El club de mi barrio Nº 30

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Número 30

Suplemento deportivo El club de mi barrio - Año 5 - Núm. 30 - Julio 2022 - Revista Comunicarnos - Arzobispado de Bs. As.

Staff Director

Pbro. Adrián Bennardis

Secretaria de redacción

Claudia Cabrera

Contenidos

Juan Manuel Gauna

Diseño

Florencia Laje

Fotografía Kevin Ruiz

Catecismo deportivo ilustración

Betina Spigariol

de mi Barrio El domingo 26 de junio el Club Carlos Múgica, del Barrio Nicole de Laferrere celebró su primer aniversario, surgió prácticamente en pandemia, en el año 2021 y sigue creciendo con el compromiso de la comunidad. La celebración de realizó en la Capilla Jesús Misericordioso, del Barrio Nicole de Virrey del Pino, a partir de las 11 de la mañana, la fiesta contó con sorpresas, juegos, comida y la presencia de la comunidad. Los inicios del club se remontan a mitad del año pasado, aún con la presencia de la pandemia pero con la flexibilización de las medidas y con un protocolo menos restrictivo; comenzaron exactamente el 23 junio del 2021. Diana Hostigosa, referente del club recuerda: “Habíamos empezado todas las actividades en

conjunto: Hockey, artes marciales, fútbol masculino, femenino y patín artístico; habíamos arrancado sin nada no teníamos ni materiales, ni los patines... y fueron llegando después de un mes, hacíamos actividades lúdicas; en pa-

cumpleaños del club, fue una organización con los profes y el equipo comunitario para que los chicos puedan tener un buen momento, nos habían donado panchos, gaseosas e incluso el show de un payaso. También hubo lugar para los sorteos, premios y sorpresas”; ella cuenta: “regalamos patines, pelotas, palos de hockey, tratamos de hacer un sorteo para todos, hubo una torta gigante para compartir con los chicos”. La profesora Joanna, quien enseña hockey, organizó todos los juegos con muchísimos chicos y chicas, “las maestras de apoyo escolar Romina y Gaby hicieron suvenirs para las familias con la oración de nuestro club y con nuestro nuevo logo y el equipo comunitario estuvo a cargo del bingo”, comenta la profe. Diana asegura que el club está creciendo mucho, y que en el barrio no hay otro que tenga tantos deportes. “Los deportes que más crecieron son hockey y patín, en cuanto al fútbol masculino tiene niños incluso de los barrios más lejanos. Los chicos fueron también renovándose, y los más grandes ahora nos están ayudando para entrenar a los más chiquitos porque son una gran cantidad, en total casi 200 chicos”. Por su parte el padre Guillermo “Willy” Torres, actual referente del club explica la relevancia e importancia de contar con estos espacios en los barrios, principalmente en aquellos a los cuales no siempre se llega: “Un pibe, una piba más en el club, es un pibe, una piba menos en la calle” y agrega: “El club es re importante porque en el barrio no hay nada, no hay diversidad de ofertas, es un espacio donde niños, niñas, adolescentes, docentes, jóvenes, encuentren un lugar para crecer sanos con valores, humanos y cristianos”.

Club Carlos Mugica:

Celebrar las oportunidades tín hacían elongación, en fútbol teníamos una sola pelota y hacían entrenamiento con eso, en hockey hacían entrenamiento físico, en artes marciales hacían al aire libre los entrenamientos, todo de a poco”. En cuanto a la celebración la referente resalta la colaboración de todos: “El


La mística del Club parroquial:

Compromiso, espiritualidad, contención, aprendizaje y pertenencia. Los clubes parroquiales comenzaron como una

Forman parte de las 3 C: (Capilla, Colegio

propuesta positiva para cuidar y apostar a la vida

y Club) que se han ido implementando para

desde el deporte y seguir creciendo en la gran

promover y garantizar los derechos de los niños,

FAMILIA que conforma la comunidad Parroquial,

niñas, adolescentes y jóvenes en lugares donde

donde niños y niñas puedan tener un lugar en el

la exclusión y la vulnerabilidad son una realidad

cual expresarse, no solo a través de ejercicios o

cotidiana.

gimnasia sino también juegos, arte, cultura. Son

La mística no distingue edades, historias

una respuesta preventiva a problemáticas como

ni distancias. Nadie afuera, todos y todas son

la exclusión y la falta de oportunidades.

bienvenidos/as.

Club Deportivo María Madre de Río Cuarto

Región Centro

El Club

El Club María Madre surge hace dos años desde la parroquia San Pantaleón de Río Cuarto, formando parte de la Región centro de la Unión de Clubes Parroquiales (UCP). El Sacerdote Carlos Arce, principal referente del Club expresa: “A diferencia de otros espacios deportivos consideramos valioso el hecho de funcionar en el mismo espacio en el cual los chicos se mueven diariamente (potrero, plaza, templo parroquial) generando así, un importante sentido de pertenencia y de identidad barrial. Así mismo, que todas las actividades del club se realicen de manera gratuita, garantiza mayor accesibilidad para toda la barriada y genera mayor interés y unión en las familias”. En su escudo se destacan tres colores con la intención de identificar los tres barrios que se juntan haciendo núcleo en un campito deportivo público y el logo cuenta la misma cantidad de estrellas, Arce explica que es a modo de referencia a los tres clubes que por medio del deporte se unen y la estrella más grande simboliza la Virgen, quien acompaña junto a Jesús cada encuentro”. El club cuenta con alrededor de 120 personas, actualmente el deporte mayoritario es el fútbol mixto con la mayoría de varones, niños y adolescentes, luego el grupo de acrobacias, telas y el grupo de gimnasia compuestos por mamás y abuelas que son un poco más de 30 personas. El sacerdote expresa que la distancia es un condicionante pero están a la expectativa del primer encuentro de la región centro: “Al estar con otros 2

un espacio de ENCUENTRO

clubes parroquiales, somos parte aun estando a 200km así que el primer encuentro será en el mes de agosto” Sin embargo tuvieron la posibilidad de integrar torneos o campeonatos cortos: “han participado de encuentros con otras organizaciones que tienen deporte barrial, en los cuales se trataba de ir, de jugar y competir”, Arce resalta: “le restamos acento a la palabra competencia a diferencia de otras organizaciones que no se centran en el encuentro sino en ir jugar y ganar”. Entre sus principales desafíos esta el trabajo de identificar todo con los colores del club, la bandera con cuestiones cada vez más cercanas al barrio, que se irá haciendo a medida que pase el tiempo. Otro desafío es ir buscando respuestas a otras disciplinas deportivas y culturales relacionadas con las características de la comunidad como por ejemplo el ajedrez, o las danzas, teniendo en cuenta que hay un barrio con familias de origen paraguayo por eso se piensa en bailes típicos y tradicionales, para el próximo año. El sacerdote, además hace referencia a la falta de un espacio propio pero aclara que no es impedimento para seguir trabajando: “Aún no contamos con un lugar que pertenezca al Club y salvo gimnasia para las mamás, telas y acrobacias, actividades que se realizan en el templo, para lo demás vamos a una canchita del barrio, a un polideportivo municipal cercano y también utilizamos un potrero”. El padre Carlos comenta que estuvo con el Papa Francisco y expresa que entre los mayores

“tesoros” del club, guardan con mucho cariño la bendición del Papa y una camiseta autografiada por él”. En cuanto a la mística el Padre Carlos Arce asegura: “En el Club de-

portivo María Madre de la Parroquia buscamos priorizar espacios de encuentro entre niños, niñas y jóvenes donde lo esencial esté puesto en el compartir, en el trabajo solidario y en equipo; y en el aspecto lúdico de la actividad deportiva o cultural que realicen.


Compartir juntos como comunidad Gabriel, profe de fútbol de la Diócesis de la Matanza, explica: “la mística parroquial que estamos trabajando en nuestros torneos, son básicamente esos pequeños momentos que hacen que el niño/a se sienta abrazado, cuidado, escuchado por los adultos que en este caso son profesores, referentes bajo el marco de la institución parroquial”. Asegura además que el vínculo con los sacerdotes es fundamental, “La mística se mantiene viva principalmente gracias a la transmisión de pensamientos, que los curas barriales, logran transmitir a la comunidad, donde hay un equipo de trabajo que es más cercano a cada cura y entiende muy bien el mensaje de abrazar a cada niño y niña para lograr que la generación mas pequeña pueda vivir en una mejor sociedad argentina a futuro. Este equipo cercano a los padres, le transmiten la idea a los profes, referentes, que mediante reuniones,

Región La Matanza

Diócesis de San Justo y Laferrere no se ponga por sobre los valores, es muy importante que los profes y referentes, acuerden pautas para los torneos donde mediante estas pautas se logra minimizar cualquier situación que pueda surgir normal de la competencia”. Formar parte de UCP (Unión de Clubes Parroquiales) hace que los clubes se sientan apoyados y siendo parte de una entidad, Gabriel expresa: “los clubes van experimentando cosas muy productivas para su organización interna, como por ejemplo, organizar jornadas deportivas, viajes con los chicos, tener un cronograma para su semana, manejo con las familias, son todas cositas, que hacen que los clubes vayan creciendo”. Actualmente forman parte de la Liga LiPI (Liga Parroquial Infantil), en el que participan aproximadamente mil niños. Si bien cuentan con tabla de posiciones y fixture, la liga tiene como prio-

capacitaciones, son los que realizan el trabajo más importante porque son los que tienen contacto con los chicos y chicas”. Agrega que el rol de los referentes es fundamental: “Para que la competencia ridad la diversión, el crecimiento sano y contención de los chicos, ´por esta razón la competencia queda en segundo plano, el profesor comenta: “sabemos que el chico lo que quiere es que llegue el fin de semana, jugar y competir contra otros chicos pero priorizamos hacer que todos se sientan bien, los que manejan muy bien la pelota o los que les cuesta un poco más, tratamos de que sea igualitario para todos”. Y al terminar los encuentros realizan un tercer tiempo en el cual tratan de compartir con los chicos

y chicas un momento especial, mientras disfrutan una merienda, donde se pueda reflexionar acerca de cómo se sienten, de lo que pasó en el partido, como vienen en sus clubes, en el barrio, es un momento de reflexión y de charla que se da entre los clubes que generalmente no pasa, Gabriel resalta que este es una de las características principales: “nosotros a este momento le damos muchísimo valor, también se realiza una oración que es la oración de los clubes parroquiales”. La mística se construye desde las parroquias, en conjunto con los niños, las niñas, sus familias y la comunidad porque muchas no cuentan con ingresos y se sostienen “A pulmón con la colaboración de la comunidad”. El trabajo pastoral de los clubes parroquiales es en profundidad, integral y siempre teniendo en cuenta la realidad de los niños, “es una alternativa y una oportunidad, la diferencia es que el día de mañana los niños van a recordar al club como el espacio donde se formaron como personas con valores, y no el club donde lograron un campeonato”. 3


Catecismo deportivo Para mucha gente Jesús, nuestro Dios y Salvador, era la única esperanza que le quedaba. Enfermos, endemoniados, pobres, paralíticos, ciegos, mudos y hasta los difuntos tenían a Jesús como Salvador, ¡como el único que podía darles una vida mejor! Fue como en aquella final en la que íbamos 1 a

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1 y faltaban tres minutos para que termine el partido. El equipo venía jugando muy bien pero la pelota no entraba; ¡hasta erramos un penal! Justo después de un tiro al arco que se fue desviado, el DT decidió hacer un cambio, el último que nos quedaba. Sacó un defensor y puso a Jesús, un delantero.

LOS MILAGROS DE JESÚS

En el último minuto

Entró como para “comerse la cancha”; rápido, con los ojos bien abiertos, bien despierto. Quedaban 40 segundos para el final. El número cinco nuestro le metió un pase excelente entre líneas a Jesús, el que acababa de entrar. Sin parar la pelota, le pegó como vino. Sacó un bombazo que se metió por el palo derecho del arquero, que sólo pudo mirar cómo la pelota se le metía. El grito de gol llegó hasta el cielo. Festejamos toda la tarde porque gracias a Jesús pudimos levantar la copa. Fue como levantar la Copa de la Vida, de la Esperanza y del Amor. Ese fue el primer milagro que Jesús hizo en nuestro equipo. Hizo muchos más pero no nos alcanzarían todos los cuadernos del mundo para escribirlos.

DIOS NOS ALIENTA

Curó a los enfermos (Mc 1, 29-34) 29 Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. 31 El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. 32 Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, 33 y la ciudad entera se reunió delante de la puerta. 34 Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él.

Propuesta con fe: “La mejor jugada”. Rezamos y damos gracias a Dios por el milagro de la vida, por haber nacido, crecido y porque nos dio una familia. ¿Qué milagros conocemos? Charlamos con los chicos.


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