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ONACE y el Ministerio de Educación han desarrollado el Programa de Prevención Temprana del Consumo de Drogas para niños y niñas de Educación Parvularia, como una forma de ayudar tanto a los padres como a la escuela en su labor educativo-preventiva.
Este Programa se llama “En busca del tesoro” y tiene como objetivo que los niños y niñas, entre 3 y 6 años, desarrollen habilidades, actitudes, y hábitos relacionados con el autocuidado y estilos de vida saludables. Con ello, se pretende reforzar y fortalecer valores en el niño/a, para que, a medida que va creciendo, pueda enfrentar los riesgos propios del desarrollo, tome decisiones responsables y evite el consumo de drogas. Este Programa de prevención es un instrumento de apoyo al educador/a, para desarrollar actividades preventivas con los niños y niñas en el aula, y cuenta con un material de apoyo que incorpora la participación de la familia para reforzar su rol activo en la prevención del consumo de drogas.
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PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL PROGRAMA “EN BUSCA DEL TESORO” SE
ORGANIZA EN TORNO A LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES:
• Ocho sesiones de trabajo padagógico de el/la educador/a con los/as niños/as. • Un encuentro de padres y apoderados con sus hijos e hijas (se realiza en la sexta sesión). • Tres reuniones de padres y apoderados.
Permite el desarrollo de un trabajo individual del niño y la niña, además del grupal.
Es flexible. Se adapta a la realidad educativa de cada establecimiento.
Es lúdico. El/la niño/a aprende jugando.
Integra a la familia de los/as niños/as entregando herramientas para el desarrollo de actitudes preventivas.
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¿CUÁL ES EL ROL DE LA FAMILIA EN LA PREVENCIÓN? s fundamentalmente en la familia donde aprendemos nuestros valores, nuestros primeros hábitos, nuestras primeras palabras, aprendemos a expresarnos, a saber lo que está permitido y lo que no. Aprendemos a expresar nuestros afectos y a relacionarnos con el mundo. Cuando somos niños la familia es nuestro centro de desarrollo. Luego, cuando somos padres, nos damos cuenta de la responsabilidad que implica educar a nuestros/as hijos/as, y lo hacemos con el mayor cariño, muchas veces sin que nadie nos haya enseñado cómo hacerlo. La paternidad nos plantea un especial desafío hoy en día, en que son cada vez más frecuentes los problemas asociados al consumo de drogas. El mayor desafío como padres es estar atentos y prevenir tempranamente antes de que ocurran estos problemas.
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Nuestro rol fundamental como familia es prevenir y desarrollar potencialidades y conductas saludables en nuestros/as hijos/as, preparando y fortaleciendo en ellos/as habilidades desde pequeños/as para que tengan herramientas para enfrentar situaciones de riesgo relacionadas con el consumo de drogas. Es en la familia donde los/as niños/as aprenden a comunicarse, a tener confianza y creer en los otros y en ellos 4
mismos; aprenden a cuidarse y a cuidar a los demás, a saber enfrentar los problemas de la vida; a reconocer lo que está bien y lo que está mal para uno y para los demás, a contar con valores que guíen la vida y que ayudan a hacer un mundo más humano y solidario. La prevención temprana consiste en la práctica y desarrollo de ciertas habilidades específicas y generales que enriquecen la capacidad del niño y la niña para enfrentar situaciones de riesgo del consumo de drogas.
Prevenir implica anticiparse, es decir, evitar tempranamente la probabilidad de probar algún tipo de droga.
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¿C ÓMO PARTICIPA LA FAMILIA EN EL P ROGRAMA “E N B USCA DEL T ESORO ”? n la familia es posible crear ambientes que potencien un desarrollo saludable en los niños y niñas. El Programa “En busca del tesoro” pretende ser un apoyo para que los padres, madres y apoderados desarrollen acciones que contribuyan a potenciar el aprendizaje de los/as niños/as en el hogar, fortaleciendo en las familias la capacidad para protegerse y crear ambientes sanos que sean un aporte para todos sus miembros.
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La invitación es, entonces, a participar activamente en esta tarea en el establecimiento educativo de su hijo o hija, reforzando y apoyando las habilidades que se desarrollen en el aula. Con ello nos anticipamos, preparándolos para enfrentar las posibles situaciones de riesgo y reforzando habilidades para la vida. 6
¿Cómo proteger a nuestros hijos? ALGUNAS ACCIONES PREVENTIVAS:
• Dígales permanentemente que los quiere. Hágales cariño, converse con ellos sin agredirlos y respetándolos/as. Eso ayuda a su autoestima. Así crecerán seguros/as, sin la necesidad de hacer cosas que no quieren para ser aceptados/as o aprobados/as. • Esté atento a escucharlos cuando quieran hablar acerca de lo que les pasa, de sus aventuras, situaciones de su vida, sueños, descubrimientos, amigos imaginarios, miedos y penas. Eso estimula su capacidad de comunicación. • Refuerce sus logros cuando hacen algo bien o cuando se esfuerzan. Así tendrán confianza en sí mismos/ as y se sentirán más seguros/as para asumir nuevos desafíos. • No se burle de sus hijos/as. Evite ridiculizarlos/as y compararlos/as con otras personas. Recuerde que un buen trato, basado en el respeto y cariño, los hará sentirse bien y queridos. • Enséñeles autocuidado y hábitos saludables. A cuidar su cuerpo, su alimentación, su higiene, a distinguir lo que les hace bien de lo que les hace mal, para crecer sanos. Eso les permitirá tener claro el daño que le producen las drogas para su organismo.
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• Enséñeles desde pequeños/as que no es bueno automedicarse ni tomar remedios ante cualquier dolor. • Estimule a sus hijos/as a jugar con otros niños/as. Que compartan con otros, respetando y valorando las diferencias. Además de aprender a relacionarse con otros, aprenderán a tener sus propios valores y opiniones, aunque éstas sean diferentes a las del grupo. • Enséñeles a resolver problemas cotidianos y a asumir responsabilidades de acuerdo a su edad: Ordenar su dormitorio, realizar sus tareas, etc. Así, cuando no les resulte algo, entenderán que tiene solución, y que es posible aprender de las frustraciones. • Enséñeles a ser tolerantes frente a algunas situaciones: Por ejemplo, a esperar su turno cuando corresponde y a comprender que no todas las necesidades se pueden satisfacer inmediatamente.
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R ECUERDE : Para nuestros hijos e hijas somos lo más importante y, por SOMOS UN EJEMPLO
esta razón, nos ven como un
PARA NUESTROS/AS HIJOS/AS
modelo. Ellos nos imitan y quieren ser como nosotros. Aprenderán a cuidarse observan-
do cómo nos cuidamos. Aprenderán desde pequeños a no excederse en el consumo de drogas legales (tabaco y alcohol) cuando sean jóvenes o adultos, a no consumir medicamentos sin receta médica, observando nuestras conductas en relación a estos temas.
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Es recomendable que nuestros hijos e hijas conozcan nuestra CONVERSAR CON NUESTROS/AS HIJOS/AS
opinión acerca de las drogas, señalándoles por qué éstas no son buenas para la salud y el desarrollo de las personas. La información y el tipo de conversa-
ción con respecto a este tema con nuestros hijos e hijas se debe ir graduando en la medida en que vayan creciendo. Cuando son pequeños/as, podemos comenzar explicándoles por qué ellos no deben beber alcohol ni fumar, por qué no es bueno abusar de los medicamentos, y la importancia de tener hábitos saludables y de autocuidado.
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Una actitud clara de rechazo al consumo es fundamental NUESTRA ACTITUD COMO PADRES
para prevenir el consumo de drogas cuando jĂłvenes o adultos. Conversar sobre lo que piensan o sienten respec-
to a las drogas y responder responsablemente a ello es clave. Junto con esto, es importante reforzar en nuestros/as hijos/as su autoestima, su capacidad de expresar sus sentimientos, su capacidad de relacionarse con otros y sus valores. Todo ello, a travĂŠs del ejemplo y el cariĂąo que como padres les podemos entregar.
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