2013
DOCUMENTO DE CONCLUSIONES
Di贸cesis Mondo帽edo-Ferrol Delegaci贸n de Laicos 01/01/2013
CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS 2012 Laicos colaboradores y corresponsables en la Iglesia La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol acaba de celebrar el "I Congreso Diocesano de Laicos" bajo el lema "Ide, tamén vós" (Mt 20, 4). La clausura del mismo tuvo lugar los días 26, 27 y 28 de octubre en el Seminario de Sta. Catalina de Mondoñedo, con la presidencia de Mons. Manuel Sánchez Monge, obispo de la Diócesis. Cerca de 350 miembros del Pueblo de Dios (obispo, sacerdotes, religiosos, religiosas y sobre todo laicos) hemos orado y reflexionado sobre la importancia de la vocación y misión laical en este momento de la Iglesia y de la sociedad. Esta llamada surgió hace dos años a través de nuestro obispo y hemos sentido desde el primer momento que la gracia de Dios y el don del Espíritu fueron guiando este itinerario con grupos de trabajo y reflexión en las parroquias, asociaciones y movimientos apostólicos, en nuestra Iglesia diocesana. La clausura del Congreso comenzaba el viernes 26 con una Vigilia de oración. PONENCIAS Contamos con momentos intensos de oración y encuentro pero sobre todo, con dos ponentes de renombre: Francesc Torralba, laico y profesor de la universidad Ramón Llull de Barcelona y Angel Galindo, rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, que nos han dejado sus pautas para una reflexión posterior, de las que destacamos lo siguiente. Ponencia 1: “La opción cristiana es creíble e inteligente”: En la primera de sus dos ponencias, Francesc Torralba compartió con los laicos participantes un conjunto de propuestas con las que poder dar a conocer nuestra fe de forma que ésta sea creíble e inteligible: - Proponer al mundo, con valor y audacia, aquello en que creemos, sin imposiciones, para conseguir la aceptación y comprensión, rompiendo tópicos y prejuicios, creando comunidades permeables que absorban todo lo bueno que hay en el exterior y protejan y cuiden lo bueno que hay dentro. - Desechar el cristianismo vergonzante, expresando lo que uno es en todos los entornos teniendo en consideración la pluralidad de los receptores a los que nos dirigimos, utilizando estrategias diferentes según cada ambiente: universidad, mundo obrero y agrario, los enfermos, intelectuales, presidiarios o los jóvenes…, sin excluir a nadie. Nuestra credibilidad está en función de nuestra coherencia personal.
- La necesidad de ser inteligibles, expresándonos de forma que el interlocutor nos entienda: la opción cristiana nos permite conocer a la persona por dentro. Lo esencial es lo que no se ve. - Romper con la idea de que la fe cristiana de anacronismo: el amor al prójimo, la justicia, la solidaridad son atemporales. - La Doctrina Social de la Iglesia ilustra muy a fondo aspectos de la vida social, el trabajo, la globalización, el medio ambiente o la familia que deben ser presentados como un medio legítimo de organizar la sociedad. Ponencia 2: “Vivir conforme a la lógica del don”: - “Vivir conforme a la lógica del don” es el modo de vida que entiende que la felicidad radica en la práctica de la donación de lo que uno tiene y de lo que se es. - La lógica del don está vinculada al principio de gratuidad, de no esperar nada a cambio, en contraposición con la lógica mercantil. Esta lógica es viable en todos los ámbitos, como el político, social, sindical, económico, educativo o el sanitario, en donde predomina la reciprocidad. - Todos nosotros somos don. Nos encontramos “siendo”, pues nos ha sido dada la vida y nadie ha hecho méritos por existir. Tampoco hemos elegido nuestra naturaleza, nuestros talentos… Nuestras capacidades nos han sido regaladas. La creación no es una construcción humana, es también un don, y es exigencia nuestra dejársela a las generaciones venideras. - Vivir conforme a la lógica del don es ser conscientes de los dones recibidos y agradecerlos. Los cristianos creemos que existe un donador que es Dios. Tenemos que identificar nuestros dones y exponerlos debidamente cultivados. - La lógica del don es signo de contradicción, de sorpresa, de maravilla, pero es donde se hace efectiva la presencia del mensaje de Jesús. Estamos hechos para el don, ese es el auténtico sentido de la vida y los cristianos creemos que es posible. Ponencia 3: “El compromiso cristiano en la sociedad a partir de la Doctrina Social de la Iglesia”: Fue Ángel Galindo quien en su ponencia subrayó que la Doctrina Social de la Iglesia, promulgada por los papas, nos propone actitudes y pautas cristianas a seguir en el orden social y la búsqueda el bien común. Sufrimos en estos tiempos una serie de turbulencias individuales, estructurales, ideológicas, donde impera el egoísmo y se nos impone lo que tenemos que creer. Ante estas tesituras, el cristiano actual debe reaccionar con una serie de propuestas: - Frente a la cultura de la muerte recuperar la cultura de la alabanza, y tener siempre sed de verdad frente a la sed de mentira.
- Hoy la vida social es difícil, de ahí que como laicos tenemos que sentirnos fuertes, con un espíritu interior imbatible, sabiendo que lo que hacemos es lo que el Señor nos pide. Debemos misionar desde la Iglesia y desde Dios, sabiendo valorar todo lo amable de las personas. - La actitud del laico en la vida social no debe ser utilitarista, sino la de Juan el Bautista, donde al final el que aparece es Dios y nosotros nos hacemos a un lado. Si lo resaltamos a Él, habremos adquirido la felicidad.
TALLERES DE REFLEXIÓN Y DIÁLOGO Durante estos días en Mondoñedo se formaron, además, cinco talleres para reflexionar y buscar pautas en lo que consideramos una formación integral del creyente: la llamada a la evangelización, la necesidad del encuentro a través de la oración, la caridad como identidad cristiana, la familia como pilar de la sociedad y la presencia del laico en el mundo. Hubo también otros dos talleres, uno con jóvenes y otro con niños. De sus conclusiones y de las elaboradas en el trabajo realizado en la fase preparatoria, han salido estas siete líneas de acción que presentamos a continuación: 1. Prioridad del encuentro personal con Cristo. Pusimos de manifiesto esta necesidad personal de vivir la experiencia del encuentro con el Señor y compartirla con los demás a través de los distintos tipos de oración en el ámbito interparroquial y desde la catequesis realizada “en clima de oración”. Asimismo se vio la necesidad de orar “con y desde la vida”, para lo cual hay que hacerse presentes en ella como creyentes. También fomentar el acompañamiento espiritual con los laicos en su vida de fe personal y pública. 2. El laico transmisor de la fe. Los laicos descubrimos que por nuestra vocación debemos ser motores y fuerza de la Iglesia, haciéndola presente en todos los ámbitos de la vida. Solo hay una forma de hacerlo: vivir en coherencia con la fe que profesamos. El estilo de vida evangélico es la alternativa a los contravalores de nuestra sociedad. Nos proponemos crear grupos de acogida en las parroquias, facilitando así el trato directo y hacer más cálida la comunidad. Puesto que las familias son las primeras transmisoras de la fe, hay que invitarlas a participar en la catequesis de sus hijos, a la vez que hacernos eco de sus dificultades como “iglesia doméstica”. 3. La caridad nos invita a colaborar en la construcción del Reino de Dios. Explicar el significado de la “caridad política”, que consiste en “el compromiso
activo y operante, fruto del amor cristiano a los demás hombres, considerados como hermanos, a favor de un mundo más justo y fraterno, con especial atención a las necesidades de los más pobres”. En las comunidades cristianas estamos llamados a vivir este compromiso con los más necesitados a través nuestra cercanía e implicación en sus necesidades. Solo así transmitiremos esperanza y nos capacitaremos para denunciar las situaciones de injusticia, apoyando las iniciativas sociales que defiendan a los más necesitados. Cuidaremos la coordinación y la comunión con Cáritas, Manos Unidas, Pastoral de la Salud, Dignidad, etc. 4. Fortalecer la formación integral del laicado. Para asumir nuestras responsabilidades en la Iglesia tenemos que formarnos. La formación no sólo nos proporciona conocimientos, también espiritualidad y hábito de oración; nos capacita para asumir responsabilidades; educa nuestras actitudes, nos pide un testimonio cristiano veraz y coherente, y nos ayuda en la transmisión de la fe desde nuestro compromiso evangelizador. Nos proponemos, por tanto, conocer la sociedad y la realidad en la que vivimos para hacernos presentes en ella. Es importante que la formación abarque todos los campos de la vida (familia, política, trabajo, etc...). Aprovecharemos los grupos surgidos con motivo del Congreso y los ya existentes para la formación sobre la Biblia, la oración, la Doctrina Social de la Iglesia, los documentos del Concilio, etc. Y, lógicamente, apoyaremos la formación ofertada por la diócesis a través de las distintas delegaciones y movimientos apostólicos, de forma especial la Escuela de Agentes de Pastoral y el Instituto de Ciencias Religiosas. 5. Seguir avanzando en la corresponsabilidad. Nos proponemos crear espacios de encuentro y diálogo en los que se valoren las distintas vocaciones y servicios en el Pueblo de Dios, consolidando el sentido de pertenencia a la Iglesia. También colaborar en la promoción de los consejos parroquiales y de economía, así como los arciprestales; y en la creación de UPAS (Unidades de Acción Pastoral que abarcan varias parroquias), que nos afectan directamente como laicos. Finalmente, prestaremos atención a los jóvenes y a los niños en la acción pastoral, haciéndolos partícipes de la programación. 6. Cuidar el lenguaje y la comunicación. Debemos actualizar la manera de transmitir el mensaje cristiano de forma que llegue también a los alejados. Para ello, trataremos de aprovechar los medios de comunicación actuales y mejorar la comunicación entre todos los responsables eclesiales, grupos, asociaciones, delegaciones y creyentes de a pie. Asimismo, cuidaremos los retiros y los encuentros para profundizar en nuestra fe y compromiso, y así avanzar
juntos. 7. El trabajo en común nos hace Iglesia diocesana. Todos somos Cuerpo de Cristo, todos somos Iglesia y todos somos Diócesis. De ahí que necesitemos sentirnos unidos en un mismo objetivo común y revisable por todos, centrándonos en nuestra espiritualidad laical al ritmo de los tiempos litúrgicos, y concretamente en este “Año de la Fe” profundizar en el Credo que profesamos como cristianos. El Congreso se clausuró con un gesto de envío y sus conclusiones marcarán las líneas a seguir del próximo Plan Pastoral que elaborará el Consejo Diocesano de Pastoral. El acto final tuvo lugar en la catedral de Mondoñedo el domingo, día 28, con una eucaristía presidida por nuestro obispo diocesano Mons. Sánchez Monge. En su homilía, a la que acudieron cerca de 400 personas de los siete arciprestazgos diocesanos, subrayó que... "los laicos pasen de ser meros colaboradores a ser corresponsables juntamente con los sacerdotes y consagrados". A María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia nos encomendamos, porque ella es nuestra esperanza. Ante ella ponemos estos brotes para que se transformen en frutos abundantes en la viña del Señor.
La Comisión Organizadora del Congreso de Laicos
TALLER: “LA ORACIÓN, FUENTE DE VIDA” Síntesis ¿Qué es la oración? - Es elevar el corazón y vivir una relación personal con Dios. - Un don de Dios que sale al encuentro del hombre. - Existe una necesidad del creyente, inherente al ser humano, de relacionarse con Dios y orar. - Orar no sólo cuando nos sale del corazón, sino cada día: hay que ser perseverantes. ¿Para qué sirve la oración? - Para pedir, dar gracias, alabar, sostener la fe, tomar conciencia de la necesidad de relación con Dios. - La oración produce un cambio en nuestro interior: “la oración es como la respiración del alma”. - La oración lleva a la persona a acercarse a Dios y unirse a su voluntad. Tipos de oración: - De bendición, de adoración, de petición (perdón o súplica), de intercesión a favor de otro, de acción de gracias, de alabanza, de arrepentimiento o reparación, de revisión de vida. - También están los retiros y ejercicios espirituales. Posturas para orar: - Postrados, de rodillas, de pie, sentados… - No solo oramos con palabras sino que también lo hacemos con nuestro cuerpo y nuestras actitudes corporales. La Biblia: la Palabra de Dios es imprescindible en la oración: “lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero” (Sal 118, 105). Maneras de hacer oración: recitada o vocal (oraciones ya formuladas o espontáneas), contemplativa y meditativa. Frutos de la oración: - Nos ayuda a descubrir la voluntad de Dios y a que se cumpla en nuestras vidas. - La respuesta a nuestra oración no tiene por qué ser es inmediata ni Dios tenga que realizar concretamente aquello que pedimos. El grupo de oración: - Nos ayuda a mantenernos en la oración. - Nos sostiene y nos enriquece. La Eucaristía: - Es la oración primordial, sobre todo si se participa en un clima de oración. - Además hemos de llevar nuestra vida a la Eucaristía y la Eucaristía a la vida.
Conclusiones 1. La oración es una necesidad inherente al ser cristiano, necesitamos hacer más oración personalmente y en comunidad, para estar en comunión con el Señor y con nuestros
2. 3. 4. 5.
6.
hermanos. Fomentar grupos de oración en las parroquias, incluso constituyendo grupos interparroquiales. Incluir la oración en la catequesis: haciendo oración en la preparación de las catequesis y en la catequesis con los niños, adolescentes o adultos, tener momentos en “clima de oración”. Preparación de las lecturas del domingo orándolas anteriormente en el grupo de lectores. Promover la realización de diferentes tipos de oración en las parroquias, fomentando así un intercambio que facilite la participación en la variedad de modalidades. Por ejemplo, si en una parroquia existe oración de Taizé las parroquias de esa zona que estén interesadas que acudan a esa parroquia y que desde su parroquia intenten a la vez promover otro tipo de oración como podría ser adoración del Santísimo o rezo del Rosario. De esta manera, en una misma zona habría más riqueza y se potenciaría además el compartir y formar comunidad. Publicitar lo que hay en la diócesis para poder aprovechar mejor las oportunidades de hacer oración.
TALLER: “EL LAICO, PRESENCIA DE DIOS EN EL MUNDO” Objetivos 1. Descubrir el papel fundamental que juegan los laicos en la Iglesia y en el mundo. 2. Presentar el asociacionismo laical como medio necesario para ayudar a los laicos a profundizar en su identidad y llevar a cabo su vocación. 3. Presentar y reflexionar sobre algunas experiencias de niños, jóvenes y adultos comprometidos en la Iglesia y en el mundo.
Conclusiones 1. La corresponsabilidad es todavía una cuestión pendiente en la Iglesia. Se deberían dar pasos decisivos para animar a que los laicos asuman sus responsabilidades. 2. En la era de la comunicación no podemos estar al margen, tanto a nivel de medios como de diálogo interno. Se debe mejorar la comunicación entre las parroquias, arciprestazgos, movimientos apostólicos, asociaciones, etc,… Así como también utilizar los medios existentes: webs, blogs, redes sociales y los distintos medios de comunicación para llegar a lo máximo de personas y ámbitos. 3. Los Consejos Parroquiales constituyen el medio de participación laical básico e imprescindible de cara a la corresponsabilidad en la Iglesia, por eso hay que potenciarlos en cada parroquia o entre varias, y allí donde ya existen, apoyarlos para que su funcionamiento se mantenga y mejore. 4. Si queremos que los jóvenes se acerquen a la Iglesia - ellos son su presente y su futuro debemos adaptarnos a ellos: a su lenguaje, a sus formas de manifestar la fe, tratando de responder a las necesidades de cada grupo y cada comunidad parroquial.
TALLER: “ENVIADOS A EVANGELIZAR” Mediante parábolas y relatos se nos ha explicando cómo se ha ido evangelizando desde la edad antigua hasta hoy. Este taller nos hizo caer en la cuenta de que los laicos tenemos, ya desde la primitiva Iglesia en los tiempos del apóstol San Pablo, una gran misión: la de evangelizar, la de llevar a todos el mensaje de Jesús, en el tiempo que nos toca vivir y en las circunstancias que se nos presenten en cada momento. Al comienzo de la realización de este taller no teníamos una visión clara de la función los laicos en la evangelización, pero a través de la reflexión se fue profundizando, entre otros textos, en el pasaje evangélico del encuentro de Jesús con la Samaritana. En este sentido hay un mensaje claro en el Evangelio de cara a nuestra misión que se nos escapa en muchas ocasiones por no prestar la atención suficiente. En este taller se nos ha hecho pensar y meditar, llegando a la conclusión de que como laicos comprometidos hemos de llevar a cabo y ser capaces de evangelizar, siguiendo el modelo evangelizador de san Pablo a través de sus cartas.
Conclusiones: 1. 2. 3. 4. 5.
La evangelización empieza por un encuentro personal con Cristo, a la vez que busca propiciar ese encuentro de los demás con él. Hemos de preguntarnos si nosotros, en nuestra vida de cada día, estamos evangelizados. Frente al desafío de la nueva evangelización en nuestros días nos sentimos responsables como cristianos adultos y testigos necesarios del anuncio del Evangelio de Jesucristo. Sólo aquel que es evangelizado puede a su vez evangelizar, ya que sin el testimonio de fe personal y comunitario no se puede ser un buen transmisor del Evangelio. El evangelizado no solo debe transmitir de palabra la fe sino que ha de vivir de acuerdo con ella, llevando el amor donde no lo hay, ofreciéndolo sin discriminar a nadie. Esto debe partir de cada uno de nosotros mismos, llegando a las personas y ambientes más necesitados de la “buena noticia” del Reino de Dios anunciado por Jesús.
TALLER: "LA CARIDAD OS IDENTIFICA" "La multitud de los creyentes tenía un sólo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades" (Hch 4, 34-35.) "Esta práctica de la caridad es más que nada lo que a los ojos de muchos nos imprime un sello peculiar. Dicen: ‘Mirad como se aman entre sí...’ ” (Tertuliano Apologeticum, s. II).
SÍNTESIS A estos textos se han unido algunos más de la Exhortación Apostólica Christifideles Laici, de Juan Pablo II, de "Deus Caritas Est", de Benedicto XVI y el texto de los Hechos de los Apóstoles 2, 44-45. Animados por la reflexión personal y unos cuestionarios preparados para cada uno de los textos trabajados, fueron surgiendo las conclusiones que aportamos y también otras más personales para llevar a la práctica en los entornos más cercanos. Precisamente una de las cosas que se destacaba era la necesidad del testimonio y profundización sobre el compromiso de la caridad en nuestras propias vidas.
CONCLUSIONES FINALES 1. Coordinación y potenciación de toda la acción caritativa de la diócesis, de las acciones de todos los grupos que ejercen la caridad: Pastoral de la Salud, Manos Unidas, etc... Esta coordinación tendrá que empezar por los grupos parroquiales, continuar con los arciprestales, hasta llegar a una mayor coordinación diocesana. 2. Potenciar la acción caritativa, con diversas acciones enfocadas a atraer a la gente joven, utilizando, por ejemplo, las redes sociales.
Taller: “LA FAMILIA, PILAR DE LA SOCIEDAD” SINTESIS La familia, unidad indisoluble de la Iglesia y de la sociedad, es la célula básica que da vida. Ella educa, forma y dirige los primeros pasos de la fe cristiana, y encamina con su ejemplo a vivir el Evangelio desde la naturalidad, el compromiso, el sacrificio, la dificultad y el convencimiento de que los desafíos de la sociedad serán atendidos, confrontados, encauzados desde los valores humanos y cristianos. La familia se hace “Iglesia doméstica” mediante la presencia de nuestro Señor Jesucristo entre sus miembros. La Iglesia debería hacerse eco de las dificultades que tiene la familia para promover una acogida más cálida y un compromiso serio y eficaz.
CONCLUSIONES 1. Los laicos formamos parte de la Iglesia y, como tales, tenemos una función. Concebimos a la familia como una célula de la Iglesia desde la que se puede y se debe contribuir. 2. La familia la consideramos como una unidad indisoluble. Existen, hoy en día, dificultades añadidas que afectan seriamente a la estructura familiar. 3. Sería necesario aplicar una política familiar que conciliase la actividad laboral y favoreciese, por parte de los padres, un compromiso mayor de cara a la presencia cercana y la educación de los hijos. La educación es difícil, pero el ejemplo de los padres es una ayuda imprescindible. 4. Si no educamos nosotros a nuestros propios hijos, se educarán fuera de la familia. Debemos tener conciencia que la educación es fundamental y no debemos conformarnos con echar la culpa a la sociedad. 5. La vida se inicia en la familia y es el momento para aprovechar a encauzar a nuestros hijos en valores humanos y cristianos desde el Evangelio. 6. La familia construye la sociedad porque da la vida, forma ciudadanos y personas con valores, y educa a sus miembros. Por eso deberíamos hacernos presentes en todos los ámbitos para reclamar apoyos por parte de las instituciones tanto sociales como eclesiales. 7. La Iglesia debería hacerse eco de las dificultades y problemas que se dan en algunas situaciones familiares actuales, promoviendo una acogida más cálida y comprensiva. 8. Las familias cristianas deberíamos dar un testimonio claro y elocuente del Evangelio en los ambientes en que nos movemos que estimulen a otras familias a replantearse sus modos de vida. 9. La familia esta llamada por Dios para ser testimonio de su amor, saliendo al encuentro del otro y del hermano.
TALLER: JÓVENES Objetivos: 1. Hacer conscientes y conocedores a los jóvenes del papel del laico en la Iglesia, a través de un recorrido histórico y varios testimonios. 2. Fomentar en ellos la corresponsabilidad en la Iglesia, de manera que sientan que se tiene en cuenta su opinión: lo que piensan, sus preguntas, sus dudas, que sepan que hay un lugar para ellos, etc. A la vez, hacerles ver la necesidad de encontrar razones para creer. 3. Llevar a la práctica su papel como laicos: ser presencia de Dios en el mundo, y que se den cuenta de la importancia de vivir esta vocación, sobre todo con la vida y el testimonio.
Síntesis El Taller de jóvenes lo llevaron dos chicas y un chico de Acción Católica General de Ourense. En su exposición hicieron un recorrido histórico del papel de los laicos jóvenes en la Iglesia. Desde el rey David, pasando por San Juan el evangelista hasta Chiara Luce Badano (siglo XX)… Compartieron su propio testimonio y experiencia como laicos jóvenes, cómo conocieron a Dios, cómo se fueron involucrando en la Iglesia, en Acción Católica General… Se llevó a cabo una dinámica en la que teníamos que posicionarnos a favor o en contra de algunas afirmaciones que se habían dicho en las ponencias o relacionadas con el papel del laico en la sociedad. Fueron preguntas que ayudaron a la reflexión y que crearon debate. Los jóvenes tuvieron que buscar razones para responder y defender su postura. Se realizó una visita a la Residencia de enfermos mentales de Mondoñedo, llevada por las Hijas de la Caridad. Una de las hermanas explicó cuál es su labor y fue mostrando la Residencia y a los enfermos. Fue una experiencia muy impactante ver la alegría de aquellos enfermos. Al final, se hizo un gesto: residentes y jóvenes, en el que cada uno, mientras se cantaba, se iba poniendo la huella en un mapa del mundo, queriendo expresar nuestro compromiso desde lo que cada uno ha recibido.
Conclusiones: 1. Propiciar encuentros entre jóvenes de toda la Diócesis (convivencias, retiros,…). 2. Crear un grupo interparroquial de jóvenes que participe en la programación de la Delegación de Juventud y colabore de manera activa con ella.
Valoración del Taller 1. Muy positivo el hecho de que se va creando entre los jóvenes de distintas parroquias una relación que ellos mismos piden que continúe. Esto les hace tener una visión más amplia de la realidad juvenil y creyente. 2. Este Taller hizo que los jóvenes comenzaran a implicarse y que la Delegación de Infancia y Juventud sea una Delegación “de” y “con” los jóvenes. 3. Importante ha sido el que la mayoría de los jóvenes hayan podido escuchar las tres ponencias del Congreso, pues son una oportunidad única para su formación. 4. También la visita a la Residencia de enfermos que les abrió los ojos a lo que otros viven y sufren, y para darse cuenta de que tienen mucho para dar como cristianos.
TALLER: NIÑOS Objetivos 1. Presentar y reflexionar con los niños su condición de laicos. 2. Descubrir que, desde su ser niños, ellos también pueden hacer cosas.
Conclusiones 1. Una de las maneras de conocer a Jesús es a través de los tiempos fuertes que celebra la liturgia de la Iglesia. En Navidad y en Semana Santa los niños, jóvenes y adultos de las parroquias, todos juntos, se le propondrá realizar murales para exponer. 2. Ayudarles a descubrir y analizar la realidad en la que viven y que este trabajo acabe en un encuentro donde se decida hacer algo en común y así ir transformando el mundo en Reino de Dios. 3. Ayudar a los más necesitados es una de las características por las que debe diferenciarse un cristiano. Se promoverá el becar los estudios a niños que lo necesiten a través de alguna asociación o proyecto. 4. La mayoría de las veces no se da a conocer todo aquello que se lleva a cabo, por eso queremos que en la publicación diocesana “Dumio” haya una parte para que los niños cuenten todo aquello que hacen en sus parroquias, grupos o movimientos.