DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA CURSO 2017-2018
LÍRICA POPULAR 1. ¿Qué faré, mamma? Meu al-habib est ad yana. 2. “¡Tant’ amáre, tant’ amáre, habib, tant’ amáre! Enfermaron uelios gaios, e dolen tan male.” 3. “Vayse meu corachón de mib. Ya Rab, ¿si me tornarád? ¡Tan mal meu doler li-l-habib! Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?”
“¿Qué haré, Madre? Mi amigo está a la puerta.” “¡Tanto amar, tanto amar, amigo, tanto amar! Enfermaron unos ojos antes alegres y ahora duelen tanto.” “Mi corazón se va de mí. Oh Dios, ¿acaso volverá a mí? ¡Tan fuerte mi dolor por el amigo! Enfermo está, ¿cuando sanará?”
4. Ya Mamma, me-w-l-habibe Bais e no más tornarade. Gar ké fareyo, ya mamma: ¿No un bezyello lesarade? Ondas do mar de Vigo 5. Ondas do mar de Vigo, se vistes meu amigo? E ai Deus!, se verra cedo? Ondas do mar levado, se vistes meu amado? E ai Deus!, se verra cedo? Se vistes meu amigo, o por que eu sospiro? E ai Deus!, se verra cedo? Se vistes meu amado, por que ei gran coidado? E ai Deus!, se verra cedo?
Madre, mi amigo se va y no tornará más. Dime qué haré , madre: ¿no me dejará [siquiera] un besito? Olas del mar de Vigo Olas del mar de Vigo, ¿Visteis a mi amigo? ¡Ay Dios! ¿vendrá pronto? Olas del mar agitado, ¿Visteis a mi amado? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto? ¿Visteis a mi amigo, aquél por quien yo suspiro? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto? ¿Visteis a mi amado, quien me tiene tan preocupada? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?
6. Sedia-m'eu na ermida de San Simion Sedia-m'eu na ermida de San Simion, e cercaron-mi as ondas, que grandes son. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo! Estando na ermida ant'o altar, cercaron-mi as ondas grandes do mar. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo! E cercaron-mi as ondas, que grandes son; non ei i barqueiro nen remador. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo! E cercaron-mi as ondas do alto mar; non ei i barqueiro, nen sei remar. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo! Non ei i barqueiro nen remador: morrerei, fremosa, no mar maior. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo! Non ei i barqueiro, nen sei remar: morrerei, fremosa, no alto mar. ...Eu atendend'o meu amigo! ...Eu atendend'o meu amigo!
Estaba yo en la ermita de San Simón, y cercáronme las olas, que grandes son. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo! Estando en la ermita ante el altar, cercáronme las olas grandes del mar. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo! Y cercáronme las olas, que grandes son; no tengo barquero ni remador. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo! Y cercáronme las olas del alto mar; no tengo barquero, ni sé remar. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo!
En la fuente del rosel 7. ....En la fuente del rosel lavan la niña y el doncel. ....En la fuente de agua clara, con sus manos lavan la cara él a ella y ella a él: lavan la niña y el doncel. ....En la fuente del rosel, lavan la niña y el doncel.
No tengo barquero ni remador: moriré, hermosa, en el mar mayor. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo! No tengo barquero, ni sé remar: moriré, hermosa, en el alto mar. ....¡Esperando yo a mi amigo! ....¡Esperando yo a mi amigo!
8. Ya cantan los gallos amor mío y vete; cata que amanece. Vete, alma mía, más tarde no esperes, no descubra el día los nuestros placeres. Cata que los gallos, según me parece, dicen que amanece.
|
DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA CURSO 2017-2018
9. Dentro en el vergel moriré; dentro en el rosal matarme han. Yo me iba, mi madre, las rosas coger; hallé mis amores dentro en el vergel. Dentro en el rosal matarme han.
10. Enviárame mi madre por agua a la fonte fría: vengo del amor ferida.
11. Al alba venid, buen amigo, al alba venid. Amigo el que yo más quería, venid al alba del día. Amigo el que yo más amaba, venid a la luz del alba. Venid a la luz del alba, non traigáis compañía. Venid a la luz del alba, no traigáis gran compaña.
12. A coger amapolas, Madre, me perdí: ¡caras amapolas fueron para mí!
13. Ahora que sé de amor me metéis monja? ¡Ay, Dios, qué grave cosa! Ahora que sé de amor de caballero, ¿ahora me metéis monja en el monasterio? ¡Ay, Dios, qué grave cosa!
|
14. Caballero, queráisme dejar, que me dirán mal. ¡Oh qué mañanica, mañana , la mañana de San Juan, cuando la niña y el caballero ambos se iban a bañar! Caballero, queráisme dejar, que me dirán mal.
TEMAS Y TÓPICOS DE LA LÍRICA TRADICIONAL La lírica tradicional medieval (tanto las jarchas, como las cantigas d’amigo o los villancicos castellanos) tiene como tema principal la queja amorosa puesta en boca de una mujer. Esta suele dirigirse a su madre, a sus hermanas o amigas (confidentes), a la naturaleza o, directamente a su amado y se lamenta de la ausencia del amado, de que este no acuda a la cita o de que el alba y el canto del gallo termine con el encuentro amoroso (albadas y alboradas )… La lírica popular se da básicamente en el contexto rural de la sociedad medieval; no es extraño, por tanto, que en esta poesía se empleen con frecuencia los elementos de la naturaleza como referentes simbólicos del amor. Así por ejemplo, el mes de mayo, los almendros en flor, símbolos del renacimiento primaveral de la naturaleza, lo son también del sentimiento amoroso. Estos poemas también son ilustrativos de cómo y dónde se producían los encuentros amorosos: las romerías, la fuente o el río (a dónde se iba a lavar) eran sitios para el amor. El vergel, la vega o la ribera del río, el bosque o el monte eran también lugares propicios, aunque los segundos tenían la connotación de lugar salvaje en donde la dama podía correr peligro. En cuanto a la hora de la cita amorosa, acostumbraba a ser nocturna y la medianoche y el alba solían ser los límites del encuentro amoroso. Las fechas más propicias estaban relacionadas con los ritos sociales, naturales y culturales: la primavera (abril y mayo), San Juan (el solsticio de verano) o las celebraciones eran una buena ocasión; por eso hay canciones de romería, de primavera (mayas), de siega, de siembra… En la lírica tradicional también se reflejan los usos amorosos de la época: abundan los poemas de “malcasada” o “malmaridada” o de muchachas que son inducidas a entrar al convento pese a su voluntad. También se refleja el miedo a perder la virginidad y quedar deshonradas. La rosa, el jardín o los cabellos (sueltos) son un símbolo de la virginidad que se pierde. Peinarse, bañarse, coger la flor, lavarse o remover el agua son acciones que aluden a la entrega amorosa.
DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA CURSO 2017-2018
|
La dama podía ser representada como una garza o una cierva que resultaba cazada por el caballero. Aparecen también otros tópicos literarios como el de los Oculos sicarii (ojos asesinos).