Reflexiones sobre arquitectura
CHIPPERFIELD, espacio y tiempo Rogelio Ruiz Fernández, dr. arquitecto
Capilla del cementerio Inagawa y centro de visitantes, Japón, 2013-17
Un inglés “glocal” Empezamos con una visión amplia, la de un inglés que tiene estudio también en Berlín desde donde proyecta para todo el continente, y cuyos inicios y algunas de sus obras más notables vienen de Japón donde también tiene sede. Un inglés que pasa sus veranos en España, pero no en la España de palmera y playa, sino en Corrubedo, en la Galicia celta (donde acaba de reabrir el tradicional bar del puerto). Un inglés que creó una fundación para el desarrollo y mantenimiento de las actividades vinculadas a las Rías Gallegas, para que no se pierdan los oficios... Y no solo despliega sus trabajos -Latinoamérica, África, China...- sino que absorbe sus culturas1. Locales: Confinado en una nuez David Chipperfield tuvo una entrada en el mundo laboral de la mano de arquitectos tan renombrados como Norman Foster y Richard Rogers; sin embargo, si recorremos su obra es difícil encontrar vestigios de la formalización y exhibición tecnológica que se observa siempre en sus mentores2. Es muy interesante ver como confinado en pequeños locales mostró gran habilidad para la combinación de formas y materiales. El de Issey Miyake (fig. 1), que presenta en el fondo una gran losa de mármol veteado que se apodera de todo el espacio y luego, una barandilla ondulante que se apoya en varillas desordenadas... Kenzo, luego, también en Londres, donde los materiales crudos, madera y mármol con veta de nuevo, nos dan su verdad. O la pequeña tienda para Equipment en París (luego también Japón...), donde el joven arquitecto mostraba todo lo que tenía, y prometía mucho más, que vino después. Los estudios de diseño gráfico en Londres, con esas enormes placas de piedra, daban clasicismo a una arquitectura totalmente nueva; se desarrollaban, como luego en el Arnolfini Arts Centre de Bristol, separándose del contenedor patrimonial industrial, respetándolo y generando así una actitud que, más tarde, aflorará de manera intensa en su etapa alemana. Otro local posterior, increíble, era el Wagamama de Piccadilly (fig. 2), entrando por arriba, rojo alicante en vez de mármol, madera en las paredes y en los bancos. ¡Qué bien lo pasamos! Pero la arquitectura interior, muchas veces efímera y veloz, ya no estaba la última vez que fui. A pesar del rigor, son locales alegres por la luz y, aún con la vinculación japonesa que iba creciendo en él, me niego a llamar minimalista esa primera etapa, esa etapa tan rica.
“Podría escribirte una larga carta pero dame más tiempo y te escribiré una más corta” En 1988, al final de esta época que acabamos de ver, Chipperfield le hace una entrevista a Norman Foster para Quaderns (nos lo recuerda Raymund Ryan, 2001), y la actitud del entrevistador muestra en realidad sus inquietudes: cómo la técnica visible se hace con la imagen del proyecto, la seriación de una idea constructiva... El veterano contesta expresando sus problemas en Nimes: “¿Cómo integrar una arquitectura frente a la Maison Carrée? ¡No se puede hacer una caja de cristal...!”. El High-Tech llega a un callejón sin salida donde está la ciudad antigua. En un momento dado el entrevistador le insinúa a Foster que Picasso abandona la perfección técnica para buscar nuevas vías artísticas. La obra de Chipperfield nunca hace alarde de la tecnología, no la vemos, y en muchas ocasiones, como estudiaremos, sí que busca relación con el lugar. De esta entrevista que comentamos, en la revista catalana, me llamó la atención un refrán que cita Foster: “I could write you a long letter but give me more time and I could write you a shorter one”. A partir de este momento, nuestro arquitecto empieza a decir más con menos texto. The Iceberg Theory La cita anterior sobre la carta corta, nos lleva a Oscar Wilde y su teoría del iceberg, que nos pide escribir el diez por ciento de lo que sabemos, como el iceberg que nos muestra solo esa parte de su existir y esconde bajo el agua el resto3. El protagonista de estas líneas parece que en sus obras, tras un análisis muy intenso del lugar y de la arquitectura del lugar, va destilando soluciones que comparten guiños con el lector versado, de construcciones que ambos conocen, pero que el arquitecto no nos muestra, a veces, ni en sus textos. Volviendo a Picasso, la obra debe expresarse por sí misma. Somos nosotros los que tenemos que buscar las pistas que nos sugiere la forma final. Es como si la búsqueda espacial del entorno no fuera suficiente y la relación se establece, además, con otros ejemplos de la historia del lugar. En la obra de Chipperfield, esta idea, esta vinculación espacio-tiempo, no viene solo de oriente, donde en japonés espacio y tiempo se funden en un mismo lexema (ma), sino que, volviendo a Europa, en la filosofía de Kant, espacio y tiempo son las formas puras de la percepción, y por tanto apriorísticas4.
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Issey Miyake Londres 1989 2 (foto David Chipperfield Architects) Wagamama, Piccadilly 1995 (foto David Chipperfield Architects) Vivienda en Berlín 1994-1996 (foto Chrisitian Richters) Vivienda en Blankenese, Hamburgo 2006-2008 (foto David Chipperfield Architects) Vivienda en Elbchaussee, Hamburgo 2008 (foto Chrisitian Richters) Jane Street 11-19, Nueva York 2021 (foto David Chipperlield Architects).
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River and Rowing Museum, Henley on Thames, David Chipperfield Architects 7bis “Tents” Milton (Cambridge) (foto Rogelio Ruiz) 8 Estudio Gormley, David Chipperfield Architects 2001-2003 8bis Estudio Gormley por E.Perry y N. Gregory 1989-1990 (foto David Chipperfield Architects) 9 Ciutat de la Justicia, David Chipperfield Architects Barcelona 2002-2009 (foto David Chipperfield Architects)
9bis Instituto Francés, Coderch, Barcelona 1972 (foto Annalisa Macino) 10 Museo Júmex, David Chipperfield Architects, Mx. 2013 (foto David Chipperfield Architects) 10bis Casa Diego Rivera y Frida Kahlo, Mx. O´Gorman 1929-1931 (foto Marqturo) 11 Cementerio San Michele, David Chipperfield Architects, Venezia 1998 11bis Danteum, G. Terragni, P. Lingeri 19381940
Es evidente que en el River and Rowing Museum de Henley on Thames (fig. 7), la estructura, el permiso de residencia, se consigue por un lado conformando el edificio a base de pastillas cubiertas que se deslizan como lo hacen algunos cobertizos destinados a albergar embarcaciones en las riberas de los ríos ingleses (fig. 7bis). Pero el proyecto que parte de ahí después se realiza y se conforma con una serie de materiales como el hormigón o el cristal, que no dejan lugar a dudas del momento en que se ha realizado. En el caso del estudio, macroestudio, del escultor inglés Anthony Gormley (fig. 8), premio Turner, la relación se produce con la biografía del propio autor, ya que cuando hacía aquellas figuras de granito negro compactas, como las esculturas egipcias del Louvre, trabajaba (al lado del pintor Tom Phillips) en un estudio (fig. 8bis) diseñado en un backyard por los arquitectos Eric Perry y Gregory Nello. Pero cuando la fama del autor del Ángel del Norte creció como su escultura, necesitó un estudio más grande que le encargó a Chipperfield. De algún modo el nuevo edificio, que su autor compara con el estudio de Ozenfant de Le Corbusier, es en realidad un desarrollo de aquel primero de Gormley donde fue tan creativo. La relación al construir los Jutjats de Barcelona (fig. 9) con el Instituto Francés de Coderch (fig. 9bis) también es reseñable. Lo mismo en Ciudad de México, donde el Museo Júmex (2013) (fig. 10) nos recuerda también a la fachada de Ozenfant, pero localmente no podemos dejar de pensar en la Casa de Diego Rivera y Frida Kahlo (1929-1931) (fig. 10bis) de Juan O’Gorman. Podemos continuar con el Danteum de Terragni (fig. 11 bis) que es el cementerio de San Michele en Venecia (fig. 11) y llegar así, tras la comprobación reiterada, a concluir que se trata de un modus operandi del inglés.
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13 12 Mi querida España Chipperfield hizo un edificio muy protagonista: el Veles e Vents (fig. 12) en Valencia (con Fermín Vázquez) para la America’s Cup, que es un símbolo ya del puerto y la ciudad. También diseñó un proyecto para Teruel, para resolver un desnivel. En Madrid (con José María Fernández-Isla) ha hecho 176 viviendas (fig. 3), que son como rocas rojas varadas en la meseta que es la ciudad. En Santander ha diseñado un museo en la sede tradicional del banco homónimo en el Paseo Pereda5, que también esperamos ver realizado, donde ocupa con cristal, que no es tan inocuo, el gran arco urbano que deja pasar la calle por debajo. También presentó al concurso un elegante proyecto para las Colecciones Reales en Madrid. Además de los ya mencionados: su vivienda en Corrubedo, que enmarca aquel océano y se mezcla y se rompe, como las olas en las peñas, entre los azulejos de otras casas pequeñas de pescadores; y los Juzgados de Barcelona, que son un poco tristes de color (como si tuvieran ya muchos lavados). No hay color... Un teórico fundamental en lengua alemana fue Gotfried Semper: el valor de los materiales puros en su color y textura de origen6. En Inglaterra los revocos pintados de blanco, como las casas victorianas; en Alemania el ladrillo crudo, muchas veces recuperado; en Japón, el Japón moderno, el del hormigón de Kenzo Tange, Tadao Ando... no el Japón de los tabiques de arroz. A veces los hormigones son coloreados en masa (Juzgados Barcelona como vimos, propuesta de los de Salerno, viviendas en Madrid y el nuevo Inagawa Cemetery -ver la primera fotografía del artículo-). Mímesis Sir David Chipperfield, cuando construye en Alemania como vimos, es más germano, más “orden alemán” que los teutones. Cuando la obra es en Japón, es mas japonés que los nipones y en cada sitio estudia su pasado para ser bienvenido. Esas casas de ladrillo en Alemania son tan Mies del principio, tan Behrens..., que al verlas nos sorprenden, son intemporales, reflejan árboles en sus cristales, muestran privacidad, no un despliegue innecesario de frivolidad. La de Blankenese en Hamburgo7 es tan cerrada, sobre todo en fachada... O en Japón, el centro Toyota, duro hormigón y negro por fuera, y de repente se abre el estanque con los cantos rodados, la madera a su lado, el seto bien cortado... O las piezas cerámicas que diseña recuerdan la laca japonesa, el placer de Tanizaki, la contención de un haiku. Volvemos a lo mismo, dame más tiempo y seré más breve para decirte más. Museumsinsel Berlin ¿Se han fijado alguna vez que de la misma raíz de bellum (guerra en latín), viene belleza, bellus?8 Para los romanos la guerra era una forma de engrandecer Roma, la grande bellezza, y lo mismo debió de ser, tan errados ellos, para los soldados alemanes que cuidaban tanto la estética de su locura, como si lo bello cura. Las balas de la guerra sobre las paredes del Neues Museum son la muestra de un momento de horror, sin embargo esas pruebas palpables del dolor despiertan en nosotros lo positivo de fijar su memoria, para no repetirla. Es una situación incómoda. Siempre que voy a Berlín acabo en la Isla de los Museos, que es el origen de la ciudad. En el 2007 descubrí enfrente, no propiamente en la isla sino cruzando el ramal del Spree, el Kupfergraben, que estaban terminando un edificio que me atrajo y que fotografié intensamente. Al volver aquí, poco después, salió publica-
do y era efectivamente de Chipperfield. Trato de analizar por qué esa galería AM Kupfergraben (fig. 15), recién terminada, se insertaba de aquel modo en el lugar; los huecos son modernos, grandes, no se mimetizan en absoluto con la seriación regular berlinesa (como hiciera Siza en su “Tristeza”) y, sin embargo, parece desde el primer momento que siempre hubiera estado allí. Para hacer los muros se han reutilizado ladrillos de demolición y se ha puesto un mortero de caliza molida, del tipo del pretil del canal, que lo uniformiza9. Pensando en lo que antes decía, de cómo no solo quiere ver, sino conocer la historia del lugar, la restauración magnífica de la Alte Pinakothek de Múnich, de Dollgast, en la que con la guerra humeando utilizaba los ladrillos viejos recogidos (reciclados diríamos hoy), está presente allí. Berlín tuvo que ser igual, así lo recordaba Llamazares con montañas de escombros, y Chipperfield, con esta actuación, se convierte en el viajero que no se reconoce como tal, el que es de allí desde el momento en que baja del avión. Y así lo tienen que ver los alemanes, para darle no solo esta isla de museos, sino también, y esto ya es ser europeos, el magnífico Museo Schiller en Marbach, ¡el Museo de la Literatura Alemana!, que es otra maravilla, con sus pilares de hormigón ordenados, su arquitectura adintelada, parece que tiene un poso clásico, de Klenze, de Schinkel, de Stüler, de Tessenow, del mismo Mies. Y viniendo de Mies, también es muestra del aprecio que le tienen, el encargo, ya brillantemenete cumplido, de la restauración nada menos que de la Neue Nationalgalerie. Esta nueva entrega del Neues Museum de Berlín (figs. 17, 18 y 19) que visité en 2016 (todavía no estaba concluida la Galería James Simon) va mostrándonos un Chipperfield ya pleno, grave, sereno, que domina la disciplina, que ya no muestra aquella alegría de los locales del principio, aquella banalidad optimista (chipper significa “alegre” en inglés) no es el lugar, sino que, como Schinkel, diseñaba decorados de escena y nos fijaba luego la historia y la ciudad, en la fachada también grave, serena y plena hacia el Unter den Linden de su Altes Museum. Y es que este lugar, esta acrópolis local, se ha convertido en la raison d’etre de todo su destino, también del de Berlín que en esta isla, ahora de los museos, nació como simple pueblo de pescadores y vivió desde el cénit al fondo de lo que pudo ser. Bibliografía Chipperfield, David, David Chipperfield, Catálogos de Arquitectura Contemporánea, Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1992 (con texto de Kenneth Frampton). Chipperfield, David, Arquitecturas 1990-2002, Ed. Polígrafa, Barcelona 2002 (con ensayos de Jonathan Keates) Chipperfield, David, El Croquis 150, David Chipperfield 2006-2010, Ed. El Croquis, San Lorenzo del Escorial, Madrid 2010 (entrevista de Juan Antonio Cortés) Chipperfield, David, David Chipperfield, Obra reciente, 2G, Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1997 (con texto de Alberto Campo Baeza). De Michelis, Marco, Venecia, La Nueva Arquitectura, Ed. Skira Milano 1999. Foster, Norman; Chipperfield, David. «Tecnologia i arquitectura”. Entrevista realizada por David Chipperfield, “Tecnology and Architecture”. “Interview by David Chipperfield». Quaderns d’arquitectura i urbanisme, 1988, Núm. 178, p. 120-125. Kant, Immanuel, Crítica de la razón pura, 1781. Marciano, Ada Francesca, Giuseppe Terragni opera completa 1925-1943, Officina Edizione Roma 1987 Parry, Eric; Gregory, Nello, “From Launderette to artist´s Studio” en HAUSER (3/91), Hamburg 1991. Ryan, Raimund, “David Chipperfield, Reciprocity an Logic”, in Cool Construction, Ed. Thames & Hudson 2001. Ruiz Fernández, Rogelio, “David Chipperfield y el lugar donde despiertan las musas” La Nueva España, Prensa Ibérica 17-4-2011.
El autor quiere agradecer a David Chipperfield Architects y especialmente a Cecilia Sundstrom las facilidades para la realización de este artículo.
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17 12 Veles e Vents (dibujo Pau Olmo) 13 Viviendas en Villaverde, Madrid 2004 (foto Miguel de Guzmán). 14 James-Simon Galerie, Berlín 2018. (foto Simon Menges) 15 Galería de Arte AM Kupfergraben 2007 16 Maqueta Museumsinsel, Biennale Venezia 2018. 17-18-19 Neue Museum Berlín 2009 (fotos MuseumsInsel Rogelio Ruiz).
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Notas 1 David Chipperfield impulsa la creación de la Fundación RIA, reafirmando un compromiso a largo plazo con la iniciativa puesta en marcha en 2016, el Estudio Arousa. Actuando de manera abierta, colaborativa e independiente, la Fundación RIA pretende contribuir a la reflexión sobre el territorio y a dialogar y coordinar las diferentes administraciones, organizaciones sectoriales, industrias, universidades, colectivos y asociaciones, para planificar un futuro desarrollo sostenible. 2 Quizá en sus oficinas de Glasgow para la BBC y solo conceptualmente, el espacio central, bebe del Ipswich de Foster. 3 Teoría perfeccionada por Hemingnway que se conoce como “la teoría de la omisión”. 4 No solo Kant, en filosofía Heidegger y su Ser y Tiempo, Nietzsche y el Eterno Retorno o Ernst Jurger (El Libro del Reloj de Arena) y otros escritores alemanes como Thomas Mann o Stefan Zweig siempre están muy preocupados por el concepto de tiempo). 5 Frente a la fundación Botín de Renzo Piano, y junto a la propuesta de Cruz y Ortíz. 6 Que es de alguna manera otra forma de relacionarse con el tiempo. 7 Por cierto, donde tiene su estudio, que visité, el más HighTech de los germanos, Von Gerkan, curiosamente también con restaurante en su planta baja. 8 me lo dijo la veneciana Sara Rallo. 9 Viendo el reciente edificio de viviendas en Nueva York, ca79, observo que ha hecho lo mismo pero con ladrillo molido.
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