Reflexiones sobre arquitectura
Arne Jacobsen, los nórdicos y las matemáticas Rogelio Ruiz Fernández, dr. arquitecto
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Jacobsen y las matemáticas En este artÍculo revisamos conceptos como lo intemporal, la elegancia, la proporción y la búsqueda de la perfección en la obra de Jacobsen. Todos ellos conseguidos principalmente por la aplicación absoluta de las matemáticas como vía para lograr la venustas, por utilización directa de reglas atemporales, lejos de las modas. ¿Cómo es posible que esta arquitectura de Jacobsen nos impresione tanto, cincuenta años después de su muerte? ¿Cómo es posible que sintamos, con tanta fuerza, su mensaje? ¿Cómo es posible que sus obras exhalen este aroma de atemporalidad? ¿Cómo es posible que sus proyectos, nunca literales con el clasicismo -siempre siguiendo el dictado de materiales, tarea, programa- finalmente invoquen en nosotros la calma de la antigüedad? Todas estas preguntas tienen muchas respuestas, pero todas pasan por las matemáticas.
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El mar desde el Museo de Louisiana, Copenhague, Dinamarca (foto Rogelio Ruiz) Nubes y el mar, dibujo de Jørn Utzon (de Giedion) Ayuntamiento Estocolmo, Ragnar Östberg (foto Grigory Bruev/Envato) Oficinas Hew en Hamburgo (4a), Ayuntamiento de Aarhus (4b) y St Catherine Oxford (4c). Todas de Jacobsen (fotos Rogelio Ruiz)
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Embajada Danesa, Londres, 1969 Refinería Maersk, Copenhague, 1962 Estadio Landskrone, Suecia, Jacobsen 1957-64 (foto de Solaguren-Beascoa 2001) Neues National Gallerie, Mies, Berlin 1968 (foto M.Garnería1987) Jespersen Offices, 1953-55 (RIBA Arch.) Munkegårds (dibujos Rogelio Ruiz 1999)
El joven Arne vivió su infancia frente al estrecho de Øresund mirando el plano del mar bajo diferentes luces, como un plano que sube y baja con las mareas, y corta la superficie de la costa. Observando también los árboles, apuntando al cielo, como líneas verticales. Jacobsen, en todas sus obras, busca la consecución de esta excelencia en la vida real. Todos sus detalles, composiciones, ladrillos, marcos de ventanas, estructuras... buscan la perfección. ¡Y no hay nada tan perfecto como las matemáticas!
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El plano base y la parrilla
El plano (y volumen) flotando sobre el aire y la luz
En la conferencia pronunciada por Arne Jacobsen con motivo de la recepción del premio Fritz Schumacher en 1963, en Hannover, habló de sus numerosos viajes a Alemania y de su devoción por Mies. Mies es otro seguidor absoluto de las matemáticas, y todas sus decisiones provienen del uso de cuadrículas que alivia la incertidumbre. Por supuesto que en Jacobsen la estructura se adapta a esa relación ortoédrica que ordena todo el espacio, pero en muchos otros proyectos, como la Embajada de Dinamarca en Londres (fig. 5), la cuadrícula está dibujada en todos los planos. He citado la estructura, la parte más dura de la arquitectura, como principal seguidora de las parrillas, pero las cuadrículas también son muy importantes para la luz. La inmensa cantidad de luces ordenadas que cubren los grandes espacios en las firmas corporativas generan a veces incrementadas por su reflexión sobre paredes de vidrio, planos etéreos de luz que están al dictado de la matemática y la arquitectura. Por supuesto, hay que decir que el uso de parrillas está relacionado con los grandes proyectos, como una forma de llevar el dibujo atado con una correa corta, como un adelanto de problemas de juntas, elementos prefabricados... que se ordenan desde el principio, pero cuando se trata de una sola casa, normalmente estos marcos de cuadrículas no están dibujados.
Un edificio impresionante en Estocolmo es el Ayuntamiento (1911-1923), de Ragnar Östberg (fig. 3), y también es impresionante ver su enorme volumen de ladrillos, cargándose en el aire y la luz de la logia en la planta baja, dejando ver a su través el mar. Tan impresionante como las oficinas de Jespersen en Copenhague (fig. 9), donde todo el edificio parece estar flotando. A Mies también le gustaba el “plano flotante”, el maravilloso efecto de la masa, que pesa, pero parece que vuela. A veces el efecto se debe a la delgadez de los pilares metálicos, que desaparecen con la luz (de alguna manera esta es la lucha de la éntasis en la arquitectura griega contra la desaparición del material por la luz, pero utilizada en nuestro beneficio espacial). Otras veces, como en Jespersen (fig. 9), las vigas largas hacen el trabajo; o en Berlín, Mies sitúa fuera de la caja de cristal la estructura. Jacobsen enriquece varias veces sus proyectos con ese efecto de espacio que atraviesa todo el edificio, cavando la pendiente para auditorios o, como en el Landskrone Stadium (fig. 7) (Suecia, 1957-1964, antes de que Mies hiciera su obra maestra, la Neues National Gallery (fig. 8) de Berlín, 1968), disminuyendo la escala, excavando las gradas y el campo de deportes. En la sección basilical clásica, las iglesias tienen arriba, el claristorio o plano sagrado de la luz como metáfora de Dios entrando y sa-