Síntesis de los grupos de trabajo del congreso de laicos

Page 1

2012

Congreso Diocesano de Laicos Mondoñedo-Ferrol

DOCUMENTO DE SÍNTESIS DE LOS GRUPOS DE TRABAJO

Documento de síntesis de las aportaciones de los grupos de trabajo que durante 2011 y 2012 trabajaron en la preparación del I Congreso Diocesano de Laicos de Mondoñedo Ferrol


CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS 2012 SÍNTESIS de la “ENCUESTA para el VER” Introducción: ¿Por qué crees que se describe aquí, a la Iglesia como un “ser viviente”? - La Iglesia es un “cuerpo vivo con Cristo como cabeza”. - Los que formamos parte de la Iglesia debemos ser personas con energía, con ilusión, iluminadas por el Espíritu Santo y renovadas por los sacramentos. ¿Ayudo yo a la Iglesia a encarnar el Evangelio, hoy? - Existen grupos dentro de la Iglesia que intentan seguir a Jesús y dar testimonio, ya sea en la familia, en el trabajo, en el compromiso social y eclesial. - Sin embargo se da una mayoría de creyentes que todavía tendrían que participar e involucrase más. 1. Como el origen orienta el proceder en el presente: a) ¿Qué Iglesia quería Jesús? - Una Iglesia fiel al proyecto de Dios Padre y abierta a todos. - Una Iglesia donde la fe se profesa, se celebra y se propaga. - Una Iglesia que tiene a los más pequeños en el centro de su vida (pobres, necesitados, viudas, ancianos, niños() y que practica el amor y la caridad. - Una Iglesia, en definitiva, que fuera la gran familia de los hijos de Dios. b) ¿Tenemos claro los laicos que la fe se alimenta de la mesa eucarística y de la oración personal y comunitaria? - Efectivamente la fe hay que alimentarla en los sacramentos, la oración personal y comunitaria y, sobre todo, en la Eucaristía. - También sin olvidar que tenemos que saber dar razón de aquello que creemos y practicamos. - El alimento de la fe es como el alimento para el cuerpo. - No obstante somos conscientes de nuestras carencias, aunque procuramos mantener viva nuestra fe. - Mucha gente alimenta la fe con la devoción personal, a su manera, y no tienen claro que la Eucaristía y la oración son lo principal. ------------------- Quizás se cree pero no se vive la fe y se cae a menudo en la rutina. c) ¿Fomentamos el Diocesana? -

protagonismo

y la corresponsabilidad

en nuestra Iglesia

En muchos casos abandonamos a los pastores a su suerte y los dejamos como únicos responsables de la acción evangelizadora, que es una obligación de todos: delegamos toda acción de la Iglesia en el sacerdote. También es verdad que no se dan los cauces necesarios por parte de algunos pastores para asumir responsabilidades. No se fomenta lo suficiente: muchas veces el estatus del laico es de mero colaborador del clero.

1


-

En ocasiones por comodidad, dejando hacer a los sacerdotes; en otras nos encontramos con situaciones más difíciles, en las que se cierran puertas a una participación activa y comprometida de los seglares. Hay que fomentar el diálogo y potenciar la formación para que la corresponsabilidad sea factible.

2. La imagen de la Iglesia del Concilio Vaticano II: a) Los laicos, ¿conocemos los documentos del Concilio? - En general, no son conocidos o son poco conocidos. - A muchos nos suena el nombre de algunos documentos, pero en su mayoría no se han leído. - Solo algunos grupos muy concretos dicen conocerlos. - Sentimos decirlo, pero el clero tiene su parte de responsabilidad en este tema. b) ¿Y los documentos de la Doctrina Social de la Iglesia? - Para la gran mayoría la DSI es un concepto que suena pero no se ha estudiado ni profundizado. - Sin embargo hay grupos comprometidos – los menos - que trabajan estos documentos y los conocen a fondo. c) Como laicos, ¿somos conscientes de nuestra vocación? - Si seguimos a Cristo, nuestro Maestro, no podemos tener dudas de nuestra vocación. - Los laicos somos bastante conscientes de eso, sobre todo, aquellos más comprometidos y formados. - En algunos casos tanto o más que algunos miembros del clero. - También se nota el miedo al compromiso, o a lo más un compromiso “ad intra” de la Iglesia sin mayores complicaciones. - Falta en general el compromiso. Se ha ido perdiendo incluso dentro de aquellas instituciones que deberían ser las primeras en ser “provocativas”, como algunas congregaciones religiosas. - Incluso se da la contradicción, por ejemplo, de catequistas que sólo lo son mientras dura el curso catequético( ¿dónde están cuando hay vacaciones? - Ya sabemos que el ambiente no ayuda, pero no puede ser una excusa para nuestras incoherencias. d) ¿Somos conscientes de que debemos de hacer nuestro trabajo misionero en una sociedad donde crecen la increencia y el relativismo? - Sí, pero con frecuencia, descuidamos nuestra misión. - También sabemos que no es fácil dar testimonio en la sociedad actual, y nos volvemos cobardes. - Nos falta convicción, fortaleza y decisión. 3. La Iglesia en el mundo actual: a) ¿El progreso humano es eficaz en orden a la realización del Reino de Dios? - La ciencia y el progreso nos pueden conducir a un mundo más humano. Depende del buen o mal uso que haga de él. Y siempre que sea humanizador y éticamente correcto. - Somos conscientes de que hay progreso que puede destruir al ser humano e, incluso, cuando se dan intereses políticos más o menos ocultos. - Progreso y ciencia no son incompatibles con la fe, sin embargo nunca llegarán a descubrir el Misterio de Dios,

2


b) ¿Se estimula la conciencia social y la participación de los cristianos laicos en la vida pública? - La intervención de los cristianos en la vida pública es una responsabilidad de todos los creyentes. - Estamos en el mundo que está pasando por una crisis de valores muy seria. - Hay quien duda de si la Iglesia se ha pronunciado sobre temas de economía, de trabajo, de empresa y otros temas candentes( Pero es evidente que sí se ha pronunciado: ahí están distintos documentos oficiales emanados de su magisterio. - Es llamativo que, en general, son más comprometidos y atrevidos los no creyentes o indiferentes. - Los creyentes necesitamos más presencia en lo social y lo político, debería salirnos más “la vena revolucionaria” del Evangelio. c) ¿Conoces alguna comunidad o grupo cristiano que pueda ser modelo para una sociedad más humana? - Si hay comunidades comprometidas y grupos cristianos que son una referencia: Cáritas, Manos Unidas, HOAC, algunas Comunidades Religiosas, grupos de Pastoral de la Salud. --- Y por supuesto, las familias cristianas. 4. Evangelizar, la dicha y vocación de la Iglesia: a) ¿Cuál debe ser el estilo de presencia de Iglesia y de sus miembros, en la sociedad? ¿Cómo llevar a cabo este compromiso para que no se desvirtúe la evangelización? - Una presencia al estilo de Jesús, esperanzada, alegre, acogedora, humilde, sobre todo con los más débiles. - Una Iglesia que escucha, pero que también tiene un mensaje que anunciar y comunicar, proclamando la buena noticia con alegría y con gozo renovado cada día, ya que tenemos un mensaje hermoso que transmitir. - Deberíamos dejar de ser esclavos de la economía, de la tecnología, de las marcas, de la estética(, de lo contrario no entenderemos lo del Reino. b) ¿Qué puede hacer la comunidad cristiana en su relación con la sociedad para dar esperanza a los más débiles e indefensos? - Vivir el compromiso de ayuda con los más necesitados, propiciando la cercanía, e implicándose en sus necesidades, darles una respuesta de amor y esperanza. - Acercarse a ellos y estar atentos a sus necesidades, para hablarles, ayudarles, aconsejarles, animarles y denunciar las situaciones injustas (la explotación, la miseria, etc.). - Apoyar las iniciativas sociales que los defiendan. - En definitiva, transformar con la fuerza del Evangelio los criterios del mundo. 5. La Iglesia diocesana. Iglesia católica: a) ¿Nuestras comunidades parroquiales son imagen de las primeras comunidades? - La opinión general es que hay poco parecido. - El estilo de vida actual tiene menos valores del Evangelio y no se vive tanto en comunidad, pues el progreso nos hace individualistas. - Sí nos podríamos parecer en el compartir desde Cáritas y en el celebrar la Eucaristía(; pero poco más. b) ¿Tenemos conciencia de ser parte de una Iglesia universal? 3


-

Las opiniones encontradas al responder a esta pregunta es la nota dominante. Mientras unos opinan que la mayoría somos conscientes de que pertenecemos a una Iglesia universal, otros dicen que en la práctica somos muy localistas y que tenemos tendencia a volcarnos más a nivel parroquial.

c) ¿Qué podemos aportar desde nuestra fe, a este mundo globalizado? - La “buena noticia” del Evangelio de Jesucristo. - Acercar a Dios a esta sociedad carente de amor, dando testimonio de vida cristiana, poniendo esperanza donde hay desasosiego, fuerza espiritual donde hay angustia, y fe en Jesucristo donde hay escepticismo. - Que se nos note que estamos alegres de pertenecer a la Iglesia, que somos felices, que ser cristiano es algo bueno. 6. La misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo: a) ¿Cómo podemos crear ámbitos de diálogo y reflexión para revisar nuestra acción evangelizadora? - Perdiendo el miedo a manifestarnos cristianos y evangelizar. - Muchos apuntan a que deberíamos aprovechar los grupos que hay o incluso crear otros grupos nuevos, ya sean de reflexión o de animación en las comunidades eclesiales y llevarlos a otros ámbitos de la sociedad, dando testimonio cristiano. - Este Congreso de Laicos puede ser un primer paso. b) ¿Cómo podemos impulsar la comunión y colaboración entre las asociaciones laicales, mediante los cauces de coordinación? - Programando actividades periódicas conjuntas, nos dice la mayoría, y reuniéndonos o haciendo convivencias para conocernos mejor en los distintos niveles diocesanos (parroquias, arciprestazgos, etc.). - Deberíamos buscar siempre los puntos que nos unen, por encima de los que nos diferencian, promoviendo el intercambio de experiencias positivas, en los que podamos expresar nuestras dificultades y la forma de superarlas. - También deberíamos de aprovechar mejor los medios de comunicación y las redes sociales. c) ¿Qué cauces se deben fomentar para la formación de la dimensión sociopolítica de la fe? - Crear grupos a nivel parroquial y diocesano donde se dé formación, sobre todo en campos como la Biblia y la Doctrina Social de la Iglesia. - Implicándonos en los ámbitos de la vida (familia, trabajo, partidos políticos, etc.), para intentar transformar y renovar el mundo desde el Evangelio. - Estar informados de los diversos problemas sociales y políticos, y formados para saber darles respuestas desde la fe. 7. La renovación pendiente de la Iglesia: a) ¿Echo en falta vida oración, de contemplación, retiro, silencio... en mi vida, en mi grupo, en mi parroquia...? -

A nivel personal cada uno ha de buscar tiempo para la oración. En el ámbito comunitario echamos de menos grupos de oración, retiros, ejercicios espirituales, etc. Falta unidad y coordinación entre grupos, parroquias, arciprestazgo y diócesis.

4


-

Hacemos muchas cosas y tenemos muchas reuniones pero no valoramos suficientemente la oración, aunque más de una vez no aprovechamos las oportunidades que se nos ofrecen en este sentido.

b) ¿Asumo la opción preferencial por los pobres y la potencio en mi comunidad? - En teoría todos lo asumimos, en la práctica hay muchos que confiesan que también lo hacen, aunque otros, lo ponen en duda. - Hacemos lo que podemos, dicen, pero no siempre lo que debemos; lo intentamos, pero no lo asumimos. - No solemos mostrar mayor interés por los problemas de los más cercanos, o no estamos seguros de que los pobres sean una opción preferencial en nuestra vida. Conclusión: a) ¿Crees que necesitamos pararnos a pensar, profundizar y rezar en nuestra vida cristiana? - Creemos que es fundamental, pues vivimos en la sociedad de las prisas y corremos el riesgo de no tener tiempo para la reflexión, ni la oración. Tenemos que tranquilizarnos, reflexionar y buscar tiempo para orar. - La oración debe ser la base y fundamento de nuestra fe, el eje de nuestra vida cristiana, tenemos muchas cosas, muchas reuniones( pero poca vida de oración, y eso se nos nota. - Tenemos que pararnos de vez en cuando para revitalizar nuestra conciencia de hijos de Dios, y eso solo podemos hacerlo desde la oración. b) ¿Merece la pena que lo hagamos unidos a toda la diócesis? - Sí, opinan algunos, merece la pena, porque es una oportunidad de sentirnos hermanos, de sentirnos Iglesia, también nos animará el saber que otros se reúnen para orar, además nos hará más fuertes en la fe y más creíbles ante esta sociedad secularizada. Los cristianos necesitamos vernos y que nos vean. - Siempre merece la pena caminar juntos y en la misma dirección. - Eso nos hará más fuertes en la fe y seguramente más creíbles de cara a la sociedad. - No solo merece la pena, sino que es totalmente necesario que como Diócesis pensemos, profundicemos, oremos y cuidemos la unidad y la fraternidad, pues somos Iglesia. c) ¿Estamos dispuestos a implicarnos en el “CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS”? - Nos parece una gran oportunidad para nuestra Iglesia Diocesana, y el principio de un camino para la revitalización de nuestras parroquias. - Tenemos claro que, debe ser un trabajo de todos, no de unos pocos "locos" que creen en utopías. - Todos: Obispo, religiosos, sacerdotes y laicos, debemos estar unidos en este trabajo que creemos puede ser muy beneficioso para nuestra Iglesia Diocesana. - Una oportunidad de unificar criterios de fe, de vida y de acción.----- El Congreso ha de responder a las expectativas y ser un auténtico foro de participación, en el que todas las voces sean oídas y en el que todas las opiniones sean apreciadas: esto constituirá una renovación y un impulso de nuestra Iglesia Diocesana en el “postcongreso”.

5


CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS 2012 SÍNTESIS del TEMA I “Una mirada al laicado en el Nuevo Testamento” 1. ¿Cuáles son los principales carismas y ministerios que se dan en nuestro grupo/ comunidad/ movimiento? -

Todos estamos llamados a predicar la Palabra, cada uno desde su vocación y carisma. Procuramos transmitir a nuestras familias y amigos el amor y la fuerza que nos viene de nuestra fe en Jesús, aunque a veces se no nos comprendan o se burlen, preguntándonos qué es lo que encontramos en la Iglesia. Hay ansia de ser comunidad y de transmitir la fe, y existen personas que con su oración y su forma de vida son un ejemplo para los demás. Se necesitan laicos que sean testigos del Evangelio y que estén dispuestos a asumir compromisos sociales y políticos. A veces no nos damos a conocer como cristianos, por miedo o reparo, o por evitar confrontaciones. Mejor que “ministerios” deberíamos de hablar de “servicios” que surgen para el funcionamiento de la comunidad. Los principales carismas y ministerios que se dan en nuestras comunidades son: › el de catequista, voluntario de Caritas, Pastoral de la Salud, Liturgia (lectores, animadores del canto, acólitos); › consejos pastorales y económicos; › grupos de oración; › acogida, limpieza y ornamentación del templo, camareras del altar; › Acción Católica, Adoración Nocturna, Cofrades, ayuda en el campo social y el mundo obrero, pastoral familiar, etc.

2. ¿En qué aspectos concretos se nota que vivimos el discipulado, el seguimiento de Jesús? -

En la coherencia fe-vida, en la manera de hacer las cosas, en el enfoque que damos a los problemas, en el compromiso con los demás, en las pequeñas renuncias que nos exige el seguimiento de Jesucristo 5 predicando con el ejemplo. Educando en la fe cristiana a nuestros hijos. Ayudando a enfermos y ancianos; en la transformación de la realidad social en favor de los desfavorecidos. En los gestos significativos de amor, de unión, de paz y en la alegría. En el momento que se nos hace pequeño el interior de la iglesia y nos abrimos a la gente, saliendo al exterior sin miedo ni vergüenza a que nos señalen con el dedo. En la coherencia, intentando transmitir en nuestra manera de vivir y actuar que somos cristianos. En el tiempo que dedicamos a las pequeñas cosas para hacer la vida más agradable a los demás. En nuestra relación de comunión, de amor y de amistad. También cuando asumimos responsabilidades, por ejemplo, participando activamente en este Congreso de Laicos. En fin, en la convicción de que ser y vivir como cristianos no empeora a las personas. Al contrario, vale la pena esta manera de vivir en una relación personal con Jesús que nos llama a ser discípulos y a comprometernos con él.

1


3. ¿Cómo entendemos el sacerdocio de los fieles en nuestra comunidad / grupo / movimiento? -

-

Muchas veces se entiende como un servicio a la comunidad, tratando de cumplir el cometido que se nos encomienda, en el trabajo diario, en la participación en la Eucaristía, en tratar de ver las cosas con los ojos de Jesús, poniendo a Jesús en nuestro lugar y pensando qué haría Él en esta situación concreta que nos tocó vivir. Dando testimonio con nuestra vida, ofreciendo nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, defendiendo con valentía nuestra fe y practicando la caridad. Asumiendo nuestra condición de bautizados, identificándonos con Jesucristo "sacerdote, profeta y rey", y siendo consecuentes. Asumiendo lo que nos pasa sin caer en el desánimo cuando las cosas se tuercen, con esperanza, viviendo en una relación con los demás, más que de “solidaridad”, de "caridad". Como la presencia y manifestación del amor de Dios a los hombres siendo “sal de la tierra" que pone sabor a la vida, y "luz del mundo" para tener un camino que ofrecer, tener razones para vivir y saber transmitirlas a los demás. Saliendo al encuentro de los demás para anunciar la Buena Noticia y no guardarla solo para nosotros. Sintiendo a la Iglesia como algo nuestro, aunque no sin dificultades; así vamos avanzando conscientes de nuestra responsabilidad como Pueblo de Dios, llamados a la tarea de la evangelización.

4. ¿Qué necesitamos a nivel personal y comunitario para llevar el Evangelio de Cristo a quienes no le conocen? - Acoger la llamada a la “nueva evangelización”, para nosotros y para los alejados. - Personalmente: › estar convencidos de nuestra fe y dejar que el Espíritu Santo actúe en nosotros; › sentir que Jesús ha sido y es buena noticia, convencernos de que vamos en su nombre y, ¡¡paciencia!!, porque conocer a Cristo no es cosa de un día; › lo que importa es nuestra actitud interior, el tener confianza, también necesitamos más formación (en este punto insisten la mayoría de los grupos), para poder dar razón de nuestra fe, tener el encuentro personal con Jesús, tener la valentía necesaria para proclamar la Palabra de Dios; › aprender a escuchar a los demás para entender sus preguntas y saber darles respuestas de acuerdo con el Evangelio; › aprender a aparcar nuestras preocupaciones y centrarnos más en los demás, no podemos desanimarnos y hemos de tener presente que nosotros no somos los protagonistas de la misión, sino el mismo Jesucristo: nosotros sólo somos colaboradores; › tener más conciencia de que somos hijos de Dios y conocer personalmente a Cristo a través del Evangelio y, tras ese encuentro, como el de la samaritana, no podremos dejar de hablar de Él a todos; › estar convencidos de lo que vamos a transmitir, porque cuando hablemos de valores universales como el amor, la solidaridad o la justicia, estamos realmente hablando de Dios. - Comunitariamente: › ser más impactantes en el anuncio del Evangelio; › ser una comunidad más unida, más misionera, con más esperanza y alegría. › tomar conciencia de que somos la sal del mundo y levadura en la masa para hacer de esta sociedad una sociedad más humana y más caritativa, tratando de ser valientes y firmes al anunciar a Cristo, procurando estar lo más unidos posible, dejando de lado discrepancias y divisiones; › experimentar que nuestra fe crece dándola, anunciándola, y no tener vergüenza de hacerlo;

2


› › ›

necesitamos fiarnos del Señor y ofrecer el tesoro de la fe a los demás, en la calle, en el trabajo, en la familia; estar convencidos de que el anuncio acompañado del testimonio normalmente suscita la conversión; no ser tibios sino valientes para transmitir el valor de la misión encomendada: “Id también vosotros...".

5. ¿En qué ámbitos de la vida se nota que vamos tomando conciencia (a impulso del Espíritu) de nuestra fuerte unión con Cristo? -

-

Cuando rompemos con las críticas de la sociedad y nos atrevemos a decir que somos cristianos, tanto en el ámbito familiar, como con los amigos, en la comunidad, en la vida social o en el trabajo promoviendo la dignidad de la persona y luchando por una sociedad más justa. Esa unión con Cristo se deja notar en la participación en este Congreso. En la generosidad de muchas personas y grupos que se implican, fieles a la llamada del Señor (los cristianos debemos reconocer en la crisis una dimensión en la que habitar, por eso, la esperanza para el futuro debe ser superior a la realidad que tenemos ante los ojos). También en los momentos de nuestra vida en los que nos surgen problemas, ya que estos se llevan mejor (de distinta manera) si los asumimos desde la fe. La existencia de grupos comprometidos en nuestra Diócesis refleja en el fondo el deseo de llegar al conocimiento y unión con Cristo.

3


CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS 2012 SÍNTESIS del TEMA II “SER CRISTIANOS LAICOS” 1. ¿Qué entiendo yo por “laico”? -

-

Es un creyente, bautizado, que no es ni un religioso, ni está consagrado, que está inmerso en el mundo y es enviado a él para anunciar el Evangelio y transformar la realidad, con espíritu de servicio, comprometido con la comunidad y participante del ser y quehacer de la Iglesia. Llamado a ser santo y que tiene como centro de su vida a Jesucristo y lo transmite a los demás, comprometido en transformar el mundo que le rodea en Reino de Dios. El laico realiza en el mundo un servicio eclesial con derechos y obligaciones dentro de la comunidad.

2. Realiza un perfil del laico teniendo en cuenta el texto y la realidad que tenemos ¿Qué características tengo asumidas? -

Un laico es una persona bautizada, miembro de la Iglesia y ser Iglesia en el mundo, llamado a cristianizar el mundo, empeñado en esta tarea mediante el testimonio cristiano. Además estar comprometido y estar convencido de lo que es y de lo que hace. Ser valiente, servicial y comprensivo.

3. ¿Qué características tengo asumidas? -

Nuestra presencia es casi exclusivamente en el templo. Nos mantenemos, que no es poco y casi siempre contracorriente. El compromiso no suele ir más allá del círculo familiar, aunque también se dan actitudes y compromisos con los débiles y empobrecidos. No nos sentimos plenamente Iglesia, sino pertenecientes a ella, y no nos sentimos de verdad corresponsables en la tarea de anunciar el Evangelio. Deberíamos participar de las “funciones sacerdotales de Cristo” (sacerdote, profeta y rey), pues no solo pertenecemos al mundo, sino que hemos sido enviados a él. Esa es nuestra misión, que no puede ser realizada por los consagrados.

4. ¿Qué carencias tengo? -

La comodidad, la falta de entusiasmo, falta de presencia en las realidades más pobres y necesitadas (no tenemos claras nuestras prioridades). Falta de confianza: muchas veces, no nos atrevemos a expresar puntos de vista por miedo al qué dirán. Falta de formación, rutina, intolerancia.

5. ¿Qué significan para mí los Sacramentos de Iniciación cristiana? -

Bautismo y Confirmación apenas dejaron huella, en cambio la Primera Comunión siempre se recuerda. En su momento no se es muy consciente de su significado, es con el tiempo cuando vamos tomando conciencia de su importancia real. Son la puerta para el encuentro con Cristo resucitado y con la Iglesia, nuestra Madre. Son también la raíz de nuestra fe y los que dan sentido a nuestra vida.

1


6. ¿Qué han supuesto en mi vida? -

Un primer contacto en el conocimiento de Jesús. Cuando recibimos estos Sacramentos de Iniciación, siendo aún niños, no éramos totalmente conscientes de lo que suponían, pero el Espíritu, a través de la familia, los formadores y el entorno, hace que fructifiquen en nosotros. Son un signo y un símbolo para seguir a Cristo. El conocer a Cristo, por medio del Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación ha abierto las puertas de nuestra conciencia eclesial en medio de esta sociedad. Nos han dado fortaleza en los malos momentos, y nos ayudan a tratar de hacer que nuestras vidas sean coherentes con nuestra fe.

7. Da una definición de espiritualidad laical. -

Es hacer presente a Cristo en el mundo, para que crezcan los valores del Reino (amor, paz, justicia, perdón, caridad, fe,6). Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser santos, por tanto, debemos buscar la manera de parecernos más a Jesús, teniéndolo como referencia en nuestra vida. Es aquella que nos hace vivir el Evangelio dejándose guiar por el Espíritu de Cristo y teniendo como centro la escucha de la Palabra y la Eucaristía. Es una manera de vivir en comunión con el Señor y los hermanos, a través del Espíritu que nos va guiando. Las bienaventuranzas son el camino de la espiritualidad auténticamente cristiana, y es vivir la comunión de vida, de bienes y de acción, para comprometerse en el apostolado al servicio del proyecto de Cristo.

8. ¿Qué entiendo yo por formación? -

Es el aprendizaje y la preparación que permite a los cristianos laicos asumir responsabilidades como miembros de la comunidad eclesial y en la sociedad. Es el proceso de aprendizaje, no solo de conocimientos, sino también de actitudes, que nos lleva a dar un testimonio firme y seguro de nuestra fe.

9. ¿Para qué llevar a cabo esta formación? -

Nos ayudará a entender y a asumir responsabilidades, a transmitir nuestra fe a los hijos o a los que nos rodean, a ser más coherentes en lo que decimos y hacemos. Para saber dar respuesta de nuestra fe, personal y comunitariamente, y poder llevar a cabo la vocación misionera del laico, pues es imposible evangelizar si se desconoce la doctrina. La formación es necesaria para un crecimiento y un conocimiento como cristianos laicos.

10. ¿Cómo creo que debe de ser esta formación? -

La formación ha de ser integral, abarcando todos los aspectos del ser humano, para que nos permita tomar conciencia, y estar presentes con firmeza y con capacidad de actuar. La formación no puede darse nunca por finalizada porque el hombre está en constante cambio a lo largo de su vida y la fe cristiana debe estar presente en todas las etapas. La formación debe ser permanente, progresiva, libre y accesible, que abarque todos los campos, que ayude a construir y expresar la identidad cristiana, dando testimonio de Cristo en todo momento, sin miedos ni dudas, sino con valentía y seguridad.

11. Durante todo el texto se habla de “corresponsabilidad”, ¿cómo la entiendo? -

Es compartir mi responsabilidad como laico, es estar "metidos en harina".

2


-

El laico no es parte de la Iglesia, sino que es Iglesia y, por tanto, tiene competencia en el cumplimiento de la misión de la Iglesia. Como miembros de la Iglesia, somos responsables no solo de nuestra propia salvación, sino también de la de nuestros hermanos; esta tarea no es solo del clero, el apostolado es tarea de todos y cada uno de nosotros.

12. ¿Qué es necesario para que esta corresponsabilidad se lleve a cabo? -

Que el laico se sienta llamado a su tarea como laico. La llamada de Jesús a seguirle no es una llamada cualquiera, sino que es la que da sentido a nuestra vida. Una vez aceptada la llamada, se necesita implicación, compromiso, voluntad, humildad, tolerancia, cooperación entre todos, sin afán de protagonismos, entre clero, religiosos y laicos, con actitud de diálogo y respeto mutuo,

13. Yo como cristiano, ¿cómo me hago presente en el mundo? -

Poniendo a Dios en el centro de nuestras vidas; y como Dios es amor, todas nuestras acciones van a ir encaminadas a buscar el bien de los demás. Inculcando valores cristianos e intentando dar ejemplo en los ambientes, con las actitudes propias de un cristiano: ayuda, respeto, perdón, amor. A veces sentimos miedo por el que pensarán o dirán los demás, porque nos van a ver raros, porque estamos pasados de moda, e, incluso, entre nuestras amistades hemos decidido no hablar de temas de Iglesia porque se acaba discutiendo y de mal rollo, sin embargo deberíamos ser más valientes.

14. ¿Qué dificultades encuentro? -

-

Vivimos en un mundo muy egoísta, secularizado, individualizado, con unos valores fundamentales en declive, en el que se palpa la falta de principios morales en la sociedad y la indiferencia e incluso a veces la hostilidad se hace presente ante todo lo que tenga que ver con el cristiano y aprovechan cualquier ocasión para cuestionarnos o increparnos. Ante estas dificultades, a la mayoría de los cristianos nos falta valentía para enfrentarnos a la sociedad, nos sentimos incapaces para dar razones de nuestra fe por falta de formación. Sin embargo hay algún valiente que nos dice que no encuentra ninguna dificultad, y que lo consigue tratando de que su actitud sea de servicio, respeto, cercanía, y no imponiendo, sino dialogando.

15. ¿Qué pasos tendríamos que dar tanto en el ámbito personal, como parroquial y diocesano para que los laicos sean verdaderamente “levadura en la masa”? -

Si nos convertimos realmente a Dios y no entorpecemos la labor del Espíritu Santo, estaremos en condiciones de ser fermento auténtico, en el ámbito personal y eclesial. Necesitamos fomentar y apoyar actitudes que se correspondan con los valores del Reino. Proporcionar a los laicos la formación adecuada para el momento que nos ha tocado vivir. Apoyar una participación más activa de los laicos en la vida de la comunidad y de la Iglesia. Deberíamos olvidarnos del materialismo, y centrarnos más en los valores cristianos, preocuparnos más por la gente que está sola, necesitada, etc. Hace falta volver a encontrarse con Cristo en el ámbito personal, parroquial, diocesano, por medio de una profunda conversión a la fe y de ahí partir con gran ilusión hacia la tarea de la nueva evangelización. Hay que pasar individual y eclesialmente del sentimiento de crisis a la esperanza y salir al mundo convencidos de que juntos podemos.

3


CONGRESO DIOCESANO DE LAICOS 2012 SÍNTESIS del TEMA III “EN EL CORAZÓN DEL MUNDO” 1) ¿Cuáles son los rasgos que definen desde el punto de vista religioso la sociedad en la que vivimos? -

-

En muchos ambientes se perdió el sentido de la moralidad y de la ética, así como los valores. La secularización, el descenso de la práctica religiosa, el relativismo y el hedonismo moral que estamos viviendo, la mentalidad fetichista (médiums, cartas, horóscopos"), así como el surgir de un laicismo proveniente del ateísmo social sin valores humanos, se traduce a nivel religioso, en que cada uno cree en lo que considera más conveniente. Para mucha gente todas las creencias tienen el mismo valor, aunque el que realmente tiene fe y creencias profundas trata de ser consecuente con su identidad cristiana. En estos tiempos la fe cristiana tiende a ser arrancada de cuajo de los momentos más significativos de la vida (nacer, sufrir, morir). El bienestar económico y el consumismo nos hacen vivir “como si no hubiera Dios”, por lo que la Iglesia tiene que mostrar coherencia entre lo que predica y lo que hace. Vivimos en una sociedad indiferente, apática y en general desilusionada. Po lo general existe un enorme individualismo que nos lleva a una religiosidad “a la carta”. Sin embargo, el ser humano está en permanente búsqueda, incluso los no creyentes, por eso debemos estar vigilantes y ofrecer respuestas apropiadas y maduras.

2) ¿Qué aspectos positivos tienen y qué aspectos negativos? -

-

Aspectos positivos: › hay personas comprometidas, que sienten y experimentan el compromiso con generosidad y espontaneidad. › el pluralismo religioso, la autocrítica eclesial, la caridad de la Iglesia, la respuesta solidaria en situaciones de crisis, el seguimiento de Cristo a pesar de las dificultades; › la el valor permanente del mensaje y los valores evangélicos; › la solidaridad (somos una potencia en donación de órganos), la mejora de la situación de los más débiles. Aspectos negativos: › vivir “como si Dios no existiera”; › el materialismo, el individualismo, el relativismo religioso, el consumismo, el avance del laicismo “anti”, el dar el mismo valor a todas las religiones, la falta de valores"; › la intolerancia, el mal uso de los medios de comunicación; › la falta de decisión a la hora de anunciar el Evangelio,

3) ¿Cómo llevar el mensaje de Jesucristo hasta las mismas raíces de la cultura actual, en su sentido amplio (mentalidades, costumbres, comportamientos)? -

-

Ser conscientes de los cambios sociales sin precedentes y en sectores muy diversos: divorciados, nuevos movimientos, abandono masivo de jóvenes, envejecimiento parroquial, etc., ante los que la Iglesia ha de dar la cara y ofrecer respuestas a la altura de las circunstancias. Desde la vivencia personal y comunitaria en medio de nuestra sociedad, propiciando la presencia de los cristianos en la vida pública, mediante el discernimiento de las realidades culturales, políticas, científicas y sociales, a la luz del Evangelio;

1


-

También desde la caridad cristiana, que nos anima a participar en las diferentes asociaciones que colaboran en la construcción de un mundo mejor.

3) ¿Cómo se realiza la presencia pública de los fieles laicos? -

-

Nuestra presencia, normalmente, es silenciosa, con miedo y vergüenza a expresar nuestra fe, deberíamos ser valientes, sin acobardarnos de nuestra condición de cristianos y dar testimonio, ya sea en la familia, la política, la vida pública, el trabajo, la cultura, los medios de comunicación, las plataformas sociales. Cada uno en su vida diaria, haciéndonos presentes en la defensa de los valores evangélicos y con el compromiso de estar al lado de los más pobres y marginados, y en todas las estructuras sociales.

4) ¿Cómo vive el laico esta presencia? -

En la entrega al servicio del prójimo, tomándonoslo como un reto e intentando actuar con fidelidad a Cristo, aunque a veces nos cause preocupación e incertidumbre, ya que debemos aportar ilusión y transmitir esperanza a la sociedad que nos rodea. Aunque es cierto que muchas veces la vivimos sin el valor suficiente para dar testimonio de Cristo, como avergonzándonos de nuestra condición de cristianos a lo hacemos de un modo poco participativo, más bien como meros espectadores.

5) ¿Cómo potenciar el apostolado asociado de los laicos? -

Buscando formas de apostolado comunitario que sean expresión de la misma naturaleza y misión de la Iglesia; pero para conseguir lo anterior, es preciso contar con laicos convencidos y comprometidos. Debemos potenciar los consejos parroquiales, pastorales y arciprestales, y favorecer el diálogo entre todos los miembros de las diferentes asociaciones, crear grupos que respondan a las necesidades de la sociedad y a sus problemas, que sean realistas, pues vivimos en un tiempo concreto, y hay que ver que se necesita en cada momento.

7) Reflexionar sobre el concepto de “caridad política”, entendido como “compromiso activo y operante, fruto del amor cristiano a los demás hombres, considerados como hermanos, a favor de un mundo justo y más fraterno, con especial atención a las necesidades de los más pobres” - Los cristianos debemos participar en las plataformas políticas, culturales, económicas" donde la vida se está cociendo. - Desde la fe y la caridad se puede vivir la fe en la vida pública, y allí intentar transformar la realidad de cara a los más pobres. - La caridad política es un compromiso permanente en nuestra vida, basada en el amor al prójimo, que nos lleva a trabajar sin descanso por un mundo mejor y haciendo siempre el bien. - En estos tiempos que tanto se menciona la crisis, puede ser la oportunidad perfecta para demostrar nuestra verdadera vocación cristiana, comprometiéndonos con instituciones y organismos que ayudan a salir de situaciones dramáticas. 8) ¿En qué medida nuestra Diócesis conoce y favorece la responsabilidad pastoral de los laicos? ¿Qué acciones debe llevar a cabo nuestra Iglesia particular (y las comunidades parroquiales) para apoyar la presencia de los laicos en la vida secular? -

Las cosas importantes de la Diócesis se deciden en las esferas del clero, y los laicos no tenemos acceso a las decisiones importantes de la vida de la diócesis, por ejemplo, en el tema de las UPAS (Unidades de Acción Pastoral). Se nos dan las cosas hechas, cuando el laico tendría que estar en más en los ámbitos de decisión.

2


-

-

La sensación es que existe miedo o resentimiento por parte de algunos sacerdotes al diálogo abierto y al trabajo en comunión. En los arciprestazgos habría que tratar de unificar criterios, impulsando y orientando a los laicos para que tomen conciencia de su responsabilidad y mentalizarnos de que en la Iglesia somos y estamos todos, fortaleciendo los vínculos sacerdotes-laicos. Fomentar más los cauces de participación de los laicos, acompañándolos en la debida formación, con el fin de poder llevar a cabo la evangelización en nuestra Diócesis y desempeñar las tareas que se nos puedan encomendar desde las parroquias, los arciprestazgos o desde la misma Diócesis. De este Congreso deberían de salir conclusiones operativas a tener en cuenta y no dejarlas que caigan en vacío. Deberíamos plantearnos en conciencia la celebración de un Sínodo diocesano, ya que por ahora este Congreso no ha movido Diócesis en su totalidad. Tenemos que pasar de ser meros colaboradores, a ser corresponsables del ser y actuar de la Iglesia, estableciendo y participando en los cauces necesarios para formar, animar y promover grupos que potencien serenamente la participación de los laicos, además de tomarse en serio este Congreso, que puede ser el principio de un cambio esperanzador en nuestra Diócesis.

3


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.