Legados ca83: Módulo, carácter y tecnología. La obra de Alas y Casariego

Page 1

64

CA 83 Legados

Servicio Histórico

Módulo, carácter y tecnología. La obra de Alas y Casariego Alberto Sanz Hernando, Fundación Arquitectura COAM

Genaro Alas y Pedro Casariego abordaron proyectos como el desaparecido edificio Windsor. Intervinieron en rehabilitaciones como la plaza del Fontán de Oviedo o el Instituto Psiquiátrico de Salud Mental José Germain e hicieron estudios sobre la prefabricación en la construcción para la Comisión Nacional de Productividad. www.coam.org/es/fundacion/servicio-historico/fondos-y-legados

El tándem formado por Genaro Alas (1926-2021) y Pedro Casariego (1927-2002) fundó su estudio en 1955. Considerados como uno de los equipos de arquitectos más interesantes de la segunda mitad del siglo XX, desarrollaron una extensa labor profesional de casi medio siglo que se caracterizó por su rigor compositivo y constructivo1. Ajenos a las modas, la arquitectura de Alas y Casariego responde completamente a lo específico de la arquitectura con un máximo sentido común2 e intención de simplificación y transparencia, sin estridencias ni trivialidades. Su estética está apoyada en el uso pertinente de la construcción y los materiales3.

Módulo Contaba en 2002 Pedro Casariego que uno de los criterios más importantes que habían aplicado Genaro Alas y él a la hora de proyectar era “el módulo, como apoyo constructivo y de orden, rompiéndolo cuando lo hemos considerado imprescindible”4. Varios más de estos criterios que consideraban Alas y Casariego como ineludibles se integran perfectamente con el anterior, como el hecho de no añadir nada superfluo en los proyectos, conseguir la máxima economía, “entendida como el mínimo necesario para lograr plenamente un fin determinado, independientemente de su coste” o conceder “prioridad a la colocación en obra de los materiales, dando la importancia justa a la belleza intrínseca”. Estos principios explican en gran medida los adjetivos que habitualmente se han aplicado a la obra arquitectónica de estos significativos autores de la segunda mitad del siglo XX: rigor, economía, construcción, sentido común, honestidad, anonimato, etc., pero siempre acompañados de la belleza5. Como sucede en la composición musical, un escaso número de componentes y un riguroso método generan infinitas posibilidades compositivas. Casariego lo explica bien: usar el módulo, sí, pero romperlo cuando sea necesario, como hacen los músicos. Vélez describe este sistema comentando que los arquitectos “atrapan fantasías espaciales en tramas rigurosamente sometidas a la geometría”6. Este método modular, que ofrece un rigor al producto edificado, no es más, según Mariano Bayón, “que la expresión de una ética, un compromiso más allá del proyecto”7. En la obra de Alas y Casariego hay un claro paralelismo entre el carácter del edificio, modulación y sistema constructivo y materiales utilizados. La arquitectura re-

presentativa se modulaba generalmente por estos autores a partir de la estructura y se subdividía dicho módulo hasta controlar geométricamente el proyecto, lo que proporcionaba a la obra un carácter tecnológico. En cambio, para Alas y Casariego la arquitectura doméstica recogía los modos y materiales tradicionales, más escalables y asociados a la residencia del hombre, y presentaban un carácter más masivo donde el módulo principal era el ladrillo o los huecos y desde ellos crecían hasta conformar el edificio ocultando, muchas veces, la estructura. Por tanto, en la arquitectura más moderna, tecnológica y modulada, este módulo se repetía para controlar el edificio espacialmente, y se subdividía a su vez para acometer todas las escalas del conjunto, siempre con carácter más representativo, mientras que en la arquitectura doméstica, más tradicional, el módulo, de pequeño tamaño, crecía de forma masiva para conseguir definir la edificación.

Carácter El carácter de la arquitectura, en referencia a las cualidades de representación que se asocian a su función, se trata en la obra primera de Alas y Casariego como una consecuencia de dos factores: primero, la herencia de una tradición constructiva española y una manera de trabajar obligada por la situación económica e industrial de la posguerra, que se fue aligerando según pasaban los años ante la apertura del país y la mejora de la técnica constructiva y el catálogo de materiales utilizados, y, en segundo lugar, la búsqueda de una modernidad que llegaba cada vez menos velada de los países vecinos. En estos, donde el Movimiento Moderno estaba desarrollado plenamente, el carácter de los edificios se debatía entre una arquitectura tecnológica heredada de la obra de Mies van der Rohe que representaba la modernidad y el progreso, que evoluciona entre los cincuenta, tras la Segunda Guerra Mundial, y los setenta, y está destinada a edificios representativos, y una arquitectura de carácter más doméstico, con soluciones tradicionales que se acercan a la escala de la obra y a sus reducidos presupuestos. La arquitectura de Alas y Casariego responde a estas premisas: una obra que utiliza una tecnología todavía no muy extendida en España pero que se solicita por una clientela que comienza a rechazar el carácter monumental y caduco de la arquitectura franquista y busca un carácter representativo de progreso que encuentra en lo moderno, precisamente en la arquitectura tecnológica. Alas y Casariego construyen, con un rigor propio de esta arquitectura y casi desconocido en España, las oficinas de Assicurazioni Generali (1958)8, el Edificio Centro (1967)9, los edificios Trieste (1969)10 o la Torre Windsor (1980)11, entre otros muchos de similar carácter: obras de primera calidad basadas en la modulación, en el rigor geométrico. Según Pérez Pita: “la tecnología de la construcción fue determinante para generar su forma final”12.

Fábrica Monky Sin duda, uno de los ejemplos donde se puede analizar mejor esta cuestión es en el tristemente desaparecido conjunto edificatorio destinado para la fabricación de cafés Monky (1961), también denominado Cogesol (Compañía General de Solubles)13. El proceso industrial, analizado pormenorizadamente por Alas y Casariego, propicia a los arquitectos realizar un grupo de edificios dispuesto en la amplia parcela situada en un punto estratégico de la autopista de Barajas, pues propiciaba la visión del conjunto desde una gran distancia. La elección del lugar está clara, pues se busca la máxima publicidad para la empresa promotora, que solicita a los arquitectos un efecto espectacular que proporcione una imagen de transparencia y sinceridad en la producción del café.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Legados ca83: Módulo, carácter y tecnología. La obra de Alas y Casariego by conarquitectura ediciones - Issuu