Suplemento deportivo El club de mi barrio - Año 1 - Núm. 5 - Septiembre/Octubre 2018 - Revista Comunicarnos - Arzobispado de Bs. As.
Número 5
Número 2
Staff Director Pbro. Adrián Bennardis Secretaria de Redacción Dalma Villalba Colaboradores Pbro. Nicolás “Tano” Angelotti Pbro. Damián Reynoso Pbro. José Lozzia Pbro. Gastón Colombres Pbro Marcos Espindola Belén Rivarola Brenda Cabral Antonella Rosales Karina Haedo Eduardo Caballero Jorge Luis Blanco Hernan Fennel Fernando Sivila Mercedes Aprile Miguel Castillo.
Diseño Florencia Laje Iustración Catecismo deportivo Betina Spigariol
Corrección
Ricardo Rubio
de mi Barrio
Hace pocos días terminó el Mundial que consagró a Francia campeón del mundo. Por segunda vez en su historia se quedó con el título. Grande era la expectativa que teníamos los argentinos. No tanto por los resultados en las Eliminatorias ni por el trabajo previo, ni por el proceso de prepa-
“¡Traeme la COPA MESSI!”
ración… Nada de eso nos podía ilusionar. Solamente el hecho de contar con quienes muchos consideran el mejor jugador del mundo, Lionel Messi. Eso nos invitaba a soñar. Algunos más triunfalistas ya exigían: “¡Traeme la Copa, Messi!” Imagino que en Portugal pasaría lo mismo. Su jugador emblema, Cristiano Ronaldo, ganador del último balón de oro, multicampeón con Real Madrid, lideraba el plantel. Como nuestra Selección, a duras penas clasificó al Mundial. Pero cómo no ilusionarse con que sus
goles llevaran a Portugal a consagrarse campeón del mundo por primera vez en su historia. Todos sabemos cómo concluyó la historia. Francia, un equipo conformado por grandes jugadores, pero sin una estrella indiscutida, salió campeón. Ganó seis de los siete partidos. Empató uno solo, frente a Dinamarca, cuando ya estaba clasificado para los octavos de final. Podríamos decir que se trató de “un equipo con todas las letras”. Contó con varias figuras, que en-
tendían que para alcanzar el objetivo, cada uno era importante. Para lograr la mejor versión no era necesario el lucimiento personal, sino poner lo mejor de sí para que brillara el conjunto. Así pasa también en el club, en el barrio, en la parroquia. No alcanza con “el crack”, con “el distinto”… Puede que ganemos partidos, incluso que parezca que los gana él o ella solo… A la hora de la verdad, y a la larga, siempre gana el conjunto, gana el verdadero equipo.
Necesitamos de todos. Si de fútbol se trata: Un arquero seguro, una buena defensa, un mediocampo que asegure entrega y generación, y delanteros que hagan los goles. Y por supuesto, dirigentes y cuerpo técnicos capaces, trabajadores y responsables, que vivan y transmitan estos valores… ¡Ojo! ¡Bienvenidas sean las figuras! Siempre que entiendan que tienen un lugar dentro de algo que es más grande que ellos: EL EQUIPO. No creamos que uno sólo nos va a salvar. Todos estamos llamados a colaborar con nuestra parte. En el fútbol como en el hockey, desde el arquero hasta el último suplente. Aprendamos de los buenos ejemplos, y ayudemos a que en nuestros barrios los pibes formen equipos, donde se valore la diversidad, porque cada uno tiene algo para aportar, y el bien del grupo por sobre el lucimiento personal.
Padre Cacho Casabal Parroquia Santa María Madre del Pueblo / Villa 1.11.14 Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli