EPDE-Pág-2
2015
AÑO DE LA PALABRA DE LA VERDAD «Esto has de enseñar, y conjura en Presencia de Dios, que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, sino es para perdición de los que las oyen. Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la Palabra de la Verdad.» (2 Timoteo 2:14-15)
«LA PALABRA DE LA VERDAD» LEJOS DE LA «PROFANA PALABRERÍA» «LA GANGRENA» DE LA HIPOCRESÍA ¡SINO «DIGNO OBRERO» Y SERVIDOR! EL CRISTIANO ES «HOMBRE PROBADO», DE CRISTO, SU VALIENTE SOLDADO «¡A LOS SUYOS CONOCE EL SEÑOR!» ¡INTEGRO! AUTÉNTICO «CAMARADA», TEMPLADO, CUAL «NOBLE ESPADA» ¡EN SU CONSAGRACIÓN Y SANTIDAD! DE «FE SINCERA» Y «CONCIENCIA PURA», FORJADO EN LA SANTA ESCRITURA ¡«EN LA PALABRA DE LA VERDAD»!
«Sí tenemos por qué estar agradecidos!!!» El martes 29 de diciembre, se llevó a cabo una Asamblea de Acción de Gracias en nuestra Comunidad y pudimos participar de la Celebración de la Santa Misa Presidida por el P. Francisco Delamer. Fue la culminación de un gran año en la Comunidad Santa María, un año de fruto abundante para la Gloria del Señor. Una vez celebrada la Misa, Diego Hovhanessian predicó el Mensaje: «Sí tenemos por qué estar agradecidos» luego del cual participamos juntos de una gran alabanza al Señor, reconociendo todo lo bueno que Él ha hecho por cada uno de nosotros. Las instalaciones de la Comunidad colmadas y todos juntos cantando y orando por las miles de intenciones de aquellos hermanos de todo el mundo, que sabiendo de esta reunión, nos las enviaron. Gracias Señor por el 2014, por todo lo vivido en la Comunidad Santa María y porque LO MEJOR ESTÁ POR VENIR!!!
COMUNIDAD, ESCUELA ESPIRITUAL, DE LA CRISTIANA DOCTRINA Y MORAL ¡AMOR ADORACIÓN, ALABANZA ! ÁMBITO DE FIESTA Y DE PERDÓN DE ESPERANZA Y DE LIBERACIÓN ¡«DE EVANGELIZACIÓN Y ENSEÑANZA»! JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
STAFF *Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian *Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción: Alba Acosta Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini Miriam B. de Mavilian *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA LA COMUNIDAD «SANTA MARÍA» NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
www.elpoderdelespiritu.org
Miércoles 20:30hs.
EPDE-Pág-3
«Esto has de enseñar, y conjura en presencia de Dios, que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, sino es para perdición de los que las oyen. Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la Palabra de la Verdad.» (2 Timoteo 2:14-15). Sí; amados hermanos y amigos, «ESTO HEMOS DE ENSEÑAR» ¡LA PALABRA DE LA VERDAD! «Palabra profética» para este Año del Señor 2015, en la «Comunidad Santa María». Con el renovado deseo de un ¡MUY FELIZ AÑO! para toda la Iglesia de Jesucristo, en la siempre Santa y Fraternal Comunión del Espíritu de Jesús que en cada corazón cristiano clama ¡»ABBÁ», «Padre»! Más de tres décadas que en cada reunión y asamblea carismática y en cada acción evangelística y catequística, nuestra comunidad tiene como «lugar central», el Mensaje «siempre antiguo y siempre nuevo» de «LA PALABRA DE LA VERDAD» para la Gloria de Dios Padre. La Palabra de Dios es «¡POTENCIA DE SALUD!» SALVACIÓN. La Palabra de Dios trae al alma que confía en Jesucristo, «liberación», «sanidad», «prosperidad», «nuevas relaciones en la familia», etc., etc. Toda clase de «bendiciones temporales», por lo eterno que el Señor da. La Salvación en Cristo nos hace vivir esa «VIDA NUEVA», que «ya es eterna», como primicia de la INEFABLE, en el Cielo en Presencia del Señor. « y con Él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús » (Efesios 2:6). Por tanto esa «VIDA NUEVA», es «consagrada a la Verdad», con su corazón dedicado al Señor, anhelante de santidad, pues dice San Pablo: «Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los hombres más dignos de compasión!» (1 Corintios 15:19). La Palabra de Dios ilumina al alma con su potencia de Luz y de Verdad y desde el «nuevo nacimiento», gradual y progresivamente, paso a paso, irradia al corazón creyente la Luz y la Verdad de Cristo en lo profundo del ser, por toda la vida cristiana, con la guía admirable del Espíritu Santo que «recuerda» al «nacido de nuevo», «lo que Jesús, enseñó» Lo «Kerigmático»: ¡Lo que Cristo hizo por nosotros! «Pues habéis sido salvados por la Gracia mediante la Fe y esto no viene de vosotros, sino que es un Don de Dios » (Efesios 2:8). Y lo «Paranético»: ¡Lo que Cristo hace «con nosotros»! «Os exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación a que
habéis sido llamados » (Efesios 4:1). Todo esto definitivamente por la Predicación y la Enseñanza de «la Palabra de la Verdad». «Kerigma»: Anuncio de Cristo, Muerto y Resucitado, Exaltado y Glorificado, «Dador del Espíritu Santo». «Parenesis»: La imitación de Cristo, seguir las Huellas del Resucitado, en la Vida Cristiana, recibiendo por la Enseñanza de la Palabra (CATEQUESIS) la moral y sana doctrina. «Esto has de enseñar y conjura en Presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras que no sirven para nada, si no es para perdición de los que las oyen » ¿Lo estamos haciendo como nos enseña el Gran Apóstol ? ¡No hay «sustitutos» para la Palabra de Dios! No admite «originalidades», ni «golpes de efecto» Puede esto «gustar a ciertos seguidores», que saben «parecerse a niños observando luces de fuegos artificiales». ¿Cuánto duran? ¿Cuánto puede hacer la «originalidad» humana ? ¡Atención! «¡Que nadie se engañe! Si alguno de vosotros se cree sabio según los criterios de este mundo, mejor es que se vuelva necio, para llegar a ser sabio. Pensad que, para Dios, la sabiduría de este mundo no es más que necedad. En efecto, dice la Escritura: El que enreda a los sabios en su propia astucia. Y también: El Señor conoce cuán vanos son los pensamientos de los hombres. Así que nadie se gloríe en las personas, pues todo es vuestro: ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro , todo es vuestro.» (1 Corintios 3:18-22). Evidentemente son tiempos «difíciles» para el servicio cristiano, justamente por eso, estamos persuadidos por la Palabra de la Verdad que son «tiempos de Vida y de Victoria», para la Iglesia. Para las almas deseosas de servir al Señor, en ella; las cuales «arraigadas», «establecidas», «consolidadas» en Cristo, lejos de «discusiones que para nada sirven». «Procuren cuidadosamente presentarse como obreros que no tienen por qué avergonzarse, como fieles distribuidores de «LA PALABRA DE LA VERDAD» ¡Amén! ¡Amén! ¡Fuerte abrazo! ¡Feliz Año 2015!: «AÑO DEL SEÑOR». JUAN CARLOS HOVHANESSIAN
www.elpoderdelespiritu.org
EPDE-Pág-6
«Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: -Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude-. Le respondió el Señor: -Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada-.» (Lucas 10:38-42). Todos hemos escuchado la palabra «estrés», y hasta podríamos decir que muchos lo hemos padecido. Clínicamente, el «estrés» es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o de confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluido sistema nervioso, corazón, flujo de sangre, nivel hormonal, digestión y función muscular. La persistencia del individuo ante los agentes estresantes, puede producir enfermedades con mayor importancia y gravedad. Una estadística actual dice que 8 de cada 10 personas en Argentina sufren de estrés y podemos decir que esto no ocurre sólo en Argentina. Otras estadísticas relacionan directamente al estrés con las 6 principales causas de muerte. Pero volvamos a nuestro texto de Lc 10, donde descubrimos un «mito» acerca del estrés: «siempre son otras personas las causantes de nuestro estrés» Míra a Marta culpando a su hermana por su propio estrés, y hasta podemos ver que, en el fondo, también culpaba a Jesús de su problema (v. 40: «...se paró y dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude»).Sin embargo, los únicos «culpables» de nuestro estrés somos nosotros mismos; porque somos quienes decidimos cuál será nuestra respuesta a la situación en la que nos encontramos.
Hermano, tú debes saber «quién eres». Si no sabes quién eres, vas a ser un «blanco fácil» para el estrés. Ahora, al observar a Jesús, Él no tenía ninguna duda sobre Su «identidad». Una y otra vez Jesús se «identifica» claramente: Yo Soy el Camino, Yo Soy la Verdad, Yo Soy la Vida, Yo Soy el Pan de Vida, Yo Soy la Luz del Mundo, Yo Soy el Buen Pastor, Yo Soy la Puerta de las Ovejas. Entonces, Jesús no tenía duda alguna de Quién era. Dice en Juan 8:18 «Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí». Esto significa que Jesús «no dependía de otros» para validarse, valorarse. Hermano, si tú no sabes quién eres, si no sabes cuál es tu «identidad» otras personas lo van a decidir por ti... ¡Cuidado! Porque te «encasillarán», te pondrán en un molde y harán que te conformes a la imagen que quieren que tengas. Y entonces tú te encontrarás siendo aquello que no eres en realidad, sino lo que otros piensan acerca de «quién» deberías ser... Hermano querido, tú eres «oveja» de Dios (Salmo 100), no tienes por qué «preocuparte» y «agitarte», pues el Señor es tu Pastor (Isaías 40:11). «Como pastor pastorea su rebaño ». Sí, Jesús es nuestro Pastor (Juan 10:11-15). «Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas». Ahora, cuando tú tratas de ser algo que no eres, eso te producirá estrés. Así que lo primero que tienes que hacer es estar seguro y cómodo con «quién» eres. Y recuerda que tu «identidad» está en Cristo, tú debes ser lo que Dios te creó para ser. Cuando entiendes esto, reduces notablemente tu estrés porque no estás preocupado por lo que otros piensen de ti... Dios no quiere copias ni clones. Y los dos problemas que causan estrés en esta área, es que copiamos a otros y nos comparamos con ellos. Por sobre todas las cosas, nuestra «identidad» es esta: «somos hijos de Dios». « Pero a todos los que la recibieron (la Palabra - Jesús) les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su Nombre; los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios» (Juan 1:12). Esa es tu «identidad» en Cristo Jesús». ¡¡¡Aleluya!!! Escucha al gran Apóstol Pablo decir en Gálatas 4:6-7 «Y, como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios».
La manera en que tú decides responder es la que genera o no, el estrés. Visto así, el estrés no es el problema sino, más bien, un síntoma del problema. Quiero dejar bien en claro que no había nada de malo en que Marta les preparara una buena comida, pero sí estaba mal que se afanara tanto con ese trabajo que terminara «ignorando» a su invitado: Jesús; y que sea tan dura en el trato con su hermana. Mira, de pronto en el colmo de la «actividad» que la agita, ocurre lo siguiente (v.40) «mientras Marta estaba atareada (otras versiones dirán: muy ocupada, afanada absorbida, enfrascada) en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: -Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude-.». Lo que ocurre es que Marta está «lejos» del Señor... Parece ser que Marta encuentra que su actitud es la correcta y que su hermana María está desubicada. Pareciera pensar así: «¡Cómo estar sentada mientras hay tanto que hacer!». ¿Pero en realidad, quién estaba equivocada? Volvamos al texto: «mientras Marta estaba atareada». Donde aquí dice que estaba «atareada», en griego dice «perispáo»: «perturbado, obsesionado, tirar en diferentes direcciones, tirar o arrastrar todo alrededor, distraer ». Seguramente Marta en su cara mostraba ansiedad y estrés. Y esto tenía que ver con los muchos quehaceres. Entonces, el Señor le responde (v.41-42) «-Marta, Marta, te preocupas (Gr. «merimnáo»: «estar preocupado, ansioso, afanado, tener un cuidado que perturba, tener congoja») y te agitas (Gr. «turbázo» «estar angustiado, afligido, perturbado, alborotado, acongojado») por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada (Gr. «afairéo»: remover, herir, cortar, quitar)». Marta habrá empalidecido al oír estas palabras Es que aquí Jesús está poniendo las cosas en su justo lugar: primero es oír Su Palabra y luego todas las demás cosas. Marta tuvo la oportunidad única de recibir a Jesús en su casa, y apenas le prestó atención... ¡y todo a causa de su estrés! Hermano, es bajo el estrés en donde hallarás las verdaderas razones de tu estrés... Qué hay debajo del estrés que a muchos les está causando estrés... Por eso, vayamos a los pies de Jesús para escuchar Su Palabra y aprender de Él. Cuando miramos a Jesús nos asombra la calma que mantiene a pesar de presiones, críticas, trabajo y el poco tiempo que tenía para Sí mismo... Siempre rodeado de personas a Su alrededor que requerían de Él... Sin embargo, siempre estaba en PAZ. Hermanos, la vida de Jesús, Nuestro Buen Pastor, refleja EQUILIBRIO.
Esto significa que debes saber a «quién» quieres complacer y agradar. La segunda causa del estrés es tratar de complacer a todos, y eso es imposible porque en el momento en que complazcas a uno, seguramente otro se disgustará. Hay un mito con relación a todo esto que dice: «Para ser feliz debo agradar a todos ». ¡Esto no es verdad! Hermano, tú debes saber a «Quién» quieres agradar. Dice Jesús en Juan 5:30 « no busco mi Voluntad, sino la Voluntad del que me ha enviado». ¡Él sabía a Quién estaba «consagrado», a Quién debía agradar! Jesús sólo buscaba hacer la voluntad de una Persona: Dios, el Padre. Esta es la mejor decisión, porque si haces lo que Dios quiere, siempre harás lo correcto, y simplificarás tu vida porque sólo tratarás de complacer a una sola Persona. Te pregunto: ¿a quién quieres «complacer»? Pues, algunos fallan porque aún tratan de complacer -por ejemplo- a un padre exigente, que si no te comprendió de niño, tal vez no te comprenda de adulto... y hasta tal vez, ya haya fallecido y muchos hijos todavía están tratando de ser quien sus padres le dijeron que debían ser... No podemos culpar a otros por nuestro estrés. Muchos dicen: «Todos esperan que yo ». ¡No! No lo hagas. Si vives en Cristo, nadie puede obligarte a vivir así... Tú no eres víctima. Nadie puede presionarte sin tu permiso. Mira, tú puedes poner a dos personas en una misma situación: uno se estresará y el otro no. ¿Por qué? Porque es así como deciden responder a esa situación. Este fue también el error de Marta de Betania. Recordemos que en Lc 10:41 vimos que ella estaba preocupada y agitada por muchas cosas, y por eso se perdió la bendición más grande y duradera. O sea, María estaba ocupada con Jesús (consagración), pero Marta estaba preocupada consigo misma y con su tarea (estrés). Por eso hermano, debes saber quién eres (identificación), y a quién tratas de complacer (consagración).
Tú debes saber cuál es el propósito en tu vida. Sí, debes saber cuál es tu «prioridad» porque no tienes tiempo para todo Así que tienes que conocer claramente tu «propósito», es decir, lo que estás tratando de lograr. Dice Jesús en Jn 8:14 « porque sé de dónde he venido y a dónde voy ». Jesús conocía bien Su propósito o plan, por eso siempre supo elegir «prioridades» y vivir sin «presiones» de nada ni de nadie. Porque mira, tu vida estará dirigida por «prioridades» o por «presiones». Las «prioridades» son lo que crees que Dios quiere que hagas, y las «presiones» son lo que otros quieren que hagas. Las personas tienen muchos planes o propósitos para su vida y quieren ocupar toda su agenda en pos de ello, pero tienen que tener «prioridades» o de lo contrario, las «presiones» los oprimirán.
EPDE-Pág-7
Vimos que Jesús sabía de donde venía y a dónde iba. O sea, Jesús había establecido objetivos claros. Jesús sabía lo que quería lograr. ¿Lo has hecho tú? ¿Tienes establecidos tus objetivos? ¿Sabes qué quieres lograr? Muchos cristianos tienen el «Síndrome de Marta» es decir, tienen demasiadas actividades en su agenda. Ahora, recuerden las palabras de Jesús a Marta: «Le respondió el Señor: -Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas (falta de prioridades); y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola (propósito y prioridad). María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.». Por eso, Jesús dice en Mateo 6:33 «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura». Hermano, ¿no te ha sucedido que a veces llegas al final del día y te das cuenta que no has hecho o producido nada ? Es que tú puedes estar muy ocupado pero no necesariamente ser productivo. Por eso, tienes que aprender a tener «prioridades» y a hacer lo que realmente importa. Tristemente a muchos los mueve el querer hacer dinero; a otros, la aprobación de los demás... Y a tantos, el tratar de ser aceptado por otros... Estos son objetivos indeterminados e imprecisos que sólo llevan a sufrir estrés. Así que, mejor es que cada mañana al levantarte, disciernas qué es lo más importante, qué es lo que hará realmente una diferencia, y te enfoques en eso.
O digamos, «permanencia», «persistencia», «determinación», «firmeza». Dice en Lc 9:51 «Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén». A partir de aquí, emprenderá el camino que lo llevará hacia el cumplimiento definitivo de Su Misión por medio de Su Muerte y Resurrección. Este viaje nos revela la perseverancia, permanencia, persistencia, determinación y firmeza de Jesús para realizar Su propósito. Él estableció que «nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» (Lc 9:62). Jesús fue productivo como nadie porque tenía claro cuál era Su prioridad y fue perseverante en ello. Ahora, el problema que tenemos nosotros es que nos enfocamos en muchísimas cosas y entonces se nos hace imposible ser perseverantes y alcanzar nuestro propósito. Hermanos, en la Iglesia hay cristianos con un gran potencial, pero aún no han determinado qué es lo más importante en sus vidas, entonces se distraen con cosas que no son importantes, y terminan diciendo: «No tengo tiempo para orar, no tengo tiempo para estudiar la Biblia, no tengo tiempo para servir en la Comunidad ». Veamos dónde está el verdadero «potencial», y la capacidad de dar abundantes «frutos» sin estresarse: «-Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la palabra que os he dicho. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis» (Jn 15:1-7). Tú eres un «sarmiento», una rama de la viña de Dios (v.5). Las «ramas» o «sarmientos» no gastan mucha energía. Nunca oirás que los viñadores traten a las «ramas» por agotamiento, o por ataques de ansiedad... o las tengan que recuperar del estrés. Las «ramas» tampoco andan quejándose: «¡Tengo que producir esta uva! ¡Voy a hacer que salga esta uva aunque me cueste la vida!...». ¡No! La «rama» no hace nada de esto. La «rama» tiene sólo una tarea: permanecer, persistir, perseverar en la «VID». Esto es, «nutrirte» de Jesús. Esta es tu tarea en la «viña del Señor» para ser productivo sin caer en el estrés. Algunos hemos tenido que aprender esta lección de la manera más dura, como lo dice Jesús al final de este versículo (5) «Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada». Cuando esto sea una realidad indiscutible e imperturbable en nuestra vida, fluirá Su «paz», Su «calma» y Su «fruto» en nosotros que nos harán vivir una vida libre del estrés. ¡¡¡Aleluya!!! Hermano, te «estresas» porque crees que tú tienes que hacerlo todo. Es que de pronto te crees el «director general» del mundo, pero ¿sabes qué?, el mundo continuará funcionando sin ti, y esto, quizá, lo pudiste comprobar fehacientemente cuando te enfermaste Entonces, ¿qué es «delegación»? Es dejar que otros te ayuden. Vamos a quitar de nuestra mente otro mito que dice: «Si quiere que el trabajo esté bien hecho hágalo usted mismo». Este pensamiento perfeccionista te hará caer en estrés. Ahora, si hay alguien que tiene derecho a decir esto es Jesucristo, porque Él es PERFECTO y podía hacer todo sólo y mejor que nadie, pero Él involucró a otros. Él Mismo nos enseña el principio de la «delegación»: «Subió al
monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron junto a Él. Instituyó Doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios». (Mc 3:13-15). Él nos dio un ejemplo a seguir. Así que, hermano, debes permitir que otros te ayuden. Tú no tienes que enfrentar problemas sólo, pues eres miembro de la «Iglesia», de la Comunidad de los creyentes, el lugar que estableció Dios para que puedas encontrar ánimo, consejo, compañerismo, sabiduría, ayuda idónea, personas dispuestas a ayudarte, Oración e instrucción a través de la Palabra de Poder.
La Oración es clave para vivir libre del estrés. Porque en la Oración tienes la oportunidad de expresarle a Dios lo que estás sintiendo y así desahogarte de verdad. También en un momento más profundo, en la Oración tienes la capacidad de reflexionar. Y especialmente, en la Oración, mientras esperas en Su Presencia, Él te hablará al corazón, y te guiará, te mostrará el camino y dirigirá sabiamente las decisiones que habrás de tomar. Vamos a ver cómo Jesús estableció este principio de la Oración para vencer el estrés (Lucas 5:15-16) «Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba». Hermanos, todos los que hemos leído sobre la vida de Jesús en el Evangelio, nos dimos cuenta que, sin importar qué tan ocupado estuviera, siempre hallaba tiempo para orar. Creo que cuanto más ocupado estemos y más cosas tengamos que hacer en el día, más deberíamos orar. Ese es el ejemplo de Nuestro Señor Jesús. Y si Él oraba: ¡cuánto más nosotros! Es fundamental, para poder enfrentar el estrés, pasar tiempo a solas con Dios, orando mientras lees y meditas Su Palabra, para dejar a Él que te hable y renueve tus fuerzas cada día. Verás que en poco tiempo, si eres fiel a este principio, notarás una gran diferencia en tu manera de enfrentar las situaciones de la vida. El consejo apostólico es bien claro: «Orad sin cesar» (1 Tesalonisences 5:17).
O aprendes a «descansar» o te desequilibrarás. El descanso NO ES una pérdida de tiempo. Jesús tomaba tiempo libre aún cuando había personas que sanar. Sí, Jesús descansaba. Hermano, ¿es tu trabajo más importante que el de Jesús? Y no sólo Jesús descansaba, sino que también le pedía a Sus discípulos que se tomaran tiempo para descansar porque de lo contrario sabía que no aguantarían el ritmo de vida. Dice en Mc 6:3032 «Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: -Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, PARA DESCANSAR UN POCO-. Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario». Hermanos, si no planificamos un tiempo libre, un buen tiempo de descanso, siempre encontraremos «algo más importante» que hacer... Tomate cada día, un descanso para confrontar al estrés. Hazlo, también, haciendo algo que te gusta... o haciendo simplemente NADA. Descansa un día por semana. Y no hagas en ese día todo lo que quedó pendiente de hacer en la semana... Eso no es descanso. Hermano, debes practicar este principio del descanso, que figura en los Diez Mandamientos, donde el Señor establece un día a la semana para descansar: «pero el día séptimo es DÍA DE DESCANSO en honor de Yahvé, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad». (Ex 20:10). Finalmente tenemos la Gloriosa Promesa de Jesús para que todos los que en Él creemos hallemos el verdadero descanso (Mt 11:28-30) «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y YO OS DARÉ DESCANSO. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y HALLARÉIS DESCANSO para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». Querido, no cargues con cargas innecesarias y no permitas que nadie te las imponga. El Plan de Dios para tu vida es claro. Acepta esta invitación del Señor. Este descanso que Cristo te da, libera tu vida del mortal estrés. Hermanos, la Oración, la lectura de la Palabra y el descanso, son eficaces antídotos contra el estrés. Necesitamos separar un tiempo todos los días para dedicarnos a estas actividades. Oro al Señor para que disfrutes de la vida abundante que Él vino a traerte, para que practicando estos principios bíblicos, jamás el estrés domine tu vida.
BREVE EXTRACCIÓN DE LA PRÉDICA DE DIEGO HOVHANESSIAN
JUAN CARLOS HOVHANESSIAN