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EDITORIAL En esta edición de nuestro periódico, hemos querido «acercarnos» al misterio de la Santísima Trinidad, el cual consiste en que Dios, siendo numérica e individualmente Uno, existe en tres Personas realmente distintas una de la otra y sin embargo cada una realmente idéntica con la misma esencia Divina. «El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. ( ) «Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela a los hombres, los aparta del pecado y los reconcilia y une
EN EL ALMA, PRODUCE «SACIEDAD» PLENITUD DE GOZO, PAZ, LIBERTAD... ¡PODEROSO BÁLSAMO SANADOR! CAMINO DE GRACIA Y BENDICIÓN FORTALEZA Y LUZ DEL CORAZÓN... ¡AL QUE ENCIENDE EN EL AMOR! ES DULCE MELODÍA Y FRAGANCIA VITAL, DELEITOSA PERSEVERANCIA QUE «EN CRISTO, ESTÁ ESCONDIDA»... EN EL PADRE, DIOS OMNIPOTENTE EN SU ESPÍRITU DE AMOR VIVIENTE... «¡SEÑOR Y DADOR DE PLENA VIDA!»
La Comunión Fraterna JULIO: MES DE «COMUNIÓN FRATERNA»
«Pero si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la Sangre ANTICIPO, «PRIMICIA DE VIDA ETERNA» de su Hijo Jesús UNGÜENTO DE SU FRESCA UNCIÓN... nos purifica ROCÍO QUE TRAE SU BENDICIÓN... de todo HABLO DE «¡LA COMUNIÓN FRATERNA!» pecado.» JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
(1 Juan 1:7)
consigo». (ver Catecismo N° 234) En esta cita bíblica podemos ver como la Santísima Trinidad interviene en la salvación de los creyentes: «Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y Su amor a los hombres, Él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo Nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida Eterna.» (Tito 3:4-7). Toda la Gloria sea al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén!!! « ¿quién puede comprender y explicar los misterios de Dios? Se llaman misterios precisamente porque no pueden ser
Un Solo Dios
comprendidos por nuestra pequeña inteligencia. Podemos formarnos alguna idea con ejemplos. ¿Has visto alguna vez preparar la masa para hacer el pan? ¿qué hace
el panadero? Toma la harina, la levadura y el agua. Son tres elementos distintos: la harina no es la levadura ni el agua; la levadura no es la harina ni el agua y el agua no es la harina ni la levadura. Se mezclan los tres elementos y se forma una sola sustancia. Por lo tanto, tres elementos distintos forman unidos una sola sustancia. Con esta masa se hacen tres panes que tienen la misma sustancia pero distintos en la forma el uno del otro. Eso es, tres panes distintos el uno del otro pero una única sustancia. Así se dice de Dios: Él es uno en la naturaleza, Trino en las personas iguales y distintas la una de la otra. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Son tres personas iguales pero distintas. Sin embargo, son un solo Dios porque única e idéntica es la naturaleza de Dios».
San Pio de Pietrelcina
STAFF *Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian *Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción: Alba Acosta Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Milagros Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian LA COMUNIDAD SANTA MARÍA NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
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En muchas ocasiones, antes circunstancias adversas, nuestra primera reacción es desesperarnos. No hay situaciones desesperadas, sino personas desesperadas que en ese momento dirigen su confianza a cosas que tarde o temprano fallan... Pero ¡DIOS NUNCA FALLA! Pon tu confianza en Él y tendrás seguridad. Espera en el Señor, cree y no te desesperes recuerda Su Palabra: «Quien teme al Señor de nada tiene miedo, y no se intimida, porque Él es su esperanza. ( ) Los ojos del Señor sobre quienes le aman, poderosa protección, probado apoyo, abrigo contra el viento abrasador, abrigo contra el ardor del mediodía, guardia contra tropiezos, auxilio contra caídas, que levanta el alma, alumbra los ojos, da salud, vida y bendición.» (Eclesiástico 34:14-17).
¡DIOS ES NUESTRA ESPERANZA!
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Misterio de Amor Eterno, ¡Trinidad! «Tres Personas, un solo Dios»... ¡Uno y Trino! ¡Dios de Amor y de Poder! ¡Dios de Gloria y Majestad! La Trinidad es la más concreta, manifiesta y misteriosa evidencia del Amor de Dios. «Dios es Amor» (1 Juan 4:8). Dios nos ama, mas antes de crearnos, antes de crear al hombre a Su imagen y según Su semejanza... ¡Dios es Amor! Amor del Padre Eterno que engendra al Hijo Unigénito, antes de todos los siglos. El Hijo, «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero...» (Credo Niceo Constantinopla); «en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de Su
gloria e impronta de Su sustancia, y el que sostiene todo con Su Palabra Poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la Diestra de la Majestad en las alturas» (Hebreos 1:2-3). Y el Espíritu Santo, «que procede del Padre y del Hijo y junto al Padre y al Hijo, recibe una misma adoración y gloria...» (Credo Niceo Constantinopla). ¡Misterio de Amor Eterno! «Tres» que son «Uno», en la Unidad y en el Amor. Decía San Agustín: «EL PADRE ES EL AMANTE, EL HIJO ES EL AMADO Y EL ESPÍRITU SANTO ES EL AMOR...» «y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.» (Romanos 5:5).
El Amor de Dios, lo derrama en nosotros -Quien es «el Amor del Padre y del Hijo», Tercera Persona de la Deidad, que lo trae al alma que recibe a Cristo, como Salvador y Señor- el Espíritu Santo. Volvamos a San Agustín: «Todo amor implica, un amante, un amado y un amor que los une...». Nadie puede pretender, «pasándolo sólo por su mente», explicarse el Misterio de la Santísima Trinidad. Para la mente humana: uno más uno, más uno, suma tres. ¿Cómo entender a través de ella al UNO MÁS UNO, MÁS UNO: ¡UNO!? ¿Imposible, verdad? ¡Tres Personas! Sí, mas ¡UN SOLO DIOS! El alma, por la fe, tiene «acceso» a esa realidad misteriosa que sólo en el corazón creyente se puede «contemplar». «... sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan.» (Hebreos 11:6). Aún así, en lo profundo del alma, en el corazón -el «hombre interior»«veremos, dirá San Pablo, de manera imperfecta»... Pues, «ahora vemos como en un espejo...» Piense el hermano/a cuando se mira al espejo material, la imagen se ve invertida: el ojo derecho se ve a la izquierda, en el rostro reflejado. Sin embargo, quien se mira, se ve a sí mismo. ¿Puede verlo? Así también, en el «espejo interior», entrando en nosotros mismos, podemos contemplar «el Rostro del Señor», al mirarnos, pues, Dios quiere que todos reflejemos el Rostro de Cristo, es decir, la SANTIDAD. Aún desde nuestra imperfección, mas en lo profundo del alma creyente, como en un «espejo de agua» al mirarnos,
seremos como Moisés, que al bajar de su encuentro con el «Yo Soy» -Quien es Perfecto- reflejaba en su rostro humano, el Resplandor, el Brillo de Dios... ¡La SANTIDAD! «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios...» (Mateo 5:8). La Oración en adoración al Altísimo, meditando en Su Palabra Eterna a la Luz del Espíritu Santo, la Vida Sacramental, la Eucaristía, la Vida Eclesial y la Comunidad fraterna, son imprescindibles para que ese «espejo de agua» de nuestro hombre interior, esté en calma, sin turbulencia. Pues si es un lago agitado, encrespado, no hay posibilidad de que algo pueda reflejarse. ¿Acaso puede verse algo en un espejo hecho añicos? ¿Verdad que no? Hermano/a, la Paz de Cristo es calma «en medio de tormenta», es serenidad «en medio de turbulencia»... Su Paz y Su Gozo son la fortaleza del cristiano verdadero... ¡Anímese! ¡Que el Espíritu Santo quiere llevar al alma en la que habita, hacia ese encuentro con «el Amor que arde siempre y nunca se apaga» -como oraba San Agustín- «Oh Amor, oh Dios mío, enciéndeme»...! Vayamos a su encuentro, así como el mismo santo lo expresa: «muy dentro de ti, puedes encontrarte con el Señor...». Sólo Él te hará «ver» lo invisible, «oír» lo que no se escucha, «entender» lo que nadie por sí mismo puede entender. ¡Sólo Él!: EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO. ¡Amén! Gloria a Dios!!! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
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Somos Iglesia
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Mons. Enrique Eguía Seguí «Debemos retomar, más entusiasmados todavía, el camino del compromiso misionero y evangelizador que venimos desarrollando en nuestras tareas cotidianas. Debemos seguir creciendo, como hoy junto a nuestro nuevo Arzobispo, en la experiencia de «pertenencia eclesial», encontrándonos juntos los miembros de la Iglesia como en una gran familia: la familia de los hijos de Dios. Somos Iglesia. Y queremos salir de esta reunión con la convicción que vale la pena tener Fe, vivir los valores del Evangelio y anunciarlos para transmitir esta alegría a los demás. La propuesta de Benedicto XVI de celebrar un Año de la Fe, nos enmarcó para renovar nuestra fe en tres dimensiones: *El encuentro personal con Cristo: no seguimos una gran idea, sino a una persona que nos ama. *El conocimiento de Cristo: para poder dar razones de nuestra fe, por eso Benedicto nos invitó a renovar nuestra búsqueda de Jesús también en el conocimiento de las enseñanzas del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia. *Y la irradiación de Jesús con nuestra propia vida: recordándonos que la fe no llega a su plenitud hasta que no se hace pública, en nuestro testimonio, en la construcción de un mundo nuevo, en los gestos de amor y cercanía. Pero estas tres dimensiones de la fe que deben hacerse visibles en nuestra vida cristiana, en nuestras comunidades y en nuestras enseñanzas catequísticas y misioneras, para que sean fecundas tienen que estar acompañadas de un estilo, de un modo, de una espiritualidad o mística para que el mensaje sea creíble. Estilo pastoral que incluye la alegría, el entusiasmo y la cercanía. El último pedido que nos hizo el Papa Francisco siendo nuestro pastor en Buenos Aires fue el de insistirnos en un estilo misionero en todas nuestras actividades, para salir de la «autorreferencialidad» y llegar a «todas las periferias existenciales». Palabras que ahora dice como Papa y llaman tanto la atención de la Iglesia en el mundo. Desde hace tiempo la Iglesia en Bs.As. viene trabajando en esta perspectiva, pero aún falta crecer y hacer visible aún más esta característica propia de cualquier cristiano desde el día de su bautismo: ser discípulo y misionero, entendidas estas dos como una sola vocación cristiana.»
ENCUENTRO VICARIAL DE AGENTES DE PASTORAL 31 de mayo de 2013
(EXTRACCIÓN)
LA FOTO ES ILUSTRATIVA Y PERTENECE A LA VISITA DE MONS. EGUÍA SEGUÍ A LA SEDE DE LA COMUNIDAD SANTA MARÍA EN OCASIÓN DE LA CLAUSURA DEL SEMINARIO DE CRECIMIENTO ORGANIZADO POR EL EQUIPO COORDINADOR DE LA VICARÍA BELGRANO DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA DICTADO POR JUAN CARLOS HOVHANESSIAN EN JUNIO DE 2011
MISIONEROS
Lamentablemente para muchas personas, los ancianos ya no tienen nada para decir o hacer... Pero para Dios (así dice Su Palabra) son como piedras preciosas que aunque pase el tiempo, su brillo nunca se pierde. La sabiduría que tienen es maravillosa. A pesar de sus años, ellos reciben con alegría la Predicación de la Palabra y no sólo eso, también cantan canciones al Señor Jesus, pues les llevamos música de nuestro Ministerio. Es conmovedor ver la alegría con que nos reciben y realmente vivimos allí, hermosos momentos de oración al Señor. Porque dice la Palabra de Dios que «donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.» (Mateo 18:20). Gracias Señor por la Gracia que me das de poder llevar tu Palabra a los abuelos y compartir con ellos momentos maravillosos. Rosa R. de Vigliattore En días buenos o en días difíciles NUNCA ESTÁS SOLO: JESÚS ESTÁ CONTIGO!!! Tan sólo mirar la imagen de Su Cuerpo, herido en la Cruz, para descubrir que SU AMOR NO TIENE LÍMITES. ORA y tendrás ALIVIO en todas tus angustias, y tu MENTE Y CORAZÓN RESGUARDADOS por uno de los más grandes tesoros que puedas tener: la PAZ. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. (Filipenses 4:5-7). Dios te bendiga!!! www.elpoderdelespiritu.org
«
quería ser diferente...»
Mi niñez, adolescencia y parte de mi adultez se caracterizaron por mi gran timidez, no me gustaba estar en lugares donde había mucha gente, no podía hablar en público porque me ponía nerviosa, titubeaba y casi nunca miraba a las personas a los ojos porque me intimidaban. Pero en mi interior quería ser diferente, anhelaba un cambio, ser más dada, más «suelta»... El tiempo fue pasando hasta que llegué a la Comunidad Santa María y me enseñaron que la Biblia dice que Dios no nos dio un espíritu de timidez sino de fortaleza 2Timoteo1:7- y creyendo la Palabra de Dios pude vencer mi timidez y tal fue el cambio que dentro de la Comunidad me encargo de recibir a mis hermanos en una de las reuniones semanales y les asigno un lugar para que estén cómodos, los miro a sus ojos y llamo a cada uno por su nombre. ¡Hoy me siento plena al realizar este servicio y al estar rodeada de cientos de hermanos! Querido hermano, si aún no la tienes, busca una comunidad cristiana viva donde te prediquen la Palabra de Dios, pues sólo Cristo puede cambiar tu vida y hacerte feliz!!! Lic. Valeria Salinas
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«Vosotros sois nuestra carta, escrita en vuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Evidentemente sois una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones.» (2 Corintios 3: 2-3). Estos versículos son escritos por el apóstol Pablo a los cristianos de la iglesia de Corinto. Como nos dice la Palabra, somos «una carta de Cristo», escrita por el Espíritu Santo, «leída» por todos los hombres. En todo momento y en cada lugar somos «leídos», observados por los que nos rodean. Como «carta» de Cristo, damos testimonio de Él: que sólo Él cambia la vida, el caminar, el corazón que Cristo vive en nosotros. Una carta, para que pueda ser leída correctamente, debe ser escrita con coherencia y claridad; así también debe ser nuestra vida. Hermanos, que se pueda leer nuestra «carta» (nuestra vida) no sólo en la Iglesia, sino también en nuestra familia, en el trabajo, en el lugar donde estudiamos; es decir, en los lugares que solemos frecuentar. De esta manera, las personas que nos ven «leerán nuestra vida», y descubrirán que Cristo está en ella, y que somos templo de Su Espíritu.
Una carta
Geraldine Miguel
La Regla de Oro
En el Evangelio encontramos una Palabra de Jesús que se ha titulado como «La Regla de Oro»: «Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos » (Mateo 7:12). Si queremos obrar bien, necesariamente debemos ajustar nuestros actos a esta regla. Si me gusta que me traten bien: yo debo tratar bien a los demás. Si quiero que los demás sean sinceros conmigo: yo debo vivir en la absoluta sinceridad. Si me gusta ser comprendido, atendido, escuchado y aún perdonado cuando me equivoco yo debo hacer eso mismo con quienes me rodean. Y nota que esto no habla de cómo son los demás conmigo, sino en cómo debo obrar yo. Esta es una regla de vida para los cristianos y no debemos dejar pasar ni un sólo momento sin ponerla en práctica. ¡Que Dios te bendiga! Lic. Anahí Raggio
No temas!!!
Es sencillo servir a Dios cuando todo está «bien» y «tranquilo»... Pero cuando hay momentos difíciles, problemas familiares, económicos, etc. es cuando debemos recordar que Dios siempre nos protege y ayuda. Como dijo el Rey Ezequias a su pueblo «Sed fuertes y tened ánimo; no temáis, ni desmayéis ante el Rey de Asiría, ni ante toda la muchedumbre que viene con él, porque es más El que está con nosotros que el que está con él» (2 Cro 32:7). Dios nunca nos va a abandonar, en este caso «el rey asirio y la muchedumbre» muestran la figura del malvado pero como dice la Palabra del Señor no debemos temer porque Él combate nuestros combates y no caeremos en ningún engaño porque Su Santo Espíritu está con nosotros. Luz Victoria Franco www.elpoderdelespiritu.org
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