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MAYO: MES DE PERMANENCIA «Si permanecen en mí, y mis Palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán» (Jn 15:7).
Permanencia «EL QUE MI PALABRA OBEDECE, ES QUIEN EN MÍ, PERMANECE» Y «SERÁ POR MI PADRE, AMADO » «LAS OBRAS QUE YO HAGO, HARÁ » «LO QUE PIDA, LO RECIBIRÁ » «¡Y SERÁ EL PADRE, GLORIFICADO!» MAYO, «MES DE PERMANENCIA» EN LA CRISTIANA CONCIENCIA POR LA PALABRA DEL SEÑOR DE ANIVERSARIO, DE ALEGRÍA, «COMUNIDAD SANTA MARÍA» ¡DE VIDA FRATERNA, EN EL AMOR! TRES DÉCADAS Y MEDIA, YA, EN EL SANTO, APOSTÓLICO, VIVIR «Y LO MEJOR ESTÁ POR VENIR » ¡PUES EN CRISTO, PERMANECERÁ! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
DE LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS (CAPÍTULO I)
Código de Derecho Canónico 762 Como el pueblo de Dios se congrega ante todo por la Palabra de Dios vivo, que hay absoluto derecho a exigir de labios de los sacerdotes, los ministros consagrados han de tener en mucho la función de predicar, entre cuyos principales deberes está el de anunciar a todos el Evangelio de Dios. 768 # 1. Los predicadores de la Palabra de Dios propongan a los fieles en primer lugar lo que es necesario creer y hacer para la Gloria de Dios y salvación de los hombres. #2. Enseñen asimismo a los fieles la doctrina que propone el magisterio de la Iglesia sobre la dignidad y libertad de la persona humana; sobre la unidad, estabilidad y deberes de la familia; sobre las obligaciones que corresponden a los hombres unidos en sociedad; y sobre el modo de disponer los asuntos temporales según el orden establecido por Dios.
EL SEMINARIO PREDICADO POR DIEGO HOVHANESSIAN *COMPLETO Y GRATUITO* PARA ESCUCHAR ONLINE Y DESCARGAR
«Alegrémonos y regocijémonos y démosle Gloria, porque han llegado las Bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura -el lino son las buenas acciones de los santos» (Apocalipsis 19:7-8) ESCRÍBENOS A www.elpoderdelespiritu/CONTACTO elpoderdelespiritu@gmail.com Y RECIBIRÁS EL ACCESO AL SEMINARIO QUE SERÁ DE BENDICIÓN PARA TU VIDA. SERVICIO DE DIFUSIÓN DE LA PALABRA - MINISTERIO EL PODER DEL ESPÍRITU
La palabra «misión» viene del latín y significa «enviar», quiere decir que la persona es enviada a servir al prójimo -como en el caso de nuestra Comunidadde acuerdo al propio carisma. Nunca «por cuenta propia», sino por envío de la Comunidad eclesial. Por el Bautismo somos hijos de Dios y debemos anunciar la Buena Noticia de Jesucristo Resucitado y asistir al hermano necesitado; por ejemplo: visitando enfermos, hogares de ancianos, cárceles, etc. Muchas veces se escucha: «quisiera misionar pero no tengo tiempo » entre otras cosas Es un error, porque si estoy apoyado en el Señor, Él me dará la fuerza, el tiempo, la disponibilidad y todo lo necesario para cumplir con ese envío que la Comunidad confiere. Por eso es fundamental cultivar la vida espiritual a través de la Oración personal y comunitaria, siendo parte de una Comunidad cristiana viva, cuyo centro es Dios y Su Palabra; participando de los Sacramentos, especialmente de la Sagrada Eucaristía. Lamentablemente muchos no han comprendido todavía lo que significa DAR, es aprender a dejar el «yo» de lado, para dar lugar al «nosotros». Es dejar tiempo, aún de nuestro descanso, para visitar a un enfermo en un hospital. Una misión no depende del frío que pueda hacer, del calor o de la lluvia Jesús estuvo SIEMPRE al lado del necesitado y así debemos ser nosotros, sus discípulos; haciéndolo con ese mismo amor. Con coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, buscando siempre la santidad en todos los aspectos de la vida: debemos dar un testimonio del Amor de Dios. ¡No dudemos! Si vivimos cumpliendo lo que el Señor nos pide en su Palabra, esa misión *Dirección General: dará fruto abundante para la Gloria de Dios. Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian Nuestra Comunidad «Santa María» es testigo de que «dando se recibe». Hermanos, la felicidad radica en dar, más que en recibir. *Asesor Espiritual: Nuestro Señor no sólo bendice al que asistimos o visitamos, sino que nos bendice también Monseñor José Guido Pesce a nosotros y lo hace abundantemente. Así los hicimos por 35 años y vamos por más en el Ministerio de la Caridad, porque LO *Redacción: MEJOR ESTÁ POR VENIR!!! Lic. Alba Acosta Celia M. de Hovhanessian
STAFF
Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Lic. Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Lidia I. de Papazian Lic. Geraldine Miguel Lic. Valeria Salinas Prof. Agustina Spegazzini Ana Victoria Franco
*Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Lic. Geraldine Miguel Prof. Agustina Spegazzini Miriam B. de Mavilian *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA LA COMUNIDAD «SANTA MARÍA» NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
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Miércoles 20:30hs.
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«Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto.» (Jeremías 17:7-8). Desde «aquel Mayo del siglo pasado», a éste del 2016, han transcurrido 35 años, por la Gracia de Dios y para su Eterna Gloria. La Comunidad Santa María es, sin dudas, un «árbol plantado a las orillas del agua» De «agua viva del Espíritu Santo» Del «agua viva de la Palabra de Cristo, su Evangelio de Vida y de Salvación» Es Promesa de «AGUA VIVA» hecha por Jesús a la samaritana, junto al pozo de Jacob. Esa Promesa del Señor en aquel «último día de la fiesta, el más solemne ». Proclamando a viva voz, «si alguno tiene sed, que venga a Mí y beberá el que cree en Mí, como dice la Escritura: De su seno, correrán ríos de Agua Viva» (ver Jn 7:37-38 y Jn 4:10). En aquel Mayo de 1981, tuve mi encuentro personal con Jesucristo. ¡Gloria a Su Nombre! Desde allí, en mi vida, todo fue «un antes y un después». Como «fruto bendito» de ese encuentro, nació la Comunidad Santa María; luego, como fruto de la Comunidad Santa María, nació el Ministerio de la Evangelización y la Enseñanza EL PODER DEL ESPÍRITU, con todos sus emprendimientos: libros, material en audio y video (predicaciones, seminarios, etc.), el Periódico, el programa de radio, el de televisión, la difusión de la Palabra por medio de Internet, etc. No he querido en este sencillo escrito, hacer una crónica de tantos y
FRUTO BENDITO «FRUTO DE ÁRBOL PLANTADO JUNTO AL AGUA CORRIENTE » DE LA «PALABRA VIVIENTE» DE CRISTO RESUCITADO DEL ESPÍRITU DE VIDA Y LUZ DE ENCUENTRO, DE ALEGRÍA COMUNIDAD «SANTA MARÍA», ¡FRUTO BENDITO DE JESÚS! FRUTO DEL PODER CELESTIAL DE LA VIDA SACRAMENTAL DE ORACIÓN Y «KOINONÍA» DE ESPERANZA Y CARIDAD DE FE Y GENEROSIDAD ¡DEL EJEMPLO DE MARÍA! JUAN CARLOS
tantos acontecimientos vividos a lo largo de estos 35 años, que por otra parte, en muchas oportunidades, sí fue hecho. Así como nombrar a tantos queridos siervos del Señor que acompañaron y acompañan esta obra. Digo «acompañaron», pues algunos de ellos, están ahora en la «Casa del Padre Celestial» como el querido P. Emiliano Tardiff, el P. Francisco Muñoz Molina, el P. Alberto Ibañez Padilla, entre otros y por nombrar a los más conocidos dentro de esta corriente de Gracia que es la Renovación Carismática Católica, cuyo ministerio tuvo en la Comunidad, un sello indeleble que la marcó, por lo cual siempre tendrán nuestra gratitud y admiración. ¡Nos siguen acompañando con su ejemplo! ¡Gloria a Dios! El Ministerio de la Evangelización y la Enseñanza EL PODER DEL ESPÍRITU debe su creación (y hasta la participación en la elección del nombre que lleva), al entonces Asesor de la Comunidad, me refiero al siempre recordado P. José Luis Toracca. Sé que no estoy siendo justo al no citar a todos, pero insisto, saben que están y estarán siempre en nuestros corazones ¡Gracias a todos! Sin duda, cada Asesor Espiritual, cada «hombre y mujer de Dios» que el Señor nos ha enviado, han dejado de esa Gracia recibida del Altísimo, «una huella» en la vida de nuestra Comunidad. Como por ejemplo, la Hna. Blanca Ruiz, que fue para mí una muy grande ayuda, sus palabras permanecen en mi corazón ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias a Ti, Padre, por tus generosos servidores que han compartido y comparten de sus dones a todo el Cuerpo de Cristo, Tu Iglesia! ¡Gracias Señor! Hoy, si se me permite, puedo decir: «35 AÑOS DE FRUTOS», en Cristo, en el Poder del Espíritu Santo y para Gloria de Dios Padre. Bajo la mirada de nuestra Patrona y Madre, la Virgen María. De la que llevamos su nombre y a la que siempre queremos honrar, anunciando el Evangelio de su Hijo, nuestro Señor. Y como ella, estar siempre atentos a la necesidad del «hombre concreto» Por estos 35 años: ¡Gracias Señor! ¡Todo es Gracia!... ¡Pura Gracia! A nuestro querido Obispo, Monseñor Alejandro Giorgi, a nuestros Asesores: P. José N. Romero, Monseñor José Guido Pesce y P. Francisco Delamer. A alguien que también ha sido siempre un referente, una lumbrera para nosotros, nuestro querido Padre y Amigo, Monseñor Héctor Aguer a todos: ¡¡¡Gracias!!! Y a cada hermano «consiervo»: ¡Gracias! Y en Cristo, LO MEJOR ESTÁ POR VENIR, para la Comunidad Santa María y para toda la Iglesia del Señor. ¡Gracias Padre Celestial, por «plantarnos a la vera del agua de tu Verbo y de tu Espíritu»! ¡Amén! ¡Aleluya!
JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse». (Hechos 2:1-4)
"Así, el Espíritu Santo se dice Espíritu del Padre y del Hijo, que lo dieron, y también nuestro, pues lo recibimos. El que da la salud se llama salud del Señor, y es también nuestra salud, porque la recibimos. El Espíritu es Espíritu de Dios, porque lo otorga, y nuestro, porque lo recibimos... Señor y Dios mío, en ti creo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No diría la Verdad: 'Id, bautizad a todas las gentes en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo? Si no fueras Trinidad... Fija mi atención en esta regla de fe, te he buscado según mis fuerzas y en la medida que tú me hiciste poder, y anhelé ver con mi inteligencia lo que creía mi fe, y disputé y me afané en demasía. Señor y Dios mío, mi única esperanza, óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte: ansíe siempre tu rostro con ardor. Dame fuerzas para la búsqueda, tú que hiciste te encontrara y me has dado esperanzas de un conocimiento más perfecto. Ante ti está mi firmeza y mi debilidad; sana ésta, conserva aquélla. Ante ti está mi ciencia y mi ignorancia; si me abres, recibe al que entra; si me cierras, abre al que llama. Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa... Señor, Dios uno y Dios Trinidad, cuando con tu auxilio queda dicho en estos mis libros conózcanlo los tuyos; si algo hay en ellos de mi cosecha, perdóname tú, Señor, y perdónenme los tuyos. Así sea".
San Agustín
(De la Santísima Trinidad V,14,15; XV,18,51)
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«...por sus frutos los reconoceréis» (Mt 7:20)
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