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Hablar con Dios
Mons. Héctor Aguer
Yo he notado que en ( ) los ambientes religiosos, se habla con frecuencia de la Oración ( ) pero no se habla tanto de lo que la tradición de la Iglesia llama Lectura Espiritual. ¿Qué quiere decir esto? Es la lectura, en primer lugar, de la Sagrada Escritura, de algún libro religioso o que se refiere a la vida cristiana, a la oración misma, con la intención de ir preparando nuestro corazón para el diálogo con Dios. Porque eso es la Oración, hablar con Dios. Pero muchas veces surge en nosotros espontáneamente ese hablar con Dios o en cambio recitamos algunas Oraciones, como las que hemos aprendido en la infancia. ( ) Pero vuelvo atrás: la lectura espiritual prepara un ambiente, un ámbito interior, para que podamos desarrollar con otro tipo de espontaneidad, la que viene del Espíritu Santo. ( ) He citado especialmente la lectura bíblica, la lectura de la Sagrada Escritura. ( ) Lo primero que tenemos que leer es la Biblia. Pero luego, como les decía, en la tradición de la Iglesia que se refiere a la lectura espiritual, se presentan algunos textos que se han convertido en clásicos. ( ) Por ejemplo «La Introducción a la vida devota» de San Francisco de Sales. El mismo nombre ya nos está sugiriendo la propuesta: ¿qué es una introducción? Algo que nos prepara, que nos acerca, que nos abre las puertas. ( ) «La imitación de Cristo», de Tomás de Kempis. Ha servido a generaciones y generaciones de católicos para meditar y orar. ( ) Recapitulo: es importante formarnos espiritualmente y preparar un clima espiritual para poder desarrollar esa dimensión propia de la vida del cristiano que es la relación orante con Dios. Además debemos pedir al Espíritu Santo que nos ilumine, que nos enseñe. Jesús envió el Espíritu Santo a sus apóstoles precisamente para darles todo ese conocimiento que Él había dado a sus discípulos estando en la tierra pero les encomienda, que invoquen al Espíritu Santo para que les conceda el conocimiento del Padre y del Hijo, para que les haga comprender lo que Jesús ha enseñado. ( ) Ciertamente existe la Oración de súplica, por la cual pedimos a Dios por nuestras necesidades. Pero no nos olvidemos de la Alabanza. Tenemos que alabar a Dios, tenemos que bendecir a Dios y eso es algo que podríamos llamar gratuito. Lo hacemos porque Dios es Dios. Él se nos ha comunicado y Él además nos prepara un don extraordinario más allá de esta vida, la Vida Eterna. *FUENTE: «CLAVES PARA UN MUNDO MEJOR» - EXTRACCIÓN
OCTUBRE: MES DE «PUERTO DESEADO» «...al Señor clamaron en su angustia y Él los hizo salir de su aflicción. Hizo que amainara la tormenta y las olas del mar enmudecieron. Se alegraron al ver calmado todo, y los llevó al puerto deseado.» (Salmo 107:28-30)
JESÚS ES EL
Esposa y madre: «el sol de la familia»
«PUERTO DESEADO» La esposa viene a ser como el sol que ilumina a la familia. Oíd lo que de ella dice la sagrada Escritura: Mujer hermosa deleita al marido, mujer modesta duplica su encanto. El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada. Sí, la esposa y la madre es el sol de la familia. Es el sol con su generosidad y abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza vigilante y previsora ANUNCIA A CRISTO RESUCITADO en todo cuanto puede alegrar la vida a su marido y a sus hijos. Ella difunde en EN «EL ESPÍRITU Y SU PODER» torno a sí luz y calor; y, si suele decirse de un matrimonio que es feliz cuando «PROA», AL «NUEVO AMANECER» cada uno de los cónyuges, al contraerlo, se consagra a hacer feliz, no a sí mismo, «RUMBO AL PUERTO DESEADO» sino al otro, este noble sentimiento e intención, aunque les obligue a ambos, es sin embargo virtud principal de la mujer, que le nace con las palpitaciones de MILES DE ALMAS, AL NAVEGAR madre y con la madurez del corazón; madurez que, si recibe amarguras, no EN ESA NAVE, «LOGRARON LLEGAR» quiere dar sino alegrías; si recibe humillaciones, no quiere devolver sino dignidad AL «PUERTO DESEADO»: ¡JESÚS! y respeto, semejante al sol que, con sus albores, alegra la nebulosa mañana y dora las nubes con los rayos de su ocaso. EL ESPÍRITU SANTO, LA GUÍA, La esposa es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el fuego de SU NOMBRE ES «SANTA MARÍA» ¡ES «DE MADERA», COMO LA CRUZ! su palabra; mirada y palabra que penetran dulcemente en el alma, la vencen y enternecen y alzan fuera del tumulto de las pasiones, arrastrando al hombre a la JUAN CARLOS alegría del bien y de la convivencia familiar, después de una larga jornada de continuado y muchas veces fatigoso trabajo en la oficina o en el campo o en las exigentes actividades del comercio y de la industria. La esposa es el sol de la familia con su ingenua naturaleza, con su digna sencillez y con su majestad cristiana y honesta, así en el recogimiento y en la rectitud del espíritu como en la sutil armonía de su porte y de su vestir, de su adorno y de su continente, reservado y a la par *Dirección General: afectuoso. Sentimientos delicados, graciosos gestos del rostro, ingenuos silencios y sonrisas, Juan Carlos Hovhanessian una condescendiente señal de cabeza, le dan la gracia de una flor selecta y sin embargo Diego Hovhanessian sencilla que abre su corola para recibir y reflejar los colores del sol. ¡Oh, si supieseis cuán profundos sentimientos de amor y de gratitud suscita e imprime en el *Asesor Espiritual: corazón del padre de familia y de los hijos semejante imagen de esposa y de madre!
BENDITA «MI COMUNIDAD» QUE «NAVEGA» EN FRATERNO AMOR EN LA SANTA IGLESIA DEL SEÑOR, FIEL, A «LA PALABRA DE VERDAD»
STAFF
Monseñor José Guido Pesce
*Redacción: Alba Acosta Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini Miriam B. de Mavilian *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA LA COMUNIDAD «SANTA MARÍA» NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
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Pío XII
Alocución a los recién casados - 11 de marzo de 1942
Miércoles 20:30hs.
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«Pero aún cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea maldito! Como os tengo dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea maldito! Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo. Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.» (Gálatas 1:8-12). Una de las más peligrosas tentaciones del hombre, ha sido «tomar al pobre como bandera», en el intento de justificar un accionar, un pensamiento, un criterio ideológico, etc. En definitiva, llevar adelante su determinación, lo cual puede ser mucho más grave aún, si quienes lo hacen tienen «poder de autoridad». «Que el pobre, esto » «Que el pobre, aquello » Y a juzgar por los hechos, es el pobre quien termina ignorado. Esta tentación saben tenerla los «creyentes», que en muchos casos sí trabajan en favor del pobre, mas tratando de «adaptar» el Evangelio a sus «inclinaciones político ideológicas», a sus «propias maneras de vivir» o a sus «filosóficas humanas voluntades», que más temprano que tarde acaban por apartarse de la Voluntad de Dios y de Su Eterna Palabra. A quienes planteen lo que decimos, tratarán de colocarlos en «la otra vereda», argumentando que los problemas que vive la sociedad humana actual - A CAUSA DEL PECADO «necesita de sus originales ideas filosófico religiosas». ¿Quién debe «avergonzarse» por ser fiel a Cristo, a Su Palabra y a la Fe de Su Iglesia ? ¿Absurdo, verdad? En todo caso, «¿quiénes diría Jesús, están en «LA OTRA VEREDA» ? ¡Como cristianos, debemos «volver a la Fuente»! La Palabra de Dios «Viva, eficaz, más cortante que espada alguna de dos filos» (ver Hebreos 4, 12). El Poder del Evangelio es MÁS QUE SUFICIENTE, para la Salvación del que quiera recibirlo. «NO NECESITA MI ORIGINALIDAD». Debiéramos replantearnos nuestra fe en la Palabra Eterna de Jesucristo, para así, poder «llevar al hombre a un encuentro personal con Él, por la fe » Pues, «¡SOLO CRISTO SALVA!». Quien suponga «pasar a la historia» por su originalidad, acabará por ser más «parte del problema», que de la solución... La Palabra de Cristo es predicada por «testigos». Esto es, aquellos que «tuvieron un encuentro personal con Jesucristo por la fe » No por «maestros», que son muy buenos, en la Iglesia, cuando enseñan las Verdades de la Doctrina y la Moral Cristiana: «CATEQUESIS». El «KERIGMA», necesita TESTIGOS. Con todo respeto por todos, no «FILÓSOFOS», no «IDEÓLOGOS POLÍTICOS», no «PENSADORES O ENSAYISTAS» Con mi mayor respeto lo digo; el «KERIGMA», el Anuncio de Jesús, Muerto y Resucitado, Exaltado y Glorificado, Salvador y Señor es presentado por «TESTIGOS». Casi 34 años, desde mi encuentro personal con Jesús, junto con mi familia y «mi familia grande», «la familia de la fe», en «mi Comunidad Santa María», juntos, servimos al pobre, al necesitado, al enfermo, al preso, al anciano Siempre predicando el Evangelio de Jesucristo, Su «Palabra de Poder», de Vida, de Salud, de Plena Salvación, en el Seno de Su Iglesia Santa, con innumerables testimonios de conversión -FAMILIAS ENTERAS- de bautizados que hoy viven en la vida fraterna y sacramental, de curaciones, de restauración de matrimonios, de relaciones familiares, etc., etc. ¡Todo para la Gloria de Dios!
JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
CATECISMO DE LA IGLESIA 2653 La Iglesia «recomienda insistentemente a todos sus fieles [...] la lectura asidua de la Escritura para que adquieran «la ciencia suprema de Jesucristo» (Flp 3,8) [...]. Recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la Oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues «a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras» (DV 25; cf. San Ambrosio, De officiis ministrorum, 1, 88).
«A mi parecer no es otra cosa Oración sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con Quien sabemos nos ama» Santa Teresa de Jesús ***
«Dame un hombre de oración y será capaz de todo; podrá decir como el santo Apóstol: puedo todas las cosas en Aquél que me sostiene y me conforta» San Vicente de Paul
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Nuestra relación con Dios se nutre en la Oración. Es por medio de ella que ganamos cercanía, confianza e intimidad con el Señor. Cada día necesitamos estar a solas con Él, buscar un lugar y un horario oportuno, nos ayudará a evitar interrupciones durante ese tiempo de Oración: «Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.» (Mateo 6:6). De ser posible, es muy bueno que el momento elegido para orar sea durante la mañana. Esto nos permite comenzar el día, fortalecidos espiritualmente y preparados para la tarea que nos toca emprender. No dejes tu Oración para «lo último del día», pues el cansancio seguramente afectará y ten presente, además, que al Señor hay que darle lo mejor y esto también incluye tu tiempo. Si planificamos nuestro momento de Oración, no tendremos la excusa: «no oré porque no tuve tiempo» Debemos establecer nuestras prioridades y ordenar el día. Pide al Espíritu Santo la Gracia para lograrlo. Ante todo, recuerda que orar es hablar confiadamente con quien más te ama: tu Padre del Cielo: «Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de Gracia, a fin de alcanzar Misericordia y hallar la Gracia de un auxilio oportuno.» (Hebreos 4:16) Algunos beneficios de la Oración: * La Oración salva al incrédulo: «Y todo el que invoque el Nombre del Señor se salvará» (Hechos 2:21) * La Oración edifica al creyente: «Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo» (Judas 20) * La Oración sana al enfermo: «¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el Nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.» (Santiago 5:13-15) * La Oración vence imposibles: «Y todo cuanto pidáis con fe en la Oración, lo recibiréis.» (Mateo 21:22) * La Oración puede cambiar el orden natural: «Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.» (Santiago 5:17-18) * La Oración hace que suceda lo bueno y revela las respuestas de Dios: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!» (Mateo 7:7-11) * La Oración imparte sabiduría: «Si alguno de vosotros carece de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.» (Santiago 1:5) * La Oración trae paz: «Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» (Filipenses 4:5-7) * La Oración nos libra de la tentación: «Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» (Mateo 26:41) * La Oración tiene garantía:«Si permanecen en mí y mis Palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho» (Juan 15:7)
14 momentos de Oración en la vida de 1) Lucas 3:21-22 «Sucedió que cuando Juan estaba bautizando a todos, también Jesús fue bautizado. Y mientras oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo bajó sobre Él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz del cielo, que decía: «Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.» 2) Marcos 1:35 «De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar apartado» 3) Lucas 5:15-16 «Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, y mucha gente se juntaba para oirle y para que sanase sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares apartados» 4) Lucas 6:12-13 «Por aquellos días, Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, reunió a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales llamó apóstoles» 5) Marcos 6:45-46 «Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que llegaran antes que él a la otra orilla del lago, a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y cuando la hubo despedido, se fue al monte a orar.» 6) Lucas 9:18 «Un día Jesús se había apartado un poco para orar, pero sus discípulos estaban con él. Entonces les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?» 7) Lucas 9:29-30 «Y mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó y sus vestidos eran de una blancura fulgurante. Y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías» 8) Juan 11:41-43 «Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.» Dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, sal afuera!»
Jesús
9) Lucas 11:1-2 «Estaba Jesús orando en cierto lugar y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos. Él les dijo: Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino » 10) Juan 12:27-28 «Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto! Padre, glorifica tu Nombre. Vino entonces una voz del cielo: Le he glorificado y de nuevo le glorificaré». 11) Juan 17:20-21 «No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en Mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como Tú, Padre, estás en Mí y Yo en Ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.» 12) Mateo 26:36 «Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.» 13) Lucas 23:33-34 «Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a Él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen » 14) Lucas 23:45-46 «El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: Padre, en tus manos pongo mi espíritu. Y, dicho esto, expiró.»
Jesús lo hacía... ¿y tú? Dios te bendiga!!!
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Dice la Biblia que 3 jóvenes que fueron echados al horno de fuego por no servir y adorar «a otros dioses» (ver Daniel 3). Y también dice que dentro de ese horno, estos jóvenes -lejos de quejarse- ALABABAN A DIOS (vs. 24). Y Dios ESTABA con ellos aún en medio de ese fuego (vs. 92). Mi hermano, si estás pasando «por el fuego» DIOS ESTÁ CONTIGO, aún si el horno «se recalienta siete veces más», DIOS ESTÁ CONTIGO. Alaba a Aquel que nunca te deja sólo, y que no va a permitir que el fuego te dañe. Como sucedió a estos jóvenes que el fuego no los tocó, ni los dañó; y salieron absolutamente ilesos y SIN SUS ATADURAS. Claro, porque dice el Señor: «NO TEMAS, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. TÚ ERES MÍO. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti. Porque yo soy Yahveh tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador.» (ISAÍAS 43,2). Nadie dijo que esta vida sería fácil, de hecho, Jesús nos advirtió acercar de los momentos de aflicción y tribulación por lo que habríamos de pasar. Pero aún en esos momentos, es fundamental que SEPAS y que CREAS que DIOS ESTÁ CONTIGO. ÁNIMO, que no estás sólo, que también de allí te librará el Señor, pues Él te dice: «TÚ ERES MÍO» y también te dice: «YO ESTOY CONTIGO», y saldrás de allí fortalecido y «se habrán quemado tus ataduras», pues así obra Dios y así lo dice Su Palabra. ¡Amén! Dios te bendiga abundantemente en Cristo Jesús!!! facebook.com/DiegoHovhanessian
« me dotas de la fuerza del búfalo, aceite nuevo derramas sobre mí » (Salmo 92:11). Este «aceite» es figura de la Unción del Espíritu Santo que Dios derrama sobre cada uno de nosotros. Querido hermano, ¿te pasó alguna vez o te está pasando que te sentías con fuerza, cantabas, orabas, tu vida estaba comprometida activamente en la Iglesia... pero pareciera que esas «fuerzas de búfalo» (como dice la Escritura) se fueron «apagando» hasta llegar a un estado de «chatura», «vacío», o debilidad? Esto ocurre cuando el «aceite» no se renueva, cuando la Unción de Dios no es buscada diariamente. Este es un secreto para la vida espiritual. No se trata de la Unción «de ayer», sino que es una tarea diaria: ¿Cómo fue tu Oración hoy? ¿Pasaste tiempo con la Palabra de Dios? ¿Cómo «caminaste» con el Señor en este día? Estimado hermano: no es «lo de ayer» sino «lo de hoy». Es «cada día». El Espíritu Santo podríamos decir es un «Caballero» que siempre respeta tu voluntad. Él no fuerza a nadie para que le busque... Esto quiere decir que Dios no derrama la Unción Espiritual en la vida de quien no le busca. La Salvación es un don de Dios, un regalo, es gratis; pero para poder vivir una vida cristiana victoriosa con la Unción de Dios es necesario buscar, clamar, anhelar, desear, trabajar por eso: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.» (Mateo 7:7). El aceite se obtiene a través de un proceso. No existe «un árbol de aceite», sí existe, por ejemplo, el olivo, cuyo fruto se prensa para la obtención de aceite. Demanda un trabajo, un esfuerzo para conseguir el producto. Debes tener «sed» de la Presencia del Espíritu Santo en tu vida. En la Parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13) encontramos que cinco de ellas se proveyeron de aceite para sus alcuzas, pero las otras cinco no. Como el novio se demoraba, a estas últimas se les apagó la lámpara, por falta del aceite. Como puedes ver, las cinco desprevenidas tuvieron aceite un día, pero no se ocuparon de renovarlo y se apagó la luz... Si tu aceite se seca, se apaga tu lámpara y el Señor te llamó a ser luz del mundo!!! El aceite tiene infinidad de propiedades. La Unción que Dios da, también: sana heridas, trae entendimiento de la Escritura, vence la tristeza, te embellece espiritualmente, fortalece, es luz y te da felicidad. Recibe y busca renovar cada día el «Aceite de Dios» en tu vida. facebook.com/DiegoHovhanessian
PASAR POR EL MÁS OSCURO DE LOS VALLES...
Dice en Proverbios 17:22 Corazón contento mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos . Muchos hoy, padecen amargura, de un estado de ánimo decaído constantemente que se expresa a través de una tristeza profunda y una perdida de interés por la vida que perjudica la salud física, mental y espiritual. La vida está compuesta por eventos alegres y tristes, pero cuando los momentos difíciles sobrepasan nuestra capacidad de respuesta, entonces aparece la amargura y el ánimo cae. Y son muchas las áreas de la vida que se ven afectadas: familia, trabajo, pasatiempos el sueño, la alimentación y hasta el ministerio en la Iglesia. Pero dice en Eclesiástico 34:14-17 que quien teme al Señor DE NADA TIENE MIEDO, porque Dios es su esperanza. Los ojos del Señor están fijos en los que le aman, y es para ellos PROTECCIÓN poderosa, APOYO firme, REFUGIO contra el viento abrasador y el calor del mediodía, DEFENSA para no tropezar, AUXILIO para no caer; El Señor LEVANTA EL ÁNIMO, ILUMINA los ojos, DA SALUD, VIDA y BENDICIÓN. Si tu ánimo está decaído, si estás pasando por momentos de amargura: AFÉRRATE A CRISTO, confía plenamente en Él y que tu boca diga: Aunque estoy pasando por el más oscuro de los valles, NO TEMERÉ peligro alguno, porque TÚ, SEÑOR, ESTÁS CONMIGO; tu vara y tu cayado me inspiran confianza, me sosiegan, ME DAN ALIENTO (Salmo 23:4). NO AFLOJES, hermano, Dios te bendiga!!!
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