Revista #75

CARTA DE BIENVENIDA

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sí como inició este año estamos terminándolo. Ya es Diciembre y queremos dedicarle esta revista a un año que nos dio de todo, esperanza y decepción, alegrías y tristezas. Quizá la tristeza más grande es ver que como sociedad, más allá de la corrupción e incompetencia de las autoridades responsables, la pesca ilegal se afianzó todavía más en nuestro país, quizá como resultado de un desbordamiento generalizado de este mal en todo el país.

Por otro lado, vimos el crecimiento en la venta de licencias de pesca deportiva, lo cual indica que al menos en nuestro sector, los pescadores queremos entrar al «orden» y cumplir con la ley. En lo global vimos el último año de un gobierno reformador de la estructura social y económica del país, pero muy corrupto y también vimos su último día así como el inicio de un nuevo gobierno con una visión totalmente diferente de cómo hacer una mejor sociedad y su proclama es acabar con la corrupción... ¡una gran esperanza!

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Caña y carrete hizo su trabajo este año, con problemas en la parte de torneos pero con un nuevo formato en el programa de TV que pensamos ha sido del agrado de todos ustedes. En redes sociales hicimos grandes progresos y en nuestro benchmarking avanzamos a pasos agigantados y pensamos que nuestro trabajo le da futuro a la empresa, pues nos enseñaron quienes somos en la industria y lo profundo de nuestras raíces en el gusto de ustedes los pescadores... ¡Gracias!

EDITORIAL

Por último y como siempre, espero que este número, que es una colección de las mejores piezas y artículos del año, sea de su agrado.

Hasta la próxima marea.

Pedro Sors.

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Director General.

Pedro Sors García.

Dirección Editorial.

Pedro Sors García.

Contabilidad & Administración Gral.

Illse Carolina Espinosa.

Arte & Marketing Digital.

Azucena Barrera.

Torneos & Sistemas.

Miguel A. Olvera Briceño.

Guillermo García.

Producción.

Abraham Sánchez.

EDITORAL DEPORTIVA MEXICANA S.A. de C.V. Publicidad & Ventas.

Tel.: (833) 228 18 65 comentarios@apescar.net

Cartas al Editor & Comentarios.

comentarios@apescar.net

Colaboradores:

Carlos Godoy.

Alberto Tapia Landeros.

Pedro Sors.

Enrique Caraza (+).

Rubén Santilán Ávila.

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ÍNDICE

Por Pedro Sors.

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Página 55 Receta Porvenir. Página 35.

Nudo Palomar. Página 61.

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CON CAÑA Y CARRETE Revista Mensual, Diciembre 2018 Editor Responsable: Lic. Pedro Alfredo Sors García. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2004-120613033900. Número de Certificado de Licitud de Título 13038. Número de Certificado de Licitud de Contenido: 10611. Número de Socio de la Delegación Tamaulipas Sur de la Cámara de Artes Gráficas: 080. Domicilio de la Publicación: Veracruz #410 Colonia Guadalupe, Tampico, Tamaulipas. CP 89120. LAS OPINIONES EXPRESADAS EN LOS ARTÍCULOS DE ESTA PUBLICACIÓN SON RESPONSABILIDAD DIRECTA DE LOS AUTORES, ASÍ COMO LA PUBLICIDAD DE LOS DIFERENTES ANUNCIANTES DE LA REVISTA.

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San Carlos B.C.S. un Paraíso pintado de Azul.

Por Pedro Sors.

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unca había estado en San Carlos B.C.S., pero siempre me lo imagine como un pequeño pueblo de pescadores, con tolvaneras de polvo y paisajes desolados. Me lo imaginaba cuando de camino a La Bocana y Abre ojos, esos dos puertos que tantas Garropas nos han dado, pasábamos por Cd. Constitución, más o menos en el centro del Estado y ahí en un crucero de la calle principal que atraviesa el pueblo, veía yo el letrero que apunta hacia el oeste y dice... Puerto San Carlos.

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Todo empezó cuando mi buen amigo Juan Acereto me llama para decirme que descubrió este bellísimo lugar pescando con un grupo de amigos y que además había un pequeño hotel, casi boutique, llamado “Mar y Arena” y que su dueño y gerente general Adolfo (Fito) González necesitaba ayuda para armar y promover paquetes de pesca deportiva en la Bahía de Magdalena.

Eso bastó para hechas a andar mi imaginación y tomar el teléfono para llamarle y agendar el viaje. Solo nos tomó unos minutos el platicar y darnos cuenta que hablábamos el

mismo idioma y el viaje quedo arreglado.

Salimos un lunes y regresamos un lunes, pescando 6 días continuos, tanto en la Bahía como en el mar Pacífico.

Llegamos al hotel ya muy noche por lo que no fue hasta al amanecer del día siguiente que desde la ventana de mi cabaña pude ver ese cuadro magnífico de la Bahía con la sierra de la isla Magdalena al fondo y el cielo más azul que he visto en mi vida, el cual se reflejaba completamente en la bahía, dibujando un cuadro casi de acuarela donde salvo la montaña café, todo lo demás era azul....

El detallar cada uno de los 6 días de pesca, los cuales hicimos de las 6 de la mañana a las 6 de la tarde, hora del Pacífico, sería demasiado largo y aburrido para ustedes, por lo que basta decirles que el inventario de pesca fue el siguiente: Marlín Rayado Palometa Robalo Pámpano Pargo Cabrilla Jurel Lenguado

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La verdad es que además nos faltaron varias especies más que ya no pudimos seguir por falta de tiempo, como la Curvina, la Garropa, etc.

Las embarcaciones que tienen tanto para la bahía como para el mar son de excelente calidad y seguridad, con motores nuevos 4 tiempos. Los capitanes, todos expertos de la localidad no sólo dominan muy bien su oficio sino además son excelentes conversadores y compañeros de viaje.

El Eco Hotel Mar y Arena fue también una muy agradable sorpresa. Es una operación familiar en la que Fito está totalmente metido y su hermano Javier es su brazo derecho.

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Rosita, una de sus hermanas es el enlace en La Paz y el personal del hotel, las cocineras y re camareras así como el Staff de oficina y mantenimiento están todos empoderados para resolverte lo que sea, aun cuando no esté en su área de trabajo, ellos buscan como satisfacer tu necesidad.

La comida es bastante más que buena y algunos platillos como las almejas chocolates gratinadas y el caldo 7 mares son «delicadezas» que no pueden perderse.

Resulta que el hotel nació del sueño de Fito por dar a conocer la riqueza de la Bahía, principalmente el avistamiento de la ballena azul, la cual entra a la bahía en el mes de enero y se queda hasta finales de marzo, siendo un espectáculo tan maravilloso que hoy en día, solo 7 años después del inicio de sus Tours, son ya un referente turístico mundial. Si usted quiere ir más vale que haga su reservación con tiempo, pues el hotel, que de paso le digo es el mejor, más bellos y cómodo y además amigable con el medio ambiente, se llena a toda su capacidad.

Por el resultado de la pesca que tuvimos, la cual fue más allá de excelente, por lo virgen de sus esteros, por la poca presión de pesca comercial que existe y la enormidad de la bahía (es la más grande de México y la segunda del mundo) les auguro un éxito rotundo en el segmento de la pesca deportiva.

No se pierda la serie de programas que estaremos transmitiendo durante el primer semestre del 2019 en Caña y Carrete en todas nuestras plataformas, para que pruebe un poco de esta belleza tan grande que tenemos y ponga en su «lista de deseos por cumplir» el visitar San Carlos B.C.S. Como cambio mi paradigma de ese bellos lugar y cuando salimos de regreso a La Paz y pasamos por Cd. Constitución, no pude ocultar una sonrisa callada reconociendo que me había perdido de una Paraíso pintado de azul...

Hasta la Próxima Marea.

Pedro Sors.

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Por Carlos Godoy.

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iendo un ávido pescador de mosca y habiendo tenido la oportunidad de pescar diversas especies más reconocidas, debo confesar que aquella ocasión que recibí mi primera invitación a pescar carpas, no fue mucho de mi agrado.

La carpa no es aceptada por muchos pescadores como una especie de pesca deportiva, pero es una realidad que en México gran cantidad de nuestros ríos, presas y lagos cuentan con esta especie.

Su aspecto tosco y hasta feo hace que muchos pescadores desprecien esta especie, pero la realidad es que en ella hay una serie de retos y dificultades para su captura, que muy pocos conocemos.

En aquella ocasión la promesa de Francisco García, mi compañero de

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pesca, de que esto era algo interesante y difícil de lograr, apenas pudo levantar mi ánimo y hacer que lo acompañara en esa desconocida experiencia. Al arribo al lugar, después de armar las cañas y ponernos las botas, mi opinión empezó a cambiar y me pareció que estaba por enfrentarme a un reto nuevo e interesante. La vista de

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aguas bajas y pequeñas playas con mucha hierba no pudo evitar que viniera a mi mente el recuerdo de los añorados “flats” de agua salada, lo que seguramente influyó en los pensamientos que cruzaban por mi mente en esos momentos.

Mi nula experiencia en el tema me incitó a escuchar atentamente los

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consejos que Francisco me daba y la forma en que atacaríamos el lugar en busca de las primeras carpas. Caminamos hacia una playa donde Francisco me decía haber logrado muchas capturas. La forma de caminar tratando de hacer el menor ruido posible y el bajo tono de voz en el que Francisco me daba instrucciones, hicieron

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que confirmara mis pensamientos de que esto era una pesca diferente y a la que erróneamente yo había despreciado durante mucho tiempo.

Empezamos a ver carpas que se movían apenas por debajo de la superfi-

cie. Francisco me mostró una que mostraba su cola fuera del agua y que parecía que sería una buena opción. Hice algunos lanzamientos y por más cerca que les ponía la mosca, no lograba hacer que se interesaran en ella. Estábamos utilizan-

do un mosca tipo Clouser Swimming Nymph atada en anzuelo del número 8 y en color negro y con un cuello de “hackle” teñido en color grizzly.

Empezamos a ver varias carpas de forma que yo pude ocuparme de una

y Francisco de otra de ellas. Segundos después, él lograba un ataque a su mosca pero no logró engancharla, a los pocos minutos tenia que enfrentarme a un nuevo problema; había logrado que una carpa se interesara en mi mosca pero no sabía reconocer el momento en que ésta tomaba la mosca.

Las cosas se complicaban demasiado y empezaba a desesperarme. Caminé unos metros más y nuevamente logré ver a otra carpa que nadaba a unos cuantos metros de la orilla. Lancé la

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mosca lo mejor que pude y esta vez logré identificar un brusco cambio de dirección al momento de que la mosca estaba a solo unos centímetros del pez, y fue cuando recordé uno de los primeros consejos de Francisco, -Al menor movimiento extraño de la carpa, o cambio de dirección, estira la línea y si sientes una pequeña resistencia, es que la carpa ya trae la mosca en la boca y es cuando debes de clavarla...

Así lo hice ¡y funcionó! Enseguida sentí la presión al final de la línea y pude ver el clásico revoloteo causado por el pez que trata de liberarse del anzuelo. La forma de pelear de esa carpa me hizo recordar la forma en que pelean los júreles en el mar una vez que has logrado acercarlos a la lancha: Con mucha fuerza y tirando hacia el fondo.

Astucia y capacidad de pelea es lo único que podía opinar acerca de las carpas en ese momento, y confirmaba mi sospecha de que tenía que cambiar mi forma de pensar acerca de ellas. Después de unos minutos de pelea, logramos asegurar la captura que sería mi primera carpa con mosca. Una carpa de 58 centímetros y 2.2 kg de peso.

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Pero, ¿Cómo se pescan las carpas con una caña de mosca?

El primer reto para el pescador de carpas con mosca es localizar a su objetivo, al ser la carpa un pez que no ataca los señuelos con agresividad como la lobina o la trucha, la pesca es prácticamente a pez visto, por ello es fundamental encontrar la ubicación de las carpas.

Al igual que cuando se pesca macabí, busquemos las zonas de playas bajas.

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Normalmente la constitución de la orilla nos indicará el tipo de fondo que hay y esto será importante para determinar el tipo de mosca a utilizar. Las carpas buscan su alimento en las zonas de lodo y hierbas ya que éstas albergan infinidad de insectos que son parte de su dieta.

Una vez que localicen una carpa, deben observar detenidamente y moverse despacio ya que gran parte del problema será la presentación, si hay demasiadas hierbas tal vez resulte imposible lanzar,

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pero por otro lado estarán camuflados y podrán intentar pescar a punta de caña, esto es, estirando el brazo y la caña colocando la mosca sin lanzar. Si la carpa esta más alejada tendrá que esperar a que ésta se decida a salir de ese sitio y entre en alguna parte sin hierbas para poder efectuar el lanzamiento.

Las zonas de playa con grava son excelentes sitios para el desarrollo de acociles que son considerados como su alimento favorito. En esos sitios tendrán más oportunidad de encontrar carpas y

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presentarles sin dificultad la mosca, sin embargo ustedes estarán más visibles también y por lo tanto las carpas serán más asustadizas, así que traten de mantenerse cubiertos o alejados de la orilla.

Las zonas de lodo con poca hierba, serán excelentes lugares para carpas moviéndose lentamente rebuscando en el fondo o circulando hacia otra zona.

Una vez que logren presentar su mosca a una carpa, deberán aprender a detectar cuando ésta toma la mosca. Las car-

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pas a diferencia de otros peces, succionan la mosca y en cuanto sienten que es un engaño, la escupen rápidamente restándonos oportunidad de clavar nuestro anzuelo. Un cambio brusco en la dirección de movimiento o revoloteo en el fondo, son señales claras de que la carpa pudo haber tomado nuestra mosca. Efectúen un jalón largo y fuerte para así clavarla.

Las cañas pueden ser las mismas que se utilizan en la pesca de truchas, por lo que pueden utilizarse desde cañas del número 3WT hasta el número 6WT. Los líderes pueden tener de 4 a 10 libras de resistencia.

Las moscas deben ser imitaciones de ninfas, pequeños acociles o las tradi-

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cionales moscas “wolly bugger” en anzuelos del número 8 que seguramente nos darán más oportunidades de lograr nuestra captura.

La pesca de carpas es una buena opción para poner a prueba nuestros conocimientos como pescadores de mosca.

Esta pesca requiere de mucha observación y habilidad de lanzado asemejándose mucho a la pesca con mosca en el mar. Es por eso que muchos pescadores llaman a la carpa, el macabí de agua dulce.

Los invito a intentarlo y a vivir una experiencia nueva y muy gratificante en el uso de su caña larga.

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Alfredo Gallardo Piedras Negras, Coahuila.

Ana SofĂ­a Villanueva.

Antonio Alvarez con un Dorado desde Ensenada Baja California.

Carlos Grau Salom.

Carlos Mendoza.

Christian Canela desde el Campo 7 de Ensenada, Baja California.

Abel Herrera de Río Bravo, Tamaulipas.

Adrian Esc B.

Bryan Josmar Cruz Cepeda en la Pesca, Tamaulipas.

Candido Rafael Belmares Martínez.

Danijony Fernández.

David García Zavala.

Edred Lozano Presa Rodrigo Gómez “La Boca”, Santiago, N.L.

Eduardo Alvarado Barbachano de Chihuahua, Chihuahua.

George Piriloo.

Gerardo Garza en la presa Don

Guero Bass Presa el Nogalito Cerralvo N.L.

Irving Castillo Medina en Barra del Tordo.

Isaac Rubio en la Presa Marte R. Gómez en Camargo, Tamaulipas.

Isabella Villanueva.

Edgar Allan Valenzuela.

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Martín con una Lobina de 4.160 kg

Emiliano López.

Fj García Playa el Mezquital con un Tambor de 30 libras.

Francisco, José Antonio, Isabella y Ana Sofía.

Héctor Manuel Moreno Rodríguez en Altamar saliendo por Morón, Altamira, Tamaulipas.

Hugo E. Martínez en la Presa Sugar Lake.

Hugo Iván Hernández.

Jacobo desde la Presa Francisco Zarco, Dgo.

Jair Pérez desde Atlixco, Puebla.

Jared Bernal.

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Jesús Rivera desde San Carlos, Tamaulipas.

Jorge Elizondo Guerra presa Don Martin ,Coahuila.

José Alcalá.

José Roman Soto Armenta, en el Río Fuerte, Sinaloa.

Juan Aranda en la Presa la Boca.

Juan Gerardo Silva Nava.

Luis Espinosa.

Marco Corona.

Mario Roldan en Zimapán.

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José María Pérez Jiménez.

José Mendoza.

José Morales presa Venustiano Carranza, Juárez, Coahuila.

Juan RodrÍguez desde el Valle de Texas.

Julian Tun Ayora.

Lobo Castañeda.

Matias Rodríguez desde Texas.

Mauricio Herrera en Barra de Moron, Tamaulipas, México.

Michael Arteaga con una Lobina de 4.4 kg en Nuevo Necaxa, Puebla.

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Miguel Corona Gómez en Río Bravo, Tamaulipas.

Mikee Zu Lo.

Nelson Daniel en Barra del Tordo, Aldama.

Pablo Chapa.

Rafa García Presa Zimapán.

Raúl Morales en la Pesca, Tamaulipas.

Sofía y Orlando Rodríguez desde Brownsville, Tx.

Vinny Velazquez desde Río Fuerte, Sinaloa.

Froylan Gallegos Saldivar.

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Nelson Ortiz y Raymundo Bustamante presa Lazaro Cárdenas.

Omar Alejandro Estrada Martínez.

Orlando Rodríguez.

Rodolfo Treviño en la presa Palo Blanco en Ramos Arizpe, Coahuila.

Roman Manzano desde Hempstead, Tx.

Santiago Carlos Neira Coss desde el Rancho los Papalotes, Nvo. Laredo.

Jesús García Silva desde la Presa Marte R. Gómez.

Juan Gerardo, Alberto Ruíz y Juan Aranda en la presa el Cuchillo, China, N.L.

Óscar Alanis con una mojarra en la Presa Mimbres.

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Receta PO

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Por Alberto Tapia Landeros.

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a costa del Océano Pacífico norte es hábitat de un grupo enorme de peces pequeños costeros, cercanos a la playa. Me refiero al gran género piscícola conocido como Sebastes. Se han descrito 69 especies las cuales varían en tamaño y color. Pero su silueta es muy semejante en todos ellos. El ser

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tantas especies ha contribuido a su gran popularidad. Tan grande, que en la costa californiana se les ha sobre pescado y ya se encuentran protegidos, al menos hasta que sus poblaciones se recuperen en cantidades que garanticen su viabilidad.

Pero la costa Pacífica bajacaliforniana, si bien muy pescada en el norte, todavía

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ofrece la oportunidad de capturar algunos Sebastes «sarteneros», o mejor aún que tengan el tamaño para brindarnos un par de ricos filetes.

En ingles se les conoce genéricamente como «Rockfishes» o peces roca. También como «Rockcod» donde COD significa «bacalao» y rock también roca.

Creo que de ese nombre se deriva su nombre en español: Rocote.

Quizá los europeos que culturalmente han rendido pleitesía culinaria al baca-

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lao por sabroso, al conocer la magnífica familia Sebastes la llamaron «bacalaos de roca» o rockcods, ya que la mayoría de sus 69 miembros prefieren hábitats rocosos que arenosos. Por cierto, Sebastes significa «magnifico». Pero hay quien asegura que rocote le viene de rojo. La mayoría de los miembros de este distinguido genero ictio tienen ese color.

El hecho es que se trata de peces de medianos a pequeños que a nadie impresiona pero que por abundantes son la captu-

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Pescar rocotes es sencillo. Ideal para principiantes o enseñar a niños. En bahías cerradas el oleaje es mínimo, por lo tanto, es menor el riesgo de mareo. ra de muchos pescadores, es decir, hay rocotes para todos. Y como el bacalao, son exquisitos sobre la mesa.

También abona a su popularidad el que se encuentren cerca de la línea

Pescando Rocotes.

costera. Si bien lo menores pueden engancharse desde la plata, la mayor seguridad en su pesca se consigue en una lancha.

Pescar rocotes a kilómetros de la costa pedregosa siempre reditúa. Y esta pesca entusiasma a muchos, hasta botes de remos, ya que cualquier emergencia, una «aguada» o viento, se sobrepone acercándose a la playa.

que son peces residentes de su hábitat, es decir, viven todo el año en el mismo lugar. Misma que opera en su contra, ya que induce a la sobre pesca, como ocurrió en California.

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Para incrementar su popularidad, los rocotes muerden cualquier carnada, así como señuelos de fondo. Otra característica a nuestro favor es

Variedad de Especies.

Pero si a usted, pescador de caña y carrete le gus-

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tan los retos, en la pesca de rocotes estriba en identificar a cada especie con su nombre científico, tarea nada fácil. Para ello, recomiendo consultar guías de identificación.

La costa Pacífica bajacaliforniana del norte, esto es entre playas de Tijuana hacia el sur hasta el Rosario, es habitad de muchas de las 69 especies de rocotes. Usted puede pasarse toda una vida y quizá no logre pescar e identificar positivamente a cada una de sus presas. Pero no se preocupe, se disfruta en grande su pesca y después, en casa, su delicioso sabor preparados de mil maneras.

Comiendo Rocotes.

Desde un barco turístico que sale día a día, se pueden pescar unas cinco especies distintas en la hermosa Bahía de todo Santos o alrededor de la isla del mismo nombre, por cierto, inspiradora de

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uno de los cuentos más famosos del mundo editorial, la Isla del Tesoro de Robert Louis Stevensons, en 1883.

Pero si los grandes barcos turísticos de 40 pescadores no salen por falta de clientes estadounidenses, ahora debido a la inseguridad, ahí están otras embarcaciones menores dispuestas a llevar grupos pequeños. En el último de los casos, un bote de 19 pies con usted y su capitán basta para ir a pescar rocotes.

El hecho de que no nadan en cardumen y viven entre rocas no desalienta la pesca comercial. En la Isla San Martin, frente a San Quintín, B.C., he visto barcos colocando y revisando trampas para capturar rocotes.

Un guía me dijo en una ocasión que ellos los pescan con líneas de muchos anzuelos cebados. Los sacan vicos, los meten en un tanque y los exportan a EE.UU. resulta que esos peces son puestos en peceras de restaurantes finos, donde el cliente elige vivo el pez que han de cocinarle. Ignoro si esto es legal. Pero de crearse una demanda de este servicio en California, los rocotes bajacalifornianos peligrarían.

Al no ser especies en riesgo, solamente los inspectores de la CONAPESCA cuidarían a los pescadores que son sus patrones.

En esta costa pacífica, el mejor p siempre es un rocote. Cuando no 43

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pescado frito que se sirve entero, o se consigue, será una cabrilla.

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Si bien en Ensenada se consigue el límite de dos o tres especies, hacia el sur costero se consiguen más especies con especímenes de mayo tamaño, debido a la menor competencia y todavía ausencia de sobre pesca.

Muchos pescadores van por los pelágicos: jurel, barracuda, bonito, atún, albacora y dorado en verano. Si no los consiguen, se consuelan pescando

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La pesca de rocote es formal por derecho propio. El género Sebastes merece respeto. Debe planearse, conseguirse la carnada apropiada, el equipo correcto.

Una caña para bote de 40 o 50 libras, ya

anzuelos estriba en que se pueden probar varios tipos de carnadas: sardina, calamar, almeja, camarón, etc. Este tipo de pesca podrá parecer aburrida para algunos hiperactivos pero reditúa y satisface.

Si se le quiere agregar emoción al asunto, deje los anzuelos cebados y pruebe con jigs. Piezas de metal con anzuelo en una punta y jalada de la otra que se deja caer al fondo y se sube violentamente, para luego volver a caer.

Si no engaña al rocote, ponga pequeños

que la plomada más ligera a usar es de ochos onzas. Con este peso, una vara de 20 a 30 libras se dobla de más. El carrete convencional con línea de 20 o 25 libras es suficiente. Algunos usan líneas de menor resistencia. Un par de anzuelos hacen un buen trabajo. Algunos avorazados usan cuatro. La ventaja de varios

trozos de calamar en los tres arpones del anzuelo de tres picos e intente de nuevo.

Recientemente han aparecido nuevos curricanes para pescar de fondo que le dan aún más emoción a la pesca de rocotes. Se trata de engaños ingeniosos que imitan a un calamar nadando suspendido en la columna de agua.

rocotes y cabrillas. Este tipo de pesca no se disfruta mucho, pues se practica después de un fracaso, es decir, de consolación.

El equipo para Rocotes.

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¡Cuidado con los Rocotes! ¡Ha! Pero tratándose de rocotes, cuidado. Algunos especies tienen toxinas en sus espinas y tan solo un roce en su piel puede ocasionas una inflamación no desead y puede arruinar su mañana de pesca. Para evitar este riesgo, recomiendo utilizar guante de captura, a menos que se trate de especies muy conocidas para usted, sin esa ingeniosa defensa por parte del pez.

En la pesca de rocotes es evidente la insuficiencia de cinco por especie. Esto se compensa al disponer de varias de ellas en un mismo lugar. En mi experiencia, he enganchado hasta cuatro especies distintas en un mismo punto geográfico.

Cuando se pesca en aguas someras, es posible regresar al agua peces juveniles, pero cuando se hace desde lo profundo, no, ya que el pez se descompresiona y muere. En este caso, he visto a pescadores asiáticos sacar su navaja y desprender hábilmente ambos filetes tiernos del cachorro. Unas gotas de limón, otras de salsa de soya y quizá unos granos de sal de mar aderezan ese bocadillo que resulta una dulzura en la boca. Una práctica cultural inteligente, pero en nuestro esquema judicial incorrecto, ya que esos peces así aprovechados, no llegan a ser descontados del límite del pescador.

En este tipo de pesca generalmente el pescador de caña y carrete termina por cansarse antes de aburrirse. Y cuando esto sucede, es preferible que alguien en el desembarcadero o playa lo espere con un cuchillo bien afilado. Filetear rocotes no es nada divertido y resulta propenso a accidentes. Aunque una espina dorsal o de aga-

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Es recomendable usar guante de captura, el mínimo roce de la espina produce inflamación y es muy doloroso. lla no contenga algún toxico, el piquete duele mucho.

Supervisando la pesca.

Mi costumbre es acompañar al fileteador saboreando una cerveza fría, supervisando la operación. Sobre todo empacando los filetes en bolsas de plástico

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de cierre hermético, en mi caso con raciones para tres personas cada una.

Porque si usted llena hasta el tope cada bolsa, tendrá que descongelarlo todo y comerlo, ya que no es recomendable volver a congelar lo descongelado.

«Que los peces nos acompañen siempre»

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unque no soy muy buen pescador, me encanta participar en los torneos de pesca de lobina. La emoción de saber en que lugar va uno dentro del torneo es algo muy especial. Si no va uno bien, lo hace a uno revisar mentalmente todos los métodos empleados durante el evento, para ver donde está uno fallando y esforzarse por mejorar esa actitud.

En la presa El Cuchillo de Nuevo León se llevan a cabo diez torneos al año y procuramos no fallar a ninguno de ellos. Tenemos acceso a la información de los resultados de cada evento inmediatamente después de terminado y ahí nos podemos dar cuenta de varios detalles importantes, como son el numero de participantes, el número de ejemplares capturados, el porcentaje de animales muertos y otros datos de interés La mortalidad inicial de lobinas capturadas durante los torneos se podría considerar relativamente baja, según hemos podido apreciar. Pero según estudios de miembros de universidades y agencias estatales de pesca en los Estados Unidos, la mortalidad retardada, o sea la que se sucede después de que las lobinas fueron liberadas, que no tenemos manera de verificar, en ciertos casos llega ser hasta del 50 por ciento.

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¿Por qué mueren tantos peces, si cuando son liberados parecen estar sanos?

Las heridas causadas por los anzuelos son una manera obvia de lastimadura, sin embargo solamente en pequeño porcentaje de la mortalidad es causada por los anzuelos, sobre todo cuando se pesca con señuelos artificiales. Muchos peces mueren por daño causado en las agallas. Por lo consiguiente los pescadores deberán tener cuidado en no dañar las agallas al quitar los anzuelos.

Otro daño que se les causa a los peces que puede originar la mortalidad retardada consiste en raspar o remover la mucosidad protectora que normalmente segregan por las glándulas de su piel que los protege contra infecciones. El manipular los peces con manos secas, el roce de redes, el permitir que estos caigan en la cubierta o en el vivero seco, remueve esa capa protectora de mucosidad.

Cuando las condiciones de un vivero en una lancha son malas las lobinas se estresan considerablemente. El funcionamiento de un buen vivero debe mantener una buena temperatura y debe mantener el agua bien oxigenada.

El principal motivo de muerte retardada en estos peces es el estrés. En los humanos el estrés puede ocasionar cierto daño, pero en las lobinas es letal.

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Para reducir el estrés y a la vez reducir la modalidad retardada, se requiere de tres cosas: a) Reducir daños por manejo y pérdida de mucosidad protectora. b) Condiciones higiénicas en el vivero de la embarcación. c) Un pesaje rápido y eficiente donde los peces estén sujetos a un ma-

nejo mínimo mientras son mantenidos en condiciones adecuadas de sobrevivencia durante el pesaje.

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Por Enrique Caraza (+)

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ndiscutiblemente la pesca de la lobina negra es la pesca más interesante que existe, pero hay otras variedades que también proporcionan gran satisfacción al aficionado que las captura.

Sería un sueño que en aguas dulces de México existieran otras especies que pudiéramos catalogar como “peces de pelea”, es decir, que respondieran a señuelos artificiales, como podrían ser el lucio, el salmón, el lucio-perca u otras especies, pero debido a las altas temperaturas que se registran en nuestro territorio no es factible que puedan habitar en nuestros ríos y lagos.

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Un pez que si podría introducirse en aguas mexicanas podría ser el crappie (Pomoxis Annularis Refinesque) que es una especie de mojarra que habita en manchas numerosas, responde a los señuelos artificiales, no daña las poblaciones de lobina negra y es de exquisito sabor en la mesa.

En Estados Unidos se conocen nueve variedades o subvariedades de lobina, todas de la familia Micropterus, que proporcionan mucho esparcimiento a los aficionados de la pesca en todos los estados de la Unión Americana excepto Alaska. Para enriquecer sus conocimientos piscatorios, vamos a mencionar cada uno de estos peces incluyendo sus características: LOBINA DE BOCA GRANDE (Micropterus Salmoides) Distribución: Ampliamente distribuida en aguas de Estados Unidos y México, menos en Alaska. Ha sido sembrada en otros países, incluso en Europa.

Una de sus características es una banda lateral oscura y tiene una separación visible entre las dos aletas dorsales. Invariablemente, el labio superior de su boca llega más allá del márgen trasero del ojo.

LOBINA PUNTEADA NORTEÑA (Micropterus Punctulatus) Distribución: Aguas de las regiones sureste y medio oeste. Ha sido sembrada en varios estados incluyendo California. Tiene líneas horizontales de puntos nítidamente acomodados debajo de la línea lateral.

LOBINA DE BOCA CHICA (Micropterus Dolomieu) Ampliamente distribuida por los Estados Unidos y Canadá. Muestra barras obscuras verticales y no tiene barra horizontal. El labio superior de la boca no va más atrás de la línea media del ojo. Las aletas dorsales se distinguen por estar marcadamente conectadas.

Su color varía del café al bronce.

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LOBINA DE OJO ROJO (Micropterus Coosae) Distribución:Alabama, Georgia y Tennessee. Ha sido sembrada en California y Kentucky. Las principales orillas de la cola y demás aletas son de color naranja o rojo ladrillo.

LOBINA DE FLORIDA (Micropterus Salmoides Floridanus) Distribución: Florida y Georgia, pero ha sido sembrada también en Texas y otras partes por el conocimiento que se tiene de que la cruza con otras especies de lobina origina ejemplares de mayor tamaño. Tiene escamas más pequeñas, pero más numerosas que la lobina norteña. También muestra la línea lateral más gruesa y fragmentada.

LOBINA PUNTEADA DE ALABAMA (Micropterus Punctulatus Hemshalli) Distribución: Bahía Mobil de la vertiente de Mississippi, Alabama y Georgia, también ha sido sembrada en California. Es más alargada y con escamas más pequeñas que la norteña punteada.

LOBINA GUADALUPE (Micropterus Treculli) Distribución: Algunos ríos de Texas.

Tiene líneas de puntos arriba y debajo de la línea lateral y anchas líneas longitudinales.

Tiene dientes en la lengua.

LOBINA SHOAL (Micropterus Coosal) Distribución: Georgia, Florida y Alabama. La cola de esta especie así como las aletas son de color rojizo ligero.

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LOBINA SUWANEE (Micropterus Notius) Distribución: Florida. La barbilla, la garganta y a veces extendiéndose hasta la panza el color es ligeramente azul turquesa.

No dudamos que en diferentes regiones de México puedan existir variedades de lobina que son desconocidas. Por lo pronto vamos disfrutar la pesca de este pez tal y como la conocemos en nuestros lagos y ríos.

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Rubén Santillán Ávila.

Club Fhistos.

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una resplandeciente, creciente tu llama en la noche alumbra el agua, reflejas en ella esa dulce paz que brindas, majestad de plata brotan los más bellos sonidos, las dulces voces de la noche, el murmullo de los grillos y el silencio de un viento que acaricia la copa de cada árbol respirando el más puro aliento brotan ante ti pequeñas burbujas del fondo del agua esas pequeñas y diminutas señales aunque gigantes inspiraciones de la más bella criatura descansas tranquila y yo te pienso a cada instante, duermes silenciosa mientras yo me mantengo despierto pensando en un encuentro más en verte de nuevo al salir el sol, enfrentarnos una vez más bella maravilla y probarnos el uno al otro de que estamos he-

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chos los 2, haces brotar en mi la fuerza que no conozco, me inspiras a verte pelear y yo a ganar este frente, aunque no lo veas como una guerra es solo mi gran admiración y respeto que tengo sobre ti bella criatura, transpiras calma y paz, sellas cada uno de nuestros pensamientos y lo transformas en tranquilidad, calma y aceleras mi mente y le das creatividad, para buscarte cada día más la mañana siguiente, vernos de nuevo y que me des una vez más otra pequeña muestra de tu grandeza porque dios te hizo perfecta a su semejanza y agradezco tu existencia porque puedo repetir estas palabras día a día al emprender el camino de tu búsqueda, descansa tranquila que mañana nos veremos una vez más…

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Pastelerías Suspiros los espera en su64 sucursal Universidad #503 plaza 503 Col. Monte CañaAve. y Carrete www.apescar.net Verde Tel.: 210.06.74 y Sucursal Calle 10 #203 Poniente Col. Jardín 20 de Noviembre entre Segunda y Tercera Avenida Tel.: 126.06.11 ¡Nunca es un mal día para consentirte!

Vine a este mundo a pescar.

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ucho tiempo pasamos en esta vida pensando a que venimos. La mejor manera de no adentrarnos en la respuesta es no pensar en la pregunta. Simplemente vivir como lo marcan los códigos sociales y de alguna manera pensar..., más bien esperar que nuestra misión se nos revele durante el camino, como a Moisés en el desierto.

Hoy a mí se me revelo mi misión en la vida. Una idea vino y se me metió en la cabeza. Nosotros, la raza humana, tenemos dentro de nuestro código genético la «mejora continua» hasta alcanzar la perfección. Debemos de nacer, crecer, mejorarnos a nosotros mismos y así a los demás, reproducirnos y morir para dar paso a otros que vienen detrás y que recogerán nuestro «avance» y lo mejoraran todavía más, se replicarán y morirán para dejar paso a alguien más que a su vez mejorara lo hecho por ellos y así interminablemente hasta alcanzar la meta genética..., la perfección.

Todas las sociedades, todas las razas y culturas en todos los años pasados han tenido esa «misión secreta».

Incluso cada animal, planta o molécula, cada planeta y universo o cada soplo de viento inclusive tiene un mensaje secreto inscrito en su misma fibra divina que lo obliga a servir su destino, y así, toda actividad, por minúscula que parezca es una acción más para llevar a todo lo que existe hacia el fin deseado, la perfección.

Hoy sé que mi misión particular, mi asignatura fue contribuir a la vida de los demás haciendo lo que hago... pescar y compartir lo que aprendo. Soy muy feliz al saber que he aportado mi grano de arena a este propósito. Soy muy feliz porque ahora sé que Dios me guía, me empuja, me protege a fin de que

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yo, al igual que tú, logres tu meta la cual es tan importante como la mía, por minúscula que parezca, pues sin tu parte o la mía, la misión se retrasaría y todo el grupo perdería tiempo genético.

Hoy entiendo plenamente el significado de la palabra Dios. Alguien, algo que te acompaña desde el día que naces hasta el día que mueres y que lo llevas en el código genético aunque tú no lo sepas o no lo sientas o no lo veas o escuches, ahí está, metido en lo más profundo de tu ser, guiando cada acción de cada ser viviente. Es como una gran computadora arreglando cada acción de cada uno de nosotros para que alcance su meta individual.

Me siento libre de todo pero comprometido más conmigo mismo a «soltar amarras» y dejarme ir en la vida haciendo lo que sea, pues es lo que Él quiere.

Me siento libre por qué sé que cuando me toque estar frente a él nuevamente, estará contento con lo que él hizo conmigo, con el resultado del trabajo encomendado, cifrado en algo que hoy llamamos código genético. El sonreirá y se acordara de mí, de esta pieza pequeña y diminuta de su rompecabezas, me sostendrá entre sus manos como un alfarero sostiene su pieza recién terminada y sonreirá, se acordara cuando me programo y pensara... bien, hiciste tu parte.

Esta amigos, es mi reflexión personal sobre mi encomienda en la vida, sobre cómo debo vivirla y sobre cómo terminará algún día y también es mi reflexión sobre la vida, y mi única respuesta a la eterna pregunta… ¿Qué vine a hacer aquí?

Hasta la próxima Marea.

Pedro Sors.

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