© Ismael Augusto Sulca Velásquez ‘AJA JUNJARIN’ (La chicha del olvido) Enero, 2016
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‘AJA JUNJARIN’ (LA CHICHA DEL OLVIDO)
ISMAEL AUGUSTO SULCA VELÁSQUEZ
LIMA - PERU
2016
“Ohh poderoso maíz que de tus raíces enmarañadas nace la fuerza del espíritu y fortificador del hombre. Calmas su hambre y también su sed para llevarlo a los confines de sus máximos deseos. Eres el secreto del trabajo de la tierra de un puñado de esfuerzo para alcanzar los cielos”
HORIZONTE DE VERTIGO Cuentan las lenguas maternas que un día soleado de oblicuos rayos, después de haber pasado más de cuatro meses en la isla de Puná (del cantón de Guayaquil en Ecuador), aparecieron en el horizonte de las playas de Tumbes unos hombres barbudos de pechos resplandecientes, que bajaron de un navío
extraño y fabuloso, de cuyas entrañas salían otros seres, entre ellos ‘cuadrúpedos relinchadores’ que cabalgados por tipos con máscara de hierro, llevaban una bandera con el signo de la cruz, y empezaban a recorrer por las tibias arenas como alma que lleva el diablo en busca de agua, combustible, comida y sobre todo mujeres a quienes en su primer contacto y satisfechas
sus
pasiones,
las
mataban
con
las
enfermedades que llevaban en la piel y su aliento. Ya los rumores decían que se trataban de los Ibéricos, una mezcla de cuales,
blancos y bereberes, algunos de los
plagados
de
escorbuto,
tuvieron
en
el
tomate(1) una cura para sus males. Eran los tiempos 1532- en el que el Hatun Wiracocha (Señor Inca) ya estaba enterado de aquellos acontecimientos, y de la forma
cómo
esos
‘runas
extraños’
habían
desembarcado, como si fueran hormigas invasoras, procediendo a construir parapetos y guarniciones, desde donde podían futuras hazañas.
permanecer y elucubrar sus
FURIA POR LA RIQUEZA Todo había comenzado después de la conquista de los mexicas o aztecas en 1519 por Hernán Cortés,
y
vuelto a reafirmar en 1530 en Panamá de las Indias, para que en enero de 1531, un contingente de 180 hombres y 39 caballos, se embarcaran hacia la zona sur de aquellos territorios(2), hasta donde llegaban muestras de artesanías y enormes riquezas en piedras, plata y oro desde los confines de un gran cacique mayor, más allá de las altas montañas (los andes), zona y territorio de los descendientes de los ‘Virú’(3) y de aquellos conocidos como los ‘Pirhua runas’(4). Esta campaña estaba al mando de Francisco Pizarro quien ya había demostrado su valentía, arrojo y destreza en la defensa del Istmo así como de su propuesta en la Isla del Gallo, en donde trece de sus valientes lograron cruzar la raya que, con su espada, hizo en la arena, para simbolizar el lado entre la pobreza y la riqueza que les esperaba en el territorio de aquellos grandes
Señores que habían surgido de las altas cumbres del Titic – Ccacca (Titic-Jaja: Región de los hielos eternos)
El desplazamiento de los jinetes así como de sus formidables intenciones
bestias no
eran
hacían
presagiar
buenas
para
la
que
sus
comunidad
indígena, que los veían recorrer rumbo a Sacsamarca, preguntando y obteniendo información de la presencia del Inca Atawálipa(5)
quien había viajado con su
séquito de los ‘Coyllur Yachachin’(6) y habían sido testigos presenciales de la luminiscencia de una ‘estrella fugaz’(7) que apareció en el
firmamento
andino, tal vez como señal de lo previsto por los dioses de los antiguos mochicas.
LA CONFIANZA DESPROVISTA Ya
con
él
había
mantenido
comunicación
e
intercambiado algunos presentes como la famosa camisa de Pizarro y algunas provisiones que recibió éste para su viaje, tiempo que al resoplido de sus caballos hacían correr espantados a los lugareños, quienes ya habían caído fulminados por la influenza (gripe) y la viruela de los que eran portadores. Los ‘runasimis’ decían que ellos (los barbudos) mataban con sus estornudos sin siquiera ser tocados.
Así, lograron tomar prisionero el Inca Atawálipa y luego ajusticiarlo, con el pretexto de arrojar su libro sagrado y no ser converso a la nueva fe, así como por haber ordenado, desde su prisión, el asesinato de su medio hermano Waskha (soga, cadena o nudo del imperio), el otro Inca regente en los dominios del
C’osco, más distante hacia el Sur. Bajo los delirios de la riqueza del oro, la plata y el repartimiento del poder por los dominios de las nuevas tierras, los nuevos señores enrumbaron
hacia
la
otra
sede del Incanato, en donde tuvieron la ayuda de muchísimos aliados y poca resistencia en el gran camino del Ccapac-Ñan, a donde habrían de llegar el 29 de Agosto de 1533. Se confirmaba de este modo el aforismo inca que sentenciaba “Toda conquista es favorecida, de algún
modo, por la traición”
DESCONCIERTO EN PARECERES Los nuevos regentes o representantes incas, al no haber tenido la oportunidad de designar a un sucesor, se vieron envueltos en luchas fratricidas por el poder real. Ante tamaña incertidumbre los ‘Sápac Runas’(8) procedieron a deliberar cuál sería su proceder debido ya a las cercanías del ejército invasor.
Su primordial preocupación era que querían resguardar los ‘secretos’ que conocían sobre el manejo y dominio de las piedras mediante el uso de la pasta sagrada del ‘Mitu’(9); la alquimia en su orfebrería; la información registrada en los Quipus; el oráculo de las Huacas; el Culto a los Mallquis(10); el ritual y la sentencia de los Q’eros; el sacrificio de doncellas ante los Apus o Wamanis; la repartición de las Ñustas, las Pallas y las Acllas (concubinas); la perdurada costumbre de las Huatias; el desvío de los ríos por canales antiquísimos; la curación con medicinas y operaciones en los cráneos(trepanaciones) así como la ‘reducción de
cabezas’ de las tribus recién conquistadas; el uso conveniente del frío; el rito del ‘chacchado’ de la coca con ‘llipta’; y el ‘Pagapo’ a las deidades con los ‘quintus’ de coca. Además, como ya conocían las ambiciones
de
los
‘ajenos’
querían
proteger
las
riquezas que eran obtenidas de las minas de los ‘Orccos’(11),
más
al
sur
del
‘C’osco’,
al
cual
lo
inundaron con aguas casi inexistentes por el lugar.
OCULTAR LO CONOCIDO
Reunidos en un Consejo de Sabiduría, a iniciativa del ‘Willac Uma’ (Cabeza que avisa o aconseja, Sumo Sacerdote), incluidos los ‘Aukis’ (príncipes herederos) del
Sápac
Inca,
los
Panacas
(llamados
después
orejones), los miembros de los Ayllus, y los más insignes Amautas, la corte del Hatun Wiracocha, después de deliberar aprovechando los festejos del Inti Raymi, decidiendo por fin lo que debían de hacer ante
la proximidad de los invasores con cabeza, cuerpo y espada de hierro.
El Consejo de Sabiduría ordenó al ‘Hatun Allpa Kuna’(12) para que les prepare una poción que les diera más fuerza, más vigor, para poder estar en vigilia y prepararse a afrontar el peligro que se avecinaba y, que al ser bebida por todos, les sirviera como vínculo aglutinador y demostrativo como el de estar ‘poseído’ de una furia sobrenatural o una especie de ‘guerrero furioso’ que todos conocía como ‘Sinchi kunas’, siendo los únicos que podían hacerle frente al desconocido invasor.
LA CHICHA DEL OLVIDO
La poción requerida fue preparada con una mezcla de sustancias de flores de aguaymanto y floripondios; semillas de choloque, guinda o capulí, huito; jugos de maguey, mastuerzo o capuchina, y gotas de ‘barbasco’; esencias de molle, shiringa, y de las hojas de coca; polvos de las ‘pepas’(semillas) del tumbo, de la tuna y los ubos; que fue ‘cocinado’ en grandes cantidades, como el que nunca se había realizado en el Imperio, y consumido, por cientos de miles, mezclado con chicha de
jora,
durante
la
última
fiesta
de
la
‘Huata-
Cosecha’(13), en una ceremonia especial denominado el ‘Huaccay Cuticuy’ (el regreso del llanto) que, luego de la borrachera, los indujo a un sueño profundo que les duró casi todo un día.
Todo estaba dispuesto para que el efecto del brebaje sirviera para transformar en imbatibles guerreros a los que lo bebieran, pero ocurrió algo siniestro y por tanto inesperado. La poción, además de darle fuerza y valor, les produjo una inicial pérdida de memoria, con algunas manifestaciones de olvido, muy posible debido a que fueron más las gotas de las raíces del temible ‘barbasco’.
Ante este resultado nuevamente se le ordenó al ‘Hatun Allpa
Kuna’
para
que
prepare
un
antídoto
de
emergencia el cual sabían que era el consumo de los jugos del ‘tumbo’ en la que se disolvía la cera y la miel producida por el ‘Uyrungu’(14) que los elaboraba en sus nidos hechos en las durmientes de los troncos de maguey con las que se construían las casas de adobe o barro apisonado, de las que había en determinados lugares del Tahuantinsuyo imperial.
Pero ese año había ocurrido otro hecho inusual que hizo que de los mares soplaron vientos calientes que produjeron un fenómeno poco conocido y que hacía llover en las costas, y que también había propiciado la afectación de los reinos de Caral, Virú, Mochica (con el Señor de Sipán), y Chimú (con el majestuoso Chan Chan).
Estos aires calientes llegaron afectar en los
andes, donde no floreció el maguey ni hizo aumentar al ‘Uyrungu’ y por lo tanto no hubo provisiones suficientes de la rica y codiciada miel, antídoto para aquella poción del mal recuerdo (‘aja-junjarin’: chicha del olvido), por lo que la mayoría de los descendientes incas no recordaban lo sucedido, y por eso gran parte de su sabiduría fue olvidada en tan corto tiempo.
Pero hay algunas voces contradictorias que refieren que el propósito de la alta jerarquía del dominio Inca era
intencional
y
tremendamente
opuesto
al
de
infundirles valor para hacerle frente a tamaña invasión, si no para que la mayoría de la población no tuviera
recuerdo alguno de aquella ‘borrachera’ de la poción mezclada con la ‘chicha’ de jora. El afán ante lo desconocido era para que la población en general fuera a perder el conocimiento de los modos de vida y no dar información alguna de los logros obtenidos así como de sus riquezas para evitar que se apropien de ella. PARA FIJAR LA MEMORIA Cuentan
los
antiguos
y
muy
entendidos
que
en
comarcas o Ayllus muy alejados de lo que hoy es el Perú profundo donde florece el maguey, el ‘ninauru’(15), y el murciélago –que se alimenta de éstos últimos- así como del ‘Uyrungu’, que se nutre del polen de
las
flores
del
maguey,
es
poco
conocido
la
veneración y el consumo de su miel por los niños, que les propicia la fijación de los recuerdos, les previene los males del olvido, y hacen que los adultos mayores vivan una vida tranquila como también lo fue su infancia, para que en los últimos años de sus vidas transmitan, a sus nietos, los cuentos del que alguna
vez tuvieron conocimiento, pero eso sí, en el idioma común aún imperante, como sigue siendo el ‘runasimi’, el imperecedero quechua de los incas, que ni poción alguna pudo haberlo afectado.
DESCRIPCION DE TERMINOS: (1) Tomate: Pomo d’oro o manzana dorada. (2) Cuando el navegante Vasco Pascual de Andagoya parte al sur y pasa el Golfo de San Miguel, en el actual Panamá, sus hombres bajaron a los nuevos territorios, y a través de un intérprete, preguntan a los indígenas por dónde se encontraba un gran reino y sus riquezas, los indios le contestan que en ‘Virú’, cuando en realidad el lugar estaba más al sur de aquella región. (3) Cultura Virú: Fue una cultura costeña que se desarrolló entre 200 a.C. y 200 d.C. entre los valles de los ríos La Leche y del Santa. Tuvo vigencia en la parte final del formativo del antiguo Perú hasta el siglo III d.C que terminó siendo desalojado de la cuenca del Chicama y sometido por los Mochicas(del señor de Sipán) y posteriormente por los Chimú (1100-1470) y éstos a su vez fueron conquistados en cruenta guerra por el príncipe Túpaq Inca Yupanqui, hijo de Pachacútec, padre de Huayna Cápac, y abuelo de Huáscar y Atawálipa (Atahuallpa). La cuenca hidrográfica de 2.805 km². del río Virú, está localizado en la costa norte del actual Perú, en el
Departamento de La Libertad, que se extiende por las provincias de Virú, Julcán y Trujillo. (4) Pirhua runas: (Gente de Pirhua) Integrantes de la gran cultura ‘Virú’ conocedores en el uso de los tejidos
con
algodón,
ceramios
(huaco
retrato),
tinajas, vasijas grandes o pequeñas, ya sea de barro, cobre, plata, estaño y oro (que fue desarrollado por la
cultura
Moche),
almacenamiento
de
los
conocían alimentos
también en
el
‘pirhuas’,
cántaros o contenedores, y que navegaban los mares
montados
en
‘balsas
de
totora’.
Se
desarrollaron a las orillas del río Pirhuay, tributario por la margen izquierda del río Virú. (5) Atawálipa: A decir del Dr. Alejandro Torres Medina en su libro ‘Atahuallpa: Un vergonzoso sobrenombre
del último inca del Perú (Ojo Pródigo, 2012) se refiere al verdadero nombre del Inca Atahuallpa, que por error histórico de dicción del mundo quecha al español, fue cambiado como al que se le conoce comúnmente. (6) Couyllur Yachachin: Especie de magos, adivinos, astrónomos, señores de la noche.
(7) Cometa Halley de 1531 descrito por el alemán Petrus Apianus. (8) ‘Sapac Runas’: Clase dominante o los señores del conocimiento. (9) ‘Mitu’: Especie de pasta de vegetales, frutos, semillas y arcilla que al ser deglutida y regurgitada por el ave del mismo nombre (similar al ‘gallito de las rocas’ o tunqui, Rupicola peruviana), y al ponerlo en contacto con las rocas, las horada, propiciando su disgregación, lugar donde hacen sus nidos. El tunqui es el ave nacional del Perú. (10) Mallquis: Momias de los Sápac Incas que eran custodiados y reverenciados en multitud. (11) Orcco: Tayta Orcco, deidad de las cavernas. Al castellanizarse en plural se convirtió en Urcos una ciudad cercana del Cusco. (12) Hatun
Allpa
Kuna:
Especie
de
hechicero,
conocedor en la preparación de brebajes. (13) Huata Cosecha: La cosecha del año. Fiesta en el Imperio Inca (del 15 de Agosto de 1532), en el que tradicionalmente se juntaban varones y mujeres
para buscar y formar parejas en unión conyugal más conocido como ‘servinacuy’ que aún se lleva a cabo en las alturas del distrito de Ocongate, Cusco. Los hijos resultantes eran llamados ‘hijos de la Huata cosecha’, que regularmente nacían en el mes de Mayo, mes de la cosecha y la abundancia de los alimentos. Los que no eran reconocidos pertenecían a la comunidad o Ayllu. (14) Uyrungu: Insecto tipo abejorro que fabrica una cera con sabor a miel. (15) Nina-uru: En quechua ‘candela que brilla’, especie de larva de las luciérnagas que en noches de oscuridad brillan en busca de alimento o pareja.
RIQUEZA INCA O PRECIOSO DORADO
Artesanía y tesoros que ya se conocía desde los tiempos de los reinos Virú, Mochica, Chimú asentados en la costa norte del antiguo Perú.