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La Verdad de Cristo
S.S. Francisco
Esta es una oración que tenemos que rezar todos los días: Espíritu Santo, haz que mi corazón esté abierto a la Palabra de Dios, que mi corazón esté abierto al bien, que mi corazón esté abierto a la belleza de Dios, todos los días. ( ) Queridos hermanos y hermanas, tenemos que dejarnos impregnar con la luz del Espíritu Santo, para que Él nos introduzca en la Verdad de Dios, que es el único Señor de nuestra vida. En este Año de la Fe, preguntémonos si en realidad hemos dado algunos pasos para conocer mejor a Cristo y las verdades de la fe, con la lectura y la meditación de las Escrituras, en el estudio del Catecismo, acercándonos con asiduidad a los Sacramentos. ( ) No se es cristiano «por momentos», solo algunas veces, en algunas circunstancias, en algunas ocasiones. ¡No, no se puede ser cristiano así! ¡Se es cristiano en todo momento! Totalmente. La verdad de Cristo, que el Espíritu Santo nos enseña y nos regala, forma parte para siempre y totalmente de nuestra vida cotidiana. Invoquémosle con más frecuencia, para que nos guíe en el camino de los discípulos de Cristo.
SEPTIEMBRE: «MES DE LA ALEGRÍA»
«No te dejes vencer por la tristeza ni te atormentes por tus culpas: alegría de corazón es vida del hombre, el gozo alarga sus años» ECLESIÁSTICO 30:21-22
LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ
14 de septiembre
«Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo Único para salvar a los hombres (cf. Jn 3,16). El Hijo de Dios se hizo vulnerable, tomando la condición de siervo, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (cf. Fil 2,8). Por su Cruz hemos sido salvados. Al levantar los ojos hacia el Crucificado, adoramos a Aquel que vino para quitar el pecado del mundo y darnos la Vida Eterna. La Iglesia nos invita a levantar con orgullo la Cruz Gloriosa para que el mundo vea hasta dónde ha llegado el amor del Crucificado por los hombres, por todos los hombres. En medio de nosotros se encuentra Quien nos ha amado hasta dar Su vida por nosotros, Quien invita a todo ser humano a acercarse a Él con confianza. La señal de la Cruz es de alguna forma el compendio de nuestra fe, porque nos dice cuánto nos ha amado Dios; nos dice que, en el mundo, hay un amor más fuerte que la muerte, más fuerte que nuestras debilidades y pecados.Volvamos nuestras miradas hacia Cristo. Él nos hará libres para amar como Él nos ama y para construir un mundo reconciliado. Porque, con esta Cruz, Jesús cargó el peso de todos los sufrimientos e injusticias de nuestra humanidad.»
S.S. Benedicto XVI; 14 de septiembre de 2008. Extracción PERIÓDICO
«EL PODER DEL ESPÍRITU»
STAFF *Dirección General: Juan Carlos Hovhanessian Diego Hovhanessian *Asesor Espiritual: Monseñor José Guido Pesce *Redacción: Alba Acosta Carmen Alviña Miriam B. de Mavilian Lourdes Chiappetta Liliana Escouteloup Laura Gómez Lucía Hovhanessian Milagros Hovhanessian Lidia I. de Papazian Geraldine Miguel Lic. Anahí Raggio Lic. Valeria Salinas Agustina Spegazzini *Diseño: Roxana B. de Hovhanessian Lucía Hovhanessian Geraldine Miguel Agustina Spegazzini *Coordinación de contenidos: Dra. Mónica V. de Adanalian *Coordinación General: Roxana B. de Hovhanessian PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA LA COMUNIDAD «SANTA MARÍA» NO ES RESPONSABLE DE DISTRIBUCIÓN ALGUNA HECHA POR TERCEROS
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30 «Alégrese el corazón de los que buscan a Dios» (Sal 105,3). Si el JUAN CARLOS HOVHANESSIAN hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, «un corazón recto», y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios. «Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza (...) el hombre, pequeña parte de tu creación, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti» (San Agustín, Confessiones, 1,1,1).
CATECISMO
Homilía de
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«No te abandones a la tristeza, ni te atormentes con tus pensamientos. La alegría de corazón es vida para el hombre, y la felicidad le alarga los días. Distrae tu alma y consuela tu corazón, aparta de ti la tristeza; pues la tristeza ha perdido a muchos, de ella no se saca ningún provecho.» (Eclesiástico 30:21-23). La tristeza tiene consecuencias -evidentemente- graves, porque dice «que ha perdido a muchos» y que «de ella no se saca ningún provecho». ¿Podemos ponernos tristes? Sí. ¿Podemos sentir tristeza? Sí. ¿Podemos permanecer entristecidos? ¡¡¡NO!!! No, definitivamente no nos conviene quedarnos así. Tenemos que apartar de nosotros ese estado de tristeza y esto es una DECISIÓN PERSONAL que tú tomas en el Nombre de Jesús y ejecutas, con la ayuda del Espíritu Santo. Es real que a veces la tristeza, está causada por un determinado motivo... y a veces, no. Suele también aparecer sin causa, como parte de cambios anímicos que todos tenemos; pero a veces es más fácil distinguirla pues surge como reacción a algún acontecimiento que no esperábamos ni deseábamos. Me refiero a esto último porque entonces si esa circunstancia desaparece, también desaparece la tristeza que experimentaste. Ahora bien, aquí la Palabra no habla de la «solución de problemas» que nos hayan entristecido; está yendo aún por encima de eso: nos está hablando de nuestra «tarea» de apartar la tristeza, más allá de que esa situación se haya solucionado o no. Quizás estés pensando... «¿Cómo hago?»... «Estoy triste y no me puedo sacar esta tristeza de encima...» Lo primero que tiene que haber es, insisto: DECISIÓN. Y la decisión implica, reconocer que estoy triste y que rápidamente «debo salir de ese estado». El Apóstol Pablo en sus cartas usa frases como: «gozaos» , «estad gozosos» , «estad alegres» muchas de esas, fueron escritas en una prisión. Hermano querido, ¿lo ves? Es mucho más que un estado de ánimo: la alegría es una CONVICCIÓN del corazón. Es una DECISIÓN PERSONAL que el cristiano toma, porque sabe que le conviene hacerlo. Para avanzar en este proceso de salir del estado de tristeza, es primordial sacar de nuestra vida, culpas pasadas. Porque quien ha conocido a Cristo «nueva creatura es, lo viejo pasó»; nuestras culpas son «lavadas por Su Sangre» pues «canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la suprimió clavándola en la cruz» (Colosenses 2:14). Jesús nos hizo LIBRES del pecado y de la muerte. Habiendo aceptado a Jesucristo y ahora, con el Espíritu Santo en nuestro corazón, cuando erramos: el Espíritu «nos convence» de ese pecado y rápidamente lo confesamos, Dios nos perdona y volvemos a Él. Permíteme aclarar que esto de «olvidar cargas» del pasado, no es «amnesia», sino poder aún recordar esas situaciones pero dando gracias a Dios porque Él nos sacó de todo eso. Como instancia siguiente, tienes que SACAR DE TU VIDA, LA PREOCUPACIÓN POR EL FUTURO. Está el hombre que vive «abrumado» por su pasado y el que está «abrumado» por su futuro. El problema es cuando esto se da en la misma persona: es tremendo, devastador. «No os inquietéis por cosa alguna» dice en Filipenses 4:6.
Inquietud: «¿Cómo voy a solucionar esto o aquello?»...«¿Cómo voy a hacer..?» No está mal que te preocupes, es natural hacerlo. Pero NO TE QUEDES PREOCUPADO: «No os inquietéis por cosa alguna, antes bien, en toda ocasión presentad a Dios vuestras peticiones mediante la oración y la súplica acompañadas de la acción de gracias». Esto hay que hacer cuando tenemos por delante una dificultad. Cuando obedecemos la Palabra de Dios -en TODO lo que dice- caminamos en bendición; no sin dificultades porque de hecho, la advertencia salió de boca de Jesús: «en el mundo tendréis tribulación...» pero tranquilo hermano, que Él continuó diciendo: «Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.» ¡¡¡Gloria a Dios!!! (Ver Juan 16:33). Otro paso, en función de apartar de nosotros la tristeza, es: ¡No pienses en cualquier cosa! ¿Cómo...? ¿En la Palabra tenemos instrucción respecto de qué hacer con nuestros pensamientos? ¡¡¡Sí!!! Dice en Filipenses 4:8 «...todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos». Cuando pasamos por momentos de dificultad, tendemos a pensar negativamente... a pensar mal. Evidentemente esto no nos conviene. Alguien dijo: «No está mal que revoloteen pajaritos en la cabeza... lo malo es que hagan el nido allí». Probablemente, es hasta natural que así sea... Puede que cuando algo nos atemoriza o nos sorprende o nos preocupa, nuestros pensamientos no sean los más «adecuados», pero ese es el momento de «impedir que hagan el nido allí»... Y en el Nombre de Jesús, los echas fuera y comienzas a recordar todo lo bueno que Dios promete en Su Palabra y también a decirlo con tu boca. No sólo echamos de nosotros ese tipo de pensamientos «nocivos» sino que instauramos UNA NUEVA MANERA DE PENSAR. Esto no es un simple «positivismo», esto es poner toda la confianza en Dios y Su Palabra. El único modo para poder cambiar la manera de pensar es conocer la Palabra de Dios. Para cambiar mi manera de pensar y evitar que la tristeza se afiance en mi vida, tengo que tener conocimiento de la Palabra. Recuerden que el conocimiento de la Verdad es lo que nos hace libres (ver Juan 8:32). No hay otro modo. Es tu manera de pensar la que determina las decisiones que tomas, las actitudes que tienes... y en definitiva: la vida que llevas. Todo lo que haces, parte de un pensamiento. Así que cuando el pensamiento es equivocado, imagínate las consecuencias... ¿Pero, qué tendrá que ver todo esto con la tristeza? Que para apartar la tristeza de nosotros, nuestros pensamientos también deben estar «rendidos» al Señor. Otro de los pasos en el proceso de apartar la tristeza es SERVIR A OTROS. Como dijimos, cuando el Apóstol Pablo estuvo preso, se ocupó -a través de sus cartas- de instruir, de edificar a los cristianos. Pablo se goza ayudando a crecer a otros: estando en la cárcel. Haciendo que, a pesar de esas cadenas que le sujetaban, la Palabra inspirada por Dios, les llegue a los creyentes.
Siempre, en lo personal, me ha desafiado el hecho de ver hombres y mujeres -siervos de Dios- que a pesar de estar viviendo tremendas dificultades, NUNCA dejaron de servir al Señor en Su Santa Iglesia. Es maravilloso ver -y los tengo en mi Comunidad- hombres y mujeres que han pasado, o están pasando, por tremendos momentos de aflicción, pero siguen siendo «canal» de la Bendición de Dios para otros. Gloria al Señor por ellos!!! Hermano querido, dando se recibe... y puede que ese problema te haya mantenido despierto una noche... Pero al día siguiente te alistaste y te fuiste a servir al Señor, demostrándole a tu problema que DIOS ES MUCHO MÁS GRANDE!!! Por último y para «arrancar» la tristeza de nuestra vida, hay algo que no puede faltar y que la Palabra de Dios llama: «CONTENTAMIENTO». Aprender a tener contentamiento, aprender a estar contentos con lo que somos y tenemos. Erradiquemos la idea de que contentamiento es «resignación»... Definitivamente no lo es. Veamos qué dice San Pablo: «No lo digo movido por la necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé andar escaso y sobrado. Estoy avezado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación.» (Filipenses 4:1112). Describe varias situaciones, de las buenas y de las otras... pero él sigue siendo el mismo. Estar avezado es estar habituado, es haber experimentado algo. Dice: ya pasé por todo, pero sigo siendo el mismo hijo de Dios. Esa es la actitud correcta frente a situaciones difíciles: mi condición de hijo de Dios, de vencedor en Cristo Jesús, NO CAMBIA por ninguna situación por más adversa que ésta sea. Y luego dice en el versículo 13: «Todo lo puedo en Aquel que me conforta». Pablo está dando testimonio de las cosas que le tocaron pasar (y vaya que las pasó!!!) y a través de su pluma pone, por mandato del Señor: ¡ESTÉN ALEGRES! Esta Palabra es para que apartemos de nuestra vida la tristeza rápidamente, en el Nombre de Jesús. A pesar de nuestros problemas, de nuestras cuestiones... de necesidades aún no suplidas: «¡Señor, me basta Tu Gracia!» Claro que seguimos orando para que esas situaciones se resuelvan, pero sin tristeza y con la actitud correcta. Hermano querido, si eres una persona disciplinada: en la Oración, en la lectura diaria de la Palabra, en la Vida Sacramental, y en la experiencia comunitaria en la Iglesia, entonces te será mucho más simple cortar con ese devastador proceso, que es la tristeza. No le permitas «echar raíces» en tu corazón. Recuerda... «¡ha perdido a muchos!» Recibe la Palabra de Dios y la instrucción que nos da, de ese modo se ejecutará en tu vida otro proceso que sí te bendice y bendice a los que te rodean: la alegría, que es mucho más que una sonrisa -aunque es muy bueno sonreír- pero es por sobre todo: la tranquilidad de saberse sostenido y guardado por Dios. Gracias Padre, porque en el Nombre de Jesús, queda fuera, absolutamente fuera, de nuestra vida toda tristeza, toda amargura; y decimos juntos: ¡Todo lo que soy y todo lo que tengo está sujeto a Jesucristo y a Su Palabra! ¡Amén!
BREVE EXTRACCIÓN DEL MENSAJE PREDICADO POR ROXANA B. DE HOVHANESSIAN EN MARZO DE 2009
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Celebremos!!!
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El Domingo 25 de Agosto, los niños de nuestra Comunidad celebraron el Día del Niño. Los agasajamos con una jornada de cine, juegos, golosinas y regalos. Damos gracias a Dios por ellos y oramos para que continúen creciendo como «Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en Gracia ante Dios y ante los hombres.» (Lc 2:52). También honramos la tarea que realizan Celia, Liliana, Valeria, Lucía, Geraldine, Agustina y Lourdes, quienes con profundo amor y dedicación comparten con ellos cada encuentro durante el año, conociendo la Palabra de Dios a través de juegos y divertidas dinámicas de trabajo. Por nuestros niños y por sus familias: GRACIAS SEÑOR!!!
Cuando llegaba la hora de irse a dormir, recuerdo que mi mamá nos reunía en su cama, a mi hermano y a mí, nos tomaba de la mano y comenzábamos con la oración. Esos momentos se volvieron una costumbre para mí. Así, antes de disponerme a dormir, oraba a Dios. Pero era más que nada... una costumbre, como algo «mecánico». Al llegar a la Comunidad Santa María esa acción tomó pleno significado. Por la enseñanza de la Palabra de Dios que recibí, me di cuenta de la importancia de la oración, imprescindible para la vida del cristiano. Qué importante es inculcar a los niños, la oración. Aunque de momento «no lo entiendan», en el futuro será una de las herramientas más poderosas de sus vidas. Dice la Escritura: «Educa a tu hijo desde niño, y aún cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas.» (Proverbios 22:6). Lourdes Chiappetta
Dios no te ama "por lo que hiciste", sino "por lo que eres": SU HIJO!!! "Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos HIJOS DE DIOS, pues ¡LO SOMOS!..." (1 Jn 3:1)
Disfruta de Su Amor, camina en santidad y sé feliz!!! facebook.com/DiegoHovhanessian
Como compartíamos en algunas de nuestras reuniones, todos pasamos por momentos difíciles. Pero ante todo aprendíamos que, en Cristo, no sólo habremos de superarlos sino que además debemos «sacarles provecho»... algún beneficio. No sólo se trata de salir de la prueba sino que además hemos de obtener algo mejor. José -por ejemplo- que era hijo de Israel, por la envidia de sus hermanos terminó siendo vendido como esclavo en Egipto. Más tarde, tuvo que sufrir otra gran injusticia por rehusarse a estar con la mujer de su señor; acusado falsamente por ella, fue llevado preso a la cárcel, donde permaneció al menos, por más de dos años. Pero en ambas situaciones adversas, la Biblia atestigua que Dios estaba con él y que hacía prosperar todo lo que él realizaba (ver Génesis 39:3-23), concediéndole además el favor de quienes tenían autoridad sobre él. Así, llegó el día en que el mismo faraón mandó llamar a José, que aún estaba en la cárcel, y le consultó por un sueño que había tenido y que le tenía muy preocupado. Dios estaba con José, quien le dio al faraón la interpretación correcta del sueño y le aconsejó cómo debía proceder. José ganó entonces el favor del faraón, que lo puso al frente de todo el país de Egipto, de modo que todo el pueblo dependía de lo que él dijera. Allí recibió como mujer a Asnat, con quien tuvo dos hijos (Efraín y Manasés), y tiempo después recobró a la familia de su padre, perdonando a sus hermanos y proveyéndoles el sustento. En medio de tanta adversidad, José procedió con rectitud al observar la Voluntad de Dios, y por eso fue recompensado. Da testimonio de ello la Biblia al decir: «José, en el tiempo de su angustia, observó la Ley y vino a ser señor de Egipto.» (1 Macabeos 2:53). Y como él, tantos otros hombres de Dios que la Biblia señala como ejemplos, pasaron también por momentos difíciles, pero al igual que José, no dudaron en su fe, sino que se mantuvieron firmes en sus convicciones; y por eso todos ellos fueron no sólo librados de la prueba sino que además recibieron de Dios especial recompensa por la virtud. (Ver 1 Macabeos 2:52-60). Querido hermano, confía en Él porque «...todos los que esperan en Él jamás sucumben.» (1 Macabeos 2:61). A Dios sea la Gloria!!!
Agustina Spegazzini
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«Les propuso una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer » (Lucas 18:1). La oración es fundamental en la vida del cristiano. Es un pilar que no puede faltar. Ahora bien, si yo te preguntara: «¿Oye Dios, todas las oraciones?», ¿cuál sería tu respuesta?... Ante todo hay que decir que Dios es Todopoderoso, Omnisciente, conoce cada palabra aún antes de ser pronunciada, ningún pensamiento está oculto para Él. En cuanto a esto: sí, Dios oye todas las oraciones. Pero en cuanto a la respuesta, la Escritura nos enseña que no toda oración obtiene el mismo resultado...
este publicano En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador! Os digo que éste bajó a su casa justificado y AQUEL NO ». DIOS OYE AL HUMILDE, A QUIEN SE RECONOCE NECESITADO DE DIOS.
ME HABRÍA ESCUCHADO». Dios conoce el corazón, lo íntimo y profundo del hombre está al descubierto para Él. Dios sabe cuando una oración es movida por recta intención y cuando no Malas intenciones, pensamientos de rencor, venganza, de maldad, de pecado; apartan de Dios.
*1 Juan 3:22
*Salmo 66:18 «Si hubiese maquinado algo malo, EL SEÑOR NO
*Proverbios 28:9 «Si uno cierra su oído para no oír la ley, también
SU ORACIÓN SERÁ ABORRECIDA». Esto es: «cerrarse» a la Palabra de Dios. «Pero ellos no quisieron hacer caso; no se dejaron someter y se hicieron los sordos para no escuchar; endurecieron su corazón como el diamante para no oír la Ley y las Palabras que Yahvé Sebaot había dirigido Entonces montó en cólera Yahvé Sebaot y dijo: Como no han escuchado cuando les he hablado, TAMPOCO LOS ESCUCHARÉ CUANDO ME LLAMEN.» (Zacarías 7:11-13).
*Proverbios 21:13 «El que cierra los oídos al clamor del débil
llamará y NO SE LE RESPONDERÁ». Es una actitud de indiferencia, es decidir que el sufrimiento del otro no es importante, todo lo contrario a la misericordia y la compasión.
*Lucas 18:9-14
«Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como
*Salmo 34:16,18
«Los ojos de Yahvé sobres los justos, SUS OÍDOS ESCUCHAN SUS GRITOS Cuando gritan, YAHVÉ LOS OYE Y LOS LIBRA DE SUS ANGUSTIAS ». Justos, no por mérito propio, sino por la Sangre de Cristo. Es vivir en la justicia de Dios y confiando en Su Gracia, sabiendo que Él siempre perdona al pecador arrepentido y da las fuerzas para vencer la tentación.
« Y LO QUE PIDAMOS LO OBTENDREMOS DE ÉL, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada». Obediencia a Su Palabra, eso es agradarle y es también garantía de bendición. Querido hermano, Dios ama al humilde, al que es sincero y transparente. En la Palabra de Dios tienes la guía para conducirte en todas las situaciones de tu vida. Si algo no está como debe la Sangre de Cristo limpiará tu vida: arrepiéntete de corazón, confiesa tu pecado y vuelve a la Gracia. La oración siempre debe buscar la Voluntad de Dios, pues Él quiere tu realización plena como persona, y esto sólo es posible caminando en santidad: « Seréis santos, porque Santo soy yo.» (1 Pedro 1:16). Y déjame decirte que Dios nunca te pedirá nada sin antes darte, Él mismo, las fuerzas para hacerlo. Disfruta de la vida de Oración, tanto como de saber que tienes un Padre en el Cielo que te ama. Busca Su Voluntad, guarda la Palabra y ten confianza, que Dios responderá a tu clamor. Que el Señor colme tu vida con Sus bendiciones!!! Breve EXTRACCIÓN de la Prédica de Diego Hovhanessian de Julio de 2006
La oscuridad fue uno de mis mayores temores durante la infancia. Recuerdo haber dormido con la luz prendida hasta casi los 10 años. Cuando crecí, no había vencido del todo ese temor pero «me hacía la valiente»... Hebreos 11:1 dice que la fe es prueba de las realidades que se esperan, garantía de lo que no se ve, esta definición también podemos aplicarla al miedo que es prueba de las realidades que no vemos, pero en sentido negativo. Cuando tenemos miedo los pensamientos nos abruman y no razonamos con claridad incluso podemos reaccionar de manera impensada (gritos, llanto, hasta salir corriendo). Cristo es la Luz del mundo que ilumina la oscuridad de nuestro interior, cuando Él pasa por tu vida, nunca más las cosas serán iguales ... el temor se va y somos llenos de Su Presencia. Ahora puedo caminar y dormir tranquila en la oscuridad porque Cristo está conmigo y aunque cruce por oscuras quebradas no temo porque Él me defiende.
Lic. Valeria Salinas
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