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Visitas a fábrica

Visitas a fábrica

Primer Premio Autor/es Irene Domínguez Serrano. Madrid UPMTítulo TEMPER(n)ATURE. Un artefacto cultural para un paisaje atemperado en Zagreb (Croacia)

Zagreb es una ciudad de secuelas, de huellas de guerra, de terremotos, de vacíos y objetos obsoletos. Proliferan industrias abandonadas, sin uso, olvidadas, ante las que la ciudad no sabe qué hacer, dando lugar a especulaciones, a destrucciones masivas, a una pérdida de patrimonio. En 1880, la ciudad es sacudida por el llamado “Gran Terremoto de Zagreb”, de magnitud 6,3, y con su epicentro en la montaña Medvenica. Al límite del centro histórico, al final de la calle Ilica, en un eje que crece a los pies de la montaña, se construye la primera Fábrica de Ladrillos que reconstruiría la ciudad tras ser devastada. Sus creadores, la familia Müller, reinvirtieron los ingresos generados con su apertura en la ciudad, detonando la aparición de toda una serie de artefactos culturales a lo largo del eje. Un boulevard, un eje histórico, de ocio y desarrollo urbano, situando a la ciudad en un cosmopolitismo de enorme reconocimiento a nivel croata e internacional en artes escénicas, cine y animación. Hoy, muchos se han transformado y otros han desaparecido y la ciudad deja de disponer de espacios para estos eventos. Al mismo tiempo, en 2004, se produce el cierre de la Fábrica, y en 2021, el derribo de sus chimeneas. Con ello se pierde historia, ciudad e identidad. Se propone recuperar su legado histórico, reclamando la vigencia patrimonial y cultural de lo que hizo por Zagreb mediante una nueva dotación cultural que ponga en valor la arquitectura post-industrial del edificio preexistente, resuelto en su totalidad por un material cerámico: el ladrillo visto autoportante, y que se convertirá en un elemento clave para la propuesta de reacondicionamiento y atemperamiento de los nuevos espacios, combinado con soluciones contemporáneas y nuevos materiales, proponiendo formas y soluciones desconocidas frente a la demanda de energía habitual y conformando, junto a su fachada, un proyecto de espacio público y edificio que articulan el flujo pasivo de temperaturas en el paisaje.

Una nueva dotación cultural que ponga en valor la arquitectura post-industrial del edificio preexistente, resuelto en su totalidad por un material cerámico: el ladrillo visto autoportante, que se convertirá en un elemento clave para la propuesta de reacondicionamiento y atemperamiento de los nuevos espacios

Aprovechando los antiguos hornos Hoffmann de ladrillo de la fábrica, hornos de aire continúo utilizados en el secado de los ladrillos, se conducen a través de una intervención a escala arquitectura y escala paisaje los vientos predominantes del noreste al interior del edificio mediante captadores. Una instalación subterránea organizada a una profundidad de 2 metros bajo tierra, obteniendo un aire atemperado a 16°C todo el año. Los antiguos hornos forman parte del sistema. A la entrada, el aire atemperado se mezcla con un aire nuevo. Son reintroducidos al circuito aprovechando los túneles existentes en ladrillo, aislando la temperatura del exterior. Una máquina térmica en una búsqueda por la eficiencia, el confort, la reducción de consumo eléctrico y de combustibles fósiles. De las perforaciones por las que se introducía el carbón, ahora nace un bosque de tubos que ascienden, pinchando directamente por la cara inferior a cada uno de los nuevos espacios performativos repartidos en la planta rectangular, transformándose en rejillas bajo asiento individuales y carriles lineales que climatizan de forma gradual cada uno de los seis espacios aislados. Parte del aire es retornado al ciclo, parte del aire viciado es expulsado al exterior, introduciendo a la arquitectura en una circularidad.

Mención Autor/es Verónica Canales Montero. Madrid UPM Museo en La Partida dels Tints Alcoy (Alicante)

Objeto y presentación del proyecto Alrededor del siglo XIX, en la zona de la desembocadura del río Riquer (Alcoy) apareció La Partida dels Tints; donde comenzaron a construirse las primeras instalaciones hidráulicas para las fábricas textiles de Alcoy. Con el tiempo, las fábricas fueron trasladadas progresivamente a polígonos industriales fuera del núcleo urbano, y la zona del río fue quedando en desuso con el objetivo de rehabilitarla y transformarla en un lugar de paseo. Hoy en día, aún perdura una sombra del pasado industrial a lo largo de la ladera del río que se manifiesta en chimeneas abandonadas de ladrillo. La propuesta del proyecto, por una parte, busca coser el tejido urbano al río, y por otra, defiende una postura que descubre una figura muy presente e inherente a la ciudad, como es la chimenea en Alcoy, y la reproduce mediante un lenguaje más contemporáneo, incluso como oportunidad estructural. El espacio interior funcionará como museo, entre otros programas, recogiendo la historia del pasado industrial de la ciudad. Descripción de la solución aportada y justificación tipológica Alcoy es una ciudad caracterizada por un clima cálido/templado y seco y de vientos multidireccionales; en el que la falta de humedad produce una nitidez atmosférica que favorece la llegada de radiación solar y contribuye al aumento de temperaturas durante el día. La propuesta consistirá en una serie de galerías paralelas cubiertas de bóvedas de cerámica armada, apoyadas en muros de fábrica de ladrillo de los que nacerán las chimeneas. Se plantean chimeneas de ladrillo que recuperen el aire contaminado de la ciudad mediante distintas formas de descontaminación a base de filtros y purificadores que capten el O3. El aire se introducirá en el espacio interior a través de las fachadas noroeste y sureste de celosía de ladrillo, ventilará el espacio y ascenderá por las chimeneas para volver al exterior descontaminado.

Para la elección del sistema estructural, han influido criterios tanto funcionales, como estéticos, de uso y de resistencia. Tras elaborar un estudio intenso acerca de la cerámica armada en bóvedas, cuyo pionero y máximo exponente fue Eladio Dieste, se concluye que el interés de esta tipología reside en lograr que la bóveda actúe como una membrana, dándole un aspecto de cáscara. Innovación e investigación: la forma Se opta por dar a la bóveda una directriz catenaria ya que se ajusta mejor a la forma del propio diagrama de esfuerzos. De esta forma, la bóveda logra comportamientos tipo membrana, permitiendo reducir el espesor de la lámina sin más límites que los constructivos. Se podría resumir esta tecnología en finas cáscaras de ladrillo que resisten por forma y no por masa. Se entiende, por tanto, la cerámica armada como un nuevo material formado por un trinomio capaz: cerámica, acero y mortero. Se trata de un hormigón armado mucho más ligero, donde la ligereza es precisamente la materia cerámica, y que produce en sí mismo un nuevo material muy capaz estructuralmente, casi un tercio más ligero que su hermano, el doble de “abrigado” térmicamente, mejor dotado acústicamente, y menos contaminante en su producción y reciclaje. Por una parte, la elección del ladrillo como material primordial guarda una estrecha relación con la continuidad que se busca dar a la ciudad de Alcoy, rememorando la tradición de construcción de ladrillo tan presente en la ciudad. Además, al tratarse de un edificio con ventilación natural y tan cercano al río, este material trabaja mejor en contacto con el agua, absorbe la humedad y genera esas corrientes de aire que actúan como microclimas. Se mejora de esta forma el comportamiento térmico de la construcción, tanto en verano como en invierno.

Mención Autor/es Celia Espadas Alonso-Barajas. Toledo UCLM En torno a un patio

Asomandose al mar mediterráneo, entrevemos unas preexistencias entre masas arbóreas. Entre robles y acantilados, encontramos un pavimento cerámico más o menos tocado por el paso del tiempo y unos muros de mamposteria ciclópea que acotan un espacio central, el cual será el patio del proyecto. Se proyecta una casa de ladrillo cara vista en torno a dicho espacio preexistente. Para ello: - se recoloca y completa el pavimento cerámico de ladrillo creando un canal con la modulación del mismo que recoge el agua de lluvia, - se construye una alberca siguiendo la modulación y el material del pavimento cerámico para refrescar el ambiente - se completan los muros y se construye un paseo en sombra - y se proyectan unas habitaciones con ladrillo cara vista adosadas a los muros que crecen a modo de racimo. Llegamos al complejo perdiéndonos en un bosque de robles y topando con dos altos muros que invitan a un jardín. Tras una ligera verja, entramos a un impluvium con pavimento de ladrillo cara vista en espiga y cubierta de teja ceramica recuperada, que junto a unos grandes canalones y gárgolas, vierten el agua de lluvia a una acequia tallada en el pavimento cerámico hacia un aljibe.

Desde el impluvium, accedemos al patio, donde nos recibe un paseo en sombra cubierto de parras, culminando en una estancia de pavimento de ladrillo cara vista en espiga y cubierta vegetal con vistas al mar. Desde el patio, accedemos a las habitaciones, expandidas en forma de racimo adosadas a los muros. Estas habitaciones se diseñan potencialdo la idea del paso del tiempo y la nobleza del material, resolviéndose con: - muros capuchinos de fábrica con ladrillo cara vista tanto al interior como exterior de la vivienda, ocultando las demás capas técnicas en su interior. - cubiertas de teja cerámica recuperada sobre estructura de madera - huecos tallados en carpinterias de roble sin tratar cuyo precerco es la misma fábrica - y pavimentos cerámicos que completan y recolocan el pavimento ceramico existente. Algunas habitaciones, las más colectivas, se abren ampliamente al patio, otras, las más íntimas, se relacionen de manera puntual, buscando cierta privacidad. Resumiedo, se proyecta una casa que rehabilita y da vida a unas preexistencias, potenciando y dando valor a un ambiente amable, natural y poético donde la vida se desarrolle en armonía con el entorno.

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EN TORNO A UN PATIO Celia Espadas Alonso-Barajas _ 2021-2022 _ UCLM_Toledo

Mención Autor/es Isabel Delgado Crespo. Toledo UCLM Cuartel de Zona para la Guardia Civil en Toledo

El proyecto es un Cuartel de Zona para la Guardia Civil en Toledo, concretamente en la llanura inundable de la Peraleda, que pertenece a la Vega Baja del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo. Antiguo espacio de huertas, y ahora un vacío sin estructura urbana. Por todo ello, con el cuartel se implanta una geometría circular. Un centro en el lugar, además de una geometría perfecta que aporta orden. Una traza racional en lo natural. De esta forma, el programa se jerarquiza de forma concéntrica y radial. Además, a partir de este centro se crea hacia el exterior una intervención paisajística de movimientos de tierra concéntricos para frenar la inundación. Todo el cuartel esta aterrazado y construido con un único material, EL LADRILLO. El patio de armas, es la cota más alta y el centro de toda la estructura circular, a partir de la cual va creciendo y expandiéndose todo el cuartel. Es el espacio más importante y punto central de crecimiento, con carácter de plaza mayor. Este crecimiento radial se produce a partir de machones que se van desplazando entre ellos sucesivamente y unidos a partir de arcos. En el subsuelo también se puede ver un orden central de arcos que soportan todo el cuartel.

En cuanto a la organización de la planta. La parte oeste y suroeste están dedicadas a viviendas (parte privada) y la noreste a las dependencias (parte pública). Ambas protegidas por una muralla vegetal y un tanque de tormentas, que en momentos de fuertes lluvias podría llegar a abastecer a los cultivos de la zona. Además, de manera subterránea contaría con una serie de canales concéntricos que verterían el agua al mismo tanque. Las cimentaciones en arco, los canales de evacuación de aguas, los pavimentos, los machones, los arcos de atado, los muros de cerramiento y las bóvedas, en definitiva, todo el proyecto se resuelve con un mismo material, el ladrillo hueco. Un material natural, sostenible, que aísla, pesa poco, es barato, duradero y que tratado con cuidado se puede volver a reutilizar. Además, utilizado en todas sus posibilidades permite resolver todas las partes del proyecto tanto estética como estructuralmente, generando espacios acogedores y únicos. El ladrillo desnudo, da carácter y sensibilidad al espacio gracias a su materialidad y textura. Un material tradicional, presente en la ciudad histórica, ATEMPORAL, del pasado, del presente y del futuro.

Otros proyectos Autor/es Carmen Cuevas Fernández. Alcalá de Henares UAH El Pabellón en la Casa de Campo (Madrid)

El Pabellón surge como una evocación del antiguo límite externo del Reservado: la tapia que rodeaba las huertas adyacentes al jardín íntimo de Felipe II en la Casa de Campo de Madrid. Materializando ese límite se acota un nuevo espacio y se busca despertar los paseos, los recorridos y las sensaciones que allí se daban. El proyecto, gracias a su pequeña escala, forma parte del parque, albergando distintas exposiciones, actividades y eventos relacionados con el pasado histórico del lugar. Se convierte en un sendero más que adquiere una condición constructiva, dando lugar a una tipología muy alargada, en planta baja y adaptada a la topografía. Es un muro de ladrillo que se pliega, respira y vibra conteniendo los espacios. Un muro que se abre y continúa en el nuevo jardín a través de pavimentos y graderíos, generando usos también en el exterior y guiando al visitante en su recorrido. Este muro protagonista del proyecto no es estructural, solo aguanta su propio peso. De un pie de grosor para darle una mayor rigidez, en algunos casos alcanza los seis metros de altura. Envuelve una estructura metálica que soporta una cubierta tridimensional de barras corrugadas, diferenciándose ambas estructuras gracias al espacio que surge entre ellas. Además de abrazar la estructura metálica, el muro contiene todas las instalaciones y mobiliario destinados al espacio. Aparece un tipo de aparejo diferente en cada una de las tres zonas programáticas. Experimentando con la distancia entre elementos, el aparejo se va modificando para ir creando las diferentes celosías y texturas que tiene el Pabellón. Surgen juegos de luces y sombras generados por la colocación del ladrillo, obteniendo pantallas opacas o semitransparentes que definen el carácter y uso de cada sala. Esto, junto a la utilización de piezas de distinto grosor en diferentes hiladas, da como resultado una fachada llena de modulaciones y detalles. El ladrillo se ancla a la tierra, pesa, por eso conforma muros y pavimentos. El metal vuela, es ligero, formando la cubierta tridimensional de barras corrugadas y algunos cerramientos, junto con el vidrio. Se crea así una sección tipo donde conviven pero se diferencian los dos mundos, la pesadez frente a la ligereza. Los materiales utilizados remiten a las antiguas estufas que aparecían esparcidas por estos jardines históricos. Dichas construcciones eran armazones donde crecían, protegidos del frío del invierno, arbustos y flores. Módulos de 6x6 metros se concatenan hasta llegar a la longitud total. Módulos cerrados que, en penumbra, dificultan la posibilidad de ver el exterior. Módulos abiertos con cerramiento transparente hacia los patios. Módulos descubiertos que se convierten en salidas directas al jardín. El pequeño Pabellón se convierte así en un espacio de experimentación: color, brillo y textura cambiantes. La pieza arquitectónica se materializa como un límite que no aísla, sino que conecta, otorgando una identidad al proyecto gracias a su materialidad. Una materialidad llena de tiempo, al igual que los jardines que acota y acompaña. Aquí, la percepción del lugar cobra especial protagonismo.

Otros proyectos Otros proyectos Autor/es xxx. EscuelaAutor/es Felipe Domínguez Lanza. A Coruña UDC Imprenta mekhitarista en San Lazzaro degli Armeni, Venecia

El ámbito de trabajo que se propone en este tema es el de la isla de San Lazzaro degli Armeni, situada en Venecia. Este lugar sufre un cierto abandono en los últimos siglos pero continua siendo uno de los principales focos de difusión de la cultura armenia a nivel global. Inicialmente el programa plantea la regeneración de la antigua imprenta junto con la creación de un pequeño museo relacionado con la misma. Además, surge la necesidad de dar asilo a varios jóvenes refugiados, lo que hace que el programa una ambas necesidades con vistas a generar una oportunidad de integración social para los refugiados a través de proporcionarles la enseñanza de un oficio, como serán aquellos desarrollados en la imprenta. Con este programa se plantea un proyecto que pretende responder a estas necesidades y crear una serie de espacios que se relacionen con el entorno en el que se sitúan. Así se desarrolla una propuesta formada por una pequeña intervención integrada en el monasterio y, además, por otra edificación de nueva planta que se sitúa sobre el borde de la isla, dando lugar a un recorrido en espiral que remata en un espacio central de claustro. Por su parte, la elección de un material cerámico caravista, como uno de los elementos principales en este proyecto, se fundamenta en el diálogo que se pretende crear con la lógica constructiva y material del entorno en el que está ubicado. Venecia es un paisaje artificial, construido a lo largo de la historia sobre diversos terrenos pantanosos. Esto ha hecho que se fuera desarrollando una tradición constructiva y material basada en un sistema de cimentación de pilotes de madera hincados en el terreno, sobre el que se dispone un lastrado de muro de ladrillo y, a continuación, un zócalo de piedra de Istria, que servirá para generar un firme sobre el que se construye un muro de ladrillo cerámico. Esta lógica no solo afecta a las distintas edificaciones de la urbe, sino también a los bordes, destacando los muros perimetrales de las diferentes islas. En este caso, el muro de ladrillo caravista se va interrumpiendo por una serie de bandas horizontales de piedra de Istria. Teniendo en cuenta esto y sabiendo que nos ubicamos en una de las islas ligeramente alejadas de la urbe principal, la idea que se plantea en este proyecto es que llegue a pertenecer a ese borde y, por tanto, es lógico que se adueñe tanto de sus materiales como de su composición. En ese sentido, el uso de materiales cerámicos caravista para esta propuesta tendrá tanto funciones estructurales como compositivas, siendo utilizados principalmente en muros y cerramientos de fachada, así como en pavimentos exteriores e interiores.

Otros proyectos Autor/es Aída María Gonzlález Moya. Valladolid UVA Edificio para la Fundación de las Letras

En la fundación “La flor entre rocas” se recogen las obras de cuatro autores Vallisoletanos, Leopoldo Cano y Masas, Francisco Pino, José María Luelmo y Miguel Delibes. Estos autores sobresalen por sus descripciones del campo de castilla, y por el uso que hacen de éste como medio literario y artístico. De uno de los poemas del primer autor, “La frontera”, se rescata la idea de la flor entre las rocas. En éste un rosal convive con la roca que marca la frontera. Entendiendo en este caso la propia ciudad de Valladolid como roca, la fundación crece en ella como dicho rosal. De Francisco Pino nos interesa su fascinación por la muerte y el paso del tiempo, lo que nos recuerda a los restos de la antigua muralla que encontramos en el terreno del proyecto, y la importancia de ponerlos en valor. Miguel Delibes nos descubre que, dentro de la rudeza del campo de castilla, siempre hay espacio para la reunión y la comunidad, nos recuerda así la verdadera función de los espacios construidos, que es contener vida. En cuanto a José María Luelmo, aporta la vitalidad y la luz, la relación de la vida y la naturaleza, y la importancia del paseo y el descubrimiento. Se crean así las pautas que conforman la idea generadora del proyecto permitiendo crear un espacio en que la naturaleza, lo construido, los restos arqueológicos y la comunidad conviven de forma armoniosa. Destaca su morfología orgánica en comparación con los edificios que le rodean, sin embargo, comparte con ellos la materialidad. Se genera así una ligera contraposición entre lo preexistente y lo actual. El edificio hace una reflexión de cómo se puede adaptar aquello que lleva siglos acompañándonos a la época en la que vivimos. Se escoge el ladrillo caravista como material principal, no solo por la familiaridad con los edificios adyacentes, sino por su capacidad de aportar peso e intimidad a la fundación. A pesar de ser un material de presencia histórica, no deja de ser cálido y acogedor para los usuarios, nos permite así jugar con la seriedad de la fundación, sin perder la cercanía con su comunidad. Además, la cerámica, mediante su brillo y color, permite que espacios como el patio interior tengan un aporte de luz extra, haciendo destacar los elementos arqueológicos que alberga. A este ladrillo caravista le acompaña en la base del edificio un zócalo de piedra que crea continuidad con el palacio Fabio Nelli, conectado a la fundación de manera funcional. La parte superior del edificio, retranqueada en cuanto al cuerpo inicial, se cierra mediante una celosía realizada con tecnología FLEXBRICK, consiguiendo así un efecto de desmaterialización del edificio, disminuyendo su presencia según se eleva. Esta combinación de materiales genera en el interior una variedad de luces y espacios que acompañan al visitante en su camino literario. La fundación “La Flor entre rocas” genera finalmente un espacio que acompaña a la reflexión del paso del tiempo.

Otros proyectos Otros proyectos Autor/es xxx. EscuelaAutor/es Leticia Herbosa Gutiérrez. Valladolid UVA Biblioteca y Centro de Estudios de la Academia de Caballería de Valladolid

Este TFM tuvo que abordar la redacción del proyecto de Biblioteca y Centro de Estudios para la Academia de Caballería en Valladolid. Esta Academia se localiza en la propia ciudad, en su casco histórico. Con esta actuación se pretende la apertura de esta institución hacia la ciudad, pudiendo interpretar los límites de diferentes formas, pero sin romper el carácter privado del mismo. Con la creación de esta biblioteca, se pretende dar a conocer al público y a la ciudad parte de la Academia de Caballería, dejando de ser ésta un ente exento dentro de la ciudad, que es así como se percibe actualmente. Los límites urbanos de la parcela están completamente definidos por un muro perimetral impidiendo cualquier relación con la ciudad. La estrategia para abordar la apertura de esta institución, es la construcción de una biblioteca y centro de estudios, que albergue múltiples espacios con distintos grados de privacidad. Así, se permitirá disfrutar del edificio, no sólo a militares o investigadores de éste ámbito, sino también al resto de ciudadanos de la ciudad, incluyendo para ello salas de exposición, salas polifuncionales, espacios multimedia... El actual muro que delimita y limita el espacio de la academia coondiciona el proyecto en cuanto a su estrategia formal y en cuanto a la elección de los materiales. Esta tapia, es uno de los elementos existentes más importantes. Se trata de un elemento opaco y muy poco permeable que separa la Academia de la ciudad. Su función delimitadora y protectora se hace patente también en su materialidad. Está construido mediante ladrillo caravista y en algunos puntos menos vistosos, bloques de hormigón, que le otorgan un aspecto duro, que invita más bien a alejarse de este espacio tan privilegiado en la ciudad. Se trata de un elemento que limita su conexión también visualmente. Es por ello, que se entiende la tapia como el elemento icónico del lugar, por lo que se traslada la analogía de tapia tradicionalmente entendida a la tapia elevada del proyecto. Se plantea el proyecto como la sustitución de la muralla o tapia actual, reinventándola como una muralla elevada, al servicio de la ciudad. Se realiza así una analogía entre la tapia desaparecida y el nuevo edificio. Para conseguir ese carácter masivo, se opta por emerger el volumen superior, conformándolo como una fachada de dos hojas, con una celosía cerámica. Esta celosía, envuelve todo el cubo superior del edificio que se corresponde con las plantas 1, 2 y 3. Esta fachada consiste en una hoja exterior de ladrillo caravista que se sujeta a una subestructura metálica. Utilizando esta subestructura la fachada traslada la capacidad portante a la misma y permite quitar ladrillos, consiguiendo así el efecto de celosía. La subestructura metálica se ancla directamente a la estructura del edificio. En el interior de la fachada, se coloca otra hoja de ladrillo caravista, también como una celosía, pero esta hoja ya se apoya en los forjados. Entre ambas hojas de ladrillo y como protección del exterior, se colocan unos paneles translúcidos de policarbonato celular, que permiten el paso de la luz y que al ser de pequeño grosor se comportan prácticamente como un vidrio, pero con grandes ventajas desde el punto de vista de aislamiento térmico puesto que poseen una mayor inercia témica que un vidrio norma. Basándonos en el respeto por el medio ambiente, queda por mencionar que este proyecto es sensible a la economía de materiales, al máximo aprovechamiento de los recursos ya existentes y, en definitiva, al ciclo de vida de los edifiicos. Entendiendo al arquitecto como un artesano, se reutilizan todos los ladrillos de la tapia perimetral y los bloques del garaje de caballerías ubicado en el lugar de la actuación. Tras ser recogidos y tratados, se propone su utilización en toda la envolvente del cuerpo inferior semi-enterrado del edificio, tanto en el pavimento del zócalo, que también compone el espacio de entrada, como en la fachada de la planta enterrada. Todos estos ambientes se corresponden con las plantas baja y -1 del edificio. La fachada se construye técnicamente de manera similar a una fachada normal de ladrillo caravista. Se busca así contribuir en el respeto hacia el medio ambiente, cierta sostenibilidad en el proyecto y ahorrar también en los gastos materiales del edificio. Ya en el interior del edificio, las particiones interiores se resuelven en su mayoría con tabiques de ladrillo caravista dobles, debido a las condiciones acústicas requeridas en estos ámbitos de estudio, lectura y concentración. En las estancias de la biblioteca se utiliza este mismo muro, aumentándolo para que el tabique pueda alojar en su interior estanterías y otros elementos de mobiliario, de manera que se involucra también al ladrillo en el propio diseño del mobiliario. En la planta semienterrada (-1) se utilizan esta misma tipología constructiva de tabiques pero manteniendo la filosofía de su fachada exterior, se construyen mediante ladrillos reciclados. Por tanto, en este proyecto, el ladrillo es protagonista principal, de manera directa o indirecta está simpre presente. Tanto en la estrategia para abordar el proyecto con las preexistencias, como en la ejeución material del mismo, con las celosías y la importancia de la luz indirecta en una biblioteca, llegando a la fase final del proyecto con la creación del propio mobiliario. La manera en la que se ha abordado la utilización de este material, es una buena muestra de la versatilidad de los ladrillos cerámicos utilizando tecnología actual para crear fachadas más innovadoras como reciclando el material y utilizándolo de una manera más tradicional. Por último, aunque no menos importante, con la utilización del ladrillo cerámico se pretende bridar homenaje a la amplia tradición constructiva mediante ladrillos y otros elementos cerámicos en la ciudad de Valladolid.

Otros proyectos Otros proyectos Autor/es Autor/es xxx. Escuela Berta Lara Franch. Sevilla US Vacíos colectivos_ un edificio plurifamiliar con “viviendas canguro”

Un proyecto de viviendas que se fundamenta en lo colectivo: Un gran basamento de dos plantas -a menudo a doble altura- toma presencia en el territorio en el que se asienta, lugar de crecimiento de la ciudad, haciendo fachada a una gran avenida que dialoga con lo industrial y, de igual modo, a una escala de barrio más menuda. Dicho basamento, acoge gran parte del programa, principalmente en lo referente a usos compartidos: el hall de entrada a las viviendas, el aparcamiento, una superficie de uso comercial y varias salas colectivas y polivalentes. Sobre dicho volumen, una planta intermedia al aire libre dota al edificio de un espacio de reunión en altura. Este distanciamiento pretende aportar un gradiente de privacidad ascendente y crear un colchón entre las plantas destinadas a usos comunes y las de carácter más privativo, que albergan las viviendas que se suceden en cotas superiores. En lo referente al habitar, el edificio responde a una propuesta flexible: Si nuestra vida cambia con el paso de los años ¿por qué nuestra vivienda permanece inalterable en el tiempo? Se propone en este proyecto el desarrollo de una vivienda divisible en dos: dos apartamentos, la casa y el despacho o quién sabe cuántas opciones más. Para colmatar el edificio, dos cubiertas de usos colectivos ejercen el peso de su transición con el cielo, en una, la gran pérgola crea un espacio mirador, en la otra, un huerto urbano complementa el programa inicial. Era fundamental que, a un concepto de edificio como éste, cooperativista y sostenible desde su habitabilidad, lo acompañaran iguales premisas desde lo constructivo, Por ello se propone el uso del ladrillo visto, dotando al edificio de la domesticidad que lo caracteriza en el ámbito residencial. La vernacularidad de la pieza cerámica continua con el discurso ecológico y social en el que se fundamenta la propuesta. “Ladrillo, ¿qué quieres ser? Y el ladrillo responde: quiero ser un arco”. Así les contaba Louis Kahn a sus alumnos la gran oportunidad que puede suponerte el sistema constructivo en un proyecto de arquitectura: “cuando estés atascado y te falte inspiración, pide consejo a los materiales”. Durante la ejecución de este TFM lo que, inicialmente, partió de este modo -preguntándole a los materiales qué podían ofrecer al proyecto- pronto se convirtió en la colmatación estética del edificio que, más allá de su mera labor funcional, le otorga la expresividad de la que presume, ese carácter que pretende ocultar que detrás se esconde un edificio de viviendas, creando una gran y reconocible fachada en la ciudad. El ladrillo se convirtió en el artefacto perfecto que hacía posible la hazaña: “Tiene historia y tradición. Es duradero, expresa solidez, es comunicativo y procedente; la clave es que se suele fabricar localmente y que permite la reutilización: quitándolo con cuidado, se puede aprovechar para otros usos o edificios”, cuenta la arquitecta Martha Thorne, directora ejecutiva del premio Pritzker y decana en la escuela de arquitectura de IE University en Madrid: “Lo que vemos ahora forma parte de la historia continua de la arquitectura, pero no de una forma nostálgica. No estamos repitiendo lo que se ha hecho, sino adaptándolo al siglo XXI”. Y he aquí el punto de inflexión de mi TFM, adaptar un material tradicional a las últimas tecnologías y exigencias del mercado suponía el éxito del proyecto, hacer uso de este material y obtener los resultados buscados desde los primeros croquis era el reto: un material con capacidad portante, visto, con inercia térmica, competitivo económicamente hablando… valiente y desnudo, que apoyara el fuerte carácter eficiente del edificio, tradicional y local, con una tecnología mejorada y un comportamiento heredado … Un material que envejece, con una belleza honesta y de fuerte carácter técnico. En el momento en la pieza cerámica se impone como principal constituyente de la parte constructiva del proyecto empiezan a surgir una serie de oportunidades irrefutables: Revestir toda la fachada, incluidos los huecos, con una celosía de ladrillo, a modo de cortina cerámica, permitió alcanzar el imaginario final: crear interés, convertirse en un punto de referencia en la ciudad y hacer dudar de la condición doméstica del volumen. A la par, tamizar la luz, filtrando los rayos de oeste a las viviendas durante el día y funcionando como un foco de luz al espacio público por la noche, generando vida en la avenida a cualquier hora del día. Como valor añadido, dicha piel se separa de la fachada, creando espacios vivideros exteriores, filtrando las miradas cruzadas del espacio público al privativo y actuando como sistema bioclimático según la estación del año.

Otros proyectos Autor/es Francisco Javier Polaina Luna. Barcelona UPC Diluyendo el límite. Acercando Montjuic al barrio de Poble Sec

Diluyendo el límite Montjuic siempre ha tenido una importantísima presencia en la ciudad de Barcelona actuando como lugar de celebración y ocio para los ciudadanos. Históricamente la gente se reunía y festejaba en torno a las fuentes situadas en la montaña actuando como un gran parque urbano. Un espacio con tanto potencial que acabó posteriormente acumulando la mayor oferta deportiva y cultural de toda Barcelona a raíz de las Olimpiadas del 92. Actualmente el entorno de la montaña de Montjuic presenta una necesidad de mejora de los accesos y la movilidad con el fin de enfatizar el potencial cultural y deportivo que tiene dicho enclave y acercarlo aún más a la ciudad mejorando conexiones, accesibilidad y los limites que tiene Montjuic con la ciudad. Tras unas primeras impresiones sobre el límite que supone la montaña con el barrio de Poble Sec se procede al estudio analítico de los espacios intermedios que presentan algunas arquitecturas en todas sus escalas con el fin de crear una propuesta que integre y enfatice la presencia de Montjuic en el barrio de Poble Sec, además de hacer que el entorno creado posea una escala humana que sea agradable para el usuario, permitiendo que se sienta identificado con el. Esta búsqueda y análisis centrado en la obra de los Smithson, además de otros ejemplos; ha dado lugar a una propuesta de programa híbrido; equipamientos y viviendas. Una propuesta que esta definida por la especial atención que se presta a estos espacios intermedios que es donde se desarrolla la vida. Hablamos de acercar Montjuic a la ciudad haciendo que este actúe con el gran parque urbano, cultural y deportivo que es. Esta doble respuesta por un lado resuelve en planta baja los equipamientos mediante la liberación del suelo creando una plaza a dos alturas diluyendo el fuerte desnivel entre ambas partes de la parcela además de introducir la luz adecuada, creando ciudad, resolviendo los accesos y permitiendo a los usuarios apropiarse del espacio. En definitiva se trata de crear un espacio intermedio entre la ciudad y el proyecto. Por otro lado dos edificios de viviendas, uno de 9 viviendas dotacionales y otro de 20 viviendas de alquiler para jóvenes; de pieles quebradas y ligeras de persianas tipo barcelona que protegen el ámbito más privado del proyecto y tamizan la relación de las galerías con la plaza y con Montjuic enfatizando estas relaciones. Por último poner especial atención en la importancia que tiene la elección del material a la hora de poder conseguir que todos estos espacios cumplan la función para la que se proyecta. Concretamente un material como el cerámico (ladrillo a cara vista), además de ser fácilmente reciclable y tener una huella de carbono baja, posee unas dimensiones o una escala más cercana a la humana permitiendo que el usuario se pueda sentir más identificado y apropiarse del espacio. Debido principalmente a la gran presencia que tiene el ladrillo en la memoria histórica de todos y que además a dia de hoy se va perdiendo cada vez más. El uso de este formato intenta recuperar históricos oficios como el de los albañiles especializados en la colocación y el aparejo de dichos formatos…

Otros proyectos Otros proyectos Autor/es xxx. EscuelaAutor/es María Sigüenza de Huelbes. Madrid CEU Propuesta sobre la rehabilitación del Palacio de la Música en Madrid

Nos encontramos en el segundo tramo construido en la Gran vía que fue proyectada como una calle-salón. El Palacio de la Música, proyectado por el arquitecto Secundino Zuazo en 1924, se define como un hito de la arquitectura clásica novecentista. Se trataba entonces de una sala de espectáculos moderna y actualmente, después de estar un tiempo cerrado, se encuentra en proceso de rehabilitación. La idea principal de este proyecto es la propuesta de recuperar un espacio público interior para el uso y disfrute de los ciudadanos destinado a un centro de artesanía y sobre la artesanía española. Con el auge de la recuperación de la artesanía en este momento creemos que este proyecto es absolutamente oportuno y sustancial para recuperar tanto el patrimonio artístico como el patrimonio inmaterial de nuestro país en torno a nuestra historia y nuestra elaboración técnica y paisaje. Tenemos que apostar por algo que en el fondo también está en el ADN de algunos edificios de la Gran Vía, y en especial en aquellos que diseño Antonio Palacios, que siempre apostaba por vaciar el centro del edificio y magnificar la presencia del vacío, ¿y qué hay más maravilloso como sala expositiva en vertical que el vacío de un teatro El vacío escénico y el edificio se fusionan en un mismo conjunto. El proscenio se abre y amplía hasta tal punto que se fue desplazando hasta el centro. La gente empieza a deambular alrededor del escenario, lo puede ver desde distintos puntos de vista y a su vez va en tránsito. Eso es una exposición. El proyecto por tanto se articula a través de un vacío con dos espacios claramente diferenciados la caja escénica central, vacía y transformable y la estructura porticada que rodea a ese vacío. La gran caja expositiva central es atravesada por dos sistemas móviles uno en un mundo aéreo y otro en uno inferior tectónico. La estructura porticada está compuesta por una estructura de acero, forjados de chapa colaborante y unos voladizos de acabado de pavés traslúcido que nos permite crear una transición material respecto a la estructura preexistente de ladrillo visto cuyo objetivo es poner dicha materialidad en valor. La caja escénica a su vez está compuesta por dos cerchas metálicas de la que descuelgan los mecanismos escénicos que servirán como soporte museográfico. Los elementos de compartimentación se realizarán mediante textiles, mobiliario móvil, y vitrinas que funcionarán también como elementos divisorios. Ante la tesitura de conseguir que un edificio que tiene un funcionamiento en vertical se haga accesible se proyectan unas rampas en planta baja que permiten un recorrido horizontal accesible uniendo los espacios públicos exteriores de la Gran Vía y la calle de la Abada. La gran apuesta de sostenibilidad también mira a la visión más profunda de la sostenibilidad en la que no solamente es energética, sino que es patrimonial y cultural. Y es que la cultura y defender la cultura de nuestro país es de lo más sostenible.

Otros proyectos Autor/es María Ángeles Torres Pérez. Valencia UPV La nueva manzana de El Grao: cooperativa de viviendas en el mediterráneo

Este TFM lleva a cabo un edificio de vivienda colectiva a través de una cooperativa de habitantes, un formato de vivienda que permite que los usuarios decidan en común cómo quieren vivir, influyendo en cómo es su ciudad. La parcela elegida está a orillas del Mediterráneo, en el puerto de la ciudad de Valencia, en el barrio marinero de El Grao, al lado de las Atarazanas. Ubicarla aquí es una oportunidad de rescatar la esencia del barrio marinero valenciano que ha sido desvirtuada por la expansión y un modelo impuesto de vivienda. La cooperativa se configura teniendo similitudes conceptuales con el lugar ; en su implantación ; en su tipología de vivienda ; y en su manera de construirse con material cerámico. La cooperativa reconoce el valor de la trama urbana del barrio y por ello se implanta como una manzana más (con el lado largo paralelo al mar, haciendo calle) y de gran escala (como las vecinas Atarazanas o los Tinglados). El reto fue diseñar un edificio homogéneo que permitiera desplegar un abanico heterogéneo de formas de habitar. Se investigan las estructuras de enfilade que implican una ocupación variable del espacio, un crecimiento constante e infinito de una sucesión de salas. Además del enfilade interior de salas, se plantea un enfilade de terrazas que proporciona un refugio exterior e íntimo. La construcción se confía al ladrillo cara vista por ser capaz de mimetizar y arraigar la cooperativa al lugar. También porque construir con ladrillo en Valencia significa construir con material local. Como estructura vertical se trabaja con soportes de ladrillo, y como estructura horizontal con madera, por su capacidad a flexión y por su ligereza que reduce la sección del soporte. Se depura la estructura para que intervengan el mínimo número de elementos sacando el máximo partido a sus prestaciones. Porque menos material son menos recursos a utilizar, permitiendo acortar los tiempos de ejecución y garantizar la calidad. La estructura principal se lleva a fachada, liberando el interior y postulando la estructura de pilastras de ladrillo como una joya a enseñar. El ladrillo hace de encofrado perdido a un corazón de hormigón armado que permite dar homogeneidad. Por la cara interior de las pilastras se anclan una vigas de madera que resuelven la conexión entre las pilastras y los paneles de CLT que cubren de lado a lado toda la profundidad de manzana. La construcción de la estructura se entiende como un juego de piezas que encajan entre si para que montar esta súper estructura parezca sencillo. Una vez construida la estructura, el edificio ya es. El ladrillo cara vista es el eje, utilizarlo como estructura vista permite que desde fuera el edificio esté en sintonía con las Atarazanas y que desde dentro tenga la atmósfera de la escala doméstica mediterránea. El edificio es un enfilade infinito de salas que se abren a la terraza, donde el sol se cuela entre las pilastras de ladrillo. “La luz del Mediterráneo, ventanas abiertas a la vida, a orillas del Mediterráneo“

Otros proyectos Autor/es Charline Van Maercke. Madrid CEU A Factory as It Might Be en La Habana (Cuba)

“A Factory As It Might Be” es un proyecto que surge de las necesidades de la ciudad La Habana (Cuba). Los cuatro retos principales a los que se enfrenta la ciudad actualmente son: la resiliencia frente a las inundaciones, un aumento a los niveles de emigración, un sector privado restringido de cuenta propistas, y una ciudad desestructurada. El edificio (Taller Chullima) preexistente con caracter industrial se localiza al borde del Rio Almendares. Se propone un doble programa combinando, un centro de producción para actualizar los edificos en ruinas y reinventar la ciudad, y un centro de interpretación para la difusión de este conocimiento. Servira tanto al tejido urbano como a los ciudadanos que son conocidos por sus altas capacidades innovadoras heredadas durante el Período Especial. Este nuevo espacio se convertirá en una herramienta para la ciudad, y no un símbolo. La planta baja se transforma en un jardín de agua, perforando la losa preexistente, que se puede inundar durante tormentas tropicales. Una nueva extensión hacía el río hecha de islas flotantes interconectadas que mueven con el movimiento del agua permite una yuxtaposición de la arquitectura con el agua. Estas islas estan asignadas a espacios funcionales (producción de elementos arquitectónicos para la ciudad) y emocionales (interpretación de la arquitectura eclectica de la ciudad para su futuro desarollo), inspiradas por “Las siete lámaparas de la arquitectura” de John Ruskin. Tanto las islas como el resto del proyecto se materializaron mediante sistemas de construcción en cerámica debido a su relevancia en la construcción cubana y su alta resistencia al agua. Unas laminas curvas de poco grosor superpuestas hechas de cerámica armada actuan como estanques de agua que enfrian pasivamente los espacios que cubren. El efecto del agua cayendo en los estanques perimetrales al final de su trayectoria genera una atmosfera agradable. Las piezas serán prefabricadas para facilitar el proceso de ensamblaje y estaran colocadas encima de una estructrua de acero. Se adoptará el sistema de Flexbrick tanto para la estructura de las laminas curvas como el revestimiento que se colocara después a través de procesos participativos. La complejidad de las uniones entre las laminas curvas se resuelve a través de diseños perzonalizados de piezas únicas. Los suelos de cerámica varian según los requisitos de cada espacio. Las islas encima del agua requiren baldosas ligeras para reducir el peso proprio. Alrededor de los nuevos estanques de inundación que se situan en la parte preexistente se colocarán baldosas perforadas impresas en terracotta 3D. El jardín contará con baldosas recicladas inspiradas por los LifeCersuds que recoge el agua de las grandes pendientes de los jardines. Las fachadas estan hechas por piezas ceramicas perforadas, que filtran la luz natural y admiten una ventilacón natural y cruzada. Este juego de luz provoca una sensación de movimiento sereno constante. El proyecto es autosuficiente, fabricando sus proprias piezas únicas in situ.

Otros proyectos Autor/es Paula Viudez García. Valencia UPV En tierra de nadie. Regeneración costera del Arenal de Burriana

Las playas que componen el litoral de la ciudad de Burriana son unos de los principales atractivos del pueblo. Caracterizadas por ser unas playas tranquilas, todas ellas cuentan con el galardón de Bandera Azul que garantiza su correcto mantenimiento, limpieza y respeto por el medioambiente. Frente a ellas, se genera una barrera tanto visual como de movilidad, llegando a parecer incluso una zona olvidada, dejándose caer en tierra de nadie. Con el objetivo principal de la regeneración costera ante la desalentadora situación que sufre el lugar, se proyecta un espacio natural que parte de la reorganización de la zona. El proyecto nace desde la idea de un gran parque sostenible con el fin de renaturalizar a través de unas topografías productivas y eficientes que, además de guiar al individuo tanto en el recorrido como en la visual, conserven y rescaten áreas naturales para proteger la biodiversidad. Consta de un conjunto de edificaciones que se disponen a lo largo de la zona costera. Estas se rigen bajo unos mismos conceptos e intenciones buscando seguir un hilo conductor que lo acompañe durante el recorrido. Para la materialización del proyecto se ha elegido el uso del ladrillo, no solo por buscar la integración con la arquitectura del lugar, siendo predominante el uso del ladrillo visto, sino promover el uso de recursos disponibles, material de kilómetro 0. El cerramiento de estas construcciones se entiende como un doble elemento, una doble piel formada por un muro de carga realizado con ladrillo cerámico visto y un forro exterior del mismo material con la finalidad de otorgar a la edificación un mayor aislamiento térmico y acústico. Esta hoja exterior alterna según las necesidades de la misma, franjas con distintos tipos de ladrillo. Utiliza ladrillos con menor espesor en la base para aumentar la resistencia de absorción de agua por capilaridad, también en el frente del forjado y en la coronación. Unas de las grandes ventajas de la utilización del ladrillo es que no requiere un mantenimiento continuo, es fuerte, tiene gran resistencia al paso de los años, puede resistir los daños por altas temperaturas y son inatacables por pequeños insectos u organismos como seria en el caso de la madera. Todos estos aspectos lo hacen idóneo para el desarrollo del proyecto debido a las características del ambiente en el que se sitúa. La nueva edificación propuesta deja de ser mera edificación, no distinguiéndose entre arquitectura, urbanismo y paisaje, cuya finalidad es dotar al pueblo con una serie de equipamientos satisfaciendo las necesidades actuales. La intervención se entiende como un nuevo ciclo de vida.

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