REVISTA BIMESTRAL - AÑO 21 - Nº 185 - SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2021 - COSTO $100
Foto: La Voz de San José
Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.
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EL CLLEMENTO D EP UB D E MI ORTIVO BARR IO
Colección “Curar el mundo” palabras de Francisco - Una política arraigada en el pueblo // Mensaje en la Conferencia Internacional de la OIT // Discurso a la Cáritas Italiana en su 50º aniversario.
Editorial
Sumario .1.
La Comunicación al servicio de la cultura del encuentro.
.2.
Algunas reflexiones acerca de las comunicaciones desde nuestras comunidades en tiempos de pandemia.
.5.
Comunicar para la unidad.
.8.
Por mas voces en el aire.
. 11 .
Radios comunitarias.
. 13 .
¿Cómo acompañamos frente a situaciones de violencia?
. 15 .
Redes sociales y pandemia.
. 18 .
Ser cura es muy fácil.
. 20 .
Otra fiesta de San Cayetano distinta.
. 22 .
Transformar la realidad de los barrios populares.
Esta edición va acompañada de la 23va entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO y la sexta entrega de CURAR EL MUNDO
io ic v r e s l a n ió c a ic n u m la Co
de la cultura del encuentro
Este número de la revista septiembre-octubre, tiene como eje central el tema de la comunicación. Y providencialmente el Evangelio del primer domingo de septiembre, el domingo XXIII durante el año, nos acerca el relato de la curación de una persona sordomuda (Mc. 7, 31-37).
Es hacer nuestro el modo de invitar de Jesús: Ven y lo veras… (Cf. Jn 1,46). Es decir, comunicar encontrando a las personas y las comunidades donde están y como son. Una invitación a escuchar y guardar en la memoria para poder narrar historias, para poder contar y compartir con otros.
Este hombre no podía comunicarse. Se lo traen al Señor Jesús para que le imponga las manos. El estilo de Jesús es la cercanía, la ternura, la misericordia. Lo lleva a un lugar aparte, le toca los oídos, luego con su saliva le toca la lengua y por último levantando los ojos al cielo dice: “Éfata, que significa ábrete. Y enseguida se abrieron sus oídos y se le soltó la lengua” (Mc 7,34-35). Por lo que deja ver la escena, la afección primera es la sordera y eso genera la dificultad para el habla. Esta historia nos interpela acerca de nuestra propia sordera del corazón, necesitamos ser sanados por Jesús, para poder comunicarnos bien, para establecer relaciones de fraternidad, para trabajar por la amistad social.
En definitiva, se trata de una Iglesia que toma el riesgo de estar cerca de la vida concreta de la gente y allí comunica la alegría del Evangelio, y esto aún en las calles digitales que hemos descubierto en este tiempo de pandemia. Francisco nos lo dice así: “Lo repito a menudo: entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera”. Y las calles del mundo son el lugar donde la gente vive, donde es accesible efectiva y afectivamente. Entre estas calles también se encuentran las digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan una salvación o una esperanza. Gracias también a las redes, el mensaje cristiano puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch. 1,8). Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos.”(MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES.1 de junio de 2014).
Entendemos entonces la Comunicación al servicio de la cultura del encuentro. La Comunicación no es sólo el “periodismo”. Entendemos los medios de comunicación como medios de comunidad. Para nosotros, son la posibilidad de articular desde la palabra, la fe y la acción, los discursos, prácticas y sentidos que atraviesan una comunidad y desde allí, construir identidad, promover el desarrollo de la comunidad y dialogar con otras comunidades ofreciendo el propio don, y buscándonos enriquecer con los dones de las demás comunidades.
Padre Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral de las Villas CABA.
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Mons. Gabriel Bernardo Barba Obispo de San Luis - Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social.
Algunas reflexiones acerca de las comunicaciones desde nuestras
comunidades en tiempos de pandemia
Comparto por medio de estas líneas algunas reflexiones que espero puedan aportar a nuestras comunidades. El 20 de marzo del 2020, nos encontramos de golpe con que debíamos encerrarnos en nuestros hogares a fin de protegernos de una enfermedad nueva, peligrosa, desconocida que nos daba miedo e inseguridad. La muerte comenzó a rodear nuestra cotidianeidad escondida en un virus casi invisible. Al punto de ni siquiera poder vivir entre tantas cosas nuestra vida de fe, nuestra vida comunitaria, como lo hicimos siempre, y muy especialmente, nuestras celebraciones litúrgicas. Ya no podíamos siquiera asistir a misa como siempre lo hemos hecho. Y la fe continuaba… Y la vida continuaba… Con resguardos y miedo… pero, continuaba.
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El ser humano es un ser esencialmente SOCIAL y debemos comunicarnos. No basta hacerlo con quienes convivimos. No basta nuestra intimidad de familia. Somos comunidad también que trasciende la propia sangre. Y eso se reflejó automáticamente en nuestras redes sociales, que ahora son parte casi de nuestra piel. Las comunicaciones se POTENCIARON. Y aprendimos a convivir con el ZOOM (o plataformas similares) que, hasta la fecha, para muchos de nosotros eran instrumentos desconocidos. Una vez más, aprendimos a adaptarnos. Y en eso los niños, niñas y jóvenes han sido nuestros maestros dado que, o conocían, o bien aprenden con más naturalidad, que quienes tenemos más años. En nuestro caso, como Iglesia también debimos adaptarnos, aprender y dar pasos. Las celebraciones de las misas siguieron como siempre, pero sin presencialidad y debían llegar a los hogares y a las personas. Las catequesis no podían darse con presencia de niños o jóvenes, pero debían también seguir adelante. Y la creatividad tomo forma de WhatsApp, redes, aplicaciones o bien fotocopias cuando la conectividad no era posible.
Pero nos fuimos comunicando como pudimos y llevando adelante nuestras acciones. La Iglesia descubrió con mayor fuerza diría “algo así” como un nuevo ministerio, claramente una nueva estructura que debió fortalecerse… la de las comunicaciones. Siempre tuvimos equipos parroquiales donde los jóvenes, misioneros, Cáritas, ministerios de música, etc. etc. construían con su accionar las comunidades. Y ahora los grandes protagonistas pasaron a ser los que sabían hacer llegar lejos los mensajes. Los comunicadores. Hasta los sacerdotes nos hemos hecho duchos en tecnologías de transmisión. Y comenzamos a hacer cosas insospechadas hasta el momento. Celulares, trípodes, consolas de sonidos, Faceebook, Youtube, cables y micrófonos, eran parte de lo necesario a tener a mano para que las misas “lleguen lejos”. A esa tecnología se sumó el APRENDER A COMUNICAR con los GESTOS y con las IMÁGENES. Y también allí muchos debimos RECONVERTIRNOS en las maneras de trabajar. Y lo hicimos. Resultados: • La gente pudo seguir asistiendo (remotamente) a Misa. • Se cerraron los templos, pero se abrió de par en par la Iglesia Doméstica. • En las casas se comenzó a rezar más en familia.
• Se multiplicaron las asistencias a nuestras celebraciones (virtualmente). Llegamos a mucha más gente que lo que hicimos durante años. En síntesis, la adversidad se convirtió en una GRAN OPORTUNIDAD. Aprendimos mucho. También aprendimos que no se puede reemplazar la presencialidad, y que lo uno no quita a lo otro, y que debemos procurar cuanto antes volver a estar cara a cara. Sin embargo, a la fuerza, aprendimos algo NUEVO: no podemos seguir como lo hicimos siempre. Aún la consecuencia de la pandemia sigue golpeándonos de cerca. Y vamos retomando lentamente “cierta” normalidad. Los cuidados continúan. Pero no podemos perder lo que hemos aprendido. Hemos aprendido a llegar lejos. A romper límites de presencia y de comunicación. Hemos logrado llegar a quienes no llegábamos. Nos hicimos presentes en las redes. Y para las redes la jurisdicción es EL MUNDO. Ya no hay límites, en cuanto que la conectividad nos permite estar del mismo modo, a metros de distancia o bien a la vuelta del mundo. También aprendimos que no estábamos preparados para tamaña tarea. Y lo hicimos como pudimos, pero lo hicimos. Y eso rescato como muy positivo. Esta gran movida comunicacional también inundó de mensajes y nos saturó de información, por lo cual lo burdo y lo maravilloso llegan juntos. Y nosotros debemos discernir y vamos a seleccionar qué vemos, qué seguimos, qué com-
partimos. También eso nos obliga a hacer las cosas bien, y en la medida de lo posible adecuadamente, para que logren el efecto deseado. Para no se simplemente algo más… Permítanme puntualizar algunos ítems acerca de las comunicaciones (que no podemos obviar): 1. No nos comunicamos a nosotros mismos. Esto es clave…; no somos el centro de la evangelización (gran tentación para los que están en las redes sociales). Debemos comunicar a Jesucristo. Debemos anunciar la Buena Noticia. Debemos construir el Reino de Dios. Pero siempre seremos instrumentos activos, no el fin de la comunicación. 2. La belleza y la estética de aquello que comuniquemos será la puerta por donde van a entrar a ver lo que comunicamos. Para ello se necesita profesionalidad. Se necesita no improvisar. Se necesita saber las técnicas propias de la comunicación. Por lo tanto, para ello necesitamos aprender, capacitarnos y en la medida de lo posible, utilizar las herramientas adecuadas. Está claro que, la mayor de las veces, hacemos las cosas con lo que podemos y tenemos a mano. Sin embargo, ello no nos debe impedir hacer las cosas de la mejor manera posible. Todos podemos tener un pincel a mano, pero quien
pinte un cuadro que todos admiren, será posible solo por el carisma del artista. No por los instrumentos. 3. No existe una buena comunicación si no aprendemos a trabajar en EQUIPO. Esta es una palabra clave. Nunca solos. Esa es la gran enseñanza de la pandemia: no salimos solos. Y para las comunicaciones necesitamos aprender a trabajar en equipo. A escuchar el aporte de los demás y a que el peso no recaiga sobre una misma persona. Las comunicaciones deben PROLONGARSE EN EL TIEMPO. Allí nace el cansancio y el agobio. Y la fidelidad en el tiempo hace que el mensaje de la Iglesia tenga
otra dimensión y llegada. Muchas veces nos vamos a enfrentar aquí con un dilema difícil de solucionar: “Voluntariado o rentado”. Es una difícil situación. No siempre todo se puede ni lo uno ni lo otro. Normalmente nuestras comunidades se construyen con la espontaneidad del aporte de todos. Con el voluntariado. Pero también
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muchas veces, para poder prolongar en el tiempo y porque todos debemos vivir… se necesita poder rentar algún oficio para que perdure en el tiempo. Repito, es una difícil tensión. Pero que, si no la superamos no podemos mantener, en este caso, las comunicaciones en el tiempo. Más allá de como resolvamos este dilema, sea por un lado, por otro (o por ambos a la vez), lo que es innegociable y no puede faltar es la MÍSTICA. 5. PROFESIONALIDAD. Hay reglas básicas de la comunicación que si no las respetamos, no vamos a lograr el objetivo buscado y solo “nos cansaremos de caminar como en una cinta de gimnasio” para andar y andar sin llegar a ningún lado. Para ello la formación como les decía recién. Estudiar y capacitarnos.
4. MÍSTICA, significa “espiritualidad”. El comunicador (eclesial) debe llevar a Cristo a sus hermanos. Por eso los equipos de comunicación deben sostenerse desde la oración, la reflexión, la fe. El servicio. No funcionaría una comunicación evangelizadora “tercerizada a profesionales”. Ellos sabrán la técnica. Pero necesitamos SER ENVIADOS. De allí la importancia de la comunión con nuestros pastores, para que sea una comunicación verdaderamente eclesial. Una comunicación que manifiesta la vida de la comunidad o el carisma de lo que se está haciendo o se quiere transmitir.
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6. REDES. Hay mucho camino andado y debemos trabajar en redes para apoyarnos mutuamente y no perder tiempo en cosas ya desarrolladas por otros. Somos Iglesia y no islas. La comunicación tiene que ser justamente ese espacio que, como dice tan claramente nuestro Papa Francisco “tienda puentes” y no construya muros. Estos no son sino más que punteos básicos. No pretende cerrar nada, sino abrir a una reflexión y aportar al que le sirva. Finalmente, quisiera destacar esto último. No podemos volver al pasado. No podemos dejar de
lado esta experiencia y esta riqueza vivida. Hemos aprendido a comunicar y a llegar de otra manera. Pero ESTO RECIÉN COMIENZA. En Aparecida, los obispos nos hablaban de CONVERSIÓN PASTORAL. Esta conversión comunicacional no la hemos buscado, sino que, providencialmente se nos impuso. Y hemos respondido. Por eso no apaguemos la llama del Espíritu que nos impulsa a seguir SALIENDO. Vayan, yo los envío les dijo Jesús a los Apóstoles. Y este envío, en estos tiempos, necesita salir también por todas las redes y formas de comunicación posibles. Detrás de las redes SIEMPRE HAY PERSONAS… y a ellas nos dirigimos. Por eso es que no debemos conformarnos con la mediatización sino que SIEMPRE debemos llegar a la mayor PERSONALIZACIÓN POSIBLE. La comunicación es el instrumento. El FIN será siempre el ENCUENTRO. Entre Dios y nosotros… como así también entre nosotros mismos. Dios bendiga a nuestra Iglesia con vivos, alegres y buenos comunicadores. Cristo nos necesita. La Buena Noticia de la Salvación debe seguir llegando a TODOS.
Gustavo García, comunicador y docente. Parroquia San José, La Matanza
MEDIOS DE COMUNIDAD
COMUNICAR PARA LA UNID
AD
Cuando la mentira y la confusión abruman las pantallas. Cuando la violencia y el maltrato van y vienen entre la televisión y las redes sociales. Cuando se amplifica esa realidad tanto que nos hace perder toda esperanza. Cuando sentimos que nuestra labor es muy pequeña como para transformar la realidad… la comunicación parece ser algo que pertenece a otras personas que nos dicen quiénes somos, como hablamos, vestimos y hasta como pensamos. Como dice el Indio Solari “El futuro llegó hace rato”. Por eso, tal vez ya ha pasado el tiempo de analizar a los medios de comunicación empresariales y
sus intereses que muchas veces van en contra de los de la gente que más sufre. Quizás la gran mayoría sabe lo necesario que es poder contar
nuestra propia realidad, poder tomar en nuestras manos el ejercicio de la comunicación como un derecho humano.
Creemos que hay mucho escrito sobre eso. Le debemos esa valiosa herencia a los que han parido medios comunitarios de todo tipo. Hoy los medios están al alcance mucho más que en otros tiempos. Se puede elegir denunciar, polemizar, se puede optar por buscar popularidad a través de las redes, ganar dinero, darse a publicidad y un sinfín de objetivos que van desde la mera información al entretenimiento. La comunicación es discurso, es palabra, es sentido. Para encontrarnos en un discurso que nos una, que nos construya, que haga que nos entendamos, que compartamos la forma de hacer fiesta de y de generar los vínculos de amor y perdón, estamos armando comunidad. Y cuando la comunidad se arma y se organiza sabe que la une un pasado, un objetivo y un destino en común. El desafío entonces es como hacemos para que ese discurso sea de amor y fraternidad y no de individualidad y egoísmo, como trabajamos para que “el sálvese quien pueda” se transforme en “nadie se salva solo”. El papa Francisco
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nos ha marcado un camino al que se le puede encontrar una propuesta desde la comunicación comunitaria. Es su carta Fratelli Tutti, la que nos inspiró en medio de una pandemia que amenazó con arrasar con nuestras comunidades y que todavía hoy no sabemos hasta donde nos pueden llevar las consecuencias. Darnos cuenta cuál es nuestra misión nos hizo felices, nos dio esperanza en medio de la tormenta, nos hizo encontrar
estar más unidos. Los muros que nos dividen solamente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros. Necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto. La cultura del encuentro requiere que estemos dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los otros” 1 Nuestra tarea es clara: Debemos comunicar para la unidad de la comunidad y para que
aquellos anhelos que los unen. Busca en su historia personal, familiar y comunitaria, en su presente y en sus anhelos para darles visibilidad y sentido. El/la comunicador/a está allí para generar el encuentro de la comunidad tanto hacia su interior como más allá de sus fronteras. Facilita los abrazos y tiende puentes. Es como una persona que sabe que para realizarse personalmente debe pertenecer a una comunidad organizada en torno al amor y la felicidad. Porque no hay comunidades con seres infelices, ni tampoco se puede alcanzar la felicidad individual si mis hermanos y hermanas están sufriendo. La felicidad nace en la comunidad organizada.
una verdad que nos da sentido. Y así, junto con él decimos “Soñemos juntos el camino a un futuro mejor”. La verdad que nos mueve
Dice el Francisco: “los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a
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esa comunidad pueda tender puentes con todos los sectores de la sociedad, con otras realidades. Es en ese momento en el que empezamos a pensar que no importa el medio sino el sentido. Por eso nuestro medio de comunidad no es una radio, ni un sitio, ni un diario, ni una red. Es un grupo de personas que trabaja a través de la comunicación para la unidad de la comunidad. Trabaja no sólo en la elaboración y distribución de información sino en la construcción de lazos que permitan unir a sus integrantes, que faciliten la forma de encontrarse y reconocer
Los testimonios de esta búsqueda son muchos. Pertenecemos a una de las comunidades que basan su vida en el proyecto de acompañamiento y oportunidades de “Capilla, Colegio y Club” y el del abrazo de esperanza en el dolor del Hogar de Cristo. Pero si hablamos de la tarea de comunicar, podemos contar algunas de las cosas que nos hicieron llegar a este concepto de medio de comunidad. Junto con la preparación del diario y la radio, al igual que tantos medios comunitarios habíamos abierto un espacio de capacitación. La profesora de oratoria, Paola Díaz, planteó un problema: muchas personas llegaban a nuestra puerta con un dolor tan grande que era imposible que comunicaran
todo lo que tenían dentro. La respuesta fue que antes de trabajar en la comunicación debíamos trabajar en la sanación, en acompañar dolores, en dar el abrazo que tanto se necesitaba. El resultado lo cuenta bien el Tío Miguel cuando dice “veo gente que se encuentra en un letargo por mucho tiempo por miedo a ser uno mismo. Después se descubre y comienza a sentir que es importante, no sólo para los demás sino para sí misma. Se da cuenta que al estar vivo y en compañía de otras personas la vida vale la pena”. El otro gran salto lo dimos en pandemia. Al igual que tantos otros medios comunitarios fuimos parte de la escuela, del club y de las misas que llegaban a las casas a través de diferentes medios. Pero al mismo tiempo nos enfrentamos a otro desafío: cuando la comida faltaba, cuando las colas en los comedores se ponían difíciles, cuando la gente no sabía cómo actuar ante el Covid y el desconocimiento ¿qué hacíamos? Había que mantener a esa gran familia unida. Entonces fuimos a las colas para hablar con la gente, hicimos el seguimiento de quienes estaban enfermos,
ayudamos a quienes necesitaban atención en el aislamiento, acompañamos y acompañamos. Ahí nos dimos cuenta de nuestra misión: no dejar que se rompa el lazo comunitario, afianzarlo y fortalecerlo, y una vez que eso se logre, salir a buscar a las almas caídas. El amor es nuestra opción
Como decíamos anteriormente. Podemos elegir muchos caminos a la hora de comunicar para transformar la realidad. Nuestra opción es el medio de comunidad. Es buscar la unidad que tanto hace falta en nuestros barrios y en el campo popular, entre los del fondo y los de adelante y entre quienes sienten que desde organizaciones sociales y los partidos políticos pueden y deben
mejorar la vida de las familias que más sufren. Como dice Francisco, creemos que “cada uno de nosotros está llamado a ser un artesano de la paz, uniendo y no dividiendo, extinguiendo el odio y no conservándolo, abriendo las sendas del diálogo y no levantando nuevos muros”. Será por eso que esta familia de Jesús y María se sube a esta barca llamada esperanza. Y ahí andamos, creyendo que si nos movemos, que si seguimos esta misión, este deseo incontenible, puede hacerse realidad. Por eso creemos en la comunicación… y en la comunidad. NOTAS: 1 - Mensaje del Santo Padre Francisco para La XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro. Domingo 1 de junio de 2014.
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Claudia Cabrera Periodista - Parroquia Cristo Obrero - Villa 31
s e c o v s á e m r i r a l o e p n ti FM Solda
FM 91.3, “Una radio popular, de trabajadores y trabajadoras, migrante y feminista, ubicada en Barrio Fátima, Villa Soldati”, así se define en su página este medio comunitario y nos invita a preguntarnos: ¿Qué es una radio comunitaria, cómo surge, cómo se construye en un barrio popular, cómo hacer que sea sustentable, y quienes las conforman? Basándonos en la definición de FARCO (el Foro Argentino de Radios Comunitarias) las radios comunitarias se caracterizan por considerar a la comunica-
ción como un derecho humano esencial, no persiguen un fin de lucro, son gestionadas en forma democrática y participativa por grupos de personas agrupados en asociaciones civiles, vecinales, cooperativas, etc. Matilde Condori y Daiana Hindi, directoras de la radio, la definen como un espacio construido con la pluralidad de voces. Matilde expresa “La radio comunitaria da lugar a todos, todas y todes no te exi-
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e
ge que seas profesional, no es necesario ser locutora porque justamente quiere otras voces, no es la voz gruesa de locutor, ese estereotipo de las radios comerciales, en su lugar este medio pide diversidad, ser uno mismo y trasmitir en base a eso, así muchos otros también se animaran ya que se sentirán identificados”. Daiana por su parte suma: “La radio es una herramienta de transformación, y particularmente la radio comunitaria porque es desde el barrio y para el barrio” remarcando
lo importante que resulta la comunicación desde el territorio. Matilde agrega que “es una alternativa a aquellas radios comerciales, de élite, la radio comunitaria es una expresión popular de los barrios en el propio territorio, es aquella que construye con propuestas escuchando voces diversas del barrio, pero que también denuncia para lograr una mayor ampliación de derechos, cons-
truye ese entramado colectivo que queremos. Siempre con una mirada colectiva donde pueden tener voz aquellos que no la tienen en otros medios. En los grandes medios no se encuentran noticias de los barrios, los medios comunitarios dan la posibilidad de mostrar y contar”. Ambas coinciden que su eslogan “Con voz en el aire” expresa el principal objetivo, es que todos puedan tener un lugar para poner la voz, y a su vez poder llegar a más personas. ¿Cómo surge?
Los inicios de la radio se remontan a unos talleres de comunicación que se dictaban desde la Organización Política y Social El Hormiguero, en el garaje de un vecino del barrio; fueron los mismos jóvenes quienes impulsaron la construcción de la radio, siendo ellos quienes construyeron en la terraza el estudio. Daiana, expresa que la existencia de la radio es gracias a la ley de medios, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26522, sancionada en noviembre del 2009, ley que incorpora a los medios populares y comunitarios dándoles la posibilidad de desarrollar la dimensión económica a fin de permitir su sostenibilidad en el tiempo. Se llama Fm Soldati, para que el barrio sepa que hay una radio con su nombre y que
pueden poner su voz más allá del partido político que sean, entendiéndola como un servicio a la comunidad”. Matilde, coincide con su par y expresa: “la ley de medios dio la posibilidad de hacer realidad este sueño, y son los mismos jóvenes quienes construyen la radio. Lo que antes era una terraza comenzó a tomar forma por los pibes quienes además de construir se encargaban del contenido y la operación técnica”. ¿Quienes las conforman?
Fm Soldati se define como una radio popular y además, migrante y feminista y sus directoras encarnan y defienden estas luchas: Matilde, mujer y migrante; es oriunda de Bolivia, su primer programa se llamó “Voces migrantes, la Rosa de los vientos”. Lo conduce desde el 2018, y explica “es esa rosa de los vientos que está en los mapas y que siempre va girando”; entendiendo, expresando y difundiendo que la migración es un derecho, realiza su programa con personas de distintas nacionalidades, Perú, Chile, Colombia y Bolivia. Recibida de lic. en Comunicadora Social en su país, ni bien llegó a la Argentina buscó radios bolivianas, ya que hacía radio desde los 17 años. Su primera radio fue “Estación Latina” en Flores. Matilde asegura que una de las mayores alegrías que le dio la radio fue la de “poder darle esa mirada migrante, porque nadie más puede pensar cómo vos, es una invitación a todos a participar, especialmente a los jóvenes, porque nadie más va hablar por vos, y aquello que no se menciona no existe. Mi presencia incomoda,
irrumpe, por mi cara indígena por mi condición migrante, mujer y boliviana, porque una de las comunidades que más sufre violencia, xenofobia y discriminación es la boliviana, y este espacio me permite transmitir y seguir deconstruyendo los estereotipos donde una boliviana también puede ser docente y directora de un medio de comunicación”. Daiana, es feminista, llega a raíz de la militancia en la Organización Política y Social El Hormiguero y es diseñadora grafica; le propusieron diseñar el logo de la radio y al conocer el espacio “se enamora” del proyecto, de sus inicios, y de la participación de los vecinos. En el año 2018 le ofrecen ser parte de un programa feminista, y al año siguiente se hizo cargo del programa, como co-conductora, “No tenía experiencia propia en radio, y es justamente lo que hacen las radios comunitarias todos podemos hacer todo, no necesitas formación específica, el espacio te va formando”, y agrega, “todos hacemos todo, desde limpiar hasta aprender a operar”. Y resalta lo importante de animarse a poner la
voz, más siendo mujeres. “Son espacios complicados y complejos de sostener pero realmente importantes, y en este medio es necesario solo poner la voz, lejos de lo académico. Yo no tengo un máster en feminismo pero se trata de hablar de los temas, esto hizo que se acercaran muchas compañeras a la radio, llenas de miedos y vergüenzas al momento de hablar pero que lograron soltarse y el espacio se convirtió en una conversación entre amigas”. ¿Cómo hacer que sea sustentable?
El desafío de ser sostenible en el tiempo lleva mucho esfuerzo. Los equipos son costosos y siempre surgen gastos. Fm Soldati forma parte del Foro Argentino de Radios Comunitarias, esto le da la posibilidad de concursar en FOMECA, El Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual, herramienta que permite redistribuir los recursos que provienen de los medios de comunicación audiovisual (gravámenes y multas) para fomentar a los medios comunitarios.
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Las radios comunitarias se auto sustentan, en este caso suelen pedir colaboración a la comunidad, no solo del barrio sino también en el resto de Buenos Aires, o donaciones a través de la organización Política “el Hormiguero”; y a su vez hay un aporte voluntario de cada programa los que pueden pagar, y aquellos que no pueden pagar no es un impedimento para poder realizarlo; “que nadie se vaya de la radio si no puede aportar, es el espíritu de la radio comunitaria, con su programa suman a la radio”. Actualmente tienen toda la programación completa, de lunes
a viernes con programas en vivo, y los sábados trasmiten los partidos de Sacachispas. El lugar de los jóvenes en la radio es muy importante, hay varios programas de ellos por ejemplo “Batallón Revolución hip-hip” quienes incluso ganaron un premio. Programas de
reggae de vecinos de Ciudad Oculta, programas de rock y política y en pandemia hacían un ciclo de “show generosos”, que se trataba de recitales por streaming. Durante el año pasado las puertas de la radio se mantuvieron cerradas, aun así siguieron generando contenido, lograron un canal de spotify y realizaron dos especiales: “Mujeres y ollas populares” y “Mujeres y educación”; se hizo en red con los barrios en los cuales está el Hormiguero, de esta forma se expandió la radio, y sumaron experiencias como la de entrevistar.
El sueño de la conectividad Desde la radio se presentaron en un programa de proyectos especiales del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que tenía como objetivo la conectividad en cinco de los barrios populares de Soldati: Fátima, Carrillo, Los Piletones, Los Pinos y Barrio La Esperanza. Finalmente, terminando el año 2020 se les entregó formalmente la licencia de redes comunitarias. Si bien fue presentado por la Organización política, el proyecto se realiza desde la radio, actualmente está en proceso, puesto que quieren garantizar una buena conexión ya que es una de las principales demandas del barrio. Están capacitándose en el tema puntual de internet, Daiana expresa: “el conocimiento es poder, y necesitamos saber cómo y por qué suceden las cosas”. La directora también explica: 10
“Es con fibra óptica, es decir, se trata de que sea con la mejor calidad; contamos con un ingeniero que se está ocupando de todo, y además del servicio generaríamos puestos de trabajo para el barrio”; se piensa en una red amplia, en principio se pretende que haya wifi en todo el barrio, y aquellos que quieran tener su propia antena puedan ser parte haciéndose socios. Otra problemática es la falta de dispositivos, para esto están pensando armar estaciones tecnológicas en distintos lugares del barrio: bibliotecas populares, escuelas, y a su vez, poder garantizar en estos espacios internet gratuito. “Un funcionamiento en comunidad, es decir sin socios, no podrían sostenerse, no pensarlo en la lógica de clientes sino que ellos se sientan parte del proyecto, que
puedan tener beneficios, y a su vez seguir capacitándose”. En la radio puntualmente se vivió el tema de la falta de internet, porque el año pasado con pandemia plantearon la posibilidad de realizar los programas de forma virtual pero muy pocos pudieron sostenerlo, dejando en evidencia otros temas, como ser la brecha digital, problemática habitacional. Los medios comunitarios no se resumen en ser simplemente un canal, sino que se traducen en derechos y oportunidades, como la joven de Soldati que realizaba sus prácticas profesionales de locución en la radio. Es a través de los medios comunitarios que los vecinos pueden ser parte, ya sea poniendo su voz para informar, para denunciar, para demostrar que todos desde nuestro lugar somos importantes y es necesaria la pluralidad de voces.
Comisión de Niñez y Adolescencia
RadioCOsMUNITARIAS
Comunicar significa, por tanto, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad». Francisco - Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2014.
Un espacio para abrir la palabra - Pbro Pablo Viola La parroquia Jesucristo salvador del mundo, en la periferia, al sur de la ciudad de Córdoba, abarca unos veinte barrios, que van desde clase media, media baja hasta sectores más vulnerables. La gente es trabajadora como en todos los barrios populares, en la construcción, empleadas domésticas, cuidado de personas. La zona sur de Córdoba es una zona con mucha historia de luchas con derechos vinculados a la salud, a la educación, a infraestructura, muchos referentes históricos, incluso el primer párroco que tuvo la parroquia, el cura vasco, fue un luchador importante por los derechos de la gente de esta zona. La comunidad es parte de la Familia grande del Hogar de Cristo, empezamos hace un poco más de cuatro años con el Centro Barrial, donde se da un acompañamiento y el recibir la vida como viene, y además tenemos una mirada más preventiva, que tiene que ver con el Espacio Puentes Cura Brochero, que es como un espacio de recreación y de deporte, vinculado al trabajo con niños, niñas y adolescentes. Como parroquia caminamos en esta mi-
rada de recibir y acompañar en estas dos dimensiones. Y en Espacio Puentes, entre los ámbitos que se van abriendo, hace cinco meses nace la radio, que va de la mano con todo lo que se está haciendo. Surge así, en esa clave, compartir un poco la vida que tenemos. La idea con la radio es que la misma comunidad y los barrios vayan apropiándosela cada vez más. Tenemos como desafío seguir configurando la identidad parroquial, como nos pasa con los clubes. Una radio con identidad parroquial y con identidad popular. En la radio hay un programa de la granja de mujeres, de la granja de varones, uno del área niñez. Y la idea es que toda la parroquia vaya teniendo expresión en la radio. Y, a la vez, tratando de vincularnos con otras instituciones y organizaciones La radio por ahora funciona en el edificio de la sede parroquial, vía streaming, no hemos encarado el tema de la antena, estamos en el proceso de armar una aplicación para que se pueda escuchar en el celu directamente; de a poquito vamos ahorrando de los fondos que recibimos y de las donaciones y la vamos acondicionando. Hemos ido incorporando una metodología de laburo, todos los programas empiezan con la palabra del día, todos los días hay alguna consigna que compartimos en las redes. A futuro la idea es ir armando una grilla de programas que compartan la vida de
nuestra comunidad. Y el desafío es que la misma radio sea como una caja de resonancia de lo que pasa en los barrios, y en eso si me parece importante que podamos unir y articular la agenda de los barrios, problemáticas que hacen a la vida de nuestros barrios, sumar a distintos actores sociales de la zona, los centros vecinales, los centros de salud, movimientos sociales con los cuales podamos ir mostrando una agenda en común. Hoy la tecnología nos permite soñar estas cosas, antes era imposible; sobre todo con la pandemia, se puso de manifiesto que no todos tenemos acceso a las mismas tecnologías, pero que desde tu casa podés producir un contenido para los medios. Hay que aprovechar eso, organizarlo. Y después la necesidad de una expresión comunicacional que nos exprese, que tenga que ver con lo que nosotros sentimos, vivimos, pensamos. Organizar a la comunidad para que se empodere más. https://www.facebook.com/ EspacioPuentesCuraBrochero
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Una radio con 25 años de historia – William Salazar Fm Bajo Flores es consecuencia de una acción de los vecinos de este barrio, de militantes de la Juventud Peronista y de los sacerdotes de Madre del Pueblo: en ese tiempo el padre Ernesto Narcisi y el padre Rodolfo Ricciardelli. De trabajar, de estar en el barrio juntos. Estaba el Centro Comunitario Mons. Angelelli donde había un espacio para actividades, y ese grupo de gente va pensando la idea de una radio. Unos años antes nace se instalaron propaladoras, que son bocinas o parlantes, en los techos y con un equipo de audio se transmitía, no por frecuencia modulada sino de forma abierta. La radio nace en junio de 1996 con un transmisor donado por el sacerdote Carlos Moia y una pequeña antena, y empezó a sonar a algunas cuadras alrededor. La intención de los compañeros era continuarla y hacerla crecer y con los años se logró. Hoy es pensado como un medio de comunicación parte de la identidad del barrio. Es definitivamente popular, en un barrio donde lo popular se expresa en las calles y la religiosidad se expresa muy fuerte en la parroquia y las capillas. Como vecinos reconocemos eso y trabajamos lo comunicativo de eso. También acompaña a la escuela secundaria Madre del Pueblo que tiene especialización en comunicación y la radio fue parte de ese proceso, tiene esa in-
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tención de que las compañeras y compañeros se formen. Pensamos que educar en comunicación es algo fundamental en estos tiempos donde a veces se informa demasiado y se comunica muy poco. Nosotros en ese sentido, comunicamos la realidad, la vida, lo que se ve, parte de esas cosas tienen que ver con la cultura del
barrio, que es una cultura muy rica porque tenemos vecinos y vecinas de Perú, de Paraguay, de Bolivia, de Venezuela y del interior del país también, y dentro de eso tenemos comidas, tenemos música, tenemos fiesta. Es muy fuerte dentro del barrio, es muy lindo de ver y de vivir. Esas son cuestiones que no se comentan y nosotros somos los encargados de hacerlo. Y además las luchas populares que son reclamos históricos del pueblo que siempre está buscando, salud, educación, vivienda. También tenemos que hacernos eco de eso como lo hace la Iglesia que está al lado de los pobres y somos ellos también. Nosotros tenemos una antena y un transmisor donados por
el papa Francisco y tenemos la obligación moral y militante de hacer llegar la misa que transmitimos todos los días a las siete de la tarde. O los mensajes que el padre Juan comparte con los vecinos y vecinas del Bajo Flores. Tenemos la suerte de contar con un equipo de transmisión que llega al sur de la ciudad y parte del conurbano. Los mensajes se escuchan en otros lados. Al padre Juan lo han reconocido por la voz en algún sitio. Y también el uso de internet como herramienta está funcionando y evidentemente hay mucha gente que es parte de eso. Los postcat, spotify o youtube, las páginas mismas que a veces tienen para transmitir por internet. Sabemos que es un complemento de la radio actual transmitida por FM. Que la gente mientras trabaja, limpiando, cocinando o lo que sea que esté haciendo para trabajar, pone la radio FM y suena; y si bien tecnológicamente internet es importante y tenemos que usar esa herramienta para llegar a más personas, también creemos que la sintonía en FM llega es directa, está en los teléfonos celulares y cualquiera puede sintonizarla. La radio ya tiene 25 años, sentimos la presencia de Dios y de la Virgen de Luján con nosotros y sabemos que como pueblo tenemos esta misión de llevar adelante la radio y en eso gastamos la energía todos los días. FM BajoFlore 88.1 http://www.fmbajoflores.caster.fm/ @fmbajoflores
Comisión de Niñez y Adolescencia
¿Cómo acompañamos
situaciones de violenc
ia?
“En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia”. Francisco – Fratelli Tutti oct. 2020 Desde la Comisión de Nñez y Adolescencia en Riesgo junto con la Asociación Civil Nuestras Manos se organizaron una serie de encuentros vinculados a la problemática de la violencia. Los mismos se desarrollaron durante los meses de julio y agosto en la comunidad de San Judas Tadeo, en Bajo Flores, pensados a partir de los territorios y de la presencia en los barrios populares en los que ambas instituciones trabajan cotidianamente. La violencia es un tema complejo, cotidiano y cercano. El título que nos convoca es esta oportunidad ¿Cómo acompañamos?, nos lleva a otras preguntas ¿qué es lo que vamos a acompañar? ¿qué entendemos por violencia? ¿se da siempre de la misma forma? ¿siempre es igual la violencia? Con una modalidad mixta dos de los cuatro encuentros se desarrollaron vía zoom, y los otros dos en el colegio parroquial San Judas Tadeo que nos abrió sus puertas para recibirnos. Pensados para los profes, especialmente los de los clubes parroquiales, sobre todos los más nuevos que están en proceso de afianzarse, como sucede
en el club de esta comunidad que nos acogió, y también para catequistas, animadores de grupos y dirigentes, principalmente jóvenes. Participaron alrededor de unas cincuenta personas de los distintos espacios de la parroquia y del Club: del centro Misionero Madre Teresa de Calcuta, de la catequesis, del Oratorio y del grupo scout; y de otras parroquias: San Expedito, Virgen Inmaculada, Santa Lucía, Medalla Milagrosa, Santa Isabel de Hungría. También se acercaron del Centro Barrial María de Guadalupe y del EPI, Espacio de primera Infancia, “Somos uno en Juanito”. Los profesionales a cargo de los encuentros fueron los Lic. Adres Siri y Gabriel Cohan ambos psicólogos con un recorrido de trabajo en espacios vinculados a los derechos de la infancia, junto con Lourdes Molina, tam-
bién licenciada en psicología y doctora en Ciencias Penales, y para el último encuentro referido a cuestiones legales se sumó la abogada Karina Garimberti, parte del equipo de Nuestras Manos. En el primer encuentro por Zoom el padre Pedro de la comunidad de San Judas Tadeo compartió unas reflexiones acerca de “Volverse artesano de paz: Ser artesano de paz significa recibir a los débiles y necesitados aunque más no sea con una sonrisa y apoyarlos. Regalarles nuestra gentileza y ternura y abrirles nuestro corazón. Significa tomar contacto con la gente para ayudarlos con sus problemas, no desde una posición de poder y de certeza, sino desde un lugar de escucha, de comprensión, de humildad y de amor”. A lo largo de los encuentros se trabajó principalmente sobre las diferencias que hay entre las distintas violencias para saber cómo acompañar y contener a una persona que está viviendo algún tipo de estas situaciones. Se vieron los indicadores de cada tipo de violencia, del maltrato físico, maltrato psicológico, negligencia, física y emocional, y abuso sexual, y se reflexionó sobre estos indicadores que podemos ver y el contexto a partir de las experiencias de los participantes.
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Hubo un especial énfasis en la importancia de este espacio para ver que recursos tenemos en la comunidad y como armar redes, porque a veces las soluciones no las tenemos con los servicios locales, pero en los espacios comunitarios tampoco la gente está preparada para saber cómo intervenir. También reflexionamos sobre los grados o niveles en los que las violencias se presentan, pueden ser moderadas o leves, pero hay algunas formas violencia que siempre son graves. Se trabajaron herramientas concretas para pensar las intervenciones, remarcando que estas siempre son en un contexto comunitario. Siempre trabajar en equipo. Nunca evaluar solo. Siempre lo pensamos con otros. Se compartió en grupos la herramienta del genograma: representación gráfica a través de un instrumento que registra información sobre la estructura y/o composición de una familia y las relaciones entre sus miembros, remarcando la importancia de este en la práctica diaria. También se tomó como herramienta el Role Playing sobre algunas situaciones presentadas por el equipo de Nuestras Manos y entre todos se fueron pensando las mismas. Para abordar el tema de abuso sexual se presentaron algunas situaciones por escrito como disparadores y en relación a ellas se intercambiaron ideas, preconceptos, posibilidades de abordajes, creencias. Se hizo hincapié que la in-
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tervención no es solo denunciar y que también es importante poder trabajar con el abusador (quienes son mayoritariamente varones), y trabajar sobre estos temas que están atravesados por un contexto cultural y una
concepción patriarcal; ver cómo viven su masculinidad y lo que les representa una mujer u otro diferente. Porque generar espacios para trabajar esas cosas también es importante, ya que de otra manera la persona sino no lo trabaja lo va a repetir. Es un camino largo y desafiante porque la sanación lleva mucho tiempo. Remarcamos que hay formas de maltrato que se constituyen en delito y no admiten ninguna interpretación. Más allá de lo naturalizado que esté en algunos ambientes familiares, por ejemplo el abuso intrafamiliar. Y frente a una vulneración de derechos o un delito, uno tiene la obligación de hacer algo. Y en este hacer algo lo primero es poder generar un vínculo de confianza, no hacer nada sin escuchar, y tampoco quedarse solo en conseguir un relato, en ocasiones este nunca se da y sin embargo se puede acompañar. A veces los procesos en los
espacios del Estado son largos y complejos, no hay que sobrevalorarlos. Hay un montón de otras situaciones de acompañamiento que hay que transitar y sostener, y son los que le van a dar algún alivio a la persona que sea víctima y a la familia que también está atravesando esa situación. Este acompañamiento es lo más importante. Entender que no funciona tan linealmente como se cree: indicador, relato, denuncia, condena. A veces aparece la denuncia sin ningún indicador, otras veces hay un relato y nunca hay denuncia, quizás el relato aparece muchos años después. La pregunta que nos hacemos y compartimos es: frente a una sospecha de abuso, esa denuncia ¿va a llevar a la protección? No necesariamente. En el acompañamiento se pueden contemplar un montón de acciones, pero la principal, la más importante, es buscar la protección de esa persona que está siendo expuesta a una situación o están siendo vulnerados sus derechos. Como ideas centrales remarcamos la importancia de la escucha y la presencia, generar confianza respetando los tiempos del otro. Podemos hablar de una pedagogía de la presencia. Estar presente a lo largo del tiempo. Esa presencia va construyendo algo. Y siempre pensamos con otros, en equipo, en comunidad. Nosotros, en nuestras comunidades, y en especial con los más pequeños tenemos que tener como horizonte la protección, y preguntarnos siempre cómo acompañamos.
Pbro. Facundo Fernández Buils Lic. en Teología con especialización en Comunicación
s e l a i c o s s Rede
a i m e d n y pa
La imposibilidad de encontrarnos y de comunicarnos cara a cara en el tiempo de la pandemia del COVID-19 nos ha impulsado a buscar nuevos modos de entrar en relación, de compartir lo que estamos viviendo, lo que nos preocupa o angustia. Diferentes plataformas digitales han sido protagonistas en esta búsqueda por sostener cierta “normalidad” en medio del aislamiento y del distanciamiento. Las redes sociales han sido una herramienta entre tantas de las tecnologías digitales que se han convertido en un nuevo espacio cotidiano. Durante este último año y medio, hemos estudiado, hemos celebrado nuestros cumpleaños, hemos pasado nuestro tiempo libre, e incluso ¡hemos rezado!, a través de las plataformas digitales. Paralizados físicamente por la pandemia, muchos que hasta ese momento no tenían experiencia con las tecnologías digitales y las redes sociales, comenzaron a adentrarse en este espacio, descubriendo un mundo desconocido. Mirando en profundidad este fenómeno, podemos preguntarnos qué hemos experimentado y
aprendido a nivel personal y social sobre las redes sociales en esta pandemia. La comunicación es una dimensión intrínseca al ser humano. Toda persona desea y busca entrar en comunicación con otros. No podemos vivir sin comunicarnos. La invención de la imprenta, el cine y la radio, han potenciado las posibilidades comunicativas de las personas. Todo desarrollo tecnológico trae consigo transformaciones culturales, y
los avances en el ámbito de la comunicación no son la excepción. Sin duda la aparición de Internet ha sido la gran revolución del siglo XX que transformó para siempre el modo de comunicarnos y, por lo tanto, también el modo de vincularnos. Es la aparición de la web 2.0 (y con ella de las redes sociales) la que ha profundizado el impacto de Internet en la vida personal y social de los individuos. Ciertamente las redes sociales no han comenzado con la pandemia. Sin embargo, aún no hemos reflexionado lo suficiente para comprender el alcance antropológico y social de estas plataformas. Por ello, comenzaremos destacando algunos elementos fundamentales de las redes sociales. La principal característica de estas plataformas es su estructura en modo de red. Esta característica es su gran riqueza. Ya no es necesario un intermediaro que “de voz”, transmita o amplifique aquello que quiera decir una persona, sino que lo puede hacer desde este espacio. Esto reconfigura la estructura comunicativa típica de los medios masivos de comunicación: ya no es un emisor que comunica a una in-
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mensa audientenencia entre cia indetermilas personas. nada, sino que Así como la colos usuarios se municación es convierten en intrínseca al ser productores de humano, la dicontenido, comensión social municando en es constitutiva la plataforma de la persona: social aquello no podemos vique les previr en soledad, ocupa, les intesin sociedad. Si resa o desean. De este modo tenido que se comparta. Esta los tradicionales medios mala clásica estructura pirami- comunicación narrativa, con sivos buscaban alcanzar con dal jerárquica de los medios implicancias más afectivas, es sus mensajes a grupos sociales masivos, se convierte en una más efectiva en la transmisión ya establecidos, hoy las redes verdadera red donde cada per- de los mensajes, ya que com- sociales tienen la capacidad de sona puede, potencialmente, promete al que recibe ese con- crear nuevos espacios sociavincularse con cualquier otro tenido. les y comunitarios, al mismo usuario y, sin intermediarios, Finalmente la tercera esen- tiempo que producen y distriexpresar lo que desee. cia de estas plataformas es su buyen contenidos. A diferencia de los medios ser social. Estas tecnologías se A partir de estas caractede comunicación tradiciona- caracterizan por su capacidad rísticas, que son como el ADN les, en su origen estas plata- de sociabilizar, creando espa- de las redes sociales, podemos formas no fueron pensadas cios comunitarios y de per- preguntarnos cómo nos han para transmitir contenido informativo, Las redes te sostienen publicitario o educativo. Las redes sociaEn los barrios populares las redes nos permitieron seguir les fueron creadas comunicados, conectados, sentirnos cercanos más allá de las distancias para compartir las o las realidades particulares de cada uno, y en esta pandemia, vidas de las persoprincipalmente el año pasado con cuarentena estricta fue un dejo de nas. Su principal obcierta normalidad. jetivo fue propiciar Pero a su vez la llegada del Covid 19 dejó en evidencia diversas un espacio donde las necesidades entre ellas la de la conectividad en los barrios populares, personas pudiesen puesto que muchos también quedaron excluidos, como ser los niños narrarse a sí mismas, con edad escolar, además la dificultad habitacional, los espacios sus historias, sus inreducidos de las viviendas hacia que quizás no se podían realizar de la tereses, sus búsquemejor manera ciertas actividades. das. Allí las personas Las redes, principalmente la de los medios comunitarios del no comunican simbarrio, fueron importantes para saber cómo eran los protocolos y las plemente sus ideas o restricciones puesto que cambiaban constantemente, la ubicación de los pensamientos, sino operativos, los centros de testeos y vacunación. que se comparten Nadie podría imaginarse una cuarentena sin redes sociales, a ellos mismos, o psíquicamente sería más complejo y menos llevadero. Los seres lo que ellos quieren humanos necesitamos de los demás, es importante sabernos contar de sí mismos. acompañados, sostenidos ya sea mediante abrazos virtuales, pero para Por esta razón la coesto es primordial que todas y todos contemos con los medios y municación se torna recursos necesarios. significativamente Realmente las redes nos sostienes, pero es necesario poder acceder más afectiva, fortaa ellas para ser parte y que nadie quede excluido. Claudia Cabrera leciendo la adhesión o el rechazo al con-
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ayudado y enriquecido las plataformas digitales en este tiempo de pandemia. En primer lugar, su estructura de red nos ha permitido sentirnos acompañados y sostenidos por otros en estos momentos difíciles. Las tecnologías digitales han acortado distancias permitiendo mantener nuestros vínculos a pesar del aislamiento. A través de las redes sociales hemos podido experimentar la cercanía de los seres queridos, convirtiendo estos espacios digitales en lugares de encuentro y contención. Ciertamente no es lo mismo que el encuentro cara a cara, el abrazo o el mate compartido pero durante la pandemia, fueron el único medio posible para sostenernos y sentirnos acompañados. La capacidad narrativa de las redes sociales nos ha posibilitado transmitir lo que cada uno estaba viviendo en la soledad de la propia casa. Las tecnologías digitales facilitaron expresar creativamente en palabras, sonidos o imágenes aquello que nos estaba pasando, mientras que al mismo tiempo, escuchábamos las voces de otros que también expresaban lo que estaban viviendo. Finalmente, como conse-
cuencia del aislamiento por la pandemia las redes sociales fueron el único canal disponible para vincularnos, socializar y fortalecer nuestras comunidades. Estas plataformas se convirtieron en espacios de encuentro social, de participación e incluso de solidaridad con aquellos que más lo necesitan.
tivas en las redes han ayudado a procesar lo vivido, generando espacios de encuentro y participación que fortalecieron sus comunidades. En tiempos tan difíciles como los que vivimos, los vínculos sociales corren el peligro de debilitarse y de fragmentarse. Como dice el Papa Fran-
Gracias a las tecnologías digitales y las redes sociales, muchas organizaciones, instituciones, clubes, capillas han podido durante la pandemia estar presentes en la vida de sus comunidades. Con grandes esfuerzos para entrar en estos espacios digitales, han logrado acortar las distancias con sus miembros, fortaleciendo sus herramientas de contención y sostenimiento local. A través de propuestas artísticas y crea-
cisco en su encíclica Fratelli Tutti, las tecnologías digitales pueden ser una herramienta clave para el bien común y la reconstrucción del tejido social, ayudando «a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos» (FT 205).
FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237
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Padre Jorge Díaz “Firu” Diócesis de Oran – Provincia de Salta.
Ser cura
Fue en el seminario donde al padre Jorge Díaz lo apodaron Firu y desde entonces todos los conocen así. Es sacerdote desde hace treinta años, y sus primeros diez años estuvo en parroquias de la Ciudad de Buenos Aires, la mayoría en Virgen de los Milagros de Caacupé en la villa 21, en el barrio de Barracas, y luego cuando el padre Pepe llegó a reemplazarlo fue a María Madre de la Esperanza en la villa 20 en Lugano donde estuvo cuatro años. “Estando en el seminario también estuve en las villas, el padre Ricciaderlli era mi padrino, porque siendo seminarista estuve dos años con el en Bajo Flores. Era un hombre de Dios y la Virgen, con él nos juntábamos todos los domingos a la noche, ese tiempo con él fue un regalo”, recuerda Firu.
En el año 2002 Firu se va a la Arquidiócesis de Salta, “sin conocerlo siempre quise esto, desde el seminario, y Bergoglio fue abriendo la posibilidad para los curas que se querían ir al in-
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es muy fácil terior y dar ese paso. Renuevo el permiso cada tres años, por mi salud que es medio delicada, porque tuve un infarto y me tuvieron que operar, por si algún día necesito volver”, nos explica durante la charla. Desde el año 2004 está en la diócesis de la Nueva Orán, ubicada al norte de la provincia salteña. Una parte está conformada por lo que se conoce como “el chaco salteño”, y es allí donde el padre Firu permaneció más tiempo, “en esa zona que limita con toda la provincia de Formosa y con una parte del Chaco y del impenetrable estuve 12 años, lo llaman el impenetrable salteño porque es todo monte, como lo que era antes Santiago que desapareció, acá se mantiene. Es toda una zona de quebracho, de algarrobo de mistol, y es de las zonas más pobres del país, en la diócesis en general y en especial en la parte del chaco salteño donde la mayoría de la población son aborígenes. Y ahora, estos dos últimos años, estoy en la ciudad de Salvador Mazza que se ubica justo donde termina la ruta 34 en la frontera con Bolivia, de hecho vivo a 200mts de nuestro país hermano.
La ciudad de Salvador Mazza tiene aproximadamente unos 25.000 habitantes y son dos las parroquias donde Firu está junto con otro sacerdote. Es un territorio chico, sobre todo en comparación con la zona del chaco salteño donde son kilómetros y kilómetros de monte. Una parte de la ciudad está rodeada por cerros bajos, con algunos parajes cerquita, y donde hay mucho terreno lo que hace que la gente viva mucho de la siembra y del comercio. Las familias tienen una o dos hectáreas donde se siembra zapallo, maíz, batata, mandioca. Es gente del lugar que tiene así su huerta, la gente siembra para vivir, para comer y para poder vender algo también, es la misma familia la que siembra y cosecha. “Al ser frontera el comercio está presente todo el tiempo”, menciona Firu, las fronteras están cerradas pero nominalmente, la realidad es que todo el tiempo la gente pasa. Y hace falta gente para comprar, para pasar, los bagayeros le dicen. En este tiempo el cambio favorece a Bolivia, entonces están todos viniendo de Bolivia acá y hacen falta vehículos, para llevar hasta lo lugares de paso para que la gente pueda pasar a Bolivia. En este momento hay mucho trabajo, como la frontera es seca para cruzar hay que atravesar una quebrada que es medio difícil, pero la cruzan a pie cargando las cosas. También la frontera trae otras cosas, como la droga que está presente y es
nante la llegada de todos los peregrinos. Y además la gente de Salta se prepara para recibirlos y poder darles algo para comer o para tomar a medida que llegan. Esa semana se para todo y es feriado en Salta. Es la Semana una tentación fuertísima porque es plata fácil. Hay épocas que se pone pesado porque mueve mucha plata y también está el consumo, pero hace poco salió un informe de La Nacion que vino y decía que esto era Ciudad Juarez, una gran mentira; porque es un problema que existe, es verdad, pero no es lo que nos marca, la mayoría de la gente es muy trabajadora, es muy buscavida. Cuando empezó la pandemia, y se cerró todo, y se cerró la frontera, la gente, con lo que podía, o si cobraba el IFE compraba una bolsa de papa una de zanahoria y se ponía a hacer en el negocito en la puerta, o empezaba a hacer pan, se la rebuscaba de alguna manera para salir adelante. ¿Qué fiestas son importantes en Salta? Más al sur la provincia está muy marcada por la fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, pensá que estamos a más de 400kms de la ciudad de Salta y la gente va caminando o en bicicleta. Ahora no, porque no se puede, pero desde siempre, los peregrinos se van juntando, a medida que van pasando por cada pueblo. Es emocio-
del Milagro y en la procesion se calcula unas 800.000 personas. Sin lugar a dudas es la fiesta más importante. ¿Cuál es tu vivencia de ser cura en todos estos años en el Norte? Ser cura acá es muy fácil en comparación a serlo en ciudades como Buenos Aires. Las personas acá son muy religiosas, cada lugar tiene sus expresiones distintas; en el Chaco es una zona bien rural donde vos vas por los parajes, y la religiosidad gira más en torno a la fiesta de un paraje, de un pueblito, “a la reza”, como le dicen… Son pueblitos muy chiquitos y después la gente vive en el monte, entonces son fuertes esos momentos de encuentro que hay. Y en Salvador Mazza al ser más ciudad y con esta característica de estar en la frontera la religiosidad está muy marcada por la fe en Bolivia. Gran parte de la gente o es boliviana o
son hijos de bolivianos, y ahora por ejemplo, estamos en los días de la novena de la Virgen de Urkupiña, y todo el mundo tiene su virgencita en la casa y el festejo es grandísimo, antes de la pandemia llegaban a ser dos mil personas para la fiesta. En ese sentido es fácil se cura, la gente quiere mucho a los curas, todos te llaman “padrecito” aunque seas grande. Muy respetuosa. Gente de fe. Salta es impresionante, en la zona de los cerros la fe es muy fuerte, por ahí acá es un poco distinto pero igualmente fuerte. Y la gente te demanda mucho. La presencia del cura es importante, en las misas, en los bautismos, en las novenas… Es todo muy cercano, y todos los barrios tienen sus patrones y sus novenas, su fiesta patronal, su capillita o su grutita. Muchas de las cosas que había vivido en las villas en Buenos Aires al llegar al Norte las encontré en su lugar de origen, por decirlo de alguna manera, en Virgen de Caacupé en Barracas es muy fuerte la comunidad paraguaya, en la parroquia Madre de la Esperanza en Lugano casi todos eran bolivianos pero más del Norte. El sur de Bolivia es un poquito distinto, pero al estar tan cerca ir a Bolivia es como ir a otro barrio. Es otra vida, habrá momentos en los que hay que apurarse y después momentos tranquilos pero es la misma gente la que te va marcando el ritmo. No tenés que andar pensando en cómo llegar a la gente sino cómo responder a lo que te van pidiendo y acompañar la fe de la gente, la fe ya está presente y es una presencia muy fuerte.
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Equipo de Comunicación de San Cayetano.
Otra fiesta de San Cayetano distinta,
aunque esta vez con la presencia de sus fieles.
El patrono del Pan y del Trabajo fue visitado por miles de peregrinos en el santuario de Liniers con todos los cuidados sanitarios. La gente se encontró con la imagen en el atrio, un hecho casi inédito. La pandemia de coronavirus sigue vigente, pero también la devoción popular, que este agosto 2021 se puso de manifiesto una vez más con el paso del pueblo fiel ante el patrono del Pan y del Trabajo. No fue ajena a la propia comunidad la realidad que aqueja a todo el mundo, ya que ella misma instaló entre sus pedidos el tema salud. Este 2021 tuvo como lema “San Cayetano, con corazón agradecido te pedimos paz, salud y trabajo”. Los conceptos surgieron de los deseos de los fieles. Se los consultó a través de las redes sociales del Santuario; “Escribile al santo en cinco palabras lo que tenés en tu corazón”. Así surgieron -tecnología mediante- las palabras de mayor aparición en los mensajes: “salud”, “paz”, “gracias”. El pueblo de San Cayetano plasmó en oración su sentir, y lo ratificó en los testimonios recogidos en la fila para pasar ante la imagen del santo. El tema salud tuvo una preponderancia indudable. Durante todo el mes de agosto (no sólo el día 7) los peregrinos fueron a pedir protección ante la enfermedad, pero también a rogar por el eterno descanso de aquellos que partieron víctimas del virus. No faltaron, claro
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está, los ruegos a San Cayetano por trabajo; muchos hogares sufrieron las consecuencias indirectas de la pandemia. También se oyeron muchas voces de hermanos y hermanas que agradecían por su empleo y de aquellos que lo encontraron. La paz, como anhelo hacia la unidad de la sociedad, herida por “la grieta”, también se palpó en el sentir de los peregrinos.
Todo agosto fue San Cayetano. Nunca es fácil la organización de cada 7 de agosto, día de convocatoria de masas como pocos vinculados a la piedad popular en la Argentina. Sin embargo la alegría de poder recibir nuevamente al pueblo peregrino en el santuario de la calle Cuzco (algo que se confirmó apenas días antes) planteó un desafío: cómo hacerlo sin poner en riesgo a nadie. Se decidió entonces “abrir” la fiesta
de San Cayetano más allá del día 7, es decir, a todo el mes de agosto. “Todo agosto es San Cayetano, tu promesa vale todos los días” fue la frase con la cual se insistió para evitar aglomeraciones riesgosas. Y funcionó. El pueblo peregrino entendió perfectamente que las prioridades esta vez estaban repartidas entre visitar a San Cayetano y cuidarnos entre todos. Con inmensa satisfacción podemos contar que especialmente el día 7, y con muchísima gente que se acercó al templo de Cuzco 150, la organización fue impecable. El numeroso grupo de voluntarios del santuario se desplegó al servicio de los peregrinos y todo se desarrolló con absoluta normalidad.
San Cayetano y la enfermedad Un dato que llamó la atención de todos este agosto fue sin dudas el protagonismo de
San Cayetano en los momentos críticos de los pueblos en relación con las enfermedades, también en la presente pandemia de Coronavirus, algo que fue relatado a través de las redes sociales del santuario especialmente durante la novena preparatoria. En Roma y antes de ser ordenado sacerdote, San Cayetano se preocupaba por la situación de muchas personas con enfermedades infecciosas que en aquellas épocas (Siglo XVI) no tenían cura y se convertían en epidemia, como la sífilis. No eran recibidos en los hospitales y agonizaban en las calles. Cayetano vendió sus bienes y junto con un grupos de amigos fundó una institución para acoger a aquellos moribundos, la Compañía del Divino Amor. Pero también San Cayetano llegó a Liniers a causa de una epidemia. En 1871 hubo un brote de fiebre amarilla que afectó mayoritariamente el sur
de la ciudad de Buenos Aires, donde se encontraba la casa de ejercicios espirituales fundada por la beata Mama Antula. En ese momento las hermanas que estaban en la santa casa decidieron alejarse de la zona de la epidemia; se fueron a terrenos que les habían donado y que estaban lejos de allí, en el oeste de la ciudad, a unos metros del paradero ferroviario llamado Liniers. Fundaron la
capilla pública, el colegio para niñas y una casa de retiros, dedicados al Patrono de la Providencia, San Cayetano. Y hoy San Cayetano recibe a miles de peregrinos en medio de la pandemia de Covid-19. Esta relación del santo también con las necesidades de la salud es captada por los peregrinos. En 2020 lamentablemente no pudieron acercarse al santuario, que estuvo cerrado. Tuvieron que seguir las misas, la novena y la fiesta de agosto por streaming, pero nunca se apartaron del amor de nuestro patrono, y aguardaron con paciencia y serena espera. Esta vez sí muchos pudieron acercarse a venerar a San Cayetano, cuya imagen salió de su posición habitual para ser ubicada a las puertas del templo. Ese hecho fue en sí mismo generador de tiernas imágenes de las cuales quienes colaboramos en la organización fuimos testigos. Es que al llegar ante el atrio, los fieles sintieron que de alguna manera el santo los estaba esperando con una disposición especialmente amorosa. El coronavirus se cobró más de cien mil vidas en nuestro país; muchos fieles vinieron a pedir por el eterno descanso de sus familiares a quienes además no pudieron despedir. El pueblo peregrino se acercó con ese “extra” de preocupación e incertidumbre que generan la pandemia y sus consecuencias. Sin embargo la gente volvió y San Cayetano estuvo una vez más consolando y dándole fuerzas a su pueblo angustiado, pero también agradecido y esperanzado.
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Comisión de Niñez y Adolescencia
d a id l a e r a l r a m r o f s Tran res
a l u p o p s o i r r a b s o de l
“Cuando el pueblo está descartado se le priva no solo del bienestar material sino de la dignidad de actuar, de ser protagonista de la historia, de su destino, de expresar sus valores y su cultura, su creatividad, su fecundidad”. Palabras de Francisco, “una política arraigada en el pueblo” 15 de abril del 2021 El Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) reúne información sobre los 4.416 Barrios Populares censados en nuestro país y sus habitantes. Desde La Mesa Hábitat/ RENABAP, en conjunto con Cáritas, se comenzó en el mes de julio una serie de conversatorios para profundizar la reflexión sobre los Barrios Populares. A finales de julio Mons. Gustavo Carrara Vicario Episcopal para las Villas de C.A.B.A. reflexiona sobre la “Integración de los Barrios Populares”, y en el mes de agosto Fernanda Miño, Secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación comparte sus ideas sobre “¿Qué es un Barrio Popular? y su proceso en Cáritas”. Gustavo Carrara en su testimonio compartió como se han ido formando estos barrios a lo largo de los años, como cientos de familias han tenido la dignidad de convertir basurales y terrenos anegados por el agua en lugares habitables, y han levantado sus casas como pudieron y han ido transformando estos lugares en barrios obreros. Movidos por el anhelo de progresar, de vivir mejor, de
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darles un futuro mejor a sus hijos e hijas. Son familias, hijas de la cultura latinoamericana, hombres y mujeres del interior de nuestra tierra o de países hermanos, son parte del pueblo pobre trabajador latinoamericano. “Integrar estos barrios”, remarca Carrara “implica reconocer al pueblo que vive en ellos como un sujeto colectivo, con su cultura, su lenguaje, su modo de razonar, su ritmo, sus símbolos; y esto no es populismo, es sencillamente respetar al otro en cuanto otro. Y no podemos como Iglesia descuidar la dimensión espiritual de las personas y su religiosidad. Podemos caer en la tentación de hacer ciudades amuralladas y quedar de un lado aterrorizados, pero del otro lado, quedan los excluidos, los desterrados, más atemorizados todavía. Este rechazo, no al extranjero por ser extranjero, sino porque este extranjero es pobre”. “En Fratelli tutti”, nos recuerda Carrara “Francisco comenta la parábola del buen samaritano y en ella comenta que significa ser prójimo de aquel que más nos está necesitando. El camino no es levantar muros sino tender puentes, el camino es el amor fraterno que en comunidad se rebela contra las injusticias sociales. Hoy se habla de reurbanizar o urbanizar los barrios populares, y se hace referencia a lo que la ciudad le puede dar a los barrios, por ejemplo agua potable. La pandemia ha visibilizado que
La aporofia, este rechazo u odio al pobre, va generando un estilo de vida donde elegimos quien es mi prójimo y quien no lo es. muchas personas no tienen acceso a la red de agua corriente ni a la cloacal, ni a la electricidad segura, ni a la conectividad. Si urbanizar de alguna manera es acercar todo eso, bienvenido sea ese concepto de urbanización, pero el Equipo de Sacerdotes de Villas ya en el 2017 presentó un documento donde acuñamos un término “Integración urbana” ¿qué significa para nosotros? Los vecinos y vecinas necesitan muchas cosas pero también aportan mucho a nuestra sociedad, y tienen mucho para aportar a nuestra patria. Toda cultura tiene sus valores, también sus disvalores, evidentemente, pero el camino es tender puentes, no levantar muros. Muchas veces en los barrios se da ese entramado de solidaridad que sabe hacerse cargo de situaciones de dolor y de deseos de vivir mejor. Se dan esas experiencias de salvación comunitaria, y se dan en contextos de mucha dificultad, donde una mirada cristiana nos tiene que hacer valorar los pequeños pasos que se pueden dar en esas situaciones tan difíciles. Lo que sorprende es la capacidad de hacer fiesta aun en las dificultades y en esa fiesta conservar las raíces culturales.
Lo vemos en las capillas cuando se celebra alguna devoción a una virgen o a un santo, en esa fiesta se trae la propia tierra, se trae de alguna manera la propia cultura recibida de los mayores que se transmite a los hijos y nietos. En las grandes ciudades como la de Buenos Aires el pueblo pobre trabajador ofrece una fuerza económica insustituible, que es la fuerza del trabajo, sobre todo en la construcción, en la confección de la ropa que usamos, en las frutas y verduras que consumimos y en el cuidado de los
seen valor hermenéutico que no podemos ignorar si queremos tomar en serio el principio de encarnación’. Sus preguntas nos ayudan a preguntarnos, sus cuestionamientos nos cuestionan, desde las periferias geográficas, pero sobre todo desde las periferias existenciales, de la pobreza, del dolor. La realidad se mira de modo distinto parado uno en la periferia, se ven cosas que desde el centro de la realidad no seven. Por su parte en el itinerario de la Mesa Hábitat ReNaBaP Fernanda Miño compartió par-
enfermos y de nuestros mayores. Y todos trabajan con el sueño de mejorar. Son un aporte concreto a la economía y deberíamos entender que muchas cosas de la gran ciudad sin este aporte no funcionarían. Por eso hablamos de integrar, de respetar al otro en cuanto otro, de cultura del encuentro. Esto supone un diálogo, que es evidentemente un diálogo cultural, político y social. El primer paso es la escucha, lo dice Francisco ‘las preguntas de nuestro pueblo, sus luchas, sus sueños, sus preocupaciones, po-
te de su historia, su experiencia de vivir en un barrio popular, su acercamiento a la política y su profundo compromiso con sus hermanos y hermanas. “Viví toda mi vida en la Cava, en San Isidro, y crecí viendo cosas que no están bien, quizás uno va naturalizando las condiciones del barrio, que es normal no tener agua potable o que la luz se corte. Los barrios populares tienen esa necesidad de ir buscando las respuestas a los problemas cotidianos, que se tiene que cargar agua, que hay que venir de hacer los manda-
dos por pasillos estrechos, con barro, y uno cree que esa es la realidad; después uno va creciendo y se va concientizando de que eso no está bien, y empieza a desnaturalizar esa condición de pobreza”. Fernanda empezó de muy chica, a los 13 años, a trabajar en una casa de familia y vio ese contraste de un barrio con todos los servicios a diferencia de donde ella vivía. Tuvo también un acercamiento más a la iglesia y a los sacerdotes que ayudaban a la formación de los barrios en cuanto a la fe. “Mi primer acercamiento para transformar estas realidades difíciles fue ya casada y con una nena. Nos casamos muy jóvenes, y cuando uno tiene hijos piensa en la trascendencia, en qué mundo les va a dejar a ellos. Primero empezamos con lo propio”, recuerda Fernanda “y en el patio de nuestra casa hay un espacio social que ya tiene casi 11 años. Y tanto mi esposo como yo empezamos a sentir la necesidad de organizarnos junto con otros y otras; venía participando de muchas tareas comunitarias, yendo al municipio a reclamar lo que faltaba en nuestro barrio, armando redes; pero veía que no bastaba con abrir el portón de mi casa y que los chicos vinieran a hacer la tarea para transformar la realidad. Sabíamos que era por otro lado, nos juntamos con algunos compañeros y empezamos a armar la red de barrios populares, y vino a mi vida la oportunidad de la política; primero desde el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) con una invitación del relevamiento nacional de barrios que me daba la oportunidad de relevar a mis propios vecinos y vecinas y de hacer las cosas de otra manera.
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Al relevamiento le siguió la sanción en el Congreso en octubre de 2018, por unanimidad, de la ley 27.453 - Régimen de Regularización Dominial para la Integración Socio Urbana. Y a su vez en toda la Argentina formamos la Mesa Nacio-
El Registro Nacional de Barrios Populares surge a partir de un acuerdo con las organizaciones sociales CTEP, CCC, Barrios de Pie, Techo y Cáritas.
nal de Barrios Populares con compañeros y compañeras de otras provincias junto a organizaciones sociales, y empezamos a luchar para que una vez relevadas y registradas, las familias pueden acceder a un Certificado de Vivienda Familiar documento expedido por la ANSES. Este certificado, resultado de esa lucha, permite que nosotros seamos dueños de nuestra casa, y acredita el domicilio ante cualquier autoridad pública nacional, provincial o
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municipal para pedir servicios como la conexión a la red de agua corriente, cloacas, energía eléctrica, gas natural o transporte. Más de 200.000 familias ya accedieron al Certificado de Vivienda Familiar”, explica Fernanda. “Al año siguiente se hizo la Secretaría y fue este último gobierno quien trabajó para que esta Secretaría hoy tenga los recursos para llegar a cada barrio con obras. No tenemos la posibilidad de todo, pero necesitamos la suma de voluntades, la cultura del encuentro, porque es la única manera de transformar la realidad de los que más sufren”, afirma Fernanda. Quedan aún por delante varios encuentros previstos para este tiempo: el jueves 9 de septiembre a las 17:00 hs se estará presentando una experiencia práctica de la Diócesis de Merlo Moreno y el jueves 30 de septiembre a la misma hora una experiencia práctica de la Diócesis de Quilmes. Ya en octubre, y siempre a las cinco de la tarde, el 21 de octubre Andrea Poretti, Diego Quiroga y Nicolás Meyer presentan “Organización del Trabajo”; y por último cerrando el ciclo el 4 de noviembre Mons. Óscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, compartirá sus palabras sobre el “Magisterio de Francisco y los Barrios Populares”. Los invitamos a escuchar y participar de esta iniciativa, como nos compartía Gustavo Carrara “para integrar a los barrios populares tenemos que pararnos en la periferia, acercarnos a las periferias existenciales, y el primer paso es la escucha respetuosa”. Para ver las presentaciones: https://www.youtube.com/c/FamiliaGrandeHogardeCristo
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