien del Hogar en la Casita para que vele el espíritu de la misma”. Meche nos cuenta como fue para los chicos este espacio pensado para ellos: “El primer día que les preguntamos que querían de este lugar ellos decían ‘que no nos griten, que no nos peguen, poder jugar, cuidar los juguetes’, empezaron ellos mismos a poner sus propias reglas que tienen que ver con la dinámica en la que ellos habitan. Es todo un proceso, que los nenes se acostumbren a la Casita, que

la Casita los reciba, que el equipo pueda comprender y trabajar con estos niños. Todo el tiempo nos vamos armando. Porque cada niño que viene trae lo suyo. Los nenes nos modifican constantemente. Y el objetivo principal”, continúa, “es trabajar lo vincular, y para eso hay que acompañar también a las mamás. Con ellas la idea es poder tener un espacio de taller mensualmente, donde poder trabajar algunas cosas en profundidad, porque muchas veces son mamás muy jóvenes, que consumen y están en situación de calle o de violencia, y no son ayudadas en la maternidad. Y por otro lado, y esto ya se viene haciendo, es tener espacios vinculares con los nenes y las mamás. Hemos ido al teatro, han venido las mamás una tarde, donde merendaron con los nenes y estuvieron un ratito cada nene con su mamá haciendo banderines para la celebración del festejo del Hogar”, y aclara “hablo de mamás porque son las madres las que vienen, no porque no contemos a los padres”.

Meche concluye “La Casita de la Virgen tiene una fuerte proyección del trabajo con las madres, y el vínculo con la familia es una mirada que se tiene desde la parroquia, desde la escuela, desde la Casita, acompañar a los chicos a través del acompañamiento a sus familias; y si el día de mañana se van, saben que habitaron un espacio que tenía otra lógica, y estos modos de vincularse intentamos trasladarlos a sus mamás y sus papás. “Creo que es una siembra”, nos dice Juan a lo último, “un chico que tiene ternura y cariño en el corazón, puesto por Dios y por las personas que los quieren, por su papá y mamá y si no los tienen por las personas que hacen las veces de papá y mamá, sabemos que ese chico tiene de donde agarrarse y donde volver adentro suyo; si podemos sembrar en el corazón de estos niños y niñas esa experiencia de ternura profunda y de cariño hondo, que les puede dar la iglesia y el Hogar, sabemos que ahí estamos trabajando en la prevención de todos los dramas de la vida.


Centro de Día Madre Teresa de Calcuta – Parroquia San Saturnino y San Judas – Bajo Flores

Centro Madre Ter

e s a , abarcar todas las realidades

de nuestras infancias.

Nos encontramos al mediodía en la puerta de la parroquia San Saturnino y San Judas con el padre Matías Viñas, y de ahí caminamos las poquitas cuadras que nos separaban del Centro de Día Madre Teresa de Calcuta que está ubicado en el barrio Rivadavia I, que junto con los barrios Rivadavia II, Illia y Juan XXIII son conjuntos habitacionales que se encuentran en Bajo Flores y lindan con la villa 1.11.14 compartiendo muchas de sus realidades y problemáticas. De los cuatro barrios el Rivadavia I es el más gran-

de, donde viven aproximadamente unas 5000 familias. Allí, sobre la calle Las Caracolas, el Centro se destaca dentro del barrio por los colores en sus paredes externas y las dimensiones que tiene,

donde aparte de las aulas cuenta con un gran parque. Este edificio fue construido por la comunidad parroquial y funciona desde el año 2001 con el objetivo de brindar al barrio un centro de apoyo a niños y niñas que a contraturno iban a la

escuela y posibilitar que sus padres pudieran trabajar y los chicos y chicas no estuvieran solos. También funciona por la mañana, desde el 2007, un servicio de estimulación temprana y atención terapéutica para niños y niñas llevado adelante por la Comisión para las personas con discapacidad del Arzobispado de Buenos Aires y por la noche el plan FinEs (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios).

“Los chicos que vienen al Centro van a la escuela a la mañana, la gran mayoría vienen de la escuela 12 que está muy cerca y en la actualidad asisten unos 60 chicos y chicas”, nos comenta Matías. “Ellos llegan, almuerzan se lavan los dientes y cuando terminan arrancan con las tareas que tengan del

colegio, y si no tienen le damos un refuerzo acá, después se hace la hora del recreo, toman la merienda y se van. Esa es la rutina de todos los días. Algunos chicos vienen desde los seis años y al no ser tantos nenes se da un vínculo de confianza; y después también tratamos con las familias, donde la prioridad de ingreso siempre es

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la de aquellos nenes que si no vienen acá estarían solos en la casa, y los hermanitos de los que ya están. La población es muy estable. Cuando vienen faltando mucho hablamos con la familia para ver la situación”, cuenta Matías mientras los chicos y chicas empiezan a llegar y se acerca a la puerta y donde todos los saludan a medida que entran. En las distintas aulas se acomodan por edades y en ellas es donde almuerzan, y luego a medida que los chicos y chicas van terminando y empiezan con las tareas conversamos también un ratito con Roxaba Lee quien coordina el espacio. “La prioridad es que hagan la tarea del día, a veces se da un poco más de apoyo en lo que vemos que andan más flojos. A fin de mes festejamos los cumpleaños y momentos especiales, el Día del Niño, la Navidad, el Día de la Familia. Y cosas que van surgiendo estando

acá, de la vida de los chicos, de hablar mucho con las mamás, de acompañar”. Roxana pone énfasis en los encuentros con las madres, “es algo que queremos retomar, nos parece necesario un espacio de encuentro de mujeres, donde tratar temas de familia, temas de crianza. Tenemos mucho diálogo con las mamás, y con los papás que están presentes, y vemos los avances que van haciendo los chicos, y si tienen un problema se acercan, nos cuentan. También hemos detectado problemáticas que las familias no ven y hemos derivado nosotros al profesional, pero en un espacio grupal entre ellas mismas pueden conocerse, acompañar, compartir la crianza. Muchas veces las mamás y los papás vivieron cosas que no van de la mano con los derechos del niño. Es un cambio cultural fuerte que hay que ir acompañando y que las familias también

puedan ir sanando cosas de sus propias infancias”. “El Centro hace muchos años que viene caminando pero la necesidad sigue estando, y cada vez más, lo que hace que continuamente haya que repensarse”, expresa Matías, “pero su objetivo sigue siendo el de la prevención, para esos chiquitos que si no estarían solos en las habitaciones o en las casas o andarían solos por las calles”. Roxana agrega “uno de los nenes el año pasado nos compartía que su mamá llegaba cerca de la diez de la noche y él y su hermanito ya a esa hora dormían ‘nos tomamos un té y nos vamos a dormir’ contaba… no cenaban. La mamá los llevaba temprano al colegio y después ya no los veía hasta el día siguiente; por eso para nosotros que estén acá y no solos en la casa, o afuera en la calle, donde ven de todo, es nuestra prioridad”. “Y generar aquí un lugar de pertenencia”, afirma Matías, “donde jueguen, donde tengan su tiempo de niño, donde aprendan, donde se relacionen y que crezcan jugando. Movidos por el ejemplo de Jesús, que nos confió la tarea de cuidar y amar a los más frágiles, queremos que este espacio, sea cada día, para los niños y niñas de nuestros barrios, un lugar donde ellos se sientan amados por Dios”.

arzbaires.c21tv.com.ar - canalorbe21.com - info@c21tv.com.ar Tel-fax : (011) 4342 4955/4395 - Av. Rivadavia 413 Piso 10° - Ciudad de Buenos Aires 16


Centro de Rehabilitación para niños Madre Teresa de Calcuta Comisión para las personas con discapacidad del Arzobispado de Buenos Aires

a t s e u p a d a Con la mir

. s e il g á r f s o l e r t n e s en los más frágile

Durante la mañana en el Centro Madre Teresa funciona un servicio que brinda estimulación temprana y atención terapéutica para niños y niñas con problemas de lenguaje, desarrollo y con discapacidad de 0 a 12 años sin cobertura social. El Centro esta a cargo de la Comisión para las personas con discapacidad del Arzobispado de Buenos Aires. Problemática a cubrir

La decisión de dar este tipo de atención se debió a que en la zona no había estos servicios y la experiencia de trabajo llevaba a presuponer que hay un número importante de niños que nacen con dificultades y/o con discapacidad o que presentan problemáticas complejas. La no existencia de suficientes servicios integrales que den respuesta a las necesidades de diagnóstico, atención y tratamiento prolongado, genera ciertas dificultades: • Falta de atención inmediata en los primeros meses de vida. • Imposibilidad o atraso en los apoyos constantes que los niños y niñas necesitan para desarrollar sus potencialidades. • Largos caminos para encontrar la atención que los niños y niñas necesitan, que suelen resultar insalvables por la por

falta de recursos para cubrir los gastos de transporte o por la falta de tiempo porque se trabaja. • Los turnos de atención se ven distanciados en el tiempo, lo que no solo implica restricciones en la calidad de atención recibida por el niño/a con problemas en su desarrollo y/o discapacidad, sino también por sus familias, continuadores de las indicaciones brindadas durante la consulta.

Población atendida

Los niños son en su mayoría de la Villa 1.11.14, del Barrio Rivadavia I y de la zona circundante, aunque también provienen de Villa Lugano, Barracas, Lomas de Zamora, etc. Suelen ser enviados por diversos Centros de Salud Comunitaria, por los Hospitales Penna, Piñero, Garrahan, Ricardo Gutierrez, Rivadavia y

Maternidad Sardá, por escuelas de la ciudad, por parroquias, por organizaciones, profesionales y personas que saben de su existencia.

Actualmente se atiende unos 60 niños. Algunos con una, dos o tres terapias, según su necesidad. En estos doce años de existencia, se han acercado a solicitar atención unos 900 niños y niñas, aunque no todos eran para ser atendidos en el Centro dado el perfil de problemáticas complejas que se atiende. Servicio brindado

El Centro brinda un servicio interdisciplinario con un kinesióloga, un terapista ocupacional, una psicopedagoga, dos fo-

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noaudiólogas y dos psicólogos. Los niños y niñas que se acercan al Centro son primero evaluados para ver si su problemática es para el tipo de atención que ofrecemos y si así se considera, se les da turno de atención o entran en una lista de espera. Para cada niño o niña se plantean objetivos que se van evaluando y una vez alcanzados se va considerando su alta o su derivación a otros servicios según su necesidad. Los turnos son de 30 minutos. Los profesionales sostienen también un trato continuo con los padres o responsables, con los maestros en los casos que los niños y niñas vayan a la escuela y con los médicos de referencia. Sustentabilidad del Centro

El Centro actualmente tiene un presupuesto anual de $1.500.000. Esta suma se cubre con aportes de diversas organizaciones de la sociedad civil y personas individuales, pero también con el cuidado de estos

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recursos y los gastos que hay que llevar adelante. A los asistentes se les propone un aporte voluntario mensual para colaborar con los gastos del Centro. Nunca el servicio se deja de dar ante la falta de colaboración. También se suele contar con grupos (Scouts y Guías) que a lo largo del año viene a colaborar con mano de obra para hacer arreglos o pintar. Estamos convencidos que este servicio cumple una tarea importante para los niños, niñas y sus

familias, en una Ciudad que está en deuda con quienes requieren este tipo de respuestas. Damos gracias a Dios por esta oportunidad y por todos los que lo hacen posible (trabajadores, voluntarios, donantes, etc.). Estamos convencidos que es una forma más de decir que los niños son importantes y que hay que invertir recursos para su desarrollo y que así la sociedad es más humana y que con recursos bien administrados se puede hacer mucho.

Más información: tel: 1151831343 www.centromadreteresacalcutarehabilitacion.org.ar www.rehabilitacionmadreteresa@gmail.com Pbro. Pablo Adrián Molero - pabloadrianmolero@gmail.com


Centro de Niñez Cáritas - Vicaría Flores

o ñ i n a LA sonris r a n i m a c a a t nos invi de un

Los Centros de Niñez de Cáritas surgen a partir del encuentro anual del 2017 con el obispo de la Vicaría de Flores donde Mons. Giobando nos transmitía su inquietud acerca de la situación de pobreza de nuestros niños y niñas. En dicho encuentro, realizado en la escuela de Nuestra Sra. de Fátima, en Soldati, trabajamos por decanatos y comenzamos a pensar y aponer el corazón en esto y surgieron algunas propuestas concretas desde los grupos de trabajo de los decanatos donde cada coordinadora parroquial conoce lo que pasa en su decanato y en su barrio. En todas las experiencias, la propuesta surge a partir de una parroquia, pero con la mirada puesta en el decanato. Una de las propuestas fue el centro “Trascender” en el barrio porteño de Liniers cuya sede es la parroquia Luján de los Patriotas. Y surgieron propuestas para los decanatos de Soldati y Lugano, que lentamente fueron avanzando. En el decanato de Soldati se reunieron en el año 2018 convocados por el padre Andrés Toccalini, párroco de Nuestra Señora de Fátima para armar el Centro de Niñez, ya que tanto Soldati como Lugano tomaron el tema salud como uno de los prioritarios. Fátima tiene un

nivel terciario dedicado al tema de la salud y eso favoreció que la propuesta del Centro de Niñez con prioridad en salud empiece a funcionar en dicha comunidad donde ya comenzaron a hacer un control primario básico, de peso y altura a los chicos y

tas a los papás, control de vacunas y les hacen un seguimiento en el crecimiento. Con el tiempo seguramente este Centro de Niñez que recién comienza podrá abarcar la demanda de las otras parroquias del decanato de Soldati.

chicas de las familias acompañadas desde Cáritas y el Club de la parroquia. También están dando charlas con nutricionis-

Y, por último el Centro “Corazón de familia” que arrancó este mes de agosto en la Parroquia San Juan Diego, sobre la Av Escalada, y que comprende el decanato de Lugano. En las parroquias de este decanato (al igual que las de Soldati) hay promoción a través de apoyo escolar, clubes y otras propuestas para los pibes y pibas, y la carencia aparece por el tema de la salud, un equipo de profesionales que puedan dar una mano y orientar, no

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sólo al niño sino también a los papás. En Lugano los hospitales de niños están lejos, la escuelas que acompañan patologías especiales son pocas y las trabas burocráticas hacen muy difícil la posibilidad de acceso a tratamientos y orientaciones psicológicas, pedagógicas, y clínicas en general. Y así surge la propuesta que recién comienza: Un centro que focalizara la atención de profesionales que pudiesen apoyar las necesidades clínicas a nivel de derivación. Con psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, psicomotricistas. El centro funciona después del horario escolar para que puedan venir los dos turnos de colegio. Hay mucha necesidad, con cuestiones cotidianas que necesitan ser acompañadas por un profesional y no tienen algo cercano. Hay mamás que hacen años que pululan buscando ayuda psicológica para sus hijos o hijas, por cuestiones

muy puntuales. Tenemos talleres para detectar patologías en los niños y también talleres de acompañamiento a los padres. Recien comenzamos y hay tres cosas. Una es la atención inmediata de la familia, hacer

grupalidad y a través del juego y de lo lúdico ir trabajando; la otra es algún caso muy particular poder atenderlo en una clínica personalizada. Y la otra es la derivación porque hay muchas cosas que nos exceden y para esto tenés que trabajar en red con los que estamos. En esta parroquia de San Juan Diego nos recibe la frase “no estoy yo aquí que soy tu madre”, entonces es tarea más que cumplida acompañar este Centro que comienza bajo el manto de la Virgen de Guadalupe. El encuentro del 2017 donde empezó todo esto tenía como lema “la sonrisa de un niño nos invita a caminar”, es lo que no pasa, no podemos ver que un niño no se sonría, entonces caminemos para provocar esa sonrisa. Y cuando un niño juega se sonríe. Y cuando recompone vínculos con su familia va a tener menos pena en su cara y más sonrisa.

FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237

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Alejandro Fernández Animador Vicaría de Jóvenes de la Arquidiócesis de Buenos Aires.

JUNTARNOS: siempre es el tiempo La Jornada de Agentes de Pastoral de Juventud 2019, como punto de articulación de un proceso sinodal de transformación de la pastoral con jóvenes.

Una Iglesia Joven que quiere caminar con los jóvenes

Desde esta certeza es que la Vicaría de Jóvenes de la Arquidiócesis viene trabajando ya hace algunos años: Jesús es lo mejor que podemos compartir con los demás jóvenes. Y, como otra cara de la misma moneda, los jóvenes son quienes nos muestran el rostro de Dios que renueva la histo-

reuniendo a 5000 jóvenes en el estadio Luna Park en 2016, como expresión del Jubileo de la Misericordia. Sínodo quiere decir “caminar juntos” y si nos hacemos cargo del sencillo y contundente mensaje que encierra esta palabra, no queda otra que seguir convirtiendo el corazón hacia una Iglesia que camina con los jóvenes, y en salida hacia el encuentro de los jóvenes que no han conocido personalmente a Jesús. Dándoselo a conocer, sí. Pero también

¿Qué pasa entre los jóvenes y Jesús hoy?

Muchos piensan -quizás por miedo, por desconocimiento o simplemente por la mirada de la vida que traen naturalizada- que no hay forma de que el mensaje de Jesús se encuentre con la vida de los jóvenes en este momento de la historia. Sería oportuno decir que, si esa postura fuese sostenida por personas que se reconocen como parte de la Iglesia, quizás hayan perdido la Fe en la potencia de la Palabra siempre joven, liberadora y transformadora de Jesús: no se trata de una historia del pasado, sino de aquello que, a través de su Espíritu, sigue actuando en la historia y haciendo “nuevas todas las cosas”.

ria. En palabras del Papa Francisco en la Christus Vivit, ellos y ellas son “el Ahora de Dios”. Es por eso que desde el año 2014 se ha iniciado un proceso de renovación de la Pastoral con Jóvenes que no es otra cosa que la antesala juvenil del Sínodo Arquidiocesano que ha sido convocado por el Cardenal Poli. Un punto significativo en este camino fue la “Experiencia Abismo”

descubriendo las “semillas del verbo” que están ya presentes en sus vidas, en sus preguntas, en sus sueños. Juntarnos: la voz de los jóvenes desde su propia realidad

Fue así que, después de aquel salto al abismo del 2016, los jóvenes que animaban la Vicaría,

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primer fruto de ese trabajo, se leyó una Proclama de los Jóvenes. Algunas de las certezas que son mencionadas allí son la necesidad de hacer a los jóvenes protagonistas de los procesos eclesiales, la importancia de una formación integral que superase la mera transmisión doctrinal, lo inspirador que resulta para los jóvenes la persona de Jesús y lo irrenunciable de cuidar la vida de los animadores jóvenes. acompañados por sus asesores, decidieron convocar el primer Congreso Arquidiocesano de Jóvenes. “Juntarnos: es el tiempo” fue el nombre del mismo -inspirado en una hermosa canción de Lucho Hoyos-, y se trabajó durante

Aquí hay un joven, que pone lo suyo en común

Desde aquel Congreso, un equipo redactor de 27 personas continuó trabajando en la redacción del documento que sintetiza lo expresado por los jóvenes de toda la ciudad (recuperando también la voz de los jóvenes de

las villas y los barrios populares en las jornadas “No más chicos descartables”). Es así que el pasado 10 de Agosto de 2019 se realizó la Jornada de Agentes de Pastoral de Juventud en la parroquia Santa Rosa de Lima, donde se celebró y presentó oficialmente el documento “Juntarnos: es el tiempo”, como nuevo mapa orientador de la Pastoral de Jóvenes de Buenos Aires. Este documento quiere llegar a cada parroquia, colegio, movimiento y grupo que trabaja con jóvenes, para ser una herramienta que ayude a convertirnos en esa Iglesia joven seguidora de Jesús que se encuentra siempre en salida, que se anima a abrazar la vida de aquellos jóvenes que se sienten lejos, en especial los más empobrecidos por esta realidad de desigualdad e injusticia y que tiene un anuncio revolucionario: la Buena Nueva del Reino. Juntarnos tomó como leiv motiv la palabra de la multiplicación de los panes y la canción compuesta para el mismo rezaba: Aquí hay un joven, que pone lo suyo en común Y hay para todos, alcanza y sobra aún Y somos jóvenes, poniendo lo nuestro en común Si compartimos, el milagro lo hace Jesús.

largos meses para garantizar una convocatoria bien participativa, una metodología que asegurara una escucha desde la propia realidad de los jóvenes, y una espiritualidad contemplativa del misterio de Dios en sus vidas. 450 jóvenes, muchos agentes de pastoral, sacerdotes, religiosas y religiosos, y otros tantos laicos se reunieron todo un fin de semana en Octubre de 2017 en las Casas Salesianas Pio IX y San Francisco de Sales del barrio de Almagro. Al final de esas jornadas intensas, y como

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Gustavo García Parroquia San José - Puerta de Hierro - San Justo

BARRIO S E R O D A C S PE

Cientos de jóvenes fueron

a General Rodríguez

a rea-

lizar un campamento de líde-

DE

res positivos de los barrios. Recorrimos esa salida para contar cuál es la cara de la

esperanza y como se puede ver con sólo narrar un fin de semana.

Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos. Tan sólo quieres que yo te siga. El Sol empieza a amenazar su retirada diaria. Todavía faltan unas horas, pero alcanza ya para poder mirarlo casi de frente sin encandilarse demasiado. Como si fuese una vieja película, la imagen es la de un campo bonaerense vacío. Vacas, cardos y un monte que viene a desentonar un poco con la llanura pampeana que nos enseñaron en el colegio. De repente, a lo lejos, se asoma una silueta que viene caminando. Son dos, son diez, son como cien. Se van acercando. Jóvenes, ellas y ellos ríen. Peregrinan, porque buscan algo. Peregrinan porque siguen a Dios. Peregrinan, porque están dispuestos a caminar hasta encontrar lo que buscan. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca. Junto a tí, buscaré otro mar. Son grupos de los movimientos juveniles, exploradores y boy scouts de los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires y el

Conurbano Bonaerense. Quienes están ahí son líderes en sus barrios, adolescentes que se encargan de llevar adelante una tarea silenciosa: acompañar la niñez y juventud de su barrio. Y esa tarea la encontraron en sus parroquias. Por esta cuestión de entender a Dios en el otro, y cuando se dice en el otro es en el más débil, en el que más sufre. Antes de ponerse a charlar arriba del monte, a contrasombra del atardecer, leen la Biblia. El pasaje habla de los discípulos y una noche entera intentando pescar sin tener resultados. Habla de la aparición de Jesús y la orden a sus amigos de tirar las redes. Dice que la red que sacaron a tierra estaba “llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar

de ser tantos, la red no se rompió.” Tú sabes bien lo que tengo. En mi barca no hay oro ni espadas. Tan sólo redes y mi trabajo. Uno de ellos reflexiona: “Nosotros somos los discípulos y la red es la parroquia. Los peces son los chicos y chicas que salimos a buscar todos los domingos, que recibimos para que jueguen. A ellos los rescatamos, y cada vez que nos juntamos hacemos que esa red sea más fuerte”. Cochi acota, “Y pensar que yo fui de esos peces”. Dios aparece muchas veces cuando la decepción toma el alma. Cuando no hay razón para creer que haya algo que pueda hacer que el mundo se ponga bien, que las familias que hoy sufren lo indecible puedan llegar al día de la felicidad. Y por eso envía a estos jóvenes que irradian luz, que son cientos en este campamento, que son miles en los barrios más pobres, pero que no tienen cámaras de televisión que los sigan, que son tapados por las noticias

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sobre narcotráfico, anulados por las cifras de la delincuencia emitidas en cadena nacional. ¿Dónde están las cámaras para mostrarlos a ellos y ellas? ¿Dónde están las fotos de los que contagian esperanza? Cuando la villa, el barrio pobre o el asentamiento brillan, parecen dejar de ser noticias. Para brillo, tenemos las luces del consumo. No se vayan a confundir, parecen decir los que quieren que todo siga igual.

Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse. Amor que quiera seguir amando. Vuelven al lugar donde dejaron las carpas. Hacen un fogón. Bailan, ríen, hacen pequeñas obras de teatro, es el momento de disfrutar sin pensar, sin mirar para los costados. No se habla en esos momentos de anécdotas como la de Rodo, cuando una mañana se juramentó con sus amigos y amigas del Bajo Flores no faltar ningún domingo. Un juramento que nació de un chico que en medio de la violencia de su hogar había escapado a la parroquia porque

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sabía que los iba a encontrar ahí para que lo abracen. Tampoco se reflexiona en el pensamiento de Silvia, que siempre dice “como me hubiera gustado tener un lugar así cuando yo era chica”. En un momento, diez antorchas aparecen como emulando a los grupos que allí se dan cita. Cada persona toma una vela y la enciende en cada una de esos fuegos encendidos del fogón. Kike, de la Parroquia San José de la Matanza, piensa que esa luz es la parroquia. “Nosotros vamos a la parroquia para encendernos. Y cuando nos encendemos nos damos cuenta que muchos hacen lo mismo. Por eso le queremos pasar este fuego a los más chiquitos. Son cosas que se te ocurren en el campamento o en la escuela de vida de exploradores. Estando solo en tu casa ni lo pensás”. La luz, la vela, es la esperanza, aquello que nos recuerda en la noche más oscura que mañana saldrá el Sol. Dios nunca se apaga. El amor sigue amando… siempre. Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de almas que esperan. Amigo bueno que así me llamas. Sale el Sol para todos y todas. Los sacerdotes acompañan el

despertar de quienes van saliendo de las carpas. Pronto vendrá el desayuno, el almuerzo, la misa y la despedida. Pero no será un adiós sino un hasta pronto. “Esos campamentos te dan ganas de volver al barrio y meterle más fuerza. Salir a buscar a los chicos, reunirte, ir la parroquia, hacer más y más”, dice Cochi, quien también piensa que tal vez, cuando termine el secundario, haga algo para seguir acompañando a los chicos del barrio desde una profesión. El pensamiento de Cochi ya es realidad en muchos adultos que empezaron en los movimientos juveniles de la Iglesia y hoy, arañando los 30, están recibiéndose en carreras con vocaciones encontradas en este camino, en esta peregrinación de la vida. “Sentís que nunca vas a dejar esto, que pase lo que pase cuando sea grande, sean cuales fueran los quilombos que tenga, voy a seguir ayudando en mi comunidad”, dice Ian. Señor, me has mirado a los ojos... En los ojos del que ayudan se encuentra Jesús. Por esa cosa que nos dijo y nos marca a fuego, “porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; fui forastero, y me recogiste”. Es a Él a quien le damos cuando damos, tal como sentenció “De cierto les digo que cuando lo hiciste con mis hermanos más pequeños, lo hiciste conmigo” Juventud divino tesoro, juventud que cuida las dos puntas de la vida. Líderes positivos en un campamento que es Dios, porque es amor. Y no se apaga… porque quiere seguir amando.


50

do n a n i m a c años

con los

zando la

a r b a s e r b po

vida

(9na entrega)

ra a p s te o rd ce a S e d o ip u q E el d s o 50 Añ la Pastoral de las Villas

Padre Willy Torre - Parroquia Cristo Obrero Villa 31 - Retiro El legado de Mugica El padre Guillermo Torre, Willy como lo conocen todos, está en la parroquia Cristo Obrero en la Villa 31 en Retiro desde 1999. Su primera experiencia con las villas fue durante el seminario, a fines de los 80, estando en San Cayetano de Belgrano con el padre Joaquín Sucunza, con el que iban a misionar a Villa Itatí en Bernal y después en el acolitado en Bajo Flores con los sacerdotes Narcisi y Ricciardelli. “Fueron años muy lindos de aprender de la gente, de los dos curas, el compromiso grande de Ernesto y de Ricciardelli ni hablar. Una entrega total a los pobres y a la Virgen. Ricciardelli

era un gran libro de historia había vivido momentos muy difíciles, la época de Mugica, la dictadura militar, la erradicación de la villas, él me enseñó mucho a comprender la cultura de la gente y Ernesto Narcisi también en su estilo y en su forma era un tipo entregadísimo, muy co-

herente con lo que pensaba y en su vida”. Y si bien una vez ordenado el padre Willy ya había manifestado que después de un tiempo quería volver a la villa y siguió en contacto con los curas villeros, recién en 1999, siendo ya arzobispo Jorge Bergoglio, lo mandan a la villa de Retiro con Enrique Evangelista que estaba solo para todo el barrio; “llegué a este barrio, muy distinto al de ahora, con mucha menos gente, doce mil, quince mil habitantes y ahora hay cuarenta y cinco mil”. Con la dictadura militar en la villa habían quedado en 1978 solo 49 familias, la capilla histórica del padre Mugica estaba cerrada y recién en el 83 con la vuelta de la democracia se empieza a poblar

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nuevamente el barrio pero no tenían un cura fijo, la atendían de varias parroquias que asumían el barrio, hasta el momento que la hacen cuasi parroquia y queda el padre Enrique Evangelista como administrador parroquial durante siete años hasta que llega el padre Willy. “Yo era joven, tenía 34 años, venía con todo el entusiasmo y cuando llego lo primero que me encarga Evangelista es traer los restos de Mugica al barrio, así me recibió”, recuerda Willy. “Fue toda una emoción, costó mucho pero se pudo hacer. El 11 de mayo que se cumplían 25 años del martirio de Mugica, Bergoglio

ciardelli que estaba dolido con el tema le escribe una carta después agradeciéndole el gesto y Bergoglio le contesta esa carta. Fue muy reconciliador ese gesto. Fue como el inicio de un camino nuevo del equipo que después se fue como renovando. Willy se emociona

Algo que nos dejaron

nuestros antecesores, que es muy valioso, es el vivir en el

barrio, eso te da una mirada

de comprensión, y es hermoso compartir toda la vida con la

gente de los barrios.

consiguió los permisos y ahí empezamos un largo camino para autorizar el traslado, ya teníamos la autorización de la iglesia, nos faltaba una firma del jefe de gobierno. Me acuerdo que faltaba menos de una semana y fue Bergoglio mismo el que llamó a la jefatura de gobierno y a la tarde ya tenía los papeles firmados y fuimos corriendo a organizar los últimos detalles. Estaba hecha la difusión, todo el mundo sabía. La noche del viernes quedó en la capilla de la Iglesia del Pilar y al día siguiente se vino en procesión desde allí hasta Cristo Obrero.

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Estaba la idea de los gobiernos que pensaban que si llevábamos a Mugica al barrio no iban a sacar nunca a los villeros de acá, en el fondo estaba eso…” Willy también comenta que del equipo de sacerdotes de las villas en aquel momento los más antiguos obviamente por lo vivido no querían que viniera Bergoglio, y pedían un gesto del obispo. Era entendible lo que sentían pero Bergoglio quería venir. Y tuvo su gesto. Al principio de la misa hizo un gran pedido de perdón, pidió perdón por los asesinos del padre Carlos y por el silencio cómplice de gran parte de la sociedad y de la Iglesia. El padre Botán, en esa visión más eclesial que él tenía, en su predicación dijo ‘hoy el padre Carlos estaría muy contento de celebrar la misa con su obispo’. Y fue muy valorado, incluso Ric-

contando de ese día “el traslado de Mugica fue impresionante, una fiesta, la gente llevando el ataúd que recorrió el barrio de punta a punta, y la gente sacaba sus mesitas como cuando pasa la Virgen, que ponen la mesita para apoyar a la Virgen y rezarle, bueno sacaban las mesas para apoyar el cajón ahí y rezarle a Mugica. Fue impresionate el gesto religioso de la gente, del pueblo de Dios sencillo, con que devoción, estábamos rezando a un santo y llegamos acá y fue la misa y hubo fiesta y colocamos los restos aquí en la entrada de la parroquia”. Con los años el barrio fue creciendo, nuevas capillas fueron surgiendo: Rosario, Caacupé virgen de Luján. En el 2007 Cristo Obrero se hace parroquia y Willy queda como párroco. “Hay un gesto de Enrique muy lindo,


‘si vos te quedás yo me voy’, me dijo. Y de ahí empezaron a venir algunos curitas y seminaristas, Eduardo Drabble vino como seminarista y se quedó cuando se ordenó de cura. Estuvo acá hasta el 2015. Después vino Martín Carroza y ya teníamos un equipo lindo. También todo el equipo de curas se fue renovando. Lo interesante es que en el 2007 Bergoglio vino a la reunión del equipo de las villas, fue algo muy histórico, cosa que antes era impensable que el obispo viniera a una reunión del equipo. Él apostó a fortalecer el equipo, creó parroquias en las villas, puso más curas y seminaristas. Cuando muere Ricciardelli en el 2008 el obispo nombra a Pepe Di Paola, con Gustavo Carrara y conmigo como referentes del equipo. Luego con la asunción de Macri como jefe de gobierno quería sacar la villa 31 y el Equipo de curas da a conocer do¬cumento “Reflexiones sobre la urbanización y el respeto por la cultura villera”: ellos hablaban de urbanización nosotros hablamos de integración. El barrio tuvo nuevas capillas: Guadalupe, Santa Liberada y el año que viene San Cayetano. En 2009 un nuevo documento: “La droga en las villas despenalizada de hecho” frente al problema de la droga y del Paco que arrasaba los barrios humildes y luego de presentar el documento fue la amenaza al

padre Pepe. “Frente a la problemática de la droga la parroquia empieza con el Hogar de Cristo, al poquito tiempo de abrirse el Hurtado en la villa 21. Todavía no lo llamábamos Centro Barrial pero en el 2009 empezamos ese camino. Hicimos el Hogar de Abuelos, y así van naciendo otros proyectos” comenta Willy, que también hace referencia a la Casa Vocacional que surge de una inquietud que tenían los curas de las villas respecto a las vocaciones. “Veíamos que el seminario no estaba preparado para recibir a los pibes de los barrios, culturalmente había una diferencia muy grande, de idiosincrasia, de vida. A un pibe que vive en un barrio que quiere ser cura cuando entraba al seminario se le hacía muy difícil. Y entonces surge la idea de armar un espacio que es el mismo seminario que ten-

ga una puerta de entrada más adecuada a la realidad cultural de los pibes de nuestros barrios. Le llevamos esta propuesta a Bergoglio y a él le pareció bien y se inauguró en marzo de 2011 con dos vocaciones que surgen de Barracas, de hecho uno de ellos Adrián Ortigoza se ordena ahora de sacerdote. Es un curso introductorio distinto, más cercano a la realidad de los barrios y trabajando mucho en lo que los pibes necesitan y también con la posibilidad de terminar el secundario. Queremos que los pibes no pierdan sus raíces, su forma de vida, que todo lo que ellos traen de su modo de vivir la fe, enriquezca a la formación que tengan. Después de terminar su proceso aquí continúan en el seminario en Devoto”. Esta etapa del equipo tiene que ver con los nuevos desafíos que van surgiendo, en otras épocas eran otros desafíos, ahora son el paco, la exclusión social, y los curas en las villas buscan dar respuesta a esos problemas y articular con otros para juntos acompañar a las personas. Por eso a partir del Hogar de Cristo empieza

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Staff . director . Adrián Pablo Bennardis

asume su problema y trata de revertirlo, lo mismo el club, las escuelas. Hay una comunidad que se hace cargo y que acompaña. Eso es lo más valioso. Las capillas nacieron de la gente. Es esa presencia de la Iglesia durante estos 50 años lo que la gente valo-

a surgir todo el trabajo preventivo, no solo acompañar a los que están en el problema sino que otros tengan herramientas para evitar que lleguen ahí, por eso la escuela, el club, y todo el trabajo pastoral que hacen en las capillas, el oratorio, los exploradores, los movimientos infantiles, la catequesis. Todo eso suma desde ese lugar en un trabajo preventivo fuerte. “Lo último fueron los Hogares del Abrazo Maternal como otra propuesta de vida sobre todo para mostrar el valor que los más pobres tienen de la vida. Que esto ya lo veníamos haciendo, acompañando a las chicas embarazadas, en los Hogares de Cristo, en Cáritas. Creo que algo que nos dejaron nuestros antecesores, que es muy valioso es el vivir en el barrio, eso te da una mirada muy diferente, compartir toda la vida, la gente que te golpea la puerta, que haces de ambulancia. Te da una mirada de comprensión y de la gente, y lo hermoso que tiene la gente de los barrios. Muchas cosas no las entenderíamos si no viviéramos en los barrios. Eso que tenemos es una gracia. Y las respuestas se dan con la gente, con la comunidad. El Hogar de Cristo se aborda comunitariamente, donde el barrio

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ra. Y como equipo en este contexto de los 50 años ampliamos el equipo con el gran Bs As porque estamos en lo mismo, y allá están más solos los curas y hay menos recursos y compartir la experiencia entre todos enriquece muchísimo y es una fuerza más grande. Por último Willy hace hincapié en todos los años que ha estado en el barrio “yo hace 20 años que estoy acá, a esta altura de la vida, ya tengo 54, uno ya ha hecho una opción de vida, va descubriendo que este modo de ser iglesia y de ser cura es una gracia, con lo cual si me preguntás por mí me muero acá, o estando siempre cerca de la gente, siento que hay una opción profunda de este trabajo pastoral y como cura en los barrios, que nace del discernimiento, de la oración, del encuentro con la gente y como Dios te va marcando el llamado. Quizás con un recorrido que también uno puede transmitir a los que vienen atrás, está eso en los que somos más viejos. Para mí es una gracia haber descubierto este lugar y 20 años después seguir manteniendo las ganas. Mi lugar es estar en los barrios, estar cerquita de los pobres.

. secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Virginia Oliveira Marisa Echarte . agradecemos la colaboración de . Gustavo Carrara Guillermo Torres Juan Isasmendi Matías Viñas Pablo Molero Ianina Tuñon Mercedes Casigno Alejandro Fernández Lucía Pardo Lourdes Molina Mónica Caropresi Gustavo García Mónica Del Vecchio Roxana Lee Tomás -Mayra - Alex- Juan Matías - Pilar -Agustín Jesica - Jeny - Angélica.

. propietario . Arzobispado de Bs. As. Av. Escalada 2858 - CABA cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . fotos notas . Sergio Serrese Paula Conti . foto de tapa . Paula Conti . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.


Editorial


transformar la mirada y el

corazón

Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.

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decimocuarta entrega - revista

La

Patriaal

Comisión Episcopal de Pastoral Social 30 de agosto de 2019

hombro Iglesia y emergencia Solicitamos al Estado Nacional disponga las medidas necesarias para declarar la Emergencia Alimentaria y Nutricional Al concluir la Semana Social del 30 de junio pasado en Mar del Plata, Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social decíamos cuan conmovidos estábamos al advertir que el grado de desigualdad social en que estamos sumergidos es muy grande y peligrosísimo para nuestro país. En estos meses, adicionalmente, advertimos que, ante el severo aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica, nos encontramos en una situación de emergencia alimentaria y nutricional, que afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños. Por ello, entendemos que es urgente implementar una Canasta Básica de Primera Infancia con productos esenciales que puedan ser distribuidos gratuitamente y/o a costo subsidiado para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, la salud, y los cuidados de calidad de niñas y niños, incluyendo medicamentos, vitamiotros productos lácteos, carnes, pescados,

Si bien el Estado Nacional está asistiendo con mayor ayuda alimenta-

solicitamos se dispongan las medidas necesarias para DECLARAR LA EMERGENCIA ALIMENTARIA y nutricional en todo nuestro país de modo que se puedan cumplir sin demoras metas como las propuestas. El Papa Francisco nos recuerda que la fraternidad es el principal fundamento de la solidaridad y que se

frutas, verduras, huevos, legumbres, otros nutrientes y pañales, entre otros productos esenciales. Del mismo modo, resulta urgente aumentar el presupuesto destinado a los Comedores y a las Huertas Escolares, Comunitarias y Familiares, y a emprendimientos de la Agricultura Familiar y Social, garantizando la equidad y la calidad federal de los servicios de asistencia alimentaria y nutricional.

que promuevan ese principio de la fraternidad, asegurando a las personas –iguales en su dignidad y en sus derechos fundamentales– el acceso a los bienes de modo que todos tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente como personas. Así, del mismo modo, queremos alentar a nuestras comunidades y Cáritas, a ese gran voluntariado, a ser “artesanos de fraternidad y solidaridad”, bajo la protección de la Virgen de Luján, Madre de nuestro pueblo, porque -como dice la canción Jesús Eucaristía- no es posible morirse de hambre en la Patria bendita del pan!


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