Ternura para asumir la vida

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REVISTA BIMESTRAL - AÑO 21 - Nº 181 - ENERO - FEBRERO 2021 - COSTO $85

a r a p a r Teransuumir la VIDA

19v a EEN NTTRREEG GAA

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EL CLLEMENTO D UB D E E MI PORTIVO BARR IO

Con la Colección “Curar el mundo” - Carta Apostólica Patris Corde Del Santo Padre Francisco con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia Universal.

Foto: Paula Conti

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.



Editorial

Sumario .1.

Año de San José…

.2.

¿Por qué la encíclica ‘Fratelli tutti’ era indispensable?

.5.

De cómo fracasar puede abrir un amanecer hermoso.

.7.

La pandemia que acabó con la indiferencia.

.9.

Trabajar sin patrón.

. 12 .

La dignidad del trabajo.

. 14 .

Hacia una Argentina al Servicio del Desarrollo Humano integral.

. 16 .

Acompañar toda la vida

. 18 .

Guadalupe 2020

. 22 .

Servir: una elección de vida.

Esta edición va acompañada de la 19va entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO y la segunda entrega de CURAR EL MUNDO

. . . é s o J n a S Año de

Acaba de terminar un año muy difícil a causa de la pandemia, y empezamos un año nuevo, pero el covid 19 aún está entre nosotros. Y continúa entre nosotros el virus de la injusticia social, que la pandemia desnudó descarnadamente. Pedimos la gracia de guardar y repasar en la memoria del corazón, como la Virgen (cf. Lc. 2, 19.51), lo que hemos vivido. Lo bueno, lo complicado y lo que no se entiende. En los números de la revista del año que pasamos, hemos valorado de modo especial, ese ejército invisible, que en distintas comunidades se organizó para curar, cuidar y compartir. Apostó por la cultura del cuidado. Y de ese modo le hizo frente a todo fatalismo y a una mentalidad mágica que piensa que las cosas cambian solas. Miles de mujeres y varones, verdaderamente esenciales, rezaron confiadamente a Dios y a su vez realizaron ese viaje de la misericordia, es decir del corazón a las manos, con acciones bien concretas. Estamos viviendo un tiempo inédito de crisis. De esta crisis no vamos a salir igual, o salimos mejores o salimos peores. Al comienzo del año renovamos nuestro compromiso de salir adelante mejores. Es importante no volvernos en coleccionistas de conflictos. La lógica del conflicto busca culpables a los que estigmatizar y justos a quienes justificar. Es imperioso visualizar que la realidad que vivimos, pide a gritos fraternidad, para resolver los múltiples desafíos que enfrentamos. Comenzamos un año nuevo, mucho más conscientes que estamos ante páginas en blanco por escribir, pero renovamos nuestra esperanza al ponernos bajo la bendición de Dios: “El Señor nos bendiga y nos guarde; nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro a nosotros y nos dé la paz.” El Papa Francisco nos ofrece para este año la compañía de San José, al declarar un año en su honor. Pidamos a este querido Santo que es un gran protagonista de la historia de la salva-

ción, casi sin aparecer, que nos ayude a no negar la crisis que vivimos y nos enseñe a atravesar la tormenta, mirándola de frente. Como invitación a leer el cuadernillo que se adjunta a la revista con la Carta Apostólica, transcribimos estos párrafos: “Como Dios dijo a nuestro santo: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20), parece repetirnos también a nosotros: “¡No tengan miedo!”. Tenemos que dejar de lado nuestra ira y decepción, y hacer espacio —sin ninguna resignación mundana y con una fortaleza llena de esperanza— a lo que no hemos elegido, pero está allí. Acoger la vida de esta manera nos introduce en un significado oculto. La vida de cada uno de nosotros puede comenzar de nuevo milagrosamente, si encontramos la valentía para vivirla según lo que nos dice el Evangelio. Y no importa si ahora todo parece haber tomado un rumbo equivocado y si algunas cuestiones son irreversibles. Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas. Aun cuando nuestra conciencia nos reprocha algo, Él «es más grande que nuestra conciencia y lo sabe todo» (1 Jn 3,20). El realismo cristiano, que no rechaza nada de lo que existe, vuelve una vez más. La realidad, en su misteriosa irreductibilidad y complejidad, es portadora de un sentido de la existencia con sus luces y sombras. Esto hace que el apóstol Pablo afirme: «Sabemos que todo contribuye al bien de quienes aman a Dios» (Rm 8,28). Y san Agustín añade: «Aun lo que llamamos mal». En esta perspectiva general, la fe da sentido a cada acontecimiento feliz o triste. Entonces, lejos de nosotros el pensar que creer significa encontrar soluciones fáciles que consuelan. La fe que Cristo nos enseñó es, en cambio, la que vemos en san José, que no buscó atajos, sino que afrontó “con los ojos abiertos” lo que le acontecía, asumiendo la responsabilidad en primera persona.” (Papa Francisco. PatrisCorde. Nº 4) Padre Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral de las Villas CABA.

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Víctor Manuel Fernández Arzobispo de La Plata

¿Por qué la encíclica

‘Fratelli tutti’ era indispensable?

Fratelli Tutti es la segunda encíclica escrita íntegramente por el papa Francisco, cuyo mensaje no solo viene a traer una propuesta ante la situación mundial que deja la pandemia, sino que se convierte en un pilar fundamental de su magisterio.

En su época de arzobispo casi no encontramos intervenciones suyas sobre esos temas. En cambio, los temas que aborda en ‘Fratelli Tutti’ son cuestiones que le han preocupado toda la vida y hacen al pensamiento social que siempre lo ha carac-

Una encíclica que estaba haciendo falta

terizado. Al mismo tiempo, aquí termina de acoger el espíritu de san Francisco de Asís, porque su anterior encíclica desarrollaba la comunión con todas las creaturas mientras ahora se detiene específicamente en la fraternidad humana. La figura del Buen Samaritano, capaz de superar una ancestral enemistad entre dos pueblos para auxiliar a un herido, se convierte en un ícono de la apertura universal del amor. En esta testamento magiste-

Esta encíclica es la segunda pata del magisterio original de Francisco. Si no la tuviéramos, él podría ser recordado como un “Papa verde”, aunque Laudato si’ sea ante todo una encíclica social. Hay un detalle que no puede ignorarse: antes de Laudato si’ él no se había explayado mucho en cuestiones relacionadas con el cuidado del medio ambiente.

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rial de Francisco él se muestra a sí mismo con toda su originalidad y su riqueza propia. En anteriores documentos su magisterio terminó algo encerrado en cuestiones eclesiásticas disputadas –sobre todo en Amoris laetitia y en Querida Amazonia– o en temas muy específicos de la espiritualidad cristiana –Gaudete et exsultate– o de la pastoral –Christus vivit–. Pero en esta encíclica, al igual que en Laudato si’, prefiere que la Iglesia salga de sus cuestiones internas, tome aire, y entre en diálogo con el mundo sobre los grandes temas de la vida en sociedad. Porque al fin de cuentas la Iglesia no está para sí misma y Francisco es un maestro en el diálogo con el mundo. El gran tema de Fratelli tutti es el amor fraterno que se abre a un dinamismo universal hasta abrazar a todos, incorporando en esta dinámica el camino local de la “amistad social”. Pero eso no significa que esta encíclica no “haga lío”. Francisco ha querido ser fiel a grandes convicciones que, en una encíclica sobre la fraternidad en el mundo no podían estar ausentes, aunque molesten. Hasta se atreve a resistir los embates de quienes le reprochan que se meta en política y dedica todo un capítulo a proponer la mejor política. Allí tiene la valentía de entrar de lleno en el debate en-


tre populistas y neoliberales. Se entiende que Francisco no habla de una fraternidad entre los que la pasan bien, sino de aquella que es capaz de acoger, arropar y promover especialmente a los últimos. El amor fraterno también cuestiona el orden establecido y obliga a replantear muchas cosas. Y es probable que algunos temas provoquen resistencia en sectores ligados al tradicionalismo o al neoliberalismo. Esos temas más sensibles son sobre todo cuatro:

Francisco no habla de una fraternidad entre los que la pasan bien, sino de aquella que es capaz de acoger, arropar y promover especialmente a los últimos. 1. Una visión ampliada y aplicada sobre el destino común de los bienes. Retoma la doctrina católica sobre el destino común de los bienes, los límites del derecho de propiedad y su función social, pero la aplica de modo original en el contexto de la fraternidad universal. Afirma que “los límites y las fronteras de los Estados no pueden impedir que esto se cumpla. Así como es inaceptable […] que el lugar de nacimiento o de residencia ya de por sí determine menores posibilidades de vida digna y de desarrollo” (121). Porque “junto al derecho de propiedad privada, está el más importante y anterior principio de la subordinación de toda propiedad privada al desti-

no universal de los bienes de la tierra y, por tanto, el derecho de todos a su uso” (123). Aquí aparece un párrafo determinante para entender el alcance de esta convicción, y al proponerla así Francisco cierra una larga discusión sobre este tema. Afirma que a este principio del uso común de los bienes se someten “todos los demás derechos sobre los bienes necesarios para la realización integral de las personas, incluidos el de la propiedad privada y cualquier otro” (120). Plantea así “reproponer” la cuestión de la función social de la propiedad, porque de hecho esa función no se está realizando en el orden actual del mundo, donde hay personas que no viven de acuerdo con su dignidad humana sólo porque les ha tocado nacer y crecer en un lugar que no se los

permite. La realidad es que la propiedad privada se ha convertido en el justificativo de enormes privilegios para algunos a costa de la miseria de quienes no tienen las condiciones mínimas para vivir dignamente. Por eso Francisco retoma y desarrolla una afirmación contundente de san Juan Pablo II que impide considerar como absoluto el derecho a la propiedad privada: “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno” (CA 31).

2. La “guerra justa” En este tema se advierte un paso adelante en el creciente rechazo de la Iglesia a la guerra en las últimas décadas. Si bien san Juan Pablo II había sido muy firme en este rechazo, Francisco se atreve a cruzar una línea para decir que san Agustín “forjó una idea de la guerra justa que hoy ya no sostenemos” (nota 242). Aun cuando en teoría no niega el principio general de la legítima defensa, en el punto 258 se detiene a proponer una reinterpretación en las actuales circunstancias mundiales. Sostiene con firmeza que “fácilmente se cae en una inter-

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pretación demasiado amplia de este posible derecho”. Rechaza la aplicación de este principio a las llamadas “acciones preventivas” y a otras acciones bélicas porque hay una condición necesaria que hoy no puede darse: “Ya

una encíclica. Afirma, sin dejar lugar a duda alguna, que es “inadmisible” y que “la Iglesia se compromete con determinación para proponer que sea abolida en todo el mundo” (263). En el contexto de esta encíclica sobre la fraternidad, Francisco aporta un párrafo

no podemos pensar en la guerra como solución, debido a que los riesgos probablemente siempre serán superiores a la hipotética utilidad que se le atribuya”. Las armas nucleares, químicas y biológicas, y el poder de las nuevas tecnologías hacen que hoy una guerra fácilmente provoque efectos –a corto o a largo plazo– peores que el mal que se pretende erradicar. Por eso lamenta que, aun con excusas humanitarias, “en las últimas décadas todas las guerras han sido pretendidamente justificadas”.

digno de su estilo que muestra que la postura sobre la pena de muerte no es una cuestión más, sino que permite mostrar la real universalidad del amor cristiano: “El firme rechazo de la pena de muerte muestra hasta qué punto es posible reconocer la inalienable dignidad de todo ser humano y aceptar que tenga un lugar en este universo. Ya que si no se lo niego al peor de los criminales, no se lo negaré a nadie, daré a todos la posibilidad de compartir conmigo este planeta a pesar de lo que pueda separarnos” (269).

3. La pena de muerte Con respecto a esta cuestión Francisco ya había anticipado claramente su postura, pero ahora adquiere un mayor nivel magisterial por incorporarla en

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4. Los migrantes Es un tema inevitable en un documento que habla sobre la dimensión universal del amor. Francisco ya se refirió abundante

y frecuentemente a esta cuestión y la encíclica recoge muchas intervenciones suyas, pero ahora adquieren nueva luz en el contexto de la dimensión universal del amor, donde se aplica a los migrantes el principio del destino común de los bienes y la dimensión social de la propiedad. Esto ha dado lugar a expresiones muy elocuentes como estas: “Cada país es asimismo del extranjero, en cuanto los bienes de un territorio no deben ser negados a una persona necesitada que provenga de otro lugar” (124). “Si en realidad el mundo es de todos, no importa si alguien ha nacido aquí o si vive fuera de los límites del propio país. También mi nación es corresponsable de su desarrollo” (125). Son expresiones que parecen obvias, pero que en la práctica cuesta mucho aplicar. Como advierte Francisco, no es fácil asumirlo, porque en el fondo “se trata de otra lógica” (127). Es una lógica que de ningún modo rechaza el amor a lo local o la preocupación por la propia patria. Francisco ha querido explayarse en un llamado a una sana autoestima local (cf. 51-53, 143-145) pero haciendo ver que sólo se es plenamente local desde el trasfondo de la apertura del amor que no excluye a nadie. Además, se muestra comprensivo ante algunas reacciones: “Comprendo que ante las personas migrantes algunos tengan dudas y sientan temores” (41). Sin embargo, no renuncia a este llamado profético que nos sumerge en la lógica de la universalidad del amor.


Dardo Caraballo Médico - Hogar de Cristo Gualeguaychú.

De cómo fracasar pue

abrir un amanecer her de m o s o Desde Gualeguaychú, so bre la promoció

n humana a través del tr abajo

En nuestro periplo de seis años “formales”, nos hemos dado cuenta de que casi nada salió como lo planeábamos. El Hogar de Cristo de Gualeguaychú nos integró con esa impronta fuerte del Misterio. Una “infinidad” de sucesos, de seres que precisaban ese abrazo que los hiciera humanos. Así, nos fuimos dando cuenta de que somos tan “finitos”… Y un 8 de enero del 2015 nos hicimos Hogar en el centro barrial “Nazareth”. ¿Y cómo es este “cumplir” vida? Pues vertiginoso. Desde los primeros pasos, básicos e identitarios de un acompañamiento cuerpo a cuerpo, como el ayudar a sacar el documento o asistir en salud, hasta estimular

la inclusión educativa y social. La tarea de resucitar cada día se fue volviendo más compleja, como todo crecimiento. El desafío era (y sigue siendo…) que cada hermano que llegara “roto” recuperara el contacto consigo mismo, con su interior, y así, pudiese expresarse con otros. Qué siente, qué necesita, saber pedir ayuda y confiar. A partir de esta conexión, se abrieron dimensiones aún más profundas. Por ejemplo, cómo manejar la propia libertad. La actividad del Centro Barrial fue tan intensa que, como una planta, empezó a regalar gajos para nuevas raíces que hoy son más rincones de este Hogar de Cristo en Gualeguaychú. Una de nuestras frustraciones recurrentes fue no encontrarle la vuelta a la re-

lación con el dinero. La dignidad se empezaba a recuperar gracias a changas, acompañábamos ese recorrido hasta que, tarde o temprano, resultaba escaso. La energía material, esa plata que se ganaba, duraba poco, no alcanzaba, se consumía… ¿Y?, ¿qué hacer? En el laboratorio de los fracasos seguimos buscando nuevos horizontes para ensanchar la dignidad, había que generar “trabajo” que trascendiera la changa. No contábamos con “la” fórmula, lo que sí teníamos era urgencia, porque eran muchos los pibes que necesitan ser parte. Quisimos una realidad con trabajo sostenido, ese que sana la impotencia. Un proyecto, más que un “pequeño plan” de emergencia. Nos pusimos a crear y aparecieron almas que abrieron puertas y llegaron oportunidades para ser empleados: una chica que ingresaba a Farmacity (y sigue ahí, un ejemplo pletórico

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llet), herrería (con cestos de residuos), huerta (con aromáticas), serigrafía (relojes y tablas de madera)… Todo un abanico de artesanías. Y, sin embargo, tampoco era suficiente.

de resiliencia), un pibe en una metalúrgica, otro en un mayorista. La ciudad nos fue abriendo los brazos, manos solidarias. Sin embargo, no era suficiente, quedaban muchos al margen. Además de la “dignidad”,se hizo fuerte la necesidad de potenciar la justicia restaurativa. ¿Por qué? Por cómo ordena otras dimensiones dañadas por el consumo. La emoción de ver a un humano en recuperación de su ser… que despliega sus habilidades y va conectando con sus deseos… La noche empezó a clarear, de a poco. ¿Y cómo hacemos eso? Zas, zas, nos entusiasmamos como gurises. Lo primero fue una serie de talleres, que además de contención y educación, motivaban por la realización de productos que se comercializaron y socializaron. Qué ideas se plasmaron: Carpintería (con muebles de pa-

Probemos con soñar trabajos en relación de dependencia dijo uno, y así los buscamos con currículos, contactos, recomendaciones, capacitaciones, oficina de empleos… y fue surgiendo una idea más grande, trascendente, un abrazo resignificante de todas las anteriores. Llegó nuestra ¡cooperativa de trabajo!: “Brota, productos y servicios”. Más allá del cuantioso desarrollo técnico, la piedra fundamental fue unir a un grupo

de personas “rotas”, que, con herramientas y asistencia en todo lo formal (administración, presupuestos, contrataciones, convenios), fueron encontrando su propio sentido como comunidad de trabajo. En casi dos años fueron muchos los proyectos privados que confiaron, los particulares que abrieron el juego y hasta el municipio como resorte de crecimiento. Y con dudas como nunca, pero con la Fe de siempre, seguimos encontrando horizontes en medio de oscuridades y pandemias. A los obstáculos los hemos ido enfrentando con el “subsidio” más potente que hemos aquerenciado, que no ha sido el económico, sino el tomar con amor la VIDA de cada una de las personas, así COMO VIENE. Es nuestro modo de sentir el acompañamiento, desde la gratuidad del Evangelio, CUERPO a CUERPO. Brota crece como espacio en el que cada ser brilla con su capacidad. Y ese trabajo cooperativo es, a la vez, una transformación comunitaria de nuestro “mundo-reino” haciéndolo más bello, justo y bueno. Y así, nuestra única certeza es la intuición de que “cada meta alcanzada es apenas un punto de largada de la próxima encrucijada”.

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Monseñor Roberto “Chobi” Álvarez, Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia

ó b a c a e u q ia m e d n La pa con la indiferencia Tengo un recuerdo lejano, aunque creo que todavía preciso, de lo aprendido sobre las pasiones humanas desde la perspectiva de Santo Tomás de Aquino. Si mal no recuerdo, el santo dice que el miedo nace de “el mal futuro percibido como invencible”… en criollo decimos que “el miedo no es zonzo”… ¿Por qué comienzo refiriéndome a esta pulsión? Porque los primeros meses de la pandemia, ese fue el sentimiento, la pulsión dominante entre nosotros. Este enemigo desconocido hizo que “huyéramos” de los espacios comunes, que nos escondiéramos dentro de nuestras casas, que dejáramos de vernos, de tratar unos con otros… hasta que en medio de ese mal “invencible” de un virus inmanejable emergió otro mal letal: el hambre, la soledad, la violencia, el abandono. Y ese miedo tan real del Covid empezó a hacerse chiquito ante estos otros… y vimos emerger de sus casas jóvenes y no tanto a luchar contra este otro con el que ya hemos librado batallas: el mal de la vulnerabilidad que a veces viene acompañado del virus de la indiferencia. Pero entre nosotros hemos palpado el milagro de un coraje prudente, de una fortaleza ante

la adversidad ajena que es admirable. De barrios y casas con puertas y ventanas cerradas, de calles sin autos ni muchedumbres, empezó a salir nuestra gente al rescate de aquellos que transcurren cada hora de sus vidas en emergencia, que hacen experiencia de una “letalidad” que se respira mucho antes del Covid 19. En nuestras ciudades atravesadas por el frío y el viento, con distancias enormes de un promedio de 400 km en caminos de ripio, la pandemia nos hizo palpitar y festejar cada pequeño emprendimiento como un logro enorme: a lo mejor no podíamos solucionarle el problema de calefacción a toda la zona de la meseta –el lugar más alejado de nuestra diócesis– pero el plan calor nos permitió llegar con estufas a los hogares donde viven ancianos solos, donde a veces proveerse de leña supone salir a buscar lo comprado a precios exorbitantes y de mala leña, con una temperatura habitual de 20 grados bajo cero. Una comuni-

dad terapéutica de Puerto Madryn se dedicó a hacer e instalar estufas con viejos calefones, y adelantamos las campañas de abrigo para llegar en caminos de ripio, distantes seis horas del asfalto, a los lugares más fríos. Lo provisto por Cáritas Internacional y UNICEF significó una logística que puso en movimiento familias enteras: padres cargando sus autos con bolsones semanales de verduras, frutas y lácteos para llevarlos metódica y sistemáticamente a cada casa de los asentamientos, a hogares con niños pequeños y madres solas. Adolescentes y jóvenes han sido los que armando botiquines se pusieron al hombro repartir “kits sanitarios”, hacer las compras a la gente mayor, asumir turnos telefónicos para alentar, acompañar. En Comodoro Rivadavia, ante la escasez de recursos, la preocupación por familias sin ningún tipo de aislamiento en sus viviendas precarias, les hizo armar con sachet de leche grandes paños para cubrir techos, paneles de madera que sirven de paredes y chapas sueltas. ¿Cómo no admirarnos de nuestras mujeres que han salido de sus casas para cocinar a cien, doscientas y hasta trecientas personas todos los días durante los últimos 10 meses? Señoras mayores a las que se buscó reemplazar para que descansaran y que ante ese ofrecimiento sólo sonrieron y siguieron trabajando… y traba-

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jar era buscar precios, combinar discusiones en la sala del lado platos para que sean variados, –donde preparan las cajas navinutritivos… y cocinar… y después deñas- sobre si “el Ezequiel de la llegaban los que ponían sus au- Paola calza 36 o 37”, o sobre si tos, llevaban las viandas casa por a “la familia de Mauro también casa… y volvían cansados, tarde… le ponemos sidra porque el hijo pero felices de ganar cada batalla al hambre, que duele mucho más que el miedo. Han sido nuestros agentes los que han se han puesto al hombro situaciones de violencia de género cuando mujeres de nuestros barrios han encontrado todas las instancias estatales cerradas por la pandemia, quienes han salido a buscar remedios o asistido a las familias que habían perdido un ser querido. Son familias nuestras las que a tanto encierro lo combatieron plantando árboles, generando encuentros al aire libre: ahuyentando la tristeza con creatividad amorosa. ¿De dónde tantos han sacado tiempo y energía, coraje hasta el heroísmo, generosidad hasta el extremo? “Estos son los que vienen de la gran tribulación”, podemos decir con el apóstol Juan; estos son los que el miedo no los amilanó, los que descubrieron que lo que mataba el Covid no era ni por asomo el mayor de los peligros… que en las pestes se muere la humanidad cuando se convierte en un “sálvese quien pueda”, se escurre la belleza cuando la respuesta tiene lo oscuro y negro del encierro… mientras escribo esto tengo de fondo dos sonidos: uno son

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mayor –Brian– estaba tomando demasiado”… antes el puñado de agentes de caritas, de Hogares, quizás pasaba una vez al mes por las casas de nuestros pobres, o sólo los recibía en l piecita de Cáritas…ahora durante 9 meses han ido todos los días: ya no son números, historias inconexas, nombres sin rostro; ahora la pandemia los hizo parte de nuestras familias, el centro de nuestro corazón. El otro sonido que escucho es la viejísima canción navideña: “Adeste fideles”, “Cristianos vayamos” …es muy linda esa parte que dice “Bendita la noche que nos trajo el día” porque expresa que Dios se sirve de lo oscuro –que Él no genera– para hacer brillar la luz. Sólo la oscuridad de esta noche interminable nos ha hecho vislumbrar infinidad de estrellas, solo lo tenebroso de esta pandemia ha despertado la luz, el fuego, la pasión por hacer el bien… “bendita pandemia, que acabó con la indiferencia” que hizo que muchos respondieron, “al mal presente o futuro” a golpe de amor y Evangelio, sin miedos, sólo con ese coraje que en cristiano se dice parresía… y al que no hay mal que doblegue… ni peste que venza.


Entrevista a Denise Kasparian - Socióloga y Doctora en Ciencias Sociales UBA - Miembro del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas y co-coordina el Observatorio de Economía Popular Social y Solidaria.

Trabajar sin patrón La economía popular, social y solidaria se diferencia de la economía capitalista porque el resultado que se obtiene es para reproducir la vida de las personas que participan y de sus familias, y no el capital. Las empresas recuperadas por sus trabajadores representan sin lugar a dudas un ejemplo de este tipo de proceso. Conversamos con Denise Kasparian del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas sobre estas experiencias asociativas de producción y comercio que demuestran cotidianamente que otra forma de producir es posible. ¿Cuál es el contexto en el que surgen las empresas recuperadas? Con la crisis del 2001 y en los primeros años del milenio, decenas de fábricas y empresas empiezan a quebrar en nuestro país y cierran sus puertas, y por fuera de la empresa que quiebra para esos trabajadores y trabajadoras no hay otras opciones, sobre todo en ese proceso inicial con trabajadores de muchos años de antigüedad donde es más difícil conseguir trabajo. Es un proceso que mezcla elementos políticos, económicos y culturales; los económicos se relacionan con las empresas que empiezan a fundirse, en cuanto a lo político y cultural se daba un

ambiente en el que había mayor legitimidad social para la protesta, para la acción colectiva; hay vínculos sociales que empiezan a desintegrarse y se da una mayor apertura política y social para las demandas; en ese contexto de crisis hay un montón de personas que están atravesando distintas vulneraciones y eso posibilita que se arme una alianza social. Por eso en las empresas recuperadas, reconvertidas a partir

de la lucha de sus trabajadores, surgen también espacios culturales y bachilleratos populares, son fruto de algo más que la crisis de una empresa y se articulan con muchos actores sociales. Había quienes sostenían que pasado el momento de crisis estas experiencias no iban a continuar pero se consolidaron al interior del cooperativismo en un actor muy importante en la Argentina; después de la crisis hubo un período de recuperación económica, a esas empresas les empezó a ir bien y se empezó a armar un Movimiento de empresas recuperadas. Los gobiernos implementaron políticas de economía social y trabajo autogestionado, empezaron a articular con el cooperativismo y se sostuvieron. En Desarrollo Social se creó una dirección de empresas recuperadas, algo similar ocurre en el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Hoy las empresas recuperadas cuentan con alta legitimidad y reconocimiento en la sociedad como forma de acceso al trabajo y la inclusión social, si bien durante entre 2015 y 2019 tuvieron el recrudecimiento de la represión, el aumento de las tarifas de los servicios públicos,

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una economía en franco deterioro y, actualmente, la crisis global precipitada por la pandemia del COVID-19.

“Una cooperativa exitosa es la que puede crecer generando muchas fuentes de trabajo. Pero las otras también tienen mérito, las que han logrado permanecer durante todo este tiempo. Para mí, una cooperativa exitosa es la que ha logrado perdurar. (Trabajador de una empresa metalúrgica recuperada, diciembre 2017)”*

la tradicional, las cooperativas existen y se desarrollan en un contexto económico, social y cultural capitalista, el cual agudiza y promueve el individualismo y la competencia. Los procesos horizontales y solidarios son ten¿Cuáles son las características sionados permanentemente por de una cooperativa de trabajo, que otras lógicas. También tienen dila hacen diferente a una empresa ficultades para acceder al crédito tradicional? entonces se les hace difícil inverEstas empresas se organizan tir. Si bien hay políticas públicas desde el principio con la autoen general se han tratado de pogestión, con asambleas, tomas de líticas sociales y de subsidios más decisiones colectivas. Se caracteque de políticas productivas. rizan por ser espacios democráHay una necesidad de que se ticos con una organización horilos tome como un actor zontal. productivo, sobre todo Tienen una mirada para que puedan acceder humanizada donde se “Las asambleas son duras, no todas al crédito y esto se vincuvaloriza a la persona, el son agradables (...) pero se resuelve, se la con otro problema que proceso de trabajo y no acata lo que se resuelve y se avanza. tienen que son las prola ganancia. (...) Nos hemos habituado a pelearnos, a piedades de los inmueJurídicamente vieron desencontrarnos y cuando tenemos que bles y las expropiaciones que la mejor forma era que a veces no terminan crear una cooperativa laburar, a laburar. Tenemos diferentes nunca de resolverse, de de trabajo, la cual es una pensamientos, formas de ver el mundo expropiarse los edificios forma única de organiquizá, pero coincidimos a la hora de donde funcionan a favor zar un emprendimiento laburar. (Trabajador de una empresa de las cooperativas. De económico, en la que los cerámica recuperada, noviembre 2017)”* hecho hace algunos measociados que la composes, tras casi dos décadas nen son los mismos que de autogestión, los trabatrabajan y además cada asociado más allá del capital que ¿Cuáles son las dificultades jadores del Hotel Bauen tuvieron que irse a otro sitio por las deuhaya puesto inicialmente equiva- con las que se encuentran? le a un voto. Implica una forma En general las problemáticas das generadas en la pandemia y de trabajo en la que todos y to- tienen que ver con que plantean una larga lucha por la posesión das toman las decisiones con el una forma de trabajo distinta a de la propiedad.

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mismo poder para hacerlo y todos y todas trabajan de la misma forma. Las cooperativas de trabajo tienen un consejo de administración que son elegidos en la asamblea, después hay una división de tareas entre lo que hace cotidianamente el consejo y lo que va a la asamblea. No es que todo se decide en asamblea. Es muy difícil de organizar y es uno de los puntos clave de estas organizaciones: llevar adelante el trabajo asociado y autogestionado.


“Cuando vienen de los ministerios, cuando tenemos las reuniones, nosotros decimos que las cooperativas no queremos que el Estado nos venga a resolver todos los problemas, pero sí un socio estratégico para la renovación de grandes productos, para desarrollar líneas nuevas. Porque son inversiones gigantes las que tenemos que hacer. (Trabajador de una empresa metalúrgica recuperada, diciembre 2017”*

¿Cuáles son las fortalezas de las empresas recuperadas? Los grupos de trabajadores y trabajadoras se fortalecen mucho cuando recuperan la empresa, en unidad y en identidad y están preparados para un montón de crisis. La forma autogestionada da cierta flexibilidad, en unas entrevistas nos comentaban ‘con lo que pasó tuvimos que cambiar la actividad o rotar en los puestos de trabajo’. También es una fortaleza que el Movimiento de Empresas Recuperadas siempre se mantuvo muy conectado con la sociedad en general, concentrarse en el trabajo pero también en los vínculos sociales y políticos, en el afuera. Cuando hay problemas y necesidades hay una comunidad más grande que está ahí para apoyar, y

también con los años les per- y de propiedad. mitió ir construyendo espacios La experiencia muestra que institucionales importantes. la recuperación de empresas es Mantener la solidaridad les una vía posible de construcción da una fortaleza importante, de una economía más justa y ser mucho más que solo lo que solidaria y tienen mucho que producen. Todos tenemos la mirada indivi“Nosotros no tenemos techo. Acá el dualista que proque quiere crecer, puede. No es como la pone la sociedad y empresa en la que trabajábamos antes a las empresas reque por ahí donde querías [crecer] te cuperadas les pasa también que todo cortaban la cabeza. A vos te limitaban, te el tiempo están encajonaban. Vos servías para tejer y nada luchando contra más. Acá no”. (Trabajador de una empreesa mirada indivisa textil recuperada, septiembre 2017)* dualista frente a la solidaria. Algo que aportar en la recuperación productiva del país. Cuando hay crisis en una empresa recuperada no se va nadie, por ahí no hay aumentos en los retiros, que es el equivalente al salario, pero el foco está puesto en las personas trabajadoras de la organización, no hay ninguna solución que se encuentre por fuera de mantener los medios de reproducción de la vida de esas personas.

es interesante es ver cómo les cambió la vida a cada una de esas personas. Sentir que tienen poder para influir en sus vidas, decidir qué es lo que quieren hacer, el trabajo que quieren hacer, que pueden trabajar y vivir de otra forma, en la que se puede construir junto con un otro, otras relaciones de producción

*NOTA: Los testimonios se extrajeron del Informe sobre el proyecto de investigación “Factores positivos en el sostenimiento y consolidación de empresas recuperadas - Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas (OSERA) del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). http://empresasrecuperadas. org/Informe-OSERA-Final.pdf www.empresasrecuperadas.org

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Gabriel Duna Misioneros de Francisco

La

dignidad del trabajo

“En una sociedad realmente desarrollada, el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no solo es un modo de ganarse el pan, sino también, un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva para vivir como pueblo”. (Fratelli Tutti 162) A Gabriel Duna todos los conocen por “el Pato”, vive en Luján, tiene 54 años y es recolector de residuos. Y si bien tiene trabajo en blanco, siempre entendió la necesidad de bajar un escalón, en esta disputa de trabajo y de bienestar de las personas. “Yo no estaba alejado de los compañeros de la economía popular; nací dentro del Movimiento Evita y después conformé la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) desde sus inicios”. El Pato vivió una transformación profunda porque no era una persona creyente pero le pasaron muchas cosas, sobre todo con la Virgen, y fue así que entró en Misioneros de Francisco al poco tiempo de que se conformara y ahora es un miembro ferviente. “En los finales del 2013 en una toma de tierra de Luján donde había problemas entre los vecinos y hermanos bolivianos que habían venido, encontré al

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padre Farrel, quien no conocía, y al Gringo Castro que conozco hace mucho años, y ellos me invitaron a una de las reuniones de Misioneros y acá estoy” nos comparte. Luego, en el 2019 se conforma la Mesa Contra el Hambre en Luján donde se sientan sindicatos, movimientos sociales, el INTA, la Iglesia católica y la Iglesia evangélica. “Luján había entrado en un caos luego de ocho años de un gobierno asociado al Pro pero que había surgido de una unión vecinal, y nos juntamos con algunos curas y pastores e hicimos un ayuno, fue el 8 de noviembre de 2019. Y de ahí se conformó en un acto la Mesa Contra el Hambre, y empezamos a trabajar y a fortalecer ciertos comedores; luego con la pandemia todo se intensificó. Y en todo este caminar el

padre Sergio Gómez Tey, junto a un grupo de curas, nos cedieron parte de la tierra donde ellos viven y que tenían ociosa, hacían pastizales pero muy poco, y empezamos a asistir un poco más a los comedores de lo que lo veníamos haciendo. En esta Mesa donde participábamos se buscaba mejorar la calidad de la comida y una de las ideas era adelantar la producción, es decir entregar los plantines en vez de entregar las semillas. Así se fue dando hasta que nos dieron una hectárea para poder trabajar; con algunos compañeros de los movimientos sociales, entre ellos los Misioneros de Francisco empezamos a hacer huerta, todo orgánico, y a trabajar en este proyecto donde también pedimos recursos al Estado, de los cuales algunos han empezado a concretarse. Junto con el Estado de Luján acordamos algunas cosas y ya estamos entregando parte de la producción, aunque todavía no llegamos a lo que queremos que es tener toda esa manzana plantada de diferentes productos; ya que este año para poder curar un poco la tierra pusimos mucho zapallo. Ahora ya estamos entregando mercadería de nuestra propia huerta a los comedores. Asistimos semanalmente a doce comedores y siempre hay algún sobrante de


cosas. También más allá del proyecto tenemos invernáculo, tenemos nuestros propios plantines y hacemos también entrega de ellos para que las personas hagan su huerta en la casa y algunos se separan para la siembra. Estamos sembrando y queremos que la gente también lo haga en su casa, que El trabajo, debe asegurar a se lleve y tenga un protodos la posibilidad de hacer ducto sano. Vivimos en una zona donde esto se brotar las semillas que Dios puede hacer. ha puesto en cada uno. Otra cosa que pensavamos a cocinar como Misioneros mos es que en cada barrio pueda haber un invernáculo, porque es un pueblo muy turístien este momento tenemos dos co, pero cuando cerraron todos pero queremos tener siete para los restaurantes la gente se quedó sin trabajo y no tenía para los bloques diferentes de barrios. Luján tiene una población de comer. Obviamente un montón 130, 140 mil habitantes y un te- de gente se acerca y dona cosas, rritorio muy grande en tierra, Misioneros no podría hacerlo donde parte es rural, donde esta- solo” afirma. Asesorados por el mos con el proyecto sembrando INTA y juntos a compañeros empieza la ruralidad, estamos a 5 de otras organizaciones y mokms del centro, camino a Carlos vimientos los Misioneros tieKent, en lugar es ‘La Morocha’ nen una participación plena en cedido por los sacerdotes que vi- este proyecto al que también se ven ahí para trabajar y ellos ob- suma a colaborar gente voluntaviamente ayudan también con la ria que se acerca por la Iglesia, producción. A Carlos Kent ahora católica y evangélica de los ba-

rrios. Dos de sus compañeros viven dentro del campo donde hay dos casas. “Buscamos mejorar la calidad de la comida con la inclusión de verduras, es un poco el rol de la Mesa contra el Hambre incluir verduras y carne, porque mayormente lo que son alimentos secos llega como donación” nos comenta el Pato, “para el año que viene queremos que este proyecto llegue al 100% tener una variedad de horticultura y de chacra importante y que la mitad de esa producción agroecológica podamos venderla. Y que nuestros hermanos más pobres puedan comer saludable ya sea haciendo su huerta o dándole la verdura. Todavía no vendemos, solo donamos una parte y los compañeros que trabajan se llevan la verdura todos los días que es un ahorro para ellos. A mí me marcó mucho las enseñanzas y las palabras de Francisco, en especial Laudato Si, y esta nueva encíclica como que tiene una interpelación social y política para todos” concluye el Pato.

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Emilio Inzaurraga Presidente de la Comisión Nacional de Justicia de la CEA.

io ic v r e S l a a in t n e g r A a Hacia un

del Desarrollo Humano integral

La pandemia que atravesamos, ha puesto en evidencia, aun para los que no querían verlas, las “pandemias preexistentes” en nuestro querido país. La realidad hoy nos dice que seis de cada diez chicos en Argentina son pobres, que tenemos un 40% por lo menos de población bajo la línea de pobreza, que ha crecido la inequidad y la falta de trabajo y que casi la mitad de la fuerza laboral de las personas capaces de trabajar están en la informalidad y por lo tanto en la desprotección. Nos dice también que el desequilibrio social y territorial es uno de los obstáculos más relevantes para el desarrollo. La elaboración de una política de Estado de población y desarrollo social y territorial armónico para la construcción del bien común con todos y para todos, continúa siendo una de las principales deudas de la dirigencia argentina, particularmente acuciante en este tiempo. La realidad es como es y no como nos gustaría que sea. Nuestra fe –que nunca debe ser individualista– siempre implica un deseo profundo de imaginar y

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recorrer caminos de salida juntos, para salir mejores, para estar bien lejos del “sálvese quien pueda” y ayudarnos unos a otros, poniendo al hombre y a la mujer en el centro y no en los márgenes como en el sistema actual, que hoy resulta deficiente para promover la dignidad de todos; dando prioridad a la situación de nuestros hermanos y hermanas más empobrecidos y al cuidado de nuestra tierra, escuchando al unísono los dos gritos, el de los pobres y el de la tierra. La doctrina social de la Iglesia nos ofrece principios inspiradores y el Papa Francisco nos ha dado dos encíclicas valiosísimas que queremos asumir como “hoja de ruta” para el camino: la encíclica Laudato si; el cuidado de la Casa Común y recientemente la encíclica Fratelli Tutti: que reflexiona y propone la actitud del Buen Samaritano, de ese corazón compasivo que se acerca, asumen al herido, lo carga y teje redes con el hospedero para salvar al hombre lastimado. En este marco, el seminario realizado recientemente por la Universidad Católica Argentina, Cáritas Argentina y la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina bajo el título “Hacia una Argentina al servicio del Desarrollo Humano Integral - Tierra Techo y Trabajo en la perspectiva de la fraternidad y la amistad social”,

buscó facilitar la conformación de un ámbito de encuentro plural para el intercambio de los actores representativos de los sectores políticos, sociales y académicos nacionales respecto de los problemas del desarrollo social y territorial argentino y sus posibles soluciones procurando construir siempre puentes entre los actores reales, entre los que tienen en sus manos las decisiones. Allí pudimos dialogar y leer juntos la realidad para comprender sus connotaciones fundamentales, para identificar las necesidades urgentes, pero fundamentalmente para asumir los desafíos que nos plantea y discernir cómo contribuir al desarrollo integral. Si bien teníamos la dificultad de no poder encontrarnos presencialmente, aprovechamos las oportunidades que nos ofrece la tecnología para que muchos pudieran participar procurando discutir sin desgarrarnos, juzgar sin simplificar y elegir sin absolutizar. El camino del diálogo fue el propuesto, para buscar consensos que conduzcan a proyectos concretos que transformen positivamente la realidad tanto desde los distintos ámbitos sociales, como desde el ámbito político legislativo. La idea de Poliedro que el Papa Francisco también insiste en la encíclica Fratelli Tutti fue referencia en este seminario. Nos decía “Reiteradas veces he invitado a desarrollar una cultura del encuentro, que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan.” Para que cale hondo, para que se haga cultura para que se haga


estilo de vida… “El poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y prevenciones. Porque de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible. Esto implica incluir a las periferias. Quien está en ellas tiene otro punto de vista, ve aspectos de la realidad que no se reconocen desde los centros de poder donde se toman las decisiones más definitorias” [FT 215] Mons. Oscar Ojea, presidente de la CEA puntualizó “el pacto social debe ser cultural, y el acuerdo debe apoyarse culturalmente en el pueblo, en lo que este va elaborando a través de sus relaciones, no debe ser un acuerdo de una élite de economistas o académicos, sino los acuerdos no tienen futuro”. “La paz es trabajosa, la paz es artesanal y de alguna manera la falsa tolerancia tiene que abrir paso a un realismo dialoguista”. La paz social es un valor central de la vida social al que se ordenan muchos otros. La sociedad argentina cuenta entre sus activos el haber construido un encomiable diálogo interreligioso, cuya referencia puede orientar el desarrollo de una estrategia de promoción humana integral. Se resaltó la prioridad de establecer mecanismos institucionalizados para la búsqueda de consensos estratégicos que, aunque supongan la integración de intereses divergentes, se basan en la convicción de que su materialización es ante todo una obra

plir hacia estos objetivos un rol sumamente estratégico. Participaron líderes religiosos, funcionarios nacionales, referentes de los sectores más relevantes de la sociedad, sindicalistas, empresarios, trabajadores de la economía popular, movimientos sociales, académicos y legisladores. En breve tendremos la publicación de todas las

colectiva asentada en valores compartidos. Nuestra democracia requiere de la institucionalización de la solidaridad para remover las injusticias económicas y sociales. Todo planteo de desarrollo, si es integral, tiene al menos dos dimensiones: una técnica y otra ética. Ambas son importantes. Si excluimos la segunda empobrecemos la consideración de las personas. La dimensión ética nos formula siempre dos preguntas a responder: ¿Desarrollo para qué? ¿Desarrollo para quiénes? Y allí se trabajó en tres mesas temáticas dando prioridad de la Tierra, el Techo y el Trabajo para todos, aportaron no solamente un ámbito de escucha y de intercambio entre los diversos sectores sino también de valorización de distintas propuestas. Las mesas de trabajo en las tres dimensiones que priorizamos fueron: - Trabajo y empleabilidad; - Vivienda, hábitat e integración sociourbana y - Tierra, producción agraria inclusiva y sustentable. El papel de las regiones, el papel del sector agrario, así como el sector de la construcción, pueden cum-

ponencias y de los intercambios como también de las conclusiones que pondremos a disposición de todos para seguir dando pasos concretos “Hacia una Argentina al servicio del Desarrollo Humano Integral”. Más información Programa completo del Seminario https://bit.ly/2GiwMeW Links videos del Seeminario Seminario Jornada 1 https://www.youtube.com/ watch?v=iUC2iCcG148&t=3988s Seminario Jornada 2 https://www.youtube.com/ watch?v=6HGrc8u3WJk Tierra y producción agraria sustentable e inclusiva https://youtu.be/-yzs7ML7CIE Vivienda, habitat e integración socio urbana https://www.youtube.com/ watch?v=mJc6CpKCYdI Trabajo y empleabilidad https://youtu.be/mtdXPlppcBk

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Alejandra y Ana Laura Hogar del Abrazo Maternal - Mar del Plata

r a ñ a p m o c A toda la vida

Desde el Hogar de Cristo presente en todo el país se viene acompañando silenciosamente las necesidades de las mujeres que viven en barrios populares, madres jóvenes, o más adultas, como Iglesia comprometida en la defensa de la vida. Y así empiezan a nacer a mediados del 2018 los Hogares del Abrazo Maternal donde toda vida es recibida con alegría y tiene lugar. El “Abrazo Maternal”, que empezó en la ciudad de Bs As, en esta dinámica propia que ya caracteriza al Hogar de Cristo fue dando nuevos frutos en otros lugares de nuestra tierra y en el 2019 en la ciudad de Mar del Plata también empezó la experiencia en distintos grupos que ya venían acompañando la realidad de tantas mujeres en condiciones de fragilidad y desamparo. Conversamos en esta oportunidad con Alejandra y Ana Laura sobre los grupos del Abrazo Maternal en esta ciudad. “En el 2018 desde el programa Creciendo Sanos, de Cáritas, se

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entregaban mensualmente alimentos secos y proteínas (carne, huevos y leche). Con eso organizamos los grupos en tres comunidades” nos comparte Alejandra. “Funcionó bien, y cuando se acabaron los recursos veíamos la necesidad de las mujeres de seguir compartiendo y seguimos juntándonos semanalmente por el gusto de estar juntas. Era para mamás con chiquitos hasta cinco años y muchas eran mamás jóvenes. Cuando aparece el debate por la ley del aborto nos planteamos con otra compañera, Malén, y una carmelita que nos acompaña, Mónica, qué cosas concretas podíamos ofrecerles a estas mamás, mujeres que estaban en la pobreza más grande y que las veíamos luchar cada día. Mónica nos habló del Abrazo Maternal y sentimos una sintonía muy grande con lo que estaban haciendo en Buenos Aires”. Ana Laura es animadora de

las Comunidades Eclesiales de Base de Mar del Plata y a través de las comunidades llega el Hogar de Cristo Comunidades del sur Don Orione. “Nos acercamos al Abrazo Maternal transformando los espacios para mamás que ya teníamos, entonces el Abrazo es un espacio que tienen las chicas más jóvenes, también van algunas mamás grandes pero sobre todo las más jóvenes”. En los grupos se comparte la Palabra y la vida, en base a lo que cada una va trayendo; un nuevo embarazo, construirse la casa… Las mamás quieren ser las mejores mamás posibles… pedimos y agradecemos… y la vida se va trenzando en un espacio que para todas es muy querido, donde también aprenden y se acompañan entre ellas, más allá de los profesionales, y que incluso va más allá de lo religioso. Cuentan con varios soportes, uno es el centro de estimulación temprana que depende de provincia, profesionales que vienen semanalmente, la ayuda alimentaria que sigue siendo una necesidad muy real. “Tengo 31 años y 4 hijos. Llegué al abrazo de la peor manera, con el corazón roto y mi familia destrozada y en este tiempo que estuve en el grupo todas fueron de gran ayuda


y sostén en mi familia. Nosotros íbamos al basural cuando estaba embarazada de mi última hija que hoy tiene un año y tres meses. El grupo me ayudo muchísimo, mi familia se esta componiendo, mi marido hace 8 meses que no consume. Somos muchas mamas y este año fue muy difícil y los recursos no alcanzan. Le doy gracias a Dios por las personas que puso en mi vida”. Ivana En el Abrazo y en la comunidad se intenta acompañar a las chicas también en el cuidado del cuerpo, que tengan una educación sexual integral, que puedan conversar; “ya de por sí el tema del consumo hace que el cuerpo no sea cuidado y en nuestra zona trabajamos con muchas chicas del basural” comenta Ana “y ahí el cuerpo es muy castigado desde muchos lugares. Es un tema que intentamos que sea recurrente porque a veces no pueden visualizar cuantas veces su salud está en peligro. Tenemos que focalizar en ellas, en estas mujeres a veces tan castigadas que tomen conciencia de ese cuidado. Es fundamental trabajar el cuerpo como algo valioso. Recuperar la femineidad. El trabajo en el basural es despiadado, durísimo. Es muy importante para nosotros que las chicas pongan en palabras, sobre todo las más jovencitas que ven a sus mamás en el basural a veces no tienen registro de esa situación. Hay que hacer mucho hincapié en el tema del cuidado, y sobre todo con las más chiquitas. Al Abrazo vienen niñas que no tienen bebés, de 12 años, a veces vienen solas, algunas con sus mamás y les encanta venir. Y cuando estamos hablando del cuidado queremos que se queden, es muy importante que estén”.

El vínculo fue muy difícil durante la pandemia. En estos meses algunos de los grupos siguieron comunicados por wasap y otros se siguieron reuniendo y sostuvieron el tema de la mercadería. Varias de ellas tuvieron Covid.

Alejandra comparte algunos momentos que han sido significativos “fuimos en dos oportunidades a encuentros del Abrazo Maternal en Bs As con algunas de las mamás y sus chiquitos, también al Carmelo dos veces con distintos grupos donde fueron muy bien recibidas y pudimos ir a Chapalmalal este verano. Estas experiencias las han hecho crecer enormemente”. “Todas tenemos en el Abrazo un pedacito que contar, lo que fue para mí, y creo que para muchas, una contención y un apoyo. Conocí mucha gente y me llevo un poquito de cada una, todas historias diferentes, pero es muy lindo compartir y sinceramente es un gran apoyo. Tal vez iba triste y me despejaba la mente y salía con cosas positivas. Compartimos con nuestros hijos y los otros chiquitos también. Es muy lindo. Para mí eso

es Abrazo Maternal”. Ani “Algunas de las mamás vienen desde chicas”, comenta Ana, “a un espacio que se llama la copa de leche venían cuando eran chicos y ahora son padres y madres. Hay una chiquita de 16 años que está esperando un bebé, es una ilusión. Los niños del Abrazo son el proyecto de vida que tienen. No digo que sea lo deseable la paternidad en chicos y chicas tan jóvenes. A esa edad tendrían que estar preocupándose de otras cosas, en la escuela, con otros proyectos, pero la verdad que para ellos es un incentivo, es un ancla en sus vidas”. Alejandra comparte de su comunidad “hay una nena hija de una mamá que tiene una discapacidad mental pero que la reconoce como su hija, y a esa mamá le ha cambiado la vida esa hija. Y la comunidad acompaña a ambas. Hay familias muy disfuncionales, donde los hijos e hijas no pudieron seguir estudiando, no trabajan, y hay que sostener a esa mamá y esa familia, nosotros decimos que la vida vale, la queremos, la defendemos, pero toda la vida, no solo la del niño por nacer sino toda la vida” y agrega “esa es la mirada del Hogar de Cristo: acompañar toda la vida”.

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Peregrinos y servidores Guadalupe a pie

A 20 años de concluida la Visita de Jesucristo y la Virgen de Guadalupe a los Pueblos de América Latina y el Caribe.

0 2 0 2 e p Guadalu

En diciembre de 1992, en la casa de nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe, en México, se inicia una peregrinación que concluirá, el 8 de diciembre del 2000 en la casa de nuestra Madre, la Virgen de Luján. Se trata de la peregrinación a pie de las imágenes de la Virgen de Guadalupe y el Cristo Negro de Esquipulas, que recorrió, en ocho años de misión, 19 países del continente latinoamericano. Más de 24.000 km, sobre los hombros de varones y mujeres, acompañada por niños y niñas de nuestro pueblo latinoamericano. Atravesó más de 2900 poblaciones, ciudades y pueblos en los que no sólo pasaban por las calles y templos, sino que eran cargadas hasta cárceles, hospitales y los pueblos más humildes entre los humildes. Hoy 20 años después de su llegada a la Basílica de Luján, los testigos de esa peregrinación, nos relatan en primera persona, las búsquedas, las emociones, los encuentros.

Primera Etapa

Aquellos días 12 y 13 de diciembre de 1992 fueron el punto de convergencia de un arribo y una partida. Concluían tres largos años de laboriosa preparación y ascenso hacia el Tepeyac y comenzaba una Visita echa de pequeños pasos hacia lugares que solo caben en el Corazón de Dios. En ese pequeño Cerro, que se ha convertido en el centro de gravedad espiritual de nuestro Continente Americano, es donde el pueblo Amóxhua custodia el Amóxtli, el Códice Evangelizador en el que reposa la Sagrada Imagen de San-

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ta María de Guadalupe. Nuestra Madrecita, viva y presente, respira y brilla en el Ayate de Cuahutlatoatzin, el Indio Santo, nuestro hermano Juan Diego. Desde allí, el amor y la fe rompieron la inercia y el movimiento volvió a ser fuente de esperanza… Los pies en camino, movidos por el corazón habitado, expresaban el deseo de unir la Patria Grande desde la oración y la misión, es decir desde la peregrinación. Peregrinación que también era celebración en los caminos, danza agradecida, por la buena y paciente siembra del Evangelio durante medio milenio. En él se trenzaron los anhelos de libertad y dignidad con los nombres de Jesús y María, el Bautismo y la Eucaristía. Luego del reconocimiento en el primer mes de camino de los lugares santos guadalupanos y de muchos otros lugares de oración del pueblo de Dios, la primera etapa de la peregrinación misionera fue recogiendo en su andar, la memoria de la antigua civilización mesoamericana que diera a luz a la cultura Náuhatl en la que floreció el Acontecimiento

Guadalupano. La región Maya con su diversidad de familias étnicas, los Kuna, las comunidades con raíces y rostro africanos habitantes del Caribe, Antillas y el Litoral Americano y muchas otras familias de pueblos saludaron la visita de Cristo y la Virgen. En Esquipulas, Guatemala, se encuentra el Santuario de Cristo Negro, al que hace algo más de cuatro siglos llegan los peregrinos, a encender velas en el piso y quedarse contemplando en silencio la escena del Calvario, mientras los monjes benedictinos acompañan y custodian la oración. Cristo Negro que desde su Casa presidió la peregrinación evangelizadora hasta el final de su camino. El recorrido preveía lugares con el nombre de Jesús que marcan la geografía de la fe, en El Salvador, en Portobello, Panamá; y de María en Suyapa, Honduras, en Cartago, Costa Rica, en Higüey, República Dominicana. El no lugar de la “Gritería” de María en Nicaragua… También se tuvieron en cuenta lugares y nombres que recuerdan la primera evangelización como la Cruz de Santo Domingo, Alta Vera Paz de Bartolomé de Las Casas, San Pedro Claver en las costas de Cartagena. Y lugares y nombres donde los testigos de la fe derramaron su sangre en la nueva evangelización, como la cripta de la Catedral de El Salvador, donde el pueblo venera a


san Oscar Romero o el lugar de los mártires salvadoreños en el campus de la Universidad de la Compañía de Jesús. Los catequistas del campesinado guatemalteco, “columna vertebral” de la fe de aquel país. Muchos de ellos entregaron sus vidas, haciendo de la tierra Centroamericana no solo un campo santo sino también una “milpa florida”. Belice, convertida en aquel tiempo en refugio de muchas familias que migraban por la violencia y la guerra, también fue visitada; mismo Haití también por una misa en la frontera con República Dominicana y a través de los zafreros inmigrantes en los campamentos azucareros al este de la isla. Las fronteras una a una fueron cruzadas y convertidas en espacio de encuentro y oración. Cristo, la Virgen, el libro de la Palabra de Dios, las banderas de las naciones, el Nican Mopohua y las patronas nacionales, junto a algunas reliquias, se fueron abriendo paso, en los hombros y manos del pueblo de Dios Peregrino. Mientras todo esto acontecía un pequeño grupo de peregrinos misioneros prestaba su servicio peregrinando junto a las imágenes y al pueblo de Dios, abriendo los ojos y los oídos, llenando el corazón. Y desde algo más lejos otros servidores recibían las noticias, rezaban y trabajaban para que el andar misionero pudiera continuar.

Segunda Etapa

La Primera Etapa representó un “dar a luz”, un “bautismo”, el inicio y verificación de una intuición percibida y comunicada por uno de nuestros “mayores”, un “huehuetlatoa”, un hombre con nombre de “luz”, quién junto con otros ancianos sabios de su generación, mirando el horizonte que anunciaba el fin del siglo XX y el ocaso del segundo milenio cristia-

no, llegaron a “ver” y descubrir el deseo y la necesidad de nuestros pueblos de encontrarse para recordar que eran hermanos. Había que diseñar un itinerario para la segunda etapa, que permitiera continuar con ese encuentro fraterno en los caminos de nuestra sagrada tierra. Para ello hubo que pedir fuerzas para el alma y los pies, llamar y reunir a peregrinos misioneros, recoger las Imágenes Sagradas, buscar los vehículos, editar estampas, elegir un punto para el inicio y viajar hacia allí para hacer los preparativos… Contemplando el mapa de sud América, la cordillera de los Andes fue la primera referencia. Aparecía como columna vertebral de la “Pacha” donde las cimas señalan la gran orientación de la vida, que a la vez sirvió a los pueblos originarios de estructura simbólica y fibra óptica para la comunicación cultural. Los cerros, los volcanes y las altas cumbres fueron enseñando desde su imponente silencio, a elevar el alma hacia el cielo a las poblaciones sembradas en sus laderas y valles. La Peregrinación misionera organizó su recorrido en esta etapa motivada en parte por el anhelo aún incumplido en la región de conformar una Patria Grande como federación de naciones nacientes, que se reconocían incluidas en una unidad mayor y que buscaban su autodeterminación política. Pero también deseaba recordar y expresar el camino de fe y santidad del pueblo cristiano cuando visita los santuarios diseminados en el territorio. Por nombrar solo algunos: La Divina Pastora en Barquisimeto y Coromoto en Guanare, Venezuela; el Divino Niño en Bogotá y el Señor de Buga en Colombia; El Cisne en la frontera y Loja al sur en Ecuador; el Señor

del Milagro en Lima y Chapi en Arequipa, el Señor de los Temblores en Cuzco, Perú; Copacabana junto al Titicaca, el Socavón en Oruro, Urkupiña en Cochabamba y Cotoca en Santa Cruz, Bolivia. La lista es mucho más larga… La Visita de Jesús y la Virgen de Guadalupe se fue empapando de la fuerza poderosa de la fe del catolicismo popular de raíz mestiza e “india”. Fue escuchando y recibiendo narraciones dramáticas de la historia reciente y comprobó la enorme capacidad de resistir y recuperarse que tiene nuestra gente. El dolor, el temor y muchas veces el horror que han atravesado al corazón latinoamericano, encontraron en el Amor de Cristo y de la Virgen la terapia divina que ayudó a que comiencen a cerrar heridas profundas, heridas de muerte. Habría tanto para decir, y sin embargo al recordar nos quedamos mudos, mirando aquello con los ojos del alma… Cómo fue posible semejante esfuerzo y despliegue, qué fuerza misteriosa habitó en el corazón de tanta gente, qué la llevó a participar con tanto entusiasmo para cargar en hombros esas grandes imágenes, subiendo y bajando las cuestas, andando juntos esos caminos… Y pensar que estamos solo en la mitad de esta “aventura espiritual”.

Tercera Etapa

En la etapa siguiente de la Visita había que integrar el litoral Atlántico de América del Sur, lo que suponía diseñar algún recorrido por Brasil que se continuase en Uruguay. Se veía la necesidad de solicitar la presencia estable de sacerdotes que quisieran sumarse al grupo de peregrinos misioneros. Por su parte el grupo debía aprender los rudimentos de la lengua portuguesa para poder comunicarse con el pueblo

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1992-2000 brasileño. Brasil tiene aproximadamente 8.000.000 de km/2 y en aquél entonces su población era de 160.000.000 de habitantes. En este inmenso lugar habitado se reconocen fácilmente cinco regiones diferentes, que conforman una unidad cultural con sus propias características étnicas, sociales, religiosas y lingüísticas. La Visita de Jesucristo y la Virgen de Guadalupe pasó por tres de ellas, el Nordeste, primera fundación del país; el Sudeste, centro político, industrial y urbano actual y el Sur de características agropecuarias y de fuerte inmigración europea. El Sertao y la Amazonía quedaron en el corazón, como quedaron algunos países del Caribe y las Guyanas, sin poder visitarse. El Nordeste más antiguo, humilde, religioso, peregrino buscador del pan y el trabajo; tiene una fuerte presencia negra en su composición étnica. Fue el primer gran tramo de la etapa en la que los extensos cañaverales de azúcary el mar que de vez en cuándo se dejaba ver, acompañaban al pueblo de Dios peregrino portador de las Sagradas Imágenes con nuestras banderas. La Fe presente ya desde hace siglos sembrada por la primera ola evangelizadora, irriga ese suelo humano tan sufrido y a veces olvidado que Dios no olvida. El Senhor do Bom Fim, Los mártires de Uruhazú, la presencia benedictina durante varios siglos, y sobre todo la vida de Cristo abrazada por el pueblo, han sido los mejores frutos de aquella siembra escondida. Y todo ello a pesar de las abiertas contradicciones históricas, donde la violencia y la injusticia creció como cizaña

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los enfermos, los presos y los habitantes de los barrios más pobres. Jesús y su Madre perdidos entre las multitudes urbanas llegando al corazón de las heridas sociales. En este tramo del camino se dio la visita al Santuario da Nossa Senhora Aparecida, que se encuentra en el camino entre Río de Janeiro y San Pablo, sin duda la expresión más imponente de la piedad popular urbana en América del Sur. Escondida y rescatada de las aguas del río Paraíba, una imagen de la Inmaculada Concepción se convirtió en el centro de reunión y oración del pueblo brasileño. El camino en el Sur estuvo marcado por la memoria que dejaron las misiones jesuíticas, dan-

Día a día en Peregrinación Misionera a Pie; unieron la “geografía” de la fe de esta Patria Grande formando un solo y gran Santuario abierto al mundo. desde el comienzo. Baste solo recordar la Carrera de Esclavos, en la que fueron traídos desde el Continente Africano tantos hombres, mujeres y niños a la Tierra Americana para ser vendidos y explotados. Ya desde el inicio del caminar de Jesús y la Virgen junto al pueblo de Dios, el grupo inicial se llenó de nuevos peregrinos misioneros nordestinos. La Visita al Sudeste supuso un gran salto en el territorio como en el escenario ya que tocó ir pasando por ciudades de varios millones de personas, con grandes carreteras, allí como en otras ciudades lo significativo y verdaderamente conmovedor fue el encuentro con

do nombre a muchas de las poblaciones actuales en el límite con Argentina y Paraguay, dejando en el recuerdo 150 años de anuncio del Evangelio, con la palabra, pero más con obras y sobre todo con el testimonio de los mártires. Hacia el final de la etapa, la peregrinación misionera entró en un clima distinto, dado por el paisaje apacible y solitario del interior de Uruguay, donde la sencillez parecía ser el rasgo principal. Apareció el “mate” y el termo bajo el brazo por todas partes, signo de la bienvenida de un pueblo hermano. A medida que avanzaba la peregrinación el silencio fue haciendo su trabajo en el corazón de los peregrinos. Y la Virgen de los Treinta y Tres les abrió las puertas de su casa.


Cuarta Etapa

Cuando en las reuniones de los años 89-90 se buscaba delimitar las coordenadas de un “gesto por la vida y la unidad de nuestros pueblos”, que podría ser una peregrinación que cruzara países en busca de un encuentro fraterno, una voz sugirió que su duración no debería ser mayor a 2 años… A fines del año 98 habían transcurrido seis años y aún quedaba un buen trecho por recorrer, tres países por visitar: Chile, Paraguay y Argentina. La Cuarta Etapa tuvo características propias, una de ellas fue que además de caminar hubo que “saltar” por la geografía para llegar a lugares distantes. Trazando una cruz imaginaria, la Visita comenzaría en el Oeste junto a las fronteras entre Chile y Argentina, desde allí más tarde se trasladaría hacia el Noroeste a las tres fronteras donde se encuentran Brasil, Paraguay y Argentina, posteriormente el desplazamiento sería hacia el extremo Sur, para luego saltar nuevamente al Norte donde Argentina y Bolivia comparten su línea divisoria, y desde allí volver hacia el Sur… “Parece cosa de locos” diría cualquier observador. Y así es, el amor a veces orilla con la locura, olvidándose de las proporciones y dimensiones “normales” de las cosas, se deja llevar por la desmesura y la exageración, arriesgando más allá de los límites… Es que como nos enseñara el padre Lucio “en el límite de las cosas nos espera Dios”. Y hablando de desmesuras la etapa se inició evocando el Cruce de los Andes del Ejército Libertador que realizaron nuestros padres. Una vez llegados al Cristo Redentor a 4000 mts. donde chilenos y argentinos rezaron juntos, en medio de una nevada, las andas pequeñas comenzaron el des-

censo lento por el camino viejo… Luego de unos días la peregrinación misionera pegó un salto hacia la Araucanía, donde habita el pueblo mapuche, días después otro salto hacia la región metropolitana donde Ntra Sra. del Carmen en Maipú celebró la visita, para luego volver a saltar al Norte Chico donde la “Chinita” de Andacollo tiene su santuario donde le rezan bailando los danzantes. Otro salto colocó a los peregrinos nuevamente en Cuyo… Desde Tres Fronteras junto a las Cataratas del Iguazú, se inició la visita al pueblo paraguayo que peregrinando llevó las imágenes hacia el Santuario de Nuestra Sra. de Caacupé, luego hacia el Corazón de San Roque mártir y más adelante a las antiguas misiones jesuíticas Trinidad y Jesús para despedirlas a orillas del río Paraguay. Allí un barco realizó el cruce de fronteras. En el litoral argentino, la Misión de San Ignacio, la Virgen de Itatí y más al sur la Virgen de San Nicolás acogieron el paso peregrino… Se acercaba el fin del milenio lo que significaba un salto en el tiempo y la entrada en el Tercer Milenio Cristiano. Y esta vez el traslado fue hacia la Tierra del Fuego, donde Cristo Negro y la Morenita en el extremo sur de nuestro Continente renovaban su compromiso de arraigar en nuestra tierra acompañando nuestra historia. Navidad en Usuhaia y año nuevo en Rio Gallegos. Después los desiertos interminables de la Patagonia fueron el escenario de la oración por los caminos… Otro Salto puso a la peregrinación misionera en Villazón, Bolivia cruzando hacia la Quiaca, Argentina, desde allí “piedra y camino” a los santuarios del Noroeste que fueron apareciendo: La Virgen del Abra de Punta Corral, La Virgen de Rio Blanco y Paipaya, el Señor y

la Señora del Milagro, la Cruz de Matará, la Virgen de la Merced, La Virgen del Valle, la tierra por donde evangelizó Francisco Solano. En todos esos lugares como abejas a la miel suelen llegan los peregrinos de todas partes. Córdoba fue la anfitriona de un Congreso Eucarístico Nacional y ante el Cristo Negro Peregrino, por la voz de uno de sus pastores, la Iglesia en Argentina le pidió perdón por los pecados de su historia… Otra vez un salto llevó las Imágenes y a los peregrinos a la cercanía del punto del cumplimiento, allí el recorrido trazó dos anillos en el espacio como retrasando el desenlace final, pero de pronto el camino se enderezó y se convirtió en una flecha que se disparó hacia Luján, donde la Virgen vive en esas pampas silenciosas. El último tramo fue a oscuras y a pie durante la noche del 7 hacia la madrugada del 8 de diciembre de 2000, junto a peregrinos que solo saben rezar andando se fue llegando a las puertas de la ciudad de Luján. Y ya en la mañana, lentamente en procesión, se cubrieron los últimos 500 mts de peregrinación. Quedaban atrás millones de pasos y de encuentros en caminos perdidos, las visitas a grandes santuarios, cárceles, hospitales, mercados, escuelas, capillas y parroquias… En uno de esos encuentros, en la Catedral de Bs As. un hombre como un peregrino más esperaba en la puerta, estaba mezclado entre la gente, era quién hoy es el Papa Francisco, siguió con la mirada el ingreso de las andas pequeñas, luego no quiso tomar la palabra, prefirió escuchar y contemplar, permanecer en silencio. Ese gesto menos comprendido entonces hoy cobra su sentido.

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Claudia Cabrera Periodista - Parroquia Cristo Obrero - Villa 31

Servir: Lo que para muchos representaría tan solo un verbo para Mario René “cacho” García y Jorge Ganz, significa un modo de vida. Ambos se ordenaron diáconos permanentes a fines del año 2020, en sus respectivos Barrios, Mario en la Parroquia de Cristo Obrero de la villa 31 y Jorge en la Parroquia Virgen Inmaculada de Carrillo, ubicado en Soldati. La palabra diácono nace de la lengua griega Diakonía cuyo significado es “servidor”, principal función de los diáconos. El diaconado forma parte del ministerio eclesiástico, que comprende tres grados del sacramento del orden sacerdotal: los obispos, los sacerdotes y los diáconos. Este último ha ido desarrollándose a lo largo de la historia de la Iglesia llegando a nuestros días en dos grandes formas: El diaconado transitorio, por el cual los candidatos al sacerdocio ministerial son ordenados por el obispo por un periodo menor a un año; y, el diaconado permanente, en el cual el candidato, también ordenado por el obispo, puede ser una persona casada y con familia, y dispuesto al servicio de la comunidad. En ambos casos ha conservado su característica esencial que es el servido. Al igual que muchos sacerdotes que hoy viven en plenitud su vocación, tanto Jorge como Cacho encarnan la famosa frase de la Madre Teresa de Calcuta “La fe en acción es amor y el amor en acción es servicio”. Mario René García, conocido

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a d i v e d ección

una el

por todos como ”Cacho”, tiene 58 años, vive en el barrio de Saldias, pequeño barrio cercano al Barrio Carlos Múgica, está casado hace 32 años con Silvia, tuvieron 5 hijos, un angelito que está en el cielo y 4 que están orgullosos de la vocación de su padre. Proviene de Jujuy y desde muy pequeño su familia le inculco la fe: “la misericordia de Dios es tan grande que uno llega a sentir ese llamado, uno lo siente”. En la iglesia del pueblo fue monaguillo, y en la adolescencia formo parte del grupo misionero juvenil, experiencias que recuerda con mucho cariño; actualmente es catequista, está a cargo del grupo juvenil, es responsable de Cáritas, y forma parte de la noche de la caridad que reparte comida a las personas en situación de calle los miércoles y domingos. Además trabaja hace 27 años en ferrovías, en Belgrano norte, este año a raíz de la pandemia no pudo trabajar, pero ese tiempo lo dedico plenamente a las

tareas que el barrio demandaba. Recuerda que su familia, al principio estaba molesta por la cantidad de horas que dedicaba en la iglesia, pero luego entendieron, e incluso hoy acompañan, resalta con énfasis la recomendación de los obispos: “No descuiden a la familia, el diaconado tiene que ir a la par, siempre caminando juntos, siempre parejos”. Cuenta que cuando llego a Buenos aires, iba a la parroquia San Martín de Tours, donde conoció al padre Isidoro, quien le regalo la primera Biblia en esta ciudad, Tiempo después conoció al padre Guillermo del barrio Múgica, y luego de un tiempo opto por quedarse acompañando al párroco: “comencé ayudarlo, los sábados, los domingos y deje de ir a la otra parroquia, me quede acá, sentí que había más necesidades, yo podía ayudar más, la vida en comunidad se vivía distinto” De allí en más comienza su camino hasta convertirse en Diacono, hace 15 años lo nombraron ministro extraordinario de la comunión, cuya tarea principal era ayudar al sacerdote en la distribución de la comunión en las fiestas o celebraciones patronales, puesto que en el barrio son muy especiales ciertas fechas y es mucha la cantidad de gente que asiste. Y también poder acercarle la comunión a los enfermos, a los que no pueden participar de la misa. Hace unos años el padre Guillermo le pregunto si quería ser diacono, y Cacho asegura que él


había escuchado el llamado, que realmente tiene y siente vocación de servicio, finalmente el cardenal Mario Poli, los llamo tanto a él como a Jorge y comenzaron los encuentros de preparación. Por su parte Jorge Ganz, tiene 58 años, también fue formado en el seno de una familia católica, al igual que Cacho, fue monaguillo, en la adolescencia fue parte de la legión de María en la parroquia de su barrio, donde conoció a Mabel con quien está casado hace 32 años. Este grupo y las diferentes actividades y despertaron su vocación de servicio, fue voluntario en la cárcel de Devoto durante 2 años, y luego llego al barrio Soldati, primero dando una mano con las distintas obras que el barrio necesitaba, “me resulta más cómodo ir visitar las casas, soy el que acompaña desde el costado, pero de a poquito uno va amoldándose, en definitiva la idea es servir en donde haga falta”. Esta casado con Mabel, a quien conoce desde muy joven pero asegura que el compartir actividades de servicio los unió, ambos daban catequesis en Villa Azul, en Wilde, lograron formar una familia, tienen 4 hijos, los cuales participan en distintas actividades parroquiales grupo exploradores, movimiento infantil, profesores de apoyo escolar, grupo misionero.

Jorge es arquitecto, hace 17 años trabaja en la Universidad Católica en el departamento de infraestructura, en Buenos Aires y en las sedes del interior. Relaciona su profesión con su rol diaconal, el diacono es el encargado de servir la mesa, armar el lugar de

encuentro, el desde su profesión ayuda desde lo técnico a construir escuelas, mejorar espacios, clubes, capillas colegios que también son lugares de encuentro. Hace 14 años que está en el barrio, y sostiene: “Experiencia de comunidad que se vive es muy fuerte eso te atrapa, cualquier tarea es acompañada por los vecinos, desde vamos a tirar una pared hasta una mamá que se hace cargo del hijo de una vecina que no lo puede tener, es algo distinto, experiencia de vida comunitaria y de fiesta de mucha alegría. La gente, los chicos, los jóvenes, el vínculo es muy profundo, muy fuerte por eso seguimos, eso hizo que nos quedáramos”. Y agrega: “Vivo cerca,

Hechos de los Apóstoles 6, 1-6 En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendían a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos. Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: «No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. Preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra». La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos. Esta lectura nos presenta el germen de lo que hoy llamamos diáconos. Es por ello que aquellas personas que eran elegidas para ejercer este ministerio, tal como nos muestra la cita bíblica, estaban destinadas a la atención de los pobres. En el evangelio de Marcos el Señor nos dice: “Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud” (Mc6, 45). De la misma manera todos los cristianos, seguidores de Cristo, estamos llamados a seguir el ejemplo del Señor. Los diáconos encarnan de manera particular este llamado y, nos recuerdan el camino que debemos seguir aquellos que queremos seguir al Señor.

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fue a su propio nieto, y le brillan los ojos al recordar la emoción de su hija. Mientras Jorge recuerda lo nervioso que estaba, dice que la familia acompaño, el clima fue una celebración de vida, y en comunidad porque la formalidad genera distancia. Tanto Jorge como Cacho coinciden que la característica que debería tener todo diacono es el ESPIRITU DE SERVICIO, y la cualidad de la pacien-

salgo en mi barrio y nadie me saluda sin embargo camino por barrio Carrillo, por villa Fátima, o La Veredita y todos saludan preguntan, es una experiencia muy fuerte de comunidad”. Ambos coinciden en valorar y cuidar la familia, Jorge con gran firmeza asegura: “La familia es el tesoro más grande que tengo”, recuerda que de joven se planteó la opción del sacerdocio pero la vocación de formar una familia fue más fuerte y hoy son los que lo sostienen. Como lo expreso Monseñor Gustavo Carrara: El diacono permanente tiene la misión anunciar el evangelio de Jesús, de bendecir y la bendición más grande que da es la de celebrar el bautismo, servicio de la mesa del altar, es llevar el pan de la eucaristía a los enfermos de modo especial y es compartir el pan con los pobres, haciéndolo sentir en familia, en comunidad, e iglesia”. Si bien la ordenación fue hace poco más de un mes ambos aseguran que fueron días muy intensos, ya llevan varios bautismos pero recuerdan especialmente el primero, en el caso de Cacho

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Staff . director . Adrián Pablo Bennardis . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Gustavo Carrara Virginia Oliveira . agradecemos la colaboración de . VíctorFernández Dardo Caraballo Roberto Álvarez Emilio Inzaurraga Denise Kasparian Gabriel Duna Ana Laura - Alejandra Claudia Cabrera . propietario . Arzobispado de Bs. As. Av. Escalada 2858 - Capital cadenya@pastoralfamiliar. org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723.

cia. Además resaltan que este año fue un regalo porque tuvieron la oportunidad de conocer a fondo de que se trata el servicio. Jorge expresa: “hay muchas facetas que me permitió conocer esta pandemia, visitar casas, 100 por día para llevar un plato de comida a los abuelos, curar la heridas porque estaban solos, e incluso me toco la experiencia de tener que llevar a una abuela para que muera en el hospital porque estaba en una situación muy crítica, el barrio me bautizó como padre antes de la ordenación” Cacho por su parte, resalta que esta pandemia dejó en evidencia las necesidades de mucha gente, y que el trabajo se multiplicó, que vive a las corridas, que no le alcanzan las horas, pero que aun así se siente pleno y entiende que fue llamado por Dios para servir. El diacono es el servidor por excelencia. Esto se refleja en todas las tareas que desarrolla en la vida de la Iglesia, tanto en la liturgia como en lo social. La experiencia de los dos destaca que el fruto del amor es el servicio.

. diseño gráfico . Florencia Laje . foto de tapa . Paula Conti . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.



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Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.

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