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EN LA PASCUA SE RECREA NUESTRA VIDA
MONS. HÉCTOR AGUER
La Pascua Cristiana que celebramos cada Semana Santa encuentra su momento culminante en la Vigilia Pascual. En la celebración nocturna, entre el sábado y el domingo, se nos permite ver, incluso estéticamente, el tránsito de la muerte a la vida, de la Pasión y la Sepultura del Señor a la Gloria de la Resurrección, a la Luz Pascual. La Vigilia que precede al santo día de Pascua es la clave para interpretar el sentido de esta fiesta central del calendario cristiano. La semana pasada recordábamos que el Misterio Pascual tiene dos vertientes y puede ser representado como las dos hojas de un díptico: una es la Pasión y la Muerte y otra es la Resurrección y la Gloria. El tránsito del sábado al domingo, que se representa litúrgicamente en la gran Vigilia del año, muestra precisamente eso: cómo se resuelve el drama de la Pasión en la gloria de la Resurrección. También tendríamos que considerar aquí qué significa respecto de la imagen de Dios y respecto de la imagen del hombre el punto central de la Pascua Cristiana. Respecto de Dios. El poder de Dios, su gloria, su majestad, su belleza, ahora se verifican en la humanidad de Jesucristo Resucitado. La tradición de la Iglesia, a partir de la Sagrada Escritura y del cumplimiento de las Profecías, muestra la Resurrección de Jesús como una nueva creación, que sólo puede ser obra de Dios. Mas aún, la liturgia pascual nos ilustra acerca de una historia de la salvación que comienza con la primera creación y que alcanza su punto culminante en la nueva creación que es la Resurrección de Cristo, el comienzo de los últimos tiempos. Ya no es posible esperar una revelación ulterior, una manifestación ulterior de Dios, porque ya todo ha sido dicho en la Resurrección de Jesucristo. Es allí donde Dios manifiesta su poder creador renovando el universo en primer lugar en la humanidad del Hijo hecho hombre, y a partir de él en la gracia que renueva espiritualmente a los que se unen a él por la fe y el bautismo. Dios ha enviado a su Hijo al mundo para que el que crea en Él no muera sino que tenga vida eterna. Es esa vida eterna la que aparece, entonces, en la manifestación pascual de Jesús.
«EL PODER DEL ESPÍRITU»
STAFF *Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian *Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce
CATECISMO
Y también la Pascua, en este sentido, desde la vertiente de la Resurrección, nos ilumina acerca de la realidad humana, nos revela quién es el hombre. El hombre, decía Heidegger, es un «ser para la muerte». Esa definición es correcta, pero no dice toda la verdad, dice sólo su mitad. El hombre es, en efecto, un ser para la muerte; a causa del pecado vamos a la muerte, pero el hombre es sobre todo un ser para la resurrección y para la vida eterna. Y allí está la originalidad del mensaje cristiano. Nosotros no nos damos a nosotros mismos esa plenitud que es la resurrección y la vida eterna sino que la recibimos de Dios. Esto es importante también en el contexto cultural, el que influye en nuestra mentalidad de hombres de este tiempo. Estamos acostumbrados a que todo lo construimos nosotros. Somos dueños de la naturaleza, la transformamos y hacemos lo que queremos con ella, la hemos puesto a nuestro servicio. El hombre de hoy se cree autocreador, autor absoluto y excluyente de la historia: cambia las costumbres, incluso altera las propiedades naturales de su condición humana. ¿Adónde llevará semejante desmesura? El Siglo XX es una parábola interesante acerca de dónde conduce el humanismo sin Dios, que ha endiosado al hombre. Ha acabado en la ruina, en el fracaso, y ahora nos encontramos sumidos en un desconcierto muy grande, y sin embargo el hombre persevera frecuentemente en esa idea de que es autocreador. La gracia pascual nos muestra que nuestra verdadera realización, el futuro de la humanidad y de la historia es un don de Dios, así como la resurrección «DIVINA LIBERTAD» ABRIL: MES DE es la mayor de las obras divinas. La última página de La Biblia, el final del Apocalipsis, nos muestra la situación DIVINA LIBERTAD CUANDO ARRECIA LA TEMPESTAD definitiva de la creación en la figura de la Jerusalén que desciende del cielo, «Para ser libres nos POR LAS OBRAS DEL MUNDO IMPÍO una ciudad nueva totalmente impregnada de la luz de Dios, pero que CUANDO CORRE EL MAL, COMO RÍO, libertó Cristo. desciende del Cielo como un don. ¡BRILLA PARA EL JUSTO, LA LIBERTAD! Manteneos, pues, No todo lo fabricamos nosotros. Podemos fabricar muchas cosas, pero no firmes y no os dejéis todo, y especialmente no nos fabricamos a nosotros mismos. Nuestro futuro «LA LIBERTAD DEL PERFECTO AMOR» oprimir nuevamente definitivo es objeto de esperanza, porque es un don de Dios. QUE EL MUNDO NO CONOCE NI VE bajo el yugo La Pascua del Señor nos ayuda a reubicar una especie de esperanza MAS EL ALMA QUE VIVE EN LA FE puramente terrestre, para abrirnos a la gratuidad del don de Dios, que tiene LA EXPRESA CON SANTO FERVOR de la esclavitud.» que ser multiplicado en la gratuidad de nuestro amor, ofrecido a todos. (Gálatas 5:1) ABRIL, MES DE «DIVINA LIBERTAD» Claves para un Mundo Mejor * 7/04/12 EN AMOR FRATERNO, EN UNIDAD, EN VICTORIA, EN SALUD Y ALEGRÌA 989 Creemos firmemente, y así lo esperamos, que PERIÓDICO
del mismo modo que Cristo ha resucitado MES DE «RESURRECCIÓN DE JESÚS» verdaderamente de entre los muertos, y que vive para DE GRACIA, DE PLENITUD Y LUZ ¡EN LA COMUNIDAD SANTA MARÍA! siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que Él JUAN CARLOS HOVHANESSIAN los resucitará en el último día (cf. Jn 6, 39-40). Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima Trinidad: «Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rm 8, 11; cf. 1 Ts 4, 14; 1 Co 6, 14; 2 Co 4, 14; Flp 3, 10-11).
*Redacción: Alba Acosta Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini Miriam B. de Mavilian *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA LA COMUNIDAD «SANTA MARÍA» NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
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Miércoles 20:30hs.
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El mensaje más Grande y Glorioso que haya recibido el hombre es este: ¡CRISTO HA RESUCITADO! El Pregón de la Iglesia, desde ese Glorioso Día, es: ¡CRISTO HA RESUCITADO! ¡SÓLO CRISTO SALVA! «No hay bajo el cielo otro Nombre » declara el primer Papa, San Pedro, luego de la mañana de la Iglesia: ¡PENTECOSTÉS! Desde ese momento los podrán azotar, torturar, encarcelar y hasta matar; mas no van a escuchar de sus labios ninguna «originalidad», sino la Verdad del Evangelio. La sociedad humana, como nunca, creo, está viviendo de «apariencias», la cual consciente o inconscientemente, está cargada de hipocresía. Los medios de comunicación masiva, que muchos han erigido a «rango de deidad», ofrecen su «acto cultual de cada día», con su característica astucia mercantilista que «vende imágenes» para «elevar o derribar», según sus propios intereses... Es que cuando Cristo no es el centro en el corazón humano, se transfiere a algo o a alguien la creencia, la cual es «idolatría». La de estos tiempos, si bien conserva los antiguos ídolos, en casos; es mayormente en la «idea», en el «interior de la mente» que «se hace un dios a su conveniencia». Mirando a Jesús, en el Evangelio, podemos ver que sólo aquellos que por Su Palabra se CONVIRTIERON, permanecieron, más allá de sus humanos errores, luego del «Drama del Calvario». ¿Dónde habían quedado las multitudes que le seguían, los que le alababan entrando a Jerusalén ? Muchos de ellos seguramente gritarían: «¡Crucifícale!» «¡Crucifícale!» para quedar bien con el corrupto representante del Imperio Romano. Las «multitudes» no son «de fiar»... Son volubles. El verdadero discípulo permanece tiene nombre. A los otros el Evangelio los llama multitud. La Cruz, Su Madre la Virgen María, María Magdalena, la otra María y Juan ¿Y de los otros, qué? Recordarían las Palabras de Jesús: «Si el mundo los odia, sepan que antes me odió a mí» (Juan 15:18). «El mundo ama lo que reivindica como propio ». ¡Jesús Resucita! Se aparece a Sus discípulos; asciende a los cielos, a la vista de unos «quinientos» y sólo unos «ciento veinte» permanecen unidos, en oración, esperando «la Promesa de Mi Padre», como la llamó el Señor. Viene el Espíritu Santo sobre ellos y desde ese momento mora en el Seno de Su Iglesia. Estos, junto a otros convertidos, por citar a uno: «Saulo de Tarso», llamado «Pablo», «explotaron» el mundo conocido con el Mensaje de la Cruz. Santos varones y mujeres, «bajo la Unción del Espíritu de Pentecostés» anunciaron con poder la Verdad Salvadora: ¡LA PALABRA DE CRISTO!, sin «cortes» ni «añadidos», sino el ¡EVANGELIO TOTAL DE JESUCRISTO! Lo que Él dice «BUENO», BUENO ES Lo que Él dice «MALO», MALO siempre será. «Dios no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse» (Números 23:19). Anunciaron el «KERIGMA»: cuyo contenido es CRISTO, MUERTO, RESUCITADO, EXALTADO, GLORIFICADO DADOR DEL ESPÍRITU SANTO. Su objetivo es la Salvación del «hombre todo» y de todos los hombres. Y su método: el testimonio del convertido que «muestra a Cristo» con el TESTIMONIO de su propia vida. ¡TESTIGOS DEL AMOR DE JESÚS! Así convirtieron con el Mensaje del Evangelio a pueblos enteros, naciones, reinos, como Armenia -por ejemplo- que fuera Evangelizada, según la Tradición, por los apóstoles SAN JUDAS TADEO y SAN BARTOLOMÉ, siendo martirizados en ese tiempo. Pero la Semilla del Cristianismo dio su fruto con el tiempo, lo cual hizo de Armenia el Primer Reino Cristiano En tiempos del gran apóstol, San Pablo, los «corintios» recibieron a Cristo por su predicación. Una ciudad con dos puertos, donde las perversiones sexuales y otras iniquidades eran «moneda corriente», al punto de conocerse en los alrededores, el «corintear», que quiere decir, pasar a «Corinto», al desenfreno de su habitual «perversa» diversión. A estos les escribe Pablo; refiriéndose a la humana inclinación Jesucristo Resucitado a «elevar o a derribar», diciendo: «¿Quién es Pablo, quién Apolos o Cefas? ¡Simple servidores!». «Ustedes no fueron ¡JESUCRISTO HA RESUCITADO! bautizados en estos nombres, sino en el Nombre de ES LO QUE EL HOMBRE DEBE OÍR. SÓLO EN ÉL ES POSIBLE VIVIR Jesucristo» (ver 1° Corintios 1 y 3). LIBRE DE ATADURA Y PECADO... Esto somos en la Iglesia, ¡TESTIGOS DE CRISTO RESUCITADO! Todos los que somos miembros de Su Cuerpo SIN ÉL, EL ALMA ANDA PERDIDA, Místico, Su Santa Iglesia. El Papa, los obispos, sacerdotes ERRANTE, CONFUSA E INSEGURA... ministeriales y «sacerdotes reales», es decir, todo bautizado: ¡QUIEN TIENE AL HIJO, TIENE LA VIDA! ¡TESTIGOS! ¡TESTIGOS DEL AMOR Y DEL PODER DE DECLARA LA SAGRADA ESCRITURA. JESUCRISTO! Para anunciar con nuestras vidas SU EVANGELIO, «VERDAD SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE DE LOS ÍDOLOS Y LA HUMANA RAZÓN NUEVA».Digamos a viva voz:¡CRISTO HA RESUCITADO! APARTE EL HOMBRE, SU CORAZÓN... ¡PUES SÓLO UNO ES SU SALVADOR! ¡GLORIA A DIOS! ¡Felices Pascuas!
SÓLO UNO
CRISTO: VIDA, CAMINO Y VERDAD, AMOR ETERNO, PLENITUD, LIBERTAD... ¡HA RESUCITADO Y ES SEÑOR! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN www.elpoderdelespiritu.org
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Cordero de Dios
Seguidores del Camino
La Pascua fue instituida mientras el Pueblo de Dios (Israel) estaba esclavo en Egipto (ver Éxodo 12:1-14). Dios mandó a Moisés y Aarón a decirle al pueblo que debían tomar una res por familia (cordero o cabrito) y, en el día 14 del primer mes del año, debían inmolarla (sacrificarla) y untar con su sangre el marco de la puerta donde la familia comería, para que sirviera de señal y así evitar que la décima plaga (la muerte de los primogénitos) que Dios mandó a Egipto, los exterminase a ellos también. Después de muchos años encontramos a Jesús y a sus discípulos haciendo los preparativos para la cena pascual (Marcos 14:12-16) . Al día siguiente Jesús sería entregado por Pilato para ser crucificado (Marcos 15:15). Los cristianos en la Pascua conmemoramos el día en que Jesús entregó Su Vida por nosotros, «alejando» de nosotros a la muerte -como lo hizo la sangre de esos corderos inmolados cuando Israel era esclavo de Egipto- y alcanzando para nosotros la Vida Eterna. ¡Gracias Jesús, tú eres el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo! Lucía Hovhanessian
El domingo 31 de marzo según estaba previsto, dio inicio la Pastoral de Jóvenes 2014. Fueron arribando uno a uno al encuentro, con una gran expectativa por lo que iba a suceder. Como ya nos tiene acostumbrado el Señor, el reencuentro entre ellos fue realmente una Bendición, lo que se contagió también a quienes en calidad de Guías estamos acompañándoles. ¡Qué bueno fue el reencuentro con los jóvenes que desde hace un tiempo vienen participando en esta Pastoral, más aquellos «nuevos que se han integrado» como «Seguidores del Camino»! Realmente este primer encuentro ha sido una gran alegría, un regalo de nuestro Buen Señor, en el cual pudieron renovar sus votos y compromiso de llevar como «Cruzados del Evangelio», el Anuncio de nuestro Señor Jesucristo, hacia otros jóvenes que están necesitando tener esa experiencia personal con Dios, quien ha de transformar sin lugar a dudas sus vidas, como lo ha hecho con ellos y sus familias. La Prédica estuvo a cargo de Juan Carlos Hovhanessian. Este grupo homogéneo de jóvenes varones y mujeres, que como lo manifestaron «estaban esperando retomar las reuniones en este nuevo año » se identifican como «Los Seguidores del Camino» (Hechos 9,2) quienes enarbolan los frutos No había tiempo para muchas palabras, la boca estaba abundantes que el Señor da a cada vez más seca, qué no daría por un poco de agua quienes han puesto «sus manos en fresca que lo aliviara Por un instante cerraba sus ojos el arado». Seguramente esta y pensaba en todos esos años de vida desperdiciados. experiencia ha de ir acrecentándose Nunca se imaginó terminar así. El más completo a lo largo de los encuentros que desenfreno: nada lo detenía, nada respetaba. mes a mes tendremos y en el que El dolor del cuerpo se hacía más y más profundo al contamos con obtener cosecha pensar en el daño ocasionado. Cuántas veces oyó abundante. La Gloria sea a Dios. pedir misericordia haciendo oídos sordos al grito de Valeria Salinas aquellos que solo eran víctimas de su odio, de la Tomás Vigliatore violencia que lo dominaba. Los tiempos se acortaban cada vez más, la muerte era inminente y las fuerzas se agotaban... -«¿¡Cómo pedir piedad cuando yo nunca la tuve por nadie!? Al fin de cuentas es justo mi castigo», pensó. Pero junto a él, estaba Jesús. En silencio, calmo; y aunque Su rostro estaba desfigurado, ni todos los golpes padecidos habían podido opacar el Amor de esa mirada... En un instante que pareció durar años -y mientras la culpa quería terminar de destrozar al ladrón- llegó el momento crucial, es ahora o nunca... y dijo: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino». Y Jesús le respondió: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso». No hubo tiempo para nada más. El «buen ladrón» no pudo pedir perdón por sus crímenes ni resarcir a los que lastimó... No obstante Jesús, que conoce los corazones, sabía que ahí había uno arrepentido de verdad. Desde ese momento aquel malhechor se transformó en el «buen ladrón». Nada más sabemos de aquel hombre que junto a la Cruz del Señor fuera crucificado, pero lo que la Escritura nos muestra es más que suficiente para comprender el Inmenso Amor de Dios. Jesús siempre perdona. Sea lo que fuere: « un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.» (Salmo 51:19). Jesús te Ama. Lic. Anahi Raggio
Más que suficiente...
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« así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación ya con el pecado a los que le esperan para su salvación.» (Hebreos 9:28). La obra de SALVACIÓN (el perdón de los pecados) ya fue ejecutada por Cristo cuando Él vino a este mundo, murió en la Cruz, resucitó de entre los muertos y subió a los Cielos: YA ESTÁ HECHO!!! Todo aquel que invoca con fe el Nombre de Jesús y se arrepiente de sus pecados, la Sangre de Cristo lo cubre y purifica su vida. Los méritos de Jesús en la Cruz fueron necesarios y suficientes para redimirnos y darnos la VIDA ETERNA. «Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios » (Efesios 2:8). La salvación es una dádiva, un regalo, un don de Dios para cada uno de nosotros. No hay que pagarla sino sólo RECIBIRLA, porque CRISTO YA PAGÓ TODO EL PRECIO DE NUESTRO RESCATE. Por tanto, es un regalo que se toma mediante la Fe. Pero algunas veces puede que no se alcance a comprender la dimensión tan grande de lo que Jesús hizo por nosotros con Su muerte y Su resurrección, y el profundo Amor de Dios que entregó lo más preciado -Su Hijo- para salvarnos. Piensa un instante en esto: un padre tenía un único hijo, al que amaba intensamente, pero que murió por mano de unos malhechores. Entonces este padre tenía 3 caminos posibles: 1) Buscar a esas personas y darles muerte, lo cual sería VENGANZA. 2) Entregarlos a la ley para que sean juzgados, lo que sería JUSTICIA. 3) Perdonarlos, abrazarlos y encima de todo, adoptarlos como hijos Esto, querido hermano, es la GRACIA. Esto es lo que Dios hizo con cada uno de nosotros!!! La justicia de Dios cayó sobre Jesús, Él padeció por nuestros pecados. Mientras que tú y yo, aunque culpables, fuimos perdonados y salvados por GRACIA. El Padre nos recibió en Sus brazos, sin reproches ni castigos. Dios tuvo misericordia de nosotros, esto es: no recibimos el castigo que merecíamos, y más aún, nos colmó de Su Gracia. Querido hermano, cada vez que te sientas triste, decaído o agobiado por alguna situación recurre a ese Amor que te rescató, y NO TEMAS, que Jesús está contigo. Y aún si fallaste, no te demores en reconciliarte con el Señor. Confiesa tu pecado y recuerda que la Sangre de Cristo limpia y purifica tu vida. Su GRACIA te sostiene en cada momento y situación de la vida. Jesús resucitó y siempre está -y estará- contigo: « Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mateo 28:20). EXTRAÍDO DE LA PRÉDICA DE DIEGO HOVHANESSIAN
«El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.» (Juan 10:10). A casi un siglo del Genocidio Armenio, perpetrado por el imperio otomano en 1915, Turquía no sólo sigue «negando lo innegable», sino que grupos armados turcos, cruzando la frontera, invadiendo suelo de Siria, atacan en pleno 2014, a armenios de «Kessab». El Estado Sirio, siempre dispuesto a protegerlos, por considerarlos ciudadanos de su país a los armenios, con su conocido respeto mutuo que se tienen los pueblos de Armenia y Siria, los evacuó unas 670 familias a regiones más seguras, hasta que el ejército sirio pueda restablecer la paz, en «Kessab», región fronteriza ubicada en el borde noroeste de Siria, cerca de la frontera con Turquía. Uno tiende a suponer que los pueblos, las sociedades humanas, cambian, se superan, recapacitando, se arrepienten de los hechos del pasado Pero en este caso, lamentablemente, ¡NO! Son hoy lo que eran hace casi cien años y lo que fueron antes todavía. Uno quisiera creer en el famoso «NUNCA MÁS», pero no es así en este caso, pues desde el mismo Estado se avalan estos aberrantes hechos, al «NEGAR LO INNEGABLE» ¿Cómo es posible negar la evidencia? ¿Cuán «poseída de cinismo» ha de estar la memoria colectiva, para negar lo que está a la vista de todos? Un millón y medio de armenios masacrados. Mujeres, niños, empujados al desierto para que murieran de hambre, de sed, por enfermedades, violaciones, por sus «orgías de sangre», propias de ritos demoníacos. Para que no murieran en sus tierras y posesiones, sistemáticamente usurpadas, saqueadas, «destruyendo todo vestigio de armenidad». Eso es lo que pretendían. Aún hoy ocupan tierras y posesiones de nuestros abuelos, que nos pertenecen, en mi caso personal, a mi familia y familiares, por derecho legal de sucesión. ¿Dónde están los huesos de nuestros abuelos, bisabuelos ? Sembraron el desierto de muerte y de crímenes contra mujeres y niños, hechos que muchos están documentados y que da vergüenza mostrar y contar, por lo infrahumano, bestial, monstruosos que son. No hay perdón sin arrepentimiento sincero; no puede haber arrepentimiento sin reconocimiento sincero de los hechos. En lo personal,
lo he perdonado en mi corazón; mas, desde aquí RECLAMO RECONOCIMIENTO DE LA VERDAD, QUE ES JUSTICIA FUENTE DE PAZ Y EDIFICACIÓN EN EL AMOR. Reconocer lo que hicieron, devolver lo que usurparon, si bien no podrán devolver las vidas y no podrán reparar las vejaciones perpetradas, como tampoco la «calidad de vida» de nuestros padres huérfanos del genocidio, por sus traumas y desórdenes psicológicos que de manera misteriosa, pero concreta y real, «llevamos» los de mi generación, directos descendientes de abuelos y padres huérfanos, por el horror que ocasionaron los genocidas. Esto sería para una reflexión aparte: ¡«EL GENOCIDIO PSICOLÓGICO»! ¿Cuántos de los descendientes de armenios lo padecemos ? Realmente me ha interesado el tema, por lo cual trato de conocer por testimonios personales, por estudios profesionales de psiquiatras, psicólogos, etc., involucrados en esta cuestión y por supuesto, desde mi propia experiencia, para reflexionar sobre esto, Dios mediante, en un futuro cercano. Tengo mucho «material vivencial» mi madre, mi padre, familiares como «testimonial», es decir, mi propia vida. Así como la de amigos y compañeros, hijos de armenios, de mi edad. Gracias a Dios, Jesucristo es el Señor de Mi Vida y de mi «lazo de sangre», hijo, nietas; como de toda mi familia y la familia grande: LA COMUNIDAD SANTA MARÍA. Él ha dado Su Vida Abundante a nuestra vida y tenemos Victoria sobre todo trauma, herida psicológica, etc. ¡Gloria sea a Su Nombre! Sí, «EL LADRÓN FIGURA DE SATANÁS VINO A ROBAR, A MATAR Y A DESTRUIR » Mas nosotros, los armenios, cristianos, fieles a la Promesa de Nuestro Señor Jesucristo, creemos en El que dice: «MAS YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA» Es mi testimonio y a la vez mi anhelo de que todos los seres humanos, sin ninguna excepción, le conozcan, crean y vivan en «SU VIDA». ¡En ella viven eternamente nuestros mártires! ¡GLORIA A DIOS! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
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