Número 21
Suplemento deportivo El club de mi barrio - Año 4 - Núm. 21 - Mayo - Junio 2021 - Revista Comunicarnos - Arzobispado de Bs. As.
Staff
Director
Pbro. Adrián Bennardis
Secretario de redacción Nicolás Soria
Diseño
Florencia Laje
Corrección
Bettina Fallik
Catecismo deportivo ilustración
Betina Spigariol
de mi Barrio Jornada de capacitación
El 27 de marzo pasado, se llevó a cabo la primera jornada denominada “Encuentro Formativo Matancero” para profes y jóvenes dirigentes de la unión de clubes de La Matanza, que se desarrolló en el Polideportivo San José (Estación Villegas). Los clubes que participaron fueron: San José, San Alberto Magno, San Roque González, Las Antenas, Monseñor Angelelli, Nuestra Señora De La Guardia y San José Obrero. Compartieron sus experiencias, sus místicas, valores y todo lo que los une como clubes parroquiales, lo que les permitió forjar y fortalecer los vínculos de una “unión de clubes” que, día a día, está creciendo y se está volviendo más unida y fuerte. El flamante equipo de capacitación de la unión de clubes está conformado por Juan Manuel Gauna, Jenny Frostok y Leandro Dellatorre. Como colaboradora se
sumó, en esta ocasión, Nidia González. Ellos desarrollaron varios temas sumamente interesantes y fructíferos para la aplicación en los clubes parroquiales, por ejemplo: la escuela de valores, la mística de los clubes, la formación de los clubes y la unión como fuerza. El próximo 24 de abril se desarrollará el primer encuentro de formación y capacitación de la unión de clubes del interior,
que se llevará a cabo de manera virtual, mediante la plataforma Zoom. Sin duda, es el puntapié inicial para dar paso a numerosas capacitaciones que puedan enriquecer a nuestros profes y ofrezcan actividades cada vez
mejores para nuestros chicos y chicas, y, a su vez, para marcar un camino donde todos los clubes de la unión desanden juntos con un mismo objetivo. Como nos cuenta Jenny Frostok, “nuestra idea era contar experiencias y que La Matanza sepa que hay otros clubes parroquiales
con el mismo fin, que es abrazar la vida como viene. Si hay más clubes en los barrios, hay menos chicos en la calle”. Juan Manuel Gauna, agrega que “fue una jornada muy interesante, en la que cada uno pudo compartir las místicas y las costumbres de cada club. Fue muy fructífero, ya que se pudo construir para adelante entre todos”.
Unión de Clubes Parroquiales
Gladiadores de un sueño ños sean contenidos de la mejor manera. Actualmente, asisten unos setenta chicos. La cantidad está sujeta al lugar donde se desarrollen las actividades, ya que, en este momento, la escuela no cuenta con un lugar físico estable. Esto dificulta la asistencia de niños y niñas a los que, tal
Todos los domingos a las 9 de la mañana, Silvina Pezutto iba a la misa, sin saber que ese día de 2018 la homilía del Padre Mauricio le quedaría resonando en su cabeza y en su corazón. Siempre veía en la puerta de la iglesia a esos chicos del barrio Inmaculada Concepción, en la provincia de Mendoza, que cuidaban los autos y vendían cosas. Pensaba que se tendría que hacer algo con ellos, que estaban en una situación completamente vulnerable. A partir de ese domingo, se propuso hacer una escuelita de fútbol con la ayuda del profe Matías, para cobijar a los chicos del barrio. La cantidad de chicos que asistieron al club fue enorme. A partir de esta iniciativa, se pensó en realizar una asociación civil, que se está formando de una manera lenta pero constante. La idea es ir agregando más deportes, apoyo escolar, merienda y más variantes para que los ni-
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vez, no les queda cómodo el lugar donde se desarrolla la actividad. Durante la pandemia, el vínculo se mantuvo vigente. Se trabajó junto a Cáritas, yendo a visitar las casas, aten-
diendo las necesidades de los vecinos, lo que hizo que barrios aledaños acudieran pidiendo asistencia. Apenas se fue abriendo, el profe Matías comenzó a realizar entrenamientos con los chicos y, a la vez, a concientizar, ya que algunas familias no cumplían con las medidas de cuidado y prevención. Es un trabajo del día a día, donde los profes ponen el pecho para que los chicos y chicas tengan su lugar y el entre-
namiento tan querido, y arriesgan su salud en pos del servicio a los demás. Las expectativas de formar parte de la unión de clubes son poder compartir las experiencias de los profes y de los niños que integran la escuelita de fútbol y, sobre todo, aprender para seguir creciendo en esta misión que Dios nos puso en las manos. En 2021, la gente de la escuelita sueña con conseguir un lugar fijo donde poder crecer y asentarse, y estar más tranquilos. Con la incorporación del barrio Bransen, se formó un equipo de nenas que salieron campeonas del primer torneo en el que se inscribieron, fruto de un trabajo en conjunto con Cáritas.
Un niño en un club, . e l l a c a l n e s o n e es un niño m Y se va la segunda La segunda ola está aquí; algo que todos esperábamos y nadie quería.
Nuestros clubes, poco a poco, estaban tomando ritmo, los motores se iban calentando para acelerar en la recta, las puertas se iban abriendo para brindar cobijo a todos nuestros chicos y chicas de manera presencial. Pero todos, en el fondo, sabíamos y vislumbrábamos por la rendija del ojo que estaba latente la posibilidad de que todo volviese a fase 1, la temida fase en donde
todo estaría cerrado otra vez, como a principios de marzo de 2020. Si bien eso todavía no pasó, los protocolos se endurecieron, ya que en las últimas semanas los contagios en un día aumentaron de manera temible y considerable, al igual que la ocupación de camas en las clínicas y hospitales, tanto del sector privado como en el sector público. En las últimas semanas, nos sorprendió la cantidad de muertes por culpa de la COVID-19:más de 500 por día y más de 60.000 durante toda la pandemia. Esto hizo que los gobernantes analizaran todas las variantes y protocolos para ver cómo se sigue actuando en esta pandemia, la que todos deseábamos que terminara y no dejara secuelas. A pesar de la desazón que produce este aumento de casos positivos y de muertes, nuestros clubes están aprovechando cada momento, cada minuto de actividad que tienen junto a los chicos y chi-
cas para exprimir al máximo esos instantes valiosos, sabiendo que, tal vez, todo se vuelva a cerrar y el desafío de dar clases virtuales sea otra vez protagonista. Todos esperamos que ese momento no llegue y, para eso, tenemos que poner lo mejor de nosotros. Así, con nuestro granito de arena, podremos lograr que la situación mejore y salir mejor parados de este tremendo momento.
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Pquia San Saturnino y San Judas Tadeo
Pquia Beato “Enrique Angelelli y compañeros mártires
Pquia San Pablo Apóstol
Pquia Santa María Madre del Pueblo
Pquia San josé
Pquia Nuestra Sra de la Guardia
Pquia Patriarca San josé Pquia San Juan Bosco
Club Espacio Puentes Cura Brochero
Pquia María Madre de Dios
Pquia Virgen de Caacupé
Pquia Sagrado Corazón
Pquia Sagrado Corazón
Pquia San Roque González y compañeros Mártires
Club y Escuela Deportiva “Cheru Roque Chielli
Pquia San Juan Diego Pquia María Madre de la Esperanza Pquia San Jorge
Pquia Nuestra Señora de Fátima Capilla Medalla Milagrosa
Club “María Madre Club “Palentini” Pquia San Francisco Solano
Pquia San Francisco de Asís Pquia Virgen del Carmen
Pquia Nuestra Señora de Luján
Catecisimvoo JESÚS PERDIDO Y deport ENCONTRADO Esta fecha se jugaba en la cancha del Club Jerusalén. Era la cancha más grande porque era en la capital. Para llegar hasta ahí había que viajar tres días. Jesús ya tenía 12 años y lo acompañó toda su familia. Jesús estaba acostumbrado a jugar en su barrio. Al ser un barrio chico, se conocían todos. Pero, cuando llegó a Jerusalén, había tanta gente que se perdió. El partido estaba por comenzar, pero faltaba Jesús, había desaparecido. El equipo decidió no jugar. Y todos comenzaron a buscarlo. María y José, desesperados, lo buscaban por todas partes, día y noche, pero no lo encontraban. Estuvieron así dos días, hasta que al tercer día lo encontraron: ¡Estaba en la Iglesia! ¿Quién lo iba a pensar? María le pegó un grito 4
de lejos. Corrió, lo abrazó y lo besó. Lloraba de alegría. El susto había pasado. Ese día, el equipo perdió los puntos porque no jugó, pero descubrió la solidaridad porque todos ayudaron a la familia de Jesús a buscarlo y, gracias al equipo, pudieron encontrarlo sano y salvo. Se perdieron los puntos del partido, pero se ganaron los puntos solidarios. DIOS NOS ALIENTA
Perdido y encontrado (Lc 2, 41-47) 41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. 42 Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, 43 y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que
Pquia Cristo Obrero
Pquia Sagrado Corazon de Jesus.
Pquia Nuestra Señora de la Guardia Pquia Virgen Inmaculada
El equipo solidario
ellos se dieran cuenta. 44 Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. 45 Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. 46 Al tercer día, lo ha-
llaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Propuesta con fe: “La mejor jugada”. SER SOLIDARIOS NOS HACE ESTAR UNIDOS SER SOLIDARIOS NOS HACE MÁS HERMANOS SER SOLIDARIOS NOS HACE CRECER COMO EQUIPO Puede darse una propuesta solidaria, pensada por los chicos.