Escuchar y responder el clamor de la Tierra y de los pobres

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REVISTA BIMESTRAL - AÑO 22 - Nº 187 - ENERO -FEBRERO 2022 - COSTO $100

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

SUP

EL CLLEMENTO D EP UB D E MI ORTIVO BARR IO

Colección “Curar el mundo” Mensaje de Francisco para la 55 Jornada Mundial de la Paz / Discurso de Francisco en el Ctro de Acogida e identificación de Mitiline (Isla de Lesbos - Grecia)



Editorial

Sumario .1.

El nuevo nombre de la paz: desarrollo humano integral.

.2.

La expresión del rostro de nuestra Iglesia.

.4.

Caminamos juntos.

.6.

Es hora de empezar por los últimos.

.9.

El clima es un bien común.

. 11 .

Trabajo + Espiritualidad = Revolución

. 13 .

Ecoturismo comunitario y el cuidado de la Casa Común.

. 15 .

“Ser esencial”, un llamado a visibilizar a los que cuidan la vida.

. 16 .

La despedida y el nuevo comienzo.

. 19 .

La cercanía de Francisco hacia migrantes y refugiados.

. 21 .

Construyendo sueños.

. 23 .

Las mujeres de los barrios populares nos abren a la esperanza.

Esta edición va acompañada de la 25va entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO y la octava entrega de CURAR EL MUNDO

z a p a l e d e r b m o n El nuevo egral

t in o n a m u h o l l o r r a s e d

Uno de los temas centrales que se tratan en este número de la revista es el Cuidado de la Casa Común. Desde el 24 de mayo del 2015, nuestro texto de referencia e inspiración para concreciones prácticas es la Encíclica Laudato sí. Allí el papa Francisco une la necesidad de escuchar y responder a un tiempo al grito de la tierra y el grito de los pobres. A modo de ejemplo podemos ver el Riachuelo contaminado y a sus márgenes, casas de familias pobres con muchos niños y niñas, que no tienen otro lugar para vivir, y se encuentran claramente expuestos a problemas de salud, por esa contaminación tan cercana a sus viviendas. Francisco con agudeza señala: “Quisiera advertir que no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera periférica, si es que no se los considera un mero daño colateral. De hecho, a la hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último lugar. Ello se debe en parte a que muchos profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto directo con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial. Esta falta de contacto físico y de encuentro, a veces favorecida por la desintegración de nuestras ciudades, ayuda a cauterizar la conciencia y a ignorar parte de la realidad en análisis sesgados. Esto a veces convive con un discurso «verde». Pero hoy no podemos dejar de recono-

cer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres.” (LS 49) Aquí aparece entonces el planteo de una ecología integral. Sobre este tema vuelve Francisco en reiteradas ocasiones como por ejemplo en Exhortación Apostólica Querida Amazonia. Y recientemente en el Mensaje para la celebración de la 55 Jornada Mundial de la Paz lo expresa así: “A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario. Como en el tiempo de los antiguos profetas, el clamor de los pobres y de la tierra sigue elevándose hoy, implorando justicia y paz.” (Nº1) El cuidado de la Casa Común y el cuidado de la fragilidad de los más pobres, tiene que ver con el desarrollo humano integral y este es el camino de la paz. Este año Francisco nos desafía a transitarlo invitando al diálogo entre las generaciones: “Por un lado, los jóvenes necesitan la experiencia existencial, sapiencial y espiritual de los mayores; por el otro, los mayores necesitan el apoyo, el afecto, la creatividad y el dinamismo de los jóvenes.” (Nº2) El lugar privilegiado para este diálogo es la instrucción y la educación como motores de la paz. A su vez ese diálogo tiene que promover y asegurar el trabajo y así se construye la paz. Empezamos el año bajo la bendición de Dios y el cuidado de la Virgen, con audacia y creatividad asumamos el concretar lo más posible el nuevo nombre de la paz: el desarrollo humano integral. Padre Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral de las Villas CABA.

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Entrevista a Jorge Eduardo Lozano Arzobispo de San Juan de Cuyo - Secretario General del CELAM Miembro del Dicasterio para la Comunicación.

La expresión del rostro de

nuestra iglesia

A fines de noviembre se vivió en México la etapa semipresencial de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Mons. Jorge Lozano Arzobispo de San Juan de Cuyo y Secretario General del CELAM compartió con nosotros algunas ideas sobre este momento tan significativo de la Iglesia en nuestro continente. 1. ¿Cómo se vivió la Asamblea, tanto para la gente presente en México como para todos los que participaron de forma virtual? Ha sido un acontecimiento eclesial muy significativo del cual participamos representantes de las diversas vocaciones y ministerios del Pueblo de Dios. Quienes estuvieron en México (unas 70 personas) también fueron Asambleístas virtuales. Los comentarios que hemos recibido son alentadores, y suscitan la esperanza. También implica una gran responsabilidad para asumir este camino como un modo de ser eclesial y no un evento aislado. 2. Usted ha remarcado en estos días que Francisco nos pide centrarnos en dos palabras: la escucha y el desborde, ¿cómo se traduce esto en la Asamblea Eclesial? Son las dos palabras que el Papa destacó en el Mensaje a la Asamblea Eclesial. “Escucha”

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debe ser una actitud permanente de la Iglesia; si bien la “fase de la Escucha” concluyó el 31 de agosto, debemos seguir con mente y corazón abiertos para acoger las voces, los gemidos y los gritos de la creación y los pobres. El “desborde” nos remite a la obra del Espíritu Santo en la vida de las co-

fluye colmando nuestras expectativas. 3. ¿De qué manera se trabajó para poder llegar a los 12 desafíos que quedaron finalmente? Y de estos doce desafíos según su mirada ¿hay algunos más urgentes que otros? Fue un trabajo intenso de lectura y discernimiento sereno. No sé trataba de “tabular” sino de percibir los dolores y anhelos expresados en los aportes de los grupos. Así llegamos a formular 41 desafíos, y la Asamblea hacia el final privilegió los 12 que dimos a conocer.

munidades, en el mundo, en la Iglesia. El Espíritu Santo como regalo de Dios no se da en cuentagotas, sino que

4. ¿Cómo se sigue ahora? En este tiempo debemos recoger estos desafíos y todos los aportes que se fueron realizando en el camino, y elaborar propuestas pastorales para los próximos años.

“Escuchar la voz de Dios hasta escuchar con Él el clamor del pueblo y escuchar al pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”. Mensaje de Francisco a la Asamblea.

5. ¿Cómo nos interpela a los cristianos la sinodalidad en la Iglesia a la que nos invita el Papa Francisco? Nos interpela a asumir los tres ejes con los cuales nos convoca el lema del próximo Sínodo: “comunión, participación y misión”. No son solamente temas a reflexionar,


sino actitudes a asumir. Para ello es imprescindible tomarse en serio la conversión pastoral. 6. Y por último, preguntarle sobre su designación como uno de los miembros del Dicasterio para la Comunicación. ¿Qué significa para usted y para la Iglesia de América Latina que usted sea llamado a ser parte del Dicasterio?

Es una designación que entiendo está vinculada con mi rol como Secretario General del CELAM; para, por un lado alentar a las Iglesias del Continente en llevar adelante las orientaciones del Dicasterio, y a su vez, llevar la voz y las experiencias de América Latina y el Caribe. A nivel personal es una experiencia nueva y enriquecedora, que implica un nuevo desafío.

Los desafíos pastorales 1. Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación. 2. Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación. 3. Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial. 4. Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural. 5. Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo. 6. Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial. 7. Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados. 8. Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia. 9. Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral. 10. Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía. 11. Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente. 12. Acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.

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Ernesto Giobando sj Obispo Auxiliar de Buenos Aires

caminamos juntos Mi experiencia en el Sí nodo Arquidiocesano de

El pasado mes de noviembre hemos terminado el Sínodo en Buenos Aires, fue una experiencia muy enriquecedora en el caminar de la Iglesia porteña. Nunca había participado de un Sínodo, era algo lejano, pero la verdad que estuvo muy bueno. La palabra sínodo significa “caminar juntos”, y eso hicimos durante cinco años, caminamos juntos como Iglesia para escucharnos y rezar juntos, para pedirle al Espíritu Santo que nos muestre lo que Dios quiere para nosotros. Justamente al escucharnos unos a otros nos fuimos dan-

do cuenta que en la voz de nuestros hermanos y hermanas Dios también hablaba y sigue hablando. Es muy lindo

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escuchar y que te escuchen, sin prejuicios. Para escucharnos en el lenguaje del espíritu hay que renunciar a los preconceptos, a las posturas previamente tomadas, es como un desnudarse del yo para revestirse del nosotros, siempre es más rico el nosotros que el yo individual. Por supuesto que uno tiene su manera de pensar y sentir, pero en el Sínodo, como ocurre en el camino, a veces hay que detenerse, ir más lento. Otras veces hay que apurar la marcha, empujar a los rezagados, animándolos a seguir. Como ocurre cuando peregrinamos a Luján, una larguísima caravana, algunos más cansados, otros con los pies ampollados, a veces se escucha el golpear de los bastones, y todos haciendo fuerza para llegar.

Buenos Aires Tuve una tarea especial en el Sínodo, me tocó acompañar la comisión de redacción, fue un trabajo lindo y arduo a la vez. Tuvimos que seleccionar todos los aportes que surgían de los grupos y de los que exponían. Era mucho material, pero pudimos distribuirnos bien el trabajo y logramos cumplir con nuestros objetivos. En cada sesión del Sínodo había un expositor que presentaba el tema del día, en total fueron cinco temas en las cinco primeras sesiones: la misión en Buenos Aires, el servicio en la caridad, el anuncio, la liturgia y la comunión eclesial en clave sinodal. En la sexta sesión tuvimos que hacer las votaciones, especialmente de las 40 propuestas que se eligieron como más relevantes. ¿Cómo me impacto el Sínodo? Lo primero que sentí es que fue una experiencia de Iglesia muy rica y variada, estuvimos presentes todos los que caminamos en la Iglesia: laicos, consagrados, seminaristas, sacerdotes y obispos. Lo segundo es que hubo mucha libertad para expresar lo que sentimos y vivimos, también lo que soñamos. Tercero: capacidad de escucha y disposición al discernimiento, para ir pasando por el corazón lo que acontecía en el corazón de los otros. Cuarto: el trabajo en


la comisión de redacción fue una tarea en comunión, cada uno daba su punto de vista y buscábamos el consenso en el sentir y en el escribir. Fueron semanas de trabajo, también de consuelo en el espíritu. Quisiera citar unas palabras del Papa Francisco, fue en un encuentro con Obispos Greco Católicos Ucranianos y al final del encuentro les compartió lo siguiente: “Porque hay un peligro: creer, hoy, que hacer un viaje sinodal o tener una actitud de sinodalidad significa hacer una indagación de opiniones, qué te parece esto, esto, esto..., y luego tener una reunión, venir a un acuerdo... ¡No, el Sínodo no es un Parlamento! Hay que decir cosas,

Si no hay Espíritu Santo, no hay Sínodo. Si el Espíritu Santo no está presente, no hay sinodalidad.

discutir cómo se hace normalmente, pero no es un Parlamento. El Sínodo no es un acuerdo como en política: yo te doy esto, tú me das esto. No. El Sínodo no está haciendo indagaciones sociológicas, como algunos creen: “Veamos, pedimos a un grupo de laicos que hagan una indagación, si tenemos que cambiar esto, esto, esto…”. Ciertamente debes saber lo que piensan tus laicos, pero no es una investigación, es otra cosa. Si no hay Espíritu Santo, no hay Sínodo. Si el Espíritu Santo no está presente, no hay sinodalidad. De hecho, si no hay Iglesia, la identidad de la Iglesia. ¿Y cuál es la identidad de la Iglesia? San Pablo VI lo dijo claramente: la vocación de la Iglesia es evangelizar, es más: su identidad es evangelizar. Entra en este Sínodo tuyo con este espíritu, con el Espíritu Santo. Ore al Espíritu. Peleen entre ustedes, lo que quieran... ¡Piensen en Éfeso, cómo se pelearon! Pero eran buenos... Y al final fue el Espíritu quien los llevó a decir: “María, Madre de Dios”. Este es precisamente el camino. Es el Espíritu. Porque no queremos convertirnos en una iglesia congre-

gacionalista, sino en una iglesia sinodal. Y sigue por este camino” (Papa Francisco, Sala Clementina, 2 de septiembre de 2019). Si no hay Espíritu Santo no hay Sínodo, no hay Iglesia, está muy claro. Toda la obra de la Iglesia es una obra de Dios, del Espíritu Santo, y como ocurrió en Pentecostés cuando vino el Espíritu Santo había una sola condición: que estuvieran los discípulos del Señor reunidos. Cuando andamos solos por ahí, sin comunidad, sin hogar, sin otros compañeros de viaje, cuando nos cortamos solos y hacemos la nuestra, no viene el Espíritu Santo, no hay Pentecostés, no hay Iglesia. Pongámonos en camino entonces, fijos los ojos en Jesús y en aquellos en que Jesús está presente, en los más pobres y necesitados, en los que están tirados al borde del camino, en los enfermos y en los presos, en los que vienen a visitarnos, en los que han perdido el sentido de la vida para ayudarlos a descubrir el camino que lleva al Cielo. Y como Iglesia no dejemos nunca la oportunidad de anunciar el Evangelio, de hacer el bien posible, de amar con compasión cristiana.

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Entrevista a Alberto Sileoni Ex Ministro de Educación de la Nación – Ministro de Educación de la Prov. de Bs. As.

r a z e p m e e d a Es hor últimos por los ferias Fundación Universidad Latinoamericana de las Peri mos en contacto. Fueron ellos los que me acercaron a la ULPE, idea que vienen desarrollando y pensando con otros compañeros y compa-

Hace apenas un poco más de un año, en agosto del 2020 se inauguró la ULPE, Fundación Universidad Latinoamericana de las Periferias. En esta oportunidad compartimos con Alberto Sileoni, quien es parte de la misma un poco la mirada y la propuesta transformadora de este espacio que se encamina a consolidarse como Universidad. Sileoni siempre ha estado en el ámbito educativo, ha sido ministro de Educación de la Nación, y hoy es convocado también para ser ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires. Durante su gestión en Nación se acercó al trabajo de los curas villeros “fue un acercamiento natural y con el tiempo anudamos una relación muy afectuosa y sincera de trabajo, de mucho respeto de mi parte y naturalmente segui-

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ñeras desde hace un tiempo, y si bien no participé en su gestación, participo en esta etapa, sumándome como uno más para poder darle la visibilidad que institucionalmente le quieren dar”, nos comparte. La ULPE es una idea que proviene de movimientos convergentes: los curas villeros, la Familia Grande de los Hogares de Cristo, las comunidades eclesiales de base y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular UTEP. “No hay en el sistema educativo una tipología que nos

ayude a pensar que es la Universidad Latinoamericana de las Periferias”, afirma Sileoni, “nuestro sistema educativo es poco flexible y durante mucho tiempo se dividía en público y privado, donde lo que no es público es privado por contraposición, pero de a poco, y en eso desde el Ministerio ayudamos a que creciera, se fue desarrollando una nueva idea, lo que hoy se conoce como escuelas de gestión social, movimiento que va creciendo en cooperativas, en las escuelas de las parroquias de los barrios populares, pero es un espacio de la educación obligatoria que no está en el sistema universitario. Tomando las palabras de los curas villeros”, remarca Sileoni “es hora de empezar por los últimos; hay un modo de acercarse a la realidad que es para todos, cuando pensás para todos en general a los últimos no llegás”.Y Alberto enfatiza esta idea “hay un desafío metodológico: empezar por los últimos pensando algún día en llegar a todos, hay un énfasis de empezar por los que nunca son los primeros, y esto tiene que ver con una apuesta política, porque la ULPE se propone ser un lugar que revalorice los saberes de los más pobres. Hay una mirada de la pobreza que a veces provoca más pobreza, la


mirada del no pueden, de que los barrios están detonados, y eso, que puede ser una parte de verdad, esconde otra parte de verdad que nunca es dicha; que entre los pobres hay sueños, hay belleza, hay pensamiento, hay inteligencia, hay pasión, hay deseo de justicia. Hay también allí un universo de conocimiento y de que querer salir adelante”, expresa. Es así como la ULPE buscar ser una institución que pueda pensarse desde los más pobres,

esos lugares… y eso genera un respeto muy importante”. En esta línea surge desde la ULPE el ciclo de conversatorios Argentina Post- Pandemia que tuvo como temas centrales: Crear trabajo, Repoblar la Patria y Desarrollar una demografía comunitaria; cada uno con sus propios subtemas donde la economía popular, el salario universal, la integración socio urbana, el fortalecimiento de las comunidades rurales, el acceso

que pueda pensar esa pobreza en toda la complejidad que tiene; que es social, es cultural, es arquitectónica, es económica. Sileoni recuerda el pensamiento de Paulo Freire que sostenía que los sectores populares deben tener la capacidad de reflexionar sobre sus propias prácticas, “no es fácil para un laburante tan de base poder pensarse, porque vive una vida de vértigo absoluto por el puchero de un día para el otro, pero hay muchos compañeros y compañeras que pueden pensar con otra cabeza el barrio y tienen una gran autoridad moral porque provienen de esos barrios, se inundaron cuando se inundaron todos, tuvieron hambre junto con el resto, duermen en

al agua como derecho universal, la revitalización de los pueblos, infraestructura y conectividad y el cuidado de la Casa Común, junto con otros contenidos, fueron abordados en cada presentación. Tomando el pensamiento de los curas villeros Sileoni marca “que no es un tiempo de convergencias en la sociedad argentina, es un tiempo de antinomias, y la ULPE con estos conversatorios podría ser un instrumento de acercamiento, un escenario plural donde se pudieron escuchar una variedad de voces: Fernanda Raverta - titular del ANSES, Juan Gabrois de la UTEP, María Migliore- Mi-

nistra de Desarrollo Humano y Hábitat del GCBA, Fernanda Miño- Secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación, Julián Domínguez- Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Eleonora Pedot del Movimiento Nacional Campesino Indígena, Sergio Sassia- Secretario General de Unión Ferroviaria, Claudia Vernet del Movimiento Nacional de Cuidadores de la Casa Común, Gabriel Katopodis -Ministro de Obras Públicas de Nación, María Castillo - Directora Nacional de Economía Popular; por mencionar a algunos para dar cuenta de la pluralidad de compañeros y compañeras; del mundo de las organizaciones sociales y funcionarios del Estado Nacional que participaron. Y el último encuentro fue para llevar las conclusiones al Consejo Económico Social, (órgano colegiado y de participa-

ción ciudadana creado por el Poder Ejecutivo que aspira a ser un motor de acuerdos, planes y proyectos sobre prioridades estratégicas para la Argentina) donde estuvo Gustavo Béliz, que es un poco el encargado de construir este Consejo. También participó un público bien militante, con las suelas embarradas, con mucho camino, mucho barrio, y mu-

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cha cabeza e inteligencia”. Como síntesis de estos encuentros Alberto mencionó algunas ideas interesantes: “De todas las crisis la economía sale más concentrada, no hay que recuperar la Argentina, hay que

reconstruirla, hay que repensar el país, ocupar el campo, hay mucha tierra en la Argentina que debe ser distribuida. Hay que formalizar el trabajo que ya vienen haciendo infinidad de compañeros y compañeras, porque no es una economía informal, sino una economía que está informalizada. Es un mundo que exige una mirada

con mucho respeto, amor, rigor intelectual y decisión política. Está claro que pareciera que ya no hay más tiempo, aunque no siempre es así, siempre para las sociedades hay un último colectivo que pasa, porque si no sería clausurar el futuro”. Como reflexión final de esta charla Alberto Sileoni expresó con convicción “No se puede banalizar la pobreza ni quitarle densidad y dramaticidad a su enorme sufrimiento y a la enorme injusticia; pero si se puede aportar una idea convergente que es que entre los pobres hay

amor, hay familia, hay laburo, hay pensamiento, en un plano más simbólico hay belleza, hay abstracción, hay inteligencia, hay pasión hay gente; seres humanos como cualquiera de nosotros y muy valiosos porque la pelean desde abajo. Sintetizaría lo que dijo alguien ‘en los barrios populares, en las villas, los pibes y las pibas sueñan todos los días’, no es cierto que no haya sueños. Y la sociedad está acostumbrada a ser una gran pinchadora de sueños. No venimos a competir con el sistema universitario argentino ni tenemos una opinión negativa del mismo, al contrario reconocemos el valor de las universidades públicas en todas las provincias, pero pensamos que tiene que haber una institucionalidad para un pensamiento distinto y muy potente que en general es mirado de soslayo. Esa es la síntesis de lo que intenta ser esta Universidad que está en tránsito construyendo ese camino”.

FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237

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Comisión de Niñez y Adolescencia

aienescomún El cluim nb

El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Francisco, Laudato si. El diagnóstico científico señala que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos principalmente por la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio. La quema de combustibles fósiles, la industria ganadera y la deforestación son los mayores responsables del cambio climático. Para fin de siglo el aumento promedio de la temperatura global no debe superar los 1.5° C; en caso de no alcanzar este objetivo, el máximo debería limitarse a los 2° C y aun así los daños e impactos del cambio climático serían devastadores. Muchos países, incluida la Argentina, se han comprometido en la reducción de emisiones de gases de efecto

invernadero, pero en la práctica estamos muy lejos de implementar medidas que las reduzcan. Francisco en su encíclica nos interpela: “Tenemos que evitar caer en estas cuatro actitudes perversas, que no ayudan a la búsqueda honesta y al diálogo sincero y productivo sobre la construcción del futuro de nuestro planeta: Negación, indiferencia, resignación y confianza en soluciones inadecuadas”. Argentina es un país lleno de riquezas naturales en todos sus rincones y hemos avanzado en leyes que las protegen: La Ley de Bosques y la Ley de Glaciares ya tienen más de 10 años, y desde hace tiempo se vienen impulsando leyes como la Ley de Humedales, o la Ley de Acceso a la Tierra que aún no se traducen en leyes aprobadas. También hay leyes o proyectos de leyes en relación a los residuos que responsabili-

zan a los productores sobre sus propios residuos y reconocen el rol esencial de los recuperadores urbanos con mejores condiciones de trabajo en el sector. Pero, incluso con las leyes que protegen los bienes comunes y recursos naturales, durante todos estos años en nuestro país se vienen dando movilizaciones populares en defensa de la tierra, el bosque y el agua, contra la megaminería, el agronegocio, el fracking, la especulación inmobiliaria y los basurales a cielo abierto. Expresiones de lucha como la de los pueblos originarios, la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores, los familiares agricultores o las asambleas populares contra el extractivismo a lo largo del país; donde los levantamientos de Famatina y de Esquel son ejemplos concretos que lograron frenar

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la instalación minera en la re- un eje central de las políticas gen”, reflexionaba el joven amgión riojana y en la provincia públicas. bientalista: “una gestión de reside Chubut. Nicolás Gallardo, abogado duos deficiente, minería a cielo Hace pocos meses el papa y militante en dicha organi- abierto, producción anclada en Francisco envío un mensaje a zación participó del conver- combustibles fósiles que destrulos jóvenes activistas del clima satorio Cuidar la Casa Común yen el ecosistema… Pero a veces reunidos en Milán elogiando dentro del ciclo “Argentina post pecamos de la incapacidad de sus esfuerzos para hacer frente pandemia” organizado por la planificar un futuro. Planificar al calentamiento global y los Fundación Universidad Lati- es también cuidado de la Casa animó a seguir trabajanComún. Volver a tejer lazos. Un montón de desigualdades do por el bien de la huInteractuar de otra mamanidad. “Se dice que us- sociales tienen su origen en proble- nera con la naturaleza, tedes son el futuro, pero máticas ambientales y, a la vez, las proponer una salida. en estas cuestiones, usteTenemos que pensar des son el presente, son problemáticas ambientales profunun ambientalismo que los que están haciendo dizan esas desigualdades sociales. esté en el contexto de la realidad de nuestro país. Un ordenamiento territorial, que contemple donde queremos proteger ecosistemas, donde vamos a producir, donde queremos repoblar la patria. Ciudades resilientes que tengan capacidad para prepararse, resistir y recuperarse frente a la crisis climática. Infraestructura en las viviendas para que puedan autoabastecerse en materia energética o de agua. Trabajar en polos de comunicación y en la producción en cinel futuro hoy, en el presente”, noamericana de las Periferias. turones verdes cercanos a las dijo el Papa a los participantes Allí compartía la mirada de los ciudades. Alcanzar la soberanía en un mensaje de video. jóvenes de esta organización: energética y alimentaria. Son los jóvenes quienes más “La crisis del modelo económiHoy el capitalismo es un cavan a sufrir las consecuencias co y productivo aparece tam- pitalismo financiero voraz, dondel abuso ambiental por parte bién en la faceta ambiental. de la batalla es cultural, es una de las grandes corporaciones Cuando hablamos de crisis am- batalla al sistema de producción contaminantes, pero son tam- biental y de las emisiones no es y consumo, y eso implica, no bién agentes transformadores todo lo mismo. Hay un porcen- sólo reclamarle al Estado y enque pueden ayudar en la cons- taje de la población que emi- frentarnos a determinados intrucción de un nuevo tipo de te más del doble del 50% más tereses privados, sino también desarrollo. En este camino está pobre. Y esto tiene una razón, cuestionarnos nuestra forma el movimiento social y político y se relaciona con lo econó- de consumir y de relacionarnos Jóvenes por el Clima Argentina mico y la concentración de la con la naturaleza y con las per(JOCA), expresión local del mo- riqueza. Los sectores populares sonas”, aseveraba Nicolás. vimiento Fridays For Future (la son los que menos contribuyen “Es hora de tomar decisiones organización de Jóvenes por al cambio climático y lo que acertadas (…) a fin de hacer posiel Clima a nivel internacional). más sufren sus consecuencias: ble una cultura del cuidado, una Sus objetivos son introducir la inundaciones, sequías, acidez cultura del compartir responsacuestión climática en la agenda del suelo…” ble” les decía Francisco a los jóvepública de manera permanente, “Pecamos de una postura nes en su mensaje que es también e instalar la problemática como reactiva a problemas que emer- un mensaje al mundo.

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Movimiento Cuidadores de la Casa Común

= d a d i l a u t i r i p s e + o j a Trab revolución

Cuidadores de la Casa Común nace como respuesta a una carta. La Encíclica Laudato si´ llegó a nuestras comunidades en septiembre de 2015 de la mano y voz de Monseñor Jorge Lugones en una reunión en la parroquia “Cristo Rey’’ de Villa

el contenido social y político de esta carta que nos instaba a reconocer que frente a la casi irreparable situación en la que se encuentra nuestra Casa Común, debíamos “integrar la jus-

trabajo digno para jóvenes de nuestras barriadas populares en actividades vinculadas al cuidado de la Casa Común. Así es como comenzamos a caminar la red de organizaciones hermanas con las que venimos andando desde hace tanto tiempo en la Red de Bancos Populares de la Buena Fe, en las Casitas de les Pibes o en cada proyecto de construcción y participación comunitaria en la que se ha embarcado este colectivo liderado por nuestra querida Martha Arriola, hermana/ madre de tantos y tantas. Y las respuestas comenzaron a llegar.

Trabajo + Espiritualidad = Revolución

Elvira. La carta llegaba a aquella tarde como antes llegaron las cartas de Pablo a distintas comunidades cristianas. Así lo sentimos. Como un llamado, una invitación que nos interpelaba. Una carta que debíamos responder. Los descartados y descartadas que denunciaba Francisco se nos encarnaban en rostros, abrazos, manos, de los pibes y pibas, tan cercanos. Y en la nueva descartada, la “hermanita madre tierra”, nuestros barrios donde hace más de 40 años acompañamos la vida. Nos llegó con fuerza transformadora

ticia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. Comenzamos a responder con la elaboración de un Manual de formación desde la educación popular, nuestra herramienta histórica, para contagiar a otros y otras, para llegar con el mensaje de la Encíclica a nuestra pibada, aquella que más sufre, silenciosamente, en los penales deshumanizantes, bajo las redes de la droga, aquella pibada que elige la muerte ante falta de proyectos de vida. Y a definir un objetivo: generar

A seis años de ese día de encuentro en Cristo Rey, hoy somos un Movimiento que integra a más de 50 organizaciones en 20 provincias y en un centenar de barrios populares, haciendo carne y acción la Laudato si´. En este recorrido hemos respondido no sólo a la generación de trabajo sino a la crisis ambiental y civilizatoria que denuncia Francisco. En 2018, en un Encuentro Nacional en la Universidad Nacional de Lanús, otro hermano de camino, Humberto Podetti con quién compartimos el camino de Cuidadores y de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, nos regaló una síntesis

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maravillosa para nuestro movimiento: Trabajo + Espiritualidad = Revolución. Desde ese día se hizo bandera y estampa en remeras y viseras de nuestros Cuidadores. En el eje del trabajo hemos encontrado líneas novedosas: Trabajo con la tierra desde la perspectiva agroecológica, alimentación saludable, soberanía alimentaria y nos hemos animado a ir por la tierra a través del Programa Nacional “La Marcha al Campo”; Ecoturismo Comunitario en nuestros barrios; Bioconstrucción para mejoras de viviendas y para infraestructura comunitaria como el SUM de los Humedales del Oeste de la ciudad de Paraná de 300 m2 (ver Experiencia). Forestación con plantas nativas y red de viveros. Saneamiento y cuidado integral de aguas y humedales; entre otras. Hemos conseguido avanzar con canales de comercialización a través de los almacenes de la Casa Común y circuito de ferias a través de la Cooperativa de Trabajo de Cuidado-

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res de la Casa Común. Y en cada núcleo territorial de nuestro movimiento conviven las unidades productivas con las Casas del Niño y espacios de cuidado, enlazadas a otra red hermana como es la de Chicos del Pueblo; cocinas que garantizan la comida y el encuentro, escuelas secundarias con oficios, Centros de Formación Profesional, organizados en verdaderos espacios de vida comunitaria. En lo espiritual, apostamos todos los días a la conversión que llama Francisco, ecológica y también comunitaria, que para este Movimiento es convertirnos, ser, Cuidadores de la Casa Común. Como cuando hace unos días los Cuidadores y Cuidadoras de Chubut salieron a las calles junto a miles a decir que el agua vale más que el oro,

demostrando que un pueblo organizado y en movimiento es capaz de torcer el más injusto destino. Estamos convencidos y convencidas que vivir desde la cultura del encuentro en las periferias geográficas y existenciales de las que nos habla Francisco es al mismo tiempo disputar sentido a la cultura del dios mercado desde el descubrimiento de la fraternidad, la solidaridad, el nuevo paradigma del cuidado. Es llegar a nuevos consensos que tengan por meta el Buen Vivir que es otra manera de nombrar a la justicia social.

La larga marcha por la tierra

En este andar, de la mano de la Asociación Civil Jaime de Nevares, nos enamoramos del Programa Nacional Marcha al Campo un proyecto histórico de arraigo y desconcentración concebido en la década del 70 por el ingeniero Guillermo Gallo Mendoza y que hoy nos convoca al gran desafío de repensar el territorio, nos lleva a la tierra de las 3 T de Francisco. Nos señala el camino para hacer realidad el Trabajo y el Techo a partir de la Tierra. Desde Cuidadores de la Casa Común venimos acompañando el proyecto de Ley presentado por la diputada María Rosa Martínez que contempla el otorgamiento de tierras fiscales, tierras ociosas del Estado, en comodatos extendidos, a aquellos que estén dispuestos a trabajarla y a producir. El proyecto pone en debate la distribución equitativa de la tierra,


el reordenamiento de nuestro lidad este largo sueño. territorio, la desconcentración La Marcha al Campo pone de los grandes conurbanos en el centro los grandes dedonde hoy se hacinan nuestras bates históricos y nos lanza a comunidades. las grandes gestas que nuestro El pasado 16 de noviembre, pueblo, pacientemente, espera. el proyecto obtuvo dictamen Mientras tanto, vamos haciendo para su tratamiento el cual de manera pequeña y sostenida perdió estado parlamentario la Marcha al Campo de maneante la negativa de algunos ra tenaz, en el convencimiento, sectores a discutir y la nueva como señala Francisco, de que conformación de la Cámara “la tierra es esencialmente una a partir del 10 de diciembre herencia común, cuyos frutos pasado. En este momento deben beneficiar a todos”. Que hay varios proyectos en esta así sea. línea, en este nuevo ciclo tendremos que encontrar- https://cuidadoresdelacasacomun.org nos para poder hacer rea- cuidadoresnacionales@gmail.com

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ú m o C a s a C a l e d o ad rio

nita u m o c o m turis

Eco

y el cuid

Se cuida lo que se ama. Para cuidar, me tiene que importar aquello que merece mi cuidado. No hay cuidado sin conciencia. En eso andan los Cuidadores de los Humedales del Oeste de la ciudad de Paraná. 35 jóvenes de los barrios San Martín, Balbi y Gaucho Rivero, cercanos al Volcadero Municipal, el “Volca”, uno de los basurales a cielo abierto más extensos del país, se obstinan día a día en darnos a conocer el tesoro que se esconde a metros de su barrio, pegadito al basural, el sistema de humedales más importante de la provincia. Y, claro está, a cuidarlo. Desde hace 5 años y encabezado por Luis “Cosita”

La experiencia de los Cuidadores de los Humedales del Oeste de Paraná

Romero, baqueano del Río y defensor histórico del río, late en el “Volca” un proyecto de ecoturismo comunitario que nos lleva al corazón de los humedales del Oeste de Paraná partiendo de los miradores del barrio Bajada Grande hasta llegar al río. Junto a “Cosita” van les gurises para

los que alguna vez el humedal fue su patio de juegos y hoy es su lugar de trabajo como guías turísticos preparados y voceros de la importancia del cuidado del sistema de humedales, piezas claves para regulación ambiental, hábitat de numerosas especies animales y vegetales y pieza clave para el sostenimiento del trabajo de cientos de pescadores artesanales de la costa. La propuesta contempla avistajes de flora y fauna, compartir leyendas y anécdotas, visitar el Islote Curupi, recorrido de los senderos y selva en galerías,

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entre otras aventuras. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Eco Urbano y del Ministerio Desarrollo Social de la provincia, donde Cuidadores de la Casa Común es política públi- El “Volca”, uno ca. Vale destacar que de la mano de la vicegobernadora Laura Stratta, se presentó recientemente una propuesta legislativa para el fortalecimiento del turismo comunitario en la provincia y la protección del patrimonio natural la que tuvo a los y las Cuidadores de Paraná como protagonistas. Para coronar esta experiencia, en 2022 se prevé el inicio de obra de un SUM de 300 m2 construido bajo la modalidad de bioconstrucción, siendo la primera encarada en el país bajo esta técnica y financiada por el estado. La obra está enmarcada en el “Plan Nacional Argentina Hace I”, del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, a través del Municipio de Paraná. La Cooperativa de Trabajo de Cuidadores de la Casa Común realizará la obra en formato

“obra escuela” con Cuidadores de Paraná y otros Núcleos territoriales de la provincia y el país con el fin de dar a conocer e implementar los saberes cien-

en forma permanente la belleza y posibilidades de turismo comunitario en los humedales y generar trabajo. La experiencia de ecoturismo comunitario de de los basurales a cielo abierto más extensos del país. los Cuidadores de Paraná nos desnuda la crisis socio ambiental de manera contundente y la esperanza que es posible otra historia para nuestras comunidades. El “Volca” suele ser noticia por las grandes quemas, las muertes de niños o mujeres que pierden la vida bajo una retroexcavadora tíficos y técnicos de la arqui- buscando comida o cartones, tectura en tierra mediante el o por ostentar una altísima y acercamiento a la tierra como dolorosa tasa de suicidio de material de construcción y adolescentes y jóvenes. Todo a promover un ejercicio respon- orillas del humedal que sostiesable de la profesión a través ne la vida. En ese contraste late de implementar prácticas más esta esperanza que nos ofrecen

sustentables como el uso de materiales locales de bajo impacto ambiental. Otorgar soluciones más sustentables en el ámbito de la construcción. Instalar mano de obra capacitada en bioconstrucción. Poner en valor

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los y las Cuidadoras de los Humedales de Paraná.

Todos los fines de semana se realizan las excursiones Reservá mediante las redes sociales: Facebook: Cuidadores de la Casa Común Paraná Instagram: @cuidadoresparana


Comisión de Niñez y Adolescencia

ado “Ser esencial”, un llidaam n la vida a

visibilizar a los que cu

“Hay un reconocimiento básico esencial para caminar hacia la amistad social y la fraternidad universal: percibir cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia”. Papa Francisco El miércoles 17 de noviembre se presentó en el colegio Preciosísima Sangre, de Villa Bosch, el libro “Ser esencial”, de Walter Peña, el cual reúne testimonios recogidos en las villas y barrios populares durante la pandemia. “Ser esencial”, libro editado por la Editorial Santa María, primero fue pensado en un formato audiovisual para los medios, donde los distintos capítulos se grabaron y transmitieron durante la pandemia en 2020 por la TV Pública. Walter Peña, el autor, comenzó trabajando como actor a los 16 años en cine con “La noche de los lápices”, ha realizado también trabajos en televisión y participó como actor, escritor y director en diversos espectáculos de teatro y música. Fue director del documental “Un compromiso con el pueblo” (basado en el Padre Carlos Mugica y los trabajadores), y en el año 2020, con la pandemia del COVID-19 desarrolló el guión de la serie televisiva de 13 capítulos “Ser Esencial” junto con el Padre Pepe di Paola, que hoy ya tiene una segunda temporada. Walter trabaja con el padre Pepe di Paola dentro de la pastoral villera y en la presenta-

ción participaron un gran número de vecinos y vecinas de la parroquia San Juan Bosco, de José León Suárez, que junto con el padre Pepe acompañaron a Walter. También estuvo presente el vicario general del obispado de San Martín, presbítero Fernando Rey; y el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk. En este libro se plasman las historias de las villas y los barrios vulnerables. Son 13 historias que documentan históricamente una situación única, donde, durante la pandemia, en el año 2020, la solidaridad y el compromiso por la vida del vecino y la vecina (por el próximo y prójimo), estuvieron por encima de todo, hasta de la propia vida. Un reservorio de la humanidad en los barrios y en las villas. El trabajo de “Ser Esencial” fue fundamental para difundir y colaborar en aquellas acciones o encuentros basados en

los valores éticos y el recupero de consignas de vida a partir de la creencia. El padre Pepe en relación al libro expresó en la presentación: “Ser Esencial” nació durante la pandemia”, y tras agradecer a la TV Pública por el espacio que tuvo el formato serie, valoró: “Hoy tenemos un libro que muestra todos los capítulos del 2020 filmados en nuestros barrios”. Los 13 capítulos de las distintas historias que se fueron registrando a partir de la serie televisiva se adaptaron al formato libro; contadas por sus protagonistas, esos seres esenciales, o esas instituciones esenciales que más allá de la pandemia son fundamentales para los vecinos y vecinas, donde el que tiene poco se preocupa por el que tiene menos. La iglesia que no miramos, fue lo que “Ser Esencial”, visibiliza.

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Entrevista al Padre Franco Punturo Párroco de María Madre de la Esperanza - Villa 20 - Lugano

La despeedvoidcoamienzo y el nu

Luego de haber vivido y ejercido el sacerdocio por más de 18 años en Villa 20, el Sacerdote Francisco Pablo Punturo, más conocido como el “Padre Franco”, dejará el barrio ubicado en el sur de la Ciudad, para afrontar un nuevo destino, y si bien se le hace difícil despedirse ya que se siente

parte de la comunidad, se encomienda a Dios, sabe que los tiempos de él son perfectos y se considera un misionero dispuesto a seguirlo.

Sus orígenes “Mi vocación estaba marcada por los misioneros y el trabajo por los más humildes”, afirma orgulloso de su decisión; recuerda que conoció este camino a los 16 años a través de la congregación Misionera, de monjas las Siervas del Espíritu

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Santo, a las que llegó por medio del colegio de sus hermanas; Punturo hace memoria: “proponían hacer un servicio todas las semanas en un lugar”, y así conoció el Barrio INTA “íbamos con el sacerdote Carlos Otero, y cuando debido a un accidente él estuvo sin ir un tiempo, yo seguí yendo solo, esta experiencia me marcó mucho, hacerme cargo de la catequesis, las tareas y de la capilla; inclu-

so llegué a quedarme hasta la noche, conocí las casas de las familias, me invitaban a cenar, a ser parte, eso fue fundamental para mi camino sacerdotal”. Previo al seminario hizo un año de la carrera de Ciencias de la Educación en la UBA y finalmente, a los 20 años, se inscribió al seminario. Dentro de su familia es el primero que elige este camino, si bien su mamá es creyente, y muy devota, razón por la cual lo nombró Francisco, al principio le costó asi-

milar la decisión: “papá había muerto hacía muy poco, eso complicaba la situación, pero luego lo entendió”, rememora el sacerdote. Su primera parroquia fue la Basílica de Nuestra Señora del Socorro, estuvo dos años como sacerdote y tres como seminarista, resalta el trabajo social que hacía en la iglesia, con el Hogar que acompaña a las persona en situación de calle y el Hogar de niños “María y José”, además de las misiones, el acompañamiento, contención a las familias que vivían en las casas tomadas y trabajar en los barrios como la 31, o Barracas, que eran los más próximos a la Basílica. Su próximo paso fue la parroquia y Santuario San Antonio de Padua, en Parque Patricios donde estuvo dos años. Recuerda con mucho cariño ese tiempo, e incluso expresa: “estaba muy contento ahí”, pero resalta que su intención y ganas estaban puestas en trabajar en los barrios vulnerables “siempre pensé estar en una villa desde que era seminarista”, y señala que en ese momento era más difícil que los asignen a los barrios populares.

Barrio 20: Hogar A cuatro años de ser sacerdote le llega la propuesta de ir a trabajar a una villa, algo que anhelaba desde el seminario, pero asegura que le costó mucho: “Era justo después del 2001 una época de mucho tra-


bajo, mucha necesidad, muchas dificultades y estábamos trabajando con un comedor y muchas familias”. En el 2004 desembarcó en la Parroquia María Madre de la Esperanza, en la villa 20, donde está cumpliendo 18 años y se siente parte del barrio. “Entender la vida desde la pobreza, compartir las necesidades, y ese caminar”, esto forma parte del ideal franciscano”, asegura que de cierta forma siempre estuvo ligado desde el nombre que eligió su madre, el llamarse Francisco, inclusive al momento de entrar al seminario dudaba de entrar al del clero diocesano o a la orden franciscana, lo relaciona con su vida en la villa, resaltando como se es comunidad, como se comparte, “el barrio es una gran familia” y asegura que sucede lo mismo con la iglesia, no es solo la estructura, en realidad todo el barrio es como si fuese extensión de la parroquia, “caminar por el barrio es como caminar por la iglesia”. En estos años la parroquia creció mucho, cuenta con un el Centro Comunitario, un Centro de Formación Profesional, terminalidad educativa, el Club parroquial con diversas actividades, y solo en Catequesis hay 600 niños y niñas. “Extrañaré el barrio siendo iglesia, que todos me reconozcan en cualquier lugar, el poder compartir momentos e incluso la vida”. Asegura que vio crecer a muchos,

niños y niñas que pasaron por la catequesis y hoy son padres de familia o coordinan las actividades de las cuales fueron parte. El trabajo con los niños siempre fue uno de los principales pilares y fue su principal desafío en los primeros años, catequesis, campamentos, más de cinco mil niños pasaron por estas actividades. “El modo de celebrar la vida, los rituales de las distintas comunidades, la religiosidad popular y la forma de vivir las

distintas fiestas. La música, el baile”, comenta orgulloso “yo bailo en una fraternidad boliviana del barrio: ‘la diablada Chiru chiru’, asegura que fue de alguna manera una herencia del sacerdote anterior quien bailaba y con el tiempo supo hacerlo su propio espacio y lo disfruta mucho. “Este barrio tiene características muy propias, por ejemplo el día de los difuntos, la ceremonia, los altarcitos que arman y donde las familias los recuerdan, y dejan ofrendas; además de la fiesta de Navidad, los niños adoradores y la fiesta al niño Jesús todo el mes de enero”. Incluso asegura que en el barrio retoman costumbres y tradiciones que se arraigaron muy fuertemente y lo lindo es que la iglesia forme parte. Punturo además resalta: “Otra cosa que siempre me llamó la atención es lo rápido que uno forma parte de las familias y en tantos años uno comparte todo, desde nacimientos, alegrías, tristezas, enfermedades, muerte, es una gracia compartir tanto con las familias”.

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En estos 18 años atravesó muchas experiencias, pero recuerda puntualmente las diferentes tomas que le tocó acompañar: “Fueron y suelen ser momentos muy duros, la imagen de las topadoras tirando abajo las casillas con todo lo que había adentro es muy fuerte, hoy está el consuelo de ver viviendas nuevas y que muchas de las familias que fueron

fuerte de la Resurrección, todo lo que conlleva la ceremonia, el velorio, el cementerio, la comida al regresar, el rezo de los nueve días”. Su próximo destino es en la localidad de Merlo, Prov de Bs. As. donde acompañaría dos parroquias, con base en una de ellas Virgen Misionera en Pontevedra que tiene ocho capillas y una Casa de Formación, y además ayudaría a otra ubicada en el barrio Libertad de la cual también dependen cuatro capillas.

Momento de la despedida

parte de esa toma cuentan con su hogar, el barrio papa Francisco es el resultado de 10 años de esa lucha. Cuando recorres la toma sabes que los que viven allí realmente son los más pobres, habrá todo un trasfondo en la organización de las tomas pero los que soportan los días en esas condiciones de precariedad es porque no tienen nada más”. En relación a este último tiempo con la pandemia comparte que “murió mucha gente, muchos de ellos, los más

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grandes eran los vecinos históricos del barrio, los referentes, muchos colaboradores de la iglesia, fue muy triste y doloroso”, pero resalta lo positivo “ser testigos de la solidaridad, del compartir, muchos valores salieron a la luz en el barrio”. A pesar de lo doloroso que resulta la pérdida de un ser querido el padre Franco destaca: “En este barrio es muy fuerte y particular como se vive la muerte, incluso podría decir que es como un signo pascual, lo viven con una visión muy

Sabe que la fecha está próxima y no deja de causarle tristeza aunque ya era algo que sabía, puesto que se le vence el segundo período de seis años de párroco, más los seis años como vicario. “vengo haciendo este duelo desde hace un tiempo”, y sostiene que es una decisión que entiende pero le cuesta asimilar, inclusive dice que recurre a imágenes bíblicas, como por ejemplo “cuando Pedro le dijo a Jesús, hagamos tres carpas y Él le respondió hay que seguir, esto recién comienza, y hay otros caminos también”. A lo largo del recorrido por su historia prevalece que no habrá diferencias en su modo de vivir la fe y su compromiso hacia la nueva comunidad que lo espera: “El sacerdocio lo viví de la misma manera en cada lugar que me tocó estar, entiendo que al igual que los bautizados viven su fe, la forma en la que uno trata de encarnar como hacer presente a Jesús”.


Hernán Reyes Alcaide Corresponsal en el Vaticano

o c s i c n a r F e d a í n a c r e c a L giados hacia migrantes y refu

De regreso en Lesbos, Francisco pidió por los refugiados: “Está en juego el futuro de todos”.

ante un grupo de 200 de los cerca de 2.500 refugiados que sobreviven en el campo de Mavrovouni, conocido como Moria 2. En abril de 2016, Francisco ya había estado en el campo de Moria, luego destruido por un incendio a mediados de 2020, para un viaje de pocas horas con el que, como

“Cuando se rechaza a los pobres, se rechaza la paz”, planteó el Papa tras una emotiva recorrida por las calles del centro de refugiados de la isla griega que acoge a miles de personas en busca de un futuro mejor. En una histórica visita a la isla griega de Lesbos, a la que ya había ido en abril de 2016, el papa Francisco volvió a erigirse a inicios de diciembre como el gran vocero de los mayores descartados de la actualidad: las miles de personas que día a día arriesgan su vida para cruzar el Mediterráneo en busca de un futuro mejor lejos de los países de Asia y África azotados por años y años de pobreza, guerras y saqueos, muchas veces avalados por los países europeos que ahora les cierran las puertas. El Papa regresó a Lesbos como parte central de una gira por Chipre y Grecia en la que, además de la cuestión migratoria, buscó reforzar aún más los puentes ecuménicos en dos países con minoría católica. Junto a otros países del Sur europeo, como Italia, las dos naciones a las que fue el Papa están en la primera línea de la recepción de migrantes y refugiados pero luego no encuentran una mano tendida del resto del Viejo Continente para lograr distribuir entre

todos los flujos de seres humanos que se engrosan cada día más en búsqueda de una mejor vida. En ese marco, en su ya histórico discurso del domingo 5 de diciembre en Lesbos, Francisco aseguró que “cuando se rechaza a los pobres se rechaza la paz”, al visitar un centro de refugiados desde el que hizo un llamado global y a Europa en particular a prestar atención a la crisis inmigratoria del Mediterráneo porque “es un problema del mundo y está en juego el futuro de todos”. “Hermanas, hermanos, estoy nuevamente aquí para encontrarme con ustedes; estoy aquí para decirles que estoy cerca de ustedes; estoy aquí para ver sus rostros, para mirarlos a los ojos: ojos cargados de miedo y de esperanza, ojos que han visto la violencia y la pobreza, ojos surcados por demasiadas lágrimas”, se presentó el Papa

ahora, buscó llevar la atención europea y mundial hacia la situación de las personas que habitan el centro de refugiados. En ese marco, Francisco calificó a la situación de los refugiados como “un problema del mundo, una crisis humanitaria que concierne a todos”. Tras saludar a decenas de personas que esperan hace años una oportunidad para ser relocalizadas en otros países, el Papa llamó a la humanidad a frenar el “naufragio de civilización” que supone la situación de los inmigrantes, en uno de las etapas más esperadas de la gira. En su discurso en el campo, en una carpa sobre la formación de casas, Francisco calificó como “terriblemente opaco” lo

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que sucede a nivel mundial con las migraciones. “Y, sin embargo, están en juego personas, vidas humanas. Está en juego el futuro de todos, que sólo será sereno si está integrado. El futuro sólo será próspero si se reconcilia con los más débiles”, lanzó en ese marco. Para el pontífice argentino, “cuando se rechaza a los pobres, se rechaza la paz”. En medio de las tensiones crecientes entre los países europeos por la acogida y gestión de los flujos migratorios desde Medio Oriente y el Norte de África, el Papa reclamó “políticas más amplias” en esa perspectiva, ya que “no sirven acciones unilaterales”. El Papa recorrió a pie una de las calles centrales del campo, durante la que estrechó las manos, saludó y bendijo a centenares de personas que se agolparon para verlo en una parte improvisada de la visita. Rodeados por los alambres de púas que asemejan el centro a una prisión, los refugiados se alojan en casas hechas con containers reconvertidos, algunas provistas por las Naciones Unidas en 2016, cuando el pico de la llegada de personas a través del Mediterráneo disparó una ola de

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solidaridad internacional, incluida la primera visita del Papa. Entre los refugiados, el sueño común es el de poder abandonar la isla para buscar nuevas oportunidades en los países del Norte de Europa, idealizados como nuevas tierras de oportunidades. “Hace 2 años y tres meses que estamos acá con mi familia”, se presentó el afgano Amini Mohamad Sarwar frente a la carpa en la que presenció el discurso del pontífice argentino. “Queremos ir a Finlandia. Nuestra hija de ocho años merece que le demos una oportunidad”, anheló mientras espera que la llegada de Francisco “ayude” a que se aceleren los tiempos de permanencia, una preocupación compartida. Escultor en su Afganistán natal, espera junto a su mujer una posibilidad para salir del campo que hospeda a unas 2.500 personas, el 60% de Afganistán. A pocos metros, Shafei Mohamad Reza compartió su sueño de poder resolver rápido la situación de la familia para poder retomar en un nuevo destino la profesión de docente de escultura que tenía en Afganistán. “Quiero hacer un león, que es un animal fuerte”, se ilusionó sobre un posible futuro laboral

lejos del Mediterráneo al que se abre el campo de Moria 2. La nueva visita a Lesbos se dio en un marco en el que, según el Papa, “poco ha cambiado sobre la cuestión migratoria” desde su viaje a la isla de 2016. “Debemos admitir amargamente que este país, como otros, está atravesando actualmente una situación difícil y que en Europa sigue habiendo personas que persisten en tratar el problema como un asunto que no les incumbe. Y esto es trágico”, argumentó. Tras reclamar también mayor solidaridad Europa para afrontar la cuestión migratoria con “responsabilidad conjunta”, la presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, lo escuchó entre el público de la estructura en la que habló el Papa. Francisco respaldó en público el reclamo griego y pidió “que Europa haga lo mismo” en la gestión migratoria. En su mensaje, el pontífice criticó además la discriminación hacia los inmigrantes por parte de algunos sectores y denunció que “es fácil arrastrar a la opinión pública, fomentando el miedo al otro. “¿Por qué, en cambio, con el mismo tono, no se habla de la explotación de los pobres, o de las guerras olvidadas y a menudo generosamente financiadas, o de los acuerdos económicos que se hacen a costa de la gente, o de las maniobras ocultas para traficar armas y hacer que prolifere su comercio?”, se preguntó. “Hay que enfrentar las causas remotas, no a las pobres personas que pagan las consecuencias de ello, siendo además usadas como propaganda política”, agregó luego.


Entrevista a Zulma López Centro comunitario y educativo Construyendo Sueños - Villa Soldati

o d n e y u r t s n o C sueños

Ubicado en Villa Soldati, el Centro comunitario y educativo Construyendo Sueños comenzó a organizarse a partir de los mismos vecinos y vecinas que veían que no había espacios para niños y adolescentes en su barrio. Lorenza, Fidelina, Lorena y Zulma son quienes coordinan y organizan las distintas actividades. En 1999 ellas empezaron en la capilla Virgen de Luján, ubicada en la manzana 5 del barrio Fátima donde daban catequesis. Conversamos con Zulma López, que es de Salta pero ya hace muchos años que vive en el barrio y nos comparte la historia de este lugar que le es tan significativo, “a partir del 2002 hubo muchas muertes por gatillo fácil acá en el barrio y ahí empezamos a pensar que podíamos hacer con nuestros adolescentes; así fue como nos organizarnos colectivamente junto con esas mamás y con la Hna María Bassa para hacer talleres, capacitación, deporte, tener un espacio para los niños y jóvenes. Empezamos a soñar y por eso el nombre. El nombre completo es Construyendo sueños para niños y adolescentes

para un futuro mejor. Después, con el tiempo quedó simplemente Construyendo Sueños”. En el centro barrial la

Hermana se ocupaba de las actividades de contención y formación social: “Fue la Hna Bassa quien nos enseñó a Pablo Freire”, recuerda Zulma, “era un momento muy difícil en los barrios más necesitados”. La Hna era de la congregación de las Religiosas del Sagrado Corazón y trabajó mucho en el barrio, ella nos alentó a un grupo de mujeres a hacer la especialización en educación popular en el Instituto Sagrado Corazón. Y en el Centro empezamos con los talleres de capacita-

ción a las mamás y los chicos del barrio Fátima. Hoy articulamos con el programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo para jóvenes y adultos, el PAEBYT, y contamos con talleres de serigrafía, manualidades, panadería, huerta, teatro, danza folclórica, dibujo, macramé, reciclaje y defensa personal. En algunos son principalmente niños,

niñas y adolescentes y en otros talleres, como panadería vienen adultos.

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Volver a estudiar La Hermana Bassa, quien trabajó estrechamente junto al Padre Vernazza en el barrio de Soldati incentivó a las mujeres a seguir estudiando “con la especialización en educación popular nos vimos como sujeto, aprendimos a sistematizar, era algo nuevo para nosotras, poder hacer un registro de las prácticas que veníamos haciendo”, menciona Zulma y agrega “decidimos a volver a estudiar, pudimos terminar la primaria, la secundaria, Lorenza y Fidelina terminaron la secundaria y una de las compañeras, Lorena, se recibió de psicóloga social”. Zulma hizo el Profesorado para nivel inicial y hoy sigue estudiando el Profesorado para el nivel primario. “De alguna manera María Bassa iluminó nuestro camino y nos abrió la puerta para seguir creciendo, en el sentido de darnos más herramientas para seguir trabajando, ese fue su legado. Seguir trabajando en este espacio más allá de los problemas. Este año se armó un grupito de mamás para terminar la primaria. Una de ellas que había llegado hasta 4to grado terminó y me agradecía porque yo la había ayudado, y ahora ya se anotó para hacer la secundaria. Eso te llena de alegría y de emoción, y te dan ganas de seguir luchando porque tengan ese derecho a la educación, que nunca es tarde. Porque eso pasa mucho acá, sentir que ya es tarde para estudiar, te cuesta obviamente pero llegas a la meta. Y en Construyendo Sueños tenemos un bachillerato popular, donde vienen a partir de los 18 años a terminar sus estudios

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secundarios. Y algunos de los que terminan siguen en el Terciario de Fátima en enfermería o seguridad e higiene. Creo que eso es clave, contagiar esto de que se puede, de que nunca es tarde.

Los talleres Lo importante de los talleres es que les permite ver las cosas con otra perspectiva, que las cosas llevan un proceso, explica Zulma y pone de ejemplo el espacio de huerta con los jóvenes donde el profesor transmite el amor que él siente por la tierra… “hay un grupo de adolescentes que empezó en la huerta y comenzaron a descubrir cosas tan simples como que de una semilla pueda crecer una planta y el proceso y el tiempo que eso lleva, y eso les cambió la mirada incluso hacia otras cosas que las cuidan de otra manera”. En serigrafía este año las mujeres hicieron remeras para los egresados adultos de la escuela 19 que terminaban la primaria. “Articulamos mucho con las escuelas cercanas, la 19, la 20 y la 21. Trabajar en red es importante y los directivos y los docentes son una maravilla. Estuvimos muy unidos el año pasado con el tiempo más difícil de la pandemia y ahora

también”, nos comparte Zulma y manifiesta lo importante que fue para los adultos el taller de panadería durante el 2020, “el año pasado hicimos mucho pan comunitario con la pandemia. Como no podían venir a los talleres los niños venían las mamás y después cada familia se llevaba lo que amasaba y si quedaba se los llevábamos a los abuelos. Y el taller era un lugar de contención donde, mientras se amasaba el pan, se podía charlar de las situaciones problemáticas que se daban en las casas, con las cosas de la escuela, con el zoom, con lo que no entendían o no sabían cómo explicarles a los chicos para ayudarlos con las tareas de la escuela. Conversar con las otras mamás era algo bueno. Y era hablar mucho con los docentes también, del primer ciclo sobre todo, para poder ayudar a estas mamás para que no se frustren, y que no se frustraran los niños también. Y ahí, en el amasado, era hablar, compartir y contener”. “De esto se trata Construyendo Sueños”, sintetiza Zulma “de acompañar, con mucho amor, mucha ternura, cuidarnos entre todos como una familia, hacer que todos se sientan en su casa y nunca perder las esperanzas de que la lucecita de cada niño, niña, adolescente y joven pueda brillar”.


Claudia Cabrera Periodista - Parroquia Cristo Obrero - Villa 31

s o i r r a b s o l e d a s z e r n e a j r u e p s ae l Las m a n e r b a s o n s e r popula

Con la participación de 1.260 mujeres, el lunes 22 de noviembre se llevó a cabo en la Villa Marista, de Luján, el II Encuentro de Mujeres de los Barrios Populares. María Elena Acosta, referente de los Hogares de Cristo, estuvo a cargo de la organización y, explicó que este encuentro surgió de la necesidad de

hacer visible el gran trabajo que hacen las mujeres, aclaró: “a veces uno está acostumbrado a verlas en los comedores, en las Cáritas en los hogares, pero no se llega a visualizar todo el esfuerzo y trabajo que hay detrás”. El primer encuentro fue previo a la pandemia, el 20 de junio de 2019, cuya temática era sobre la mujer y la familia; desde ese momento se viene gestando esta jornada, e incluso el lema de este encuentro fue elegido en diciembre de ese año, hubo varias reuniones, que se

realizaban de forma itinerante en cada uno de los barrios y así surgió la oración que encabezó esta jornada: «Caminando con María unimos nuestras voces en un abrazo de esperanza». María Elena resalta la importancia de encontrarnos y alzar la voz desde la esperanza, no sólo desde la de-

nuncia, la crítica o el reclamo; resaltar la esperanza, y, principalmente, el poder hacer visibles estas mujeres que entregan su vida por y para el otro. “Mantener a María como ejemplo, desde su sí silencioso, servidor, desde su Amor.” Natalia Raquel Quintana Davies, formó parte de este encuentro, y el anterior; asegura que participó del primer encuentro junto a otras vecinas de su barrio y de otras comunidades organizando este nuevo espacio que nace impulsado por los curas villeros. Ella, una

mujer de 43 años, ya pasó más de la mitad de su vida como parte de la iglesia, enfatiza orgullosa: “hace casi 20 años que colaboro en actividades de mi parroquia, Virgen de Caacupé, ubicada en el barrio 21-24, pasé por diferentes grupos, junto a mi esposo e hijos”. María Elena destaca: “Cuando hablamos de mujer hablamos de todas, no importa si sos trans, si estás en consumo, somos mujeres todas y eso es lo más importantes y que se vive el Evangelio en comunidad, un Evangelio que se hace carne”. La jornada se extendió desde las 10 hasta las 18hs y estuvo dividida en tres momentos: el primero fue el del encuentro, la presentación de cada comunidad, esto podría ser una canción, música, bailes, poemas algo original, creativo y sobre todo alegre, no faltó la música en el día de su patrona, Santa Cecilia. La segunda parte consistía en trabajar en grupos textos evangélicos a través de distintas dinámicas. El tercer momento fue entregarle a la Virgen María todo lo vivido en este tiempo. Y finalmente la misa. Natalia recuerda: “Esta segunda jornada fue un reencuentro muy especial, muy emotivo, cargado de sentimientos encontrados, dado el contexto de la pandemia, había una necesidad de compartir, de abrazarnos para poder seguir luchando por nuestras familias y por nuestras comunidades”. Además resalta otro de los objetivos principales:

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“estos encuentros nos hermanan en la fe y la fortaleza de María, que así como ella salió al encuentro de Isabel, para acompañarla, nosotras también salimos para reencontrarnos, escucharnos y compartir tristezas, alegrías, vivencias muy difíciles que nos dejó la pandemia y que aun así no bajamos los brazos sino que nos fortalecemos en el amor a Dios y a nuestra Madre para seguir adelante. Tal como sucedió en la jornada anterior, las mujeres ya están pensando en el Tercer Encuentro, una vez realizada la evaluación a partir de febrero vuelven con las reuniones presenciales en cada uno de los barrios para llegar al mes de septiembre con todo coordinado. La organización cuenta con veinte mujeres, afirman: “lo principal es que pueda estar representado cada uno de los barrios, poder generar un espacio para todas.” María Elena destaca: “La región del AMBA, es muy grande y aún no hemos llegado pero la intención es que podamos

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sumarla. El objetivo para el próximo año es poder crecer y seguir llegando siempre juntas, más allá de la distancia, llegar a todas en cualquier parte del país”. Acosta adelanta que para el próximo encuentro se prevé la posibilidad de una jornada de dos días, un fin de semana, aunque también cuentan con la alternativa de hacerlo en alguna provincia del interior del país, u organizar encuentros regionales de las mujeres populares teniendo en cuenta el tema de los traslados. De esta manera podría resaltar las diversas culturas con las que cuenta nuestro país, y a su vez enriquecer desde las distintas voces, costumbres y vivencias. Natalia afirma: “es muy necesario que la Iglesia tome en cuenta la importancia del rol de la mujer dentro de las comunidades barriales porque son el motor de la fe en nuestros barrios, una fe que heredamos de nuestros mayores y que nos fortalece como comunidad”. Luego de varias horas de compartir, el cierre fue con una misa final en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, celebrada por miembros del equipo de curas de las villas. La homilía estuvo a cargo del sacerdote Lorenzo “Toto” de Vedia, quien supo resaltar y resumir lo vivido en la jornada y en la cotidianeidad de los barrios: “Gracias a tantas mujeres que nos enseñan a ser Iglesia. Porque si la Iglesia es madre son las mujeres las que nos enseñan a ser madre, a cuidar la vida, sobre todo la de los más frágiles. Son las mujeres las que nos enseñan a querer a la gente. Porque para la Iglesia lo primero es querer al hermano”. El incalculable trabajo de las mujeres en los barrios, hizo que se transformaran en las principales misioneras y que su actitud de escucha, humanidad y corazón las convirtieran en las imprescindibles. Tal como enfatizó el padre Toto: “Son las mujeres las que nos enseñan a abrazar toda vida y a abrazar a aquel que nadie ve”.

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